loración del ado n "cional

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loración del
rmo
"cional
ado n
J. de Oca*/ A. Fakih* /A. Gómez Portilla*
La valoración nutricional del enfermo comienza por
una correcta historia clínica donde se recogen datos de
interés, como son los síntomas que afecten a los procesos normales de alimentación: dolor abdominal, diarreas u vómitos, alergias alimenticias, trastornos de la
deglución o masticación, intolerancia o aversiones a
determinados alimentos, aberraciones nutritivas relacionadas con estados psicóticos, etc. Se buscarán los
posibles signos o síntomas relacionados con carencias
nutricionales: disminución de la agudeza visual, glositis, queilitis, caída del cabello, uñas quebradizas, etc.
Es importante hacer referencia al grado de actividad
del sujeto para poder estimar sus pérdidas energéticas.
Se deben recoger antecedentes relativos e intervenciones sobre el aparato digestivo, consumo de alcohol,
tabaco, drogas y medicaciones.
Como datos fundamentales en la anamnesis se considerarán el peso usual del enfermo, la pérdida reciente
de peso, y el espacio de tiempo durante el cual ha tenido
lugar dicha pérdida de peso.
Con todos estos datos y con un correcto examen físico
podemos hacernos una idea bastante aproximada del
estado nutricional del enfermo.
Sin embargo aún podemos apoyar nuestra valoración
con una serie de parámetros, los cuales pueden actuar a
veces como factores pronósticos cuando el enfermo tiene que ser sometido a un stress quirúrgico importante.
Parámetros antropométricos
Masa corporal total
Existen diversos parámetros que hacen referencia a
fa masa corporal total.
l. Peso y talla (Tabla I). La obtención de ambos
datos es sencilla y se pueden comparar con las tablas
normales de la población en el medio de donde procede
el enfermo. A pesar de que en los casos de desnutrición
tip.~ T<washiorkor se produce una cierta: retención de
agua, dicho fenómeno suele tener en la práctica clínica
una escasa o nula repercusión.
2. Tanto por ciento de pérdida de peso. Este cálculo
se puede realizar con respecto al peso ideal o con res-
* Departamento de Cirugía General. Clínica Universitaria.
Facultad de Medicina. Universidad de Navarra. Pamplona.
87
pecto al peso usual. El porcentaje de peso con respecto
al peso ideal se calcula en base a la siguiente forma:
% PP.SO idP.Fll =
Tabla I.
140
141
142
143
144
145
146
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168
169
170
171
172
173
174
175
176
177
178
179
180
181
182
183
184
185
186
X
]
00
VALORES DE PESO IDEAL SEGUN LA O.M.S.
Estatura
lcm)
Peso actual
Peso ideal
VARONES
IPesokg/
51,9
52,4
52,9
53,6
54,0
54,5
55,0
55,6
56,1
56,6
57,2
57,9
58,6
59,3
59,9
60,5
61,l
61,7
62,3
62,9
63,5
64,0
64,6
65,2
65,9
66,6
67,3
68,0
68,7
69,4
70,l
70,8
71,6
72,4
73,3
74,2
75,0
75,8
76,5
77,3
78,l
78,9
HEMBRAS
IPesokgi
44,9
45,4
45,9
46,4
47,0
47,5
48,0
48,6
49,2
49,8
50,4
51,0
51,5
52,0
52,5
53,l
53,7
54,3
54,9
55,5
56,2
56,9
57,6
58,3
58,9
59,5
60,l
60,7
61,4
62,l
REVISTA OE MEDICINA OE LA UNIVERSIOAO OE NAVARRA
19
Se a dmite en gen eral que un peso situado por debajo
del 85 % del valor medio del rango correspondiente, es
indicativo de desnutrición calórico proteic a 10 •
Sin embargo este cálculo presenta el inconveniente
de qu e al referirse a suj etos obesos, éstos pueden experimentar una importante pérdida de peso antes de situarse por debajo del 85 % del valor standard. Por consiguiente resulta más \Nil el empleo del peso usual como
referencia, de forma que:
% pérdida de peso
Peso usual - Peso actual
Peso usual
- - - - - - - - - - X 100
aceptándose que un tanto por ciento superior al 1O es
indicativo de desnutrición calórico proteica.
