.. LINGUISTICA ESPANOLA --~--ACTUAL ______ ~ ~ XXXIII/1 (2011) ARCO/LIBROS, S.L ÍNDICE DEL VOLUMEN XXXIII/1 2011 Página TRUJILLO, RAMóN: El significado textual . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 5 Restricciones sociolingüísticas en un caso de alternancia (morfo)jonológica: /d/ intervocálica en una comunidad de habla cana- ALMEIDA, MANUEL: ria......................................................................... 29 El eufemismo como fenómeno cultural y lexicográfico . . . . . . 55 ¿Es el entrecruzamiento léxico realmente un proceso sustractivo?........................................................... 75 y ROMERO ÜLIVA, MANUEL FRANCISCO: Extranjerismos en el centro de interés 'la ropa' del léxico disponible de los preuniversitarios sevillanos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1O1 Variación actual en el concepto de norma del español. Apuntes para un enfoque contrastivo con el italiano...................... 125 REUTNER, URSULA: PIÑEROS, CARLos-EDUARDO: TRIGO IBÁÑEZ, ESTER SAN VICENTE, FÉLIX: VARIACIÓN ACTUAL EN EL CONCEPTO DE NORMA DEL ESPAÑOL. APUNTES PARA UN ENFOQUE CONTRASTIVO CON EL ITALIANO FÉLIX SAN VICENTE Universidad de Bolonia RESUMEN El reciente criterio policéntrico adoptado por la RAE en la NGLE implica la consolidación de un cambio de rumbo en el fundamento de la norma lingüística, en el que se persiguen tanto la conservación de la unidad del idioma como el panhispanizar la lengua, considerando que existen diferentes normas cultas a nivel regional. Los nuevos planteamientos, sustentados con criterios externos e internos, exigen una reflexión desde la perspectiva de la didáctica de la enseñanza de las segundas lenguas que ofrezcan un marco de análisis que superen el mero anisomorfismo lingüístico. Español e italiano son dos sistemas lingüísticos diferentes a cuya diversidad han contribuido toda una serie de condicionantes histórico-culturales y una tradición normativa de base gramatical y lexicográfica diferente. Quien pone en relación estas dos lenguas para su aprendizaje ha de utilizar parámetros que. tengan en cuenta los valores y criterios que sustentan la norma. El presente trabajo es, en definitiva, una contribución a esta necesaria reflexión didáctica y contrastiva respecto a la norma. PALABRAS CLAVE: español, italiano, lingüística contrastiva, norma, didáctica. CURRENT VARIATION ON THE CONCEPT OF STANDARD SPANISH. NOTES FOR A CONTRASTIVE APPROACH WITH ITALIAN ABsTRAcT The polycentric approach recendy adopted by the RAE in the NGLE (New Grammar of the Spanish Language) implies consolidating a shift in the fundamentals of the language rules. The goal is to preserve the unity of language at the same time as it includes a pan hispanic approach to it, which takes into consideration the different learned rules at the regionallevel. New approaches, supported with externa! and interna! criteria, call for reflection from the perspective of second language teaching. This implies providing a framework for discussion which goes beyond mere linguistic anisomorphism. Spanish and Italian are two different language systems due to a number ofhistorical and cultural conditions as well asto a tradition of different grammatical and lexicographical rules. Relating this two languages for learning requires LEA, XXXIII/!, 2011, págs. 125·142. 126 LEA, XXXIII/!, 20ll, págs. 125-142. using parameters that take into account the valu es and criteria that support the rule. This work, is after al!, a contribution to this vital teaching and contrastive reflection ofthe nonn. KEY WORDS: spanish, italian, contrasúve linguistics, standard language, didactic. l. LA RAE Y EL ACTUAL CONCEPTO DE NORMA Al referirnos a la situación del español en el comienzo del tercer milenio hay que subrayar el calado normativo alcanzado por una serie de obras que tienen como autora a la Real Academia Española (RAE) y a las diferentes Academias Correspondientes y Asociadas (Asociación de Academias de la Lengua Española) ; a la ya habitual y cíclica andadura del Diccionario (DRAE) 1, cuya última edición, actualme nte en fase avanzada de revisión, se remonta a 2001, se suman obras más recientes que tienen una finalidad marcadamente normativa y reguladora como el Diccionario Panhispánico de Dudas (DPD) de 2005 y la Ortografia (20 10) 2 ; en este último diccionario, por primera vez, aunque todavía con el tono de todo proceso de asimilación, se toma plena conciencia de la existencia de varias normas regionales del español, divergentes entre sí, y del anhelo de plasmar una norma común o estándar constituida por las preferencias que en el uso manifiestan los hablantes cultos hispanófonos a través de la expresión formal generalmente escrita (no necesariamente literaria) . A esta obra ha seguido la reciente aparición de la Nueva Gramática de la L engua Española (NGLE) en 2009 y del Manual de la NGLE, en 2010 3, con las que se recupera en el ámbito gramatical la función normativa interrumpida con la última edición en 1931 (y solo en parte sostenida con el Esbozo4 ); en la actualidad la postura de la Academia, que ella misma ha definido "policéntrica", es bastante clara y en ella subyace la línea tradicional de mantener 1 En los últimos a ños con una producción cada vez mayor de obras dedicad as específicamente a estudiantes tanto españoles como hispanoamericanos. 