AL AMOR. - Ayuntamiento de Murcia

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AYUNTAMIENTO
DE
MURCIA
ARCHIV
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A NI QUERIDO PADltE.
CU p t c M ^ a ^ e t i t a l i k i c ) ij, í^edpiuoáo
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c a t w o ,
luartiuós du Hcrudia.
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A DIOS.
Cuanto en el mundo miro
Me revela tu amor y tu grandeza ,
Y comparo y aclmíi-o
Tu supi'ema belleza
Con mi ruin pequenez y mi llaqueza
Y contemplo ese cielo,
Donde reina el amor y la ventura ,
Impaciente en el suelo,
8
En donde solo dura
Til lormonto cruel de fa a m a r g u r a .
Tu nombre cuando niño
invocaba mi pecho en sus temores:
Kras Uí su cariño ,
Kras lú sus amores
Y el consueío eres hov en sus dolores.
9
A LA VIRGEN.
9
luiente viva de dulzura ,
Amparo del desgi-aciado,
Tu nombre, siempre a l a b a d o ,
Es consuelo en ia amargura :
Tu nombre bendice el niño ,
Tu dulce nombre Señora ;
Para el cristiano que llora ,
¡ Qué tesoro es tu cariño !
10
En mii delicias a b u n d a ; '
ílallanios por él sosiego;
Del dolor escucha el r u e g o ;
El alma de p a / inunda.
El duro pecho convierto ,
De Dios alcanza perdón,
Es lu amor la salvación ,
iVuestra es])ei-anza en la niuerlo.
A LA MUERTE.
i\o respeta la muerte
(lenío, valor, riqueza, ni h e r m o s u r a :
Todo en polvo convierte;
La estrecha ligadui-a
Del alma quiebra y rompe su atadura.
Va nos roba el a m i g o ,
Y ia adorada esposa , y el h e r m a n o :
Nada sirve de abrigo
12
A su furor insano;
Todo lo hiere con su cruda mano.
Nada templa su s a ñ a :
Al padre deja en el dolor sumido;
Á la piedad eslraña ,
No hay ruego que haya oido
M lloro su crueldad ha detenido:
Y en la flor de la v i d a ,
Como rosa gentil que troncha el viento,
Así de horror ceñida
Apaga en un momento
El juvenil ardor su dulce aliento
A JULIA.
Ks tu cariño tierno,
Dulce amor raio,
Del alma la esperanza ,
Del pecho alivio.
¿ Cómo al mirarte
Todas mis a m a r g u r a s
No han de calmarse?
De la mudable suerte
14
No leino el cambio;
Que [u amor será elerno
Dice ln labio.
Eslo me b a s l a ,
Que íu amor es la diclia
Para mi alma.
En la senda fragosa
De nuestra v i d a ,
A m o r , fe , y esperanza
Sei'án la guia.
Y alcanzaremos
Que unidas nuestras almas
Vuelen al cielo.
EL AMOR.
Amor es ardionle fuego
Que ofusca nuestra razón ;
Es vida del corazon
V obra siempre como ciego.
Los ojos de la pi'udencia
Encubre con velo oscuro,
Brindando en placer impuro
Tormentos á la conciencia.
14
Con halagos fementidos
Que vencen la austeridad ,
Nos miente felicidad
Seduciendo los sentidos.
A la nécia vanidad
Píntale el bien como d a ñ o ,
Y solo en el desengaño
Nos muestra la realidad.
Para poderlo venceiNo presumas de valor:
Tan solo vence el amoi'
El que lo sabe temer.
\1
A JULIA.
¿Por qué mi amor olvidas
Y te burlas ingrata de mis celos,
Y necios apellidas
Mis mortales recelos,
Mis amantes e n o j o s , mis desvelos?
¿Cómo tanta ternura
Has podido trocar en tal dureza ?
La dicha que segura
iS
Juzgué jcon qué presteza
Miro trocada en llanto y en tristeza !
¿ E n qué pude ofenderle?...
¿ H a dejado mi alma ni un momento
De adorarte y quererle?
No mude como el viento
El amor que hace esclavo el pensamiento.
17
EL AMOR DE DIOS.
