Caitlin LeMay SPA 3950 28 abril 2011 La Casa de Bernarda Alba: ¿Tragedia o Comedia? Hay mucho debate entre los críticos para determinar si La Casa de Bernarda Alba, de Federico García Lorca, es técnicamente una comedia o una tragedia. Las definiciones Aristotélicas de las características de las comedias y las tragedias sugieren que La Casa de Bernarda Alba es una tragedia. Por la mayor parte, La Casa de Bernarda Alba está careciendo los elementos fundamentales de una comedia. También, demuestra varios rasgos de una tragedia griega. A resultado, este análisis de La Casa de Bernarda Alba argumenta que la obra teatral no es una comedia, pero es muy apropiadamente definida como una tragedia. La evaluación de la obra de Lorca como una tragedia enfoca principalmente en cuatro aspectos de la definición Aristotélica de la tragedia – el “mimesis” de la realidad y temas pertinentes, el héroe trágico, las emociones trágicas de piedad y miedo, y el desenlace triste. En Poetics de Aristóteles, él defina una tragedia exitosa como “…an imitation of an action that is serious, complete, and of a certain magnitude…in the form of action, not of narrative; through pity and fear effecting the proper purgation of those emotions” (Rabinowitz, 14). Tragedias, según Aristóteles, son educativas y, al mismo tiempo, agradables y emotivas (Rabinowitz, 16). Muchas veces los personajes de las tragedias son de clase alta, pero sus sufrimientos son universalmente aplicables. El protagonista trágico tiene un cambio de fortuna de felicidad a tristeza, causada por un error o por una carencia de conocimiento, no de un vicio. La acción trágica evoca piedad, cuando implica una desgracia inmerecida, y miedo, cuando el público puede relacionar con el protagonista y su dilema. Al final de una tragedia, la fortuna del ! 1! protagonista no mejora. El final es infeliz, pero la audiencia todavía tiene una catarsis de sus emociones intensas. El público reacciona con fervor cuando ve las tragedias porque las situaciones y los personajes les recuerda de algo en su vida real. En esta manera, el protagonista es "…'one of us'. He is not necessarily virtuous, not necessarily free from profound guilt. What he is is a man who reminds us strongly of our own humanity, who can be accepted as standing for us” (Dauster, 9). Tragedias tienen un carácter filosófico porque demuestran una verdad universal sobre la humanidad usando una situación con que el público puede relacionar. Por supuesto, la realidad humana es imitada por la acción trágica, y esta acción revela una moraleja profunda. El opuesto de una tragedia es una comedia. La definición antigua de la comedia descríbela como una obra teatral que entretiene el público. Una comedia es “…that type of drama which employs action tolerably close to real life and an expression light, charming, often laughable” (Norwood, 1). Las comedias ilustran la transcendencia de los seres humanos y celebran su sexualidad. El protagonista de una comedia es una persona de clase bajo quien tiene un cambio de fortuna de malo a bueno. El público disfruta de su éxito porque el protagonista parece ser merecedora. El error del protagonista en una comedia no es tan grave como el error del protagonista en una tragedia. Aunque la audiencia le gusta ver el triunfo del protagonista, las comedias todavía son graciosas porque las desgracias de los personajes son cómicas. En una comedia romántica, un tipo específico de comedia, dos amantes no pueden estar juntos porque hay obstáculos que evitan el desarrollo de su relación, pero, al final, los dos superarlos y el amor triunfa. Otro tipo de comedia, una comedia satírica, critica los vicios de los seres humanos. La Casa de Bernarda Alba puede ser considerada una tragedia porque tiene muchas características de este tipo de drama. No solamente coincide con la definición de una tragedia de ! 