Masa corporal grasa
La estimación de las reservas grasas se realiza hoy
en día mediante la medición de los pliegues cutáneos,
teniendo como base el que cerca de la mitad de dicha
grasa se encuentra en el tejido celular subcutáneo
(Fig. 1 ). Existen tablas de valores normales que hacen
referencia a los pliegues tricipital, subescapular y bicipital en una amplia población en relación con la edad y
el sexo de los individuos.
A pesar de que la medición del pliegi¿e tricipital es la
m ás usada univers almente, algunos estudios han dete ctado una mejor correlación entr e la pérdid a de peso y la
suma de los valores d e los pliegues tricipital y subescapular 3 •
La medición del pliegue tricipital se realiza con el
enfermo de pie o sentado 27 • Sólo en casos en que esta
postura es imposible (enfermos criticas) se medirá en
decúbito lateral con el brazo apoyado sobre el tórax, a
pesar de que en tal caso la exactitud puede verse comprometida. Un calibrador tipo Holtein o bien Lange se
aplica en el punto medio entre el acromion y el proceso
olecraniano, en la linea posterior. Las dos ramas del
calibrador pinzan exclusivamente la piel y el tejido
celular subcutáneo derecho, no siendo dicha medición
válida en caso de braquiedema de cualquier origen. El
calibrador ejerce una presión de 10 g x cm. 2 de tejido
procediéndose a continuación a la lectura en milímetros
del valor del pliegue.
En la línea braquial anterior y a la misma altura se
obtienen el pliegue bicipital, mientras que 1 cm. por
debajo de la punta de la escápula y con un ángulo de
45° sobre el plano del tórax, se obtiene el pliegue subescapular.
La medición de los pliegues cutáneos está sujeta a
errores y por ello debe confiarse exclusivamente a personal con una cierta experiencia, de forma tal que sea
una misma persona la que realice las mediciones en el
mismo enfermo .
Masa corporal magra
La estim ación de la masa corporal magra se puede
alcanzar a partir de diversos parámetros.
1. Perímetro braquial. Es una medición inespecifica
y sencilla, los valores normales en sujetos sanos también están tabulados y sirve de punto de partida para
otro tipo de cálculos antropométricos. El principal factor de error parte de considerar las estructuras braquiales (hueso, músculo, etc.) con forma exclusivamente circunferencial. Dicha medición se debe realizar con
una cinta métrica a nivel del punto medio entre el acro mion y el proceso olecraneano, expresándose su resultado en centímetros .
2. Area muscular del brazo. Esta medición se obtienen a partir de la fórmula de Guerney y J eliffe 11 •
Al igual que en el caso anterior la medición debe realizarla siempre una misma persona con la debida expe riencia, en cuyo caso y con una depurada técnica el
error se sitúa en un 10 ·%.
AME = PE - (0,314 x PT)
AME = Area muscular del brazo
PB = Perimetro braquial
PT. = Pliegue tricipital
Parámetros.bioquímicos
Masa corporal magra
Fig. 1 A y B.- Medición del pliegu e tricipital .
2Q
REVISTA DE MEDICINA DE LA UNIVERSIDAD DE NAVARRA
La totalidad de la masa corporal exenta de grasa se
reparte esencialmente entre la proteína muscular
(71 %), proteína visceral (24 %) y proteína plasmática
(5 %) (Fig. 2) .
La estimación de la proteína muscular se puede realizar indirectamente mediante diversos parámetros.