2 La precedente Ortograjia de 1999 al igual que e l Diccionario Panhispánico de Dudas, salieron con la autoría de la RAE, pero como "Edición revisada por las Academias de la Lengua Española". Por último, tanto la NGLE como el Manual y la Ortografía presentan como autores a la RAE y a la Asociación de Academias de la Lengua Española. Cfr. REAL ACADDUA EsPAÑOlA, Diccionario M la lengua española, Espasa-Calpe, Madrid, 22ª ed., 2001 ; REAL AcADEMIA EsPru\JOIA/AsoCIACIÓN DE ACADE~UAS DE LA LENGUA EsPAÑOLA, Diccionario fJanhispánico M dudas, San ti llana, Madrid, 2005; REAL ACADE~UA EsPA.\JOLA/ AsoCL>I.CIÓN DE ACADE~UAS DE LA LE;-~GUA EsPAÑOLA, Ortografía M la lengua española, Espasa Libros, Madrid, 2010. ' REAL AC.WEMIA EsPAÑOLA/AsOCIACIÓN DE ACADEMIAS DE LA LE:-.'GUA EsPAÑOLA, Nueva gramática de la lengua española, Espasa Libros, Madrid, 2009 y Nueva gramática M la lengua española: Manua~ Espasa Libros, Madrid, 2010. • REAL ACADEI-UA EsPA."rOLA, Esbozo M una nueva gramática de la lengua española, Espasa-Calpe, Madrid, 1973. LEA, XXX!Il/1, 2011, págs. 125-142. EL CONCEPTO DE NORMA DEL ESPAl'\¡OL 127 la unidad del idioma5 respetando su diversidad, relativizando la posición castellanista en favor de otra más amplia y de carácter panhispánico6 ; podría afirmarse que la norma se entiende al modo coseriano de "norma social" (usos habituales en una determinada comunidad lingüística), sin prescindir de la función de "gramática normativa" o gramática de los usos correctos, aunque prevaleciendo la finalidad descriptiva7• Tanto en España como en el resto de las naciones hispanófonas8, la Academia, ante el peso cada vez mayor de los medios de comunicación, parece querer afianzar su centralidad en las cuestiones idiomáticas; entre los citados medios, en especial en los audiovisuales, parece haber cundido la opinión de que - y no solo en lo lingüístico- todo vale, como todo vale, con tal [de] que se entienda, en los textos digitales, en los que, además de la ortografía, parece haberse alcanzado el sentido de la construcción de un discurso, prescindiendo de los habituales procedimientos morfosintácticos y de puntuación. Se manifiesta también, o al menos lo hace de otro modo, la consideración de lo oral en el plano normativo, intern.tmpiendo de este modo una tendencia secular en la que prevalece lo escrito. Por otra parte, en este momento como en ningún otro, al menos en intensidad y velocidad, se manifiesta en el español una fuerte tensión entre elementos desestabilizadores o centrífugos debidos a una mayor conciencia identitaria por parte de los hablantes de las variedades del español (principalmente, a la par de Jo que sucede en francés e italiano, por 5 Es la línea que toma fuerza e n el siglo XX (en el XIX, como se sabe, dominaba, simplificando la cuestión, la pureza) con Dámaso Alonso y su actuación al frente de la RAE. Es también la línea que guía el conocido y difundido Diccionario tk dudas y de difzcultades tk la lengua española de MANUEL SEco (Espasa-Calpe, Madrid, 10' ed., 1998) en cuyos preliminares se hace referencia varias veces a este concepto. En cambio, el difundido Manual tk español correcto de LEONARDO GóM.EZ ToRR.EGO (Arco/Libros, Madrid, 1989) ahonda en la corrección gramatical. 6 En la "Presentación" de la Ortografia de 2010 se hace referencia explícita a este cambio de actitud en línea con el art. 1 de los estatutos de la RAE, en los que se menciona el ideal de la unidad del idioma en todo e l ámbito hispánico. 7 El interés normativo por el español (quizá debido a la inexistencia de norma gramatical desde 1931 y norma ortográfica desde 1959) se refleja en los manuales de estilo de los medios de difusión, corporaciones y ministerios. El fenómeno es típicamente español; tuvo su arranque en los manuales de la agencia EFE y después logró amplia difusión a través de los promovidos por el periódico El País y ABC con derivaciones hacia el discurso de género y lo políticamente correcto. F. Lázaro Carreter mantuvo la atención sobre e l tema a través de sus famosos "dardos", colaboraciones periodísticas realizadas durante veinte a1ios posteriormente publicadas en dos volúmenes; cfr. SANTOS Ríos (Palabras, norma, discurso: en memoria tk Fernando Lázam Carrel.er, Universidad, Salamanca, 2005). En Italia e l fenómeno parece más restringido a acciones ministeriales sobre la simplificación del lenguaje administrativo y otras cuestiones relacionadas con el uso social del lenguaje. La Academia de La Crusca mantuvo a través de su portal un consultorio de corrección (firmado por diferentes lingüistas) que en la actualidad no se halla activo aunque mantiene un interesante archivo. Cfr. <http:// parole.virgiJjo.it/parole/correttore_ortografico/> y <http://www.treccani.it/Portale>. 8 Sin olvidar los territorios hispanófonos de Sahara y Guinea Ecuatorial. 