Volumen 2 - Número 2 • Febrero de 2013 ISSN 2027-6427 Sinopsis analítica de la literatura mundial: Obstetricia / Endocrinología y Endoscopia Ginecológica / Piso Pélvico / Anticoncepción • ANTICONcepción hormonal y metabolismo óseo: revisión sistemática • Factores de riesgo para rupturas recurrentes de esfínter anal: estudio de cohorte • Expresión del FOS endotelial y preeclampsia /Editorial /Actualidad Etinilestradiol y valerato de estradiol (en combinación) Consideraciones para nuevos anticonceptivos orales Beneficios en dismenorrea con la combinación anticonceptiva acetato de clormadinona 2 mg/etinilestradiol 30 µg: revisión de la evidencia Aspectos de seguridad con agentes antiandrogénicos en pacientes con síndrome de ovario poliquístico • Investigadores evalúan las conexiones estructurales entre los ligamentos cardinales y uterosacros: en 3D • Fortalecimiento de los músculos pélvicos después del parto • Tendencias en el uso de mallas quirúrgicas para prolapso de órgano pélvico desde el año 2000 al 2010 • Amnioinfusión trasabdominal para el manejo de la ruptura prematura de membranas pretérmino: revisión sistemática y metaanálisis de estudios aleatorizados y observacionales • ¿El síndrome de ovario poliquístico es otro factor de riesgo para tromboembolismo venoso? Datos de los Estados Unidos 2003-2008 • Evaluación y tratamiento de la paciente con aborto recurrente: opinión de comité • Relevancia clínica de la deficiencia de la fase lútea: opinión de comité AvListas I ECs de rneales P o ESresetñearnaci 10 in Editorial AGRADECEMOS CONTENIDO a la comunidad médica de la ginecología y la obstetricia la gran acogida que ha tenido la revista Gynecology Update en toda la región. ACTUALIDAD A partir de esta experiencia, que ya cumple un año y que propende por la actualización permanente de los especialistas, decidimos aumentar el número de páginas de cada edición, así como del espacio asignado a las reseñas literarias de la especialidad. El hiperandrogenismo ocupa una posición relevante en este número. Y contamos con un análisis de los anticonceptivos orales (AO) con base en la evidencia científica. Clásicamente, han sido diseñados para administración con dosis fijas, de esquemas monofásicos, siendo el etinilestradiol (EE) el compañero ideal de las progestinas. Pero aparecen en el escenario opciones terapéuticas, como nuevas formulaciones de estrógenos. Beneficios en dismenorrea 10 Aspectos de seguridad con agentes antiandrogénicos en pacientes con síndrome de ovario poliquístico Adicionalmente, se revisa el tema de la dismenorrea primaria y los datos positivos obtenidos con el acetato de clormadinona en varios escenarios clínicos, comprendiendo nuevas usuarias de anticonceptivos orales, “starters”, y usuarias que han empleado otros anticonceptivos orales, “switchers”. PANORAMA Sus aportes, comentarios, retroalimentación y propuestas para cada edición cobran gran trascendencia, ratificando el compromiso de la revista de ofrecer temáticas pertinentes y ajustadas a los intereses de la comunidad clínica latinoamericana. Por favor, no dude en contactarnos a través del correo electrónico [email protected], en donde recibiremos y daremos trámite a todas sus comunicaciones. Esta publicación, cuyo contenido está soportado en revisión y ® 2012 para Legislación Económica S.A. Legis S.A. Queda prohibida su reproducción parcial o total, en español, en inglés o en cualquier otro idioma, sin la autorización expresa de Legislación Económica S.A. Legis S.A (Avda. calle 26 No. 82-70, Bogotá, D.C., Colombia). Los conceptos que se divulgan en cada uno de los artículos son responsabilidad de los autores y no comprometen la opinión del laboratorio auspiciante. Copyright®2012. 6 con la combinación anticonceptiva acetato de clormadinona 2 mg/ etinilestradiol 30 µg: revisión de la evidencia En segundo lugar, se revisan aspectos de seguridad respecto de los efectos del tratamiento con antiandrógenos en el síndrome de ovario poliquístico (SOP), entidad de incidencia creciente. Este tema cobra vital importancia a nivel local, dada la amplia utilización de este tipo de agentes en indicaciones no aprobadas como anticoncepción. De esta manera, se anima a plantear estrategias en las que se evalúen los beneficios en términos del control del hiperandrogenismo vs. los posibles riesgos secundarios a los efectos deletéreos de estas terapias en el contexto de una paciente con SOP, que, a nivel basal, ya presenta incremento del riesgo cardiovascular. Reedición del Volumen 1 No. 2 • Julio de 2011 Etinilestradiol y valerato de estradiol (en combinación) Consideraciones para nuevos anticonceptivos orales En esta nueva versión de la edición 1-2 encontrará una completa y exhaustiva sinopsis de los artículos más comentados y discutidos actualmente por expertos mundiales en el área. Estos textos han sido publicados en revistas de gran reconocimiento e impacto y comprenden ejes temáticos como obstetricia, endocrinología, endoscopia ginecológica, cirugía ginecobstétrica, piso pélvico y anticoncepción. Volumen 2 / Número 2 / Febrero de 2013 4 12 Sinopsis analítica a 22 de la literatura mundial Gynecology Update ISSN: 2027-6427 Producción editorial: LEGIS - Comité editorial Gynecology Update www.segmente.com Teléfonos: (571) 4255255 exts.: 1314, 1393, 1516 Av. calle 26 N° 82-70 Bogotá, D.C. - Colombia Diseño, diagramación e impresión: LEGIS S.A. Apreciado doctor: sus sugerencias son muy valiosas para nosotros. Por favor, envíenos sus comentarios e inquietudes a nuestro correo electrónico [email protected] V2 - Año 1 • Agosto de 2008 • 3 / ACTUALIDAD Etinilestradiol y valerato de estradiol (en combinación) Consideraciones para nuevos anticonceptivos orales Comité editorial Gynecology Update Colombia Clásicamente, foto: ©2013 Thinkstock photos los anticonceptivos orales (AO) han sido diseñados para administración con dosis fijas, de esquemas monofásicos, siendo el etinilestradiol (EE) el compañero ideal de las progestinas. No obstante, aparecen en el escenario opciones terapéuticas, como nuevas formulaciones de estrógenos, por lo que se precisa analizar varios aspectos de manera crítica y con base en la evidencia científica. Adherencia y esquemas monofásico y cuadrifásico Tomar la píldora como se indica normalmente representa un desafío importante para la mayoría de las mujeres, y, de hecho, los esquemas dinámicos (como el cuadrifásico de 28 días) crean algunos retos adicionales para lograr la adherencia esperada. En estos últimos, las instrucciones para sortear los “olvidos de dosis” son más complejas que la recomendación estándar de los esquemas convencionales: “Tome la píldora olvidada tan pronto como pueda, y, si usted ha dejado de tomar más de dos, utilice un método adicional”. Probablemente, este tipo Tabla 1. Diferencias en términos de contenido hormonal entre dos esquemas de AO mono y cuadrifásico1-3 Valerato de estradiol/dienogest (VE/DNG): esquema cuadrifásico Etinilestradiol/dienogest (EE/DNG): esquema monofásico 2 días VE 3 mg 5 días VE 2 mg/DNG 2 mg 21 días EE 30 µg/DNG 2 mg 17 días VE 2 mg/DNG 3 mg 2 días VE 1 mg 2 días placebo 4 Gynecology Update 7 días placebo de regímenes dinámicos no sean la mejor opción para la usuaria de AO de primera vez.1 En la tabla 1 se indica un ejemplo sobre las diferencias de los esquemas mono y cuadrifásicos en términos de contenido hormonal por píldora durante un ciclo. Etinilestradiol versus valerato de estradiol Aunque el valerato de estradiol (VE) presenta menores efectos metabólicos que el etinilestradiol (EE), el nivel actual de evidencia, a partir de estudios surrogados y clínicos de la combinación VE/DNG, no sustenta ningún argumento de superioridad en términos de seguridad sobre los AO existentes.1 De hecho, el estradiol no conduce a menor riesgo de interacciones farmacodinámicas que el EE.4 Así, las contraindicaciones y las precauciones actuales sobre la prescripción 2 días 2 días 2 días 5 días 7 días Valerato de estradiol Etinilestradiol 21 días 17 días de los