Vid - Junta de Andalucía

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RED DE ALERTA E INFORMACIÓN
FITOSANITARIA R.A.I.F.
CONSEJERÍA DE AGRICULTURA, PESCA
Y DESARROLLO RURAL
Delegación Territorial de Córdoba
VID
Boletín Fitosanitario Final de la Campaña 2015
Aspectos generales
La Red de Alerta de Información Fitosanitaria de la vid en la provincia de Córdoba, al igual que en la
campaña pasada, esta compuesta por 36 estaciones de control Biológico distribuidas en 3 Zonas Biológicas
de la siguiente forma:
División de la provincia de Córdoba en 3 Zonas Biológicas del cultivo de la Vid.
¾ Zona Biológica de Las Arenas: 15 estaciones en los términos municipales de La Rambla, Montemayor,
Montilla, Puente Genil y Santaella.
¾
Zona Biológica de Los Llanos: 15 estaciones en los términos de Aguilar, Montilla, Monturque y Moriles.
¾
Zona Biológica de La Sierra: 6 estaciones en el término municipal de Montilla.
En total, las vides abarcan aproximadamente 6.500 hectáreas en el sur de la provincia cordobesa. De las
cuales 850 son de tintos y el resto de uva blanca. Dentro de la uva blanca, más del 80% corresponden a la
variedad Pedro Ximénez.
Esta campaña se puede resumir en una producción de uva media-alta, un buen estado fitosanitario tanto
del viñedo como de la uva y con problemas en la maduración que ha retrasado la recolección en bastantes
parcelas, hasta que la uva alcanzara la graduación alcohólica adecuada, aunque al final se consiguió una
buena graduación.
1
Respecto a la uva blanca, las variedades tempranas
(Chardonnay, Moscatel, Sauvignon Blanc y Verdejo)
destinadas a la elaboración de vinos jóvenes, junto con la
variedad autóctona de la zona, la Pedro Ximénez, han
generado una producción de 42 millones de kilos que,
comparados con la producción del 2014 de 47 millones, supone
una disminución del 12%. El balance de las variedades tintas
es de una producción de 6 millones de kilos, un 20% menos
respecto a la campaña anterior que fue de 7,5 millones de kilos.
La primera vendimia de Europa arrancó en tierras cordobesas el
Vendimia
23 de julio, siendo una vez más la primera zona vitivinícola
europea en iniciar la vendimia. Las primeras variedades en
recogerse fueron las de los vinos jóvenes afrutados (Sauvignon, Blanc, Chardonnay, Verdejo y
Moscatel, principalmente), mientras que a principios de agosto empezó la vendimia de variedades tintas.
Más tarde, a partir del 7 de agosto, se inició la recogida de la variedad predominante en la provincia
“Pedro Ximénez. La recogida de la uva se prolongó hasta la primera quincena del mes de octubre.
El considerable calor registrado desde mayo hasta mediados de agosto provocó que el fruto no alcanzase el
adecuado grado de alcohol. Sin embargo, a partir de mediados de agosto las temperaturas se suavizaron,
lo permitió que los niveles de azúcar se estabilizasen.
Esta situación impidió que la uva adquiriera un grado de azúcar muy elevado, por lo que se registraron
algunas incidencias en el momento en el que el fruto llegaba a las paseras. También hay que añadir que a
mediados de agosto las precipitaciones esporádicas, junto con las elevadas temperaturas provocaron
algunas dificultades en las paseras del Marco Montilla-Moriles, donde se extienden los racimos de uva al sol
durante algo más de una semana, con el objetivo de procurar la deshidratación de los frutos y la
concentración de sus azúcares. Finalizada la campaña, la graduación alcohólica de la uva Pedro Ximénez
fue inferior a la obtenida el año pasado, con una media 13º Baumé en el viñedo, entrando en pasera a unos
13’8º Baumé. En uva blanca se llegó a 13’2º Baumé y en tinta a 12’5º Baumé.
Desarrollo fenológico del cultivo
El año agrícola 2014/2015 ha dejado una precipitación por debajo de la media y ha sido uno de los más
secos de la última década al contabilizarse únicamente unos 489 litros por metro cuadrado de media en la
provincia de Córdoba, lo que supone 152 menos de lo que habitualmente se registra. Esta cifra es
ligeramente superior a la que se contabilizó en el año 2013/2014, con una precipitación acumulada de 470
litros por metro cuadrado. Esta campaña al igual que la anterior, se ha caracterizado por que se
han producido escasas precipitaciones durante la primavera.