128 LEA, XXXIII/1, 2011, págs. 125-142. ejemplo, en el léxico y composición o derivación) y los movimientos centrípetos favorecidos tanto por las tendencias globalizadoras como los protagonizados institucionalmente por la reivindicación normativa, destinados a mantener la estabilidad y unidad de la lengua, cuya extensión geográfica y número de hablantes han aumentado considerablemente en los últimos años. Para el hablante culto hispanófono, no hay, pues, al menos en su conciencia lingüística y en los textos que la alimentan, una única norma del español, cuestión ya en sí muy compleja en sus delimitaciones, sino varias normas reflejo de variedades determinadas por la geografía y por las características de los componentes de la comunidad o comunidades lingüísticas. Junto a la Academia han tomado conciencia del problema otras instituciones que acatan y adoptan sus enseñanzas como el Ministerio de Educación español, que ha introducido en la Enseñanza Secundaria Obligatoria un bloque destinado a la clarificación del concepto de estándar y a su relación con la norma, conceptos al parecer algo desdibujados entre las variedades regionales propuestas o aceptadas en la enseñanza en los últimos años; también el Plan Curricular (2006) del Instituto Cervantes se ha movido en la misma dirección distinguiendo entre lo no marcado y lo marcado desde un punto de vista regional y sociolectal 9 • Pero si la RAE y otras instancias estatales (españolas) se han ido reafirmando en estos últimos años en un proceso codificador, no han faltado en tierras americanas diferentes iniciativas, promovidas (a la par que sucede con lo español) por el espíritu identitario al que hemos hecho mención, y en su finalidad marcadas, en general, por la elaboración de diccionarios diferenciales que han evidenciado la existencia de otras normas10 • De este modo, lo que hasta estos años tenía una marca regionalista aparece en textos normativos y educativos con valores sociales culturales e ideológicos identitarios pretendidamente conjugables ahora con el respeto por las variedades para la convivencia en un ámbito multicultural11 • 9 El problema afecta también a la debatida cuestión de la variedad de origen de los profesores de español, que no siempre coincide con el estándar que están obligados a presentar y que afecta también a la enseñanza del español como L2 (FRANCISCO MORENO FERNÁNDEZ, ¿Qué español enseñar?, Arco/Libros, Madrid, 2000). Una estadística de las cátedras de Lengua y Literatura Hispanoamericanas, por ejemplo, en Italia o Alemania, evidencian la necesidad de expertos en registros de notable dificultad como puedan ser los jurídico-administrativos o todos los relacionados con lo juvenil, coloquial y jerga!. 10 En España la editorial Gredos ha desarrollado una colección de "Diccionarios contrastivos del español de América" bajo la dirección de G. Haensch y R. Werner; pero véase también en la bibliografía la acción de L. F. Lara y el español de México. 11 Son muy interesantes los datos que presenta EvA BRAvo GARCÍA (El español internacional, Arco/Libros, Madrid, 2008, págs. 14-15) relacionados con el uso habitual del español en España, lo que representa un 74%, muy diferentes de los usos mayoritarios en Hispanoamérica, donde "superan el 99% en Argentina, Chile, Colombia, Cuba, El Salvador y Honduras, y solo baja al 90% en Bolivia (87.9%), Guatemala, (86.4%), Perú (82.8%) y Paraguay (63%)". LEA, XXXIII/1, 2011, págs. 125-142. EL CONCEPTO DE NORMA DEL ESPAÑOL 129 Quien observa el estado actual de la descripción del español no puede sino evidenciar la plasmación de algunos presupuestos teóricos que se han ido desarrollando a finales del siglo XX. Así, la existencia de diferentes variedades dentro de una lengua de cultura, puesta de relieve primero por el funcionalismo praguense (diatópicas y diastráticas), y luego por Coseriu (diafásica) y Mio ni (diamésica), que introdujo la percepción de que lo que puede ser correcto normativamente puede dejar de ser apropiado desde el punto de vista comunicativo 12 • En ámbito académico, fueron importantes, además de las ortográficas, las modificaciones en la descripción diastrática en el DRAE de 2001, y en particular, en el DPD, en el que se toma buena nota en los preliminares de la aportación de la sociolingüística por la que hay que considerar que las lenguas son sistemas vivos con los que los hablantes pueden decir, o hacer las mismas cosas, seleccionando para ello entre varios recursos según sus criterios o preferencias individuales; esta elección, más o menos amplia, según las competencias, está motivada por la pertenencia a un ámbito geográfico, social o situacional, por los que el hablante activa sus preferencias y pretende, en definitiva, tener un comportamiento sociolingüístico apropiado a sus intereses comunicativos. Estas ideas difundidas durante los años ochenta y noventa han alcanzado, aunque no siempre de modo sistemático, a gramáticas, manuales y obras de la lingüística aplicada en general, destinadas a la enseñanza del español como primera o segunda lengua_ Por otra parte, la variación histórica (lo que ayer no lo era hoy puede serlo y viceversa), la subjetividad en la interpretación de la corrección, su condicionamiento por factores externos han llevado a algunos lingüistas a preguntarse si "¿hay lugar para hablar de hechos erróneos, o, más estrictamente, impropios de la lengua, o solo podemos hablar de variación a veces previsible?" 