Dos visiones contrapuestas del amor Os ofrecemos aquí el que tal vez sea el poema amoroso más conocido de la lírica hispánica.De su autor, Francisco de Quevedo, dijo Borges que "es menos un hombre que una dilatada y compleja literatura". En su obra se dan cita tanto la política como la picaresca, la escatología y la religión, la historia y la parodia, todo ello aglutinado bajo un portentoso dominio verbal: AMOR CONSTANTE MÁS ALLÁ DE LA MUERTE Cerrar podrá mis ojos la postrera sombra que me llevare el blanco día, y podrá desatar esta alma mía hora a su afán ansioso lisonjera; mas no, de esotra parte, en la ribera, dejará la memoria, en donde ardía: nadar sabe mi llama la agua fría, y perder el respeto a ley severa. Alma a quien todo un dios prisión ha sido, venas que humor a tanto fuego han dado, medulas que han gloriosamente ardido: su cuerpo dejará, no su cuidado; serán ceniza, mas tendrá sentido; polvo serán, mas polvo enamorado. Francisco de Quevedo (1580-1645) Aquí tenéis un enlace a un vídeo, en el que aparece el actor Juan Diego realizando una lectura del poema:Click. Unos cuantos siglos más tarde, el poeta más representativo de la "Generación del Medio Siglo" o del 50, Jaime Gil De Biedma, reelabora el poema quevediano desde una óptica más vitalista y cercana, muy en consonancia con su propia poesía, dominada por la ironía, el tono conversacional, y una estudiada ocultación de los artificios formales y retóricos. AMOR MÁS PODEROSO QUE LA VIDA La misma calidad que el sol de tu país, saliendo entre las nubes: alegre y delicado matiz en unas hojas, fulgor de un cristal, modulació del apagado brillo de la lluvia. La misma calidad que tu ciudad, tu ciudad de cristal innumerable idéntica y distinta, cambiada por el tiempo: calles que desconozco y plaza antigua de pájaros poblada, la plaza en que una noche nos besamos. La misma calidad que tu expresión, al cabo de los años, esta noche al mirarme: la misma calidad que tu expresión y la expresión herida de tus labios. Amor que tiene calidad de vida, amor sin exigencias de futuro, presente del pasado, amor más poderoso que la vida: perdido y encontrado. Encontrado, perdido… Jaime Gil de Biedma (1929/1990)