AO permanecen vigentes para esta nueva formulación (VE/DNG). Se precisará de estudios epidemiológicos para contar con evaluaciones adicionales de seguridad al respecto.1 Eficacia en términos de sangrado En el estudio de Ahrendt y colaboradores,5 que comparó un esquema tradicional como EE 20 µg/levonorgestrel 0,10 mg versus uno más reciente constituido por VE/DNG (cuadrifásico), el sangrado intracíclico (sangrado no programado) ocurrió en el 12 y 14% respectivamente, siendo mayor en el combinado de VE, aun cuando la diferencia no fue estadísticamente significativa. Las reacciones adversas al medicamento ocurrieron en un 10 y 8,5% de mujeres asignadas al esquema combinado de VE y tradicional, respectivamente. Además, el 79,4% de mujeres reportaron estar satisfechas con el esquema VE/DNG versus el 79,9% con el esquema basado en EE. De esta forma, los investigadores concluyen que el AO cuadrifásico se asocia con un aceptable perfil de sangrado que es comparable con el de AO que contiene EE.5 Por esto, algunos autores postulan que este tipo de nuevas fórmulas no ofrece una ventaja terapéutica, pues no Los esquemas dinámicos, como el cuadrifásico de 28 días, crean algunos retos adicionales para lograr la adherencia esperada. existe evidencia firme de que el régimen cuadrifásico del combinado de VE sea más efectivo que AO convencionales, como la combinación tradicional con EE.4 De hecho, los efectos adversos de este tipo de formulación no están adecuadamente documentados, especialmente con respecto a aquellos infrecuentes pero serios, a pesar de su naturaleza aparentemente más fisiológica.4 En conclusión •Los esquemas dinámicos (por ejemplo, cuadrifásicos) pueden representar desafíos adicionales en términos de adherencia para la usuaria, sobre todo, para aquella que no ha utilizado AO previamente. • El VE en combinación no ofrece un patrón de sangrado superior frente a la combinación de EE. • No existen argumentos de superioridad en términos de seguridad entre el valerato de estradiol y el etinilestradiol. • Estudios clínicos no han demostrado que nuevos esquemas como el VE/DNG cuadrifásico presenten ventajas terapéuticas con respecto a esquemas convencionales. Referencias 1. Jensen JT. Evaluation of a new estradiol oral contraceptive: estradiol valerate and dienogest. Expert Opin Pharmacother 2010;11(7):1147-57. 2. Hugon-Rodin J, Chabbert-Buffet N, Bouchard P. The future of women’s contraception: stakes and modalities. Ann N Y Acad Sci 2010;1205:230-9. 3. Pérez-Campos EF. Ethinylestradiol/dienogest in oral contraception. Drugs 2010;70(6):681-9. 4. Estradiol + dienogest. Oral contraception: estradiol does not provide a therapeutic advantage. Prescrire Int 2010;19(106):65-7. 5. Ahrendt HJ, Makalová D, Parke S, Mellinger U, Mansour D. Bleeding pattern and cycle control with an estradiol-based oral contraceptive: a seven-cycle, randomized comparative trial of estradiol valerate/dienogest and ethinyl estradiol/levonorgestrel. Contraception 2009;80(5):436-44. Febrero 2013 5 / ACTUALIDAD Beneficios en dismenorrea con la combinación anticonceptiva acetato de clormadinona 2 mg/etinilestradiol 30 µg Revisión de la evidencia La dismenorrea, entendida como un dolor sordo, punzante, que usualmente se presenta en la zona baja del abdomen o pelvis, intrínseco a la menstruación,1 parece ser la causa más prevalente de dolor entre todos los dolores pélvicos crónicos en mujeres en edad reproductiva.2 Aunque una gran proporción de mujeres experimentan disconfort o dolor leve durante la menstruación, la dismenorrea se diagnostica cuando el dolor es tan severo que interfiere con las actividades cotidianas o precisa de atención médica.2 La denominada dismenorrea primaria ocurre en ausencia de causas subyacentes.1 Un antecedente de menstruación dolorosa es el mejor indicador diagnóstico de este tipo de dismenorrea, aunque no es conclusivo.1 Las características de esta entidad, utilizadas para el diagnóstico diferencial, comprenden:1 • Inicio corto tiempo después de la menarquia. • Dolor transitorio (1-3 días) que coincide con la menstruación. • Ausencia de otros síntomas ginecológicos. • Buena respuesta a anticonceptivos orales y AINE. • Examen pélvico normal. • Los antecedentes sexuales, ginecológicos y el tipo de anticonceptivo usado por la paciente también debe considerarse durante el diagnóstico. 6 Gynecology Update La dismenorrea conduce a altas tasas de ausentismo escolar y laboral, actividades no participativas y reducción en la calidad de vida. Los datos de prevalencia varían con la serie evaluada, sin embargo, se ha reportado que la dismenorrea primaria se presenta en el 43 al 91% de menores de 20 años, y a menudo el grado de severidad aumenta con una menarquia temprana.1 Las vías fisiopatológicas de la dismenorrea incluyen un descenso premenstrual inicial en los niveles de progesterona, dando paso a liberación de fosfolípidos (principalmente ácidos grasos omega 6) a partir de membranas celulares que son convertidos a ácido araquidónico por la fosfolipasa A 2, el cual es convertido luego a prostaglandina F2 alfa, que estimula la contractilidad uterina generando el dolor y el disconfort característicos de la entidad.1 El óxido nítrico también ha sido asociado con la patogénesis de la enfermedad, mientras que el uso de alcohol, tabaquismo, depresión y estrés son factores que se han asociado positivamente con ella. Las dietas ricas en ácidos grasos omega en la alimentación occidental, una menarquia temprana y la obesidad creciente en la población juvenil parecen influenciar el incremento en la incidencia de dismenorrea primaria.1 Igualmente, se han descrito factores de riesgo como ciclos y duración del ciclo prologandos, flujo menstrual irregular o abundante, esterilización o antecedente de asalto sexual.2 La dismenorrea conduce a altas tasas de ausentismo escolar y laboral, actividades no participativas y reducción en la calidad de vida.1 Tratamiento hormonal Los anticonceptivos orales combinados se emplean ampliamente para el manejo de la dismenorrea, siendo especialmente útiles en adolescentes por su seguridad en este grupo etario, por sus beneficios adicionales (como mejoría del acné) y por la prevención de embarazos no deseados. La prevención o mejoría del cuadro obedece a la limitación del crecimiento endometrial y a la reducción de la cantidad de tejido disponible para la producción de prostaglandinas y leucotrienos, e, indirectamente, por la inhibición de la ovulación y la posterior secreción de progesterona. Así mismo, se han descrito reducciones de la presión intrauterina.3 Acetato de clormadinona 2 mg/etinilestradiol 30 µg: evidencia clínica En el estudio de vigilancia posmarketing liderado por Schramm y colaboradores,4 se incluyeron 2.620 mujeres con un seguimiento a 12 meses. Mil doscientas sesenta y seis pacientes presentaron dismenorrea Eficacia en nuevas usuarias, “starters”, y en usuarias que han usado otros anticonceptivos orales, “switchers” Figura 1. Comportamiento de la dismenorrea después de 12 ciclos con acetato de clormadinona 2 mg/etinilestradiol 30 µg Porcentaje de mujeres que utilizaron acetato de clormadinona 2 mg/ etinilestradiol 30 µg (%) 80 70 66 60 50 40 30 16,7 13 20 10 0,7 0 Sin dismenorrea Se redujo en los dos últimos ciclos antes del uso de la combinación acetato de clormadinona 2 mg/etinilestradiol 30 µg. Al final del estudio, el 66% de este grupo de mujeres reportaron ausencia de los síntomas. Adicionalmente, el dolor por dismenorrea se redujo en un 13%.4 Así, el 79% de mujeres presentó una franca mejora del cuadro clínico (figura 1). En el denominado estudio trinacional,5 se evaluó de manera prospectiva la eficacia, la incidencia y la severidad Sin cambios Se incrementó de las reacciones adversas del acetato de clormadinona 2 mg/etinilestradiol 30 µg durante 13 ciclos de tratamiento, en la práctica clínica. Participaron 4.000 mujeres. Al final del estudio, el porcentaje de usuarias con dismenorrea disminuyó a la cuarta parte frente al valor