En amaros , S e ñ o r , mi dicha fundo ,
Amor que a] ahiia encanta y enagena',
Y que jamás al corazon condena
A lo que amar me condenó en el mundo.
No me ofreció su amor sino recelos,
Tristes momentos, duros desengaños;
Y la razón no pudo ni los años
Templar del alma los ardientes celos.
20
Lo pasado atormenta mí memoria :
Solo dolor h a l l é , nunca alegría,
Y por a m o r , que acaba y que v a r í a ,
i Olvidaba tu a m o r , tu eterna gloria !
Mas hoy encuentro al fin la dulce calma
En tu iníinito a m o r , único, eterno;
Tú ofreces amoroso , Padre tierno,
Consuelo y paz y salvación al alma.
r x
*v
EL POETA.
Es su canto la voz del sentimiento ,
Del alma enamorada es un l a m e n t o ,
El eco del amor ;
Admiración que arranca la hermosura ,
El grito del placer en ia v e n t u r a ,
Consuelo en el dolor.
23
SENTIMIENTOS DE AMOR.
¿Qué fuera yo sin l i , dulce amor mió?
¿ Qué fuera sin tu amor mi triste vida ?
La muerte prefiriera á lu desvio,
La muerte sin tu amor no me intimida.
Siempre á mi lado verle es mi v e n t u r a ;
El hacerte feliz es mi d e s e o ;
Y no temo el dolor de la a m a r g u r a
Que en tu cariño su consuelo veo:
24
Ni temo de la envidia oculto lazo,
Que siempre nuesli'O amor será mas tierno ;
Ni de la suerte el rigoroso brazo ,
Siendo el amor que nos alienta eterno.
25
JULIA.
Su hermosura es celeslial ;
Su vu'lud firme y conslanle ;
Vive , del mal i g n o r a n t e ,
Puro ser angelical.
Es blanca y pura su téz ;
Tiene por ojos luceros,
Y contornos hechiceros
Y amorosa languidez,
26
Brinda la felicidad :
l)e sus ojos la mirada
El alma deja encantada
Llena de amoi- y ansiedad.
¿ Qué eslraño que ardiente viva
Llena de inquietud el a l m a ?
¿Cómo ha de gozar de calma
Alma que el amor cautiva?
27
A.
Yo porquo tú m e a m a s e s , vida m i a ,
Cien y cien vidas que tuviese diera ;
Tu amor es mi v e n t u r a , mi alegría :
Sin esperanza tal ¿cómo viviera?
No dudes del amor inmenso y puro
Que inflama sin cesar mi pecho a m a n t e ;
Será para el olvido fuerte muro ,
Será para quererte delirante.
28
A lii lado el vivir dulce me f u e r a ,
Horas gozando de delicia, y calma ,
Y á la vida la muerte prefiriera
Si el fuego de tu amor niegas al alma.
Vuelve hacia mi lus ojos celestiales;
Destierra de mi seno la a m a r g u r a ;
Engendre el tiempo rigorosos m a l e s ,
Si mis votos acoge tu hermosura.
29
A LAURA.
Un ángel en tí miro ,
Laura querida ;
Con delirio te adora
El alma mía :
Mis pensamientos
A tí solo consagra
Mi amor eterno.
Cuando estoy á tu l a d o ,
30
Dulce amor m i o ,
La palabra me embarga
Tanto carino ;
Pero mis ojos
¿No te dicen, mi Laui'a,
Lo que te adoro?
El tiempo m a s a n v a
La ardiente l l a m a ,
Que tu amor ha encendido
Dentro del alma :
Que mi amor tiene
La eternidad por vida
Y es puro siempre.
Tema los infortunios
El jiecho helado ;
No, Laui'a, ei que comprenda
Nuestro amor santo.
Yo no los temo:
Si en la tierra sufrimos
Luego hay un cielo.
31
LA VIRTUD
¿Cómo cabe en el pecho
Tanta maldad oculta y escondida?
¿Quién la mueve á despecho?
La virtud no fingida
Que cuidadosa vive y prevenida.
