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Departamento de Geografía e Historia. IES Josep de Ribera Tema:España en el siglo XVIII y XIX(hasta la Restauración) Tema: Introducción-­‐ Resumen: España en el siglo XVIII y XIX (hasta la Restau-­‐
ración) 1.-­‐ La España del siglo XVIII. El reformismo Borbónico. El Antiguo Régimen. La Ilustración. •
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En 1700 se instala en España una nueva dinastía, la de los Borbones. El proceso no fue fácil al generar una Guerra de Sucesión que desembocó en un conflicto internacional y, en el interior de la Península, en una gue-­‐
rra civil. Como resultado, la monarquía borbónica española perdió sus posesiones en Europa pero avanzó hacia la unidad del Estado español, al eliminar los fueros de Valencia, Aragón y Cataluña. El siglo XVIII es expansivo. Au-­‐
menta la demografía y crece la economía. España se sumó a la política de reformas que ca-­‐
racteriza al despotismo ilus-­‐
trado y sus monarcas tuvieron el acierto de rodearse de minis-­‐
tros inteligentes y laboriosos. Para España, cuando se estaba viviendo en una etapa expansi-­‐
va y de reformas, el estallido de la Revolución francesa, impul-­‐
sada con las ideas de la Ilus-­‐
tración y el liberalismo polí-­‐
tico y económico, complicó su desarrollo. El monarca Carlos IV no estuvo a la altura de las circunstancias y el llamado Motín de Aranjuez, en 1808, acabó con su reinado. Poco después estallaba la Gue-­‐
rra de la Independencia, catastrófica para nuestro país, que acabó con el Antiguo Régimen y puso en marcha la Edad Contemporánea. Antiguo Régimen • Sistema sociopolítico que se caracterizaba por: o Monarquía absoluta de origen divino. o Cortes no representativas. No hay eleccio-­‐
nes o Sociedad estamental. o Sistema económico señorial de base agra-­‐
ria Sistema Liberal • Sistema sociopolítico que es caracterizará por: o Monarquía constitucional /Parlamentaria o Repú-­‐
blica. o Cortes representativas. Elecciones. Partidos polí-­‐
ticos o Clases o grupos sociales por nivel económico. o Sistema económico capitalista de base industrial y financiera Al morir Carlos II el “hechizado” (casa/dinastía de los Habsburgo, Austria) sin descendencia en 1700, la pugna por la sucesión entre la dinastía borbónica (Francia, pretendiente Felipe de Anjou, nieto de Luis XIV) y la austria-­‐
ca (pretendiente: archiduque Carlos, hijo del emperador austriaco Leo-­‐
poldo I) convierte a España en un escenario más -­‐una verdadera guerra civil-­‐ de una gran guerra europea entre Francia, por una parte, y por la otra, Inglaterra, Austria, Holanda.. Es la guerra de sucesión a la corona española (1701-­‐1713) En España, los territorios de la antigua corona de Aragón apoyaron al ar-­‐
chiduque Carlos. En cambio Castilla apoyó al pretendiente francés el cual acabó ganando la contienda en España tras las batallas de Almansa (25 de abril de 1707), la toma, destrucción e incendio de Xàtiva (junio de 1707), y la toma de Barcelona (septiembre de 1714).1 1 En nuestra zona, los partidarios del futuro Felipe V fueron conocidos como “botiflers” y los austracistas como “mau-­‐
lets” 1 Departamento de Geografía e Historia. IES Josep de Ribera Tema:España en el siglo XVIII y XIX(hasta la Restauración) En Europa, por el contrario, los Borbones sufrieron serios reveses militares. Los tratados de Utrech (1713) y Ras-­‐
tadt (1714) pusieron fin al conflicto y significaron el fin del Imperio español en Europa. España perdió los Países Bajos, el Milanesado y el reino de Nápoles y Sicilia, además de Gibraltar y Menorca (ésta última recuperada en 1802). La nueva dinastía, en la que destaca Carlos III (rey 1759-­‐1788) llevó a cabo una gran cantidad de reformas que pretendían la modernización del Estado al estilo francés. Entre ellas podemos destacar. La centralización político-­‐administrativa del estado. Felipe V aprovechó la adhesión de los territorios del anti-­‐
guo reino aragonés a la causa austracista para abolir los fueros, es decir, la legislación propia y el sistema po-­‐
lítico de go-­‐
bierno por el que se regía cada uno, y rea-­‐
lizar la unidad político admi-­‐
nistrativa con Castilla. Los de-­‐
cretos de aboli-­‐
ción son cono-­‐
cidos con el nombre de De-­‐
cretos de Nue-­‐
va Planta: para Valencia y Ara-­‐
gón en 1707, Mallorca en 1715 y Cataluña en 1716.2 Al frente del gobierno del territorio se si-­‐
tuó el Capitán General, sustituyendo al virrey; se reformaron las Audiencias, tribunales de justicia; las Cortes de cada reino desaparecieron; por último, se suprimieron las fronteras y aduanas interiores y se unificaron las monedas. En economía, dieron un fuerte impulso al comercio colonial con la liberación del mismo a todos los puertos y compañías de España. Crearon las “Fábricas o Manufacturas Reales”3 con capital estatal y favorecieron el po-­‐
blamiento y explotación económica de amplias zonas despobladas hasta ese momento. En 1782 Carlos III creó el Banco de San Carlos (origen del actual Banco de España). Surgieron las llamadas Sociedades Económicas de Amigos del País que animaban el desarrollo de las reformas en agricultura4, la industria y el comercio. Llevaron a cabo grandes reformas urbanísticas , desde la realización de sistemas de alcantarillado y sanea-­‐
mientos públicos hasta la modernización de las vías de comunicación5, pasando por la construcción de nuevos palacios y edificios públicos y elementos decorativos.6 2 No así los fueros Vascos y Navarros que en su gran mayoría fueron reconocidos por Felipe V. Hecho que ha influido en la organización actual de la hacienda vasca 3 Tapices, vidrio, cerámica 4 Sin embargo, no se alteró la estructura de la propiedad de la tierra que mayoritariamente siguió en manos de la no-­‐
bleza, la iglesia y los ayuntamientos y jurídicamente seguía amortizada o vinculada, por lo que la tierra no se podía poner a la venta por sus titulares. De ahí las desamortizaciones posteriores. 5 Aún basadas en el antiguo trazado de las calzadas romanas 6 Como la Puerta de Alcalá en Madrid. 2 Departamento de Geografía e Historia. IES Josep de Ribera Tema:España en el siglo XVIII y XIX(hasta la Restauración) En política exterior, los Borbones españoles fueron los aliados naturales de los franceses mediante los Pactos de Familia7, que nos llevaron a intervenir en la guerra de los siete años y en el proceso de independencia de los Estados Unidos. En el ámbito cultural hubo un fuerte impuso a la educación. Se crearon nuevas universidades y “Reales Aca-­‐
demias ”. Se difundieron publicaciones y el “Neoclasicismo” artístico. Además, el siglo XVIII es el de la Ilustración o Siglo de las Luces. La Ilustración, cuyo sentido etimológico significa iluminación, hace referencia a la luz de la razón humana, es decir, a la confianza en la razón, como única vía para comprender y dominar totalmente el universo. Los ilustrados se llamaban también a sí mismos filósofos o enci-­‐
clopedistas8. Eran críticos con las bases sociales, políticas y culturales del Antiguo Régimen, es decir, con el sis-­‐
tema sociopolítico que había nacido en la época medieval, se había consolidado en los siglos XV al XVII y que es-­‐
taba entrando en crisis a partir de la segunda mitad del siglo XVIII. En el aspecto político, las ideas de los ilustrados podían derivar hacia un reformismo del Estado, en donde enca-­‐
ja el despotismo ilustrado, o bien hacia una ruptura con el Antiguo Régimen, a partir de un proceso revolucio-­‐
nario en el que la burguesía se constituye en clase revolucionaria. Con el despotismo ilustrado, los monarcas aplicaban propuestas de los ilustrados, realizando reformas destina-­‐
das a obtener la felicidad del pueblo, considerado incapaz para regirse a sí mismo; de aquí la conocida frase: “todo para el pueblo, pero sin el pueblo”. Pero el despotismo ilustrado no tocaba lo esencial del sistema del An-­‐
tiguo Régimen, el poder absoluto de los monarcas y la división estamental de la sociedad. Para ello era necesa-­‐
rio aplicar los principios defendidos por Montesquieu, Rousseau y Voltaire, que, respectivamente, defendían la división de los poderes (legislativo, ejecutivo y judicial), el principio de la soberanía nacional y la libertad religio-­‐
sa, entre otros principios. El logro de estas ideas pasaba por el triunfo de la revolución liberal burguesa9, siendo la revolución francesa, en 1789, la primera en iniciarse en Europa y con la que da comienzo la Edad Contemporánea. Como veremos, Es-­‐
paña no podía permanecer al margen de este proceso revolucionario, puesto en marcha el año siguiente de ini-­‐
ciar su reinado Carlos IV (1788). 2.-­‐ Crisis 10del Antiguo Régimen: Carlos IV, Guerra y revolución, Fernando VII. •
La difusión de las ideas ilustradas llevará a una gran parte de la sociedad, burguesía, pequeña nobleza ilustrada, minorías culturales, capas urbanas.. a cuestionarse la vali-­‐
dez y conveniencia del Antiguo Régimen. En toda Europa y también en España surgirán, en los últimos años del siglo XVIII y principios del XIX, movimientos revolucionarios que intentarán aplicar los principios de soberanía nacional, li-­‐
bertades políticas y económicas e igualdad social. Serán las Revoluciones Liberales Burguesas. • En todas partes y con gran fuerza en España, el Antiguo Régimen, representado por el absolutismo mo-­‐
nárquico intentará resistir el avance del liberalismo. El reinado de Fernando VII (1808-­‐1833) y la constancia de las guerras carlistas (1833, 1846, 1872) son un ejemplo de la pugna entre estas dos concepciones políticas e ideoló-­‐
gicas. 7 Hubo hasta 3 pactos (1733, 1743 y 1761), por los que España ayudó y se ayudó de Francia en su política anti-­‐
británica. Hay que tener en cuenta que Gran Bretaña había sido la gran beneficiaria de la Guerra de Sucesión a la co-­‐
rona española. 8 L’Enciclopedie (La enciclopedia), o publicación de “todos los saberes de la época” se estaba realizando en Francia por los ilustrados Diderot, D’Alambert y otros. 9 La toma del poder político por parte de la pujante clase poderosa económicamente, la burguesía industrial y finan-­‐