A modo de resumen se pueden distinguir tres periodos:
La época otoñal del pasado año (octubre y noviembre), en la que las temperaturas medias fueron más
elevadas de lo que suele acontecer en un año normal y hubo abundantes precipitaciones.
Los meses invernales de diciembre enero y febrero se caracterizaron por escasas precipitaciones y las
temperaturas medias fueron más bajas de lo que viene siendo habitual.
Ya en la primavera, las temperaturas fueron más suaves, aunque persistió la falta de lluvias. Hay que
destacar que el registro pluviométrico fue muy bajo en los meses de marzo, abril, mayo y junio,
registrándose en estos 4 meses un acumulado de 97 mm, muy por debajo de lo que suele registrarse en un
año medio (2000-2014).
En cuanto al inicio de brotación, se observó un atraso de una semana, con respecto a la campaña
pasada, dependiendo de la variedad y se desarrolló a mediados del mes marzo. Esto venía motivado por las
bajas temperaturas medias y la escasez de lluvias acaecidas en las semanas anteriores que ralentizaron el
comienzo de este proceso.
2
Gráfica comparativa de la Precipitación y Temperatura media en el año agrícola 2014/2015, 2013/2014 y el año agrícola
histórico 2000/2014.
Subrayar que las altas temperaturas de los meses de abril y mayo, con
máximas que superaron frecuentemente los 30ºC y en algunos días de mediados
de mayo llegando hasta los 39ºC, cuando los racimos se encontraban formando
la inflorescencia, pudieron provocar corrimientos de las flores en bastantes
parcelas que luego repercutió en la producción final.
El mes de junio se caracterizó por presentar tempertaturas medias muy
similares a lo que suele acontecer en un año medio (2000-2014) y el desarrollo
vegetativo se estabilizó.
Por último, las elevadas temperaturas máximas
de los meses de julio y primera quincena de
“L” (Cerramiento de racimo)
agosto, aceleró la sucesión de los diferentes
estados fenológicos que se daban por estas fechas
y afectó al enverado del fruto, causando irregularidades en el proceso de
maduración, provocando que la acumulación de azucares en la uva fuera
inferior a lo habitual. El adelanto fenológico al comenzar la vendimia fue un
par de días con respecto a la campaña pasada.
A continuación se enumeran los estados fenológicos más importantes y la
época cuando fueron dominantes en la provincia, comparandolas con la
campaña pasada, dependiendo del grupo de variedades más abundantes en Córdoba:
“I” Floración
™
•
•
Punta verde “C” :
Variedades más Tempranas (CHARDONNAY, SYRAH, SOUVIGNON BLANC, TEMPRANILLO,
MERLOT, CABERNET SOUVIGNON…): en la tercera semana de marzo, (a mediados de
marzo, en la campaña pasada).
Variedades Medias (PEDRO XIMÉNEZ, MONTEPILA…): en la última semana de marzo, (en la
tercera semana de marzo, en el año anterior).
™
•
•
Racimos visibles “F” :
Variedades más Tempranas: a principios de abril, (al igual que en la campaña anterior).
Variedades Medias: a mediados de abril, (en la tercera semana de abril, en el 2014).
™
•
•
Floración “I” :
Variedades más Tempranas: a principios de mayo, (similar al año pasado).
Variedades Medias: a mediados de mayo, (al igual que en la campaña pasada).
3
™
•
•
™
•
•
Grano tamaño guisante “K” :
Variedades más Tempranas: desde mediados de mayo a principios de junio, (al igual que en
el 2014).
Variedades Medias: desde finales de mayo hasta mediados de junio, (similar a la campaña
anterior).
Cerramiento de racimo “L” :
Variedades más Tempranas: en el transcurso del mes de junio, (segunda quincena de mayo
y principios de julio, en el 2014).
Variedades Medias: desde mediados de junio hasta mediados de julio, (al igual que en la
campaña pasada).
™
•
•
Envero “M” :
Variedades más Tempranas: en la primera quincena de julio, (similar al año anterior).
Variedades Medias: en la segunda quincena de julio, (al igual que la campaña anterior).
™
•
•
Maduración “N” :
Variedades más Tempranas: a partir de la segunda quincena de julio, (similar al 2014).
Variedades Medias: desde comienzos del mes de agosto, (al igual que en el año anterior).
También destacar que dentro de una misma variedad hubo diferencias de desarrollo fenológico dependiendo
de su ubicación, presentando las vides de La Zona Biológica de Las Arenas una semana de adelanto con
respecto a las otras dos Zonas.