Virtud que al choque rudo
Do ciega perversion mas se alianza ;
De la virgen escudo;
32
Del huérfano esperanza;
Fortaleza del justo y confianza.
Ni malicia ni engaño
Conturban su pureza un solo instante ;
El m a s pérfido amaño
Burla con fé constante
La sólida virtud, siempre triunfante.
33
EN UN MOMENTO DE AMARGURA,
Cuanto mi vida durará mi p e n a ;
Un desengaño mas llora mi alma,
Que cubre de dolor mi faz serena,
Que niega al corazon la dulce calma.
¿Y se llama placer lo que convida
A sufrir el mas b á r b a r o tormento
Que ofrece la carrera de la vida ,
Que puede concebir el pensamiento?
3í
Es menlira el amor y su ventura ,
Y nunca del dolor él fué consuelo:
El que lágrimas vierta de a m a r g u r a
Pídalo á Dios, espérelo del cielo.
33
LA RELIGION.
Bàlsamo dulce, consuolo
De mi ardiente corazon ;
Tú iluminas mi razón;
Es lu voz la voz del cielo.
Al corazon brindas c a l m a ,
No zozobras ni temores ,
Cual del mundo los a m o r e s ,
Como su placer al alma.
36
Sin tí matára el dolor :
El hombre no lo sufriera
Si esperanza no tuviera
En un Dios que es todo amor.
37
MEDITACION.
E r a amor mi esperanza ;
Eterno aquí en el mundo" lo creía ;
De mi bien la mudanza
Me enseñó que v a r í a ,
y perdí para siempre la alegría.
Desde entonces mi suerte
Ni un momento m u d ó , siempre fué dura ;
Y ya miro la muerte,
38
Como única v e n t u r a ,
Como único consuelo en mi amai'gui'a.
La esperanza desliecha ,
Muerto ya el corazon, es este suelo
Cárcel del alma estrecha ;
Infecundo es mi anhelo ;
Yo busco la verdad y está en el cielo.
39
LA ESPERANZA.
En este valle de dolor y llanto
Lucha tenaz el corazon mantiene ;
La a m a r g u r a que causa su quebranto
En la esperanza su consuelo llene.
Ella al alma revela un mundo ignoto ,
Que á delicias eternas nos convida,
En donde existe el bien que vé remolo
El ànsia que alormenla nuestra vida.
40
Ella le dice al alma aquí en la lierra:
«Toma mis alas y remonta el vuelo;
Si acaba aquí el dolor, ¿por qué te a t e r r a ?
Tu patria no es el mundo sino el cielo.
Trueca por p a z , por apacible calma
La ansiedad de esta vida turbulenta ;
Oye mi voz: la salvación del alma
Se encuentra solo si la fé la alienta. »
41
A LAURA.
E r e s , hermosa L a u r a , encantadora ,
Objeto de mi amor , bien de mi vida ,
¡ Con cuánto frenesí mi alma te adora
1 Cuánta virtud y amor tu pecho a n i d a !
A tu l a d o , mi bien , lodo lo olvido;
¡ Qué venturoso s o y ! , y tu ternura
Me devuelve la p a z , el bien perdido ;
Mis lágrimas enjuga de a m a r g u r a .
.ìM«".,-
I'
POESIA.
Vive siempre el corazon
Esclavo (le lo que ama ,
Y si es fugaz lo que adora
Su desgracia entonces l a b r a ;
E s a uniou tan dulce y tierna
Que forma de dos un a l m a ,
Hasta romper sus cadenas
No puede el alma lograrla.
42
Los amores de la tierra
Los corazones no enlazan ,
Los quiebran los desengaños
Que el pecho mas firme gastan.
E n vez de aumentar el tiempo
De este amor la débil llama ,
Apaga sus resplandores,
Nos desune y nos separa ;
Y el ídolo que a d o r a m o s ,
Que culto servil r e c l a m a ,
\ nuestros ruegos es sordo,
Insensible á la desgracia.
Ni le mueve la t e r n u r a ,
Ni nuestro llanto le a b l a n d a ,
No le obligan sacrificios,
Y nuestras quejas le cansan.
Y condenados nos vemos
A sufrir sin esperanza,
Si fundamos nuestra dicha
En polvo que el viento a r r a s t r a .
i3
AL AMOR.
