FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA Bernardo Campos – Luis Orellana (eds.) Documentos del III y IV Foro Pentecostal Latinoamericano y Caribeño Santiago de Chile 2012 Bogotá, Colombia 2013 1 FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA 2 FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA Fuego Que Une Pentecostalismo y Unidad de la Iglesia 3 FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA 4 FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA © Derechos Reservados Fuego Que Une. Pentecostalismo y Unidad de la Iglesia Foro Pentecostal Latinoamericano y Caribeño Telefono (511) 520-3561 Celular (511) 986.410.166 E-mail: [email protected] URL: www.foropentecostal.com Lima – Perú Setiembre del 2014 Edición Especial: 1000 ejemplares Editores Dr. Bernardo Campos (Perú) Dr. Luis Orellana (Chile) Consejo Editorial Dr. Huber Van Beek (Suiza) Ob. Richar Mendoza (Ecuador) Dr. Expedito Ferreira de Melo (Brasil) Lic. María Elena Zelada (Perú) Dr. Oscar Corvalán V. (Chile) Dr. Norberto Saracco (Argentina) Dr. David Mesquiati (Brasil) Esta publicación ha sido posible gracias al valioso apoyo del Foro Cristiano Mundial Se autoriza la reproducción de una parte o la totalidad de la obra para su uso en centros de formación teológica, siempre que se cite la fuente o se solicite los permisos correspondientes a los editores. Impreso en el Perú Printed in Peru 5 FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA 6 FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA PRÓLOGO La experiencia de un Foro Pentecostal en América Latina, como parte y contraparte del Foro Cristiano Mundial, viene dando sus frutos. Tras una caminata de tres años desde que lo constituimos en Lima, Perú, el Foro Pentecostal Latinoamericano y Caribeño (FPLyC) viene recogiendo una diversidad de propuestas y mostrando caminos de unidad hasta ahora transitados. El presente libro, titulado Fuego Que Une: Pentecostalismo y Unidad de la Iglesia, es un testimonio de la Obra del Espíritu Santo en Latinoamérica como fuego abrazador que une y quema todo pecado de división en el pueblo de Dios. Fuego Que Une entrega las ponencias presentadas en dos sub-regiones: El Cono Sur y la Región Andina. La primera parte contiene las ponencias presentadas en el Foro Pentecostal realizado en Isla de Maipo, en Santiago de Chile. El Foro de Chile reunió a iglesias del Cono Sur (Argentina, Chile, Uruguay y Paraguay) y tuvo lugar en la Iglesia Pentecostal de Chile en Isla de Maipo, del 12 al 15 de noviembre de 2012. La segunda parte presenta las ponencias la reunión subregional del Foro Pentecostal Latinoamericano y Caribeño, realizado en el Seminario Bíblico de las Asambleas de Dios, en Bogotá Colombia, del 14 al 17 de octubre del 2013. Allí se dieron cita iglesias de Colombia, Perú, Ecuador y Bolivia. La temática de ambos foros, giró en torno al tema Pentecostalismo y Unidad. En cada encuentro se pidió a los delegados de los países que presenten un somero informe sobre la situación de los pentecostalismos en relación con las experiencias de unidad. Al mismo tiempo, se discutió diversos temas relativos a la problemática de la sub región y de Latinoamérica en su conjunto. En los encuentros no solo participaron delegados de varias denominaciones pentecostales, sino también investigadores especializados en el pentecostalismo latinoamericano, en relación con su presencia y apor- 7 FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA te a la sociedad. Es el caso de la Dra. Evguenia Fediakova, historiadora por la Universidad Lomonosov de Moscú, Rusia. Cientista Política del Instituto de Economía Mundial y Relaciones Internacionales (IMEMO RAN), miembro de la Academia de Ciencias de Rusia, y catedrático en la Universidad de Santiago de Chile (USACH). En el Foro de Colombia contamos con la participación del Dr. William Mauricio Beltrán, sociólogo, doctor en Estudios sobre América Latina de la Universidad París III Sorbonne Nouvelle. Profesor asociado del Departamento de Sociología de la Universidad Nacional de Colombia, con sede en Bogotá, e investigador del Centro de Estudios Sociales (CES) de la misma Universidad. Ambos especialistas nos ayudaron a ver las potencialidades de los pentecotalismos para la unidad de la Iglesia y sus nuevas orientaciones en la vida y cultura latinoamericana y caribeña. Cabe resaltar el aporte del Dr. Huber van Beek, consultor del Foro Cristiano Mundial, promotor incansable de la unidad y compañero del camino, gracias a quien podemos presentar ahora los materiales de los foros de Chile y Colombia. Quiera Dios utilizar esta experiencia en favor de la unidad de la iglesia y del género humano. Richar Mendoza Obispo de la Iglesia de Dios del Ecuador Coordinador del Foro Pentecostal Latinoamericano y Caribeño. 8 FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA CONTENIDO PRÓLOGO.........................................................................................................7 I PARTE EL FORO PENTECOSTAL EN SANTIAGO DE CHILE.........11 1. 2. 3. 4. 5. 6. 7. Relaciones de las Iglesias Pentecostales con otras tradiciones cristianas en América Latina. .................................. 13 Juan Sepúlveda La Imagen Pentecostal en la Literatura Chilena ....................... 21 Luis Orellana Pentecostalismo y Unidad en América Latina. “Aspectos teológicos” ....................................................................... 33 Bernardo Campos Pentecostalismo y Unidad en América Latina. “Aspectos Sociales” ............................................................................ 39 Oscar Corvalán Las Caras de Pentecostalismo en América Latina: El Rol de la Mujer Pentecostal ....................................................... 57 Elizabeth Salazar Las Caras de Pentecostalismo en América Latina: La mujer en la misión de Dios......................................................... 65 María Graciela Santa Cruz Impresiones y provocaciones de un observador ...................... 93 David Mesquiati de Oliveira 9 FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA II PARTE EL FORO PENTECOSTAL EN BOGOTÁ, COLOMBIA .....103 1. 2. 3. 4. 5. 6. 7. 8. La Segunda Reunión sub-regional del Foro Pentecostal .... 105 Huber Van Beek Dialéctica de la Unidad .................................................................... 111 Bernardo Campos El Campo Religioso Peruano ......................................................... 115 Bernardo Campos Tendencias en el Pentecostalismo Peruano. ............................ 145 Pedro López Presente y Futuro del Pentecostalismo en el Ecuador ..........147 Laura Saá La Violencia Intrafamiliar. Desafío Urgente al Pentecostalismo Profético............................................................. 159 Senia Pilco La Unidad de la Iglesia en la Teología Pentecostal ................183 Yolanda Rosas Movimientos Evangélicos y Neo Evangélicos...........................193 Bernardo Campos 10 FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA I PARTE EL FORO PENTECOSTAL EN SANTIAGO DE CHILE ENCUENTRO SUBREGIONAL CONO SUR: ARGENTINA, CHILE, PARAGUAY, URUGUAY 12-15 de noviembre de 2012 Isla de Maipo (Santiago – Chile) 11 FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA 12 FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA 1. Relaciones de las Iglesias Pentecostales con otras tradiciones cristianas en América Latina. Juan Sepúlveda1(Chile) En esta introducción sobre las relaciones entre las iglesias pentecostales con otras tradiciones cristianas en América Latina, me acercaré al tema a partir de la experiencia chilena. Una razón práctica para ello es que conozco más la situación chilena, mientras que los hermanos y hermanas de otros lugares de América Latina presentes en este encuentro, conocen mejor la situación de sus propios países, y pueden compartirla en el diálogo que seguirá a mi presentación. Pero también hay un par de razones históricas. Chile ocupa un lugar históricam ente importante tanto desde el punto de vista del desarrollo del pentecostalismo latinoamericano, como desde el punto de vista del establecimiento de relaciones de reconocimiento mutuo y de algunas formas de cooperación entre iglesias pentecostales y otras tradiciones cristianas. Como ocurrió en otros lugares en América Latina y el mundo, el nacimiento del pentecostalismo en Chile, primero como un avivamiento iniciado dentro de la Iglesia Metodista Episcopal entre los años 1902 y 1909, y luego como un movimiento separado a partir del cisma producido entre 1909 y 1910, originó una primera etapa de ruptura, distancia y no reconocimiento mutuo entre la naciente Iglesia Metodista Pentecostal, y sus diversas ramas que se escindieron años más tarde, y las demás iglesias evangélicas y/o protestantes presentes en Chile. 1 Licenciado en Teología del Instituto Superior Evangélico de Estudios Teológicos (ISEDET), Buenos Aires, Ph. D de la Universidad de Birmingham, Inglaterra; Pastor Presbítero de la Misión Iglesia Pentecostal; Director de Planificación Institucional del Servicio Evangélico para el Desarrollo (SEPADE), y profesor de la Comunidad Teológica Evangélica de Chile. 13 FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA Este distanciamiento fue recíproco, es decir, por ambos lados de la relación. Del lado pentecostal, el distanciamiento fue en gran medida consecuencia del dolor que les produjo el rechazo del avivamiento por parte de las autoridades de la Iglesia Metodista Episcopal, y de las demás iglesias por entonces dirigidas por misioneros del protestantismo norteamericano. El principal líder del avivamiento chileno, Willis Hoover, también llegado a Chile como misionero, reinterpretó el dolor de la separación en términos de un llamado de Dios a mantenerse separados. En un editorial de Chile Pentecostal, Hoover escribió: “hemos sido llamados afuera de la iglesia donde estábamos, - no para ser otra igual, (si es para eso ¿para qué haber salido?) - sino para ser separada, apartada de ella y de las cosas que ella hoy adolece. Si tenemos alguna razón de ser, esa razón nos llama a una vida de separación para conservar lo que Dios nos ha encomendado”. Su crítica a la iglesia que rechazó el avivamiento era tan severa, que llegó a calificar cualquier intento de restablecer relaciones con ella, como el intento de “apegarse a un cadáver”.2 Los motivos del distanciamiento por parte de las iglesias protestantes tradicionales, se explicitan en un informe presentado por los pastores Ezra Bauman y Philip Walker ante una Conferencia Evangélica Regional, realizada en Santiago como actividad de seguimiento del “Congreso sobre la obra cristiana en América Latina” celebrado en Panamá en 1916: “Entre las iglesias protestantes chilenas se han levantado tres movimientos separatistas independientes. [...] El último corresponde al llamado movimiento pentecostal, en el cual el pastor de una de las iglesias más grandes, un misionero, lamentablemente se dejó llevar por un desequilibrio en lo religioso y ser sobrepasado por fanáticos ignorantes y a veces maliciosos. [...Este movimiento] arrastró a un gran número de gente sincera y se ha esparcido a través de dos tercios del país. Ha sido enteramente autosuficiente y durante sus seis años de existencia ha mantenido un ardiente entusiasmo que le ha permitido sobrevivir. Este movimiento, más que todos los otros, muestra que existe la necesidad de una instrucción más profunda de nuestros miembros en las doctrinas fundamenta2 El mencionado editorial fue reproducido por su propio autor en Historia del Avivamiento Pentecostal en Chile. Valparaíso: Imprenta Excelsior, 1948, p.105-116. 14 FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA les del cristianismo y una interpretación más establecida de las Escrituras”.3 Mientras en gran parte del mundo el distanciamiento entre las iglesias pentecostales y otras tradiciones cristianas, se mantuvo hasta la segunda mitad del siglo XX, en Chile se dieron tempranamente los primeros signos de reacercamiento. Por el lado de las instancias misioneras de las iglesias protestantes tradicionales, un temprano registro de un cambio de actitud hacia el pentecostalismo chileno se encuentra en una referencia de John Mackay, en su celebrado libro El otro Cristo español: “En un principio, [las reuniones del movimiento pentecostal] se caracterizaban por fenómenos extravagantes. En los nuevos convertidos se desarrolló, con todo, una pasión religiosa incandescente, y el movimiento se extendió por ciudades y aldeas con sorprendente rapidez. Al tiempo de escribir estas líneas sus adherentes suman entre diez y quince mil, o sea más del doble de los de las iglesias metodista y presbiteriana del país. Quienes han estudiado de cerca este movimiento dicen que ha producido en sus miembros el más elevado tipo de moralidad. Habiendo comenzado entre los parias de la sociedad, ha ido alcanzando a personas situadas cada vez más alto en la escala social. Los fenómenos extravagantes tienden a desaparecer de sus reuniones, y sus miembros, sin perder por ello nada de su celo incandescente por salvar otras vidas, se han hecho más normales en su experiencia emotiva y más dispuestos a cooperar con los colegas cristianos de otros grupos en aquello que es de interés para la causa común”.4 Por el lado del pentecostalismo, Hoover mantuvo su postura hasta su fallecimiento el año 1936. Pero algunos años antes, en 1932, se produjo la primera gran división dentro del pentecostalismo chileno que separó a la Iglesia Evangélica Pentecostal de la Iglesia Metodista Pentecostal, a la que seguirían otras divisiones posteriores. Mientras la influencia de la postura de Hoover de permanecer separados y no restablecer contactos 3 4 CCLA. Regional Conferences in Latin America. New York: The Missionary Education Movement, 1917, pp. 99-110, aquí p.101 México – Buenos Aires: CUPSA – La Aurora, 1988, p.257. El texto original en inglés fue escrito en 1932 y publicado el año siguiente. La primera edición en español se publicó en 1952. 15 FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA con otras tradiciones cristianas permaneció en el tiempo en la Iglesia Evangélica Pentecostal, otras nacientes iglesias pentecostales se abrieron pronto al contacto con otras iglesias evangélicas y/o protestantes. En efecto, ya durante la década de 1940 algunas iglesias pentecostales chilenas se integraron al Concilio Evangélico de Chile (CEC). El CEC se constituyó a partir de un “Comité de Cooperación de las Iglesias” en Chile - que ya existía desde la Conferencia Evangélica Regional de 1916 - con ocasión de una visita realizada en 1941por el líder misionero y ecuménico John Mott. Esta visita fue parte de cinco giras a distintas regiones de América Latina realizadas entre 1940 y 1941 por Mott junto a W. Stanley Rycroft, entonces Secretario Ejecutivo del Comité de Cooperación para América Latina5. Este programa de visitas se realizó en respuesta a una petición presentada por la delegación latinoamericana ante la Conferencia del ‘Consejo Misionero Internacional’ celebrada en Tambarán, India, en 1938. Uno de los propósitos de la visita solicitada era precisamente estimular la formación de Consejos Nacionales donde no los hubiere, y afiliarlos al ‘Consejo Misionero Internacional’ presidido por Mott6. La pertenencia al CEC también facilitó la pionera participación de pentecostales chilenos en conferencias evangélicas latinoamericanas. El primero fue el pastor Francisco Anabalón, de la ‘Iglesia Pentecostal Apostólica’, quien integró la delegación chilena ante la 1° Conferencia Evangélica Latinoamericana (CELA I), celebrada en Buenos Aires en 19497. El número de iglesias pentecostales representadas aumentó en las siguientes conferencias, y en CELA III (Buenos Aires, 1969), el mismo Anabalón y el obispo Enrique Chávez, de la ‘Iglesia Pentecostal de Chile’, 5 6 7 W.S.Rycroft. On This Foundation. The Evangelical Witness in Latin America. New York: Friendship Press, 1942, pp. 68-71. IMC. The World Mission of the Church. Findings and Recommendations of the Meeting of the International Missionary Council. Tambaram, Madras, India, Dec. 12-29, 1938. London: IMC, 1939, pp.164s. A.F.Sosa, L.E.Odell y J.Quiñones (eds.). El cristianismo evangélico en América Latina. Primera Conferencia Evangélica Latinoamericana, Buenos Aires, Julio 1949. Buenos Aires: La Aurora, 1949. 16 FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA fueron responsables de ponencias plenarias8. Lo anterior significa que a través de su pertenencia al CEC, algunas iglesias pentecostales chilenas se hicieron parte tempranamente del movimiento de unidad evangélica en América Latina, lo cual abrió el camino para el ingreso de algunas de ellas al Consejo Mundial de Iglesias (Asamblea de Nueva Delhi, 1961), y más tarde para la participación de varias iglesias pentecostales chilenas en la fundación del Consejo Latinoamericano de Iglesias (CLAI, Oaxtepec, 1978). Si bien en un principio la participación de iglesias pentecostales chilenas en el CMI, y posteriormente en el CLAI, generó una reacción crítica del pentecostalismo mundial, con el tiempo el camino abierto por el pentecostalismo chileno fue seguido por iglesias pentecostales de otros países. De esta manera, el pentecostalismo chileno contribuyó a la disminución de la distancia y los prejuicios mutuos entre el pentecostalismo y el protestantismo. Invitaría a los hermanos y hermanas presentes a compartir el impacto que este proceso de acercamiento tuvo en las relaciones entre iglesias pentecostales e iglesias evangélicas-protestantes de sus propios países. La década de los 60s fue testigo de un cambio significativo en la actitud de la Iglesia Católica frente a las demás iglesias cristianas. El Concilio Vaticano II definió las bases para las relaciones ecuménicas entre la Iglesia Católica y sus “hermanos separados”. En nuestro país, este cambio de clima se expresó en el nacimiento de la ‘Fraternidad Ecuménica de Chile’ (FRAECH), que reunió a pastores y sacerdotes de distintas iglesias, incluyendo algunas pentecostales, dispuestos a promover encuentros de oración, reflexión y celebración común. La participación evangélica en esta instancia fue estimulada por la presencia en Chile de la sede de UNELAM (Unidad Evangélica Latinoamericana), organismo creado para dar seguimiento al proceso de los congresos evangélicos latinoamericanos (CELAs). Cuando más tarde el nuevo Presidente electo, Dr. Salvador Allende, solicitó al Cardenal Silva Henríquez darle un carácter ecuménico al Te Deum que se celebraría con ocasión de la asunción del 8 CELA III. Deudores al mundo. Informes - Comentarios de la III Conferencia Evangélica Latinoamericana. Montevideo: UNELAM, 1969. 17 FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA mando, la FRAECH ya estaba disponible para organizarlo. Del deseo de Allende de celebrar un acto religioso que reflejara mejor el pluralismo y la diversidad religiosa del país, y de la decisión del Cardenal Silva de abrir ese espacio, nació el nuevo carácter ecuménico del tradicional Te Deum del 18 de septiembre.9 De igual modo en que la FRAECH generó el espacio para los primeros contactos entre algunas iglesias pentecostales y la Iglesia Católica Romana, también fue el espacio para el contacto con las Iglesias Ortodoxas presentes en el país, en particular, con el Patriarcado de Antioquía. Aunque el espacio abierto por la FRAECH estaba limitado a los líderes que participan en sus reuniones ordinarias, y en una agenda periódica de liturgias y oraciones ecuménicas (Te Deum Ecuménico , Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos, otras ocasiones especiales), también puede señalarse un resultado más permanente de estos relaciones: Como resultado del trabajo de una Mesa Teológica ecuménica convocada bajo los auspicios de la FRAECH, el año 1999 varias iglesias, incluyendo algunas pentecostales, firmaron un “Documento de Reconocimiento Mutuo del Bautismo”. También en este caso, la experiencia local chilena se proyecta a un nivel latinoamericano a través del CLAI. En este contexto cabe mencionar que el CLAI se coordinó con la Sección de Ecumenismo y Diálogo Interreligioso del Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM) de la Iglesia Católica, para convocar y organizar el “Encuentro Católico-Pentecostal Latinoamericano y Caribeño”, realizado en Quito, Ecuador, del 12 al 14 de Mayo de 1998, con la presencia de 40 participantes provenientes de 16 países de la Región. En el Mensaje a las Iglesias de este encuentro los participantes afirmaron: “Con grata sorpresa hemos descubierto la belleza de nuestras distintas tradiciones eclesiales, que tienen la misma raíz en el único Señor (Ef 4:46), presente y vivo, ayer, hoy y siempre (Hb 13:8). (…) Nos comprometemos a buscar juntos, nuevos y permanentes caminos de encuentro con la 9 Cf. Humberto Lagos. Crisis de la esperanza. Religión y autoritarismo en Chile. Santiago: Presor-Lar, 1988, pp.61-66. 18 FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA convicción de que hemos sido llamados por Jesucristo para interpretar el Kairós Latinoamericano y con la fuerza del Espíritu compartir la misión y responder así a la oración de Jesús que todos sean uno, para que el mundo crea”. Sin embargo, no tengo constancia de que haya habido esfuerzos serios para dar continuidad a este primer encuentro en el nivel latinoamericano, y tampoco en Chile. Invitaría a los hermanos y hermanas de otros países presentes a compartir acaso en sus propios contextos ha habido algún tipo de seguimiento del diálogo pentecostal-católico. Bibliografía Willis Hoover, Historia del Avivamiento Pentecostal en Chile. Valparaíso: Imprenta Excelsior, 1948 CCLA. Regional Conferences in Latin America. New York: The Missionary Education Movement, 1917. México – Buenos Aires: CUPSA – La Aurora, 1988 W.S.Rycroft. On This Foundation. The Evangelical Witness in Latin America. New York: Friendship Press, 1942. IMC. The World Mission of the Church. Findings and Recommendations of the Meeting of the International Missionary Council. Tambaram, Madras, India, Dec. 12-29, 1938. London: IMC, 1939 A.F.Sosa, L.E.Odell y J.Quiñones (eds.). El cristianismo evangélico en América Latina. Primera Conferencia Evangélica Latinoamericana, Buenos Aires, Julio 1949. Buenos Aires: La Aurora, 1949. CELA III. Deudores al mundo. Informes - Comentarios de la III Conferencia Evangélica Latinoamericana. Montevideo: UNELAM, 1969. Humberto Lagos. Crisis de la esperanza. Religión y autoritarismo en Chile. Santiago: Presor-Lar, 1988 19 FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA 20 FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA 2. La Imagen Pentecostal en la Literatura Chilena Luis Orellana10 (Chile) Resumen El propósito del presente trabajo es desarrollar un análisis sobre la imagen social y cultural del ser pentecostal en la literatura chilena. Los novelistas que describen a los evangélicos en sus obras son reducidos, sin embargo los ubican y describen junto a la realidad de los sectores populares y marginales entre los años 30, 40 y 60 del siglo XX. La idea es un primer acercamiento las imágenes del pathos y ethos de pentecostales en el mundo popular y marginalidad social. Para alcanzar el objetivo concentramos nuestro análisis en los autores Hernán Rivera Letelier novelistas que durante los últimos 20 años ha incorporado a los evangélicos pentecostales en su narrativa como la novela “Himno del Ángel Parado en una Pata” publicado en 1996 donde centramos nuestro análisis. El otro autor es Nicomedes Guzmán: novelista de la llamada Generación del 38 en su obra “La sangre y la esperanza”: 1943, correspondiente al realismo social. El capítulo “La palabra de Dios” describe cómo acontece la vida de una pequeña comunidad religiosa pentecostal al interior de un conventillo. Palabras claves: pentecostal, religión, culto, literatura, popular. Introducción El pentecostalismo desde las ciencias humanas y teológicas se puede definir como un movimiento de religiosidad popular evangélica, de 10 Dr.© Luis Orellana. Instituto de Estudios Avanzados (DEA) de la Universidad de Santiago de Chile (USACH). Becario CONICYT. Es miembro fundador del Centro Evangélico de Estudios Pentecostales (CEEP) y de la Red Latinoamericana de Estudios Pentecostales (RELEP) 21 FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA raíz protestante con más de cien años de existencia en la sociedad chilena, sin embargo su origen y desarrollo ha sido silencioso cuyo proceso de legitimidad social no exento de críticas, oposición y discriminación. No obstante, este escenario ha evolucionado significativamente tanto en la percepción que hoy se tienes de los pentecostales y como al interior del movimiento se ha estructurado, jerarquizado su conducción, y asimismo, como se hace evidente el marcado interés de sus líderes (especialmente pentecostales) por estrechar vínculos con el poder político. Esto último se demuestra cada año en las reiteradas pugnas entre obispos y pastores por el control Tedeum evangélico, servicio religioso que se desarrolla en el mes de septiembre desde 1975 en la Catedral Evangélica y que es llevado a todo el país por Televisión Nacional de Chile. También, está el día nacional de las iglesias evangélicas chilena donde se dan encuentros explícitos de mutuos reconocimientos entre el poder político y los pastores evangélicos. Estos actos, ya son parte de los programas oficiales, tanto en la Moneda como en el Parlamento. Por otro lado, y distantes de los centros de poder, la experiencia religiosa pentecostal fundante y originaria se reproduce permanentemente y en forma silenciosa en el mundo marginal y popular cuya ubicación preferencial se de en la periferia de las ciudades y sectores rurales de la sociedad chilena. Esta presencia evangélica y pentecostal casi paradojal se ha insertado y legitimado en la cotidianidad del pueblo chileno formando parte de su cultura. La idea de esta presentación, es describir en forma parcial y desde la literatura como la religión pentecostal en Chile se instaló en el mundo popular como parte de una sociedad marcada por la pobreza y la marginalidad urbana y semiurbana, hecho que se dio en una fuerte tensión ideológica cultural entre los distintos actores sociales del bajo pueblo, pobre y creyente. El propósito del presente trabajo de tipo más bien ensayístico es desarrollar un análisis sobre las imágenes del pathos y ethos del ser pentecostal que se da en la literatura chilena. Los novelistas Nicomedes Guzmán y Hernán Rivera Letelier y que juntos con abordar la realidad de los sectores populares y marginales entre los años 30 al 60 del siglo XX respectivamente, también en su narrativa incorporan parte de la 22 FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA vida de las comunidades pentecostales que como grupo religioso integradas por personas del bajo pueblo buscan un espacio en la sociedad chilena. Para alcanzar el objetivo concentramos nuestro análisis primeramente en la obra de y Nicomedes Guzmán y luego en la de Hernán Rivera Letelier Nicomedes Guzmán y su obra “La sangre y la esperanza” Nicomedes Guzmán nacido en Santiago el 25 de junio de 1914, considerada una novelista de la llamada Generación del 38 en su obra “La sangre y la esperanza”: 1943, correspondiente al realismo social. A través de la mirada de un niño Enrique Quilodrán, emergen la cruda miseria de los viejos conventillos de un de los tantos barrios de Santiago de los años 30 y 40. La narrativa centra su foco de interés en forma especial en la acción de aquellos que luchan por una vida digna de seres humanos. Entre esos paisajes, de sangre y esperanza aparecen los pentecostales inserto en el capítulo “La palabra de Dios” y donde en forma detallada describe cómo acontece la vida de una pequeña comunidad religiosa pentecostal al interior de un conventillos. Nicomedes Guzmán aunque de orientación marxista es el primer y único novelista chileno de los años 30 y 40 que en sus obras hace referencia a los pentecostales. La Generación Literaria de 1938, conocida también como Generación Literaria de 1942, evidenció el interés de los creadores por reflexionar sobre temas sociales, históricos y políticos. En este sentido, los creadores de este movimiento pertenecieron al mundo popular y se sintieron cercanos al marxismo –a lo menos un gran número de ellos-, sus obras pusieron el énfasis en la problemática social, propiciaron la apertura de parcelas literarias en las regiones del país, el centro de sus creaciones fue el hombre y la constante lucha contra la naturaleza y la explotación humana. Nicomedes Guzmán, es uno de los miembros más destacados de la Generación del 38. Quizás el único integrante de extracción proletaria, participó activamente tanto en acciones cívicas como de la creación literaria. Su novela principal, La sangre y la esperanza, situada históricamente en el conflicto de la huelga de los tranviarios de la década de 1930, es una 23 FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA obra capital al momento intentar captar una panorámica de una variada tipología social. Su contacto directo con la miseria despertó una gran rebeldía y un genuino anhelo de justicia; hizo que su narrativa profundizara, además, en la sicología de los personajes, para buscar así las raíces de sus resentimientos y conductas violentas. Escritor inaugural de una nueva visión de la marginalidad, reviste el mundo narrado bajo un prisma de esperanza y redención histórica en la que también arrima lo que pudo captar de la pentecostalidad chilena balbuceante. Hernán Rivera Letelier y su novela “Himno del ángel parado en una pata” Hernán Rivera Letelier: Aunque nació en Talca, se crio y vivió hasta la edad de 11 años en una de las oficinas salitreras, en el norte de Chile. Debido al cierre de Humberstone, sus padres se trasladaron con sus cinco hijos a Antofagasta, donde a las dos semanas de llegar muere su madre, víctima de la picadura de una araña de los rincones. Entonces, la familia decide volver a las salitreras: "Los hermanos menores de Hernán se fueron con las hermanas casadas de vuelta a una salitrera, pero el 'tímido rebelde o rebelde tímido' —según su propia definición— se negó a partir y decidió quedarse solo en la ciudad, viviendo en una suerte de ruca instalada en el patio de una iglesia evangélica. El padre, que trabajaba en una mina y regresaba cada 15 días, lo comprendió y dejó que buscara su rumbo". Se ganaba la vida vendiendo diarios; le alcanzaba para comer e incluso para ir al cine: "Como en Algorta no me dejaban ir, aquí me hice un cinéfilo crónico” afirmara más tarde. Rivera Letelier es tendencia agnóstica. Al respecto dice: "Yo tuve una infancia muy religiosa. Mis padres eran evangélicos y pasaban en la iglesia rezando, orando y cantando. Llegó un momento en que dejé de creer en todo eso", y bromea, refiriéndose a su éxito como escritor: "Yo no creo en Dios, pero creo que Dios cree en mí". Rivera Letelier, es uno de los novelistas que durante los últimos 20 años ha incorporado a los evangélicos pentecostales en sus obras literarias. Rivera Letelier, en todas sus novelas, arrima, avecina e introduce sendos pasajes que dan cuenta del individuo pentecostal con una 24 FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA considerable dosis de pasajes autobiográficos lo que permite al lector captar con facilidad el colorida, dramatismo y vincular las historias narradas con la cultura religiosos popular como es el pentecostalismo. Aquí y para nuestro objetivo, concentraremos el análisis en su novela Himno del ángel parado en una pata publicado en 1996, obra traducida a varios idiomas. Esta es su segunda novela después de la Reina Isabel cantaba rancheras, novela con la que se consagra como novelista reconocido a nivel internacional. El estilo de su sagas está marcado por la descripción de personajes he historias del hombres, mujeres e infantes que habitan el norte del país y cuyo telón de fondo es el desierto chileno que describe en toda su majestuosidad. Entre los personajes aparecen las prostitutas, el niño amante de las películas y música mexicanas, pero también en el otro extremo están los predicadores pentecostales con sus sermones, himnos y predica proselitista y apocalíptica. Rivera Letelier en Himno del ángel parada en una pata narra la vida un niño pobre: Hidelbrando del Carmen, hijo de padres pentecostales que viven en Antofagasta. Su vivienda, de construcción precaria y miserable está pegada a la pared de un templo pentecostal desde donde el infante capta y describe con el máximo de destalles sobre lo que ocurre al interior del santuario pentecostal. Además, en todas su novela están presente mediante apariciones relámpagos las formas como los fieles viven y expresan su religión la que se entrecruzan con los esfuerzo por la sobrevivencia marcada por la aridez del desierto. También, mediante el uso recurrente de metáforas asocia permanentemente a los actantes de su obra con personajes bíblico o historias religiosas escuchadas, captadas y aprendidas tanto en la iglesia pentecostal o en el seno de su familia seguidora de la secta pentecostal ampliamente detallada por el autor. Cuatro características sobre la representación de los pentecostales: El espacio del culto: Este no está separado ni distante del habitad del ser pentecostal. En la obra de Guzmán está en el seno del conventillo, como lo sostiene el Profesor Miguel Ángel Mansilla en su tesis doctoral “más tarde la prolongación del conventillo lo serán las poblaciones 25 FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA marginales: La Legua, La Victoria, La Bandera, Los nogales, José María Caro, etc”. En la obra de Rivera Letelier está en la habitación contigua, tanto en las Oficinas Salitreras ubicadas en el corazón mismo del desierto como también en la periferia del Antofagasta. En el caso de Rivera Letelier describe en su novela como el patio del sitio donde está emplazado el templo, también, sirve para que dos o tres familias puedan vivir temporalmente en improvisadas ranchas. El espacio en la narrativa se caracteriza e identifica con un lugar donde solo asiste el bajo pueblo, no hay lugar para la ostentación. Pues como los describiré Tennekes: “El mensaje pentecostal es comprendido y aceptado por los humildes y es lógico que así sea. En un estrato social que sufre mayores riesgos de enfermedades… donde el alcoholismo representa una tragedia que aniquila literalmente a miles de individuos y familias, y donde abundan los problemas hogareños, los pentecostales proclaman que la fe en Dios derrota los males físicos y… puede hacer que los hombres abandonen los vicios, asuman sus responsabilidades hogareñas e inicien una vida nueva”. Este tipo de personas son las crean los espacios donde practicar la fe pentecostal y constituir la bases para ser una comunidad sanadora, orante y conquistante como lo puntualiza Lalive d’Epinay en su clásico libro el Refugio de las Masas. (Lalive, 1968: 81-88) Los personajes: En ambas narrativas el personaje principal es un niño. Los autores construyen los relataos desde el recuerdo de su infancia la que está situada en el mundo de la pobreza. En el caso de Guzmán se localiza en Santiago en uno de los conventillos del barrio Mapocho. En el caso de Letelier es el desierto nortino. Ambos autores beben y se nutren de sus experiencias y recuerdo de la infancia. “Dicen lo que han visto y oído” esto hace que sus narrativas sea vivaz y encuentre empatía en sus lectores. Rivera Letelier, fue de familia pentecostal. Guzmán, compartió el conventillo con los pentecostales se refiere a ellos “como los evangélicos de la pieza siete... ahora los hermanos seguramente venían de una reunían pública. Una vez por semana salían en misión évangelizadora… Este día, las esquinas, desde el atardecer hasta las diez de la noche, se encendían con la "palabra de Dios", transmitida al suburbio a través de la voz apasionada y temblorosa de algún protestante” (Guzmán, 1944/1999: 79-80) La imagen que ambos autores 26 FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA proyectan en sus relatos sobre los pentecostales es coincidente con las del antropólogo holandés Tennekes, quien en 1975 hace referencia a la relación entre la religiosidad pentecostal y los problemas cotidianos de los pobres, donde la propuesta religiosa del grupo se extiende a todos los aspectos de la vida social de las personas. Es interesante, la siguiente caracterización que hace Tennekes: “Los pentecostales constituyen un espectáculo común en los barrios y poblaciones populares de las ciudades y pueblos del país. En cada esquina, pequeños grupos proclaman a pleno pulmón el Evangelio, para después reagruparse, cantando con guitarras y mandolinas, y marchar juntos hacia el templo” (Tennekes, 1985: 18) Las creencias religiosas: son presentadas por el grupo con una profunda convicción, las que están mediadas por una experiencia religiosa y que ha significado un cambio no solo de las creencias anteriores, sino que una nueva actitud frente a la vida. Esto se expresa en los testimonios de los actores segundarios. Los relatos bíblicos, las letras de los himnos, la descripción de los sermones, los cultos, las tareas de hacer proselitismo, el rito, etc. Esto últimos permite articular el imaginario religioso popular –pentecostal- con el cual interviene el mundo de los pobres desde adentro con su mensaje que invita al cambio y una nueva forma de asumir la vida. Es una fe que se comunica a los “cuatro vientos”. Rivera Letelier en uno de sus pasajes lo narra de la siguiente manera: Aquella tarde, los hermanos y hermanas parecían todos rebosantes de la gracia de Dios. Habían predicado la Palabra más inspirados que nunca, habían repartido más tratados evangelizadores que en toda la semana y, bajando por calle Peñuelas, encaminados ya directamente hacia la iglesia en una gran procesión interminable, el "Venid, pecadores, Jesús os salvará", marcial himno de guerra de los predicadores, resonaba en el aire glorioso y espeluznante. Todos cantaban como tomados por el Espíritu Santo, como si fuese el propio día del juicio final, el esperado día de la majestuosa segunda venida del Señor. Una estival brisa de júbilo hacía ondear el largo cabello de las hermanas jóvenes y un crepúsculo rojo, grande, bíblico, cuyos 27 FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA resplandores se reflejaban en las brillantes bicicletas de los misioneros, un crepúsculo que en el horizonte del mar semejaba un apocalipsis en tecnicolor y cinemascope, los hacía sentir como marchando de frente hacia la mismísima gloria de Dios. (Rivera, 2010: 56) Lo que se destaca de esta observación es el rol de los cantos o música en la configuración de la presencia pentecostal dentro del contexto urbano. Al respecto Cristian Guerra señala el siguiente: Tres puntos se pueden desprender al respecto. Primero, mediante sus cantos tanto en el punto de predicación (el lugar en la ciudad donde realizan su proclamación)” como en su marcha procesional hacia el templo (una costumbre que devela, como afirman Willems y Tennekes, su vínculo con la religiosidad popular), los pentecostales afirman su presencia e identidad en la ciudad o en el vecindario. Segundo, esta actividad musical contribuye a su vez a la configuración de las propias estructuras sonoras de la ciudad, lo que Juan José Carreras considera como orientación básica de una musicología urbana. Y tercero, se abre la interrogante acerca del papel que la música, más concretamente el estilo musical de ejecución de los cantos, juega en la “comprensión del mensaje pentecostal (Guerra, 2009: 3-4) El grupo: Los pentecostales son representados por los autores como un núcleo social que luchan por la sobrevivencia humana y que están a la par con las mutuales, sindicatos, movimiento obrero, etc. grupos que asumen ideologías políticas revolucionarias. Aunque con estos, en determinados momento entran en tensión. A las críticas y oposición que debe enfrentar los pentecostales de este sector, podríamos decir desde sus inicios en 1909 responde con el silencio como estrategia para apelar a la conciencia y los sentimientos de quienes los juzgan. Esta actitud de los pentecostales bien puede ser asociada al concepto griego de pathos. Según la filosofía de Aristóteles, pathos es un vocablo que puede tomar varias significaciones. Es uno de los tres modos de persuasión en la retórica (junto con el ethos y el logos), En la Retórica de 28 FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA Aristóteles (libro 1, 1356a), el pathos es el uso de los sentimientos humanos para afectar el juicio de un jurado. En este sentido se puede decir que es crear en la audiencia un sentimiento de aceptación o rechazo hacia el sujeto juzgado, al margen del hecho que se está juzgando es, en el sentido etimológico de la palabra, crear un argumento patético. Se puede utilizar este término para referirnos al sufrimiento humano normal de una persona; el sufrimiento existencial, propio del ser persona en el mundo y contrario al sufrimiento patológico o mórbido. Significa también pasión, desenfreno pasional no patológico pero inducido. En la crítica artística la palabra pathos se utiliza para referirse a la íntima emoción presente en una obra de arte que despierta otra similar en quien la contempla. Se puede definir como: «todo lo que se siente o experimenta: estado del alma, tristeza, pasión, padecimiento, enfermedad». La actitud de los pentecostales antes la criticas las burlas y el rechazo a su propuesta religioso alternativa al catolicismo y protestantismo los llevo intuitivamente adoptar la estrategia de responder con el silencio, es decir dar paso al pathos pentecostal. Veamos como Guzmán narra el siguiente episodio: La fe era en sus corazones como una seda nacida de los más tersos capullos o podía ser también como un puño firme desafiando a la maldad. —¡Canutos, canutos malditos! — rumoreaba alguien a sus espaldas—. ¡Canutos farsantes! Pero ellos no oían. La lógica de una lucha en que tenían puesto todo su corazón y toda su conciencia los hacía enteros. Cumplían con una función en la vida: luchaban y en su lucha inútil, eran felices. Ven a Él, pecador, que te espera tu buen Salvador... Ven a Él, pecador,que te espera tu buen Salvador —¡Farsantes, farsantes! ¡Locos, locos! Los gritos de la beata fueron perdiéndose al fondo de la galena. Los evangélicos, como si 29 FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA nada hubieran oído, depositaban toda su fe, como en una alcancía musical, en los versos del himno: Nunca los hombres cantarán nunca los ángeles de luz más dulce nota entonarán que el nombre de Jesús... En la calle un borracho alzaba los dedos protuberantes de unas palabras obscuras, hediondas. La noche continuaba llena de traqueteos tranviarios. (Guzmán 1999: 79-83) Los ataques al pentecostalismo desde sus inicios fueron constantes. En sus primero 30 0 40 años de presencia se les identifico en forma peyorativa y despectivamente con el apodo de “Canutos”, fanáticos e ignorantes. Ante la intransigencia religiosa y los ataques ellos y ellas utilizaron el silencio, es decir recurren al método de la no violencia activa. A modo de conclusión Los hábitos y costumbre logrados por el pentecostalismo fue una contante creación genuina y necesaria para su cosmovisión religiosa. Desde el momento que el pentecostalismo se organizó en comunidades, sintió la necesidad imperiosa de crear reglas para regular su comportamiento y permitir modelar así su carácter y compartiré su propuesta religiosa. Propuesta que concibo el rechazo casi de todas partes, en especial del mundo popular, el purpurado católico y también de los intelectuales comunistas. El gritos callejero fue uno de los instrumento comunicacionales más recurrido por el movimiento conocidos son los textos bíblicos y el testimonio del cambio de vida producido por la fe pentecostal se transformó en el punto de enganche para alcanzar las masas popular y disputarle palmo a palmo a les sectores de izquierda o marxistas sus adherente, tanto así, que el propio Volodia Teitelboim compara a los líderes sindicales con los predicadores pentecostales: 30 FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA “…donde se daban consejos en nombre del comando a grandes voces como predicadores evangélicos” (Teiltelboim 1952: 226). Este pentecostalismo, que en nuestro caso Nicomedes Guzmán y Hernán Rivera Letelier narran y describen es sus obras, es decir nos comparten un acercamiento literario, como se configuro el “ethos pentecostal” como un rostro eminentemente, pobre y popular y una propuesta religioso clara y convincente para el bajo pueblo. Bibliografía Guerra, Cristian. (2009) La música en el Movimiento Pentecostal de Chile (1909-1936): el aporte de Willis Collins Hoover y de Genaro Ríos Campos. Este artículo es el producto final del proyecto Nº 67930 del Fondo de la Música 2008 en su línea de Fomento a la Investigación de la Música Nacional, llevado a cabo entre septiembre de 2008 y enero de 2009. Guzmán, Nicomedes 1944/1999. La sangre y la esperanza. “La Palabra de Dios”. Editorial Lom. Santiago. Chile. Lalive d’Epinay, Cristian. 1968. El refugio de las masas: estudio sociológico del protestantismo chileno. Editorial Pacífico. Santiago de Chile. Mansilla, Miguel Ángel. (2011) Muerte, milenio y secularización: Representaciones de la muerte en el pentecostalismo chileno (1909 al 2009). Tesis para optar por el título de Doctor en Antropología Sociocultural Universidad de Tarapacá, Universidad Católica del Norte Arica- San Pedro de Atacama. Chile Orellana, Luis. 2006. El Fuego y la Nieve. Historia del Movimiento Pentecostal en Chile 1909-1932. Ceep Ediciones. Concepción- Chile. Rivera Letelier, Hernán. 2010. Himno del Ángel parado en una pata. Editorial Alfaguara. Santiago. Teitelboim, Volodia. 1952/2002. Hijo del Salitre. Editorial Lom. Santiago. Chile 31 FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA Tennekes, Hans. 1985. El movimiento pentecostal en la sociedad chilena. Iquique: Subfacultad de Antropología Cultural de la Universidad Libre de Ámsterdam y Centro de Investigación de la Realidad del Norte. Willems, Emilio. 1967. Followers of the new faith. Culture, change and the rise of protestantism in Brazil and Chile. Nashville: Vanderbilt University Press. 32 FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA 3. Pentecostalismo y Unidad en América Latina. “Aspectos teológicos” Bernardo Campos11 (Perú) La afirmación de la unidad espiritual de la iglesia 1. La unidad de la iglesia es una de las marcas de la iglesia cristiana de los primeros siglos, junto con la santidad, la catolicidad y la apostolicidad. 2. La búsqueda de la unidad de la iglesia es un mandato divino, no una opción (Ef. 4) 3. Como sabemos, la unidad de la iglesia tiene dos lados: una visible y otra invisible. A nosotros nos toca afirmar la visible, ya que el Espíritu Santo anima la invisible. No nos mueve un espíritu ecuménico; de hecho la búsqueda de la unidad es posible gracias al ecumenismo del Espíritu. La Unidad Pentecostal, estrategia y aporte a la unidad de la iglesia en perspectiva de Reino 1. Estoy convencido que necesitamos trabajar duro por el encuentro entre pentecostales, pero no estaría muy animado a hablar de un ecumenismo puramente pentecostal. Siendo una mayoría dentro de una minoría protestante en LA, debemos recordar que no somos los únicos, somos parte de un gran pueblo de Dios extendido en la historia y la geografía mundial. 