Documento descargado de http://www.revclinesp.es el 01/12/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato. TRATAMIENTO DE LA HIPERPLASIA GLANDULAR QUISTICA .. JosLIN y su esc uela , quienes se inclinan a la ción de que el r etardo del crecimiento en estos ・ セー@ ¡caes sencillamente debido a la deficiente nutrínJOOS • . . . , de Jos m1smos, por f a 1ta d e un tratamiento tncJon'nico y dietéttco · a d ecua d o. E n una revlSlon · · ' de esl . su! cuestiones p o r R YNEARSON- HILDEBRAND J. se tn tas b d · d. b' · · ·a que se observa an casos e enantsmo ta et1co S!OU • h J , más frecuenCia que a ora en a epoca en que se con dictas con pocas ca1onas ' y con dfi. daban e Ctente provisión de vitaminas. Estos 。オセッウ@ se muest ran muy escépticos en cuanto a la postbthdad de que en los niños diabéticos haya- un trastorno del balance endocrino, aseg urando que lo único evidente es que les falta insulina y que probablem ente las demás alteraciones son secundarias. Contra esto rearguye Jr.MÉNEZ DfAZ que el cuadro completo de infantilismo diabético con hepatomegalía es de observación excepcional y en cambio son muy numerosos los niños diabéticos que reciben un tratamiento in adecuado, aparte de que queda ría con ello sin explicar la inestabilidad insulínica. El razonamiento empleado por JOSLIN de que un tratamiento correcto h ace desaparecer la h epatomegalia y corrige el infan tilismo, similar por otra parte al de RYNEARSON y Hn.DEBRAND cuando sostienen qu e hasta el presente na die ha dem ostrado que haya un tratamiento endocrino de la diabetes superior al de la administración de insulina, son un poco capciosos, ya que sí bien es cierto que con la insulina corregimos el trastorno fundamental de la diabetes no por ello h emos adelantado gran cosa en el conocimiento de los m ecanismos porque se produce esta enfermedad, como ha sido puesto de rel ieve de fuente bien autorizada por numerosos clínicos en los últimos años. Por otra parte tenemos casos como los de GIBSON y FOWLER. citados por el propio WILDER, en los cuales la diabetes fué bien tratad a ya desde un principio. También estos au tores suponen que el enanismo en sus casos es debido a una insuficiencia hipofisaria. En el nuestro se o btuvo la desaparición de la hepatomegalia después de administrar durante dos meses páncreas crudo, fundándonos en los trabajos de la es· 」セ・ャ。@ de DRAGSTEDT sobre la substancia lipocaica. sQセ@ embargo, al mismo tiempo se llevó un control CUJdad_oso de la diabetes, por lo que no nos es posible as1gnar a la primera la mejoría obtenida. En resctmen se comunica un caso de diabetes in fantil con hepatomegalia y se discute la intervención de_ facto:es hipofisarios en su gé nesis. Con el trataュjセョエッ@ msulínico y dietético adecuado se· ha conseguido que el niño continúe su crecimiento y desapaセ ・ コセ。@ la hepatom egalía. No es posible atribuir este ultJmo efecto a la administración exclusiva de páncreas crudo, por haber sido hecho al mismo tiempo un tratamiento riguroso d e su diabetes. 「j」セN@ BIBLIOGRAFíA l jim ← n セ@ R DfAZ, UOARTE y CASTRO MENDOZA:- R ev. Clín. Esp., 1, 6, 1940. (BibliograCfa en este trabajo.) wセnblatMイ@ Y BROOKLYN.- J. Lnb Clin. 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Avec le traitement insulinique et dietétique adéquat, on est parvenu obten ir que la croíssance de 1' enfant contínue et que I'hépatomégalie disparaisse. I! est impossible d ' attribuer ce dernier effet a un e adminístration exclusive de pancréas cru, un traitcment ri goureux de sa diabere aya nt été fai t en meme temps. a EL TRATAMIENTO DE LA HIPERPLASIA GLANDULAR QUfSTICA CON CHOQUES DE FOLICULINA F. UCIEDA LOSADA (León) La hiperplasía glandular quística, como se sabe por los fundamentales trabajos de SCHRODER depende de la persistencia de uno o va rios folículos y la acción continuada y p ersistente del exceso de hormo na folicul ar, JÍroduce, entre otras alteracio nes patológicas sobre el aparato genital femenino, el síndrome de la metropatía h emorrágica, que se manífiesta en la mucosa uterina por una marcada hiperproliferación. Esta mucosa, a la que le falta