Sobre Luces de Bohemia La estética del

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Sobre Luces de Bohemia
La estética del esperpento
En 1920 publica Valle Inclán esta obra, la primera que el llama "esperpento", si bien
este modo de hacer ya se encuentra en obras anteriores. La teoría sobre lo que es el
esperpento se encuentra en la escena XII de la obra. En ella Max Estrella señala cómo la
única forma de dar la medida de la realidad absurda e injusta de la España del momento
es reflejarla mediante una estética deformante. Los personajes de la obra no responden a
una estética realista; no se trata de que el espectador se identifique con ellos, sino más
bien de que reciba una impresión intensa y chocante que le haga percibir y reconocer el
absurdo y la injusticia del mundo en que vive. Este planteamiento del teatro como
medio de distanciarse de la realidad, es innovador y será muy fecundo en el teatro
posterior.
Max Estrella recorre así varios ambientes madrileños que producen una impresión de
sordidez y deformidad irrespirables (pequeños comercios, tabernas, cafés, las mismas
calles de Madrid, la cárcel, el despacho de un ministro ... su propia casa) A través de
este “viaje" lúcido del poeta paradójicamente ciego que sí tiene ojos para descubrir una
realidad
encanallada
y
carente
de
nobleza,
vamos
tomando
conciencia de ella. El esperpento vale para desenmascarar la fealdad del mundo real y
mostrar lo absurdo de éste.
Sin embargo, no todos los personales están igualmente "deformados" por la lente del
autor. Podemos decir que no todos son grotescos. Algunos adquieren, precisamente por
contraste con el carácter grotesco de los otros, un signilicado de autenticidad trágica.
Pensamos por ejemplo en el preso con el que Max Estrella coincide en la prisión, o en la
Lunares, o en la madre del niño muerto, o en el mismo Max Estrella, que se mueve entre
los encanallados personajes que le rodean con una lucidez que le distancia de ellos. En
el esperpento se enfrentan lo grotesco y lo trágico. Ruiz Ramón ha definido el
esperpento como la síntesis dialéctica entre la farsa y la tragedia. El esperpento provoca
en nosotros una impresión profunda, dolorosa y lúcida sobre la realidad.
La visión critica de la sociedad española
La visión critica del mundo como un resultado histórico absurdo es propia de la crisis de
la conciencia burguesa europea en el periodo de entreguerras, es decir, las ideas de
Valle Inclán entroncan con las ideas europeas de la época.
Valle manifiesta ideas criticas sobre la deteriorada sociedad española semejantes a las
de sus compañeros de generación (noventayochistas), pero su planteamiento va más
allá, Su visión crítica adquiere un tono más severo y también una proyección clara hacia
ideales de revolución social (En 1933, Valle Inclán ingresó en el Partido Comunista).
Las palabras del preso en la escena VI no dejan lugar a dudas:
El ideal revolucionarlo tiene que ser la destrucción de la riqueza, como en Rusia. No es
suficiente la degollación de todos los ricos. Siempre aparacerá un heredero y aun
cuando se suprima la herencia no podrá evitarse que los despojados conspiren para
recobrarla. Hay que hacer imposible el orden anterior, y eso solo se consigue
destruyendo la riqueza…
Recursos artísticos
La base del esperpento es la deformación paródica y degradante de la realidad.
Por ejemplo, un parque público con mujerzuelas se transforma en "parodia grotesca del
jardín de Armida” (escena X), en referencia a un modelo de épica culta, la Jerusalén de
Tasso. Cuando se habla de la policía a caballo, se les presenta irónicamente en su "trote
épico", o se habla de “soldados romanos”. Fijémonos en la ironía de la frase que cierra
la obra: “cráneo privilegiado”. De especial interés en esa deformación de ambientes o de
personajes es la técnica de las acotaciones que en este caso no son meras instrucciones
sobre la puesta en escena, sino descripciones muy eficaces mediante las cuales los
personajes o los ambientes resultan "animalizados" o "afantochados", es decir
deformados grotescamente. (Sirva como ejemplo la descripción de Zaratustra en la
escena 11). De la ironía y la parodia resulta un humor mordaz que produce una risa
agria.
Es también fundamental el empleo de contrastes entre lo doloroso y lo grotesco
(ya antes hemos apuntado la dialéctica entre lo grotesco y lo trágico) Sirvan como
ejemplo la escena XIII, el velatorio de Max; o la escena XI en la que se oponen el dolor
rebelde de algunos personajes (Madre del niño muerto) y e1 conformismo de los que
defienden el orden establecido (tenderos).