ciera. Es lo que sucederá en Europa occidental a lo largo del siglo XIX. Las clases populares siguieron quedando al margen de los beneficios del nuevo sistema. 10 Entendida como transformación profunda del modelo político , social y económico que representaba el Antiguo Ré-­‐
gimen. 3 Departamento de Geografía e Historia. IES Josep de Ribera Tema:España en el siglo XVIII y XIX(hasta la Restauración) •
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Tendremos que esperar hasta mediados del siglo XIX para que se consolide en España un sistema burgués liberal basado en la existencia de corrientes ideológicas (organizadas en partidos políticos), Constituciones escritas, y de-­‐
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rechos y libertades individuales y colectivos. Este sistema, en realidad una oligarquía responde a los intereses de la nueva clase dominante, la burguesía y la nobleza reconvertida. Las grandes masas populares apenas se benefi-­‐
cian de los cambios revolucionarios. La verdadera democracia aún no ha llegado. El liberalismo muy pronto se dividirá en dos tendencias, la moderada, partidaria de reducir las ventajas del nuevo sistema a un grupo poco numeroso de población y mantener a la monarquía con amplios poderes y la progresista que aspira a una mayor distribución de los derechos, a limitar el poder de la monarquía e incluso a llegar a un mo-­‐
delo político republicano. Los movimientos socialistas (el marxismo y el anarquismo) a partir de la segunda mitad del siglo XIX lucharán por mejorar las condiciones laborales y políticas de obreros y campesinos. Todo esto contri-­‐
buirá a la crisis del nuevo sistema liberal burgués de principios del siglo XX. 2.1.-­‐Carlos IV La llegada al trono de Carlos IV12 (1788) casi coincide en el tiempo con el estallido de la Revolución Francesa, lo que provoca lógicamente consecuencias en España: freno a la política ilustrada, cierre de fronteras a las ideas revolucionarias y guerra contra la Francia revolucionaria. (1793-­‐1795). El desastroso desarrollo de la guerra y el interés del válido real Manuel Godoy13 llevará sin embargo a España a situarse de nuevo en la órbita francesa, ya en esa época muy controlada por Napoleón14 (Tratado de San Ildefonso, 1796). La derrota naval de Trafalgar ante los ingleses (1805), el descontento popular y la fuerte oposición al Primer Ministro de Carlos IV, Godoy, que en 1807 había firmado el Tratado de Fontainebleau15, provocan el Motín de Aranjuez (marzo de 1808) que supone no sólo la caída del favorito Godoy, sino también la abdicación al trono de Carlos IV en su hijo Fernando (Fernando VII). Todo esto lleva finalmente a Napoleón a decidirse por intervenir en la política española: por las Abdicaciones de Bayona (mayo de 1808) los Borbones renuncian al trono español, que será ocupado a partir de Texto del Tratado de Fontainebleau. Una de las causas de la Guerra de Independencia (1808-­‐1814) Uno de los sucesos más vergonzosos que ha protagonizado la Monarquía españo-­‐
la. Fernando VII abdica en su padre Carlos IV, éste en Napoleón, el cual cede la corona a su hermano José (rey de una parte de España entre 1808 y 1813). entonces por José Bonaparte, el hermano de Napoleón. Este acontecimiento, unido a la llegada de tropas fran-­‐
cesas al país y a la enorme crisis de subsistencias existente, eran ya más de lo que podía soportar el pueblo es-­‐
pañol, provocando finalmente la sublevación de los madrileños (2 de mayo de 1808), paso previo a la Guerra de la Independencia. 2.2.-­‐ Guerra y Revolución 11 Gobierno de “algunos”. Una minoría detenta de hecho el poder político y económico 12 Gran amigo de la caza y los relojes, estuvo poco preocupado por los asuntos de estado. 13 Valido: Personaje que contaba con el favor real y promocionaba en la corte a altos cargos. En este caso, Manuel Go-­‐
doy simple componente de la guardia real, llegó de la mano de la reina , Mª Luisa de Parma, a primer ministro. 14 Se había convertido en Primer Cónsul en el periodo del Directorio francés 15 Por el Tratado de Fontaneibleau (27-­‐10-­‐1807) Napoleón –ya emperador de Francia-­‐ y Godoy acuerdan repartirse Portugal y permitir el paso de tropas francesas a través del territorio español. 4 Departamento de Geografía e Historia. IES Josep de Ribera Tema:España en el siglo XVIII y XIX(hasta la Restauración) •
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Durante seis años se desarrolla la denominada Guerra de Independencia (guerra contra el francés). La guerra es fruto de la voluntad de independencia del pueblo español respecto de la Francia de Napoleón. La administración y gran parte de las instituciones del estado, incluidos los altos mandos militares, y muchos intelectuales ilustra-­‐
dos, los llamados afrancesados se mantuvieron fieles a los tratados firmados con Francia, pero otros muchos, los autodenominados patriotas o “fernandinos” lucharon por la independencia. Mientras, Fernando VII y su fa-­‐
milia vivían un exilio dorado lejos de la guerra, en palacios franceses. Paralelamente a los episodios bélicos, en España se está produciendo una revolución liberal burguesa que se ve limitada al territorio no controlado por los franceses según los vaivenes de la guerra.
-­‐La guerra de la Independencia. Con la sublevación del dos de mayo y el bando del alcalde de Móstoles, se inicia formalmente la guerra. Ante el vacío de poder que supone el “secues-­‐
tro” de la familia real en Francia, sur-­‐
gen espontáneamente “Juntas de De-­‐
fensa” locales y provinciales que aca-­‐
ban cristalizando en una Junta Central Suprema con sede provisional en Sevi-­‐
lla. Esta Junta Suprema será la encar-­‐
gada de dirigir las operaciones milita-­‐
res al tiempo que detenta la represen-­‐
tación política de España en nombre de Fernando VII. La Guerra de la Independencia, parte de las guerras napoleónicas que aso-­‐
lan Europa, supone un periodo históri-­‐
co decisivo para la historia española: en primer lugar, por la intensidad del conflicto que durante varios años desangrará nuestro país y causará importantes daños en la economía y en la población; en segundo lugar, porque, al participar en ella no sólo el ejército regular sino también el pueblo de todas las zonas de España, unido frente a una invasión extranjera, esto deja una importante huella sobre la identidad nacional colectiva; finalmente, es una guerra con importantes implicaciones políticas, ya que, por un lado, es una guerra civil que divide a los españoles en dos, los que apoyan a la nueva monarquía bonapartista y los que la rechazan y, por otro lado, es el marco en el que se inicia la revolución liberal en España con la convocatoria de nuevas Cortes y la proclamación de la Constitución de Cádiz de 1812. Podemos distinguir hasta tres fases: -­‐ Mayo-­‐Noviembre de 1808: el alzamiento popular de Madrid, a pesar de la dura represión posterior16, sirvió de ejemplo para el resto del país, donde Un rasgo característico de esta pueblo y ejército se enfrentaron a las tropas imperiales. Destacan el primer guerra fue la utilización de "guerri-­‐
sitio17 de Zaragoza y la victoria española en Bailén18 (julio, 1808), que provocó llas", partidas de hombres de la región que hostigaban al ejército una retirada temporal de los franceses. regular francés. 16 Ejemplificado en el cuadro de Goya “Los fusilamientos del 3 de mayo” o Los fusilamientos en la montaña del Prínci-­‐
pe Pío” 17 Asedio y aislamiento de una ciudad durante un largo periodo de tiempo. Son famosos los de Zaragoza, Gerona y Ta-­‐
rragona. 18 Por primera vez un ejército napoleónico era derrotado en el campo de batalla. 5 Departamento de Geografía e Historia. IES Josep de Ribera Tema:España en el siglo XVIII y XIX(hasta la Restauración) -­‐Finales 1808-­‐1812: Napoleón se desplaza a España con su Gran Armée. Mientras el ejército español es derrota-­‐
do y la mayor parte de las ciudades caen, la resistencia española se centra en pequeñas partidas que hostigan a las tropas francesas (las “guerrillas”). -­‐1812-­‐1814: la derrota de Napoleón en Rusia y la llegada de refuerzos ingleses a la península al mando del gene-­‐
ral Wellington cambian el rumbo de la guerra (Batalla de Arapiles, 1812, batalla de Vitoria, 1814) y provocan la retirada francesa. Por el Tratado de Valençai (diciembre 1813), Napoleón “devuelve” la corona a Fernando VII. Escenarios de la guerra Caricatura de José I (Pepe Botella) -­‐Las Cortes de Cádiz y la Constitución de 1812. Ante las críticas por la marcha de la guerra y la presión de los liberales constitucionalistas,   La Junta Central Su-­‐
prema19 convoca en mayo de 1809 Cortes –al estilo medieval-­‐ en Cádiz. Dichas Cortes serían constitucionales20. Se inicia así la cuestión del constitucionalismo 21 en Espa-­‐
ña. Se reúnen en primer lugar en la antigua Isla de León (hoy San Fernando), pasando luego a Cádiz, única ciudad, junto con Alicante, no ocupada por los franceses y bien defendida por mar, por la Armada británica. La mayoría de los diputados eran de ideología liberal, parti-­‐
darios de limitar el poder real y de establecer un régimen libe-­‐
ral y constitucional siguiendo el ejemplo francés , con una mi-­‐
noría de absolutistas o servi-­‐
les22, que querían el regreso de 19
En 1810 la Junta se auto-­‐disolvería en un Consejo de Regencia compuesto por cinco miembros. 20 Es decir, deberían decidir sobre el modelo de organización política, territorial, etc.. Siempre teniendo en cuenta que se convocan en nombre del Rey, es decir, que existiera la monarquía no estaba en cuestión. 21 El liberalismo “necesitaba” que el modelo de organización del Estado estuviera recogido en un máximo texto legal de obligado cumplimiento como “un seguro” para evitar la discrecionalidad del poder absoluto del monarca. 22 Nombre despectivo dado a los absolutistas por los liberales. Hace referencia a su condición de súbditos o siervos en lugar de ciudadanos con derechos 6 Departamento de Geografía e Historia. IES Josep de Ribera Tema:España en el siglo XVIII y XIX(hasta la Restauración) Fernando VII y el mantenimiento del Antiguo Régimen. La mayoría impone la elaboración de la Constitución de 1812, que reflejaba los principios del liberalismo políti-­‐