el influjo del cuerpo lúteo para su transformación· sufre una serie de necrosis parciales- p roba blemente por trastornos vasculares, - dando o rigen a hemorragias de distinta intensidad. El cuadro histológico (según N OVACK- citado p or SCHRODER) está caracterizado por un cndometrio anormalmente grueso, a menudo mucho más grueso qu e en el más alto grado de secreción del proceso funcional normal. Las glándulas son de formas irregulares; se encuentran los canales gland ulares unos junto a otros, alargados, serpenteados, incurvados y raramente deformados. La denominación de tal imagen como un trozo de "queso suizo" es muy adecuada. El estroma es desigual. cambiante: en alguna parte rico en células y en otras con entramado hueco. Las células son fusiformes. Los epitelios glandulares aparecen apretadoo unos contra otros tanto que se presenta con frecuencia una poliestratíficación. Las células aisladas tienen marcado ca- Documento descargado de http://www.revclinesp.es el 01/12/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato. 23b REVISTA CLINICA ESPA!VOLA rácter proliferativo y nunca se observan ウゥセョッ@ de secreción, como no se presentan metamorfosis. SCHRODER distingue tres fases o estadios, que tiene en cuenta para el tratamiento, y que describe así: Primer estadio, fase de amenorrea, caracterizado por la hiperplasia glandular quística del endometrio y "bienestar clínico", sin ninguna hemorragia. El diagnóstico, sólo es posible en este momento mediante el legrado de prueba , que naturalmente no se efectuará nunca más que cuando hayan precedido fases semejantes que permitan excluir un embarazo. Segundo estadio: de necrosis y hemorragia de ella derivada. La necrosis es parcial y superficial, alrededor de pequeños vasos, se limita primero a los territot íos que bordean el orificio interno y aumenta luego hasta constituir una superficie irregular cruenta. La diferencia con la necrosis producida en la menstruación consiste en que en ésta es destruída la mucosa hasta la basal en pocas h oras, apoyando esta destrucción masas de leucocitos, mientras que en aquélla la destrucción y eliminación son más lentas pudiendo transcurrir sin leucocitosis. Tercer estadio: la curación de la herida después de la necrosis. Si se legra en este período se encuentra una cavidad vacía con algunos colgajos necróticos. Salvo ligeras variantes, este cuadro es análogo a las tres fases de RUNGE. H asta hace bien poco el tratamiento de la H. G. O. consistía principalmente en legrados repetidos y "a fondo", en cauterizaciones de la mucosa, en mutilaciones más o menos extensas del aparato genital interno, y en la castración; sin olvidar todos aquellos medicamentos que influyen más o menos en la con tractilidad del útero. La castración se recomienda aún -entre otros por SCHRODER- en la mujer premenopáusica y se desaconseja en mujeres en plena madurez sexual, pues no solamente pueden ser muy graves los trastornos de tipo ovarioprivo que se produzcan, sino que es preciso rehuir conden ar a la mujer a una d efinitiva esterilidad. También emplea este autor la radiación intracavitaria a dosis no castración, con objeto- dice- de conseguir eliminar el endometrio. No es aconsejable el aplastamiento del folículo, porque puede producirse una hemorragia de graves con secuencias. La intensidad de la met rorragia varía mucho de unas enfermas a otras y el mayor o m enor grado de anemia - tan desigual a veces en relación con la cantidad de sangre perdida - insinúa SCHRODER pueda ser debido a una acción que ejerce el exceso de fol iculina sobre los órganos hematopoyéticos. Como se desprende del estado actual del tema que nos ocupa, la transfusión ideal en los casos en que sea necesaria, debe de hacerse con sangre de embarazada, pues de esta manera no solamente se repone más, sino que se actúa directamente sobre el folículo persistente por medio de las hormonas luteínicas de las que t an rica parece ser la sangre de gestante. Lo que no está ya tan claro es el mes de gestación en que conviene se encu entre la dadora. E n los casos de aborto habitual, como protección del huevo, KNNER emplea con gran éxito suero de embarazada de los tres primeros m eses (ro c. c. en los días correspondient es al período). Y este autor, 80 agosto 19¡2 y EHRHARDT y WINCKLER. utilizan en el trat miento de la H. G. Q. suero y sangre de emba/zada, entre el octavo y décimo m es de la ァ・ウエ。」