2. Entender que somos solo uno de los miembros del cuerpo de Cristo nos librara de absolutizar nuestros pentecostalismos 11 Doctor en Teología por la Rhema University (USA); Master en Ciencias de la Religión por la Universidad Nacional Mayor de San Marcos; Lic. En Teología por el Instituto Universitario ISEDET (Antes Instituto Superior Evangélico de Estudios Teológicos) de Argentina. Pastor de la Iglesia Catedral del Espíritu Santo en San Isidro, Lima, Perú. 33 FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA para dar paso a una PENTECOSTALIDAD universal. Es decir a una experiencia de todo el cristianismo con el Espíritu Santo. 3. El encuentro pentecostal debe entenderse solo como un mecanismo, una mediación, un espacio para el foro sobre los asuntos del Reino de Dios que son comunes a todos los miembros de la fe cristiana. No sobre la Iglesia (hacia adentro) sino sobre el Reino de Dios (hacia afuera, la misión). Posibilidades y limitaciones del FPLyC Creo que el Foro Pentecostal Latinoamericano en ese sentido es un regalo de Dios para la Unidad de la Iglesia en América Latina. Tiene, como todo proceso, posibilidades y limitaciones. LAS POSIBILIDADES. Por ser un proceso ecuménico amplio, y una plataforma de dialogo 1. Podría y debería evitar el monopolio de alguno de los pentecostalismos. Tiene que favorecer la diversidad al interior de los pentecostalismos. Sepamos aprovechar mejor este espacio como un don de Dios. 2. De ahí la necesidad e importancia de abrir el abanico a otros movimientos de espiritualidad. Me refiero a: Los Protestantismos ~Pentecostalizados~ Catolicismos Carismáticos, Ortodoxos Pentecostales, Incluso, Pentecostales ~despentecostalizados~ PARA LA DISCUSION: ¿Qué es propiamente lo pentecostal? ¿Cómo identificarnos, como identificarlos? ¿Cuáles son los criterios de discernimiento de la fe común y de identidad social pentecostal? Siguen vigentes las “notae” de la iglesia, pero se requiere redefinirlas: Unidad, Santidad, Apostolicidad, Catolicidad… ¿Pen- 34 FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA tecostalidad? Si, una pentecostalidad bien entendida incluye esas cuatros notas de la iglesia universal. 3. Este Foro es un espacio excelente a) para informarse sobre la realidad de los pentecostalismos que son concreciones históricas de la pentecostalidad sin agotarla, b) para dialogar sobre nuestros ministerios, c) para articular propuestas de misión comun, y, quien sabe, d) para dar organicidad (en el sentido de un organismo vivo) como una red de relaciones a niveles local, regional, incluso continental. 4. La “latinoamericanidad” del foro no debe quedarse únicamente en una configuración limítrofe, de demarcación territorial, continental, o lingüística frente a otras latitudes como la asiática, africana, etc. Tiene también una dimensión identitaria, de ethos cultural, idiosincrática, de proyecto político, de unidad como patria grande. LAS LIMITACIONES Entendida más bien como acciones prohibitivas o como peligros latentes. 1. 2. 3. 4. 5. Convertir el Foro en una institución ecuménica burocratica seria repetir un error Hacer del Foro un medio para reivindicaciones sociales buscando financiamiento para sostener proyectos, seria materializar o monetarizarlo Politizar el Foro u orientarlo ideológica y tendenciosamente seria desvirtuarlo Hacer del foro un espacio exclusivo para un tipo de pentecostalismo en detrimento de otros seria sectarizarlo No respetar la diversidad de género (afianzaría el patriarcalismo), diversidad étnica (seria discriminatorio), distanciarse de las otras tradiciones confesionales o ignorar la complejidad de las experiencias religioso-culturales seria desaprovechar los beneficios de la interculturalidad. 35 FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA La pentecostalidad generadora de la unidad: de la iglesia y anticipo de la unidad del género humano. 1. Precisamente la Pentecostalidad, a juzgar por el libro de los Hechos, a) es un kairós y b) es un suceso del Espíritu que se materializa en el cronos en forma de comunidades carismáticas que se expande de Oriente a Occidente, c) edifica la iglesia porque el Senior añade cada día los que han de ser salvos y d) hace posible la comunidad del Reino como comunidad solidaria que se funde (no se confunde) con el pueblo (Hch 4). 2. La consecuencia o el milagro de Pentecostés consistió precisamente en el milagro de la comunicación entre diferentes (xenolalia, una forma de glossolalia) superando las barreras lingüísticas y culturales. En Pentecostés la comunidad apostólica incluye a las mujeres. Es por lo tanto a) Una comunidad de varones y mujeres que en equidad espera el cumplimiento de la promesa del Padre (hijos e hijas del Padre); b) Un ejemplo de solidaridad mecánica y orgánica entre pobres y pudientes, ya que ~en aquellos días no había pobres entre ellos porque los que tenían bienes los vendían y lo ponían a los pies de los apóstoles y estos lo repartían entre los necesitados~ c) Una comunidad escatológica que se ubica al filo del tiempo entre el comienzo de la nueva fe (en los postreros días) y el anticipo del final del cosmos (cuando la luna y el sol colapsan) 3. Pentecostés es además un evento que suscita una Hermenéutica del Espíritu que, a la luz de las Sagradas Escrituras (la profecía de Joel, a) Lee los signos de los tiempos (el viento recio del día de Pentecostés), b) Explica su sentido en una dimensión teologal (responde a la pregunta ~¿qué significa esto? c) Invita a una decisión ética (~varones hermanos, ¿y ahora que haremos?~) d) Impele a una praxis consecuente (arrepentíos y bautícese cada uno para perdón de los pecados) con resultados en la vida de cada uno (~aquel día se añadieron como 3000 personas~) 4. Proféticamente en Pentecostés estuvieron reunidos todas las naciones bajo el cielo simbolizando la universalidad del 36 FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA género humano, judíos, prosélitos (simpatizantes) extranjeros en su propia tierra, pero unidos para celebrar la pascua como liberación de la esclavitud. 5. El evento de Pentecostés tiene un carácter de Promesa cósmica porque es ~para toda carne~, es decir, ~para nosotros y para los que están lejos y para cuantos el Senior nuestro Dios llamare~ 6. Es por lo tanto un movimiento del Espíritu que empuja la historia hacia el fin (telos) de los tiempos (Hch. 2ss) Finalmente, diremos que la Pentecostalidad como fuerza del Espíritu que sobrepuja desde el reverso de la historia humana, con sus sinsabores y falencias, debilidades y amenazas, fortalezas y oportunidades, nos demarca un horizonte de esperanza y un destino glorioso. 1. El camino que sigue es ciertamente pedregoso, pero seguro; sacrificado, crucificado, pero con promesa de Gloria (theología crucis, theología gloriae) 2. No sabemos si un día llegaremos a un cristianismo sin religión (como avizoró Bonhoeffer) o si volveremos al movimiento de Jesús, menos institucional, pero todo apunta hacia un cristianismo que vivificado por Cristo, es cada vez menos confesional y más proactivo. 3. Me anima la idea que vamos de regreso al Padre, al encuentro definitivo con El, cuando toda lengua, tribu y nación este de pie ante el Padre para adorarlo. Ese “u-topos” donde ni las denominaciones ni las confesiones importarán más. Donde todos, en común unidad, mujeres, varones, niños, jóvenes, adultos y ancianos, tierra, mar y cielo, naturaleza y cosmos, todo ser creado, como conciudadanos de su único reino, le adoremos para siempre. ¡Aleluya! 37 FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA 38 FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA 4. Pentecostalismo y Unidad en América Latina. “Aspectos Sociales” El Futuro del Pentecostalismo a partir del Marco Socio-Demográfico y Cultural Oscar Corvalán12 (chile) El presente artículo, busca formular un conjunto de preocupaciones, reflexiones sobre la relación a la que han llegado las iglesias pentecostales con la sociedad chilena en la que se insertan; asimismo, el futuro del pentecostalismo a partir del marco socio-demográfico y cultural en que se desarrolla el país y la región latinoamericana. El medio sociocultural en que se desenvuelven las iglesias pentecostales, podría aportar elementos para explicar el éxito o fracaso de su misión. Desde el punto de vista demográfico, durante un el siglo XX los pentecostales chilenos han pasado de representar una minoría social y estadísticamente insignificante del 1,4% en 1920 a más del 15 % de la población adulta a fines del siglo. Los datos del censo nacional 2012 no se encuentran procesados y disponibles. Pero, a partir del Censo 2002, se señala que Chile cuenta con 15.116.435 de habitantes, de los cuales mayores de 15 años eran 11.226.309 y un 15,14% de esa población se declara evangélica. No obstante, la distribución relativa de los evangélicos varía mucho en la quincena de regiones en que se divide el país. Mientras en la macro región del Norte Chico llegan al 9%; en el Norte Grande suben 11.4%; en el Centro llegan al 12.1% y en el Sur aumentan a su representación a casi el doble llegando al 23.2%; pero luego en la macro región Austral bajan al 11.2%. En la zona centro y sur del país, junto con concentrar la poblacional nacional, existe también los más altos porcentajes de evangélicos. En especial las Regiones, Metropoli- 12 El Dr. Oscar Corvalan V. es sociólogo tiene un Ph.D. en la Universidad de Toronto, Canadá y es miembro de la Iglesia Pentecostal de Chile. 39 FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA tana: Santiago; VII Región del Biobío; la IX Región de la Araucanía y la X Región de los Lagos, que concentran 9.865.232 habitantes. La distribución a nivel nacional de la presencia de los evangélicos puede variar en más de 20 puntos porcentuales en algunas comunas. Claramente, la misma está asociada con tamaño poblacional y nivel de pobreza. Si bien en las pequeñas comunas de menos de 10.000 habitantes no se produce un crecimiento sobre la media nacional, se observa que en ciertas comunas pequeñas con grupos étnicos dominantes, se ha producido un fuerte incremento del porcentaje de evangélicos. Es notorio que, en cualquier tipo de comuna la mayor presencia de evangélicos está asociada a menores índices de desarrollo humano, menores ingresos y menor escolaridad. Además, los datos censales indican que en el caso de las comunas de menor población el aumento de la proporción de evangélicos está asociado al descenso en la proporción de católicos y creyentes de otras religiones. Pero, en las comunas de más de 100.000 habitantes el aumento del porcentaje de evangélicos ocurre en función de los no creyentes, y no por transferencia de católicos. También se observa que donde disminuyen los evangélicos también crecieron los no creyentes, que son aquellas comunas que presentan un mayor Índice de Desarrollo Humano, IDH. Las variaciones en el crecimiento evangélico en las comunas, muestran intercambios de los flujos entre católicos, evangélicos y no creyentes. En comunas más cosmopolitas y menos conservadoras hay un aumento de los no creyentes, lo cual afecta también negativamente al crecimiento de los evangélicos. Al contrario, en las comunas de menos 100.000 habitantes el crecimiento evangélico crece a la par con los no creyentes, pero también se supone hay un flujo de católicos hacia el estrato evangélico. En las comunas de menos de 10.000 los no creyentes no crecen y los evangélicos crecen poco, a menos que se trate de comunas más pequeñas con fuerte presencia de población indígena. Pero también las comunas con población por sobre los 10.000 habitantes se observa una relación inversa entre proporción de evangélicos y nivel de ingresos autónomos. Las comunas muy pequeñas no presentan esta relación porque sus altos niveles de pobreza son más bien parejos. En general, la proporción de evangélicos está asociada a menores ingresos y escolaridad, pero en las grandes comunas donde me- 40 FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA joran las condiciones de vida crecen los no creyentes, excepto en aquellas comunas de alta inmigración como son Puente Alto, Maipú, La Florida y Quilicura. A juzgar por las tendencias observadas por los censos de fines del siglo XX, si siguen las tendencias de mejoramiento del nivel socioeconómico en las grandes comunas del país, es probable que se observe una desaceleración no solo el crecimiento de evangélicos sino de todas las religiones. En conclusión, de acuerdo con los datos del censo 2002: 1. Comunas superiores al 30% de evangélicos se concentran en la 8va., 9na y 10ma. Regiones. 2. En las Comunas donde se observa una representación sobre el promedio del 15,14%, y tienen población superior a los 100.habitantes: crecimiento moderado. 3. Las Comunas que presentan altos índices pobreza también tienen un mayor porcentaje de evangélicos. 4. Las Comunas con altos índices de población indígenas tienen altos porcentajes de evangélicos, independientemente de su tamaño poblacional. 5. Las Comunas que presentan características rurales también tienen un alto porcentaje de evangélicos. Por lo tanto, los datos citados pueden tener un gran impacto social porque: 1. Al representar los pentecostales más del 70% de la población evangélica en Chile, brinda al Estado chileno información para tener un conocimiento más acabado del mundo evangélico y para formular una política social y educacional específica con el mundo evangélico; 41 FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA 2. 3. es una herramienta de las iglesias evangélicas para conocer su trabajo y aporte social de manera global y servir de fundamentos para solicitar recursos públicos y privados, dado que la gran mayoría del trabajo social que hacen los evangélicos, los hacen con sus propios recursos; y, permite un diagnóstico y proyección para el crecimiento y postura valórica a partir de la visión de jóvenes evangélicos crecientemente más educados que las generaciones anteriores. Es decir, es como producto del cambios cuantitativos en el crecimiento demográfico de los pentecostales y en el nivel de escolaridad creciente de los hijos de los mismos, es dable esperar cambios cualitativos en lo valórico, organizacional, niveles de participación social y religiosa, así como en la inserción de los pentecostales en niveles más elevados de gestión de la sociedad y del aparato del Estado. En síntesis, desde las ciencias sociales el crecimiento pentecostal se ha explicado a partir de su fácil asimilación en los sectores más humildes y vulnerables, donde llega a identificarse rápidamente con su población.13 Se supone que las iglesias pentecostales abren sus puertas a las gentes alienadas en sus carencias, que buscan un sentido de comunidad y de identificación idiosincrásica.14 Pero el pentecostal argumenta con una respuesta diferente: “las iglesias crecen porque son respaldadas por el Espíritu Santo”. En segundo lugar, nos referimos a un conjunto de problemas que se observa en la inserción social de los pentecostales en la sociedad chilena y en sus relaciones con las demás iglesias cristianas. Históricamente, los líderes de grupos pentecostales autóctonos e inmigrantes también se han diferenciado hasta ahora porque mientras los primeros han puesto el énfasis y sus energías en la construcción de templos, los segundos han podido enfatizar la formación pastoral porque han ob13 Al respecto Cf. las opiniones de David Stoll en ¿América Latina se Vuelve Protestante? (Biblioteca evangélica virtual). Ecuador: Abya-Yala, 1990 14 Arturo Fontaine y Harald Beyer. Retrato del movimiento evangélico a la luz de las encuestas de opinión pública. En “Estudios públicos” N° 44, año 1991. p. 3. 42 FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA tenido apoyo externo para dichas construcciones. El esfuerzo de construcción de templos ha sido y sigue siendo una tarea fundamental de los pastores, independientemente que en paralelo se asegure una inminente escatología. Tanto el paulatino crecimiento del nivel de vida, la migración campo ciudad, la transformación urbana que ha incluido las modestas capillas marginales en sectores ahora urbanizados, como los mayores grados de democratización alcanzados en los países, han facilitado que el movimiento pentecostal se haya ido formalizando, sin perjuicio que nuevos grupos de desmiembren del mismo y mantengan el estilo de movimiento. Principales cambios sociológicos de la Región que afectarán a las Iglesias Pentecostales El surgimiento y desarrollo del movimiento Pentecostal latinoamericano se logró a partir de un contexto de sociedades caracterizadas por: a) una transición de lo tradicional a lo moderno dada por una fuerte migración rural a la ciudad; b) sociedades con fuerte control ideológico espiritual del catolicismo; c) sociedades donde la familia extendida constituía su base de socialización; d) sociedades que rechazaban fuertemente cualquier patrón de comportamiento de los roles familiares fuera de lo tradicional; e) sociedades con organizaciones económicas lideradas por un patrón con visos de benefactor y fuerte organización jerárquica de las empresas; f) sociedades con organizaciones políticas organizadas en torno a intereses de clase social; g) sociedades estamentarias donde la meritocracia era casi inexistente; h) sociedades que tendían a reproducir los estratos sociales automáticamente y con poco incidencia de la educación; i) sociedades donde el acceso al conocimiento era privilegio de unos pocos, con fuerte exclusión social o ideológica de los no católicos; j) sociedades que rechazaban cualquier orden religioso que no fuera católico; k) sociedades con privilegios legales y normativos del Estado concedidos a la Iglesia Católico Romana por Concordatos o acuerdos tácitos o no, incluyendo excepción de impuestos, exclusión de la competencia de tribunales para los sacerdotes o autorización de organismos autónomos como escuelas o cementerios católicos; l) sociedades donde la 43 FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA Iglesia Católica imponía que cuando un no católico/a se casaba con un/a católico/a debía educar a los hijos en la doctrina católica. En síntesis, el modelo de organización social de la primera mitad del S.XX estuvo tipificado por el latifundio, con dueños de la tierra o patrones que imponían hasta la religión de quienes trabajaban para esta organización económica, mientras mantenían relaciones de dependencia social, política e ideológica, afortunadamente ha estado resquebrajándose y dando paso a organizaciones económicas más eficientes, transparentes, competitivas y tolerantes de la multiculturalidad y aceptación de las opciones religiosas durante la mitad del siglo. Con la inserción de las sociedades latinoamericanas en la globalización y mundialización al inicio del S.XXI se acrecienta la penetración de los medios de comunicación y la presentación y competencia de modelos familiares, ideológicos y religiosos. Chile como Latinoamérica está transitando hacia la constitución de una sociedad caracterizada por: i) el predominio mayoritario de las poblaciones urbanas sobre las rurales; ii) sociedades donde el catolicismo sigue perdiendo el control ideológico de las mentalidades en el mundo popular, algunos de quienes solo entienden el ritual católico como una transacción que les beneficia, y por tanto, parcial e instrumentalista; iii) sociedades en que predomina la familia nuclear autónoma de las familias de origen, mayor aceptación del divorcio y deficiente socialización de los hijos por parte de padres que trabajan; iv) creciente aceptación de la homosexualidad y de la aceptación de la constitución de matrimonios o uniones de personas homosexuales, con eventual socialización de niños y niñas en estos nuevos ambientes, lo cual se agrega al hecho que históricamente la mitad de las familias han sido monoparentales. A nivel de las organizaciones económicas empresariales se observan estructuras más planas, donde vale más la competencia laboral que la religión del trabajador, mientras que en las organizaciones políticas son cada vez más instrumentales y menos ideológicas ligadas a intereses de clases, tendiéndose a alcanzar mayores libertades públicas y de 44 FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA opinión política. En el S.XXI se trata de constituir: a) sociedades donde se valora crecientemente la meritocracia y el aporte creativo de las personas, independientemente de la religión que profesen, b) con mayor incidencia de la educación pública en la posibilidad de aumento de la escolaridad como instrumento para salir de la pobreza, c) con mayor acceso a la información y construcción de conocimientos vía Internet y medios de comunicación e información, independientemente de la religión, d) donde se evidencia crecientemente la multiculturalidad interna y externa vía inmigración, pero sin derecho a veto por parte de los católicos, e) sociedades donde decrecen los partidos políticos católicos, los privilegios y leyes que favorecen a la Iglesia Católica y en que los tribunales de justicia pública acrecientan su tuición sobre todos los ciudadanos. Además, se trata de sociedades donde el casamiento religioso católico ha caído vertiginosamente y con creciente proporción de matrimonios religiosamente mixtos. Pero también las sociedades latinoamericanas del S. XXI también se caracterizan por una baja capacidad de socialización de niños y adolescentes por parte de las familias, las iglesias y de los propios establecimientos de educación; así como el crecimiento de diversas formas de violencia familiar, escolar, barrial, y ligada al tráfico y consumo de drogas lícitas e ilícitas. En Chile y varios países de la región más de la mitad de los niños nacen en hogares que no tienen un padre y una madre que los cuide y eduque. Esto significa una inmensa tarea educativa para las escuelas y las iglesias de la región, que parecen no estar preparadas para tan descomunal tarea. Escenarios posibles de desarrollo de las iglesias pentecostales en la primera parte del S. XXI Dados el cambio social y tecnológico acelerado y las nuevas características que constituyen el contexto social donde las iglesias evangélicas pentecostales están llamadas a trabajar, sin duda que será necesario que en este nuevo siglo revisen sus estrategias comunicacionales, lenguaje, formas de organización, liderazgos, gestión y manejo de sus 45 FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA recursos económicos, financieros, tecnológicos y humanos; así como los procesos de socialización de sus fieles y de sus respectivos hijos/as. Por un lado, la mayor disponibilidad de medios de comunicación e información no ha estado produciendo mayor comunicación entre las personas y se observa un creciente autismo social, así como un crecimiento del materialismo y tendencia a refugiarse en la familia nuclear mínima (padre, madre y un/a hijo/a) como lugar de referencia social y personal. Por otro lado, la tendencia de las organizaciones evangélicas paraeclesiásticas a difundir un evangelio triunfalista por canales de comunicación impersonal, con fines de lucro para algunos de sus propietarios privados, caracterizados por un entretenimiento permanente y falta de compromiso del auditor o televidente; está llevando a formas de religiosidad desconocidas hasta ahora, algunas de las cuales practican el llamado “evangelio de la prosperidad” que ofrecen beneficios económicos a cambio de contribuciones financieras y una participación descomprometida periódica. En estas sociedades crecientemente complejas, inestables y cambiantes del punto de vista de las funciones laborales de las personas, la imprevisibilidad y la incertidumbre han pasado a ser la moda estadística, o lo más común. La marginalización de miles de personas pasa a ser una clientela para algunas organizaciones autodenominadas evangélicas que lucran con el sufrimiento del pobre, enfermo, abandonado, separado, marginalizado. A estas organizaciones no les interesa la unidad cristiana ni el ecumenismo porque sus organizaciones les presionarían a transparentar su accionar. Claramente, la doctrina económica del Neo-liberalismo ha estado barriendo en retirada al Estado de Bienestar y hoy la salud, educación y vivienda, o cualquier bien de consumo social, han dejado de ser un derecho y se han convertido en una mercancía más. Así, también algunas organizaciones religiosas han entrado a competir por el auditor, televidente, o cliente de eventos de entretención, compitiendo así con la sociedad materialista de consumo que se consolida, donde el entretenimiento se usa para olvidar tensiones. 46 FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA Pero, cabe preguntarse: ¿Cuáles son, entonces, algunos de los escenarios posibles del desarrollo del movimiento Pentecostal, ahora transformado crecientemente en iglesias formales? Al parecer, los escenarios estarán marcados por al menos: 1) el tipo de liderazgo que se ejerza dentro y hacia el medio de las iglesias; 2) el manejo de la interculturalidad y la posibilidad de integrar los aportes de miembros socialmente diversificados; 3) el impacto de las políticas de bienestar social que permitan a los pobres buscar alternativas al refugio de las masas que constituyó el pentecostalismo durante una parte del S. XX; 4) la capacidad de las iglesias para socializar o re-socializar a niños y jóvenes expuestos a las más variadas opciones ideológicas, modas, actitudes libertarias, extremismos, violencia y opciones frente a la necesidad de darle sentido a sus vidas; 5) la movilidad social que empuja a las personas a cambiarse de iglesia para encontrar comunidades cristianas más acorde con sus nuevos valores, lenguaje, patrones de consumo e ideologías (políticas, económicas, culturales y personales); 6) la especialización de las iglesias para atender grupos sociales con necesidades específicas; 7) la percepción creciente de la importancia del entretenimiento como parte legítima de vidas exigidas por el trabajo y con crecientes necesidades de evasión de los problemas cotidianos. En fin, estas condicionantes del medio sociológico en que se desarrollan e insertarán las iglesias evangélicas pentecostales en el S. XXI van a facilitar, por un lado una mayor escisión entre grupos de iglesias pentecostales crecientemente institucionalizadas, por un lado, e iglesias pentecostales autónomas, independientes y de mayor raigambre popular que prefieren seguir a líderes carismáticos y gozar de mayor autonomía así como de menor transparencia y necesidad de dar cuenta de sus actos a sus congéneres. El escenario actual de las iglesias pentecostales chilenas es complejo. Como afirma José Peña M15. (de la Iglesia Metodista Pentecostal) “Se echa de menos…una iglesia que abogue por mayor justicia y equidad 15 Peña, José. Pentecostalismo en Chile, presente y futuro. Ponencia presentado en el IV Encuentro de la Red Latinoamericana de estudios Pentecostales (RELEP) Santiago, 19-22 de septiembre de 2009. 47 FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA social, por la mejora en la calidad de la educación pública, y que levante su voz orientadora en cuestiones de contingencia política como asimismo en lo ético y valórico”. Además, Peña advierte que en algunas iglesias pentecostales tradicionales chilenas (organizadas luego del avivamiento de Valparaíso) se pasan a iglesias neo-pentecostales más modernas. Ello porque “hay descontento con sus líderes, con la liturgia, con la inflexibilidad de una tradición que no es capaz de actualizarse. Todo ello produce desencanto. Añadamos a ello la falta de oportunidades para el desarrollo de otros carismas; centralidad en el pastorado como único agente ministerial, el que se erige como un patrón autoritario, bajo el argumento de la “unción divina”. En el neo-pentecostalismo, en cambio, se refuerzan los conceptos de éxito, crecimiento, visión, conquista, felicidad, prosperidad, sanidad interior, unción, progreso, trabajo en equipo y competitividad, idearios que resultan ser muy atractivos para quienes se sienten decepcionados de sus iglesias tradicionales, llegando a ver en este neopentecostalismo la respuesta para alcanzar la “absolutez espiritual”… La irrupción del neo-pentecostalismo ha traído consigo una gran cantidad de concepciones religiosas muy atractivas y que han llegado a permear variadas congregaciones pentecostales de raíz tradicional. Muchas iglesias criollas han ido introduciendo ciertos cambios en sus congregaciones, pero en esa mutación han corrido el peligro de acabar con su identidad. Al parecer en muchas expresiones neo-pentecostales no existe demasiado interés por mantener la tradición e historia pentecostales, porque se las entiende más como un estorbo para avanzar hacia la conquista de nuevos espacios. Para los nuevos tiempos, se dice, se requiere que todo sea totalmente nuevo, y vale la pena dejar atrás el pasado. Variadas iglesias pentecostales de añosa tradición en el país han decidido tomar algunos elementos provenientes del neopentecostalismo. Han renovado la música, introduciendo instrumentalización electrónica. Otros han añadido coreografías, introducido banderas, y hasta incluso hemos sabido de iglesias tradicionales que han eliminados sus coros instrumentales o estudiantinas, para dar 48 FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA paso a la música grabada. Otras iglesias ya no practican la predicación al aire libre, reemplazándola por reuniones celulares”. 16 En realidad, la pregunta por los escenarios posibles sigue abierta y lo único posible de visualizar son tendencias que dicen relación con los comportamientos que movimientos similares, como los menonita, tuvieron en el pasado. Así como algunos menonita optaron por aislarse en comunidades rurales autónomas, autárquicas e ideológicamente homogéneas, mientras otros optaron por institucionalizarse, abrirse al ecumenismo y a la activa búsqueda de la paz y la justicia social a todo nivel, probablemente en su mayoría pentecostales van a institucionalizarse crecientemente, buscar la unidad de las iglesia y abrirse a dar testimonio en un mundo nuevo, mientras que otros van a valorar más su libertad de acción favorecida por sociedades más tolerantes, a fin de permanecer aislados, haciendo de su diferencia y homogeneización un valor supremo. En estos escenarios posibles nos preguntamos si los pentecostales que han tenido acceso a la educación, la cultura letrada y el conocimiento científica tendrán alguna propuesta que pueda ser aceptada por los líderes pentecostales como contribución a la posibilidad que muchas personas de una variedad de situaciones personales, sociales, económicas y culturales, tengan acceso a la oferta de bienestar social, espiritual y humano que pretende tener el pentecostalismo. La ponencia de la profesora Evguenia Fediakova en este mismo encuentro permite tener algunas esperanzas al respecto. En la medida en que el crecimiento espiritual sea acompañado por crecientes niveles de responsabilidad cívica, ciudadana, compromiso ético social y personal con transparencia en estilos de vida y con muestras visibles de unidad, probablemente una mayor parte del mundo pueda creer en el mensaje proclamado. 16 Peña, José. Pentecostalismo en Chile, presente y futuro. Ponencia presentado en el IV Encuentro de la Red Latinoamericana de estudios Pentecostales (RELEP) Santiago, 19-22 de septiembre de 2009, pp. 8-10. 49 FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA Temas de la agenda del futuro de los pentecostales chilenos y latinoamericanos. Respecto de la búsqueda de la unidad cristiana y construcción de identidad, Petrecca17 señala que las iglesias pentecostales lamentablemente no la enfatizan esta acción ni el dialogo crítico con otras confesiones cristianas. Aunque no exclusivo de la Argentina, hay diversas denominaciones y miles de templos cristianos, pero no hay un programa pentecostal dirigido a establecer los parámetros de relación y de una Pastoral Practica hacia la unidad. La opinión de los líderes es de una apertura al dialogo y deseo de buscar la unidad; pero casi todos coinciden en que las iglesias que ellos representan están cargadas de conceptos negativos sobre otras denominaciones y grupos cristianos. Probablemente el fuerte contenido evangelizador en muchos casos se transforma en proselitismo, y puede obstaculizar el desarrollo de programas relacionados a la búsqueda de la unidad cristiana. Pero, más allá del mandato bíblico pro unidad, también esta actitud les juega en contra a las iglesias pentecostales, porque las mantiene en la marginalidad institucional, aparecen reacias a rendir cuenta de su quehacer y tal actitud les identifica más con las sectas que con las iglesias con identidad de representar un evangelio integral. Sobre la relación entre pentecostales y ecumenismo, Peña sostiene:18 “El pentecostal, la mayoría de las veces, no considera el ecumenismo como algo fraternal y espiritualmente bueno. Pero estos antecedentes no son gratuitos; y es que los pentecostales fueron cuestionados, atacados, despreciados y perseguidos fuertemente por iglesias protestantes, por iglesias y confesiones fundamentalistas, y por la Iglesia Católica misma. Por lo mismo no se puede esperar que los pentecostales abracen de buenas a primeras a quienes fueron antaño, y en cierto sentido siguen siéndolo algunos, sus principales opositores. Y si a ello agregamos el sentimiento pentecostal de saberse el pueblo santo y 17 Petrecca, Héctor, Iglesia Cristiana Bíblica de Buenos Aires. Notas enviadas al coordinador Foro Pentecostal Latinoamericano.2009. 18 Ibid p. 10 50 FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA verdadero de Dios, llamado a estar apartado del mundo, y de toda contaminación y religión falsa, por supuesto que no podríamos esperar un fácil asentimiento y aceptación a un posible ecumenismo entre sus filas”. Las relaciones inter-eclesiásticas latinoamericanas han sido deficitarias. Por un lado, algunos líderes pentecostales han asumido una actitud sectaria y exclusivista frente a grupos de protestantes históricos; por el otro, ha habido un rechazo de parte de estos últimos hacia el pentecostalismo, afectando esto la relación entre los diferentes grupos cristianos y el desarrollo del ecumenismo porque los protestantes históricos se han adueñado del mismo. Convendría examinar en cada país si los pentecostales han sido anti-ecuménicos o los protestantes han sido anti-pentecostales. Además, ha existido una escisión histórica entre pentecostales de misión extranjera y de iglesias autóctonas surgidas de un movimiento nacional y luego subdivididas al infinito. Así los grupos pentecostales tienden a compartir exclusivamente con grupos similares y excepcionalmente (debido a asuntos relacionados con problemas morales y políticos) se unen a otras confesiones de fe, pero solo mientras subsiste el problema que origina una acción común. En consecuencia, el desafío para los líderes pentecostales comienza con fomentar acercamientos entre las diversas denominaciones y comunidades para así crear una atmosfera de diálogo y entendimiento buscando aspectos prácticos de servicio, los que han demostrado tener efectos sanadores entre las personas y los grupos. La base de sustentación de esta estrategia está en la recuperación y puesta en acción del Evangelio integral, como tarea que conjugue la oferta de los beneficios de la salvación con el llamado de Dios a participar en su obra de transformación de la vida humana y de la creación. No se trata de cometer el error de reducir la misión de la iglesia a programas de reforma social, que es el problema de muchas iglesias protestantes históricas; o bien de negar la responsabilidad social que surge del Evangelio, que es el problema de muchas iglesias evangélicas fundamentalistas. Si la pastoral va a ser realmente integral, tiene que incluir la proclamación 51 FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA del amor de Dios en Cristo Jesús y a la vez la manifestación de ese amor en términos de obras, tareas y actividades, de distinto orden según las posibilidades de cada iglesia: desde reforma social y acción política, hasta acción social, servicio a los pobres, atención al convicto, al enfermo, al adicto, a las mujeres y niños abusados, etc., etc. El ser, el hacer y el decir del testimonio cristiano forma una unidad y son inseparables. Solo así es posible transmitir un testimonio creíble en el contexto local y nacional de cada iglesia19. En este sentido, cabe preguntarse ¿de qué sirven la teología y la enseñanza cristianas si no sirven para estimular el crecimiento en el amor a Dios y el amor al prójimo? En resumen, dado el carácter de notas de reflexión y conjunto de hipótesis para la discusión de este informe, sólo se presentan los principales temas de la agenda del futuro inmediato de los pentecostales latinoamericanos, agrupados en temas que tienen que ver con su relación con otros cristianos y temas que se relacionan con la sociedad en que viven y vivirán en el mediano y largo plazo. La idea es aportar a un debate donde los líderes pentecostales de la región fundamenten y se pronuncien sobre las posturas más recomendables y coherentes para un movimiento social en vías de institucionalización acelerada. La diversidad de contextos latinoamericanos es una fuente primaria para verificar el grado de validez de estas hipótesis y reflexiones, y, por tanto, este informe deberá ser re-escrito a partir de la contribución que reciba el autor de parte de quienes están genuinamente interesados en influenciar de alguna manera el desarrollo del pentecostalismo latinoamericano, entendido como liberador, benefactor, motor de la paz y la justicia social, promotor de proyectos de vida con sentido pleno, profético para anunciar utopías en medio del materialismo 19 Es preciso recuperar el Evangelio integral. El Evangelio que afirma que Cristo murió por nuestros pecados (1 Co 15:3) y a la vez que Él se entregó por nosotros para rescatarnos de toda maldad y purificar para ser un pueblo elegido, dedicado a hacer el bien (Tit 2:14). El sacrificio de Cristo provee la base tanto para el perdón de Dios mediante el arrepentimiento y la fe como para un estilo de vida pastoral y de unidad caracterizado por la contante búsqueda de maneras de servir a los demás. 52 FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA reinante. Si bien los cristianos afirmamos que el desarrollo de escenarios futuros depende de lo que Dios disponga, de nuestra interpretación de la voluntad divina, importa también saber leer los signos de los tiempos. Es evidente que nos toca vivir en un mundo infinitamente más complejo hoy. Este autor no tiene una respuesta lineal e inequívoca sino que ofrece un conjunto de reflexiones y preguntas abiertas para reflexionar y buscar en comunidad las alternativas que permitan un mayor desarrollo Pentecostal. En el grupo de temáticas o problemáticas pendientes, que se tienen que ver con la búsqueda de la unidad cristiana, se destacan: a. Una comprensión de la misión integral del evangelio y de las iglesias, b. Una nueva y más comprensiva concepción de la naturaleza de la misión de las iglesias, c. Una mayor conocimiento de la responsabilidad que significa que el eje de la cristiandad se ha movido del hemisferio Norte al Sur y del rol que le corresponde jugar a las iglesias pentecostales del Sur, d. Una transformación de las agencias representantes del movimiento ecuménico, que ignorando por un siglo al pentecostalismo, ahora, al ver mermada la membrecía de las iglesias protestantes históricas, deben dejar espacio a la estrategia pentecostal por la unidad. e. ¿Cómo asociarse como pentecostales para el diálogo con protestantes, católicos e incluso interreligioso? f. ¿Cómo responder al mundo complejo en que nos toca vivir con un testimonio creíble, coherente y transparente? g. ¿Cómo formatear en una forma comunicable los acuerdos y divergencias que podemos tener? h. ¿Cómo entender las razones de las preocupaciones divergentes existentes entre los líderes pentecostales?, incluyendo la lógica a partir de la cual reflexionan? 53 FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA i. ¿Cómo lograr acuerdos en los diálogos inter y extra pentecostales sobre la dimensión institucional de la Iglesia, sacramentos, formas rituales y el trabajo del Espíritu Santo? j. ¿Cómo valorar, integrar y escrutar el aporte de la diversidad cultural de las sociedades actuales? k. ¿Cómo dar testimonio unido del Evangelio Integral de la Biblia? Desde el punto de vista del testimonio social de las iglesias pentecostales en la Región, habrá que observar con cuidado su comportamiento frente a: i) un mayor conocimiento de las problemáticas relativas a la gestión y preservación de la naturaleza, ii) un mayor interés respecto de cómo afectan nuestras creencias y prácticas la vida de millones de personas de pueblos originarios, quienes son desplazados de sus hábitat cargados de recursos naturales por empresas multinacionales ávidas de mayores ganancia, iii) una mejor comprensión y acción más eficaz de las iglesias pentecostales para acoger a drogadictos, alcohólicos, autistas, minusválidos y otros grupos socialmente discriminados socialmente, iv) ¿Cómo expresar la espiritualidad Pentecostal en una sociedad crecientemente materialista e individualista? v) ¿Cómo integrar y acoger las necesidades de grupos socialmente discriminados? vi) ¿con qué estrategias acoger y apoyar los grupos de clases medias en decadencia que creen en la meritocracia pero que las crisis periódicas de nuestros países condenan a la pobreza? vii) ¿Cómo difundir y entender que la sociedad nos juzga más por nuestros modelos de comportamiento personal y social que por nuestro discurso? 54 FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA Entre las preguntas que quedan para discusión y argumentación en los próximos encuentros de pentecostales, entre otras, están las siguientes: ¿Cómo evolucionarán las iglesias pentecostales de misión y las autóctonas en el S. XXI respecto a su respuesta frente al nuevo contexto sociológico y sus demandas? ¿cómo educarse mutuamente para que las primeras trasfieran sus aprendizajes en gestión de recursos a las segundas, que podrían devolver la mano transfiriendo sus aprendizajes para insertarse en los sectores populares empobrecidos de Latinoamérica? ¿Cómo integrarán ambos subgrupos a los miembros educados hijos de los miembros de las comunidades pentecostales actuales? ¿Cómo los líderes de ambos subgrupos serán receptivos a las observaciones y sugerencias de profesionales y expertos miembros de iglesias pentecostales, para un desarrollo más armónico de las iglesias? ¿de qué manera cada organización eclesiástica Pentecostal integrará el rol y aporte del pastor local identificado con su comunidad local popular y el del predicador multimedia de multitudes o pastor de mega-iglesias? ¿Cuál será el rol a jugar por la “intelligentia” que paulatinamente vaya surgiendo en las iglesias pentecostales y si habrá lugar para servir de “intelectuales orgánicos” en ellas? Finalmente, frente a la tentación del poder de parte de los líderes, ¿hasta qué punto estarán dispuestos a ser transparentes, sensibles al sufrimiento, abiertos al diálogo, dadivosos con todos y verdaderos “servidores de todos”? 55 FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA Bibliografía David Stoll. ¿América latina se vuelve protestante? (Biblioteca evangélica virtual). Euador: Abya-Yala, 1990 Arturo Fontaine y Harald Beyer. Retrato del movimiento evangélico a la luz de las encuestas de opinión pública. En “Estudios públicos” N° 44, año 1991. Peña, José. Pentecostalismo en Chile, presente y futuro. Ponencia presentado en el IV En-cuentro de la Red Latinoamericana de estudios Pentecostales (RELEP) Santiago, 19-22 de septiembre de 2009. Petrecca, Héctor, Iglesia Cristiana Bíblica de Buenos Aires. Notas enviadas al coordinador Foro Pentecostal Latinoamericano. 2009. 56 FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA 5. Las Caras de Pentecostalismo en América Latina: El Rol de la Mujer Pentecostal Elizabeth Salazar20 (Chile) En primer lugar, hablar del pentecostalismo en Chile es una tarea difícil por su diversidad, y más complejo se torna hablar de las mujeres. Hablo a partir de la investigación académica y de la experiencia adquirida en la convivencia con el movimiento al cual pertenece y a nivel Latinoamericano. Para hablar de la mujer en el pentecostalismo generalmente se aborda su historia y se destaca aportes que esta hizo y hace. El pentecostalismo es y fue un movimiento mayormente de mujeres. En el transcurso de la historia del movimiento se percibe que las mujeres fueron perdiendo su espacio original, pasando de agentes principales a participantes. La historia es un instrumento para la concientización, es tener una llave de la memoria de un movimiento y hacer despertar el suceso o fracaso del gran proyecto. Para entender el presente es necesario conocer su pasado, desde donde surgen, cuáles son sus pasos; necesitamos entender los ladrillos con los cuales fueron construidas las paredes de este movimiento. Esto mencionado ya se ha hecho durante las tres últimas décadas, pero necesitamos ver un poco más osadamente las pérdidas que ha tenido el movimiento pentecostal como comunidades equitativas por el Espíritu, donde la promesa de Joel se vive plenamente. Para esto hay otra mirada que debemos dar desde lo histórico a lo teológico. 20 Doctora en Teología y Profesora de la Comunidad Teológica Evangélica de Chile, pertenece a la Iglesia Evangélica Pentecostal. 57 FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA 1.- Revisión Necesaria: Pentecostalismo Chileno21 La gestación del Pentecostalismo Chileno está marcada por el monopolio católico, que a la ascensión del liberalismo pierde poder. La libertad religiosa en el país va a ser el proyecto que por décadas acompañó la historia religiosa nacional. Con las primeras leyes para la tolerancia de otros cultos, son los primeros pasos hacia una constitución, que se concretizó parcialmente en 1925 con la separación de la Iglesia al Estado y en 1999 con la legislación 22 que busca concretizar la libertad religiosa. El Pentecostalismo nace en Chile de una renovación espiritual ocurrida en la primera década del S.XX en la familia confesional metodista. La llegada del protestantismo a Chile es seguido por varios intentos de misión y el metodismo es uno de estos. Llegó a Chile en 1877, con la visita del misionero y posterior Obispo W. Taylor, quien fundó escuelas y comunidades misioneras. Al principio fueron misiones que se crearon con la idea de autofinanciarse, pero eso no fue posible, pasando a depender en 1897 de la Iglesia Metodista de los Estados Unidos. En Chile el siglo XIX, estuvo marcado por guerras, independencia, constitución, nueva constitución, reformas educativas y grande problemas sociales. Hubo grandes personajes: matrimonio Willis Hoover 23 y Mary Hilton24 Pandita de Ramabai25 Elena Laidlaw 26 Laura Ester Contreras entre otras mujeres. 21 Esta pequeña reseña cumple la función introductoria para quienes desconocen el origen del pentecostalismo en Chile, sin embargo por el espacio carece de profundidad. 22 Ley 19638 Constitución Jurídica de las Iglesias y Organizaciones Religiosas. 23 Willis Collins Hoover Kurk, nació en Freeport-Illinois EEUU, en 1858, recibió el diploma de médico cirujano en 1884, ejerció su profesión seis años. Estudió teología y en octubre de 1889 viaja a Chile como pastor de la Iglesia Metodista Episcopal. Desde 1890 a 1893 es Pastor de la congregación en Iquique y Director del Iquique English College, colegio que construyó. En 1902 hasta su renuncia en el año 1910 es pastor de la congregación de Valparaíso de la Iglesia Metodista Episcopal. Fallece en Valparaíso el 27 de mayo de 1936, siendo la máxima autoridad de una fracción del Movimiento 24 Mary Anne Hilton de Hoover (? - 1921), estudió teología en la escuela para misioneras de Chicago, Estados Unidos. Trabajó como misionera y recibió nombramiento junto a su marido a la Iglesia Metodista Episcopal en Chile. Los Hoover tuvieron dos hijas (Helen y Rebeca) y dos hijos (Ernesto y Pablo). 