Embarazo y anemia

Anuncio
Embarazo y anemia
Volker Kutscher
Farmacéutico. Salus-Haus GmbH, Alemania
Durante el embarazo el volumen de sangre de una
mujer llega realmente a doblarse. La cantidad de
sangre que es bombeada a través del organismo puede
poner en tensión todos los órganos y sistemas, y más
aún si existe una carencia de hierro, que suele ser lo
más habitual, encontrándonos con un tipo de sangre
que podríamos denominar de baja calidad.
El hierro es un componente esencial del organismo
porque es necesario para la formación de hemoglobina
y para el transporte efectivo de oxígeno por todo el
organismo. Sin niveles adecuados de hierro en la
alimentación, el organismo puede experimentar una
«asfixia» o hipoxia (escasez de oxígeno) leve pero
crónica. Las bajas concentraciones de oxígeno
conllevarán que la futura madre entre en un estado de
letargia, fatiga o cansancio crónico durante todo su
embarazo. Desde su comienzo, el organismo de una
mujer necesita un aporte constante de hemoglobina y
de sangre muy oxigenada para contribuir a la
formación correcta de la placenta y el feto. El hierro
durante la gestación es muy importante; de hecho, la
anemia puede influir de forma decisiva incluso en el
coeficiente intelectual del niño.
ANEMIA
Aparece anemia cuando las bajas concentraciones
de hierro causan una reducción del contenido en
hemoglobina de la sangre hasta por debajo de la
cantidad exigida para satisfacer las demandas de
oxígeno del organismo. La carencia de hierro y la
anemia son muy corrientes porque el hierro es uno de
los minerales que mayores dificultades presenta a la
hora de ser absorbido por el organismo. Es habitual
que su carencia escape al diagnóstico, dado que sus
efectos son muy insidiosos, pues el cuerpo se habitúa a
funcionar a un ritmo menor, y la persona se acostumbra
a un estado físico menos eficiente.
ESTUDIO CLÍNICO
Los doctores Abbott y Ahmann de la
Universidad de Florida estudiaron la
sangre de casi 900 personas.
Basándose en un criterio a la baja
(13,7 g de hemoglobina),
comprobaron que el 50% de los
individuos era anémico y que otro
31% padecía anemia limítrofe. En
muchas de estas personas se registró
únicamente una tercera parte de las
concentraciones normales de
hemoglobina. El estudio atribuía este
déficit a defectos en la absorción del
hierro y en el tipo de alimentación.
Algunos de los síntomas de la carencia de hierro son
fatiga, palidez, rebordes en las uñas de los dedos,
cabello seco y quebradizo, mareo, concentración
deficiente y pautas de sueño inestable. Entre las
consecuencias adicionales de la anemia destacan
deterioro de la resistencia física, de la capacidad de
trabajo y del crecimiento y desarrollo de los lactantes,
así como menoscabo de la función inmunitaria
(Dallaman 1982; Oski 1979).
ANEMIA Y PARTO PREMATURO
Se consultó un estudio realizado en la Universidad de
Medicina y Odontología de New Jersey y el Centro
Médico del Hospital Universitario Cooper de Camden,
en el que se examinaron a 800 mujeres gestantes, de
edades comprendidas entre 18 y 29 años, para
determinar el grado de influencia de la carencia de
hierro sobre sus embarazos. El equipo de New Jersey
comunicó, entre otras cosas, que las mujeres anémicas
a causa de una alimentación pobre en hierro o de un
déficit en su absorción mostraban menos vigor y
precisaban más a menudo periodos de descanso; sin
embargo, la conclusión más importante de este estudio
fue que la probabilidad de parto prematuro era tres
veces superior en estas mujeres.
INGESTIÓN DIARIA RECOMENDADA
Las mujeres que menstrúan necesitan diariamente
alrededor de 2 a 3 mg de hierro para reemplazar el
mineral consumido o eliminado. Aunque esta cantidad
no parece excesiva, la tasa de absorción de hierro
en el organismo es muy baja, de un 10 al 15%
aproximadamente. La ingestión diaria recomendada
(IDR) de hierro ha sido ajustada para compensar este
exiguo factor de absorción. La IDR se establece en
15 mg/día en mujeres que menstrúan
(5 veces la cantidad requerida),
porque sólo de 2 a 3 de estos 15 mg
serán realmente absorbidos.