Principales agentes en la época de prevegetación (hasta punta verde) y
vegetación (hasta racimos separados):
En los viñedos cordobeses, este periodo se ha desarrollado desde mediados de marzo hasta finales del mes
de abril. Los principales agentes nocivos son las plagas capaces de destruir las yemas incipientes y hojas
recién formadas. Si bien, la presencia de mildiu también puede comprometer la cosecha del año.
Caracoles (Helix spp, Teba pisana, Cernuella virgata, etc…)
Los Caracoles tienen preferencia por los terrenos húmedos y con
abundantes malas hierbas. Si las cepas tienen un buen vigor y la
brotación es suficientemente rápida, los daños ocasionados no suelen
ser importantes. El escaso registro pluviométrico en el transcurso de
toda esta campaña no ha ayudado a la proliferación de estos agentes.
En los muestreos realizados durante los meses de marzo, abril y mayo
no se detectó la presencia de caracoles en ninguna de las Estaciones
de Control Biológico de la provincia. En la campaña pasada la
incidencia también fue nula.
No se han realizado aplicaciones fitosanitarias para controlar este
agente.
Caracol en brote de vid
Erinosis (Eriophyes vitis)
Este acaro tiene tres razas: raza de las falsas agallas, raza
curvadora de hojas y raza de las yemas. En todas las
campañas los síntomas observados correspondieron a la raza
de las falsas agallas, que no suele dar problemas en
plantaciones adultas.
Erinosis (raza de las agallas) Empezó a detectarse la presencia, de erinosis, a partir de la
segunda quincena de abril (a principios de mayo en la campaña
pasada), cuando las viñas se encontraban en su mayoría en el
estado fenológico “G” (Racimos florales separados) La incidencia
ha sido superior a la campaña pasada y a la media histórica
(2006-2014). Su presencia se observó en el 44% de las
parcelas donde se había muestreado (22% en la campaña
4
pasada).
El máximo provincial, tuvo lugar, en la segunda quincena de mayo, con una media de 1’6% de cepas con
presencia, (0’34%, la campaña pasada). Por Zonas Biológicas, destacó La Sierra, con 2’67%, en la misma
fecha.
Los tratamientos realizados para el Oídio tienen efecto contra esta plaga, reduciendo las poblaciones a
niveles que no producen daño económico sobre los viñedos.
Acariosis (Calepitrimerus vitis)
Los momentos más sensibles son desde el desborre hasta el inicio del envero, causando los mayores daños
durante el desborre, sobre todo si éste se produce de forma lenta debido a temperaturas bajas. Empezó a
detectarse acariosis, a mediados del mes de abril, coincidiendo con el estado predominante “F” (Racimos
visibles). En la campaña pasada comenzaron a observarse daños por este agente un mes más tarde, a
mediados de mayo. La incidencia de este agente en los viñedos cordobeses ha sido inferior a la campaña
pasada, y a la media de los 9 últimos años.
Se distinguen dos tipos de síntomas, que se presentan en primavera o en verano.
Acariosis de primavera: Se producen malformaciones en las hojas, entrenudos cortos, crecimiento
irregular en los sarmientos y en algunos casos abortos de los racimos. En este periodo la incidencia de este
agente fue leve, alcanzando su nivel poblacional más elevado,
a principios de junio, con una media provincial de 0’6% de
cepas con presencia (1% en el año anterior).
Acariosis de verano: Las hojas expuestas al sol se vuelven
pardas en el haz, tomando posteriormente un color pardorojizo. Los racimos afectados aparecen como quemados y
pueden agrietarse los granos. En la segunda quincena de
junio, fue cuando este ácaro presentó el nivel más elevado de
incidencia para estos síntomas, con un 1% de cepas con
presencia de media provincial (2% en el 2014).
Se han observado síntomas provocados por este ácaro en el
22% de las Estaciones de Control Biológico (33% en la
campaña pasada).
Acariosis
Las variedades de hoja con abundante pilosidad, (TEMPRANILLO), han sido las más atacadas por este
ácaro.
Gusanos grises (Agrotis segetum, etc..)
Los daños son causados por las larvas durante la noche, las cuales
permanecen durante el día escondidas debajo de la tierra a poca
profundidad. Al tocarlas se enrollan sobre sí mismas en forma de
rosquillas. Los síntomas se localizan preferentemente en las yemas,
así que el momento crítico es al desborre. Se suelen observar daños
por este agente desde el estado fenológico “B2” (yema hinchada)
hasta el “F” (racimos visibles).
