Jessica Dansie 4/28/12 SPAN Un Análisis de “Un destripador de antaño” En “Un destripador de antaño” por Emilia Pardo Bazán, ella se cambia entre la perspectiva de la realidad y de la fantasía para criticar una sociedad la cual mata a los inocentes por su ignorancia. El autor rompe con las normas del romanticismo y sigue las teorías del naturalismo para comunicar su tema. La estructura de “Un destripador de antaño” crea un enfoque en el contraste entre la fantasía y la realidad, lo cual hace que el lector se da cuenta de que los ignorantes crean en la fantasía y los rumores en vez de lo lógico. Las figuras literarias y los símbolos religiosos también aumentan el concepto de la inocencia de la niña que está matada por la ignorancia, y el deber de los intelectuales al educar a la gente. Como los otros autores naturalistas, Bazán sintió un deber de reformar la sociedad por medio de su literatura. Los autores naturalistas basaran su literatura en la observación y en datos concretos, especialmente de las cosas feas y repugnantes de la sociedad. En “Un destripador de antaño” se trata la historia de la leyenda de un “destripador” que mata a las niñas para usar sus órganos para medicinas, y una tía que la crea tanto que mata a su propia sobrina para vender a sus órganos a él. La historia muestra un ejemplo muy extremo de lo que puede suceder en una sociedad que no educa a la gente. Al principio de la cuenta, Bazán rompe con las características de romanticismo por medio de hablar de los aldeanos y la naturaleza como realmente eran. Por ejemplo, dice que “los aldeanos no son blandos de corazón; al revés; suelen tenerlo tan duro y calloso como las palmas de las manos…” (271) En España era en concepto romántico de que los aldeanos eran muy amables personas, pero ella dice que en muchos casos no lo fueron. También, ella habla de como “El padre de Minia era molinero, y se había muerto de intermitentes palúdicas, mal frecuente en los de su oficio…” Esta muestra como la exposición a los elementos naturales había causado su muerte, lo cual es un concepto que rechaza la falacia patética del romanticismo. Por medio de usar las características del naturalismo, Bazán trata de cambiar las ideas falsas del romanticismo para corregir a los problemas reales de la sociedad. La estructura de “Un destripador de antaño” nos muestra la línea entra la realidad y la fantasía. Empieza primero con un narrador hablando de como escuchó la leyenda del “Destripador.” Esta narración de marco da veracidad a la historia, y de que la leyenda del “Destripador” era un cuento folklórico muy popular en España, muy parecido a la popularidad de la leyenda de “la llorona” en México. El autor compara a Minia con la Virgen, lo que le da un sentido de misticismo, y después habla de los hechos de su vida. Sus padres habían muerto y vivía en una situación extremadamente dura y cruel con sus tíos y primos. Minia tiene sueños, o visiones de la Santa, y en uno de ellos la Santa se aparecía a ella y dijo que “los mato” a los tíos, y Minia vio “cadáveres, negros, carbonizados, con la boca torcida y la lengua de fuera.” Minia está muriendo de hambre, y su única escapa es su creencia de la Santa. Este da al lector el sentimiento de la situación desesperada de Minia, y su inocencia y la injusticia entre ella y sus tíos. Al fin del cuento se cambia la perspectiva del boticario Don Custodio, que la gente se piensan es el “destripador”. Él es muy apesadumbrado por qué la tía trató de vender los órganos de Minia a él, pero todo era una leyenda falsa por qué la gente no entendía como funcionaba sus medicinas y de que no eran hechas de las órganos de las niñas, y él no les trataba enseñar que eran equivocados. Las cambias de perspectiva ayudan al lector entender lo que es la realidad y lo que es la fantasía, para enseñar a la sociedad de que no deben hacer el error de creer tanto en lo falso hasta llegar a las consecuencias tan malas como la destrucción de las personas inocentes. Bazán usa muchas tropas literarias para expresar su tema de la necesidad de educar a los ignorantes. Ella dice que los primos de Minia estaban en un “temprano escuela de corrupción” (272), para mostrar que la situación entre la cual ellos estaban era un factor que les hizo llegar a ser malas personas. Bazán quería que la gente educara a sus hijos de buena manera para que no creyeran en las falsedades y para que no llegaran a ser malas personas. Ella usa mucho el símbolo de “La Santa,” que muestra la inocencia de Minia y aumenta el catástrofe de su muerte. En la pagina 273 dice que Minia “Estaba un poco más descolorida y perpetuamente absorta, y su cabeza inclinada a veces lánguidamente sobre el hombro, aumentándose entonces su parecido con la Santa. Callada, exteriormente insensible, la muchacha sufría en secreto angustia mortal… y, sobre todo, unas ganas constantes de morirse para descansar yéndose al cielo.” Con su literatura, Bazán esta luchando en favor de los inocentes callados, que no puedan hacer nada para mejorar su situación. “Un destripador de antaño” habla muy fuerte en contra de una sociedad ignorante. Lo hace por medio de emplear formas del naturalismo y señalar a las verdades tristes y males de España. También, la estructura del cuento le ayuda al lector ver la diferencia entre la realidad y la fantasía, y no creer en las leyendas falsas, sino que entender y tratar de educarse. Las tropas literarias, especialmente los símbolos religiosos, expresan aun más el tema de Bazán de que la sociedad debe proteger a los inocentes por medio de educarse en contra de las falsedades destructivas. Pardo Bazán, Emilia, “Un destripador de antaño,” p. 270-280 en Mujica, Bárbara, ed. Milenio Mil años de literatura española. Nueva York: John Wiley & Sons, Inc., 2002. Print.