ゥセM Con esta terapéutica se trata, pues, de proteger ai cuerpo amarillo en el aborto habitual y de procura en los H. G. Q. la formación de un cuerpo ャエ・セ@ para transformar la mucosa hiperproliferada. Efectivamente: el empleo de sangre o suero de embarazada a エ←イセゥョ\[^@ o en los últimos meses, puede tener dos exphcacwnes: una, que según KNNER existe en estos últimos meses en la sangre de la gestante gran cantidad de hormona luteinizante que influiría sobre el folículo persistente transformándolo en cuerpo lúteo. Otra, que el exceso de foliculina en esta época del embarazo pudiera influir sobre el lóbulo anterior de la hipófisis provocando una descarga de hormona gonadotropa. En cambio por esta misma razón, del exceso de hormona folicular circulante, pondría en peligro un huevo en trance de ser expulsado al aumentar las contracciones por la acción sensibilizantc de la folicul ina sobre el útero grávido. El legrado, que debe ser siempre suave y sin alcanzar la basal para evita r cicatrices que pudieran dar origen a placentaciones acretas. es imprescindible. no solamente com o medio terapéutico- qu izás solamente en el tercer estadio de SCIIRODER,- sino como elemento indiscutible de diagnóstico, pues aunque clínicamente se sospeche el síndrome que nos ocupa, no hay que olvidar que en todo caso este trastorno ronda o aparece en la menopausia, en un tanto por ciento muy elevado. y cuando toda hemorragia plantea un grave problema qu>' es impro?scin· dible resolver con toda ュセエゥ」オャッウ、。N@ En la actualidad, estando reconocido por todos, de acuerdo y firmes en el origen de este síndrome, en la alteración del equilibrio hormonal , se impuso lzgicamente el tratamiento en el sentido de regular esta desviación. A tal fin se impuso y aun subsiste. la terapéutica de substitución, representada por la hormona luteínica . Esta manera de proceder llevada a la práctica por casi todos los ginecólogos, se puede conseguir, o bien administrando Proluton a distintas dosis, o por medio de suero o sangre de ges· tante. D e entre los autores por mí consultados el único que no cree en el empleo del Proluton como terapia eficaz es RUNGE. Más lógico parece el intento de conseguir la rup· tura del o de los folículos persistentes influyendo sobre o a través de la hipófisis, pues al fin y al cabo parece ser esta la vectora en la regulación hormonal. Con este objeto ha sido empleado el Prolan y Pre· loban por SCHRODER y RUNGE entre otros. KNNER ha ensayado el Prolan con resultado n egativo. D e todas formas parece probable que lo mismo la terapéutica sustitutiva que esta última o ・ウエゥュセᆳ lante, obran sobre el mismo objetivo, la hipófistl activando la producción de hormonas gonadotropas y no directamente sobre el ovario. Sin embargo. HILL y PARKES han demostrado en animales hipo· fisectomizados, que inyectándoles orina de embara· zada se produce la misma reacción positiva que en animales normales, lo que demuestra que no. so· lamente actúan por m edio de la hipófisis, sino dtrec· tamente sobre el ovario. Lo mismo sucedería con el Documento descargado de http://www.revclinesp.es el 01/12/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato. TRATAMIENTO DE LA HIPERPLASIA GLANDULAR QU!STICA 1 por algunos, como RUNGE, de la hormona elllP eol'na Este mismo ha implantado lóbulo antemascu 1 . . . de hipófisis de ternera en los rectos sm resul- cantt'd a d nor atribuye este f racaso a 1a pequena ta do, Y injertada. Las razones que nos .indujeron al empleo de la foliculina en grandes d?sts en la H. G. Q. fueron de una parte las sugerencias que hace CLAUBER en su monografía y la falta total de Proluton en el merado por aquella época, estimulándonos a seguir los セ・ウオャエ。