Oruga de Agrotis sp en vid.
En los muestreos realizados durante los meses de marzo, abril y mayo
no se detectaron daños en ninguna de las Estaciones de Control
Biológico de la provincia. En la campaña pasada si se detectó
incidencia de este agente.
Como técnica cultural eficaz, en aquellas parcelas con una mayor
incidencia, es aconsejable dejar malas hierbas en la hilera de la viña hasta el estado fenológico F, para
luego eliminarlas.
5
Oruga peluda (Ocnogyna baetica)
Este año se ha observado una mayor presencia de colonias
de oruga peluda durante el invierno, si lo comparamos con
la campaña pasada.
Recordar que las lluvias otoñales favorecen la salida de
los adultos. En cambio, las invernales le son
perjudiciales. Por lo tanto el mayor registro pluviométrico
en el transcurso de los meses otoñales del año 2014 y las
escasas lluvias en los meses invernales de enero y febrero
fueron más favorables para el desarrollo de este
Lepidóptero.
El momento crítico en el que pueden realizar más daño estas
orugas, es en el estado “B” desborre. Una vez que la yema
ha crecido convirtiéndose en pámpano, el daño que provoca
es mucho menor.
Ocnogyna baetica
A partir de la segunda quincena de marzo se produjo la dispersión de los integrantes de la colonia y se
observaron algunos daños a partir del estado “B” (desborre), ya a mediados de abril dejaron de detectarse.
Se ha observado presencia de este agente en el 28% de las parcelas que conforman la Red de Alerta. Los
índices más elevados tuvieron lugar, a finales de marzo, con una media provincial de 1% de yemas con
larvas, (0’6%, la campaña pasada). Los valores máximos, también fueron superiores a los alcanzados en la
media histórica (2006-2014).
El laboreo destruye gran número de crisálidas impidiendo que las mismas completen su ciclo.
Piral (Sparganothis pilleriana)
En esta campaña se ha detectado menor incidencia de este Lepidóptero, si lo comparamos con la campaña
pasada, y en términos generales los ataques han sido bajos y en parcelas
localizadas. Pasó parte del verano del año pasado, el otoño y el invierno en
diapausa, en forma de oruga recién nacida, refugiada entre la corteza de
las cepas y protegida por un capullo de seda.
A partir del mes de abril, empezaron a detectarse daños producidos por
piral, en algunas parcelas. Las larvas, desde que salen de sus refugios
invernales en el estado fenológico “D” (hojas incipientes) hasta la
crisalidación, se alimentan de las hojas e inflorescencias. Como viene siendo
habitual en todas las campañas, se observó más daño en cepas viejas y
rugosas porque en ellas suele encontrar mejores refugios debajo de las
cortezas, cuando esta en diapausa. También destacar que la distribución de
Larva de Piral
este agente dentro del viñedo no se suele producir de forma homogénea,
sino que es habitual una distribución por rodales.
Los índices medios provinciales, alcanzaron un máximo, en la primera quincena de mayo, de 0’8% de cepas
con presencia, (0’9%, la campaña pasada). A partir de ese momento, la incidencia fue disminuyendo, para
dejar de observarse a finales del mes de junio.
Conejos (Oryctolagus cuniculus)
Los conejos son animales sedentarios que rara vez se alejan grandes distancias de sus zonas de refugio,
por lo que los daños se producen en mayor abundancia en
parcelas limítrofes a éstas.
Debido al comportamiento gregario de estos mamíferos y a
sus características fisiológicas, los mayores daños se suelen
producir en la brotación del viñedo aunque se prolongan
durante todo el ciclo de cultivo. Estos daños son mayores en
años en los que la sequía provoca escasez de alimento. 6
Conejo en viñedo
El bajo registro pluviométrico en los meses de invierno y primavera de este año, provocó que no hubiera
recursos disponibles para estos mamíferos y utilizaron los viñedos para alimentarse. El porcentaje de cepas
dañadas por este agente ha sido superior a la campaña pasada y a la media histórica (2000-2014). Se han
detectado daños por conejos en el 39% de las parcelas.
Empezaron a detectarse daños desde el comienzo del seguimiento del cultivo (mediados de marzo),
manteniéndose en valores medios provinciales bajos, inferiores a 1’5% de cepas dañadas, en la época en
que los daños podrían haber comprometido la producción (desde el desborre hasta hojas incipientes). El
máximo provincial se observó, a principios de septiembre, con un 3’6% de cepas afectadas (2’4%, la
campaña pasada). Por Zonas Biológicas destacó La Sierra, con un 8% de cepas afectadas, en el mismo
periodo.