88
1. Indice creatinina/altura. Propuesto por Bistrian
en 1975 2 , consiste en la relación entre la creatinina
diaria eliminada por el sujeto problema y la de otro
individuo de su misma altura y sexo. Estudios realizados a sujetos sanos han permitido establecer la media
de eliminación de creatinina de sujetos jóvenes en 23
mg/kg peso/día para los hombres y 19 mg/kg peso/día en
el caso de las mujeres. La creatinina es un producto del
metabolismo de la creatina, que es la forma de almacenamiento de alta energía a nivel fundamentalmente
muscular y que se sintetiza en el hígado a partir de 4
aminoácidos. Por consiguiente, la creatinina es un índice del estado de la masa muscular corporal. La eliminación de creatinina desciende con la edad así como en los
estados de desnutrición avanzada, en los que deja de
correlacionar matemáticamente con la masa corporal
magra. Asimismo está sujeta a errores de recogida de
muestras y los derivados de estimar los valores normales de eliminación en función del peso ideal.
Grasa
-+Pliegue tricipital
75
Piel - Esqueleto
65
3. Eliminación de la 3-metil histidina. Se trata de un
aminoácido derivado de la metilación de la histidina y
que se halla presente fundamentalmente a nivel de la
proteína miofibrilar. Tras la elaboración de dicha proteína la 3-metil-histidina es eliminada y no se puede
volver a reutilizar excretándose por orina sin sufrir
nuevos cambios bioquímicos. Por tanto, reúne teóricamente las condiciones idóneas para estimar el turnover
proteico a nivel muscular 16 •
No obstante las experiencias clínicas y de laboratorio
han permitido poner en evidencia otros focos extramusculares de síntesis de la 3-metil-histidina, variaciones
con la edad, con el sexo, con la alimentación y con
diversos estados de catabolismo. Su validez, por consiguiente, continúa sujeta a revisión 10• 2º.
4. Eliminación de nitrógeno. La eliminación de nitrógeno se puede medir o bien directamente, o bien a partir
de la eliminación de urea. Esta última es el producto
resultante del catabolismo proteico global el cual varía
según el estado clínico del sujeto. Dado que la fracción
nitrogenada no ureica en orina procedente del amoniaco y los aminoácidos íntegros y las pérdidas nitrogenadas por heces y sudor son relativamente constantes en
1-LT1 sujeto sin alteraciones nefra!ógicas, se puede esta,
blecer aproximadamente el balance nitrogenado
mediante una sencilla fórmula, ampliamente difundida
en la práctica clínica, no sólo por su sencillez, sino por
su bajo costo y relativa fiabilidad.
Dicha fórmula permite valorar la efectividad del tratamiento nutricional, si bien no correlaciona con la evolución del enfermo 22 •
Nitrógeno catabólico= (Urea 24 h (g) ±urea retenida
(+)o perdida(-)) x
Extracelular
Proteínas plasmat.
Vísceras
Albumina
Transferrina
Pre albumina
-+- Proteína ligada a retino!
Test cutáneos
Músculo esquelético
Masa celular
¡
-+-
Indice creatinina/altura
Circunferencia
muscular
Fig. 2.-Parámetros relativos a la composición corporal.
A pesar de qu·e el coeficiente de error puede ser alto
(hasta un 30 %), se considera que una eliminación situada entre el 60-80 % representa una moderada afectación de la proteína muscular, mientras que una eliminación entre el 40 y 50 % implica una deplección proteica
severa.
2. Estimación de la masa corporal magra global a
partir de la creatinina. Forbes en 1976 9 encontró una
excelente correlación entre la eliminación de creatinina
y la masa corporal magra medida mediante el potasio
intercambiable, concretándose la relación entre ambos
parámetros mediante la siguiente ecuación:
LBM (kg) = 7,38 + 0,03 creatinina (mg/día) ± 0,0008
donde LBM ("lean body mass") representa la masa corporal magra.
89
~~
x
+
Urea retenida o perdida= Aumento o disminución de la
,
10
65
urea sangumea (mg %) x
x lOO x peso corpo1000
ral (kg)
Proteína visceral
Los estudios de depleción de la proteína visceral se
pueden estimar indirectamente a partir de la medición
de diversas proteínas sintetizadas a nivel hepático con
funciones fundamentalmente transportadoras. Las
cifras bajas de dichas proteínas son indicativas de un
déficit en la síntesis (por falta de sustrato) o un exceso
de catabolismo.
