efectos y respuestas de la reconversión minera en las cuencas

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EFECTOS Y RESPUESTAS DE LA RECONVERSIÓN MINERA EN
LAS CUENCAS TUROLENSES, ¿UNA TRANSFORMACIÓN DEL
CAPITAL HUMANO?
Mª ÁNGELES RUBIO PASTOR
Facultad de Ciencias Sociales y Humanas de Teruel
Departamento de Estructura e Historia Económica
y Economía Pública
Universidad de Zaragoza
C/ Ciudad Escolar, s/n
44003 - Teruel
e-mail: [email protected]
Resumen
En los años sesenta del siglo pasado comienza un proceso de reestructuración del sector de la
minería del carbón a nivel mundial, intensificándose en la década de los ochenta. En este
tiempo se produce un cambio tecnológico que pone fin a la minería de interior y, aunque logra
incrementar la productividad de las explotaciones, también se traduce en la pérdida de un
notable número de empleos.
Pero el futuro no es más esperanzador. Así pues, por un lado, la actividad extractiva del carbón
ha ido perdiendo sus demandantes tradicionales en el mercado, de modo que en la actualidad
se vincula prácticamente en exclusiva al sector de la producción de energía eléctrica, en el que
el carbón nacional se somete a la fuerte competencia de otros carbones extranjeros u otros
combustibles, más baratos, con mayor poder energético y con menor impacto ambiental. Por el
otro, en el marco de la Unión Europea se está discutiendo la continuidad de las ayudas
públicas a la actividad minera.
En consecuencia, la minería del carbón en la provincia de Teruel lleva ya décadas sufriendo
una transformación económica y social que afecta no solamente a la actividad extractiva, sino
también al territorio: en la estructura económica de las poblaciones de las comarcas mineras ha
estado muy presente este sector, y sus vaivenes les afectan directamente.
El impacto de la reconversión en el sector minero se ha tratado de paliar con la implementación
de distintos planes desde el Instituto para la Reestructuración de la Minería del Carbón y
Desarrollo Alternativo de las Comarcas Mineras (Planes MINER). En concreto, en las comarcas
mineras turolenses, se han puesto en marcha medidas incluidas en los planes diseñados para
los periodos 1998-2005 y 2006-2012. Entre otras acciones, están las especialmente orientadas
a la reactivación del mercado laboral, con el ánimo de alcanzar los objetivos de apoyar
proyectos generadores de empleo e impulsar la formación orientada a mejorar las posibilidades
de empleo.
El objetivo de esta comunicación es exponer el efecto que han tenido estos planes sobre el
mercado laboral de las comarcas mineras turolenses a lo largo de la última década. El análisis
de la evolución de los datos de población, formación y empleo contribuye a poner en evidencia
cómo el trabajo en la mina es cada vez más una alternativa menos clara. Ante tal situación la
población local ha podido verse obligada a reorientar su vida, con prejubilaciones,
abandonando el territorio o cambiando su orientación profesional. Todo ello, en definitiva,
puede llevar aparejada la transformación del capital humano local, que es el objeto de estudio
de esta comunicación.
Palabras clave: Minería del carbón, Políticas públicas, Capital humano, Movilidad funcional.
Códigos JEL: Q32, J48, J24, J62
1
INTRODUCCIÓN
La generación de energía eléctrica a partir de la quema del carbón se ha considerado desde su
inicio una actividad estratégica para garantizar menor dependencia exterior en el suministro
nacional. En ese cometido han tenido un papel importante las plantas de transformación
ubicadas en la cuenca minera turolense, geográficamente próximas a las minas de lignito que
animaron su construcción y privilegian a esta provincia en el campo de generación de
electricidad a partir de recursos convencionales.
Así pues, la relevancia del sector minero-energético en el desarrollo económico turolense es
pues un hecho incontestable, máxime si se considera el cuadrante nororiental de la provincia
de Teruel, donde la extracción de lignito ha sido una actividad productiva de gran impacto
desde hace décadas. En el territorio se ha generado una fuerte dependencia socioeconómica
respecto de esta actividad; dependencia que le ha hecho más vulnerable a sus vaivenes y le ha
sumido en la mayor incertidumbre, tras el cierre de las minas.
Así, el objetivo de este trabajo se centra en analizar cómo ha evolucionado el mercado laboral,
para intentar salir de los patrones definidos por el trabajo en la mina, y adaptarse a los nuevos
requerimientos de la actividad productiva que, poco a poco, se va diversificando en el territorio.
Esta comunicación forma parte de una propuesta más ambiciosa Efectos y respuestas
colectivas vinculadas a la reconversión minero-energética en comunidades mineras
1
carboníferas turolenses , orientada a abordar de forma pluridisciplinar y exploratoria los
principales impactos del cese de la actividad minera.
Muchos son los municipios afectados, que, aunque no tenían explotaciones mineras en su
extensión municipal, sí tenían trabajadores empleados en la mina. El ámbito de esta
comunicación, sin embargo, se ha delimitado intencionadamente a contextos bien definidos,
que permitan hacer un análisis abarcable e intensivo. Dado el interés por abordar dimensiones
varias y para evitar los inconvenientes de un exceso de dispersión en el objeto de estudio en
un contexto excesivamente amplio, se han escogido cuatro municipios para el análisis, que por
otro lado recogen una alta tasa de población vinculada con la actividad del carbón y un fuerte
protagonismo en sus respectivas comarcas: Andorra, Ariño, de la Comarca de Andorra-Sierra
de Arcos, y Escucha y Utrillas de la Comarca de Cuencas Mineras.
1. ANTECEDENTES HISTÓRICOS
La minería del carbón en Teruel nace con el siglo pasado, pero no puede decirse que su
evolución haya estado exenta de importantes vaivenes, que tienen una repercusión
transcendental, no sólo en la producción de mineral sino también en el empleo del territorio en
el que se asienta.
Así pues, desde sus orígenes hasta la actualidad sucesivos acontecimientos y circunstancias,
propias y ajenas a la minería del carbón, van a determinar la evolución de la actividad y, por
ende, del mercado laboral de las dos comarcas afectadas por la minería.
1.1. ORÍGENES DE LA ACTIVIDAD MINERA EN TERUEL
La elaboración del mapa de Teruel para el Geológico Minero de España, a finales del siglo XIX,
acota perfectamente las zonas carboníferas por sus orígenes y sus potenciales riquezas, y
determina la existencia de dos cuencas: la central, que comprende parte de lo que es hoy la
Comarca de Cuencas Mineras, y la andorrana, que se equipara con la Comarca de AndorraSierra de Arcos.
1
Investigación financiada por la Fundación Antonio Gargallo (Universidad de Zaragoza).
2
El origen de la minería del carbón de la provincia de Teruel se remonta a comienzos del siglo
XX, de la mano de la constitución en 1900 de una gran empresa minera, Minas y Ferrocarriles
de Utrillas (MFU). La actividad de esta empresa supone el inicio de la explotación de forma
técnica y mecanizada, así como la construcción de vías de comunicación hacia los centros
consumidores de la región. Con la instalación de esta empresa en la cuenca central se coloca
la provincia de Teruel a la cabeza de la producción nacional de lignito (Fabro, 2007).
Poco más tarde, otros empresarios provenientes de la industria y el comercio inician también la
explotación del carbón en la cuenca andorrana, de modo que queda establecido el mapa de la
actividad minera en lo que hoy son las comarcas de Andorra-Sierra de Arcos y Cuencas
Mineras.
Las circunstancias que rodean estos orígenes van a ser propicias para animar la actividad
local: escasez mundial de carbón, originada por el alto nivel de industrialización; el conflicto
bélico de la I Guerra Mundial, en el que España es neutral; las huelgas del sector en otros
países; y la disminución de importaciones en España, debidas al encarecimiento del mineral;
todo ello facilita que la explotación de carbón despegue en España y, en consecuencia, se
inicie una etapa decisiva en este sector de la minería turolense.
1.2. PRIMERA EDAD DE ORO
El momento de mayor desarrollo del sector carbonífero tiene lugar en España entre 1940 y
1958. Se produce un espectacular incremento de su producción, que se justifica, por un lado,
por un descenso de la oferta, debido a una caída de las importaciones de carbón y, por el otro,
por el incremento de la demanda, derivado en parte por la escasez de otras fuentes
energéticas.
Los más beneficiados por estas circunstancias son los lignitos, que gracias a su régimen legal
especial (libertad de comercialización y precios, frente al control que sí afecta a hulla y
antracita) ven aumentar sus volúmenes de producción de forma notable, así como su precio,
superior a los de la hulla y la antracita, a pesar de tratarse de un carbón de peor calidad (Fabro,
2005; Sanz, 2008).
La cuenca minera turolense es capaz de sacar partido positivo de esta situación, de modo que
su contribución a la producción nacional de carbón pasa de representar el 1% en 1935, a
colocarse en el 8% en 1958 (Fabro, 2005).
La explotación de carbón comienza a considerarse estratégica en España y se pretende forzar
la producción, de modo que en 1942 el Estado adquiere, a través de Empresa Nacional Calvo
Sotelo de Combustibles Líquidos y Lubricantes, S.A. (ENCASO), yacimientos de empresas
privadas de la comarca de Andorra como complemento a la iniciativa privada y al servicio de la
política económica autárquica de la época. Así pues, la presencia de la empresa pública se
convierte en un rasgo característico y fundamental de la comarca andorrana, que complementa
la importante actividad privada de la Sociedad Anónima Minera Catalano-Aragonesa (SAMCA),
constituida en 1920.
Por otra parte, también en estos años tiene lugar un cambio en el patrón de demanda, ya que
la producción eléctrica se establece como primer consumidor, desbancando a su cliente
tradicional, los transportes. Este hecho beneficia a la cuenca turolense, que comienza a ganar
peso, animada por la demanda de centrales térmicas próximas recién inauguradas: en 1952
entra en funcionamiento la central térmica de Aliaga en Teruel, que es considerada la mayor y
más moderna de la época, y en 1953 se pone en marcha la primera fase de la central de
Escatrón en Zaragoza.
