universidad técnica particular de loja

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UNIVERSIDAD TÉCNICA PARTICULAR DE LOJA
La Universidad Católica de Loja
TÍTULACIÓN DE MAGÍSTER EN LITERATURA INFANTIL Y
JUVENIL
Análisis narratológico de la obra Bruna, soroche y los tíos de Alicia
Yánez Cossío con relevancia en los personajes femeninos María
Illacatu, Camelia Llorosa y Bruna
TRABAJO DE FIN DE MAESTRÍA
Autora: Celi Garcés,Yolanda Susana
Directora: Espinoza Ramírez, María del Carmén Mgs.
CENTRO UNIVERSITARIO QUITO
2015
Esta versión digital, ha sido acreditada bajo la licencia Creative Commons 4.0, CC BY-NYSA: Reconocimiento-No comercial-Compartir igual; la cual permite copiar, distribuir y
comunicar públicamente la obra, mientras se reconozca la autoría original, no se utilice con
fines comerciales y se permiten obras derivadas, siempre que mantenga la misma licencia al
ser divulgada. http://creativecommons.org/licenses/by-nc-sa/4.0/deed.es
2015
APROBACIÓN DEL DIRECTOR DEL TRABAJO DE FIN DE MAESTRÍA
Magíster
María del Carmen Espinoza Ramírez.
DOCENTE DE LA TITULACIÓN
De mi consideración:
El presente trabajo de fin de maestría, denominado: “Análisis narratológico de la obra Bruna,
soroche y los tíos de Alicia Yánez Cossío con relevancia en los personajes femeninos: María
Illacatu, Camelia Llorosa y Bruna." realizado por Yolanda Susana Celi Garcés., ha sido
orientado y revisado durante su ejecución, por cuanto se aprueba la presentación del mismo.
Loja, febrero de 2015
f) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
I
DECLARACIÓN DE AUTORÍA Y CESIÓN DE DERECHOS
“ Yo Yolanda Susana Celi Garcés declaro ser autor (a) del presente trabajo de fin de maestría:
“Análisis narratológico de la obra Bruna, soroche y los tíos de Alicia Yánez Cossío con
relevancia en los personajes femeninos: María Illacatu, Camelia Llorosa y Bruna", de la
Titulación Maestría en Literatura Infantil y Juvenil, siendo María del Carmen Espinoza
Ramírez director (a) del presente trabajo; y eximo expresamente a la Universidad Técnica
Particular de Loja y a sus representantes legales de posibles reclamos o acciones legales.
Además certifico que las ideas, concepto, procedimientos y resultados vertidos en el presente
trabajo investigativo, son de mi exclusiva responsabilidad.
Adicionalmente declaro conocer y aceptar la disposición del Art. 67 del Estatuto Orgánico de la
Universidad Técnica Particular de Loja que en su parte pertinente textualmente dice: “Forman
parte del patrimonio de la Universidad la propiedad intelectual de investigaciones, trabajos
científicos o técnicos y tesis de grado que se realicen a través, o con el apoyo financiero,
académico o institucional (operativo) de la Universidad”
f. ..............................................................
Autor Celi Garcés, Yolanda Susana
Cédula 1707969919
III
DEDICATORIA
A Raúl, Sharian, Maite, Marthin por permitirme volar sin cuestionarme.
VI
AGRADECIMIENTO
A todos quienes fueron parte de este proyecto de crecimiento personal y profesional.
VI
ÍNDICE DE CONTENIDOS
Certificación ……………………………………………………….……………….
…………………………………………………………….
III
……………………………………………….……………………
IV
Cesión de derechos
Dedicatoria
II
Agradecimiento …………………………………………………….…………..…
Índice de contenidos
……….……………………………………………….….
Resumen ……………………………………………….………………. ………….
V
VI
1
……………………………………………….…………………
2
Introducción……………………………………………….………………………
3
Objetivos ……………………………………………….………………………….
5
Abstract
CAPÍTULO I MARCO TEÓRICO
1.1.
Generalidades sobre la Literatura infantil y juvenil ………………...…
7
1.2.
Definición de la Literatura Infantil y juvenil………………….……..…
12
1.3.
Características ……………………………………………………….…....
13
1.4.
Funciones …………………………………………………..………….
13
1.5.
Panorámica de la LIJ en el Ecuador …………………………………...
15
1.6.
Clasificación de la LIJ ……………………………………………..……
17
1.7
El receptor adolescente como protagonista de la literatura
1.8
infantil y juvenil ……………………………………………………..…
17
La narratología y sus elementos…………………………………….….
19
1.8.1. Concepto de narratología ……………………………………..
19
1.8.2
Elementos
…………………………………………………
20
CAPÍTULO II MARCO METODOLÓGICO
2. 1.
Diseño general de la investigación
2.1.1. Tipo de investigación ………………………………………......
29
2.1.2. Metodología…………………………………….……..……….
29
CAPÍTULO III
MARCO NARRATOLÓGICO DE LA NOVELA:
BRUNA, SOROHE Y LOS TÍOS
3.1. Vida y obra de la escritora Alicia Yánez Cossío ………..…….………...
32
3.2. Análisis narratológico…………………………………………….....…....
36
VI
3.2.1. El realismo mágico en la obra Bruna, soroche
y los tíos ………………………………………….…….….......
3.2.2. Estructura de la novela ………………………………….….......
40
3.2.3. Intertextualidad de la novela …………………………….….….
42
3.2.4. Narrador …………………………………………………..….….
47
3.2.5. El estilo …………………………………………….…..…….…
49
3.2.5. La trama …………………………………………….….……..…
50
3.2.6. Los motivos …………………………………………..……....….
47
El tiempo …………………………………………….…,,………
51
3.2.7
3.2.8. Personajes …………………………………………..….……….
3.3.
37
54
Análisis de los personajes femeninos de la obra Bruna,
soroche y los tíos, según la Teoría Narrativa de
Mieke Bal……………….………………………………..…….….....….
55
CONCLUSIONES …………………………………………………..…….…..…
69
RECOMENDACIONES ……………………………………………..……….....
71
REFERENCIAS ……………………………………………………………..…..
73
VI
RESUMEN
El tema de investigación se centra en el análisis narratológico de la obra de Bruna, soroche y los tíos de
Alicia Yánez Cossío, con relevancia en los personajes femeninos, cuyo objetivo es descubrir los
elementos que conforman la obra y la relación de la mujer adolecente con los jóvenes lectores en la
actualidad. Para dicho estudio se procedió a utilizar una metodología basada en un método deductivo,
aplicando la técnica específica de bibliografía documental. La literatura infantil y juvenil ecuatoriana
otorga una herramienta de crecimiento y pleno gozo a los adolescentes con obras como las de una de las
autoras más notables de la historia ecuatoriana, Alicia Yánez Cossío, que comparte y amplía sus alas
con la novela contemporánea, Bruna, soroche y los tíos Una historia que abarca la evolución de una
familia, utilizando un lenguaje exquisito, pero a la vez revelador que denuncia el rechazo a lo indígena.
Nos consiente validar a los jóvenes en todo espacio de acción y recabar valores sublimes del ser. La
codificación viene simbolizada por la mujer con sus diferentes formas de pensar, sus experiencias y sus
trayectorias de vida.
Palabras claves: identidad, jóvenes, adolescencia, mujer, valores, narrativa, literatura.
1
ABSTRACT
The research topic focuses on the narratology analysis of the work of Bruna, altitude sickness and Alicia
Yánez Cossío uncles, with emphasis on the female characters, whose goal is to discover the elements that
make up the work and the relationship of the teen woman with young readers today. For this study was to
use a methodology based on a deductive method, by applying the specific technique of documentary
bibliography. Ecuadorian children's and youth literature gives a tool of growth and full joy to teens with
works such as the one of the most notable authors of Ecuadorian history, Alicia Yánez Cossío, which
shares and extends its wings with the contemporary novel, Bruna, altitude and the guys a story covering
the evolution of a family, using exquisite language, but at the same time revealing that denounces
rejection of the indigenous. It consents us validate youngsters throughout space of action and gather
values...
Key words: identity, youth, adolescents, women, values, narrative, literature.
2
INTRODUCCIÓN
Los docentes hoy en día estamos inmersos en un campo hostil, los jóvenes hacen uso de la tecnología
como su medio de lectura y comunicación entre pares, o simplemente la utilizan como una poderosa
herramienta didáctica que soluciona, en la mayoría de los casos, sus tareas y quehaceres propios de su
edad. Además complementa su parte afectiva y sus relaciones. Por otro lado, la falta de motivación y de
promoción lectora constituye un factor determinante en que éstos accedan a los libros, los lean, los
disfruten, los analicen, y los vivencien. Han dejado a un lado los libros y por ende la literatura. Situación,
que enfrentarla, demanda establecer una serie de estrategias que permitan vincularnos nuevamente con
los textos.
El mundo globalizado ha aportado su granito de arena en este problema, es por ello que buscamos
reencontrar al joven estudiante con la literatura, pero aquella que lo valide y lo vuelva a la realidad, que
le permita reencontrarse y sobre todo validarse como ser humano único, si social, pero identificado y
empoderado de su vida. Textos literarios como el de Alicia Yánez Cossío, determinan varias posturas e
historias de mujeres y hombres ecuatorianos, de sistemas comunes de convivencia, de las apariencias,
de las realidades y de las relaciones que existen como seres que viven en comunidad. El análisis y la
trasgresión a la norma impuesta como buena, es imprescindible rescatarla en este texto lo que les ayudará
y beneficiará en reconocerse y reconstruirse dentro de una campo de batalla, como es el poder ser parte
de un grupo asumiendo y tomando posturas erróneas, equívocas, pero ante todo que no les permiten ser.
La literatura conlleva ese potencial, esa esencia que nos permite crecer, el determinar quiénes somos, y
qué queremos para nuestras vidas, ser parte de un mismo pensamiento globalizador o simplemente ser.
Embebidos en sus letras, sumergidos en su poder de la palabra, podemos utilizarla como una herramienta
válida que nos consolide con los jóvenes lectores, para ayudarles a buscar su identidad.
La lectura de obras literarias tiende a ser abarcadora, los libros para niños y jóvenes representan un
universo plural y fascinante que está en expansión permitiendo exploraciones de diversos ángulos
otorgando al lector lazos de emotividad muy sólidos por la credibilidad que éste le presente o por el solo
hecho de verse reflejado en muchas de las situaciones que viven los personajes. Estas experiencias son
únicas, porque además de validarnos como individuos apelan a nuestros corazones y expande nuestro
mundo real y ficcional. Es así que la presente investigación pretende dar a conocer a los lectores la valía
y actitudes positivas de las jóvenes mujeres de varias épocas, remontarlos a la historia con ciertos pasajes
que determinan una época de colonia, de mestizaje, de rebeldía y de soberbia.
La propuesta literaria de Alicia Yánez Cossío en Bruna, Soroche y Los Tíos si bien es cierto es nueva,
creadora, propositiva en el mundo de las letras, también tiene base social cierta, objetiva, pues ese rancio
3
y repetitivo comportamiento de negar raíces, negar devenires, no es nuevo en nuestra sociedad, es un
patrón que ha logrado subsistir desde la colonia hasta nuestros días
El trabajo de investigación consta de cuatro capítulos demostrando y analizando los roles de la mujer
como personaje en la literatura infantil mediante el análisis narratológico de los personajes. En el
primer capítulo hacemos un recorrido, con la ayuda del profesor Hernán Rodríguez Castelo, por la
historia e inicios de la Literatura Infantil y juvenil, su concepto, funciones. Los exponentes de la LIJ y
la participación de la mujer en las letras y artes. De forma breve revisamos a la mujer en la literatura
pretendiendo dar a conocer los episodios y formas de aporte de ésta.
Un segundo capítulo, muestra el diseño general de la investigación, la metodología utilizada, el
planteamiento y justificación de la investigación, así como los objetivos que se pretende cumplir. El
tercer capítulo advierte sobre una introducción a términos de la narratología, propios a ser utilizados en
este corpus, y los elementos que le componen, dando énfasis en el personaje, como parte relevante de
nuestra investigación.
El cuarto capítulo, relata la vida y obra de la autora, algunas críticas sobre su obra y analiza en base a
acontecimientos citados de la novela Bruna, soroche y los tíos, a las mujeres que mayor participación
tienen en la obra. Realizamos el análisis narratológico de la obra e incursionamos brevemente en la
intertextualidad de la novela con obras de la literatura de diferente género.
Los siguientes dos apartados se remiten a la conclusión y recomendación de la lectura de obras de Alicia
Yánez Cossío, y el reconocimiento a su obra magistral en donde la mujer es protagonista de su propia
vida, como compañera, como madre, como hija.
La lectura enriquece, alimenta nos nutre, el indagar textos que presenten temáticas actuales
controversiales, que nos permitan dar una mirada diferente, enriquece positivamente al ser humano, le
da las herramientas suficientes para validarse como tal y sobre todo para alzar la voz y dejarse escuchar.
Un texto, que no solo debe ser leído debe ser analizado, llevado a paneles de trabajo en los colegios, ya
que su riqueza literaria permite el mirar por varios espejos.
La metodología utilizada para el presente trabajo de investigación está basada primeramente en una
investigación deductiva ya que partimos de hechos generales para explicar fenómenos particulares como
es el caso específico del personaje mujer en la obra de Yánez Cossío.
En cuanto a la técnica la herramienta específica es la bibliográfica, basada en la indagación de libros,
artículos e Internet como fuentes de información que mediante la lectura, comprensión y análisis nos
lleva al conocimiento de la obra y de sus personajes, examinando con profundidad el tema (personaje).
4
Objetivo General:
a. Realizar un análisis narratológico de la novela Bruna, soroche y los tíos, con énfasis en los
personajes femeninos: María Illacatu, Camelia Llorosa y Bruna descubrir elementos que la
las generalidades de la historia de la literatura infantil y juvenil.
a. Determinar, en base a la historia, los roles que la mujer que ha cumplido como personaje
en la Literatura infantil
b. Analizar narratológicamente la obra de Alicia Yánez Cossío, Bruna soroche y los tíos.
.
5
CAPÍTULO I MARCO TEÓRICO
6
1.1. Generalidades sobre literatura infantil y juvenil
Siglos antes la literatura para niños y jóvenes estaba coartada, restringida, su constricción era
muy fuerte. Grecia, en donde se encuentra según Rodríguez Castelo (2014) “la mayor parte de
las categorías mentales y espirituales en general del hombre occidental” insertan y existe
cierta preocupación por el niño pero únicamente como un individuo que debe ser formado,
educado. Con Platón se genera la formación de una nueva élite, basada en la educación “con
una larga tradición pedagógica aristocrática”. El Teognis de Megara, colección de poemas
cantados al son de una flauta en los banquetes en donde el poeta dirigía su discurso a Cirno,
hijo de Polipao como una tradición formativa de los jóvenes, o como las Fábulas, pieza
imprescindible de la tradición didáctica moralista popular de aquellos siglos La fábula según
el texto de Rodríguez Castelo (2014) consultado, adjudica su génesis a Grecia, siglo VII a.C.
escritas por Hesiodo, “El halcón y el ruiseñor”, posteriormente aparecen fábulas en Arquíloco
con “El águila y el zorro” y Semónides con “El escarabajo y el águila”; todas las fábulas
que tomaron un tinte de género popular y tradicional y que fueron utilizadas como medio de
enseñanza didáctica y moral. Más tarde fueron recopiladas y se las conocieron con el
nombre de “fábulas esópicas”, cuya característica principal era de ser representadas por
animales. En un inicio se las utilizaba para hacer una protesta social, como el caso de
Hesiodo y Arquíloco cuya connotación política es una crítica a la arbitrariedad de esos
tiempos por parte de los poderosos, luego, como ya mencionamos se van transformando y son
trasmisoras de enseñanzas morales.
Secuenciando históricamente que esta época estaba decretada, según los estudios, en educar a
los jóvenes, en formar en valores y moral para que puedan ejercer altos cargos; más, no se
evidencia aún que estos textos hayan sido leídos por niños o jóvenes que no estaban dentro de
estos grupos “selectos”, el poder determinaba quien los leía y quien no, sin implicaciones del
corpus de la lectura, sino del mensaje que quería este emanar.
Rodríguez Castelo (2014), menciona también que, los romanos no se alejaron mayormente de
las concepciones que hasta el momento se tenía en Grecia, y al tratamiento mismo de los
textos. Acto relevante es Jenofonte quien por medio de la sátira, como un mecanismo de
protesta a las costumbres de ese tiempo en sus primeros escritos toma al niño y al joven como
su norte, pero igualmente no va dirigido hacia ellos, sino a la forma como deben comportarse
dentro de la sociedad, por ello los padres son los encargados de dar lectura y aplicar la norma,
por así decirlo, hacia sus hijos. Por lo contrario, Quintanillo, consolida esta idea de corpus
psicológico, moralista y costumbrista, en la que se alude al niño y al joven, pero nuevamente
con situaciones de orden comportamental. Para1685aparece el primer libro considerado para
7
niños Orbis sensualium pictus del obispo de los Hermanos Moravo, Jan Amos Komensky,
conocido como Comenius
Pese a la diferencia en tiempo, no se ve aún cambios relevantes en el tratamiento de la literatura
para niños en los primeros tiempos cristianos, éstos seguían amparando en sus discursos
imposiciones formalistas y pedagógicas. Un ejemplo es la lectura del evangelio como la base
para la formación del individuo, el nombre del niño aparecía en estos. Para el Medioevo, en la
Edad Media, Isidoro de Sevilla “sabio de saberes” como lo llama Hernán Rodríguez Castelo
(2011, p.53), estableció seis etapas en la vida del hombre respaldándose en los poderes
cabalísticos y en la mitología, estableciendo símiles entre las edades del ser humano y la de los
animales. La educación del niño no tuvo mayores variantes, seguía siendo estratificada dependía
de su condición social-económica para formar monjes, caballeros, guerreros o para aquellos del
claustro o la corte.
Algunos autores que refieren al niño en el cristianismo como simple ejemplo:
Pablo: Apóstol en la carta a la comunidad, como doctrina moral y teológica: Hijos,
obedeced a vuestros parientes en el Señor. Porque esto es lo justo. Honra a tu padre y
madre(…)
El Pastor de Hermas, tenido en un tiempo como un libro canónico, escrito por Hermas, dice:
Porque, al modo que el herrero, dando con el martillo sobre su obra, logra fabricar el
objeto que quiere, así la palabra justa, a diario repetida, llega a dominar toda maldad.
No dejes, por tanto, de reprender a tus hijos, pues yo sé que, si se arrepienten de todo
corazón, serán escritos en los libros de la vida de santos (pp. 40-41)
Agustín de Hipona, relata en su libro Confesiones, una serie de eventos dedicados al comienzo
de la historia de la creación con la suya propia.
(…) De donde puede inferirse que en la infancia la pequeñez y delicadeza de aquel
cuerpecito no puede hacer daño; pero que el ánimo, aun en aquella edad, no es inocente
Me pusieron en la escuela para que aprendiese a leer y escribir, en lo que yo no advertía
qué utilidad pudieses haber (…)
Rodríguez Castelo (2014) clasifica los orígenes de la LIJ en varias épocas o momentos. Un
primer período lo define como la prehistoria pese que aún no existe la literatura para niños y
jóvenes, pero prexisten elementos que se van a relacionar con ella, según Rodríguez Castelo,
cuatro nombres sobresalen, Agustín de Hipona con las Confesiones, sobre el placer a la lectura,
leía pues relatos de ficción, remitiéndonos a la Eneida (397-400). Erasmo, figura fundamental
de la cultura, hombre más brillante del Renacimiento época en donde se recupera la literatura y
el pensamiento clásico, luego del período de la edad media, éste presta atención al niño y al
8
joven, y a la lectura, con un arte de leer e interpreta a los autores, su obra los Coloquios
(1516). Luis Vives con Diálogos (1516), pensaba que los textos de Erasmo no eran adecuados
para los niños, y Montaigne, última figura del Renacimiento, sus obras importantes son los
Ensayos (1580) tuvo gran importancia en haber mirado o penetrado en el mundo de los niños.
Uno de sus ensayos escribe (ensayo 25, libro 1ro) sobre su fascinación a leer las fábulas de
metamorfosis de Obidio escrito en versos en latín. Resquicios de aproximación al hecho de la
LIJ, pero fundamentales.
En los primeros pasos de la LIJ, tres libros Francois de Salignar de La Motte Fenelo (16511715), Las aventuras de Telémaco, su propósito acercan al niños al a literatura clásica, evitando
el peligro que está tenía, es por ello que mediante este libro escribe la historia Homérica. Jean
de la Fontaine, autor de Fábulas (1688) tomando historias que se contraponen a la realidad y
que se leían para el deleite;
y el de Giulio Cesare Croce, Bertoldo y Bertoldino (1606) y
Cacaseno, publicación póstuma. Sus corpus eran burlescos, se los utilizaban para la diversión.
El cuento y textos de los cuales se apropian los niños, se nombra a figuras que llaman la atención
por sus posibles relaciones con los niños, como: Giovanni Bocaccio, Decameron (1350-1353)
que menciona que no era textos para niños, sino dedicado para mujeres; libro que inaugura el
cuento moderno. Don Juan Manuel con el Conde Lucanor (1325.1335) y Geoffrey Chaucer,
Cuentos de Canterbury (equivalente al Decameron en la literatura inglesa) (1386.1400),
Francesco Straparola, La Piacevoli Notti (1550-1556), cuentos que eran contados para placer o
diversión, libro escrito para mujeres, el niño aún seguía invisible, como menciona Rodríguez
Castelo. Jean Battista Basile, que escibe El cuento de los cuentos conocido también como el
Pentamerón (1634-1636), cuentos contados en cinco días, quien alude a los oyentes más
pequeños y aparee éste cuando autor había ya muerto. Libro del Barroco italiano cuya escritura
era bastante difícil, por ello se asume que el niño no estaba inserto en estos ámbitos.
En este florecer del cuento, llegamos al primer libro de literatura infantil con Charles Perraut
(1628.1632), con cuyos cuentos la literatura infantil comenzaba a adaptarse a los niños. Su
primer libro Historias o cuentos de antaño con moralejas, también conocido como Cuentos de
mamá oca. Tomando algunos cuentos como El gato con botas, Piel de asno, entre otras, que las
reescribe en francés con gran calidad, obviando lo académico y aportando más al
entretenimiento y goce mismo de la lectura.
Jean Marie Leprince (1711-1780), escribe La bella y la bestia (1757), cuento que se constituyó
en una obra maestra de la literatura infantil. Para Daniel Defoe (1660-1731), con su obra
Robinson Crusoe (1719) mientras que Jonathan Swit (/1726) Viajes de Gulliver. Ninguno de los
dos libros fue escrito para niños, dándose un hecho bastante importante en la Literatura infantil
9
que es la apropiación, siendo libros que no fueron escritos para ellos, pero estos, se adecúan ya
que gozan de estas obras sintiéndose en terrenos propios.
La literatura infantil debe estar ubicada en relación de la Literatura misma y de la cultura de la
infancia para poder determinar su proceso y posterior consolidación, es así que pasamos a la
época del Romanticismo, dos grandes poetas alemanes, Ludwing Achim von Arnim y Klement
Brentano publican La cornucopia (cuerno de la abundancia) de los jóvenes y la cornucopia de
los niños (1806-1808), que son una recopilación del folklor de los pueblos alemanes, canciones,
adivinanzas, para que estén al alcance de todo el pueblo, adultos, jóvenes y niños. Entre los
colaboradores de la cornucopia están dos personajes importantes en la LIJ los Hermanos Grimm.
Albert von Chamisso, escribe un cuento para distracción de los hijos de un amigo, Peter
Schlmihl o El hombre que vendió su sombra (1813). En este movimiento aparecen dos nombres
fundamentales, Jacob y Wilhelm Grimm (1785 – 1863) escriben el libro Cuentos para niños y
el hogar que aparece en 1812, enriqueciéndose con nuevos cuentos y editándose hasta 1822. Al
inicio no fue pensado como un libro para niños, pero estos se fueron, como ya aludimos,
apropiándose de ellos. Culmina este camino con Hoffman (1776-1822), autor alemán que
penetra en el misterio, en lo extraño en lo fantástico, obras como el Puchero de oro; y, Mary
Shelley con Doctor Franskestein o el moderno Prometeo (1817).
Aparece luego la novela histórica y de aventura, fascinantes para jóvenes y niños, Sir Walter
Scott con Ivanhue (1819); Victor Hugo con “Notre Dame de Paris” (1831) y Los Miserables
(1862), con muchas versiones cinematográficas. Alejandro Dumas, hace una incursión en la
historia de Francia con su obra Los tres Mosqueteros, editadas en folletines. Paul Febal El
jorobado o Enrique de Lagardere . En la etapa del Realismo, incursiona en un mundo real,
haciendo uso de los folletines, nos enconramos con Edgar Allan Poe, otro ícono en la literatura,
cuentos como con Narraciones extraordinarias y Cuentos de lo grotesco y de lo arabesco
(1840).
Por otro lado, damos un salto más y nos adentramos en lo que Hernán Rodríguez Castelo titula
(Los grandes escriben para niños y jóvenes. Primera hora plenitud de la literatura infantil
juvenil”, grandes autores escriben expresamente para niños y jóvenes, tomando en cuenta que
en esta época el mercado pesaba tanto en la literatura y el público infantil era inmenso motivaba
para que se escriba libros para niños. Es así que el realismo aparece con mucha fuerza sin quitar
sus matices de fantasiosa, con Hans Chistian Andersen, quien desde 1835 escribió más de 160
cuentos, vuelca en sus mayores cuentos sus problemas sentimentales y existenciales, como el
caso de la Sirenita y en el Patito feo, siendo una metáfora de sí mismo. Charles Dickens, una
10
verdadera cumbre de la literatura inglesa, siendo hoy “obras de culto” cuyo corpus tiene
dramatismo, humor pero abordando los problemas de los niños en la sociedad de su tiempo,
donde iniciaba la industrialización donde grandes masas vivían en la miseria y obras como
Oliver Twist (1839); Alicia en el país de las maravillas (1863); Al otro lado del espejo (1871).
Louisa May Alcott con Mujercitas (1868) y Mark Twain, Aventuras de Tom Sawyer (1870);
Aventuras de Huckleberry Finn (1884), Principe y mendigo (1882).
Dentro de este espacio de la aventura, muy apreciado por los niños tenemos figuras
fundamentales como Robert Lous Stevenson, La isla del tesoro (1881.1882); El extraño caso
del Dr. Jekill y mister Hyde (1886), en poesía el Jardín e versos para el niño (1885). Julio
Verner con grandes y majestuosas obras imprescindibles en la lectura de todo joven: Cinco
semanas en globo (1861); Viaje al centro de la tierra (1864); Viajes y aventuras del capitán
Hatteras (1866); 20.000 leguas de viaje submarino (1870); La vuelta al mundo en ochenta días
(1873); entre otras.
Nombres como Rostopchine, condesa de Segur, Oscar Wilde, arlos Lornzini (Collodi), Hector
Malot, Edmondo d”Amicis, están dentro de lo que se lo conoce como Humanidad dentro del
siglo XX, sentimientos humanos, la nobleza del niño se reflejan en la literatura.
Los clásicos para fines del siglo XIX, que aportaron a los niños con Henry James Otra vuelta
de tuerca (1898). Renard con Zanahoria, que cuentan los hallazgos de niño y la familia. Kliping
con El libro de las tierras vírgenes (1894.1895). Rafael Pombo, Cuentos pintados para niños
(1867), y el recordado José Martí con su publicación La edad de Oro (1989).
Para el siglo XX en la primera década aparecen Lyman Frank con El mago de Oz. Colmillo
Blanco de Jack London. El viento en los sauces de Kenetk. En una segunda década, Peter Pan
y Wendy de James Mattew Barrie, Maya; la abeja y sus aventuras de Bonsels (1912). Tarzán
de los monos de Rice, Cuentos de la selva de Horacio Quiroga (1918) Hay literatura infantil que
inicia a relacionar al niño con los animales, como es el caso de la tercera década con obras como
el Dr. Dolittle (1920), de Lofting, Winny de Puh de Alan Alexander. Bambi de Salten (1928).
En la cuarta década Patafous et Filifers (reventones y alambretes) de André Maurois (1930). El
Hobbit de John Ronald Ruelen Tolkien. Obras que han sido parte del camino del niño como