Son varios los autores que comparten
el convencimiento de que el 90% de
las mujeres gestantes sufre o sufrirá
algún grado de carencia de hierro
durante el embarazo. En
consecuencia, para mujeres gestantes
y madres lactantes, la IDR se ha
establecido en un nivel incluso
superior, de 30 mg/día. Esta dosis
elevada refleja el conocimiento por
parte de la profesión médica de la
muy limitada absorción de hierro a
partir de la mayoría de alimentos y
complementos.
15
En hombres con una actividad física normal y en
mujeres que no menstrúan, la IDR es menor, ya que
estos grupos no necesitan ni pierden tanto hierro,
siempre que no tengan problemas específicos de
absorción; para ellos, la IDR se establece en 10 mg/día
porque sólo son necesarios de 1 a 2 mg para sustituir el
hierro perdido.
CARENCIA DE HIERRO
Y MUNDO INDUSTRIALIZADO
En los países occidentales existe una tendencia cada
vez más generalizada a consumir poca carne o carnes
blancas, más ligeras pero más pobres en hierro; si a
ello se añade una creciente, y por otra parte
comprensible, desconfianza por parte de los
consumidores en los alimentos cárnicos en general, se
explica que la carencia de hierro sea actualmente una
de las deficiencias de nutrientes más común en el
mundo occidental industrializado. Se estima que hasta
un 26% de la población padece de forma habitual una
carencia de hierro, sin que llegue a ser anemia. Sólo
en Estados Unidos aproximadamente 18 millones de
personas sufren esta carencia según el Taber´s
Cyclopedic Medical Dictionary (Edición 17, 1993).
La prestigiosa revista Lancet publicó que la
insuficiencia hierro es una de las carencias de
nutrientes más extendida, dado que afecta
aproximadamente a un 20% de la población mundial
(Bruner et al., 1996).
16
CAPTACIÓN Y DEPÓSITOS DE HIERRO
Por término medio, el organismo es capaz de absorber
una cantidad tan importante como 3,6 mg de hierro
cada 16 horas aproximadamente. Durante el embarazo
esta capacidad de captación aumenta hasta casi 12 mg.
El hierro pasa al torrente sanguíneo tras absorberse en
el segmento superior del intestino delgado, donde el
pH fluctúa entre 5 y 7. En este medio, el hierro
trivalente (Fe+++) forma hidróxidos que no son
fácilmente solubles y apenas se absorben. Por el
contrario, el hierro bivalente (Fe++) se absorbe mucho
mejor a través de la fina pared intestinal, y aún mejor
si éste se presenta enlazado orgánicamente.
El organismo contiene normalmente entre 2 y 4 g
de hierro (Reynalds, 1993), principalmente hasta un
70% como parte de la hemoglobina, un 4% es «hierro
funcional» (mioglobina y enzimas que contienen
hierro) y aproximadamente el 25% restante es «hierro
almacenado» (ferritina, hemosiderina).
EL COLOR NATURAL
DE LA SANGRE SANA ES MÁS INTENSO
Las concentraciones de hemoglobina se miden en la
sangre por colorimetría, y su valor normal es de 16 g
por 100 mL. La mayoría de las personas posee 14 g (o
menos) de hemoglobina, que representa, como mucho,
el 87% de la tasa considerada normal.
Generalmente una persona con déficit de hemoglobina
se presenta apática, se fatiga con facilidad, le falta
vigor, su aspecto es pálido, a menudo olvidadiza y no
puede pensar con rapidez o claridad. No obstante, «la
sangre sana» se muestra siempre por debajo de la piel
confiriéndole un fulgor rojizo. Este color se debe a que
en las capas inferiores de la piel se entrecruzan
millones de capilares. En consecuencia, cuando
el torrente sanguíneo es sano, los labios son rojos,
las uñas de los dedos son rosadas y las mejillas
muestran una coloración leve y un rubor saludable
(Davis, A., 54).
