EE UU da luz verde a la construcción de un muro en la fron…

Anuncio
20051218
LA VANGUARDIA
Prostitución sin fronteras
España debate regularizar esta práctica ejercida mayoritariamente por
inmigrantes
Las inmigrantes ocupan la calle y obligan a las españolas a retirarse o trabajar
en pisos
España se ha convertido en un centro mundial de la prostitución por su
tolerancia hacia los negocios sexuales. Esta situación atrae tanto al turismo
sexual como a mafias que arrastran engañadas a mujeres inmigrantes. La serie
que hoy se inicia analiza las distintas caras del negocio
Una encuesta del INE (2002) cifra en 606.000 el número de varones de 18 a 49 años
que usaron servicios de prostitución
JOSEP PLAYÀ MASET - 18/12/2005
BARCELONA
Los ayuntamientos de Madrid, Barcelona, Valencia, Málaga y Calvià buscan
fórmulas para controlar la prostitución y erradicarla de las calles a través de sus
ordenanzas. Hasta seis parlamentos autonómicos han admitido a trámite una
petición de la asociación de empresarios de centros de alterne para regular el
negocio del sexo, y la Generalitat de Catalunya ha estudiado una ley para
reconocer los derechos de las prostitutas, acabar con su presencia en la calle y
en las carreteras y reordenar los locales de alterne. ¿Qué ha pasado para que
de pronto nos haya invadido esa pasión por regular la prostitución? La
presencia mayoritaria de chicas inmigrantes, sometidas a las mafias, y
convertidas en competencia desleal dentro de un negocio ilegal parece estar en
el origen de esa serie de reacciones.
Todos los informes indican que España es uno de los países europeos donde
la prostitución tiene más incidencia, aunque los datos oficiales y extraoficiales
dan una horquilla que oscila desde las 45.000 hasta las 400.000 prostitutas. El
mismo desconocimiento afecta al volumen de negocios. La Asociación
Nacional de Empresarios de Locales de Alterne (Anela), que en los últimos
meses ha contribuido a buscar una salida negociada, lo cifra en 12.020
millones de euros anuales (pero otros estudios ofrecen un abanico que va de
los 2.000 a los 18.000 millones de euros).
El oficio más antiguo del mundo se ejerce en pisos particulares bajo fórmulas
que van del masaje a las sesiones sadomasoquistas, pero también en la calle
y, desde hace pocos años, en las carreteras, en aparcamientos y polígonos
industriales.
La presencia de chicas en las carreteras y el predominio de las extranjeras ha
contribuido a extender la sensación de aumento ostensible en los últimos años.
La celebración de eventos como carreras de coches y motos en Montmeló o
determinadas ferias empresariales contribuyen a la expansión del negocio.
La ley Sarkocy que prohíbe la prostitución en Francia explica la presencia de
clientes que atraviesan la frontera sólo por unas horas, pero también ha
supuesto el desplazamiento de los patronos, de modo que algunos clubs han
pasado a manos francesas. Tampoco debe olvidarse la prostitución masculina,
en aumento especialmente en pisos particulares, que se suma a la presencia
de travestis y transexuales. Todos los informes coinciden en que alrededor del
80% de las prostitutas son inmigrantes, aunque según las regiones el
porcentaje varía desde el 60% al 93%. En apenas cinco años han desplazado a
buena parte de las nacionales (se han retirado o trasladado a pisos) y han
provocado una rebaja de los precios (especialmente en la calle). Incluso se han
producido enfrentamientos verbales y esporádicamente físicos.
La zona geográfica influye sobre el origen. En Madrid, se calcula que el 58%
son de América Latina (la mayoría colombianas, seguidas por brasileñas y
dominicanas); el 34%, de la Europa del Este (Rusia, Ucrania y Rumanía), y el
7%, de África (Marruecos y Nigeria, sobre todo). El colectivo subsahariano es
muy minoritario, pese a visualizarse en zonas como Cuzco y la Casa de Campo
de Madrid. Las mujeres de origen asiático, especialmente las filipinas, casi han
desaparecido. En Catalunya, según un informe de los Mossos, predominan las
chicas del Este. Las subsaharianas (especialmente nigerianas) son el segundo
colectivo en la carreteras y el tercero en locales. Las latinoamericanas
predominan en locales (32%) más que en la carretera (11%). Las españolas
apenas son el 7%. En la prensa incluso aparecen anuncios donde se ofrecen
"chicas catalanas" como una garantía o novedad.
Una encuesta del INE (2002) cifraba en 606.000 el número de varones de 18 a
49 años que usaron servicios de prostitución. El 40% de los hombres de
Baleares se había acostado alguna vez con una prostituta. Le seguían Asturias
(32%) y Galicia y Aragón (30%).
Descargar