Inevitablemente, se produce una repercusión directa sobre el número de empleados que
precisa la actividad, que aumenta de forma espectacular. No solamente la extracción de
carbón, sino su transporte y posterior transformación en energía eléctrica demandan ingente
mano de obra. Esta necesidad no logra cubrirse con las personas que, provenientes de los
pueblos vecinos, ofrecen su fuerza de trabajo, de modo que provoca una importante explosión
demográfica y social con la llegada de inmigrantes de otras comunidades autónomas. De 1945
a 1960 se produce un aluvión de trabajadores provenientes fundamentalmente de Andalucía
(Córdoba), Extremadura (Badajoz), Ciudad Real y Galicia. Pero esta inmigración no es
únicamente de trabajadores, sino que tiene un marcado carácter familiar, desplazando y
alojando a sus mujeres y a un elevado número de niños (Fabro, 2005).
3
No obstante, este momento dorado del carbón no logra crear estabilidad y condiciones
laborales ventajosas para todos los trabajadores. Las empresas pequeñas, con escasa
capacidad financiera, aumentan o reducen plantillas en función de la coyuntura, de modo que
en estos años es característica la elevada movilidad de trabajadores entre las distintas
empresas mineras. Tan solo ENCASO y SAMCA, en la cuenca andorrana, y MFU, en la cuenca
de Utrillas, van mecanizando sus explotaciones, logrando incrementar la producción y la
plantilla, ofreciendo mayor estabilidad y garantías a sus trabajadores (Fabro, 2005; Sanz,
2008).
1.3. PRIMERA CRISIS DE LA ACTIVIDAD
Entre 1958 y 1973 se produce a nivel nacional la primera crisis de la minería, que se salda
inevitablemente con una caída paralela de la producción y el empleo. Se conjugan tres factores
en el origen de esta crisis: por un lado, el surgimiento de otros productos energéticos (gas,
electricidad y petróleo), que se convierten en una decidida competencia; por otro, la
liberalización del comercio de hulla y antracita, que suprime los aranceles aplicados a su
importación y los transforma en otra forma de competencia; y, por último, el incremento de los
costes de explotación, en concreto los concernientes a mejoras salariales y aumento de las
cargas sociales de los trabajadores, que reduce su potencial competitivo.
Este difícil panorama económico precisa de regulación pública para arbitrar una solución. Las
reivindicaciones de los trabajadores han generado un clima de tensión con enfrentamientos y
huelgas que se acallan con la publicación de un decreto que aumenta el precio del carbón, con
el objetivo de que los beneficios se plasmen en subidas salariales. Así mismo, también con el
fin de suavizar el grave problema social, se lleva a cabo un proceso de traspaso de
explotaciones al sector público, que en la cuenca turolense se materializa, en 1972, en la
cesión de las explotaciones de ENCASO a la Empresa Nacional de Electricidad, S.A
(ENDESA).
Al mismo tiempo, la central térmica de Aliga comienza a mostrar problemas de dimensión, esto
es, tiene dificultades para procesar el volumen de producción de carbón proveniente de la
cuenca de Utrillas. Esta situación logra salvarse con la apertura de la central de Escucha, en
1970, que además sirve para crear puestos de trabajo adicionales.
1.4. SEGUNDA EDAD DE ORO
Dos hitos son importantes para establecer este periodo, que comienza en 1973 con la crisis del
precio del petróleo y finaliza en 1986 con la adhesión de España a la Comunidad Económica
Europea (CEE).
En este periodo, la producción nacional de carbón se presenta como la principal fuente de
autoabastecimiento energético, frente al problema revelado por la dependencia del petróleo. El
lignito vuelve a ser el mayor beneficiado (multiplicándose por ocho su producción en estos
años) (Fabro, 2005), mientras la hulla y la antracita tienen menor demanda, debido a la caída
de la producción siderúrgica.
Añadido al cambio en la demanda, también tiene lugar un cambio tecnológico que afecta a la
oferta, con la aparición de la minería a cielo abierto, que la hace más productiva y rentable que
la subterránea. Los rendimientos medios por tonelada extraída por trabajador se incrementan,
los costes de explotación se reducen y, en consecuencia, el índice de rentabilidad se eleva.
Sin embargo, esta nueva forma de explotación muestra una cara negativa con dos afecciones
fundamentales: en primer lugar, la destrucción de paisajes y la alteración provocada en el
marco ecológico, en un momento en el que este tipo de explotaciones todavía no se habían
regulado suficientemente (Nicolau y otros, 2008); y, en segundo lugar, aunque mejoran
considerablemente las condiciones laborales, es inevitable la destrucción de puestos de
trabajo, pues las necesidades de mano de obra son inferiores a las de la minería subterránea
(solo en la provincia de Teruel entre 1979 y 1985 se pierden casi 600 puestos) (Fabro, 2005;
Molina, 2005).Ambos efectos tienen una implicación social y económica importante, directa y
con repercusiones trascendentales hacia el futuro.
A lo largo de este periodo se refuerza la concentración de la producción, que se reparte entre
tres grandes empresas, SAMCA, con un 34%, ENDESA, con un 24% y MFU, con un 20%
(Fabro, 2007; Sanz, 2008); todas ellas de capital foráneo, lo que significa que los únicos
4
beneficios que quedan en el territorio son las remuneraciones de los trabajadores. Éstos
también quieren beneficiarse del dinamismo del sector, de modo que se convocan
movilizaciones obreras en las cuencas mineras turolenses para reivindicar mejoras retributivas
y sociales.
En 1979 se pone en marcha el primero de los tres grupos con los que contaría la central
2
térmica Teruel, en Andorra, propiedad de ENDESA (Galve, 2008; Sanz, 2008) . Con ella se
amplía considerablemente la capacidad de producción eléctrica del territorio y también el
número de puestos de trabajo, tanto en las minas de carbón como en la propia central.
Así pues, con la apertura de esta central se consolida el peso que la minería de lignito y la
producción de energía eléctrica tienen en la estructura productiva de la cuenca minera
turolense. La producción y el empleo locales muestran una dependencia directa de estas dos
actividades; dependencia que va a ser crucial para definir la evolución futura del mercado
laboral.
1.5. RECONVERSIÓN DE LA ACTIVIDAD MINERA
La adhesión de España a la CEE lleva consigo la aceptación del Tratado de la CECA
(Comunidad Económica del Carbón y del Acero), cuyo objetivo era el establecimiento de un
mercado común en condiciones de libre competencia (Lafuente, 1997; Fabro, 2005). Este
hecho es trascendental para las actividades ligadas al carbón, tradicionalmente muy
intervenidas, y supone la eliminación del canon, aprobado en 1981, sobre la producción de
energía eléctrica de origen térmico. Con ello se pierde un importante mecanismo de
compensación para las cuencas mineras, que se había materializado en la realización de obras
de infraestructura y en la subvención de iniciativas productivas.
Europa crea un nuevo sistema comunitario de ayudas al carbón para que los productores de
mineral y de energía se adapten a la previsión de demanda y restablezcan su capacidad
competitiva. En consecuencia, se busca la reestructuración, la modernización y la
racionalización en la actividad extractiva. Sin embargo, esta intervención no resulta
suficientemente eficaz y en 1993 la CECA adopta una nueva Decisión que da otro paso en el
3
proceso de reconversión, con el abandono de las explotaciones escasamente rentables . Se
acaba con la minería de interior y se implanta la de exterior allí donde es posible, y para ello se
asignan recursos económicos que puedan financiar esta transformación tecnológica y los
problemas sociales que lleva implícitos (Lafuente, 1997; Ibáñez, 2008).
Se dibuja un difícil panorama para la actividad en la cuenca turolense, ya que, pese a los
esfuerzos, el coste del carbón autóctono continúa por encima del importado, lo que obliga a
compensar las diferencias a través de subvenciones. También en 1996 se introduce la
Directiva sobre Normas Comunes del Mercado Interior de la Electricidad, que establece la
necesidad de incentivar la competencia en la generación de energía eléctrica, con lo que se
llevaría a excluir del mercado competitivo las centrales eléctricas que presenten costes
variables más elevados. A ello se añade que, tras la firma del Protocolo de Kyoto en 1997, la
emisión de gases contaminantes debe contrarrestarse con la compra de derechos y la
instalación de sistemas de eliminación, lo cual encarece más todavía los costes de producción
y reduce el rendimiento energético (Ibáñez, 2008).
El resultado de todo esto en el territorio es que, en este momento, la necesaria reconversión de
la actividad minera, ya iniciada, se salda con un importante descenso en los volúmenes de
producción, pero, sobre todo, con una caída en los niveles de empleo. En 1994 la pérdida de
puestos de trabajo alcanza el 65%, motivado por el cierre paulatino de la minería de interior,
pero también por la destrucción de puestos en la explotación a cielo abierto (Fabro, 2005).
2
La construcción de esta central térmica es un acontecimiento crucial para la minería turolense. Con su apertura se
multiplica por dos la producción de energía eléctrica y se experimenta un importante crecimiento de la demanda de
carbón, satisfecha con la producción de las propias minas propiedad de ENDESA y con la de otras empresas,
especialmente SAMCA.
3
La Decisión distingue entre las empresas que pueden ser viables y aquellas que no, de modo que a las primeras les
ofrece ayudas para la cobertura de costes de explotación y a las segundas ayudas para financiar los costes de cierre o
reducción muy significativa de su actividad.
5
Como ya se anticipaba, una especialización en torno a la actividad minera, tan elevada y
prolongada en el tiempo, deriva en una enorme dificultad para lograr la diversificación de la
actividad económica, tras la caída de la producción de carbón.
Así, en resumen, el mercado laboral local, gestado en los años de actividad minera, ha
quedado marcado por unos rasgos propios, difíciles de corregir para lograr una reconversión
también en este campo: primero, la destrucción de empleo lleva a la despoblación de muchos
municipios; segundo, la tradicional ausencia de la mujer del mercado laboral dificulta un cambio
cultural que la anime en la búsqueda de empleo; tercero, la cualificación con la que cuentan los
mineros no facilita su incorporación en otras actividades, por lo cual a la diversificación
productiva se le añade una nueva limitación; y por último, el largo tiempo en el que la
vinculación al trabajo ha sido por cuenta ajena, no ha favorecido el espíritu emprendedor entre
la población local.