58 FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA Para muchos la atomización del movimiento Pentecostal se agudizó con la llegada del pentecostalismo de origen misionero. Sin duda que la familiaridad del pentecostalismo chileno y el pentecostalismo norteamericano en la práctica son divididos profundamente por el fundamentalismo y la doctrina wesleyana del pentecostalismo nacional. La dificultad de conciliar estas dos corrientes pentecostales ha llevado a que tengamos en Chile una apropiación del nombre “pentecostal” solo para las iglesias criollas, particularidad que solo en la última década está superándose (bautismo infantil, Santa Cena de un solo cáliz, pastorado vocacional -sin estudios formales-, restricciones en vestimenta y apariencia física específicas) 2.- La relaciones sociales de género y las historias de las mujeres pentecostales Las historias de las mujeres, cualquiera que sea su particularidad, de ninguna forma son iguales, cada una tiene sus características propias y, esta es una primera visualización de ser sujeto y no objeto de su historia. Ser pentecostal significa haber vivido la experiencia base de estos grupos y por lo tanto, su historia tiene un común denominador en estas comunidades: La experiencia de conversión y el bautismo del Espíritu Santo. La esencialidad de la experiencia está transmitida en la historia de cada una de las mujeres pentecostales y son versiones del pasado, es decir de la memoria, pero memoria viva, que impulsa. Pero, ¿por qué analizar el género? La categoría género nos ayuda a visualizar las relaciones sociales y a percibir las diferencias entre los sexos, considerando que son relaciones de poder que traspasan todo el tejido social. Nos ayuda a ver de qué manera el Espíritu llama y capacita para vivir como comunidades justas e inclusivas, y creativamente sucede o por mentalidad humana, de tradiciones patriarcales, se niega a vivir ese mandato. Teológicamente, la historia de las mujeres en el pente25 No caste, no sex, no work, and no man was to be depended upon to get salvation, this everlasting life, but God gave to be the propitiation for our sins. 26 El Obispo Franck Bristol, autoridad eclesial de la época, refiriéndose al movimiento declaró: (...) son solo blasfemias contra el Espíritu Santo y el desorden más condenable (...) esa Iglesia [Valparaíso] esta gobernada por una mujer inmunda. 59 FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA costalismo nos plantea nuevas relaciones que incluyen con más naturalidad los elementos cotidianos que le rodean y percibir como más cercanos ese Dios, no mediatizado por lo seres humanos. Es decir, dibujan una nueva espiritualidad, un rostro divino más inmanente y a la vez soberano sobre su vida, sobre lo malo. Es todopoderoso en su trascendencia y en su gozo y gracia es inmanente. 3.- El Ser Pentecostal No podríamos hablar de pentecostalismo sin hablar de experiencia religiosa, que es su centralidad. La experiencia de fe es una vivencia que tiende a la comunicación, aunque esta sea limitada. Por más inefable e indescriptible existe la necesidad de expresarla. Este apelo está más allá de los límites humanos, dentro de los cuales no puede operar el logos, el discurso propiamente racional. Es una tarea imperativa expresarla, aún con todas las limitaciones. Es preciso socializarla a partir de sus efectos, de lo que provoca. Según Croatto, “La experiencia del Misterio es esencialmente afectiva y por tanto participativa. No puede ser vivida individualmente y aislada. Sería una carga insoportable; el comunicarla alivia” (Croatto, 1994: 62). 3.1. Socialización religiosa de las mujeres. Entrando al movimiento pentecostal o a la comunidad que la acoge, existe una socialización de la nueva conversas al grupo. Se adopta una serie de costumbres, formas y lenguaje. En Chile somos muy identificables las mujeres del mundo pentecostal criollo, a pesar de los cambios propios de la moda. 3.2. Trascendencia del ser Pentecostal y nuevos conceptos de relaciones sociales. Hemos mencionado la trascendencia del testimonio, la experiencia o conversión en el pentecostalismo, pero ahora queremos resaltar el alcance de esta para las mujeres. 60 FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA Ellas ven la experiencia diferenciadamente, y muy unida a un autoestima especial. Es a partir de la reconciliación con Dios. Nuestras preguntas se vuelcan a cómo esta conversión participa de las ordenaciones y representaciones de las relaciones sociales de género. Entendiendo que las relaciones sociales (construcciones sociales) están fundadas sobre la diferencia entre los sexos (Scott, 1991) Los papeles, las funciones y los valores considerados inherentes a cada sexo en determinada cultura y sociedad. Las mujeres pentecostales en su experiencia cotidiana contribuyen para poder visualizar y determinar las dinámicas de relaciones que el pentecostalismo les permite. Entre los temas más frecuentes está conseguir enfrentar la sociedad como mujeres: Es interesante que a partir del hecho que perciben que están siendo maltratadas, la condición de “ser hijas de Dios” “templo del Espíritu” las torna con poder para enfrentar la situación. Hay un respaldo para actitudes de rebeldía o de enfrentamiento. Al parecer estamos con un elemento de resistencia diferente al enfrentamiento abierto. La resistencia está presente y no podemos desconocer estos grados de conciencia, junto a la comunidad como espacio terapéutico. Varios trabajos en diversas áreas nos indican constataciones muy específicas del mundo pentecostal. Hay elementos claves para ver a las mujeres con ciertos empoderamientos adquiridos, que difícilmente a través de otros espacios lo asumirían. Son procesos diferentes de resistencia, de denuncia, de poder. En el pentecostalismo chileno tenemos varias mujeres destacadas en la dirección de juntas de vecinos, en las caletas de pescadores, en los conflictos medioambientales. No es solo asumir tareas eclesiales vanguardista en la historia de Chile (Pastoras, Guías de Grupos, Misioneras, Profetas, etc.). La muer es participe de lo sagrado-y autoestima. 3.3. Concepto de familia Las crisis personales por las relaciones intrafamiliares son de extrema importancia en la nueva pentecostal, pues se crea un punto de vista. Para la recién convertida la familia toma otro lugar (familia carnal v/s familia espiritual). La mujer subordinada y ciudadana de “segunda clase, que es anuladas como sujeto, en la conversión pasa a ser sujeto 61 FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA central. Esto caracteriza una nueva postura, que denominamos nueva identidad, pues revoluciona su forma que se relacionarse con los demás. Frente a lo divino, es ella la protagonista. Cristo vive en cada una y esto dignifica de tal manera que se logra crear una cristología pluralista que las hace actuar sin restricciones sociales en la familia. Sus roles son re-significados. A partir de cómo la familia creativamente trabajó su relaciones de género, llevó que fuera un espacio de fortalecimiento afectivo y de orden en la fe. Una de las especificidades del pentecostalismo y que se alejó de las pautas de comportamiento que sociológicamente se establecía para el pentecostalismo, de segundas y terceras generaciones en Chile, que ya no lo serían. Hoy a partir de lo que es la familia (como espacio de relaciones comunitarias) para el pentecostalismo, no se cumple como una generalidad y las iglesias criollas están llenas de segunda y tercera generación de pentecostales. 3.4. Ser comunidad La acogida y el sentido de pertenencia a la comunidad es parte de lo que es la Iglesia pentecostal. Esta acogida recíproca y el afecto que acompaña a este nuevo espacio es lo que permite la adopción de nuevos roles y papeles, nuevas funciones inherentes a su nueva identidad. A partir de la vida en comunidad, los espacios son insertos en la dinámica (hogar, lugar de trabajo) El hogar pentecostal se transforma en punto de referencia para la práctica de la fe. El nuevo proyecto de vivir, su espacios para compartir su fe con los que cotidianamente le rodean. El hogar pentecostal es continuación de la comunidad, por lo que es espacio celebrativo y pedagógico. Las iglesias, compuesta en su mayoría por mujeres, refuerzan el grupo. En Chile las Dorcas son la columna vertebral de las iglesias y su liderazgo es indiscutible y no es diferente en Ecuador y Bolivia entre los indígenas. Las mujeres en la Asamblea de Dios en Brasil representan más del 70%. Lo mismo en Perú, Guatemala y Colombia. Muchas mujeres se niegan al liderazgo formal, pero creativamente se hacen parte de un liderazgo distinto, ambiguo y desconcertante. Hay que ver el por qué las mujeres no quieren ser parte del liderazgo formal. (Los modelos de liderazgo deben ser revisados). Sin duda es esta afectividad construida en la vida en comunidad es la base fundamental del pentecostalismo. Sobrepasa raza, clase, género. El evangelio nos llama a esta inclusividad. No es el 62 FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA ideal, sin embargo está como una lógica contraria a la que socialmente se nos impone desde nuestro mundo posmoderno. Es el currículo oculto del pentecostalismo. El enfoque de género nos permite visualizar las contradicciones entre los principios de la comunidad y hermandad que es vivida entre los /las conversos/as y la práctica de desigualdad entre las mujeres y los hombres en las jerarquías: La ambigüedad y la coherencia es evidente. 3.5. Inserción y repercusión en la sociedad Como ya lo mencionamos, la vida de la convertida se vive en función de su experiencia religiosa y de la predicación del evangelio. Su inserción en la sociedad es su mundo, es a partir de lo vivido y de la importancia que la propia persona le concede por los cambios experimentados. La transformación de vida (física, económica, familiar, laboral) es una fuerza de legitimación para ser una nueva exponente de la fe. 3.6.- Espacio público y privado de la fe. Generalmente el espacio público es palco predilecto masculino. Las mujeres por las propia historia de sumisión no ocupan espacios públicos de importancia y ya la historia nos cuenta lo difícil que fue ver una presidenta, una parlamentaria, una Alcalde. En el pentecostalismo rescatamos que mujeres hacen de su expresión de fe una forma de romper justamente con este orden social de discriminación. Mujeres que eran relegadas al mundo hogareño-privado rompen en los espacios públicos y se apropian de la palabra. Conclusiones. La teología pentecostal se basa concretamente en la experiencia de fe, personal, de salvación. Su testimonio de fe, como se conoció con Jesucristo y camina con El (lema del encuentro Latinoamericano del FCM). Toda su potencia está en este testimonio. La predicación pentecostal interpela permanentemente experiencias del cotidiano, recientes o antiguas, que muestran la relación del ser humano con Dios; pero como se ha descrito, principalmente es recordada la experiencia de fe, pues es la que da sentido de ser a las otras experiencias del caminar. Para las mujeres, esta es la base de su identidad. Su valor está 63 FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA centrada en esta realidad. Es una memoria que entre más se rememora, más se hace presente, es decir tiene sentido de vida., de acción. La experiencia en los grupos es receptiva, y constantemente se vive su plenitud. Las aleluyas y las glorias a Dios no son otra cosa que el propio momento de conexión con su experiencia de fe. Esto no es propio solo de los hombre, es de quien ha experimentado el cambio de vida a través de la obra de Jesucristo. Todo ello, ¿Es liberación? Posiblemente para quienes ven con los ojos feministas, necesitarán acciones más concretas de equidad. Sin embargo, estas acciones del espíritu son una buena manera de hacer visible la acción propia de Dios en medio de las estructuras nefastas patriarcales en las cuales se ha construido nuestro cristianismo y por ende el pentecostalismo. Las investigaciones históricas nos han dejado claro, que la acción del Espíritu fue sin distinción de raza, clase y sexo. Es más, los movimientos principales de avivamiento en el mundo, fueron las mujeres o gestoras o parte de la gestación directa de dichos movimientos. Chile es un buen ejemplo de esto. Hoy no es extraño frente a lo observado, que las mujeres permanezcan en los espacios pentecostales, pues le permite mantener viva su experiencia que las legitima como hijas con plenos derechos y deberes en el Reino de Dios. Especialmente para las segunda y tercera generación, la identidad y sentido de pertenencia está basada en la afectividad de la experiencia que hizo “ser” y hacer” a mi abuela o madre, quienes declaraban: “Mi vida en Cristo está centrada en mi vida con la comunidad, con la familia que me pertenece, que me da sentido a lo que soy”. En Chile hoy más del 60% de las congregaciones son mujeres; sin embargo de cada 50 pastores hay una pastora de facto. De cada 10 estudiantes universitarios en la Iglesia 5 son mujeres. La mayoría también son las mujeres en Educación Religiosa en Colegios, en capellanías carcelarias y de hospitales, en clases especializadas para niños, cuidado de ancianos. La participación de las mujeres latinoamericana es entre la inclusión y la exclusión relativa. 64 FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA 6. Las Caras de Pentecostalismo en América Latina: La mujer en la misión de Dios María Graciela Santa Cruz27 (Argentina) INTRODUCCIÓN La creación, caída, redención, son hechos, que determinan la conformación de la identidad de la mujer y su desenvolvimiento en la historia. La elección del tema tiene que ver con conocer más acerca de su identidad, y la influencia que ha tenido y tiene el marco psicosocial, cultural, religioso, en su conformación. Esta perspectiva parte de una comprensión teórica-crítica donde está presente la relación dialéctica entre estructura y sujeto, entre teoría y praxis. No podemos dejar de ver, la influencia de lo político-económico-social, en el desarrollo de las identidades personales, sociales, culturales. El análisis existencial, con la influencia del psicoanálisis incidiendo tangencialmente, es fundamental para conocer sobre el inconsciente, lo que se encuentra detrás del discurso, las motivaciones más profundas, nos permite comprender la existencia de la mujer en su estar-enel-mundo, entendiendo la existencia como estructura total, que abarca su intimidad y sus relaciones con el otro. El paradigma de la creación, basado en la voluntad primigenia de Dios, fue que el género humano, (adam), creado de la tierra, (adamá), como hombre (ish) y mujer, (ishah), vivieran unidos, en comunión, con toda la naturaleza, Gén 1 y 2. “Los creó a ambos al mismo nivel para ser ellos señores del resto de la creación, pero no señor sobre el otro. En la creación de la humanidad no se afirman diferencias raciales o sociales, 27 María Graciela Santa Cruz, Ministra Ordenada en Iglesia de Dios, Pastora, Directora Nacional del Ministerio de Incidencia Social en Argentina. Psicóloga. Teóloga. 65 FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA sino la armonía en la tensión dialéctica del hombre y la mujer”. (Padilla C. René 2001) El reconocimiento mutuo de la igualdad, permite la unidad, y la complementariedad. El relato de génesis es fundante, confronta todo discurso de " poder ", machista, patriarcal. Paradigma de la mujer en la caída, la pérdida de dignidad, libertad, por el pecado, Deuteronomio 24.1, Núm. 5:11, Levítico 27: 3-7. La caída, con la condena social, el pecado entró por una mujer, la mujer como la más responsable, sentimiento de culpa que acarreó históricamente. Me pregunto ¿dónde estaba Adán en ese momento?, ¿dónde está el hombre actualmente para contener, sostener, responsabilizarse frente a los compromisos afectivos espirituales, económicos contraídos, en función del vínculo, no sólo con la mujer sino con sus hijos? La violencia que la mujer ha ido sufriendo históricamente por estar estigmatizada por el pasado espiritual, social, condenada por hallarse culpable incide en el comportamiento de una iglesia que no la perdona y se niega a reparar el daño ocasionado, reniega de restaurarla. Pareciera condenada a sufrir la discriminación, marginación, exclusión social de por vida. Su entorno, es una sociedad que violenta sus derechos, que es insensible a sus necesidades, leyes que se transgreden propiciando abandonos de personas, desigualdad de posibilidades en todas las áreas con respecto al hombre. La iglesia debe elevar su voz profética, dentro y fuera de las congregaciones, confrontando relaciones injustas, de poder, en las cuales están entrampadas las mujeres. Existe un mayor nivel de exigencia hacia ellas, falta de oportunidades para ocupar cargos jerárquicos en cualquier institución o sector social, imposibilidades de acceder ministerialmente a espacios eclesiásticos de conducción, en las estructuras piramidales. 66 FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA Jesús, nacido de una mujer por la Obra del Espíritu Santo, es el paradigma Redentor que le devuelve la dignidad por haber sido creada a imagen y semejanza de Dios, restableciendo la comunión de ellos con el Padre a través del perdón. Por la gracia de Dios es elegida una mujer para gestar al Salvador, y muchas mujeres que figuran en la Biblia han sido llamadas a participar de la Missio Dei. Jesús defiende a la mujer contra las leyes y las costumbres opresoras de su tiempo, Mt 19, 3-12 ; Mc 10, 2-12 ; Juan 8, 2-12. Es necesario que la iglesia como institución, también redima a la mujer, la dignifique, le devuelva lo que el pecado individual y social de lo cual es parte, le quitó. En Gálatas 3,28 y Colosenses 3,11 comprobamos la voluntad de Dios, que el evangelio, no pertenece a un género, etnia, clase social. En Jesucristo, la historia, la identidad sexual, la identidad cultural, es respetada, siendo transformados, renovados, perfeccionados, por el poder del Espíritu Santo, para que en unidad, hombres y mujeres, podamos encarnar la misión, el Evangelio del Reino. "Las actividades visibles del Dios Padre, Hijo, y Espíritu Santo, y también la vida íntima del Dios viviente con su iglesia revelándose y cruzando intencionalmente las barreras de fe a no-fe, de iglesia a noiglesia para proclamar por palabra y acción el advenimiento del Reino de Dios en Jesucristo. Esta misión incluye la reconciliación de las personas con Dios y con el mundo con miras a la transformación del mundo como una señal de la venida del reino en Jesucristo”. (Charles Van Engen 1991). Es parte de la visión de Dios, asistir a las personas, en todas sus necesidades, integralmente. La contextualización del evangelio, trae aparejado responder desde una perspectiva integral, a las necesidades que presentan las personas, y sus comunidades, Mt.25, 31-46. "La misión integral, es la misión orientada a la satisfacción de las necesidades básicas, del ser humano incluyendo su necesidad de Dios, pero también su necesidad de amor, alimento, techo abrigo, salud física y mental, y sentido de dignidad humana. La misión sólo hace justicia a la enseñanza bíblica y a la situación concreta cuando es integral. En otras palabras, cuando es un cruce de fronteras (no solo geográficas 67 FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA sin culturales, raciales económicas, sociales, política, etc.) con el propósito de transformar la vida humana en todas sus dimensiones, según el propósito de Dios, y de empoderar a hombres y mujeres para que disfruten la vida plena que Dios ha hecho posible por medio de Jesucristo y el poder del Espíritu”. (Padilla C. René 2001) Es necesario que se dignifique a la mujer respetándole los derechos, reconociéndole la redención obtenida por medio de Jesucristo, y propiciando la reconciliación con Dios a través del evangelio encarnado con aquellas que todavía no creen, que se sienten débiles, desamparadas, marginadas. Concientizando en las comunidades de la responsabilidad social que se tiene frente a los tratos injustos, sistemas perversos que se aprovechan de las más débiles por estar en situaciones de vulnerabilidad, madres solteras, menores, viudas, ancianas, mujeres víctimas de violencia, de sus maridos, de la sociedad, y también de la iglesia. LA SITUACIÓN DE LA MUJER EN LA CULTURA GRECO ROMANA Y JUDÍA La situación de la mujer, dependía de la posición económica como del área geográfica en la que se encontraba. La posición de la mujer en la época de las ciudades-estado griegas, había sido bastante precaria, la mujer era considerada dentro de una cultura hedonista, como objeto de placer que podía ser usado y descartado inmediatamente, la mujer decente debía permanecer apartada de la vida pública en todo sentido, ya que las esclavas, cortesanas y prostitutas eran vistas en público. La mujer estaba en inferioridad de condiciones y subordinada con respecto al padre y esposo. La esposa estaba obligada a obedecer a su marido como a un amo, siendo la obediencia un deber religioso. El esposo tenía derecho a traer a vivir a una concubina, tenía derecho al divorcio, podía vender a su esposa para pagar una deuda. En el mundo judío, la legislación civil estaba regida por leyes religiosas. La mujer según la Torah, era inferior al hombre, no podía entrar al Lugar Santo, debía estar en el atrio de los gentiles y mujeres, estaban excluidas de la 68 FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA lectura del Torah, durante el culto en la sinagoga, estaban excluidas de las enseñanzas en las escuelas de los fariseos. El sexo era percibido como la expresión de la naturaleza pecadora. El fariseo, debía evitar hablar con ellas. Todo varón israelita, recitaba cada día, "Señor te agradezco que no me hayas creado mujer", (shelo asani ish). Se consideraba que la mujer fue creada para procrear, frente al pecado se la consideraba la más débil. La mujer vista como una tentación los prejuicios han ido determinando el ser y el quehacer de la mujer, en la historia. Aristóteles, filósofo griego, consideraba que el varón por naturaleza es superior, que la facultad de discernimiento de las mujeres era como la de un niño. Los juristas romanos mantuvieron premisas tradicionales con respecto a las mujeres. En el siglo 1, A. C., Cicerón sostuvo que todas las mujeres deberían estar bajo el poder de guardianes masculinos debido al estado de incapacidad con respecto a sus capacidades. En el siglo III, Ulpiano, aseguró que todas las mujeres necesitaban custodia, Ulpiano, filósofo judío, de influencia, tanto entre judíos como entre cristianos, consideraba que el sexo femenino es irracional y afín a brutales pasiones… Los pensadores judíos elaboraron las mismas premisas sobre la naturaleza inferior de las mujeres. En el S.I, A.C, Filón de Alejandría, En los escritos de Aristóteles y el Corpus hipocrático, se contempla a la mujer en su función reproductora. Escribe Galeno en el siglo II refiriéndose a la cabeza tapada de la mujer interpretaba que se debía a que ha cometido algún mal y está avergonzada ante la gente. Agustín (354-430 d.C.) manifestaba que el hombre, por sí sólo era la imagen de Dios. Santo Tomás de Aquino, decía que la mujer era inferior al hombre en cuanto a su alma, además de la imperfección física del cuerpo, creada por Dios sólo para asistir en la procreación. Calvino manifestaba que la mujer le fue dada al hombre como colaboradora en la única tarea en la cual él necesita su ayuda, en la procreación. 69 FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA JESÚS AMA A LAS MUJERES Jesús, y el anuncio del Reino de Dios, llega como la realidad que cambia a hombres y mujeres, que trastoca la las estructuras de la vida cotidiana, restituye a la mujer el mismo puesto de dignidad y responsabilidad que a los hombres, no siendo el punto de referencia la ley, sino la guía directa de Jesús y su Palabra profética, Gálatas 3:28. Jesús pone como ejemplo de verdadero amor a la mujer pecadora que en casa de un fariseo, lava sus pies con perfume y lágrimas. Era y es aun hoy, considerada impura, inferior, una prostituta. Jesús se deja tocar por ella y lo agradece de corazón. Jesús la pone como ejemplo de perdón, de fe y de amor, algo muy trasgresor para ese tiempo. En el relato de Marta y María, Jesús pone de manifiesto que las mujeres tienen derecho a escuchar lo que dicen los maestros de la ley, (nueva trasgresión de la Ley judía) y hablar y conversar con Él, reivindicando así la igualdad con respecto a los hombres. La condena de Jesús al repudio o carta de despido que aquella sociedad machista permitía a los varones y que dejaban a la mujer totalmente desvalida, generó en Jesús la defensa de ella y de su condición social. Cuando Jesús muere en la cruz, como consecuencia de su vida y de su palabra, las mujeres que le seguían desde Galilea y otras de Jerusalén son testigos de esta muerte y no le abandonan. En la Resurrección de Jesús, las mujeres no podían ser testigos según la ley judía, son ellas las primeras testigos de la Resurrección, corren a anunciarlo a los once discípulos, pero “todas estas palabras les parecían desatinos y no las creían”... (Lucas 24,1-12). Marcos también afirma que Jesús resucitado se apareció primero a María Magdalena. Los críticos conceden a esta frase una sería probabilidad histórica. En la Iglesia primitiva, las mujeres desempeñaban un papel importante en las misiones. 70 FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA DESARROLLO DE LOS ROLES FEMENINOS Se observa en las familias, aumento de las problemáticas psicosociales. La violencia, las adicciones, los delitos, son síntomas de una sociedad enferma. Cada vez encontramos más casos en nuestras iglesias de hermanos con depresión, angustia. Hay factores individuales, familiares, sociales que atentan contra la salud mental del individuocomunidad. La relación entre personalidad del individuo, y los procesos de dinámica de grupo de la vida en familia, constituyen un eslabón esencial en la cadena de causalidad de los estados de enfermedad y salud mental. La sociedad argentina frente a las crisis institucionales que ha ido soportando, se visto afectada en sus necesidades básicas. El individuo es depositario de una experiencia de grupo, su identidad es al mismo tiempo individual y social. La familia es un núcleo a partir del cual se desarrolla la sociedad. Es el campo de entrenamiento donde la persona, adquiere práctica y cada vez mayor destreza para cumplir con la variedad de roles sociales. Las relaciones familiares regulan la corriente emocional, inhibe, alienta algunos impulsos individuales y subordina otros, de aquí, la importancia que tiene en la formación de la personalidad. La identidad, es el conjunto de características físicas, psicológicas, espirituales, que se hacen presente en la manera de ser de una persona, es la forma como está estructurado cada uno en lo más esencial. Cada persona es un ser único, irrepetible y diferente a los demás. La identidad se basa en la percepción de mismidad de la propia existencia, en el tiempo y espacio. El sentimiento de identidad puede verse en algún momento en pérdida parcial de la capacidad de síntesis del yo, y también puede haber pérdida central cuando entra en crisis. La identidad del yo se va construyendo gradualmente a través de procesos de identificaciones que son inconscientes. Las identificaciones con figuras parentales, grupo de pares, modelos sociales, culturales., inciden en la construcción de la propia identidad. La identidad va cambiando, de acuerdo a las etapas evolutivas, y acontecimientos que se producen en el transcurso de la historia del sujeto 71 FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA en su contexto. Se producen crisis evolutivas, y accidentales, cambios bruscos que producen desequilibrios emocionales, que generalmente son pasajeros, si hay una estructura saludable de personalidad, y un marco familiar, social contenedor. La falta de aceptación, segregación, discriminación social, influye con una baja autoestima que inhibe el desarrollo normal. La familia pasa por duelos, divorcios, enfermedades psicosomáticas, adicciones, enfermedades mentales, discapacidades, violencia familiar, etc., que requieren de contención, escucha, empatía para poder ser ministrados, orientados, a través de la Consejería. La adquisición de la llamada "identidad del género", femenina y masculina, se basa en las identificaciones tempranas que realizan niñas y varones en nuestra cultura. En tanto la identidad femenina tiene en sus orígenes la identificación con una madre, con su cercanía, su relación corporal, en el vínculo materno, la identidad masculina no se define totalmente en su identificación con el padre. La ausencia del padre en la estructura familiar habitual, muerte, abandono, separación, falta de reconocimiento, etc., no significa que los niños no aprendan la masculinidad, ni los roles masculinos, habría que analizar y evaluar cada caso. Las niñas desarrollan una identificación personal con la madre, basada en procesos afectivos y el aprendizaje del rol. Los niños, en cambio desarrollan una "identificación posicional", con aspectos del rol masculino. Las niñas se identifican con ser madres, y los niños con la posición o lugar del padre, la niña iría tomando actitudes, conducta, valores, de la madre, y el niño a través de la identificación con la función paterna, aprendería, incorporaría el rol masculino, aún sin la internalización de actitudes o valores de su padre, como persona. Ante un padre ausente, se produce la identificación con lo masculino, mediante la incorporación de imágenes culturales de la masculinidad, y hombres con los que el niño, conscientemente o inconscientemente, puede identificarse, tomar, como modelos masculinos. La conflictiva edípica, la castración simbólica, introduce al niño y a la niña en la cultura, el padre, como representante de la cultura, de la Ley, según Lacan, que separa al hijo de la relación simbiótica con la madre. ”El 72 FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA padre sólo está presente por su ley que es Palabra y únicamente en la medida en que su palabra o habla es reconocida por la madre, cobra valor de Ley. Si la posición del padre queda en entredicho, el niño permanece sujeto a su madre. El niño al interiorizar la Ley, se identifica con el padre y lo convierte en su modelo. La Ley se vuelve liberadora: pues separado de la madre, dispone de sí mismo, se percata de que está por hacerse y se orienta hacia el porvenir, se inscribe en lo social, la Cultura, e ingresa en el Lenguaje.” De la elaboración del complejo de Edipo, según la teoría Psicoanalítica de S. Freud, dependerá la salud mental del sujeto, observándose en la clínica que de ésta elaboración, depende la etiología de las Neurosis, Psicosis, Perversiones. Las identificaciones son en parte, inconscientes, los contenidos del inconsciente los conocemos cuando afloran a la conciencia, de manera enmascarada ,expresiones que tenemos que develar, todo lo reprimido, tiene que ver con las prohibiciones culturales, representadas por la instancia del súper yo, según el Psicoanálisis, el inconsciente pugna por hacerse consciente. El Yo, va a permitir la canalización de los impulsos, que están en armonía con el súper yo, y con el mundo exterior. Los impulsos exteriorizados a través de actitudes, conductas, van a buscar satisfacerse a través de objetos, personas. La libido, es decir la energía del instinto sexual, (no todo lo sexual, es genital para Freud) va en búsqueda del placer, aunque éste placer, sea la expresión de un goce perverso, sado-masoquista, o de un síntoma neurótico. En la adolescencia se reactualiza el complejo de Edipo con la posibilidad de reelaborar vínculos, y el proceso identificatorio. La teoría sistémica, también ha realizado un gran aporte en la comprensión de la dinámica familiar. Las mujeres aprenden roles básicamente familiares, reproductivos, afectivos, los roles masculinos se relacionan estrechamente en la organización de la producción y el trabajo. Sin embargo estamos frente a grandes cambios de roles, funciones e identidades sexuales, de género. Es el varón generalmente el que determina principalmente la posición de clase y el status social de toda la familia, de acuerdo a su rol ocupacional, aunque la esposa contribuya, con su quehacer laboral y el sostenimiento de la familia. La función materna, desde el punto de vista psicológico, se ha considera- 73 FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA do históricamente, como aquella que satisface las necesidades nutricias, emocionales, cuidados personales, que caracterizaría lo que Winnicot denomina una madre suficientemente buena. Esto garantizaría al niño recursos de salud mental. Para el niño varón, la dependencia y apego a su madre, representa lo que no es masculino, por eso, el niño debe reprimir las cualidades que crea como femeninas, y rechazar y devaluar a las mujeres para afirmar su masculinidad. Pueden generarse vínculos de dependencia que posibiliten, una regresión a etapas anteriores por excesiva gratificación, o frustración. La identidad genérica, y la comprensión básica de la masculinidad y la femineidad se adquieren durante la socialización primaria. La socialización primaria se desarrolla en la interacción con otros, a través de vínculos emocionales con otros significativos, el mundo de ellos es el propio y único mundo existente. La socialización secundaria, es el aprendizaje social que ocurre pasados los años de niñez y adolescencia. El término "género", circula en las ciencias sociales con una acepción específica, la idea general mediante la diferencia del término "sexo" y "género", el sexo queda determinado por la diferencia sexual inscripta en el cuerpo, mientras que el género se relaciona con los significados que cada sociedad distribuye, es decir las significaciones atribuidas al hecho de ser varón o mujer, en cada cultura y en cada sujeto. El comportamiento de ambos, más que tener una base natural, invariable, se deben a construcciones sociales y familiares asignadas de manera diferenciadas a hombres y mujeres. Se iría incorporando desde la temprana infancia pautas de configuración psíquica y social, que dan origen a la femineidad y a la masculinidad. Se definiría al "género", como conjunto de creencias, rasgos de personalidad, actitudes, valores, conductas que diferencian a hombres y mujeres. Esta diferenciación, es producto de un proceso histórico de construcción social, donde las diferencias entre género femenino y masculino, implican desigualdades, y jerarquías entre ambos, por ejemplo, el predominio del poder de los afectos en el género femenino, y el poder racional y económico en el género masculino. La raza, religión, clase social, etc., son otros aspectos, determinantes, de la subjetividad humana. 74 FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA Los estudios de género, conservan para sí la base de crítica social, con que se iniciaron los primeros estudios de la condición femenina, especialmente la denuncia de las condiciones de desigualdad y de marginación de mujeres y/o hombres en determinadas áreas de poder donde podrían expresar, desarrollar, canalizar, su subjetividad. Los Estudios actuales, sobre "género" cuestionarían la noción de que existiría, un único modo dominante, de representación social, para cada género. Los estereotipos de género, son características asignadas consensualmente a hombres y mujeres, se refieren a creencias sobre las características psicológicas femeninas y masculinas, mientras que el rol genérico, refiere a las actividades apropiadas para hombres y mujeres. En realidad, tendemos a ver a hombres y mujeres como opuestos. Los estereotipos pueden representar o distorsionar la realidad. El sojuzgamiento de las mujeres simbolizado por el género es un paradigma de las relaciones de poder sobre la que se basa nuestra civilización. LA MUJER VÍCTIMA DE LA VIOLENCIA FAMILIAR Comenzaría diciendo que la violencia no es una enfermedad, es una conducta aprendida. La violencia conyugal se caracteriza por manifestación de conductas de abuso, permanentes o periódicas, es decir establecerse con frecuencia. Pueden darse diferentes tipos de abuso, que generalmente se combinan. Abuso físico, se trata de todo tipo de agresión de orden físico, en el cuerpo., ejemplo cachet, trompadas, tirones de pelo, aplastar la cara contra la comida, quemaduras, cortaduras etc. Abuso sexual se caracteriza por tener todo tipo de relación sexual sin el consentimiento, (violación), no tener en cuenta lo que desea la pareja. Abuso emocional se caracteriza por provocar situaciones de angustia, vergüenza y malestar en la pareja. Ej.: descalificaciones, insultos, amenazas, acusaciones, sospechas, dobles mensajes, utilización, manipulación de hijos, etc. Abuso económico, se trata de lo referido a la administración del recurso económico, tomar decisiones sin tomar en cuenta al otro, usar la plata en sí mismo, no cumplir con cuotas de alimentos, etc. Abuso social, está relacionado a aislar a la pareja, no pasarle llamadas, boicotear la relación con vecinos, u organizaciones comunitarias etc. Abuso 75 FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA ambiental está relacionado a lo que rodea a la pareja, ej. Romper objetos de la pareja, lastimar animales, revisar cajones, romper fotos familiares, etc. La víctima de violencia, manifiesta generalmente un cuadro depresivo, desvalorización, angustia, desinterés, apatía, pudiendo llegar al suicidio. La mayoría de las víctimas de violencia, son mujeres, niños, adolescentes, ancianos. El victimario puede provocar la muerte de su víctima, en el descontrol, aunque luego se arrepienta, vuelve a acumular tensión hasta estallar, y comienza nuevamente el ciclo de la violencia. El maltrato físico se traduce también en golpes, quemaduras, fracturas, accidentes reiterados, que la víctima trata de ocultar. La mujer maltratada suele justificar el accionar de su compañero, se siente culpable, responsable merecedora de tales castigos, quiere cubrir la totalidad de expectativas de su marido., indefensión que la inmoviliza para pedir ayuda. No son los sentimientos de culpa índice de patología, cuando éstos coaccionan al individuo a la reparación, a la aceptación de su responsabilidad y a la re-elaboración de actitudes que perjudican a los demás, y a ella misma. Son patológicos los sentimientos de culpa cuando están referidos no a la realidad externa y a los seres y situaciones que la rodean, se incrementa la sensación de ser merecedora de castigo, continuo o impostergable. En éste caso, las causas, hay que buscarlas a nivel del inconsciente, su historia, la cultura, los vínculos primarios, en los que encontraremos, falta de valoración de sus progenitores, maltratos, abusos, y a nivel de pareja a un hombre dominante que busca subordinarla, obligándola a ejecutar acciones que no desea y prohibiéndole la concreción de aquellas que desea realizar. Una madre inmadura emocionalmente que se somete al castigo, y generalmente calla también el maltrato hacia los hijos por temor. Manifiesta generalmente un cuadro depresivo, intentos de suicidio. Puede haber sufrido abortos, producto del maltrato durante el embarazo. La víctima de violencia no percibe el deterioro, porque el maltrato es permanente, termina creyendo de ella misma lo que su agresor quiere que crea. Un hombre perverso, con rasgos psicopáticos, que manipula, seduce, castiga , que manifiesta conductas sádicas, es el perfil del 76 FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA hombre violento, generalmente con una historia infantil, donde fue víctima de violencia, con un contexto sociocultural y una cultura machista, que valoriza éstas conductas. Ante estos casos es necesario evaluar el riesgo físico de la víctima, para orientar tratamiento en las Unidades de Fortalecimiento Familiar, muchas veces siendo necesario, proteger a las víctimas brindándoles un lugar, fuera del hogar conyugal. Las denuncias en las fiscalías de turno, también son alternativas en los casos de urgencia, para que la víctima realice la denuncia, habiendo dejado, previamente el domicilio conyugal, dado el riesgo de muerte, castigo a ella, y a sus hijos. Posibilitar que pueda afrontar la frustración sin paralizarse, sin evadirse, generando un proyecto de vida. La violencia en este marco es un delito que hay que denunciar, pudiéndose evitar así, alguna muerte. La adicción a las drogas, alcohol en un hombre violento, es un factor mayor de riesgo. La violencia, homicidio, lesiones, daños psicológicos, son evitables. Reitero que la violencia no es una enfermedad, es una conducta aprendida. Observamos que el abusador, violador, además de ejercer seducción, manipular afectivamente, elige la víctima, los más indefensos, y ante las pericias, evaluaciones, confrontaciones, no reconoce los hechos. Manifiestan frialdad, hipo afectividad, frente a la confrontación de los hechos delictivos que se le imputan. Generalmente son reincidentes, en sus conductas delictivas. Sería imprescindible que la iglesia ministrara tanto a las víctimas, como a los victimarios, generalmente estos son ministrados cuando ya caen detenidos en las Unidades Carcelarias, donde el trabajo de los Capellanes evangélicos, Pastores, es fuerte y sostenido. La familia, la iglesia, pueden funcionar como preventores de violencia, ejercitando el diálogo, escuchando las denuncias, o los cuestionamientos de sus miembros, participando activamente en los espacios comunitarios, articulándose con las instituciones involucradas en las diferentes problemáticas que hacen a la Salud, Educación, Justicia. 