SEMINARIO –TALLER REGIONAL POR LA CALIDAD DE LA EDUCACIÓN “EVALUAR PARA APRENDER” PRINCIPIOS DEL ENFOQUE EVALUAR PARA MEJORAR EL APRENDIZAJE Bladimir Reyes Ibañez Evaluación de aula, UCE MINISTERIO DE EDUCACIÓN RESUMEN Cuando se observan las prácticas pedagógicas de nuestros profesores y la gestión curricular de las escuelas, una de las principales debilidades es la que se refiere a la manera en que se evalúa el aprendizaje que logran los alumnos. Este documento pretende contribuir a la discusión y la reflexión sobre este tema proporcionando un punto de partida para que profesores y directivos puedan reflexionar en conjunto sobre la importancia de la evaluación en el proceso de enseñanza y aprendizaje. Para esto se tratan diferentes aspectos relacionados con la evaluación y que son necesarios para entender cómo esta permite mejorar el aprendizaje de los alumnos. En primer lugar se aborda el rol que tradicionalmente se ha dado a la evaluación de modo que el lector pueda confrontar los antecedentes presentados con sus prácticas evaluativas y tomar una posición crítica sobre el tema. Luego el énfasis se pone en definir dos conceptos que son recurrentes y centrales en el documento, aprendizaje y evaluación. A partir de esta aclaración ambos conceptos se ligan para explicar la evaluación desde la perspectiva del mejoramiento del aprendizaje o Evaluación para el Aprendizaje y se presentan cinco principios que sustentan este enfoque evaluativo y que abarcan los diferentes temas tratados en el documento. La invitación finalmente es a reflexionar sobre lo que está escrito y entender que este es solo el comienzo para una larga discusión que apunte a un trabajo cooperativo, articulado y sistemático entre profesores, alumnos, directivos y la comunidad educativa en general para lograr mejor calidad en el aprendizaje de sus alumnos. 2 1) El rol de la evaluación en las prácticas evaluativas tradicionales. Al iniciar un nuevo año escolar, quizás un nuevo semestre o una nueva unidad, los docentes deben o han debido tomar una serie de decisiones sobre la planificación y organización del proceso de enseñanza y aprendizaje. Muchas de estas decisiones son tomadas en concordancia con los objetivos de aprendizaje de los estudiantes y, sin duda, muchas de ellas también son tomadas a partir de la reflexión del docente sobre sus prácticas pedagógicas. Otras decisiones deberán ser tomadas durante el desarrollo de la planificación y sobre la manera de monitorear el proceso y seguramente otras decisiones serán tomadas a la luz de los resultados obtenidos. Estas decisiones de una u otra forma son consecuencia de un proceso de evaluación de las acciones y estrategias utilizadas para lograr los objetivos establecidos. La principal fuente de información para la toma de decisiones es finalmente lo que los estudiantes están aprendiendo o han aprendido. Por esto, nuestra preocupación es profundizar en un componente fundamental del proceso de enseñanza y aprendizaje: la evaluación del desempeño de los estudiantes. Diversas evidencias nos muestran las debilidades que existen por parte de profesores y del sistema educativo para monitorear el aprendizaje de los alumnos. La escasa utilización de la evaluación como una herramienta que permite mejorar el aprendizaje es una preocupación que se instala ante los nuevos desafíos de alcanzar aprendizajes de calidad en nuestros estudiantes. Revisemos algunas de las creencias y los roles que habitualmente se le asigna a la evaluación: • La evaluación es utilizada principalmente como herramienta para certificar y calificar el logro de aprendizajes esperados. • La evaluación tiene un “toque” de sorpresa y secreto. Es común que los evaluados no tengan claro que es lo que se espera de ellos en la 3 evaluación. Esto provoca incertidumbre y desconfianza sobre las propias capacidades. • La evaluación se reduce a la medición del dominio de objetivos muy puntuales que se enmarcan en la medición de conocimientos aislados y que no se incluyen en el logro de objetivos a largo plazo. • La evaluación es situada y utilizada en un marco que tiene sentido solo en el trabajo que se realiza dentro de la sala de clases. • En ocasiones se utilizan algunos componentes comunes de la evaluación y la calificación como herramienta de control disciplinario. • Las prácticas de evaluación no consideran la diversidad en la forma de aprender de los alumnos. Esto implica, por ejemplo, que