2. APOYO AL PROCESO DE RECONVERSIÓN. PLANES MINER
De lo visto hasta aquí se desprende que la reconversión de la minería debe ser puesta en
relación con las características socioeconómicas de las comarcas mineras por cuanto afecta,
no solamente a una actividad económica de amplia tradición y alcance, sino a las posibilidades
de supervivencia del territorio.
Es por eso, que desde 1990 sucesivos planes han sido puestos en marcha por el Ministerio de
Industria, Energía y Turismo, con ayudas destinadas a la reactivación económica de las
comarcas mineras del carbón. Estos planes serían un preámbulo a la creación en 1997 del
Instituto para la Reestructuración de la Minería del Carbón y Desarrollo Alternativo de las
4
Comarcas Mineras (IRMC) , que es el encargado de gestionar una reconversión integral
minera, económica y social, a través de nuevos planes.
Son precisamente estos nuevos planes, negociados entre el Ministerio de Industria y Energía y
los sindicatos F.M. CC.OO y FIA-UGT, los que van a tener mayor peso y transcendencia sobre
los territorios afectados: Plan de la Minería del Carbón y Desarrollo Alternativo de las Comarcas
5
Mineras, 1998-2005 (MINER 1998-2005) y Plan Nacional de Reserva Estratégica de Carbón
2006-2012 Y Nuevo Modelo de Desarrollo Integral y Sostenible de las Comarcas
Mineras(MINER 2006-2012). En ambos se persigue un doble objetivo. En primer lugar,
garantizar en parte el futuro del carbón a medio plazo, manteniendo el sector en las mejores
condiciones posibles de competitividad, y, en segundo, poner en marcha fórmulas para
promover un nuevo tejido industrial, que garantice el futuro económico de las comarcas
mineras.
2.1. OBJETIVOS
La minería del carbón es en la Unión Europea una actividad deficitaria, que necesita ayudas
públicas para sobrevivir. Al mismo tiempo, para España significa un recurso no renovable que
sigue considerándose estratégico para garantizar el abastecimiento energético. Por
consiguiente, el primero de los objetivos de los planes puestos en marcha es que el carbón
nacional continúe desempeñando un papel relevante en el “mix” de generación energética. Por
consiguiente, se centra en la actividad minera buscando el mantenimiento de una determinada
producción de carbón autóctono, al tiempo que intenta atenuar el impacto de la pérdida de
puestos de trabajo.
El segundo de los objetivos se centra en el territorio. Se busca la reconversión de la actividad
productiva en las comarcas mineras pasando, sobre todo, por la instalación y desarrollo de
iniciativas empresariales que supongan una alternativa diversificada a la minería y generen
empleo, en otras palabras, los planes “contribuyen a propiciar la transición de las comarcas
4
Instituto para la Reestructuración de la Minería del Carbón y Desarrollo Alternativo de las Comarcas Mineras.
www.irmc.es
5
Este plan trata de responder a la traslación de la Decisión CECA (Lafuente, 1997)
6
mineras hacia una estructura económica asentada sobre el desarrollo de actividades
6
económicas de mayor valor añadido y de mayor calidad de los recursos humanos”
Estos objetivos vienen a responder a un diagnóstico previo que coincide para todas las
comarcas mineras españolas y se resume en una serie de rasgos característicos, que para el
mercado laboral vendrían a ser los siguientes: se trata de una población dispersa, localizada en
núcleos de población pequeños y diseminados, afectados en muchos casos por problemas de
comunicación; la población activa todavía está orientada hacia la actividad minera, dada la
escasa diversificación económica que ha existido tradicionalmente en estos territorios; resulta
difícil casar la cualificación profesional conseguida en la minería con la requerida en otras
actividades económicas, de modo que se hace más costosa la recolocación de trabajadores;
los jóvenes con mayor cualificación tienden a buscar empleo en otros territorios y las mujeres
todavía hoy tienen escaso acceso al mercado laboral. En resumen, la oferta en el mercado
laboral puede mostrarse insuficiente, tanto cuantitativa como cualitativamente, para satisfacer
las necesidades de empresas modernas, con introducción tecnológica. Pero, al mismo tiempo,
este estrecho mercado laboral convive con un alto nivel de desempleo y dependencia de la
Seguridad Social y la falta de un espíritu emprendedor que genere su propio empleo.
2.2. MEDIDAS
Así pues, para alcanzar los objetivos propuestos se ha puesto en marcha una serie de
medidas, atendiendo a líneas de actuación bien diferenciadas. Con incidencia en el mercado
laboral, y dentro del Plan Social definido en el marco de la actividad extractiva se contempla
una reducción de las plantillas a través de vías no traumáticas; esto es, a través de
prejubilaciones, bajas incentivadas y recolocación de trabajadores pertenecientes a empresas
afectadas.
Estas actuaciones en materia de ordenación minera buscan complementarse con acciones de
reactivación y diversificación económica, que en el ámbito del mercado laboral se concretan en
la promoción y desarrollo de actividades económicas alternativas a la minería del carbón,
generadoras de empleo, y el fomento de actuaciones formativas, destinadas a incrementar la
empleabilidad de las personas residentes en las comarcas mineras.
El estímulo a actividades económicas alternativas se hace como un mecanismo de
discriminación positiva para el asentamiento de nuevas iniciativas empresariales generadoras
de empleo. El Instituto Aragonés de Fomento (IAF) es el organismo colaborador del IRMC para
la gestión de esta línea de ayudas en las comarcas mineras turolenses, y es quien se va a
encargar de la tramitación de solicitudes, el asesoramiento, y la evaluación técnica y financiera
de los proyectos presentados en cada convocatoria, así como del seguimiento y verificación de
7
las condiciones aprobadas .
Por otro lado, para gestionar las actuaciones formativas en 1998 se constituye la Fundación
para el Desarrollo de la Formación en las Zonas Mineras del Carbón, quien tiene como objetivo
básico “colaborar al desarrollo económico alternativo de las zonas mineras del carbón, teniendo
como fin esencial fomentar y facilitar el acceso a niveles educativos y de capacitación
8
profesional superiores de los recursos humanos de dichas zonas.” Atendiendo a estos fines,
en 1998 se pone en marcha el Programa de Ayudas y Becas, a través de dos vías: becas para
la realización de estudios, de formación reglada, universidad e idiomas; y ayudas "FORMIC"
para la realización de acciones concretas de formación.
2.3. ÁMBITO TERRITORIAL
En lo referente a las comarcas turolenses, el ámbito territorial no ha coincidido en los dos
planes MINER 1998-2005 y 2006-2012. El primero tiene en cuenta la delimitación RECHAR,
6
INSTITUTO PARA LA REESTRUCTURACIÓN DE LA MINERÍA DEL CARBÓN Y DESARROLLO ALTERNATIVO DE
LAS COMARCAS MINERAS. Plan Nacional de Reserva Estratégica de Carbón 2006-2012 y Nuevo Modelo de
Desarrollo Integral y Sostenible de las Comarcas Mineras. pp. 5. www.irmc.es/common/Plan_Carbon.pdf
7
Instituto Aragonés de Fomento. www.iaf.es
Fundación para el Desarrollo de la Formación en las Zonas Mineras del Carbón. www.fundesfor.com
8
7
establecida por Iniciativa Comunitaria de transformación económica de zonas mineras del
carbón, de la que formaban parte 34 municipios turolenses. El segundo dibuja un mapa para
definir su ámbito de aplicación, en función de la afección de la actividad minera en el territorio.
Así, hace distinción entre los “municipios muy afectados”, esto es, los afectados por la
reestructuración de la minería del carbón; los “municipios mineros afectados”, que son aquellos
limítrofes a los anteriores y que por ello experimentan algún tipo de repercusión, aunque no de
forma directa; y el “resto de municipios afectados”, que resultan de alguna manera aquejados
por la reestructuración de la minería del carbón y que, habiendo estado incluidos en el plan
1998-2005 de la minería del carbón, no están ahora incluidos en ninguno de los grupos
anteriores.
Figura 1. Mapa de municipios de Aragón, beneficiados por MINER 2006-2012
3. TRANSFORMACIÓN DEL CAPITAL HUMANO TRAS LA APLICACIÓN DE LOS MINER
El capital humano es considerado factor estratégico de crecimiento, pues contribuye a elevar
directamente la productividad del trabajo y la renta per capita, a la vez que sirve de vehículo
para la generación y difusión de nuevas ideas y procedimientos, es decir, del progreso
tecnológico de los territorios (Lucas, 1988). Además, constituye una fuente de externalidades
positivas, por lo que su acumulación, unida a la del capital físico, contribuye a crear un círculo
virtuoso de crecimiento económico (De la Fuente y Domenech, 2006). Por eso resulta
interesante analizar cómo ha ido evolucionando el mercado laboral local en estos últimos años,
en aras de determinar si se ha producido o no una verdadera reconversión desde la actividad
minera hacia otras actividades económicas.
Como ya se ha comentado, la extracción minera y más tarde la producción eléctrica son las
actividades que, casi de manera exclusiva, han ido determinando la evolución del mercado
laboral desde sus orígenes, a principios del pasado siglo. Su influencia sobre los
requerimientos de mano de obra y la cultura generada en torno a la actividad han sido tan
relevantes que no solo han tenido implicaciones sobre la evolución del empleo, sino también
sobre la vida social del territorio. Así, se ha ido definiendo una serie de características
específicas, en muchos casos coincidentes con las señaladas por los planes MINER como
generales para los territorios mineros, que, a priori, se consideran un serio obstáculo para
lograr una verdadera transformación del capital humano de las comarcas mineras:
8
La falta de trabajo en la actividad minera expulsa a la población hacia la búsqueda
de empleo en otros lugares (Ibáñez, 2008)
La minería no ha facilitado la presencia de la mujer en la vida laboral (Fabro, 2005,
2007)
La cualificación propia de los trabajadores mineros hace difícil su inserción laboral
en otras actividades más diversificadas (Fabro, 2005, 2007; Sanz, 2008).