77 FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA La Iglesia debe incentivar el trabajo con chicos de la calle, madres solteras, adictos, para contrarrestar la influencia de las mafias, narcotráfico, prostitución, tráfico de niños, de mujeres. Las instituciones que no fomentan éstos espacios de reflexión, participación y cambios sociales, son generadoras y/o cómplices de la violencia por encubrimiento. MUJERES Y MISIÓN La Misión de Dios la (missio Dei), es la auto-revelación de Dios como El que ama al mundo y se compromete con él, acción en la cual la Iglesia tiene el privilegio de participar. “La missio Dei, no se origina en la iglesia, ni en el pueblo de Israel, sino en el corazón de Dios mismo, en el seno del Dios Trino”. (Costas Orlando 1986). Missio Dei enuncia las buenas nuevas de que es un “Dios para el Pueblo”, (Bosch D.2000) éste, en su teoría de la tensión creativa, utiliza la teoría de la complementariedad como base de su teoría de la misión, el evangelio como una tensión entre necesidades espirituales y materiales, oración y acción, evangelismo y responsabilidad social, diálogo y testimonio, poder y vulnerabilidad, lo local y lo global. La Missio Hominum, el uso por Dios de instrumentos humanos, y dentro de éstos instrumentos humanos se citarán mujeres que participaron de la Misión de Dios, su voluntad, para éste mundo, en diferentes contextos, circunstancias, que El utilizó para transmitir su amor. El mensaje de salvación, es brindado, en vasos de barro. Se cumple la profecía, anunciada en Joel 2:28-32. La discriminación, la cosificación de la mujer, a través de mandatos culturales, costumbres, leyes, fue internalizándose, tanto en hombres como en mujeres, pero han quedado fijadas psíquicamente, espiritualmente para muchas mujeres, como situaciones traumáticas, heridas que deben que ser sanadas y restauradas por la iglesia a través de un genuina reconciliación basada en un genuino arrepentimiento y reparación de aquellos que consciente o inconscientemente, desde su hermenéutica dañan la imagen de Dios plasmada en la mujer, el arre- 78 FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA pentimiento de los que no toman en cuenta que la mujer también fue redimida por la sangre de Jesús. Para las mujeres es complejo estar llevando a cabo la misión de Dios con el llamado, la aprobación de Dios, el poder del E.S. y sin la consideración, reconocimiento personal, ministerial igual que el que tiene el hombre en la iglesia, frente a su ministerio. Raymond Bakke 2002) nos relata sobre cuatro mujeres que fueron instrumentos en la misión de Dios, " las abuelas de la Navidad", Mt 1: 1-7. Tomaremos del A.T a Tamar, Rajab, Rut, Betsabé," las otras mujeres", en la familia de Jesús, que hoy, dice Bakke podríamos llamar los "trapos sucios de la familia". La historia de Tamar la encontramos en Génesis 38, Judá el hermano mayor de José tuvo tres hijos, Ur se casó con Tamar y luego falleció. Se jugaba el tema de la herencia de propiedades. La costumbre judía era que si no había herederos, se realizaba un matrimonio por levirato, un segundo hijo tenía que casarse con la viuda de su hermano, conocemos la historia de Tamar, fue abandonada por su suegro, y forzando la situación con engaño, logra quedar embarazada de él teniendo mellizos que fueron ancestros de David, de Jesús. Este relato nos muestra la injusticia sufrida por Tamar, frente a la negación de redención, y expulsión de la casa, por su suegro. La desesperación que debe haber experimentado, los sentimientos de fracaso, miedo a la soledad, al desamparo, frustración ante situaciones truncas, que incluso no dependían, sólo de ella. La humillación que habrá sentido por la esterilidad, la discriminación que sufrió por haber quedado desprotegida frente a la muerte de su esposo, la negación de Onán de cumplir con el levirato, para restaurarla. Toma distancia de la situación, hasta que aparece de nuevo en escena, vistiéndose de prostituta, logrando que Judá, al no reconocerla, mantenga relaciones sexuales y así quedar embarazada, y lograr su descendencia. El resultado fueron mellizos ancestros de David, y por lo tanto ancestros de Jesús. La historia de Rajab la encontramos en Josué 2.Israel estaba peregrinando por el desierto. Números 13 nos habla que enviaron espías delante de ellos, los espías llegaron a Jericó. En Hebreos 11 como Santia- 79 FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA go 2 hablan de Rajab y utilizan la palabra griega “pornay” para describirla, la raíz de la palabra pornografía, que nos dice algo del lugar que dirigía Rajab, donde los 2 espías fueron a esconderse, Rajab los escondió y mintió cuando preguntaron por ellos, los mandó por un camino equivocado. Rajab les dijo a los espías que había escuchado de Dios como los liberó del faraón, y los cuidó en el desierto, "puedo ser una de ustedes?, los espías aceptaron. Hebreos 11 habla de la fe de Rajab. Podríamos pensar que Rajab era consciente, de los mecanismos de dominación ideológica, denuncia con su cuerpo la injusticia y la explotación, seguramente la perversión en la que estaba entrampada, el pecado no la dejaba experimentar paz, a pesar de la posición económica holgada, y la seguridad en la provisión de su familia, su seguridad, se juega, en post de una visión celestial, encarnando la misión. El libro de Rut, es un comentario sobre el libro se los Jueces, si bien no hay referencias de ella, como "pecadora", descendía de la cultura de Sodoma, pesa sobre ella su contexto cultural. Decide ir con su suegra a Belén, manifestando su aprecio, fidelidad hacia ella. La amargura de Noemí, frente a las muertes de sus seres queridos, el enojo que debe haber sentido, ambivalencia frente a los hechos ocurridos, podría haber experimentado síntomas depresivos ante las pérdidas sufridas. Las dos mujeres, débiles social, económicamente, ante las pérdidas de, esposos e hijos, sin descendencia, en una sociedad patriarcal. El panorama era desesperante, y ahí comienza a hacerse manifiesto, evidente, los designios de Dios, en sus vidas, y en la familias. Se va viendo en el texto, que los acontecimientos que se van produciendo, no son casuales, sino que responden a los propósitos de Dios En el cap. 2, Rut, se dispone a ir a buscar cebada, ante el pedido de Noemí, y llega al campo de Booz, bajo la gracia de Dios, regresa con el grano, y el cuidado que Booz le había prodigado. En el Cáp. 3, Noemí le indica a Rut, como se tiene que arreglar, y hacer, para conquistarlo, para que Booz, le pida matrimonio,( actualmente, no sería una estrategia compartida, por muchas de las mujeres de la iglesia). Cáp. 4, el final feliz, está cerca, Booz la redime, como pariente más cercano, según la tradición del matrimonio por levirato, Dt. 25: 5-10, ésta ley familiar, prevé la protección de cada miembro de la familia, nadie quedaría sólo o destituido, también tiene que ver con el sentido de propiedad, herencia, de esa 80 FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA época, cultura, donde de acuerdo a la Ley, la mujer podía ser objeto, de posesión. El A.T afirma que Jehová era el Go´el de Israel recalcaba la promesa de su pacto, a través del cual, Israel vino a ser su posesión Ex 19: 5, habitaba entre su pueblo (Ex 19:5), dispuesto para protegerlo, y redimirlo. El libro de Rut termina, con una celebración por el nacimiento de Obed. Vemos como se cumple la promesa, para Noemí y su familia, Dios es fiel, y utiliza diferentes medios, para manifestar su voluntad. Obed, fue el abuelo de David rey de Israel. Mt.1, comienza "Jesucristo...Hijo de David". Betsabé, es la cuarta abuela que cita Bakke, 2 Samuel 11, nos habla, que era esposa, del mejor soldado del Rey David, Urías. Relata una situación de adulterio de Betsabé, abuso de poder, y homicidio del Rey David, éste fue delatado por el profeta, el salmo 51, es su confesión. El primer bebé nació muerto, ¿por qué no pensar que Betsabé ante el temor, pudo haber intentado abortar?, temas que siguen siendo actuales, adulterio, aborto, homicidios, abusos de poder, acosos sexuales, etc., efectos del pecado individual, y social. El segundo hijo fue Salomón. Si bien todos estos relatos, tienen que ver con historias de mujeres, donde el pecado, y la gracia están presentes, también se trata de mujeres extranjeras, inmigrantes, que han vivido el desarraigo, la discriminación, la soledad. Martín Lutero fue la primer persona en la historia de la Iglesia, que observó que las cuatro mujeres eran extranjeras, Tamar y Rajab eran cananeas, Rut era mohabita y Betsabé era hitita, "el texto se refiere a la misión", dijo Lutero. La genealogía de Jesús, tiene que ver con cruces de razas, los judíos negaron que ésta haya sido parte de su propia historia. Etnocentrismo, racismo, también son problemáticas actuales, que dificulta la misión de la iglesia en el mandato de Mt.28. Jesús nacido en Asia, refugiado en África, en él, su sacrificio en la cruz fue símbolo de unidad de todas las razas, la salvación, era para todos los que en él creían, sin distinción sexual, social, cultural. La misión se inserta siempre en la historia, desde la perspectiva de la misión integral, es importante evaluar la realidad a cada momento. La Biblia nos habla de muchas mujeres, re- 81 FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA calcando su importancia desde Eva en Gén. 3.6. En el Nuevo Testamento, en el Evangelio de Lucas, a la primera mujer que se le anuncia el nacimiento de Jesús es a María, la madre del Salvador. Son las mujeres también las que reciben las buenas nuevas de la resurrección de Cristo. En Lucas 8:2-3 nos dice que eran mujeres las que financiaban la misión de Jesús. En el libro de Filipenses, Lidia la vendedora de púrpura, fue pilar de la iglesia, Pablo habla de la hospitalidad de la iglesia de Filipos. El personaje que más se destaca como mujer en Hechos de los Apóstoles, es Priscila, colaboró con su esposo en la misión de Pablo, y corrigieron la enseñanza de Apolos. En Filipenses 21:9 se menciona que Felipe tenía cuatro hijas que "profetizaban", es decir que predicaban. En Fil.1:1 Pablo recomienda a Febe diaconisa en la iglesia de Cencreas, como líder 1Ts.5.12, Ro.16:1-2. Pablo envía saludos a Junías, la reconoce como apóstol notable, destaca que se entregó a Cristo antes que él, Ro. 16.7. Jesús, nacido de una mujer, concebido por la obra del Espíritu Santo, María, la madre de Emmanu-El Is.7, 14, la primera de los creyentes. Lucas 1, 26-38, María, la mujer de la nueva creación que se contrapone a Eva pecadora, una mujer virtuosa, usada por Dios, para ser la madre del Redentor, que acepta el desafío del servicio, la misión, en sumisión a Dios aceptando, caminar por fe. Mt. 1,19-21 nos manifiesta la duda de José, sobre la virginidad de María, la intención de no desacreditarla, firmándole un acta de divorcio DT 24,1. Sin duda que María también, debe haber sentido inquietud, temor, frente a la probable desaprobación de su prometido, y la incredulidad de éste, y de su entorno social, encarnar la Misión, dando a luz, a la Luz de éste mundo, por obra del Espíritu Santo. El llamamiento al servicio, siempre implica tomar decisiones, que van a tener que ver con renunciamientos, con desafíos, en las cuales es probada nuestra fe. Imposible resulta poder entender desde la razón, los milagros que Dios hace, sólo desde la fe le encontramos el sentido a las experiencias espirituales, son tangibles las manifestaciones de Dios cuando nos mantenemos firmes en El, en sus propósitos, en su voluntad, se va revelando a medida que vamos caminando, lo vamos conociendo, entendiendo, compartiendo códigos comunes en la comunicación, pro- 82 FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA fundizando la relación, estando en comunión aprendemos a ver en los otros los propósitos de Él, su presencia. Su Palabra se va encarnando en nosotros, el Espíritu nos va guiando. Lucas 10,38-42, relata, que Jesús visitaba una aldea, y una mujer, Marta lo recibe en su casa, que tenía una hermana que se llamaba María, que se sentó a los pies de Jesús para escuchar lo que él decía, mientras Marta se esforzaba por los quehaceres "domésticos". Seguramente que desde lo formal, no estaría bien visto que no se lo sirva al invitado, que se dejen las tareas de la casa pendientes, que se entre en diálogo con un hombre, estando solas en la casa… Marta reclama a Jesús que no reaccione frente a la transgresión de María de normas de buena conducta, de acuerdo a lo esperado en ese contexto histórico, su rol en la casa, familia, sociedad. Según la tradición registrada por el Evangelio de Juan 12,1-3, Marta y María eran hermanas de Lázaro, sin embargo, aquí, Lázaro no aparece. Jesús le responde a Marta, que María ha escogido la mejor parte y nadie se la va a sacar. Supuestamente las dos hermanas habían escogido un estilo de vida, de griegos y romanos, más liberales en sus costumbres, tal vez en la necesidad de generar el propio sustento, como tantas mujeres, que trabajan en el campo o la ciudad con esfuerzo para poder sobrevivir en una sociedad injusta en desigualdad de posibilidades. Actualmente, muchas mujeres salen de los moldes, de la cultura evangélica, trabajando, estudiando, participando de diversos contextos, actividades, manteniendo y educando solas a sus hijos, o reforzando el sustento o desempleo de los maridos, teniendo independencia económica, que en la mayor parte les alcanza para asegurar la vivienda y la alimentación, con la mirada puesta en Jesús, y siguiendo las enseñanzas del Maestro. Juan 12,1-11, Mc, 14,9 hablan de la cena de Betania, donde María unge con aceite perfumado de nardo muy fino los pies de Jesús, y los secó con los cabellos, al ser confrontada por Judas Iscariote, Jesús interviene reconociendo la motivación de ella, de que lo tenía preparado para su entierro, ella sabía del sacrificio que Jesús estaba a punto de realizar, ya nada material tenía valor, al lado de la muerte de Él. Allí estaba Lázaro, testimonio del poder de Jesús, resucitado entre los muertos, y señal de la Resurrección de Cristo. 83 FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA En Lucas 7, 36-50 posiblemente la mujer pecadora de la que se habla en éste relato, sea María la hermana de Marta y Lázaro, que unge los pies de Jesús en vísperas de su muerte, antes de la Pasión. Lucas habría modificado detalles del relato, aludiendo al pasado de María. En el caso de que ésta María fuera la misma llamada de Magdala, Lucas 8,2 María está en el grupo de discípulos, que acompañaba a Jesús. Lucas 24,10, MT28,9-10, la resurrección de Jesús, Marìa de Magdala, y otras mujeres son testigos del milagro, y tienen que llevar el recado, fueron partícipes del poder de Dios, crucifixión, resurrección, en la misión de Dios, en adelante ellas encarnarán la misión con el resto de los discípulos. Ellas fueron amadas, perdonadas, y usadas en la gran Comisión. Sentarse a los pies de alguien para escucharlo, representa las relaciones entre discípulos, y maestro, en Hechos 22,3, Pablo dice estar sentado a los pies de Gamaliel. La mujer, tiene la autorización dada por Jesús, a través de María, de aprender del Maestro, transgrediendo las costumbres de la época y afianzando el mensaje profético de Jesús, el anuncio de la llegada del Reino de Dios, que cambia a las personas, y éstas, la realidad social. Jesús, llegó para redimirnos del pecado individual y el pecado social." Si el Hijo os libertare seréis verdaderamente libres",Jn 8-36. "Si Dios está con nosotros, ¿quién estará contra nosotros?..."Nada podrá apartarnos del amor de Dios que está en Cristo Jesús", Ro 8. La redención de la mujer ha llegado en Cristo. Es preciso volver al modelo de Jesús, el vino a servir, no ha ser servido, la iglesia está llamada a servir. “La teología de la encarnación nos protege de la tentación de volvernos adeptos de una teología de la gloria que no percibe, respeta ni sufre con el sufrimiento de la gran mayoría de nuestro pueblo”. (Valdir R. Steuernagel 1992). Quiénes son los pobres? no sólo en el sentido económico, ¿no son los marginados, los ignorados, los desechados?, aquellos a los que Dios nos mandó a liberar?, no son los que nos llegan a las iglesias buscando alivio a su sufrimiento?, cansados de la vida, sin haber encontrado el sentido a su existencia? Se requiere de una Pastoral comprometida, en la misión integral de la Iglesia, que pueda denunciar la injusticia social, y traba- 84 FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA jar para generar cambios individuales y sociales, dentro y fuera de las iglesias. Mujeres heridas, que necesitan ser consoladas, restauradas, redimidas, que buscan el amor de Dios. Siguiendo en su reflexión a (J. Miguez Bonino 1975), nos dice que “el pecado es deshumanizar-cerrar el ejercicio del amor-una responsabilidad que Dios nos abre en el mundo. Es significativo que cuando Jesús entra en conflicto con distintos grupos de personas alrededor, la causa es siempre el que alguno o algunos se apropien irresponsable y egoístamente de relaciones o posibilidades humanas que han sido dadas para ser compartidas en amor. Jesús es enormemente compasivo con la mujer y sumamente duro con el hombre: no hay ninguna mujer pecadora que se aproxime a él y no sea perdonada. Pero cuando alguien le pregunta acerca del hombre que según la costumbre vigente, podía despedir sumariamente a su mujer, responde con enorme rigor: el hombre que mira a una mujer con lascivia ya ha cometido adulterio, era el hombre quien se apropiaba para su propia satisfacción egoísta e irresponsable de una relación que Dios había creado para el ejercicio generoso y responsable del amor. Eso es el pecado. Pecado contra Dios porque su propósito de humanización por el amor, es prostituido”. Tremenda reflexión, que nos concientiza de la cosificación de las mujeres, históricamente, y la deshumanización de las relaciones, en general, en las que todos tenemos responsabilidades. “Aun cuando en su intención teológica el cristianismo contenga el germen de una completa liberación de la mujer, de las discriminaciones de la cultura patriarcal vigente hasta hace poco, en su encarnación completa, sin embargo se adhirió a las estructuras sociales discriminadoras de las culturas greco-latina y judaica, permitiendo su supervivencia dentro de las instituciones eclesiásticas hasta el día de hoy. El mismo S. Pablo impone la sumisión de la mujer al marido lo mismo que la Iglesia está sometida a Cristo (cfr. Ef.5, 22-23), dentro de una analogía difícilmente aceptable en nuestros días”. (Boff L.1979) 85 FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA CONCLUSIÓN “Cuando la diferencia biológica, (anatomía, etnia, color de la piel, etc.) se interpreta culturalmente como una diferencia sustantiva, tan importante que marca el destino de las personas, y se las juzga con una moral diferenciada para unos y otras, se crea un problema político. (…) La diferencia se vuelve desigualdad, con grave perjuicio para las diferentes”. (Herbert Braun 1975) El movimiento pentecostal se encuentra realizado en la persona de Jesucristo, habiéndose desarrollado en la acción del poder pentecostal transformador del Espíritu Santo. Este mensaje transformador que trasciende todas las fronteras culturales, geográficas, sociales. La corrupción causa pobreza y a los más desprotegidos lleva a la muerte, violencia contra los países más débiles y con los desposeídos de todos los pueblos, en los que las mujeres y niños son los más violentados. Como líderes tenemos que aprender a enfrentar los desafíos de la globalización en que se da el crecimiento de poderosos a costa de que haya más desposeídos, que son mayoría en el mundo. El movimiento pentecostal, evangélico, ha superado la etapa en que los prejuicios, temores, hubo tiempos en que no se nos permitía ni hablar de la Teología de la Liberación, menos estudiarla, analizarla. Al no haber habido cambios del liderazgo administrativo durante muchos años, o con períodos muy largos en sus funciones se ha dificultado el surgimiento de nuevos líderes que ocupen cargos jerárquicos. La falta de una visión más inclusiva, participativa ha afectado el desarrollo del ministerio de las mujeres en Iglesia de Dios, siendo la evidencia de ello, la imposibilidad de reconocimiento del mismo grado ministerial que pueden alcanzar los hombres. Para las mujeres el grado máximo es Ministro Ordenado y del hombre el de Obispo, hay un grado definitorio de diferencia que no permite que participemos de las decisiones fundamentales en las Asambleas Generales, por lo que nuestras voces con propuestas administrativas no se escuchan, nuestros roles se circunscriben a la Educación, Pastorado, Evangelismo, Misiones, Ministerios de Acción Social. 86 FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA Las mujeres aunque estemos con las mismas condiciones que los hombres frente al ministerio, no tenemos las mismas posibilidades que ellos para desarrollarlo o para ser promovidas, esta discriminación afecta nuestra participación en la misión de la Iglesia. Se requiere de una Pastoral que haya experimentado la misericordia (hesed) de Dios, que a través de la propia transformación , puedan dar testimonio del amor de Dios, encarnándolo, compartiéndolo, sin hacer acepción de personas. La iglesia debe ser una comunidad sanadora, teniéndose que capacitar para ministrar en la diversidad de problemáticas psicosociales que sufren las mujeres y por lo cual llegan a la Iglesia. La Iglesia debe levantar su voz profética que denuncie las injusticiaspecados, individuales y sociales, participando en el quehacer social, político en donde estemos, de nosotros dependen las decisiones que tomen las autoridades. La mujer, herida por la historia, y por su propia historia, necesita ser redimida por Cristo pero también por la iglesia y por la sociedad. Debemos propiciar la igualdad de género como una relación de equivalencia por la cual las personas tienen el mismo valor, independiente de su sexo, y merecen ser respetadas y satisfechas sus necesidades de la misma manera. Concienciar sobre la necesidad de hacer respetar la equidad de género, hacer justicia en el tratamiento de mujeres y varones, reparando, restituyendo los derechos, beneficios que compensen las desventajas que históricamente han sufrido las mujeres. En nuestras iglesias, observamos a las mujeres sin que puedan desarrollar libremente la vocación a la cual han sido llamadas por Dios, el sentimiento de culpa que subyace en ellas no sólo es producto de un proceso interior, consciente-inconsciente, ni siquiera sólo de las consecuencias del pecado individual, sino que también refiere a un mandato cultural, social, religioso, en el que subyacen estructuras de poder económico, político, de las cuales las mujeres son marginales por no tener las mismas posibilidades, beneficios, derechos que los hombres. Dentro de las iglesias, el discipulado a las mujeres resulta confuso por las disociaciones que se transmiten a través de las inseguridades, te- 87 FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA mores, sospechas, prejuicios, dobles mensajes, envidia, codicia, secretos, que son algunas de las manifestaciones que nos pueden hacer pensar en la necesidad de salud mental, crecimiento espiritual, liderazgo espiritual, que debe tener el hombre y la mujer de Dios en el ministerio. La iglesia como institución, a través de sus estructuras, de los cargos jerárquicos, debe posibilitar que surjan nuevos líderes, varones y mujeres, que sean útiles en el ministerio, que ayuden a afianzar una nueva identidad en Cristo transmitiendo los valores del Reino. En algunas organizaciones eclesiásticas, la mujer no puede llegar a posicionarse estructuralmente al nivel del hombre, por lo tanto no pude llegar a incidir plenamente sobre el quehacer institucional. “Los cristianos que persisten en prejuicios raciales, sociales o sexistas, o que no defienden los plenos derechos humanos de todos, no se han terminado de convertir al evangelio integral”. (J. Stam1992) Por la gracia de Dios, cuántas mujeres estarán siendo instrumentos en la Misión de Dios, fuera de las estructuras eclesiásticas, cuántas Rahad se dispondrán a ser guiadas para alcanzar los propósitos de Dios. El Espíritu Santo continúa haciendo la Obra, convenciendo de pecado, de justicia, y de juicio. El Reino de Dios traspasa y trasciende la iglesia, a pesar del caos, cambios de paradigmas, el Espíritu Santo sigue guiando a la iglesia, aunque los tiempos internos, institucionales sean lentos, nuestra labor, va a consistir en reinventar múltiples maneras de llevar a cabo la misión, contextualizándonos, aprendiendo a ministrar en la diversidad de conflictos psicosociales, en cambios de estructuras familiares, monoparentales, ensambladas; diversidades de identidades, individuales, culturales. “Siempre el Espíritu hace surgir en medio del pueblo de Dios, mujeres y hombres que poseídos de pasión evangelizadora se lanzan a cruzar todo tipo de fronteras para llevar el Evangelio de salvación a todos los seres humanos. La Iglesia que cumple su misión es pueblo en marcha, lanzado a los cuatro vientos en trance de obediencia”. (S. Escobar 1992). Es muy positivo hacer una interpretación de la Biblia desde la mujer, porque es necesaria una lectura crítica de la Biblia basada en la Palabra de Dios sin la presión que ejercen las tradiciones, las cuales 88 FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA han silenciado y apartado a muchas mujeres de la reflexión teológica. La postmodernidad, con el subjetivismo de valores y prácticas, fragmentación de la sociedad, anomia, hedonismo, el pensamiento posmoderno, avanza hacia un conocimiento como práctica discursiva, hacia una pluralidad de narrativas, enfoques, ve al conocimiento como una construcción social al cual sólo se puede acceder a través de las experiencias. Que importante que pudiéramos aprovechar ésta transición, donde todo es posible, pero para ello, el mensaje no sólo debe ser bíblico, sino tiene que estar encarnado, donde nuestra vida sea un cúmulo de experiencias que hablen de nuestro caminar con Cristo. Frente a una realidad que cambia, ante el devenir histórico, tenemos que llegar a las personas a partir de sus necesidades integralmente planteadas, partiendo de sus propios discursos, contextos. Las crisis existenciales, el sentimiento de vacío de los que no le creen a Dios, la falta de esperanza, de justicia, de misericordia, nos deja siempre, un flanco abierto para llegar con la Palabra – testimonio. Nos toca la responsabilidad de ser instrumentos de Dios, para presentar el Evangelio integral, a través de la proclamación conjuntamente con el servicio en diferentes contextos donde El va a utilizar diversas circunstancias, situaciones personales, sociales, políticas, para manifestar su Poder, va a seguir llamando al arrepentimiento, va a seguir transformando vidas, va a incidir en estructuras de poder, usándonos a nosotros. Estamos frente a cambios de paradigmas que generan temores, incertidumbre, se requieren espacios de reflexión que permitan replantearse la misión de la iglesia a la luz de la Palabra, pensar en estrategias, en nuevas alternativas de aprendizaje, con la convicción de que el Espíritu Santo seguirá guiando para que llevemos a cabo la misión. Frente a códigos cambiantes, todas las instituciones, la sociedad, está en crisis, bajo el Poder del Espíritu Santo, la iglesia puede dar respuestas, puede posibilitar un espacio de participación, de reflexión, de encuentros, donde en comunidad, Dios nos hable. 2 Ti 4:1-5 “Te encargo solemnemente, en la presencia de Dios y de Cristo Jesús, que ha de venir a juzgar a los vivos y a los muertos, por su manifestación y por su reino: Predica la palabra; insiste a tiempo y fuera de tiempo; redarguye, reprende, exhorta con mucha paciencia e instrucción. Porque vendrá 89 FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA tiempo cuando no soportarán la sana doctrina, sino que teniendo comezón de oídos, acumularán para sí maestros conformes a sus propios deseos; y apartarán sus oídos de la verdad, y se volverán a mitos. Pero tú, sé sobrio en todas las cosas, sufre penalidades, haz el trabajo de un evangelista, cumple tu ministerio”. La misión , es la auto revelación de Dios a los pueblos, como Creador, manifestando su amor por el mundo a través de Jesucristo y el Espíritu Santo actuando en la historia de todos los tiempos, en diferentes contextos, confrontando a las personas, a las comunidades con el pecado, llamando a la reconciliación, manifestando su misericordia y su justicia. Los instrumentos somos todos, incluidas las mujeres. Es necesario volver a la Palabra, para reafirmar la igualdad entre el hombre y la mujer y su unidad en Cristo. Gál. 3.28. La complementariedad de ministerios es fundamental para desarrollar la misión, ejerciendo dones y ministerios según el llamado 1Co 12.11. “El que de vosotros quiera ser el primero, será siervo de todos”, Mr. 10.24-25. No callemos frente a la violencia física o espiritual. Tenemos que denunciar toda clase de violencia o injusticia, no dejarnos llevar por el miedo, prejuicios o comodidad, El reflexionar y expresarnos libremente con autoridad espiritual en nuestro quehacer ministerial, se debe, a que también nosotras recibimos el Poder del Espíritu Santo para cumplir con la misión de Dios. BIBLIOGRAFÍA CLADE III Tercer Congreso Latinoamericano de Evangelización, Quito 1992, ED. Fraternidad Teológica Latinoamericana: Ponencia de Samuel Escobar, “Las nuevas fronteras de la Misión”; Ponencia de Juan Stam, “El evangelio de la nueva creación”; Ponencia de Valdir Steuernagel, “La universalidad de la misión”. Bakke R, “Misión integral en la ciudad”, Ediciones Kairós, 2002. Biblia, versión Reina Valera 1960. Bosch David J, Misión en Transformación: cambios de paradigma en la teología de la misión, Libros de desafío, 2000. 90 FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA Boff Leonardo, El Rostro Materno de Dios, Ediciones Paulinas. Madrid 1979. Costas Orlando E. Evangelización Contextual: Fundamentos teológicos y pastorales Ed. Sebila, 1986. Freud S, Obras Completas. Herbert Braun, Jesús, el Hombre de Nazaret y su tiempo, Ediciones Sígueme, 1975. Miguez Bonino J, Espacio para ser hombres, Siglo XXI Argentina Editores S.A. Primera Edición 1975. Padilla R. Misión Integral y Pobreza, Ediciones Kairós, 2001. Padilla R. “La relación hombre-mujer en la Biblia” Encuentro y Diálogo. Pomeroy, Sarah B. Diosas, rameras, esposas y esclavas: mujeres en la antigüedad clásica; traducción, Ricardo Lezcano Escudero. - [2ª ed.]. - Torrejón de Ardoz, Madrid: Akal, 1990. Tamez, Elsa. Las mujeres en el movimiento de Jesús el Cristo. Quito: CLAI. 2003. Raymond Bakke. Misión integral en la ciudad. Buenos Aires, Ediciones Kairós, 2002. Van Engen Carlos, El Pueblo Misionero de Dios Publicado por Baker Book House Grand Rapids, Michigan 1991. 91 FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA 92 FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA 7. Impresiones y provocaciones de un observador David Mesquiati de Oliveira28 (Brasil) Participé del FPLyC Cono sur como observador entre los días 12 y 15 de noviembre de 2012 en la localidad de Isla de Maipo, Santiago-Chile. Concurrieron al foro diversos líderes de iglesias pentecostales del Cono sur (Argentina, Chile, Paraguay y Uruguay), además de líderes del Ecuador y del Perú. El presente texto no es un resumen del foro, ni reúne las propuestas recogidas durante el evento. Tratase, más bien, de una mirada de un observador, que recogió impresiones no solamente de las ponencias y debates del foro, pero sobretodo de los pasillos y comedores. Sabemos que se tuviéramos todo el tiempo disponible para el debate en aquella ocasión, no sería posible solucionar las cuestiones levantadas. El foro presentase como una instancia capaz de reunir los pentecostales y las pentecostales justamente para el debate y para el encuentro fraternal. Poder hablar abiertamente sobre nuestra identidad es un gran logro. A mi manera de ver, tres temas insistieron en seguir transitando durante todo el foro, y creo seguirán en las reflexiones posteriores: 1) la cuestión de género (especialmente de las mujeres); 2) la participación política de los y las pentecostales en la vida de la iglesia; y, 3) la cuestión del evangelismo y proselitismo. Este último ha salido primero en la discusión, pero lo dejaremos por último, por razones didácticas, atribuyendo igual importancia a las tres temáticas. La temática de las mujeres En la apertura del foro fueron invitados adelante varios líderes pentecostales locales y representantes de los diferentes países. No había 28 Dr. en teología, Pastor de la Asamblea de Dios en Brasil, Docente de posgrado en la Faculdade Unida (Brasil) 93 FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA ninguna mujer entre ellos. En un mundo globalizado culturalmente (y económicamente) las conquistas de las mujeres en el espacio público levantan muchas cuestiones, a las cuales el liderazgo cristiano tiene que contestar. ¿En dónde estaban las líderes pentecostales? ¿Hay mujeres pentecostales en nivel de liderazgo expresivo en sus respectivos países? Es decir, la cuestión del papel de la mujer en la iglesia y en el liderazgo cristiano es un tema actual. En algunas iglesias latinoamericanas las mujeres llegaron a ser pastoras, pero siguen en posición inferior a los varones en la jerarquía denominacional. En otras, son pastoras por su condición de esposas de pastores, y solamente asumen el ministerio en la ausencia del pastor. Pero en la mayoría de las iglesias latinoamericanas, no se acepta mujeres en posición de liderazgo (excepción, para auditorio compuesto solamente de mujeres). En el segundo día hubo un panel con tres expositoras sobre la temática de las mujeres pentecostales. A pesar de que muchos participantes se pusieron de acuerdo con la descripción de las panelistas sobre la condición discriminatoria de las mujeres pentecostales, un grupo considerable entiende que tal situación no se aplica a sus congregaciones. De posición teológica más conservadora, este grupo prefiere mantener la formación “clásica”: mujeres no tienen que estar en el mercado de trabajo, porque tienen un rol importante en la crianza de los hijos y de mantener el hogar. Identifican tal situación con patrones bíblicos, olvidando los aspectos culturales de las Escrituras. A estos líderes, les parece que las mujeres que no trabajan son más felices y realizadas como esposas, madres y sustentadas por sus maridos. Además estarían listas a ayudar sus congregaciones, una vez que disponen de más tiempo libre. Estas mujeres limpian la congregación, mantienen reuniones regulares de oración, y, muy importante, llenan los templos (70% de los que asisten a los servicios). Las feministas ven una realidad bien distinta. Las mujeres son oprimidas por los varones y por el sistema. Son olvidadas hasta en el trato, cuando decimos a una congregación de 29 mujeres y 1 varón, a penas “hermanos”. Aún en los estudios bíblicos, en fiestas y en conmemoraciones, cuando se habla de mujeres, siempre se las reducen a los roles 94 FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA de madre ejemplar, esposa sumisa etc. Se olvidan que en la Biblia hay también mujeres que fueron líderes, desempeñándose como jueza, reina, profetiza etc. A lo largo de la historia de la iglesia la participación femenina fue paulatinamente disminuida. Pese los esfuerzos de la teología feminista, por ejemplo, para rescatar la participación de las mujeres en el pasado de la iglesia, las estructuras eclesiásticas se cerraron a tal punto, que no hay espacios para los ministerios femeninos, a no ser como coadyuvantes y en funciones menores. Pero esto es motivo para entristecerse, hay algo de positivo por venir. Es decir, se en el pasado y aún hoy día las mujeres son impedidas de ejercer el ministerio en igualdad con los varones (acuérdese que los ministerios ordenados se colocaron por encima del pueblo, dividiendo en clero y laicos), permitía las mujeres un auténtico espíritu profético hoy día. Me explico: los ministerios ordenados significaron el acceso a una clase privilegiada. Las mujeres, entonces, serán mejores profetisas que los varones. La razón está justamente en su no participación en las estructuras de poder. Ellas están fuera del juego jerárquico y preservan su libertad. El hecho de estar “abajo” de los varones a nivel jerárquico, lejos de ser negativo, proveyó el necesario para ser independiente, además de ponerlas a nivel del pueblo, identificándose con ellos. Todo juego de poder genera dependencia, y en este sentido, ellas están libres. Por otro lado, como afirma Valéria Vilhena, la influencia de una cultura patriarcal, machista y opresora contra las mujeres no fue superada y en algunos casos, las propias instituciones cristianas, reproducen tal sistema organizacional. La autora relacionó la perspectiva de género con la religión y la violencia doméstica, y ha concluido que la violencia sufrida por las mujeres está directamente relacionada a la religión. Otras cuestiones como alcoholismo y desempleo serian secundarias 29. Es decir, la negligencia de la teología para con la perspectiva de género genera graves consecuencias. La autora hace un llamado a la reflexión y desafía, especialmente las mujeres, mayoría entre los evangélicos: 29 VILHENA, V. C. Uma igreja sem voz: análise de gênero da violência doméstica entre mulheres evangélicas. São Paulo: Fonte, 2011, p. 161s. 95 FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA “que continuemos buscar comprender el carácter paradoxal de la teología evangélica, pues su discurso de liberación no liberta las mujeres de la opresión y dela violencia doméstica, antes refuerza sus papeles de sumisión a la voluntad masculina – un paradojo de amor y dolor – culturalmente construidos”30. Un importante autor europeo, Jürgen Moltmann cuestiona: “será que una iglesia que ordena exclusivamente varones al ministerio y excluye las mujeres de la proclamación, de la profecía, ¿posee el Espíritu Santo?, ¿o será que ella lo ‘suprime’, reprimiendo su acción liberadora? [...] El Espíritu de Dios no respeta las diferencias sociales. Al contrario, anulaos. En el cristianismo, todos los movimientos de avivamiento llenos del Espíritu percibieron y diseminaron los elementos de revolución social de la experiencia del Espíritu”31. El pentecostalismo moderno precisa someterse a este criterio teológico. Con la acción del Espíritu Santo la comunidad de hermanos y hermanas transformase en una comunión de libres e iguales 32. La cuestión es que no podemos suponer como están las mujeres pentecostales. Cada líder debe dedicarse a conocer su feligresía. No se llega a una autentica liberación sin la participación ciudadana. Es decir, no se trata de los varones decir a las mujeres como ser y actuar, pero tratase de las mismas mujeres pensaren y escogieren su camino, a partir de una participación más crítica y reflexiva. Cabe a los pastores actuales empoderaren a estas mujeres. Ese empoderamiento pasa por la educación, capacitación ministerial, reflexión bíblica (y teológica) y actualización de las estructuras eclesiásticas, sin parcialidades. También hay los entrabes que las culturas se nos presentan. En se tratando de América Latina, hay una subcultura de patriarcado machista, que ha producido en los hombres un sentimiento de posesión. El casamiento, por ejemplo, para muchos es un contrato que se les garantiza poderes sobre el otro, en este caso, sobre la mujer. 30 VILHENA, 2011, p. 165. MOLTMANN, J. A fonte da vida: o Espírito Santo e a teologia da vida. São Paulo: Loyola, 2002, p. 31. 32 MOLTMANN, 2002, p. 34. 31 96 FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA Hay muchas reflexiones por hacer sobre la alteridad, el respeto al otro y que desafíos se nos presentan el evangelio de Jesucristo. El evangelio siempre tendrá elementos para conversión de las culturas. La temática de la participación de la mujer en el liderazgo cristiano, seguramente es uno de ellos. La participación política de los y las pentecostales Durante muchos años los pentecostales latinoamericanos se alejaron intencionalmente de la política. Entre las razones podemos apuntar la influencia de corte fundamentalista norte-americano, que para evitar mayores embates con el catolicismo y con los gobiernos, promovía una evangelización para “salvación de almas”. Un mensaje apocalíptico a, tensionaba salvar la humanidad del mundo, y no en el mundo. Hasta hoy, tenemos resquicios de una evangelización superficial, pobre en contenido político participativo. La “santificación” y el “apartarse” para Dios, pasaba por el alejamiento de las cosas del mundo. Tal perspectiva contribuyó para una iglesia escapista, que quiere salir del mundo a todo costo, y marcharse para el cielo. De alguna manera, no comprendieron la oración sacerdotal de Jesús: No ruego que los quites del mundo, sino que los guardes del mal. No son del mundo, como tampoco yo soy del mundo. Santifícalos en tu verdad; tu palabra es verdad. Como tú me enviaste al mundo, así yo los he enviado al mundo (Juan 17.1518). Somos enviados al mundo, y parte de nuestra misión es anunciar y vivir el reino de Dios, con todas las transformaciones que él conlleva. Está tomada de consciencia ha hecho que muchos entiendan su vocación política-social, pero, no siempre por las vías más indicadas. En muchos casos, la participación política se da por la búsqueda de poder, involucrarse en el sistema para de él lograr algo. Hay poca preocupación con el cambio de las estructuras de opresión y dominación. Es decir, participar de las actuales estructuras de poder es ser connivente, de alguna manera, con las desigualdades que un sistema injusto produce. Para la sociedad, religiosos que lleguen al poder sin cambios 97 FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA estructurales, están en el mismo nivel que sus coetáneos, identificándoos con los opresores. Y esta es una gran dificultad en las misiones en otros continentes. El mundo es desigual y sigue ampliándose la distancia entre pobres y ricos. Es un hecho que los actuales ricos son justamente los países cristianos. Lo que era bueno (cristianos prosperan), se convierte en entrabe (cristianos oprimen). La riqueza está concentrada, y poco se habla en los púlpitos sobre estas desigualdades. Más bien, se incentiva uno a enriquecerse cada vez más, que trabaje duro, tenga dos empleos etc. Pero cuando se concentra la riqueza y nos la compartimos, producimos desigualdades. Esto es tan verdadero, que los vecindarios de nuestras iglesias, tienen muchas necesidades y faltas, y seguimos “orando” con los ojos cerrados. A partir de esta lectura, un ejemplo de participación política por vías inadecuadas es lo que se pasa en Brasil. En 2012 hay 22 diputados federales, 38 diputados departamentales y 1010 concejales, políticos oficiales de la CGADB (Convención General de las Asambleas de Dios en Brasil). La CGADB creó un consejo político que gerencia las candidaturas oficiales de la denominación 33. Miren que la vía escogida para inserción política no es a partir del pueblo, pero de los “poderosos”. Difícilmente manifiestos públicos como marchas, protestas y otros recibirán apoyo denominacional. ¿Hasta qué punto eso puede ser considerado profético o sano? Asociarse a los gobiernos, recibir subsidios para actividades pastorales, hacer uso de toda civilización tecnológica y mercadológica vigente, ubica la iglesia en un mundo superior y la aleja de los necesitados. Es cierto que la iglesia debe participar activamente de la vida pública del país en lo político-partidario; movimientos sociales; instituciones gubernamentales; instituciones mixtas; tercero sector y micro servicio social. Participación política no se restringe solamente a votar y cumplir las leyes de un país. Pero no podemos reducir política a dimensiones partidarias y elitistas. 33 Cf. Sitio oficial de la CGADB: http://www.cgadb.com.br/ 98 FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA La cuestión de fondo, entre tanto, es que no basta tener políticos evangélicos, ni un presidente evangélico. Mismo porque un sistema presidencialista tiene sus reglas y agendas. Aumentar el número de políticos evangélicos y no cambiar la lógica del sistema, no ayuda quién más necesita. Un sistema que sigue produciendo marginalización y pobreza, debe ser denunciado, y no endosado en su lógica de concentración de poder. Tendríamos alguna chance de cambiar empoderando los más debeles, tomando partido de ellos y uniéndose a ellos. A la medida que los pentecostales fueron alcanzando notoriedad social, fueron también aproximándose cada vez más de las clases dominantes, viviendo en su mundo cultural y haciendo acuerdos en la política, en la cultura y en la economía. Los acuerdos generan dependencias y compromisos. ¿Puede una palabra dependiente ser una palabra profética de Dios? Participar del mundo de las elites, necesariamente no significa la conversión de los dominadores modernos. Más bien, tendríamos que preguntar quién de hecho está se convirtiendo, ¿será la elite o será el sector de la Iglesia que la acoge sin percibir que está siendo manipulado? Poder económico, poder concentrado, capacidad de cambiar pleitos electorales con la gran multitud que nos sigue. Prevalece la mentalidad burguesa, indiferentismo a los movimientos sociales y de minorías. En materia política se orienta hacia la extrema derecha y demoniza la izquierda. Tal postura permite curvarse delante de dictaduras sin más, pues la alegación es que ellos detuvieron “el enemigo” más temible (el comunismo). Ese tipo de mentalidad aboga que todo que interesa es llevar a las personas a una conversión “espiritualizante”, interior, capaz de transformarla en frecuentadora de templos. ¿Qué inserción política es esta que hace coro con el sistema actual y de él se beneficia? Entrar en la política partidaria para garantizar “una parte de la torta” es perder de vista la capacidad innovadora y transformadora del reino de Dios. El profetismo bíblico y jesuánico desafía nuestra mirada, por veces ingenua. Atrevo me a decir que, siguiendo las huellas del evangelio, la participación política en América Latina mejor estaría se incentivase una 99 FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA mayor participación ciudadana de nuestros hermanos y hermanas. La vía político-partidaria no es la más adecuada, a pesar de también ser legítima. Las tentativas de formar un partido evangélico no resultaron bien, sobre todo, porque el partido tenía unidad religiosa, pero no tenía identidad ideológica. El ser cristiano no quiere decir que todos compartan la misma visión. Hay que admitir diferentes posturas políticas. Forzar la unidad política del partido ha producido corporativismo evangélico, y poco se hace a favor del país. Nos hace falta mirar la sociedad y tener un proyecto más grande que nuestras iglesias e instituciones eclesiásticas; hacen falta planes que incorporen el bien de todos y todas, y no solamente de los cristianos y cristianas. Evangelización y proselitismo Este fue otro tema que surgió en una de las ponencias y siguió fuerte en los pasillos y comedores. Los pentecostales somos acusados por los demás cristianos de proselitistas. Es cierto que somos un tanto “agresivos” en nuestra evangelización, pero no es cierto decir que lo hacemos “intencionalmente”, es decir, hacer prosélitos no es un fin en sí mismo. El problema de fondo es que la mayoría de los y las pentecostales son de tendencia exclusivista. Para muchos hermanos y hermanas solamente su versión de la fe cristiana es correcta y autentica. Es esta una actitud complicada y de hecho, no es incentivada por las Escrituras. No nos cabe juzgar se uno es o no salvo, trigo o cizaña. El criterio es tan reduccionista que por veces no hay comunión ni entre los mismos pentecostales. Pensar en unidad con otros cristianos y cristianas – como protestantes históricos y católicos – es casi inimaginable. En América latina hay un fuerte sentimiento anti-católico que impide los pentecostales a un mayor acercamiento con otros cristianos y cristianas. Muchos abusos se cometieron en contra de los y las pentecostales, y la gran mayoría insiste en seguir viéndose como víctima. Debemos seguir adelante. La historia está ahí siendo contada, hay registros importantes de tantas injusticias infligidas. Tal hecho es reconocido por ambos los lados. Ahora hay que trabajar por reparación. En esto creo que el movimiento ecuménico tiene mucho que aportar, para 100 FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA una mejor convivencia entre cristianos y cristianas de diversas ramas, y para la unidad del cuerpo de Cristo en la tierra. Algunos participantes se preguntaron: ¿se consideramos a los católicos y a los protestantes históricos como cristianos auténticos, a quien se va predicar en América Latina? Es una pregunta legítima. En un primer momento, no rechaza el ecumenismo como tal. Está más bien preocupada con la tarea de la evangelización. Diría que la identidad pentecostal pasa por un énfasis en la evangelización, como uno de sus grandes marcos. Ablandar el fervor evangelístico es minar, entonces, el movimiento. Es decir, cualquier cosa que impida la evangelización se convierte en “anatema”, y para muchos el ecumenismo está haciendo justo esto. Podemos decir a nuestros hermanos y hermanas en nuestra querida América Latina que, aunque las estadísticas se nos digan que el continente ya es cristiano, ya sabemos desde 1916 que aún hay mucho que hacer. Hay muchos cristianos y cristianas meramente nominales – y esto se aplica no solamente a los católicos, pero también a los pentecostales. La proclamación del evangelio, en cuanto estuviere aquí en la tierra, nunca cesará. Hay que seguir con actividad misionera, acordándose que la misión de Dios no se reduce a la evangelización. Si bien que esta es el brazo derecho de la misión, incluye otras acciones, como acción política y social, por ejemplo. Como iglesia podemos ayudar la sociedad latinoamericana a través del servicio cristiano desinteresado (diaconía), ocupándose de la sociedad y no meramente de transformar individuos. Hay que recuperar el espíritu profético, que trabajaba por profundos cambios en la sociedad en tiempos bíblicos. El movimiento ecuménico, si bien interpretado, nos ayudaría como pentecostales a seguir evangelizando no solamente aquí en América Latina, pero nos abriría también los ojos para la misión en otras partes del mundo. Nos hace ver que hay muchas naciones aun que necesitan oír la Palabra de Dios, y no tenemos que pelearnos entre nosotros disputando membresía. También nos ayudaría incentivando la creación de hospitales, escuelas, ayuda humanitaria. Servir diaconalmente es tan misionero cuanto la evangelización. 101 FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA Después de abordar estos tres temas principales, queda aún un registro. Durante estos días mucho se habló de la realidad chilena, y muchos participantes lo notaron el cuanto se muestra inadecuado simplemente “adaptar” a las demás realidades de los distintos países. Mirando por otro ángulo, denota que hay mucho aún por hacer en investigaciones sobre nuestras historias y particularidades pentecostales, estando nuestros hermanos chilenas a algunos pasos delante de nosotros. Si queremos conocer mejor el pentecostalismo latinoamericano, cada país debe estudiar profundamente su historia y condiciones sociológicas/antropológicas. Queda la invitación a la investigación en cada país. Con esto avanzamos aportando a una visión integrada de toda nuestra querida América Latina y de la importancia del pentecostalismo a esta amada tierra. Bibliografía VILHENA, V. C. Uma igreja sem voz: análise de gênero da violência doméstica entre mulheres evangélicas. São Paulo: Fonte, 2011 MOLTMANN, J. A fonte da vida: o Espírito Santo e a teologia da vida. São Paulo: Loyola, 2002 http://www.cgadb.com.br/ (Sitio oficial de la CGADB) 102 FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA II PARTE EL FORO PENTECOSTAL EN BOGOTÁ, COLOMBIA ENCUENTRO SUBREGIONAL AREA ANDINA: PERU, ECUADOR, BOLIVIA Y COLOMBIA Seminario Bíblico de las Asambleas de Dios. Bogotá, Colombia, octubre 14 al 17 de 2013 103 FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA 104 FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA 1. La Segunda Reunión sub-regional del Foro Pentecostal Hubert Van Beek34 (Suiza) La segunda reunión sub regional del Foro Pentecostal Latinoamericano y Caribeño se realizó del 15 al 17 de octubre de 2013 en Bogotá, Colombia. El encuentro reunió a personas de cuatro países de la región andina: Bolivia, Colombia, Ecuador y Perú. Los participantes representaban las denominaciones pentecostales (Asambleas de Dios, Iglesia de Dios, etc.) como también algunas iglesias independientes y una mega iglesia perteneciente a la llamada “tercera ola” o el movimiento neo pentecostal. La reunión se realizó en el Seminario de las Asambleas de Dios en Colombia. El grupo que se reunió en Bogotá fue pequeño en número, debido en particular a limitaciones de presupuesto y a una menor participación de la esperada por parte del país anfitrión. Sin embargo, el nivel de involucramiento de los participantes y la profundidad de las discusiones fue notable y compensó la poca asistencia. Como en todas las reuniones del Foro Pentecostal, el enfoque de las presentaciones, discusiones y reflexión fue la unidad e identidad de las iglesias Pentecostales de América Latina, en este caso de la región andina, y las relaciones con otras tradiciones cristianas, en particular con la Iglesia Católica Romana. Un erudito católico romano de Chile e investigador de las relaciones entre las Iglesias Católica Romana y Pentecostales, actualmente trabajando en Colombia, asistió a parte de las reuniones. 