¿ES NUESTRA IDR DEMASIADO BAJA?
En un estudio aleatorizado sobre los efectos
cognitivos del aporte de complementos de hierro en
chicas adolescentes con carencia de hierro pero no
anémicas, se observó que el aprendizaje verbal y la
memoria mejoraban significativamente cuando
recibían un complemento de hierro (Bruner et al.
1996). Los datos indican que la ingestión diaria
recomendada puede ser en muchos casos demasiado
baja, dado que incluso chicas, un poco bajas en hierro
pero sin anemia, se beneficiaron sensiblemente de un
aporte suplementario de hierro. En el estudio se
valoró la situación del hierro en 716 adolescentes
examinadas, pertenecientes a cuatro escuelas
secundarias de Baltimore,y se halló que 98 (13,8%)
padecían evidente carencia de hierro.
EL GLUCONATO FERROSO
FRENTE A OTRAS FORMAS DE HIERRO
En diversos estudios comparativos ha podido
demostrarse que el gluconato (ferroso) de hierro es la
forma que el organismo absorbe de manera más
eficiente y la que más rápidamente alivia la falta de
oxigenación sanguínea.
En otro estudio similar al anteriormente citado,
realizado también para medir la función cognitiva, se
efectuaron cuatro pruebas de atención y memoria. El
análisis de regresión demostró que las chicas que
recibían hierro también rendían más en las pruebas de
aprendizaje verbal y memoria que las no tratadas
(grupo de control). Para este ensayo se utilizó sulfato
ferroso (650 mg dos veces al día) y muchas de las
voluntarias sufrieron efectos secundarios como dolor
abdominal (26%), cefalea (20%), náusea (19%),
diarrea (6%) o estreñimiento (4%). En estudios
similares realizados en Italia también se confirmó que
el aporte suplementario de hierro mejoraba el
aprendizaje verbal y la memoria, y si éste se producía
mediante una formulación en la que la tasa de
absorción era mayor (gluconato ferroso en forma
líquida), pudiendo por ello aportarse una menor dosis
de hierro por toma, se evitaba la aparición de estas
molestias secundarias (Casparis et al. 1996).
El hierro líquido se absorbe fácilmente porque genera
en el organismo una relación del área de la
superficie/volumen muy superior, que facilita la
absorción en la mucosa gástrica. Se investigó también
a 40 mujeres de edades comprendidas entre 20 y 35
años, que habían padecido anemia durante el embarazo
y/o después, para comparar los efectos del gluconato
ferroso líquido con los de otras formas bivalentes
(Fe++) y trivalentes (Fe+++) de hierro, líquidas o sólidas.
El análisis de los resultados revela que las pacientes
25%
25%
ESTREÑIMIENTO Y ABSORCIÓN DE HIERRO
20%
El estreñimiento es el proceso por el cual los intestinos
se contraen de tal forma que se detiene la defecación.
La duración de este proceso puede fluctuar entre un
día y una semana. En el mejor de los casos, el
estreñimiento es doloroso e irritante. No obstante,
durante el embarazo, incluso un estreñimiento leve
causa problemas graves, con dolor, fatiga, indigestión
y espasmo.
Algunas formas de hierro pueden representar una
importante causa de estreñimiento antes, durante y
después de la gestación. Si el aporte de hierro
mediante un suplemento es abundante, pero la tasa de
absorción es baja, el hierro no absorbido se desplazará
hacia los intestinos para su eliminación; este hierro
generalmente causa irritación en el tubo intestinal, lo
que provoca que los intestinos se contraigan y
aparezca el estreñimiento.
15%
FLORADIX Y ABSORCIÓN DE HIERRO
La tasa de absorción del gluconato ferroso contenido
en Floradix fue verificada en el Centro Médico de la
Universidad de Munich mediante hierro marcado
radiactivamente. Se comprobó que la tasa de absorción
se aproximaba al 25%, que representa la tasa máxima
disponible actualmente a partir de complementos de
hierro líquidos y que convierte a Floradix en un líder
en absorción con respecto a otros preparados a base de
hierro (figura 1).