13 _ Todo parecería confirmar que existen dos dimensiones, la de la variación y la de la corrección, en el sentido de usos gramaticalmente correctos; pero ni todos los planos de la lengua presentan las mismas regularidades ni tienen el mismo peso en la corrección o en la conciencia del hablante sobre el uso de su propia lengua; tampoco se puede afirmar que el concepto de variación sea aplicable a todos los planos: lo son, como afirma Demonte, la ortografía (que fija la pronunciación), el léxico y los aspectos morfafonológicos y fonético-fonológicos de las variedades en liza, pero no los 12 EUGENIO CosERIU, "Sistema, norma y habla", en Teoria del lenguaje y lingüística general, Gredos, Madrid, 1967, págs. 11-113. 13 VIOLETA DEMONrE, "La gramática descriptiva y la necesidad de la gramática", en LEONARDO GóMEZ ToRREGO et al. (eds.), El buen uso de la lengua española, Caja de Burgos, Burgos, 2001, págs . . 65-108. La cita procede de la página 85. 130 LEA, XXXIII/1, 2011, págs. 125-142. aspectos prosódicos o sintácticos y sí en cambio: los conectores y ordenadores que establecen diferencias entre estilos y registros. Quedarían, pues, como inapelables algunos hechos ortográficos, teniendo en cuenta, también, que la Academia ha mantenido formas "más recomendables" en el DRAE o que en la última edición de la Ortografía ha dejado sin cerrar el carácter normativo de algunas cuestiones gráficas como la de sólo/ solo, la del acento en los demostrativos. En un término, tal vez opuesto, quedarían los rasgos fonéticos y prosódicos, en los que la variedad regional o acento resultan hoy valores inalienables, sin que por ello dejen de incidir sobre las cuestiones ortográficas 14 • 2. VARIACIÓN EN EL CONCEPTO ACADÉMICO DE LA NORMA: DEL CENTRALISMO AL POLICENTRISMO Al afrontar tradiciones normativas diferentes, la española y la italiana, puede resultar útil recoger ahora lo afirmado sobre el rol de la RAE, con una mínima perspectiva histórica de sus rasgos salientes. Podemos empezar por el final, es decir, por la actualidad, para señalar, en primer lugar, que las declaraciones normativistas afectan más al diccionario que a la gramática (a cuyo policentrismo ya hemos aludido) y observar cómo el DRAE asume, de manera plena, en 2001, que "tiene universalmente reconocido un valor normativo que lo hace único en su género" 15 ; para ello se basa en su condición de obra colegiada con la Asociación de Academias de la Lengua Española y en otra serie de declaraciones universalistas como la de que "el paso que se ha dado es muy importante: se ha más que duplicado el número de americanismos en artículos, acepciones y marcas, que en este momento superan las 28 000. Con ello nos situamos en el camino correcto para conseguir un diccionario verdaderamente panhispánico, reflejo no solo del español peninsular sino del 14 Cuando escribo estas notas (agosto de 2010) Trinidadjiménez, aspirante a la alcaldía de Madrid, y actual Ministra de Sanidad, es tildada por algunos adversarios de tener "acento andaluz", lo que ha originado inmediatamente una repulsa general. 15 REAL ACADEMIA EsPAÑOLA, Diccionario de la lengua española, Espasa-Calpe, Madrid, 22ª ed., 2001, "Preámbulo", § 6. Obsérvese esta tradición en un texto del XIX en el que se pone en evidencia el valor legal del diccionario académico: "El voto de un escritor, sea el que fuere, jamás tendrá otro carácter que el de una opinión particular ni podrá por lo mismo infundir en igual grado la confianza que el trabajo metódico o incesante de un cuerpo colectivo. Solo así puede un Diccionario servir de norma á los que deseen hablar y escribir su idioma con propiedad y pureza, adquirir fuerza legal e indeclinable en los asuntos contenciosos, en que la genuina inteligencia de una voz suele ser de gran peso en la balanza de !ajusticia y, por último, solo así podrá llenar cumplidamente su objeto, igual en todo al de un contraste autorizado para calificar la verdadera ley y valor de los metales preciosos", REAL ACADEMIA EsPAÑOLA, Diccionario de la lengua castellana, Imprenta Francisco María Fernández, Madrid, 9ª ed., 1843. lEA, XXXIII/1, 2011, págs. 125-142. EL CONCEPTO DE NORMA DEL ESPAÑOL 131 de todo el mundo hispanohablante" 16; el logro presentaba dificultades a la hora de registrar la extensión de determinadas variedades y registros, para lo que la Academia afirma haberse apoyado en bases de datos escritas y orales, tanto actuales como de dimensión diacrónica17• El cambio parece trascendental en la historia del español en cuanto que, históricamente, desde los contactos con las instituciones establecidas en América, el hablante de aquellas tierras, el hablante escolarizado y culto fundamentalmente, se había sentido impulsado a aceptar, dejando aparte algunos episodios, a través de las obras académicas la norma del castellano escrito y hablado centro-norteño, en la expresión prestigiada de sus hablantes cultos. Y, en consecuencia, dicho hablante se ha visto abocado a poner muchas veces en discusión su propio estándar con respecto a la norma que llegaba por vía académica. Mediante la aceptación