Tus milagros no son vana quimera ;
Tú en placer truecas el mayor desvelo;
Al de la muerte tu poder supera ,
Alma del a l m a , emanación del cielo.
47
A MI HIJA MARÍA.
¿Serás , h i j a , dichosa?
¿ O probarás dolor y desconsuelo?
¿O bien más venturosa
Dejarás este suelo
En tierna edad para volar al cielo?
Donde cesa el cuidado ,
Y encontramos al ñn la dulce calma ,
El bien tan d e s e a d o ,
Y la gloriosa palma ,
Emblema del amor puro del alma.
Pon en desprecio el m u n d o ,
Huye, hija m i a , su mortal veneno ;
Contra el bueno, iracundo
Ruge el mal en su s e n o ,
Y' de amargo dolor solo está lleno.
En él reina la d u d a ,
Y el poder le convierte en tiranía,
Todo en su seno muda ;
Ten por único guia
La antorcha de la f é , dulce María.
4f)
LA VIDA.
No nos ofrece la vida
Sino aflicción y dolor,
Es en la vida el amor
Amargnra sin medida.
Satisfacer su ansiedad
Nunca alcanza el corazon ,
Que enemiga es la pasión
De paz y tranquilidad.
.
50
En vano aqiii el hombre lidia
En busca de la ventura ;
No hay placer siu a m a r g u r a ,
Ni corazon sin envidia.
Es m a r sin calma la v i d a ,
Del alma cárcel el mundo ;
Llora su dolor profundo
Ld. dicha al nacer perdida.
La ambición es un martirio,
Del mundo el poder convierte
En polvo la cruda muerte ,
Y burla nuestro delirio.
Es la vida d e este suelo
Dura cadena del alma ;
La dulce apacible calma
Solo se encuentra en el cielo.
m
MEDITACION.
Un consuelo buscaba
Mi espíritu cansado y abatido,
En nada lo e n c o n t r a b a ,
J)c dudas combatido,
La esperanza y valor habla perdido;
De la celeste altura
Salió una voz que al alma le decia
Con estraña dulzura;
52
Que nada aquí ofrecía
La dicha que buscaba y quo ijuería;
Dolores en el suelo
Encuenlra el corazon y padeceros,
La dicha eslá en el cielo,
Encontrarla no esperes
Ni en glorias, ni en riquezas, ni en placeres;
Y desde aquel momento,
Notable fué en mi pecho la mudanza;
Acabó mi tormento,
Fué mi sola esperanza
J.a gloria conseguir que el justo alcanza.
53
A SU OLVIDO.
¿Qué. iguala á la a m a r g u r a
Que siente el corazon apasionado,
Si no encuentra ternura
En su bien adorado?
i En quien amor eterno le ha j u r a d o !
La vida le a t o r m e n t a ,
Que no ha sufrido el suyo la mudanza
El alma se l a m e n t a ;
u
En nada alivio alcanza
Muerta la f é , perdida la esperanza.
¿Qué puede ya en el suelo
Devolverle la p a z , vida y e n c a n t o ,
Y prestarle consuelo
E n su amargo quebranto?
i Qué nuevo amor enjugará su llanto l
ss
EN UN ALBUM.
Del corazon buraano
Las ilusiones,
Fugaces se marchitan
Como las flores :
Son humo l e v e ,
Y al pretender locarlo
Se desvanece.
El amor en la vida
56
Es sombra v a n a ,
Mil tormentos crueles
Procura al alma :
Acerbo llanto
Arranca á nuestros ojos
El desengaño.
Todo al alma le anuncia
Su sér divino,
Que su eterna existencia
No es desvario :
¿ Cómo su centro
Ha de ser este mundo
Si busca el cielo?
57
LA CALAVERA.
¿Tu menle descubrir quiere el arcano
Que revela á tus ojos mi f i g u r a ,
Ilecordando del mundo la hermosura,
Y al hombre que su ñn no está lejano?
No de salud el soplo soberano ,
No del amor te engañe la ternura ;
En la tierra es mentira la venlura ,
Todo su halago seductor es vano:
5!ü
Muere la hermosa cual sucumbe el fuerle,
Ni guarda su recuerdo la memoria.