co: reconoce la soberanía nacional, la división de poderes y tenía una amplia declaración de derechos, recono-­‐
ciendo el sufragio universal masculino23. Mantiene la confesionalidad24 del Estado. La labor legislativa de las Cortes pone fin al Antiguo Régimen: suprime los señoríos, abole la Inquisición, prohíbe los gremios y declara la igualdad de los españoles ante la ley. Algunos artículos de la “Pepa” Art. 3. La soberanía reside esencialmente en la Nación, y por lo mismo pertenece a esta exclusivamente el derecho de establecer sus leyes fundamentales. Art. 15. La potestad de hacer las leyes reside en las Cortes con el Rey. Art. 16. La potestad de hacer ejecutar las leyes reside en el Rey. Art. 17. La potestad de aplicar las leyes en las causas civiles y criminales reside en los tribunales establecidos por la ley. Art. 172. 1. No puede el rey impedir bajo ningún pretexto la celebración de las Cortes en las épocas y casos señalados por la Constitución, ni suspenderlas ni disolverlas, ni en manera alguna embarazar sus sesiones y deliberaciones. Los que le aconsejasen o auxiliasen en cualquier tentativa para estos actos, son declarados traidores y serán perseguidos como tales. Art. 172. 11. No puede el rey privar a ningún individuo de su libertad, ni imponerle por sí pena alguna. El secretario del Despacho que firme la orden, y el juez que la ejecute, serán responsables a la Nación, y castigados como reos de atentados contra la libertad individual. […] Art. 371. Todos los españoles tienen libertad de escribir, imprimir y publicar sus ideas políticas sin necesidad de licencia,revisión o aprobación alguna anterior a la publicación, bajo las restricciones y responsabilidades que establezcan las leyes. Constitución Española, 19 de marzo de 1812 ♦ Esta primera constitución española fue la tercera de Europa y la cuarta del mundo, además de ser un referente posterior para las constituciones de las colonias españolas que se independizaron entre 1810-­‐1825. ♦ Las Cortes de Cádiz, y en especial la Constitución, fue durante todo el posterior reinado de Fernando VII una bandera política a la que se debía defender o atacar según se fuera liberal o conservador. Esta radicalización del tema, junto con la politización ha llegado hasta entrado el siglo XX, y así, la pertenencia de los historiadores a una determinada ideología ha supuesto, si no el falseamiento de los hechos, si al menos la omisión de los que no coincidían con las ideas que tenían, de tal forma que los intereses o los puntos de vista partidistas han impedido la comprensión de los hechos y del momento histórico. ♦ Más acorde con la realidad sería la utilización de un concepto: el préstamo. Aunque algunos artículos de la Constitución están literalmente calcados de algunas Constituciones francesas, no puede decirse que la obra reformadora de los diputados gaditanos sea una copia de la Revolución francesa. Tanto es así que el liberalismo español, por miedo a que surgiera la violencia, no se atrevió a una solución drástica en lo referente a la cuestión religiosa. Más bien lo que hubo fue un préstamo acomodado a las circunstancias concretas por las que pasaban España y Cádiz. ♦ Las condiciones en que tuvo que redactarse la Constitución influyeron en su resultado final. El esfuerzo de guerra favoreció los acuerdos entre posturas políticas contrarias. La Nobleza y el Clero transigieron con el concepto de soberanía nacional y la defunción del Absolutismo a cambio de no perder sus privilegios sociales y económicos. Los liberales (mucho más moderados que sus colegas franceses) nunca pusieron en cuestión la desaparición de la mo-­‐
narquía. De hecho toda la labor constitucional y legislativa se hizo “en nombre del rey” ♦ Por último, conviene destacar que las reformas que se llevan a cabo en Cádiz se hicieron en nombre de todos los españoles, pero sin la participación de éstos, que se hallaban o luchando contra el enemigo u ocupados por éstos. La mayoría de la población española permaneció al margen del cambio políti-­‐
co experimentado y no está claro que recibiera un alto grado de aceptación desde el momento que los legisladores publicaron como propaganda todo tipo de adhesiones. De hecho no hubo ninguna guerra civil por defender la Constitución de Cádiz en 1814 2.3.-­‐ El reinado de Fernando VII.: Las resistencias al cambio (1814-­‐1833) •
La vuelta de Fernando VII a España, finalizada la Guerra de Independencia, supone el intento, por parte de los grupos privilegiados y de la monarquía tradicional, de volver de nuevo al Antiguo Régimen, revocando los princi-­‐
pios liberales que se habían establecido en las Cortes de Cádiz. Se inicia así un periodo de pugna entre los defensores del pasado – personificados en la figura absolutista del rey-­‐ y los defensores de los nuevos cambios políticos y sociales, que recurren a las conspiraciones y a los levantamientos militares, alguno de ellos con éxito. El sexenio Absolutista: Restauración del Absolutismo (mayo 1814-­‐ enero1820) La vuelta de Fernando VII “el deseado25” demuestra rápidamente sus inten-­‐
ciones absolutistas al tiempo que recibe peticiones –el manifiesto de los per-­‐
23 Podían votar todos los hombre mayores de 25 años. En realidad elegían a unos compromisarios que en un cuarto nivel elegían finalmente a los diputados. 24 El Estado se declara oficialmente católico. La situación contraria es un estado laico. 7 Departamento de Geografía e Historia. IES Josep de Ribera Tema:España en el siglo XVIII y XIX(hasta la Restauración) sas26-­‐ de diputados absolutistas en ese sentido. En Valencia firma los decretos del 4 de Mayo de 1814 por los que deroga la Constitución de 1812 y el resto de los decretos de las Cortes de Cádiz. También restablece el tri-­‐
bunal de la Inquisición. Hay que situar esta política en el contexto internacional de la época: se trata de la “Restauración27”, el intento general de volver al Antiguo Régimen tras el final de las guerras napoleónicas. Los liberales son perseguidos, unos encarcelados o asesinados, otros exiliados. Recurrirán a las conspiraciones para recuperar el poder. Finalmente, en 1820, el comandante Riego encabeza un exitoso levantamiento militar (en esa época se habla de un “pronunciamiento”28) en Cabezas de San Juan (Sevilla): el rey29 se ve obligado a ju-­‐
rar de nuevo la Constitución de 1812. -­‐ El Trienio Liberal (1820-­‐octubre 1823) Así se denomina al breve periodo liberal (1820-­‐1823) iniciado con el levantamiento de Riego, que recupera gran parte de la obra legislativa y política de las Cortes de Cádiz, entre ellas la restauración de la “Pepa”. Las disputas entre los mismos liberales (“moderados o doceañistas” y “exaltados o veinteañistas”), la oposición de los gru-­‐
pos absolutistas, que llegan incluso a la sublevación en zonas del Noroeste, y en especial la propia figura del rey –que conspiraba en secreto contra su propio gobierno-­‐, contribuyeron a su rápido fracaso. A esto hay que añadir además, como factor decisivo, la intervención exterior: la Santa Alianza, reunido en Ve-­‐
rona, consideraba como un gran peligro con posibilidad de contagio cualquier revolución liberal en Europa, por lo que decide intervenir: tropas francesas (los llamados “cien mil hijos de San Luis30”) entran en España y colo-­‐
can de nuevo como rey absolutista a Fernando VII. La Década Ominosa o década absolutista (1823-­‐ setembre 1933). El nombre de ominosa procede de la literatura liberal, debido a la brutal represión del Rey a instancias del cual se crearon jun-­‐
tas de purificación y estas extendieron el terror por toda la Pe-­‐
nínsula, el ejemplo más destacado es el de la ejecución del propio Riego, la del Empecinado –famoso guerrillero de la guerra de la Independencia-­‐ Torrijos o la de Mariana Pineda en 1831, inmortalizada por Federico García Lorca. Se produce una oleada de persecuciones contra los liberales, especialmente contra los exaltados. Pero el Rey, escarmentado de su primer periodo acoge en su gobierno personalidades liberales, aunque muy moderadas. Esto no satisface a nadie, ni a liberales ni a absolutistas que lo consideran muy débil con los liberales. Los El fusilamiento del general Torrijos absolutistas tampoco están de acuerdo con la postura blanda del rey y se agrupan en torno a Carlos María Isidro, hermano del rey y su sucesor al no tener el rey descendencia. Este grupo radical se conocerá con el nombre de Apostóli-­‐
cos. 25 Era “deseado” por todos. Los liberales para que firmara la Constitución que se había aprobado en su ausencia. Los absolutistas para que restaurara el Antiguo Régimen, la Iglesia para que luchara contra el “descreimiento” del libera-­‐
lismo, el pueblo por lo que suponía respecto del fin de la guerra. 26 Sesenta y nueve diputados de ideología absolutista le entregan al rey un escrito que empezaba “… cuentan que los antiguos persas”. En él le solicitaban la vuelta al absolutismo. 27 Periodo post-­‐napoleónico caracterizado por el intento de las monarquías vencedoras de Napoleón (excepto Inglate-­‐
rra) de re-­‐instaurar en Europa el absolutismo. Crearon una alianza militar –la Santa Alianza-­‐ para intervenir en aque-­‐
llos países en los que el liberalismo pusiera en peligro el absolutismo. 28 En realidad un golpe militar. El nombre viene del hecho de que un jefe militar mediante un discurso o documento se “pronunciaba” en contra del gobierno de turno. Si se le unían otros militares triunfaba. En contrario le esperaba la cárcel, la ejecución o el exilio. En estos pronunciamientos jugaron un papel importante las “sociedades secretas” co-­‐
mo la de los Carbonarios. 29 Famoso es el manifiesto del 1 de marzo de 1820 en el que el Rey se adhiere al liberalismo y pronuncia la famosa fra-­‐