、ッ@ favorables obtenidos. Por distintas causas no n os fué fa.ctible conocer, '<11 comienzo de nuestros ensayos, nmguno de los trabajos que reseñamos. Muy posterior a su publicación y casualmente, leímos la nota clínica del doctor CLAVERO, que nos proporcionaba la satis, facción de ver emprendida esta misma orientación con resultados también favorables y que, como a nosotros, parece ser CALUBER el que le proporcionó e1 primer estímulo. Plenamente de acuerdo con él nos complace reseñar, entre la escasa bibliografía consultada por nosotros, toda ella extranjera, el nombre de un compatriota. La primera insinuación la encontramos en ZoNDEK. cuando al hablar del tratamiento de las hemorragias-· aunque no se refiere concretamente a la H. G. Q. -dice que en semejantes casos ha empleado foliculina, observando con frecuencia éxitos donde fracasaron otros recursos. Aconseja altas dosis por vía oral y vía intravenosa. Claro es que estas dosis por él propuestas son muy exiguas comparadas con las usadas por nosotros. I gnoramos, dice después, el efecto terapéutico de la hormona en estos casos. CLAUBER ya perfila mucho más esta cuestión, afianzándolas con experimentos animales. Al hJblar de las alteraciones histológicas que produce en la hipófisis de aquéllos, la administración a dosis excesivas de hormona folicular, dice que las cantidades muy elevadas de esta hormona parecen estimular la actividad del lóbulo anterior, por cuanto se .producen cuerpos lúteos en los ovarios de los ammales así tratados. Y también que al administrar "bruscamente" una gran dosis de folículina después de su acción depresiva y pasajera sobre el lóbulo anterior y, por consiguiente, sobre el ovario, se establece una hiperfunción, es decir, una gran producción de cuerpos lúteos en el ovario, al suprimirse bruscamente esta acción de la hormona folicular sobre el lóbulo anterior. Este mismo autor, HOLWEG y DHORN, comuni」。セ@ アセ・ N@ administrando grandes dosis de foliculina se セョィQN「・@ la hipófisis la producción de la hormona fohcuhzante y si cesa entonces, la hipófisis elimina randes cantidades de dicha hormona, la cual proablemente permite la ovulación. S eョセNイ ・@ los autores por nosotros consultados, sólo CHRODER y CLAVERO emplean la foliculina en el tQt . . . amtento del síndrome que nos ocupa; aunque Sl bten el primero la dosifica según el estadio en que se .encuentra la enferma Así da en el primero cien セ Q Q@ unidades; en el ウ・ァセョ、ッ@ so.ooo unidades dianamente hasta el cese de la hemorragia y en el tercero r .ooo unidades diarias. RUNGE no ha obte- 237 nido resultados favorables con el empleo de la foliculina, pero cree en su fundamento. Nosotros hemos tratado en total once casos, cuclínicas exponemos a continuación, yas Nィセウエッイゥ。@ admmtstrando la foliculina por vía parenteral, a pesar de los buenos resultados aducidos por SCHAFT con su método de inyección directa en el cuello uterino; claro está que lo que este autor se refiere es a otra clase de trastornos en que está indicada la hormona folicular. En seis de ellas h emos comprobado el diagnóstico con examen histopatológico; en las otras cinco no nos fué posible, dos por motivos sociales y tres vírgenes a las que no se pudo legrar. Todos los dictámenes han sido emitidos por el doctor V ARALA GIL, de Santiago. l. (25-7-40). R. F., soltera, sin antecedentes Menarquia a los 13 años, tipo 5/28, nulípara. Desde hace un año tiene metrorragia casi constantemente y con grandes coágulos; en las pausas mucho flujo blanco; pinchazos en el vientre que no sabe precisar. Tipo asténico. En la exploración encontramos: un útero en anteflexión muy marcada y aumentado de volumen; cuello dilatado para el paso del índice. Legrado bajo anestesia general de toda la cavidad, extrayendo una mucosa fuertemente engrosada. El dictamen es de hiperplasia glandular quística de la mucosa. Deja de sangrar y está amenorreica tres meses. Vuelve de nuevo el período y se le altera después de cuatro meses de normalidad. Cuando la vemos sangra desde hace veinte días. Se le inyectan so.ooo u. dos días consecutivos, dejando de sangrar hasta hace quince días, que nos escribe que se le inicia alguna alteración. Propusimos en la segunda vez un nuevo legrado, que no aceptó. En