La contratación por cuenta ajena, en la explotación minera y en la producción
energética, no ha estimulado el espíritu emprendedor y la iniciativa privada
(Lafuente, 1997; Fabro, 2005, 2007; Sanz, 2008).
Como ya se ha visto, los planes MINER se han planteado, entre otros objetivos, ayudar en el
proceso de transformación del capital humano, de modo que se posibilite el encaje entre las
necesidades de las empresas y la cualificación, en conocimientos, habilidades y actitudes, de
la población trabajadora. El objetivo de este trabajo es analizar si esto se ha conseguido, si en
el tiempo de aplicación de los planes MINER estas características se siguen dando en el
mercado laboral de las comarcas mineras. Para ello se va a centrar, por un lado, en la
dimensión más cuantitativa del capital humano, observando su evolución y composición; y, por
el otro, en la cualitativa, analizando su nivel de estudios y su actitud hacia el emprendimiento.
3.1. EVOLUCIÓN CUANTITATIVA DEL CAPITAL HUMANO
Lamentablemente, a nivel municipal no se pueden obtener datos sobre población activa que
permitan realizar un análisis pormenorizado de sus características, tan solo se puede conocer
su evolución como suma de los datos disponibles de población ocupada (afiliados) y población
desempleada, para el periodo 2002-2011.
Gráfico 1. Evolución de la población activa. 2002-2011
Como revelan las trayectorias dibujadas en el gráfico, la población activa de Andorra, Escucha
y Utrillas se ha incrementado desde el inicio del periodo analizado, aunque en el caso de
Escucha este crecimiento ha sido muy suave y en el de Andorra comienza a descender desde
el año 2008. En lo que respecta a Ariño, su población activa experimentó un descenso del 21%
entre los años 2002 y 2003, para más tarde describir una evolución sin altibajos apreciables.
La evolución de la población activa se explica por la evolución de los trabajadores afiliados,
esto es, trabajadores del régimen general, agrario, de autónomos y del hogar, ya que el
incremento de trabajadores ocupados incentiva a las personas desempleadas inactivas a
buscar activamente empleo, ante la perspectiva de poder conseguirlo. Así pues, se observa
que las trayectorias de población activa y afiliados son muy similares, dibujando un incremento
más acusado entre los años 2004 y 2008, que corresponde al momento en el que el ciclo
económico expansivo que se estaba viviendo a nivel nacional genera mayor contratación.
9
Gráfico 2. Evolución de afiliados. 2002-2011
Efectivamente, la evolución, en principio, sigue las pautas observadas a nivel nacional, propias
del ciclo expansivo que se vivió previo a 2007 y a la crisis económica que comenzó a
desvelarse a partir de este año. En este sentido, el gráfico sobre desempleo es más claro, ya
que revela cómo el número de personas desempleadas comienza a crecer a partir de este año.
Gráfico 3. Evolución de desempleados. 2002-2011
Sin embargo, aunque esto es algo que también se observa a nivel nacional, las implicaciones
sobre estos municipios y sobre aquellos cercanos, que viven gracias a la actividad que se
genera en éstos, son distintas, pues aquí tiene repercusión sobre los datos de población.
Aunque se afirma que la reestructuración de la minería del carbón no ha tenido un impacto
apreciable sobre la renta disponible local, puesto que la reducción deL empleo está apoyada en
prejubilaciones y bajas incentivadas (Lafuente, 1997), sí ha podido tener efecto sobre la
población. En general, el cierre de las minas ha provocado una expulsión de población
motivada por diferentes razones, que ha terminado dibujando diferentes tendencias en el
movimiento. Por un lado, muchas familias de las que vinieron a trabajar en la minería desde
distintos puntos de España ven ahora la opción de volver a sus lugares de origen a vivir sus
años de jubilación con una renta asegurada. Por otro lado, otras personas que sienten más
arraigo con el territorio, han comprado apartamentos en la costa, de modo que pasan allí las
temporadas más duras de otoño e invierno, y vuelven a sus respectivos municipios a pasar los
meses más suaves del año. También ha sido muy común que aquellos ex mineros que tenían
hijos en edad de ampliar estudios, compraran una vivienda en una ciudad con mayor oferta
formativa (muy frecuentemente Zaragoza) y desplazaran allí la residencia de toda la familia.
Otros, sin más, han ido saliendo de sus municipios en busca de algún trabajo con el que poder
completar su periodo de cotización a la Seguridad Social.
El resultado es que efectivamente, la población de los municipios ha descendido, como
muestra la siguiente tabla, aun teniendo en cuenta que muchas personas continúan
empadronadas, pese a no tener allí su residencia.
10
Tabla 1.Evolución de la población. 1991-2012
1991(1)
1996
1998
2000
2002
2004
2006
2008
2010
2012
8.639
8.282
8.174
8.000
7.868
7.883
8.034
8.290
8.367
8.266
956
930
916
866
872
898
826
954
925
893
Escucha
1.212
1.179
1.146
1.103
1.094
1.099
1.104
1.034
1.015
995
Utrillas
3.743
3.343
3.329
3.279
3.217
3.209
3.289
3.353
3.309
3.238
Andorra
Ariño
Fuente: Cifras Oficiales de Población de los Municipios Españoles: Revisión del Padrón Municipal. INE
(1) Censo de Población y Viviendas 1991. INE. [Consulta en línea, enero 2013]
Los datos de la tabla arrancan desde1991, fecha anterior a la implantación de los planes
MINER, con el objeto de tener mayor perspectiva para recoger los efectos del cierre de las
minas. El proceso de cierre se inicia en 1985 y, paulatinamente, se va extendiendo a todas las
explotaciones de las cuencas mineras (en 1991 se cierran en Utrillas, en 1997 en Escucha, y
en 2001 en Andorra), afectando a la población del territorio. Como se desprende de los datos,
los cuatro municipios han perdido población en el periodo analizado, haciéndose especialmente
llamativo el descenso entre 1991-1996 en Andorra y Utrillas. No obstante, es preciso señalar
que éstos son municipios que ostentan una condición más dinámica dentro de sus respectivas
comarcas, y aunque su población se ha reducido, el descenso no ha sido tan drástico como en
otros municipios cercanos.
Es preciso señalar que si se toma como referencia la provincia de Teruel (excluida la capital,
para no desvirtuar los datos), tradicionalmente aquejada por un grave problema de
despoblación, se puede apreciar cómo estas cuatro localidades mineras han sufrido un efecto
más negativo sobre su población, puesto que entre 1996 y 2012 la variación ha sido de -2,5%,
mientras el resto del territorio provincial ha experimentado una pequeña variación positiva del
0,34%.
El gráfico siguiente ayuda a observar de una forma más visual la evolución de la población de
estos cuatro municipios. Como ya se recogía en la tabla, los datos dibujan una trayectoria de
suave descenso de población en Ariño y Escucha, y mayor descenso en Andorra y Utrillas en
los primeros años, aunque más tarde se recupera, para terminar descendiendo nuevamente
entre 2010 y 2012.
Gráfico 4. Evolución de la población, 1991-2012
Es llamativo que ni tan siquiera se observe un repunte de la población, justificado por la llegada
de trabajadores inmigrantes, tal y como se vivió en el resto de España en los años de ciclo
económico positivo, entre 2003-2008.Así, como se puede ver en el siguiente gráfico, el saldo
9
migratorio en 2004 fue positivo para Andorra y Utrillas, aunque con escasa relevancia, y pasa
otra vez a ser negativo en 2010.
9
IAEST. Ficha municipal. Datos básicos de Aragón. www.aragon.es/iaest. [consulta en línea, abril 2013].
11
Gráfico 5. Evolución del saldo migratorio, 1996-2012
Ello denota que en la última década, pese a que efectivamente ha llegado población inmigrante
para trabajar en el territorio, también ha sido muy importante el volumen de población que ha
marchado.
Y es que, efectivamente, si se atiende al gráfico sobre la evolución de la contratación de
inmigrantes, según las nacionalidades con mayor presencia en el territorio (Rumanía,
Marruecos, Polonia y Pakistán, por orden de importancia), se observa cómo desde 2003 se
incrementa la contratación, y los años 2006 y 2007 son aquellos en los que se alcanzan las
cifras más elevadas. En este punto es interesante señalar una nota característica del colectivo
polaco de inmigrantes y es que su llegada al territorio ha sido fundamentalmente para su
trabajo en las minas de Ariño, y en concreto en la explotación de interior.
Gráfico 6. Evolución de la contratación de inmigrantes, 2002-2011
A partir del año 2007, como se desprende del siguiente gráfico, comienza una escalada de
desempleo que afecta en gran medida a este colectivo, lo que provoca un paulatino abandono
no solo del mercado laboral, sino también del territorio. Y es que en algunos casos ya se ha
comenzado a observar el retorno de personas inmigrantes a sus países de origen.
Gráfico 7. Evolución del paro de inmigrantes, 2002-2011
12
Así pues, en definitiva, sí se puede observar que la reestructuración de la minería del carbón
ha llevado aparejada una pérdida de población en estos cuatro municipios, que solo ha podido
salvarse en los años centrales de la década estudiada por el ciclo económico expansivo, que
atrajo trabajadores inmigrantes al igual que sucedió en el resto de España.
3.2. COMPOSICIÓN DEL CAPITAL HUMANO
La inmigración que llegó a estas comarcas atraída por el trabajo en la actividad minera fue,
como ya se ha mencionado, una inmigración familiar, que reproducía los patrones tradicionales
respecto al trabajo de la mujer, así, mientras el marido trabajaba en la mina, ella quedaba al
cuidado del hogar. Por otro lado, los elevados salarios que cobraban los trabajadores de las
minas explican que sus mujeres no tuvieran necesidad de incorporarse al mercado laboral para
completar el ingreso familiar. En consecuencia, la presencia de la mujer en el mercado laboral
local ha sido muy escasa hasta fechas recientes.