se: “Marchemos todos juntos y yo el primero por la senda constitucional…” 30 En realidad eran unos 130.000 soldados, la mayoría franceses al mando del duque de Angulema. Como en Francia, en este momento el monarca era Luis XVIII, de ahí el nombre. 8 Departamento de Geografía e Historia. IES Josep de Ribera Tema:España en el siglo XVIII y XIX(hasta la Restauración) En 1829 Fernando VII se casa con María Cristina31 y en 1830 nace una niña, la futura Isabel II, para que ella go-­‐
bierne Fernando tiene que derogar la Ley Sálica32 que impedía el acceso de las mujeres al trono. Los apostólicos, dirigidos por el hermano del rey, Carlos, no reconocerán la derogación de esta ley, y a la muerte de Fernando VII estallará una guerra entre los partidarios de Mª Cristina y su hija Isabel (cristinos o isabelinos) y los partidarios de Carlos María Isidro (a partir de ahora se les conocerá como carlistas, nombre que también se utiliza para de-­‐
signar a esas guerras, las guerras carlistas). -­‐ La pérdida de las Colonias Americanas. El acontecimiento más importante del reinado de Fernan-­‐
do VII es la pérdida de las colonias en América. Su fuerte desarrollo económico en el siglo XVIII animó a la burguesía criolla33 a intentar luchar por su independencia, tomando además como ejemplo la sublevación de los Estados Uni-­‐
dos de América34 (1776) en al que España apoyó a los in-­‐
dependentistas. La Guerra de la Independencia contra Francia provocó también en América la creación de Juntas contrarias a José Bonaparte pero, a diferencia de en Espa-­‐
ña, posteriormente muchas de ellas no reconocieron a Fernando VII. En Argentina, San Martín ya proclama la in-­‐
dependencia de la República Argentina en 1810. Pocos años después, varias expediciones de los “libertadores” (San Martín y José de Sucre al sur, y Simón Bolívar al norte de Sudamérica) derrotan a los ejércitos realistas es-­‐
pañoles y proclaman la independencia de territorios como Venezuela (1815), Chile (1818) o, de manera más au-­‐
tónoma, México35 (1821). La derrota realista en Ayacucho, en Perú (1824) marca el fin de la presencia española en la América continental. A partir de este momento y con la pérdida en 1844 de Santo Domingo, sólo nos que-­‐
darán las Colonias de Cuba y Puerto Rico36 en América. España pasa a ser un potencia secundaria a nivel mun-­‐
dial que no es tenida en cuenta en los grandes asuntos internacionales. Las nuevas repúblicas americanas fueron presa fácil del neocolonialismo de potencias como Estados Unidos37 y Gran Bretaña, además las disputas territoriales entre ellas contribuirían a consolidar su identidad nacional. ♦ El reinado de Fernando VII se ha considerado el más nefasto de los habidos hasta el momento, incluso peor que el de Carlos II el Hechizado. Ni el carácter del rey (siempre buscando su propio beneficio y supervivencia política cambiando de bando a su libre antojo) ni su preparación intelectual y humana estuvieron a la altura de su tiempo convulso. ♦ Bajo su reinado, España perdió su Imperio Colonial (aún muy importante) y pasó a ser considerada una potencia de segundo orden. Como algún historiador ha escrito. A partir de principios del siglo XIX “España no aparece en los libros de la Historia Europea”. ♦ Si desde un punto de vista puramente político, Fernando no hizo sino seguir al pie de la letra los postulados del Congreso de Viena y la Santa Alianza, no es menos cierto que desde un punto de vista económico, estos años pueden considerarse perdidos en progreso del capitalismo liberal que se afianzaba en toda Europa. La revolución Industrial pasaba momentáneamente de largo. ♦ La leyenda de pueblo salvaje e incivilizado aumentó con la dinámica de la Guerra de la Independencia y con el mantenimiento de un sistema absolutista y re-­‐
presor que mantuvo hasta bien entrado el siglo instituciones como el Santo Oficio. ♦ Con su actuación, Fernando VII contribuye a la sensación de crisis y pérdida de autoestima colectiva que embargará al conjunto de los españoles durante todo el siglo XIX. Incluso el fin de su reinado vendrá marcado por el inicio de una larga guerra civil (guerras carlistas) que de un modo u otro se prolongará hasta bien entrado el siglo XX. ♦ Sin embargo, la actuación del colectivo español ha merecido mejores comentarios historiográficos. Tanto en la guerra contra el francés como en las revolucio-­‐
nes y algaradas liberales ha traslucido el empuje de un pueblo que sobrepasa con mucho a sus gobernantes. 31 Su cuarta esposa. 32 Ley de origen francés que impedía reinar a las mujeres. Instaurada en España por Felipe V, fue derogada en tiempos de Carlos IV, pero el decreto no llegó a publicarse, por lo que Fernando se vio obligado a ordenar su publicación me-­‐
diante una Pragmática Sanción. 33 Descendientes directos de antiguos pobladores españoles. 34 Que ayudaría a los independentistas. 35 La posición española quedó debilitada por el hecho de que las tropas que estaba previsto enviar a Sudamérica eran las que protagonizaron el pronunciamiento de Riego. 36 En Asia nos quedó Filipinas y, en Oceanía, algunos archipiélagos menores. 37 De hecho, el presidente norteamericano Monroe había pronunciado la frase de “América para los americanos” 9 Departamento de Geografía e Historia. IES Josep de Ribera Tema:España en el siglo XVIII y XIX(hasta la Restauración) 3.-­‐ La Consolidación del estado liberal: la época de Isabel II (1833-­‐1868) •
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Desde la Guerra de la Independencia (1808-­‐1814) hasta el Sexenio Democrático (1868-­‐ 1874) se desarrolla en España un largo proceso de revolución liberal. Esta consiste en la destrucción de las estructuras sociales, polí-­‐
ticas y económicas del Antiguo Régimen y su sustitución por un nuevo sistema más acorde con los cambios que se estaban produciendo desde el siglo XVIII (Revolución Francesa, Revolución industrial, Sociedad de clases, etc.). Así, ya en el periodo de Isabel IIª se consolida una nueva organización política, con la Soberanía ya no sólo en manos de la Reina o la Regente38, con una Constitución como ley máxima y con un sistema de elecciones. Se con-­‐
figurará un nuevo Estado con nuevas instituciones (como la Guardia Civil) y una nueva división administrativa (organizada en provincias, y, generalmente, muy centralizada). La economía es más libre, de tipo capitalista. Y, desde el punto de vista social, existe una nueva clase social dirigente, la alta burguesía, muy relacionada no obstante con la antigua aristocracia, y aparecen nuevos grupos sociales como el proletariado. Este proceso de transformación, general en Europa, tendrá en España numerosas dificultades. El triunfo del liberalismo. El progresismo en el poder. Minoría de edad de Isabel II: Las Regencias (1833-­‐1843) La Regente Mª Cristina, para mantener su causa y la de su hija frente a los Carlistas (que inician rápidamente un largo conflicto civil), se apoya, de entrada, en personalidades moderadas del ámbito absolutista y liberal, divide el territorio en las actuales provincias a propuesta del ministro Javier de Burgos39 (1833) firma el Estatuto Real (1834)40. Ya en esta época el liberalismo se ha dividido en dos grandes corrien-­‐
tes: por un lado el liberalismo moderado (seguidores en cierto modo de los do-­‐
ceañistas), cuyo horizonte es la instauración de la Constitución de 1812, y por otro, el liberalismo progresista (veinteañistas) que aspiran a profundizar en la ampliación de derechos y a aumentar los límites del sufragio directo. La marcha de la guerra carlista y el descontento de los liberales progresistas fa-­‐
cilitaron el pronunciamiento de los Sargentos de la Granja41(agosto 1836) y obligaron a la regente a entregar el poder a los progresistas. Esto aceleró la desamortización42 de Mendizábal y la restauración momentánea de la Constitución de 1812 y la Milicia Nacional43 mientras se elaboraba una nueva constitución, la de 1837. 38 Persona que “Reina” provisionalmente en nombre del verdadero rey o reina por cualquier circunstancia extraordi-­‐
naria. 39 La división provincial de Javier de Burgos, que apenas a cambiado tenía como principal objetivo el centralismo polí-­‐
tico, es decir, el control del territorio desde el gobierno de Madrid a través de los gobernadores civiles y militares que operaban en cada una de las provincias. 40 En realidad se trata de una Carta Otorgada, es decir, una concesión personal de la regente a los súbditos. 41 Los suboficiales de la guardia real que “cuidaban” de la familia real en el palacio (real sitio) de verano de la Granja de San Ildefonso “secuestraron” a la monarquía hasta que ésta aceptó la Constitución de 1812. 42 Proceso de expropiación y subasta de tierras y bienes raíces “amortizados” con un triple objetivo: debilitar a la igle-­‐
sia que apoyaba mayoritariamente a los Carlistas, obtener recursos para mantener la guerra y crear una clase media propietaria que abrazara el liberalismo. No cumplió completamente ninguno de ellos. 10 Departamento de Geografía e Historia. IES Josep de Ribera Tema:España en el siglo XVIII y XIX(hasta la Restauración) Finalizada la 1ª guerra carlista ,las elecciones convo-­‐
cadas según la nueva constitución dan el poder a los liberales moderados. Éstos, con el apoyo de la regen-­‐
te, pretenden disolver la Milicia Nacional y nombrar directamente a los alcaldes. Baldomero Espartero, héroe progresista de la guerra carlista se opone y li-­‐
dera una nueva sublevación contra el gobierno. El re-­‐
sultado es el autoexilio Mª Cristina 44 y el nombra-­‐
miento como regente de Espartero. Con él se inicia el fenómeno de los espadones45. Espartero, sin embargo, gobernó durante tres años de manera autoritaria, aislándose de sectores del progresismo y con el único apoyo de un grupo de mi-­‐
litares adictos. Reprimió con dureza pronunciamien-­‐
tos moderados. En 1842 llegó a ordenar el bombardeo de barrios industriales de Barcelona, donde se habían producido motines a causa de una seria crisis industrial, acentuada por un tratado comercial librecambista con Inglaterra contrario a los intereses de la industria textil catalana. Su mandato finalizó en los últimos días de julio de 1843, con un pronunciamiento del general Narváez, que puso de manifiesto que apenas le quedaban partidarios. Tanto moderados como progresistas habían decido acabar con su excesivo poder personal. -­‐ Las Guerras Carlistas. Tras la abolición de la Ley Sálica y la muerte de su padre, Fernando VII, en 1833, Isabel II sube al trono español con sólo tres años de edad. Su tío Carlos María de Isidro recha-­‐