2! Aristóteles, pero también, carece muchas características de una comedia. No parece que la acción de La Casa de Bernarda Alba es graciosa porque no evoca la risa del público, como debe hacer una comedia. La acción no es alegre, pero es muy seria y tensa. También, la audiencia de una comedia puede ser satisfecha porque, al final, la protagonista tiene éxito en una manera. No es el caso en La Casa de Bernarda Alba. Adela no tiene éxito cuando lucha contra la opresión de Bernarda. Tan pronto como ella dice que quiere ser libre, ella se ahorca porque cree que Bernarda mata a Pepe. Adela no tiene la oportunidad de superar su madre, cuál es su objetivo por toda la obra. En este sentido, ella fracasa. La fortuna de Adela no se mejora, como hace en una comedia, pero su fortuna se empeora. Al final, el amor no triunfo y la audiencia no se queda con los sentimientos felices que son características de las comedias. También, la audiencia no siente placer por las desgracias de Adela, que también es algo común en las comedias. Todo que La Casa de Bernarda Alba carece son características fundamentales de una comedia. Una evaluación de lo que la obra tiene sugiere que La Casa de Bernarda Alba es una tragedia. Aristóteles defina la tragedia como una imitación, o “mimesis,” de la realidad y de situaciones reales. A resultado, las tragedias son, al mismo tiempo, emotivas y educativas. Después de ver una tragedia, el público entera algo sobre un principio universal que el dramaturgo quiere expresar a través de la acción trágica. Esta idea de “mimesis” aplica a La Casa de Bernarda Alba porque Lorca “…intended it to be a ‘photographic document’” (Newton, 70). Los temas de la opresión de las mujeres, de la discordia entre clases socioeconómicos, de la conformidad y del mantenimiento de la tradición imitan, en algún nivel, aspectos de las vidas de la audiencia original y de la audiencia moderna. El público original de Lorca vivió durante la época de la Guerra Civil de España. Para ellos, especialmente para las mujeres, fue fácil para relacionar con la opresión de las hijas de Bernarda. En muchas casas españolas, la madre fue ! 3! una figura autoritativa, como Bernarda. No fue inusual que las mujeres fueron oprimidas y que, como Adela, no pueden perseguir sus deseos. Las mujeres españolas fueron limitadas por las leyes (i.e. no tienen los mismos derechos como los hombres) y por las costumbres culturales. En este sentido, la opresión de las hijas debajo de la regla de Bernarda es una imitación, o mimesis, de la opresión de las mujeres españolas durante La Guerra Civil Española. Por eso, La Casa de Bernarda Alba puede ser una imitación dramatizada del estado de la sociedad española. Típicamente, la acción en una tragedia revela principales universales y demuestra algo de todas sociedades o de la humanidad, y La Casa de Bernarda Alba no es una excepción. Los temas de la obra no solamente aplican a las vidas de las mujeres españolas específicamente. Además, aplican a todas sociedades. Sin duda, “To see Lorquian theatre as merely a critical commentary on Spanish national life is an egregious oversimplification. By the same token, to see it in purely mythic terms and ignore the presence of its underlying Spanish reality is equally simplistic and deceptive…” (Greenfield, 34). El público sabe que toda la acción ocurre dentro de un pueblo español, pero no sabe, específicamente, que pueblo. La ambigüedad del ambiente permite el público moderno de imaginar que está en la misma situación y de hacer una conexión entre el sufrimiento en su vida con el sufrimiento de las hijas de Bernarda. A resultado, la obra llega a ser atemporal y universal. Edwards dice que los personajes de Lorca y sus dilemas “…are therefore presented with unusual clarity, with a sharpness and timelessness which allows us to see, as in a spotlight, Lorca's vision of the way things are” (Edwards, 279). Un ejemplo de un tema atemporal y universal es la opresión de los marginados y la lucha por la libertad. Otro ejemplo de esa universalidad es cuando Lorca hace comentario, a través de la acción, sobre figuras autoritarias, como Bernarda, quienes “…alienate the human self whose needs they have been created to ease” (Basterra, 233). ! Aquí Lorca está criticando, al mismo tiempo, las 4! autoridades corruptas e hipócritas de la sociedad española y también la configuración de la autoridad en general. Esta universalidad de los temas de La Casa de Bernarda Alba demuestra que la obra, como una tragedia verdadera, es una imitación de la realidad humana. La habilidad de relacionar con el tema central de una tragedia es tan importante como