Sin embargo, aunque éste sea un rasgo de la cultura tradicional, las costumbres y la necesidad
se han ido modificando y la mujer se ha visto animada a entrar a formar parte del mercado
laboral local. Esta entrada también se ha visto favorecida por la diversificación de las
actividades productivas en el territorio, antes la actividad minera buscaba un perfil masculino,
ahora se desarrollan otras actividades donde también tienen cabida las mujeres. Así, la
industria agroalimentaria (Espuña en Utrillas), otras manufacturas del cartonaje (Ancosa y
Andopack en Andorra), las residencias de ancianos (en Andorra, Ariño, Utrillas, y en municipios
cercanos), las distintas entidades de la Administración Pública, sobre todo teniendo en cuenta
la importante contratación derivada de la transferencia de competencias vivida con la
comarcalización, y los servicios personales, fundamentalmente el comercio al por menor, han
sido actividades que se han ido instalando en los últimos años y han requerido un perfil
femenino en el empleo generado. Otras actividades siguen siendo eminentemente masculinas,
pero aun con todo se han abierto al empleo de la mujer para algunas tareas. Este es el caso de
la Central Térmica de Andorra, o alguna de las empresas dedicadas a la fabricación de gres u
otro material de construcción.
Gráfico 8. Evolución de la composición de la contratación por sexo, 2002-2011
Así, como muestran los gráficos anteriores la contratación de la mujer en Andorra y Utrillas en
la última década, aunque siempre inferior a la del hombre revela su paulatina incorporación al
mercado laboral. Si bien es cierto que ha sido inferior a lo largo de todo el periodo, es
interesante ver cómo en años puntuales se ha reducido considerablemente esta diferencia, tal
es el caso observado en 2010 y 2011 en Andorra y en los años comprendidos entre 2006 y
2009 en Utrillas.
13
Sin embargo, no puede decirse lo mismo en lo concerniente a Ariño y Escucha. Los gráficos
dejan ver cómo la diferencia entre contratación masculina y femenina es llamativa en ambos
municipios. Quizás la justificación estribe en que en estos municipios las actividades que han
registrado mayor contratación en este periodo son de marcado perfil masculino: industria
extractiva y construcción, en Ariño; y fabricación de productos destinados a la construcción y
construcción propiamente dicha, en Escucha. Otra respuesta podría estar en que estos
municipios no cuentan con servicios que favorezcan la conciliación familiar y laboral.
Y es que, aunque sí es cierto que se ha dado un cambio cultural con la incorporación de la
mujer al mercado laboral, también hay que señalar que este cambio todavía no es completo. Al
igual que sucede en el resto de España, el paso adelante en la incursión de la mujer en el
ámbito laboral no lleva consigo un paso atrás en el ámbito doméstico. La mujer todavía debe
encargarse de la mayor parte de las tareas del hogar y del cuidado familiar, y a veces la
conciliación con su carrera laboral no resulta tan fácil. Aunque sí es cierto que hay guardería
con comedor y ludoteca en Andorra y Utrillas que facilitan esta conciliación, sus horarios no
siempre responden a las necesidades laborales, sobre todo teniendo en cuenta que las
empresas de mayor contratación organizan su producción en turnos de trabajo. Sin embargo,
es preciso destacar que la mayor dificultad no está en estos dos municipios donde su condición
de cabecera comarcal sí les dota de estos servicios de apoyo, sino en aquellos más pequeños,
como Ariño y Escucha, u otros más pequeños todavía donde la conciliación es prácticamente
imposible sin la ayuda familiar.
En definitiva, en los últimos años se ha visto cómo la mujer se ha ido incorporando al mercado
laboral como población activa, incluso a pesar de que éste tampoco le ha ofrecido muchas
oportunidades. Los gráficos siguientes reflejan cómo el desempleo ha afectado con mayor
dureza a este colectivo, teniendo en cuenta que la participación de la mujer en la población
activa es siempre inferior a la del hombre y el número de mujeres desempleadas registradas es
muy similar al de hombres y en algunos momentos incluso lo supera.
Gráfico 9. Evolución de la composición del desempleo por sexo, 2002-2011
Las mujeres más jóvenes y preparadas quieren trabajar y compiten con los hombres y el
problema podría estar en que todavía hay más trabajo en actividades consideradas
tradicionalmente masculinas. A falta de empleo, algunas de ellas han tenido que desarrollar su
lado emprendedor y han creado su propio empleo, principalmente en el sector servicios, en
concreto en el comercio de proximidad.
En consecuencia, pese a que la minería del carbón es una actividad tradicional, con rasgos
culturales bien arraigados, también es cierto que las nuevas mentalidades van permeando en
el territorio. Esto, unido a la necesidad de que la mujer aporte ingresos a la economía familiar
cuando los de la pareja se han reducido o incluso desaparecido, y a que existen actividades
14
más diversificadas, donde la mujer sí puede entrar a formar parte, ha roto con el patrón en la
composición por sexo observado en el territorio.
3.3. CUALIFICACIÓN DEL CAPITAL HUMANO
La lógica de los modelos de desarrollo endógeno, que pretenden la movilización y mejor
aprovechamiento de los recursos y potencialidades de un territorio, pone de manifiesto la
formación de la población local como un punto de referencia, como uno de los principales
recursos con que cuenta el sector productivo local.
El trabajo en la actividad ligada al carbón no ha exigido una cualificación específica muy
elevada ni tampoco una diversificación profesional, más propias de una mayor especialización
del trabajo. Se ha dicho que, en el marco de la restructuración de la minería, éstas han sido las
causas de que muchos extrabajadores se hayan acogido a prejubilaciones, ante la difícil
perspectiva de encontrar empleo en otras actividades (Fabro, 2005).
Lamentablemente, no se dispone de datos sobre la cualificación de la población activa de los
cuatro municipios objeto de estudio, de modo que habrá que conformarse con analizar el nivel
de estudios en la contratación realizada a lo largo de la última década, así como el nivel de
estudios en el paro registrado.
En el gráfico siguiente, elaborado con los datos de los cuatro municipios estudiados, se
observa que en el periodo analizado el nivel de estudios que tiene la mayor parte de los
trabajadores contratados es Enseñanza Secundaria Obligatoria (ESO), con y sin titulación,
respectivamente; seguido de la importante contratación de trabajadores sin estudios que se
hizo en los años de mayor creación de empleo, entre 2005 y 2008.
Gráfico 10. Evolución de la contratación, por nivel de estudios, en los cuatro municipios 2002-2011
El gráfico siguiente también revela cómo los trabajadores con estudios de ESO es el colectivo
que mayor desempleo registra a lo largo de la década, agudizado a partir de 2007, hecho que
se puede explicar por el comienzo de la crisis económica que se está viviendo a nivel
internacional. Llamativo es el hecho de que los trabajadores con formación en FP de Grado
medio también sufren un incremento del desempleo a partir de este año, incluso por encima de
los trabajadores sin estudios, que tuvieron una fuerte contratación en los años previos a la
crisis.
Gráfico 11. Evolución del desempleo, por nivel de estudios, en los cuatro municipios 2002-2011
15
Por tanto, no se puede afirmar que los recursos humanos que han formado o forman parte del
tejido productivo local tenga el nivel formativo que, a priori, pudiera considerarse acorde a las
necesidades de las empresas. Así, en el periodo analizado se observa que las titulaciones de
10
Grado medio y Grado superior de Formación Profesional (FP), y titulación Universitaria , que
suponen una formación más orientada a los requerimientos de la empresa no son
precisamente las que conllevan mayor contratación.
Haciendo un análisis por municipios, referido al último año del periodo analizado, no se
advierten diferencias significativas entre ellos. En Andorra, Escucha y Utrillas coincide que la
participación de estas tres titulaciones en la contratación tan solo representa el 27%, mientras
Ariño se queda por detrás, con un 20%.
Gráfico 12. Contratación según nivel de estudios, 2011
La oferta local de formación reglada en Formación Profesional se ha ido adaptando a las
necesidades previstas para las empresas, tanto en grado medio como en superior. Andorra y
Utrillas funcionan como cabeceras comarcales y albergan los centros educativos a los que se
acercan jóvenes de ambas comarcas. Zaragoza y Teruel son los destinos elegidos por aquellos
11
jóvenes que optan por una formación universitaria .
10
Gran parte de las titulaciones universitarias se han obtenido gracias a las becas de formación facilitadas por los
Planes MINER y por ENDESA.
IAEST. Ficha municipal. Datos básicos de Aragón. www.aragon.es/iaest. [consulta en línea, abril 2013].
11
16
Tabla 2. Oferta formativa en el territorio analizado, Curso 2012-2013
Centro Educativo
Localidad
Enseñanzas
C.E.E. Gloria Fuertes
Andorra
Programas de Garantía Social (modalidad iniciación profesional):
Operario de viveros, jardines y centros de jardinería, y Auxiliar de
limpieza y empleo doméstico
I.E.S. Pablo Serrano
Andorra
Bachillerato
Educación secundaria obligatoria 1 y 2 ciclo
Formación profesional específica - Grado medio:
administrativa, e Instalaciones eléctricas y automáticas
Gestión
Formación profesional específica - Grado superior: Administración y
finanzas, y Sistemas de regulación y control automáticos
Programas de Garantía Social (modalidad iniciación profesional):
Ayudante administrativo, Ayudante de instalaciones electrotécnicas
y telecomunicaciones, y Ayudante de Restaurante y Bar
I.E.S. Fernando
Carreter
Lázaro
Utrillas
Bachillerato
Educación secundaria obligatoria 1 y 2 ciclo
Formación profesional específica
administrativa, y Mecanizado
-
Grado
medio:
Gestión
Formación profesional específica - Grado superior: Administración y
finanzas, y Mantenimiento de equipo industrial
Programas de Garantía Social (modalidad iniciación profesional):
Ayudante administrativo, y Operario auxiliar de mecanizado y
montaje
Fuente: Departamento de Educación, Universidad, Cultura y Deporte. Gobierno de Aragón http://www.educaragon.org
[consulta en línea, enero 2013]
Sin embargo, esta falta de formación en las personas contratadas, que en principio se podría
atribuir a una deficiencia del capital humano local, encuentra su justificación en que las
empresas instaladas en estos municipios no demandan elevada cualificación a sus
trabajadores. Con el cierre de las minas, una de las preocupaciones era que las empresas que
iniciaran su actividad no encontraran trabajadores aptos para realizar una producción de
calidad. Pero la recolocación en otras actividades no ha sido tan difícil, ya que se trata de
tareas con escasa especialización, automatizadas y repetitivas.
