El uso escénico de los teatros clásicos

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El uso escénico de los teatros clásicos (A propósito del I Foro
Internacional Teatros Romanos de Andalucía)
Salvo que se indique lo contrario, esta obra está bajo una licencia Reconocimiento -No Comercial- Sin obra Derivada 3.0 España Creative Commons
Antonio Tejedor Cabrera 01| Mercedes Linares Gómez del Pulgar 02| Guillermo Galán Nogales 03|
La arquitectura teatral nos vincula con una vasta red de espacios culturales del área mediterránea
que hace explícito el extraordinario significado que el teatro posee para la vida social de las ciudades
europeas. Sin embargo, el estado de conservación general de los edificios teatrales antiguos resulta,
en general, poco satisfactorio. Aun siendo necesaria la continuidad de las investigaciones, tanto como
de las acciones de restauración, el uso se revela como la mejor estrategia de conservación a medio
plazo. El uso sostenible es garantía de una adecuada apropiación de los espacios, sea ésta de carácter
patrimonial, turística o teatral. Se presentan aquí las nociones básicas para el conocimiento del teatro
romano, las aportaciones de las reuniones internacionales concretadas en la Carta de Siracusa de 2004
y los criterios de intervención para un proyecto sostenible de adecuación al uso escénico en su contexto
ambiental, a partir del análisis de tres ejemplos: los proyectos de los teatros de Brescia, Spoleto y
Málaga. En Andalucía, la celebración desde 2013 del programa Teatros Romanos de Andalucía ha
permitido la recuperación del uso escénico, con vocación de continuidad, en los teatros de Italica,
Malacca y Baelo Claudia. El I Foro Internacional celebrado en Sevilla en julio de 2014 ha servido para
reunir a especialistas de las distintas disciplinas implicadas en la puesta en uso de los teatros, generando
valiosos intercambios de puntos de vista entre arqueólogos, arquitectos, creativos y técnicos.
Palabras clave
Andalucía | Arquitectura | Conservación (Patrimonio) | Foro Internacional | Representación escénica |
Teatros romanos | Uso escénico |
The Scenic Use of Classical Theatres (For the First International Forum on Roman
Theatres of Andalusia)
Antonio Tejedor Cabrera 01| Mercedes Linares Gómez del Pulgar 02| Guillermo Galán Nogales 03|
The architecture of the theatre binds us through a vast network of cultural spaces of the Mediterranean area which
makes explicit the extraordinary meaning that the theatre has for the social life of European cities. However, the
state of general maintenance of ancient theatrical buildings is, in general, unsatisfactory. Although a continuity
of both research and restoration is necessary, their use is revealed as the best strategy for conservation in the
medium term. Sustainable use is the guarantee of a proper appropriation of the spaces, in terms of heritage,
tourism and drama. We present the basic concepts for the understanding of the Roman theatre, the contributions
of the international meetings embodied in the Charter of Syracuse in 2004 and the criteria for intervention projects
for a sustainable use aligning the scenic with its environmental context through the analysis of three examples: the
projects of the theatres of Brescia, Spoleto and Malaga. In Andalusia, the celebration since 2013 of the programme
Roman theatres of Andalusia led to the recovery of scenic use, with a vocation for continuity, in the theatres of
Italica, Malacca and Baelo Claudia. The First International Forum held in Seville in July 2014 has served to bring
together specialists in the different disciplines involved in the implementation in use of the theatres, generating
valuable exchanges of views between archaeologists, architects, and creative and technical experts.
Keywords
Andalusia | Architecture | Conservation (Heritage) | International Forum | Performance | Roman Theatres | Scenic
Use |
URL de la contribución <http://www.iaph.es/phinvestigacion/index.php/phinvestigacion/article/view/65>
01| Dpto. de Proyectos Arquitectónicos, Universidad de Sevilla 02| Dpto. de Expresión Gráfica Arquitectónica, Universidad
de Sevilla 03| Agencia Andaluza de Instituciones Culturales
<http://www.iaph.es/phinvestigacion/index.php/phinvestigacion/article/view/65>
El uso escénico de los teatros clásicos (A propósito del I Foro Internacional
Teatros Romanos de Andalucía)
ph investigación [en línea], n.º 4, junio de 2015, pp. 77-103
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Apuntes para el conocimiento de los lugares
antiguos de representación
1
La aparición del teatro en la antigua
Roma es anterior al siglo I d. de C. En
época republicana las representaciones
escénicas pudieron ser más numerosas
que las carreras y otros juegos circenses
(CARCOPINO, 2001: 280).
2
“… duas tantum res anxius optat panem
et circenses”. JUVENAL, X, 75 y ss. Versión en español: CARCOPINO, 2001:
257.
El teatro en la ciudad romana de época imperial formaba parte de un
ambicioso programa cultural que los césares disponían para distraer
al pueblo. Fue lugar de diversión y espectáculo junto a otros grandes
espacios arquitectónicos como el circo, el anfiteatro, el foro, las naumaquias y, en ocasiones, los saepta, locales electorales que se utilizaron en Roma también para luchas de gladiadores, batallas navales
y actos políticos1. Dos versos de Juvenal han fijado esta imagen que
tenemos en la actualidad de una sociedad ociosa durante el Imperio,
de un pueblo “que ya sólo desea, con una ansiedad codiciosa, dos
cosas: pan y juegos”, panem et circenses2. Los días festivos en la
Roma imperial se extendían a más de la mitad del año y era preciso
ocuparlos con todo tipo de actos y espectáculos que se renovaban
continuamente.
La temporada de representaciones teatrales abarcaba el periodo
comprendido entre abril y noviembre. Las obras representadas intentaban emular el arte dramático de la Grecia antigua, pero pronto derivaron casi en exclusiva a lo burlesco y a la pantomima: “cuando Roma
comenzó a construir aquellos teatros permanentes y su Imperio se
llenó de edificios semejantes a los suyos, cuya grandiosa amplitud
y perfecta curvatura podemos admirar no sólo en Italia o en Galia,
sino en Licia, Pamphylia o en la Sabratha tripolitana, el arte dramático para el que estaban destinados ya estaba agonizando, como si
su supervivencia hubiera sido incompatible con la afluencia mayoritaria de espectadores”. Ya no se creaban nuevos textos. “Desde finales del siglo I a. de C. el público prácticamente sólo pudo ver obras
del repertorio tradicional. También es cierto que en aquellos inmensos
edificios al aire libre, entre la confusión reinante y la gran afluencia
de personas, casi nadie era capaz de seguir un delicado argumento
en verso si no conocía la obra previamente por haberla visto en otras
ocasiones, y a pesar de ello necesitaban las indicaciones de la introducción y los signos preestablecidos para refrescar su memoria: las
máscaras trágicas o cómicas, pintadas de marrón o blanco, identificaban ambos sexos y les permitían conocer a los personajes; el vestuario, de estilo griego o romano, situaba la acción e indicaba la condición
social” (CARCOPINO, 2001: 281).
La progresiva relevancia de los cantica y el papel cada vez más relevante del actor principal transformaron profundamente la escena clásica romana. Para Carcopino “esta evolución que se produjo de la
tragedia a la ópera y de ésta a la pantomima, terminó reduciendo el
teatro romano a un espectáculo de music-hall”. La decadencia de la
tragedia también estuvo acompañada por la crisis de la comedia que
“fue reemplazada por la mímica… introducida en Roma en el siglo I
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En un periodo de quince años aparecieron en el Campo de Marte de
Roma, además del renovado teatro de Pompeyo, dos nuevos teatros: el teatro de Marcelo y el teatro de Balbo el Joven, el primero con
capacidad para unos 14.000 espectadores y el segundo para 7.700.
A la renovación arquitectónica de la capital, siguiendo el programa de
publica magnificentia de Augusto, siguieron las de casi todas las ciudades del imperio. Grandes obras de carácter representativo, como
plazas y puertas urbanas, y obras funcionales de ingeniería, como
calles, puentes y acueductos, seguían el modelo de Roma. En este
contexto, los teatros representaban especialmente, por encima de las
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Sin perder del todo la tradición ceremonial y religiosa del teatro griego,
el teatro romano se constituyó así en lugar de encuentro de la clase
política con el pueblo, especialmente a partir del reinado de Augusto
(31 a. de C-14 d. de C.) ya que el Princeps “no temía a la ciudadanía
congregada en el teatro. Por el contrario, promovía estos encuentros.