resumen, ha estado normalizado su período un año seguido, después de la administración de 1 oo.ooo u de foliculina. n. (1 2-4-41). Nos llaman para ver a una niña de 13 años. Su menarquia ha sido en febrero de este año, deslizándose sus reglas con las siguientes anormalidades: el primer mes le dura veinte días muy abundante, cesa del todo, dice, para comenzar de nuevo con enorme intensidad hasta constituir una verdadera metrorragia con lipotimias; sigue sangrando hasta el momento en que la vemos por primera vez. Ha sido tratada con toda clase de medicamentos por el médico de cabecera (calcio, cornezuelo, coaguleno, etc.). A la exploración rectal no se encuentra anormalidad alguna. Se le pone Proluton de 5 mgs. en inyección diaria y solamente una caja, única que se encuentra en el comercio. En vista que sólo mejora muy ligeramente, se le inyectan 5 o.ooo u. de Proginon B, oleoso, repitien_do la dosis al siguiente día, cediendo de tal forma la hemorrag1a que a los tres días le inyectamos 1 oo.ooo u. Desde entonces no volvió a sangrar, siendo hasta la fecha sus reglas con un ritmo de 6-7/28 y de intensidad normal. III. (23 -4-41). T. G., de 51 años, viuda, menarquia a los quince años, tipo 3/28. Catorce partos normales con dos puerperios febriles. La vemos por primera vez el 24-IX-40, dando a la exploración los datos siguientes: útero duro algo grande; parametrios y anexos bien; en cuello er?sión no st'Specbosa; desgarro perineal de セi@ grad?. Desde JUniO- :,ntes perfectamente reglada -ha .tem?o. peno?os de un mes. de duración y a veces de extraordmana mtens1dad. No aqueja dolores espontáneos en bajo-vientre. Se le propone un ャセァイ。Nッ@ セ・@ prueba, que no acepta. En Qセ@ fecha que encabeza est.a ィAウエッイセ。@ clínica, vuelve porque ha temdo una gran metr?rrag1a despues de una amenorrea de dos meses. Se legra, obtemendo una mucosa bastante engrosada, siendo el dictamen de H. G. Q. A los seis días comienza a sangra r con cierta intensidad, inyectándole 1 oo.ooo u en una sola vez, q ue le p rodu jo un estddo--;- poco duradero- de intranquilidad y desasosiego, pero cede .a sangre en absoluto a las pocas horas. Hemos tenido ocasión de verla dos veces y sigue amenorreica. IV. (25-5-41). C. A .. de JO años. casada Menarquia a 。ャNオュ_イセョエッ@ los 13 años tipo 7/30. ':Jn parto ョッイュ。セ⦅」@ patológico porque la mujer que la atend10 tracc10no del co.rdón antes del desprendimiento; puerperio ligeramente febnl. Desde su parto, hace ocho meses. sangra dos veces al mes c.on duración a veces de 15 días. En la actualidad, lactando, Y b1en Documento descargado de http://www.revclinesp.es el 01/12/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato. 238 REVISTA CL!NICA ESPAROLA por esta circunstancia o por su gran adiposis no se consigue por ninguna de las dos vías precisar tamaño de útero. Resto de aparato genital normal. No acepta el legrado que le proponemos. Se le inyectan en vista de su historia el ínica 1 o o. ooo u de foliculina, cediendo a las pocas horas para reaparecer li geramente manchas a los diez días. que desaparecen definitivamente con otras 50.ooo u. Posteriormente nos comunica su marido que sigue bien, habiéndose normalizado su período. Luego no hemos vuelto a tener noticias por no vivir en la provincia. V. (16-5-41). Nos llaman en consulta para ver una joven de 25 años, soltera y nulípara. Menarquia a los 14 años, tipo 5, 6/2 7. Al principio eran sus reglas cada 1 5 ó 20 días y de ocho de duración En exploración rectal útero hipoplásic:> dP. 1 grado. En abril pasado a continuación de su período comen7ó con una hemorragia que duró hasta la fecha - 2 2 días. - Fué tratada por su médico con calcio, hidrastyis, etc. Se le ponen 1oo.ooo u de foliculina, que le producen jaquecas. vómitos y escalofríos. sin que la sangre ceda casi n.;J.:¡; se repite la misma dosis a los dos días, con el mismo イ・セオャエ。