la habilidad de relacionar con los personajes, especialmente con el héroe trágico. En La Casa de Bernarda Alba, Adela es una heroína trágica porque ella demuestra muchas características típicas que Aristóteles considera importantes para tener el protagonista. Primero, Adela es de la clase alta. No es de realeza, pero es relativamente rica. Por lo demás, ella parece como una mujer normal con quien el público puede relacionar, principalmente porque Adela no es una persona perfecta. Ella es un poco inmoral y no es completamente virtuosa, pero es una persona buena por naturaleza. En una manera, sus circunstancias requiere que ella rebela contra las normas culturas y de ser “inmoral.” Cuando ella es “…unjustly denied her [right to marry] by the tyranny of arbitrary social convention, her integrity demands fulfillment of her sexual needs, even, if need be, via an extramarital relationship” (Greenfield, 38). Pero sus acciones no necesariamente son inmorales porque “…Lorca makes it clear that it would be fully natural for this 21-year-old girl to marry Pepe el Romano, just as it is unnatural for Bernarda to insist, for the sake of social propriety, that her oldest daughter, who is almost 40, be his wife. From this we can justly conclude that it is Bernarda herself who violates the order of this social context, not her daughter, and that Adela is exerting her will rightfully and legitimately in establishing a sexual liaison with Pepe” (Greenfield, 38). Este comentario de Greenfield demuestra que Adela no es inherentemente inmoral, pero sus circunstancias extremas causa su “promiscuidad.” A pesar de todo, ella recuerda el público de su humanidad. Adela también es una heroína trágica porque sufre más que merece. En el caso de Adela, sus derechos son oprimidos por las reglas ! 5! estrictas de Bernarda. La opresión de su sexualidad y también de su cuerpo mismo evoca sentimientos de piedad para Adela en el público. Ella representa los deseos y derechos naturales de ser libre y de expresar la sexualidad. Cuando “…the right to [these] elemental freedom[s] is thwarted, whether by social or personal circumstances, the trap of tragedy is sprung…” (Greenfield, 35). Incluso si el público no percibe a Adela como una persona moral, todavía quiere que la justicia triunfe al final. La caída del héroe trágico, Adela, no es el resultado de su inmoralidad, pero es causada por un error o por una falta de conocimiento. Esto es la verdad en La Casa de Bernarda Alba porque los secretos y las mentiras causan el suicidio de Adela. Trágicamente, Adela decide ahorcarse a resultado de una carencia de conocimiento de la verdad – cree que Pepe se muere cuando, en realidad, todavía está viviendo. Finalmente, Adela es una heroína trágica porque tiene una catarsis. Una catarsis es una purgación de emociones intensas. Por toda la acción, Adela trata a ocultar su descontento con su estilo de vida en la casa de Bernarda. En el tercero acto, Adela finalmente expresa su desdicha y afirma su independencia cuando dice, “¡Aquí se acabaron las voces de presidio! Esto hago yo con la vara de la dominadora. No dé usted un paso más. En mí no manda nadie más que Pepe…Yo soy su mujer” (Virgillo, 372). Bernarda. Mientras ella está diciendo estas líneas, ella rompe el bastón de En este momento, Adela tiene su catarsis porque libera todas sus emociones reprimidas. Por supuesto, Adela es un prototipo de una heroína trágica. Típicamente, las emociones evocadas por una tragedia Aristotélica son piedad y miedo. La piedad es evocada cuando un personaje bueno se cayó de la gracia. El miedo es evocado cuando el público puede relacionar con el protagonista y cuando se da cuenta de que la acción trágica puede ocurrir en su propia vida. La Casa de Bernarda Alba es considerada una tragedia principalmente porque evoca miedo y piedad en el público. Muchos críticos afirman que La ! 