los instrumentos de evaluación regularmente están diseñados para aceptar una única respuesta correcta. • El sentido de la evaluación en nuestro sistema educativo se enmarca en una concepción tradicional basado en la medición de conocimientos puntuales que no se relacionan con las experiencias de los alumnos. • Las estrategias de evaluación que se utilizan son las que facilitan principalmente el trabajo del profesor y no el aprendizaje de los alumnos. • Las calificaciones anuales habitualmente no dan cuenta del aprendizaje real que han alcanzado los alumnos. Para resumir podríamos mencionar que tanto a nivel nacional como internacional una de las principales debilidades de los profesores en sus prácticas profesionales está en la evaluación que hacen del aprendizaje alcanzados por sus alumnos. Revisemos algunos antecedentes al respecto. 4 1.1 Antecedentes a nivel Nacional e internacional Tanto la Evaluación Docente como la Acreditación de la Excelencia Pedagógica han dejado en evidencia que la evaluación es uno de los aspectos donde los profesores requieren más apoyo. En el proceso de Evaluación Docente, entre las distintas dimensiones consideradas está la relacionada con la calidad del procedimiento de evaluación y la utilización de los resultados de la evaluación. Claramente esta es donde se presenta el resultado más deficitario en todos los segmentos de profesores evaluados.1 De modo complementario al analizar los resultados entre 2003 y 2005, en el Programa de Acreditación de la Excelencia Pedagógica, se puede observar que el rendimiento de los docentes en el producto de estrategias de evaluación ha estado todos los años por debajo del promedio de las otras dimensiones evaluadas2. A esto se suma la falta de coherencia entre los instrumentos que los profesores construyen y aplican y el aprendizaje que se proponen observar. Esto implica que la información que los docentes están obteniendo sobre el aprendizaje de sus alumnos no corresponde a lo que ellos creen estar observando, lo que puede producir distorsiones y malos entendidos, desde pensar que hay fortalezas donde no las hay, hasta juzgar indebidamente el aprendizaje de un alumno, y por consiguiente darle un mensaje muy equivocado sobre su aprendizaje. Por otro lado, una investigación cualitativa realizada por el equipo de seguimiento de la UCE, Mineduc, diagnostica que la evaluación que realizan habitualmente los profesores esta centrada en aspectos del aprendizaje que no son los relevados por el Marco Curricular y los Programas de Estudio, y que distan de ser los principales. Al respecto, el estudio revela que los profesores evalúan contenidos de manera aislada y descontextualizada centrándose en el manejo de datos, fechas, conceptos teóricos, sin referencia a su aplicación, 1 Presentación “Resultados Portafolio del proceso de Evaluación Docente 2005”, Comisión Técnica Asesora, 5 de abril 2006. 2 Programa de acreditación para la Asignación de Excelencia Pedagógica AEP: Descripción y Principales Resultados 2002-2005, página 49. 5 entre otros. Tienden a evaluar en mayor medida algunas habilidades sencillas tales como identificar y describir, mientras que aquellas habilidades más complejas, tales como analizar y relacionar variables, son escasamente evaluadas. Por otro lado, este estudio revela que los profesores raramente realizan evaluaciones donde los alumnos puedan aplicar conceptos para la resolución de algún problema específico o que deban analizar y relacionar variables para explicar un fenómeno. De este modo, la evaluación “de todos los días” se configura como una actividad que tiende fuertemente a centrarse en aspectos memorísticos y más bien superficiales del aprendizaje, relegando a un segundo plano recoger evidencias del desarrollo de habilidades cognitivas más complejas.3 A nivel internacional esta situación también se hace habitual, al respecto y como ejemplo, Paul Black y Dylan Wiliam sintetizaron las conclusiones de más de 250 estudios sobre iniciativas diseñadas para mejorar la eficacia de la forma en que se utiliza la evaluación dentro del aula para promover los logros de aprendizaje de los alumnos. Al respecto los autores identificaron los siguientes factores que inhiben la utilización de la evaluación para mejorar los logros del aprendizaje: • La tendencia de los maestros a evaluar la cantidad de trabajo entregado y su presentación formal, en vez de evaluar la calidad del aprendizaje evidenciado en el trabajo. • La tendencia de dedicar más tiempo y atención a corregir trabajos y poner notas que a guiar a los alumnos sobre cómo mejorar su desempeño. • Un fuerte énfasis en hacer comparaciones entre estudiantes, que tiende a desmotivar a aquellos más débiles. • Generalmente la retroalimentación sirve para propósitos sociales y directivos en lugar de ayudar a los alumnos a aprender de forma más eficaz. 