Nッ@ Cedió con unos inyectables de Cebión, normalizándose :;u período. En la actualidad está fmbarazada. VI. (10-6-4 1). A. P. , de 46 años, casada. Menarquia a los 14 años, tipo 8/3 o. Siete partos normales, un aborto de tres meses; puerperios febriles todos. El último- el aborto hace tres años, estando sangrando 4 meses seguidos. Después amenorreica un año. Al siguiente aparece de nuevo. pero con mucha irregularidad alguna amenorrea con d uración e intensidad variables. Ahora hace un mes sangra constantemente; dolores en el vientre y fiebre, según ella. La están tratando con diatermia. Exploración: útero grande, pero movible, anexos y parametrios bien, sin que se observe ningún resto inflamatorio: sangra en el momento de explorarla. Legrado con el que apenas se extrae nada de mucosa. El informe anatomopatológico es de que no se puede hacer un diagnóstico exacto, porque casi la totalidad del producto es sangre. A los seis días comienza a manchar, aunque poco; se le da un preparado de cornezuelo que no hace ceder. In yección de 1 oo.ooo u de foliculina, que también le producen un cuadro parecido de malestar sin la intensidad de las anteriores enferm as y tardando en desaparecer la sangre 8 días. Hemos tenido recientes noticias 、 セ@ que sigue amenorreica desde entonces. VII. (4-8 -1 94 1). E. P ., de 14 años. Menarquia a los trece años; tipo irregular cada quince días. Ahora es una sola regla , pero de 1 2-15 días de duración y de tal intensidad que empapa, con reposo en cama, 8 y 1 o paños diarios. No ウセ@ deja explorar. Se le inyectan 1oo.ooo unidades de foliculina, cediendo en absoluto seguido de una amenorrea de un mes. La regla siguiente es aún abundante, pero no tanto en intensidad y duración como antes- septiembre. - No considerándolo aún normal, se le inyectan unos días antes de su regla 50.000 unidades en los meses de octubre, noviembre y diciembre, tornando desde en ton ces el período un ri trno de 6 l3 2. 34 , de intensidad normal y hace su vida ordi naria. VIII. Mediados agosto 1941. Somos llamados para ver a una señora de 43 años, casada. Menarquia a los 15 años. Tipo 6 / 28. Cinco partos normales con puerperios apiréticos. Hace unos meses su regla es de un ritmo 4 /2 4. Desde hace veinte días sangra con bastante intensidad, expulsando gran cantidad de coágulos. Es tratada con toda clase de medicamentos, sin resultado. No se deja explorar y rechaza el legrado. Se le inyectan 1 oo.ooo unidades de foliculina, que le producen náuseas y vómitos. pero desapa rece la hemorragia a las pocas horas para no volver hasta el mes en forma de regla, aunque más abundante. Desde esa fecha sus períodos son como antes, normales. IX. (4 - 1o- 1941). M. G., de 44 años, casada. Menarquia a los doce años. Tipo 8/26. Seis partos normales y seis abortos; el último de éstos hace ocho meses. Desde hace 18 días coincidiendo con un período, sangra los ocho primeros con normalidad, luego con gran abundancia, hasta la fecha. útero de tamaño y posición normales; en anexos, nada anormal, cuell o cerrado. Legrado de toda la cavidad. consiguiendo de cara anterior restos de mucosa. El dictamen es de H. G. Q. y de la túnica propia. Se le inyectan 50.000 unidades antes del alta por manchar ligeramente. Desde entonces normalidad en su período. 30 agosto 1942 X. (27-10-1941). J . C .. de 47 \セッウL@ casada. Palud· y flebitis. Menarquia a los 14 años. Tipo 6.7/ 22 . Tres ISDlo d o El norrnhales y uャセ@ a bo rto, ?pera.• d d'1a _2 de septiembrepartos tuvo una ernorrag1a a 」ッセエュオ。QPN@ e1 penodo. En octubre ha estJdo sangrando 1 8 d1as y ccd1o con 5 o.ooo unidades de f liculina, que le administró su médico de cabecera. En la actolidad sangra de nuevo algo. Útero algo grande; resto de aua. rato ァセョゥエ。ャN@ bien. Legrado con extracción de una ュオ」セ 。