6! Casa de Bernarda Alba no es una tragedia porque el público no siente piedad por Adela. Argumentan que Adela es una persona inmoral y parece que su amor por Pepe es basado en la satisfacción de deseos carnales. A resultado, porque Adela no es necesariamente una persona moral, no siente piedad cuando se ahorca. Esta crítica ignora el facto que Adela se ahorca cuando cree que Pepe está muerto, cuál sugiere que su amor es más de un relación carnal. También, su crítica no admite que ella es forzada de ser “inmoral” a causa de sus circunstancias opresivas. Si bien estos puntos son correctos, es posible sentir piedad por Adela. Además, el público siente piedad por Adela porque simpatiza con su situación. En particular, las mujeres españolas pueden compadecerse de ella porque tiene experiencias semejantes con la opresión y el sufrimiento. La legislación durante la Guerra Civil en España demuestra que “…the place of women was to be separate, subordínate, and domestic” (Lannon, 214). Las mujeres españolas comprenden la frustración de Adela de no tener el poder de perseguir sus deseos porque son oprimidas por limitaciones legales y culturales. El público tiene compasión por Adela porque, aunque ella es inmoral, ella solamente ser libre, que es un deseo natural de todos humanos. En este sentido, es posible sentir piedad cuando entera que Adela comete suicidio. Los sentimientos de piedad podría variar entre los miembros del público, pero la emoción trágica de miedo todavía es evocada. Todo el público siente miedo al final porque sabe que puede estar en una situación opresiva, como Adela, y que es posible que haya consecuencias negativas, como la muerte. Especialmente por las mujeres españolas de La Guerra Civil de España, la posibilidad de estar en una situación semejante a Adela fue muy real. Además, la emoción de miedo es amplificada cuando “…the violent and terrible stage-event, enacted or threatened, matures between close kin” (Jones, 57). Hay mucha animosidad en la familia Alba. Todas las hijas están sofocando en la casa porque “…viven como metidas en alacenas” (Virgillo, ! 7! 367). Hay más tensión porque Adela está celosa que Angustias va a casar con Pepe el Romano. Martirio y Adela guardan el secreto de la relación entre Adela y Pepe para evitar más sentimientos de odio y, también, para evitar el castigo de Bernarda. Finalmente, Martirio dice una mentira, sobre la muerte de Pepe, que causa el suicidio de Adela. Todos estos problemas ocurren entre miembros de una familia, quienes deben ser las personas en que puede confiar. Esto evoca miedo amplificado porque Lorca está demostrando que la opresión y la traición pueden ocurrir en una sociedad en general y, también, en una familia normal. Si el publico siente miedo de la inevitabilidad de la opresión y sus consecuencias negativas en la sociedad, va a sentir peor cuando considera que puede ocurrir en su familia. La Casa de Bernarda Alba, seguramente, es una tragedia, porque evoca sentimientos de piedad y miedo a través de la trama. El final de La Casa de Bernarda Alba es típico de una tragedia por varias razones. Primero, como en una tragedia Aristotélica, el desenlace no es feliz. En el tercero acto, Bernarda persigue a Pepe con una pistola y el público oye un tiro disparo. No es claro si Pepe está muerto o está vivo, y Martirio dice, “Se acabó Pepe el Romano” (Virgillo, 372). El público entera que Bernarda no mata a Pepe, pero Adela todavía no sabe la verdad. Martirio admite que lo dice por el bien de Adela, pero su plan de ayudarla no es exitoso. Adela no sabe que Pepe todavía está vivo y decide ahorcarse. Aquí, el amor no triunfa, como en una comedia. En vez de eso, la opresión de la libertad triunfa y el ciclo de injusticia continúa. Este final triste es característico de una tragedia. Hay muchas consecuencias negativas al final, y el mensaje de los eventos no es muy positivo. Por toda la obra teatral, Adela quiere escapar de la opresión de Bernarda. Quiere ser libre y perseguir sus deseos afuera de la casa, específicamente su relación con Pepe. Ella es la única hija que tiene esperanzas de salir, evitando el destino predeterminado de las otras de quedarse solteras. ! Porque Martirio miente sobre la muerte de Pepe, Adela no tiene la 8! oportunidad de obtener su libertad. Ella se muere antes de casarse, de tener sus propios hijos, y de tener control de su propia vida. Parece que la única manera de escapar de la opresión es a través de la muerte. Esta escena final no evoca sentimientos positivos de esperanza entre el público. El fracaso de Adela de luchar contra la opresión de Bernarda desalienta el