3 “Evaluación de aula, Estudio de casos: Enseñanza Básica y Media”, Equipo de Seguimiento a la Implementación Curricular, Unidad de Currículum y Evaluación, Enero 2006. 6 • Falta de conocimiento por parte de los docentes en relación con las necesidades de aprendizaje de sus alumnos4. En síntesis, las prácticas evaluativas de los profesores no aprovechan el potencial que posee la evaluación para mejorar el aprendizaje y en muchos casos puede incluso desfavorecerla. 2) Aprendizaje y evaluación Dos términos que se hacen recurrentes en este documento son aprendizaje y evaluación. Entonces es importante aclarar qué estamos entendiendo por aprendizaje y qué enfoque evaluativo es el que se quiere realzar, de modo de lograr un mejor entendimiento de este documento. 2.1) Sobre aprendizaje El aprendizaje, en este documento, se comprende desde un sentido integral tal como está prescrito en el Marco Curricular. Es decir, el desarrollo de conocimientos, habilidades y actitudes que permiten al aprendiz desenvolverse competentemente en el mundo. En otras palabras hablamos de un aprendizaje significativo, es decir, reflexivo, constructivo y autorregulado. Las personas no solo registran información sino que crean sus propios entendimientos del mundo, sus propias estructuras de conocimiento. De esta forma saber algo no es solo recibir pasivamente información, es interpretarla e incorporarla al conocimiento previo que uno tiene. Desde esta perspectiva, el aprendizaje no persigue únicamente la adquisición de conocimientos o habilidades, sino más bien su utilización, para aplicarlas en el momento que se requiera, es decir aprendizaje en termino de competencias. Cuando se habla de competencia, se está usando el término como la capacidad de movilizar conocimientos, habilidades y actitudes 4 Evaluación para el Aprendizaje: Educación Básica Segundo Ciclo. Enfoque y materiales prácticos para lograr que sus estudiantes aprendan más y mejor. Unidad de Currículum y Evaluación, Ministerio de Educación, Marzo 2007. página 25 7 en contextos determinados, no se busca observar conocimientos puntuales, aislados unos de otros, sino conocimientos puestos en acción y, por ende, articulados5. Tal como señaló el Consejo Asesor Presidencial de Educación, “la tarea educacional tiene por objeto que la persona (...) alcance el más pleno y equilibrado desarrollo de sus dimensiones afectiva, intelectual, social y espiritual”6. Entendemos que el aprendizaje se concibe como un proceso permanente, en el que la información que se recibe está en constante reinterpretación, lo que permite establecer nuevas relaciones con el aprendizaje que ya se posee. En este proceso continuo, los estudiantes están permanentemente recibiendo información, interpretándola, conectándola a lo que ya saben y han experimentado. De este modo reorganizan y revisan sus concepciones internas del mundo, lo que se denomina “modelos mentales”, “estructuras de conocimiento” o “esquemas”.7 Al ser este proceso un continuo, es posible describir ciertas etapas, o estadios, por los que comúnmente pasan todos los estudiantes en el desarrollo del aprendizaje, independientemente de cuan rápido o lento sea su avance. 2.2) Sobre evaluación Muchas son las concepciones, funciones y propósitos que se le han dado a la evaluación. Sus funciones y propósitos han ido cambiando vertiginosamente a lo largo de la historia y en especial a lo largo del siglo XX. En este sentido, es importante señalar algunas de las características principales de algunos enfoques evaluativos que están fuertemente instalados, de una u otra forma, en nuestra cultura evaluativa, y en contraste señalar cómo una evaluación que apunta a mejorar el aprendizaje se sostiene en un concepto amplio de lo que 5 Fuente OECD, 2002 “Definition and selection of competentes (DESECO): Theoretical and conceptual foundations” 6 Informe Final Consejo Asesor Presidencial para la Calidad de la Educación. (2007), página 59 Evaluación para el Aprendizaje: Educación Básica Segundo Ciclo. Enfoque y materiales prácticos para lograr que sus estudiantes aprendan más y mejor. Unidad de Currículum y Evaluación, Ministerio de Educación, Marzo 2007 página 38. 