lector y participe de la literatura.
Esta última década en la época de la Literatura infantil y juvenil del siglo XX se considera
esencial el carácter de “literatura” dentro de este tipo de escritos, de ahí que hoy en día la
exclusión de textos moralistas o educativos ya no sean tomado en cuenta como hace antaños y
se de mayor relevancia al placer de leer. Como un plus a sus corpus aparecen también nuevos
11
formatos e la LIJ gracias a técnicas pictóricas y de ilustración de las historias. La palabras ya
no están solas, un elemento vital acompañan y permiten ser leídas de diferentes formas y a todo
nivel ya que son un soporte contextual de las mismas. El ibro-album o álbum, ilustrado florece
con destacados autores como: Maurice Sendak, Janosch, Quentin Blake, Leo Lionni, Babette
Cole, Ulises Wensell o Fernando Puig Rosado.
Para el siglo XXI, la LIJ se encuentra muy arraigada dentro de los países occidentales, donde
las ventas son enormes y la producción literaria vastísima. La gran explosión de medios de
comunicación y el crecimiento de la educación específica sobre LIJ como algo profesional,
hace que cada vez sean más los autores que toman este género y lo enriquecen.
1.2. Definición de Literatura infantil y juvenil
Autores como Mínguez, Bernardo Atxaga, Jones, Peña, Muñoz, Bortolussi, Perriconi, Rose,
pretenden dar una definición y análisis a la LIJ, construyendo varias dicotomías frente a ésta.
La postura acogida por Jacqueline Rose (1993) en su libro “The case of Peter Pan or The
Imposisibility of Children`s Fiction” (el caso de Peter Pan o la imposibilidad de la ficción en
los niños), trata el tema sobre la “imposibilidad de la literatura para niños”, puesto que es el
adulto quien toma todas las riendas frente al mismo texto, tanto al escribirlo, publicarlo y
comprarlo para que el niño lo lea. Postura absurda, obscura o no, pero de alguna manera abre
las puertas a más investigadores sobre el tema, entre estos Rudd (2005) que la relaciona con el
constructo social, ofreciéndonos el término de hibridismo, al decir que el niño puede construir
su realidad, apoyado en la teoría de Foucaul que dice este no tan solo es represivo sino también
constructivo. La infancia no es tan solo receptora de un producto sino que acaba interviniendo
en su construcción a través de la recepción Jones (2006, p. 290) o por otros canales como la
inspiración a los autores, sus condicionamientos intelectuales, entre otros.
En base a lo mencionado un acercamiento a una definición de la LIJ, es que es una literatura
cuyo objetivo principal es el de entretener haciendo uso de un lenguaje lúdico, constituido como
un acto de la comunicación con carácter estético entre un receptor niño y un emisor adulto cuyo
objetivo es la sensibilización al primero utilizando enunciados estéticos.
La literatura se considera hoy un instrumento social utilizado por los individuos para dar
sentido a la experiencia, para entender el presente, el pasado y el futuro, para iluminar
su propia identidad como personas y como miembros de una colectividad, así como para
explorar los límites y posibilidades del lenguaje. Los textos literarios no presentan
características retóricas especiales ni existe un concepto universal y objetivable de
literatura, sino un uso social de comunicación regido por unas convenciones que regulan
una relación cooperativa entre el lector y el texto. (Fernández, 1997, p. 129)
12
Por otro lado Miretti (2004, p.37), relaciona de forma lógica el inicio de la literatura y su
concepto con el folklor: “es un semillero de donde germinan todas las variaciones y adaptaciones
del repertorio infantil”, la trasmisión oral es relevante. Por su lado Teresa Colomer, catedrática
y escritora, coincide con el criterio, y menciona que la influencia de los cuentos populares han
sido vitales en la construcción misma de la literatura infantil y juvenil, y de ahí que el concepto
de la misma devenga de todo esta tradición. Al respecto indica:
Cabe destacar que los cuentos populares son las producciones que más han influido en la
formación de la literatura infantil. En primer lugar, porque una parte de estos cuentos han pasado
a considerarse literatura dirigida a la infancia (…) En segundo lugar, porque los autores de
literatura infantil han hecho un uso abundantísimo de los elementos propios de estos relatos.
1.3. Características de la Literatura infantil y juvenil
La literatura debe hacer posible la diversión, el entretenimiento, tener la posibilidad de producir
goce estético, toda vez que su lenguaje, estructura, tengan en cuenta responder a los intereses y
a la libre elección de los destinatarios.
La calidad, es uno de los elementos esenciales, de la literatura infantil, toda vez que esta se vea
enfocada desde varias aristas, en donde fluyan una serie de factores que la validen, pero sobre
todo que no impida el acceso al lector-destinatario. Es necesario entonces no perder de vista que
el acercamiento del lector a lo literario debe desarrollarse en forma positiva, no en tanto a evadir
la realidad, pero si con situaciones que pretendan de forma efectiva humana, sencilla llegar con
su intensión literaria puramente y posteriormente dependiendo de las edades analítica,
socializadora.
El poder lúdico como acción liberadora, no puede salir de estos contextos, el mundo del niño
está relacionado con esta actividad intrínseca en ellos, y los textos literarios favorecen e
incrementan esta posibilidad. Huisingam en su obra, Homo Ludens (1938), menciona “la
actividad liberadora y plena que es el juego, debe ser en la nueva frontera de la educación
permanente, en principio fundamental, para lograr que el ocio, contribuya a la plenitud humana
y a la forja de un mundo mejor”
1.4. Funciones de la LIJ
Determinar de forma específica, e intentar ser objetivos dentro de las funciones de la LIJ, se
convertiría en un entramado bastante difícil de desenredar, puesto que uno emite y sostiene lo
que le parece esencial en algún momento. Pero, al hacer una generalización podemos
mencionar:
13
La intensión literaria tiene como funcionalidad proyectar y mantener valores, formas,
estructuras y referentes culturales. Colomer (1999), sostiene que la primera reflexión que debe
hacerse sobre literatura infantil y juvenil es pensar para qué sirve, Delgado Santos (|1987)
corrobora:
Debe enriquecernos integralmente, esto es: recrearlos, haciéndoles conocer a vida de
modo paulatino, despertar sus sensibilidad estética y humana; aproximarlos hacia el
goce la belleza y el conocimiento de la verdad; desarrollar poderosamente su
imaginación (…) canalizar de manera adecuada su fantasía (…) contribuir al desarrollo
de su lenguaje; generar cambios en sus actitudes; adoptar elementos de juicio
suficientes para una objetiva concepción del mundo y de la vida.
Cita que nos permite ver más allá de lo que a palabra misma lo escribe, es el establecer
conexiones intertextuales que relacionen producciones literarias y vincularlas con exponentes
de otro género, temática o ideología. Y por otro lado, potenciar la interacción receptora, como
uno de los aspectos básicos en la lectura y en todo acto de comunicación, para la construcción
y el significado e interpretación.
Las funciones de la LIJ, están enmarcadas en planos como la de iniciación, la literaria y la de
socialización.
La iniciadora, según Colomer, carapulca al niño al joven, al adolescente al acceso del imaginario
infantil beneficiado a través del cuento popular. Aspecto fundamentado en el estudio realizado
por Bettelheinm, en 1977 en su obra Psicoanálisis de los cuentos de hadas, que según el autor
mismo en la introducción de su libro comenta que: “la utilidad de los cuentos de hadas está dada
para enfrentar debidamente al niño con los conflictos humanos básicos”.
En cuanto a la función literaria, que cumple a literatura para niños y jóvenes, es desarrollar el
aprendizaje de las formas narrativas, poéticas y dramáticas presentes que le permiten establecer
nexos causales en las acciones, ordenar los acontecimientos, infiriendo sobre la imagen dentro
del corpus narrativo. En el discurso literario, asegurando el gusto del niños y joven por la belleza
de la palabra, el deleite ante la creación de mundos de ficción y la comprensión de la lengua de
su propia cultura Respecto a esta segunda premisa, sostiene que “las obras literarias (…)
arraigan las palabras en el mundo mágico del niño, le permiten entenderlas, usarlas, poseerlas,
pero también gozarlas y disfrutarlas en el contexto de la imaginación siempre alerta. (Cervera,
1991, p. 340).
Por último, la función socializadora, Pizarro (2008), sostiene que se desprenden dos situaciones
bastante importantes a partir de esta. La primera, la función sustitutiva que aprovecha la palabra
y por medio de ella, permite conducir las pulsaciones libidinales y emerger lo reprimido,
canalizado, de este modo, hacia lo aceptado por las pautas sociales. Y la segunda, la función
14
sublimatoria que valiéndose de la palabra el niño, joven expresa sus conflictos, lo que le
transporta a comprimir y apaciguar las tiranteces de la vida cotidiana.
1.5 Panorámica de la LIJ ecuatoriana
Es para la década de los 90, como lo llama Leonor Bravo (2012), “periodo de apertura”, que
la Literatura infantil ecuatoriana tiene su mayor acogida y apogeo. En líneas anteriores
habíamos mencionado que la producción de ésta era imperceptible y en muchos casos
esporádicos, no se pensaba en el niño como destinatario y existía un predominio más sobre la
lírica que la narrativa misma. Lo relevante luego de todo el proceso de identificación y
reconocimiento, nos encontramos con esta época llamada el “boom” de la literatura infantil y
juvenil ecuatoriana, ya que se encuentra en pleno auge, la cantidad de autores, editoriales
y lectores ha crecido considerablemente, y que son el resultado de grandes gestores que
propiciaron el estado actual de este género. Manuel J. Calle, con sus leyendas del tiempo
histórico, maestros en la creación de obras infantiles y juveniles como Manuel del Pino y
Florencio Delgado. Período que da énfasis a la literalidad, en su construcción como texto, esto
es lo que propone temáticamente, la construcción misma de la historia y su argumento y los
elementos que lo constituyen
Luego del 90 y en los últimos treinta años tenemos la literatura intercultural, que forma parte de
nuestro profundo mestizaje que nos constituye, y clave en la tendencia infantil ecuatoriana. Es
un reconocimiento de nuestras identidades y que forman parte de la contemporaneidad. El tema
central la multiplicidad cultural del país tanto en los personajes, paisaje, el uso del lenguaje, las
historias en la biodiversidad. Mitos, tradiciones, leyendas, historias culturales empiezan a
mostrarse en las aulas.
Esta diversidad cultural adquiere diferentes matices, y por ende particularidades ya que
dependerán del estilo escritor, asumiendo formas diferentes. Y mucha de esta literatura se inspira
situaciones, no reales, por lo que podemos determinarla como un sub género desarrollado en
literatura que es el de la ficción realista, muy próxima a la realidad de los lectores, creando
identidades, acercamiento y solidaridades. Pero no nos apartamos de la literatura histórica, como
el caso de Bruna, soroche y los tíos de Alicia Yánez Cossío.
Temas que exponen, sentimientos, problemas, conflictos de la edad, rebeldía contra la autoridad,
de la realidad del momento social. Siendo los géneros más desarrollados el cuento corto y la
novela, la poesía y una producción reducida de la literatura infantil y juvenil.
Grandes exponentes nacen en la literatura ecuatoriana, como por ejemplo Matilde de Ortega;
Sangre en las manos (1959) de Laura Pérez de Oleas; A noventa millas solamente (1960) de
15
Eugenia Viteri; Manuela Sáenz (1963) de Raquel Verdesoto de Romo Dávila; La profesora
(1965) de Enriqueta Velasco; Yoimar (1972) de Mireya Romero de Insúa; Bruna, soroche y los
tíos (1972) y Yo vendo unos ojos negros (1979) de Alicia Yánez Cossío.
En el ámbito infanto-juvenil con cuentos, poemas destacan también: Teresa Crespo de Salvador,
Eliécer Cárdenas, Francisco Delgado Santos, Abdón Ubidia, Sarah Flor Jiménez, Henry
Bay, Cristina Aparicio, Rosalía Arteaga, Leonor Bravo, Xavier Oquendo, Catalina Burbano,
Soledad Córdova, Edgar Alán García, Elsa, María Crespo, Ana Carlota González, María
Fernanda Heredia, mercedes Falconí, Oswaldo Encalada Vásquez, Liseth Lantigua, Lucrecia
Maldonado, Catalina Miranda, Juana Neira, Piedad Romo-Lerux, Catalina Sojos, Mónica
Varea, Rina Artieda, Sheyla Bravo, Nancy Crespo, Francisco Delgado Santos, Viviana
Cordero, Mariana Falconí, Verónica Falconí, Edna Iturralde, Mario Conde, María Antonieta
Sevilla, Solange Viteri, entre otros.
Es importante mencionar también a ilustradores que se han destacado notablemente en la
literatura infantil y juvenil. Su aporte permite que los textos literarios tengan otra forma de
lectura:
 Willo Ayllón,
 Tania Brugger,
 Eulalia Cornejo,
 Eduardo Cornejo,
 Marco Chamorro,
 Camila Fernández de Córdova,
 Santiago González,
 Liliana Gutierrez,
 Mauricio Jácome,
 Pablo Lara
 Santiago Parreño
 Pablo Pincay
 Ricardo Novillo
 Paola Karolys
 Pablo Karolys
 Roger Icaza
 Bradimir Trejo, entre otros.
Como bien menciona Leonor Bravo (2912):
16
Nuestra literatura crece pero tenemos mucho camino por recorrer, el reto ahora es
proponernos nuevos desafíos estéticos, y nuevas formas de decir, mantener la calidad y
abrirnos al mundo.
Estamos en el camino, seguirlo andando es solo cuestión de generar en nuestros jóvenes lectores
lleven a sus manos obras de calidad.
1.6.
Clasificación de la literatura Infantil y juvenil
Se puede mencionar tres tipos de literatura infantil juvenil: la literatura ganada, la creada y la
instrumentalizada, según Juan Cervera (1984).
Literatura ganada
Literatura creada
Literatura
instrumentalizada
Todas
producciones
aquellas La escrita para niños, se
ni creadas para los niños,
pero que al pasar
el
tiempo
se
los
Podemos
niños
de
ellas.
nombrar
por
ejemplo: los cuentos de
tradición oral que fueron
adaptados por Perrault en
la
literatura
escrita,
Andersen y los hermanos
Grimm.
El
conformado
juegos,
refranes,
folklor
por
rimas,
rondas,
nanas,
adivinanzas,
de
evidencia un destinatario, las este grupo de clasificación
que no fueron destinadas
apropiaron
Se considera dentro
formas
múltiples,
como: todos
aquellos
libros
novelas, poemas y obras de elaborados para los niveles
teatro.
Por
ejemplo de
preescolar
e
inicial.
nombramos, Alicia en el país Generalmente tienden a ser
de las maravillas (1865) de en serie, con el mismo
Lewis
Parrol,
Mi
planta protagonista. Y otras, que
naranja lima (1968) de J. meramente son didácticas.
Vasconcelos, La historia del
fantasmita
verdes
de
(1978)
Rodríguez
las
gafas
de
Hernán
Castelo,
Parabrujas (2002 de Edgar
Alan
García,
entre
otras
muchas,
dichos,
trabalenguas,
canciones.
1.7.
El receptor adolecente como protagonista de la literatura infantil juvenil
Como parte de la clasificación también está dado un factor relevante, el destinatario de las obras
literarias, en el caso que nos ocupa, es importante mencionar que la novela de Yánez Cossío
17
debe ser acogida por jóvenes adolescentes y poder disfrutar de la lectura de novelas que, como
indicamos, conllevan temas históricos, emocionales, problemas de la cotidianidad de cualquier
joven, travesuras, descubrimientos, como es su característica.
Pero para ello determinemos qué es la adolescencia. Es la edad que sucede a la niñez; el periodo
del desarrollo humano comprendido entre la niñez y la edad adulta, durante el cual se presentan
los cambios más significativos en la vida de las personas, en el orden físico y psíquico. La
definición de Hollingshead, por otro lado, le otorga un matiz sociológico: periodo de la vida de
una persona durante el cual, la sociedad deja de considerarla como un niño, pero no le concede
ni el status, ni los roles, ni las funciones del adulto.
Las conceptualizaciones evolutivas, cognitivas pasa a ser eso, meramente nociones, el momento
que el adolescente se enfrenta hacia un nuevo espejo, la literatura, éste toma otra forma y siente
su profunda libertad, levanta su vuelo que inicia en la portada; y luego va trascendiendo en cada
una de las palabras del discurso del corpus del texto. Las nanas, los arrullos, las rondas como
primera forma de literatura infantil, vuelven a sus sentidos y activan sus recuerdos, sus
situaciones únicas.
No solo la imaginación es su reflejo, también el descubrirse y redescubrirse con la palabra, de
saber ¿quién es? ¿qué quiere ser? ¿a dónde quiere ir? Y hacemos énfasis en esto por ser la
literatura un efecto desinhibidor, porque el encontrarse, representa en muchos jóvenes un dilema
que lo afecta en este período de su vida, normal, pero a lave para ellos muy determinante.
Una Bruna (personaje principal de la novela de Alicia Yánez Cossío); David Heracles Ordoñez
(obra la pelea de Francisco Delgado Santos); Nadia (Tierra de Nadia de Marcelo Báez) Pablo
y Fernanda (El amor es un no sé qué de Mario Conde), Doremí (No me llevo con vos porque
estas con tos, Mario Conde). Jorge (La piel del miedo de Javier Vásconez) En novelitas
ecuatorianas de Juan León Mera. Obras entre tantas, que toma en cuenta al personaje
adolescente para hacer de los relatos situaciones de la vida común. Entre otros muchos, que se
pretenden sean considerados para el joven lector de que su participación dentro y fuera de la
narrativa es decidora, influyente y sobre todo necesaria dada sus características propias, como
lo mencionamos, y sus intereses que deben siempre propender a leer, a deleitarse de historias,
narraciones que le permitan descubrirse.
Colomer (2005), muestra la importancia y trascendencia de la literatura como:
Un camino para incursionar en el debate permanente sobre las ideas y valores con los
cuales se construye hoy la cultura. La literatura actual con el uso de la elipsis y la
ambigüedad brinda al lector indicios, pistas, aproximaciones para que él mismo devele
18
el significado de un texto. El narrador acompaña al lector en su búsqueda de sentido y
propósito a través del texto compartiendo.
El joven se constituye en su propio protagonista y arquitecto de su vida, motivador de sus
sueños, propulsor de sus debilidades, y con la literatura edificador de su vida personal. La
entrada a la adolescencia, se identifica por el descubrimiento y la curiosidad del mundo afectivo
propio y ajeno, las preferencias de la lectura se basan en historias reales, novelas históricas,
historias de adolescentes.
A manera de comentario, muchos autores han escrito y siguen escribiendo grandes obras
literarias, la mayoría enfocadas en el público infantil, y muy válidas y de gran calidad, es que el
proceso de develar este género avanzo hasta lo infantil, delimitando hasta hoy en día de alguna
forma, al joven, quien se circunscribe en los relatos de autores extranjeros o de obras que los
merece su interés y motivación por la temática que extrapola sus intereses y vivencias
adolescentes. Promover nuestras obras, nuestros autores, incentivar a escribir sobre temas
relativos a esta edad debe constituirse el objetivo esencial para que este grupo de individuos
(jóvenes) tengan mayor acceso a la literatura, y para que de las que tienen a mano puedan
reflejarse, encontrarse (mirarse en el espejo) y exteriorizar su sentir. Rescatar valores,
costumbres, identidad son factores que propenderán a que crezca y le permite sobre todo soñar,
ir a mundos imaginarios o reales y facultarse a contrarrestar con su vida, buscar un espacio
único y propio; y por otro lado, el poder de la imaginación, el niño y el joven desarrolla aún
más sus habilidades y destrezas en el mundo real.
1.8.
La Narratología
1.8.1.
Concepto de narratología
La novela de Yánez Cossío está considerada dentro del campo del narrativo dada la estructura de la
misma, según Bal (1977) considera que el texto narrativo es “aquel texto literario delimitado por el
relato de una historia, un narrador”. Las características implícitas que este tiene son: la fijación
textual de un discurso (relato); la constitución del mismo mediante una serie de operaciones
narrativa y codificadoras específicas en su enunciación (narrador/narración).
Gérard Genette (1966), fundamentado en su modelo triádico, instituyó la diferencia entre
narración, historia y relato, indicaba que en la narración existen dos elementos; la “narración
propiamente dicha”, es decir aquella que no depende de nada ya que asume una cierta autonomía del
individuo, lugar y tiempo de su manifestación; y por otro lado el discurso, que este si obedece a la
“situación de la emisión”. En cuanto a la historia dice: “es el conjunto de los hechos o
acontecimientos narrados, presentados de acuerdo a un orden lógico y cronológico en el cual
19
jamás podrían sucederse, ya que algunos hechos ocurrirán simultáneamente”. Mientras que el
relato “es el discurso oral o escrito que materializa la historia, es decir, el texto narrativo concluido
que conforma un todo significante. Las teorías de análisis del discurso lo denominan enunciado o
texto. Por su parte Roland Barthes citado por Mieke Bal, en su texto Teoría de la Narrativa (2009),
concluyo que el hecho de que los textos narrativos, reconocibles como tales, se puedan encontrar
en todas las culturas, en todos los niveles de la sociedad, en todos los países y en todos los
periodos de la historia humana, todos los textos narrativos se basan en un modelo común, un
modelo que hace que la narración sea reconocida como tal.
Aristóteles (IV a.C.) desde la Poética la Narratología ha diferenciado notoriamente entre dos
conceptos complementarios: lo que se cuenta y cómo se cuenta. Se ha denominado a lo primero
historia, diégesis o mundo narrado, fábula y a lo segundo, relato, discurso, intriga, trama, entre otros.
Las relaciones entre historia y relato. También expone en relación a la imitación de la manera de
hablar de un personaje la mímesis (forma dramática). Para Genette esta última le interesa y la sume
ya que piensa que la única imitación posible es la que se hace de un lenguaje. El autor caracteriza
sus personajes mediante las palabras que pone en sus bocas (recit de paroles); en contraste con la
narración de los sucesos (récit de évenément)
La narratología disciplina que se ocupa del discurso narrativo en sus aspectos formales, técnicos y
estructurales, constituyéndose la teoría de los textos narrativos, compréndase estos a los relatos de
hechos en los que intervienen personajes y que se desarrollan en el espacio y en el tiempo. Los
hechos son contados por un narrador. En cuanto a teoría, Mieke Bal (2009), sostiene “que es un
conjunto sistemático de opiniones generalizadas sobre un segmento de la realidad. Dicho segmento
de la realidad, el corpus, en torno al cual intenta pronunciarse la narratología, se compone de textos
narrativos” (p. 11).
No debemos olvidar que la narrativa reconoce un sinnúmero de géneros o categorías, sea por
temática o formales, a esto debemos sumar los subgéneros narrativos que son una subcategoría de
los grandes grupos, como por ejemplo la novela puede ser policial, de ficción, realidad, picaresca,
bizantina, etc. Además algunos expertos la clasifican por su extensión, géneros narrativos largos,
como por ejemplo La Epopeya, La novelas; y géneros narrativos cortos, considerados en este campo
la novela corta, el cuento, la fábula, el apólogo, la leyenda, el romance.
1.8.2.
Elementos de la narratología
Los elementos de la narración constituyen la estructura interna, el esqueleto con que toda obra
narrativa cuenta. Es decir, son la presencia de elementos enlazados por una relación coherente.
20
Trama
La estructura de un relato está basada en la simbiosis complicación -resolución, planteada en
ciertas circunstancias de tiempo y espacio que la contextualizan, llamado sucesos. Es lo que
ocurre dentro y a veces fuera de la historia, ya sea por alusiones o inferencias— de una
historia narrativa o dramática, esto es, los sucesos que ocurren en un orden establecido para
que adquieran significado para el lector o la audiencia.
Tema
La definición misma de la palabra determina que es considerado como el asunto de una obra o
su discurso. En literatura el tema de una obra no implica el único tópico del que se hablará en
la misma, sino que será el núcleo en torno al cual se desarrollará la historia, es una idea global
sobre el tópico a tratar en el corpus sustentando todo el planteamiento y la red de acciones del
texto, enlazando los aspecto de ésta. Se produce de una manera compleja, larga y sinuosa o
puede ser corto y conciso y proporcionar una visión determinada en la historia.
Algunas obras, como el caso de Bruna, soroche y los tíos, se caracterizan por la frecuencia con
que aparece el título es parte de su corpus.
Motivos
Los motivos organizan la acción concreta que se narra, es por ello su nombre, la mueve.
Implican una secuencia de acciones que se dan en orden particular de cada obra, es específico.
En Bruna, soroche y los tíos, existen varios motivos, a modo de ejemplo nada más; las
constricciones del mundo interior de su familia, el destino de los huérfanos, el desprecio por lo
indio. Entre otros más que analizaremos detenidamente en su influencia en el personaje Bruna,
mujer.
Tipo narradores
“El mundo de la novela es, básicamente, un mundo in-sólito. Lleno de voces, sin que una sola
sea real” Oscar Tacca (1989), mira de esa forma al narrador, dejándonos con grandes
expectativas al realizar un análisis sobre el narrador en una obra. Entonces podemos partir de
un concepto básico, es aquel que cuenta la historia, el que la narra, determinando la
perspectiva de la misma “son los seres de papel” (Barthes, 1966, p. 19). El narrador debe
saber para contar (Tacca), el verdadero valor éste radica en que no solo es lo que cuenta, sino
como lo cuenta.
21
Los narradores pueden ver la historia desde fuera, desde la distancia, o adoptar una posición
tangencial a lo que está contando y no involucrarse en los hechos, según Genette si un narrador
no está involucrado en el mundo narrado se trata de un ser que no se narra a sí mismo sino a
otro(s), y por eso lo llama heterodiegético. También puede ser uno de los personajes e incluso
el protagonista de la historia homodiegético, porque está involucrado en la misma historia;
cuando se trata de un yo que es narrado por un yo que narra, según Genette éste es un
narrador autodiegético. Debido a su posición o participación en la diégesis, cada uno tiene una
capacidad de expresión emotiva y una voz distinta de los demás. Incluso existe un narrador que
pretende establecer contacto con su lector e involucrarlo en calidad de personaje en la historia
que está contando, se trata de un narrador que cuenta desde fuera de la historia y le habla
directamente al lector (que obviamente también está fuera) hasta introducirlo en la historia y
convertirlo en un lector-personaje, o un narratario corporeizado dentro del texto, es decir en un
personaje que actúa dentro la historia en un primer nivel. (Delgado Santos, 2014, p. 57)
“El narrador —Por muy familiar que nos parezca el nombre no se nos presenta en toda su
incidencia viva. Es algo que de entrada está alejado de nosotros y que continúa a alejarse aún
más”. (Benjamín, 1991, p.1)
El tiempo
Los acontecimientos relatados o narrados en una obra literaria, novela, en este caso, ocurren en
un cierto tiempo y orden cronológicos. Genette distingue el tiempo del relato con la narración
brindando un orden temporal y un orden seudo temporal, Añade también lo importante de las
relaciones de duración, velocidad y frecuencia y tres dimensiones temporales, orden duración y
frecuencia que pueden ocurrir en un relato.
En cuanto al orden Genette (1966) habla sobre la anacronía, alteración a la secuencia
cronológica. Ese tipo se da ya sea por la analépsis (tiempos anteriores que interrumpen en la
narración) y prolepsis, (tiempos posteriores interrumpidos en la narración. Existen diferentes
tipos:

Externa o heterodiegética: es toda retrospección o anticipación fuera de la diégesis o
historia narrada que proporciona una aclaración al lector sobre los antecedentes.

Interna u homodiegética: es toda retrospección o anticipación dentro de la diégesis.
Dentro de este tipo las completitivas llenan vacíos o elipsis y permiten que el lector
recupere información; las literativas mencionan hechos similares habituales que el
personaje repite, y las repetitivas aluden de forma explícita al mismo pasado del relato.
22

Mixta: es toda retrospección o anticipación que se origina fuera de
la
historia
narrada pero que invade el campo temporal de la historia. Velocidad o
duración temporal.
Los dos tiempos de referencia para considerar la duración del relato son el tiempo de la historia
y el tiempo que el relato le ofrece al lapso temporal que está narrado. Genette propone analizar
esta relación comparando el lapso temporal al que alude la historia y la cantidad de espacio
físico que el relato le otorga. En la pausa nada acontece en la historia la acción se detiene o se
lentifica. En la escena el tiempo del relato es casi igual al tiempo de la historia.
En definitiva todo relato narra diversos acontecimientos que suceden en una historia dentro de
un lapso de tiempo. Los mismos, en la historia pueden suceder con simultaneidad, pero, en el
relato debido a la linealidad que exige la escritura es imposible narrarlos al mismo tiempo. Por
lo tanto, en una narración nos podemos encontrar con ciertas alteraciones temporales, estas son
el orden, la duración y la frecuencia.
Espacio
Constituye la columna de la acción, el marco o lugar donde acontecen los acontecimientos y se
sitúan los personajes. El espacio puede ser un mero escenario o también puede contribuir
al desarrollo de la acción; a en muchas ocasiones demanda y demuestra el progreso de los
sucesos apoyando a su verosimilitud. Los espacios pueden ser ficticios o reales. Ficticios
verosímiles o irreales con significados y simbolismos intrínsecos.
Para Mieke Bal (2009) el espacio funciona como marco de las acciones pero también puede ser
“llenado”. Para la percepción del éste el oído, la vista el tacto son elementales, ya que estos
tienen la capacidad de evocar las escenas, “las formas, los colores y los volúmenes se suelen
percibir visualmente, siempre desde una perspectiva concreta. Las percepciones táctiles no
suelen tener mucho significado espacial. El tacto indica contigüidad. Si un personaje siente
paredes en todas las direcciones estará probablemente encerrado en un espacio pequeño. La
percepción táctil se usa a menudo en una historia para indicar el material, la sustancia de los
objetos.”. En cuanto al oído, los sonidos son más imperceptibles, aunque mucho dependerá de la
imaginación del lector, lo cual es muy probable, recordemos que el texto deja de ser del autor el
momento que el lector se apropia de él.
Si por un lado el espacio puede ser sólo marco, lugar de acción o permanecer por completo en
un segundo plano, en muchos casos, se lo «tematiza»: se convierte en objeto de presentación
por si mismo. El espacio pasa entonces a ser, en términos de Mieke Bal, un «lugar de actuación»
23
y no el lugar de la acción. Influencia a la fábula o acción y ésta se subordina a la presentación
del espacio. (pp 101, 102)
Barthes (1968), sostiene que los informantes (por ejemplo, la edad precisa de un personaje pero
también un lugar) sirven para autentificar la realidad del referente, para enraizar la ficción en lo
real: “el informante es un operador realista y, a título de tal, posee una funcionalidad
indiscutible, no a nivel de la historia, sino a nivel del discurso”
Las referencias espaciales no sólo contribuyen (y de forma decisiva) a la creación del efecto de
realidad (Barthes, 1968) sino que constituyen un poderoso factor de coherencia y cohesión
textuales. En efecto, tanto la verosimilitud como el sentido del texto y no menos el ensamblaje
encuentran en el espacio un soporte realmente sólido.
Personajes
a.
Narrativa del personaje
Para el análisis y estudio de textos narrativos, se ha tomado en cuenta el segundo elemento de
la narrativa, que por esta ocasión lo trasladamos como último para dar mayor enfásis sobre el
tema a investigar en esta tesis, por ello brindamos ciertos conceptos que ayudaran a despejar
dudas sobre los elementos generales en la narrativa pero sobre todo ponemos mayor atención al
personaje, para adentrarnos en Bruna, personaje principal de la obra de Yánez Cossío, que nos
permitirá descomponer a la personaje mujer desde varios ámbitos y sobre todo reafirmar que
para 1970, se pensaba en voz alta en la mujer, como quien se enarbola a la vida contraviniendo
a arquetipos y estereotipos sociales marcados en toda época del Ecuador, en cuanto a su propio
reconocimiento, Mujer luchadora, emprendedora, inteligente, y más cualidades que la embisten
para demostrar la realidad misma de todo individuo en diferentes escenarios de la vida,
basándose en la trama de la novela..
(,,,) Un personaje se parece a un ser humano, mientras que un actor no tiene por qué.(…).
Un actor constituye una posición estructural, mientras que el personaje es una unidad
semántica completa” (Ball, 2009, p. 87), con esto nos adentramos al concepto mismo de
personaje y todas sus variantes, ya que determina que es el centro de la narración, sobre el
que discurrirá cada uno de las palabras que el lector deberá ir develando en el trascurso de
la lectura. Es el todo, recubre el área mayor de la obra ya que son los agentes de la
narración, sobre su actividad se constituye la historia y el relato.
b. Construcción del personaje
Se construye haciendo, viviendo e imaginando, bases que cualquier autor tiene para la creación
de su personaje. Garrido Domínguez (1998), manifiesta que antes del silo XX, la mirada
24
tradicional era ver al personaje como “una persona” común, no tenía ninguna relevancia su
participación que pueda llevar al lector a recrearse en la lectura. Posterior a este siglo la visión
de personaje ha ido variando radicalmente, transformándose. La medida en que un personaje es
reconocido o validado se basa y expresa en su naturaleza humana, su conducta, en el análisis de
su psicología, como interactúa ante el resto del grupo o como parte de él, y como se identifica,
además de las relaciones que mantienen con el personaje. Sin embargo, afirma Garrido (1993),
“(…) cada vez más el personaje es considerado como un participante o actor de la acción
narrativa conectado a otros actores o elementos del sistema.” Siendo así, dentro del relato
puede, entones, el personaje, realizar distintas y variadas funciones dentro del relato.
Antonio Blanch (1995) cita a Herder, Schelling, Carlyle, Emerson quienes sostienen los
contrario a Garrido, al hablar de personaje literario será señalar un “yo” ficticio y convencional
formado en base a una persona real, “una proyección de algo que sucede en la vida ordinaria no
es ofrecido como real, y que sin embargo, se da en la persona”.
Es un hecho pensar que el personaje no es solamente una construcción del autor, este deviene
de un sinnúmero de factores externos e internos, como el momento socio cultural e histórico de
su construcción misma, de la perspectiva del lector e inclusive de un autor- fautor, como lo
llama Genette al coautor que interviene pos-edición de la obra. En resumen, el personaje esta
entrelazado en una serie de situaciones que difieren en cuanto al tipo de lector.
c.
Caracterización del personaje
La caracterización del personaje está dada en función de la asignación de una serie de “rasgos
o atributos… se convierte en una de las piezas capitales para marcar modalidades genéricas y
apócales de la narrativa…” (Valles y Álamos, 2002, p. 251). Según la RAE, es determinar las
particularidades de alguien o algo, de modo que, claramente, se distinga de los demás. Esta
distinción permite al autor y al lector dar propiedades únicas, distintas al personaje.
Características que están representadas en el corpus del texto. Como lo define Culler (2000, p.
133) “como algo dado o bien como algo construido”.
Redondo (1995, p. 32), precisa la caracterización del personaje “aquellos que definen edad,
sexo, cualidades físicas, culturales, etc. Los atributos construidos, por su parte, son aquellos
que hay que interpretar con ayuda del contexto”. Por su lado, Loftis (1972), aporta sobre lo
mimético, diciendo:
Otra cuestión que cabe plantearse con respecto al contenido mimético de la literatura es la
de si es posible obtener de ella alguna información objetiva y relevante. ¿Podemos
descubrir la realidad de la vida social bajo la cobertura de lo ficticio, o en los intersticios de
25
lo no dicho? Como ya explicó Aristóteles en una famosa paradoja, la poesía contiene más
verdad que la historia, al menos en el sentido especializado de que su aplicación a los
asuntos humanos es más general1. En el pasado, era habitual que los historiadores hicieran
uso de las obras literarias como fuentes primarias para documentar, por ejemplo,
determinadas realidades sociales. Sin embargo, la búsqueda de un mayor rigor histórico,
basado en lo estadísticamente demostrable, ha convertido a la literatura en una fuente
“sospechosa” a causa de su naturaleza inherentemente intuitiva y subjetiva. Así, sólo
parece lícito recurrir a la literatura cuando se pretende ilustrar una tendencia ya establecida
por otros medios. (p.17)
Se determinan dos caracterización del personaje: la primera la directa, que es la descripción
estática de los atributos físicos, psíquicos y ético-morales del personajes. “presenta, además, dos
posibilidades: que la caracterización se realice mediante identificación o presentación (Equipo
GLIFO, 1999): y la segunda, la indirecta, que presenta el dispersión de referencias que se
efectúan a lo largo del texto y se disemina de acuerdo a las escenarios que se desprenden de la
diégesis. “La redundancia de gestos, “tics” y conversaciones puede desempeñar, en este caso, un
papel destacado, para centrar trazos que merecen ser evidenciados” (Reis, 1995, p. 35).
En sí la caracterización está dada con un carácter individualizador, en donde se crea la identidad
del personaje
d. Funciones del personaje
Las categorías del personaje son disímiles, diferentes de los mismos, existen varias especies a
nivel discursivo. Según Todorov (1966), los personajes podrían agruparse según las tipologías
formales y las secundarias.

Según su importancia en la acción:
Personaje principal: Se desacatan respecto a los demás actantes y funcionan como integradores
de la organización de los acontecimientos por lo que son parte estructurante de la acción. Pueden
ser protagonistas o antagonistas.
Personaje secundario: Proporcionan un mayor grado de coherencia,
comprensión
y
consistencia a la narración, pese a no tener un rol destacado en el desarrollo de los
acontecimientos. Su participación es complementaria.
Personaje terciario (incidental o episódico): Son momentáneos, no tienen mayor trascendencia
y permanencia en la obra. Empero brinda cohesión en el discurso.
Por su naturaleza:
Ficticios: personajes que no han existido en la vida real.
26
Históricos: Son aquellos existieron en un mundo real, y realizaron acciones que deben
ser recordadas por su valore o antivalores.
Simbólicos: Sitien un significado que puede ser interpretado de varias formas, su propia
existencia o la encarnación de una cualidad o valor.
Autobiográficos: Quien narra la historia es también el protagonista del relato.