El saludo y el aplauso eran expresión de un consenso general y creaban una imagen de evidente aprobación de su gestión” pues “la manifestación de opiniones políticas en el teatro sustituía en cierto sentido
a las asambleas del pueblo y a los comicios, y otorgaban al monarca
una especie de legitimación plebiscitaria de tipo simbólico” (ZANKER,
2005: 179). De este modo, el teatro servía de bálsamo a cualquier
descontento o cualquier amago de revuelta.
<http://www.iaph.es/phinvestigacion/index.php/phinvestigacion/article/view/65>
antes de nuestra era y en seguida adaptada al gusto de las masas”. En
el mimo, como farsa burlesco-satírica cargada de realismo, “los personajes no llevaban máscaras. Los actores se vestían como el hombre de la calle… Los papeles femeninos estaban representados por
actrices de dudosa reputación… En la propia concepción del mimo,
en su desprecio a lo convencional y en su esfuerzo por simplificarlo
todo latían unos fecundos elementos de renovación” (CARCOPINO,
2001: 289).
Imagen 1 |
Escenografía de Damián Galán para Los Gemelos en el teatro romano de Mérida. Foto: Damián Galán, 2013
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Imagen 2 |
Teatro de Marcelo, Roma. Giovanni Battista
Piranesi, a. 1761
necesidades prácticas de los habitantes, la renovación de las ciudades y su progreso durante la primera época imperial.
Al teatro “se le atribuía también un importante papel cultural y
educador. La nueva Roma [de Augusto] requería de teatros, entre
otras razones, por el hecho de que los espectáculos teatrales habían
desempeñado una importante función en las ciudades griegas, sobre
todo en la Atenas de la época clásica: sin teatro, la pretensión de
Roma de ser el centro cultural del Imperio no resultaba convincente.
En el fondo, el fomento del teatro formaba parte del esfuerzo por
igualar a los griegos” (ZANKER, 2005: 181). A estas pretensiones de
las clases dirigentes se añadía, al mismo tiempo, el hecho de que en
el teatro estaba claramente señalado el lugar que correspondía a cada
individuo y la propia conformación semicircular del edificio contribuía
a la mayor visibilidad de la estructura social vigente. Al parecer, la lex
Iulia theatralis de Augusto “contenía una distribución diferenciada de
asientos y rangos que preveía tanto honores como discriminaciones
(...)
En la orchestra estaban las localidades para los senadores y entre
ellos sobresalían los sacerdotes y magistrados. Les seguían los caballeros con un censo superior a los 400.000 sestercios. A continuación,
el amplio espacio del centro correspondía a los ciudadanos romanos libres, distribuidos por tribus como en la repartición de cereales:
panem et circenses. Al fondo tenían su lugar quienes no fueran ciudadanos, las mujeres y los esclavos, siempre y cuando les estuviese
permitido el acceso al teatro” (ZANKER, 2005: 182). En correspondencia con esta clara jerarquía social, los accesos, los pasadizos y
los vomitoria, que facilitaban la entrada y salida de los espectadores,
también estaban pensados para impedir el contacto de la plebs con
las clases altas.
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El tratado de Vitruvio ha sido interpretado por muchos estudiosos
como una realidad histórica. Sus claras reglas geométricas para el
trazado de los teatros se han tomado como dogmas de fe pero, a
menudo, la realidad las contradice. Para sustentar esta afirmación
basta el ejemplo citado por Isler: “Vitruvio dice que por motivos de
salud y también acústicos, hay que evitar la orientación de la cavea
hacia el sur. En realidad, esta orientación, desde los teatros más anti-
<http://www.iaph.es/phinvestigacion/index.php/phinvestigacion/article/view/65>
Las tipologías del teatro clásico quedaron fijadas por Vitruvio hacia el
25-28 a. de C. en el Libro V de su tratado de Arquitectura. En este describe el trazado del teatro griego y del que él denomina teatro latino.
Este texto es el origen de una división conceptual que se ha mantenido con éxito en el tiempo, aunque existen otros tipos clásicos como
el odeón y el teatro galo-romano, y podríamos decir con más propiedad que, en realidad, se trata del desarrollo de un mismo tipo en
el tiempo sin solución de continuidad. En esta evolución tipológica
desde el teatro de Pompeyo, concluido en el año 55 a. de C. al nordeste del circo Flaminio en Roma –de 160 metros de diámetro y unos
27.000 asientos, y considerado por algunos autores el primer teatro
construido en piedra– estarían todos los teatros romanos conocidos,
como el teatro de Marcelo que en el Renacimiento era el apreciado
arquetipo del teatro vitruviano, estudiado por arquitectos tan relevantes como Leon Battista Alberti que lo dibuja en su De re Aedificatoria
(1452). Podríamos considerar también como el último de esta serie
tipológica al teatro olímpico de Vicenza, el primer teatro cubierto terminado de construir, según proyecto de Palladio, en 1585 con escenografía fija diseñada por Vincenzo Scamozzi, pues cuenta con todos
los elementos del teatro clásico: frons scaenae de doble orden con
tres valvae, orchestra, cavea y pórtico superior, si bien aquí la reducida cavea es de trazado semioval, en vez de semicircular, para adaptarse mejor a los estrechos límites de la parcela disponible.
Imagen 3 |
Sección del Teatro Olímpico. Bertotti Scamozzi,
1776. Fuente: Le fabbriche e i disegni di Andrea
Palladio, raccolti ed illustrati da Ottavio Bertotti
Scamozzi. Student ed., facsímil de original
de 1796, vol. I. Tª. III, Vicenza. London: Alec
Tiranti, 1968
<http://www.iaph.es/phinvestigacion/index.php/phinvestigacion/article/view/65>
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guos, no resulta para nada menos privilegiada que otras. Basta pensar en el teatro de Dioniso en Atenas, en los de Siracusa y Taormina
y, por mencionar también algunos teatros romanos, los de Ventimiglia,
Brescia, Minturno, Napoli y los de Ammaedara (Haïdra) y Madauros
(M’daourouch) en África” (ISLER, 2006: 33).
3
Opinión recogida por ISLER, 2006: 33,
quien cita también los estudios al respecto de D. B. Small (1983) y M. A. Amucano
(1991).
Es evidente que Vitruvio no quería hacer una historia de la arquitectura
teatral sino dar unas reglas prácticas para construir un teatro griego
y un teatro latino. Los esquemas dibujados a partir del Renacimiento
siguiendo la descripción de Vitruvio definen la proporción entre la
cavea y el edificio escénico y la posición de las escalinatas del hemiciclo. El círculo base se divide en 12 partes iguales: con cuatro triángulos girados se llega al teatro romano; con tres cuadrados girados
se define el teatro griego. Sin embargo, la mayor parte de los teatros
romanos no tiene mucho que ver con este esquema, aunque no podemos detenernos ahora en ello. Al parecer Vitruvio no tuvo en consideración importantes avances técnicos que se estaban produciendo en
época tardo-republicana e imperial, según la opinión mantenida por
Edmond Frézouls en su Aspects de l’histoire architecturale du théâtre
romain de 19823.
Podemos concluir que, si bien la tipología es clara, tal y como la establece Vitruvio en sus rasgos generales, la variedad de soluciones es
extraordinaria con el juego de unos pocos elementos arquitectónicos,
razón que explica la dificultad a la hora de realizar restituciones fiables
o de arriesgar hipótesis del diseño arquitectónico de un edificio en
particular. El teatro antiguo se revela así como bien patrimonial, documento de la memoria repleto de valores culturales, poéticos, sociales
y políticos, y lugar de encuentro de la realidad y la imaginación.
El teatro grecolatino como bien patrimonial. La
Carta de Siracusa
Imagen 4 |
Interpretación del teatro
vio. Fuente: Perrault,
d´architecture de Vitruve,
nouvellement en Francois.
1684
romano de VitruC. Les dix livres
corrigez et traduits
1.ª ed. 1673. Paris,
El análisis de los problemas asociados a la reutilización o el reuso de
los edificios antiguos de espectáculo tiene ya una larga trayectoria.