7 8 significa evaluar, donde la evaluación se asume como un proceso continuo de observación, monitoreo y establecimiento de juicios profesionales sobre el estado del aprendizaje de los alumnos inferido a partir de lo observado en sus trabajos, desempeños, actuaciones e interacciones en clases. A comienzos del siglo XX, y a partir de la necesidad de hacer mediciones objetivas sobre las características humanas, se posiciona una manera de entender la evaluación cuyo principal propósito era utilizar buenas técnicas de medición para obtener una información válida y confiable que permitiera eliminar el juicio personal y la subjetividad. La mirada se centraba en los instrumentos de evaluación que requerían una alta inversión para su elaboración. Los criterios de construcción de las pruebas y los de su evaluación podían basarse en criterios pedagógicos y sicológicos, utilizando criterios de fiabilidad y validez para dar cuenta científicamente del procedimiento. El papel del evaluador era técnico, y limitado a un proveedor de instrumentos de medición. Esta manera de entender la evaluación, aunque tiene su apogeo a comienzos del siglo pasado hoy sigue siendo un fuerte referente de cómo debe ser concebida la evaluación del aprendizaje pues todavía existen textos y publicaciones que utilizan de manera indisoluble evaluación y medida. Para muchos profesores, es más importante construir un instrumento de evaluación lo suficientemente objetivo y que no arriesgue la elaboración de un juicio que pueda ser subjetivo, cayendo en muchos casos en evaluaciones que mayoritariamente apuntan a preguntas con respuestas cerradas y que dan cuenta principalmente de aprendizajes memorísticos. Posteriormente la evaluación cambia de giro y ya no es entendida como una simple medición. Se considera que una buena evaluación debe contener propuestas claras de objetivos, debe determinar las situaciones en que se deben manifestar las conductas esperadas, la elección de los instrumentos debe ser apropiada y validada, la interpretación de los resultados debe ser fiable y objetiva. 9 La evaluación ya no es una simple medición, porque supone un juicio de valor sobre la información recogida. Se alude, aunque sin desarrollar, a la toma de decisiones sobre los aciertos o fracasos de la programación, en función de los resultados de los alumnos. El objeto del proceso evaluativo es determinar el cambio ocurrido en los alumnos, también es un medio para informar sobre la eficacia del programa educacional y también informar sobre los aspectos a desarrollar en la educación continua del profesor. 8 A pesar del gran avance que se puede notar respecto al enfoque que atribuía una rol más bien de medición a la evaluación, este sigue siendo deficitario al poner como principal función de la evaluación el monitorear el logro de los objetivos; la función del maestro se limita a verificar si los objetivos del programa se han cumplido y si el estudiante puede continuar con los nuevos objetivos. En los modelos pedagógicos más recientes, la organización del conocimiento no se presenta de lo más simple a lo más complejo, sino que “el todo” está siempre presente. A su vez la comprensión es imprescindible y”no se puede quedar solamente en la memorización y mecanización”. En estos modelos la retroalimentación cognoscitiva y la discusión entre pares como estrategia para corregir errores, se plasman en la evaluación que esencialmente plantea que: • Evaluar no es equivalente a calificar. • La evaluación cualitativa se realiza por medio de criterios construidos por el experto (profesor) desde la disciplina y comunicados a los estudiantes. • La evaluación formativa se usa para buscar indicadores de los avances de cada estudiante a medida que ocurre el cambio cognitivo. • La retroalimentación es indispensable para ayudar al estudiante a avanzar en su proceso de aprendizaje. • Los estudiantes pueden evaluar sus propios procesos. 8 Escudero, Tomás (2003) Desde los tests hasta la investigación evaluativa actual. Un siglo, el XX, de intenso desarrollo de la evaluación en educación. Revista ELectrónica de Investigación y EValuación Educativa, v. 9, n. 1. disponible en http://www.uv.es/RELIEVE/v9n1/RELIEVEv9n1_1.htm. Consultado en 31/07/2007. 