1 Todo lo a b a t e s , pavorosa muerte 1
] Nada perdonas, ni aun la misma gloria !
Recuerda, p u e s , que la existencia amada
En el mundo mortal es s o m b r a , nada.
b9
A ROSA.
Es lu amor mi esperanza,
Aliento y v i d a ,
Y en mi pecho despierta
Dulce alegría:
Amor tan p u r o ,
De delicias es siempre
Gérmen fecundo.
Tormentos los placeres
60
Del mundo encierran,
Mas lu amor de mi pecho
La "pena a l e j a :
Nunca el olvido
Me arróbale el tesoro
Do fu cariño.
Nuestras almas unidas
Por tiernos lazos,
Dicha que igual no tiene
Han alcanzado:
Su amor les basla ,
Formar el amor sabe
De dos un alma.
GÌ
SENTIMIENTOS DE AMOR.
¡Qué tierno era su a m o r ! fué mi alegría;
Brindóme un íiempo Tenturosa calma ,
Consuelo al corazon, la paz al alma ,
.Mas todo lo p e r d í , \ todo en un día !
Lo pasado feliz el denso velo
Del olvido cubrió, que la ventura
Solo en ül cielo para siempre dura ;
Su ardiente corazon es hov de hielo.
62
La amé con toda el a l m a , y mi delirio
Nada del mundo á moderar alcanza :
Morir es del que sufre la esperanza ;
Amarla eternamente es mi martirio.
G3
PLEGARIA.
¿Qué cruda pena el corazon a g i t a ,
E m b a r g a mis sentidos,
Ofusca mi razón y precipita
Del pecho los latidos.
Verla s u f r i r , S e ñ o r , es mi tormento ,
Su dolor mi martirio ;
Vuélvele la salud y á mí el contento;
La adoro con delirio.
Gí
Es su amor mi tesoro, mi alegría ;
Mírala con clemencia;
Por el amor te pido de María
Su preciosa existencia.
fj
A LAURA.
Aspirar de Ui boca el dulce alíenlo,
Ver en tu frente la virtud grabada ,
Escuchar de lu voz el tierno a c e n t o ,
Y el inllujo sentir de tu mirada ,
* Aumenta mi delirio y las delicias
Que me ofrecen tu amor y lu t e r n u r a ;
¡ Qué encanto para mi son tus cai-icias
El vivir á (u lado es mi ventura.
07
MEDITACION.
Si cruda pena el corazon me p a r l e ,
Solo, Sefior, en vos hallo consuelo;
¿Qué puede, corazon, á tí calmarte?
Sino el amor de Dios, la luz del cielo.
Que no pueden del mundo la alegría
Ni comprados placeres dar la c a l m a ,
1 Solo el Señor al corazon la envía,
Que os destello de Dios del hombre el alma!
69
A Mí AMIGO D. MANÜEL CAÑETE,
LA
AMISTAD.
Del alma candorosa,
La sincera amistad en este suelo,
Ofrece generosa,
Con amante desvelo ,
Un tesoro de paz y de consuelo.
Clarísima luz p u r a ,
Si en cristiana virtud está fundada ;
Es fuente de v e n t u r a ,
70
Del alma aprisionada,
Que vive al frágil barro encadenada.
Este afecto tan tierno
Al inocente corazon preserva ,
Es un carino eterno ;
Libre el alma conserva
Dei vicio odioso, que su fuerza enerva.
Es un gérmen fecundo,
P a r a el pecho infeliz almo reposo,
Faro de luz del m u n d o ,
Seguro deleitoso
De la vida en el mar tempestuoso.
71
A LA SUERTE.
No detengas el golpe dura suerte,
Nunca á tu brazo le faltó denuedo,
Hiéreme sin piedad, hiere sin miedo,
Desprecio tu f u r o r ; soy yo m a s fuerte.
No sufrirá mi amor ya la m u d a n z a ,
En gozo se han trocado mis dolores;
1 Qué me importa me niegues tus favores
Si me alumbra la luz de la esperanza!