En este sentido, es interesante ver cómo se ha diversificado la actividad de las empresas que
contratan trabajadores para su producción. A continuación se hace un repaso de los grandes
grupos de actividad, atendiendo a la ocupación que representan. Para ello se analizan los
12
datos de afiliación al Régimen general de la Seguridad Social .
Teniendo en cuenta la afiliación según la actividad económica, las cifras dejan ver cómo la
actividad extractiva ya no tiene la importancia que sí tuvo en su momento, aunque los planes
MINER sostienen la necesidad de mantener la extracción de una cantidad mínima de carbón
13
autóctono que permita el acceso a las reservas . Tan solo Andorra y Ariño siguen
14
manteniendo explotaciones de carbón (a través de ENDESA Generación y SAMCA ,
respectivamente), empleando a 143 y 191 trabajadores en 2010. Para Andorra esta cifra solo
representa un 7% de los trabajadores afiliados al Régimen General, pero para Ariño sí
constituye todavía una actividad importante, ya que supone el 53%; en las minas de Ariño se
fueron recolocando los trabajadores de otras minas afectadas por el cierre, que no tenían
derecho a prejubilación.
12
SERVICIO DE ESTUDIOS DE CAJA DE AHORROS DE LA INMACULADA, INSTITUTO ARAGONÉS DE EMPLEO, Y
SERVICIO PÚBLICO DE EMPLEO ESTATAL. Empleo y población en los municipios y comarcas de Aragón, 2011.
cdempleo2011.cai.es. [consulta en línea, abril 2013].
13
Una actualización del Inventario Minero de 1985 confirma unas reservas de lignito de 533,3 millones de toneladas en
la zona, las mayores de España (Ibáñez, 2008).
14
SAMCA es la única empresa que mantiene una parte de su explotación mediante minería de interior.
17
Gráfico 13. Evolución de la afiliación en extracción de lignito, 2002-2010
El resto de ocupaciones dentro de la industria extractiva se centra en las canteras de caliza,
utilizada en la térmica de Andorra, y en las canteras de arcilla, que más tarde incrementa su
valor añadido en las fábricas de gres instaladas en el territorio.
Como se ha comentado al inicio de este trabajo, la minería del carbón originó la producción de
energía eléctrica, aprovechando la proximidad de la fuente de materia prima. La dependencia
del territorio respecto de la actividad extractiva se compartió, entonces, con la generación de
energía. En la actualidad esa dependencia, aunque no tan acusada, está todavía presente. La
incertidumbre que se está viviendo en estos últimos años en torno a la quema de carbón para
la generación energética ha tenido repercusiones en el territorio. En diciembre de 2012 cesó la
actividad de la central térmica de Escucha, lo que ha supuesto jubilaciones, desempleo y
traslado de trabajadores a la central térmica de Escatrón, ya que ambas pertenecen a la
empresa E.ON. Por su parte, la central térmica “Teruel” de Andorra también genera
inestabilidad en el empleo, que ha provocado un descenso hasta 2005, se ha mantenido hasta
2010 y a partir de este año comienza otro suave descenso. Pero, aunque se mantiene el
empleo, ha tenido largas temporadas de inactividad, retomando la producción en mayo de
2013, aunque con gran incertidumbre. El futuro está todavía en el aire y esta situación
comienza a hacer mella en otras empresas locales a las que se subcontrata, como transportes
Alfonso que ha terminado su actividad en mayo de 2013, despidiendo a más de 50
trabajadores.
En este mismo epígrafe de producción energética, hay que señalar que la generación a partir
de renovables no han podido ser una alternativa, ni en lo concerniente a la producción ni al
empleo, y más teniendo en cuenta que ya no existen primas que incentiven la producción.
Gráfico 14. Evolución de la afiliación en producción de energía, 2002-2011
En el siglo XX la actividad agraria no ha tenido mucha importancia en las comarcas mineras, en
otras palabras, el escaso valor de los suelos y las limitaciones climáticas no han acompañado,
pero lo que ha resultado más decisivo ha sido la presencia de la minería, que ha restado
efectivos en el campo, que buscaban ingresos más elevados y menos inciertos. En la
agricultura no se observa contratación, ya que la escasa producción local la realizan
trabajadores autónomos, como se verá más adelante. Se trata de una agricultura de cereal
principalmente y en Andorra existe una producción marginal en olivo y almendro. Sin embargo,
son dignas de mención las distintas propuestas en las que se está trabajando mediante un plan
18
de I+D agroalimentario en zonas restauradas; zonas en las que se está ampliando la superficie
dedicada a agricultura ecológica, fundamentalmente olivar y otros frutales (Ibáñez, 2008).
También la iniciativa Leader ha tratado de dar un impulso a la plantación de plantas
micorrizadas para la posterior obtención de trufa.
La ganadería también se está tratando de reimpulsar a través de la dotación de polígonos
ganaderos, que cuentan con las infraestructuras financiadas por los planes MINER, pero en
general es una actividad complementaria a la agricultura y se ha especializado en ovino y
caprino extensivo, que no requiere una contratación elevada. Incluso, un hecho reconocido es
que si, en las últimas décadas, la actividad agraria ha tenido peso escaso en la estructura
productiva, el futuro no se plantea más halagüeño, porque no existe un claro relevo
generacional.
La producción manufacturera se centra en productos denominados tradicionales, esto es,
alimentación, productos para la construcción y cerámica, componentes para automoción,
madera, papel, etc., todos ellos intensivos en recursos naturales y en trabajo, pero con escaso
valor añadido y baja especialización.
15
El proceso de reconversión de la economía del territorio, favorecido por los planes MINER y
otras ayudas públicas (Incentivos Económicos Regionales, del Ministerio de Economía, Plan
Estratégico de Andorra, PEAN y Sociedad Municipal para el Desarrollo de Andorra,
SOMUDAN) se ha orientado bajo una estrategia industrial. Se entendía que ésta era la
actividad que más empleo generaba y, por tanto, se revelaba como la alternativa más plausible
para ofrecer un futuro a los trabajadores que dejaban la mina. Para ello, se ve la necesidad de
atraer grandes proyectos de inversión foránea que sean capaces de responder a este objetivo.
En este sentido, y con el objetivo de hacer más atractivo el territorio se incrementa la dotación
de infraestructuras, de modo que además de vías de comunicación también se invierte en
polígonos industriales con dotaciones de agua, gas, electricidad y buena ubicación, a un precio
muy competitivo.
Los resultados de los dos planes MINER en cuanto a inversión, tanto privada como pública, y
empleo generado pueden verse en la siguiente tabla. Sin entrar a valorar el beneficio para el
territorio del esfuerzo en estas ayudas públicas, sí es cierto que se ha favorecido el crecimiento
de cierto tejido industrial, concentrado principalmente en Andorra y Utrillas, y la generación de
empleo. Sin embargo, tras vencer la resistencia inicial de las empresas para ubicarse en estos
municipios, tras comenzar la consolidación de algunas actividades, el segundo plan 2006-2012,
ha obtenido unos resultados más modestos, ya que muchos de los proyectos que estaban
iniciados se han truncado debido a la crisis económica que se está viviendo a escala
internacional y afecta, sobre todo, al consumo.
Tabla 3.Resumen de los proyectos MINER. 1998-2012 (actualizado en febrero 2013)
Nº proyectos
Inversión €
Empleo
Subvención €
Plan 1998-2005(1)
Andorra
18
149.301.310,88
359,50
20.177.806,96
Ariño
1
6.953.552,80
9,00
675.000,00
Escucha
0
0
0
0
Utrillas
9
33.867.537,06
239,00
7.519.903,46
15
Las ayudas a proyectos empresariales están dirigidas a actividades industriales y agroindustriales, así como de
servicios industriales a las empresas, hoteles, servicios asistenciales sanitarios, actividades relacionadas con el turismo
rural, el ocio, el medio ambiente y el tiempo libre, además de servicios para el desarrollo de la sociedad de información
y las nuevas tecnologías. Sin embargo, las actividades que han solicitado y conseguido apoyo económico en las
comarcas mineras han sido tan solo industriales y agroindustriales.
19
Nº proyectos
Inversión €
Empleo
Subvención €
Plan 2006-2012(2)
Andorra
3
8.547.012,77
25,00
1.634.194,75
Ariño
0
0
0
0
Escucha
0
0
0
0
Utrillas
2
4.708.486,56
16,00
578.533,84
203.377.900,07
648,5
30.585.439,01
Total 1998-2012
33
Fuente: Unidad de Promoción e Incentivos. Instituto Aragonés de Fomento
(1) En este periodo hay dos empresas sin actividad cuyo proyecto está finalizado, lo que puede significar que esté en
proceso de revocación o que hayan cumplido el mantenimiento de empleo y actividad y después la empresa haya
cerrado.
(2) En este periodo hay seis empresas sin actividad, cuyos datos no se han tenido en cuenta, ya que su proyecto no
está finalizado; y ello significa que con un 99% de certeza el proyecto no se va a realizar, pero el trámite de revocación
no está finalizado.
No obstante, existen valoraciones encontradas, ya que no en todos casos el empleo se ha
consolidado. El compromiso adquirido por las empresas beneficiarias es el mantenimiento del
empleo durante 3 años, y de la inversión durante 5 años, y ha habido algunas empresas que
han fracasado en su proyecto o se han retirado del territorio una vez cumplidas estas
exigencias. En muchos casos, no solo no han respondido a las expectativas generadas, sino
que también han perjudicado a empresas locales, pues cerraron sus instalaciones y dejaron
tras de sí impagos que afectaban a otras empresas locales.
