Discurso seminario ciberseguridad Marcos Robledo Hoecker

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Discurso seminario ciberseguridad
Marcos Robledo Hoecker, Subsecretario de Defensa
Facultad de Derecho de la Universidad de Chile 27/11/2015
Es un agrado dirigirme a ustedes en esta ocasión, para abordar el
debate sobre ciberseguridad. Ese término, esbozado hace 30 años,
dejó hace tiempo de pertenecer a la ciencia ficción, para convertirse
en un ambiente donde nos relacionamos cotidianamente.
En nuestro país, que ostenta tasas de penetración a Internet de más
de un 64% de la población -la mayor cifra en la región- se utilizan
intensivamente las redes sociales, se realizan cada vez más trámites
en línea y crecientemente vamos aprovechando las ventajas del
comercio electrónico.
El sector público, en tanto, cada vez depende más de las redes
digitales para llevar a cabo sus funciones, tendencia que esperamos
siga creciendo.
Sin embargo, todas estas posibilidades y promesas de desarrollo que
acarrea el uso del ciberespacio, puede traer consigo una serie de
efectos indeseados.
Por una parte, ha aumentado considerablemente nuestra dependencia
de las plataformas digitales, por lo que su disponibilidad y
accesibilidad se vuelven recursos críticos.
Por otra parte, nos vemos enfrentados a nuevos riesgos y amenazas,
cada vez más sofisticados y dinámicos, que pueden afectar la
confidencialidad y la integridad de la información que circula por
nuestras redes.
Lo anterior nos ha obligado a adoptar medidas en el gobierno, que
sirvan para gestionar y enfrentar estos riesgos, no solamente a nivel
público, sino también en coordinación con el sector privado, la
academia y la sociedad civil.
Los primeros pasos ya se han dado. El programa de Gobierno 20142018 de la Presidenta Michelle Bachelet incluyó el compromiso de
avanzar en la construcción de una Agenda Digital que permitiese
“desarrollar una estrategia de seguridad digital que proteja a los
usuarios privados y públicos”,
y el pasado 27 de abril de 2015
mediante el Decreto Supremo N°533, se creó una Comisión Asesora
de
la
Presidenta,
de
carácter
permanente
y
composición
interministerial, cuya misión es proponer una Política Nacional de
Ciberseguridad, y coordinar las acciones, planes y programas de los
distintos actores institucionales en la materia.
Este Comité interministerial ya está abocado a la tarea de elaborar una
política nacional de ciberseguridad, que fije una visión común y una
hoja de ruta que nos permita enfrentar este tema de una manera
integral y armónica.
La Política, que se espere esté finalizada en marzo de 2016, buscará
promover la identificación y gestión de riesgos en el ciberespacio para
que el sector público, privado, la sociedad civil y el mundo académico
puedan prevenir, minimizar y sobreponerse a éstos, con especial
énfasis en aquellas infraestructuras críticas para el funcionamiento del
país, tales como los servicios de telecomunicaciones, de electricidad o
de agua potable, el transporte público o los servicios financieros, junto
con las instituciones que resguardan la seguridad y soberanía de
nuestro país, como la Defensa Nacional.
Además, y dado que el ciberespacio es una realidad global, los
conflictos internacionales se manifiestan también en este ambiente.
Diversos actos de sustracción de información o sabotaje, han tomado
lugar entre actores internacionales, y es cada vez más importante la
discusión sobre las normas que rigen en el ciberespacio.
Una respuesta que hemos oído frecuentemente es que el ciberespacio
no tiene reglas, que vendría siendo un espacio en estado de
naturaleza, donde prima la ley del más fuerte. Sin embargo, dicha
respuesta no considera que las normas de derecho internacional no
fueron creadas para el mundo físico en particular, sino para regular la
conducta de los Estados y, por supuesto, sus habitantes.
El ciberespacio está también regido por el derecho internacional, y
nuestro desafío es, por un lado, interpretar las disposiciones vigentes
de los diversos acuerdos internacionales, en consonancia con los
principios de política exterior de Chile; y por el otro, discutir la
generación de diversas medidas que permitan construir confianzas
entre los diversos actores involucrados, que pueden ir desde la
designación de puntos de contacto hasta la adopción voluntaria de
normas de conducta comunes.