za el testamento de su hermano Fernando y se proclama también rey de España, provocando una insurrección apo-­‐
yada por los defensores del Antiguo Régimen, que se ven representados en la figura del nuevo Carlos V bajo el lema “Dios, Patria y Fueros” o “Dios, Patria y Rey”. La causa isabelina, representada por su madre, la regente María Cristina, de clara educación absolutista, necesita ur-­‐
gentemente nuevos apoyos para poder hacer frente al car-­‐
lismo, por lo que se dirige a los liberales, que exigen a cambio el fin del absolutismo y del Antiguo Régimen. Surge así el fenómeno carlista que producirá hasta tres guerras46 -­‐siendo la más importante la 1ª. El carlismo hasta la actualidad mantiene el principio de la legitimidad de su causa y de su rama dinástica. 43 Cuerpo de voluntarios –organizado por los municipios-­‐ cuya finalidad era la defensa del liberalismo frente al abso-­‐
lutismo. Con el tiempo se convirtió en un reflejo del liberalismo en el poder. Los progresistas la imponían, los mode-­‐
rados la disolvían. Desapareció definitivamente en 1876 con la Restauración de Alfonso XII. 44 Mucho tuvo que ver la cuestión de su matrimonio “secreto” (28-­‐12-­‐1833) con el capitán de su guardia Agustín Mu-­‐
ñoz Sánchez con el que llegó a tener 8 hijos a los que concedió títulos, “los muñones”. Espartero amagó con publicarlo por toda España y la reina se sintió traicionada por él. Se le atribuye la frase de “Te hice Duque pero no he logrado h a-­‐
certe Caballero” 45 Primero de los conocidos como ESPADONES o militares presidentes de gobierno que lo fueron por sus pronuncia-­‐
mientos o golpes militares, es decir, por utilizar figuradamente el poder de las espadas de sus uniformes de gala. Es-­‐
padones serán también los posteriores Narváez y O’Donell. Reflejaban la debilidad estructural de los partidos. 46 Siempre por motivos dinásticos. La primera por no aceptar la ley sálica. La segunda (1846-­‐49) por querer emparen-­‐
tar a su pretendiente con Isabel IIª. La tercera por oponerse a la monarquía “extranjera” de Amadeo I. 11 Departamento de Geografía e Historia. IES Josep de Ribera Tema:España en el siglo XVIII y XIX(hasta la Restauración) -­‐La Primera Guerra Carlista (1833-­‐1839) La insurrección carlista tiene un amplio eco en el País Vasco y Navarra, así como en zonas del interior de Aragón, Valencia –zona del Maestrazgo-­‐ y Cataluña. Son zonas rurales, con una gran influencia del clero, pervivencias forales y temor a las reformas liberales. A pesar de algunos iniciales reveses liberales, los carlistas, comandados por Zumalacárregui, no logran fi-­‐
nalmente tomar ninguna ciudad importante (fracasos en Bilbao47, Madrid y Zaragoza). A partir de 1836, los cristinos (liberales) comienzan a dominar la situación, lo que unido a las disensiones internas carlistas hacen que se inicien conversaciones de paz (Abrazo de Vergara entre el general carlista Maroto y el liberal Espartero). No será hasta 1840 que se acabe la primera guerra carlista, con la pacificación total del Maes-­‐
trazgo y el exilio del líder carlista Cabrera, “ Lo tigre del Maestrat”. -­‐ La Segunda Guerra Carlista (1846-­‐1849). Se le conoce también como guerra dels matiners. El pretendiente en esta ocasión era Carlos VI, hijo de Carlos María Isidro. No tuvo ni la violencia ni el impacto de la primera. La causa del resurgimiento del con-­‐
flicto fue el fracaso de la planeada boda entre el entonces pretendiente carlista, Carlos VI e Isabel II, lo que hubiera resuelto el conflicto dinástico. Aunque se desarrolló sobre todo en el campo catalán, hubo también episodios aislados en otras zonas. Hasta 1860 se repitieron levantamientos armados carlistas de poca trascendencia. -­‐ Tercera Guerra Carlista48 (1872-­‐1876). En esta ocasión se enfrentaron, primero a Amadeo I, a quien consideraron un intruso, luego a la I Repú-­‐
blica y por último a Alfonso XII, hasta ser derrotados definitivamente por el general Martínez Campos. -­‐ La Década Moderada (1844-­‐1854) Tras el golpe de Narváez y la vuelta de Mª Cristina, los moderados declaran reina a Isabel (II) con tan sólo 13 años y acentúan el centralismo del estado siguiendo su lema de “ley, orden y religión”. Se deroga la Constitución de 1837, se disuelve la Milicia Nacional y se inician los tramites para elaborar la de 1845. Se redactan nuevos códigos civiles y penales, se lleva a cabo una amplia re-­‐
forma fiscal por el ministro de Hacienda Alejandro Mon y el gobierno se arroga el nombramiento de los alcaldes a través de los poderes provinciales. En octubre de 1844 se crea la Guardia Civil49 cuyo primer director fue el duque de Ahumada. Para resarcir a la iglesia de los efectos de la desamortiza-­‐
ción de Mendizábal, firman el Concordato50 de 1851. Por otra parte, la reina Isabel II nunca ocultó sus simpatías por el moderantismo y especialmente por Narváez Mientras, el liberalismo progresista sumido en una pro-­‐
funda crisis y sin posibilidad “legal” de alcanzar el poder por la fuerte restricción al sufragio que imponía la Consti-­‐
tución de 1845, sufren varias escisiones. Surgen así el par-­‐
tido demócrata51 y el republicano52. 47 Tomar Bilbao fue siempre objetivo del carlismo. Nunca lo logró. En la ciudad predominaba el liberalismo de la bur-­‐
guesía industrial y financiera. 48 Aunque cronológicamente no corresponde a este periodo, se incluye aquí por continuidad temática. 49 La finalidad es mantener el orden y las propiedades en el ámbito rural, muy comprometido por el bandolerismo. En las ciudades ya existía la policía creada por Fernando VII. Esta dualidad ha seguido existiendo. Por otra parte, la utili-­‐
zación de la guardia civil como fuerza represora de los gobiernos empeoró su imagen ante los progresistas de todas las épocas, hasta épocas recientes. 50 Tratado internacional entre el Vaticano y los estados, en este caso España. Por él se reconocía la confesionalidad del estado, la enseñanza de la religión, el sostenimiento económico de la iglesia católica y la censura eclesiástica, entre otras prerrogativas. La Iglesia se compromete a no reclamar en los tribunales las expropiaciones de la desamortiza-­‐
ción. 51 Partidarios del sufragio universal frente el censitario y de una profundización de los derechos individuales y colec-­‐
tivos. 52 En realidad grupúsculos y personalidades cuyo único punto en común era alcanzar un sistema republicano frente al monárquico. 12 DepartamentodeGeografíaeHistoria.IESJosepdeRiberaTema:EspañaenelsigloXVIIIyXIX(hastalaRestauración)
Coneltiempotambiénlosmodosexcesivamenteautoritariosdelosgobiernosmoderadosprovocaríanlaaparicióndeunsectormásabiertoalasreformaslideradopor
otroespadón,O’donell53.
ElBienioprogresista(1854-1856)
Enjuliode1854,O´donelliniciaungolpedeestadoyseenfrentaalastropasgubernamentalesenlavilladeVicálvaro
(LaVicalvarada).Elresultadoesincierto,peroelgolpetriunfacuandoseleune(porelManifiestodeManzanares)el
generalSerrano54representante,enestemomento,delliberalismoprogresista.SeiniciaasíelBienioProgresista.
SeinicialaredaccióndelaConstituciónde1856(nonnata),yentretanto,sereinstauradelade1837,seredactauna
nuevadesamortización,enestecasocivil,porPascualMadoz,seapruebaunaLey de Ferrocarriles55quesientalas
basesdelaexpansióndelmismo,ylaLeyBancariaquecreaelBancodeEspaña(1856).
Losgobiernosprogresistasapenaspuedencontenerlasacometidasdelosmoderados,desualaradicaldemócrata,
deloscarlistasydelnacientemovimientoobrero.SeráO’donnellquienpongafinalperiodoconunnuevogolpede
estadoenjuliode1856.ComienzaasíelperiododelaUniónLiberal.
-LaUniónLiberal(1856-1868)
O’donnell,consunuevopartido,LaUniónLiberal,pretendegobernarcomounliberal“centrista”.Poneenvigorla
Constituciónde1845conunaadendadederechosbasadaenlade1837,peroseverámediatizadoporlosmuymoderadosseguidoresdeNarváez,ahora“neocatólicos”.Entre1858y1863presideelgobiernomáslargodetodoel
periodo.BuscalapazinternabuscandoenemigosexternosyasíemprendeunaseriedeaventurasneocolonialescomolacampañadeÁfricaen1859-6056,ylasexpedicionesaCochinchinaySudamérica.
En1864volvióNarváezalGobiernoy,conél,unapolíticaconservadorayderepresióndelaslibertadespúblicas.
Apartirde1866unaprofundacrisiseconómicaypolítica,unidaalamuertedeO’donellyNarváez,haceinviableslos
gobiernosdeIsabelII.Todalaoposición(progresistas,demócratas,republicanos,inclusounsectordeUniónLiberal)
firmanenagostoelPactodeOstende(localidadbelga)enelquesecomprometenaexpulsaraIsabelIIeiniciarun
procesoconstituyentemediantesufragiouniversal.
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LaépocaIsabelina(1833-1868)significaelintentodelliberalismopolíticoyeconómicoporconsolidarseyrecuperarelatrasoqueelreinadoabsolutista
deFernandoVIIhabíasignificadorespectodelaEuropamásmoderna.SinembargovariascausasincidieroneneldebilitamientodelliberalismoespañolyendefinitivaenelatrasodelpaísdelquenoserecuperaríahastabienavanzadoelsigloXX.Entreestascausaspodemoscitar:
o LaactuacióndeunsectorultramontanoabsolutistaquefuecapazdemantenerenjaquealasInstitucionesliberalesmediantetresguerrasciviles(carlistas)hastalarestauracióndeAlfonsoXII(1875).
o Latradicióngolpistaydepronunciamientosquelosmilitaresespañoleshabíanadquiridoaraízdelaentradaenelejércitodecapaspopulares
enlasguerrasnapoleónicas.
o Ladebilidaddelascamarillasgobernantesquesiemprefueronunaislafrenteaunmardeignorancia,inculturaysupersticiones.
o -Lafaltadetradiciónycohesiónestatal.Estohacíaqueconcadaturnodegobiernoseconsideraraobligaciónelredactarunanuevaconstituciónyunnuevomarcolegalquedeshicieraloandadoporelanterior.
EnestasituacióndeinestabilidadpolíticatambiéntuvieronsuresponsabilidadtantoMªCristinacomoIsabelII,sobretodoestaúltima.Entodomomentofavorecieronlasposturasmásconservadorasdelmoderantismoignorandoelmandatoneutralqueleexigíanlassucesivasconstituciones.Sus
vidasparticularesyactitudespúblicasnuncafueronelejemploquedebíarepresentarlamáximainstitucióndelestado.