10 • Se utilizan procedimientos de evaluación en los cuales los estudiantes tengan que reflexionar, resolver y decidir, demostrando el desarrollo de la comprensión(resolución de problemas, investigaciones, debates, ensayos y otros) En esta línea la evaluación asume un rol protagónico en el proceso de enseñanza y aprendizaje donde no solo se da cuenta del aprendizaje alcanzado por los alumnos, también se sitúa como una herramienta que ayuda a mejorar los logros de aprendizaje a través de la orientación y participación al alumno en la construcción de su entendimiento y la evaluación de sus logros de aprendizaje. 3) Principios para una evaluación que apunte a mejorar sistemáticamente los logros del aprendizaje: Evaluación Para el Aprendizaje. Evaluar para mejorar el aprendizaje implica concebir la evaluación como una oportunidad para que los alumnos progresen en su aprendizaje. Esto requiere de orientaciones, estímulos y herramientas que permitan lograr avances. Para ello es indispensable que tanto profesor como alumno tengan un rol activo en el proceso de evaluación: el profesor sabe claramente lo que espera que sus alumnos aprendan y estos a su vez tienen claro qué se espera de ellos. Para ello el alumno necesita conocer y comprender con que criterios se evaluará su desempeño. Los criterios de evaluación deben ser conocidos al inicio del proceso de enseñanza y aprendizaje de modo que puedan guiar al profesor en sus evaluaciones y al estudiante en la producción de sus trabajos. Esto requiere que el profesor utilice algún tiempo de su clase para comunicar los criterios de evaluación con que se evaluará su desempeño de los alumnos y aclarar posibles dudas que puedan tener respecto a estos, además de destacar la importancia que tienen en su aprendizaje. El profesor también debe orientar a los alumnos sobre qué debe tener el trabajo que realicen para cumplir con los niveles de calidad esperados y cómo los criterios de evaluación dan cuenta de 11 tales características. Para esto se puede utilizar el ejemplo del trabajo realizado por otro alumno, tal vez en otra clase o en años anteriores. De este modo, los estudiantes podrán sentirse y hacerse responsables de su propio aprendizaje con referentes claros a seguir. La evaluación con criterios permite detectar las necesidades particulares de aprendizaje de los alumnos. Esta información permite al profesor tomar decisiones para ajustar la planificación y reorganizar el proceso de enseñanza y aprendizaje, pues se cuenta con información mucho más descriptiva sobre qué y cómo están aprendiendo sus alumnos. Contar con criterios de evaluación también es una oportunidad para que profesores que trabajan en un mismo nivel, curso, subsector o ciclo puedan discutir y reflexionar sobre las necesidades de aprendizaje de los alumnos a la luz de las evidencias de aprendizaje que arrojan las evaluaciones. En general, para la comunidad educativa la información que entrega esta modalidad de evaluación es una oportunidad para tener mayor claridad sobre lo que se espera que los alumnos aprendan y los logros alcanzados y así orientar el trabajo de la escuela o liceo. Podemos decir entonces que la recolección de evidencias de aprendizaje tiene como fin contestar la pregunta ¿hasta qué punto los estudiantes saben y saben hacer lo que es relevante? Es decir, persigue formarse un juicio profesional sobre el desempeño de los alumnos. Como en todo orden de cosas, a mayor y mejor evidencia, más y mejor justificado es el juicio. La cantidad de evidencia requerida para emitir un juicio depende de cuán seguro o conforme esté el profesor con las pruebas que le proporciona la evidencia para justificar o fundamentar en forma sólida su juicio. Tales juicios serán útiles, tanto para retroalimentar el proceso de aprendizaje, como para planificar las próximas clases, analizar con colegas o apoderados, y también para calificar. El propósito de este enfoque, Evaluación Para el Aprendizaje, se puede sintetizar en Los siguientes principios dan luces a los diferentes actores de la 12 comunidad educativa de cómo la evaluación puede transformarse en una herramienta potente que ayude a mejorar el aprendizaje de los alumnos: a) La evaluación se basa en criterios que son conocidos y comprendidos por todos. La evaluación se basa en la comparación de un desempeño particular con un parámetro que normalmente está únicamente en la cabeza del evaluador. En cambio cuando ese parámetro es explícito y es compartido con