Se han realizado métodos preventivos, como el vallado de las parcelas y la protección de cepas jóvenes con
tubos de plástico, en las zonas donde se han observado mayores daños. Aunque estas técnicas dificultan
las labores del viñedo y encarecen el coste productivo del vino.
Mildiu (Plasmopara viticola)
Durante esta campaña la incidencia ha sido baja y con escasa trascendencia, en parte por la escasez de
lluvias en primavera que no favorecieron su dispersión.
Síntomas de mildiu en el envés
abril.
Durante el invierno el hongo permaneció, mayormente en las
hojas muertas de la vid, en forma de oospora “huevo de
invierno”.
Tras
haberse
registrado
las
condiciones
meteorológicas óptimas para el desarrollo de mildiu (brotes de la
vid de unos 10 cm., lluvia superior a 10 mm. en 1 ó 2 días, y
temperatura superior a los 10ºC), se constató la presencia de
síntomas en la provincia de Córdoba desde el 24 de abril.
El término municipal donde aparecieron las primeras
manchas aceitosas fue Aguilar de la Frontera en unas
parcelas donde las viñas están adelantadas con respecto a la
fenología dominante en la zona y que a principios de abril los
pámpanos estaban desarrollados aproximadamente 10 cm. Estas
contaminaciones primarias provenían de la lluvia del día 8 y 9 de
Posteriormente, tras las lluvias del 15 y 26 de abril, se detectaron nuevas “manchas aceitosas”,
observándose en el campo, en los días 28 de abril, 1, 3 y 4 de mayo, que seguían derivando de un 1º ciclo
de infección, en unos viñedos, que presentaban una fenología más atrasada de los términos municipales
de La Rambla, Montilla y Montemayor. A partir de este momento, las infecciones posteriores
(infecciones secundarias) la presencia de agua libre (rocío, condensación, etc) fue más que suficiente para
su inicio.
Las temperaturas suaves, en el transcurso del mes de mayo,
favoreció el desarrollo de estas infecciones secundarias y se
alcanzó, a principios del mes de junio, un máximo provincial de
0’93% de cepas con presencia, 0’23% de hojas con síntomas y
0’1% de racimos con síntomas. Por Zonas Biológicas destacó, Las
Arenas, con 1’71%, 0’43% y 0’1% de cepas, hojas y racimos con
síntomas, respectivamente.
A partir de la segunda quincena de junio y en los meses de julio,
agosto y septiembre, o bien por la escasez de lluvias, o bien por
las temperaturas medias elevadas, o por ambas condiciones
meteorológicas, no favorecieron el desarrollo y la dispersión de
este agente, permaneciendo nula su presencia en el cultivo.
Síntomas de mildiu en racimo
La incidencia de esta enfermedad ha sido superior a la campaña
pasada, pero inferior a la media histórica (2006-2014). Se ha detectado esta enfermedad en el 23% de las
Estaciones de Control Biológico que conforman la Red de Alerta.
7
Principales agentes en la época de floración (desde botones florales
separados hasta cerramiento del racimo):
Este periodo, en Córdoba, ha durado desde comienzos de mayo hasta principios de julio, cuando acaba el
cerramiento del racimo como estado fenológico predominante en la provincia.
En esta fase se puede ver comprometida tanto la cantidad como la calidad de la cosecha al afectar, plagas y
enfermedades, primero a la floración y más tarde a los racimos. También se puede ver afectado el normal
desarrollo vegetativo de las cepas.
Araña amarilla (Tetranychus urticae)
La incidencia, en términos generales ha sido más elevada en los
viñedos cordobeses, si lo comparamos con la media de las 9
campañas anteriores y también superior al año pasado. Se ha
observado presencia de este agente en el 70% de las parcelas
muestreadas (36% en el 2014).
Pasó el invierno como hembra adulta protegida en diversos
refugios: corteza de las cepas, suelo, hojarasca...En esta época, la
ausencia de lluvias favoreció la supervivencia de los individuos.
En primavera se trasladó a la vegetación herbácea, donde se
Síntomas de araña amarilla en haz
alimentó situándose en el envés de las hojas. A comienzos del mes
de abril empezó a emigrar de las “malas hierbas” hacia la vid y
comenzó a detectarse en los muestreos. Los primeros focos fueron escasos, situados en las zonas limítrofes
de la parcelas y en las hojas inferiores de la cepa. A medida que aumentaron las poblaciones de este ácaro,
su incidencia pasó de las hojas inferiores a las superiores.