basal. Así mismo, se evidenciaron reducciones en la severidad de la dismenorrea, en el número de pacientes que requirió analgésicos y en la cantidad de pacientes con ausentismo laboral o académico secundario a la dismenorrea (figura 2). Figura 2. Reducción en las tasas de dismenorrea y ausentismo con el uso de acetato de clormadinona 2 mg/etinilestradiol 30 µg DOLOR AUSENTISMO (%) 100 Porcentaje de mujeres 90 80 Dismenorrea moderada Dismenorrea que requiere analgésicos Dismenorrea severa Ausentismo escolar o laboral 70 60 50 40 40,5% 74,4% 30 20 10 23,3% Basal n = 3,771 Ciclo 13 n = 3,237 0 25,6% En un estudio observacional, se evaluó una cohorte de mujeres que cambiaban su anticonceptivo previo a acetato de clormadinona 2 mg/ 3,3% 2,3% Basal n = 2,333 En el grupo “switchers”, el 44,8%, 19,2% y 10,3% de participantes habían tomado previamente un anticonceptivo oral con progestágeno de segunda generación, de tercera generación o dienogest, respectivamente. El 78,6% del total de usuarias padecían de dolor menstrual durante los tres meses previos al inicio del estudio. La mejoría en términos de dismenorrea, uso de analgésicos y ausentismo (laboral o escolar) por dismenorrea fue franca. El número de pacientes con dismenorrea se redujo en un 50,4%. El porcentaje de pacientes que empleaba analgésicos se redujo del 57,3% al 14,5%, mientras que, para el caso del porcentaje de mujeres que referían ausentismo, disminuyó del 29% al 2,3%. Los análisis separados para usuarias “starters” y “switchers” fueron homogéneos en términos de impacto positivo sobre las variables de estudio (figura 3 y 4). Usuarias que cambiaron a clormadinona “switchers” 43,0% 26,4% En el denominado estudio BEDY, se reclutaron 4.842 mujeres y se siguieron mediante una metodología observacional no intervencionista, reflejando la práctica clínica diaria (estudio fase IV) tras la administración de acetato de clormadinona 2 mg/etinilestradiol 30 µg.6 La muestra comprendió nuevas usuarias, “starters” (que nunca habían recibido anticonceptivos orales antes, o que los habían usado hacía más de tres meses), en un 64,6%; mientras que el 25,9% correspondía a mujeres que cambiaban de anticonceptivo, “switchers”; y no se encontró información al respecto para el 9,5% restante. Ciclo 13 n = 486 Febrero 2013 7 / ACTUALIDAD Figura 5. Porcentaje de pacientes con dismenorrea tras cuatro ciclos de tratamiento con acetato de clormadinona 2 mg/etinilestradiol 30 µg Figura 3. Impacto positivo sobre la dismenorrea en usuarias “starters” Porcentaje de mujeres 60 Antes de Belara® n = 1.531 Después de Belara® n = 781 n = 779 51,0% 50,9% 50 40 n = 489 n = 495 31,9% 32,3% Mujeres con dismenorrea frecuente (%) 30 20 n = 144 n = 36 9,4% 10 n = 221 14,4% n = 109 n=8 7,1% 2,4% 0 Ausencia 0,5% Muy leve Leve Moderada Severa Dismenorrea (%) 100 80 100% 60 -95% 40 20 Figura 4. Impacto positivo sobre la dismenorrea en pacientes “switchers” 5,4% 0 Antes n = 1.939 Después n = 1104 Con el ACO previo (%) Porcentaje de mujeres 60 Después del cambio a Belara® n = 446 n = 224 48,7% 40 30 n = 79 n = 54 20 n = 122 n = 129 27,4% 28,9% 17,7% n = 41 n = 21 12,1% 10 9,2% 4,7% n=5 1,1% 0 Ausencia Muy leve etinilestradiol 30 µg (n = 16.781).7 Se evidenció que 4.230 pacientes reportaron dismenorrea ocasional con el anticonceptivo previo y 1.939 pacientes, dismenorrea frecuente. De hecho, en el 11% de las pacientes la dismenorrea fue el motivo del cambio de terapia. En el subgrupo de pacientes con antecedente de dismenorrea frecuente, el cambio al nuevo régimen se asoció con una reducción amplia en la tasa de dismenorrea (figura 5). Debido a que es improbable que existiera una reducción adicional en el engrosamiento endometrial, se ha postulado que el componente de acetato de clormadinona sea el responsable de los resultados obtenidos en este ensayo. Al parecer, este progestágeno se une a los receptores glucorticoides, bloqueando la fosfolipasa A2,8 lo que permitiría explicar los beneficios superiores ante terapias previas con otros anticonceptivos. 8 Gynecology Update Leve Moderada Severa Metaanálisis Eficacia comparativa En el estudio de Sabatini y colaboradores, se evaluaron 156 adolescentes sexualmente activas con el objetivo de estudiar los beneficios no contraceptivos de acetato de clormadinona 2 mg/etinilestradiol 30 µg frente a drosperinona 3 mg/etinilestradiol 30 µg durante seis meses.9 En la línea de base, el 64% de pacien- En un metaanálisis que valoró la eficacia anticonceptiva de acetato de clormadinona 2 mg/etinilestradiol 30 µg y su impacto sobre la dismenorrea y el acné, se logró realizar un análisis por subgrupos de edad, en donde se evidenció que tanto en menores como en mayores de 18 años la terapia basada en este anticonceptivo brinda reducciones Figura 6. Reducción del porcentaje de pacientes con dismenorrea en los dos grupos de estudio (%) Usuarias del ACO dismenorrea (%) Dismenorrea tes padecía de dismenorrea, lo cual se redujo de manera similar en los dos grupos de manejo para el ciclo 3; mientras que con el grupo de acetato de clormadinona se evidenció una reducción adicional y significativa (p < 0,01) desde este punto hasta el final del estudio (figura 6). n = 217 50,2% 50 Acetato de clormadinona Drosperinona 100 *p < 0,01 80 60 40 20 0 Basal Ciclo 3 Ciclo 6 Figura 7. Eficacia de acetato de clormadinona 2 mg/etinilestradiol 30 µg sobre la reducción de la dismenorrea en usuarias menores y mayores de 18 años de edad Conclusiones No Adolescentes < 18 años Sí Mujeres adultas > 18 años 100 90 80 37,5% 70 56,3% 74,4% 60 50 82,0% 40 30 20 62,5% 43,7% -25,7% Porcentaje de mujeres • La dismenorrea es una entidad de alta prevalencia que supone un desafío clínico constante en términos de diagnóstico y tratamiento. • Aunque los anticonceptivos orales en general se relacionan con mejoría clínica de la dismenorrea primaria, el basado en acetato de clormadinona 2 mg/etinilestradiol 30 µg presenta beneficios clínicos puntuales: – Eficacia anticonceptiva comprobada. – Mejoría de variables no anticonceptivas. – Amplia documentación de eficacia en el manejo de dismenorrea primaria en varios escenarios clínicos: Usuarias “starters”. Usuarias “switchers”. Superioridad frente a otras combinaciones anticonceptivas (p. ej.: drosperidona/etinilestradiol). Efecto positivo independiente de la edad (mayores y menores de 18 años). Reducción documentada de variables secundarias a la dismenorrea, como tasas de ausentismo escolar y laboral. Amplio perfil de seguridad. • En contraste con otros progestágenos, derivados de la 19-nortestosterona, el acetato de clormadinona es un derivado natural de la progesterona con propiedades particulares que le otorgan un perfil clínico bien diferenciado con ventajas importantes para el control de la dismenorrea. El agonismo específico sobre receptores glucocorticoides que confiere un bloqueo parcial de la fosfolipasa A2 puede ser uno de los factores que expliquen la superioridad de este agente, evidenciada de manera sistemática en varios ensayos clínicos. (%) -36,9% notorias en las tasas de dismenorrea: 36,9% y 25,7% respectivamente10 (figura 7). 25,6% 10 18,0% 0 Valoración basal Visita final n = 12.367 Basal Final n = 39.546 Abordajes no farmacológicos • La actividad física puede reducir la severidad de la dismenorrea, al incrementar el flujo sanguíneo pélvico y al estimular la liberación de betaendorfinas.3 • La dieta vegetariana baja en grasa se ha asociado con disminución en la intensidad y severidad de la dismenorrea en mujeres jóvenes.3 • El consumo dietario de omega 3 podría dar paso a la generación de prostaglandinas y leucotrienos de menor potencia, lo que se ha relacionado, en un estudio, a cuadros de menor severidad.3 Referencias 1. Zahradnik HP, Hanjalic-Beck A, Groth K. Nonsteroidal anti-inflammatory drugs and hormonal contraceptives for pain relief from dysmenorrhea: a review. Contraception 2010;81(3):185-96. 2. Liu X, Guo SW. Dysmenorrhea: risk factors in women with endometriosis. Womens Health (Lond Engl) 2008;4(4):399-411. 