de esta norma, fomentada tal vez por intereses recíprocos establecidos entre las instituciones de ambas partes, se ha tenido como objetivo mantener la unidad del idioma y a través de él una unidad cultural e ideológica (garantizada por diferentes -ismos en el plano estético-literario) 18 ; la tendencia particularmente activa a partir del estado moderno borbónico y de la fundación de la RAE, de dar preferencia a un único modelo normativo se ha mostrado muy eficaz en la lengua escrita culta de los últimos tres siglos, en la que se observa, en relación con el español europeo, bastante uniformidad en el plano sintáctico a la par que acentuadas diferencias en el fónico, en elléxicosemántico 19, en el comportamiento lingüístico-textual (en particular, administrativo-jurídico) y en la aproximación comunicativa o en el contacto interpersonal, en la cortesía, por ejemplo. Con una serie de decisiones que se fueron renovando, se estableció y ha perdurado en los siglos una tradición basada en la literatura y textualidad castellana20 , que se asumía como normativa para todos los hablantes, canee~ diéndole a esta norma un grado de abstracción generalizado que se situaba 16 REAL ACADEMIA ESPAÑOLA, Diccionario de la lengua española, Espasa-Calpe, Madrid, 22ª ed., 2001, "Preámbulo",§ 4. 17 Por lo que conozco, son ya cuatro, con la incorporación reciente de CORPES (Corpus del español del Siglo XXI), los corpus que presenta la actual gramática y que a pesar de su vocación diacrónica (recuérdese que el DRAE pretende dar las claves e interpretación de la historia literaria ... ) tiene buena parte de su peso en el siglo XX. 18 Capítulo sin duda interesante a la hora de estudiar la relación entre fuerzas centrípetas y centrífugas que han confluido en la configuración de la decantada unidad del idioma. 19 No solo de la cultura tradicional o de la cotidiana sino también de la administrativo-jurídica. 20 Un texto representativo de esta tendencia es lo que leernos en el Prólogo a la edición de 1852: "No faltará, sin embargo, quien todavía eche de menos en esta edición algunas voces novísimas; pero, o las ha excluido de propósito la Academia, bien por demasiado técnicas, bien porque, apenas empleadas por algunos escritores, han caído en completo desuso, o se han medio naturalizado en Castilla cuando ya se había impreso el pliego donde habrían de colocarse". 132 LEA, XXXIII/!, 2011, págs. 125-142. y sitúa fuera de las experiencias personales de cada hablante (incluso de los centro-norteños peninsulares) y que encuentra en la escuela o escolarización el lugar adecuado para imponerla y aprenderla. La ejemplaridad normativa se ha ido estableciendo a través de numerosas obras didácticas (gramáticas, diccionarios, ortografías) en las que, acompañada de una serie de obras (manuales, epítomes, crestomatías), se ha ido produciendo la gramaticalización así como su gramatización 21 o codificación en un manual de gramática, ya sea bajo la forma de usos prescritos, de usos descritos o de usos simplemente escritos 22 • Resulta constatable que los manuales han sido impuestos por ley 23 , significativamente con la Ley de Instrucción Pública (Ley Moyana) de 9 de septiembre de 1857 24 • Podemos recorrer brevemente el desarrollo de esta trayectoria histórica desde comienzos del siglo XVIII hasta los de la conmemoración del primer siglo de independencia americana en la segunda década del siglo XX, con momentos tan significativos para la unidad del idioma como la gramática de Bello 25 o la defensa castellanista de Cuervo, que preservaron la codificación castellana y a los que apenas podemos hacer mención. La línea, la académica y oficial, aparece pues ininterrumpida e incluso afianzada durante la segunda mitad del siglo XIX hasta los fastos conmemorativos mencionados que afectaron ya al nombre de la Gramática cuyo adjetivo de castellana pasó a ser española en la edición 1924 y al nombre y a la presencia americanista en 21 La gramaticalización es el proceso lingüístico que lleva a que una palabra de una determinada categoría pase a ser parte de otra categoría y, por tanto, adquiera una nueva caracterización funcional. La gramatización, en cambio, se produce cuando en una gramática se introduce, para una estructura cualquiera, una función lingüística de la que nunca se había dado cuenta antes, pero que no es necesariamente (y no suele serlo) una novedad para la lengua en sí, sino solo para la disciplina que se ocupa de describirla. El concepto procede de SYLVAIN AoUROUX, al que remitimos en su estudio dedicado al francés en 2009 ("Instrumentos lingüísticos y políticas lingüísticas: la construcción del francés", Revista argentina de historiografía lingüística, I, 2, págs. 137-149); remitimos también a BEATRICE LAMIROY ("La teoría de la gramaticalización y sus aplicaciones en las lenguas románicas", en JOSÉ LUIS C!FUENTES HONRUBIA y CARMEN MAR!MÓN LLORCA (coords.), Estudios de Lingüística: el verbo, Universidad de Alicante, Alicante, 2004, págs. 245-266). 22 Habrá que diferenciar entre lo que el gramático dice que hay que decir (usos prescritos) de lo que dice que se dice (usos descritos, en los que queda consignada la variación inherente de la lengua) y de lo que realmente él emplea (usos escritos). 