Los Sentimientos de la Nación

Licenciado Fausto Vallejo Figueroa,
Gobernador Constitucional del Estado de Michoacán;
Doctor Alejandro González Gómez,
Presidente del Supremo Tribunal de Justicia del Estado de
Michoacán;
Ingeniero Manuel Nocetti Tiznado,
Presidente Municipal de Morelia;
Compañeras y compañeros diputados;
Presidentes municipales, y funcionarios públicos que nos
acompañan en esta Sesión Solemne;
Señoras y Señores.
El 19 de Julio es una fecha de gran significación
histórica y política para el Estado de Michoacán; hoy, con
esta Sesión Solemne recordamos el 187 aniversario de que
el Gobernador Antonio Castro, promulgó la primera
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Constitución del Estado, quien con una corriente de
pensadores secundaron a Hidalgo y a la pléyade de
hombres ilustres que con Morelos elaboraron y difundieron
los Sentimientos de la Nación, documento que le dio
estructura jurídica al movimiento revolucionario que
luchaba por la Independencia de la Nueva España.
Esta Constitución fue resultado de los trabajos de la
primera legislatura integrada por los diputados José María
Rayón, Juan José Martínez de Lejarza, Isidro Duarte, Juan
José Pastor Morales, José Antonio Macías, Juan Foncerrada
y Soravilla, Pedro Villaseñor, José María Jiménez, Manuel
González Pimentel, José María Paulin y José Trinidad
Salgado, Manuel de la Torre Lloreda, Mariano Menéndez,
Agustín Aguiar, Mariano Quevedo, Juan Gómez Puente y
Manuel Ruiz de Chávez.
He citado el nombre de cada uno de los integrantes de
la primera legislatura porque la redacción de una
Constitución es un trabajo colectivo en donde se requiere la
sensibilidad y el talento jurídico y político para poder, en el
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texto, incorporar los valores sustantivos de la sociedad,
definir las formas de gobierno con la capacidad de
armonizar el concurso de intereses para darle sentido y
trascendencia, y lograr que la ciudadanía encuentre en el
texto
constitucional,
principios
doctrinarios,
el
reconocimiento a sus derechos fundamentales, el diseño de
la estructura gubernamental y las propuestas de futuro
para, en un propósito popular, encausar, con el esfuerzo de
todos, la construcción y fortaleza de un futuro de más y
mejores oportunidades para todos.
La Constitución de 1825 está imbuida de los ideales
expresados por la Junta Nacional Americana, que en el
documento “Elementos de Nuestra Constitución” que con
38 artículos establece ya el deseo de contar con una
Constitución; también se advierte la influencia del
documento “Los Sentimientos de la Nación” que elaboró
don José María Morelos para los trabajos del Congreso de
Anáhuac y que en Apatzingán promulgó la Constitución de
1814.
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Este breve relato, en el contexto de la Guerra de
Independencia, nos presenta un Michoacán de vanguardia,
que lideró Morelos, estadista, quien compenetrado de la
doctrina de los enciclopedistas franceses, fue un legislador
por excelencia y un estratega militar quien le dio rumbo
jurídico al movimiento insurgente y creó las bases y
condiciones sociales y políticas para la independencia
nacional.
En las tres veces heroica Zitácuaro se instala el primer
gobierno de la insurgencia que es la Junta Nacional
Americana; el Primer Congreso Constituyente que en
Apatzingán promulga la Constitución de la América
Mexicana; y en Ario de Rosales se instala el Supremo
Tribunal de Justicia de la Nación, todo esto en los primeros
5 años de lucha insurgente.
El talento de los Michoacanos, sus ideales de justicia,
de progreso y de fraternidad se plasman en la Constitución
del 19 de julio de 1825, destacando como derechos
sustantivos el de la libertad, el de la igualdad, el de la
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propiedad y el de la seguridad, condiciones para que una
sociedad pueda desarrollarse, con un Estado que garantiza
la protección y el pleno ejercicio de los derechos de los
ciudadanos.
Esta Constitución es la expresión política, jurídica y
social del Estado de Michoacán que a partir de su principio
soberano, representado en la asamblea popular que es el
Congreso, manifiesta su deseo de participar en la
Federación que hoy son los Estados Unidos Mexicanos.