Destacar que las elevadas temperaturas medias de abril, mayo y junio, acortó el ciclo del ácaro,
con lo que contribuyó a su rápida multiplicación. La incidencia fue aumentando progresivamente en el
transcurso de estos meses hasta alcanzar una máximo de media provincial de 6’4% de cepas con
presencia, a mediados de junio (2’9%, la campaña pasada). Por Zonas Biológicas destacó, Los Llanos, con
una media de 8’27%, en la misma semana.
El mes de julio se caracterizó por temperaturas máximas superiores a lo que viene siendo habitual en un
año medio, por lo que ayudo a que continuará el desarrollo poblacional de este agente, aunque con una
incidencia ligeramente inferior al mes anterior.
A partir del mes de agosto, hasta finalizar la recolección, la presencia en el cultivo de este ácaro fue
disminuyendo hasta situarse en niveles prácticamente nulos en el mes de septiembre.
En cuanto a su localización en hojas, se observó un máximo de media provincial de 2’6% de hojas inferiores
con presencia, para comienzos del mes de junio, y un 1’5% de hojas superiores con presencia, para el
mismo periodo.
Polilla del racimo (Lobesia botrana)
Tanto el número de capturas como el nivel de ataque de este lepidóptero
han sido bajos, durante toda la campaña 2015, con valores inferiores a
la media histórica (2006-2014) y al año pasado.
Como viene siendo habitual en todas las campañas anteriores, ha tenido
una distribución muy variable, en la que se alternan zonas localizadas
que han presentado una incidencia más elevada y otras con niveles muy
bajos.
Tanto las heladas registradas en invierno como las elevadas
temperaturas de mayo y en los meses estivales afectaron
negativamente a su población. Estas condiciones meteorológicas no
han sido favorables para su actividad.
Puestas
8
Posiblemente se halla partido de una baja población a la salida de la diapausa en invierno, debido a la
mortandad provocada por las heladas registradas fundamentalmente en el mes de enero.
Destacar que las capturas han presentado unos valores, generalmente,
por debajo de la media histórica 2006-2014. Se han detectado capturas
en el 94% de las Estaciones de Control Biológico que conforman la Red
de Alerta.
La primera generación coincidió con los racimos en formación y en
floración. La incidencia de esta generación pasó prácticamente
desapercibida. En cuanto al porcentaje de racimos con puestas y larvas,
prácticamente no se observó. No fue el caso del porcentaje de racimos
con glomérulo que si se observaron, alcanzando un máximo de media
provincial de 1’8% (5’9%, la campaña pasada).
Larva
Sin embargo, los niveles de captura fueron ligeramente superiores a la
campaña pasada, alcanzándose un máximo en la tercera semana de abril de 1 adulto por trampa y día,
(0’2, en el año anterior). Después de pasar por cinco estadios larvarios, las orugas abandonaron las inflorescencias para crisalidar,
preferentemente sobre las hojas. El vuelo de la segunda generación se inició a partir de la segunda
quincena del mes de mayo, alcanzando un máximo a principios del mes de junio, con una media provincial
de 1’9 adultos por trampa y día, (4’6, la campaña anterior). Las hembras ovopositaron sobre las bayas
verdes, usualmente sobre la zona más sombreada, registrándose un máximo provincial de 1’3% de racimos
con puestas en la segunda semana de junio, (5’4% en el 2014). Las larvas emergieron de los huevos para
posteriormente perforar y penetrar dentro de las bayas. A mediados de junio fue cuando se alcanzó el
máximo nivel de ataque con 0’4% de racimos con larvas, (4’1%, la campaña pasada).
La tercera generación de este lepidóptero presentó también una incidencia inferior a la campaña anterior.
Esta última generación se inició a principios de julio, alcanzando un máximo en la tercera semana de este
mes, con una media provincial de 1’2 adultos por trampa y día, (1’7, en el 2014). La hembra deposito los
huevos superficialmente en las bayas en envero o maduración, observándose el mayor porcentaje de
racimos con puestas, a mediados de julio, con una media provincial de un 0’4%, (10’2%, en la campaña
anterior). Tras la eclosión, se llegó a un máximo de un 0’4% de racimos con larvas, (3’8%, en la campaña
anterior) y 2% de racimos con penetraciones, (10’2%, el año pasado).
Se ha observado incidencia en racimo de este agente en el 47% de las parcelas muestreadas.