Por su profundidad psicológica:
Personaje plano: Se los reconoce porque presentan una sola cualidad, generalmente generan
grados de simparía con el lector.
Personaje en relieve: Sorprenden mostrando rasgos de su personalidad por intervalos lo que
genera emociones dicotómicas al lector. Se los conoce también como redondos o esféricos.
Personaje tipo: son personajes que representan la abstracción de toda una categoría en un tipo
social o psicológico concreto, que el autor estereotipa al otorgarle unas determinadas
características personales. Vienen a significar la plasmación de la manera en que entendemos
y representamos a determinados caracteres, según un modelo históricamente establecido y
aceptado.

Según su variación:
Personajes estáticos: Se comportan de la misma manera en todo el relato. Estos personajes no
evolucionan ni sufren cambios en su conducta ni características personales. Los datos que se
obtienen de ellos no sufren alteraciones.
Personaje dinámico: (o evolutivos): Estos son los personajes que, a través de la acción del
relato, varían su forma de ser; comienzan siendo individuos de ciertos rasgos y conductas y, a
medida que la acción transcurre, modifican su comportamiento, llegando, incluso, a ser
totalmente distintos.
27
CAPÍTULO II MARCO METODOLÓGICO
28
Tipo de investigación y metodología.
La metodología utilizada para el presente trabajo de investigación está basada primeramente, en una
indagación deductiva ya que partimos de hechos generales para explicar fenómenos particulares como es
el caso específico del personaje mujer en la obra de Yánez Cossío.
En cuanto a la técnica la herramienta específica es la bibliográfica documental y narratológica, basada
en la indagación de libros, artículos e Internet como fuentes de información que mediante la lectura,
comprensión y análisis nos lleva al conocimiento de la obra y de sus personajes, examinando con
profundidad el tema (personaje). Esta revisión bibliográfica nos lleva a textos como el de Hernán
Rodríguez Castelo, Historia de la Literatura infantil y juvenil (2011) libro que nos permite conocer cuál
es su historia, quiénes leían y qué leían para ello el autor nos orienta épocas desarrolladas en cuatro
capítulos.
En cuanto a lo narratológico, al ser una ciencia que abarca y sistematiza los conocimientos de teoría del
relato en sus diferentes aspectos, como menciona Eugenio Trigo Maza (20013, p. 111). Permite
determinar de forma específica conceptos y el posterior análisis de la trama, el tema,
estructura,
motivos, tiempo, espacio y personajes.
Teresa Colomer (1999) con Introducción a la literatura infantil y juvenil, en la que se recalca la
importancia de lo literario frente a lo didáctico, analizando diversos elementos de los libros. En cuanto a
análisis tomamos el texto de Fanuel Hanán Días (20012); Análisis de obras contemporáneas de la
literatura infantil y juvenil siguiendo el recorrido de los aportes que la LIJ ha tenido y tiene actualmente.
Mike Bal, teoría de la narrativa (2009), en la que fundamentamos el estudio de la narratología para
profundizar el análisis de la obra Bruna, soroche y los tíos, tomando como partida o inicio el texto como
agente de la historia.
Teoría de la Literatura y literatura comparada , La novela, de María del Carmen Bobes Naves (1998),
del cual nos guiamos para partir de conceptos e historia de la novela, como uno de los géneros más
representativos de la literatura.
El narrador, de Benjamín Walter (1991), en donde se pretende dar nociones claras sobre los tipos de
narradores que están presentes en la novela. Basamos por otro lado nuestro trabajo, en textos
magistrales escritos por Hernán rodríguez Castello (2014), como la Historia Cultural de la infancia de la
Literatura infantil. Análisis de obras de la literatura infantil y juvenil contemporáneas del Ecuador.
Textos que nos permiten tener un corpus teórico sobre los acontecimientos más relevantes de la
Literatura infantil juvenil.
29
La novela de Alicia Yánez Cossío, Bruna soroche y los tíos, sujeto de investigación y del análisis del
trabajo.
El enfoque que damos es cualitativo, conocido también como interpretativo o naturalista, enfocado en
objetos subjetivos de estudio, es decir que no se pueden medir y que están relacionados con el
comportamiento humano y su naturaleza interna, como son sentimientos, valores o aspectos culturales
que determinan su acción dentro del corpus del texto. Jacques Lacan nos aporta con su texto Estadio
del Espejo, en donde lo real, lo imaginario y lo simbólico son elementos preponderantes dentro de esta
investigación y nos permite ver el accionar de las personajes mujeres en la obra de Alicia Yánez Cossío.
Por último, las conclusiones y recomendaciones, mismas que darán cuenta de los resultados obtenidos
de la obra de Bruna, soroche y los tíos y la importancia en la lectura para jóvenes, como parte de una
tipología, la novela, que les brinda otras expectativas y les permite trasladarse por situaciones culturales,
emocionales, de coraje y de la vida cotidiana de una ciudad serrana.
30
CAPÍTULO III MARCO NARRATÓLOGICO DE LA OBRA BRUNA,
SOROCHE Y LOS TÍOS.
31
3.1.
Vida y obra de la escritora Alicia Yánez Cossío
1928, Quito da la luz a una mujer que ha sido reconocida a nivel nacional e internacional por sus
magistrales obras, destacando en la poesía, el periodismo, la novela, en la narrativa con doce
novelas y dos tomos de cuentos. Mujer propositiva, innovadora, con un callado silencio que
despierta a mil pensamientos, su timidez evoca la ternura del ser en su expresión más sublime
indagando por caminos prohibidos, atrancados, pero nunca fue derrotada. En el género de
literatura infantil y juvenil tiene cuatro libros en los que escribe temas considerados tabús y otros
en los que deja su esencia fina, sutil, humorística. Su gran trayectoria literaria inicia con la
novela Bruna, soroche y los tíos con la que obtiene un primer premio otorgado por el diario El
Universo de Guayaquil. Luego de este gran paso que marca su vida como escritora el desarrollo
y producción de su obra es mayor e igualmente validado, a tal punto que el Gobierno Nacional
en 1989 por medio de la Subsecretaria de Cultura del Ecuador le confiere la Condecoración al
Mérito Cultural de Primera Clase y para 1994 fue electa como Miembro Correspondiente de la
Academia Ecuatoriana de la Lengua.
Una nueva mujer está naciendo De
las mismas cenizas del pasado, Ave
fénix del mito.
Un mujer a semejanza de sí misma.
Una mujer que da, más que recibe
(Yánez Cossío, Poemas, 1974)
Esta hija de Quito, criada en una familia de doce hermanos, lectora de Dumas, Verne y Salgari,
considerada una de las voces más destacadas de la literatura ecuatoriana contemporánea y
proyectada como silenciosa, ensimismada, fue educada en un colegio de monjas. Gana una beca
con la escritura de un ensayo y viaja a España para estudiar periodismo donde conoce a quien
será su “compañero de vida”, un ciudadano de nacionalidad cubana Luis Campos Martínez, con
quien procreó cinco hijos. Dedicada a la docencia para ayudar a sustentar económicamente su
hogar dejando de lado la escritura, pero sin perderla jamás de vista. En una entrevista realizada
por el diario el Comercio el 6 de agosto de 2008, narra una anécdota sobre su relación son su
pareja:
Recuerdo que a mi esposo, también escritor, no le gustaba que yo escribiera. Había
mucho celo profesional, no soportaba que nombre creciera. Aún tengo el clóset donde
me escondía de él para escribir luego él se daba cuenta de mi vicio cuando publicaba.
32
Tanto así que es receptora de varios premios, como por ejemplo Concurso Nacional de
Novela Cincuentenario Diario El Universo, 1971; Premio Sor Juana Inés de la Cruz, 1996; Premio
Indigo Coté Femmes de París, 1996: Condecoración Gabriela Mistral, en Chile, 2002; Premio
Eugenio Espejo, 2008; y muchos más.
Aida González-Harvilán (1980)se refiere a Alicia Yánez Cossío:
Una inexplicable ausencia de nombres femeninos en los titulares de
prense
que
anuncias los grandes acontecimientos literarios de nuestros días, nos da la falsa
impresión de que la mujer latinoamericana de hoy no escribe, o no escribe con calidad,
La realidad, sin embargo, es distinta. Desde los ámbitos norteños hasta los ámbitos
sureños de nuestro continente, la escritora latinoamericana agota toda manera de
expresión literaria (…). Salvo contadas excepciones, la mayoría de obras no llega a
recibir suficiente difusión y reconocimiento internacional. Salvo contadas excepciones,
los críticos no manifiestan interés por revisar estas obras para decir si son buenas o
malas, condenándolas así a una especie de limbo. Las casas editoriales en cambio,
condenan a muchas a permanecer en el estado de manuscrito inédito. Y pocas,
poquísimas, tienen la suerte de ser traducidas a un segundo idioma. (p. 51)
Todos los premios recibidos, todo su gran obra merece ser leída, de ahí que desde hace años atrás
su obra literaria se encuentra incluida en los programas de estudio de Literatura de centros
educativos ecuatorianos.

Entre sus obras, podemos mencionar:

Luciolas (poemario-1949)

Hacia el Quito de ayer. (Teatro-1951)

De la sangre y el tiempo (poemario – 1964)

Bruna Soroche y los tíos, (1972)

Poemas (Poemario - 1974)

El beso y otras fricciones (relatos, 1974)

Yo vendo unos ojos negros (novela, 1979)

Más allá de las islas (novela,1980)

La cofradía del mullo de la virgen pipona (novela, 1985)

Niños escritores. Talleres de Literatura infantil (1988)

La casa de sano placer (1989)

El cristo feo (1997)

Aprendiendo a morir (1997)
33

Y amarle pude (2000)


El viaje de la abuela (1999)
Retratos cubanos (1998)

Consta en las antologías: “Diez escritoras ecuatorianas y sus cuentos” (Guayaquil,
1982), “Así en la tierra como en los sueños” (Quito, 1991), “Antología de narradoras
ecuatorianas” (Quito, 1997), “Antología básica del cuento ecuatoriano” (quito 1998)

Biografías noveladas: Aprendiendo a morir; Sé que vienen a matarme.
Cabe recalcar que Alicia Yánez Cossío, se inició como poeta y posteriormente ha ido ahondando
en el mundo narrativo con obras como la ya mencionadas que recalcan una mirada al mundo, a
la realidad con una gran riqueza temática. Toda a crítica literaria especializada de la década de
los 70, reconoce que su obra y producción son el resultado del gran boom latinoamericano, su
reconocimiento ha sido a nivel mundial.
Los comentarios a sus obras han sido múltiples, en donde validan el posicionamiento de la mujer
en la literatura ecuatoriana dentro del “boom” literario del Ecuador. Francisco Tobar García
(1973) emite su juicio crítico cuando menciona: “ha nacido una gran novelista en el Ecuador
(…). Es tan interesante, por vez primera, ver y sentir cómo una mujer descubre la realidad
fantasmal del Ecuador”. Benjamín Carrión en la revista El Mensajero (1976) se dirige a
ella: Alicia Yánez Cossío (…) es una gran escritora digna de figurar en cualquier parte del
mundo, inauguro una nueva forma de novelar en las letras patrias”. Acotaciones, estas, y
muchas más, que permiten revelar una identidad femenina única, implacable al tiempo y a
las condiciones contrapuestas de un mundo de hombres, de un espacio escrito para y por ellos en
el que frustraban a las “vocaciones femeninas”, imponiendo su palabra y su pensamiento. “Yo
soy una artista y mi vida trascurre en la soledad”. El corpus de sus textos, los motivos
evidencian que el papel de la mujer ha sido siempre minimizado, subestimado como resultado
de una dominación histórica-social.
Benjamín Carrión (1979), en una entrevista realizada por Bolívar Moyano en “Paratodos”,
suplemento dominical del diario El Universo (Abril, 1972) manifiesta:
En la actualidad, estimo que hay una docena de narradores bastante buenos. Una
mención especial merece una mujer: Alicia Yánez Cossío, joven poetisa y relatista, que
con Bruna, soroche y los tíos hizo una cosa muy buena dentro de la línea actual. Es una
gran escritora, digna de figurar en cualquier parte del mundo. Inauguró una nueva forma
de novelar en las letras patrias.
34
En definitiva la narrativa de esta escritora pretende situar espacios de actuación de la mujer,
reconfirmar su pertenencia dejando ver los contextos cuestionadores en los cuales se
desenvuelve.
Esta posición nos muestra la honradez intelectual de Yánez Cossío que en el manejo del oficio
de la escritura confirma lo que muchos escritores conocen: la imposibilidad de elucubrar
febrilmente y regirse a la verosimilitud como categoría estética que consiste en la apariencia o
ilusión de realidad que provocan los textos en el lector. Yánez Cossío conoce los límites que
la ficción impone frente a la realidad, a las formas de cultura, a normas y códigos cambiantes.
Cada novela ha sido insertada en su propio contexto, teniendo en consideración que cada uno
de éstos “presenta una determinada concepción de la realidad y unos modos y métodos de
representarla” (Estébanez, 1071).
Sobre sus obras en las que el personaje mujer joven, adolescente toma una relevancia única, y
que sobresale a los demás personajes, Alicia Ortega, señala:
La narrativa de Alicia Yánez evidencia un conjunto de preocupaciones que giran
alrededor de la deshumanización del hombre moderno, la condición de la mujer en
nuestra sociedad, la fuerza de la tradición y la costumbre como instancias de sujeción,
el ímpetu de supervivencia que provoca en la mujer la opción por una vida plena y
auténtica, la impotencia femenina frente a una sociedad falocrática y arribista, las taras
de la sociedad civilizada dominada por un mundo de valores invertidos, el peso de la
palabra oral en la conformación de juicios y valores. Se trata de una literatura que
destaca el universo femenino como un esfuerzo por re-significar el lugar de la mujer en
el mundo. ¿Qué significa hacerse mujer entera, absoluta, dueña de sus decisiones y de
sus actos? Es la pregunta que parece articular los textos de Yánez Cossío. (p.4)
“La literatura es una necesidad de comunicación más que de expresión”, Alicia Yánez Cossío,
con la frase anterior nos demuestra que su arte tuvo su génesis desde pequeña, cuando se dedicó
escribir cartas a un abuelo imaginario que vivía en África. Cabe destacar el criterio y opinión
de la autora sobre el porqué los adolescentes prefieren los libros “light” y ¿cuál es la puerta para
los adolescentes acercarlos a una literatura de calidad?
Por experiencia, sé que estos libros de los vampiros están ocasionando un fenómeno
muy interesante. Ahora, cuando los adolescentes se enamoran, les es fácil ir a lo
sexual directamente. En estos libros se plantea la posibilidad de un amor romántico.
Tengo una amiga que está haciendo un estudio a través de encuestas y el resultado de
estos libros es un amor sano. Por otro lado, los chicos se dan cuenta de que la lectura
no ha sido aburrida sino bonita. Yo no leo esos libros porque ya no soy adolescente,
pero creo que son una puerta.
35
Luis Miguel Campos, resume de forma única a Yánez Cossío “La última máxima de un escritor
es que la muerte es el final de la vida, y no necesariamente el final de una historia. Y la historia
de Alicia Yánez da todavía para largo”.
3.2.
Análisis narratológico a la novela Bruna, soroche y los tíos.
Escrita en 1971 cuando el Diario el Comercio promovió un concurso de novela. El jurado
constituido por Benjamín Carrión y Ángel Felicicimo Rojas otorgo el primer premio ente 39
obras participantes, a Alicia Yánez Cossío, “sus cualidades de fluidez narrativa, arquitectura
novelesca, bella forma literaria, y porque sin caer en el criollismo o costumbrismo de dudoso
gusto, revela claramente su raíz y estirpe ecuatorianas (…). El aporte a la literatura ecuatoriana
de esta obra ha tenido grandes significaciones en varios contextos, pero también hay que recalcar
la inmersión de su corpus en la corriente del Realismo Mágico.
Una de las características más importantes de esta novela es la utilización del recurso del realismo
mágico; solo así se podría describir a sus antepasados: el silencio profundamente digno de María
IIlacatu, la nostalgia por su tierra, por sus hijos que se van a estudiar a España, su decisión de
acabar con la farsa que vivía junto a su esposo-amo; solo así podían relatarse las aventuras de
sus tíos: la interminable alfombra de Alvarito que esperaba la llegada del Papa y que al no
materializarse, terminó convirtiéndose en hilachas que producirían una terrible alergia a la ciudad
dormida y a sus habitantes; la fracasada empresa de la crianza de ranas que se convierten en una
peste casi bíblica; la singular historia de Camelia Llorosa, sus admiradores y su fracaso
matrimonial; la fabulosa colección de fósforos que se consumirán un día y destruirán parte de la
casa de los abuelos; la graciosa historia de los ternos de baño traídos por la tía francesa y que al
meterse al agua desaparecerán y producirán la angustia y la risa en las compañeras de Bruna; la
estatua de la pila del patio que cambiará de acuerdo a la cosmovisión de quienes asumían la
dirección de la casa; las pastillas para combatir el soroche de toda la cuidad el gran ventilador
que se presenta como solución para purificar la atmósfera y liberar a los habitantes de la desidia,
la pasividad, la renuncia a su libertad debido a las costumbres que no se cuestionan, a los
prejuicios que esclavizan.
Alicia Yánez inaugura el tratamiento de la problemática femenina en esta obra: la diagnostica,
la estudia, presenta alternativas para su desarrollo, crea personajes femeninos fuertes,
determinantes, constructoras de su destino, conscientes de sus responsabilidades frente a sí
mismas y frente a la sociedad. La construcción de la trama no es complicada, el lenguaje fluye
en su sencillez y alcanza acertadas dimensiones poéticas. (Vanegas, 1980). Menciona en el
análisis de la novela, como aspectos que se constituyen en la problemática misma de Bruna,
soroche y los tíos:
36
El desconocimiento mutuo de los unos y otros. Y la intolerancia de ciertos grupos
étnicos, sociales y religiosos. (…) el ímpetu de supervivencia que hace que al final el
individuo se rebele y se juegue la vida por la vida misma, por algo digno. Que logre
sacudirse al ”soroche” y se lance a vivir una existencia más auténtica (p. 24)
En cuanto a los personajes, son muchos, que aparecen y se mantienen y otros nombrados
básicamente,
pero
que desarrollan
perspectivas
múltiples,
proponiendo
patrones
de
comportamiento, y el caso que nos ocupa del niño y del adolescente (joven).
a. El realismo mágico en la obra de Bruna, soroche y los tíos.
Franz Roh en 1925, crítico de arte alemán, acuño el término de Realismo Mágico para
caracterizar una pintura post-expresionista alemana, como un estilo de las bellas artes. Roh
(Citado por Seymour en Khipu, 1980) define este término como: “La presentación objetiva,
estática y precisa de la realidad cotidiana con algún elemento inesperado o improbable, que deja
al espectador o al lector desconcertado, aturdido o maravillado. (…) además menciona que:
El realismo mágico es una de las respuestas al dilema del hombre del siglo XX, que vive
angustiosamente en un mundo tecnológico. Es un intento de redescubrir el elemento
mágico que existe en la realidad. Es un reflejo artístico de las ideas filosóficassicológicas de Carl Jung, que afirmaba desde comienzos del siglo la necesidad del
hombre de complementarse juntando lo irracional con lo racional. (p. 36)
Para el año 1926, Massimo Bontempelli difunde el término en una revista titulada “900”. Esta
corriente literaria utilizada especialmente en la literatura pero también en la pintura y la
filmación, se la define como la mezcla que funde lo real con lo fantástico o mágico, una
amalgama de la realidad por una acción fantástica descrita de un modo realista dentro de la
narrativa mostrándolo como algo natural, cotidiano. Ángel Flores fue el primero en llamar el rico
estilo literario suramericano, realismo mágico.
Difícilmente que alguna corriente literaria vanguardista merme a importancia e impacto del
Realismo Mágico, toda vez que este se ha consolidado en muchos autores a nivel mundial,
tomándolo como bandera en sus corpus literarios al empoderándose de temas sociales culturales
empleando una interpretación global y estándar; exagerándola algunas veces, y subrayando la
tolerancia de que el ser humano es capaz. Sus características demuestran lo anteriormente dicho:
una forma que funde la realidad con elementos fantásticos para aparentar situaciones de orden
social, cultural, político y disimular su discordancia. Hace uso de elementos mágicos en los
cuales los personajes se desarrollan con toda normalidad creando verosimilitud al lector.
Contiene múltiples narradores que pueden estar en primera, segunda y tercera personas. El
tiempo se puede distorsionar y se percibe como cíclico y no lineal. Se transforma lo cotidiano en
37
experiencias que pueden ser sobrenaturales. Los personajes pueden revivir; los escenarios son
en su mayoría americanos. En cuanto a los temas, hay diversidad de épocas históricas, una
esencia cultural del mestizaje y elementos prehispánicos en sus valores mitológicos. Las
propiedades que surgen de la realidad son: clarividencia, levitación, vidas largas al estilo bíblico,
milagros, enfermedades mitad imaginarias que son exageradas hiperbólicamente; pero todo eso
supone fe. Todo esto representa la parte mágica, mientras el realismo se encuentra en el modo
de contar la narrativa: como si el hilo principal fuera realista. El realismo mágico invita al lector a
menospreciar lo real, a apreciar lo milagroso y a despreciar lo histórico.
Muchos escritores son considerados como pertenecientes a esta corriente literaria: entre ellos,
podríamos mencionar a: Miguel Ángel Asturias, Alejo Carpentier, Gabriel García Márquez,
Isabel Allende, Salmán Rushdie, Lisa St Aubin de Terán, Louis de Berniéres, Gunter Grass,
Laura Esquivel.
Alicia Yánez Cossío nos envuelve en su obra también en situaciones que devienen de la corriente
literaria del realismo mágico, como por ejemplo:
Parte del título, “soroche” dentro del realismo es considerado como el mal de las alturas, y la
concepción mágica se fundamenta en una forma de colapsar de los individuos frente a situaciones
en las cuales su impotencia puede más que su mismo raciocinio y conciencia:
(…)La casa de los abuelos de bruna estaba junto a otras casas que hacían la ciudad. La
ciudad se ha quedado dormida porque la construyeron en el sitio justo en que los vientos
cambiaban de dirección porque aún ellos trataban de librarse de la influencia del
soroche.
La gente tomaba pastillas contra el soroche, y cuando las pastillas se agotaban, la
enfermedad se manifestaba haciendo que la gente permaneciera sentada indefinidamente
(...). (p. 72)
El tratamiento de la muerte y el despojo violento de su identidad:
El cacique tenía una hija, que sería la esposa del sol. Pero cuando los aventureros la
encontraron el sol se eclipsó y María Illacatu dejó su alma prendida en la punta del árbol
más alto. Sus ojos se quedaron mirando la sombra que tapó el astro, y se dejó conducir
porque estaba ciega, por quien sería su dueño y su verdugo, hacia la niebla que envolvía
una ciudad lejana. (p. 85)
Frente al homicidio de quien le había arrancado su todo, su marido el uso del realismo mágico
entraña la liberación de una mujer cuya escencia estaba ya muerta:
38
Las tijeras siguieron cortando y cortando hasta que alguien se las arrancó del que hacía
tiempo era cadáver. Entonces saltaron de la ventana a la calle y empezaron a cortar
piedras, los troncos de los árboles, las aguas de los ríos y solo se pararon cuando
empezaron a trasquilar la lana de las ovejas que serían las progenitoras de las que, un
siglo más tarde, habrían de dar su lana par que uno de los descendiente de María Illacatu
empezará a tejer la alfombra más grande del mundo. (p. 90)
Como tema recurrente en su novela, seguimos con la descripción mágica real a la muerte:
Cuando sonaron los disparos, el eco fue volando a traer la muerte. La muerte llegó a
prisa y se introdujo en cualquiera de los ventrículos del corazón. Salió por la boca
llevándose el alma en un atado mal hecho, haciendo con toda grosería a un lado, los
dientes y la lengua del moribundo
Muchos son los sucesos en donde se muestra un exquisito tratamiento a la realidad
convirtiéndola en mágica, eufemismos talvez pero que consagran un discurso único frente a una
realidad devastadora. Camelia Llorosa, al enterarse de la muerte de su hermana luego de su
noveno parto, en el convento:
(…) una mujer distinta, se había arrancado la risa de la boca. Al sacarse el corazón para
lavarse de las mundanidades a que se había dedicado antes no pudo volverlo a colocar
en el mismo sitio, sino cerca de los riñones.
La voz de la autora nos muestra también en Bruna, cuando harta de todo tipo de prejuicio e
hipocresía abandona la ciudad:
Cuando las fuerzas le faltaron, se detuvo a tomar aliento. Volvió sus ojos sobre la ciudad
dormida y no la encontró. Subió a lo alto de una loma la buscó por todas partes y la
ciudad no estaba (…) Una ráfaga de viento que tenía un olor conocido, como si nunca
hubiera existido el soroche, trajo un pedazo de papel. Bruna se precipitó a cogerlo
porque era el único indicio que le podía dar la pista de lo que buscaba (…) (p. 233)
La caracterización y descripción objetos y situaciones de la naturaleza misma, como ejemplo el
caso de la “huaca”:
Todas las noches aparecía una llama azul, fría y extraña que salía del fondo de la tierra
y desaparecía tan pronto alguien se aproximaba al lugar y se quedaba mirando fijamente.
Entonces la llama cambiaba de sitio, pasaba del pie del árbol a la niña de los ojos, y se
instalaba en el cerebro (…) (p.145)
Respecto a la alfombra que teje uno de sus tíos, especifica a esta con una gran maestría literaria:
La alfombra se enrollaba sobre sí misma, cada día giraba menos sobre su propio eje,
hasta que su rollo se hizo tan voluminoso que levantó el techo y hundió el piso. Tenía
un metro de ancho y el largo era de toda una vida. Era como una serpiente roja, jamás
imaginada que dormía su invierno. Sería capaz de dar vuelta a l mundo y tenderse como
un puente sobre los mares por obra y gracia del genio de Alvarito de Villa-Cató para
39
que el papá viniera caminando sobre ella, llegará hasta la puerta de su casa y le diera la
bendición. (p. 92).
3.2.2.
Estructura de la novela
Antes de ganar el Premio en 1971, Bruna, soroche y los tíos era en un principio una serie de cuentos
cortos, aislados, para luego ser compendiado en un solo cuerpo como una novela bajo el título “la ciudad
dormida”. Posteriormente le cambia el nombre. Novela que ha tenido tres ediciones en el país y ha sido
además adaptada al método Braile, en inglés. La edición actual data de 1980 su tercera edición, dividida
en 33 capítulos. Haciendo uso del realismo mágico su novela utiliza un lenguaje sencillo rescata el
lenguaje popular, los juegos típicos y tradiciones propias de una cultura serrana, son sus aspectos
sociológicos y psicológicos propios.
En primer lugar destacamos la estructura inicial y de cierre o final, extrapola el sentir de Bruna,
reafirmador y afirmativo en cuanto a su postura de vida y sus experiencias de niña, joven, adolescente.
Bruna optó por callarse, como siempre y no insistir más …Pero vio que el mundo era
un hervidero de ambiciones y lo dejó todo…( pp 61,310)
Capítulo primero, el pasado de Bruna, La verdad sobre sus raíces “(…)pero cuando fueron pasados por
el tamiz de la verdad y por el crisol del tiempos …dejaron inmóvil el fiel de la balanza” (p. 71). La gente
de la ciudad comunidad en el ostracismo.
El capítulo dos, relata el temor de los habitantes que vivían bajo una estigma de superchería y no les
permitía enfrentar ni querer ver su árbol genealógico. La historia del apellido y el retrato de la abuela.
María Illacatú, sus sentimientos, sus desavenencias, su experiencia al encontrarse en un mundo que no
era el suyo, y que además no lo deseaba.
La descripción exquisita de la casa de los abuelos, relata el capítulo tres, y la atmosfera de culpabilidad
que se respiraba en sus rededores.
Capítulo cinco y seis, de forma secuencial cuenta sobre el regreso de los hijos de María Illacatú, el
enamoramiento de una mujer criolla y narra sobre el culto a los valores invertidos. Y la trágica vida de
una viuda aferrada a sus creencias con 14 hijos que criar.
En los capítulo siete, ocho, nueve y diez cuentan la crianza por parte de los tíos de los 14 huérfanos.
Aparece la primogénita Camelia Catovil (Camelia Llorosa) y el cambio de su nombre, bajo la crítica,
siempre, de los demás. Y quien fue casada a los quince años de edad. El regreso luego de varios años a
la ciudad del soroche, las expectativas de la gente, la crítica, la curiosidad. Su vida y el diario vivir,
40
basada en lo que aprendió y vio en otras ciudades. Su huida al convento de las monjas. La carta de su
hermana Teresa, antes de morir, en donde le pide que se haga cargo de sus nueve hijos.
Lo que le pasó a Panchito y a su hijo Alvaro, en los capítulos once y doce. Al ver la llama que ardía y
cambiaba de colores, y se creía que era la llama de un avaro. Alvaro Villa-Cató, su interminable
alfombra.
Jerónico, el hermano menor de Alvarito, el que rompe los esquemas, y sus viveros de ranas. Salomón,
hijo de Jerónimo y la culpabilidad de todo acto “malo” a los masones, quienes como dice Alicia Yánez
“(…) tenía cogido los hilos políticos del país…” (p. 162), Capítulos trece y catorce. En el capítulo 15
sigue el relato generacional la hija de conocida como María 23, criada en el campo. La muerte de los
indios de la hacienda y el cambio a la ciudad de la pareja para vivir como los demás.
Capítulo 16, a la muerte de Camelia Llorosa, seis años luego de salir del convento, y los rasgos físico
de Francisco, y sus versos.
Capítulo 18 y 19, la descripción de los pasajes de la casa, lugares, sitios, disposición de los muebles.
La muerte, Mama Chana u sus rituales que la llevaron a que fuese despedida. El tío Francisco y las
cajas de fósforos. Los días de fiesta, los jueves, las travesuras, el incendio que provoco Bruna.
Capítulos 20, 21, Bruna crece, la niñez, la travesura queda atrás, la casa luego de la muerte del tío
Francisco. El trabajo de Bruna, como secretaria. La vida cotidiana y lo sentimientos encontrados,
ambiguos. La foto del nuevo abuelo.
Capítulo 22, el relato de Tía Catalina, la mujer ensimismada en la religión, y bajo esta bandera rindió
homenaje al maltrato y su santidad.
Capítulo 23. El primer amor de Bruna, su escape y primer beso. Bruna se hace mujer.
Capítulos 24, 25 y 26. Los padres de Bruna, la partida de Gabriel. La historia de la jovencita bailarina
La tía Catalina, sus rituales, su forma de proceder y sus hábitos. El viaje en tren, La llegada a
Barcelona en un barco de vapor y el volver a su casa en malas condiciones.
Capítulos, 28, 29, 30. La cama de Tía Catalina, descripciones y sucesos que pretenden determinar el
porqué de los comportamientos. La tía Clarita, sus hábitos, los gatos. La dedicación a ellos y sobre todo a
Juanito, el gato que aprendió a caminar en tres patitas.
Capítulos 31, 32. La proyección de Bruna, en el encierro de la tía Clarita. La muerte de Tomacito, (el
gato). Los advenedizos. (los chanos).
41
Capítulo 33, Bruna decide perderse, seguir el mismo camino que su abuelo el Obispo de Villa-Cató.
La juventud muestra su querer despegar; su verdadero caos mental entre acciones y deseos.
3.2.3. Intertextualidad de la novela de Bruna soroche y los tíos
No es nuestra intensión en este trabajo de investigación realizar un análisis de la intertextualidad en la
obra de Yánez Cossío, pero si dar ciertas pautas sobre lo que esta noción constituye para fundamentar
la implicancia que tiene la obra Bruna, soroche y los tíos con otros textos infantiles juveniles en la
literatura infantil y juvenil, y por ende la importancia de que ésta, (la novela), pueda ser leída por los
jóvenes quienes son la razón de la escritura.
Podemos entonces, meramente como un eje, emitir el concepto de intertextualidad, que es un conjunto
de propiedades por las que se distingue un texto en donde se entrecruzan y ordenan textos de muy
distinto discurso. Es la relación que un texto mantiene con otros textos. En la obra Palimpestos de Gerald
Genette, expone cinco tipos de transtextualidad, las enunciamos a continuación:

Intertextualidad que es una relación de co presencia entre dos o más textos, como presencia
efectiva de un texto en otro, (cita, plagio, alusión).

El paratexto: título, subtítulo, intertítulos, prefacios, epílogos, advertencias, prólogos, notas al
margen, al pie de página y otros tipos de señales accesorias, autógrafas o alógrafas, que
procuran un entorno (variable) al texto y a veces un comentario oficial –u oficioso-. Es uno de
los lugares de la dimensión pragmática de la obra, de su acción sobre el lector.

Metatextualidad: “Comentarios” es la relación que une un texto a otro texto, que habla de él
sin citarlo (convocarlo) e incluso sin nombrarlo. Es por excelencia la relación crítica.

Architextualidad: Se trata de una relación muda, que articula una dimensión paratextual
(títulos, o subtítulos) que acompaña al título en la cubierta del libro, y es la indicación de pura
pertenencia taxonómica. El género es un aspecto del architexto.

Hipertextualidad que es toda relación que une un texto B (llamado hipertexto) a un texto
anterior A (llamado hipotexto) en el que se injerta de una manera que no es la del comentario.
Es un texto en segundo grado, o texto derivado de otro texto preexistente, derivación que
puede ser del orden descriptivo, o intelectual. O puede ser una transformación en la que un
metatexto evoca más o menos explícitamente al hipertexto, sin necesariamente hablar de él y
citarlo. Y el El hipertexto es considerado como una obra propiamente literaria –al derivarse de
una obra de ficción (narrativa o dramática) queda como obra de ficción y cae dentro del campo
de la literatura. (1989, pp 12-13)
Luego de la paráfrasis realizada, podemos entonces encontrar y evidenciar la intertextualidad de la
obra de Alicia Yánez Cossío, con otras grandes obras de cuentos y aventuras maravillosas, en donde
las relaciones que se establecen determinan la valía de Bruna, soroche y los tíos y su gran aporte a la
42
lectura para jóvenes. Demostrando con esto el poder de la literatura y de quienes son sus gestores para
vincular varias obras, varias tipologías y géneros como propulsor de su escritura y como generador de
situaciones extraordinarias en los mismos que enriquecen los discurso y nos permiten realizar un
análisis contextual mucho más profundo y diverso.
Yánez Cossío, ha incursionado en el mundo infantil, destacando temas relevantes, en el caso de la novela
la aventura, los temas de amor fraternal hacia los abuelos, a la familia. La novela de Bruna soroche y
los tíos, evidencia la magia, lo maravilloso de la literatura, misma que podemos relacionar con otros
cuentos, novelas y poemas como es el caso de Veinte mil Leguas de viaje submarino (1878), de Julio
Verne. La novela de Emilio Salgari, El tesoro de los Incas (2000). Y con El niño de la selva (1984,
1985), de Rudyard Kipling y el poema Cuando las cosas vayan mal.
Con la obra de Julio Verne, cuya reseña la presentamos a continuación, existe intertextualidad en
varios ámbitos:
VERNE, Julio: Veinte mil leguas de viaje submarino de Julio Verne. Bogotá: Paramericana,
1994, 376 pp.
Un monstruo marino ha puesto en marcha todas las alarmas, y finalmente se organiza una
expedición para capturarlo, en la que figuran el célebre profesor de Historia Natural Pierre
Aronnax, su ayudante Conseil y el experto arponero canadiense Ned Land, a bordo de la fragata
estadounidense Abraham Lincoln. El monstruo resulta ser un sorprendente submarino a las
órdenes del capitán Nemo, y el hecho de que deba mantener el secreto plantea un grave problema
al capitán en cuanto a la liberación de los tres personajes principales. El capitán Nemo, el sabio
atormentado y desengañado de la raza humana, en el que confluyen el individualismo libertario
y un exacerbado sentido de la justicia, se ha convertido sin duda en uno de los paradigmas de la
novela de aventuras y su presencia ya bastaría para justificar el lugar de honor que ocupa Veinte
mil leguas de viaje submarino en el género. Y sin embargo contiene muchos otros alicientes:
emoción, conocimiento, suspense, personajes inolvidables, lances inesperados.
Bruna comparada con el Capitán Nemo, dotado de una personalidad única, trasgresora ante quienes
creen que la verdad es absoluta, potencia, abre puertas a la fantasía, a la travesura, al juego mismo, a la
realidad: pero a la vez al conocimiento del individuo, a reconocerse. Viajes épicos que enriquecen al
joven, al niño, que lo llevan a vivir aventuras de tiempos de sucesos ficcionales y de su tiempo real.
Existe una metatextualidad, en donde se refleja de forma intrínseca situaciones que tienden a ser del
orden descriptivo, o intelectual. Bruna, y el Capitán Nemo, dos seres, dicotómicos, una real y otro
concebido en la literatura ficcional, pero que se aúnan, se emparejan en el momento de rescatar su
43
sentir, su forma de actuar, su pensamiento sus aventura y sobre todo en su desengaño con quienes forman
parte de su círculo, lo seres humanos, quienes difieren trascendentalmente de su forma de pensar, y de
su forma de ver la realidad en cada una de sus situaciones dentro de la novelas.
La segunda obra mencionada es el poema de Emilio Salgari, escritor italiano, autor de numerosas
novelas de aventuras que han gozado siempre de gran éxito, sobre todo entre el público juvenil, “por el
dinamismo casi cinematográfico de la acción, que evoca sugerentes atmósferas fantásticas y épicas, su
reseña a continuación:
Una aventura en busca del legendario tesoro de los incas, a través de un inmenso rio
subterráneo, describe el viaje que unos aventureros efectúan por debajo de una parte de los
territorios de Centro América, a través de un inmenso subterráneo en el que hallan un río
navegable, en busca del fantástico tesoro de los Incas
Se puede evidenciar fácilmente la relación de intertextualidad de estas dos obras por la alusión que
existe como co-presencia en cuanto a los contextos históricos en las cuales se basan la narración y el
discurso de estas dos grandes obras.
- No tenemos que penetrar en el bosque. Y tú, buena mujer, no llores. Tengo una casa
mucho mejor que esta cabaña; yo te ladearé y verá como no te falta lo necesario para
vivir. (1876, p. 15)
Existe una relación muy clara, cuando María Illacatu, en Bruna, soroche y los tíos, es usurpada por los
españoles y extirpada de su tierra, de su génesis. La promesa, no dicha pero implícita del español y la
construcción de una casa fuera en donde se esperaba que ella acepte esa condición y deje de ser una
advenediza para convertirse en una criolla.
En vano los españoles buscaron los tesoros, en vano dieron tormentos…los tesoros jamás
fueron hallados, sin que tuviesen mejor suerte las expediciones emprendidas con este fin en
diversas épocas por audaces aventureros. (1876, p. 37)
La búsqueda interminable del oro, por parte de los españoles, el creer que América se constituía una
fuente de riqueza, material. Definitivamente existen presupuestas en las dos obras que son coherentes
en la existencia, (real) de los personajes indios y en su realidad; y que prima cierta ambigüedad en cuanto
a lo real y lo ficticio, a lo lógico y ambiguo. Y ente la situación de coordinadas e espacio no son
propiamente idénticas pero que permiten ser referentes por la coincidencia de la verdad. Pese a ello no
existen fronteras contextualizadas históricamente. Determinar en qué momento la ficción pasa a ser
realidad, o lo contrario es determinante con los jóvenes, toda vez que para lograrlo podemos presentarles
44
casos, problemas para validar no solamente la intertextualidad, sino , que en base a esta generar
desarrollar su pensamiento complejo pretendiendo dotarles de aprendizajes significativos. Sin
Con la poesía Rudryard Kipling, escritor y poeta británico nacido en la India. Autor de relatos, cuentos
infantiles, novelista y poeta.
Cuando las cosas vayan mal (No abandones)
Cuando vayan mal las cosas como a veces suelen ir,
cuando ofrezca tu camino sólo cuestas que subir,
cuando tengas mucho haber pero mucho que pagar,
y precises sonreír aun teniendo que llorar,
cuando ya el dolor te agobie y no puedas ya sufrir,
descansar acaso debes pero nunca desistir.
Tras las sombras de la duda,
ya plateadas ya sombrías,
puede bien surgir el triunfo,
no el fracaso que temías,
y no es dable a tu ignorancia figurarse cuan cercano, puede
estar el bien que anhelas y que juzgas tan lejano, lucha,
pues por más que en la brega tengas que sufrir.
¡Cuando todo esté peor, más debemos insistir!
Si en la lucha el destino te derriba, si
todo en tu camino es cuesta arriba, si
tu sonrisa es ansia satisfecha,
si hay faena excesiva y vil cosecha,
si a tu caudal se contraponen diques,
Date una tregua, ¡pero no claudiques!
"Porque en esta vida nada es definitivo,
toma en cuenta que: todo pasa, todo llega y todo vuelve"
Evidenciamos una interdiscursividad entre la novela de Yánez Cossío y el poema. El poder de la palabra
dota de una serie de herramientas para verse reflejado como individuo en espacios reales, y sobre todo
es situaciones cotidianas.
Bruna, esta descrita en el poema de Kiplin, y al igual que ella muchos adolescentes que piensan y se
sienten derrotados algunas veces por lo sentirse parte de un grupo, por atravesar situaciones emocionales
fuertes, o simplemente porque se encuentran en estados, muchas veces, de sosiego, incertidumbre, de
encontrarse. La palabra escrita le da la certeza de encontrarse, de sentir que otros le entienden.
El sentimiento de reencontrarse que acompaño a Bruna desde sus primeros días.
45
Tras las sombras de la duda,
ya plateadas ya sombrías,
puede bien surgir el triunfo
no el fracaso que temías
De los personajes cuyo sentir es transitorio en el relato, pero que determina fielmente que su camino
siempre “fue cuesta arriba”. Por todas sus vivencias, sus esperanzas, sus ilusiones, y el fin de cada uno
de ellos. Y sobre la entereza de Bruna, María Illacatu, Camelia Llorosa y todas las demás mujeres que
son ejemplo de vida y luchas para los jóvenes adolescentes.
…“todo pasa, todo llega y todo vuelve”. Qué joven no se ve identificado con este verso, Brunas, hay
muchos y muchas, el texto literario invita nuevamente a la sensibilización. Y a pensar que todo lo
podemos lograr, la lucha inicia el momento que hemos obtenido nuestro propósito de vida. Uno de ellos,
el más profundo aprender a reconocernos y validarnos.
La intertextualidad está dada, como señalamos en un sin número de obras, y no solo en sus corpus sino
también en sus prefacios, no tanto por la coincidencia lingüística, textual, sino por lo que se puede inferir
de aquella, tal es otro aporte magistral de la literatura infantil y juvenil como es el El libro de la selva
(1907), que relata la fábula del niño Mowgli criado por los lobos, del oso Baloo, de la pantera Bagheera
y del malvado tigre Shere Khan se ha convertido en un arquetipo universal que reúne, como los grandes
mitos, lo mejor y lo peor de las andanzas del ser humano en esa jungla inmensa que es el planeta Tierra.
Los hermanos de Mowgli
Mang, ese ciego con alas,
suelta las bridas de la noche.
Rann es su amigo, en él cabalga.
Duermen las vacas sueños torpes.
Los corderos tiemblan, balan,
y tras la puerta se esconden.
Somos dueños hasta el alba.
Queremos siempre ser libres,
fuerza, pasión desatada.
Que abunde siempre la caza.
Será así, si en la Ley vives.
Nuevamente evocamos la interdiscursividad. La descripción de los animales es un símil de los
personajes de la novela de Yánez Cossío, una referencia que resulta inevitable, se observa la dualidad
entre la selva y la aldea de los personajes de El niño de la selva; y de la historia con la sociedad humana
como en Bruna, soroche y los tíos. La búsqueda de Muggli angustiosa su identidad entre estos dos
mundos diferentes, y la de Bruna, de su origen.
46
Por otro lado, permite remitirnos a las descripciones de lugares exóticos e la selva y la aldea, y en el
caso que nos ocupa, de la ciudad, de las montañas, de los viajes fuera de las montañas, fuera del espacio
único conocido, describiendo los dos autores con gran detalle aquellos lugares, reconociendo por otro
lado, que el joven lector visualiza los mismos, trasladándole con su imaginación a aquellos. Se debe
puntualizar que la literatura es creadora, constructora de imágenes, sensaciones, realidades que no
requieres ser contadas con la palabra sino, muchas veces, solo con la letra como símbolo de nuestras
vidas que dejan una marca de forma perenne.
3.2.4. Narrador
A partir de la perspectiva de Bruna a un narrador omnisciente que comparte el discurso y entrega la
palabra a los personajes. El juego textual que maneja deja entrever la historia de la familia y por otro, la
cultura que permite afirmar su historia personal. No podemos centrarnos en un solo tipo de narrador ya
que cada personaje tiene su momento. No encontramos dialogismo, el discurso el polifónico, pero tiene
más peso que los personajes a los que le sede la voz el narrador omnisciente.
Un ejemplo de narrador omnisciente, entre los muchos del corpus de la novela:
La gente no podía entender lo que le había sucedido, era doloroso explicar ciertos detalles
por lo cual Bruna concluyó por no decir palabra.
-
¿De dónde vienes?
De cualquier parte
¿Pero de cuál?
De allí… del sur. (p- 61)
(…)Bruna tenía presentes a todos sus antecesores, los conocía uno a uno, y no se sentía
extraña…(p. 101)
Sin embargo la procesión iba por dentro. El aire del campo se iba llenando de vapores
parecidos a los que en la ciudad producía el soroche. (173)
Dialogo como estrategia para articular la estructura del conjunto en distintas proporciones y en forma
muy breve o extensa.
¡El Conde don Emiliano de la Reguera y Soria…!
¡Puf! está dos metros bajo tierrPuf!
- ¿Cómo?
- Digo que murió
- ¿Cuándo?
- Pues, hace un medio año, más o menos…
- ¿Dios nos asista! ¿De qué murió?
- Pues…creo que de viejo.
47
- ¡De viejo, no puede ser!...Era mi novio… (p.122)
Contiene planos personales que se alteran frecuentemente entre pasado y presente, las acciones
de los personajes se presentan en retrospectiva como los recuerdos, sin abundar lo sustantivo de
la realidad. Las formas de expresión de la novela corresponden a la jerarquía social de los
personajes.
El imaginario de Yánez, tiene bases históricas concretas, quizá lo que se debe señalar es cómo la
escritora evidencia en la obra una realidad de siglos y épocas pasadas. Este es el punto de
gestación y de partida de la novela y sobre el que orbita la vida de todos sus actores
El inicio de la narración con una casuística específica sobre Bruna y todo su equipaje de recuerdos,
aventuras e historia de su familia y la ciudad.
Bruna optó por callarse, como siempre y no insistir más, Había venido de una ciudad,
había caminado por sus calles, visto sus iglesias de oro con sus campanarios que se
perdían en las nubes, caminando por sus plaza, en una de las cuales se levantaba la
estatua de un bisabuelo, que, siendo obispo, tuvo doscientos cuarenta y cinco hijos.
Había vivido en la vieja casa de los abuelos donde aprendió a ver la vida desde un ángulo
diferente. Conocía la historia de los habitantes y la historia de quienes fundaron e
hicieron la ciudad… (p. 61)
En el caso del cumpleaños 16 de Carmela:
Cuando Camela cumplió los dieciséis años, la vieja nodriza que nunca se separó de su
lado, desde el momento que vino el mundo, murió de nostalgia por la ciudad lejana y
también de pena por las desventuras que pasaba la niña. La niña se quedó sola en el
mundo totalmente desconocido… (p. 122)
Respecto a la historia de María Illacatu:
A Bruna le dolía siempre ver a su antecesora india clavada en el salón de las visitas,
nadie parecía saber nada de su pasado…Cuando Bruna descubrió por sí misma y por las
deliciosas influencias de mama Chana, el escándalo de los parientes lejanos, veneró a la
abuela india. (pp 91,92)
La historia de los padres de Bruna:
Los padres de Bruna eran los extraordinarios personajes que vinieron del campo, a raíz
de la muerte de los dos mil indios que trabajaban en sus propiedades. A pesar de haberse
casado entre primos, los hijos que tuvieron fueron físicamente normales, y heredaron de
48
los abuelos una especie de disconformismo, que bien miraba la cosa, no era tal, sino una
indisponibilidad orgánica para contagiarse del mal del soroche. (p. 233)
En cuanto a jerarquía en un primer plano del inicio de la historia de cómo María Illacatu fue
desterrada y encerrada en una tierra que no era la suya, en una historia que no le correspondía.
Interrumpida su juventud y sus costumbres,
Y hubieran seguido caminando los siglos de los siglos, si María Illacatu no hubiera
sentido que en sus entrañas se estaba gestando un ciclón, que debía salir al mundo
transformado en un ser humano: con un brazo de blanco y otro de indio, con una pierna
de chasqui y otra de hidalgo, con un corazón que equivocaba el ritmo porque la sangre
se licuaba o congelaba en el asombro de las venas, con un ojo que tenía una niña de
maíz y otra de trigo. (p. 86)
Otra cita en donde apreciamos las jerarquías de los diálogos, no por su posicionamiento en la
obra, sino por la trama en la cual se desarrolla.
Los viejos iban agrandando su órbita y seguía acaparando ele espacio vital de los que
estaban bajo su dominio.
-
¿Soy tu padre y me debes respeto
-
! Soy tu madres y e debes obediencia! (p. 101)
3.2.5. El estilo
En el lenguaje discursivo Yánez hace gala de un lenguaje con diversos registros, que permite
comprender la magia de cada uno de los personajes para transgredir la verdad, disimularla,
advertir al joven lector sobre la multiplicidad de eventos y realidades culturales de un país
multicultural, multiétnico.
Bruna con un monólogo interior, en momentos, rece que trabaja de esa forma la narración, que va
cuestionándose la poca tolerancia al “soroche” afianzada en los recuerdos y cuentos de mama
Chana. Que “le abrió las puertas del pasado” y le permitió tomar decisiones drásticas sobre el
mismo oponiéndose a una ciudad aletargada.
Es necesario mencionar la “despolarización del discurso2, tal como destaca Adelaida López
Martínez (2000, p .23), la ironía estilística, maravillosa y fantástica. Estos dos últimos recursos
49
intervienen en la narración y fragmentan los principios de verosimilitud que mantienen y
justifican una “visión monolítica, prejuiciada y mítica de la sociedad dormida”.
3.2.5.
Trama
En la obra Bruna, soroche y los tíos, el título es decidor en cuanto a mostrar a tres personajes, por así
decirlo en cuanto al “soroche”, pero que incide de forma directa en el corpus de la obra y que develan el
conflicto entre el deber ser social -los tíos y el soroche- y el ser de la protagonista. Los tíos simbolizan, la
identidad deteriorada, la familia, en tanto que el soroche o enfermedad de los páramos andinos
constituye la metáfora de la tradición y el anquilosamiento contra los que Bruna va a luchar (Antares,
2010, p. 24). Crónica de una familia serrana, dado su fondo quiteño en el desarrollo de la trama, donde
Bruna lidia contra el soroche de una ciudad atestada de “moralistas”, prejuiciosos e hipócritas de una
sociedad que corree el pensamiento y desarrollo. Y por otro lado, con sus tíos, quienes resultan ser sus
custodios incapacitados para asumir roles de forma adecuada, tras la muerte temprana de sus padres.
Narra aspectos sobre el mestizaje y el rechazo a lo “indio”: “bruna descendía de una raza desleal a la que
todavía le dolía y empequeñecía el mestizaje, con un dolor y complejo de pecado original” ( p.74).
Bruna, impone deliberadamente una construcción de un mundo nuevo, ya no se queda en la reiteración
de escenarios típicos de una mujer doliente, pasiva, dominada. Por ello enfrenta un sinnúmero de
situaciones externas e internas, estas últimas basadas sobre todo en el juzgamiento de su propia familia
cuando busca de forma incansable sus orígenes. Proviene de una familia desleal a al que todavía le dolía
el mestizaje con un color y olor de pecado original. Gente que basándose en sus apellidos ilustres
Bruna es la revisión de los hechos de una familia, por una jovencita que se lanza a vivir su propia
existencia, lejos de los prejuicios y atajos de una ciudad apática y sin motivaciones, lo cual constituyó la
novedad del feminismo de esos tiempos. La protagonista, ubicada en un entorno social y familiar
dominado por el inmovilismo y los valores morales anclados en la tradición, lucha denodadamente por
zafarse de los múltiples prejuicios que amenazan con destruirla. Bruna decide romper ese círculo opresivo
y lanzarse al mundo a vivir su propia vida, lejos de los atajos sociales producidos por la inercia, el
egoísmo y la esclavitud de la opinión ajena.
Historia que abarca la evolución de una familia, desde su apellido, de Illacatu a Villa cato, a Villa-Cató
y por último a Catovil. Como elemento del rechazo a lo mestizo y validación total a lo blanco, europeoespañolizado.
50
3.2.6.
Motivos