público. El mensaje al público es que no es posible, o por lo menos no es fácil, de superar la opresión sin consecuencias graves. En su artículo, Dauster dice que, “In tragedy, this movement ends on the recognition of our puny human mortality; in comedy, on the recognition of our ability to transcend our puniness. When the dramatist…presents an almost pure vision of limitation, we are dealing with tragedy; when the point of view stresses the transcendence, the work is comic” (Dauster, 11). Esta observación apoya la afirmación que el final de La Casa de Bernarda Alba es trágica. El mensaje al final es que los seres humanos son limitados por obstáculos culturales, sociales, y a veces legales, que impiden su capacidad de perseguir sus deseos naturales. También, el final de La Casa de Bernarda Alba sugiere que las mujeres son destinadas a ser oprimidas y silenciosas si no hacen algo para cambiar su situación. Como Dauster dice, el final de esta tragedia demuestra la mortalidad y las limitaciones de las humanas. También, la carencia de conocimiento que causa este desenlace desafortunado es típica de una tragedia. Como un héroe trágico, la muerte de Adela no es causada por su inmoralidad o sus vicios, por lo menos no directamente, pero es causada por comunicación mala, una mentira, entre las hermanas. Cuando dice que Pepe está muerto, Martirio tiene la intención de ayudar a Adela. Sus acciones tiene el efecto opuesto que ella quiere. Adela, frustrada de la opresión por “la dominadora” y disgustada por la muerte de su amante, decide ahorcarse. Adela tiene un cambio de fortuna muy malo. Todo que ocurre a Adela es, en un sentido, trágico. También el desenlace es trágico porque, al final, el público tiene su propia catarsis. Durante la acción, el público siente emociones intensas ! 9! de piedad y miedo y, al final, les purga. La liberación de estas emociones permite que el público reconozca que no es probable que algo tan trágico vaya a pasar en sus vidas. En todos estos sentidos, el final es trágico. Enfoca en las limitaciones de las humanas, es llena de tristeza, es causada por la carencia de conocimiento, y es una oportunidad para la catarsis del público. Toda que tiene y toda que carece sugiere que La Casa de Bernarda Alba es, principalmente, una tragedia. Lorca incluye elementos fundamentales de la tragedia en su obra. La Casa de Bernarda Alba es una imitación de la realidad y, a resultado, los públicos de varias épocas pueden relacionar con los temas retratados. Los temas son aplicados universalmente y el público original y moderno puede aprender algo filosófico de la trama trágica. La trama no es solamente educativa, pero también evoca las emociones trágicas de piedad y miedo en el público. Además, el personaje de Adela coincide con la definición de un héroe trágico, una personaje esencial en una tragedia. También, el final de una tragedia, incluyendo La Casa de Bernarda Alba, es triste y comenta sobre las limitaciones de los humanos. La obra teatral de Lorca carece muchas características de una comedia, como la habilidad de reír o de disfrutar en el éxito del protagonista. Todo esto sugiere que Lorca tiene la intención que La Casa de Bernarda Alba ser una tragedia. Por supuesto, hay más elementos dramáticos que pueden ser analizadas, pero esta evidencia es, por lo menos, un fundamento sólido para argumentar que la obra de Lorca es una tragedia verdadera. ! 10! Bibliografía Basterra, Gabriela S. The Choreography of Fate: García Lorca's Reconfigurations of the Tragic. Thesis. Harvard University, 1997. Ann Arbor, MI: UMI Dissertation Services, 2000. Print. Dauster, Frank. "Toward a Definition of Tragedy." Revista Canadiense De Estudios Hispánicos 7.1 (1982): 3-17. JSTOR. Web. 16 Apr. 2011. <http://www.jstor.org/stable/27762195 .>. Edwards, Gwynne. "The Way Things Are: Towards a Definition of Lorcan Tragedy." Anales De La Literatura Española Contemporánea 21.3 (1996): 271-90. JSTOR. Web. 17 Apr. 2011. <http://www.jstor.org/stable/27741323>. Greenfield, Sumner M. "Lorca's Theatre: A Synthetic Reexamination." Journal of Spanish Studies: Twentieth Century 5.1 (1977): 31-46. JSTOR. Web. 18 Apr. 2011. <http://www.jstor.org/stable/27740759 .>. 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