Mosquito verde (Jacobyasca lybica y/o Empoasca spp)
Los niveles de ataque de mosquito verde, han sido similares, con respecto a la campaña pasada y
superiores a la media histórica (2006-2014). A pesar de ello, los daños observados han sido escasos, no
habiendo que destacar defoliaciones importantes que dificultaran el
normal agostamiento de los sarmientos y la maduración de la uva.
Se observó incidencia de este agente en el 97% de las Estaciones de
Control Biológico.
Al igual que en campañas anteriores este agente comenzó a
observarse sobre el cultivo a principios de junio, estando presente
hasta que finalizaron los muestreos (en la segunda quincena del mes
de septiembre).
La incidencia al principio se mantuvo baja hasta finales de junio. A
partir de esa fecha empezó a aumentar progresivamente su
presencia, beneficiada por el aumento de temperaturas que
favorecieron el desarrollo poblacional de este agente.
Adulto de Mosquito verde
Este incremento de la población alcanzó un máximo, a comienzos de septiembre, de 22’7% de hojas con
presencia y de 0’5 insectos por hoja, (20’4% y 1’4, en la campaña pasada, respectivamente).
La Zona biológica con mayores poblaciones ha sido Las Arenas, con un máximo de hasta un 46’2% de hojas
con presencia, a finales del mes de agosto. Las variedades más afectadas han sido las tintas y las
plantaciones nuevas.
9
Oidio (Uncicula necator)
En el 2015, la incidencia de oídio ha presentado unos niveles de
ataque bajos, muy por debajo de lo que se alcanzó en la campaña
pasada y en la media histórica (2006-2014). Se observó presencia
de este agente en el 77% de las Estaciones de Control Biológico
(100% en el 2014).
Destacar que la humedad ambiental es muy importante e influye en
el desarrollo de la enfermedad. Con humedades relativas altas
sin lluvias, germinan las conidias. Por lo tanto, la extremada
sequedad a lo largo de la primavera y el verano de este año, no ha
favorecido la proliferación de esta enfermedad.
Hay dos periodos donde las viñas son más susceptibles a contraer
Síntomas de oídio en hoja
esta enfermedad: Desde prefloración hasta baya tamaño grano
guisante y desde el cerramiento del racimo hasta el envero. La incidencia, a partir de este último
punto comienza a decrecer hasta ser tolerantes, debido a la imposibilidad que tiene el hongo de penetrar
por la cantidad de azúcar acumulada en las bayas.
En la primera quincena del mes de mayo, cuando había una alta sensibilidad a la infección de este hongo,
(estado fenológico de Floración “I“), se observaron los primeros síntomas de esta enfermedad. La
incidencia fue muy baja, alcanzándose unos valores de 0’3% de cepas afectadas y 0’2% de racimos con
síntomas, para esas fechas.
Desde finales del mes de mayo, cuando se estaba produciendo el
cerramiento del racimo, los niveles de ataque aumentaron progresivamente,
alcanzando un máximo provincial de 6’3% de cepas afectadas, 2% de hojas
con síntomas y 1’4% de racimos dañados, para finales del mes de junio.
En los meses de julio y agosto, las altas temperaturas registradas y la
ausencia de días nublados acompañado de humedad relativa alta y sin
precipitaciones, limitaron su desarrollo, la incidencia fue disminuyendo,
hasta situarse en un 0’8% de cepas afectadas, 0’1% racimos con síntomas
y 0’1% de hojas afectadas, a mediados de agosto. A partir de esa fecha
hasta final de campaña dejó de detectarse esta enfermedad en las parcelas
que conforman la Red de Alerta.
Síntomas de oídio en racimo
La Sierra ha sido la Zona Biológica donde la enfermedad ha tenido mayor
incidencia, con un 12% de cepas afectadas, 3’5% racimos con síntomas y
3’8% de hojas afectadas, en la primera semana de julio.
Enfermedades fúngicas de la madera (Yesca, Eutipiosis, Enfermedad de
Petri, Pie Negro…)
El concepto de Enfermedades fúngicas de madera en vid, engloba
diversas patologías de origen fúngico que comparten como
característica común la alteración interna de la madera que parasitan,
produciendo fenómenos de necrosis o pudrición. Su progresión suele
conllevar la muerte del individuo atacado en un periodo de tiempo
indeterminado, que puede variar desde 1-30 años. Los síntomas de estas enfermedades se hacen más evidentes en
periodos de escasez de lluvias. Por lo tanto, se realizó en el transcurso
del mes de agosto un muestreo puntual en una gran parte de las
Estaciones de Control Biológico para determinar la incidencia de
enfermedades fúngicas de la madera. La incidencia fue baja, con
Hoja afectada por Yesca
una media provincial inferior a 0’1%. Se observaron síntomas en cepa
por estos agentes en el 10% de las parcelas donde se había realizado el muestreado. (30%, en la campaña
pasada).