El Consejo de Europa creó en 1992 un grupo de trabajo formado por
especialistas procedentes de muy diversas disciplinas, dada la complejidad del tema y la necesidad de una aproximación interdisciplinar,
que tuviera en cuenta tanto las cuestiones patrimoniales y culturales como las técnicas, económicas e incluso políticas, que suponía la
puesta en uso de estos edificios. Entre 1992 y 1997 el grupo se reunió
en cinco sedes (Estrasburgo, Orange, Mérida, Palermo y Verona) con
el objetivo de dar a conocer y proteger el patrimonio arquitectónico
y cultural que los europeos comparten con todos los habitantes de
los países mediterráneos, y favorecer la creación artística contemporánea y restablecer el vínculo funcional con los lugares antiguos de
83
5
Una contribución fundamental para la celebración del Congreso Internacional de
Siracusa fue realizada por la parte siciliana y publicada por el Centro Regionale
per la Progettazione ed il Restauro del
Dipartimento Beni Culturali ed Ambientali de la Regione Siciliana (IL SUONO,
2004). Las actas del congreso fueron
publicadas dos años después en el libro
Teatri antichi nell’area del Mediterraneo
(TEATRI ANTICHI, 2006).
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Después de la Declaración de Segesta, fue la celebración en octubre de 2004 en Siracusa (Sicilia) del II Congreso Internacional La
Materia e i Segni della Storia, sobre “Teatros Antiguos en el área
del Mediterráneo. Conservación programada y fruición sostenible.
Contribuciones analíticas a la Carta de Riesgo”, la más consistente
aportación realizada hasta ahora. El congreso concluyó con la elaboración de la Carta de Siracusa para la conservación, fruición y gestión
de la arquitectura teatral antigua, conocida como Carta de Siracusa
2004, que fue presentada en el teatro de Segesta en septiembre de
20055.
La Carta de Verona de 1997 establece
en el apéndice 1 unas interesantes “Indicaciones Técnicas sobre las Condiciones de Uso de los Sitios de Espectáculo” organizadas en cinco apartados: I.
Preservación de los recursos y fidelidad
de la información; II. Calidad del acceso
del público; III. El uso de los sitios como
medio de valorización; IV. Establecimiento de códigos negociados de buen uso
adaptados a cada sitio; y V. Trabajos en
Red.
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La Declaración de Segesta se redacta a partir de la constatación de
los participantes de una triple presión sobre los teatros antiguos: una
presión tecnológica, una presión demográfica (reflejada, por ejemplo,
en el teatro de Mérida que recibía durante 45 días más de 70.000
espectadores) y, por último, una presión estética. Por ello, establece
con claridad una base teórica de referencia, que se sintetizaba en
el eslogan “conocimiento para el reuso” con tres grandes objetivos
(CIANCIO; PISANI, 2006: 28):
1. Salvaguardar el patrimonio arquitectónico de los teatros antiguos.
2. Desarrollar el conocimiento y la valoración de la arquitectura teatral antigua.
3. Promover la valorización de los teatros mediante el uso como lugar
de creación artística contemporánea, sin alterar la naturaleza del teatro antiguo y sin dañar las estructuras antiguas.
4
<http://www.iaph.es/phinvestigacion/index.php/phinvestigacion/article/view/65>
espectáculo. Resultado de los trabajos fue la Declaración de Segesta
de 1995, aprobada por el European Network of the Ancient Places of
Spectacle del Consejo de Europa y confirmada en la Carta de Verona
de 19974.
Imagen 5 |
Teatro griego de Siracusa. Foto: Antonio Tejedor, 2008
<http://www.iaph.es/phinvestigacion/index.php/phinvestigacion/article/view/65>
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6
El texto completo de la Carta de Siracusa
se puede consultar en italiano, inglés y
francés en TEATRI ANTICHI, 2006: 417479. La fruición (del lat. fruitĭo, -ōnis) es
el “goce muy vivo en el bien que alguien
posee” (DRAE). Es, por tanto, un concepto especialmente apropiado para el teatro
antiguo como bien patrimonial.
La Carta de Siracusa asume los objetivos de la Declaración de
Segesta y amplía los campos de interés queriendo involucrar a una
vasta red de especialistas relacionados con la arqueología, la arquitectura, la historia del arte, la dirección escénica, la promoción cultural y de espectáculos, el turismo cultural, la economía y el desarrollo
local. Se organiza en cuatro documentos temáticos orientados a la
construcción de un protocolo compartido de conocimiento, conservación, fruición y gestión de los teatros antiguos6:
1. Organización y gestión del conocimiento sobre la realidad conservada de las arquitecturas teatrales antiguas y del contexto territorial.
2. Diagnóstico, monitorización, conservación y restauración.
3. Sostenibilidad de la actividad teatral y salvaguarda del edificio
arqueológico y de su contexto ambiental.
4. Gestión de los teatros antiguos y redes culturales territoriales para
el desarrollo local.
En España, los teatros antiguos han sido objeto de estudio por parte
de numerosos investigadores, como atestiguan los congresos sobre
Teatros Romanos de Hispania con actas publicadas en 1982, 1993 y
2002 (MÁRQUEZ; VENTURA 2006: 9). En 2003, al calor de la recuperación del teatro Caesar Augusta de Zaragoza, el Ayuntamiento y
La Caixa organizaron la exposición “El Teatro Romano. La puesta en
escena” que se presentó en la propia ciudad y luego en Mérida y en
Córdoba (TEATRO, 2003). En el ámbito andaluz, en 2004 el Centro de
Documentación de las Artes Escénicas de Andalucía publicó el libro
Espacios escénicos. El Lugar de Representación en la Historia del
Teatro Occidental (HIDALGO, 2004) y en 2006 se celebró en Málaga
el congreso Tiempos de Púrpura, que abordó el tema de los teatros
romanos, en especial, del teatro romano de la ciudad que se encontraba en proceso de excavación y restauración. Más recientemente,
en 2012, el encuentro monográfico sobre el Teatro Romano de Itálica
celebrado en la Casa de la Provincia de Sevilla permitió conocer en
profundidad las investigaciones y las obras realizadas entonces para
el uso del monumento.
En el edificio teatral antiguo podemos distinguir entre un uso de
“visita” cultural y un uso de “representación” (FERNÁNDEZ-BACA;
TEJEDOR, 2007). Por regla general, la intervención arquitectónica
suele estar orientada por la administración responsable de la tutela
de los bienes culturales en primer lugar hacia la restauración de los
sitios para facilitar su accesibilidad, presentación y visita cultural. Sólo
en segunda instancia se acomete la puesta en uso como lugar de
espectáculos. Un objetivo de puesta en uso funcional del edificio es
el mejor impulso que se puede dar a la investigación y restauración
de estas arquitecturas y creemos que debe estar así planteado desde
el inicio de cualquier acción patrimonial. Desde luego, parece más
apropiado para los edificios que nos ocupan el uso escénico clásico,
85
Los tres proyectos que presentamos ahora para ilustrar modos diferentes de intervenir en los teatros romanos tienen en común un destino similar por el momento: el de haber quedado en el limbo de los
trabajos realizados para las distintas administraciones, por razones
complejas y dispares y quizá condenados a quedar sólo como ejercicios profesionales que, sin embargo, mantienen un gran interés conceptual y técnico. Los tres proyectos están dirigidos tanto a la mejor
comprensión de los sitios por medio de una interpretación específicamente arquitectónica como a resolver las necesidades básicas del uso
escénico, dotando a los edificios de las necesarias infraestructuras.
Como punto en común, los tres parten de una reflexión sobre el papel
de los monumentos antiguos en la ciudad contemporánea. Más allá
8
En Mérida existe desde 2011 una Normativa Reguladora de la Utilización de
los espacios monumentales del Conjunto
Arqueológico donde se inserta el teatro
romano. Resolución de 10 de febrero de
2011 de la Dirección Gerencia del Consorcio Ciudad Monumental Histórico-Artística y Arqueológica de Mérida.
TEJEDOR CABRERA, A.; LINARES DEL PULGAR, M., GALÁN NOGALES, G. (2015)
Criterios para el proyecto de intervención y el uso
escénico. los casos de Brescia, Spoleto y Málaga
Por el Festival de Mérida han pasado la
Compañía Nacional de Danza, el Ballet
Flamenco Español, el Ballet Nacional
de Cuba, Sara Varas, Eva Yervabuena,
La Cuadra... Todo tipo de coreografías
sobre textos o mitos clásicos como Medea, Salomé, Fedra, Las Bacantes, etc.
Y grandes bailarines como Maya Plisétskaya, Alicia Alonso, Nacho Duato o Igor
Yebra.