23 El primero debió ser el Prontuario de Ortografia de la lengua castellana, impuesto por Isabel 11, en 1844, a petición del Consejo de Instrucción Pública y, al parecer, como reacción ante instancias privadas que aspiraban a una reforma ortográfica. Véase el capítulo destinado a la historia de la ortografía del español entre los preliminares de la Ortografia (2010: 38). 24 La ley, en su artículo 88, declaraba la gramática de la Academia: "texto obligatorio y único en las escuelas de enseñanza pública" y dio lugar, durante un siglo, a numerosos Compendios destinados a la Secundaria y Epítomes destinados a la primaria. 25 Pero téngase también en cuenta el intento de reforma ortográfica por parte del gramático chileno, Cfr. REAL ACADEMIA ESPAÑOLA/ AsOCIACIÓN DE ACADEMIAS DE LA LENGUA ESPAÑOLA, Ortografía de la lengua española, Madrid, Espasa Libros, Madrid, 2010, pág. 32. LEA, XXXIII/1, 2011, págs. 125-142. EL CONCEPTO DE NORMA DEL ESPAÑOL 133 el diccionario usual de 1925; en años más recientes la tendencia se ha favorecido con la conmemoración del quinto centenario (DRAE, 1992) y más aún en el actual siglo en el que la RAE se ha asociado en su responsabilidad corporativa con las otras Academias de la lengua; a partir de ese momento y en concomitancia con la realización del DPD, de la NGLE y de la Ortografía, junto a la norma norteño-castellana se han colocado otras normas o estándares representativos de otras regiones o áreas que hacen emerger la existencia de un estándar general del español en el que se reconocen y se describen varias normas cultas a las que se les concede en términos panhispánicos relativa importancia por la extensión o frecuencia de uso y tradición: " [ ... ] la norma se presenta aquí como una variable de la descripción de las construcciones gramaticales: unas son comunes a todos los hispanohablantes, mientras que otras se documentan en una determinada comunidad o se limitan a una época. Pero además, esas construcciones gozan de prestigio social o carecen de él" 26 • 3. EL PROCESO DE INSCRIPCIÓN DE LA NORMA El profesor de español se ha encontrado hasta años recientes con una serie de herramientas para la didáctica en las que la RAE, con su indiscutible prestigio, propugnaba como norma la variedad castellana culta; la corporación ha ido imponiendo sus propios criterios (sufragados por las disposiciones ministeriales), basándose en la autoridad literaria y en el uso escrito (y hablado) de los doctos o en la autoridad de la misma Academia; las aperturas en esta dimensión restringida del uso (paralelas en cierto modo a las ya señaladas en la diatopía) son más bien recientes ya que se constatan a partir de los años setenta del pasado siglo 27 , en los que la Academia sigue siendo la autoridad para todo el mundo hispanófono, basándose ahora, en buena medida, en los medios de comunicación escritos, orales o audiovisuales; estos medios y sobre 26 REAL ACADEMIA EsPAÑOLA/ AsOCIACIÓN DE ACADEMIAS DE LA LENGUA EsPAÑOLA, Nueva gramática de la lengua española: Manual, Espasa Libros, Madrid, 2010, pág. XLIII. Resulta interesante observar cómo en las históricas relaciones entre gramática y diccionario, un nuevo elemento se añade en el prólogo del Manual en el que leemos: "Conviene advertir que, en tanto que el Diccionario panhispánico de dudas (DPD) consensuado igualmente por todas las Academias, pone mayor énfasis en las normas, la NGLE acentúa los diversos factores pertinentes de la descripción. Son muy pocas las construcciones en cuya valoración normativa se percibe alguna diferencia al comparar las dos obras, aunque, lógicamente, son numerosas las que se estudian aquí más detalladamente" (pág. XLIII). 27 Se observa con claridad en el prólogo al diccionario de 1970: "Se ha aumentado un número importante de voces y acepciones con el criterio, ya iniciado antes, de incorporar las que, como consecuencia del rápido progreso que se observa en las ciencias y en las técnicas, y merced a la gran eficacia de los medios de difusión de que hoy se dispone, pasan diariamente de la nomenclatura especializada al lenguaje culto general e incluso al dominio común". 136 LEA, XXXIII/1, 2011, págs. 125-142. han coincidido en el pasado y que tal vez no coincidan tampoco en el presente, considerando, en primer lugar, la diferente situación histórica y social de cada una de estas lenguas y el peso que ha tenido la administración del Estado en los procesos de planificación lingüística y de escolarización por los que se han producido los fenómenos anunciados de inscripción de la norma. Confrontando, por ejemplo, las obras de didáctica de español para italianos y en particular la lexicografía bilingüe del siglo XIX y buena parte del XX, será fácil comprobar que los principios que sostienen el criterio normativo adoptado en la parte italiana no se corresponden con los de la parte española31 ; en primer lugar porque quien estudiaba italiano tenía, en buena parte, la finalidad de acceder a los de textos literarios, mientras que la orientación de las obras de español para italianos tenían otra finalidad, en general más práctica32 • Si en la orientación