34 Es actualmente consultor del Foro Cristiano Mundial (Global Christian Forum, por sus siglas en inglés). 105 FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA En cuanto a la unidad Pentecostal, uno de los temas prominentes en la discusión fue la relación entre el pentecostalismo clásico y el neo pentecostalismo. Algunas de las características del segundo, son la predicación del evangelio de la prosperidad y la cuestión del poder, el rol de la liturgia en el culto, y la guerra espiritual. El crecimiento y ‘atractivo’ del neo pentecostalismo tiende a ser percibido como una amenaza para las denominaciones clásicas y existe una sensación de competencia. Fue dicho que no es un asunto de que uno de los lados, por ej., el pentecostalismo clásico equivale a preservar la doctrina pura, y el otro – neo pentecostalismo o “neo clásico” – sea una desviación negativa. El pentecostalismo clásico también tiene aspectos negativos, por ej. el lugar de las mujeres, aislación teológica, etc. Otro comentario fue que las diferencias no son solo teológicas sino también sociológicas. El neo pentecostalismo fue descrito como una respuesta radicalizada a la posmodernidad que atrae a la clase media y alta, en contraste con el clásico movimiento que históricamente se desarrolló entre los sectores populares de la sociedad. Fue declarado que la relación era más una cuestión de identidad pentecostal, que está llegando a ser un asunto central debido a la extraordinaria diversidad en el Pentecostalismo. Otras manifestaciones de esta creciente diversidad incluyen el movimiento profético apostólico y la iglesia emergente no institucional. ¿Qué es ser pentecostal? Aunque la respuesta clásica sigue siendo la misma: la experiencia del bautismo en el Espíritu Santo, hubo algo de acuerdo en la reunión en que el pentecostalismo es principalmente identificado por su capacidad de adaptarse a nuevas situaciones. Dicho en esos términos, la emergencia del neo pentecostalismo podría entenderse como una expresión del principio de la reforma ecclesia reformata semper reformanda. 106 FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA Parte de la diversidad del Pentecostalismo es la existencia de grupos Pentecostales que son Unitarios (por ej. Las Iglesias “Solo Jesús” como la Iglesia Apostólica de la Fe en Jesucristo). Se hizo la pregunta de si estas iglesias deberían ser invitadas al Foro Pentecostal. Otro tema central de discusión fue la cuestión de género y el rol de la mujer en las iglesias Pentecostales. Aunque no hubo controversia y los participantes estuvieron de acuerdo en que las mujeres deberían tener igual acceso al ministerio, la ordenación y el liderazgo, el tema probablemente habría recibido menos atención si las mujeres participantes no lo hubieran impuesto con fuerza sobre la mesa, en sus presentaciones e intervenciones. Hubo una conciencia autocrítica en la reunión en cuanto a que los Pentecostales no tienen una historia de unidad sino más bien de división y cismas. Más bien lo ven como una manera de multiplicar la cantidad de iglesias y el crecimiento del cual están orgullosos y que consideran una bendición de Dios. Pero la división no es voluntad de Dios. Otra interesante autocrítica teológica fue la discrepancia en el pentecostalismo Trinitario entre doctrina y culto, el cual es casi enteramente entendido como ofrecer alabanza y gloria a Jesús. La centralidad de la Cristología Pentecostal: Cristo salva, sana, santifica y vuelve pronto, el evangelio “cuadrangular”, deja poco espacio para Dios Padre. Bernardo Campos, un teólogo Pentecostal de Perú y animador teológico del Foro, presentó un ensayo sobre la unidad en el cual sugirió tres etapas: Unidad mínima, es decir, unidad cristiana o intraconfesional 107 FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA Unidad media, es decir, diálogo con otras religiones del mundo y en América Latina, con las religiones indígenas Unidad máxima, es decir, la unidad de la humanidad cuando todo sea reunido en Cristo, de acuerdo con el designio de Dios el Padre. El carácter abierto y crítico de la discusión fue desafiado varias veces por uno de los participantes, quien hizo una advertencia sobre el peligro de la teología liberal que diluiría el núcleo del mensaje Pentecostal. La suya fue una voz genuina en un genuino diálogo intra pentecostal. Una de las respuestas dadas fue que lo que antes era específicamente pentecostal está siendo cada vez más compartido trasponiendo los límites confesionales. En discusiones de grupo, los participantes hicieron dos preguntas: 1) elementos de la teología Pentecostal que permitirían abrir un diálogo entre Iglesias Pentecostales y 2) cómo iniciar un proceso hacia unidad Pentecostal en América Latina. Elementos que fueron destacados por los grupos fueron: Alabanza y ayuno Experiencia del Espíritu Teología del Reino Servicio social Desafíos de la sociedad y testimonio público (levantar la voz pentecostal) Misión integral En respuesta a la segunda pregunta, se mencionaron tres puntos: 1) despertar conciencia; 2) invitar a denominaciones más bien que a individuos; y, 3) crear espacios de comunicación entre entidades institucionales grandes. 108 FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA Se presentaron planes para realizar reuniones a pequeña escala en los cuatro países en los meses venideros, sobre el tema de unidad y otros asuntos de común interés, y dar a conocer el Foro Pentecostal entre el liderazgo de la iglesia y los pastores. Cada grupo también nombró a una persona que actuaría como contacto en el Foro Pentecostal en el país. En la última mañana de reuniones, se agregó a los participantes un numeroso grupo de estudiantes del Seminario de las Asambleas de Dios para un intercambio sobre el tema de la unidad. Fue notable cómo el neo pentecostalismo emergió en las intervenciones de los estudiantes como una de sus mayores preocupaciones. Fue refrescante escuchar que varios hablaban sobre la necesidad de que las Iglesias Pentecostales enfocaran los asuntos socios económicos y políticos de la sociedad, por ej. Violencia y paz en Colombia. En una ronda final, se hicieron sugerencias al Foro Pentecostal y para los programas de futuras reuniones: Más tiempo para alabanza y estudio bíblico; Incluir más mujeres y personas jóvenes, organizar encuentros para mujeres y para jóvenes; Sesiones con oradores Católicos y Protestantes; Invitar a expertos en sociología, ciencia política, economía; Ayudar a denominaciones clásicas a emanciparse de sus “iglesias madres” en el Norte; Definir mejor el enfoque particular del Foro Pentecostal, aprender de anteriores procesos para llegar a la unidad Pentecostal en América Latina (por ej. CEPLA) y evitar repetir errores; Coordinar con RELEP, la Red Latinoamericana de Estudios Pentecostales. Esta segunda reunión sub regional fue parte del proceso del Foro Pentecostal de América Latina y el Caribe que empezó en 2011, en Lima, Perú. 109 FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA La primera reunión sub regional fue en Noviembre de 2012 en Chile, para los países del Cono Sur (Argentina, Chile, Paraguay y Uruguay). Dos más se realizarán en 2014, para América Central y los países del Caribe de habla española y Brasil. Se espera que estas reuniones culminen en un Foro que abarque todo el continente en el 2015, posiblemente en combinación con una tercera reunión regional del Foro Cristiano Mundial en América Latina, y con la perspectiva de un tercer encuentro mundial del FCM que podría reunirse en América Latina en 2016. 110 FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA 2. Dialéctica de la Unidad El aporte de los Pentecostales Latinoamericanos a la Unidad: Aspectos Teológicos y Sociales Bernardo Campos35 (Perú) PRESENTACION El tema que el comité del Foro Pentecostal Latinoamericano me asignó para este día estaba colocado en estos términos: «Unidad Pentecostal en Latinoamérica – aspectos teológicos y sociales». Pues bien, no me saldré de ese marco, sino que lo reformularé ligeramente para darle cohesión a la propuesta que traigo entre manos. La razón es simple. Si bien lo que buscamos es la unidad de los pentecostales, y por eso estamos aquí, creo que ella es solo una mediación para un proyecto mayor: la unidad de la creación entera, la reunión de todas las cosas en Cristo (anaquefalaiosis). Pero para llegar a ella –porque hacia allá vamos inexorablemente, ya que ese es el propósito del Padre—debemos dar algunos pasos previos. Hoy me siendo hegeliano, así que pido comprensión por la propuesta dialéctica que haré. Propongo que, de cara a la unidad, los pentecostales desarrollemos un programa de vida en tres momentos. Cortos o largos, no lo sé. Dependerá de cuan dispuestos estemos para compartir el proyecto de Jesús: que todos sean uno, como tú y yo Padre somos uno. O en términos paulinos “Hasta que todos lleguemos a la unidad en la fe” 35 Doctor en Teología por la Rhema University (USA); Master en Ciencias de la Religión por la Universidad Nacional Mayor de San Marcos; Lic. En Teología por el Instituto Universitario ISEDET (Antes Instituto Superior Evangélico de Estudios Teológicos) de Argentina. Pastor de la Iglesia Catedral del Espíritu Santo en San Isidro, Lima, Perú. 111 FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA LA TESIS El primer momento es propositivo, la tesis. La idea aquí es que busquemos la unidad entre nosotros los pentecostales para que aprendiendo y errando podamos luego aportar creativamente a la unidad mayor del pueblo de Dios. Necesitamos aprender a vivir en unidad y a desaprender actitudes divisionistas. Necesitamos hacer nuestro propio camino y desandar otros ya transitados pero que no condujeron a buen puerto. Es más fácil así que si pensáramos en unirnos ya interconfesionalmente. De ese modo podremos caminar al mismo ritmo con nuestros hermanos (protestantes, católicos, ortodoxos) quienes nos aventajan en experiencia en este largo caminar. Los pentecostales no tenemos una historia de unidad. Todo lo contrario. Somos el centro de las críticas sobre divisiones o escisiones y nos jactamos de ellas porque hemos aprendido a revertir la división en multiplicación para el crecimiento cuantitativo. En realidad, sabemos que es mal testimonio, pero Dios que ha sido misericordioso, ha revertido lo malo en algo bueno. Sin embargo creo que esa no es la voluntad de Dios. LA ANTITESIS Este segundo momento es la anti tesis, la negación del primero. Una vez que hayamos caminado un poco y hayamos aprendido lo que implica la unidad, tendremos que negarnos a nosotros mismos. Debemos morir y deponer nuestros particulares intereses intraconfesionales para ponernos al servicio de la causa mayor: la unidad mínima, al menos, de las grandes confesiones de la fe cristiana. Esto todavía es incompleto, en la medida que solo buscamos la unidad en el marco de nuestra religión, ad intra. Siendo la unidad mínima, se quedan afuera las otras dos religiones abrahámicas (la judía y la musulmana) sin contar a las demás religiones del mundo. Pero me apresuro a poner la cura para no morir desangrados. Me dirán que con las religiones noabrahámicas solo será posible el diálogo inter religioso y no la unidad. Lo entiendo. No obstante, dejémoslo ahí por ahora y conversémoslo después en el Foro abierto. Por ahora permítanme terminar el planteamiento. 112 FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA LA SINTESIS El tercer momento es de síntesis. Se extenderá en el tiempo y tal vez ya no podamos tener control de él. Esto exigirá una dosis mayor de fe y esperanza. Para entonces, habremos caminado y saboreado las dulzuras y los sinsabores de la unidad media entre las confesiones cristianas y entre las religiones brahmánicas. A esas alturas tendremos que mirar con amor a los otros dos tercios de la población mundial cuyas religiones no son cristianas. Esos dos tercios suman unos 4 mil millones de personas. Con sus religiones buscan religarse al padre a partir del nivel de revelación recibida. Es que todas las criaturas del mundo estamos hechos por el Padre y buscamos retornar al Padre y eso sólo será posible en la medida que no desparramemos, sino que recojamos junto con él. Jesús lo dijo claramente: “el que conmigo no recoge, desparrama. El que no es contra mí, por nosotros es”. También dijo «Tengo otras ovejas que no son de este redil a quienes también debo traer». No estoy pensando en una síntesis universal como una mezcla indiscrimidada de todas las religiones, así por así. Eso no es ecumenismo para mí. Tal vez sea alguna forma de universalismo, o de cosmización, pero no es ecumenismo. Lo que propongo es que avancemos en el camino de traer a Cristo a todos nuestros hermanos del mundo. Pero traer o llevar a Cristo no es convertirse en el centro de la unidad. Ninguna confesión puede arrogarse ese derecho. Cristo es el centro y el Padre es la finalidad. El Espíritu Santo es quien da la cohesión entre los miembros del Cuerpo. Esto es lo que llamaríamos la unidad máxima. Si para lograr esa unidad máxima, tenemos que ofrecernos en sacrificio, como lo hizo Jesús, a fin de que los 7,000 millones de hoy puedan llegar al Padre junto con nosotros al final de la historia, bien valdrá la pena. Naturalmente, visto así en conjunto, la búsqueda de la Unidad es una empresa de varias generaciones y quizá no lo veamos nunca mientras dure nuestra vida. Pero al menos será una guía, una luz que alumbre nuestro caminar y que solidifique nuestro propósito en lo que nos queda de vida. Es como una utopía que nos alumbra y que trataremos 113 FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA de convertir en proyecto para que tenga lugar. Eso creo que puede ser aceptado teológicamente. El asunto no es tanto nuestra teología de la unidad, cuanto nuestra consecuencia con el evangelio y nuestra fidelidad a Jesucristo. Sé que si esperamos conseguir la unidad perfecta como condición para alcanzar al mundo para Cristo, podríamos «perder soga y cabra » y podría, por el contrario, ser un impedimento para la misión. Para evitar eso, debemos iniciar una caminata de fe como la de nuestro padre Abraham. Debemos empezar por la negación y la ruptura. Eso significa metafóricamente dejar nuestra casa y nuestra parentela (Gn 12) para salir al lugar (topos) que Dios nos mostrará. En ese camino no hay seguridades, o asertividades, lo único seguro es que Dios Padre tiene en sus manos nuestro destino y él sabrá conducirnos hasta la tierra prometida. A nosotros nos toca la obediencia, simplemente eso « obediencia » y « docilidad » a la voz del Espíritu de Dios. Nuestro futuro está en las manos de Dios. Él nos conducirá a la tierra prometida. El camino es largo e incierto. Tal vez tengamos que descender a Egipto y volver a Jerusalén, pero habrá que empezar a caminar «como en tierra extraña». Habrá momentos en que sentiremos que estamos solos o que corremos el peligro de perder el rumbo. Pero, recordemos: La promesa es nuestro acicate. Dios siempre estará allí. A la vera del camino. Ha prometido bendecirnos y, a través de nuestra simiente, bendecir a las familias de la tierra. 114 FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA 3. El Campo Religioso Peruano Bernardo Campos36 (Perú) 1. La Teoría del Campo Religioso En su aspecto teórico, el Campo Religioso es entendido como "el espacio en el que el conjunto de actores e instituciones religiosas producen, reproducen y distribuyen bienes simbólicos de salvación". Esta teoría ha sido planteada por Pierre Bourdieu en el marco del sistema capitalista mundial para el estudio de científico de la religión, o más específicamente de las creencias religiosas. La teoría social de Bourdieu ha sido denominada constructivismo estructuralista, ya que permite entender la sociedad en tres movimientos: como estructura estructurada históricamente; como estructura capaz de estructurar las prácticas sociales y las relaciones de poder; como estructura abierta a las transformaciones, es decir, con capacidad de ser reestructurada por las luchas de poder emprendidas por los actores sociales. Según Bourdieu, la dinámica propia del Campo Religioso se debe a la demanda objetiva de bienes simbólicos de salvación por los laicos quienes han sido desposeídos por los clérigos de la producción religiosa y del control de aquellos bienes. En ese sentido, la demanda y la oferta correspondiente, siempre responde a los intereses de clase de los laicos, intereses que se expresan en lo religioso por demandas de legi- 36 Doctor en Teología por la Rhema University (USA); Master en Ciencias de la Religión por la Universidad Nacional Mayor de San Marcos; Lic. En Teología por el Instituto Universitario ISEDET (Antes Instituto Superior Evangélico de Estudios Teológicos) de Argentina. Pastor de la Iglesia Catedral del Espíritu Santo en San Isidro, Lima, Perú. 115 FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA timación, de compensación y de protesta simbólica, a veces cifrados en bienes materiales 37. Desde su implantación en tierras peruanas hasta nuestros días, el Campo Religioso Peruano (CRP) estuvo conformado y competido por cuatro principales actores: La Religiosidad Andino-Amazónica Precolombina Persistente La Iglesia Católica (ICR) constituida oficialmente en el país desde 1551; Las Denominaciones Protestantes, que se instalaron en el Perú desde 1849, tras el colapso del régimen de cristiandad y la emergencia del colonialismo inglés, y la entrada del liberalismo, con como ocurrió en varias partes de América Latina ; y Un sinnúmero de "Instancias Mágico-Religiosas", de distinto cuño, o “brujos” como acostumbran llamar los científicos sociales. El siguiente esquema lo grafica así: 37 Bourdieu, Pierre (1971a) "Genèse et structure du champ religieux", Revue française de Sociologie, XII, París, pp. 295-334. Cf. También: (1971b) "Une interprétation de la théorie de la religion selon Max Weber", Archives europeennes de sociologie, enero, París, pp. 3-21. 116 FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA La dinámica del Campo Religioso según Bourdieu 2. Tabla General de los Actores del Campo Religioso Peruano A mi modo de ver, luego de juntarse o dividirse, son al menos seis actores los que cohabitan el Campo Religioso Peruano: el catolicismo romano, el protestantismo de inmigración, las misiones evangélicas, los pentecostalismos, los llamados “nuevos movimientos religiosos”, y la religiosidad aborigen que sobrevive aún bajo formas cristianas y autóctonas. La lista no es exhaustiva y no está elaborada en función del concepto 117 FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA de verdad de cada uno de ellos o de sus teorías de salvación, sino en base a la composición y orientación socio-religiosa de los grupos en cuestión. LAS RELIGIONES ABORÍGENES que sobreviven bajo formas cristianas y autóctonas: a. Los sincretismos aborígenes (mezcla de cristianismo con religión autóctona) algunos más identificados con el cristianismo y otros menos y por lo mismo más independientes b. Las religiones aborígenes autónomas con voluntad de separación del cristianismo. Aunque todavía oscilantes, por no haber podido reconstruir la religiosidad andina anterior, están por definirse preferiblemente como no cristianas EL CATOLICISMO ROMANO a. El Catolicismo Romano Formal en sus tres vertientes: el catolicismo de cristiandad (tradicional y cultural), el catolicismo de Nueva Cristiandad (vertiente modernizadora y de promoción social) y el Catolicismo Popular y los Carismáticos católicos. b. El Catolicismo Romano Carismático (Vertientes del catolicismo romano con experiencia carismática, practican rituales de sanación, glossolalia, y exponen una renovación litúrgica muy parecida a la de los pentecostales clásicos) c. Católicos y Paracatólicos. El Dr. Manuel Marzal, sugiere diferenciar entre los católicos (catolicismo popular, catolicismo comunitario, catolicismo carismático, catolicismo renovador, catolicismo tradicional y catolicismo sincrético) y los para-católicos (laicos ganados por la seculariza- 118 FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA ción, católicos eclécticos con su religión privada hecha a su propio gusto). EL PROTESTANTISMO a. El Protestantismo Histórico Tradicional, más ligado a la tradición de la Reforma Protestante oficial del siglo XVI en Europa y desarrollado en los países del Sur de América Latina, especialmente en Argentina, Brasil, Chile y algunos países del Caribe (Anglicanos, Luteranos, Reformados, Me-todistas, Presbiterianos, Congregacionales, Valdenses, Discí-pulos de Cristo, Wesleyanos). b. El Protestantismo Histórico Carismático (algunos protestan-tes históricos Renovados con influencias y prácticas carismáticas: Metodistas pentecostales, Reformados pentecostales, Luteranos pentecostales, etc.). c. El Protestantismo Evangélico "denominacional" o de Misión, en directa relación organizativa e ideológica con las agencias misioneras de tradición pietista de origen fundamentalmente norteamericano (Entre ellos Bautistas, Nazarenos, Wesleyanos, Ejército de Salvación, Peregrinos, Iglesias de Cristo, Iglesia de los Hermanos) d. Protestantismos de Misión Renovados (Bautistas pentecos-tales, Nazarenos pentecostales, Hermanos Pentecostales, etc.) LOS ORTODOXOS a. Los Ortodoxos (griegos, rusos, coptos, asentados en algunos países de América Latina) b. Y con algunos matices, los Ortodoxos carismáticos, que los hay. 119 FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA LOS PENTECOSTALES a. El Pentecostalismo Protestante (Clásico o Tradicional) con dos tendencias básicas: 1) el pentecostalismo de expansión internacional, con fuerte influencia del fundamentalismo norteamericano, presentes en América Latina; 2) el Pentecostalismo de raigambre nacional, en abierta diferenciación con el fundamentalismo americano. (Citamos solo algunas vertientes pentecostales: Asambleas de Dios, Pentecostales Nacionales que toman el ombre de sus países como Pentecostal de Chile, pentecostal del Perú, Pentecostal de Cuba, etc.; Pentecostales Independientes con variedad de nombres según países: Iglesias del nombre de Jesús, Apostólica de la Fe en Cristo Jesús, Cuadrangular del Evangelio Completo, Pente-costal Misionera, etc. Congregaçao Cristiana do Brasil y de otros países. b. Neo-Pentecostales trans-confesionales más cercanos al catolicismo, a algún protestantismo renovado y a otras tradiciones de Fe que al protestantismo evangélico clásico. c. Los “movimientos de cura divina” o también llamados isopentecostalismos por estar en sintonía con el pentecostalismo pero que parecen tener otra naturaleza, y sin embargo están inspirados en la Fe cristiana (Entre los neo-pentecostales protestantes están una variedad de “comunidades cristianas” de distinta denominación y, con las reservas del caso, otros movimientos como la Iglesia Universal del Reino de Dios, la Iglesia Dios es Amor de origen brasilero, Iglesia la luz del Mundo de origen mexicano, etc. reconocidos como pentecostalismos sincréticos) d. Los Post Pentecostales recientemente emergidos de tradicio-nes confesionales protestantes y neo-pentecostales de tenden-cia restauracionista Promueven la restauración de 5 carismas ministeriales según Efesios 4, el profetismo y el retorno o restauración de la iglesia primitiva. 120 FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA LOS NUEVOS MOVIMIENTOS RELIGIOSOS – (NERMS por sus siglas en inglés: New Religions Movements): a. Las instancias mediúmicas, tales como el espiritismo, y ciertas prácticas mágico-religiosas más afines al chama-nismo aborigen b. Las instancias mesiánicas entre las que hay que dife-renciar las de rostro religioso y las de rostro más bien político (como la de ciertos grupos subversivos) c. Las instancias esotéricas de cuño más bien escolástico y filosófico de origen oriental y occidental. 3. Las ADD como matriz del pentecostalismo peruano La vertiente o expresión pentecostal del protestantismo, era de procedencia norteamericana y tenía por nombre Las Asambleas de Dios (ADD). Se trataba de una religión en proceso de constitución, pues el mismo año de su llegada al Perú (1919), había formado su Departamento de Misiones al Exterior y habían pasado solo 5 años desde que se constituyera como Organización en la ciudad de Hot Springs, Arkansas, en Abril de 1916. En Sant Louis, Missouri, las Asambleas de Dios aprobaba la "Declaración de Verdades fundamentales" del fundamentalismo norteamericano, buscando, de ese modo, fortalecerse internamente, incorporar a su Concilio General a otros ministros pentecostales de USA, África y Asia y tomar distancia del movimiento del "evangelio social" y el liberalismo en teología. Noventaicuatro años más tarde (desde 1919 al 2013), los pentecostales peruanos serían principalmente, producto de constantes escisiones internas de las Asambleas de Dios. A pesar de los varios intentos "nativizadores" como los describe J. B. Kessler en A Study of the older Protes- 121 FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA tant missions and Churches in Peru and Chile 38, los pentecostalismos quedarán estructurados en su sistema constitutivo (creencias, ritos, organización, normas éticas y prácticas) por el modelo de la Denominación Madre, ADD, acuñado y asegurado por los misioneros fundadores durante los primeros 43 años de su historia. Según el misiólogo asambleísta Rubén Zabala, "la primera Junta Directiva de las ADD en el Perú, conformada por elementos nacionales (a excepción de uno, el misionero W. Erikson), se eligió, recién, en 1962"39. Es decir que, ni siquiera desde 1939, año en que se organiza oficialmente como "Asambleas de Dios del Perú", los líderes nacionales pudieron conducirla con autonomía. La peruanización de los pentecostalismos fue subsidiaria, por eso, de una lucha por la autonomía, más que de una búsqueda por responder a las necesidades y demandas de la población nacional. En esa lucha, gran parte de las energías las gastó en 1) la gestión de un poder local, 2) el desarrollo de un liderazgo medianamente cultivado para el recambio y 3) la búsqueda de un sistema de organización propio y de talante nacional. Otra parte de sus energías, las libró en la batalla por incrementar su membresía quizá como un modo de probarse a sí mismo la validez de su emancipación, tras el signo de una evangelización intensiva. Desde entonces el Pentecostalismo se mantuvo en conflicto abierto con los otros detentores del poder de lo religioso: los catolicismos y protestantismos de carácter e intencionalidad modernizantes y las instancias "mágico religiosas" (hechicería y algunas prácticas del catolicismo cultural) que sí competían la misma población objeto de misión: los inmigrantes pobres del país, generalmente de origen andino-amazónico. 38 Oosterbaan & le Cointre N.V., Goes: 1967: 340-343 Cf. Traducción española: Historia de la Evangelización en el Perú. Lima, Perú: Ediciones Puma, 2007 39 Rubén Zabala Hidalgo, Historia de las Asambleas de Dios del Perú. Lima: Ed. Dios es Amor, 1989 122 FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA Debido a ello, el conflicto por el injerto de lo pentecostal en el Campo Religioso Peruano, estuvo marcado, fundamentalmente, por relaciones de progresivo rechazo, relativa asimilación y profundo distanciamiento ideológico (entendido como sistema cultural) respecto de los catolicismos de nueva cristiandad, catolicismos modernizadores y los de promoción social40. Hasta 1950 la casi totalidad de formaciones religiosas pentecostales (17 de ellas), surgieron del seno de las Asambleas de Dios del Perú. A partir de 1949 hasta 1990, otras 38 "denominaciones" 41 pentecostales no asambleístas que llegaron de otros países y continentes, han sido el resultado de la pentecostalización de iglesias protestantes (mal llamadas iglesias "históricas" y "de misión"), o bien son el producto de una mutua influencia con el movimiento carismático católico que irrumpió en los años 60s. Este último, cuando ha podido calar en Denominaciones santificacionistas como la Alianza Cristiana y Misionera, Santidad de los Peregrinos, Nazarenos, o en propios pentecostales nacionalizados (un sector de las Asambleas de Dios), lo ha hecho en sectores de clase media o en aquellos grupos de profesionales y estudiantes con claras expectativas de ascenso social. De manera, pues, que si a una serie de "migraciones internas" en el Campo Religioso Peruano, uno agrega la llegada de nuevos grupos pentecostales, según como fueron estableciéndose en la historia nacional, nos queda un espectro de lo pentecostal que seguiría más o menos el siguiente flujo: 40 Bernardo Campos, El Proyecto de Cristiandad en el Catolicismo Romano. Bs. As. Monografía presentada en ISEDET: 1989 41 En el Perú el término "Denominación" no tiene, en rigor, el mismo significado que le dio Ernst Troeltsh, cual es el de “secta respetable" a los ojos de la clase media, pues se aplica indistintamente a poblaciones protestantes de distinta posición social, ya a la más entusiasta y espontánea como a la más institucionalizada y burocratizada. Se trata, a mi juicio, de una caracterización impuesta por la costumbre, más bien que de rigor. Cf. Troeltsch, Ernst. 1912. The Social Teaching of the Christian Churches (2 Volumes). Translated by Olive Wyon. Louisville, Kentucky: Westminster/John Knox Press. [English Translation 1931, Reprint 1992]. 123 FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA 1) 2) 3) 4) 5) 6) Las denominaciones pentecostales que procedieron de las Asambleas de Dios, de los Estados Unidos (ADD); Las denominaciones pentecostales emancipadas de las Asambleas de Dios, pero que siguieron con la misma estructura; Las denominaciones pentecostales que llegaron de otros Continentes bajo otra "nominación" (pentecostalismos de Brasil, Suecia, Ecuador, Chile, Venezuela, Canadá y también EE.UU.); Las denominaciones o grupos que son producto de la pentecostalización de iglesias "históricas" o de "santidad" (Metodistas Pentecostales, Bautistas Pentecostales, "Iglesia Enmanuel", Ex-Alianza Cristiana y Misionera); Las "formaciones religiosas" que son producto de la mutua influencia entre el movimiento carismático católico y el pentecostalismo (Comunidades Cristianas "Yo Soy", "Agua Viva", "Palabra de Fe", “Camino de Vida”, entre otras) Las “trans-formaciones religiosas” sincréticas de corte pentecos-tal (Movimiento "Alfa y Omega", una especie de milena-rismo andino no-pentecostal); Grupos adventistas pentecostalizados, y algunas prácticas de la Asociación Evangélica de la Misión Israelita del Nuevo Pacto Universal) y, finalmente, Un número nada despreciable de grupos religiosos de experiencia pentecostal autodenominados pentecostales "autóno-mos" o "independientes" cuyo origen es tan diverso como confuso. Ahora bien, de todas estas, las primeras dos de la lista constituyen el 70% de la población pentecostal en el Perú 42. El 30 % restante, es cubierto por las otras cinco de la lista. Se estima que la Población Protestante del Perú llega, actualmente (2013), al 13 % de una población de 30 millones de habitantes, de donde los pentecostales excluyendo a los números 5, 6 y 7 de la lista, serían el 80%, aproximadamente. 42 Estimaciones basadas en el estudio de Zabala o.c.; Concilio Nacional Evangélico del Perú, Directorio Evangélico 1986. Lima, Callao y Balnearios. Lima: PROMIES, 1986 124 FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA Según la encuesta del Instituto de Opinión Pública (IOP) de la PUCP, el pueblo creyente es de 91%; el porcentaje de no-creyentes es de 4.23% y el de indiferentes de 4.72%. Entre los creyentes, 79.2% son católicos (menos de lo reporta el Censo del 2007); 12.8% (ligeramente igual al Censo del 2007) son evangélicos o pentecostales; 3.7% en conjunto son adventistas, Testigos de Jehová, Mormones o Israelitas del Nuevo Pacto Universal y otros 3.19% se reconocen creyentes pero no pertenecen a ninguna religión 43. Fuente: Encuesta Nacional Urbana del Instituto de Opinión Pública de la PUCP Según datos de la World Christian Encyclopedia y de otros analistas44 el pentecostalismo a nivel mundial oscilaría entre los 550 y 600 millones de adherentes. La Pluralidad de los Pentecostalismos La primera dificultad con la que uno tropieza al empezar a debatir el difícil y apasionante tema de la identidad de la Iglesia, es la del sujeto 43 Ibid: 1 Los pentecostales en el mundo son cerca de 600 millones de creyentes, número que ha llevado a David Martin, catedrático de sociología en la London School of Economics, y uno de los mejores conocedores del «pentecostalismo», a reconocerlo como «la tercera gran fuerza del cristianismo». Para la cifra, Consúltese: http://noticiaslavoz .blogspot.com/2009/02/600-millones-de-pentecostales-en-el.html 44 125 FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA que interpreta y que es parte de la fe cristiana. Saber de cuál pentecostalismo hablamos45, cuando hablamos del pentecostalismo, es precisamente un problema fundamental en la discusión y en las investigaciones de lo pentecostal. En mi libro De la Reforma Protestante a la Pentecostalidad de la Iglesia (CLAI: 1977) 46 distinguí cuatro tendencias básicas en el pentecostalismo latinoamericano: 1) El Pentecostalismo clásico de expansión internacional, con fuerte influencia del fundamentalismo americano; 2) El pentecostalismo de raigambre nacional, en abierta diferenciación del fundamentalismo norteamericano; 3) El neo pentecostalismo más cercano al catolicismo que al protestantismo evangélico, pero todavía oscilante e indefinido; y 4) Los “movimientos de cura divina" a los cuales denominé "Isopenteostalismos", por estar en sintonía con algunas peculiaridades del pentecostalismo clásico, pero cuya identidad, aún en proceso de desarrollo, parece ser de naturaleza distinta. A estos habría que agregar hoy 5) Los Postpentecostales con características propias. La tesis de que los pentecostalismos no son sino entidades de un catolicismo transformado47 va siendo cada vez más aceptada. Ello exige hablar de las diversas raíces que hacen a las identidades religiosas, tales como 45 Jean Pierre Bastián distingue entre los "pentecostalismos urbanos" y los "sincretismos pentecostales rurales", en Protestantismos y Modernidad latinoamericana. Historia de unas minorías religiosas latinoamericanas activas en América Latina. México:FCE, 1994:248-258. Desde el punto de vista histórico, en América Latina, se habla de tres olas o de tres arroyos y un río: el movimiento de santificación, el pentecostalismo clásico y el neo-pentecostalismo o tercera ola. Cf. Pablo A. Deiros-Carlos Mraida, Latinoamérica en Llamas. Miami: Caribe, 1994 46 Op.cit.: 78 47 Jean Pierre Bastián estudia los pentecostalismos como mutaciones del catolicismo Op.cit, 246-278. 126 FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA a. Raíces prehispánicas, culturales o étnicas: andinas, rioplatenses, afro, afrobrasileñas, etc) del pentecostalismo, b. Raíces católicas hispánicas del pentecostalismo, c. Raíces protestantes (luteranas, calvinistas, anabaptistas) del pentecostalismo, d. Influjos semíticos, por su literalización del Antiguo Testamento con la que hace sintonía en su ritualidad, etc. e. Influencias epocales (postmodernas) del pentecostalismo. Esta diversidad favorece la creación de un nuevo espectro socioreligioso de la identidad cristiana ya de por sí compleja y sincrética, así como tendencias doctrinales asimiladas en el camino de la constitución de su discurso religioso, casi siempre maleable y acomodaticio. Hoy resulta confuso hablar en general o en singular de El Pentecostalismo, como si se tratara de una realidad homogénea e indivisa. Es cierto que, visto en el conjunto de los actores sociales que conforman el Campo Religioso Latinoamericano, el pentecostalismo aparece como un "bloque histórico" o como siendo un sujeto más o menos identificable --por negación-- de los demás sujetos sociales, como son el catolicismo, el protestantismo, los nuevos movimientos religiosos y las religiones aborígenes. Puesto así, en bruto, el pentecostalismo aparece como una unidad aunque sea confusa, indefinida y multiforme, pero una unidad al fin. Lo mismo podría decirse del catolicismo, del protestantismo y de las otras agrupaciones religiosas que son altamente complejas y heterogéneas. Por tal razón algunos intérpretes han querido dar cuenta de la heterogeneidad, complejidad y variedad de los sujetos, refiriéndose a ellos en plural, como pentecostalismos, catolicismos, protestantismos, nuevos movimientos religiosos, o bien como sincretismos religiosos. Tal apreciación, aunque ayuda, no resuelve el problema de saber de cuál pentecostalismo hablamos cuando hablamos de los pentecostalismos. El tema es saber si es posible diferenciarlos o definirlos, es 127 FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA decir, de si es posible configurar sus contornos para establecer su identidad por afirmación de su ser o su no-ser. Es posible, creo, configurar un espectro más o menos visible de sus matices más fuertes (o énfasis) como para poder avanzar en la aplicación al tema del sujeto del quehacer teológico. Para abordar el tema usaré la categoría que acuné en los 90s y que creo nos ayudará y nos facilitará la discusión del tema. Se trata de la categoría "pentecostalidad" como experiencia universal que expresa el acontecimiento de pentecostés en su calidad de principio ordenador de la vida de aquellos que se identifican con el avivamiento pentecostal. Esta se diferencia de los pentecostalismos en que éstos últimos son su concreción histórica y los que la hacen visible 48. 4. El espectro del Pentecostalismo en el Espacio Limeño49 El estado actual de las investigaciones sobre el pentecostalismo en el Perú está en su etapa exploratoria y no da pie aún para una clasificación exacta de lo pentecostal. Sin embargo, a riesgo de generalizar y caricaturizar, intentaremos una tipología ideal del pentecostalismo trinitario, que se distingue doctrinalmente del pentecostalismo unicitario. El Pentecostalismo unicitario Pero antes de hacerlo, me parece justo al menos hacer una mención a la vertiente unitaria del pentecostalismo cuya tradición se remonta a los 48 En mi libro De la Reforma Protestante a la Pentecostalidad de la Iglesia ensayé la siguiente tipología de los pentecostalismos 49 Tabla confeccionada por Bernardo Campos hasta el año 2000. No se incluye aquí el Movimiento Pentecostal Unitario o Unicitario: Sólo Jesús o Iglesias Pentecostales del Nombre de Jesús, que es una vertiente importante a nivel mundial Cf. Walter Hollenweger, El Pentecostalismo. Historia y Doctrinas. Bs. As.: La Aurora, 1976: 10 128 FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA primeros siglos del cristianismo. Dejamos para otro momento su clasificación por respeto a ellos, ya que desconocemos mayormente su presencia en el Perú. El Pentecostalismo Unicitario, también conocido como pentecostalismo del nombre de Jesús o apostólico, es un grupo de denominaciones y creyentes en el cristianismo pentecostal. Según afirmaciones de sus líderes pertenecen a él todo aquellos convertidos que suscriban la doctrina teológica de la unicidad de Dios. Para el año 2007 un investigador estimaba que este movimiento ascendía a 40 millones de seguidores 50 Las principales Iglesias Pentecostales unicitarias son: La Iglesia Pentecostal Unida de Colombia, Iglesia Pentecostal Unida Internacional, La Iglesia Evangélica Apostólica del Nombre de Jesús, Las Asambleas Pentecostales del Mundo, La Iglesia de Nuestro Señor Jesucristo de la Fe Apostólica, La Iglesia del Camino Bíblico de Nuestro Señor Jesucristo, La Asamblea Apostólica de la Fe en Cristo Jesús, Las Asambleas del Señor Jesucristo, La Verdadera Iglesia de Jesús, La Iglesia Apostólica de Pentecostés de Canadá, La Iglesia Apostólica de la fe en Cristo Jesús Más otras “N” denominaciones pentecostales unicitarias que se listan bajo el título de Pentecostales del nombre de Jesucristo. El 15 de abril de 1914, Frank Ewart y Glenn Cook se bautizaron públicamente el uno al otro en "el nombre del Señor Jesucristo, pero como el único nombre de Jesús, no como una fórmula trinitaria". Esto es considerado como el punto histórico cuando el pentecostalismo unicitario apareció como un movimiento distinto. Numerosos ministros afirmaron que fueron bautizados "en el Nombre de Jesucristo" antes de 50 Cf. Patterson, Eric; Rybarczyk, Edmund. The Future of Pentecostalism in the United States. New York: Lexington Books.(2007) p. 124 129 FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA 1914, incluyendo a Frank Small y Andrew D. Urshan. Urshan afirma haber bautizado a otros en el nombre de Jesucristo ya en 1910. Incluso el propio Charles Parham, fundador del movimiento pentecostal moderno, bautizó usando una fórmula cristológica antes de la Calle Azusa51. En la mayoría de las otras maneras de credo y culto de los pentecostales unicitarios son similares a las de los otros pentecostales trinitarios. Sin embargo, ellos tienden a enfatizar estrictas "normas de santidad" en el vestir, el aseo y otras áreas de conducta personal que no son necesariamente compartidas por otros grupos pentecostales, al menos no en la medida en que se encuentra generalmente en las iglesias de la Unicidad. La soteriología unicitaria difiere significativamente de la de la mayoría de los demás facciones pentecostales y evangélicas. Mientras que la mayoría de ellas requieren sólo la fe en Jesús para la salvación, el pentecostalismo unicitario define la fe como el arrepentimiento, el bautismo (en el nombre de Jesús) y la recepción del Espíritu Santo. Esto refleja su interpretación de la Biblia, y ha causado fricciones entre el pentecostalismo unicitario y las otras iglesias. La vertiente unicitaria sobreenfatiza las "normas" al punto del legalismo espiritual, según recusan quienes salieron de allí. Naturalmente los creyentes de la Unicidad ardientemente niegan esta acusación. Ellos insisten en que estas directrices han sido encomendadas por los mismos apóstoles, en la Escritura, y son, de este modo, deber de todos los creyentes. El Pentecostalismo trinitario en el espacio limeño, hasta el año 2000 Se trata del pentecostalismo que la mayoría de nosotros conoce y que se identifica con el movimiento protestante evangélico en sus doctrinas fundamentales: Dios trino, los seres creados (ángeles fieles y caídos, el hombre caído y redimido), Jesús el Cristo, la incorporación a la Iglesia --que es su cuerpo—mediante el bautismo trinitario, El Espíri51 http://es.wikipedia.org/wiki/Pentecostalismo_Unicitario 130 FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA tu Santo consolador, santificador y misionero, la salvación personal a partir de la conversión como obra de Cristo, el único mediador, y el reino escatológico con sus variantes interpretativas). Hasta ahí, nada nuevo. La diferencia aparece, en la concepción escatológica y en las prácticas cultuales que derivan en expresiones rituales emotivas, un celo evangelístico de tendencia proselitista, además de una postura cada vez más terrena y más consciente de su presencia en los espacios públicos. Sin pretender exactitud, reconocemos las siguientes formas pentecostales: Iglesias Pentecostales clásicas 1. 2. 3. 4. 5. 6. 7. 8. 9. 10. 11. 12. 13. 14. 15. 16. Las Asambleas de Dios del Perú La Iglesia Pentecostal del Perú La Iglesia de Dios del Perú La Iglesia de Dios en el Perú Asociación de Iglesias Pentecostales Autónomas Iglesia Evangélica de Cristo del Perú a las naciones Iglesia de Dios Pentecostal Movimiento Internacional Iglesia Evangélica de Restauración y Misiones Iglesia Evangélica Pentecostal Misionera Comunidad Evangélica de Liberación Inter denominacional Misionera La Iglesia Pentecostal de la profecía La Iglesia Pentecostal de Jesucristo La Iglesia Metodista Pentecostal El Movimiento Misionero Mundial (MMM) Iglesia Cristiana Mundial “El Aposento Alto” Movimiento Evangelístico Misionero Las “Comunidades Cristianas” Pentecostales 17. 18. 19. Comunidad Cristiana Agua Viva Iglesia Camino de Vida Movimiento Cristiano Yo Soy 131 FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA 20. 21. 22. 23. 24. La Casa del Padre Iglesia Bíblica Emmanuel Comunidad Cristiana del Espíritu Santo Iglesia Internacional de la Gracia de Dios Comunidad Cristiana Kairós (origen católico) Las Iglesias Evangélicas “Renovadas o Carismáticas” 25. 26. 27. Metodistas Pentecostales Bautistas Renovados Otras tradiciones confesionales evangélicas “renovadas” (Incluye AC&M, Presbiterianos, Metodistas, Adventistas, ortodoxos “renovados”) Las Redes Apostólicas de Perfil Pentecostal o cuasi Pentecostal 28. 29. 30. 31. 32. 33. 34. 35. 36. 37. 38. Red IMPACT-Perú que dirige el Apóstol Samuel Arboleda desde el Centro Apostólico y Misionero Ríos de Agua Viva (alberga más de 100 iglesias) expandiéndose en varios países de AL. Comunidad Cristiana El Redentor en Los Olivos, más una 60 iglesias independientes afiliadas a esta red apostólica. Red del Apóstol-Evangelista Marcelino Salazar con sus es cuelas ministeriales (De Profetas, De Evangelistas, De Guerra Espiritual) y su Facultad Apostólica Davar, Red del Apóstol Harold Caballeros en el Perú Red del Apóstol Eliú Castillo en el Perú Red del Apóstol Guillermo Maldonado en el Perú Red del Apóstol José Arias Red del Apóstol Javier Loayza (Metodista Pentecostal) Red del Apóstol Alberto Santana (Metodista Pentecostal) Red Independiente “De Gracia Recibisteis” del Apóstol José Racchumí Torres y la Comunidad Cristiana “Los amigos de Jesús”) Diversidad de redes apostólicas afiliadas bajo “cobertura” de otros ministerios foráneos (Ap. Aquiles Azar, Ricardo Di Rocco, entre otros) 132 FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA 39. Otras redes independientes Los Movimientos de Cura Divina 40. 41. 42. 43. 44. 45. Iglesia Dios Es Amor del Brasil Comunidad Cristiana Pare de Sufrir (IURD) Clínica Celestial Iglesia La luz del Mundo-Perú (originaria de México) Iglesia Pentecostal de la Gracia Otros Pentecostalismos menos conocidos en búsqueda de reconocimiento52 6. Las variedades identitarias en los Pentecostalismos y sus matices Tras la pluralización del Campo Religioso Latinoamericano (CRL) y el consecuente resquebrajamiento de la hegemonía católica, el Campo Religioso Pentecostal (CRP) también ha sido conmovido. Se ha dado un proceso de adaptación y de reinterpretación de los discursos y prácticas religiosas en función de los cambios sociales como una respuesta a los desafíos que estos le imponen (la búsqueda de las libertades modernas –democracia, poder popular, educación pública, entre otros– propios del protestantismo de origen) y de las formas organizativas que le exige la cultura de los adherentes. Esto le sucede especialmente al pentecostalismo al asumir el universo de las culturas populares a fin de dar respuestas a las exigencias de la vida cotidiana del hombre de la calle. Con su recurrencia al milagro y fenómenos extraordinarios que bordean, muchas veces, lo mágico y oscilan entre lo postmoderno y el mercado, el pentecostalismo es el que mejor ha hecho sintonía con las culturas populares y su religiosidad. 52 Tabla confeccionada por Bernardo Campos hasta el año 2000. 