El uso escénico de los teatros clásicos (A propósito del I Foro Internacional
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Por ello, podemos concluir que no se trata tanto del tipo de representación como de su compatibilidad de uso y sostenibilidad en el
tiempo. Para cada edificio patrimonial particular se debe establecer
una normativa de uso8, o al menos una guía de buenas prácticas, que
aborde diferentes cuestiones relacionadas con la adecuada conservación: los requisitos funcionales de los actos en función de su riesgo de
provocar daños, sean instantáneos o diferidos en el tiempo por desgaste material; los umbrales de ocupación y las recomendaciones a
los usuarios de los espacios; las necesidades de montaje y desmontaje de escenarios y estructuras de apoyo a la representación y los
procedimientos de autorización y de monitorización de los posibles
daños tras el fin de los espectáculos.
7
<http://www.iaph.es/phinvestigacion/index.php/phinvestigacion/article/view/65>
en lugar del teatro moderno o contemporáneo, si bien, también éste
se ha representado en alguna ocasión en los teatros romanos españoles, a pesar de las limitaciones propias de estos edificios que no
disponen de la profundidad adecuada del escenario, ni de chácena,
telón u otros recursos habituales. Las obras clásicas pueden resultar más apropiadas porque establecen una conexión simbólica con
el lugar que el espectador interioriza con facilidad. Sin embargo, la
danza contemporánea y el ballet, sea clásico o flamenco, se suelen
adaptar bien a las proporciones del pulpitum en los teatros romanos.
De hecho, el repertorio de obras de teatro, danza y ballet, basado
en textos y temas clásicos, representado en teatros romanos es muy
amplio. Sin entrar en la calidad artística o en el interés cultural de las
representaciones, obras que tienen sus propias claves de significado
y artisticidad, basta apuntar que en el teatro romano de Mérida se vienen realizando espectáculos de todo tipo, incluidos la danza y el baile
flamenco, desde hace varias décadas7.
<http://www.iaph.es/phinvestigacion/index.php/phinvestigacion/article/view/65>
El uso escénico de los teatros clásicos (A propósito del I Foro Internacional
Teatros Romanos de Andalucía)
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Imagen 6 |
Teatro de Sagunto. Foto: Pepa Balaguer, 1993
9
En España, después de la muy polémica
intervención en el teatro de Sagunto, interrumpida en 1993, obra de Giorgio Grassi
y Manuel Portaceli, que tuvo un importante respaldo en España por parte de los
arquitectos pero no de los arquitectos
especializados en restauración patrimonial ni de otros colectivos profesionales
vinculados al patrimonio histórico, los
proyectos de arquitectura en teatros romanos han sido escasos aunque relevantes: Cartago Nova en Cartagena (arquitecto Rafael Moneo), Caesaraugusta en
Zaragoza, Clunia Sulpicia en Burgos (arquitectos Darío Álvarez, Miguel Ángel de
la Iglesia y Josefina González Cubero),
Malaca en Málaga (arquitectos Antonio
Tejedor, Mercedes Linares y José Ramón
Cruz del Campo) e Italica en Santiponce,
Sevilla (varios equipos de arquitectos coordinados por Alfonso Jiménez).
de una simple valoración como atractivos yacimientos arqueológicos, su destino es devolverlos a la vida que tuvieron como significativos espacios públicos de la ciudad. Ahora bien, si éste es un punto
de partida, el modo en que cada proyecto resuelve los conflictos de
todo tipo que concurren en cada teatro –de interpretación arqueológica, de relación con los bordes de contacto con la ciudad, de inserción de la nueva arquitectura– es bien diferente. Si el objetivo general
de recuperación patrimonial y funcional es compartido, cada proyecto
encuentra sólo en sí mismo sus condiciones particulares de respuesta
a demandas urbanas y espaciales diferenciadas. Los proyectos en los
teatros romanos de Brescia (2002), Spoleto (2005) y Málaga (2010)
ejemplifican unas posiciones teóricas sobre la intervención en el patrimonio teatral durante el siglo XXI que han ido centrándose progresivamente en una más rigurosa valorización arqueológica compatible
con la fruición cultural y el uso escénico.
Con el proyecto de “rehabilitación y restitución del teatro romano de
Brescia”, obra datada en el cambio de era y situada junto a los restos del Capitolium, Grassi se redime en parte de la dura experiencia
de la “restauración” del teatro romano de Sagunto, que le llevó junto a
Manuel Portaceli hasta el Tribunal Supremo en un largo proceso judicial en España9. En cierto modo el nuevo proyecto, acometido más
de diez años después, permite a Grassi afinar en algunas decisiones tomadas en Sagunto. El arquitecto italiano mantiene la posición
teórica que sustentaba la intervención en Sagunto pues plantea el
proyecto de Brescia con el deseo de dar una idea completa y verdadera de qué es un teatro romano, restituyendo gran parte del volumen del teatro y las relaciones espaciales originales del lugar, como si
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TEJEDOR CABRERA, A.; LINARES DEL PULGAR, M., GALÁN NOGALES, G. (2015)
La restitución parcial del cuerpo escénico, con parte de la scaenae
frons hasta donde permiten los restos conservados de la columnatio
del teatro, se realiza asumiendo la presencia del fragmento del
palacio y poniendo el énfasis en el papel urbano del nuevo volumen,
definidor del límite del teatro y parte, al mismo tiempo, de la ciudad
histórica. El arquitecto propone la reconstrucción de una unidad
espacial perdida con el volumen mínimo del cuerpo escénico que,
según su criterio, permite el diálogo en altura con las edificaciones
próximas. El cuerpo escénico se proyecta así considerando tanto su
presencia como arquitectura pública en la ciudad como su destino
como lugar de representación donde se desarrollará la acción
teatral.
Imagen 7 |
Vista aérea del teatro romano de Brescia.
Fuente: Giorgio Grassi. Teatro Romano di
Brescia. Progetto di restituzione e riabilitazione.
Milán: Electa, 2003, p. 413
El uso escénico de los teatros clásicos (A propósito del I Foro Internacional
Teatros Romanos de Andalucía)
ph investigación [en línea], n.º 4, junio de 2015, pp. 77-103
Sin embargo, en Brescia las decisiones técnico-formales resultan más
comprometidas con las preexistencias. A diferencia de Sagunto, la
ruina del teatro romano de Brescia no había tenido reconstrucciones
o reintegraciones de cierta entidad, pues los restos más significativos aparecieron con la demolición parcial del palacio Maggi-Gambara
en los 60-70. “La obra de demolición [del palacio] y de liberación de
las estructuras murarias del teatro en un cierto momento ha dejado,
debido a un arrepentimiento tardío, un fragmento considerable aunque tipológicamente poco significativo del palacio sobre el parascaenium oeste del teatro, al que sustituye (casi queriendo darnos una idea
volumétrica de aquél) superponiéndose también en parte a la correspondiente porta hospitalium” (GRASSI 2003: 10). Grassi se propone
“la restitución de la unidad espacial del artefacto antiguo, es decir, la
reconstrucción, tan próxima a la realidad como sea posible y compatible con los materiales originales y los medios expresivos de los que
disponemos hoy, del gran espacio delimitado entre los dos volúmenes
contrapuestos de la cavea y del cuerpo escénico”. Como consecuencia “la eliminación de todo cuanto, por no desarrollar un papel expresivo reconocible, se opone a la restitución de aquel espacio, como por
ejemplo los muros de cimentación del palacio Maggi-Gambara que
todavía existen sobre la ima cavea, y la realización de la excavación
completa de esta última hasta la liberación de su estructura irregular y
del plano de la orchestra” (GRASSI, 2003: 57).
<http://www.iaph.es/phinvestigacion/index.php/phinvestigacion/article/view/65>
ambos casos –Sagunto y Brescia– pudieran resumirse en una tipología, en una única idea de teatro romano. El proyecto es también para
Grassi un reto en el que su arquitectura se confronta decididamente
con esa arquitectura concreta y, en cierto modo, con toda la historia
de la arquitectura romana, como un “medirse” personalmente con la
construcción romana. En palabras del propio Giorgio Grassi: “Vedere
nella rovina romana ovviamente prima di tutto il teatro, l’opportunità
del teatro, ma nello stesso tempo anche il teatro che, attraverso il
suo uso teatrale, sarebbe tornato a essere un’architettura della città”
(GRASSI, 2003: 8).
<http://www.iaph.es/phinvestigacion/index.php/phinvestigacion/article/view/65>
El uso escénico de los teatros clásicos (A propósito del I Foro Internacional
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Imágenes 8 y 9 |
Superior, proyecto de Giorgio Grassi para el teatro romano de Brescia. Maqueta de Francesco
Rivolta. Inferior, dibujos del proyecto de G. Grassi para el teatro de Brescia. Fotos: Estudio G.