Valle Inclán es un gran maestro del diálogo y del lenguaje. Sorprende la
variedad de registros que emplea: el lenguaje pedante o cursi de Don Gay y sobre todo
los poetas modernistas; el lenguaje culto, plagado de citas literarias de Max Estrella; las
expresiones formularias o administravas de funcionarios y policías; el desgarro
coloquial y los vulgarismos muchas veces procedentes del habla castiza de Madrid de
los personajes populares: la Pisa bien, el Rey de Portugal ... El resultado es de una gran
originalidad.
Valoración crítica Luces de Bohemia de alumnos de 2º Bach
(2007-2008)
Esta obra fue el primer esperpento de Valle. Se publicó en 1920. El esperpento
es una forma estética que consiste en la deformación sistemática de personajes y
situaciones con el fin de criticar y reflejar fielmente la realidad y la tragedia que
encierra. Es la forma de rechazo del autor a la sociedad en la que vive. El esperpento
aparece en Luces de bohemia definido por Max Estrella: “El esperpento lo ha inventado
Goya. Los héroes clásicos han ido a pasearse al callejón del Gato”.
El tema fundamental de la obra es destacar la miseria, el hambre, la corrupción
de la sociedad y la deformación de los valores. Valle rechaza a la sociedad por su
incapacidad de asumir con dignidad la tragedia: “La tragedia nuestra no es tragedia”.
La obra se puede dividir en dos partes. Las doce primeras escenas cuentan el
recorrido nocturno de Max por Madrid (el descenso a los infiernos) y en las tres últimas
se representa la muerte y el entierro.
Luces de bohemia cuenta las últimas horas de la vida de Max, un poeta ciego y
arruinado que va por distintos ambientes madrileños (taberna, librería, Gobernación)
con su amigo don Latino de Hispalis. La obra dura unas veinticuatro horas y transcurre
en un “Madrid absurdo, brillante y hambriento”. Hay numerosos personajes
caracterizados por su manera de hablar.
Es esperpento se consigue con la deformación de personajes. Primero con la
literaturización de los nombres (Zaratustra, Don Peregrino, Rubén Darío) y después con
la animalización (“cara de tocino”, don Latino es el “perro” de Max, Rubén Darío un
“cerdo triste”). El autor muestra su simpatía o no por los personajes.
También ha una deformación de los valores como la amistad entre Max y don
Latino (roba a su amigo y se aprovecha de su ceguera). Destaca mucho los contrastes de
luces sombras para crear ese ambiente nocturno (en la librería, cuando aparece el
sereno), que se indican en las acotaciones muy literarias. En las acotaciones predominan
las metáforas y personificaciones lo que dificulta la representación de la obra (“la rata
saca su hocico intrigante”). En las acotaciones además hay una preferencia por
sustantivos sin determinantes (“Luz de acetileno. Jugadores de mus”). Los verbos están
en presente e infinitivo y son escasos pues solo indican movimiento. En las acotaciones
el autor describa a los personajes y muestra su simpatía por algunos como “la madre del
niño muerto”, “el preso catalán” e incluso por Max (un héroe clásico).
El lenguaje es otro de los aspectos más característicos. Hay una renovación del
lenguaje. El autor recoge varios registros, que los personajes emplean en distintas
situaciones. Predomina el lenguaje culto de Max, Rubén Darío, Don Peregrino. Hay
cultismos, palabras del griego o del latín (salutem plurinam) y citas de obras literarias:
“¡Mal Polonia recibe a un extranjero!”, “Juventud, divino tesoro”, “Que haya un
cadáver más”. Por otro lado está el habla vulgar de Madrid (“dilustrado”, “no
introduzcas la pata”) que también emplean don Latino y Max (“Y más chulo que un
ocho”).
La obra está teniendo ahora más prestigio que el que tuvo en su época gracias a
las nuevas tecnologías que permiten crear una mejor escenografía. Es un reto para los
dramaturgos representarla por la complejidad de sus acotaciones.
(Curso 2006-2007)
Es una obra dramática de Valle-Inclán, uno de los mejores autores de teatro
contemporáneo, que destaca por su originalidad, y fue publicada en 1920. Tardó mucho
tiempo en ser representada por la situación política que vivía España (dictadura de
Primo de Rivera) y por la complicación que conllevaba esa representación.