Sin embargo los niveles de dichas proteínas pueden
estar condicionados por una serie de circunstancias
diversas:
1. Albúmina. Con un peso molecular de 66.000 y una
vida media de 18-20 días, la albúmina es la proteína
visceral circulante más difundida en el organismo, el
cual posee en condiciones normales un pool de 4-5 g/kg
peso. La hipoalbuminemia puede ser debida a un déficit
en la síntesis, tal como se observa en la desnutrición
tipo Kwashiorkor, un exceso de catabolismo cuando
predominan las hormonas del stress, un aumento de las
pérdidas por el tubo gastrointestinal, por la piel (en caso
de las quemaduras), hemorragias, etc. Por último, una
hemodilución, tal y como sucede tras la administración
exagerada de soluciones cristaloides en el período postoperatorio inmediato, puede ser asimismo causa desencadenante de una hipoalbuminemia.
.
La albúmina no sólo es un indicador de la depleción
proteica visceral, sino un indicador pronóstico cuya
exactitud se sitúa entre el 70 y el 80 % 18 • 24128 • Las cifras
REVISTA DE MEDICINA DE LA UNIVERSIDAD DE NAVARRA
21
normales en sangre se sitúan entre 3 ,4 y 3, 5 g/ l 00 ml
considerándose como índices de depleción proteica visceral aquellas cifras situadas por debajo de dichos niveles.
Como inconvenientes presenta su falta de sensibilidad en las fases iniciales a la desnutrición y los cambios de concentración relativos al stress o a la hemodilución.
2. Transferrina. Es una beta-globulina de una vida
media situada entre 7 y 8 dias cuya función primordial
estriba en el transporte de hierro. Dada su corta vida
media comparada con la albúmina, seria lógico pensar
que dicha proteína es más sensible a los cambios del
estado nutricional. Sin embargo nosotros no hemos
encontrado dicha correlación salvo en casos extremos
de desnutrición tipo Kwashioskor. Por otra parte, el déficit de hierro lleva consigo un aumento en las cifras de
transferrina en sangre, por lo que constituye un factor
de error importante 13 • Las cifras normales de transferrina se sitúan entre 250 y 300 mg por cada 100 ml,
considerándose los valores por debajo de 200, como
indicadores de depleción proteica visceral.
La transferrina actúa como una proteína reactante
de fase aguda de carácter negativo, como demostró
Dominioni 6 en enfermos sometidos a cirugía gástrica y
como hemos podido comprobar nosotros en enfermos
sometidos a cirugía abdominal y cardiaca. Esta característica fisiológica implica una mayor disminución
plasmática como consecuencia del stress en aquellos
enfermos en buen estado nutricional comparativamente
con aquellos que presentan desnutrición calórica previa
al acto quirúrgico.
3. Prealbúmina 25 • La prealbúmina transportadora
de tiroxina es una proteína de una vida media de 2 días.
Se ha demostrado su sensibilidad y especificidad en la
detección de estados de desnutrición calórico-proteica,
así como su pronta normalización tras la reposición con
alimentación parenteral.
Su comportamiento frente al stress es inverso a la de
la mayor parte de las proteínas reactantes de fase aguda, es decir, se produce un rápido descenso en sus niv_eles plasmáticos, que será tanto más acusado cuanto
mejor sea el estado nutricional del sujeto. Las cifras
normales en plasma oscilan entre 15 y 30 mg por cada
100 ml.
4. Proteína ligada a retinol 25 • La estructura tetramérica de la prealbúmina se satura mayormente con la
llamada proteína ligada a retinol, de formal tal, que la
función fisiológica parece estar más encauzada hacia el
transporte de la vitamina A, que al transporte de las
hormonas tiroideas. La proteína ligada a retinol tiene
una vida media de 10 horas y es metabolizada a nivel
renal. Su sensibilidad a los cambios de estado nutricional sería teóricamente muy similar a la de la prealbúmina . Sin embargo, su enorme variabilidad en las enfermedades orgánicas, especialmente en las renales, así
como la dispersión de valores encontrados en los estudios clínicos, hacen poner en entredicho su eficacia
como parámetro nutricional. Dichos valores normales
oscilan entre 2,6 y 7,6 mg/100 ml.