Grassi
Imagen 10 |
Vista aérea del teatro romano de Spoleto. Foto: Estudio F. Cellini
89
Como suele ocurrir en los lugares arqueológicos de fuerte condición
urbana, en el teatro de Spoleto los problemas más complejos están
ubicados tanto en el monumento propiamente dicho como en los bordes de contacto con la ciudad, que son la plaza de la Libertad y la
TEJEDOR CABRERA, A.; LINARES DEL PULGAR, M., GALÁN NOGALES, G. (2015)
El proyecto vencedor del concurso celebrado en 2005 correspondió
a la propuesta de los arquitectos Francesco Cellini y María Margarita
Segarra Lagunes con la escultora mexicana María Lagunes. Los autores asumen la complejidad de las estratificaciones históricas para
proponer soluciones concretas en los sitios precisos que están sin
resolver “siguiendo una óptica opuesta a la ‘liberación’ desarrollada
hasta ahora” (CELLINI, 2005: 22), demoliciones de edificios que ocupaban el lugar, como las cocheras del palacio Ancaiani, que quedaron
detenidas hace más de cincuenta años dejando un monumento casi
ilegible.
Según la expresión utilizada por los propios arquitectos, aunque se trataría más
bien de un forro de la irregular cavea preexistente (PORTACELI, 1993: 44).
El uso escénico de los teatros clásicos (A propósito del I Foro Internacional
Teatros Romanos de Andalucía)
ph investigación [en línea], n.º 4, junio de 2015, pp. 77-103
En una posición estratégica de la Umbria para el control del acceso
a Roma, la ciudad de Spoleto fue organizada en época romana
mediante un sistema de terrazas dispuestas según una retícula de
calles. Los restos del teatro de la segunda mitad del siglo I d. de C.
asoman hoy junto a la plaza de la Libertad, integrados con los restos
del monasterio de Santa Ágata que acoge el museo arqueológico.
Construido sobre una terraza artificial situada en el extremo meridional de la urbs antigua, el teatro necesitó desde muy pronto de obras
de consolidación debido al deslizamiento de parte de la estructura de
la cavea. Exhumado en el siglo XIX, se inició su restauración en 1954
con una refacción, sobre estructura de hormigón armado, de la parte
de la cavea colapsada. Acoge en la actualidad algunos de los espectáculos del gran Spoleto Festival dei 2 Mondi, que celebró en 2014 su
57.ª edición.
10
<http://www.iaph.es/phinvestigacion/index.php/phinvestigacion/article/view/65>
Es significativa la opción tomada para la restitución de la cavea, muy
alejada de la solución de “concha”10 de piedra caliza superpuesta a
los restos que los arquitectos Grassi y Portaceli aplicaron en Sagunto.
“Una cavea desaparecida casi por completo y de la que sólo con
mucha aproximación podemos reconstruir la sección completa frente
a una scaenae frons claramente definida en su forma y sus dimensiones” (GRASSI, 2003: 10). La solución propuesta consiste en la restitución parcial del hemiciclo, allí donde es posible sin entrar en conflicto
con la ausencia de información arqueológica, mediante una estructura completamente realizada en madera que restituye la geometría
original. No se imponen nuevos volúmenes de fábrica sino, al contrario, se dejan entrever con claridad las estructuras antiguas de contención y las gradas conservadas. Adaptada a la normativa actual de los
lugares públicos de espectáculo, la nueva cavea mantiene un carácter
reversible, o en parte provisional y hasta desmontable que refuerza su
legibilidad respecto de la ruina.
<http://www.iaph.es/phinvestigacion/index.php/phinvestigacion/article/view/65>
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Imágenes 11 y 12 |
Izquierda, planta del proyecto de restauración del teatro romano de
Spoleto
Derecha, dibujos del proyecto de restauración del teatro romano de
Spoleto. Fotos: Arquitectos Cellini, Segarra, 2005
calle de las Termas. En el proyecto, una logia resuelve el tránsito entre
el teatro y la plaza dotando de espesor espacial al actual muro de
contención, a modo de palcos de un teatro a la italiana, a la vez que
integra los importantes restos arqueológicos existentes en vertical y
facilita el apoyo luminotécnico del escenario. La logia se constituye
también en el principal elemento organizador de los recorridos internos que atraviesan el teatro y comunican la plaza con la cota más baja
de la calle de las Termas, recorridos en los que los autores identifican
cinco categorías de usuarios: de paso, cotidianos (habitantes), especialistas, público (espectáculos) y de servicio.
El proyecto asume con decisión la condición orgánica de la actual
amalgama de volúmenes que suplantan a la antigua frons scaenae:
el ábside de la iglesia de Santa Ágata y los restos del palacio de la
familia Corvi, construidos en la alta Edad Media. No propone la demolición o el camuflaje de tales preexistencias para una búsqueda de
la supuesta imagen romana sino que los incorpora con naturalidad
hasta el punto de restaurar estos volúmenes en el conjunto sin pretender en absoluto una recuperación tipológica del teatro. La integración conceptual y espacial va asociada a una realidad no idealizada
91
Esta voluntad de integración orgánica de los restos originales y las
aportaciones sucesivas de los siglos, incluso las más recientes, se
aprecia con claridad en la solución dada a la cavea. “Los hechos
que convulsionaron ya en época antigua la geometría del teatro (el
colapso y el deslizamiento hacia abajo de la estructura) son puestos en evidencia en la nueva reintegración, aunque se propone renovar los soportes en hormigón armado con una estructura más ligera,
reversible, en acero inoxidable” (CELLINI, 2005: 25) que permite la
restauración de la masiva fábrica romana que permanece debajo y la
sustitución del graderío de cemento con piezas de piedra de dimensiones similares a las originales. La ruptura geométrica del trazado
semicircular, que las restauraciones del siglo pasado trataron de ocultar, es utilizada aquí para hacer evidente el temprano colapso de la
fábrica romana. El proyecto resuelve también el acceso a la cavea
con una nueva pavimentación, ajusta los recorridos con la disposición
de nuevas escaleras y completa el plano del graderío desaparecido
con una lámina de agua de la que emerge la escultura Metamorfosis
de Maria Lagunes. La obra de arte no sólo potencia el valor simbólico del teatro como arquitectura en transformación con una poderosa
fuerza expresiva que matiza la relación del monumento con el paisaje
circundante, sino que recupera el uso puntual que tuvo el teatro como
museo de arte contemporáneo al aire libre en el siglo XX.
A diferencia de Brescia y de Spoleto, donde la interrupción de las
demoliciones de los palacios superpuestos ha dejado en cada teatro
una singular simbiosis de arquitecturas muy distantes temporal y tipológicamente, en Málaga se acometió, no sin dilaciones y polémicas, la
completa demolición de la biblioteca o casa de la cultura, que se había
construido a partir de 1951 sobre la parcela del teatro, de una sola vez
en 1998. Ahora que se cumplen 25 años del inicio de las excavaciones científicas en el teatro romano de Málaga, podemos constatar el
acierto de aquella decisión que ha permitido exhumar por completo
los restos del monumento y, sobre todo, favorecer la renovación en
profundidad de un área urbana central de la ciudad, asociada a la
ladera de la Alcazaba y a la calle Alcazabilla, que el edificio de época
franquista obstaculizaba.
El proyecto de acondicionamiento del teatro romano de Málaga para
uso cultural y escénico fue realizado por los arquitectos Antonio
Tejedor y Mercedes Linares, con la colaboración de Guillermo Galán,
Imagen 13 |
El teatro romano de Málaga en el eje cultural urbano. Foto: Tejedor_Linares & Asociados, 2009
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<http://www.iaph.es/phinvestigacion/index.php/phinvestigacion/article/view/65>
del tipo “teatro romano”. La propuesta asume las preexistencias que
una historia compleja y repleta de avatares ha depositado en el sitio.
De manera que el proyecto no se entiende como un posicionamiento
de los autores respecto de la arquitectura romana sino que, más bien,
se trata de comprender y respetar toda la arquitectura depositada en
el lugar.
<http://www.iaph.es/phinvestigacion/index.php/phinvestigacion/article/view/65>
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Teatros Romanos de Andalucía)
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11
La historia del hallazgo del teatro en 1951
y del proceso de excavación arqueológica
posterior puede consultarse en CORRALES; FERNÁNDEZ-BACA; TEJEDOR,
2006. Los más recientes estudios de
marmorización han permitido establecer
con más precisión la construcción y la reforma de la orchestra del teatro romano
de Málaga en: BELTRÁN; CORRALES;
FERNÁNDEZ 2007.