ᆳ engrosada. Dictamen de I l. G. Q. Al siguiente día 1oo.oosa unidades de fol iculi na. Posteriormente ha tenido su regla ョッイセ@ mal hasta la fecha. XI. ( 19-12-194 1). G.P .. de 34 años, casada. Menarquia a los 15 años. Tipo 4·5 / 23. Un parto no rmal con puerperio apirético. Como antecedente digno de mención. el de que en su puerperio estuvo sangrando treinta días, a pesar de la toma de un preparado de cornezuelo de centeno. Aborto de dos meses el 24-1 o-1 941. Toma un preparado de cornezuelo y se llega casi a la t ransformación de sus loquios, que vuelven de nuevo a hacerse sangui nolentos. Sangrando constantemente, aunque con poca intensidad. está hasta la fecha que encabeza esta historia clínica. En este intermedio es exp!Qrada, encont rando un útero hipoplásico y descartando por tanto una endometritis post-abortum. Toma toda clase de medicamentos sin resul tado apreciable. Le inyectarnos 50.000 unidades de foliculina, que hacen ceder, pero pasa ¡erarnentc. la sangre, repitiendo más tarde la dosis. con igual resultado, aunque es lo único que le ha hecho más efecto. El legrado nos da pequeñas ca ntidades de mucosa con dictamen de H. G. Q. Ha tenido después una regla un poco más abundante que las otras y al mes justo. Desde entonces normalinda en sus períodos. Harem os, por último, a lgunas observ aciones. Uno de los casos, el núme ro V, aunque clínicamente par ecía una metropatría, n os demostró e l e rror en アオ セ@ estába mos al n orma lizarse con vitamina y no ceder con fol ic ulina. En el caso XI, tenemos cast l a seguridad de que s i empleamos doble dosis en una sola tom a se cons igue la corrección, pues el legrado nos demostró, n o só lo el tipo de mucosa hiperplásica, sino que, además , estaba en el tercer estadio de S CHRODER. En el caso VI, aunque el dictamen era poco preciso, sin embargo cedió al tratamiento. Y . por último, el número I. es de los recidivantes, cosa frecuente y resaltada por todos los autores. H asta la f echa es el ún ico caso que al cabo de un año de n orm alizada su regla vuel ve otra vez a presentar t rastornos. Es posibl e qu e, si se la hubiera tratado inm ed iatamente después del legrado, como a l as d emás, h ubiéramos conseguido un r esulta do completamente favorabl e, p e ro entonce.< no utilizábamos aún este tratamiento. e RESUMEN I. o El pro! u tón, única tera péu t i ca sustitutiva emplea d a por n osotros, siempre fué ineficaz. Todos los casos diagnosticados histológicamente, antes del empleo d e l a foliculi na y tratados con hormona luteínica fu eron por fin castrados. D e las o t ras formas d e terapia citadas, no t en emos experiencia. 0 2. Esta terapéutica que hemos expu esto de la H. G. Q. es s iempre activa, cualquiera que sea la fase d e hiperproliferación en que se encuentre la mucosa. únicamente h emos observado que cuando el tratami ento es inmedia t o al legrado no 。 ー。イ ・セ@ la hemorragi a de tipo de regla a que hace referencta SCHRODER, ya que la mucosa en lugar de eliminarse por la acción de la h o rm o na a l os pocos días de administrada ésta, l a extraem os con el legrado .. 3- 0 Si los resulta·dos por n osotros obtentdos Documento descargado de http://www.revclinesp.es el 01/12/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato. ANEMIA DEL MIXEDEMA oyados en los experimentos de los autores citatangible, es indudable que habrá consegutdo dar un gran paso en el tratase icnto de un síndrome que hasta hace bien poco ;oducía una respetable cantidad de mujeres mutiladas 0 castradas ..Esto que,. como セ・」■。ュッウ@ antes, no tendría gran tn;portanCla, tratandose de prernenopáusicas, se agtganta en las niñas y mujeres en plena madurez sexual. jos llegan a ser r.ealidad BIBLIOGRAFíA CLAVERO NúÑr.z. A.- N ota previa sobre un nuevo tratamiento de 109 metrorragias Npセイ@ sobreproducción de hormona foli culínicn. Rev. Mkd. E sp , Juho, 1940. zosoEK, n.- Las hormonas del ova rio y del lóbulo anterior de hipófisis. Labor. 1934. cwusERG.- Las hormonas sexuales femeninas. Labor. 1925. K!IEER.- Geburtsh. u. Frauenhk, 1, enero, 1939. KN&ER.- Geburt.-;h. u. Frauenhk., 3, marzo, 1939. SCHRiiDER. R.- Gebut.sh. u . Frauenhk., 12. diciembre, 1939. RuSGE. H - Geburlsh. u. Frauenhk., 1940. SCIIAFT. E. - Zbl. Gyniik., 14, abril. 1939. ャセイアオ・@ Als einzige Ersatztherapie verwandten wir immer nur proluton, das stets Erfolg hatte. Alle vor dem Gebrauch von Follikulin histologisch un t<rsuchten Falle, die mit Luteinhormon behandelt wurden musster zum Schluss kastriert werden. über die anderen erwahnten Therapieformen besitzen wir keine Erfahrung. . 2. Die von uns mitgeteilte Behandlung der zys· オウセNィ・ョ@ Drüsenhyperplasie ist stets von Erfolg gekront, ganz gletch um welche Proliferationsphase der s」ィャセゥュ。