Gráfico 15. Evolución de la afiliación en industria manufacturera, 2002-2011
Los comienzos en este cometido de atracción de empresas generadoras de empleo fueron
difíciles, pero, como se extrae del gráfico anterior, sí es cierto que se fue consiguiendo el
objetivo marcado. Se instalaron o se ampliaron empresas grandes, como Casting Ros (de
componentes de automoción), Espuña (agroalimentaria) y Fertinago (agroquímica), Casmoan y
Athenia (estructuras metálicas para la construcción) en Utrillas y Escucha; y Gres Andorra,
Ferrogrés y Gres Aragón (material cerámico de construcción), Prefabricacos Castelo
(prefabricados de hormigón) y Ancosa y Andopack (manufacturas del cartonaje) en Andorra.
No obstante, la especialización de las empresas andorranas en la fabricación de materiales de
construcción –unas aprovechando el recurso natural de la arcilla y todas estimuladas por la
demanda que se estaba generando a nivel nacional en la obra civil y la construcción
residencial– ha llevado a que, con la crisis del sector en el ámbito nacional, la localidad esté
viviendo actualmente su segunda crisis de empleo. Algunas empresas han cerrado, otras
logran sobrevivir practicando drásticas reducciones de empleo y en el caso de Cemex (fábrica
de cemento), ni tan siquiera llegó a terminan sus instalaciones y abrir sus puertas. Ello explica
que a partir del año 2008 se observe una reducción de la afiliación en la industria
manufacturera, tal y como se observa en el gráfico anterior.
Del mismo modo, atendiendo al sector de la construcción propiamente dicho, esta crisis del
sector ha tenido, sobre todo en Andorra y Ariño, su efecto sobre el empleo. Como revela el
20
gráfico siguiente, ha sido una actividad que ha generado importante volumen de empleo a lo
largo de la última década, pero que a partir de 2008 comienza a destruirlo. En el caso de
Andorra, la construcción ha logrado mantenerse entre 2008-2010, pero a partir de ese
momento se ha comenzado a ver cómo cierran pequeñas empresas del sector, reduciendo su
ocupación.
Gráfico 16. Evolución de la afiliación en construcción, 2002-2011
Respondiendo a su condición de cabeceras comarcales, Utrillas y Andorra han visto cómo se
han ido convirtiendo también en centro comercial, de modo que en estos dos municipios se ha
ido concentrado la oferta que da servicio al resto de municipios de las respectivas comarcas.
En consecuencia, el comercio ha ido generando nuevo empleo en estos años, y como se
puede ver en el gráfico, Utrillas es un caso llamativo.
Gráfico 17. Evolución de la afiliación en comercio, 2002-2011
Otro tanto sucede en Andorra en lo referente a la actividad hostelera, aunque en el resto de
municipios no logra despegar. La importancia de la actividad en la minería y la destrucción del
paisaje, derivada de las primeras explotaciones a cielo abierto (Molina, 2005; Nicolau y otros,
2008), han motivado que hasta años recientes se viviera de espaldas al entorno como recurso
económico (“Si aquí no hay nada que ver, si esto es solo un pueblo”), de modo que la actividad
turística no ha tenido presencia en la estructura de producción. Comparado con otras zonas de
la geografía turolense, el potencial turístico no es fuerte, aunque en los últimos años se ha
tratado de poner en valor sus elementos emblemáticos, muy vinculados a su pasado minero.
Se han materializado diversos proyectos turísticos y de ocio en el territorio, que centran su
atención en el patrimonio geológico y minero, algunos de ellos apoyados financieramente por
los planes MINER y otros impulsados desde las comarcas, ayuntamientos e, incluso,
asociaciones privadas. No obstante, ahora de lo que se trata es de gestionar todos estos
elementos patrimoniales y de animar a la población para que apueste creando oferta turística
más concreta. Y es que, en los últimos años la actividad se ha comenzado a mover con
pequeños negocios de hostelería, pero todavía falta alojamiento y restauración, así como
paquetes cerrados con una oferta más amplia.
21
Gráfico 18. Evolución de la afiliación en hostelería, 2002-2011
Sin embargo, digno de mención especial es el incremento que se ha producido en el empleo
registrado en otros servicios a lo largo de todo el periodo. Especialmente en Andorra, se han
incrementado las empresas de servicios personales, que no existían tradicionalmente, ha
surgido alguna empresa de servicios a otras empresas, pero es aquí donde se constata un
problema de escasez, principalmente en servicios avanzados, que dificulta la instalación de
empresas industriales más grandes.
Dentro de esta agrupación de otros servicios, es preciso señalar la destacada importancia que
tiene el empleo en la Administración Pública, llegando a suponer en 2011, un 24,4% en
Andorra, un11,4% en Ariño, un34,9% en Utrillas, y hasta un 78,4% en Escucha. Hay que tener
en cuenta que a lo largo de esta década es cuando se ha consolidado el proceso de
comarcalización, adquiriendo competencias en servicios que han generado empleo público en
el territorio.
Gráfico 19. Evolución de la afiliación en otros servicios, 2002-2011
Como se ha tratado de exponer hasta aquí, las empresas que se han instalado a lo largo del
periodo estudiado no han tenido dificultades para contratar recursos humanos con la
cualificación requerida, pues incluso los programas de formación de los Planes MINER
16
facilitaban una formación específica , según las necesidades manifestadas por las empresas.
Sin embargo, el capital humano no solo exige formación sino “…. el conocimiento, las
competencias y otros atributos que poseen los individuos y que resultan relevantes a la
actividad económica” (OCDE, 1998). Así pues, es necesario hacer una puntualización en
cuanto a esos “atributos” o actitudes de los trabajadores, que en un principio sí supusieron un
obstáculo en la adaptación de la población a las nuevas actividades. En el inicio de la
implantación de los Planes MINER hubo que luchar para eliminar una etiqueta negativa de
“zona minera conflictiva” y en ello tuvieron un papel muy relevante los sindicatos, pues
mediaron para que esta imagen se fuera diluyendo y las inversiones foráneas no tuvieran
reticencias para instalarse en estos municipios. Sin embargo, aún se mantuvo por mucho
tiempo la resistencia de los ex mineros o en algunos casos de sus hijos, pues éstos ya estaban
16
La formación que se ha estado haciendo ha sido específica, a la medida de las empresas que se instalaban, pero tras
el cierre de algunas de ellas, se ha demostrado que esto no ha sido precisamente una ayuda a la hora de buscar un
nuevo empleo.
22
prejubilados, para trabajar a los salarios del mercado. La minería había creado un mercado
laboral especial en el territorio en el que se demandaban recursos humanos con baja
cualificación y se retribuían con salarios elevados. Esta práctica de largos años creó una
imagen distorsionada que luego ha sido difícil cambiar ante la implantación de nuevas
actividades, dado que en algunos casos eran los propios padres quienes no alentaban a sus
hijos a trabajar por los salarios que se ofrecían, y había una frase que se repetía:“Mi hijo, por
eso, no trabaja. La propina ya se la doy yo”.
No obstante, hoy esta actitud ha cambiado y se ha visto la necesidad de aunar predisposición
hacia el trabajo y formación. Aunque se puede decir que todavía persiste un alto índice de
fracaso escolar, también hay personas que han incrementado su formación, de modo que entre
la población activa existe un amplio abanico de formaciones, hay personas con solo estudios
básicos, pero también otros con carreras y muy cualificados. En este punto, hay que hacer
hincapié en que los titulados universitarios apenas han encontrado posibilidades empleo en el
17
territorio a lo largo de estos últimos años , es ahora cuando se está observando un retorno,
ante la falta de trabajo en otros lugares.
3.4. ACTITUD EMPRENDEDORA DEL CAPITAL HUMANO
El peso que la explotación minera, en un inicio, y la producción de energía eléctrica, después,
han tenido en la estructura productiva de estos cuatro municipios ha provocado otro fenómeno
específico en la caracterización del capital humano: la ausencia de espíritu emprendedor. Esto
tiene dos implicaciones directas fundamentales, por un lado, afectando al mercado laboral, la
reducida presencia del empleo por cuenta propia, y, por el otro, en la dimensión productiva, las
escasas iniciativas empresariales en actividades ajenas al carbón.
Tabla 4.Evolución de la afiliación. 2002-2011
2002
Escucha
Ariño
Andorra
Agrario
2004
2005
2006
2007
2008
2009
2010
2011
41
52
57
60
69
76
29
37
34
41
301
330
357
374
449
459
509
486
474
474
1.951
2.049
2.038
2.108
2.301
2.323
2.252
2.110
2.022
1.760
Hogar
1
3
5
16
14
10
14
13
7
8
Agrario
2
3
3
3
2
2
1
1
1
2
11
11
15
16
21
23
19
20
19
20
363
389
390
380
367
361
184
Autónomos
General
Autónomos
General
510
395
380
Hogar
0
0
1
2
1
2
1
1
0
0
Agrario
5
6
4
12
14
17
13
8
10
8
49
51
66
73
76
55
41
38
39
34
129
180
150
197
205
168
151
185
151
159
0
0
0
0
0
1
0
0
0
0
10
9
13
16
18
18
25
22
14
14
Autónomos
106
119
132
146
168
155
146
130
133
133
General
763
847
792
818
863
893
969
943
1.051
1.068
0
0
0
4
4
8
7
2
6
1
Autónomos
General
Hogar
Agrario
Utrillas
2003
Hogar
Fuente: Empleo y población en los municipios y comarcas de Aragón, 2011. Servicio de Estudios de CAI, Instituto
Aragonés de Empleo, y Servicio Público de Empleo Estatal. cdempleo2011.cai.es. [consulta en línea, abril 2013].
17
En 2007 había pleno empleo y se quería facilitar la vuelta de universitarios, mediante la creación de proyectos con
capital humano cualificado, sin embargo, esta idea se vio truncada con el inicio de la crisis económica.