español para italianos el margen lo establecía generalmente la RAE, en el caso del italiano para españoles, a pesar del carácter práctico y de las dimensiones de la obra, las elecciones del gramático o lexicógrafo debían reflejar sus opiniones (o la de la fuente principal de la que derivaba) en torno a la "questione della lengua". Recuérdese queManzoni favoreció la norma del italiano florentino, culto, ágil y sin arcaísmos, pero fue una elección, importante si se quiere, en un panorama rico y variado de propuestas variable según las regiones. En cualquier caso, a cada lengua se asocian valoraciones sociales diferentes que conforman la norma y que, para el italiano, se ha basado en una tradición lexicográfica en la que destaca el Vocabolario de la Accademia della Crusca y sus modelos literarios. En la actualidad, en diccionarios de gran difusión y prestigio como Zanichelli, es posible encontrar citados a autores del siglo XV, lo que no sucede en los de lengua española (salvo algún caso excepcional, al menos desde Autoridades), y esto se debe, en parte también, a la posibilidad que tiene el italiano, dada su característica menor variabilidad diacrónica, de poder ejemplificar ciertos usos con autores de épocas pasadas, incluido Dante, sobre todo, pero no necesariamente, para todo lo que tiene que ver con el italiano literario. Con esta tradición, de fuerte componente retórico, resulta consabido que en italiano el párrafo de gran dimensión es un criterio de calidad en la escritura, cuya perfección se halla ligada a una fuerte cohesión anafórica y morfosintáctica y a un léxico neutro y elevado que reclama la atención sobre la forma sobre 31 Si recorremos, por ejemplo, la tradición italoespañola, la presencia de la RAE es rasgo de garantía para obras lexicográficas y gramaticales hasta bien entrado el siglo XX pero, a su vez, el interés, sobre todo comercial, pone de relieve, por una parte, la necesidad de aprender las variedades americanas del español y, por otra, el conocer y adoptar palabras que no se hallaban todavía consignadas en los registros académicos. 32 No podemos sino dejar esbozado el fenómeno y prescindir, por ejemplo, del influjo que pudo tener la institucionalización del español en Italia con su entrada, por una parte en los institutos formativos y, por otra, en las cátedras de filología comparada o románica. LEA, XXXIII/1, 2011, págs. 125-142. EL CONCEPTO DE NORMA DEL ESPAÑOL 137 una expresión desprovista de señales de enunciación. Fenómeno que, si se nos permite la amplia comparación, en español tiene menor fuerza, por razones culturales al haberse insistido en la corrección y no en la función ideativa del lenguaje, o por razones históricas, al haber dispuesto de una lengua utilizada por todos o la mayoría de los españoles desde hace siglos y cuyas bases en la oralidad han resultado y (tal vez sigan resultando) muy superiores a las del italiano 33 , lengua en la que el concepto de la imitación del modelo 34 ha prevalecido hasta años recientes. Con mayor amplitud podemos señalar la diferente tradición a través de esta cita de Serianni 35 : Il confine giusto-sbagliato puo essere segnato con sicurezza solo per le forme a-grammaticali (come il *nasce che abbiamo gia citato). Negli altri casi, compito del grammatico e quello di suggerire una scelta offrendo all'attenzione dellettore elementi di giudizio utili. Prima di tutto l'uso oggi prevalen te[ ... ] poi l'accordo con la tradizione letteraria e con quella grammaticale e lessicografica, che han no cantata malta per una lingua come la nostra, che per tanti secoli estata prevalentemente scritta; infine, le varie ragioni, che di volta in volta possono rafforzare la norma (dal rispetto dell'etimologia, all'esigenza di chiarezza comunicativa). En el conjunto de tensiones en torno al estado actual de la lengua podemos referirnos a cuestiones más recientes y de mayor impacto sobre los aprendices italianos de español. Como se sabe, los medios de comunicación de masas han contribuido a la mayor homogeneidad entre las distintas variedades lingüísticas del español y lo mismo, en términos generales, puede decirse del italiano, pero hay algunos fenómenos que tienen una notable diferenciación como es el caso del lenguaje juvenil que, en España y en el mundo hispanófono en general, han emergido durante los últimos años, tanto como expresión grupal como expresión literaria (comic, en particular); es evidente que, en este caso, nos encontramos ante una relación diferente con el estándar ya 33 Retomamos el concepto de GIAN LUIGI BECCARIA ("Italiano oggi: l'antico, il nuovo", en Cuadernos de Filología Italiana, 9 (2002), págs. 191-203): "L'italiano, rispetto ad altre, e lingua che e cambiata poco, resta molto vicina alle sue origini. Ció e accaduto perché nei secoli passati non e mai stata una lingua popolare, molto parlata: lingna molto scritta si, lingua per pochi, !ingua 'straniera' per i pi u, da impararsi sui libri, sul vocabolario, come avevano fatto (per venire a secoli non molto lontani) il piemontese Alfieri, illombardo Manzoni, i quali, oltre al dialetto, conoscevano meglio il francese della propria lingna". 