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Principales agentes en la fase de maduración (a partir del envero):
Esta fase comienza a mediados de julio de manera generalizada en toda la provincia.
Los principales agentes nocivos son enfermedades (podredumbres) que van a ser favorecidos, entre otros
factores por uvas rajadas por lluvias en maduración, ataques de lobesia, ataques de oidio, racimos
apiñados (poco aireados) y racimos en contacto con el suelo.
Podredumbres de racimo (Podredumbre Gris, P. Acida, P. Secundarias).
La mayor o menor presencia de daños por podredumbre gris
(Botrytis cinerea), podredumbre ácida, (olor a vinagre) y/o
podredumbre secundaria (causadas por diversos hongos), durante el
periodo de maduración, dependerá entre otros factores de la incidencia
de heridas producidas por la polilla del racimo y/o oidio en los
racimos, agravándose en periodos de lluvias, humedad relativa elevada
y temperaturas suaves.
Por lo tanto, los escasos daños producidos por la polilla del racimo y
el oidio, junto con la escasez de precipitaciones en el transcurso de
esta campaña no favorecieron el desarrollo de estas enfermedades.
Daños por Aspergillus niger
La presencia de estos agentes en la etapa final del cultivo fue inferior al
año pasado y a la media histórica (2006-2014). Solo se detectó
incidencia de racimos afectados por podredumbres secundarias en el
17% de las parcelas.
Dentro de las podredumbres secundarias (Aspergillus niger, Cladosporium herbarum, Alternaria
sp, Rhizopus nigricans), la más común fue Aspergillus niger en la provincia de Córdoba.
Las podredumbres secundarias comenzaron a detectarse a partir de la segunda quincena de agosto,
alcanzando un máximo de 1’2% de racimos afectados de media provincial, en la época de recolección,
(5’4%, en la campaña pasada). Por Zonas Biológicas, la más afectada fue La Sierra con un 2% de racimos
afectados.
ENLACES DE INTERÉS
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La utilización de productos fitosanitarios precisa de formación, que asegure los máximos niveles de
protección del medio ambiente, la seguridad de las producciones y la salud del agricultor. Andalucía,
desde el año 2007 tiene regulados los requisitos de formación y la obtención de un carné que habilita
para la correcta utilización de los productos fitosanitarios. (Ampliar información).
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Aquí puede consultar todo lo relativo a la GESTIÓN INTEGRADA DE PLAGAS. Están disponibles
algunas Guías de Cultivos.
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Está disponible en la web RAIF el acceso al nuevo cuaderno de explotación, siguiendo las directrices
del Real Decreto 1311/2012.
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Acceda al VISOR RAIF si desea consultar la situación fitosanitaria por Provincia y/o Zona Biológica.
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La Unión Europea ha regulado por vez primera y de forma general el uso de los plaguicidas. Consulte
la Directiva 2009/128/CE del Parlamento Europeo y del Consejo, de 21 de octubre de 2009,
por la que se establece un marco de actuación comunitario para conseguir un uso sostenible de los
productos fitosanitarios. Para conocer la trasposición de dicha Directiva a la normativa nacional
consulte el Real Decreto 1311/2012, de 14 de septiembre.
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Para obtener información, en el marco de la producción integrada, sobre aquellas prácticas
obligatorias, prohibidas y recomendadas, así como de la estrategia de control a seguir, consulte el
Reglamento Específico de Producción Integrada de Vid.
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Consultar la relación de materias activas de Insecticidas, Fungicidas y Acaricidas autorizadas en
Producción Integrada de Vid.
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Consultar la relación de materias activas de Herbicidas autorizadas en Producción Integrada de Vid.
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Para consultar más sobre la Producción Integrada en Andalucía acceda a este apartado.
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Consultar en el Registro de Productos Fitosanitarios del MAGRAMA
autorizadas en el cultivo de Vid.
las materias activas
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Consultar el Protocolo de campo del cultivo de Vid.
¾
Descargar el programa informático Triana cultivos así como sus actualizaciones. Está disponible
una nueva versión, la 7.0. La principal novedad de esta versión está en la generación de los
Cuadernos de Explotación de Gestión Integrada para explotaciones con diferentes cultivos, en
Producción Integrada y/u otros sistemas de Gestión Integrada de plagas.
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