133 FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA Una de las características del CRL que he notado es su vaivén entre la “pentecostalización” y “despentecostalización” 53 y la “transversalidad” de las tendencias religiosas según Bobsin 54. Junto a ello debemos constatar también su fragmentación o atomización, expresado en la diferenciación de los sujetos emergentes que asumen el credo pentecostal: indígenas, negros, mujeres y también, no sin fuerte crítica, la de los sectores marginales y minorías reprimidas entre ellos mujeres, aborígenes y homosexuales, más allá o más acá de la moralidad tradicional. Cada sujeto emergente pretende por su lado afirmar, construir o reconstruir su identidad social. El mecanismo usado en casi todos los casos es el de la religión como mediación para la construcción de su identidad. Pero hay formas más complejas de la vida religiosa cuando se cruzan universos simbólicos, tradiciones y etnicidades. Estoy pensando solo en las tres partes de una misma trenza: El Pentecostalismo indígena, negro y femenino. Me he referido con mayor detalle a estas tres vertientes identitarias en mi artículo para RELEP: La Madurez 53 CAMPOS, Bernardo, De la Reforma Protestante a la Pentecostalidad de la Iglesia . Quito, Ecuador: CLAI, (1997). Cf. También: CAMPOS, Bernardo (2002) Experiencia del Espíritu. Claves para una interpretación del Pentecostalismo. Quito, Ecuador: Ediciones CLAI; CAMPOS, Bernardo (1992) “El Influjo de las Huacas: La Espiritualidad Pentecostal en el Perú” en: Tomás Gutiérrez (comp.) Protestantismo y Cultura en América Latina. Aportes y Proyecciones. Ecuador: CLAI, 1994; CAMPOS, Bernardo (1992) “Lo Testimonial Un Caso de teología oral y narrativa” En: Álvarez, Carmelo (editor), Pentecostalismo y Liberación. Una experiencia Latinoamericana. Costa Rica: DEI: 125-146; CAMPOS, Bernardo (2009) Visión de Reino. El Movimiento Apostólico-Profético en el Perú. Apreciación fenomenológica de un movimiento de restauración y reforma. Lima, Perú: Eds. Basilea, 2009 (versión digital) 54 BOBSIN, Oneide. Tendencias religiosas e transversalidade. Hipóteses sobre a transgressão de fronteiras Sao Leopoldo: Escola Superior de Teologia, en: Revista Estudos Teológicos 1999 Vol.39, n2. www3.est. edu.br/publicacoes/estudos_ teologicos/download/tendencias.doc 134 FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA del Hermano Menor: Los otros rostros del Pentecostalismo Latinoamericano. Apuntes sobre el Sujeto de la Producción Teológica Pentecostal.55 5. La predicación pentecostal y su relación con la sociedad peruana A nivel doctrinal y de las prácticas evangelizadoras, se han dado también cambios relativamente consecuentes con los cambios en la sociedad peruana. Esto se expresa en la predicación que es el lugar común para la teología narrativa pentecostal. En algunos artículos he descrito el pulso de la predicación pentecostal como lo he observado en los últimos 40 años y como lo han descrito más atrás otros observadores. Por los años 80, tiempo de grandes convulsiones en AL y en particular del Perú, debido al terrorismo promovido por Sendero Luminoso y el Movimiento Revolucionario Túpac Amaru, los predicadores pentecostales tenían en la boca la Segunda venida de Cristo. Los mensajes dominicales giraban en torno al tema del juicio final, la resurrección y la Parousía (Retorno triunfante de Cristo por su iglesia). Posturas dispensacionalistas y milenaristas exponían con gran vigor mensajes de esperanza para el sufrido pueblo peruano. Como se entenderá, era una reacción obvia frente a un Estado convulsionado o amenazado de muerte. Se vivía un ambiente psicológico muy parecido al que viven los norteamericanos con el 11 de septiembre. La vida no valía nada y no había seguridad ni siquiera en las ciudades más resguardadas. Los terrores del infierno y el temor a la muerte eran como los motivadores o detonantes para las conversiones entre los candidatos a pentecostales. En esta época, en América Latina habría de institucionalizarse el movimiento ecuménico en el Consejo Latinoamericano de Iglesias, CLAI (1982). Al principio la participación pentecostal, como la del movimiento evangélico conservador, fue casi nula y luego tuvo dificultades 55 Op.cit. Lima, Perú: RELEP Vol. VI, 2012 135 FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA para ingresar, debido al temor que tenían las iglesias miembros de procedencia mayormente protestante y reformada. Esta tradiciones confesionales, en su mayoría del Cono Sur, le opusieron una resistencia sistemática a los pocos pentecostales interesados debido a la sospecha ideológica –infundada a mi juicio—de su filiación a la derecha norteamericana, amén de sus discrepancias por las formas ritualizadas y emocionales de su espiritualidad, Detrás de estos prejuicios se escondía un problema político que se reflejaba en lucha por el poder religioso y la administración de los recursos de la cooperación internacional. De ahí en adelante, los pocos pentecostales que habían visto con agrado el movimiento ecuménico se frustraron y decidieron emprender un camino propio. Se formó la CEPLA, Comisión Evangélica Pentecostal Latinoamericana, encabezada por el pentecostal de la Iglesia de Dios, Dr. Gabriel Vaccaro de la Argentina, entonces parte del CMI. Luego le sucedería un equipo integrado por líderes pentecostales de varios países de AL y El Caribe: Roger Cabezas de Costa Rica, Gamaliel Lugo de Venezuela, Adonis Nino de Nicaragua, Narciso y Juan Sepúlveda de Chile, Orlando Silva del Brasil, Rhode González de Cuba, Senia Pilco de Ecuador, Carmelo Álvarez de Puerto Rico y EE.UU, y quien les habla. En ese mismo espíritu, pero más orientado a lo académico, la investigación y la educación, emergió años después (1998) la Red Latinoamericana de Estudios Pentecostales (RELEP) hoy integrada por teólogos y científicos sociales de renombre56. Situación diferente fue la de las décadas de los 50 y 60s, si miramos más atrás. Lo que se vivía allí era producto de una migración masiva e intensiva de la gente del campo a las ciudades. Por aquel entonces, los migrantes se encontraban como errabundos, perdidos, y desprotegidos en las grandes ciudades, entonces en proceso de industrialización. Predominaban en esta época mensajes sobre el éxodo bíblico, la peregrinación de los creyentes rumbo a la nueva tierra prometida. El mensaje del retorno de Cristo a la tierra era visto en relación con la esperanza popular de una vida nueva. La vendida de Cristo y el establecimiento de su reino futuro era inminente. En cualquier momento (co56 Luis Orellana - Bernardo Campos (Editores) Ecumenismo del Espíritu. Pentecostalismo, Unidad y Misión. Lima, Perú: FPL, 2012:24-25 136 FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA mo ladrón en la noche) vendría para instalar su reino en la Tierra y coronaría a sus fieles seguidores. La consecuencia de esta visión para la misión de la iglesia se traducía en una predicación compulsiva o agresiva y la respuesta del potencial pueblo creyente fue masiva. De hecho, el mayor crecimiento de los evangélicos (especialmente pentecostales) se dio inmediatamente después de los años 60 y los convertidos eran mayormente andinos migrantes. Crecimiento que se mantuvo más o menos sostenidamente hasta los años 90 y luego declinó. Por entonces, ni por asomo se buscaría la unidad del pueblo de Dios, ni siquiera entre los propios evangélicos. Por el contrario, quizá producto de la guerra fría, y de la polarización de las ideologías y del distanciamiento de los bloques primer y tercermundistas, los protestantes, como los católico-romanos, hijos de la ilustración y la modernidad, ubicaban a los pentecostales entre las sectas perniciosas de las que debían de cuidarse. Desde entonces se inició una rivalidad interna en el protestantismo latinoamericano, y una división sesgada ya no por la doctrina u ortodoxia, sino por la posesión del carisma como una nueva o alternativa forma de poder. Se había introducido un nuevo paradigma que vería su cristalización en el crecimiento numérico de los pentecostales y la agonía de las viejas iglesias protestantes. Otra lógica sería la que abriría el mar y la que explicaría, al fin y al cabo, las identidades y las grandes tendencias en el protestantismo. 6. Nuevos rumbos de los pentecostalismos actuales Al finalizar el siglo XX, los pentecostales ya no veían la necesidad de participar de un movimiento ecuménico confesional integrado únicamente por una facción minoritaria (si no contradictoriamente sectaria) del viejo protestantismo reformado. Muy otra era la reflexión: “Los pentecostales no tendrían por qué ingresar al CLAI, era el CLAI el que debería integrarse con los pentecostales”, salvando las diferencias orgánicas y eclesiológicas. 137 FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA Hoy, en el inicio del Siglo XXI, las cosas han virado 180 grados. Ahora no se predica mucho sobre la Segunda Venida de Cristo. Hay un desplazamiento de la parousía y una reinterpretación del Reino de Dios, cifrado en la Vida Victoriosa hoy y aquí de los creyentes. Junto con el cambio en la sensación de prosperidad en las nuevas condiciones de vida de los peruanos, se ha producido también un cambio en la predicación post pentecostal. Hoy se predica más una escatología realizada (C.H. Dodd) y entre los neo apostólicos (a quienes prefiero llamar genéricamente Post-Pentecostales) la escatología predominante es la preterista. Los más radicales predican que Cristo no resucitó y que por lo mismo no habrá una Segunda Venida. Él ha entregado las llaves de su reino a sus discípulos convertidos ahora en apóstoles, por lo que corresponde a éstos instalar su Reino en la tierra, hoy y aquí. Algo así como un deísmo post-pentecostal. Naturalmente la reacción evangélica no se hizo esperar. Esta escatología está siendo rechazada por la mayoría de los pentecostales e iglesias evangélicas protestantes, aunque su influencia en muchas de ellas está ganando terreno. Un preterismo intermedio, enseña que Cristo sí resucitó, y aunque no vendrá, sus creyentes se unirán con él al final de la historia. Por otra parte las formas orgánicas de asociación están cambiando. Se está diluyendo la organización eclesiástica, se va debilitando la membresía y la participación democrática en las iglesias es incipiente. El denominacionalismo está llegando a su fin y las congregaciones se relacionan mediante redes sociales orgánicas, pero masificadas y despersonalizadas. El centro aglutinador ya no es la ortodoxia (la sana doctrina), ni la unidad visible de la iglesia, sino el carisma y la unción en un plano espiritual. Los que viven en el carisma son los que detentan el poder y las masas se aglutinan en torno a ella y sus poseedores. Lo que moviliza a los fieles no es el “más allá”, ni los bienes celestiales o simbólicos de salvación. Son los poderes terrenos lo que se buscan y el reino de Dios se ha de cifrar en formas alternativas de gobierno. El poder político es el nuevo campo de misión, pero solo como mediación 138 FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA para instalar y visibilizar el Reino teocrático57. Los cristianos están llamados a incidir en la sociedad y por ello deben agruparse o bien en partidos confesionales o bien en frentes políticos. La ciudad debe ser conquistada en todos sus ámbitos (teoría de los 7 montes) y para ello es necesaria, no una lucha ideológica como en los 70s, sino una Guerra Espiritual en los mismos cauces y con las mismas armas del sistema neoliberal. Con el mismo objetivo, pero a diferencia de la teología latinoamericana de la liberación, una teología de la prosperidad busca erradicar activamente la pobreza con un empresariado evangélico emergente y cada vez más pujante y agresivo. No son pocos los líderes de las nuevas iglesias o comunidades cristianas (muchos de ellos pentecostales) los que incursionan en los negocios multinivel (networking) integrando así las nuevas capas sociales medias del país. En suma, la tendencia hoy es a una materialización de la Salvación. Las conversiones están motivadas por la economía de este mundo, aunque juegan también otros factores como el futuro de la tierra o la crisis del planeta. No que exista una conciencia ecológica muy clara, sino que el temor por lo desconocido impera y es un factor condicionante para las conversiones. Lo cierto es que la evangelización pentecostal hoy busca responder no solo a las demandas espirituales de la población, sino también y sobre todo a las demandas económicas o materiales de la gente. Es decir, se ha abierto una conexión entre escatología y utopía, y se busca la manifestación visible y concreta del reino de Dios en respuesta a las necesidades terrestres, aunque de camino al cielo. Con ello se ha abierto el camino para la construcción de una teología pública entre los evangélicos y los pentecostales de América Latina. Se hará necesario entonces acudir a nuevos marcos teóricos para interpretar la relación entre la religión y la política, o el uso público de 57 Junto con el sociólogo Oscar Amat en la década del 90 examinamos esta tendencia y fruto de esa investigación , financiada por el CMI, publicamos el Libro Poder para Reinar, Modos y Motivaciones de participación política de los evangélicos durante el primer gobierno del Ing. Alberto Fujimori, 1990-1995. Lima, Perú: IPER, 1996. 139 FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA la religión 58 en relación con una teología pragmática. Para ello debemos encontrar nuevas formas de comunicación y de racionalidad que permitan a los pentecostales el ejercicio de su ciudadanía terrestre y la acomodación de su lenguaje carismático en el punto medio entre la verdad de la fe y los nuevos consensos sociales (Habermas) en este mundo globalizado y empequeñecido, propiedad de unos, aspiración de todos. Bibliografía Álvarez, Carmelo (editor), Pentecostalismo y Liberación. Una experiencia Latinoamericana. Costa Rica: DEI: 1992 Audi, Robert, «The Separation of Church and State and the Obligations of Citizenship», Philosophy and Public Affaires, vol. 18, n.º 3, (1989) pp. 259-296. Audi, Robert (2000) Religious Commitment and Secular Reason, Cambridge Univ. Press, 2000 Bastián, Jean Pierre, Historia de unas minorías religiosas latinoamericanas activas en América Latina. México: FCE, 1994 58 Para un discusión en esta materia puede ser útil consultar: AUDI, Robert (1989): «The Separation of Church and State and the Obligations of Citizenship», Philosophy and Public Affaires, vol. 18, n.º 3, pp. 259-296.Id.: (2000) Religious Commitment and Secular Reason, Cambridge Univ. Press; COOKE; Maeve (2007) «A Secular State for a Postsecular Society? Postmetaphysical Political Theory and the Place of Religion», Constellations,14, n.º 2, p. 227.; CORRAL SALVADOR, Carlos (2003) La relación entre la Iglesia y la Comunidad Política. Madrid: BAC.; DÍAZ SALAZAR, Rafael (2007) Democracia Laica y Religión Pública. Madrid: Taurus; DWORKIN, Ronald (1980 reimp.): «Liberalism», en S. Hampshire, Public and Private Morality, Cambridge University Press; HABERMAS, Jürgen (2006 [2005]): Entre naturalismo y religión, Barcelona, Paidós Ibérica; Id.:(2006): «Religion in the Public Sphere», European Journal of Philosophy, 14:1, pp. 1-25. Existe trad. cast.: «La religión en la esfera pública Los presupuestos cognitivos para el uso público de la razón de los ciudadanos religiosos y seculares», cap. 5 de Entre naturalismo y religión, pp. 121-155; REYESMATE, Manuel (2008): «La voz pública de la religión. Respuesta a las tesis de Paolo Flores d’Arcais», Claves de Razón Práctica, n.º 181, pp. 28-33.;RAWLS, John (1996 [1993]): El liberalismo político, trad. cast. de A. Doménech, Barcelona, Crítica.; VELASCO, Juan Carlos (2008): «Introducción a “La voz pública de la religión”», Claves de Razón Práctica, n.º 180 140 FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA Bourdieu, Pierre (1971a) "Genèse et structure du champ religieux", En: Revue française de Sociologie, XII, París Bourdieu, Pierre(1971b) "Une interprétation de la théorie de la religion selon Max Weber", En: Archives europeennes de sociologie, enero, París Bobsin, Oneide. Tendencias religiosas e transversalidade. Hipóteses sobre a transgressão de fronteiras Sao Leopoldo: Escola Superior de Teologia, en: Revista Estudos Teológicos 1999 Vol.39, n2. Campos, Bernardo, El Proyecto de Cristiandad en el Catolicismo Romano. Bs. As. Monografía presentada en ISEDET: 1989 Campos Bernardo-Oscar Amat, Poder para Reinar, Modos y Motivaciones de participación política de los evangélicos durante el primer gobierno del Ing. Alberto Fujimori, 1990-1995. Lima, Perú: IPER, 1996. Campos, Bernardo, De la Reforma Protestante a la Pentecostalidad de la Iglesia. Quito, Ecuador: CLAI, 1997 Campos, Bernardo, Experiencia del Espíritu. Claves para una interpretación del Pentecostalismo. Quito, Ecuador: Ediciones CLAI, 2002 Campos, Bernardo, “Lo Testimonial Un Caso de teología oral y narrativa” En: Álvarez, Carmelo (editor), Pentecostalismo y Liberación. Una experiencia Latinoamericana. Costa Rica: DEI: 1992 Campos, Bernardo, Visión de Reino. El Movimiento ApostólicoProfético en el Perú. Apreciación fenomenológica de un movimiento de restauración y reforma. Lima, Perú: Eds. Basilea, 2009 (versión digital) Concilio Nacional Evangélico del Perú, Directorio Evangélico 1986. Lima, Callao y Balnearios. Lima: PROMIES, 1986 Cooke; Maeve, «A Secular State for a Postsecular Society? Postmetaphysical Political Theory and the Place of Religion», Constellations, 14, n.º 2, 2007 Corral Salvador, Carlos, La relación entre la Iglesia y la Comunidad Política. Madrid: BAC, 2003 141 FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA Díaz Salazar, Rafael, Democracia Laica y Religión Pública. Madrid: Taurus, 2007 Dworkin, Ronald, «Liberalism», en S. Hampshire, Public and Private Morality, Cambridge University Press, 1980 Deiros, Pablo A.-Mraida, Carlos. Latinoamérica en Llamas. Miami: Caribe, 1994 Gutiérrez, Tomás (comp.) Protestantismo y Cultura en América Latina. Aportes y Proyecciones. Ecuador: CLAI, 1994 Habermas, Jürgen, Entre naturalismo y religión, Barcelona, Paidós Ibérica, 2006 [2005] Habermas, Jürgen, «Religion in the Public Sphere», European Journal of Philosophy (2006): 1-25 Hollenweger, Walter. El Pentecostalismo. Historia y Doctrinas. Bs. As.: La Aurora, 1976 Kessler, Juan Bautista, Historia de la Evangelización en el Perú. Lima, Perú: Ediciones Puma, 2007 Orellana, Luis -Campos Bernardo (Editores) Ecumenismo del Espíritu. Pentecostalismo, Unidad y Misión. Lima, Perú: FPL, 2012 Patterson, Eric-Rybarczyk, Edmund. The Future of Pentecostalism in the United States. New York: Lexington Books, 2007 ReyesMate, Manuel «La voz pública de la religión. Respuesta a las tesis de Paolo Flores d’Arcais», Claves de Razón Práctica, (2008) n.º 181, pp. 28-33.; Rawls, John, El liberalismo político, trad. cast. de A. Doménech, Barcelona, Crítica. 1996 [1993] Troeltsch, Ernst. 1912. The Social Teaching of the Christian Churches (2 Volumes). Translated by Olive Wyon. Louisville, Kentucky: Westminster/John Knox Press.[English Translation 1931, Reprint 1992]. Velasco, Juan Carlos «Introducción a “La voz pública de la religión”», Claves de Razón Práctica, (2008) n.º 180 Zabala Hidalgo, Rubén , Historia de las Asambleas de Dios del Perú. Lima: Ed. Dios es Amor, 1989 http://es.wikipedia.org/wiki/Pentecostalismo_Unicitario 142 FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA http://noticiaslavoz .blogspot.com/2009/02/600-millones-depentecostales-en-el.html www3.est.edu.br/publicacoes/estudos_teologicos/download/ tendencias.doc 143 FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA 144 FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA 4. Tendencias en el Pentecostalismo Peruano. Pedro López59 (Perú) El pentecostalismo es más amplio de lo que se puede creer. Abarca también a católicos, protestantes históricos y a evangélicos conservadores que experimentan los carismas del Espíritu. Por eso, se preguntó si se debiera ampliar nuestras mesas de dialogo pentecostal a estos nuevos pentecostales que adquieren fuerza en la Iglesia peruana (tanto evangélicos como católicos). En estos 102 años de pentecostalismo, el mayor crecimiento del movimiento se ha dado en las zonas más pobres y periféricas de las ciudades, he aquí el éxito pentecostal. Como todo lo que tiene vida tiende a cambiar, el movimiento pentecostal peruano (y por qué no decirlo, también el mundial) ha venido presentando notables cambios que a más de un observador lo deja con muchas preguntas. Nuestro hermano Pedro mencionó tres de estos cambios que se vienen dando en el pentecostalismo peruano: Cambios en el pentecostalismo peruano: 1. Mayor interés por educación teológica no fundamentalista: Muchos jóvenes y pastores, desde hace un buen tiempo, han comenzado a optar por instituciones teológicas con propuestas ecuménicas. Esto los expone al contacto interdenominacional, a otras religiones, y al desafío de vivir su fe de manera más abierta. Estos estudiantes son los que proponen cambios en sus iglesias. Hay también una apertura a los nuevos métodos de estudio bíblico. 59 Pedro López, miembro de la Iglesia Pentecostal de Santidad, es actualmente el coordinador nacional del Foro Pentecostal-Perú. 145 FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA 2. Un mayor interés por lo social: hay una reaparición del interés por temas sociales. Está cambiando el pensamiento de rechazo frente al mundo. Este pensamiento está cambiando, trabajo social fuera de su comunidad eclesial, servicio integral a su comunidad, atendiendo necesidades de salud y alimentación. 3. Neopentecostalizacion del pentecostalismo: Es muy común ver en iglesias pentecostales peruanas el modelo G12 con sus Encuentros, Post Encuentros, etc.; también es común ver las alabanzas que apelan a las emociones, la teología de la prosperidad y la guerra espiritual. Esto nos debe llevar a la reflexión seria en cuanto a la identidad pentecostal. Para finalizar señaló que los dos primeros puntos son positivos para el pentecostalismo, pues le ayuda a la apertura ecuménica y a una praxis social olvidada por el movimiento pero muy presente en sus orígenes. El tercer punto (su neopentecostalización) es algo que preocupa a más de un pentecostal y nos debe llevar a realizarnos serias preguntas: ¿Es conveniente esta neopentecostalización? ¿Es normal que ocurra? ¿Nos debemos oponer a ella? ¿O es un paso más que el pentecostalismo está dando para adaptarse a esta nueva época pos moderna? 146 FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA 5. Presente y Futuro del Pentecostalismo en el Ecuador Laura Saá60 (Ecuador) Introducción El pentecostalismo ha sido el movimiento que vivificó a la iglesia del siglo XX con una transformación misional, eclesial y pastoral pues se centralizó en el mover del Espíritu (sin perder de vista a Cristo) y en la transformación de la comunidad de fe. Esto hizo que en el Ecuador, las iglesias pentecostales adquirieran un rápido crecimiento. Se puede decir que del 5% de las iglesias evangélicas en el país, el 90% son pentecostales, a más de la pentecostalización que ha emergido en otras denominaciones. Tratar de definirlo resulta complejo, pues este movimiento del Espíritu, místico, misional, testimonial y transformador ha sido catalogado muchas veces como locura y desorden. Por ese motivo, quiero recurrir a otros autores quienes dan su opinión tratando de conceptualizar el mismo. Para Carmelo Álvarez61 es “un movimiento misionero con carácter mundial. Posee una dinámica propia, pero ha heredado distintivos teológicos de los movimientos de santidad…” Steve Land62 escribe es “un movimiento de restauración, de avivamiento, de despertar y de renovación…así como restauracionista y escatológico”. Por último, Israel Batista63 dice “es un movimiento de carácter popular y pastoral que es adueñado por el pueblo, sentido y reflexionado a partir de la conversión y la transformación de vidas que surgió al interior de las congregaciones”. 60 Laura Saá Orellana, pastora de la Iglesia del Evangelio Cuadrangular en Ecuador, Máster en Teología, actualmente Decana Académica del Seminario Intercultural Latinoamericano (SEMILA) en Riobamba, Ecuador. 61 Álvarez, Carmelo. Alborada de tiempos fecundos, p.17 62 Land, Steven J. La Espiritualidad Pentecostal, pp. 15-19. 63 Batista, Israel. El Espíritu Santo sorprende a las iglesias pentecostales, p.9. 147 FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA Sin embargo, en las últimas dos décadas se ha iniciado un proceso de cambio que ha preocupado a quienes pertenecemos a las iglesias pentecostales históricas: Cuadrangular, Iglesia de Dios y también a las Asambleas de Dios por la aparición de nuevos movimientos y tendencias que en cierta forma están amenazando el pensamiento y la vivencia del pentecostal ecuatoriano. Hemos entrado en un pentecostalismo de transición, tal como lo afirma Carlos Aguirre64, pues muchos de los factores que anteriormente eran importantes sufren una evolución ocasionados por influencias que llegaron con nuevos movimientos y corrientes teológicas. Estos factores en cierta manera están amenazando su teología, eclesiología, pastoral, liturgia y escatología. Quiero manifestar que estos movimientos se ven a ellos mismos como la "tercera ola" de avivamiento dentro de la iglesia y su intención no es dañar lo que ya se había establecido. Justo González65, indica dos asuntos muy importantes en cuanto a los nuevos movimientos religiosos: Primera, que no hemos de pensar que los nuevos movimientos religiosos en América Latina se deban sencillamente a que nuestra fe sea inmadura, a que no tengamos buenos teólogos, o a cosas parecidas. Todo eso entra en juego. Pero la principal razón por la que tales movimientos surgen es que hay entre nuestro pueblo y nuestras iglesias un bullir que no existe en los viejos centros de la antigua cristiandad. Y la segunda, es que nos equivocamos si pensamos que la respuesta a tales movimientos nos ha de venir del norte, de donde antes nos vinieron los misioneros y la teología, y en muchos casos todavía nos viene el dinero. ¡No! El norte sí tiene contribuciones que hacer a toda la iglesia. Pero las respuestas a los retos de los nuevos movimientos misioneros se han de gestar aquí, en América Latina, entre quienes com prenden dónde está el atractivo de tales movimientos para nuestra gente. 64 65 Aguirre, Carlos. Pentecostalismo en transición y globalización en Nicaragua, pp. 15-28. González, Justo L. No creáis a todo Espíritu, pp. 16-17. 148 FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA Asimismo, González66 añade: Muchas de las herejías se produjeron por personas que verdaderamente eran sinceras en su apreciación de la doctrina y, cuando se mezcla una verdad con una mentira es posible que se dude al inicio en cuanto a si es verdad o no si esta es muy obvia, pero si es sutil podemos llegar a convencernos de que lo que se dice es verdad. Y pensando en esto, quiero exponer cuatro aspectos para mirar al pentecostalismo en Ecuador y los cambios que están surgiendo para así proyectarnos hacia el futuro: De lo criollo y espontáneo a la adoración globalizada e institucionalizada. El “rostro litúrgico” de las iglesias pentecostales ha cambiado en la última década. Si bien es cierto, los pentecostales aplaudíamos, cantábamos coros con nuestras experiencias y el ritmo propio de cada lugar, danzábamos en el Espíritu y hablábamos en lenguas (lo cual hacía que muchas iglesias evangélicas tradicionales se escandalizaran de nosotros), ahora es más complejo el asunto. Se nota en las iglesias el uso de banderas, coreografías preparadas (ya no es la “espontaneidad del Espíritu” lo que se observa), la glossolalia está desapareciendo, a más de esto aparece el uso de instrumentos de llamadas a la “guerra contra el maligno” como cuernos y trompetas, entre otros. Tal vez esto no es tan preocupante, pues la experiencia mística ha sido una característica del movimiento, a más de eso la creencia de que “el Espíritu se mueve como desea” da lugar a estos cambios y transiciones litúrgicos novedosos. Daniel Chiquete67 en "Crónica de una despentecostalización anunciada" escribe con nostalgia: “... ya casi no se escuchan los antiguos coritos que hablan de perdón, salvación, la sangre de Cristo y el cambio de vida radical que produce Cristo en las personas". 66 Ibid, p.12-14. Chiquete, Daniel. “Crónica de una despentecostalización anunciada. Teología narrativa sobre una identidad pentecostal en crisis”. Encuentro RELEP 2011, Quito- Ecuador. 67 149 FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA Lo que preocupa es que ahora en las iglesias pentecostales ecuatorianas los temas dominantes tienen que ver mucho más con las expectativas de triunfo, de vida en el cielo, de adoración a un Cristo victorioso, de una guerra espiritual de dominio y conquista que nada o muy poco tiene que ver con la vida cotidiana de los creyentes que cada día se ve más afectadas por el alto costo de la vida, el desempleo, la violencia generalizada y la falta de motivación por llevar una vida de santidad con mayor fidelidad al mensaje de Cristo. La liturgia se ha globalizado y tecnologizado pues las producciones de los levitas actuales se muestra muy llamativa pero con poca profundidad teológica y de respuesta. Steven Land68 indica factores que predominaban anteriormente: En el contexto del avivamiento de restauración norteamericano, la espiritualidad negra de los antiguos esclavos en los EE.UU. se encontró con la espiritualidad católica del movimiento del abuelo Juan Wesley produciéndose así la espiritualidad distintiva del pentecostalismo. Ni Wesley no los afro-americanos hicieron teología de manera tradicional o escolástica. Sus medios de producción teológica fueron los sermones, los folletos, los himnos, los testimonios, las conferencias y los cantos espirituales. Aunque muchos dicen que este tipo de música y de liturgia ha ayudado a que tengamos algo en común todos los evangélicos de Latinoamérica, Chiquete69 insiste en que es “música fácil y sin contenido”, por otra parte considero que, algunos "levitas" también ha contribuido a la pérdida de identidad litúrgica de muchas tradiciones, especialmente pentecostales y se ha generalizado una liturgia globalizada acompañada de danzas preparadas, banderas y estereotipos planificados a manera de un "show organizado" donde el culto es un lugar de recreación y se ha olvidado la espontaneidad del mover del Espíritu. 68 69 Land, Steve. Espiritualidad Pentecostal, pp. 35. Chiquete, Op. Cit. 150 FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA De lo cotidiano y particular a la influencia de la globalización. En el Ecuador, las iglesias pentecostales nacen en el contexto marginal y popular y por su disconformidad con el protestantismo clásico y evangelical, toma características autóctonas para enraizarse en su contexto: las grandes poblaciones de barrios y sectores populares y marginales del país. En su afán de ser diferentes decidieron retomar el principio de identidad de la primera Iglesia descrita en Hechos de los Apóstoles: identidad en Jesucristo, es decir, en permanecer unidos a él, lo cual se evidencia en su ferviente predicación, en las oraciones y en los testimonios. Los sermones atendían a necesidades de cómo mantener la esperanza en medio de las crisis familiares y laborales, mantener una vida de santidad en medio de un mundo perdido es decir una ética fundamental para actuar; y la necesidad de la sanidad divina en medio de una carencia física y emocional en todo aspecto. El pentecostal ecuatoriano se preocupaba del aquí y ahora, de cómo ser un testimonio viviente de Cristo en medio de su familia, su comunidad y su entorno, es por eso que enfatizaban la libertad en Cristo. Hoy sin embargo, vemos cambios en el sermón, provenientes de una globalización a quien Manuel García70 ha denominado la conversión hacia una ideología totalizante, excluyente, vacía y de control. Es por ese motivo necesario observar lo que ocurre: se ha adquirido una nueva visión del mundo y de un proyecto cultural, económico, de comunicación y social, ha crecido el deseo de pertenecer a una iglesia grande que le dé visibilidad, seguridad y autoestima, lo que ha provocado una gran movilidad entre los miembros de las iglesias. Asimismo, en estos momentos vemos la aparición de una teología pragmática y de éxito personal que desarrolla un liderazgo empresarial, gerencial y de poder. Hay muchos pentecostales que se han convertido en consumistas de una religión de mercado favorecida por los 70 García, Manuel citado por Aguirre, Carlos en Pentecostalismo en transición y globalización en Nicaragua, pp. 16-17. 151 FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA medios de comunicación (especialmente el canal 70 de ENLACE en la sierra ecuatoriana y 46 en la costa), a más de muchísimas radios que llevaban este tipo de mensaje. Es interesante además, mirar cómo la globalización encontró a un movimiento pentecostal que se estaba acomodando a estructuras sociales, el rostro pentecostal cambió a segundas y terceras generaciones con mejor estatus económico; y, políticas, ya que muchos pentecostales sintieron la atracción del poder. Por ese motivo, no supo cómo responder a los cambios que se produjeron, otro problema fue que las denominaciones más tradicionales no tomaron una posición clara y firme ante estas enseñanzas, ya que algunos pastores y líderes vieron la oportunidad para salir de su estancamiento de crecimiento numérico. Como consecuencia, los creyentes pentecostales ecuatorianos están influenciados por una teología global basada en la idolatría del crecimiento y de la ambición personal originada por la teología de la prosperidad, sin dejar a un lado los nuevos modelos de iglecrecimiento como el G-12. De la esperanza en la "parussia" a una escatología presente. El pentecostalismo ecuatoriano surgió como una respuesta a la aflicción y sufrimiento de la sociedad empobrecida por los gobiernos de turno. Como dice Israel Batista71 fue "un movimiento del pueblo a la iglesia, de la fe y del Espíritu, no una denominación, confesión o secta… que se preocupó de la transformación de las personas y del dinamismo de ser testigos”. Por ese motivo, ante un mundo opresivo y discriminante, su escatología fue dirigida mayormente hacia el futuro. Se enfatizaba mucho el retorno de Cristo y se anhelaba llegar a la ciudad celestial donde como decía un coro "Allí llanto no habrá ni tristeza ni dolor porque entonces Jesús el Rey del cielo para siempre será consolador". Esto era lo que alentaba al movimiento pentecostal. Sin embargo en la actualidad se nota una escatología dirigida hacia el pre71 Op. Cit, p. 9. 152 FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA sente: "La riqueza y la buena vida aquí y ahora", esto se debe a la influencia de los tele-predicadores quienes se basan en la teología de la prosperidad. La mayoría de estos predicadores tienen sus programas de radio y televisión, escriben libros sobre el tema y atraen multitudes hacia sus grandes iglesias, aunque en Ecuador no existe una megaiglesia como tal, el sueño de poseer una se hace presente en los pastores que predican esta teología. Es lamentable observar que en muchas congregaciones se hace ostentación de la membresía que poseen, del dinero que manejan, de los carros que adquieren, de la clase de personas que asisten a las mismas y se olvidan lo más importante, la centralidad del evangelio de Cristo, quien vino a dar buenas noticias a los pobres, a los necesitados, a dar libertad a quienes estaban cautivos. Muchas iglesias grandes se han olvidado de la labor social y prefieren apuntar a la participación política para adquirir además fama y poder como se notó en las últimas elecciones. Para ellos la frase sería "mi reino es este mundo". Ante esto no queda más que preguntarse, ¿los líderes actuales están tan cómodos que ya no anhelan el regreso de Cristo?, ¿qué pasó con la expectativa de su retorno mientras se buscaba una vida de santidad?, ¿es más fácil acomodarse al sistema, convertirse en empresarios del evangelio que ya no desean ver a Jesucristo? Del discurso religioso esperanzador a una teología de prosperidad y guerra espiritual. El discurso pentecostal en Ecuador se basó en la prédica de realizar una misión que debía ser encarnada y comprometida, especialmente en los sectores marginales, puesto que el Espíritu Santo escogió a los desprotegidos, a los pobres y a los necesitados como la forma para designar el lugar dónde él se asentaría. La acción estaría sintonizada con las necesidades de la gente, ya que el bautismo de poder se manifestaba en el cumplimiento de la misión y en la santidad de vida. Esto influyó en lo referente a la pastoral: había que tener la visión de la iglesia del Pentecostés, ser y estar unánimes para así caminar en la búsqueda de Dios. 153 FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA Los pastores enfatizaban el hecho de que se debía tener un compromiso de testimonio y estilo de vida, por lo que las vidas de los cristianos pentecostales tenían que encaminarse con el Señor, evidenciando el testimonio de ser llenos del Espíritu Santo: amor hacia el prójimo mostrando solidaridad porque el Espíritu Santo está presente y testificando con la evidencia de los dones de sanidad y milagros. Esto se debe destacar, puesto que los pastores y miembros estaban pendientes de mostrar su relación hacia el prójimo dándole la seguridad que necesita en este mundo convulsionado, incentivando el perdón y amistad, y promoviendo una confianza que muestre respeto y solidaridad para la gloria y honra de Dios. La esperanza era un signo del reino en medio de las más adversas circunstancias. Sin embargo, los nuevos movimientos religiosos han cambiado esta forma de pensamiento: se promueve el éxito económico como una señal de bendición, específicamente entre los pertenecientes al modelo apostólico; los pactos económicos como señal de compromiso con la iglesia, el ingreso a la política como señal de visibilidad del cristianismo. Y para todo esto es necesario entrar en nuevas modas teológicas: la guerra espiritual y la teología de la prosperidad. Carlos Aguirre72 indica que “La guerra espiritual es una lucha contra los espíritus territoriales que se apoderan de una ciudad, una comunidad, un territorio específico de extender los derechos del diablo a gobernar sobre esos pueblos y lugares… Son luchas oportunas que permiten a los creyentes a cancelar las elecciones hechas por sus padres y ancestros expulsando a los espíritus territoriales de los mismos”. Debo indicar que los pentecostales siempre hemos creído en un mundo espiritual gobernado por el diablo y sus ángeles, pero nuestra confianza radicaba en que Cristo ya los había vencido en la cruz del calvario y tenemos todos la autoridad para echarlos y vencerlos también en 72 Op. Cit, p.112. 154 FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA el nombre de Jesús ya que estamos revestidos con el poder de su sangre o vida. Lo lamentable es que ahora, el que tiene la autoridad mayormente es el líder, el que vendría a ser como el shaman de la tribu, de esta manera se crea una dependencia espiritual de la membresía hacia los líderes religiosos que ahora han cambiado de nombre (apóstoles, patriarcas y arcángeles) que creen poseer la unción para proteger y defender las iglesias y los territorios de espíritus del mal. Se fortalece un mercado religioso que explota las experiencias emocionales, espirituales y económicas de personas necesitadas de Dios. En cuanto a la teología de la prosperidad, se cree que sólo aquel que posee bienes y éxito material es el bendecido por Dios y el que camina en la verdadera fe; los pobres están bajo maldición. Desafortunadamente, esta teología sigue ganando adeptos. Kate Bowler 73 indica en su libro: "Blessed: A history of the American Prosperity Gospel" que el 17% de los evangélicos en EE.UU. reconocen ser parte de este movimiento, mientras que dos tercios, el 66% de todos los evangélicos en el mundo se encuentran en las iglesias que predican la "teología de la prosperidad" aunque ni siquiera han oído hablar de ella. Y aunque los educadores teológicos rechazan esta teología, la misma sigue desplazando a la predicación del mensaje fundamental del Evangelio: arrepentimiento y conversión, es decir, cambio en la manera de pensar y vivir por la fe en Jesucristo. En conclusión El pentecostalismo ecuatoriano está sufriendo transformaciones profundas y no quiero ser pesimista ante el hecho. Nuevamente quiero retomar algo de Justo González74 pues como historiador puede darnos una luz sobre cómo ha funcionado la iglesia. Él piensa que es necesario volver al catecumenismo, es decir, al discipulado. 73 74 Bowler, Kate en www. ProtestanteDigital.com Op. Cit, p. 14. 155 FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA Las herejías ayudaron a formular el cuerpo de doctrina que ahora tenemos en el sentido que hicieron pensar a la iglesia sobre la necesidad de trabajar el tema, y después de eso se instruyó a la iglesia sobre cómo actuar para re-enseñar lo que consideraba correcto. Por otra parte, quiero recoger el análisis de Luis Orellana75 en su ensayo “El futuro del pentecostalismo en América Latina” quien indica que el pentecostalismo tomará tres características: primera, el pentecostalismo institucionalizado, es decir iglesias burocratizadas en su conducción; segunda, el pentecostalismo popular, es decir iglesias autónomas y auto-sostenibles ubicadas en la periferia de las ciudades donde muchos de sus pastores son mujeres; y el tercera, el pentecostalismo ilustrado formado por pensadores críticos que han accedido a la educación teológica. Para Orellana, el pentecostalismo popular será una vertiente profética, esperanzadora y de renovación para el pentecostalismo y el ilustrado servirá para articular nuevas propuestas teológicas y nuevos paradigmas de misión Aunque confieso mis dudas sobre la influencia de la tercera característica, porque las iglesias pocas veces escuchan a los teólogos, considero que el campo educativo es el que nos dará la salida en medio de la crisis en la que nos encontramos. Me parece que los pentecostales debemos ser más intencionales en nuestra labor educativa, quizá no le hemos prestado suficiente atención a este aspecto en varias denominaciones, pero considero que ha llegado el tiempo de regresar a nuestras raíces y discipular a los nuevos creyentes para que volvamos a ser esa comunidad de fe solidaria y transformadora que se mueve por el Espíritu Santo. Ha llegado la hora de dar respuesta a las inquietudes sociales, éticas y culturales de nuestro siglo. 75 Orellana, Luis. “El futuro del pentecostalismo en América Latina” en Voces del Pentecostalismo IV, pp. 141-156. 156 FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA Los pentecostales debemos enfatizar siempre en el valor universal e integral del evangelio de Cristo y permitir que el Espíritu direccione a la iglesia, tanto en el rescate de la dignidad humana para afirmar la vida abundante y plena en Cristo; como en el cumplimiento de la misión de la misma. La motivación que debe conducirnos es a favor del reino y no a favor de la fama, el poder y el reconocimiento. BIBLIOGRAFÍA Aguirre Salinas, Carlos y Araica, Alberto. Pentecostalismo en transición y globalización en Nicaragua. Nicaragua: Casa Giordano Bruno, 2010. Álvarez, Carmelo. Alborada de tiempos fecundos. Quito: CLAI, 2006. Batista Guerra, Israel. El Espíritu Santo sorprende a las iglesias pentecostales. Quito: Editorial SEMISUD, 2009. Batista, Israel (Ed). Gracia, Cruz y Esperanza en América Latina. Quito: CLAI, 2004. Campos, Bernardo. De la Reforma Protestante a la Pentecostalidad de la Iglesia. Quito: CLAI, 1997. Chiquete, Daniel y Orellana, Luis. Voces del Pentecostalismo Latinoamericano IV. Chile: Trama Impresores, 2011. González, Justo L. No creáis a todo Espíritu. La fe cristiana y los nuevos movimientos religiosos. El Paso, Texas: Editorial Mundo Hispano, 2009. Land, Steven J. La Espiritualidad Pentecostal. Quito: Editorial SEMISUD, 2009. López, Darío. El nuevo rostro del Pentecostalismo Latinoamericano. Lima: Ediciones Puma, 2002. Saá, Laura. “Objeciones a la Guerra Espiritual actual” en La Guerra Espiritual: Realidad o Ficción. Colombia: Ediciones Kairós, 2002. www.ProtestanteDigital.com." La teología de la prosperidad afecta al 66% de las iglesias evangélicas". Protestante Digital 2013. 157 FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA 158 FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA 6. La Violencia Intrafamiliar. Desafío Urgente al Pentecostalismo Profético Senia Pilco76 (Ecuador) INTRODUCCIÓN La realidad de violencia en nuestra sociedad cada vez se recrudece más. Esta violencia se expresa en varias formas y distintos ámbitos, desde niveles violencia estructural hasta la violencia que está instalada en los espacios privados y cotidianos. Cada una de estas expresiones se sustenta en una supuesta autoridad o la legitimidad otorgada por la misma sociedad a sectores determinados, frente a otros con menores o ningún reconocimiento de derechos sus derechos ejercer control poder sobre la otra y al otro sometidos a condiciones de desventaja y sumisión. El ejercicio de este control se sostiene en la exigencia de supuestos deberes y aceptación ciega de obediencia frente a la autoridad. Esto se impone con violencia o en condiciones de manipulación de la voluntad, aún en contra de la voluntad personal y en desmedro de la propia integridad física, psicológica, espiritual, entre otras, como son los casos violencia contra la mujer, como de abuso sexual en sus distintas formas contra las niñas, niños, adolescentes y mujeres, en general. Ejercicio de poder que se hace evidente en distintos ámbitos de la sociedad, en mayor magnitud dentro del propio espacio privado, mayormente por personas conocidas y de confianza. Por personas de quienes se espera respeto de la dignidad humana, así como la protección, defensa. Se hace necesario identificar algunas de las bases culturales, que sustentan y naturalizan una violencia de género desarrollada en la socie76 Senia Pilco Tarira, Iglesia Asambleas de Dios. Licenciada en Ciencias Bíblicas, Universidad Bíblica Latinoamericana. Master en Docencia y Gerencia en Educación Superior, Universidad de Guayaquil. Ecuador. 159 FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA dad, las cuales sustentan situaciones. Estas permean todos ámbitos de la vida cotidiana, ya que se transmiten a través de diferentes instituciones, como la familia, los sistemas de educación formal y no formal, la iglesia, los medios de comunicación; en todos los espacios de socialización cultural. Igualmente, nos compete revisar, como cristianas y cristianos, los elementos bíblico-teológicos que sean utilizados para sustentar y promover directa o indirectamente la violencia en sus distintas expresiones contra las mujeres, niñas, niños y adolescentes en la familia evangélica. Para finalizar, como cristianos Pentecostales se podrá identificar algunos aportes bíblico-teológicos que desde nuestra tradición pentecostal desafía a asumir un compromiso cristiano responsable hacia la reducción y eliminación de la realidad de violencia contra miembros de la familia que por relegados a una posición social subordinada en relación a los hombres. Por el contrario, desde el evangelio del Reino de Dios y su justicia tienen una opción preferencial para la construcción procesos de redención de sus vidas de manera integral y se garantice los derechos humanos de las mujeres hacia el disfrute una vida plena libre de violencia. Por múltiples razones: sociales, culturales o religiosas. En la realidad las mujeres hemos sido siempre víctimas de diversas discriminaciones en la familia, iglesia y sociedad en general. La violencia contra la mujer no se limita a los espacios familiares, sino que permea todos los ámbitos de la vida, por tanto abarca toda una gama de expresiones, incluidos el abuso sexual, físico o emocional por la pareja; el abuso físico o sexual por familiares u otras personas; el acoso y el abuso sexual por figuras de autoridad (como profesores, funcionarios de policía, empleadores o líderes religiosos); el tráfico para trabajos forzados o explotación sexual. En todos los ámbitos, sean de carácter público y privado, de manera explícita o implícita existe discriminación y relaciones de poder entre géneros, construidos como -lo masculino- y -lo femenino-. 