3. Harel Z. Dysmenorrhea in adolescents and young adults: from pathophysiology to pharmacological treatments and management strategies. Expert Opin Pharmacother 2008;9(15):2661-72. 4. Schramm G, Steffens D. A 12-month evaluation of the CMA-containing oral contraceptive Belara: efficacy, tolerability and anti-androgenic properties. Contraception 2003;67(4):305-12. 5.Belara® - International non interventional trial, Grünenthal data on file, publication in preparation. 6. Schramm GAK, Waldmann-Rex S. Effects of 2 mg Chlormadinone Acetate/0.03 mg Ethinylestradiol in Primary Dysmenorrhoea: The BEDY (Belara(R) Evaluation on Dysmenorrhea) Study - an Open Non-Comparative, Non-Interventional Observational Study with 4,842 Women. J Reproduktionsmed Endokrinol 2010; 7 (Sonderheft 1), 112-118 7. Schramm G, Heckes B. Switching hormonal contraceptives to a chlormadinone acetate-containing oral contraceptive. The Contraceptive Switch Study. Contraception 2007;76(2):84-90. 8. Zahradnik HP. Belara® - Un anticonceptivo oral confiable con beneficios adicionales para la salud y eficacia en la dismenorrea. The European Journal of Contraception and Reproductive Health Care 2005;10(Suppl 1):12-18. 9. Sabatini R, Orsini G, Cagiano R, Loverro G. Noncontraceptive benefits of two combined oral contraceptives with antiandrogenic properties among adolescents. Contraception 2007;76(5):342-7. 10.Belara® - Metaanalysis of German PMS Data, Grünenthal data on file, publication in preparation. Febrero 2013 9 / ACTUALIDAD Aspectos de seguridad con agentes antiandrogénicos en pacientes con síndrome de ovario poliquístico Figura 1. Cambios de viscosidad plasmática en las pacientes del estudio en el grupo total, subgrupo con insulino-resistencia (IR) y subgrupo sin insulino-resistencia (SIR) 1,4 1,35 Viscosidad (mm2/s) 1,3 1,25 1,2 1,15 1,1 1,05 Total, p=0,038 IR, p=NS Antes del tratamiento En la literatura existen controversias con respecto a los efectos cardiovasculares de las combinaciones estrógeno-progestágeno en el síndrome de ovario poliquístico (SOP), también denominado síndrome ovario androgénico. Algunos reportes han arrojado efectos benéficos, mientras que otros datos, incluyendo un metaanálisis, sugieren efectos negativos.1 Teniendo en cuenta que las preparaciones basadas en acetato de ciproterona son 10 Gynecology Update SIR, p=0,037 6 meses después del tratamiento utilizadas ampliamente como agentes antiandrogénicos,1 incluso en escenarios no aprobados localmente como anticoncepción,2 se hace necesario revisar su perfil de seguridad en pacientes con SOP, patología con una incidencia en franco aumento. Por este motivo, Gode y colaboradores evaluaron parámetros de riesgo en 40 pacientes con SOP que recibían etinilestradiol 35 µg/acetato de ciproterona 2 mg durante 6 meses. La edad promedio fue de 20,8 ± 4 años y el índice de masa corporal (IMC) promedio fue de 24 kg/m2.1 Se evidenció que el colesterol total, el colesterol LDL y los triglicéridos presentaron una elevación estadísticamente significativa al final del estudio con respecto a la línea de base (p < 0,05). El colesterol HDL no presentó cambios, mientras que los niveles de testosterona, testosterona libre, y el puntaje de Ferriman- Galway presentaron una mejoría significativa (p < 0,05). Para el caso del grosor de la arteria carótida íntima-media izquierda y derecha, se presentó un incremento estadísticamente significativo (p < 0,05). A nivel del metabolismo de carbohidratos no se detectaron cambios. Por otra parte, se ha reportado cómo la viscosidad plasmática (predictor independiente de riesgo cardiovascular) se encuentra incrementada en mujeres jóvenes con SOP e hiperandrogenemia, deteriorándose con la insulino-resistencia.3 Así, el grupo de trabajo de Markantes y colaboradores, en Grecia, investigaron el impacto del uso de etinilestradiol 35 µg/acetato de ciproterona 2 mg durante 6 meses en 66 pacientes jóvenes (edad promedio 20,28 ± 3,74 años) con SOP sobre la viscosidad plasmática.3 El IMC promedio fue de 23,90 ± 4,47 kg/m2. La viscosidad plasmática se incrementó significativamente con respecto al valor en la línea de base: 1,249 ± 0,049 mm2 /s vs. 1.268 ± 0.065 mm2 /s (p < 0,038). Para el subgrupo de mujeres sin insulino-resistencia, el aumento también cobró significancia estadística (p = 0,037), mientras que para el subgrupo con insulino-resistencia, si bien también se presentó tendencia incremental, no logró significancia estadística (figura 1). La prescripción de agentes antiandrógenos en este escenario terapéutico debe ser individualizada, evaluando los beneficios entre el control del hiperandrogenismo y de otros factores de riesgo cardiovascular. La importancia de la insulino-resistencia no debe conducir a la subestimación de otros factores de riesgo para síndrome metabólico o enfermedad cardiovascular, como el fibrinógeno y los lípidos. Se precisan de más estudios para establecer un perfil certero con respecto a este tema. Bibliografía El incremento reportado en este análisis se relacionó con cambios en los niveles de fibrinógeno, triglicéridos y hematocrito. Se evidenció una mejoría significativa en términos de hiperandrogenemia. Conclusiones Teniendo en cuenta estos hallazgos, la prescripción de agentes antiandrógenos en este escenario terapéutico debe ser individualizada, evaluando los beneficios entre el control del hiperandrogenismo y de otros factores de riesgo cardiovascular. La evaluación del grado de resistencia/sensibilidad a la insulina, determinada por la interacción entre el perfil lipídico, factores genéticos, IMC, estado puberal y androgenicidad es de vital importancia antes del inicio de este tipo de terapéuticas. 1. Gode F, Karagoz C, Posaci C, Saatli B, Uysal D, Secil M, Akdeniz B. Alteration of cardiovascular risk parameters in women with polycystic ovary syndrome who were prescribed to ethinyl estradiol–cyproterone acetate. Arch Gynecol Obstet. 2010 Dec 8. [Epub ahead of print]. DOI: 10.1007/s00404-010-1790-9. 2. Invima. Sistema de trámites en línea. Consultas públicas. Disponible en: http:// web.sivicos.gov.co:8080/consultas/consultas/consreg_encabcum.jsp. Consultado en Mayo 25 de 2011. 3. Markantes G, Saltamavros AD, Vervita V, Armeni AK, Karela A, Adonakis G, Decavalas G, Georgopoulos NA. Increased plasma viscosity in young women with polycystic ovary syndrome using an oral contraceptive containing 35 lg ethinyl estradiol and 2 mg cyproterone acetate. Gynecol Endocrinol. 2011 Apr 18. [Epub ahead of print]. DOI: 10.3109/09513590.2011.569783. Febrero 2013 11 / PANORAMA Sinopsis analítica de la literatura mundial El equipo de redacción médica de Gynecology Update ofrece un panorama general sobre algunos de los más relevantes y recientes artículos publicados en las revistas más prestigiosas y de mayor factor de impacto, en el campo de la ginecología y la obstetricia. De esta manera, el objetivo de esta sección es promover la lectura, análisis y discusión de literatura médica de considerable valor científico. En esta edición, encontrará reseñas de las siguentes publicaciones: - Contraception - BJOG: An International Journal of Obstetrics & Gynecology - American Journal of Obstetrics & Gynecology - Obstetrics & Gynecology - Fertil Steril 12 Gynecology Update Anticoncepción hormonal y metabolismo óseo: revisión sistemática Título: Hormonal contraception and bone metabolism: a systematic review Revista: Contraception 2012;86(6):606-21. Autores: Carmine Nappi, Giuseppe Bifulco, Giovanni A. Tommaselli, Virginia Gargano, Costantino Di Carlo. Recibido: 28 de febrero de 2012; revisado: 19 de abril de 2012. Aceptado: 23 de abril de 2012. Correspondencia: Tel.: +39 081 746 2979; fax: +39 081 746 2905. Correo electrónico: [email protected] (C. Nappi). Los estrógenos son los principales determinantes de la masa ósea, ellos modulan la obtención del pico de masa ósea durante la adolescencia y la adultez temprana, la densidad mineral ósea y el riesgo de osteoporosis durante el resto de la