5. Otras proteínas . Dentro de las proteínas reactantes de fase aguda positivas, la ceruloplasmina, la alfa-1glicoproteína y la alfa-1-antitripsina, el fibrinógeno yel
factor C3 han demostrado tener una relación con el
estado nutricional del sujeto en el sentido de una menor
intensidad de la respuesta aguda en los sujetos desnutridos hecho inverso al que sucedía con la trasferrina y con la prealbúmina 16 25 • No obstante su valor
como parámetro nutricional está hoy en dia sujeto .a
estudio.
22
REVISTA DE MEDICINA DE LA UNIVERSIDAD DE NAVARRA
Parámetros inmunológicos
Durante los últimos años ha venido cobrando una
especial importancia la medición de los parámetros
inmunológicos, no sólo como reflejo indirecto del estado
de repleción de proteína visceral sino como valores pronósticos .
Dado que su descripción in extenso constituye un
tema especializado procederemos a enumerar los más
difundidos de dichos parámetros.
l. Recuento total de linfocitos . Su contaje se puede
efectuar a partir de la fórmula leucocitaria mediante un
sencillo cálculo porcentual. Si bien es dificil establecer
el límite de la desnutrición a partir del número de linfocitos, se acepta que una cifra por debajo de 1.200/cc es
indicativa de depleción calórico-proteica 1• En cuanto a
las subpoblaciones linfocitarias todavía no existen estudios concluyentes que demuestren una alteración de las
mismas en estados de desnutrición.
2. Inmunidad celular "in vivo". La práctica de
los tests cutáneos de sensibilidad retardada pretende
poner en evidencia la reactividad del paciente frente a
diversos antígenos. Habitualmente se utilizan extractos
de cándida, trichophyton , estreptoquinasa-estreptodornasa y la proteína purificada derivada, así como el
antígeno de la parotiditis.
La reactividad se pone de manifiesto mediante un
eritema e induración, tras la administración intradérmica de los distintos antígenos. Se considera una respuesta positiva cuando dicha lesión es igual o superior a
5 mm de induración a las 24 ó 72 horas, leidas en la
cara anterior del antebrazo del paciente . Se considera
asimismo positivo un eritema de más de 1O mm sin
induración.
Un sujeto con dos o más respuestas positivas de los 5
antígenos inyectados se considera normal o normoérgico. Cuando la reacción se presenta frente a un solo antígeno se considera relativamente anérgico, mientras que
la ausencia de respuesta se considera anergia absoluta.
Los estados de anergia han demostrado una buena
correlación con las situaciones de depleción calóricoproteica evidenciándose asimismo una recuperación de
la reactividad tras la administración de un soporte
nutricional en forma de alimentación parenteral 8 • 14 • 15•
17
• Como inconvenientes comunes a todas las pruebas
inmunológicas hay que destacar los múltiples errores
técnicos y de interpretación de los resultados, así eomo
la influencia de otros factores en el estado inmunitario,
como son cirugía, radioterapia, citostáticos, enfermedades intercurrentes, etc.
3. Inmunidad celular "in vitro ". Se han ensayado
asimismo pruebas de funcionalismo linfocitario como el
test de transformación linfoblástica frente a la Fitohemaglutinina 4 • 26 , así como la quimiotaxis neutrófila 7 y
fagocitosis 2 1• 23 , 29 • 30 • En todas ellas se ha demostrado
una buena correlación con el estado nutricional.
4. Otros parámetros. Otros parámetros comprenden,
por último, la cuantificación de inmunoglobulinas (de
escaso valor en nuestra casuística) 5 y del factor C3 25 •
Otras técnicas para la estimación de la
composición corporal
En el año 1979, Shyzgal 31 puso en práctica la determinación de la masa corporal magra a partir del K40
intercambiable. Dicha técnica presenta serios problemas derivados de las imprecisiones consecutivas a la
determinación del agua extracelular a partir del Na 22 y ·
90
de la masa hídrica total a partir del agua tritiada,
ambas dos necesarias para estimar la masa corporal
magra. Su elevado costo así como las dificultades en la
interpretación de los datos hace que dicha técnica quede relegada a muy pocos centros.