LadesamortizaciónysusimplicacionesyelapoyoquelaIglesia,osectoresdelamisma,dieronentodomomentoalosmoderadoseinclusoalosabsolutistasyalcarlismo,laalejarondelliberalismomásradicalydeampliascapaspopularesurbanasycampesinas.Seiniciaasílallamada“cuestiónreligiosa”quehaduradohastanuestrosdíasconladiscusiónsobreellaicismoonodelEstado.
Tambiénelresultadodeladesamortización,lapermanenciadegrandeslatifundiosenmanosdelanobleza,yahoradelaburguesía,incidióenla
“cuestiónagraria”,esdecirlaexistenciadeunagranmasadecampesinossintierraqueacabaríanutriendolasfilasanticlericales(laiglesiasebeneficiabadelospropietarios)y,posteriormente,delsocialismoy,sobretodo,delanarquismo.
Lasguerrascarlistas,verdaderasguerrasciviles,lastraroneldesarrollosocialyeconómicodelpaís.Herenciaindirectadeellas,desudesarrolloydesus
pactoseselactualrégimenforalnavarroyvasco.Asuvez,elindependentismovascoactualhundepartedesusraícesenelmundoruralycatólicoque
nutríaelcarlismo.
Noobstante,elliberalismofueafianzandosusprincipiospolíticos,socialesyeconómicos,considerándoseplenamenteestablecidosenelúltimotercio
delsigloXIXdespuésdelasconvulsionesposterioresalamuertedelareinaIsabel.Perolasdisputasentrecamarillaspolíticas,lospronunciamientosmilitares,lamentalidadretrógradadegranpartedelaIglesiaylainculturaengeneralimpidieronqueelpaíssebeneficiaradelaRevoluciónIndustrial,al
menosenelmismogradoqueotrospaíseseuropeos.LoshistoriadoresengeneralhanconsideradoelsigloXIXcomoeldeladecadenciadeEspaña
tantointeriorcomoexteriorque,noenbalde,empezóconlaGuerradeIndependenciayacabóconeldesastredeCuba.
53Elinventoacabaríafraguandoenunnuevopartido:LaUniónLiberalquetendríaungranprotagonismoañosmás
tarde.
54Muyjoven,enesemomento,fueunodelosmuchosamantesdelareinaIsabel,“lareinainfeliz”.Los“excesos”fueroncaricaturizadosporloshermanosBécquerenlosúltimosañosdesureinado.
55Lafaltadeplanificaciónydecoordinacióninternacionalllevóalaconstruccióndedistintosanchosdevía,origen
delllamado“anchoespañol”.
56EnlavictoriadeTetuándestacaunascendentelíderprogresistaelgeneralJuanPrim.Conestavictoriaserefuerza
laposiciónespañolaenlasplazasdelnortedeÁfricaysesientanlasbasesparaelfuturoprotectoradoespañolenMarruecos.
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Departamento de Geografía e Historia. IES Josep de Ribera Tema:España en el siglo XVIII y XIX(hasta la Restauración) Evolución Partidos Políticos 4.-­‐ El sexenio Democrático. La Revolución Gloriosa (o septembrina). El golpe y revolución al grito de “Viva España con honra”, se inicia en septiembre de 1868 con una insurrección militar: es el almirante Topete quien subleva a la Armada en Cádiz, y pronto se unen otras unidades mili-­‐
tares, así como los generales exiliados Prim y Serrano. Al mismo tiempo, se proclaman Juntas Revoluciona-­‐
rias57 en varias ciudades. Las tropas leales a la reina no pueden detener al ejército sublevado en la batalla de Puente de Alcolea (Córdoba), por lo que el gobierno dimite y la reina se exilia –ya no volverá viva a España-­‐. Ha triunfado la re-­‐
volución, la denominada “La Gloriosa”. -­‐ El Gobierno Provisional y la regencia de Serrano. (sep.1868-­‐dic.1870) Se forma un gobierno provisional, presidido por Serrano y Prim como hombre fuerte, que convoca elecciones constituyentes para febrero de 1869 mediante sufragio universal masculino. Mientras, había decretado un conjunto de derechos y libertades propios del liberalismo más progresista. Los 57 Al estilo de las Juntas de Defensa de la guerra de la independencia. 14 Departamento de Geografía e Historia. IES Josep de Ribera Tema:España en el siglo XVIII y XIX(hasta la Restauración) partidos que forman el gobierno propugnan una monarquía liberal parlamentaria y ganan las elecciones. Las Cortes inician la redacción de una nueva constitución que se aprueba el 1 de junio de 1869, es la constitución más democrática del siglo XIX. Ultra-­‐derecha (fuera sistema) Derecha Izquierda (fuera sistema) SEXENIO REVOLUCIONARIO (1869-­‐1875) Principales Bloques políticos. De la derecha a la izquierda Representan la oposición violenta. Resurgen como reacción a la constitución de 1869 y Carlistas por el destronamiento de Isabel II. Darán lugar a la 3ª Guerra Carlista. Liberales Moderados Reconvertidos en Alfonsinos. Líder: Cánovas del Castillo, partidarios de la restauración (Conservadores) borbónica. Dirigidos por el general Serrano y Ríos Rosas. Será el principal beneficiario de la Revolu-­‐
Unionistas ción y quienes detentaron el gobierno provisional. Muy minoritarios, contaron con el apoyo de sectores de las clases populares y minorías Republicanos urbanas. Líderes: Castelar, Pi y Margall, Salmerón. Muchos progresistas y demócratas se confesaban republicanos. Líder el general Prim, Sagasta, Ruiz Zorrilla. En la oposición desde finales 1856 (bienio Progresistas. progresista), serán el motor de la nueva constitución. Escisión del progresismo a su izquierda. Líder Nicolás Rivero. Admitieron la solución Demócratas monárquica A partir de la década de 1860 se deja notar un incipiente movimiento obrero difundido Socialistas y anar-­‐
por la Primera Internacional (AIT). El anarquismo se dinfundió más por las zonas indus-­‐
quistas triales catalanas y el campo andaluz, mientras que el socialismo arraigó en el Norte in-­‐
dustrial y Madrid. Esta Constitución establecía que la forma del estado había de ser una monarquía parlamentaria, pero en Espa-­‐
ña no había rey ni reina y el gobierno no quería la vuelta de Isabel II. Es por ello que, provisionalmente se nom-­‐
bra regente al general Serrano y Jefe de Gobierno a Prim, el cual se dedicará a buscar entre las casas reales eu-­‐
ropeas un nuevo rey para España. Es uno de los episodios más sonrojantes de la nuestra historia contemporá-­‐
nea. Después de descartar varios candidatos (ver gráfico) el elegido es el hijo segundo (duque de Aosta) de la Casa de Saboya del reino de Piamonte-­‐Cerdeña de Italia. Es elegido por mayoría de las Cortes en diciembre de 1870. -­‐ Reinado de Amadeo I (enero 1871-­‐febrero 1873) El día que llega a España Amadeo, ha de asistir al entierro de su valedor, el general Prim que ha sido asesinado en el atentado del Callejón del Turco( actual c/ Mar-­‐
qués de Cubas). Contó con el sistemático rechazo de carlistas y republicanos, cada uno por razones inhe-­‐
rentes a sus intereses; pero también de la aristocracia borbónica, que lo veía como un extranjero advenedi-­‐
zo, de la Iglesia, por apoyar las desamortizaciones y por ser el hijo del monarca que había clausurado los Estados Pontificios; y también del pueblo, por su es-­‐
caso don de gentes y dificultad para aprender el idioma español. Tuvo que enfrentarse al independentismo cubano58, a la tercera guerra carlista y a la crónica inestabilidad política española. En febrero de 1873 renuncia, por él y por su familia, a la corona y abandona España. Se busca rey. Caricatura de la época. El embajador en Francia pone un anuncio al uso. Se acercan los pretendientes al trono Primera República (febrero 1873 – diciembre 1874) La Primera República nace ya débil59: no reconocida internacionalmente, sus apoyos políticos y sociales en el interior son también escasos. Además, los republicanos se dividen entre unitarios y federalistas, que discrepan respecto a la organización territorial del Estado (centra-­‐
58 En Octubre de 1868 se había iniciado en Cuba, al “grito de Yara”, la denominada “guerra larga” tras el manifiesto presentado por Manuel Céspedes. Esta primera guerra cubana duraría 10 años hasta la Paz de Zanjón 59 Se habla de una República sin republicanos. 15 Departamento de Geografía e Historia. IES Josep de Ribera Tema:España en el siglo XVIII y XIX(hasta la Restauración) lista o federal) y a la necesidad de más o menos reformas sociales (abolición de la esclavitud en Cuba, limitación del trabajo infantil, separación Iglesia-­‐Estado y leyes fiscales más justas). El primer presidente, Estanislao Figueras, es pronto sustituido por Francisco Pi i Margall, quien pro-­‐
clama la República Federal y pro-­‐
pone una nueva Constitución, la de 1873, que no llegará a apro-­‐
barse. Los sectores republicanos más radicales defienden una re-­‐
volución política desde los muni-­‐
cipios, y provocan la insurrección cantonalista60, muy activa en An-­‐
dalucía y Levante. Mientras, si-­‐
guen la Guerra carlista y el levan-­‐
tamiento cubano. Todo esto provocará la dimisión de Pi i Margall y la aparición de dos gobiernos republicanos más autoritarios (república unitaria): el de Nicolás Salmerón y el de Emi-­‐
lio Castelar, dando un giro más conservador a la joven república. El 3 de enero de 1874, el General Pavía disuelve el Congreso de los Diputados, preparando el camino a la vuelta de la dinastía borbónica: en diciembre del mismo año el general Martínez Campos protagoniza un pronuncia-­‐
miento en Sagunto y proclama rey a Alfonso XII, hijo de Isabel II. Se inicia así la Restauración. ♦ El sexenio revolucionario iniciado en 1868 tiene su causa más importante en el agotamiento del sistema oligárquico moderado y en la crisis económica de la década de los 60. La revolución “gloriosa” de septiembre no fue más que un pronunciamiento militar de corte liberal progresista que no pretendía cam-­‐
biar el modelo político sino profundizar hacia un modelo monárquico democrático. ♦ Fue el apoyo de las clases populares urbanas y del naciente movimiento obrero y campesino quien provocó un movimiento revolucionario que desbordó las previsiones de sus organizadores y derivó primero en la ampliación de derechos y libertades, después en la imposibilidad de una nueva monarquía de-­‐
mocrática y en el desastre de la 1ª República. ♦ La revolución de 1868 significó el fin de Isabel II como reina de España, puesto que ésta, desde el principio, no había ocultado sus simpatías por los liberales moderados y siempre maniobró políticamente a su favor olvidando su papel moderador constitucional. ♦ Precisamente la ampliación de derechos y la profundización democrática originadas creó amplias expectativas en los sectores más populares, pero éstas no coincidían con los intereses de la burguesía, y especialmente de los grandes hacendados en Cuba (abolición de la esclavitud) y de los hombres de negocios que temían la consolidación del mo-­‐
vimiento obrero. Muchos de estos hombres de negocios se vincularon al partido Alfonsino y empezaron a suspirar por la vuelta de la monar-­‐
quía. ♦ Fue un periodo corto y muy confu-­‐
so, que produjo muchos cambios de gobiernos y de régimen político, pe-­‐
ro posteriormente fue percibida como “gloriosa” por historiadores y clases populares y aunque hubo una clara evolución interna hacia postu-­‐
ras cada vez más radicales de iz-­‐
quierda que no se correspondían con las intenciones ni intereses de los revolucionarios del 68, el golpe de estado de Martínez campos en Sagunto corregirá la situación pro-­‐
duciéndose así un efecto de conti-­‐
nuidad entre la Restauración Alfon-­‐
sina y el propio sexenio. 60 Influenciado por el anarquismo, el cantón más resistente fue el de Cartagena.