vida. Actualmente, el uso de anticonceptivos combinados o de solo progestágeno por largos períodos es una práctica extendida a nivel mundial. Los anticonceptivos hormonales inducen una reducción de estrógenos y una supresión de la producción endógena de progesterona a partir de los ovarios. En estos escenarios, los niveles circulantes de las hormonas sexuales están determinados principalmente por las dosis presentes en la píldora. Si su concentración es insuficiente para garantizar niveles adecuados de esteroides sexuales, el metabolismo óseo podría alterarse. Esto podría ser especialmente deletéreo en la adolescente, cuando el eje hipotálamo-hipófiso-ovárico no está completamente maduro, y en el período perimenopáusico, cuando estos niveles pueden encontrarse disminuidos. De esta manera, este grupo de trabajo italiano elaboró una revisión sistemática que comprendió estudios desde enero de 1975 hasta enero del 2012 sobre los efectos de la anticoncepción hormonal en el metabolismo óseo. Se analizó el efecto global sobre densidad mineral ósea y riesgo de fractura con el uso de: • Anticonceptivos combinados. • Anticonceptivos de solo progestágeno. • Anticonceptivos transdérmicos. • Anillo vaginal. Resultado: se evidenció una falta de estudios aleatorizados y controlados que reportaran riesgo de fractura con el uso de anticonceptivos como punto de evaluación primaria. Dicho tipo de estudio tomaría un período observacional muy prolongado. Los estudios también presentaron alta heterogeneidad entre sí. Se contó con los datos de la densidad mineral ósea para hacer los análisis correspondientes, teniendo en cuenta sus limitaciones en mujeres premenopáusicas. El artículo también presenta una revisión ágil sobre composición de tejido óseo y los procesos de formación y resorción óseos, y los efectos de los esteroides sexuales sobre el metabolismo del hueso, incluyendo el sistema de señalización RANK/RANKL/ OPG. En general, se determinó que los anticonceptivos hormonales, al parecer, no ejercen un efecto significativo sobre el hueso en la población general estudiada; sin embargo, se requiere de estudios aleatorizados y controlados que evalúen los efectos sobre riesgo de fractura. Febrero 2013 13 / SINOPSIS Factores de riesgo para rupturas recurrentes de esfínter anal: estudio de cohorte Título: Risk factors of recurrent anal sphincter ruptures: a population-based cohort study Revista: BJOG 2012;119(13):1640-7. Autores: H. Jangö, J. Langhoff-Roos, S. Rosthøj, A. Sakse. Aceptado: 14 de junio de 2012; publicado en línea: 19 de octubre de 2012. Correspondencia: H. Jango, Departamento de Ginecología y Obstetricia, Hospital Universitario de Herlev (Dinamarca). Correo electrónico: [email protected] El parto instrumentado, la episiotomía de línea media y un excesivo peso al nacer se han identificado como los principales factores de riesgo para ruptura de esfínter anal. La ruptura del esfínter anal es una complicación seria que afecta al 5% de mujeres nulíparas con parto vaginal en Dinamarca. Se asocia con incontinencia anal, que afecta significativamente la calidad de vida. El parto instrumentado, la episiotomía de línea media y un excesivo peso al nacer se han identificado como los principales factores de riesgo para ruptura de esfínter anal. Con el objetivo de caracterizar la importancia de otros factores de riesgo para cuadros recurrentes, este grupo de trabajo danés llevó a cabo un estudio de cohorte. Los datos se obtuvieron a partir del registro nacional de nacimientos, incluyendo 159.446 pacientes con parto vaginal de primera y de segunda vez en el período de 1997 al 2010. Se excluyeron partos pretérmino y partos múltiples. La clasificación de la ruptura de esfínter anal se realizó de acuerdo con los criterios del Royal College of Obstetricians and Gynaecologists (RCOG). Una ruptura de tercer grado se define como una disrupción parcial o completa del músculo del esfínter anal que puede involucrar solo 14 Gynecology Update el esfínter externo, o ambos (interno y externo): • • • • Grado 3a: < 50% del esfínter externo. Grado 3b: > 50% del esfínter externo. Grado 3c: esfínter externo e interno. Grado 4: disrupción del músculo del esfínter anal en combinación con desgarro de la mucosa rectal. De las 159.446 mujeres analizadas, 7.336 (4,6%) presentaron ruptura de esfínter anal en su primer parto y 521 tuvieron un cuadro recurrente (7,1%): OR 5,91. Estas cifras son similares a las registradas en otros estudios europeos. El análisis multivariado arrojó los siguientes factores: • Peso al nacer, OR: 2,94 por cada kilogramo adicional. • Extracción con aspirado, OR: 2,96. • Distocia de hombros, OR: 1,98. •Intervalo entre partos, OR: 1,08 por cada año. • Antecedente de ruptura de cuarto grado, OR: 1,72. La circunferencia de la cabeza fue un factor protector: OR 0,91 por cada centímetro. Expresión del FOS endotelial y preeclampsia Título: Endothelial FOS expression and pre-eclampsia Revista: BJOG 2012;119(13):1564-71. Autores: R. M. Mackenzie, V. C. Sandrim, D. M. Carty, J. D. McClure, D. J. Freeman, A. F. Dominiczak, M. W. McBride, C. Delles. Aceptado: 4 de septiembre de 2012; publicado en línea: 2 de noviembre de 2012. Correspondencia: C. Delles, Instituto de Ciencias Médicas y Cardiovascular. Universidad de Glasgow (Reino Unido). Correo electrónico: [email protected] La fisiopatología de la preeclampsia parece tener dos fases: la primera caracterizada por una angiogénesis placentaria alterada y la segunda por la secreción de factores placentarios a la circulación materna, que inciden en efectos sistémicos en la gestante. Así, una de las características principales de esta condición es la disfunción endotelial. Estudios miográficos ex vivo han demostrado que la gestación normal se asocia con una marcada mejoría de la vasodilatación dependiente de endotelio, mientras que los vasos de mujeres con preeclampsia presentan una respuesta alterada a estímulos de vasodilatación. La disfunción endotelial en este estado también se ha confirmado en estudios clínicos. normotensas, se evaluaron los perfiles de expresión de genes en células endoteliales humanas. El plasma se obtuvo en la semana 16 y 28 de gestación a partir de 12 mujeres, 6 que desarrollaron posteriormente preeclampsia (casos) y 6 gestantes con embarazo normotenso, pareadas por edad, índice de masa corporal y paridad (controles). Uno de los campos de investigación más interesantes al respecto es el del plasma de mujeres con preeclampsia, pues se ha encontrado que causa alteración en la vasodilatación en estudios in vitro. Otros análisis también han resaltado el rol de micropartículas en el plasma materno de mujeres con preeclampsia que ocasionarían disfunción endotelial. Las células se incubaron en el plasma durante 24 horas, antes de aislar el ARN. Se comparó la expresión de genes entre los dos momentos de edad gestacional (semana 16 y semana 28). Luego de realizar los análisis, se encontraron diferencias significativas en la expresión de 25 genes después de la incubación con plasma de las mujeres control y un incremento en la expresión de 11 genes después de la incubación con plasma de las mujeres con preeclampsia (casos). De manera interesante se notó un aumento de 3,74 veces de la expresión del gen cFos (FOS: familia de genes de factores de transcripción) en las células incubadas con el plasma de los controles desde la semana 16 a la 28, mientras que en el otro grupo no se evidenció esta diferencia. Por estas razones, este grupo de investigación diseñó un estudio de casos y controles, donde, utilizando la exposición a plasma materno de mujeres con preeclampsia y plasma de mujeres con gestaciones Así, los autores postulan que el plasma de mujeres con preeclampsia contiene factores que dan paso a disregulaciones en el FOS en las células endoteliales durante la gestación. Estudios miográficos ex vivo han demostrado que la gestación normal se asocia con una marcada mejoría de la vasodilatación dependiente de endotelio, mientras que los vasos