Esta Constitución es la síntesis del deseo popular de los
Michoacanos para, en el ejercicio de su libertad, participar
activamente en la edificación de una patria generosa que
diera protección y respuesta a sus habitantes, encausando
el espíritu transformador que, haciendo de la utopía una
realidad, se proponía seguir en la lucha por lograr que la
armonía y la solidaridad fortaleciera a la naciente sociedad
para caracterizar la América Mexicana, dando sentido y
continuidad a los ideales libertadores de los insurgentes que
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se atrevieron a desafiar a una Monarquía de súbditos para
construir una República de ciudadanos.
Los principios constitucionales que se expresan por la
Constitución de 1825, son el basamento articulador, jurídico
y político, que delinea la vida de los Michoacanos.
Desde entonces se incorpora al texto constitucional,
frente a una tradición de fueros y castas, el principio de la
igualdad de los individuos ante la ley, la protección de los
ciudadanos frente a cualquier abuso y la advertencia para
que el juzgador fundara sus sentencias en leyes precisas sin
distorsionar, a través de la interpretación, el espíritu de la
ley.
La constitución puede definirse como la norma jurídica
suprema que rige la organización del Estado, estableciendo
los derechos y deberes fundamentales de los ciudadanos, la
forma de gobierno y cómo será su ejercicio así como una
serie de propósitos para orientar el desarrollo de la
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sociedad en la aspiración de alcanzar su bienestar y la
felicidad.
La Constitución es el marco jurídico de donde se han de
derivar una serie de leyes particulares para atender las
diferentes formas del derecho que han de regular toda la
actividad social, cuidando siempre que la normatividad de la
Ley reglamentaria no entre en contradicción con los
principios constitucionales.
La Constitución, aunque formulada a través del
Congreso, no es un acto de gobierno; es el pueblo que
constituye un gobierno, no hay que olvidar que de los
poderes del Estado el único Soberano, por excelencia es el
Poder Legislativo que representa, por su sistema de
integración, de mayoría relativa y de representación
proporcional, la totalidad de la expresión ciudadana
manifestada en el proceso electoral que nos constituye.
La constitución es el recurso y el medio con que cuenta
el Estado para garantizar, a través de la aplicación de la ley
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la justa administración de la justicia, que en la invocación de
un derecho se violenten los derechos de los demás.
En un sistema democrático la Constitución es el punto
de convergencia para que todos nos sujetemos al imperio
de la ley, cuando esto no ocurre se corre el riesgo de
debilitar la institucionalidad porque rompe el principio de
igualdad jurídica a que todos tenemos derecho.
En este sentido es conveniente recordar al estudioso
del liberalismo Mexicano, don Jesús Reyes Heróles quien
aseguraba que en una democracia, con sustento en la ley se
gobierna para todos, de no ser posible, se debe gobernar
para la mayoría, pero de no hacerse así y pretendiendo
quedar bien con todos, se termina por no gobernar para
nadie, en este sentido cobra certidumbre la idea de que
“para un barco sin rumbo no existe buen aire”.
Esta Sesión Solemne es una extraordinaria oportunidad
para,
reconociendo
a
los
fundadores
del
Estado
Michoacano, compartir algunas reflexiones sobre la obra
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que realizaron, sobre la importancia que sus trabajos y
preocupaciones tuvieron y buscar en la experiencia de sus
actos, enseñanzas que hoy nos puedan ser de utilidad
dando certeza al principio de que la historia es la maestra
de los pueblos, es fuente de consulta en donde podemos
abrevar de conocimientos para no repetir los errores y
encauzar nuestras fuerzas para superar los retos presentes
en esta acción permanente de estar construyendo una
sociedad en donde nosotros y nuestros hijos encontremos
nuestra realización y podamos, con el cumplimiento del
deber y el compromiso contraído entregar a las nuevas
generaciones los elementos para continuar esta aspiración
de bienestar y progreso sustentable teniendo al hombre, al
ser humano, en el centro de las actividades y de las
aspiraciones.
Por su atención, muchas gracias
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