16 Departamento de Geografía e Historia. IES Josep de Ribera Tema:España en el siglo XVIII y XIX(hasta la Restauración) Anexo: Documentos LA CONSTITUCIÓN DE 1812 art.1.-­‐ la Nación española es la reunión de los españoles de ambos hemisferios. art. 2.-­‐ la Nación española es libre e independiente, y no es ni puede ser patrimonio de ninguna familia. art. 3.-­‐ la soberanía reside esencialmente en la Nación, y por lo mismo pertenece a ésta exclusivamente el derecho de esta-­‐
blecer sus leyes fundamentales. art.4.-­‐ la Nación está obligada a proteger por leyes sabias y justas la libertad civil, la propiedad y los demás derechos legíti-­‐
mos de todos los individuos (...). art. 12.-­‐ la religión de la Nación española es y será perpetuamente la católica, apostólica, romana, única y verdadera. La Na-­‐
ción la protege por leyes sabias y justas, y prohíbe el ejercicio de cualquier otra (...). art. 14.-­‐ el Gobierno de la Nación española es una Monarquía moderada y hereditaria. art. 15.-­‐ la potestad de hacer las leyes reside en las Cortes con el rey. art. 16.-­‐ la potestad de hacer ejecutar las leyes reside en el rey. art. 17.-­‐ la potestad de aplicar las leyes en las causas civiles y criminales reside en los tribunales establecidos por la ley (...). MANIFIESTO DE LOS PERSAS, 12 de abril de 1814 SEÑOR: Era costumbre de los antiguos persas pasar cinco días de anarquía después del fallecimiento de su rey, a fin de que la expe-­‐
riencia de los asesinatos, robos y otras desgracias les obligase a ser más fieles a su sucesor. Para serlo España a V.M. no ne-­‐
cesitaba igual ensayo en los seis años de su cautividad. Del número de los españoles que se complacen al ver restituido a V.M. al trono de sus mayores, son los que firman esta reverente exposición con el carácter de representantes de España (…). La monarquía absoluta (…) es una obra de la razón y de la inteligencia: está subordinada a la ley divina, a la justicia y a las reglas fundamentales del estado: fue establecida por derecho de conquista, o por la sumisión voluntaria de los primeros hombres que eligieron sus Reyes. Así que el Soberano absoluto no tiene facultad de usar sin razón de su autoridad (derecho que no quiso tener el mismo Dios): por esto ha sido necesario que el poder soberano fuese absoluto, para prescribir a los súbditos todo lo que mira al interés común, y obliga a la obediencia a los que se niegan a ella. (…) El (remedio) que debemos pedir, trasladando al papel nuestros votos, y el de nuestras provincias, es con arreglo a las leyes, fueros, usos y costumbres de España. Ojalá no hubiera materia harto cumplida para que V.M. repita al reino el decreto que dictó en Bayona, y manifieste (…) la necesidad de remediar lo actuado en Cádiz, que a este fin se proceda a celebrar Cortes con la solemnidad, y en la forma en que se celebraron las antiguas: que entre tanto se mantenga ilesa la Constitución espa-­‐
ñola observada por tantos siglos, y las leyes y fueros que a su virtud se acordaron: que se suspendan los efectos de la Cons-­‐
titución, y decretos dictados en Cádiz, y que las nuevas Cortes tomen en consideración su nulidad, su injusticia y sus incon-­‐
venientes (…)” Madrid, 12 de abril de 1814. DECRET DE VALÈNCIA, 4 DE MAIG DE 1814. (...) declaro que mi Real ánimo es, no solamente no jurar ni acceder a dicha Constitución, ni a decreto alguno de las Cortes generales y extraordinarias ni de las ordinarias actualmente abiertas (...), sino el de declarar aquella Constitución y aquellos decretos nulos y de ningún valor ni efecto, (...) como si no hubiesen pasado jamás tales actos y se quitasen de en medio del tiempo, y sin obligación en mis pueblos y súbditos de cualquier clase y condición a cumplirlos y guardarlos. Dado en Valencia a 4 de Mayo 1814. -­‐ Yo el Rey. MANIFIESTO DE FERNANDO VII, 10 MARZO 1820 Mientras Yo meditaba maduramente, con la solicitud propia de mi paternal corazón las variaciones de nuestro régimen fundamental que parecían más adaptables al carácter nacional (...) me habéis hecho entender vuestro anhelo de que se restableciese aquella Constitución, que entre el estruendo de las armas hostiles, fue promulgada en Cádiz el año 1812. (...) 17 Departamento de Geografía e Historia. IES Josep de Ribera Tema:España en el siglo XVIII y XIX(hasta la Restauración) He jurado esta Constitución por la cual suspirabais y seré siempre su más firme apoyo (...). Marchemos firmemente, y yo el primero, por la senda constitucional. HIMNO CARLISTA “ORIAMENDI” Por Dios, por la patria y el Rey Lucharon nuestros padres. Por Dios, por la patria y el Rey Lucharemos nosotros también. Lucharemos todos juntos Todos juntos en unión Defendiendo la bandera De la Santa Tradición. Cueste lo que cueste Se ha de conseguir Que los boinas rojas Entren en Madrid. TEXTO DE Mª CRISTINA DE BORBÓN EN EL INICIO DE LA REGÈNCIA (4 octubre1833) Sumergida en el más profundo dolor por la súbita pérdida de mi augusto Esposo y Soberano, sólo una obligación sagrada (...), pudiera hacerme interrumpir el silencio que exigen la sorpresa cruel y la intensidad de mi pesar. La expectación que ex-­‐
cita siempre un nuevo reinado, crece más con la incertidumbre sobre la administración pública en la menor edad del monar-­‐
ca: para disipar esa incertidumbre (...), he creído de mi deber anticipar (...) los principios que he de seguir constantemente en el gobierno, de que estoy encargada por la última voluntad del Rey (...), durante la minoría de la Reina, mi muy cara y amada Hija Doña Isabel. La Religión y la Monarquía (...), serán respetadas, protegidas, mantenidas por Mí en todo su vigor y pureza. (...). Tengo la más íntima satisfacción de que sea un deber para mí conservar intacto el depósito de autoridad real que se me ha confiado. Yo mantendré religiosamente la forma y las leyes fundamentales de la Monarquía, sin admitir innovaciones peligrosas, aunque halagüeñas en un principio, probadas ya sobradamente por nuestra desgracia. La mejor forma de gobierno de un país es aquella a que está acostumbrado(...). Mas no por eso dejaré estática y sin cultivo esta preciosa posesión [pues] no ignoro (...) los vicios que el tiempo y los hom-­‐
bres han introducido en los varios ramos de la administración pública, y me esforzaré para corregirlos. Las reformas admi-­‐
nistrativas, únicas que producen inmediatamente la prosperidad y la dicha, (...) serán la materia permanente de mis desve-­‐
los. Yo los dedicaré muy especialmente a la disminución de las cargas que sea compatible con la seguridad del Estado y las urgencias del servicio; a la recta y profunda administración de la justicia; a la seguridad de las personas y de los bienes; al fomento de todos los orígenes de la riqueza. Guardaré inviolablemente los pactos contraídos con otros Estados y respetaré la independencia de todos: sólo reclamaré de ellos la recíproca fidelidad y respeto que se debe a España por justicia y por correspondencia. Si los españoles unidos concurren al logro de mis propósitos, y el cielo bendice nuestros esfuerzos, Yo entregaré un día esta gran nación, recobrada de sus dolencias, a mi augusta Hija (...). En el Palacio de Madrid a 4 de octubre de 1833. Fdº: Yo la Reina Gobernadora. MANIFIESTO DE MANZANARES (1854) "Españoles: La entusiasta acogida que va encontrando en los pueblos el ejército liberal; el esfuerzo de los soldados que le componen, tan heroicamente mostrado en los campos de Vicálvaro; el aplauso con que en todas partes ha sido recibida la noticia de nuestro patriótico alzamiento, aseguran desde ahora el triunfo de la libertad y de las leyes, que hemos jurado de-­‐
fender. Dentro de pocos días la mayor parte de las provincias habrá sacudido el yugo de los tiranos; la nación disfrutará los beneficios del régimen representativo, por el cual ha derramado hasta ahora tanta sangre inútil y ha soportado tan costo-­‐
sos sacrificios. Día es, pues, de decir lo que estamos resueltos a hacer en el día de la Victoria. Nosotros queremos la conservación del Trono, pero sin camarilla que lo deshonre; queremos la práctica rigurosa de las leyes fundamentales, mejorándolas, sobre todo la electoral y la de imprenta; queremos la rebaja de los impuestos, 18 Departamento de Geografía e Historia. IES Josep de Ribera Tema:España en el siglo XVIII y XIX(hasta la Restauración) fundada en una estricta economía; queremos que se respeten en los empleos militares y civiles, la antigüedad y los mere-­‐
cimientos; queremos arrancar los pueblos a la centralización que los devora, dándoles la independencia local necesaria pa-­‐
ra que conserven y aumenten sus intereses propios; y como garantía de todo esto queremos y plantearemos bajo sólidas bases la Milicia Nacional. Tales son nuestros intentos, que expresamos francamente, sin imponérselo por eso a la Nación. Las Juntas de Gobierno que deben irse constituyendo en las provincias libres; las Cortes generales que luego se reú-­‐