de mujeres con preeclampsia presentan una respuesta alterada a estímulos de vasodilatación. Febrero 2013 15 / SINOPSIS Investigadores evalúan las conexiones estructurales entre los ligamentos cardinales y uterosacros: en 3D Título: See it in 3D!: Researchers examined structural links between the cardinal and uterosacral ligaments Revista: Am J Obstet Gynecol 2012;207(5):437.e1-7. Autores: Rajeev Ramanah, Mitchell B. Berger, Luyun Chen, Didier Riethmuller, John O. L. Delancey. Recibido: 28 de febrero de 2012; revisado: 27 de julio de 2012; aceptado: 27 de agosto de 2012. Este estudio se presentó en el Third Joint International Continence Society/International Urogynecological Association Conference, agosto de 2010, Toronto (Canadá). A medida que el conocimiento en la geometría de estos ligamentos crece, los modelos biomecánicos pueden volverse más precisos, ayudando a un mejor entendimiento del complejo sistema biológico del piso pélvico. El soporte del útero y de la vagina superior es uno de los factores críticos de causa de prolapso de órgano pélvico. Este soporte se provee mediante los ligamentos cardinales y uterosacros. Aunque los especímenes de disección cadavérica han arrojado información anatómica útil al respecto, los artefactos y la edad de los especímenes no colaboran con una evaluación de alta precisión. La resonancia magnética moderna lo ha hecho posible, generando herramientas para análisis in situ de casos con alteraciones o no del piso pélvico. La identificación de estas estructuras y los detalles de los ligamentos han sido descritos en artículos anteriores, sin embargo, las características estructurales principales de las uniones del ligamento cardinal y su relación con el ligamento uterosacro no han sido totalmente establecidas. Para ellos, los autores utilizaron 20 set de imágenes de resonancia magnética (cortes trasversales) y modelamiento en 3D. Fruto de este trabajo, se muestran esquemas anatómicos de alto nivel con respecto de: • Modelamiento 3D del ligamento cardinal y uterosacro (orientado en relación con planos coronales y axiales). • Vista coronal de los ligamentos. 16 Gynecology Update • Imágenes coronales de cuatro mujeres diferentes que ilustran las uniones entre el ligamento cardinal y los órganos pélvicos. • Región de la unión del ligamento cardinal a la pared pélvica. • Ligamentos en vecindad del cérvix y la vagina superior. • Uniones del ligamento uterosacro en imágenes axiales en cuatro sujetos diferentes. De esta manera, a medida que el conocimiento en la geometría de estos ligamentos crece, los modelos biomecánicos pueden volverse más precisos, ayudando a un mejor entendimiento del complejo sistema biológico del piso pélvico. Las técnicas quirúrgicas para el prolapso de órgano pélvico podrían entonces “estar hechas a la medida” en concordancia con la orientación normal del soporte apical, lo que podría incidir en menor tasa de recurrencia y permitiría recrear tanto del piso pélvico normal como sea posible. Pese a que los resultados son interesantes, los autores sugieren análisis adicionales (aleatorizados, multicéntricos) dado el limitado número de pacientes incluidas en ambos tipos de estudio. Fortalecimiento de los músculos pélvicos después del parto Título: Pelvic muscle strength after childbirth Revista: Obstet Gynecol 2012;120(5):1021-8. Autores: Sarah Friedman, Joan L. Blomquist, Joann M. Nugent, Kelly C. McDermott, Álvaro Muñoz, Victoria L. Handa. Correspondencia: [email protected] Varios estudios pequeños en mujeres posparto han demostrado que la fuerza de los músculos pélvicos es menor después de un parto vaginal en comparación con un parto por cesárea. La influencia de otros factores relacionados no ha sido estudiada. La función de los músculos pélvicos es un desenlace potencialmente importante del parto, dado que su debilidad se asocia con alteraciones del piso pélvico. Por ejemplo, el fortalecimiento de los músculos pélvicos se recomienda para reducir la incontinencia urinaria en el período posparto, y luego en el transcurso de la vida. Estudios de corte transversal han sugerido asociaciones entre la incontinencia urinaria y la debilidad de los músculos pélvicos, mientras que la incontinencia anal no parece estar relacionada con esta. Los trabajos que han evaluado el fortalecimiento de los músculos pélvicos y el prolapso de órgano pélvico han arrojado resultados discordantes. Es por esto por lo que este estudio fue llevado a cabo. Se estimó el efecto del parto vaginal y otras variables obstétricas sobre la fuerza del musculo pélvico, medida luego de 6 a 11 años del primer parto vaginal. En el escenario de un estudio de cohorte longitudinal de salud materna, se evaluó la fuerza de los músculos pélvicos. El objetivo fue identificar variables obstétricas asociadas con dicha fuerza. También se investigó la asociación entre la fortaleza de los músculos y las alteraciones del piso pélvico en esta población luego de 6 a 11 años después del primer parto. Se incluyeron 666 mujeres, en quienes se evaluó la fortaleza muscular por medio de un perineómetro. Los desenlaces del músculo pélvico incluyeron: • Incontinencia de estrés. • Vejiga hiperactiva. • Incontinencia anal. • Síntomas de prolapso. El fortalecimiento de los músculos pélvicos se recomienda para reducir la incontinencia urinaria en el período posparto, y luego en el transcurso de la vida. Estos desenlaces se evaluaron mediante un cuestionario validado. El soporte de los órganos pélvicos se evaluó mediante el sistema Pelvic Organ Prolapse Quantification. En comparación con mujeres que tuvieron todos sus hijos por cesárea, el pico de fortaleza muscular y la duración de la contracción se encontraron reducidos entre las mujeres con antecedente de parto vaginal: 39 cm de H2O versus 29 cm de H2O, p < 0,001. La fortaleza del musculo pélvico se encontró disminuida en quienes se presentaba antecedente de parto con fórceps: 17 cm de H2O, p < 0,001. Tras el parto vaginal, la reducción de la fuerza de los músculos pélvicos se asoció con síntomas de incontinencia anal (p = 0,028) y prolapso de órgano pélvico al examen (p = 0,025). Estas asociaciones no se observaron en mujeres que tuvieron parto por cesárea exclusivamente. Febrero 2013 17 / SINOPSIS Tendencias en el uso de mallas quirúrgicas para prolapso de órgano pélvico desde el año 2000 al 2010 Título: Trends in surgical mesh use for pelvic organ prolapse from 2000 to 2010 Revista: Obstet Gynecol 2012;120(5):1105-15. Autores: Lisa Rogo-Gupta, Larissa V. Rodríguez, Mark S. Litwin, Thomas J. Herzog, Alfred I. Neugut, Yu-Shiang Lu, Shlomo Raz, Dawn L. Hershman, Jason D. Wright. Correspondencia: [email protected] El prolapso de órgano pélvico y la incontinencia urinaria son unas de las patologías crónicas más prevalentes en la mujer. Se estima que afecta a cerca del 25% de mujeres en los Estados Unidos. Aunque existen varios tratamientos no quirúrgicos, el 11% de mujeres son sometidas a cirugía. Sin embargo, incluso luego de la cirugía, hasta un tercio de pacientes presentan recurrencia de síntomas y requieren procedimientos adicionales. incremento del empleo de malla quirúrgica, se conoce poco sobre los patrones de uso o los factores que influencian su utilización. Por estas razones, el objetivo de este estudio fue el de examinar el uso de malla quirúrgica para la reparación de prolapso de órgano pélvico en la última década y determinar los factores que, potencialmente, influencian su uso (paciente, hospital, factores quirúrgicos, publicaciones de seguridad al respecto, etc.) en los Estados Unidos. La malla quirúrgica se ha promovido para el tratamiento de prolapso de órgano pélvico a fin de mejorar los desenlaces a largo plazo de manera similar al uso de malla para reparación de hernias. La primera malla para el tratamiento de la incontinencia urinaria recibió aprobación por parte de la FDA en 1996, mientras que la primera para el prolapso ocurrió en el 2001. Se utilizó la base de datos Health Care Quality and Resource