Respecto del primer punto, sobre la aplicación del derecho
internacional al ciberespacio, me detendré brevemente en dos
avances clave en la materia:
 Por una parte, las resoluciones de la Asamblea de las Naciones
Unidas, que han reafirmado la plena aplicación de los Derechos
Humanos en Internet. Así, derechos como la privacidad o la
libertad de expresión deben recibir una protección equivalente en
la red, y cualquier restricción, incluso en nombre de la
ciberseguridad, debe regirse por estrictos estándares de
necesidad y proporcionalidad.
 Por otra parte, el trabajo que diversos expertos internacionales
han desarrollado para interpretar las normas que rigen los
conflictos armados y el derecho internacional humanitario, para
su aplicación en el ciberespacio, en lo que se conoce como
Manual de Tallinn.
Respecto a la creación de confianzas, uno de los trabajos más
significativos ha sido desarrollado en los grupos de expertos
gubernamentales que sucesivamente se han formado en el seno de la
ONU. En dichos grupos, se han esbozado diversas propuestas que
permitirán en el mediano plazo construir un ciberespacio más seguro
para todos, como la obligación de asistencia mutua entre países que
son blanco de ataques informáticos.
Esperamos como Gobierno de Chile sumarnos en el futuro a uno de
estos grupos de expertos, para formar parte de esa importante
discusión que, como señalé, es cada vez más importante a nivel
global.
Junto con lo anterior, iniciativas como la Conferencia Global del
Ciberespacio han recibido la atención y participación activa del
gobierno, junto con otros espacios internacionales que seguimos
atentamente.
La región no ha estado ajena a este proceso. El Plan de Acción 2012
del Consejo de Defensa Suramericano (CDS) de UNASUR, propuso la
“conformación de un Grupo de Trabajo para evaluar la factibilidad de
establecer políticas y mecanismos regionales para hacer frente a las
amenazas cibernéticas o informáticas en el ámbito de la defensa”.
Al año siguiente, el Plan de Acción de 2013 postuló “establecer una
política y mecanismos regionales para hacer frente a las amenazas
cibernéticas e informáticas en el ámbito de la defensa”. Pero fue en
Paramaribo, Suriname, en agosto de ese mismo año, que los Jefes y
Jefas de Estado y de Gobierno de los países miembros de UNASUR
instruyeron al Consejo de Defensa Suramericano y al Consejo
Suramericano de Infraestructura y Planificación “”avanzar en sus
respectivos proyectos de defensa cibernética y en la interconexión con
redes de fibra óptica entre nuestros países con vistas a tornar más
seguras nuestras telecomunicaciones, promover el desarrollo de
tecnologías regionales y la inclusión digital”.
En este contexto, creemos que también es necesario modernizar la
Defensa Nacional para hacer frente a los nuevos desafíos que impone
el ciberespacio. Para ello estamos preparando una política de
ciberdefensa, que permita planificar y disponer de manera eficiente y
adecuada los medios y capacidades de la Defensa Nacional en torno a
la tarea de proteger la información y redes militares del país, y asistir al
resto del país en estas tareas, y diversos proyectos que nos permitirán
tener redes confiables, disponibles y accesibles, acorde a estándares
internacionales en la materia. Ese trabajo se verá reflejado en el Libro
de la Defensa que será publicado el año 2017, donde dedicaremos un
capítulo a la ciberdefensa, como una de las prioridades a futuro del
sector.
Todo lo anterior, bajo el entendido que seguridad y libertad son
conceptos complementarios entre sí, y que el combate a los
ciberdelitos y otras amenazas en las redes digitales no pueden
convertirse en excusas para atropellar derechos humanos como la
privacidad y la libertad de expresión, sino un modo de garantizar
plenamente estos derechos en el ciberespacio.
Este seminario que estamos organizando en conjunto con las
Subsecretarías del Interior y Relaciones Exteriores, además por
supuesto de la Facultad de Derecho de la Universidad de Chile, donde
hoy nos encontramos, forma parte también de esos esfuerzos,
además de constituir un punto de encuentro entre el sector público, la
academia, el sector privado y la sociedad civil, lo que se refleja en la
variedad de expositores con los que contamos.
Dentro del mismo espíritu de colaboración, y para finalizar, quiero
invitarlos a participar de los múltiples esfuerzos en marcha, tanto a
nivel nacional como internacional, para desarrollar y proteger el
ciberespacio, como un bien público que probablemente va a marcar
indeleblemente el futuro de nuestra civilización.
Muchas gracias.
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