Imagen 14 |
El teatro romano de Málaga con el Centro de
Visitantes y la Alcazaba al fondo. Foto: Fernando Alda, 2009
en 2010 para la Consejería de Educación, Cultura y Deporte de la
Junta de Andalucía, con el objetivo de favorecer su puesta en valor y
uso como parte significativa del eje cultural urbano que conforman el
Museo Picasso, la Alcazaba, el Palacio de la Aduana y el propio teatro
romano. Si por un lado el uso de visita cultural ya se venía realizando
en el teatro desde hacía años en un ámbito restringido del recinto, que
fue ampliado con la apertura al público del centro de visitantes en septiembre de 2010 (TEJEDOR; LINARES, 2010), por otro lado estaba
clara la voluntad política de devolver el monumento a su condición de
plena arquitectura dotada de una función similar a la que justificó su
construcción a inicios del siglo I d. de C. y su existencia hasta finales
del siglo III, cuando es expoliado. El teatro de Málaga puede describirse como un edificio que mezcla la tradición griega de la adaptación
del graderío a la topografía con las técnicas constructivas romanas
consistentes en elevar artificialmente la cavea, aprovechando hasta
tal punto la pendiente de la ladera que no fue preciso construir pasadizos inferiores. Presenta un tamaño medio, con ima y media cavea.
La orchestra muestra dos etapas de marmorización que reflejan dos
momentos constructivos, el inicial de construcción de época augustea y el posterior de refacción de la orchestra en momentos flavios
(BELTRÁN; CORRALES; FERNÁNDEZ, 2007)11.
El proyecto parte de la convicción de que el uso escénico no sólo
es coherente con la identidad del espacio arquitectónico del teatro
romano de Málaga, sino que es la mejor manera de garantizar su
plena fruición ciudadana y, a largo plazo, su adecuada conservación
y mantenimiento. Respetando escrupulosamente los valores intrínsecos de los restos exhumados del teatro, las propuestas del proyecto
93
Para la incorporación plena del espacio patrimonial al espacio público
urbano el proyecto propone un recorrido interior, complementario de
la calle Alcazabilla, a media ladera. Este itinerario estará abierto a
los visitantes en horario diurno y facilitará el acceso del público a los
espectáculos. El uso del monumento como espacio escénico carga
de sentido el conjunto de intervenciones que se han venido desarrollando desde 2002, entre las que sobresalen la construcción del centro de visitantes, pues facilita la lectura patrimonial del monumento por
el usuario y permite la fruición plena del mismo en sintonía con su origen y su estructura espacial.
En Málaga, se han manejado algunos criterios generales de sostenibilidad patrimonial para el uso escénico:
> Legibilidad: que implica introducir claridad y visibilidad en el espacio
cultural, facilitando la lectura de los restos arqueológicos.
Imagen 15 |
Adecuación al uso escénico del teatro romano
de Málaga. Maqueta: Tejedor_Linares & Asociados, 2009
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<http://www.iaph.es/phinvestigacion/index.php/phinvestigacion/article/view/65>
persiguen la integración del monumento con las dinámicas urbanas
de la vida contemporánea, aminorando el impacto del uso sobre las
condiciones materiales y ambientales del conjunto mediante diversas acciones destinadas al tratamiento arquitectónico de los lugares
que continúan sin resolver desde el punto de vista de la configuración
orgánica del conjunto, a la accesibilidad al recinto y a proporcionar la
máxima visibilidad a los restos. Es, en cierto modo, afirmarse en la
obligada convivencia del nivel arqueológico y la ciudad, resolviendo la
integración de los límites de la excavación. Los recorridos se ordenan
con pasarelas de madera que, por debajo, recogen las redes de alumbrado, riego e instalaciones de apoyo escénico, dejando los servicios
de apoyo fuera del ámbito estrictamente ocupado por el teatro.
<http://www.iaph.es/phinvestigacion/index.php/phinvestigacion/article/view/65>
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Imágenes 16 y 17 |
Izquierda, perspectiva isométrica del teatro romano de Málaga con la propuesta de cierre del cuerpo escénico con estructura desmontable y tejido
tensado
Derecha, planta y sección transversal del proyecto de adecuación al uso
escénico del teatro de Málaga. Tejedor_Linares & Asociados, 2009
> Compatibilidad: de técnicas constructivas y de materiales. Baste
como ejemplo que se ha tenido en cuenta la capacidad portante de
las estructuras originales para determinar el número de apoyos necesarios de las estructuras superpuestas provisionales, destinadas a
la protección de la cavea y de los restos de la frons scaenae, y al
apoyo de la escenografía y de los elementos de soporte de los equipos técnicos.
> Progresividad: entendida como intervención paulatina, de menos a
más. Implica un principio general de intervención por fases en función
de los objetivos deseados.
> Reversibilidad: como facilidad de desmontado de las estructuras
provisionales que, a su vez, suelen exigir pequeñas infraestructuras
permanentes bien integradas en el área monumental.
12
El programa Teatros Romanos de Andalucía cuenta con una completa web
donde se puede consultar información
actualizada de los eventos culturales y
de los contenidos del Foro Internacional:
<http://www.juntadeandalucia.es/cultura
ydeporte/teatrosromanos/>.
Los teatros romanos de Andalucía: la apuesta por
el uso escénico
El arranque del programa Teatros Romanos de Andalucía en 2013,
promovido por la Consejería de Educación, Cultura y Deporte, a través de la Agencia Andaluza de Instituciones Culturales (AAIICC)12, ha
despertado el interés del público y de los profesionales por este tipo
de espacios. En paralelo, se ha creado el Foro Internacional Teatros
Romanos con la idea central de debatir sobre los teatros clásicos
95
De los más de 700 teatros y más de 50 odeones (Odeia) localizados en el territorio de la antigüedad clásica, a los que cabría añadir los más de 200 identificados en fuentes literarias y epigráficas
(en total más de 1.000 lugares antiguos de representación de los
que sólo alrededor de un centenar se usan para espectáculos), en la
Península Ibérica y las islas Baleares están registrados 40 teatros. De
ellos, en Andalucía se ubican 20, según el muy completo Censo de
Teatros Griegos y Romanos realizado por Alexandra Pedersoli a partir de otros inventarios previos (como los de Ciancio Rosetto y Pisani
TEJEDOR CABRERA, A.; LINARES DEL PULGAR, M., GALÁN NOGALES, G. (2015)
El Foro se desarrolló en su primera edición en el Teatro Central de
Sevilla, el 10 y 11 de julio de 2014, asociado al inicio de la programación del Teatro Romano de Itálica. Se organizó en tres sesiones que
concluían con una mesa de debate: la primera sobre la recepción de
la comedia y la tragedia en el espacio grecolatino; la segunda sobre
conservación y uso de los lugares antiguos de representación; y la
tercera sobre producción y técnicas del teatro clásico. La oportunidad
del Foro Internacional fue favorecer la síntesis de las contribuciones
sobre el teatro clásico: para los arqueólogos e historiadores el teatro es un documento, un yacimiento objeto de investigación; para los
arquitectos y restauradores es un patrimonio común necesitado de
integración con la vida contemporánea; para los creadores y artistas,
más que historia, el teatro es arte.
El uso escénico de los teatros clásicos (A propósito del I Foro Internacional
Teatros Romanos de Andalucía)
ph investigación [en línea], n.º 4, junio de 2015, pp. 77-103
El Foro Internacional persigue abarcar todos los contenidos relacionados directa o indirectamente con el uso escénico de los teatros antiguos: los orígenes del teatro clásico, los autores y las obras teatrales
que han llegado a nuestros días; el espacio arquitectónico, desde la
excavación y la interpretación de los restos, hasta la catalogación, la
conservación y la restauración, el acondicionamiento del entorno, los
accesos, las necesidades básicas de uso y las infraestructuras permanentes necesarias; el análisis de la relación del teatro con la ciudad y el paisaje contemporáneos; la gestión, sea para la puesta en
marcha como para el mantenimiento; la incorporación de las tecnologías asociadas a los espacios considerando los valores patrimoniales
del lugar (cómo iluminar y sonorizar de una forma discreta y eficiente,
cómo incorporar los diferentes tipos de proyecciones, cómo incorporar escenografías que encajen con el edificio histórico) y, por último,
los creativos implicados (escritores, directores, productores, figurinistas, etc.).