Utilization de los Estados Unidos. Entre 273.275 mujeres de la cohorte, 64.968 fueron sometidas a intervenciones con malla quirúrgica (23,8%). Con respecto a su uso, se determinó: • La concurrencia de cirugía por incontinencia fue el factor predictor más fuerte: OR 9,95; IC 95%: 9,70-10,21. • El uso de la malla se incrementó del 7,9% en el año 2000 al 32,1% en el 2006, y declinó ligeramente al 27,5% en el 2010. • En las mujeres sin incontinencia, el uso de malla aumentó del 3,3% en el año 2000 al 13,5% en el 2006, y permaneció estable en el 12,6% para el 2010. • Los cirujanos de intermedio y alto volumen fueron los que presentaron mayor probabilidad de utilizar malla (versus los cirujanos de bajo volumen): OR 1,53; IC 95%: 1,44-1,62 y OR 2,74; IC 95%: 2,58-2,92, respectivamente. • En comparación con las mujeres tratadas por ginecólogo, aquellas intervenidas por urólogo presentaron tres veces mayor posibilidad de ser sometidas a reparación de prolapso con malla (IC 95%: 3,09-3,66). • Las mujeres de raza negra mostraron una probabilidad 27% menor de ser sometidas a intervenciones de reparación con malla (OR 0,73; IC 95%: 0,66-0,82). La mayoría de estudios que han evaluado las mallas han sido de pequeñas dimensiones y demostrado mejorías en desenlaces anatómicos a corto plazo. Desde el 2004, un gran número de sociedades científicas han anunciado la necesidad de contar con mayor evidencia para determinar el uso apropiado de las mallas quirúrgicas. A pesar de los datos iniciales en octubre del 2008, la FDA publicó una notificación para los profesionales de la salud con respecto a que había recibido más de 1.000 reportes de complicaciones asociadas al uso de mallas, algunas de las cuales no eran sujetas de corrección quirúrgica. En el 2011, la FDA liberó dos nuevas comunicaciones resaltando las preocupaciones con respecto a la seguridad de las mallas quirúrgicas. De esta forma, el uso de mallas quirúrgicas para la reparación de prolapso de órgano pélvico se ha tornado en un gran tema de salud pública. Pese a los reportes del 18 Gynecology Update Amnioinfusión trasabdominal para el manejo de la ruptura prematura de membranas pretérmino: revisión sistemática y metaanálisis de estudios aleatorizados y observacionales Título: Transabdominal amnioinfusion for preterm premature rupture of membranes: a systematic review and metaanalysis of randomized and observational studies Revista: Am J Obstet Gynecol 2012;207(5):393.e1-11. Autores: Shay Porat, Hagai Amsalem, Prakesh S. Shah, Kellie E. Murphy. Presentado como póster en 32nd Anual Meeting of the Society for Maternal-Fetal Medicine, Dallas, Febrero 6-11, 2012. La ruptura prematura de membranas pretérmino es una complicación hallada en cerca del 3% de todas las gestaciones. Es una causa significativa de morbimortalidad neonatal, debido principalmente al nacimiento pretérmino. La falta de líquido amniótico puede dar paso a hipoplasia pulmonar, infección y deformidades articulares restrictivas. La corioamnionitis afecta adversamente el pronóstico neonatal en todas las edades gestacionales y precisa de un parto sin demora. El abordaje estandarizado para el manejo de la ruptura prematura de membranas pretérmino incluye tratamiento antibiótico y corticoides entre la semana 24 y 32. El parto se hace urgente cuando coexiste evidencia clínica de corioamnionitis o distress fetal. A pesar de la alta frecuencia de esta condición, aún existe controversia con respecto del manejo óptimo. Recientemente se han probado diferentes estrategias para reducir la tasa de morbimortalidad, incluyendo: • Aplicación de fibrina intracervical. •Amnioparche. • Oclusión traqueal endoscópica para el feto. • Tratamiento antioxidante. • Esponja de gelatina. • Tratamiento con progesterona. Ninguna de estas estrategias ha demostrado consistentemente ser efectiva, reproducible o aplicable (para la mayoría de instituciones). Inicialmente la amnioinfusión se probó para reducir las desacelaraciones intraparto. Luego se sugirió como tratamiento para prolongar el período de latencia y prevenir las secuelas de oligohidramnios en la ruptura prematura de membranas pretérmino. Se han descrito vías trascervical y trasabdominal; esta última con ventajas en términos de menor riesgo de infección. Este trabajo revisó el estado del arte de esta técnica, separando análisis de datos de estudios aletarorizados y datos de estudios observacionales. Las variables primarias de la búsqueda fueron período de latencia y tasa de mortalidad perinatal. Se hallaron 4 estudios observacionales (n = 147) y 3 aleatorizados (n = 165). • En el análisis combinado, el período de latencia fue 14,4 (rango 8,2 a 20,6) y 11,41 (rango -3,4 a 26,2) días más en los grupos de amnioinfusión en los estudios observacionales y aleatorizados respectivamente. • Las tasas de mortalidad perinatal se redujeron en los grupos de tratamiento con amnioinfusión, tanto en los estudios observacionales (odds ratio, 0,12; IC 95% 0,02-0,61) como en los aleatorizados (odds ratio, 0,33; IC 95% 0,10-1,12). La falta de líquido amniótico puede dar paso a hipoplasia pulmonar, infección y deformidades articulares restrictivas. Así, estos datos sugieren que la técnica puede mejorar las tasas de morbimortalidad por ruptura prematura de membranas pretérmino, sin embargo, se precisa de estudios aleatorizados adecuadamente diseñados para definir el rol definitivo de esta intervención. Febrero 2013 19 / SINOPSIS ¿El síndrome de ovario poliquístico es otro factor de riesgo para tromboembolismo venoso? Datos de los Estados Unidos 2003-2008 Título: Is polycystic ovary syndrome another risk factor for venous thromboembolism? United States, 2003-2008 Revista: Am J Obstet Gynecol 2012;207(5):377.e1-8. Autores: Ekwutosi M. Okoroh, W. Craig Hooper, Hani K. Atrash, Hussain R. Yusuf, Sheree L. Boulet. Correspondencia: [email protected] El tromboembolismo venoso es una condición crónica que incluye trombosis venosa profunda y embolismo pulmonar. Luego del infarto al miocardio y del ACV, esta condición es la tercera en frecuencia a nivel cardiovascular en la población general. Sus factores de riesgo son genéticos y adquiridos. Entre el 26 y 47% de los episodios de primera vez es de etiología desconocida, aunque el síndrome de ovario poliquístico se ha planteado como una condición predisponente. Este síndrome se asocia con incremento inducido por insulina del inhibidor del activador de plasminógeno (PAI-1), el cual es un potente inhibidor de la fibrinólisis. Otros estudios han encontrado asociación entre esta patología y factores de riesgo para enfermedad coronaria. Este estudio buscó determinar la prevalencia de tromboembolismo venoso en mujeres con síndrome de ovario poliquístico (versus mujeres sin la patología) y establecer la asociación entre las dos condiciones. Se utilizó la base de datos Thomson Reuters MarketScan Commercial, comprendiendo datos desde el 2003 al 2008, que contempla información longitudinal 20 Gynecology Update Luego del infarto al miocardio y del ACV, el tromboembolismo venoso es la tercera condición en frecuencia a nivel cardiovascular en la población general. Sus factores de riesgo son genéticos y adquiridos. de planes de salud en todos los Estados Unidos. El análisis se restringió a mujeres de 18 a 45 años. 12.171.830 mujeres fueron elegibles, y, de ellas, 23.941 (0,20%) presentaron tromboembolismo venoso. Para definir el fenotipo del síndrome de ovario poliquístico, se identificaron cuatro condiciones: • Hiperandrogenismo clínico y disfunción ovulatoria o menstrual. •Hiperandrogenismo y ovario poliquístico. • Disfunción ovulatoria o menstrual (o ambas) y ovario poliquístico. • Hiperandrogenismo clínico, disfunción ovulatoria o menstrual, o ambas, y ovario poliquístico. Las mujeres sin síndrome de ovario poliquístico se definían como aquellas que no presentaban ninguno de estos cuatro fenotipos. Los resultados fueron muy interesantes. La prevalencia de tromboembolismo venoso por 100.000 fue de: • 374,2 para el grupo de