¡Qué me importa sufrir aquí en la lierra
Es el mundo mi p a U i a , mi destino,
No está lleno de abrojos su camino,
Y no es dolor lo quo su seno encierra.
Si ha ofuscado mi menle cruel delirio;
Si tomé por verdad el vil e n g a ñ o ;
Despierta mi razón al desengaño,
Y ha cesado mi mal y mi martirio.
Sufres al ver mi corazon en c a l m a ,
Que no puedes robarme la a l e g r í a ;
Si el pecho desgraciado te t e m í a ,
ílov se burla de tí feliz el a l m a .
73
LAS LAGRIMAS.
Como el amor es la "vida,
Así las lágrimas s o n ,
Del sentimiento medida,
Y sangre del corazon.
No brotan del pecho f r í o ,
Es un don que no es del s u e l o ;
Llorar no puede el impío ,
Las lágrimas son del cielo.
74
Son las voces del a m o r ,
Cuando ha perdido la c a l m a ,
Vencido por el dolor,
Purificación del alma ;
El llanto de la inocencia,
Revocar ha conseguido
Del mismo Dios la sentencia,
A una lágrima rendido.
El fin del llanto es la r i s a ,
Que no es eterno el quebranto;
Pero al hombre Dios avisa,
Oue el de la risa es el llanto.
73
MEDITACION.
Llamo larga à la existencia
Y de la suerte me quejo ,
Y la causa de mis males
Soy yo mismo aunque lo niego ;
Pues que busco en este mundo
La dulce paz y eí contento,
Que solo lo encuentra el hombre
Con el amor en el cielo :
76
En vez de enconlrar placeres,
En él hallamos lormenlos,
Y desengaños que m a l a n ,
Y miserias en su seno.
El amor de la crialura
No satisface el deseo
Que el alma siempre alimenta ,
Que hace latir nuestro pocho:
Porque el amor en la t i e r r a ,
Como h u m a n o , os imperfecto,
Y el que es la vida del alma
Es inmutable v eterno.
77
LA RESIGNACION CRISTIANA.
Quién en el mundo la ventura alcanza,
Ese bien tan precioso,
Que revela la luz de la esperanza ;
¿Quién es aquí dichoso?
El pecho resignado en la a m a r g u r a ,
Qu3 vive para Dios, y busca el cielo.
Es el solo que alcanza la v e n t u r a ,
V la paz en el suelo.
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79
PLEGARIA A DIOS.
Duro pesar el corazon me opi ime,
Sin p a z , sin alegría,
En triste soledad el alma gime,
Y en tí solo confia :
Mi corazon enciende en fuego santo,
Dios justo poderoso ;
Mi ferviente oracion bañada en ¡lanío,
Escucha bondadoso,
so
Teniplu eí dolor de un pecho aíribulado
Que la calma no alcanza:
A tu poder, S e ñ o r , solo le es dado
lleanimar mi esperanza.
No desoigas jamás mi ardiente rui^go,
¿ Qué podrá mi flaqueza,
Si no la alienta lu divino f u e g o ,
Y ampara tu grandeza ?
81
EL IMPIO.
Su mente estraviada
Esclava del e r r o r , duda y delira ;
Dà poder á la nada ;
Culto dá á la mentira ;
Y niega en su delirio lo que a d m i r a :
Cree su destino el mundo ;
Que engendró la materia el pensamiento ;
Como gérmen fecimdo,
SA
Nunca tiene contento,
Ni alivio y tregua encuentra su tormento.
Miserable gusano.
Reconoce tu error y tu impotencia :
No te esfuerces en v a n o ,
Que no alcanza tu ciencia
A comprender de Dios la pura esencia.
"83
A LAURA.
Cesó ya mi dolor, cesó mi llaiìlo ;
Mi pena en alegría
Trocaste con un b e s o , dulce encanto,
Alma del alma mia.
Solo piacer y amor el alma siente,
Dulce emociou la agita.,
Y el pecho para amarla tan ardiente,
De gozo ya palpita.
84
i Cómo podré olvidar aquel m o m e n t o ,
Ni tus liemos abrazos,
En que el alma anegada de contento,
Te estreché entre mis brazos !