Hill y cols. publicaron en 1978 12 los resultados de la
medición mediante bombardeo de neutrones del contenido nitrogenado total del organismo, así como diferentes minerales como calcio, fosfato, cloro, sodio y potasio.
Recientemente se han puesto en práctica métodos de
estimación a la grasa corporal a partir de la densitometría, ultrasonidos y dilución de isótopos con bastantes
buenos resultados 12 •
Indices pronósticos
La combinación de diversos parámetros antropométricos, bioquímicos e inmunológicos ha permitido a
diversos autores elaborar índices pronósticos que permiten predecir con una aproximación variable la evolución del enfermo.
Mullen en 1979 19 elaboró la siguiente fórmula para
predecir la mortalidad y morbilidad quirúrgicas:
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Indice= 158 - 16,6 X Alb(mg/dl)- 0,78 X TF(mg/dl)0,20 X TSF(mm) - 0,58 X DH.
Donde Alb es la albúmina, TSF es el pliegue tricipital,
TF es transferrina y DH es el test cutáneo de sensibilidad retardada, expresándose este último de la siguiente
forma: O = anérgico, 1 / 5 mm y 2 / 5 mm.
Se considera paciente de alto riesgo cuando el PNI es
mayor al 50 %, riesgo intermedio, cuando éste se sitúa
entre el 40 y el 49 % y de bajo riesgo por debajo del
40 %.
El índice pronóstico de Mullen presenta el inconveniente de jugar con varios factores de error, sobre todo
concernientes a las pruebas cutáneas y a la medición
del pliegue tricipital, si bien en la casuística personal de
dicho autor los resultados han sido bastante satisfactorios.
En resumen, se puede decir que no existen parámetros realmente fidedignos de por sí solos para valorar el
estado nutricional de un enfermo. En nuestra experiencia personal la anamnesis, la pérdida de peso con respecto al peso usual y la determinación de la albúmina sérica
han demostrado una aproximación satisfactoria del estado nutricional del enfermo, así como una buena correla- ,
ción con la evolución clínica del mismo. Si bien las
determinaciones de los pliegues cutáneos necesitan de
una amplia experiencia cotejada con unas tablas de
población normal, creemos que dichas mediciones
deben ser efectuadas por un mismo equipo y que previsiblemente puedan aportar datos de un gran interés
desde el punto de vista de la valoración y del pronóstico.
De Oca J, Sánchez L, Fakih A, Muñoz M, Voltas J y Liso P.
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COLECCION CIENCIAS MEDICAS
CIENCIAS MEDICAS DE BOLSILLO
ALERG IA A MEDICAMENTOS (2.ªedición)
FARMACOTERAPIA PSIQUIATR ICA (2. ª ed.).
A.Oehling
1982. ISBN 84-313-0702-1..
525 ptas.
Otto Benkert y Hanns Hippius
1982. ISBN84-313-0730-7.
650 ptas.
ELEMENTOS DE HIGIENE HOSPITALARIA Y
TECNICAS DE AISLAMIENTO EN EL
HOSPITAL (3. ª edición)
112 págs.
_UNIDAD CORONARIA (2.ª edición)
F. Malpartida y E. Alegría
1981 . ISBN 84-313-0590-8.
252 págs .
EPILEPSIA : DIAGNOSTICO Y
TRATAMIENTO EN LA PRACTICA DIARIA
436 págs.
F. Tanner, J. J. Haxhe, M. Zumofen, G. Ducel
1982. ISBN 84-313-0628-9.
224 págs.
1.350 ptas.
550 ptas .
TRATAMIENTO DE LA ENFERMEDAD
CORONARIA (2.ª edición)
(2.ª edición)
Francisco Abad
1981 . ISBN84-313-0701-3.
178 págs.
750 ptas.
HEMOTERAPIA.
NOCIONES FUNDAMENTALES
Antonio Medarde
1977. ISBN 84-313-0479-0.
140 págs .