Floradix, un aporte inteligente de hierro
Una alimentación normal, que contenga carne, aporta
al organismo de 10 a 15 mg de hierro; sin embargo, de
esta cantidad se absorbe, en realidad, sólo del 10 al
15%. La eficacia de la absorción del hierro contenido
en los alimentos se incrementa por encima de esta tasa
cuando se ingiere simultáneamente con alimentos que
contienen vitamina C. Existen, sin embargo, periodos
críticos como el embarazo, la lactancia,
postoperatorios, anemia ferropénica, etc. en los que se
necesita claramente un aporte complementario para
propiciar una mayor absorción y mantener
concentraciones de hierro adecuadas.
Floradix es un complemento de hierro orgánico en forma
líquida y supone un complemento ideal, ya que contiene
hierro bivalente (Fe++), orgánicamente enlazado en forma
de gluconato ferroso. El gluconato ferroso en forma
líquida es ideal, pues el ácido glucónico del compuesto
es más débil que el ácido clorhídrico del estómago, con
lo que éste disocia fácilmente al ácido glucónico para
liberar hierro elemental.
Floradix contiene vitamina C y una gama de vitaminas
del grupo B que incrementan al máximo la absorción,
además contiene extractos herbales que estimulan el
proceso digestivo y jugos de frutas que garantizan una
acidez gástrica apropiada para potenciar la tasa de
absorción. Este grado de eficacia en la absorción es lo
2%
Citrato ferroso
6%
Lactato ferroso
0%
6%
Carbonato ferroso
5%
12%
Sulfato ferroso
10%
Cloruro ferroso
15%
Gluconato ferroso
tratadas con dosis orales de gluconato ferroso líquido,
en comparación con otras formas de hierro, se
beneficiaron de resultados más eficaces, y lo que es
muy importante, sin aparición de efectos secundarios.
Figura 1. Tasas de absorción de las sales de hierro
que hace que Floradix no provoque estreñimiento. Su
fórmula ha sido diseñada para satisfacer sobradamente
la ingestión diaria recomendada en casos de mayores
necesidades de hierro, comprobándose que eleva
eficazmente las concentraciones de hemoglobina en
sangre.
Floradix es ideal para embarazadas y es apto también
para niños y vegetarianos, pues es un jarabe 100% de
origen vegetal.
BIBLIOGRAFÍA
Bruner AB, Joffe A, Duggan AK, Casella JF, Brandt J.
Randomized study of cognitive effects of iron
supplementation in non-anaemic, iron-deficient adolescent
girls. Lancet 1996; 348: 992-996.
Casparis D, Del Carlo P, Branconi F, Grossi A, Merante D,
Gafforio L. Effectiveness and tolerance of oral doses of
liquid ferrous gluconate in iron-deficiency anemia during
pregnancy and in the immediate post-natal period:
comparison with other liquid or solid formulations
containing bivalent or trivalent iron. Minerva Ginecol 1996;
48: 511-518 (Italian with English abstract).
Dallman PR. Manifestations of iron deficiency. Semin
Hematol 1982; 19: 19-30.
Davis Adelle. What Nutrition can do for you. 1986; 54-58.
Davis FA Company. Taber’s Cyclopedic Medical
Dictionary, 17 ed, 1993.
Derry DM. Lodine combats breast cysts. Victoria Times
Colonist., 1997; Sept. 9/97.
Oski FA. The non-hematologic manifestations of iron
deficiency. Am J Dis Child 1979; 133: 315-322.
Reynalds JEF, Martindale. The Universally Acclaimed
Source of Drug Information. The Extra Pharmacopoeia, 30
ed. The Pharmaceutical Press, 1993.
Selbold M, et al. Scientific report of a clinical trial to assess
the actual absorption and utilisation of the iron compound
present in the preparation of Floradix. Conducted at the First
Medical Clinic of University of Munich, September 1964.
17
Descargar