Biografía - Los Eskakeados

Biografía
Camilo José Cela
Camilo José Cela, escritor español, referencia obligada para las letras en nuestro
idioma y de nuestro tiempo. Ganador de un sin fin de premios y reconocimientos,
entre ellos el Premio Nobel (1989), el Premio Cervantes (1995) el premio Príncipe
de Asturias (1987), etcétera; falleció este 17 de enero en Madrid.
Camilo José Manuel Juan Ramón Francisco de Jerónimo Cela Trulock, nació el 11 de
mayo de 1916 en la población gallega de Iria Flavia, provincia de La Coruña en
España. Primogénito de una familia de clase media, luchó en el bando franquista
durante la Guerra Civil española, contienda en la que fue herido y hospitalizado;
posteriormente rechazó la dictadura de Franco y mantuvo una actitud
independiente y provocativa.
Estudió cuatro carreras, sin concluir ninguna pues su inclinación literaria fue más
poderosa, en donde abarcó todos los géneros. Polémico desde sus inicios como
escritor, en los años treinta del siglo pasado, se caracterizó por su estilo inicial,
conocido con el término taurino de tremendismo, mismo que quedó patente en su
primera publicación: La familia de Pascual Duarte (1942), misma que después de
“El Quijote” ha sido la novela en español más traducida en el mundo, con más de
20 idiomas.
La familia de Pascual Duarte (fragmento)
Yo, señor, no soy malo, aunque no me faltarían motivos para serlo. Los
mismos cueros tenemos todos los mortales al nacer y sin embargo,
cuando vamos creciendo, el destino se complace en variarnos como si
fuésemos de cera y en destinarnos por sendas diferentes al mismo fin:
la muerte. Hay hombres a quienes se les ordena marchar por el camino
de las flores, y hombres a quienes se les manda tirar por el camino de
los cardos y de las chumberas. Aquéllos gozan de un mirar sereno y al
aroma de su felicidad sonríen con la cara del inocente; estos otros
sufren del sol violento de la llanura y arrugan el ceño como las alimañas
por defenderse. Hay mucha diferencia entre adornarse las carnes con
arrébol y colonia, y hacerlo con tatuajes que después nadie ha de borrar
ya.
En 1951, publicó en Buenos Aires, La colmena, pues debido a problemas con la
censura fue imposible hacerlo en su país. Ésta es una de sus novelas más
celebradas, en la que nos cuenta la vida en el Madrid de los años inmediatamente
posteriores a la Guerra Civil Española. La crítica ha señalado que supuso la
incorporación española a la novelística moderna.
LA COLMENA (fragmento)
La noche se cierra, al filo de la una y media o de las dos de la
madrugada, sobre el extraño corazón de la ciudad. Miles de hombres se
duermen abrazados a sus mujeres sin pensar en el duro, en el cruel día
que quizás les espere, agazapado como un gato montés, dentro de tan
pocas horas. Cientos de bachilleres caen en el íntimo, en el sublime y
delicadísimo vicio solitario. Y algunas docenas de muchachas esperan —
¿qué esperan, Dios mío?, ¿por qué las tienes tan engañadas?— con la
mente llena de dorados sueños...
Su obra, en general, se caracteriza por la experimentación de forma y
contenido, y por ser un autor con una obra plural, con un expresivo y rico
lenguaje, tanto erudito como popular. Para Cela, la literatura era "la vida
misma. No me concibo a mí mismo haciendo otra cosa que escribir, a mano,
tratando de reflejar lo que veo después de pasarlo por la cabeza, lo que yo llamo el
fenómeno literario. Escribo aquello que creo que debo escribir en cada momento,
sin pensar cuál va a ser su futuro lector. No se puede buscar al lector, el lector
aparece... Empecé a escribir antes de saber escribir. Tenía una “nurse” (enfermeranana N de la R) a quien, cada vez que entraba en trance yo, le dictaba versos. Mis
padres con buen criterio le dijeron que cada vez que el niño entre en trance,
sáquele la bicicleta o un balón. Era una familia decente, que se cuidaba y procuraba
evitar esto “.
Miembro de la Real Academia de la Lengua desde 1957, Cela inauguro en 1991 la
Fundación que hoy lleva su nombre. Después, la Biblioteca Nacional inaugura la
exposición 50 años de Pascual Duarte. Su novela La cruz de San Andrés fue
reconocida con el Premio Planeta 1994, año en el que también recibió la Medalla
Picasso de la UNESCO. En 1995 salió a la luz la revista El Extramundi y los papeles
de Iría Flavia, editada por su Fundación, y se inauguró el museo dedicado a Viaje a
la Alcarria en Torija (Guadalajara). El año pasado, presidió la apertura de una
universidad que también lleva su nombre.
Como amante de la lengua, de las lenguas, de todas las lenguas,
preconizó que juguemos a sumar y no a restar, que apostemos al alza y no a la
baja, que defendamos la libertad de las lenguas y sus hablantes, soñemos con la
igualdad de propósitos y troquemos la fraternidad de los juegos florales y los
discursos de artificio y su escenografía caduca e inoperante, por la justicia de la
implacable erosión semántica, esa ilusión que acabaría perfeccionando al hombre
en paz.
No usemos la lengua para la guerra, y menos para la guerra de las lenguas,
sinó para la paz, y sobre todo para la paz entre las lenguas.
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