160 FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA Los hombres a título personal ejercen violencia contra las mujeres conocidas para beneficio propio o grupal. Este tipo de violencia también puede ser ejercido por instituciones que en su discurso, normas y prácticas ejecutan los mandatos estructurales de dominio y control sobre las mujeres. En este sentido, se hace necesario identificar la violencia contra las mujeres en los ámbitos: familiares, laborales, políticos, comunitarios, eclesiásticos, y en todos aquellos en los que se manifieste. Al hablar de violencia intrafamiliar, se indica un ámbito en el que se ejerce la violencia contra la mujer, desde esas relaciones asimétricas de poder entre los géneros. De hecho, en el seno familiar se producen diferentes tipos de violencia, cada uno con sus propis causas –Es decir, sus propios desbalances de poder y sus propis dinámicas: violencia contra las mujeres, violencia contra niños, niñas y adolescentes, violencia contra personas adultas mayores, violencia contra las personas con las personas con discapacidad o contra personas enfermas. La Organización Panamericana de la Salud, ha cambiado actualmente el empleo del término “violencia intrafamiliar”, puesto que esta definición situaba a la mujer en un contexto desigual, relacionado con el género, como actos que las mujeres enfrentan a causa de su posición social subordinada en relación a los hombres. En esta propuesta se parte del concepto de violencia contra las mujeres en la pareja, como esa forma particular de violencia que se dirige expresamente en contra de las mujeres, en tanto su condición de haber nacido mujer. Las relaciones sociales de poder han estructurado relaciones desiguales, jerárquicas desde un orden patriarcal en el que los hombres y lo simbólicamente masculino les otorgan los espacios superiores y privilegiados por el hecho de haber nacido varones. Esta organización social injusta ha generado esta violencia, además de causarla, la anima, la tolera, la disculpa, la invisibiliza y la justifica, como si este orden y sus consecuencias responden a un orden natural y divino . De esta forma se entiende que la violencia contra las mujeres no es otra cosa que el control que los hombres ejercen, en función de ese 161 FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA orden patriarcal, cobre las mujeres, sus vidas, sus cuerpos, sus tiempos, sus decisiones, sus ministerios, con el propósito de mantenerlas en un lugar inferior socialmente asignado en todos los ámbitos de la vida. Esta violencia que se impone a ellas de manera directa y cotidiana en la familia, a través del grito, la bofetada, el puñetazo, el insulto, la humillación son recursos que se usa para ejercer ese control y mantener ese control y mantener la subordinación. Violencia de género Se hace necesario conocer la comprensión de la violencia de género en relación a la violencia contra las mujeres para visibilizar mejor las posibilidades de incidir en él para su erradicación. Los seres humanos nacemos biológicamente como mujeres y varones, en el desarrollo de la vida la sociedad va asignando funciones, roles, espacios, actitudes, sentimientos, profesiones, entre otros diferenciados según su sexo. Esto es lo que se denomina género que es la construcción social de los sexos. Es decir, el ser mujer debe asumir la asignación dada al género femenino, así como al varón se le asigna lo correspondiente al género masculino. Lo cual califica como seres en condiciones de desigualdad a mujeres y varones, asignándoles un género distinto. En los años 70s, el término Género se incorporó como una categoría de análisis para entender y cuestionar la construcción social del patriarcado, con la cual se pudo en evidencia la construcción social del patriarcado, mostrándola como una estructura que organiza jerárquicamente la sociedad, negándole un carácter biológico a la desigualdad basada en la diferencia sexual. En este sentido, hacer análisis de género señala las relaciones desiguales asignadas a mujeres y varones. Así, denuncia las jerarquías sociales asimétricas en juego entre ellos. Antes solo reconocidos como diferencias propias de su género y como una forma de expresión de du diversidad. Por lo que se considera adoptarse el término de “Violencia Basada en Genero” (VBG) puesto que este término incluye toda la gama de actos que frecuentemente 162 FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA sufren las mujeres y las niñas en relación a sus parejas y familiares como por individuos ajenos a ellas. Según un estudio realizado en todo el mundo, y publicado en 1999 por (Heise Ellsberg y Gottemoeller) la gran mayoría de los actos de violencia basada en género, tiene como autores a los hombres, y su mayor riesgo está en hombres cercanos, es decir conocidos por la mujer violentada. Los resultados de las encuestas aplicadas apuntan a una manifestación clara de que la violencia, es violencia en cualquier expresión que se presente, sea esta desde negar un derecho de manutención, provocar agresión física, verbal, sexual. Violencia contra las mujeres La violencia contra la mujer ha sido transmitida, a través de la cultura y asumida como parte de las relaciones familiares. Pues a lo largo de la historia, se ha ejercido violencia contra sus miembros, de manera especial hacia las mujeres, los niños, niñas y adolescentes. Este es uno de los problemas más dolorosos y complejos con los que la sociedad ha coexistido, la cual afecta a la sociedad en su conjunto. La cruel realidad que sufren las mujeres a diario en todas las esferas del mundo han llevado a las diferentes distintas instituciones internacionales a ofrecer herramientas de protección de las mujeres, como se la Convención Interamericana para Prevenir, sancionar, y erradicar la Violencia contra la mujer (Convención de Belém do Para) que señala la violencia contra las mujeres como una forma específica, producto de las relaciones de poder históricamente desiguales y hombres y la define como: cualquier acción o conducta, basada en su género, que cause muerte, daño o sufrimiento físico sexual o psicológico a la mujer, tanto en el ámbito público como en el privado. (OEA 1995, Art. 1). En este proceso de búsqueda de protección de las mujeres en situaciones de violencia se ha creado un día específico para recordar y promover la reducción de la violencia contra la mujer, así se declara el Día Internacional de la No Violencia contra la Mujer, destinado el día 25 de Noviembre desde 1985. Fecha que puede ser considerada en nues- 163 FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA tras iglesias para promover la conciencia y la acción a favor de las mujeres de nuestras propias iglesias y la comunidad en general. Las respuestas de los Estados a las realidades de violencia contra la mujer ha sido la creación de leyes y normas especiales, en particular sobre violencia en la familia o violencia doméstica. Se puede intuir que la violencia al interior dentro de la familia se encuentra naturalizada, de manera tal que las personas involucradas, tanto quienes la reciben como quienes la ejercen no llegan a identificarla como tal. Por otra parte, está la participación cómplice por parte de la comunidad, ya que entiende la familia como una entidad privada sobre la cual no debe intervenir, aunque en el fondo le preocupa el maltrato que se desarrolla al interior de la misma, pero se abstiene por miedo a la represalia. Al fin y al cabo, sus vecinos, amigos y familiares tampoco intervienen en sus en sus momentos de violencia en su propia familia. De igual manera, las instituciones de educación hacen énfasis en el sentido de la obediencia/ castigo, que terminan internalizando y aceptando que este es un medio normal dentro del proceso de educación. Por ejemplo, así se justifica que si la esposa no sabe cocinar o hacer alguna tarea del hogar, entonces el esposo puede golpearlas para castigarlas. Igualmente, en l caso de los niños. Así se perpetúa, se produce y se reproduce la violencia en la familia. Por otra parte, existen dinámicas sociales que acrecientan los desbalances de poder en contra de las mujeres: la impunidad, la revictimización, el despojo material y la depredación simbólica. La impunidad por la protección a los agresores, lo cual convierte en cómplice a quienes por acción u omisión, privilegian la defensa de los agresores por su estatus social o espacio de poder asignado por su género, colocando en mayor desventaja a las mujeres. La revictimización en prácticas y manifestaciones tanto en discursos y espacios diversos, tienen como objetivo mantenerlas en el papel de víctimas desamparadas e impotentes para cambiar su situación; el despojo material de las pertenencia de las mujeres, limitando el ejerci- 164 FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA cio pleno de la libertad y la autonomía, imponiendo la autoridad masculina a cambio de garantizar su subsistencia y la de sus hijos, ante lo cual debe ser sumido por la mujer. La devastación simbólica presente en los imaginarios y voluntades ajenas en las que se construyen bromas, chistes sexistas, como las imágenes asignadas que promueven prejuicios y descalificaciones por el hecho de ser mujer. El proceso continuo de esta disputa de los varones por mantener el control y el poder frente las mujeres; mientras tanto las mujeres buscan mantenerse con actitud de sobreviven en este por sus hijos de manera particular. Los altos índices de las muertes violentas de mujeres en manos de sus parejas, ex parejas, novios, amigos dentro de un proceso continuo de violencia que la lleva a vivir en constante riesgo de muerte por su condición de subordinación y discriminación dentro del orden patriarcal en el que se cimienta las sociedades. Estos procesos de aumento progresivos de la violencia se lo ha definido como femicidio, tipificado como un delito autónomo, ya que corresponden a un homicidio sistemáticamente concebido, planificado y ejecutado, dentro de un proceso constante dentro de las relaciones de desiguales, en las que quien ejerce el dominio se encarga de expresarlo, sostenerlo e imponerlo hasta llegar al extremo de decidir matar. La tipificación de este delito pone en evidencia la muerte de las mujeres en mano de sus parejas, solo por el hecho de ser mujer. El mismo que siempre fue tolerado, como un incidente que ocurre normalmente por parejas que no se entienden lo suficiente. Sin embargo, el silencio cotidiano de las víctimas ante el temor de ser estigmatizada y el silencio social se convierten uno de los cómplices más mortales, que permite y avala el maltrato. Violencia contra la mujer en la región Dos de cada tres mujeres ha sufrido de violencia en el mundo en algún momento de su vida. En Centroamérica, dos mujeres de cada tres asesinadas, lo han sido por el simple hecho de ser mujeres. Alta inciden- 165 FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA cia e impunidad son dos de las características que predominan en la violencia contra las mujeres. Como afirma Ban Ki Moon, Secretario General de las Naciones Unidas, los niveles de prevalencia de la violencia contra las mujeres son tan elevados que es uno de los derechos humanos más violentados en el mundo. "Hasta el 70% de las mujeres sufren violencia física o sexual en algún momento de sus vidas y un porcentaje que se sitúa en una cuarta parte en lo que respecta a las mujeres embarazadas", destacó el Secretario General en su Mensaje del 25 de noviembre. "Millones de mujeres y niñas de todo el mundo son atacadas, golpeadas, violadas, mutiladas e incluso asesinadas en lo que supone una violación horrorosa de sus derechos humanos", añadió. América Latina y el Caribe no se escapan a esta triste realidad. Un estudio por publicarse de la Organización Panamericana de la Salud sobre la situación de la violencia contra las mujeres en 12 países de América Latina y el Caribe muestra que entre un 13% en Haiti hasta más de la mitad de las mujeres en Bolivia han experimentado violencia física a lo largo de su vida. Por ejemplo, en Ecuador varias investigaciones realizadas confirman que, 8 de cada 10 mujeres han sufrido algún tipo de violencia, durante alguna etapa de su vida; y que, por otro lado, el 90 por ciento de las denuncias presentadas por mujeres víctimas de violencia intrafamiliar son por violencia en la relación de pareja o por parte de sus parejas, constituyéndose en una de las manifestaciones más visibles de la violencia de género. Se ha afirmado que la violencia contra la mujer es la expresión más dramática de la desigualdad; la diferencia entre este tipo de violencia y las otras formas de agresión que se manifiestan en las sociedades como producto de la dominación que ciertos sectores o grupos ejercen sobre otros, es que en la violencia contra la mujer, el riesgo o la vulnerabilidad están dados por la sola condición de tal. 166 FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA La violencia doméstica pone en tela de juicio a la familia, como institución social que proporciona seguridad, protección y afecto, ya que la familia se estructura a partir de fuertes lazos de dominación y de notables desigualdades en las relaciones de poder que afectan a las mujeres; el rol que se les asigna en la vida conyugal supone sumisión, dependencia y la aceptación de la autoridad indiscutible del hombre y de un conjunto de normas y conductas que limitan su desarrollo. Por ello, la violencia dentro del hogar se utiliza como un instrumento de poder. Se ha generado la división sexual del trabajo y, por otra, aspectos ideológico-culturales adquiridos en el proceso de socialización diferencial y en el aprendizaje cotidiano de roles y atributos que se otorgan a varones y mujeres y que, una vez asimilados en sus identidades, crean condiciones que contribuyen a la violencia. Los roles y características asignados culturalmente a las mujeres restringen sus opciones y su autonomía y responden a una violencia represiva y simbólica que se expresa en las limitaciones que se les imponen para acceder al trabajo, la participación social, los procesos de adopción de decisiones y al poder en todos sus niveles; esto constituye lo que se conoce como "violencia invisible", en la que se inscriben las situaciones objetivas de agresiones ya sean físicas, psíquicas o sexuales, directas o indirectas. Asimismo, el costo social de la violencia de género incluye la inacción de la sociedad, que no toma medidas para defender los derechos humanos de las mujeres y, por lo tanto, ignora lo que sucede cotidianamente y niega la discusión pública de estos delitos, su significación política y su reparación social. La violencia de género es una conducta que ha sido asimilada a una forma de relación conyugal y que, debido al prejuicio que lleva a no inmiscuirse en la privacidad de la vida matrimonial y familiar, ha sido silenciada tanto por la sociedad como por las propias víctimas. Sin embargo, la denuncia por parte de las mujeres a las agresiones y maltratos en el hogar es un fenómeno nuevo que obedece, por una parte, a la creación de instituciones en las que pueden solicitar ayuda policial y legal y, por otra, a la mayor conciencia de las mujeres de sus derechos como personas y ciudadanas, gracias a la evolución doctrina- 167 FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA ria y jurídica de tales derechos y a las tendencias contemporáneas que en este campo se han desarrollado. Si bien es cierto, históricamente, esto se había entendido como violencia doméstica había permanecido encerrada en los límites del hogar, desde hace 10 años, como consecuencia de las demandas del movimiento de mujeres, con la creación y funcionamiento de las Comisarías de la Mujer y la Familia y posteriormente con la promulgación de la Ley contra la Violencia a la Mujer y la Familia, en el Ecuador este problema ha dejado de ser privado para ser considerado y tratado como un problema social y, aún más, como un problema de salud pública, como en efecto fue declarado en el año 1998. En la actualidad, se promovió la inclusión del feminicidio, como un delito autónomo – muerte de una persona por el hecho de ser mujer-, en el nuevo código penal. En el Ecuador, los casos de muerte de las mujeres cada vez son con mayor saña, como la muerte de una mujer junto a sus cinco hijos, una vez que él incendió su casa, ante el rechazo de ella para no volver como pareja; muertes de mujeres a martillazos. En todos los países, leemos y vemos en los medios de comunicación las noticias sobre la muerte de mujeres, violaciones, raptos de mujeres, todos los días por parte de sus propios maridos, novios, amantes, etc. La violencia doméstica es muy alta en América Latina. Dentro de un estudio sobre el feminicidio íntimo realizado por Patricia Reyes Peña, denominado “Las Rutas de la Impunidad”, se señala que: “el feminicidio se refiere a homicidios de mujeres por el hecho de ser mujer. El asesinato de mujeres por hombres motivado por el odio, desprecio, placer o sentido de posesión hacia la mujer”. En el mismo informe se determina que estos delitos en su mayoría se dan de manera planificada, premeditada, con crueldad y ensañamiento. APORTES DE LA FORMACIÓN DE LA IGLESIA EN LA VIDA DE LAS FAMILIA Las consecuencias de la violencia contra la mujer parecen escondidas en el ámbito privado, entre las cuatro paredes de la casa, camufladas 168 FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA en las sonrisas de las mujeres en los espacios públicos, en los cantos alegres y vivaces que se proponen en las iglesias evangélicas, en general y en las iglesias pentecostales en particular. La formación cristiana en nuestras iglesias no ha sumido esta realidad de violencia, por el contrario los contenidos lejos de buscar identificar y señalar los actos de injusticia que se comenten contra las mujeres, sostiene el sistema cultural que discrimina a la mujer, señalando que la superioridad del varón está dada desde la creación, en la afirmación del Orden natural, en el que el varón fue creado primero, lo cual le da importancia y privilegios sobre la mujer, quien fue creada en un segundo momento. Por lo tanto, el varón es “la cabeza de la casa y el jefe de la familia”. Estatus que le da toda la autoridad sobre su pareja dentro la casa. Por su parte, el esposo demanda atención y servicios en una relación de patrono empleada, pero sin reconocimiento económico, ni seguridad social. Mientras que ella debe respeto, obediencia, solicitud de permisos- Ella es considerada una eterna infante que debe ser controlada. Se ha sobredimensionado una cultura de obediencia a la autoridad, que se convierte casi divina, por lo tanto, se da casi de manera automática, bajo construcción de relaciones parentales asimétricas, en el ámbito de la familia: adulto – infante; varón – mujer; esposo – esposa. Aún en la iglesia, las mujeres están confinadas a reproducir los mismos papeles domésticos que ellas asumen en sus casas. ¿Cómo se refleja en la iglesia? Se hacen afirmaciones bajo las mismas concepciones de discriminación hacia la mujer, bajo interpretaciones bíblicas que reflejan la reproducción cultural que se hace dentro de la iglesia. “La mujer indujo al hombre a pecar…” “La mujer debe soportar al esposo, ella debe dar buen testimonio para que él cambie “El hombre es la cabeza del hogar. La mujer debe ser sumisa al esposo”. 169 FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA “La mujer es solo la ayuda idónea del hombre» “La mujer no tiene dominio sobre su propio cuerpo…“ “La mujer no debe ejercer liderazgo en la iglesia”. «La mujer debe permanecer callada». «Los hombres son los elegidos por Dios a los ministerios». Los cristianos y cristianas, después de más de 20 siglos, seguimos leyendo el texto bíblico. Necesitamos adentrarnos a la relación Mujer, fe y Biblia, porque al hablar de mujeres resulta ineludible acercarse a la temática religiosa. No porque la religiosidad sea monopolio de las mujeres, sino porque muchas veces se utilizan argumentos religiosos para mantener a las mujeres alejadas de una vida plena y digna. La vida que Dios anhela para cada ser humano: mujeres y varones. Como hemos visto, se utiliza la Biblia, testimonio de la voluntad de Dios, para reafirmar mitos de la masculinidad o del machismo, en el que se atribuye la inteligencia, la fuerza, la autoridad, la dominación y otros), así como de la feminidad (la mujer es débil, puro corazón, otros) y estereotipos que discriminan, relegan y aún discriminan a las mujeres. Es decir, la enseñanza bíblica, de manera consciente o inconsciente apoya ese sistema de desigualdades, exclusiones para las mujeres y privilegios para varones. Estas enseñanzas se convierten en mitos y estereotipos religiosos, ya que se imponen como algo real, como si fueran propios de la naturaleza y determinaciones divinas. Cuando alguien los cuestiona, se tilda de “haber perdido la fe”, de “no tener temor a Dios”. Así se inculca a las mujeres actitudes y conductas que limitan su acción, a la vez condicionan su capacidad y lastiman su autoestima. Esto ha reafirmado las relaciones injustas entre varones y mujeres, hasta el grado de legitimar, y en muchos casos, promover la violencia contra la mujer en la pareja, relaciones desiguales e inequitativa en la familia, entre colegas y compañeros, al otorgar privilegios a los varones en el uso y abuso del poder. Unos de los argumentos tomados de fundamentos de la “natural” inferioridad de la mujer, por ser “segunda” criatura humana, según uno de los relatos de la creación (Génesis 170 FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA 2). Otro argumento, es el presentado como “la culpable” del inicio de la desobediencia a Dios y la maldición al género humano (Génesis 3). Frente a estas afirmaciones, necesitamos conocer el contexto de los textos bíblicos, para poder entender los propósitos reales y desmantelar los entretejidos que sustentan las ideologías androcéntrica y patriarcales de la superioridad del varón sobre la mujer, vigente en nuestra sociedad actual. Posiblemente, muchas mujeres en nuestras comunidades pueden haberse preguntado: ¿El orden divino establecido me coloca, como mujer en un segundo plano y me discrimina en varios espacios? ¿Nada puede cambiar? ¿Esta es la voluntad de Dios? Generalmente, las respuestas que se dan a éstas y otras muchas inquietudes, se repiten en frases religiosas ya conocidas, aprendidas, aceptadas y hasta asumidas sin razonamiento, como si fuera la única verdad: Sí, ese es el orden divino, por qué las mujeres quieren cambiar este orden; Así fue establecido por Dios mismo. Lamentablemente, desde la enseñanza bíblica se apoya ese sistema de desigualdades, injusticia, exclusiones para las mujeres y privilegios para varones. Así se inculca a las mujeres actitudes y conductas que limitan su acción, en el ámbito de la familia, la iglesia y la comunidad. A la vez, esto condiciona sus capacidades como personas y lastiman su autoestima. En este sentido, este tipo de capacitación ha servido para la promoción de la Violencia intrafamiliar, de manera especial de los varones contra la mujer. De manera consciente o inconsciente con la autorización y aval de las autoridades eclesiales que lejos de percatarse de las realidades cotidianas que las mujeres padecen, como todo tipo de violencias en sus hogares: violencia psicológica, física, sexual, económica, así como distintas formas de maltrato identificadas en el ámbito familiar. ¿Cómo se tratan los temas de abuso sexual y la violencia intrafamiliar? Posiblemente, algunas personas cristinas en nuestras iglesias podríamos pensar que estos no son temas de gran importancia para la pasto- 171 FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA ral. Puesto que estas realidades corresponden al ámbito privado, circunstancias que vienen sectores de la población que no tienen un lugar de importancia en la sociedad y en la iglesia. Para poder identificar la posición de Dios frente a las situaciones de poder y abuso, necesitamos recurrir al testimonio Bíblico de Dios que se hace presente en la historia del pueblo de Israel. Testimonio en el cual están presentes situaciones abuso sexual, violaciones, incesto, sin embargo aún en nuestras iglesias no las hemos abordado de manera seria y profesional desde la fe en el Dios de la justicia, quien está a favor de las y los vulnerables y en desprotegidos por la sociedad. Sin embargo, nos preguntamos si conocemos las realidades concretas de las familias y las mujeres que asisten a nuestras iglesias. O, las seguimos viendo como la masa, sin llegar a interesarnos por las personas de manera particular y especial. Por el contrario, muchas veces se privilegia el testimonio del agresor, mientras que a las mujeres se las confina al silencio para no denunciar lo que ocurre dentro de su casa, pues nadie la va a comprender. Al final de todo, “hay que dejárselo a Dios”, “Nosotros no somos quién para juzgar”. “Usted debe perdonarlo y darle una oportunidad”; “Dios va a tocar su corazón”. Expresiones típicas que refleja indiferencia ante el malestar del otro u otra, provocado por la violencia y abuso, restándole la oportunidad de crecer y continuar con su vida de manera libre y saludable, pues una persona abusada o violentada queda expuesta “al qué dirán”, inseguridad de su propia comunidad. Las mujeres de las iglesias que buscan ayuda a las realidades de violencia que ellas viven van con mucho temor y temblor. Pues sienten que estás faltando a su voto matrimonial al poner al descubierto la realidad, aunque sabe que ésta le afecta negativa en gran manera. Su temor es casi como si estuviera cometiendo una herejía. Por otro lado, el miedo o pánico a lo que le pueda hacer el esposo en represalia a su denuncia. Pues la mujer ha sido confinada al silencio. La presión psicológica es tal, además de la presión de la violencia física que le espera. 172 FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA La Violencia en la Biblia Los temas de abuso sexual y violencia intrafamiliar no son ajenos al contexto bíblico, sin embargo parece ser muy poco abordados en la formación para la prevención de la perpetuación de estas realidades. Una demanda permanente del ser y hacer misión de la Iglesia evangélica. A pesar de su alta incidencia, camuflada de silencio en las familias cristianas e impunidad desde el liderazgos eclesiales. La Biblia expone historias de violencia y abuso contra la mujer en diversos contextos, sean estos desde situaciones de guerra, por la conquistas de ciudades y pueblos, situaciones de índole político, casi en todas ellas el panorama está en círculos familiares y personales, como la violación de Dina (Gén 38); la violación a Tamar por parte de su medio hermano Amnón (2Sam 13. 1-22), la cual queda en la impunidad, bajo la protección del poder patriarcal y desvalorización de la dignidad de la víctima. Jueces 19. 1-30 (20. 1-10), la historia del sacerdote y su concubina. La lectura bíblica a estas diversas historias de violencia y abuso por lo general han sido lecturas superficiales y poco contextualizadas a las realidades de nuestros tiempos, es más pareciera que hasta se las evade y subestima a la hora de la liturgia cultual, dándose mayor énfasis a temas contemporáneos propios del mercado homilético actual, una consejería que termina desplazando la responsabilidad que el afectado tiene sobre sí. En lugar de como afirmar el derecho a la justicia, se apela a un claro y bien acentuado énfasis de superación personal. En fin, hay de todos los motivos, pero a la hora de aclarar y determinar una lectura bíblica con una perspectiva inclusiva, equitativa y de proclamación de justicia, ante estos temas, el silencio de los abusadas y violentadas. Uno de los elementos a tomar en cuenta es la consideración que los textos bíblicos fueron creados en contextos culturales patriarcales, androcéntricos y con prácticas machistas. Es decir, en los que se privilegiaron la vida de los hombres, en contextos de gran discriminación hacia la mujer. 173 FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA Sin embargo, allí está presente la voz de Dios para recordar al pueblo su opción preferencial por quienes están en condiciones de desventaja, opresión, discriminación en ámbitos sociales, económicos, políticos, culturales y religiosos. Los textos paulinos han sido mayormente utilizados para sustentar la marginalización de la mujer en la vida de la iglesia, la familia y la sociedad. Por su puesto, un Pablo a quien le asignaron las propias convicciones culturales de la sociedad. Con textos sacados con pinzas fuer a de su propio contexto que lo presentan como un ministerio misógino, sobre todo en cuanto a la sumisión de las mujeres a la autoridad del esposo, sin entender los Códigos domésticos propios de la cultura greco-romano para mantener el control de la sociedad. Esto sobre todo, correspondientes a los últimos años del siglo I, como los textos en Efesios, Colosenses, Timoteo, los cuales reflejan una postura distinta a la de Pablo entre las primeras comunidades misioneras. Tendríamos que tener una jornada para el estudio de cada uno de estos textos para identificar una hermenéutica liberadora de estos textos, de manera especial la liberación de las mujeres frente a la dominación del patriarcado y sumisión ante el androcentrismo que se hace más fuerte en los sectores marginalizados, situaciones de pobreza y marginalidad social recrudecen las situaciones de violencia y sufrimiento de las mujeres en sus propias casas, así como en los espacios domésticos. LA MUJER SE PREGUNTÓ AYER - NOS PREGUNTAMOS HOY: ¿Esta es la voluntad de Dios que para las mujeres? ¿Dios ve a la mujer como inferior, creyente de segunda clase, discriminadas y violentadas por el varón? ¿En realidad los textos bíblicos enseñan esto? 174 FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA Aportes bíblicos que afirman la igualdad de mujeres y varones en la creación (Gén 1.27) Estos aportes no corresponden únicamente a la vida de las familias de la iglesia pentecostal. Estos son aportes valederos para la iglesia cristiana en todas sus expresiones. Sin embargo, se debe resaltar que en este contexto de búsqueda por encontrar el mensaje liberador del evangélico, las mujeres líderes pentecostales han encontrado en la Biblia nuevos aportes en las que descubre que la formación de la iglesia: “La iglesia me ha defraudado, me ha estafado y engañado. A su vez, yo tuve que reproducir ese mismo mensaje tuve que reproducirlo con las iglesias”. Esta afirmación expresa un desazón de la formación de los contenidos de la iglesia. Desde la creación están presentes los verdaderos deseos de Dios para su creación. Está presente en Gn 1.27. 27 Y creó Dios al hombre a su imagen, (humanidad) a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó. La palabra Adam, viene de adamáh (tierra), que ha sido traducido con la designación ‘hombre’ como genérico para ‘seres humanos’, que incluye tanto al varón como a la mujer. Este texto expresa claramente el origen de una pareja de iguales, mujeres y varones creados de la misma naturaleza de Dios, por lo tanto con las mimas capacidades, destrezas, habilidades, potencialidades en igualdad de condiciones. Este no muestra ningún signo de desigualdad entre ellos. Igualmente, les es delegada a ambos la administración de toda la creación. Sin embargo, este texto se lo ensombrece frente a Gn 2. 18, 21-23, desde una interpretación que busca sustentar la ideología de superioridad del varón. 18 Después dijo Jehová Dios: «No es bueno que el hombre esté solo: le haré ayuda idónea para él.» 175 FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA 21 Entonces Jehová Dios hizo caer un sueño profundo sobre Adán y, mientras éste dormía, tomó una de sus costillas y cerró la carne en su lugar. Este ser inicialmente creado, necesitaba de su par-su igual. En el texto original hebreo de la traducción de costilla es tzela”, que de costilla en el lenguaje bíblico. La traducción correcta es “costado”, o “pared lateral”. Es decir, tomó todo el costado del ser creado Adam, no sólo un hueso. Implica una igualdad con el todo, una pared portante. A una “tzela” corresponde a “otra tzela igual”. Esto indudablemente es de la misma manera que en un edificio a cada pared lateral, en el lado opuesto. Ciertamente una persona puede vivir sin una o dos costillas, pero no sin la mitad de su cuerpo. Es decir, Adam – ser humano - en las entidades mujer –ishah- y varón -ish- en una unidad plena. Luego: 22 De la costilla que Jehová Dios tomó del hombre, hizo una mujer, y la trajo al hombre. 23 Dijo entonces Adán: «¡Ésta sí que es hueso de mis huesos y carne de mi carne! Será llamada “Mujer”, porque del hombre fue tomada.» (Versión Reina –Valera). Es importante señalar la alegría expresada por parte de Adán –ish- al reconocer su igual. Tuvo una actitud de acogida, que lo lleva a reconocerse a sí mismo en el encuentro empático con ishah. Este encuentro para nada fue displicente para con ella, más expresa la identidad que cada uno tendrá dentro de esa unidad. Una interpretación sesgada de los fundamentos cristianos El cristianismo, desde sus orígenes, es portador de una semilla de transformación por una vida abundante y crítico de las estructuras sociales que marginaban a las mujeres y a todos los discriminados de la época. La práctica de Jesús se refleja en el credo bautismal de Gálatas que afirma la inclusión de los y las creyentes al Cuerpo de Cristo 176 FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA en igualdad de condiciones, expresadas usada en la iglesia primitiva y por Pablo: “… En Cristo ya no hay... ni varón ni mujer (cf. Gál 3,28)” Esta última noticia, la de la igual dignidad del varón y la mujer en Cristo, pertenece a la entraña del reino prometido por Dios. Si la teología feminista la recuerda, la relata y la práctica en solidaridad ¿no será una profecía de esperanza para toda la humanidad? Se anuncia una esperanza para toda la humanidad. Este debe ser un desafío para la iglesia de hoy y para nosotras como mujeres: Asumir este mensaje, como verdadero y hacerlo carne en nuestras mentes, en nuestro corazón y en nuestra vida misma. Las reflexiones y propuestas teológicas desde las mujeres Las mujeres descubren que los textos bíblicos y las reflexiones teológicas han servido para justificar los modelos. Al contrario, ellos son utilizados para justificar la ideología machista, de dominio y exclusión hacia las mujeres. Las herramientas y aportes en las que se apoya es mantenerse en una vida de oración para la liberación y la esperanza de cambio de las realidades desde el compartir solidario en la búsqueda y encuentro con el verdadero Dios amoroso. El trabajo con las mujeres y niñas/os violentados Hay muchas formas de hacer violencia que las mismas mujeres no lo dicen como tal. Como a veces el tenerles limitadas económicamente, apartarles de sus familias, esposos controladores. Eso puede ser una forma de violencia, pero la mujer no lo ve de esa manera. Es exactamente lo que pasa en la mayoría de los casos que llegan a consejería y esto se debe a la tendencia de que el agresor, no asume el problema desde su realidad propia, que necesita de justicia para sí mismo y para sus actos. 177 FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA Al partir de una perspectiva bíblica sobre la Violencia Intrafamiliar, tenemos que considerar una premisa clave e importante, la violencia es un patrón aprendido y no desaparece de la noche a la mañana. Es más una violencia genera otra violencia hasta lograr una cadena de desencadenantes conflictivos en el plano personal, familiar, comunitario y hasta por que no afirmar, mundial. Tenemos que valorar el tema de la violencia Intrafamiliar desde las áreas de desarrollo del ser, es decir desde el área Psicológica, Espiritual, Social, Físico. Un acto de violencia, vulnerabiliza, mata y extingue el saludable desarrollo del ser en estas cuatro facetas. Muchas veces el tratamiento pastoral se ha dado induciendo a la víctima a resignarse al perdón, la reconciliación. Sin mayor responsabilidad al agresor. En el caso de las esposas, aplicando el texto de “Las mujeres deben estar sujetas a sus esposos, como al Señor”. Se ha mantenido a las mujeres en el silencio y sufrimiento. Mientras tanto, no se ha trabajado con el esposo las instrucciones que allí se describen para el esposo, en las que existen demandas concretas de amar a la esposa hasta el sacrificio de cruz, el de dar su vida por ella. Por supuesto, esto refleja las propias situaciones de violencia contra la mujer que se sucedían en las comunidades de fe de finales del siglo I. ¿Qué desafíos presentan las realidades de violencia a nuestras iglesias pentecostales para gestar nuevas relaciones dentro de la familia? El pentecostalismo genera transformación de las vidas. Un cambio de vida –muere al mundo; -“muere a los deseos de la carne”-; “se aleja del mundo”- ; debe apartarse de sus antiguas amistades, familiares que representen tentación para la protección del mundo externo. Se convierte en una evasión constante del mundo. Sin embargo, redefinición de la masculinidad. 178 FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA La justicia como propuesta Bíblica al tema de abuso y Violencia Ser y hacer Justicia desde la propuesta Bíblica. Ya se te ha declarado lo que es bueno, ya se te ha dicho lo que de ti espera el Señor: Practicar la justicia, Amar la misericordia Y humillarte ante tu Dios. (Miqueas 6:8) Tal es la importancia que Dios da a la palabra Justicia, que en la biblia aparece con gran frecuencia por cerca de 800 veces escrita, dejando resaltado el atributo de Dios que mantiene lo que es coherente con su propio Carácter, demostrando el valor e importancia que tiene el mensaje bíblico del evangelio para toda la humanidad a través de los tiempos. Entonces desde la propuesta bíblica, es necesario incluir en la agenda misiono lógica de la iglesia, el tema de la Justicia desde un rol de promoción y denuncia contra toda clase de abuso sexual y violencia intrafamiliar. Sentido de justicia para con el otro. La denuncia permite que la justicia proteja al niño, niña o adolescente, aislando al agresor y reduciendo las posibilidades de que el abuso pueda repetirse. Es un deber social porque evita que el agresor pueda abusar de otros niños y niñas. Todos, victimas, familiares, profesionales o no, tenemos el deber moral y legal de denunciar los casos conocidos. El proceso judicial suele forzar al agresor a seguir un tratamiento terapéutico, él tiene la posibilidad de reconocer su necesidad de cambiar. El tema de la justica tanto para el abusador y el que ha sido abusado. Dios ama la justica y aquellos que son abusados necesitan que se les haga justicia. Y aquellos que son abusadores también requieren que la justicia se les aplique, pero más allá del abusado y del abusador, también hay que considerar el aspecto social en el que se encuentra la humanidad e ir un poco más al fondo. 179 FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA Para concluir esta temática quiero manifestar que la injusticia es una forma de violencia, y callar el abuso sexual o la violencia basada en género, es crear injusticia, la cual a menudo alienta el crecimiento de más violencia en diversas expresiones. Por lo tanto nos corresponde a todos y todas establecer la justicia desde la propuesta bíblica como una acción inmediata ante todo aquel que demande razón de nuestro ser y hacer. Como creyentes podemos recurrir a los juzgados de turnos, tribunales o cortes, sea cual sea el caso, necesitamos apelar a las instancias legales, constituidas para promover la justicia y el derecho, a los agraviados, pero también necesitamos promoverla desde nuestras congregaciones y en diversas instancias propias del que hacer eclesiástico. Algunas pautas para profundizar aportes a esta realidad desde la teología y práctica Pentecostal En las primeras etapas de la búsqueda de la unidad del pentecostalismo latinoamericano, se dio fuerte énfasis en investigaciones, diálogos formulación teórica teológica bíblica y pastoral sobre la historia del movimiento pentecostal como un movimiento que necesitaba reconocerse así mismo, como afirmar su identidad pentecostal frente a otros grupos confesionales, que vivían con cierta preocupación el crecimiento y avance de los cristianos y cristianas pentecostales. Definidos por Lalive d´Epinay, como “El refugio de las masas”. En otra etapa, el énfasis ha sido la búsqueda de la unidad de los pentecostales. Puede ser que hasta el momento, nos estemos quedando en la búsqueda de la identidad de las masas y la unidad de las masas, pero es momento de ver realidades concretas de los sujetos concretos de las comunidades pentecostales y la sociedad en general. Por otra parte, las mujeres líderes pentecostales, en medio de una iglesia pentecostal patriarcal se hacía necesario afirmar el llamado de Dios al ministerio para su respectivo reconocimiento oficial del mismo. Los encuentros de mujeres pentecostales estaban llenos de los testimonios de vida en el ejercicio de los ministerios y los dones dados por Dios, 180 FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA pero sin reconocimiento del liderazgo oficial de la iglesia. Se realizaban estudios bíblicos de los textos paulinos que expresan el testimonio de la participación de las mujeres en las iglesias domésticas misioneras, con el reconocimiento y junto al apóstol Pablo. En el caso de Ecuador, aunque la existe una práctica de un evangelio solidario de parte de las mujeres pentecostales, dentro de sus características de servicio, sin embargo no se había trabajado de manera específica las realidades de violencia contra la mujer; así como, la prevención y atención de abuso sexual infantil. Ha sido posible reconocer que estas realidades están presentes en la comunidad en general, pero que también están presentes en las familias de las y los cristianos pentecostales. Allí, nos preguntamos cómo la iglesia pentecostal puede estar influyendo para que estas realidades se perennicen, se colabore con la impunidad y se promuevan desde una formación cultural androcéntrica, patriarcal. Los rostros de las víctimas del sistema patriarcal que están en nuestras propias iglesias, de manera invisible o visibles muchas veces, pero que aún no nos hemos sentidos desafiado a comprometernos con las realidades de injusticia que se producen en las familias, iglesias y comunidades en la persona de las niñas, niños, adolescentes, mujeres. El aporte que la iglesia pentecostal puede dar sería un testimonio de compromiso con el Dios de la Justicia, el Jesús histórico y el Espíritu consolador que aún llora junto a las víctimas, mientras espera que la iglesia se sienta desafiada a sentir la unción del Espíritu para hacer visible el día agradable del Señor, a sentir la compasión por las multitudes que necesitan sentirse parte de una comunidad que expresa los signos del Reino de Dios, rompiendo barreras de prejuicios sociales, políticos, religiosos. Entre ellos, una práctica humanizante de Jesús. La fe de los creyentes en la nueva vida en Cristo en las primeras comunidades cristianas en la atención solidaria a las personas y familias necesitado y necesitadas. “No hay judíos, ni griegos, esclavos, ni libres”. En una sociedad esclavista, androcéntrica y xenofóbica. 181 FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA La fuerza y los dones del espíritu Santo dada a todo el Cuerpo de Cristo. La afirmación que en Cristo todas las cosas son hechas nuevas. Jesús como modelo de nueva humanidad. El modelo de masculinidad en una sociedad patriarcal androcéntrica. El movimiento del Espíritu que se mueve sobre toda carne para liberar, transformar, que todo lo hace nuevo. La unidad en el espíritu que rompe estereotipos culturales. Se hace urgente, asumir los retos del Evangelio de dar buenas nuevas que promuevan la esperanza de vida y de transformación. Esto hace necesario hacer una lectura de la Biblia con paradigmas que ayude a visibilizar el verdadero mensaje de salvación de las personas hoy, tanto para la prevención de la violencia en las familias en las que los niños y mujeres llegan a la muerte; la discriminación y explotación de las mujeres en las iglesias; y, el tratamiento de las mujeres como ciudadanas de segunda y tercera categoría. Cómo podemos los cristianos y cristianas pentecostales escuchar la voz de Dios que nos convoca a la unidad de los creyentes desde distintos ámbitos, este puede y debe ser con urgencia un desafío quo pasa por reconocer nuestras propias resistencias, nuestras propias formaciones patriarcales, androcéntricas, con prácticas jerarquizadas y masculinizantes. Esto, como producto de una formación cultural desde las construcciones de Género, en la que estamos inmersos. El llamado está hecho, por parte de Dios a la unidad desde los espacios micros hasta los macros. Seguramente, el reconocimiento pleno de las mujeres en condiciones de igualdad, tomará mucho tiempo, pero el desafío está en asumir que el camino se debe comenzar a andar para que el mundo crea que estamos en unidad, porque damos testimonio de Jesucristo dentro del proyecto del Padre de una vida plena y abundante para todas y todos. 