Bendigamos á Dios, que de su altura
Nos miró con clemencia,
Y volvió á nuestras almas la v e n t u r a ,
La paz á la conciencia.
sy
A MI QUERIDO PADRE.
Restaura, padre t i e r n o ,
Tu dulce amor mi espíritu abatido ,
Y mi dolor eterno
Lloras tú conmovido,
De tu liijo al ver el corazon herido;
•Y' en lágrimas deshecho,
Juguete del destino lastimoso,
Te aprieto contra el pecho,
*
86
y tú m a s cariñoso
Me das ánimo y en lu amor reposo :
Enlonces me parece
Qué ün ha de tener mi suerte dura ,
Mi aliento también crece ,
Espero la v e n t u r a ,
Y vencer la dureza con ternura :
Esle agradable sueño
El brillo vuelve á mi anublada frente ;
Pero con torvo ceño^
Desengaño inclemente,
Me roba la esperanza lentamente.
Es el premio la c a l m a ,
F i n , hijo m i o , plácido remate
De la lucha del a l m a ;
¿ Por qué el dolor te abate ?
• No liay corona de triunfo sin combate.
•
^
A LA PURÍSIMA CONCEPCION,
PATRONA DE ESPAÑA.
Virgen p u r a , sin mancha concebida,
Al pronunciar tu n o m b r e ,
Recobra la esperanza ya perdida
E l corazon del hombre.
El sol y el firmamento ornan tu p l a n t a ,
Estrella de consuelo ;
Tu gloria el serafín envidia y c a n t a ,
eres Reina del cielo.
88
Enciende el corazon del castellano
En noble ardor fecundo,
inmaculada madre del cristiano,
Del Salvador del mundo.
DE LA EDUCACION.
Nada perjudica mas á los niños, ni es de más graves consecuencias, que la intimidad en que generalmente
viven en su edad primera con los criados. Si los padres
no precaven y evitan este m a l , todos los esfuerzos y
desvelos por la educación de sus hijos son inútiles. La
lisonja tiene en dicha edad mas poder que la razón , y
los criados conquistan el cariño de los niños, aprobándoles sus mayores defectos. Esta amistad tan perjudicial
les priva de la inocencia antes de tiempo y los espone á
mil peligros, que á veces les acarrean la muerte.
6*
90
Hacer que los niños sean religiosos debe ser el primer cuidado de la sociedad. El hombre sin religion no
puede ser feliz. Echar en el corazon de los hijos en
aquella edad la base de la v i r t u d , es el deber mas sagrado de los padres. Privar al hombre de este consuelo
es mayor crueldad que arrancarle la vida con tormentos
insoportables ; y procurárselo, es el mayor bien que
puede hacérsele.
No hay mayor tormento que la vida sin religion. El
hombre religioso se hace superior á cuantos males aquí
se s u f r e n , por estar convencido de que son transitorios;
merced a la esperanza que anima su espíritu y que le
presta valor ; sostiene con ventaja la lucha con las pasiones que nos sujetan á su imperio, si tales sentimientos
no nos auxilian , privando al corazon de la dulce paz de
la v i r t u d , único elemento de felicidad verdadera para
los hombres.
El temeroso de Dios cumple bien todos
sus d e b e r e s , y en todos los estados, y en cualquiera posición de su vida es útil á su patria y á la humanidad.
E s necesidad imprescindible dedicar los hijos á una
carrera. Los bienes de fortuna deben ser un motivo m a s
para que así se haga. El estudio ensancha el círculo de
nuestras i d e a s , dá alegría al espíritu y destierra el tèdio
de nuestro corazon. Pero los padres deben tener gran
cuidado en los libros que sus hijos manejen para ([uc su
corazón no se corrompa ni su imaginación se e.síravíe.
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La lectura de libros buenos engendra un juicio sólido.