<http://www.iaph.es/phinvestigacion/index.php/phinvestigacion/article/view/65>
desde diversos puntos de vista: el del arqueólogo que investiga y
excava; el del arquitecto que restaura y acondiciona; el de los creativos que escriben, diseñan, producen y dirigen; el de los técnicos
que ponen en funcionamiento los espacios y, especialmente, el de los
usuarios últimos a los que todo el trabajo está dirigido, el público, sea
como turista o como espectador.
<http://www.iaph.es/phinvestigacion/index.php/phinvestigacion/article/view/65>
El uso escénico de los teatros clásicos (A propósito del I Foro Internacional
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TEJEDOR CABRERA, A.; LINARES DEL PULGAR, M., GALÁN NOGALES, G. (2015)
96
13
Según José Beltrán, en el caso de Cártama: “Se trata de la inscripción CIL II 1956,
donde para conmemorar que el municipio
cartimitano le decreta la erección de unas
estatuas a Iunia Rustica y a su marido
C. Fabius Fabianus la inscripción recoge
que costean a sus expensas ‘...spectaculis editis...’. Deducir sólo de ello que tales
espectáculos se realizaron en un teatro
pétreo es sólo hipotético, pues no hay
otro dato, aunque tampoco es descartable, pues ciudades pequeñas del entorno
malagueño, como Singilia Barba, tenía un
teatro de pequeñas dimensiones que ha
sido documentado arqueológicamente”.
Agradecemos al profesor Beltrán esta valiosa puntualización.
14
Incluidos en la RECA (Red de Espacios
Culturales de Andalucía), formada por
48 bienes: 2 conjuntos monumentales
(Alcazaba de Almería, Alhambra y Generalife); 5 conjuntos arqueológicos (Baelo
Claudia, Madinat al-Zahra, Dólmenes de
Antequera, Itálica y Carmona) y 41 enclaves arqueológicos (por provincias: 5 en
Almería; 4 en Cádiz; 7 en Córdoba; 6 en
Granada; 3 en Huelva; 4 en Jaén; 5 en
Málaga y 7 en Sevilla). Fuente: RECA,
2010.
Sartorio), publicado por la revista Engramma (PEDERSOLI, 2014),
que recoge 17 registros a los que hemos añadido las referencias a los
teatros de Guadix (Acci) (GARRIDO; GILOTTE, 2013), de Carmona
(Carmo) (JIMÉNEZ; ANGLADA; GÓMEZ, 2014), ambos documentados arqueológicamente, y de Cártama (Cartima) referenciado a partir
de una base epigráfica13.
El estado de conservación de estos teatros andaluces es muy desigual,
pues algunos aun no han sido excavados o sólo parcialmente (como
Urso, Acci o Castulo) y otros se encuentran en parte exhumados
bajo edificios construidos recientemente (caso del teatro romano de
Corduba). Sólo aquellos que, por diferentes razones, se han integrado
en áreas arqueológicas o enclaves arqueológicos protegidos14 tienen
posibilidades de ser visitados y, en algunos casos, usados como
espacios escénicos. Son los casos de Baelo Claudia, Gades, Malaca,
Italica, Acinipo y Carteia. Los cuatro primeros han sido incorporados
al programa de los “Teatros Romanos de Andalucía”, si bien, el teatro
de Cádiz (Gades) está a la espera de la finalización de las obras de
consolidación de los edificios de viviendas asentados sobre parte de
él y de la adecuación de los accesos públicos a la orchestra y la cavea
para recibir las primeras representaciones.
Todos estos espacios que hemos citado ya conforman un impresionante conjunto de teatros cuyo fin no puede ser otro que el de ser
utilizado. Pero no sólo como mera contemplación de piezas musealizadas, sino devolviéndolos a su uso primigenio, es decir, como espacios escénicos. Para ello, a menudo hay que vencer las reticencias
que el uso intensivo plantea, significativamente entre los arqueólogos,
si bien existe un consenso amplio entre gestores y arquitectos sobre
la idea de que el mejor modo de conservar es usar los espacios.
El objetivo del proyecto Teatros Romanos de Andalucía es el uso
escénico de los teatros. Para alcanzarlo, se precisa en primer lugar la
adecuación del espacio a esa actividad si bien no son menos importantes: la programación de las obras, el montaje de los espectáculos, la difusión, la venta de localidades, el análisis de la acogida del
público y el desmontaje y la vuelta de los recintos a su estado inicial. La segunda edición, celebrada en 2014, se ha desarrollado en
los teatros de Italica, Baelo Claudia y Malaca, todos ellos del siglo I
d. de C. Su estado de conservación actual es muy diferente, lo que
ha influido en sus posibilidades efectivas de uso, pues tanto Bolonia
como Málaga se podían considerar hasta ahora como meros recintos visitables, excavados en su día y posteriormente rehabilitados en
parte, sin seguir un proyecto integral, mientras que Italica se encuentra ya en una segunda fase de intervención exclusivamente orientada
al uso escénico. En Málaga está pendiente la ejecución del proyecto
de adecuación al uso cultural y escénico de Tejedor y Linares que per-
97
Acoger al público actual en un recinto que en la mayoría de los casos
tiene 2.000 años de antigüedad plantea retos interesantes que afectan a la conservación de los lugares. Cuestiones como la seguridad
de evacuación y de acceso del público, la información, la venta de
localidades, la comodidad de asiento, la accesibilidad de discapacitados, nos obligan a buscar soluciones compatibles con la sustancia y
la imagen del teatro romano que, en origen, obviamente, no contemplaba estas necesidades contemporáneas. Para el acceso a estos
recintos es importante considerar la dimensión y ubicación de los
aparcamientos, la cercanía del transporte público y la señalización de
los accesos, teniendo en cuenta que a veces pueden estar en sitios
alejados, como ocurre en Bolonia15.
El público necesita conocer previamente el programa de espectáculos, por lo que hay que informarlo mediante un plan de promoción y
comunicación, facilitándole la compra de localidades con un sistema
cómodo de venta telemática. En cualquier caso, hay que dotar al
recinto con una taquilla física, lo que a veces no es sencillo al carecer
de líneas telefónicas, pues todavía se sigue vendiendo más del 50%
en las taquillas. Una vez en el recinto, hay que disponer servicios para
Imagen 18 |
Restitución de la cavea con estructura metálica y revestimiento de madera en el teatro romano de
Bolonia, 2014. Foto: Guillermo Galán, 2014
15
En el caso del teatro de Itálica, la señalización de los accesos rodados es importante para evitar confusiones con el
anfiteatro, pues éste fue utilizado durante
décadas como sede del Festival de Danza de la Diputación de Sevilla y permanece en la memoria colectiva como lugar
de espectáculo aunque hace años que no
se usa por motivos de conservación. El
anfiteatro se encuentra ubicado junto al
acceso principal al recinto del Conjunto
Arqueológico pero bastante alejado del
teatro que se sitúa fuera de aquél, en el
borde urbano de Santiponce.
TEJEDOR CABRERA, A.; LINARES DEL PULGAR, M., GALÁN NOGALES, G. (2015)
Acoger al público que asiste a los espectáculos
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Para la puesta en marcha como espacio escénico de estos teatros
recuperados de Italica, Baelo Claudia y Malaca, dos son las cuestiones fundamentales que se plantea el gestor cultural.
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mitiría acometer, de un modo integrado y sistemático, las actuaciones
de protección y de dotación de infraestructuras y servicios permanentes requeridas para un uso compatible con los restos.
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El uso escénico de los teatros clásicos (A propósito del I Foro Internacional
Teatros Romanos de Andalucía)
ph investigación [en línea], n.º 4, junio de 2015, pp. 77-103
TEJEDOR CABRERA, A.; LINARES DEL PULGAR, M., GALÁN NOGALES, G. (2015)
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Localidad (topónimo)
Tipo
Datación
Dimensión
Observaciones
Antequera, Málaga (Singilia Barba)
teatro romano
s. I-IV d. de C.
Inicios s. I d. de
C.
46-43 a. de C.
Pequeño
En área arqueológica
Medio
En área arqueológica
Grande
En área arqueológica
Bolonia, Tarifa, Cádiz (Baelo Claudia) teatro romano
Cádiz (Gades)
teatro romano
Carmona (Carmo)
teatro (?)
Identificación sobre base arqueológica
Cártama, Málaga (Cartima)
teatro (?)