La violencia, traiciones y episodios que conviven con la soledad, el desconocimiento
mutuo de unos y otros.

La duda de la identidad de la protagonista la lleva a reconstruir su pasado basado
en información fragmentada y en muchos casos irrelevante.

La intolerancia a ciertos grupos étnicos, sociales y religiosos.

La fuerza de la tradición, de la costumbre. La inercia que frena tantos movimientos de
avanzada y sofoca tantos intentos de superar lo anacrónico y lo caduco.

La mujer, Bruna, como un referente de que las mujeres también pueden crear su propio
pasado, vivenciando situaciones comunes y lidiando a la vez con los demás. Mujer que
permite aceptarse y aceptar su entorno y sus heterogéneos.

La renuncia a la severa actitud patriarcal que propugna continuamente la superioridad
masculina.

Identidad y lucha con un ímpetu de supervivencia que hace que al final el individuo
revele y se juegue por la vida y por la búsqueda de algo digno.

Avance notable en el movimiento de las mujeres.

Estigma, el rechazo del cual es objeto Bruna por sus congéneres.

Paralelismo con obra Cien años de Soledad de Gabriel García Márquez.

Heroismo: Una mujer nacida y diseñada para ser irreverente ante los supuestos sociales
construidos como una abstracción de la identidad de su familia.
3.2.7.
Tiempo y espacio
Un primer encuentro con la novela de Alicia Yánez Cossío en cuanto al análisis del tiempo es la
presencia de la prolepsis, tiempos posteriores de la narración anacronía, alteración a la secuencia
cronológica. Ese tipo se da ya sea por la analépsis (tiempos anteriores que interrumpen en la narración)
y prolepsis, (tiempos posteriores interrumpidos en la narración. Existen diferentes tipos: • Externa o
heterodiegética: es toda retrospección o anticipación fuera de la diégesis o historia narrada que
proporciona una aclaración al lector sobre los antecedentes. • Interna u homodiegética: es toda
retrospección o anticipación dentro de la diégesis. Dentro de este tipo las completitivas llenan vacíos o
elipsis y permiten que el lector recupere información; las literativas mencionan hechos similares
habituales que el personaje repite, y las repetitivas aluden de forma explícita al mismo pasado del relato.
• Mixta: es toda retrospección o anticipación que se origina fuera de la historia narrada
51
Mijail M. Bajtin define el "cronotopo"; en sus propios términos, como "lo que literalmente se podría
traducir por ¨espacio-tiempo¨: la correlación esencial de relaciones espaciotemporales asimilada
artísticamente en la literatura".
En el caso del tiempo Yánez Cossío, a excepción de inicio y final, el corpus del cuento es cronológico,
se va desde el inicio mismo de la hija del sol María Illacatu, pera ir caminando son sus hijos, sus nietos
y bisnietos (Bruna), narrando la historia de cada uno de ellos en espacios diferentes. Recreando
momentos del pasado de los personajes de forma anterior, simultánea y ulterior.
Pasaron los años con la lentitud que solían pasar en la ciudad dormida (p. 135)
El tiempo en la narración determina aspectos principales que le van dando forma al discurso,
presentando una visión bastante amplia, en donde los jóvenes pueden adentrarse al análisis de una
variedad de aspectos históricos y culturales, desde la conquista hasta la actualidad.
El marido enriquecido con el oro de la ñusca que mntenía a su lado, volvió a cruzar los mares
pr acrecentr la leyenda de los indianos que encontraron tesoros en todos lados…(p.88)
Bruna descendía de una raza desleal a la que todavía le dolía y empequeñecía el mestizaje, con
un dolor y un complejo de pecado original. (p. 74)
Las acciones se van articulando en función de la protagonista y todos aquellos que constituyen su mundo
La vieja casa de los abuelos encerraba todo un mundo donde estaba involucrada la esencia de
Bruna. Valía la pena recordarla años tras año. Recordar los personajes que la habitaban, con
todas sus lágrimas vertidas; con los momentos plácidos, que a través del tiempo, marcaban
hitos… Recordarles con sus heroísmos y ridiculeces que es el presente tenían un valor invertido
y diferente. (p. 68)
Se ratifica en esta cita, el tiempo de la conquista, el valor al oro más que al individuo por parte de una
razón que un momento dado conquisto nuestros días, situación que merece de los jóvenes analizar y
profundizar para rescatar sus propias conclusiones y valoraciones, hacia los cambios que hemos tenido
y hemos sido sujetos luego de la conquista. Los valores que implican haber obtenido o desgastado con
el trasurso del tiempo en nuestra historia cultura, indígena.
El tiempo narrativo es bastante rápido, fluido, se detiene en descripciones que son absolutamente
necesaria para dar al lector joven una visión ilustrada del personaje como tal, o del lugar en donde se
desarrolla la escena. Las técnicas de descripción abundan, como la casa de los abuelos de Bruna, los
hábito de tía Catalina, el cómo bajo prescripción médica y suya propia comía ciertos alimentos (carne
de cordero) solamente los primeros sábados de cada mes. Por otro lado podemos apreciar las
descripciones de hombre y mujeres de la narración, en algunas con una mágica pincelada deja ver sus
formas, sus caracteres como Bruna, los tíos y las tías. Hasta a los mismos gatos. Del incendio con la
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cajita de fósforos y todos esos colores que despertaban un sinnúmero de sensaciones, es como si todas
las auras de los personajes eran vistas en ese momento. Como que todo el pasado y el presente estaban
conjugados en colores.
En cuanto al espacio en la novela se desarrolla en la región sierra ecuatoriana, en una ciudad que no se
específica el nombre, pero las descripciones determinan que es real refiriéndose a lugares concretos,
específicos u otros cerrados, como la casa de los abuelos de Bruna. Un ejemplo es la casa de los tíos:
En la casona de los tíos, junto al capulí frondoso –el que repartía sus frutos por toda la huerta y
por los patios de la casa vecina- se había visto fuego desde que la casa fue construida. Todas las
niches aparecía una llama azul, fría muy entrañada (p. 145)
Una cita que describe parte de la topografía, el clima:
La casa fue construida aprovechando los desniveles del suelo y hasta donde llegaba la montaña
abrupta y fría. Tenías tres pies hacia la calle principal, dos hacia la secundaria, y era de un solo
piso hacia atrás y hacia el otro lado. (p. 94)
Los espacios determinan no solo la infraestructura arquitectónica, este discurso descriptivo tiene el
potencial de emitirnos juicios de valor y objetivos sobre las características psicológicas, emocionales de
los personajes. Determinados por el frío (la mojigatería), los colores oscuros y tenues (las
personalidades) y sobre todo la puertas anchas que determinan la salida, la búsqueda incesante del “yo”,
en la niña en la joven mujer. Bruna.
Yánez Cossío, no solo entra su atención en la descripción de los objetos, sino que a estos les da vida en
el espacio que se narran, les confiere un sentido sociológico y sociológico que entrañan sentimientos,
vivencias.
Entonces la llama cambiaba de sitio: pasaba del pie del árbol a la niña de ls ojos, y se
instalaba en el cerebro. Al mirar la llama y cerrar los ojos, se podía verla durante horas
que se desvanecía bajo los párpados de la codicia.
Espacios tradicionales, espacios religiosos, supersticiosos, pretenden dar el lector joven varios
parámetros para mirar sobre el espejo del libro y adentrarse a la cultura y costumbres de nuestros pueblos
mestizos.
Al tocar las doce campanadas de la media noche de los 31, se podía ver claramente el
futuro, echando una clara de huevo en un vaso (p.113)
El sincretismo hace parte del relato temporal y espacial de la novela, entendido éste según su significado,
como “a la conciliación de distintas doctrinas o posturas. El sincretismo, de este modo, implica
la fusión de diferentes elementos en uniones que, en ocasiones, carecen de una coherencia interna”.
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3.2.8.
Personajes
María Illacatu: ñusta (princesa) que por sus casualidades físicas era muy hermosa y rica fue robada por
un grupo de españoles de su hogar la trasladan a la colonia española. Con ella se inicia el árbol
genealógico de los Catovil cansada de los maltrato de su esposo lo asesina y después ella se ahorca con
su propio cabello.
Bruna: Una chica valiente vive con sus tíos es ella quien averigua los antecedentes de la familia y de
donde inicia la narración, es ella también quien acepta el verdadero apellido sin importar la raza india
de la abuela María Illacatu y deja a un lado las mentiras de sus tíos sobres sus abuelos.
Camelia Catovil (Camelia Llorosa) Fue una mujer valiente no le importaba los prejuicios de la gente y
después de la muerte su futuro esposo se dedico a ser el centro de atención de los hombres de l pueblo,
cambio su nombre a Camelia Llorosa en sus reuniones había poesía y música. Contrajo matrimonio
con un hombre mayor el cual no la complacía íntimamente, escapó a un convento mientras los demás
la dieron por muerta
Catalina Catovil: Fue una mujer muy pulcra no le gustaba bañarse desnuda, tenía una cama
inmensamente hermosa con cuatro santos en su estructura su muerte fue muy dura ya que agonizo por
semanas con imágenes de un viaje que hizo a Tierra Santa.
Indios: Son aquellos quienes crean las viviendas empleados y mueren por causas injustas, como
siempre maltratado física y psicológicamente.
Hijo mayor de María Illactu: contrajo matrimonio con una criolla con la cual tuvo catorce hijos delos
cuales sobrevivieron dos. El murió en un duelo.
Panchito: El tercer hijo de María Illactu casado y con dos hijos jerónimo y Álvaro estuvo en busca de
un tesoro para el cual utilizo muchas cábalas, ya abierto su mujer entra; el baúl sale corriendo y se
esfuma un día después el muere de causas desconocidas.
Álvaro Villa – Cato: Se dedico a tejer una alfombra
roja era tan grande que podía dar la vuelta al
mundo. Cuando murió extendieron la alfombra hasta su tumba después nadie la recogió y allí se
destruyo con el tiempo y sus pelusas provocaron alergia en el pueblo.
Jerónimo Villa-Cato: Era gordo e ingenuo se dedico a criar sapos los cuales después de su muerte
invadieron totalmente el pueblo y tuvo un hijo llamado Salomón.
Salomón Villa-Cato: Fue un eclesiástico del pueblo al ver amenazas de muerte creo una casa solo para
niños del mismo salieron 240 soldados de la fe, murieron envenenados y Salomón afligido salió del
pueblo con rumbo desconocido.
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Teresa Catovil. Murió dando a luz a sus noveno hijo y dejó a sus hijos Clarita, Francisco, Catalina al
cuidado de su hermana Carmela.
Francisco Catovil: Desde muy niño hasta adulto se dedicó a coleccionar cajas de fósforos incluso llego
a ocupar dos dormitorios grandes. En su lecho de muerte Mama Chana le hizo firmar un documento
donde afirma que sus tres hijos eran sucesores de Francisco Catovil.
Mama Chana: Era la ama de llave y quien contaba la historia de la familia de bruna, tenía tres hijos
que estuvieron legalmente reconocidos como vástagos de Francisco Catovil siendo hijos del sacristán
dela parroquia.
Chanos: Hijos de mama Chana tuvieron una gran fortuna eran dueños de una ferretería nunca fueron
caritativos más temidos que queridos.
Clarita Catovil: Hermana de catalina y Francisco su hermana Catalina siempre despreciaba a sus
pretendientes razón por la cual no contrajo matrimonio encariñándose demasiado con los gatos hasta
tener varios y cada uno con los nombres de sus sobrinos.
María 23: Una delas hijas de Salomón, se crio en el campo, contrajo matrimonio fue esta pareja quien
implantó los inodoros para todos.
3.3.
Análisis de los personajes femeninos; maría Illacatú, Bruna y Camelia Llorosa
“Las mujeres sostienen la mitad del cielo, porque con la otra mano sostienen la mitad del mundo”.
(Mao Tse-tung)
Los personajes han constituido siempre una de las dimensiones imprescindibles de la novela (Tacca,
1985, p. 131); en el caso que nos ocupa Alicia Yánez Cossío en su novela Bruna, soroche y los tíos son
sustanciales desde dos perspectivas: como tema (sustancia) y como medio, instrumento fundamental
para la visión y exploración del mundo. Factores que se convierten en básicos cuando nos encontramos
con un público de jóvenes lectores, permitiéndoles acceder con una mirada diferente, pero a la vez,
cumpliendo con una de las funciones de la Literatura infantil y juvenil: ingresar en el imaginario humano
configurado por la Literatura. El inmenso repertorio de imágenes simbólicas les ayuda a conocer y
reconocer imágenes simbólicas que los van guiando en la reconstrucción de sus propias historias de vida
y la posibilidad de validar la de los otros. El ir dando forma a una narración representa, también, adoptar
diferentes y nuevas perspectivas ayudándoles a construir el sentido de pertenencia al apreciarse iguales
con la ayuda de la magia de la palabra literaria dual, dicotómica, ambigua, en muchas ocasiones, pero
que se constituirán en parte de cada uno. Los personajes de esta novela son singulares por su relación a
la realidad. Por un lado se trata de personajes inspirados en personas reales, y por otro aparecen
personajes e historias de los melodramas que son idealizados y exagerados.
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Es por ello que la importancia de una experiencia literaria debe ser variada, los jóvenes deben
incursionar, no de forma didactista, sino en situaciones reales e identitarias en las que se reflejen
escenarios y conflictos propios del mundo moderno como son las nuevas formas de las familias; los
flujos migratorios; la pérdida de identidad de los jóvenes; la mujer, el hombre en la constante búsqueda
de su “yo” como ser integral. El diario vivir de su adolescencia, de sus inquietudes embebidas en un
mundo alucinante. La mujer, la madre, la hija la tía. Aída González-Harliván menciona: “No sólo
constituye una crítica aguda a la sociedad latinoamericana y su contrato con la mujer sino que también
emerge como una elegía a la más grande forma de liberación del ser humano: la liberación interior e
individual que implica el derecho de cada uno a constituirse en dueño o dueña de su propia persona”.
Era absolutamente libre sobre la faz de la tierra, de manera que quemó las naves de su timidez
y se decidió por el “auto stop” con todas sus dificultades y consecuencias.
Bruna se sentía feliz, tenía unos ojos que podían proyectarse hacia el futuro y el don de reírse
de sí misma y o de las cosas.
-
¿Eres feliz?
-
Sí… creo que sí…
-
Entonces vamos (Yánez, 1980, p 62)
Las formas de mirar la vida positivamente, nos da la posibilidad de que cada adolescente, cada joven
cada mujer u hombre sean triunfadores, Bruna, Camelia, María Illacatu, son una muestra del colectivo
que rompe con sus propias cadenas, saliendo de su ostricismo y otorgándose cabida en un mundo
globalizado, para reconocerse, rencontrarse empoderarse.
María Ilacatu
Yánez, al igual que la peruana María Rostworowski, reconoce en la mujer con profundas raíces
indígenas la tradición de ser hogareña pero guerrera a la vez. María Illacatu personaje de la historia, de
nuestros antepasados, de aquellas conquistas, el génesis de la novela de la estirpe Illacatu que luego
cambiaría su apellido a Villa-Cato y por último a Catovil, dado el rechazo que la familia sentía a lo
indígena. “El Cacique tenía una hija que sería esposa del sol (…) Ella era la hija de un Cacique dueño
de montones de oro y esmeraldas” (p. 78). La descripción de la casa de los Catevil, hace honor a lo que
representaba como mujer, muestra su legado, su presencia, su esencia en cada pared en donde ha
quedado impregnado su olor y sus raíces. Nada cambio, se quedó estática en el tiempo:
(…) era un enorme caserón lleno de vericuetos y de ventanas colocadas simétricamente
que le daban un aspecto de convento. (…). Techos con tejas casi verticales a dos aguas.
Una puerta muy grande de roble que solo se abría en las ocasiones importantes.
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Ordinariamente los habitantes de la casa hacían uso de la puertecilla falsa, encajada
como una hijuela, en la puerta del lado derecho. La puertecilla tenía a su vez, una
pequeña ventana por donde se miraba el sexo, la condición social, la edad y los
pensamientos de las personas que llamaban para entrar. […] La casa fue construida
aprovechando los desniveles del suelo y hasta donde llegaba la montaña abrupta fría.
Tenía tres pies hacia la calle principal, dos hacia la secundaria, […] En el fondo se
asentaba la huerta que tenía un callejón de limoneros. Un capulí altísimo y centenario
que derramaba sus frutos por la huerta y por los patios vecinos, y cuyas ramas
albergaban centenares de pájaros cantores, nerviosos y glotones. Y había un pozo que
guardaba en su fondo al ojo del diablo. Ese ojo del diablo podía ver dentro de las cabezas
de las gentes, los pensamientos que estaban fabricando y podía decir a gritos los pecados
de las personas que se inclinaban sobre su brocal, para que todos se enteraran. Por eso
nadie miraba hacia el oscuro fondo. (p. 95,96).
Los recursos utilizados por Yánez Cossío, es la memoria, la misma casa, lo dice, es el llanto, pero a la
vez el temple del carácter de una mujer jamás vencida evidenciando el despertar de ésta, sobre su
realidad. El poder que entraña el identificarnos con este personaje, es un campo fértil, determinar por
medio de un análisis con los jóvenes, dando paso a un sinnúmero de situaciones de la vida diaria y
permitirles que se descubran.
Es que la casa no solo caracteriza a María Illacatú, están inmersos herencias de los bienes materiales y
del pensamiento indomable de algunas de sus sucesoras, el rescate de la identidad nunca perdida,
solamente aletargada, exteriorizando sus similitudes y contrastes con el joven lector. La dualidad de lo
bueno y lo malo constituida como parte del comportamiento del adulto frente al joven. Personaje que
representa a todas las madres que conciben sus mundos a través de los ojos de sus hijos y de los que
vendrán. El discurso manifiesto de la novela, vivencia situaciones de las realidades de familias comunes
ecuatorianas, y la dilucidación de situaciones personales. No es otra cosa que la conexión con el
contexto. Erik Berne en la Teoría Transaccional, manifiesta al respecto “todas las personas tienen la
capacidad para aprender y confiar en sí mismos, a pensar por sí mismos y a tomar sus propias
desiciones”.
La exquisitez de Yanéz, con María Illacatú, deja ver el sentido amplio de la mujer no solo para sí misma,
sino toda la valía que se da a la familia, hijos e hijas de un vientre “preñadito” de estrellas. Demuestra,
por otro lado, su irreverencia ante aquello que va en contra de los principios humanos de identidad y
que permiten ser ubicadas dentro de una categoría mayor que las acoge: la cosmovisión andina que
engloba las formas de pensamiento del indio, del campesino, incluso del mestizo.
(…) Poco a poco le crearon en los oídos un dualismo de voces que terminaron por
dejarla sorda a las palabras que se oyen sin que salgan de los labios, María Illacatu dejó
de oír las voces que sonaban en la penumbra, en la sonrisa, en el llanto contenido, entre
las hojas de maíz, en el fondo de los ojos. Se quedó sola, con una soledad poblada de
preguntas sin respuestas que se erguían con la firmeza de las serpientes en acecho. Con
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una soledad plagada de gritos desesperados que morían sin hallar eco y raspaban la
epidermis como el canto de los grillos. (p. 79)
Mujer irreverente, decidora que irrumpe con una nueva visión del mundo, modelo de una mujer que
determina, se despierta representando a la mujer ecuatoriana de hoy en día, la integral. En énfasis que
Yanéz adjudica a María Illacatu en su descripción es el de una mujer bella, pero cuya afectividad fue
herida, “(…) la calidez de su corazón se congeló son el matrimonio y en su vida”; pero no determinante,