Por ella se adquiere riqueza de i d e a s , se llega al conocimiento de la verdad y se aprende á conocer y combatir los errores q u e , envueltos en una brillante ficción,
suelen presentar autores impíos para deslumhrar y sorprender á los incautos que, seducidos por la belleza
de la f o r m a , ni profundizan ni examinan lo que admiran. La verdad tiene un estilo y un encanto propios que
seducen; pero el error necesita de artificio y de gran h a bilidad para vencer la repugnancia que inspira al corazon.
t e e r obras impías no nos saca de la oscuridad de
la ignorancia. El conocimiento de la verdad es solo la
sabiduría, y la sabiduría engrandece la inteligencia y
deja el corazon tranquilo y satisfecho. Un caudal de errores no enseña ni á juzgar ni á pensar. En tales obras
se bosquejan las pasiones y se trata á los h o m b r e s , no
como son , sino como los autores de tales libros se los
figuran;
y como el retrato no es fiel, no pueden menos
de ser equivocados los juicios que se funden en semejantes errores.
La elección de estado decide casi siempre de la felicidad de los hombres. Los padres deben aconsejar, pero
nunca emplear su autoridad p a r a oponerse á la inclinación de los hijos, si se deciden por alguno.
Cualquier
estado abrazado solo por conveniencia social, por interés
ó por obedecer á la p a s i ó n , no puede ofrecer sino dis-
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gustos, ni dejar de ser siempre un tormento para el alma.
Sin e m b a r g o , la buena semilla no florece en el corazon si no se la atiende. En la j u v e n t u d , cuando las pasiones son m a s vivas es cuando reclama mayor atención
y cuidado su cultivo. Esta es la época en que los padres
deben consagrar todos sus desvelos á cimentar en el corazon de sus hijos los mismos gérmenes de prosperidad
y felicidad que existen en el mundo. La juventud es la
esperanza de los pueblos : virtuosa, es origen de su engrandecimiento ; corrompida, el de su destrucción. La
educación religiosa despierta en el corazon todos los nobles sentimientos,
y
sofoca las
pasiones
mezquinas
siempre estériles.
La atención consagrada á la educación pública b a j o
la útil base de los principios religiosos, de la divina moral c r i s t i a n a , es el medio m a s poderoso de regeneración
que tienen en la mano los gobiernos, para hacer desaparecer el abatimiento de los pueblos y de las razas.
Las revoluciones,
esos grandes sacudimientos de los
pueblos, no los vuelve de su desmayo ni destruye e l
origen de su decadencia. Ni el hombre , ni la forma de
gobierno, ni la fuerza de las a r m a s tienen el poder d e
sustituir en los corazones corrompidos que abrigan en su
seno la perfidia, el v a l o r , la virtud y el heroísmo. E s t a
gran reforma solo puede realizarla la educación religiosa.
INDICE.
PAGINA.
Dedicatoria
®
A Dios
A la V i r g e n
^
A la M u e r t e
^^
A Julia
El A m o r
^^
A Julia
El A m o r d e D i o s . . . '
El P o e t a
21
Senliraierttos d e A m o r
Julia
A
;
27
A Laura
La Virtud
^^
E n un m o m e n t o d e A m a r g u r a
La Religión
^^
Meditación
^ '
La Esperanza
^^
A Laura
^^
Poesia
El A m o r
^^
A m i Hija Maria
La V i d a
Meditación
^^
A su Olvido
^^
pAgina,
En un Album
5f)
La C a l a v e r a
57
A Rosa
o9
Sentimientos de Amor
61
Plegaria
63
A Laura
65
Meditación
67
A m i a m i g o D. M a n u e l C a ñ e t e , L a A m i s t a d . .
.
A ia S u e r t e
69
71
Las Lágrimas
73
Meditación
75
La R e s i g n a c i ó n C r i s t i a n a
77
P l e g a r i a á Dios
79
El Impío
81
A Laura
83
A mi querido P a d r e
A la P u r í s i m a
85
Concepción,
Patrona de España.
De la E d u c a c i ó n
ERRATAS.
W g i n n 1 8 , v e r s o s e s t o , d o n d e d i c e mude,
Página
87
89
8 6 , v e r s o s e g u n d o , d o n d e dice
lóase
wuila.
léase
arrimo.
itti
W
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AYUNTAMIENTO
OE
MURCIA
CHIVO
ESI-IO
lÁB-
G
N.V.3.1
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