Identificación sobe base epigráfica
Cazlona, Jaén (Castulo)
teatro romano
Identificación sobre base epigráfica y arqueológica
Córdoba (Corduba)
teatro romano
Guadix, Granada (Acci)
teatro romano
Identificación sobre base arqueológica
Jaén (Aurgi)
teatro (?)
Identificación sobre base epigráfica y arqueológica
Los Villares de Andújar, Jaén (Isturgi)
teatro (?)
Identificación hipotética sobre
base epigráfica
Málaga (Malaca)
teatro romano
Martos, Jaén (Tucci)
teatro (?)
Identificación hipotética sobre
base epigráfica
Morón, Sevilla (Licurgentium)
teatro (?)
Identificación hipotética sobre
base epigráfica
Osuna, Sevilla (Urso)
teatro romano
s. I-IV d. de C.
Ronda la Vieja, Málaga (Acinipo)
teatro romano
s. I a. de C.
Salteras, Sevilla (Osset)
teatro romano (?)
San Roque, Cádiz (Carteia Heracleia)
teatro romano
Santiponce, Sevilla (Italica)
teatro romano
Sevilla (Hispalis)
teatro (?)
Villanueva del Río y Minas, Sevilla
(Canama)
teatro (?)
s. I d. de C.
s. I d. de C.
Grande
Medio
Bajo edificio moderno
En área arqueológica
Identificación sobe base documental y arqueológica
Medio
En área arqueológica
Identificación hipotética sobre
base epigráfica
s. I-IV d. de C.
30 a. de C.-37 d.
de C.; 60-80 d.
de C.- inicios s. II
d. de C.
En área arqueológica
Medio
En área arqueológica
Identificación hipotética sobre
base documental
Identificación hipotética sobre
base epigráfica
Tabla 1 |
Teatros romanos de Andalucía
el público, inexistentes en las cercanías de los teatros, por lo que hay
que recurrir a contenedores de obra y cabinas químicas, facilitando
además el acceso a minusválidos.
Los asientos de la cavea son de piedra (en algunos casos la restauración se realizó con hormigones que la imitan, como en Italica) e
incómodos para el público actual, por ello es recomendable el uso
de almohadillas, mejor si son numeradas pues facilitan el control del
aforo. En algunos casos, se pueden instalar gradas con asientos individuales aunque estas estructuras suelen ser bastante agresivas si no
se diseñan ex profeso para el lugar, como sí se ha hecho este año con
acierto en Baelo Claudia. Las necesidades específicas de asiento se
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La adaptación del edificio histórico a las necesidades de las representaciones actuales exige tanta imaginación como respeto a las preexistencias. Propugnamos un uso apropiado del espacio favoreciendo en
lo posible el estrictamente teatral. Si se dieran otros tipos de representaciones éstas deberían asumir las limitaciones derivadas del respeto a los valores del sitio. El gestor cultural y los técnicos deben
resolver un gran número de necesidades, pues estos recintos carecen de todo tipo de infraestructuras. Las representaciones se realizan
al aire libre, con las limitaciones de la intemperie. No hay iluminación, sonido, telefonía, agua, desagües, etc. Por ello, hay que dotarlos
en primer lugar de electricidad, cuando se pueda enganchando a la
red local o, cuando esto no sea posible, recurriendo a grupos electrógenos. En ambos casos son operaciones que pueden ser agresivas
para los monumentos, pues suponen el tendido de muchos metros
de cables por muchas partes del recinto, que habrá que ocultar en la
medida de lo posible a la vista del espectador. Es muy recomendable
la instalación definitiva de cuadros de alimentación y de distribución
así como enterrar las canalizaciones que distribuyen las líneas eléctricas, de sonido, de imagen o de señal.
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Atender las necesidades que plantean las representaciones
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La seguridad abarca múltiples y singulares cuestiones que hay que
atender: con frecuencia el pavimento de los recintos consiste en restos de calzadas formadas por losas irregulares y los propios hemiciclos presentan escaleras con peldaños desiguales que hay que
corregir, añadiendo barandillas y protecciones que, aunque mínimas,
contribuyan a una mayor sensación de seguridad. La iluminación es,
en general, inexistente pues los recintos se visitan durante el día y hay
que adaptarlos a las actividades nocturnas. Se deben instalar luminarias efímeras de bajo impacto visual así como iluminación de emergencia. Y hay que disponer de un plan de emergencia y evacuación
en el que se recojan, entre otras cosas: la señalización interna, las
vías de evacuación y salidas de emergencia, el aforo y distribución del
público en las diferentes zonas y la ubicación de los extintores. Por
último, el papel del personal de sala y de los servicios de seguridad no
es menos relevante que los dispositivos técnicos.
<http://www.iaph.es/phinvestigacion/index.php/phinvestigacion/article/view/65>
pueden complicar con eventuales exigencias de protocolo para altas
autoridades que requieren una seguridad especial, salas VIP, etc. Hay
que facilitar el acceso de sillas de ruedas a plazas adecuadas para
personas con discapacidad. Una solución utilizada a menudo en los
Teatros Romanos de Andalucía ha sido situar a los minusválidos en la
orchestra, accediendo por los aditus para reducir los tramos de rampas y plataformas necesarias para alojarlos. A ello se deben añadir
otras medidas de accesibilidad como la audiodescripción, el subtitulado adaptado y el bucle magnético individual.
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Imagen 19 |
El teatro romano de Málaga acoge la representación de Prometheus, cantus ad hominen.
Foto: Antonio Tejedor, 2013
Es insoslayable disponer estructuras metálicas desmontables (torres)
para poder colgar los diferentes sistemas de iluminación, cajas de
sonido, video-proyectores, etc. Deben ir colocadas básicamente en
los laterales del pulpitum y por encima de los aditus para la iluminación lateral; sobre la frons scaenae para la iluminación de contra;
sobre la última cavea para la iluminación frontal, las mesas de control
y los proyectores. Los controles de iluminación, de sonido y de imagen deben estar protegidos del sol y de la lluvia al tratarse de equipos
muy delicados, por lo que es recomendable protegerlos con casetas
seguras y desmontables. La acústica de los teatros es limitada y el
espectador actual no está habituado a esas limitaciones. La mejora de
las condiciones del sonido no suele pasar por favorecer las reflexiones o la suma de armónicos mediante paneles acústicos apropiados
sino por sistema electrónicos.
Para el espacio de la representación, se tendrá en cuenta que el suelo
del escenario normalmente no es practicable por lo que es obligada
la instalación de un suelo de madera sobre el pulpitum, que al menos
cubra la superficie comprendida entre las valvas hospitalis. También
es importante tener un acceso de carga bien protegido que permita
llegar lo más cerca posible de la escena, para evitar penosas labores
de acarreo. Detrás del fronscaenium se pueden colocar los camerinos, un espacio para los técnicos y un servicio químico si no hay agua
y desagüe, que normalmente resolveremos con contenedores de obra
convenientemente equipados. También es recomendable disponer de
un almacén cerrado para los elementos más delicados y una zona
para el resto de materiales de las compañías.
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Los problemas técnicos para el uso escénico son similares en todos
los teatros romanos conocidos, pero se amplifican en los teatros
pequeños, aun más si están en entornos patrimoniales o urbanos muy
sensibles. Podemos concluir que la situación ideal es que las producciones sean específicas para el teatro que las acoge, de modo
que puedan ser compatibles con las exigencias de salvaguarda y de
fruición de tan valiosos espacios. Las representaciones deben seguir
unas normas de uso validadas por la administración cultural responsable de la tutela de los espacios. Estas normas estarán destinadas
a garantizar las buenas prácticas de los operarios, de los técnicos, de
los actores y del público asistente. Los proyectos de instalación deben
recoger a su vez un análisis detallado de las protecciones necesarias para no dañar los restos materiales del monumento, tanto en la
cavea debido al desgaste provocado por los espectadores, como en
la frons scaenae y el pulpitum para poder recibir adecuadamente la
escenografía y el equipamiento técnico. El uso continuo de los teatros
romanos como lugar de espectáculos es necesario y posible protegiendo el delicado equilibrio entre conservación y fruición. Al restituir
la identidad del monumento como espacio de representación aparecen nuevos significados y afectos arquitectónicos en la vida de la ciudad. Pues el uso cultural permite la celebración del acontecimiento
urbano tanto como la expresión de lo cotidiano, de la vida con la que
establece una conexión física, funcional y emocional.
Imagen 20 |
El teatro romano de Itálica con la escenografía
de Augusto: fortuna pública, dolor privado.
Foto: Teatro Central, 2013
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