オエ@ es sich handelt. Wir haben einz'ig und allem_ beobachten konnen, dass die von Schro、セイ@ beschnebene Regelblutung nicht auftritt, wenn dte Behandlung gleich nach der Curettage beginnt. セョ@ die Schleimhaut, welche durch den Hormonemfluss ausgestossen werden müsste sich, wird mit der Curette bereits ·entfernt. . 3· Wenn die von uns erhaltenen Resultate, die UQ セ@ auf die Erfahrungen der genannten Autoren stutzen, verwirklichen, so sind wir in der Behand. ャセョァ@ セゥョ・ウ@ Syndroms, das bis vor kurzem eine betイ。セィエャゥ」・@ Anzahi von Frauen mutilierte oder kasァセ・イエL@ .. einen . guten Schritt vorwarts gekommen. . 5 wurde bet Frauen die kurz vor dem Klimakteョセュ@ stehen kaum von Bedeutung sein, wie wir beイ・セ@ 。セ、・オエョ N@ doch handelt es sich um einen unセ」@ atz aren Erfolg bei Madchen und Frauen in voler Sexual reife. RBSUMÉ t 1 : Le Proluton est la seule thérapeutique subs. anttve ét> . que . nous avons emp1oye, et qut. a toujours : meff¡cace. Tous les cas diagnostiqués histologIquement a t' . . . tra't• · n eneurs a, 1'emp101. de la foltculme et a エ・セ@ avec de l'hormone lutéinique, furent chatrés セᄋ@ Des autres sortes de thérapie deja citées. s n en avons aucune expérience. 。カッセ@ Cette thérapeutique de la H. G. que nous la exp?sé, est toujours active, quelle que soit ve la ase d hyperprolifération daos laquelle se trou muqueuse. Nous avons seulement observé que, no: ph le セイ。ゥエ・ュョ@ est immédiat a la rugination. de type de regle a laquelle fait allusion _e イッセ[@ n N。ーセイエ@ pas, puisque la muqueuse, au lteu d. etre eltmtnee sous l'effet de l'hormone quelques JOurs apres son administration, c'cst nous qui 1 extrayons par la rugination. 3 · Si les résultats que nous avons obtenus nous 「。セョエ@ セオ@ les expériences des auteurs deja cités venatent a etre une réalité tangible, on sera parvenu saos aucun. doute, a monter d'un grand ←」ィ・ャセ@ daos .le エイ。 エ ・ュセエ@ _d'un syndrome qui presque de nos JOUrs prodUtsatt une quantité considérable de ou , 」ィ。エセ←・ウN@ Ceci qui, selon nos femmes ュNオセゥャ←・ウ@ paroles イ・セ、ョエウ@ n auratt pas une grande importance s agtssant de pré-ménopausiques, s' accroí't dans une proportion gigantesque chez des jeunes fili es et des femmes en pleine maturité sexuelle. セ@ ィセッイ。ァᄀ[@ ZUSAMMENFASSUNG I. 239 EL EFECTO DE LA HORMONA DEL TIROIDES EN LA ANEMIA DEL MIXEDEMA J. /)¡1] PARRA LÁZARO Instituto de Investigaciones Médicas. Director: DOCTOR c. JJMÉNEZ DfAZ La secreción interna de la glándula tiroides es uno de los factores necesarios para la formación y mantenimiento del estado normal de la sangre. La evidencia de su papel en la hematopoyesis está comprobada por hechos clínicos y experimentales que pueden resumirse en los grupos siguientes: 1. 0 El mixedema con cuadro clínico bien definido, y los cuadros de hipotiroidismo evidente se acompañan de una anemia, que dentro de ciertos caracteres varia bies tiene un tipo casi constan te con un número de glóbulos rojos que oscila desde una cifra discretamente baja hasta una mediana intensidad sin que nunca el descenso del número de hematíes llegue a grados de anemia alarmantes. La concentración de hemoglobina está disminuída y el valor globular suele ser el normal ligeramente bajo. La morfología globular es variable, pero predominan do la anisocitosis. 2. 0 Los animales tiroidectomizados desarrollan rápidamente una anemia que semeja en sus características la anemia del mixedema. 3. 0 El tratamiento adecuado con extracto de tiroides o con tiroxina exclusivamente, sin necesidad de complementar con ningún otro factor hemopoyético, cura la anemia del mixedema en la clínica humana y del animal tireoprivo. E incluso en ciertos casos de anemia hipocrómica idiopátio y en algunos casos de anemia perniciosa en enfermos que presentaban estigmas de hipotiroidismo y que no respondían completamente al tratamiento establecido se ha conseguido dar un impulso definitivo a su terapéutica con la administración del extracto tiro ides. El mecanismo por el que la tiroxina actúa como factor de mantenimiento de la normalidad hemática no está bien definido. En términos generales se