23
Así pues, como muestra la tabla anterior, el peso de los trabajadores autónomos en la afiliación
total de cada municipio es muy reducido. Comparando los datos de 2011 con los de la
provincia de Teruel (que no puede considerarse, precisamente, un territorio muy emprendedor)
llama la atención la notable diferencia: mientras la afiliación de autónomos respecto de la total
representa un 19,59% en Andorra, un 4,85% en Ariño, un 16,92% en Escucha y un 10,94% en
Utrillas, en la provincia de Teruel alcanza un 27,03%.
Como ya se ha comentado anteriormente y también muestra la tabla, la actividad agraria
apenas ha tenido importancia en el territorio, su participación en la producción y el empleo
(tanto por cuenta ajena como propia) ha sido marginal. La minería era una opción más segura
en cuanto a ingresos estables y cuantiosos, así que en el siglo XX se fue abandonando la
actividad agraria que pudiera existir en los comienzos de la extracción del carbón.
Por otro lado, y debido a que la actividad en torno a la mina ha estado muy integrada y no ha
precisado de industrias auxiliares, es decir, el trabajo que ha generado se ha integrado en las
plantillas de las propias empresas mineras, solo una pequeña parte se ha externalizado hacia
subcontratación de pequeñas empresas locales, como albañilería, talleres, carpinterías o
herrerías, aunque la presencia de autónomos ha sido poco significativa.
Gráfico 20. Evolución de la afiliación de autónomos, 2002-2011
A parte de esa confianza de encontrar empleo por cuenta ajena en la mina, ni la familia ni el
entorno han estimulado el espíritu emprendedor en los años en los que la actividad minera era
fuerte en el territorio. Con el cierre de las minas y con el dinero de prejubilaciones y bajas
incentivadas el emprendimiento podría haber sido una opción de empleo por cuenta propia,
pero no hubo iniciativa para la creación de empleo propio ni familiar. No ha habido
emprendimiento de aquellos que salieron todavía jóvenes de la mina, y en los hijos también ha
calado esta misma cultura. Ha habido una escasísima inversión de este dinero en proyectos
empresariales que, aun a pequeña escala, pudieran diversificar la producción y crear empleo.
Tampoco contribuyeron las ayudas MINER, más orientadas a grandes empresas industriales.
La inversión mínima que se requería (120.000 €) constituía una barrera para que los pequeños
emprendedores pudieran optar a estas ayudas. Así, en las únicas convocatorias de los años
2010 y 2011, el Plan MINER 2006-2012 cambia de orientación y se dirige a inversiones más
modestas (30.000 €), a través de la modalidad de pequeños proyectos de inversión (Mínimis o
18
Mini MINER) . Los resultados para los cuatro municipios de estudio no pueden desdeñarse,
aunque nuevamente aparecen concentrados en Andorra y Utrillas.
18
Son objeto de ayuda los proyectos de inversión empresarial,que generen al menos un puesto de trabajo,
pertenecientes a todas las actividades económicas susceptibles de recibir ayudas, con algunas excepciones, como
bares, restaurantes, concesionarios de automóviles, comercio minorista, lavanderías, peluquerías, tintorerías,
despachos profesionales, consultoría, producción agrícola y de energía o las empresas activas en el sector del carbón.
24
Tabla 5.Resumen de los proyectos Mini MINER. 2010-2011 (actualizado en enero 2013)
Nº proyectos
Inversión €
Empleo
Subvención €
Plan 2006-2012
Andorra
11
4.570.113,22
20,50
822.865,67
Ariño
0
0
0
0
Escucha
0
0
0
0
Utrillas
1
447.000,00
1,00
75.000,00
Total
12
5.017.113,22
21,50
897.865,67
Fuente: Unidad de Promoción e Incentivos. Instituto Aragonés de Fomento
También las asociaciones para el desarrollo comarcal, ADIBAMA (Asociación para el Desarrollo
Integral del Bajo Martín y Andorra-Sierra de Arcos) y OFYCUMI (Asociación "Oficina de
Fomento y Desarrollo de la Comarca Cuencas Mineras") y las asociaciones de empresarios
(Asociación Empresarial de Andorra Sierra de Arcos y Bajo Martín, y Asociación Comarcal de
Empresarios de Cuencas Mineras) han representado un papel primordial con el objetivo de
fomentar el espíritu emprendedor y estimular la opción del autoempleo. Muy poco a poco la
mentalidad va cambiando y el autoempleo ya comienza a verse como una alternativa, sobre
todo en estos años de incertidumbre e inestabilidad laboral.
El sector servicios es el que más actividad ha registrado en el periodo analizado, y nuevamente
vuelve a constatarse el papel de cabecera de comarca de los municipios de Andorra y Utrillas.
Los servicios se concentran allí donde está el mayor volumen de población y de actividad
económica, para ofrecer su trabajo a personas y empresas.
La actividad comercial se ha convertido en refugio de muchos emprendedores, sobre todo
mujeres, tal y como se ha señalado anteriormente. Ha experimentado un incremento en el año
2005, que en los años posteriores se ha suavizado.
Gráfico 21. Evolución de la afiliación de autónomos, comercio. 2002-2011
La iniciativa emprendedora también ha tenido en la hostelería un lugar destacado, pues al igual
que el comercio, y en líneas generales, no precisan de una cualificación específica muy
elevada. Se ha ido incrementando la oferta de restauración y alojamiento, quizás animada por
la oferta de atractivos turísticos que, poco a poco, se va creando en las respectivas comarcas.
Gráfico 22. Evolución de la afiliación de autónomos, hostelería. 2002-2011
25
En lo que respecta a otros servicios, resulta llamativo el incremento en la afiliación de
autónomos que se ha ido produciendo en Andorra a lo largo de la década analizada. Se han
incrementado los servicios personales (de educación, sanitarios, recreativos, culturales, etc.) y
empresariales (transportes, jurídicos, de asesoría, ingeniería, etc.), pero como ya se ha
indicado, se echan en falta servicios avanzados.
Gráfico 23. Evolución de la afiliación de autónomos, otros servicios. 2002-2011
Pero, en definitiva, pese a que en los últimos años sí ha existido una mentalidad más proactiva
y volcada en el emprendimiento, se puede concluir afirmando que la huella marcada por la
actividad minera, de un trabajo por cuenta ajena, seguro, bien remunerado y sin
preocupaciones añadidas, ha sido profunda, de forma que en su momento no estimuló la
actividad autónoma en el territorio, que aún hoy sigue siendo escasa.
4. CONCLUSIONES
Tras la implantación de los planes MINER, su repercusión puede ser objeto de valoraciones
encontradas en lo relativo a la calidad del empleo generado y a cómo éste puede suponer la
transformación del capital humano de las cuencas mineras.
La pérdida de empleo en la actividad minera y en la producción energética ha derivado en una
paralela pérdida de población en el territorio. Los beneficios económicos de prejubilaciones y
bajas no han logrado fijar la población y la falta de expectativas laborales también la ha
expulsado a otros lugares con mayores oportunidades.
En los municipios más grandes la pérdida de población no ha sido tan aguda, gracias a la
llegada de trabajadores inmigrantes que, al igual que en el resto de España, respondió a la
demanda de trabajadores propia de un ciclo económico expansivo.
La población activa también se ha incrementado en el periodo estudiado debido a la paulatina
incorporación de la mujer al mercado laboral. A pesar de que en los años de actividad minera la
mujer no había tenido incentivo para la búsqueda de empleo fuera del hogar, los cambios
culturales y la necesidad, la han empujado a formar una parte importante y activa de la oferta
de trabajo.
Pese a la creación de empresas, que sí logran cierta diversificación productiva más allá de la
extracción minera y la producción eléctrica, no se ha logrado generar el empleo suficiente, para
detener la pérdida de población observada en el territorio. Muchas de las empresas apoyadas
por los planes MINER han estado estrechamente vinculadas con la fabricación de material para
la construcción. La crisis económica de calado internacional ha afectado especialmente a este
sector y en el territorio se ha vivido una segunda crisis de empleo.
Se ha fomentado la instalación de grandes empresas industriales que, si bien es cierto que han
logrado generar empleo, también hay que reconocer que han creado una nueva dependencia
en el territorio, pues, dado su tamaño, cualquier hecho que les afecte, afecta también a la
estabilidad y la calidad del empleo.
El empleo generado por estas empresas no ha logrado incrementar la cualificación del capital
humano local, pues la formación requerida a los trabajadores no es muy alta, y la experiencia y
el conocimiento adquiridos en el puesto de trabajo resultan excesivamente específicos para
que puedan ser utilizados en otras empresas. Aun con todo, se está observando un cambio en
26
la valoración local de la formación, los territorios cada vez resultan más permeables a lo que
sucede fuera, y se comprende que solo se puede ser competitivo si el capital humano es
competitivo.
Éste es también el gran reto que se tiene por delante para fomentar el espíritu emprendedor.
Aunque se observa un incremento en el número de autónomos que ponen en marcha su idea
de negocio, crean su propio puesto de trabajo e, incluso, generan empleo, este número queda
todavía muy por debajo del que se registra en otros territorios.
No obstante, es incuestionable que los planes MINER han sido instrumentos de
reestructuración y han aportado recursos económicos para lograr un cambio en el territorio; sin
embargo, no es menos cierto que para conseguir una verdadera transformación del capital
humano es necesario, ante todo, tiempo, ya que los cambios en la estructura económica y
social son lentos.
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27
ENTREVISTAS A INFORMANTES CLAVE
Gerente de la Asociación para el Desarrollo Integral del Bajo Martín y Andorra-Sierra de Arcos. ADIBAMA
Gerente de la Asociación "Oficina de Fomento y Desarrollo de la Comarca Cuencas Mineras" OFYCUMI
Gerente de la Asociación de Empresarios de Andorra Sierra de Arcos y Bajo Martín
Gerente y Presidente de la Asociación Comarcal de Empresarios de Cuencas Mineras (ACECMI)
Agente de Empleo y Desarrollo Local de la Comarca de Andorra-Sierra de Arcos
Agente de Empleo y Desarrollo Local del Ayuntamiento de Utrillas
Técnico Promoción y Desarrollo de la Sociedad Municipal para el Desarrollo de Andorra
Técnico de la Unidad de Promoción e Incentivos, IAF
28
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