nan; la misma Nación, en fin, fijará las bases definitivas de la regeneración liberal a que aspiramos. Nosotros tenemos consagradas a la voluntad nacional nuestras espadas, y no las envainaremos hasta que ella esté cumplida. Cuartel General de Manzanares, a 7 de julio de 1854. El General en Jefe del Ejército Constitucional, Leopoldo O'Donnell, Conde de Lucena". DESAMORTIZACIÓN DE MENDIZÁBAL Real Decreto declarando la Venta de bienes del Clero (19 de febrero de 1836). “ Atendiendo a la necesidad y conveniencia de disminuir la deuda pública consolidada, y de entregar al interés individual la masa de bienes raíces, que han venido a ser propiedad de la Nación, a fin de que la agricultura y el comercio saquen de ellos las ventajas que no podrían conseguirse por entero en su actual estado (…) Conformándome con lo propuesto por el Consejo de Ministros, en nombre de mi excelsa hija la reina doña Isabel II, he venido en decretar lo siguiente: Artículo 1º. Quedan declarados en venta desde ahora todos los bienes raíces de cualquier clase que hubiesen pertenecido a las comunidades y corporaciones religiosas extinguidas y los demás que hayan sido adjudicados a la Nación por cualquier motivo. Artículo 2º. Se exceptúan de esta medida general los edificios que el gobierno destine para el servicio público o para con-­‐
servar monumentos de las artes, o para honrar la memoria de hazañas nacionales. El mismo gobierno publicará la lista de los edificios que con este objeto deben quedar excluidos de la venta pública. Artículo 4º. Que todos los medios rústicos susceptibles de división, sin menoscabo de su valor, o sin graves dificultades para su propia venta, se distribuyan en el mayor número de partes o suertes que se pudiere. 5º. Que estas suertes se pongan en venta con total separación, como si cada una hubiese compuesto una propiedad aisla-­‐
da. Cualquier español o extranjero tendrá la facultad para pedir por escrito la tasación de la finca ….El pago del precio de la re-­‐
matada se hará de una de estas dos formas: con títulos de deuda consolidados o con dinero en efectivo (….) En el Pardo a 19 de febrero de 1836. D. Juan Álvarez Mendizábal. Gaceta de Madrid, 21 de febrero de 1836. PACTO DE OSTENDE • "... después de una breve discusión se acordó por unanimidad lo siguiente: 1º.-­‐ que el objeto y bandera de la revolución en España es la caída de los Borbones. 2º.-­‐ que siendo para los demócratas un principio esencial el sufragio universal y admitiendo los progresistas el derecho del plebiscito, la base de la inteligencia de los dos partidos fuera que por un plebiscito, o por unas Cortes Constituyentes elegi-­‐
das por el sufragio universal, se decidiría la forma de gobierno que se había de establecer en España, y hasta que así se de-­‐
cidiese había de ser absoluta la libertad de imprenta y sin ninguna limitación el derecho de reunión, para que la opinión n a-­‐
cional pudiese ilustrase y organizarse convenientemente; sin que el gobierno provisional, que saliera de la revolución, pu-­‐
diera influir como tal en la resolución de la cuestión fundamental; sin perjuicio de que las personas que lo compusieran pu-­‐
dieran sostener privada y públicamente sus opiniones individuales. 3. Que se reconocía como jefe y director militar del movimiento al general Prim." Manifiesto de don Carlos María de la Torre sobre lo que se acordó en el Pacto de Ostende en 1866 PROCLAMA DE LA REVOLUCIÓN “GLORIOSA” PROCLAMA DE LOS GENERALES SUBLEVADOS EN CÁDIZ EN 1868. " Españoles: La ciudad de Cádiz puesta en armas con toda su provincia (...) niega su obediencia al gobierno que reside en Madrid, segura de que es leal intérprete de los ciudadanos (...) y resuelta a no deponer las armas hasta que la Nación reco-­‐
bre su soberanía, manifieste su voluntad y se cumpla. (...) Hollada la ley fundamental (...), corrompido el sufragio por la amenaza y el soborno, (...) muerto el Municipio; pasto la Administración y la Hacienda de la inmoralidad; tiranizada la en-­‐
señanza; muda la prensa (...). Tal es la España de hoy. Españoles, ¿quién la aborrece tanto que no se atreva a exclamar: "Así ha de ser siempre"? (...) Queremos que una legalidad común por todos creada tenga implícito y constante el respeto de to-­‐
dos. (...) Queremos que un Gobierno provisional que represente todas las fuerzas vivas del país asegure el orden, en tanto 19 Departamento de Geografía e Historia. IES Josep de Ribera Tema:España en el siglo XVIII y XIX(hasta la Restauración) que el sufragio universal echa los cimientos de nuestra regeneración social y política. Contamos para realizar nuestro in-­‐
quebrantable propósito con el concurso de todos los liberales, unánimes y compactos ante el común peligro; con el apoyo de las clases acomodadas, que no querrán que el fruto de sus sudores siga enriqueciendo la interminable serie de agiotistas y favoritos; con los amantes del orden, si quieren ver lo establecido sobre las firmísimas bases de la moralidad y del dere-­‐
cho; con los ardientes partidarios de las libertades individuales, cuyas aspiraciones pondremos bajo el amparo de la ley; con el apoyo de los ministros del altar, interesados antes que nadie en cegar en su origen las fuentes del vicio y del ejemplo; con el pueblo todo y con la aprobación, en fin, de la Europa entera, pues no es posible que en el consejo de las naciones se haya decretado ni decrete que España ha de vivir envilecida. (...) Españoles: acudid todos a las armas, único medio de eco-­‐
nomizar la efusión de sangre (...), no con el impulso del encono, siempre funesto, no con la furia de la ira, sino con la so-­‐
lemne y poderosa serenidad con que la justicia empuña su espada. ! Viva España con honra! Cádiz, 19 de septiembre de 1868.-­‐ Duque de la Torre, Juan Prim, Domingo Dulce, Francisco Serrano, Ramón Nouvi-­‐
llas, Rafael Primo de Rivera, Antonio Caballero de Rodas, Juan Topete". ABDICACIÓN DE AMADEO DE SABOYA “Grande fue la honra que merecí á la nación española eligiéndome para ocupar su trono; honra tanto mas por mi aprecia-­‐
da, cuanto que se me ofrecía rodeada de las dificultades y peligros que lleva consigo la empresa de gobernar á un país tan hondamente perturbado. Alentado, sin embargo, por la resolución propia de mi raza, que antes busca que esquiva el peligro, decidido á inspirarme únicamente en el bien del país y á colocarme por encima de todos los partidos, resuelto á cumplir religiosamente el jura-­‐
mento por mi prestado ante las Cortes Constituyentes, y pronto á hacer todo linaje de sacrificios por dar á este valeroso pueblo la paz que necesita, la libertad que merece y la grandeza á que su gloriosa historia y la virtud y constancia de sus hi-­‐
jos le dan derecho; creí que la corta experiencia de mi vida en el arte de mandar seria suplida por la lealtad de mi carácter, y que hallaría poderosa ayuda para conjurar los peligros y vencer las dificultades que no se me ocultaban a mi vista, en las simpatías de todos los españoles amantes de su patria, deseosos ya de poner término á las sangrientas y estériles luchas que hace tiempo desgarran sus entrañas. Conozco que me engañó mi buen deseo. Dos largos años ha que ciño la corona de España, y la España vive en constante lu-­‐
cha, viendo cada día mas lejana la era de paz y de ventura que tan ardientemente anhelo. Si fueran extranjeros los enemi-­‐
gos de su dicha, entonces, al frente de estos soldados tan valientes como sufridos, seria primero en combatirlos; pero todos los que con la espada, con pluma, con la palabra agravan y perpetúan los males de la nación, son españoles; todos invocan el dulce nombre de la patria, todos pelean y se agitan por su bien; y entre el fragor del combate, entre el confuso, atronador y contradictorio clamar de los partidos, entre tantas y tan opuestas manifestaciones de la opinión pública, es imposible afirmar cuál es la verdadera , y mas imposible todavía hallar el remedio para tamaños males. Lo he buscado ávidamente dentro de la ley y no lo he hallado. Fuera de la ley y no lo he hallado. Fuera de la ley no ha de buscarlo quien ha prometido observarla. Nadie achacará á flaqueza de ánimo mi resolución. No habría peligro que me moviera á desceñirme la corona, si creyera que la llevaba en mis sienes para bien de los españoles; ni causó mella en mi ánimo el que corrió la vida de mi augusta espo-­‐
sa, que en este solemne momento manifiesta como yo el vivo deseo de que en su día se indulte á los autores de aquel aten-­‐
tado. Pero tengo hoy la firmísima convicción de que serán estériles mis esfuerzos é irrealizables mis propósitos. Estad seguros de que al desprenderme de la corona no me desprendo del amor á esta España tan noble como desgraciada, y de que no llevo otro pesar que el de no haberme sido posible procurarla todo el bien que mi leal corazón para ella apete-­‐
cía.-­‐ Amadeo.-­‐ Palacio de Madrid á 11 de febrero de 1873. Manifiesto de la abdicación de Amadeo I de Saboya LA I REPÚBLICA ESPAÑOLA SEGÚN PI I MARGALL “ La república vino por donde menos esperábamos. De la noche a la mañana Amadeo de Saboya, resuelve abdicar por sí y por sus hijos la Corona de España. Vacío el trono, mal preparadas estaban las cosas para la restauración de los borbones; sin más príncipes a los que volver los ojos, los hombres políticos sín distinción de bandos ven casi todos como una necesi-­‐
dad la proclamación de la república.... ¿Qué República era la proclamada? Ni la federal ni la unitaria. Había mediado acuerdo entre los antiguos y los modernos republicanos y habían convenido en dejar a unas Cortes Constituyentes la definición y la organización de la nueva forma de Gobierno. La federación de abajo arriba era desde entonces imposible: no cabía sino la que determinasen, en el caso de adoptarla, las futuras Cortes.” F. Pi y Margall: el reinado de Amadeo de Saboya y la República de 1873 20 
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