ARTE SAGRADO DE LAS TRADICIONES ÍNDICAS hinduismo, budismo y jainismo Del 24 de mayo al 20 de julio de 2005 Esta exposición consta de 43 piezas de arte clásico religioso procedentes de la India, los Himalayas y el Sudeste asiático. Son representativas de las tres grandes religiones o tradiciones del mundo índico -hinduismo, budismo y jainismo- y corresponden a periodos históricos que van desde los siglos II y IV hasta el XVIII. La palabra hinduismo fue acuñada por los británicos en el s. XIX para referirse a un numeroso y heterogéneo grupo de dioses, mitos, ritos y prácticas que no pertenecían a ninguna de las religiones establecidas en su imperio, tales como el islam, el cristianismo, el sijismo, el zoroastrismo, el budismo o el jainismo. El hinduismo no posee fundador, ni dogma, ni Iglesia. El hindú escoge sus creencias, sus divinidades y sus maestros. Para algunos dios no existe, para otros existen infinidad de dioses, entrambos se encuentran los que consideran que hay un Ser Supremo concebido de mil maneras. Existe un hinduismo popular muy distinto del hinduismo letrado, que sigue la tradición escrita en lengua sánscrita. Existe el hinduismo ritualizado por la casta sacerdotal, más conocido como brahmanismo, y el hinduismo interiorizado como camino solitario hacia la liberación. El hinduismo de los espíritus de la naturaleza, de los árboles, los ríos y el fuego, de la fertilidad y la exuberancia, frente al hinduismo de los ascetas y la renunciación. A partir del s.VI la religiosidad y el arte de India se tiñen de un fervoroso culto a lo femenino. Los dioses Âiva,Vi@…u, Brahmå, Råma y K®i@…a se representan con sus consortes, Pårvat¤, Lak@m¤, Sarasvat¤, S¤tå y Rådhå. Las numerosas diosas adoradas en todas las aldeas y templos de la India acaban asimilándose a La Gran Diosa o Mahådev¤ como icono universal. Ella es Durgå, Paravat¤, Umå... mil nombres pero una sola naturaleza: la energía creativa o ©akti. El Tantra es una práctica esotérica transmitida de maestro a discípulo que, apartir del S. VII se extendería desde la India a los Himalayas y el sudeste asiático, impregnando de sus contenidos al hinduismo, el budismo y el jainismo. El tantrismo establece una relación de correspondencia entre el cuerpo humano y el cosmos. El sådhaka o adepto utiliza las técnicas yóguicas y prácticas sexuales para trascender su propia naturaleza y alcanzar la liberación a traves de la vía del éxtasis. El jainismo predica la senda del desapego, el ascetismo y la no-violencia. Sus líderes históricos y míticos, veinticuatro en total, se llaman t¤rtha|kara creadores de puentes, o jinas, vencedores espirituales. El penúltimo de estos guías perfectos, o renunciantes, fue Pår©vanåtha (c.800/700 a.C) cuyo trabajo desarrollaría y reformaría Mahåv¤ra (c 580/500 a.C). Éste último representa para los jainistas lo que Buddha para los budistas. La influencia ejercida por el jainismo sobre valores y prácticas hinduistas o budistas como el particular énfasis en el vegetarianismo o la doctrina de la no-violencia (ahiµså), fue tan notable que hoy en día se considera patrimonio de millones de indios. La senda del budismo fue expuesta por Gautama Siddhårta -conocido como el Despierto, Buddha, o el Sabio del clan Âåkya, Âåkyamuni- en el norte de la India, hacia el s.VI a.C. Su doctrina para la salvación personal se basa exclusivamente en los discursos impartidos despues de su iluminación: la vida es sufrimiento y la causa del sufrimiento es el deseo egoista. Para superarlo hay que seguir el camino de la sabiduría compasiva, la acción desapegada -es decir libre de intereses egoistas- y la meditación. El budismo comenzó con pequeñas comunidades de monjes renunciantes que itineraban por el valle del Ganges. Gracias al apoyo de reyes y emperadores logró expanderse por el territorio indio y más allá de sus fronteras. El budismo se escindió en dos escuelas, la Theravåda (Escuela de los antiguos) o H¤nayåna (Pequeño vehículo), y la Mahåyåna (Gran vehículo). La primera, más extendida en los paises del sudeste asiático -salvo durante el periodo Khmer- enfatiza la dimensión humana del Buddha Âåkyamuni, y se basa exclusivamente en sus discursos, constituyendo un cuerpo ético de creencias relativas a la salvación personal. La segunda proclama la divinidad de la figura del Buddha y junto a ella una hueste de deidades entre las que destacan los bodhisattvas, seres iluminados que posponen su entrada en el nirvana para poder ayudar a los demás. En la región del Himalaya se desarrollaría el budismo Vajarayåna o budismo tántrico, importado desde India alrededor del s.VIIVIII. Fundamentalmente la tradición Vajrayåna comparte las mismas perspectivas que el budismo Mahåyåna pero difiere en el método. El budismo Vajrayåna no cree que sean necesarias múltiples vidas de comportamiento virtuoso para conseguir la iluminación, con una sóla basta. El método empleado para tal finalidad se basa en las diferentes prácticas tántricas. Una de sus peculiaridades es la introducción de diosas, yoguinis y buddhas femeninos en el exclusivo universo masculino budista. El ritual de unión, físico o simbólico, entre la naturaleza femenina (sabiduría) y la masculina (compasión) disuelve la dualidad y permite alcanzar la iluminación. Otra aportación del Vajrayåna es la inclusión en el panteón búdico de deidades terroríficas, que representan la transformación de las pasiones y la ignorancia en compasión y sabiduría.