anterioridad entre todos, sirve para conducir el proceso de aprendizaje. Saber cómo se va a juzgar el aprendizaje, es decir qué aspectos se van a considerar en la evaluación y qué se considerará un trabajo bien hecho ayuda a enfocar los esfuerzos para poder lograrlo. Los criterios de evaluación explicitan qué es lo que se evaluará y descripciones de distintos niveles de calidad en un continuo. ofrecen Es el contraste entre un desempeño y este continuo de descripciones (que incluyen la definición de la meta) o, en otras palabras, la ubicación del desempeño en este continuo, lo que permite afirmar cuán bueno es o en qué nivel se encuentra el aprendizaje. Según la investigación, a mayor comprensión de las diferencias entre uno y otro nivel de desempeño, mayor es la posibilidad de determinar cuál es la calidad del trabajo propio. En este mismo sentido es particularmente importante que se comprenda lo que según los criterios constituye un desempeño o calidad superior, porque permite responsabilizarse y comprometerse con el avance sabiendo lo que se busca como expectativa (ya sea como alumno frente a la evaluación del profesor o como escuela frente a las evaluaciones externas) Se espera que los criterios usados por los profesores y sus alumnos sean estables a través del tiempo, de modo que la evaluación permita monitorear la progresión del aprendizaje entre período y período, entre unidad y unidad, 13 durante el transcurso de todo el año escolar y, eventualmente, entre años escolares. b) La evaluación se usa como oportunidad para promover el aprendizaje, se retro-alimenta dando pistas sobre cómo avanzar. La evaluación tiene como propósito general recoger información sobre los diferentes aspectos del aprendizaje y en diferentes momentos para poder actuar y para mejorarlos. Estos momentos y aspectos definen propósitos particulares para cada evaluación. El orden apropiado es seleccionar los aspectos a evaluar en un momento o situación particular, esto requiere tener en mano y en mente los criterios de evaluación y luego, de acuerdo con esto, diseñar la forma en que se realizará la evaluación, considerando distintas estrategias para ello. La comparación entre el trabajo realizado por el alumno y los niveles de desempeño descritos en los criterios de evaluación, permite ubicar al desempeño demostrado en un continuo de calidad descriptiva. La retroalimentación consiste en una comunicación al alumno del nivel en que se encuentra su desempeño en los aspectos del aprendizaje definido en los criterios, acompañado de sugerencias sobre formas de ir progresando hacia las descripciones superiores. Cuando un alumno conoce con exactitud las fortalezas y debilidades de su desempeño puede mejorarlo. Los alumnos necesitan información y orientación para poder planificar los siguientes pasos en su aprendizaje, por lo que los profesores deben identificar las fortalezas del aprendizaje y sugerir cómo desarrollarlas aún más; ser claros y constructivos respecto a eventuales debilidades y las formas en que podrían enfrentarse. importante proveer oportunidades para que los En ambos casos, es alumnos mejoren su desempeño. Una parte importante del trabajo del profesor es incentivar a los alumnos a que se auto-evalúen con el fin de que sean responsables de su propio 14 aprendizaje. La auto-evaluación anclada en criterios pre-establecidos incentiva la autonomía y la responsabilidad. c) La evaluación se usa para informar la toma de decisiones pedagógicas. La información recolectada a través de las evaluaciones puede ser aprovechada de parte de los profesores, tanto en forma individual como en conjunto con otros profesores y con el Jefe de UTP, para tomar decisiones con relación a planes de clases y estrategias de aula conducentes a ayudar a sus alumnos a progresar. Para realizar esta reflexión es necesario analizar las necesidades de aprendizaje detectadas a través del contraste de los trabajos con los criterios de evaluación. Así se define de momento en momento, las fortalezas y debilidades del aprendizaje de los alumnos y se va conociendo cada vez con mayor detalle la diversidad de los alumnos en su curso. La información que se usa para reflexionar sobre estrategias y planes de clases habrá sido recolectada de diversas maneras desde la sala de clases misma, como también desde evaluaciones externas, como por ejemplo, desde el SIMCE. Se convoca a los distintos actores del establecimiento escolar, desde