200 págs.
200 págs.
500 ptas.
MANUALDEFARMACOTERA~A
CARDIOVASCULAR (2.ª edición)
400 ptas.
LA ACUPUNTURA EN EL TRATAMIENTO DEL
DOLOR
Luis M. •Gonzalo
1979. ISBN 84-313-0594-0.
Varios
1980. ISBN84-313-0537-1 .
600 ptas .
FISIOTERAPIA RESPIRATOR IA (3. ªedición)
(Guía del Hospital Brompton)
D. V. Gaskell y B. A. Webber
(En prensa)
Eduardo Alegría
1978. ISBN84-313-0478-2.
232 págs.
600 ptas.
NOTAS DE VIROLOGIA MEDICA
Morag C. Timbury
1981 . ISBN 84-313-0700-5.
236 págs.
950 ptas.
INTRODUCCION A LA
ELECTROENCEFALOGRAFIA Y
NEUROFISIOLOGIA CLINICA
Francisco Abad Alegría
1978. ISBN 84-313-0521-5.
168 págs.
600 ptas.
INTRODUCCION A LA ESTADISTICA
MEDICA
MANUAL DE FARMACOTERAPIA ANTIALG ICA
R. F. Mould (Trad. de E. Alegría)
1978. ISBN84-313-0547-9.
208 págs.
Jesús Flórez Beledo
(En prensa).
1
(2.ª edición)
600 ptas.
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EDICIONES UNIVERSIDAD DE NAVARRA, S.A.
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BARMAIN - PAMPLONA· ESPAfilA
24
REVISTA DE MED ICINA DE LA UNIVERSIDAD DE NAVARRA
92
Indicaciones:
Tratamiento y profilaxis de la enfermedad
troboembólica y de todos los procesos patológicos asociados con hiperactividad de las
plaquetas.
Tratamiento y profilaxis de los trastornos
vasculocerebrales isquémicos y de sus
recidi vas .
Tratamiento y profilaxis de las vasculopatías periféricas.
Prevención de las h·ombosis venosas profundas y de los accidentes trombóticos en
el postoperatorio de la cirugía vascular periférica y de la cirügía traumatológica.
Situaciones de riesgo trombótico.
Complemento de la terapia anticoagulante
en pacientes mal descoagulados.
Hipercoagulabilidad .
El ranscurrir
del tiempo
pue e
interrumpirse ...
Composición:
300 mg de triflusal jDCIJ por cápsula.
Posología:
1-3 cápsulas diarias, durante o al final de las
comidas.
Dosis preventiva:
1 cápsula diarie o cado dos días.
Dosis de mantenimiento:
2 cápsulas diarias .
Dosis en situaciones de alto riesgo:
3 cápsulas diarias.
Presentaciones:
Disgren 50 cápsulas ¡P.V.P. 4.628,- pts.j
Disgren 30 cápsulas jP.V.P. 2.782,- pts.J
Disgren Envase Clínico 500 cápsulas.
Interacciones:
Potencia a los anticoagulantes, AAS y sulfonilureas . Asociado al dipiridamol se potencia la acción de ambos fármacos.
Contraindicaciones:
Deberá administrarse con precaución en la
úlcera péptica y en pacientes con sensibilidad a los salicilatos.
No está demostrada su inocuidad en el
embarazo.
Efectos secundarios:
En raros casos molestias gástricas que se evitan administrando el medicamento con las
com idas y que ceden con antiácidos.
Intoxicación:
No se han descrito fenómenos tóxicos incluso a dosificaciones de 1.800 mg diarios. En
caso de intoxicación accidental los síntomas
son: excitación o depresión del SNC, alteraciones circulatorias y respiratorias y del
equi librio electrolítico, hemorragias digestivas y diarreas. Tratamie1\to con carbón activo, eliminación del fármaco jvómito, aspiración, lavado). prestando atención al
equilibrio electrolítico e instaurando tratamiento sintomático.
~ J.
URJACH & Cía., S.A.
Antiagregante
plaquetario y
Antitrombótico
específico
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