pese a que “sus hijos fueron más del padre que de la madre” (p- 79), se acompañó de una soledad que
la revistió de fortaleza, de lograr una espiritualidad única que combatía a todo aquello que la hiciese
doblegar. Cuántas mestizas estamos identificadas son su accionar.
Fortaleza, espiritualidad, que joven lector quedaría exento de estos dos palabras que conllevan el revelar,
el reinventarse ante cualquier situación. María Illacatú es el testimonio del poder, de la fuerza, autonomía
y autodeterminación desdibujando la imagen negativa y por lo tanto potenciando la realidad de las
mujeres y de los hombres latinoamericanas “el mestizaje se realizó a través del cuerpo de las indias”.
Somos, entonces, una verdad absoluta multiplicadora, luchadores empoderados al igual que María, de
nuestras realidades, nuestra identidad, nuestro pasado. Es que María nos permite ejercer dentro y fuera
de la narrativa una caricia del ser, Steiner(1971) coincide con lo expresado, existen una serie de normas
parentales irracionales y prejuiciosas que impiden un libre y sano intercambio de estímulos sociales
constructivos, produciendo escasez de caricias y obligando a las personas a buscarlas de manera forzada,
artificiosa y complicada
María Illacatú, fragmentó aquello y dejo a Bruna, caricias del alma, sueos al oído abierto al
mundo para descomplicarse. Permitió el desarrollo y crecimiento de un individuo que “crece
con permiso para ser como es. Se le quiere porque existe, por ser (Muriel, 1971).
Reiteramos, entonces, que María es un personaje decidor en la novela de Yanéz, cuyas caricias nutren
y tienden a ser congruentes, Bruna, su voz, es el reconocimiento de una mujer integra. Una madre,
abuela, un único ser que trasmuta, se mitifica, nace y se rehace, crece y germina. Palpita y determina un
compromiso social, principiando en la familia misma y en el individuo como parte de su crecimiento y
reconciliación consigo mismo. Es que las posibilidades de esta personaje nos habilita un camino para
decidir por nosotros mismos quién queremos ser o quiénes somos.
Desde que escribió junto a su nombre el apellido que en realidad le correspondía, sintió
que sus pisadas en el mundo tenían más firmeza. Que no era un pájaro alocado volando
a ras de la tierra, como una hoja, desprendida de cualquier árbol sino un ser concreto.
Descubrió el porqué de sus secretas rebeldías y se trazó su propia ruta como el único
capitán de su propia nave: podía tener un árbol genealógico y olvidarse que lo tenía.
Podía recostarse a dormir a su sombra sin que le cayeran las hojas, ni se doblaran las
ramas. Era un árbol que se nutría de sangre, y a la vez, ella era la rama que se proyectaba
hacia
arriba.
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Somos, como Bruna bajo la perspectiva hereditaria de María Illacatú, el resultado de lo que elegimos
para nuestras vidas. El inicio de vernos reflejados en un espejo limpio que reconoce el sentir, el yo soy,
yo existo estableciendo fundamentos del “self”. Somos únicos, irrepetibles.
Camelia Llorosa
Caracterizada por Alicia Yanéz Cossío por su dualidad en el personaje que representa con su discurso
ficcional. En un primer momento dentro del corpus del texto se la ve meramente reducida, pero conforme
avanza la narrativa se va perfilando la mujer luchadora, coqueta, vital. Aquella que a su forma y tiempo
construye su lugar y su propio espacio. Yanéz se propia con Camelia Llorosa, si de lo femenino, no
como antítesis de lo masculino sino más bien como lo complementario, como la fuerza integrada para
una lucha de vida: “(…) fue la primera y única mujer de ese tiempo que lanzó un grito de independencia
en la ciudad dormida”, para ser considerada, además, como un individuo que no da margen a que sea
cuestionada su femineidad.
Su época coincidió con los árboles de un periodo romántico (…) le pareció una grosería
que le hubieran puesto Carmela de nombre de pila, y sin consultar a nadie, porque a
nadie le importaba, adoptó el nombre de Camelia; la flor que tenía una particularidad
definida entre las heroínas de sus lecturas favoritas y con el nombre de Camelia.
Camelia, conlleva una perspectiva diferente, no entra en la brega para modificar el incómodo espacio
en el que se desarrolla bajo las normas de una época, un tanto conservadora, opta, apunta a salidas menos
convencionales, es una conveniente. “Camelia era una noticia de carne y hueso. Todos querían verla y
oír de sus labios pintados de rojo vivo, las aventuras que había pasado” (p.126)
La crítica, el juzgamiento, algo a lo que hoy en día estamos expuestos de forma cotidiana, recordemos
que el ser humano es un ser cultural, social, en palabras de Gramsci, “un proceso, el proceso de sus
actos”, o en las de Moscovici, “naturaleza culturalizada”, la heterogeneidad del ser implica un cúmulo
de situaciones por las que debemos atravesar a vista y complacencia, o no de los otros. No todo debe ser
considerado universal, eso nos dice en su narrativa Alicia Yanéz Cossío, existen comportamientos
aceptado y otros no, todo determina la influencia del contexto en el cual nos desarrollamos, crecemos,
vivimos y del cual también nos apropiamos, su discurso novelístico, valida estos otras conductas, no los
juzga nos expone de como el resto lo quiere ver. He ahí los prejuicios, expuestos todos, identificados
cada uno de nosotros, y que valida nuevamente la obra de Bruna, soroche y los tíos para una lectura
juvenil. El ser, no es parecer, es simplemente ser. Camelia Llorosa se enviste de una armadura en el
alma con la que demuestra un valor insoslayable para validarse a sí misma, el poder y saber mantenerse
ante un sinnúmero de eventualidades, el compenetrarse consigo misma.
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(…) La casa de los Catovil volvió a llenarse de rumores y de pasos agitados para recibir
a la recién llegada, a quien daban por muerta. Los duendes de la casa se cambiaron de
ropa. La maleza de la huerta fue arrancada de cuajo. Se abrieron las ventanas de las
salas. Se remozaron los muebles. Se limpiaron los polvos acumulados desde hace años.
Se pintaron por segunda vez las puertas que daban a los corredores y las barandas, del
mismo color verde yerba. Se raspó el musgo que cubría las piedras de la pila. (p.126)
La literatura empodera, presenta desafíos a los jóvenes lectores contribuyéndoles espacios y validando
sus acciones, no se vive en un anarquismo. Pese que en muchas escuelas, colegios, unviersidades se
tiende a vivir como en una selva, el más fuerte siempre triunfa. Lo ideal es contar con las herramientas
suficientes para emprender un camino que valide nuestras acciones y nuestra permanencia en esos
espacios, que les permitan ser escuchados. Y que medio más dulce el de la literatura, con escenarios
históricos, cambiantes, novedosos que impregna la vida de estos, interpolando su sostenibilidad dentro
de la cohesión social a la cual es sujeto. En otras palabras, el aceptarnos como somos, genera en los
otros respeto, en muchos casos miedo, pero eso implica que estamos inscribiendo nuestros pasos.
(…)Los hombres se dieron a consumir grandes cantidades de pastillas para combatir el
mal del soroche (p. 126).
(…)Su otro gran pecado fue el de ignorar al resto de mujeres. (p. 129)
Los acontecimientos relatados por Yánez en su novela presenta la elección entre dos posibilidades, como
menciona Mieke Bal, “llevan a cabo esta elección, o revelan sus resultados” (2009, p. 23); solo el lector
encamina la elección sobre textos novelísticos que le permiten crecer y encontrar significados en los
acontecimientos y en el desarrollo posterior de la narración, ya que tienen la posibilidad de relacionarse
entre sí de varias formas. Recordemos que todo sujeto tiene un opositor, y se enfrentan en el relato, hasta
llegar a su meta.
Es que la literatura y bajo su análisis de cada palabra, de cada lexis, de cada suceso, trasciende. Es parte
de grandes transformaciones sociales y culturales gestadas a nivel personal, local e inclusive global. El
don de la literatura infantil y juvenil posee la habilidad de atrapar porque entre otras cosas, permite
recrear, comparar escenarios sensoriales y vivenciarlos con sus propias experiencias de vida.
Por otro lado, la temática recurrente de Yánez, es la mujer, desde varias miradas, y desde múltiples
perspectivas. He ahí Camelia, una mujer coqueta por naturaleza cuya búsqueda constante es el despertar
del ser. Un sujeto de contemplación y belleza, esta toma su identidad metafóricamente con el término
hermosura. “Explotaba al máximo y con verdadero talento la situación que se le presentaba. Poseedora
de ciertos atractivos y de una escuela de coquetería nunca vista, se sentía en el pináculo de su existencia”
(p. 127).
60
La búsqueda de un modelo universal de mujer, otro ámbito extenso para los y las jóvenes, Camelia,
permite analizar y determinar los roles entre los pares desde otra perspectiva, que si no común, si
multiplicadora en las actitudes de muchos lectores. Es que el ser mujer es intrínseco el término
coquetería, que, validada como tal, le permite reflejarse a si misma por su valía como tal y por lo que
puede reflejar al resto. El relato, el discurso mismo, visto desde su esencia, permite buscar y encontrar
varios caminos en busca de “algo” que vaya develando su personalidad y propia identidad.
En los tiempos de la sirenita, Camelia Llorosa y su corte de admiradores, se extasiaron
ante las formas femeninas, y el que llegó a ser su esposo compuso el soneto más
conspicuo acerca de la primera Eva que salió del fondo del mar (p. 98).
Actuaba como si tuviera siempre a sus plantas un cortejo de admiradores fanáticos. Era
más bien fea, conspicua, alta, muy delgada, como correspondía a quien hacía gala de
romanticismo congénito. Usaba dos o tres lunares postizos confeccionados por ella
misma, recortados de un paño de terciopelo negro y engomado en la parte posterior. Fue
ella quien introdujo la moda del terciopelo (…) Tenía el cabello abundante y negrísimo
(…) Sus vestidos de noche eran de corte griego, lo cual era otro motivo de escándalo,
ya que el resto de mujeres sólo usaban vestidos para estar en la casa y vestidos para salir
a la calle (…) (p. 130).
La representación en la narrativa de Yánez, de Camelia Llorosa, la constituye un personaje redondo,
constituyendo los conflictos psicológicos de los seres humanos, su mundo interno, complejo que va
tomando cuerpo a medida que la historia avanza. Personaje, en otras palabras, que evoluciona.
Determina así momentos, en el discurso, que tienden a tornarse conflictivos y críticos. Camila
constituye, como mencionamos líneas antes, en el “sujeto” de contemplación, es descrita con cierta
minuciosidad en sus características físicas, psíquicas y emocionales, traspalándose a un mundo visual
para los y las lectoras, miso que permite, nuevamente, poder establecer identificaciones y símiles.
Por otro lado su apellido “Llorosa”, aún cuestionado geneológicamente, tiene una significación
relevante y en parte del discurso de Yánez Cossío, reveladora.
Los años en el convento habían hecho de Camelia Llorosa una mujer distinta; se había
arrancado la risa de la boca. Al sacarse el corazón para lavarlo de las mundanidades a
que se había dedicado antes, no pudo volverlo a colocar en su sitio, sino cerca de los
riñones. Había dejado de ser la mujer culta que asombraba a los hombres de la ciudad
dormida, y lo único que leyó en los años de enclaustramiento fue La Imitación e Cristo
del señor Kempis y el papelito que le enviara su hermana Teresa antes de morir.(p. 142)
61
Llorosa, dictaminaba como un oráculo su discurso diferente, distinto poco alagador y de felicidad, a la
vez. Una dicotomías absoluta y también ambivalente, e juego, la manipulación.
En las noches de tertulia Camelia lograba colocarse, con verdadera maestría, una gota
de aceite en las puntas de las pestañas para producir la impresión de una lágrima
suspendida en la punta de su sensible femineidad. Con la lágrima a cuestas Camelia
Llorosa lograba lo que se proponía. Los hombres no podían resistir el brillo de su
perenne lágrima y hacían cualquier cosa que ella les pidiera, por descabellada que esta
fuera, con tal de que apareciera otra lágrima gemela. (p. 133)
Pero palabras, talvez, con cierto eufemismos, pero que determinaban que era una mujer única, que podía
ser todo en una. Su poder y valía la hacía cambiar para parecer y otras para ser.
“Era un Quijote femenino en busca de una quimera” (p. 139). “La quijote”, así la simboliza la autora,
un prototipo analógico de mujer/hombre buena, gentil, luchadora, soñadora, combativa y noble,
cumpliendo así con la narrativa cervantina, en cuanto a lo ficcional y al cúmulo de aventuras de Camelia
basadas el amor, la filosofía, las letras y la reconstrucción de sí misma, fundamentada en la afirmación
de Rotterdan que “la realidad de las cosas depende sólo de la opinión”, nada podía quebrantar ni sobornar
su inquebrantable libertad.
Camila. El quijote, palabra polisémicas, fecundas y profundas. Lo relevante de este personaje, al igual
que María Illacatu, que Bruna, es que abre caminos al lector juvenil en campos inospitos y mundos
reales que están paralelos. La mujer coqueta, la mujer madre, la muquer anarquista. El identificarse en
fácil, ya no en el imaginario sino en la realidad, en la vida cotidiana. Diversos y múltiples parámetros
para deleitarse, dilucidar, encontrarse y recabar en nuestras mentes sobre el recorrido de nuestros
ancestros y la similitud con estos días de nuestras vidas en una diversidad de contextos.
Ejes semánticos, como mujer, en la narrativa de Yánez, entrañan posturas y análisis, permiten vernos y
aunque suene retórico, descubrirnos y arraigarnos a nuestra naturaleza humana que siempre busca
satisfacer de manera plena nuestras necesidades vitales superiores como amor, la estima, y de estos por
ende, la autoestima, la autoconfianza y la autonomía que asienten nuestro desarrollo integral y
crecimiento emocional, mental y social. Esta es Camelia Llorosa, la mujer.
Bruna
¿Quién no ha sido una Bruna? ¿Quién no ha buscado ser auténtico, único, pero a la vez integrado a su
grupo social?. Nos adentramos a analizar el personaje principal de la obra de Alicia Yánez Cossío, quien
en base a una narración in media res, recorre la vida de una mujer y nos cuenta la historia de su vida y
de quienes han formado parte de ella, con descripciones notables.
62
Recordemos que el personaje principal en el género narrativo es aquel que sostiene la trama, que
participan a lo largo de ella con frecuencia y que incluso muchas veces, cuentan lo que está pasando en
la narración. Mieke Bal, emplea el término “personaje” para dar a entender “el acto provisto de los
rasgos distintivos que en un conjunto crean el efecto de un personaje”(2009, p. 87). Un personaje es
“una unidad completa”. Menciona Bal, que las similutedes encontradas entre el ser humano/individuo y
el personaje pueden llegar al punto de “identificarnos con el personaje, de llorar, de reír y buscarlo a él
o buscarlo con él” (Bal, 2009, pp 86.87).
La apreciación de Bruna, lleva un consigo múltiples ventajas, caminos para el lector, la mirada hacia
ella se bifurcan por varios caminos.
“Había vivido en la casa de sus abuelos en donde aprendió a ver la vida desde un ángulo diferente” (p.
61). Exploradora, desde pequeña, su hábito de investigadora de la mano de Mama Chana, le permitió
conocer su verdadera historia, su procedencia y la de los otros. Myrian Merchán en la revista Kipus, la
describe perfectamente:
Bruna es una mujer esencialmente andina, deseosa de reencontrarse con sus raíces ancestrales, orgullosa
de reivindicar su apellido indígena de reencontrarse con sus raíces ancestrales, que la compromete con
sus orígenes, que enfrenta lo establecido y lo desafía, que se salva del soroche de la ciudad y de su niebla
gracias a su determinación de ser auténtica, de establecer límites frente a todo lo que le toca vivir. Es un
ser libre que busca entender lo que ocurre, decide interrogar su pasado; es un ser ecléctico, rescata de él
lo que le sirve para reivindicar su identidad, para rendir homenaje a los parientes que se han
caracterizado por su originalidad. Bruna encuentra la fuerza en su condición cuestionadora, decidida,
arriesgada, en su inevitable esencia de mujer rebelde, forjadora de sí misma.
La adolescencia se constituye una etapa que llega después de la niñez, es así como lo define el
diccionario de la Real Academia de la Lengua Española, que abarca desde la pubertad hasta el completo
desarrollo del organismo. Y es que en esta transformación, muchos adolescentes buscan el poder encajar
en sus círculos sociales, con sus pares, pero en el caso de Bruna, busca lo contrario desencajar:
(…) el silencio le dio cierta superioridad sobre la gente, era como si ella estuviera encaramada
en una torre y dijera a la humanidad que estaba a sus pies:
“tengo un secreto que solo yo sé”
(…) le atraía la vida nueva aunque fuera peor que la que dejaba(…) (p.62)
Nuevamente Yánez, y con una presencia en la palabra única, que ya deja de ser literatura traspasa los
bordes de la emoción, menciona el caminar de una joven adolescente hacia la búsqueda de su “yo”, de
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saber de dónde y el por qué existe. Esta base se construye en estas épocas, en donde experimenta una
serie de situaciones que cada vez hacían que se cuestionara más, esas emociones intensas, no podían
pasar sin ser vistas.
Su mirada aguda, no le dejo vencerse ni que la vencieran:
-
Yo soy.
¿Qué?
-
Yo misma
-
¿Yo misma qué…?
-
Yo soy ahora…
-
¿Ahora qué?
-
Yo (p. 68)
El proceso de construcción de identidad es largo. Puede durar incluso toda la vida, porque las
personas van cambiando sus opciones, las intenciones que colocan en cada cosa que hacen y las
experiencias que suman a sus vivencias. Diferencia de lo que ocurría en su niñez, en la cual su
identidad se basaba en la imitación y la identificación con los padres y otras figuras significativas.
Hoy en día es común ver a jóvenes tratando de encontrarse a sí mismo, inician sus primero pasos de
descubrimiento con una serie de situaciones que los invaden, usan aros en las orejas, en la nariz, en
la lengua, en la cejas. Se tiñen el cabello, se imprimen en la piel sellos, símbolos que les determinan
quiénes quieren ser. Tratan de todas formas en constituiré en algo diferente a lo común, pero a la
final son tan comunes como los diferentes. Pero Bruna, el personaje, no, de forma determinante y
con un arraigado coraje, va más allá de lo físico, mueve su alma, sus sentimientos, sus creencias y
vuelve la vista al pasado, ni la distancia le da permiso para olvidar. Es que el callar, no implica no
hablar.
Al recordar la casa de los abuelos no podían borrarse de su mente las manchas de humedad que
se insinuaban en las paredes del hotel, haciendo resalar el color primitivo de la pintura. Había
manchas de humedad en la pared que daban al cuarto de baño, y las manchas de humedad que
olían a una auténtica tristeza, la de saber que algún todo había de terminar con una prisa
desmedida.
La vieja casa de los abuelos encerraba todo un mundo en donde estaba involucrada la esencia
de Bruna. Valía la pena recordarla año tras año. (…) Recordarles con sus heroísmos y
ridiculeces que en el prsente tenían un valor invertido y diferente. (p. 68)
Recordemos lo que menciona Culler, (2000, p. 133) ”En la configuración del personaje de un texto su
caracterización se da, por lo general, de una manera explícita, edad, sexo, cualidades físicas, etc.-, pero
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los antecedentes para su individualización se perciben por elementos dados por el autor durante el
transcurso del relato”. De ahí que la construcción del personaje Bruna, juegue roles de extrema
importancia y crea cierta dualidad con otros, como es el caso de Camelia Llorosa, dos personas que
comparten su mismo género, y que por una parte son en extremos opuestas, la una buscaba ser