sus diferentes roles, a usar la información proveniente de estas evaluaciones para tomar decisiones que conducen a mejorar el aprendizaje de todos los alumnos, considerando los distintos niveles de aprendizaje en que ellos se encuentran. d) Evaluación de los aprendizajes centrales. En ocasiones se pone el centro de la evaluación en conocimientos y habilidades parceladas, discretas consistentemente los y accesorias. conocimientos, Sin embargo, habilidades y se debería evaluar entendimientos más relevantes( competencias) con especial cuidado de monitorear hasta qué punto las habilidades cognitivas complejas están siendo desarrolladas en conjunto con la información y conocimiento disciplinario. Es así como se construyen 15 redes abiertas de conocimiento ancladas en aprendizajes fundamentales y profundos. Por lo tanto, el diseño de las tareas evaluativas tiene el requisito de construirse para recoger lo que se ha entendido como aprendizajes centrales (plasmados en los criterios de evaluación derivados del Marco Curricular) y ser desafiantes para los estudiantes desde el punto de vista cognitivo. Por ejemplo, cuando se pide desarrollar una idea en forma escrita u oral, resolver un problema real, justificar estrategias en una indagación o investigación, proponer una explicación de un hecho o fenómeno, y otras cosas similares que pueden evidenciar habilidades complejas. A diferencia de tareas que requieren solo la reproducción del conocimiento, se privilegiarían tareas que requieren poner en juego estas habilidades. e) La evaluación es parte constitutiva del proceso de aprendizaje y enseñanza. La evaluación es parte inherente al proceso de aprendizaje y enseñanza, por lo que no debe plantearse al final del proceso sino que debe estar incorporada en sus distintas etapas. El aprendizaje es un proceso continuo, reflexivo y creativo; elaboramos nuestros propios entendimientos y constantemente los estamos contrastando con la realidad. Como la evaluación permite tanto la comprobación del propio logro como la comprensión de los errores en el proceso es una parte esencial del aprendizaje. centrada en el aprendizaje es un Una evaluación consciente y seguimiento continuo oportunidades para que todos sepan cómo están avanzando. que ofrece Busca apoyar, fortalecer y estimular el alcance de las metas y, de este modo, puede ser usada con éxito para promover los aprendizajes. Por lo tanto, se deben planificar evaluaciones desde el comienzo del proceso pedagógico, justamente para orientarlo y evitar que la evaluación se limite a ser una sanción terminal al fin de este. En términos últimos, se trata de la evaluación para el aprendizaje en vez de la evaluación del aprendizaje. 16 ALGUNAS PREGUNTAS PARA LA REFLEXIÓN El tema de la evaluación seguirá siendo un tema difícil de abordar, pues al fin de cuentas implica hacer un juicio sobre el desempeño de los estudiantes. Para que este juicio sea mejor y más fundamentado se requiere levantar buenas y suficientes evidencias. Este trabajo debe ser junto con el alumno, pues es él quien finalmente debe aprender. Las siguientes preguntas pueden ser un buen inicio para la reflexión propia y la conversación entre pares, sobre el uso que se da a la evaluación. • Cuando se encomienda un trabajo, ¿qué considera necesario saber para realizarlo con confianza? • ¿Considera adecuada la frecuencia con que evalúa el desempeño de sus alumnos? ¿ Por qué? • ¿ Qué procedimientos utiliza para evaluar a sus alumnos? • ¿ Qué criterios utiliza para observar las fortalezas y debilidades en el aprendizaje de cada uno de sus alumnos? • ¿Sus alumnos conocen y comprenden los criterios con que son evaluados sus trabajos? • ¿ Qué tipo de comentarios hace a sus alumnos respecto del resultados de sus trabajos? ¿Qué acciones deben realizar los alumnos habitualmente a partir de los comentarios hechos? • ¿ Cómo monitorea si alguno de sus estudiantes ha avanzado en el logro de ciertas competencias a lo largo del semestre, el año o el nivel? • ¿ Qué decisiones toma habitualmente, cuando ha analizado los resultados de una evaluación? ¿A quienes involucra en estas decisiones, y de qué manera? Pueden surgir muchas otras preguntas pero lo importante es reflexionar sobre la manera en que aprovechamos la evaluación para mejorar el aprendizaje de cada uno de los alumnos. 17 A fin de cuentas no hablamos de una evaluación del aprendizaje sino de una Evaluación para el Aprendizaje. 18