mujeres con el síndrome. • 193,8 para el grupo de mujeres sin el síndrome. En comparación con las mujeres sin la patología, aquellas que presentaban el síndrome de ovario poliquístico tuvieron mayor probabilidad de desarrollar tromboembolismo venoso: • 18-24 años: OR ajustado 3,26 (IC 95%: 2,61-4,08) • 25-34 años: OR ajustado 2,39 (IC 95%: 2,12-2,70) • 35-45 años: OR ajustado 2,05 (IC 95%: 1,84-2,38) Se encontró una asociación protectora con el uso de anticonceptivos orales para las mujeres con el síndrome (OR 0,8; IC 95%: 0,73-0,98). De esta forma, el síndrome de ovario poliquístico puede ser una condición predisponente para tromboembolismo venoso, especialmente en mujeres jóvenes. Evaluación y tratamiento de la paciente con aborto recurrente: opinión de comité Título: Evaluation and treatment of recurrent pregnancy loss: a committee opinion Revista: Fertil Steril 2012;98(5):1103-11. Autor: American Society for Reproductive Medicine El aborto clínicamente reconocido es una condición frecuente que ocurre entre el 15 y 25% de los embarazos. La mayoría de las pérdidas espontáneas antes de las 10 semanas obedece a errores cromosomales como trisomía, monosomía o triploidía. En contraste, las pérdidas recurrentes corresponden a una alteración distinta, definida por dos o más embarazos perdidos (clínicamente). Se estima que menos del 5% de mujeres experimentarán dos abortos consecutivos, y solo el 1% experimentará 3 o más. En el 50% de los casos, se hará un diagnóstico presuntivo con tratamiento en este tipo de pacientes. Dentro de las causas sospechosas de abortos recurrentes se encuentran: • Citogenética • Síndrome aPL (anticuerpos antifosfolípidos) • Anatómicas • Hormonales o metabólicas • Infecciosas • Factores fisiológicos del hombre • Aloinmune • Ambientales, ocupacionales o hábitos personales De los productos de la concepción examinados, aproximadamente el 60% de las pérdidas tempranas se asocian a anomalías cromosomales esporádicas, trisomías primarias principalmente, que están en parte relacionadas con la edad. En las pérdidas con cariotipo normal, se han descrito anormalidades morfológicas en el feto, diagnosticadas mediante embrioscopia transcervical en el 18% de pacientes. El riesgo de aborto esporádico entre la semana 6 y 12 en mujeres menores de 35 años es del 9 al 12%. El riesgo se incrementa en mujeres mayores de 35 años debido al marcado aumento en la incidencia de trisomías. En las mujeres de 40 años o más, la tasa de aborto esporádico alcanza el 50%. El riesgo de aneuploidía es menor en todos los grupos etarios entre las mujeres con aborto recurrente en comparación con aquellas que experimentan abortos espontáneos. Para el caso del síndrome antifosfolípido, se diagnostica si algunos de los siguientes criterios clínicos y uno de los paraclínicos se presentan: Criterios clínicos • Trombosis vascular • Antecedente de embarazo mórbido: – Una o más muertes inexplicadas de fetos morfológicamente normales después de 10 semanas de gestación, por ultrasonido o examen directo del feto. – Uno o más nacimientos de neonatos prematuros morfológicamente normales antes de la semana 34 debido a eclampsia o eclampsia severa o por insuficiencia placentaria de características reconocidas. –Tres o más abortos espontáneos consecutivos inexplicados antes de la semana 10 con anomalías anatómicas u hormonales en la madre, con exclusión de causas cromosomales maternas y paternas. Criterios paraclínicos • Anticoagulante lúpico presente en plasma en dos o más ocasiones, con un intervalo de al menos 12 semanas, o • Anticuerpo anticardiolipina de IgG o IgM en suero o plasma presente en títulos medios a altos (> 40 GPL o MPL o > percentil 99) en dos o más ocasiones, al menos con un intervalo de 12 semanas, o • Anticuerpo antiglicoproteína-I b2 de IgG y/o isotipo IgM en suero o plasma (en títulos mayores que el percentil 99) presente en dos o más ocasiones, con un intervalo de al menos 12 semanas. Esta publicación también describe los factores anatómicos, trombofilias, infecciones, factores hormonales y metabólicos, factores masculinos, fisiológicos, factores aloinmunes, medioambientales y ocupacionales. Febrero 2013 21 / SINOPSIS Relevancia clínica de la deficiencia de la fase lútea: opinión de comité Título: The clinical relevance of luteal phase deficiency: a committee opinion Revista: Fertil Steril 2012;98(5):1112-7. Autor: The Practice Committee of the American Society for Reproductive Medicine Correspondencia: [email protected] En ausencia de embarazo, los picos de niveles de progesterona se encuentran 6 a 8 días después de la ovulación, por lo cual su determinación requiere establecer el momento de esta. Dada la importancia de la producción de progesterona para la implantación y las etapas iniciales de la gestación, el potencial de las alteraciones ováricas como causa de infertilidad o interrupción del embarazo parece ser plausible (insuficiencia para mantener un endometrio secretor funcional para permitir una implantación normal y el crecimiento del embrión). Se ha planteado que la deficiencia en la fase lútea también se asocia con: • Infertilidad • Pérdidas en el primer trimestre • Ciclos cortos • Manchado premenstrual • Anorexia y alteraciones alimentarias • Ejercicio excesivo • Estrés • Obesidad • Síndrome de ovario poliquístico • Endometriosis • Envejecimiento • Disfunción tiroidea • Hiperprolactinemia Este artículo de revisión se dirige a discutir las controversias con respecto al diagnóstico y al potencial tratamiento de la deficiencia de la fase lútea: • Condiciones médicas con potencial impacto sobre la función de la fase lútea. • Obesidad. La pulsatibilidad de la LH y los metabolitos urinarios de progesterona en mujeres obesas se han encontrado alterados. • Envejecimiento ovárico. • Diagnóstico. Las pruebas diagnósticas se influencian por y están basadas en 22 Gynecology Update • • • • • • varias variables fisiológicas, las cuales deben tenerse en cuenta. Niveles de progesterona. En ausencia de embarazo, los picos de niveles de progesterona se encuentran 6 a 8 días después de la ovulación, por lo cual su determinación requiere establecer el momento de la ovulación. Biopsia endometrial. ¿Si el diagnóstico no es posible, el tratamiento para la insuficiencia lútea es adecuado? Inducción de la ovulación. Tratamiento con progesterona. Tratamiento con hCG. Dentro de las conclusiones de la revisión se encuentran: a) la función lútea anormal puede ocurrir como resultado de una condición médica; las mujeres infértiles deben ser evaluadas en búsqueda de alteraciones, con el objetivo de que reciban tratamiento apropiado de las condiciones identificadas; b) no existen pruebas diagnósticas para la insuficiencia de la fase lútea con altos niveles de confiabilidad en el contexto clínico. El papel de la temperatura corporal basal, los niveles de progesterona lútea, la biopsia endometrial y otros estudios no han sido establecidos; c) ningún tratamiento para la insuficiencia de la fase lútea ha demostrado mejorar los desenlaces del embarazo en ciclos naturales no estimulados; d) no hay un rol comprobado de la adición de progesterona o hCG para el soporte lúteo una vez se ha instaurado el embarazo. ginecoeduca es la plataforma científico-educativa de GrUnenthal para Latinoamérica Dirigido a: Profesionales de la salud del área de Ginecología Curso Virtual: ENDOCRINOLOGÍA REPRODUCTIVA Curso virtual en español destinado a médicos especialistas en Ginecología y/o Obstetricia, dirigido por los mejores docentes e investigadores internacionales y avalado por la Universidad de Alcalá de la comunidad de Madrid en España. Módulos del curso: 1 Regulación Endocrina del Sistema Reproductor Profesor: Andrea Genezzani 3 2 Neuroendocrinología de la Reproducción Profesor: Nicola Pluchino Endocrinología Reproductiva Profesor: Hans Peter Zahradnik 4 Anticoncepción Profesor: Ezequiel Pérez Campos Profesora: María Jesús Cancelo Para mayor información contacte al representante de Grunenthal en su región.