“Luces de Bohemia” corresponde a su etapa esperpéntica, la cumbre de su obra.
Por medio del esperpento el autor distorsiona la realidad, a través de diferentes procesos
en los que todo queda deformado (situaciones, personajes...) y es símbolo del rechazo
hacia su momento histórico, hacia la época en la que le había tocado vivir. Se observa
en las descripciones que hace del Madrid de la época (“absurdo, hambriento y
brillante”) y su mayor ejemplo, en cuanto a obra esperpéntica corresponde al final, la
situación que se da entre los borrachos y la viuda en el velatorio del poeta Max Estrella,
totalmente grotesca, donde se puede observar la oposición entre el dolor de la viuda y la
actitud de los borrachos.
La obra se divide en 15 escenas; las 12 primeras cuentan hasta la muerte del
poeta y las 3 últimas su entierro y velatorio. Max comienza realizando un “descenso a
los infiernos”, bajando desde la buhardilla donde vive y paseando por diversos lugares y
por todas las clases sociales. Para conseguir el esperpento,
Valle-Inclán produce la animalización de los personajes ( “Zaratustra: abichado
y giboso” o Don Latino como un “perro cobarde”), y la literaturización de la realidad
(“¡Mal Polonia recibe a un extranjero!” de la obra “La vida es sueño” de Calderón de la
Barca o las conversaciones con Rubén Darío). Se degrada totalmente el concepto de
amistad por medio de la relación entre Max y Latino de Hispalis. Aparece la mezcla de
registros, el culto y el barriobajero, encarnado en “La Lunares”.
Todo tiene relevancia, hasta os nombres de los personajes, como se observa en
“La vieja pintada”, figura anónima. El protagonista es la colectividad, la sociedad al
completo y Max no es ningún héroe, también es corrupto (cobra el dinero de manos del
ministro para su familia y se lo gasta cenando), es una parodia generalizada.
Cobran gran importancia las acotaciones (pocos verbos y muchas
enumeraciones), que complican mucho su representación. Las únicas “almas blancas”,
Madama Collet y Claudinita, acaban suicidándose como única salida. La niña predice lo
sucedido, al principio cita que todo termina en la taberna de Pica-Lagartos, fundamental
en la historia, y tiene razón. La obra es muy interesante porque es capaz de hacer
reflexionar al lector, hace que éste se de cuenta de la sociedad en la que vive y la
analice, ya que, aunque es una obra esperpéntica, las deformaciones no la alejan tanto
de la realidad.
(2006-2007)
Luces de bohemia es una obra dramática escrita por Valle-Inclán y publicada en
su primera edición en 1920. En ella se narran las últimas horas del poeta Max Estrella,
acompañado de su amigo Don Latino de Hispalis, en un recorrido por diferentes lugares
del Madrid de la época.
La obra se estructura en dos partes; la primera contiene 12 escenas y la segunda
3 y se separan por la muerte de Max.
En esta obra se define el criterio estético que seguirá Valle-Inclán en sus últimas
obras: el esperpento. En palabras de Max “La realidad trágica española solo puede ser
presentada mediante una estética sistemáticamente deformada”.
Constituye, pues, una forma de crítica de la sociedad española a través de la distorsión
de situaciones y personajes.
El protagonista, Max, no se enfrenta a un destino trágico ni es un héroe clásico;
se ve envuelto en situaciones en las que es despojado de su dignidad, incluso después de
haber muerto. Don Latino es uno de los personajes más deformados. A lo largo de la
obra podemos comprobar que es un ser sin escrúpulos, capaz de engañar y timar a su
amigo. Los personajes aparecen como títeres y algunos de ellos son animalizados (Max
define a Don Latino como “su perro”).
El lenguaje también se deforma, mezclando lo culto y lo popular (“No
introduzcas la pata”).
Otro de los procedimientos de esperpentización es la literaturización, ya sea a
través de personajes (reales como Rubén Darío o ficticios como el Marqués de
Bradomín) o de la inclusión de frases y escenas procedentes de otras obras como las
constantes referencias a la bajada a los infiernos de la Divina Comedia de Dante.
En la obra son habituales los contrastes, ya desde el título, Luces de bohemia. A
medida que el amanecer se acerca, la vida de Max se apaga.
Las acotaciones incluyen un lenguaje muy literario, lo que hace que la puesta en
escena de las obras de Valle-Inclán sea difícil.
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