reconocida por lo que no era, mientras la otra, Bruna, acude a su pasado para reencontrarse. Se vivencia,
por otro lado, conflictos familiares,
Bruna es la mujer que muchas mujeres hubiesen querido ser. Su vida es una elegía a la liberación
interior de una mujer. Encarna el ansia de vivir, la felicidad de existir y el respeto a sus
antepasados. En Bruna, Soroche y los Tíos se narra la historia de varias generaciones de la
familia Catovil. El soroche es la apatía, enfermedad propia del páramo. (Vanegas, 1980, p.23)
Alicia Yánez Cossío, rescata a la mujer independiente, liberadora de sí misma, y de todo aquello a lo
que no quiere acceder, sea por presión social o familiar, nos deja ver la forma pura de una adolescente,
en donde el ser ella misma es ser un individuo social único, irrepetible, sin miedos. Es una forma viable
de ser reconocida en varios ámbitos de su quehacer, políticos, sociales, emocionales. Ya no se constituye
parte de la costumbre de un pueblo que se sume en el soroche, en la apatía de un pueblo y sus habitantes
que dejan pasar la vida sin cuestionarse sobre el mañana y sobre todo sobre su pasado, para rescatar lo
valioso de éste y desarrollar acciones que no la corroa.
La mujer cuestionadora, no es aquella que se va contra natura, no es aquella que mitifica al hombre, sino
la que puede convivir en armonía con los otros. Un cambio trascendental, sin olvidar aquellos días de
niña que se disfruta se los vive en situaciones irrelevantes, talvez, para el adulto, pero fortificadoras para
una niña.
Hacían melcocha en la inmensa cocina y cuando podían meter las manos untadas de limón en
la miel espesa, se entretenía en batir y batir formando figuras hasta que la miel se hacía compacta
y blanda como la cera. Entonces empezaban a comérsela y comían tanto y tanto que sentían un
picor en la garganta que sólo atenuaba cuando, clavados de bruces, bebían en el cuenco de la
mano el agua de la pila.(p. 191)
Mil aventuras, que demuestran el convivir diario, cuando somos niños sin importar mayormente
quiénes somos, o a dónde vamos, solamente el disfrutar, “los jueves eran días de fiesta”, pasaje
delicado de Yánez, en donde deja ver las aventuras de los niños sus chiquilladas, travesuras, las
vivencias que nos permiten recordar los olores, los objetos y trasportarnos en un mundo ficcional, que
fue parte de nuestra vida y que lo aprovechamos de la manera más deliciosa. Hoy lo contemplamos,
porque nos proponemos desconstruir nuestra soledad y sobre sus ruinas levantar paredes que no nos
permite vernos, ni sentirnos de lo que éramos y de lo que ahora queremos aparentar ser.
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Es que Bruna, no solo es la mujer, es el inviduo, el sujeto, el ser humano, que deleita a los lectores con
una historia generacional que rompe esquemas, pero que paso a paso va demostrando cómo podemos ir
acomodándonos a la vida, o el cómo la asumimos y la enfrentamos para saber quiénes somos y sobre
todo cuáles son nuestras raíces.
Estos recuerdos, este contar, deja, entre otras cosas, entre ver, los momentos de familia, los del diario
vivir.
Generalmente los tíos vivían tranquilos con una paz que solo era interrumpida los días jueves
con la presencia de los sobrinos que no dejaban oír los gemidos de los fantasmas; era el día en
que el espectro del tío tropezaba más a menudo con las cosas, y el agua de la pila fluía más
sonora y generosa.
Los tíos se levaban bien como todas las personas que viven juntas y no tienen nada que decirse.
Hablaban de temas superficiales y anodinos que tenían un valor inferior al del silencio y que no
tenían otro papel y significado que el de ejercitar una gimnasia lingual. (p.192)
La familia se constituye por sus relaciones interpersonales, pero se fortifica por el sentido que tiene el
respeto y la consideración entre ellos. Otras, se mantienen solamente por aparentar una tranquila y pasiva
relación que nos trasgreda sus normas ni su cotidianidad. Pero, los niños en las familias, rompen con la
rutina, nos permiten reaccionar. La trivialidad, baja su jerarquía convirtiéndola en aventura y vida
misma. Otra Bruna, aquí, en este pasaje, la niña, inquieta, y como mencionábamos antes la que sabía
saborear la vida como si fuese una melcocha, pegajosa, dulce, con formas y sabores exquisitos.
Bruna, y el convivir diario, pretendía con sus rimas y nanas arrullarse a sí misma para, en ciertos
momentos, como parte de la familia y sus situaciones ásperas, extrapolarse y olvidar para volar y soñar.
Tía Clarita y Bruna habían bajado al patio, entregadas a sus pensamientos regaban las macetas
de geranios, después de alimentar a los gatos que estaban felices de que no les bañaran. Bruna
se sentó en la mecedora del patio y cerró los ojos.
Una dola, tela, canela, cabo de vela del indio panzón, piolón, piolón …( p. 199)
Los pasajes de la travesura, también se dejan ver, la curiosidad que muchas veces ocasiona situaciones
de las cuales nos arrepentimos, pero al no tener consecuencias, y al querer recordarlas, y no sumirnos
en el soroche, nos permite vivir. El incendio, acontecimiento que describe todos los colores de la
naturaleza, todas las sensaciones que percibimos del mundo exterior y de cada uno de nosotros.
Bruna se levantó. Resueltamente se encaminó a la cocina. Buscó en vano una cajetilla de
fósforos y sólo encontró cerillas desparramadas sobre la mesa; el tío había pasado por allí antes
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de ir a tumbarse en su habitación. Aplicó unos palillos a las brasas de carbón que estaban siempre
encendidas como en los tiempos primitivos en que se conservaba el fuego sagrado (…)
Otro episodio de travesura inocente, a la que los jóvenes pueden encontrar similitud es el de los ternos
de baño que regaló a sus amigas en el colegio, y que le implicó problemas muy fuertes, pues desconocía
que al contacto con el agua estos se disolvían. Bruna, no lo sabía, y como cualquier otro adolescente
debe asumir sus responsabilidades frente al hecho de “maltratar a sus compañeras”. Situación que sin
pensarlo dos veces la empujo a escapar a los quince años, para este tiempo esta, era una situación en
extremo escandalosa. El pueblo la culpa, la señala.
Pero Bruna, vivía, se aburría, se divertía, “pasaba el tiempo” hacía todo lo que es común en las jóvenes
adolescentes e inclusive se juntaba para tomar parte de lo que ella creía era algo que no cabía en la mente
humana, las tradiciones orales que infundían miedo al niño o al joven para que tuviese comportamientos
que se adecuen a lo que el adulto quiera, y que por supuesto, no le complique su existencia. “Seguían
creyendo que comer aguacate con azúcar era pecado mortal, pero les era imposible explicar el por qué”
(p. 301). Banalidades talvez, mitos, tabúes que quería cercioran su actuar, no solo el de Bruna sino de
todos y todas que habitaban la ciudad dormida que estaban ya contagiados con la “niebla del soroche”.
Pero ese espíritu juvenil independiente, libre, exacerbaba y vibrante le permitían ser parte de una
transformación mucho más profunda.
El uso de los símiles por parte de la autora, nos permiten revivir aquellos acontecimientos, como si
fuésemos testigos omniscientes. Los simbolismos entregados por medio de la palabra, deja ver de forma
entrañable como Bruna se va asociando a sus raíces, a su pasado.
(…) y encendió una vela que encontró a mano. Procurando que el viento no apagará la llama
(…)
Como el viento iba a apagar la llama, si esta estaba recién encendiéndose y tomando forma de mujer.
La simbología manifiestamente nos da indicios de su voluntad y fortaleza y de su entereza de luchas
contra todo para encontrarse.
(…) entonces el metabolismo de sus órganos actúo rápido y unas gotas de sudor e aparecieron
en las raíces del cabello. Quiso retroceder pero el acontecimiento la empujaba con fuerza hacia
las puertas cerradas, casi sentía las manos del acontecimiento presionándole sobre los hombros.
(p. 200)
-
Pito, pito, colorido de la cera verdadera pin, pon, afuera…
El inicio de su propia veneración al descubrirse, inquieta, perita, comienza una reconceptualización
radical: género e identidad, identidad y género, sintácticamente cambiadas, pero semánticamente
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profundas en su recorrido. Actora social y sujeto cognoscente, que nos permite ir presenciado no el
nacimiento de esos dos conceptos, sino su resignificación total.
Por las aberturas que dejaban lar argollas de los candados, introdujo la llama de la vela. Las
cajitas se prendieron instantáneamente como si estuvieran esperando desde hace tiempo y se
iluminaron adquiriendo una gama de colores muy vivos. El polvo que les cubría fue el primero
en hacerse cortésmente a un lado y entonces la llama de la vela se hizo inmensa. Se oyó un
alegre chisporroteo. El acontecimiento soltó por fin los hombros de Bruna. Un color azul
intenso, azul casi morado ascendió por el interior del cuarto. Por el umbral salieron las primeras
volutas de humo blanco
Es un ser libre que busca entender lo que ocurre, decide interrogar su pasado; es un ser ecléctico,
rescata de él lo que le sirve para reinvindicar su identidad, para rendir homenaje a los parientes que se
han caracterizado por su originalidad. Bruna encuentra la fuerza en su condición cuestionadora,
decidida, arriesgada, en su inevitable esencia de mujer rebelde, forjadora de sí misma.
Bruna crece, es, se empodera para ser una sabia generadora de la identidad, no tanto compartida pero si
aquella que le permite reconocerse en un mundo hostil. Conoció, vio que el mundo era grande, basto.
Sabía que el mundo es grande, que los seres humanos tienen mucha más estatura de la que se
ve, y que el hombre y sólo el hombre es la medida de todas las cosas
Dejó a un lado toda cobardía y se dedicó a amar lo que la gente de la ciudad había envilecido y
a enaltecer lo que hubo calumniado. (p. 210)
Todos somos una Bruna, con travesuras, con historia, con orígenes reconocidos o no, pero que están
presentes en nuestro accionar. Con familia con posibles descendientes que cobrarán vida en función de
nuestro sentir, de nuestro pensar. Buscar nuestras metas, esa debe ser una condición que marque
realmente nuestros días.
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CONCLUSIONES
La literatura es una canal para la emoción. Lo procesos históricos de la literatura infantil han
constituido un cambio arduo, pero el género está consagrado gracias a la multiplicidad de autores
y temáticas que los corpus de obras literarias infanto juveniles hoy en día tienen. Temas
enfocados a la ecología, a la familia, a los jóvenes y adolescentes con sus realidades propias de la
edad, a los padres, a la sociedad, a la muerte, a los sueños, a la desintegración familiar, entre
otros. Constituyéndose en grandes valores de la letras con reconocimientos nacionales y de varios
países del mundo hispano hablante. En sí la literatura es una ciencia del estímulo, de las
sensaciones, percepciones, pero ante todo del poder con su palabra trasportarnos a mundos
diferentes, nuevos o los ya conocidos, embriagándonos con su sutileza en la palabra pero también
denunciando situaciones que aún están veladas por los ojos de la sociedad.
La novela de Bruna, soroche y los tíos no solo se circunscribe a la vida estudiantil, sino a la
cotidianidad del día a día, en las anécdotas, en sus tradiciones en sociedades tipificadas por sus
comportamientos ambiguos en ciertos casos relevantes; en otros, y con muchas similitud al de
algunos de los lectores adolescentes o de su entorno cercano.
La participación de la mujer como voz en la literatura general y en la literatura infantil juvenil,
deviene de procesos singulares, en los que las sociedades patriarcales tenían el poder sobre ésta, y
otros ámbitos de la sociedad, invalidando y callando en muchas ocasiones a la mujer y su mensaje
único, inconfundible. Pero el reconocimiento, la historia deja ver, llega en un momento clave en
donde las situaciones de orden mundial políticas, sociales, humanitarias reconstruyen y fortifican a
la mujer en varios campos, entre ellos, la literatura.
El realismo mágico, utilizado como una herramienta simbólica que representa y desnuda al ser y a
no ser. Dentro del campo narratológico de la novela Bruna, soroche y los tíos constituyéndose en
una herramienta que brinda a los jóvenes lectores la posibilidad de abstraerse a un mundo
mágico, pero a la vez, real, y comparar en el su vida misma.
Las reivindicaciones a la mujer, han permitido que sean parte de un mundo cambiante, contestarías,
irreverentes pero a la vez llenas de ternura y solidaridad con su pensamiento y con el ser humano
de forma íntegra. Alicia Yánez Cossío de forma magistral llega a varios públicos con su obra
Bruna, soroche y los tíos, reforzando que los destinatarios son quienes se acercan a libro por sus
características y contenidos, más no porque existan parámetros estrictos que deban cumplir para ser
o no leídos.
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Yánez, prepondera el rol de la mujer en su novela contemporánea, en donde la mujer es vista desde
varios puntos, históricamente, generacionalmente es cambiante, trasmuta, pero nunca olvida de su
génesis, esa es Bruna, la mujer, la niña, la adolescente que mantiene una lucha interna buscándose
y reencontrándose consigo misma para ver más allá de lo que el común se acomoda a querer ser.
La lectura no entraña el no, asume posturas mucho más fuertes en sectores que requieren leer para
aprender a vivir. Para aprender a reconocerse e identificarse, sin que la sociedad los vete o los señale
por sus acciones. Enfoca al adolescente en un abanico de posibilidades de análisis y a la vez de
añoraciones de la edad infantil, y luego del convertirse en alguien que dignifique su ser y se valore
absolutamente.
La literatura se constituye como un todo, encierra diversidad de temáticas que pretenden ser leídas,
disfrutadas, pero sobre todo que los jóvenes tengan acceso a novelas de calidad y literatura que les
acompañe en su crecimiento cuyos corpus y discursos polifónicos los traslade a épocas diferentes
y les admita vivenciar experiencias únicas. Un recorrido seguro por las letras es un camino seguro
en nuestras vidas porque nos engrandece como individuos.
La novela de Yánez Cossío, codifica las palabras en historias múltiples entrelazando personajes
diversos con características propias. Sociedades generacionalmente diferentes, en donde el joven
pueda no verse identificado por sus vivencias específicas en algunos casos, pero sí, siempre, con
nuestra historia siendo parte de su reconocimiento como individuo.
Los adolescentes requieren tener guías, no solo de sus familias o maestros, sino aquellas que le
produzcan emociones intensas y que pueden ser encontradas en la literatura. Por otro lado, buscan
estar y compartir con sus pares. Bruna se identificarán con los jóvenes, que por su edad, se
cuestionan, se confunden, desean encontrarse, buscan compañía para cada momento y que sus
historias puedan ser leídas como únicas y como si ellos fuesen los protagonistas. Es por ello que la
literatura, y en este caso Alicia Yánez Cossío mediante su discurso opta por brindar salidas un tanto
filosóficas donde el lector encuentre horizontes de vida y concebir un espíritu nuevo.
Si bien es cierto Alicia Yánez juega con el simbología griega y reviste a Camelia Llorosa de cierta
matiz o arquetipo más próximo a Afrodita con capacidad de volverse irresistible a los hombres, a
Bruna le da un sesgo próximo al de la diosa Artemisa, liberadora de las mujeres (en si misma), del
patriarcado y que trata de soslayar lo tradicional para imprimir esos aires de “libertad” a los que
apela la escritora.
A pesar de que en Bruna, Soroche y Los tíos las mujeres son los actores principales, siempre queda
la sensación de que la figura del blanco, del esposo de María Illacatu, de que los tíos, a pesar de
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sus abstracciones, marcan el ritmo de una falocracia social evidente. Ellos son los protagonistas
fundamentales porque vienen a ser la correa de transmisión del formato social que arroga o define
el rol de género, que liga la función biológica de la mujer al aspecto cultural.
Estos dos últimos párrafos nos deben recordar que ninguna literatura debe pretende ser didactista,
pero si es determinante que quien la lea, se deleite con ella, encuentre, como hemos mencionado a
lo largo de esta conclusión, aprendizajes significativos.
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RECOMENDACIONES
El análisis narratológico de la obra Bruna, soroche y los tíos de Alicia Yánez Cossío, devela una serie
de acontecimientos, emociones, situaciones que validan nuestros orígenes y sobre todo el
reconocimiento a nuestra identidad como mestizos, siendo una de las propulsoras de la literatura
ecuatoriana y reconocida a nivel nacional e internacional, el corpus de sus textos, sobre todo del
analizado, permite a los jóvenes ecuatorianos tener al alcance una gran obra de literatura que les brinda
herramientas de anclaje para sus vidas.
Es determinante por ello, que las estrategias lectoras que se puedan incorporar en el país para fomentar
la lectura de textos de escritores y escritoras ecuatorianas, deben estar enfocadas en este sector de la
población que es prioritario, es necesario recordar que todo acto de lectura en edades juveniles
reconstruye universos imaginarios y reales dotando al lector joven de herramientas que le permitan
desentrañar el texto, comprenderlo y disfrutarlo para que obras valiosas como el caso de nuestra
magistral escritora Alivia Yánez Cossío sean parte de si bagaje cultural que además, le permite rescatar
valores culturales, idiomáticos, costumbres, identificarse con los personajes como parte de nuestro
reconocimiento identitario volviéndose autoreflexivo, crítico.
El realizar un estudio crítico sobre el corpus de novelas ecuatorianas desde los años 40, así como de los
autores representativos de nuestro país, determinará que los estudiantes puedan acceder a grandes
clásicos contemporáneos, que por alguna razón están aún considerados como obras para adultos, cuanto
se está demostrando con el análisis realizado, que pueden ser de gran valía y renacimiento por parte de
los jóvenes lectores. El boon literario en el Ecuador es bastante joven, pero la producción que existe y
que asumimos está por editarse, debe ser incrementada, leída en los colegios con ayuda de la
investigación critica previa, con el objetivo de que maestros y maestras de las instituciones den a conocer
a sus estudiantes nuestra valía literaria.
El docente deben incluir una material literario extenso, pero sobre todo variado que propongan retos al
estudiantes, que se tornen en cierta medida complejos frente a acceder a textos literarios diferentes, es
por ello que el acceso a estas obras y por ende su oportuna distribución debe ser canalizada por editoras
que promuevan la literatura infantil y juvenil ecuatoriana y que faciliten el poder obtenerlas.
Somos parte del crecimiento, evolución y sobre todo participes de las emociones de nuestros estudiantes,
muchas veces la forma de canalizarlas no es netamente de orden sicopedagógico o académico, pero, con
la ayuda de la literatura podemos adentrarnos a esos rincones estrechos de su ser y ayudarle aportando
una serie de elementos intrínsecos en las obras literarias que redundaran en lo que podamos reconstruir
en nuestros estudiantes. Revalorizarnos, reivindicarnos como seres valiosos, es el poder que la
literatura juvenil nos brinda, es el tener una estrategia que nos lleve a revelar una serie de
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incógnitas, cuestionamientos propios de la edad. Y por otro lado, no menos importante, el encontrarse
identificados en las situaciones variadas de sus corpus y de los valores que están entrañados.
Por último, no pretender en ninguna instancia trabajar de forma didáctica los textos, si no, solamente
brindar la posibilidad de leerlos.
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