182 FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA 7. La Unidad de la Iglesia en la Teología Pentecostal Yolanda Rosas77 INTRODUCCIÓN Gracias por la oportunidad de participar en este encuentro Pentecostal. Soy Yolanda Rosas de León, pastora pentecostal. Tengo la bendición de ser parte de una familia cristiana que sirve a Dios en varios países como misioneros /as. Madre de un hijo y dos hijas y esposa de un pastor pentecostal cuyas raíces son bautistas. Mi iglesia de origen es el Concilio Latinoamericano de la Iglesia de Dios pentecostal (CLANY) en El Salvador Centroamérica y por el ministerio de mis padres estuvimos en Honduras y Guatemala. Dios me permitió estudiar teología desde mis 16 años, primeramente en el Seminario Anabautista Menonita en Guatemala, y luego en la Universidad Bíblica Latinoamericana de Costa Rica. Junto a mi esposo hemos pastoreado una iglesia menonita, varias iglesias bautistas y actualmente misioneros del CLANY en Bolivia acompañando a varias iglesias pentecostales. Encontré en el ISEAT un espacio para trabajar desde mi identidad pentecostal con hermanos y hermanas de otras iglesias, haciendo realidad el lema: “Educar en la fe desde la diversidad para una iglesia y sociedad incluyente”. En los últimos 2 años algunas iglesias pentecostales se han interesado por los programas de Educación Teológica que 77 Trabaja en el ISEAT (Instituto Superior Ecuménico Andino de Teología) en La Paz, Bolivia como docente en el área de Teología Práctica y coordinando el Programa de Formación Abierta, específicamente la Formación bíblica Pastoral ofrecida a líderes de las iglesias 183 FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA el ISEAT ofrece y desde su particularidad están participando y haciendo aportes importantes en la reflexión bíblica y teológica. Considero que el tema que nos convoca es una tarea urgente para el cuerpo de Cristo, ya que la oración de Jesús en Juan 17: 21 es: “Para que todos sean uno; como tú, oh padre, en mí, y yo en ti, que también ellos sean uno en nosotros; para que el mundo crea que tú me enviaste”. LA UNIDAD DE LA IGLESIA DESDE LA TEOLOGÍA PENTECOSTAL. Brevemente señalaremos que el movimiento pentecostal es herencia de las iglesias históricas de la Reforma, específicamente de los movimientos de santidad. Los énfasis teológicos al inicio de este movimiento fueron: Salvación (conversión o nuevo nacimiento), Bautismo en el Espíritu Santo (con la señal de hablar en lenguas), Sanidad divina y Segunda venida de Cristo. Como afirma el Dr. Sepúlveda, teólogo pentecostal chileno: “la mayor parte de las iglesias pentecostales carecen de documentos escritos que registren su teología…” (Tancara 2005: 2), es por eso que tenemos algunas producciones desde la experiencia de comunidades de fe pentecostal concretas y reconocemos que el pentecostalismo es un movimiento en constante cambio, pero que se pueden señalar algunos conceptos y prácticas comunes. El Dr. Gabriel Vaccaro señala las siguientes: Evangelización y Conversión Bautismo en el Espíritu Santo- hablar en nuevas lenguas. La iglesia como comunidad carismática y sanadora El mundo espiritual Elemento “sorpresa” y “expectación” de cada reunión La paradoja de ecumenismo y exclusivismo, así como la historia del movimiento pentecostal. (Vaccaro 1990,12) 184 FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA En esta breve exposición retomaré algunos de los elementos característicos de la teología pentecostal señalados por Vaccaro. La conversión -nuevo nacimiento- vida nueva en Cristo. En la teología pentecostal la conversión o encuentro con Cristo es entendida como lo explica Juan Sepúlveda (teólogo pentecostal chileno), como “la experiencia fundante”. Se trata de una experiencia de cambio que se hace posible por la fuerza del Espíritu Santo que obra en la persona que por fe invita a Jesucristo a ser el Señor y Salvador de su vida. En nuestras iglesias todos y todas las y los creyentes son animados a compartir su fe con sus amigos, familiares y vecinos, a llevar las buenas nuevas de salvación a otros/as y consideramos que es parte de la misión de la iglesia. La experiencia pentecostal comienza con la conversión, que es obra del Espíritu Santo (Juan 16:8), es la “experiencia fundante”, en la cual la persona se reconoce pecador/a, necesitada del perdón de Dios, recibe a Cristo como Señor y Salvador e inicia un caminar con El. Esta experiencia es traumática, es relatada una y otra vez en su “testimonio”, es utilizada para “hablar a otros /as de Cristo”, a través de este experiencia se convierte en un misionero/a. El bautismo del Espíritu Santo. La segunda experiencia en importancia es el bautismo del Espíritu Santo, con la “señal inicial de hablar en lenguas”, en cumplimiento de la profecía de Joel 2:28-32; Mateo 3;12 en el día de Pentecostés. Es el Espíritu Santo prometido por el Padre ( Lucas 24:49), para dar poder al creyente para cumplir la gran comisión, es el Espíritu Santo consolador, que es el guía, el que anima, da poder y reparte los dones espirituales a cada creyente para la edificación de la Iglesia (Efesios 4.11). 185 FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA El Espíritu Santo es para todos y todas, enviado del Padre como un don y como afirma Daniel Chiquete debe ser buscado, pedido, comunicado y expresado” (Chiquete 2006:174). La sanidad divina. En la predicación pentecostal se afirma: “Jesucristo salva, sana, bautiza con el Espíritu Santo y viene pronto”. Se enfatiza el cambio de vida, la conversión y este se entiende también como experiencia sanadora porque la persona cuando tiene un encuentro con Jesucristo es transformada en todo su ser, su vida cambia en la forma de verse a sí misma/o, de su entorno y la vida en general. “Los testimonios (narración de la experiencia vivida) muestran que la mayoría de pentecostales perciben este cambio fundamental como experiencia sanadora, como la superación de situaciones personales que han bloqueado una vida en plenitud y en amor. “. (Sepúlveda 2004: p. 3). La experiencia de la sanidad también es la antesala de la conversión. Se puede decir que un porcentaje importante de las y los creyentes pentecostales se convierten a Dios debido a una sanidad en su cuerpo. La sanidad es un milagro de Dios que se recibe por la oración de fe “Los cultos pentecostales, permiten en un determinado momento abrir espacios para la acción terapéutica del Espíritu. La misma se manifiesta en sanidades, restauraciones, reconciliaciones, liberación y perdón de pecados.” (León ,2005:44). La fe en el poder sanador de Dios ocupa un lugar importante en la espiritualidad pentecostal, en mi vivencia cotidiana he experimentado la sanidad integral que Dios ofrece a través de Jesucristo. El pentecostalismo en su esencia bíblica y práctica es liberador, empodera (ayuda a la gente a reconocer el poder dado por Dios a cada uno/a para interceder por sí mismos/ en su comunidad/ para creerle a Dios y sus promesas y reclamarlas, hacerlas suyas y demandar de Dios 186 FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA respuestas en base a sus promesas. Y sino también le da la fuerza y poder para seguir luchando con Dios! Elemento “sorpresa” y “expectación” en cada culto El culto pentecostal es un espacio de fiesta, de liberación, de esperanza y de comunión con Dios y los hermanos y hermanas. El creyente pentecostal va al culto a celebrar, a dar gracias a Dios, a reafirmarse en la fe ya tener una experiencia comunitaria. El carácter festivo del culto pentecostal es una de sus características más atrayentes, el cual impacta por igual a jóvenes y a adultos. El decorado y mobiliario del espacio, no están destinados a la contemplación religiosa, sino a la ambientación para la fiesta. La fiesta es la celebración de la liberación de personas concretas que en la comunidad encuentran su espacio concreto. Es una fiesta de los sentidos, una celebración sonora y visual, espacio de celebración en libertan, sin zonas reservadas o exclusivas tal como acontece en las fiestas populares. La liturgia juega un papel importante dentro de la tradición pentecostal, ya que es parte de la propia identidad: su alegría, la forma de expresión corporal, la música, los cantos, en fin toda la expresividad, la alabanza debe ser motivo de libertad y no de opresión. La letra y la música están preparadas para nutrir, para dar ánimo y seguir inculcando la presencia del Dios vivo. Las reuniones pentecostales se diferencias de cualquier reunión de iglesias históricas en los elementos que apuntamos: “sorpresa” y expectación”. En otras palabra, se sabe cómo comienza pero no como termina. En las iglesias pentecostales, la “expectación” debe ser producida por el Espíritu Santo y aunque pueda interesar la personalidad del predicador y el tema anunciado, siempre, se está pendiente de que en la reunión bajo el control del Espíritu Santo va a suceder algo que no estaba previsto. 187 FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA La paradoja de ecumenismo y exclusivismo. El movimiento Pentecostal toma su nombre del Pentecostés, reconocemos que esta no es una fiesta originariamente cristiana. ”La fiesta de las semanas” o «de la Cincuentena», fue instituida en Israel para celebrar el inicio de la cosecha. Se celebraba siete semanas o cincuenta días a partir de la Pascua para dar gracias a Dios por la nueva cosecha (cf. Ex 23,16;34, 22; Lv 23,15-21; Dt 16,9-12). En el judaísmo tardío se transformó en festividad plenamente religiosa: pasó a ser memoria del don de la Ley en el Sinaí al pueblo liberado de Egipto. El Espíritu es la misma vida de Dios. En la Biblia es sinónimo de vitalidad, de dinamismo y novedad. El Espíritu animó la misión de Jesús y se encuentra también a la raíz de la misión de la Iglesia. El evento de Pentecostés nos remonta al corazón mismo de la experiencia cristiana y eclesial: una experiencia de vida nueva con dimensiones universales. El texto de los Hechos da otra indicación: “estaban todos juntos en un mismo lugar” (Hch 2,1). Con estas palabras se quiere sugerir que los presentes estaban unidos, no sólo en un mismo sitio, sino con el corazón. Aunque no se habla de una reunión cultual, no sería extraño que Lucas imaginara a los creyentes en oración, esperando la venida del Espíritu, de la misma forma que Jesús estaba orando cuando el Espíritu bajó sobre él en el bautismo (Lc 3,21: “Mientras Jesús oraba… el Espíritu Santo bajó sobre él”; Hch 1,14: “Solían reunirse de común acuerdo para orar en compañía de algunas mujeres, de María la madre de Jesús y de los hermanos de éste”). Lucas utiliza en primer lugar el símbolo del viento para hablar del don del Espíritu: “De repente vino del cielo un ruido, semejante a una ráfaga de viento impetuoso y llenó la casa donde se encontraban” (Hch 2,2). Aunque los discípulos estaban a la espera del cumplimiento de la promesa del Señor resucitado, el evento ocurre “de repente” y, por tanto, en forma imprevisible. Es una forma de decir que se trata de una manifestación divina, ya que el actuar de Dios no puede ser calculado ni previsto por el ser humano. El ruido llega “del cielo”, es decir, del 188 FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA lugar de la trascendencia, desde Dios. Su origen es divino. Y es como el rumor de una ráfaga de viento impetuoso. El evangelista quería describir el descenso del Espíritu Santo como poder, como potencia y dinamismo y, por tanto, el viento era un elemento cósmico adecuado para expresarlo. Además, tanto en hebreo como en griego, espíritu y viento se expresan con una misma palabra (hebreo: ruah; griego: pneuma). No es extraño, por tanto, que el viento sea uno de los símbolos bíblicos del Espíritu. Recordemos el gesto de Jesús en el evangelio, cuando “sopla” sobre los discípulos y les dice: “Reciban el Espíritu Santo” (Jn 20,22), o la visión de los esqueletos calcinados narrada en Ezequiel 37, donde el viento–espíritu de Dios hace que aquellos huesos se revistan de tendones y de carne, recreando el nuevo pueblo de Dios. “Entonces aparecieron lenguas como de fuego, que se repartían y se posaban sobre cada uno de ellos” (Hch 2,3). Lucas se sirve luego de otro elemento cósmico que era utilizado frecuentemente para describir las manifestaciones divinas en el Antiguo Testamento: el fuego, que es símbolo de Dios como fuerza irresistible y trascendente. La Biblia habla de Dios como un “fuego devorador” (Dt 4,24; Is 30,27; 33,14); “una hoguera perpetua” (Is 33,14). Todo lo que entra en contacto con él, como sucede con el fuego, queda transformado. El fuego es también expresión del misterio de la trascendencia divina. En efecto, el ser humano no puede retener el fuego entre sus manos, siempre se le escapa; y, sin embargo, el fuego lo envuelve con su luz y lo conforta con su calor. Así es el Espíritu: poderoso, irresistible, trascendente. El evento extraordinario expresado simbólicamente en los vv. 2-3 se explicita en el v. 4: “Todos quedaron llenos del Espíritu Santo”. Dios mismo llena con su poder a todos los presentes. No se les comunica un auxilio cualquiera, sino la plenitud del poder divino que se identifica en la Biblia con esa realidad que se llama: el Espíritu. Se trata de un evento único que marca la llegada de los tiempos mesiánicos y que permanecerá para siempre en el corazón mismo de la Iglesia. Desde este momento el Espíritu será una presencia dinámica y visible en la vida y la misión de la comunidad cristiana. 189 FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA La fuerza interior y transformadora del Espíritu, descrita antes con los símbolos del viento y del fuego, se vuelve ahora capacidad de comunicación que inaugura la eliminación de la antigua división entre los seres humanos a causa de la confusión de lenguas en Babel (Gen 11). “Y comenzaron a hablar en lenguas extrañas, según el Espíritu Santo les concedía expresarse” (v. 4). En Jerusalén, no en la casa donde están los discípulos, ni en el espacio cerrado de unos pocos elegidos, sino en el espacio abierto donde hay gente de todas las naciones (v. 5), en la plaza y en la calle, el Espíritu reconstruye la unidad de la humanidad entera e inaugura la misión universal de la Iglesia. El Espíritu de Pentecostés inaugura una nueva experiencia religiosa en la historia de la humanidad: la misión universal de la Iglesia. La palabra de Dios, gracias a la fuerza del Espíritu, será pronunciada una y otra vez a lo largo de la historia en diversas lenguas y será encarnada en todas las culturas. El día de Pentecostés, la gente venida de todas las partes de la tierra “les oía hablar en su propia lengua” (Hch 2,6.8). El don del Espíritu que recibe la Iglesia, al inicio de su misión, la capacita para hablar de forma inteligible a todos los pueblos de la tierra. El movimiento pentecostal desde su inicio era inclusivo, no tenía barreras denominacionales, ni culturales, ni étnicos. Lamentablemente a través del tiempo se fueron manifestando exclusivismos, que tuvo razones como las que señala el Dr. Vaccaro: o Persecución religiosa y eclesiástica, que tuvo que ver con el rechazo a las manifestaciones carismáticas por parte de las iglesias tradicionales a principio del siglo. Los grupos pentecostales eran objeto de burla y ridículo, fueron expulsados de sus iglesias de origen y perseguidos. o Miedo a la desviación de lo que se consideraba “sana doctrina”, el temor a los cambios históricos, teológicos y contextuales hizo que el movimiento pentecostal se aferrara al biblicismo, al dispensacionalismo, fieles a su doctrina, a la interpretación futurista del apocalipsis. 190 FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA o Falta de preparación teológica. Fue uno de los defectos más profundos del pentecostalismo en América Latina. Se abusó de la expresión “la letra mata”, eso fue cambiando poco a poco, la mayoría de iglesias tienen Institutos bíblicos, Seminarios teológicos y algunos estudiantes en Facultades de Teología. o Factores económicos y sociales. El movimiento pentecostal nació entre los negros y los marginados en Chile por ejemplo. En muchos países se les consideraba los de la clase baja y marginada y por eso algunas iglesias históricas los subestimaban y estos al sentirse despreciados se cerraron a un más. Esto también ha cambiado, muchas iglesias se independizaron de sus sedes internacionales y se involucraron más en el compromiso social frente a las injusticias y el antireino, participando en proyectos de ayuda social, en la defensa de los pobres y sus derechos humanos, esfuerzos a favor de la paz y la justicia social, etc, dando lugar a una variedad de pentecostalismos. Los y las pentecostales tenemos que reconocer nuestra soberbia histórica, nos hemos creído mejor cristianos/as que los demás, “más espirituales”, dueños /as del Espíritu, etc. Y nos hemos separado de nuestros hermanos de quienes tenemos mucho que aprender también. Estamos llamados/as a reconocer que el Espíritu sopla donde quiere y que la presencia de Dios está aún dónde no lo esperamos. Más que afirmaciones, yo quiero que nos preguntemos: ¿Si el movimiento pentecostal tiene su origen en el Pentecostés (Hechos 2), cuál es el práctica de esa llenura del Espíritu en los y las creyentes hoy? ¿Qué esfuerzo ha hecho el movimiento pentecostal para hacercarse en unidad a otras confesiones de fe? ¿Cuáles son las barreras que nos impiden vivir la unidad del Espíritu con otros y otras? 191 FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA ¿Cuáles son los elementos, doctrinas o prácticas que nos unen a otros cristianos /as? ¿Cómo entendemos el movimiento ecuménico actual? ¿Hasta qué punto estamos dispuestos/as a vivir la unidad con otros cristianos/as? Desde nuestra herencia pentecostal ¿Cuáles son los elementos que apoyan la unidad de la iglesia? BIBLIOGRAFÍA Chiquete Daniel, Luís Orellana (2003) Voces del pentecostalismo Latinoamericano. Luis Orellana, Identidad, teología e historia. Concepción, Chile: RELEP-CETELA-ASETT. 223 pp. Chiquete, Daniel (2006) Silencio elocuente, Una interpretación teológica de la arquitectura pentecostal. San José, Costa Rica: UBLCETELA 278 pp. Gutierrez, Benjamín, editor (1995) En la fuerza del Espíritu. Los pentecostales en América Latina: un desafío a las iglesias históricas. AIPRAL/CELEP, Guatemala 332 pp. Tancara, Juan Jacobo (2005) Teología Pentecostal. Propuesta desde comunidades pentecostales de la ciudad de El Alto. La Paz, Bolivia: ISEAT 130 pp. ISEAT (2011) Nada es imposible para Dios. Una venta a la fe neopentecostal en FE Y PUEBLO No. 18, La Paz, Bolivia: ISEAT, 70 pp. Vaccaro, Gabriel O. (1990) Identidad pentecostal. Quito: Ecuador, CLAI 61 pp. 192 FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA 8. Movimientos Evangélicos y Neo Evangélicos Bernardo Campos78 EL MOVIMIENTO PENTECOSTAL Los pentecostalismos son historizaciones o expresiones históricas de la Pentecostalidad de la Iglesia y no debe confundirse el uno con el otro. La pentecostalidad es aquella experiencia universal y fundante que actualiza el Pentecostés como acontecimiento originario. Los pentecostales buscan permanentemente reproducir o prolongar el acontecimiento que inauguró la Era del espíritu Santo en el siglo I. Lo que los caracteriza no es, como se ha dicho, el hablar en lenguas (glossolalia o xenolalia) ni las manifestaciones de los dones del Espíritu 79. Se caracteriza sobre todo por su búsqueda y experiencia de la presencia de Dios en todos los momentos de la vida: en la vida cotidiana (recurrencia al milagro y a lo sobrenatural permanentemente) como en su experiencia cúltica, espacio para el éxtasis y “comunión” mística con Dios. El pentecostalismo como bloque histórico es un movimiento del Espíritu que se expresa religiosamente por su carácter avivamentista (revivalista) o de renovación. Casi de carácter sincrético, el pentecostalismo toma diferentes formas orgánicas según el contingente humano que lo asume. Es un movimiento popular o, tal vez mejor, multitudinario porque convoca a grandes contingentes del pueblo en razón de su armonía cosmovisional (universos simbólico coincidente con la mítica popular). Pero es también un movimiento de protesta simbólica (por su “sectaridad” y fragilidad orgánica) Es un movimiento protes78 Doctor en Teología por la Rhema University (USA); Master en Ciencias de la Religión por la Universidad Nacional Mayor de San Marcos; Lic. En Teología por el Instituto Universitario ISEDET (Antes Instituto Superior Evangélico de Estudios Teológicos) de Argentina. Pastor de la Iglesia Catedral del Espíritu Santo en San Isidro, Lima, Perú. 79 Campos, Bernardo Experiencia del Espíritu: Claves para una Interpretación del Pentecostalismo Latinoamericano. Ecuador: CLAI, 2002 193 FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA tatario en la medida que reacciona frente a la postergación de los sectores oprimidos que aglutina, a la vez que un movimiento heredero de la Reforma radical del siglo XVI 80 Es heredero tanto de la Reforma Protestante como del catolicismo romano y de la religiosidad prehispánica persistente. Tiene raíces múltiples (hebraístas, católicas, protestantes, ancestrales como étnicas, andino-amazónicas, afrodescendientes, quechuas, quichuas, etc.) como influencias modernas y postmodernas, etc. Lo define su capacidad de adaptarse a la cultura, reorganizarse, adecuarse a las demandas de la sociedad, así como rearticular su fe en términos siempre nuevos y muchas veces prestados de varias tradiciones confesionales. Es pragmático y versátil. No es exclusivista, sino inclusivista y pluralista. Su crecimiento es tan grande y vertiginoso (aunque en algunos lugares tocó techo) que alcanza según investigadores los 600 mil millones de adherentes en el mundo. EL MOVIMIENTO EVANGELICO. RASGOS IDENTITARIOS Es lo referido a la tradición evangelical que se aferró a unas Doctrinas Fundamentales de la fe cristiana (The Fundamentals: A Testimony To The Truth) Los fundamentos o Los Fundamentos: un testimonio de la Verdad editado por A.C. Dixon y más tarde por Ruben Archer Torrey. Los Fundamentales son un conjunto de 90 ensayos en 12 volúmenes publicados desde 1910 hasta 1915 por el Instituto Bíblico de Los Angeles. Fueron diseñados para afirmar, entre otras cosas, la ortodoxia de las creencias protestantes, especialmente los de la tradición reformada, y defenderse de las ideas del liberalismo consideradas hostiles a ella. 80 Para una comprensión de la Historia, Identidad y Misión del movimiento pentecostal véanse las publicaciones de RELEP (La Red Latinoamericana de Estudios Pentecostales). Cf. Mi artículo «En la fuerza del Espíritu: Pentecostalismo, Teología y Ética Social» en En la Fuerza del Espíritu. Asociación de Iglesias Presbiterianas y Reformadas de América Latina (AIPRAL) 1995 y Campos, Bernardo, De la Reforma Protestante a la Pentecostalidad de la Iglesia: Debate sobre el pentecostalismo en América Latina. Quito, Ecuador: (CLAI), 1997 194 FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA Son ampliamente considerados como la base del fundamentalismo cristiano moderno y en esencia es lo que define al evangelicalismo. Los ensayos fueron financiados originalmente por Lyman Stewart 81 en 1909 para definir cuáles son los fundamentos de la fe cristiana82. Estos iban a ser enviados libremente a ministros, misioneros, superintendentes de escuela dominical y otros miembros activos en el ministerio cristiano83 Los volúmenes defendieron las creencias protestantes ortodoxas y atacaron a la alta crítica, la teología liberal, el catolicismo (también llamado romanismo por ellos), el socialismo, la filosofía moderna, el ateísmo, la Ciencia Cristiana, el mormonismo, la aurora del Milenio, el espiritualismo, y el evolucionismo84 La vertiente o expresión pentecostal del protestantismo, era de procedencia norteamericana y tenía por nombre Las Asambleas de Dios (ADD). Se trataba de una religión en proceso de constitución, pues el mismo año de su llegada al Perú (1919), había formado su Departamento de Misiones al Exterior y habían pasado solo 5 años desde que se constituyera como Organización en la ciudad de Hot Springs, Arkansas, en Abril de 1916. En Sant Louis, Missouri, las Asambleas de Dios aprobaba la "Declaración de Verdades fundamentales" del fundamentalismo norteamericano, buscando, de ese modo, fortalecerse internamente, incorporar a su Concilio General a otros ministros pentecostales de USA, África y Asia y tomar distancia del movimiento del "evangelio social" y el liberalismo en teología. El Contenido de Los fundamentales se publicó en 12 volúmenes. Sería largo citarlos aquí. 81 Marsden, George M. (2006). Fundamentalism and American Culture. Oxford: Oxford University Press. p. 118. 82 Malone, David (May 29, 2009). "The Fundamentals". Wheaton College Archives & Special Collections 83 Marsden, op.cit. p. 119 84 Incluye un artículo del geólogo George Frederick Wright que curiosamente no atacó a la evolución biológica. Las críticas al milenarismo y al espiritualismo macan la distancia entre los evangélicos y los pentecostales. 195 FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA Otras líneas identitarias a considerar, son: La Trinidad y la Cristología como doctrinas fundamentales no negociables. La Fórmula Trinitaria, es la mención de cada una de las personas de la Santísima Trinidad al momento de bautizar, tal como lo enseñó Jesucristo en Mt 28, 19: “Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo”. Fórmula de Tertuliano: Tres personas distintas, un solo Dios verdadero. La Fórmula Unitaria, por el contrario, reclamaba Hechos 2:38 “bautícense cada uno en el nombre de Jesucristo” y Mr 9:8: “Y luego, como miraron, no vieron más a nadie consigo, sino a Jesús solo”85 La estructura tetrádica o cuadrangular (¿quíntuple?) de la cristología que supone la soteriología, la sanidad integral, la santificación y la escatología resumida en la siguiente fórmula: CRISTO Salva, Sana, Bautiza (santifica), Viene otra vez. / Y la afirmación de las dos naturalezas de Cristo: humana y divina. Según Bryan Wilson es de carácter santificacionista, adventista (milenarista) En categorías de María Isaura Pereyra de Queiros es apocalipticista y no mesiánico. El credo apostólico: Creo en Dios Padre todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra. Creo en Jesucristo, su único Hijo, nuestro Señor; que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo, nació de María 85 El teólogo Jean Danielu señala que la fórmula unitaria es más antigua que la trinitaria. Cf. Jean-Danielou, Les symboles chrétiens primitifs, Seuil, Paris, 1951: 159 196 FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA Virgen; padeció bajo el poder de Poncio Pilato, fue crucificado, muerto y sepultado; descendió a los infiernos, al tercer día resucitó de entre los muertos; subió a los cielos y está sentado a la Diestra de Dios Padre; desde allí ha de venir a juzgar a los vivos y a los muertos. Creo en el Espíritu Santo; la santa iglesia católica, la comunión de los santos; el perdón de los pecados; la resurrección de los muertos; y la vida eterna. Amen. Las “notae” de la iglesia: apostolicidad, catolicidad, santidad, unidad ¿Pentecostalidad? Los principios de la Reforma Protestante: SOLA SCRIPTURA. Los reformadores urgieron a la Iglesia a volver a las Escrituras y a regirse únicamente por ellas, rechazando la autoridad de concilios y cualquier líder religioso que contradijera en alguna forma los principios bíblicos. Reconocemos a las Sagradas Escrituras como la única regla de fe y de práctica. Reconocemos que la Biblia es suficiente, que no necesitamos ninguna revelación adicional y que ningún ser humano, ninguna organización o iglesia tiene autoridad igual ni superior a las Escrituras. Dios ha revelado en la Biblia todo lo necesario que debemos conocer sobre Él y todo lo que Él pide de nosotros. SOLA GRATIA Los reformadores afirmaron que la salvación era un regalo inmerecido, otorgado por Dios y que era solamente obra de Dios. Las obras de los hombres no tienen ningún mérito en cuanto a la salvación. Dios salva a los pecadores para la alabanza de la gloria de Su gracia. Los que son salvados deben atribuir a la gracia de Dios tanto la fe, como el arrepentimiento y las buenas obras que surgen de una fe genuina. 197 FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA SOLA FIDE El instrumento de la justificación es la fe, por medio de la fe. Al indigno pecador le es imputada la justicia de Cristo, porque Su sacrificio fue vicario, es decir, en substitución de los creyentes. No puede ser condenado el que está en Cristo Jesús. SOLUS CHRISTUS Cristo es el único camino al Padre, Cristo es el único mediador, no hay otro medio de salvación, no hay salvación aparte de Cristo, ni puede alguien ser salvo a menos que crea con fe genuina en el único Salvador Jesucristo. Jesucristo nos ha sido hecho por Dios sabiduría, justificación, santificación y redención. SOLI DEO GLORIA Dios es el único merecedor de gloria, honra y alabanza. El evangelio verdadero debe ser teo-céntrico y no antropocéntrico, es decir, lo que importa es conocer a Dios, disfrutar de Él y glorificarle con todo lo que hacemos. En vez de presentar un mensaje enfocado en el hombre y sus necesidades, procuramos enfocar todo lo que hacemos dentro y fuera de la iglesia. Procuramos que el nombre de Dios sea santificado. Rechazamos el enfoque católico romano del libre albedrío que pretende dar al hombre la capacidad de agradar a Dios o tomar decisiones espirituales correctas, sin la previa acción del Espíritu Santo y tampoco creemos que el hombre pueda dejar de rechazar el Evangelio hasta que el Espíritu Santo transforme su corazón. La inversión de este orden en la predicación del evangelio, disminuye la gloria de Dios y da méritos al hombre y a su voluntad86. 86 La praxis misionera / evangelizadora: ¿anuncio o proselitismo? http://todoporgracia.blogspot.com/2010/03/los-principios-de-la-reforma.html 198 FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA Los campos de misión cada vez nuevos: universidad, política, negocios, otras religiones, pobres urbanos, los negocios, etc. La participación social de la iglesia como testimonio y para la transformación del mundo LOS MOVIMIENTOS NEO EVANGELICOS Este término “neo-evangélico” lo acuñó Harold Ockenga en 1947 por entonces director del Seminario Fuller. No es fácil definirlo, ya que encontramos varias corrientes teológicas bajo este gran paraguas. Son una variante del movimiento evangélico que se distingue más por las prácticas litúrgicas, la movilidad de clase, la búsqueda de ascenso social, la distancia del nombre “evangélico” para definirse como “cristianos” que por las doctrinas fundamentales. Están fuertemente influidos por el espíritu de la postmodernidad y se distancian en gran parte de la Reforma Protestante al sintonizar con la erudición católico-romana, o por su carácter de adaptación a las ideas modernas. Algunas características recusadas por los propios “evangelicals”87 como el Pastor bautista Hector Cattani de la Iglesia Bautista “El Shadai” (del Barrio San Alberto/Villegas), son: 1. Un movimiento en reacción al movimiento fundamentalista separatista y a favor del razonamiento humano [contrario al fundamentalismo] 2. Dicen que es necesario volver a rediscutir la Biblia, algunos agregan que la Biblia contiene la palabra de Dios, pero que no es toda la palabra de Dios [K. Barth?] 3. Proponen un énfasis social, dicen que arreglar los problemas de la gente forma parte de la gran comisión [Influencia del liberalismo teológico] 4. Reclaman tolerancia sobre la posibilidad de la evolución Teísta. Con esto quieren decir que Dios creó la materia pero luego todo evolucionó como lo enseñó Darwin y la alta crítica Alemana. 87 Citado en http://webs.satlink.com/usuarios/a/argbgr/HClosneoevangelicos.htm 199 FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA 5. Desechan la separación bíblica (sola scriptura) y aceptan la influencia de grupos y organizaciones liberales [en materia de interpretación]. 6. Impulsan la formación intelectual, usan ricos y famosos (actores, deportistas, etc.) en política y piensan que la gente creería más en Cristo al ver rostros populares 7. Hablan de no entrar en controversia y siempre ser positivos [Confesión positiva] 8. Algunos sostienen que el cielo y el infierno no son literales, y otros están abiertos al pluralismo teológico, es decir, se puede ser salvo por otras medios como Mahoma, Alá, María, Buda, etc. 9. Fomentan el ecumenismo religioso, es decir, hacen actividades conjuntas con Católicos Romanos, Ej. : Billy Graham, Luis Palau, [Marcos Witt] entre otros. 10. El neoevangelismo en su gran mayoría usa versiones modernas de la Biblia y siente desprecio por la versión Reina Valera en español y King James en Ingles Para el Dr. John C. Whitcomb que trata con los movimientos religiosos modernos, el neo-evangelicalismo incluye: 1) Un cuestionamiento del significado básico y aun de la validez de la doctrina de la inerrancia de las Escrituras. 2) Un anhelo por obtener prestigio intelectual y refinamiento, por “repensar” las doctrinas cristianas con la idea de modificarlas para el beneficio de la “mente moderna”, para entrar en “comunicación” y “diálogo” con líderes y pensadores no evangélicos, y favorecer el “amor” por encima de la doctrina. 3) Un énfasis en el “ecumenismo” entre todos los cristianos nacidos de nuevo evitando las doctrinas sobre las cuales no están de acuerdo todos los cristianos y evadiendo las ordenanzas que los diferencian. 4) Un nuevo énfasis sobre la responsabilidad de los cristianos de participar en programas sociales y contribuir directamente en empresas únicamente humanitarias o filantrópicas. 5) Alarmantes concesiones a teorías modernas de evolución orgánica y geología uniforme, a expensas de una consistente interpretación histórico-gramatical de los primeros once 200 FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA capítulos de Génesis. 6) Un giro del dispensacionalismo premilenial a alguna forma de premilenarismo “histórico”, junto con minimizar la importancia de la escatología en general. 7) Un giro en el énfasis en cuanto a los dones carismáticos. “El Pentecostalismo podría estar en lo cierto, después de todo”. 8) Técnicas desesperadas, abreviadas, directas para lograr algo o para tener una experiencia88. El evangélico Dr. George Houghton en su libro titulado “Another Look at the New Evangelicalism”89 (Otra Mirada al Neo Evangelicalismo) describe sus características y el contexto en que emerge: (1) El rápido surgimiento del movimiento del marketing de las iglesias desde 1990 hasta el presente, con su énfasis en relaciones y experiencias, drama y música contemporánea, para alcanzar y retener a la gente. (2) La respuesta positiva de los evangelicales a los programas y ministerios de Robert Schuller y de su Crystal Cathedral (Catedral de Cristal). (3) La amplia aceptación (o al menos tolerancia) del movimiento de la Música Cristiana Contemporánea y el rechazo de las normas del fundamentalismo en cuanto a separación personal, de modo que la revista Charisma (Abril 1997) puede escribir que “los cristianos británicos usan el baile tecno para alcanzar a la juventud”. Ese artículo habla de servicios de adoración alternativos, de clubes nocturnos evangelísticos y de un “movimiento revolucionario de danza cristiana” Al describir esto, el artículo dice, “luces estroboscópicas, efectos de humo, DJs, bailarines, música céltica y ritmos tribales fueron ofrecidos en esta fiesta de adoración. Esta tendencia se encuentra en todas partes. 88 Entendiendo El Nuevo (Neo) Evangelicalismo, en: http://www.middle townbiblechurch.org/spanish/separate/newevan/Entendiendo_El_Nuevo.htm 89 http://www.middletownbiblechurch.org/spanish/separate/newevan/Entendiendo_ el_nuevo.htm 201 FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA (4) La influencia de los escritos apologéticos y las conferencias del Dr. Hugh Ross, quien enseña que la tierra tiene millones de años y que comenzó con un “big bang”, que la muerte y la degeneración existían desde el comienzo y que han continuado por millones de años y que ni la caída en pecado ni el diluvio han producido cambios significativos en la naturaleza. (5) La actitud positiva de muchos evangelicales hacia el movimiento carismático, especialmente como es visto en el movimiento de señales y milagros. (6) La aceptación de maestros religiosos y de instituciones que no han mantenido la creencia en un castigo eterno. El seminario Fuller modificó su declaración de fe en esta área, e individuos como Clark Pinnock han abierto la puerta a gente que ha escuchado el evangelio después de muerta y que ha tenido la oportunidad de responder positivamente a él, o que el infierno es visto como aniquilación. (7) La aceptación que se ha dado en los círculos evangelicales a la “Apertura de Dios” (Openness of God), un concepto que rechaza Su absoluto preconocimiento (Dios no conoce el futuro), entre otras cosas. (8) La tolerancia de algunos evangelicales –especialmente en medios académicos- de estilos de vida sexuales desviados, particularmente la homosexualidad. (9) La disposición de editores evangelicales de publicar obras que permiten puntos de vista de la alta crítica de la Biblia, incluso críticas de redacción, al interpretar la vida de Cristo en los relatos de los evangelios. (10) La amplia aceptación del movimiento de los Cumplidores de Promesas (Promise Keepers), aunque éste tolera trabajar con los católico romanos y tiene fuertes visos carismáticos. 202 FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA (11) La disposición de líderes evangelicales de firmar el documento “Evangelicales y católicos en Conjunto” y de firmar “la declaración posterior titulada “El Don de la Salvación”. Mientras reconocen diferencias tradicionales (incluyendo el sacramentalismo), hay una disposición en llamarse mutuamente “hermanos en Cristo”, y finalmente (12) La creencia de algunos evangelicales que la cabeza de la Iglesia Católica Romana, el Papa, es también un evangelical. ¿QUÉ SIGNIFICA SER EVANGELICO, ENTONCES? Para un cristiano sencillo como Edgardo Andrés, “Ser evangélico, significa creer y experimentar la buena noticia proclamada por Jesús. Es creer que Dios continúa llevando a cabo la realización de su sueño en el presente. Es pertenecer a una comunidad de discípulos que experimentan en sus vidas el sueño de Dios, tanto para hombre como para mujeres. Es cierto, aún no se ha concretado plenamente, sin embargo, pronto lo estará. Pero eso no significa no hacer nada, al contrario, significa comenzar a vivir ya la realización del sueño de Dios. Esa es la esencia de la conversión”90. Para Samuel Escobar 91, literato peruano, en la línea de la Alianza Evangélica Mundial 92, y Pablo Davies, lo evangélico se define por el contenido expresado en el Documento final del Congreso Evangélico de Lausana (1974), y Pattaya, Tailandia (1980) El congreso de Pattaya se enfocó en la metodología de la misión no en el mensaje ni el mensajero. Los documentos de preparación muestran que el énfasis iba a 90 http://edgardoandres.wordpress.com/2010/01/23/que-significa-ser-evangelico/ Escobar, Samuel, La fe evangélica y las teologías de la liberación. Nashville, TE: Casa Bautista de Publicaciones. 1987 92 La Alianza Evangélica Mundial (AEM o WEA, por sus siglas en inglés) es una asociación global con sede en Nueva York, Estados Unidos, que funciona como una red de organizaciones y denominaciones evangélicas de todo el mundo. Fundada en Londres en 1951, la Alianza Evangélica Mundial tiene sus raíces en la fundación, en 1846, de la Alianza Evangélica en el Reino Unido. En la actualidad, la AEM es una red de iglesias evangélicas en 128 naciones que han formado una alianza con más de 100 organizaciones internacionales, unidas para dar una identidad a nivel mundial, voz y plataforma para más de 420 millones de cristianos evangélicos. 91 203 FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA ser el cómo de la misión. El centro de esta conferencia fue la preocupación con el "principio de la unidad homogénea" y cómo podemos evangelizar al mundo a través de "grupos de pueblo". Entre los diecisiete grupos o campos blancos (cf. Pasadena, 1977) mencionados están: los musulmanes, los pobres urbanos, los adherentes a los nuevos movimientos religiosos y cristianos nominales entre los Católicos Romanos. Según Davies "durante el siglo veinte la definición de la misión llegó a ser muy confusa para muchos evangélicos de América del Norte. En el contexto en que los cimientos de la misión bíblica estaban estremecidos, los evangélicos dieron la bienvenida a una conferencia de la CWME 93 en Bangkok (1972/3) como signo de un retorno esperado al énfasis bíblico"94 ya que era necesario redefinir la salvación, completando el proceso comenzado en Upsala (1968). La comprensión secular y humanista de la salvación, había alcanzado su clímax; la misión se veía como algo que tenía que ver con toda la vida humana, dice Davies. La misión se definía como la humanización y la salvación como la liberación política. La evangelización es participar en la liberación humana. Era necesario corregir esto. La meta del congreso de Lausana fue hablar del evangelismo y cómo completar la obra de evangelización mundial (cf. Edimburgo 1910). La escuela de iglecrecimiento tenía mucha influencia en el proceso de bosquejar las ponencias originales pero durante el congreso, los llamados "evangélicos radicales" introdujeron el tema de la relación entre evangelismo y acción social. Gente como René Padilla, Samuel Escobar y Viney Samuel y otros teólogos del "tercer mundo", insistieron en que la cuestión fuera incluida en el orden del día. Su argumento no fue que el evangelismo ni la acción social son superiores o aún que están relacionados sino que parte del proceso de la evangelización, es la acción social. Padilla especialmente acusó a los norteamericanos de sacrificar las demandas del evangelio en el altar de los números. El documento conocido como pacto de Lausana define el credo de los 93 Por sus siglas en inglés The Commission for World Mission and Evangelism (Comisión para la misión mundial y el evangelismo) 94 Pablo Davies, El Pacto de Lausana y el movimiento misionero transcultural latinoamericano. Una reflexión. En: http://conversation.lausanne.org/en 204 FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA evangélicos y bien podría ser considerado el fundamento para la definición de la identidad evangélica. El documento se divide en quince párrafos con una introducción y una conclusión. La introducción dice que los participantes escriben el documento movidos por la acción de Dios en la salvación, penitentes por los fracasos en misión de la iglesia y desafiados por la tarea restante. Declara que el Dios trino—eterno y activo en la naturaleza y la historia—tiene el propósito de llamar, por sí, un pueblo para luego enviarlo al mundo para que sean sus testigos y siervos para la extensión de su reino. Los 15 puntos identitarios son: El propósito de Dios es formar un pueblo para Sí, el establecimiento de su reino, la elección de un pueblo para llevar en su vida y testimonio el mensaje. 2. Esto se basa en la Biblia como afirmación final de la enseñanza de Dios. Tiene autoridad en que está inspirada por Dios, tiene la verdad de Dios y es ‘la única norma infalible de fe y conducta’. La Biblia tiene poder para cambiar vidas y cumplir con el propósito de Dios—no en forma mágica sino en su mensaje. El mensaje de la Biblia no es cambiable pero puede ser aplicado a todas las culturas 3. Cristo es singular y universal. Es el único salvador e hizo expiación por nuestros pecados porque todos están bajo el pecado. Nadie es salvo automáticamente, ni todas las religiones son salvas sino en Cristo. La proclamación del amor de Dios por toda la humanidad es una invitación a responder en fe y es la tarea de la iglesia hacerlo. El compromiso del arrepentimiento y la fe son requisitos para la salvación para que el nombre de Jesús se exalte sobre todo nombre 4. El evangelismo es llevar o promover las buenas nuevas que son definidas como la vida, muerte y resurrección de Jesús. Dios le da a la iglesia las Escrituras y los dones del Espíritu Santo para cumplir con esta tarea. Además se divide el evangelismo en proclamación (predicación), presencia (estar) y diálogo (escuchar con sensibilidad al otro). Evangelizar es persuadir al otro ir a Cristo; explicar las consecuencias del discipulado y 1. 205 FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA 5. 6. 7. 8. 9. 10. la obediencia, tanto como la incorporación en la iglesia y su responsabilidad en el mundo También la responsabilidad social es parte de la misión de la iglesia. Se basa en la doctrina de Dios como creador y juez quien se preocupa por todo; la doctrina del ser humano que se ha hecho a la imagen de Dios, tiene dignidad intrínseca, y por eso no debe ser explotado; la doctrina de la salvación que se entiende como la liberación de la maldad, no la liberación política pero igual la iglesia debe denunciar la injusticia; y la doctrina del reino. Debemos vivir la ética del reino de Dios; intentar extender la justicia del reino en el mundo La iglesia se ha comisionado a predicar el evangelio a todo el mundo y ser una comunidad, no conectada con ninguna cultura, sistema social o político ni con una ideología humana En esta tarea evangelística la iglesia debe estar involucrada en la penetración y premiación sacrificial del mundo, sin los ghetos eclesiásticos, es servicio que implica toda la iglesia que lleva todo el evangelio a todo el mundo. En esta tarea la iglesia debe ser centrada en la cruz, sirviendo al mundo humildemente. Esto quiere decir que se debe hacer en unidad visible, pero no necesariamente unidad orgánica. La unidad se debe basar en la verdad La iglesia en unidad hace la misión en koinonía. No son solamente las iglesias del norte que tienen la responsabilidad para la misión sino también las iglesias ‘jóvenes’ La tarea evangelística es urgente con más de dos tercios de la gente del planeta que no han escuchado el evangelio. Por eso toda la iglesia debe planificar enviar misioneros y completar la tarea donde sea necesario. Las agencias para-eclesiásticas son válidas pero deben servir a la iglesia con su especialidad. La oración debe ser una prioridad para alcanzar a los 2700 millones que no han escuchado Todas las culturas se juzgan por las Escrituras porque todas contienen lo bueno, lo malo y lo diabólico. Pues, la cultura del misionero no se debe exportar con el evangelio 206 FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA 11. El desarrollo del liderazgo y la laicidad local debe ser una prioridad. El misionero debe ser modelo de un liderazgo de servicio no de dominación 12. El conflicto [guerra] espiritual es parte de la misión de la iglesia. La iglesia debe estar consciente de la posibilidad del ataque espiritual del sincretismo, irrelevancia, secularismo, manipulación y los muchos otros tramas del diablo 13. Los gobiernos tienen la responsabilidad de mantener la paz y los derechos de profesar y propagar su religión pero la iglesia tiene la responsabilidad de orar por los gobiernos. También oramos por los que están sufriendo por su fe pero al mismo tiempo debemos estar conscientes que la persecución es parte de la misión 14. El Espíritu Santo testifica del Hijo y sin su testimonio el nuestro no tiene sentido. La iglesia con el Espíritu debe ser una iglesia misionera 15. Cristo va a volver para salvar y juzgar. Este periodo entre la cruz y la parusía es el tiempo para que la iglesia haga su misión antes de que Cristo vuelva. La conclusión declara la intención de los participantes que hacen este pacto con Dios. PARA REFLEXIONAR 1. ¿Es posible definir la identidad evangélica? ¿Qué significa ser reformado, evangélico, pentecostal, carismático, etc., en un mundo globalizado? 2. ¿La unidad de la Iglesia está supeditada a una definición doctrinal o de práctica? 3. ¿Cómo lograr la unidad respetando las diferencias? Bibliografía Campos, Bernardo Experiencia del Espíritu: Claves para una Interpretación del Pentecostalismo Latinoamericano. Ecuador: CLAI, 2002 Campos, Bernardo «En la fuerza del Espíritu: Pentecostalismo, Teología y Ética Social» en En la Fuerza del Espíritu. 207 FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA Asociación de Iglesias Presbiterianas y Reformadas de América Latina (AIPRAL) 1995 Campos, Bernardo, De la Reforma Protestante a la Pentecostalidad de la Iglesia: Debate sobre el pentecostalismo en América Latina. Quito, Ecuador: (CLAI), 1997 Marsden, George M. (2006). Fundamentalism and American Culture. Oxford: Oxford University Press. p. 118. Malone, David (May 29, 2009). "Fundamentals". Wheaton College Archives & Special Collections http://todoporgracia.blogspot.com/2010/03/los-principios-dela-reforma.html http://webs.satlink.com/usuarios/a/argbgr/HClosneoevangeli cos.htm http://www.middletownbiblechurch.org/spanish/separate/ne wevan/Entendiendo_El_Nuevo.htm http://www.middletownbiblechurch.org/spanish/separate/ne wevan/Entendiendo_El_Nuevo.htm http://edgardoandres.wordpress.com/2010/01/23/quesignifica-ser-evangelico/ Escobar, Samuel, La fe evangélica y las teologías de la liberación. Nashville, TE: Casa Bautista de Publicaciones. 1987 Pablo Davies, El Pacto de Lausana y el movimiento misionero transcultural latinoamericano. Una reflexión. En: http://conversation.lausanne.org/en 208 FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA La experiencia de un Foro Pentecostal en América Latina, como parte y contraparte del Foro Cristiano Mundial, viene dando sus frutos. Tras una caminata de tres años desde que se constituyó en Lima, Perú, el Foro Pentecostal Latinoamericano y Caribeño (FPLyC) viene recogiendo una diversidad de propuestas y mostrando caminos de unidad hasta ahora transitados. El presente libro, titulado Fuego Que Une, es un testimonio de la Obra del Espíritu Santo en América Latina y El Caribe como fuego abrazador que une y quema todo pecado de división en el pueblo de Dios. Fuego Que Une entrega las ponencias presentadas en dos foros sub-regionales: El Cono Sur (2102) y la Región Andina (2013). 209 FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA 210