34 Introduzco, con una única observación o pregunta, la afirmación de LORENZO RENZI ("Presentazione", Grande grammatica italiana di consultazione, I, 11 Mulino, Bolonia, 1997, págs. 7-37): "piú spesso accade che ció che si trova in italiano antico, in italiano moderno sia accettato e sentito come stilisticamente alto". ¿Qué peso tiene el italiano literario en la didáctica de la lengua italiana? 35 LUCA SE~l\INI, "Presentazione" de Italiano, Garzanti, Milán, 1997, págs. V-VIII. 138 LEA, XXXIII/1, 2011, págs. 125-142. que si entre hispanófonos la peculiaridad de lo juvenil (no solo léxica) se forja en relación con el estándar, en italiano el lenguaje juvenil se constituye sobre todo en relación con el dialecto propio de la zona; otro asunto es que los dialectos, salvo determinadas excepciones, hayan iniciado un retroceso evidente en el uso, contrastado por un contexto político reciente de fuertes reivindicaciones localistas 36 • Puede afirmarse, por otra parte, que no existe un español coloquial popular, sino una serie de rasgos de diferente alcance (fonéticos pero también sintácticos y pragmáticos) que tiene su elemento de comparación en la lengua estándar; mientras que, como en el caso anterior, el italiano coloquial popular tiene una base regional y dialectal más fuerte 37 • Por último observaremos que tanto en español como en italiano la ortografía tiene entre sus bases tanto el principio etimológico: segmentos iniciales como pneu- o psi-, siguen asentados en italiano mientras que en español (pronunciación y escritura) son aceptados como neu(mático) y si(cología); pero, por otra, en italiano hallamos el frecuente uso de las formas apostrofadas pronominales: lo hai visto-l'hai visto, uso que en español podría describirse como variante expresiva popular (más española que hispanoamericana) pero inaceptable desde el punto de vista de la corrección ortográfica. 4. REFLEXIÓN FINAL SOBRE CONTRASTIVIDAD Y NORMA En el panorama metodológico actual de la enseñanza de lenguas se ha puesto la mira en la consecución de una amplia competencia lingüística y con esta finalidad la gramática (contrastiva) y el ejercicio de la traducción (en segundas lenguas), lejos de quedar invalidados, han recuperado una función instrumental adecuada en cuanto garantizan el acceso a conocimientos interlingüísticos e interculturales. La ortografía, el diccionario y la gramática, aunque esta no lo haga a veces de modo prescriptivo o no lo señale expresamente, son el vehículo habitual del estándar o norma lingüística y también de lo que resulta gramatical o agramatical. El hablante de una segunda lengua llega a constituir su competencia no solo en relación con el anisomorfimo sino también con los diferentes 36 Remitimos para estas cuestiones a lo tratado en PnAR CA!'ANAGA y FÉLIX SAN VICENTE, ¡Qué fuerte! -¿Siguen pasando? El lenguaje juvenil español: consolidación de tendencias", en F. Fusco y C. Marcato (eds.), Forme delta comunicazione giovanile, Il Calamo, Roma, 2005, págs. 80-127. 37 Señalamos algunos ejemplos de concordancia vacilantes en el uso como el siguiente: La mayoria de los alumnos tiene/tienen, o el cada vez más común del pronombre le con plural a les/* le diré a los alumnos (pero esto es muy "normal"), también el habitual en español centronorteño *les vi subiendo la tapia (leísmo plural no reconocido por la RAE). La concordancia, en el caso del italiano, mantendría todo su vigor y serían tachados como usos incorrectos. LEA, XXXIII/1, 2011, págs. 125-142. EL CONCEPTO DE NORMA DEL ESPAÑOL 139 principios y valores que sustentan la tradición gramatical de ambas lenguas. Si resumimos el discurso que hemos ido enucleando en los párrafos anteriores obtendremos el siguiente resultado: i) el influjo normativo de la ortografia, diccionarios y gramáticas, depende de las características de sus tradiciones constitutivas; ii) los componentes de las tradiciones pueden ser internos y externos a las lenguas; iii) la imposición de la norma se consolida y extiende a través de las instituciones formativas y académicas; iv) en la imposición de la norma resulta determinante la plasmación de los planes de enseñanza en los diferentes instrumentos didácticos. Refiriéndonos ahora a las gramáticas y, por extensión, a los diccionarios u obras didácticas, es necesario recordar que una gramática de español para italianos es un texto en el que de modo fluctuante: i) se presenta el sistema gramatical español completo; el concepto de "completo" o "sistemático" es variable (y articulado de modo diferente) según las épocas y las teorías subyacentes; ii) se presenta el sistema gramatical español incompleto, en cuanto se prescinde de elementos comunes entre ambas lenguas y también de conocimientos gramaticales comunes; iii) la exhaustividad de las informaciones están seleccionadas, organizadas, descritas y comentadas según lo que el autor supone que son las necesidades y cultura del destinatario italófono; iv) la descripción se propone habitualmente en la dirección español-italiano y solo potestativamente o casualmente en la dirección italianoespañol, para completar la finalidad activa no cubierta por la dirección principal; v) la contrastividad tiene en cuenta qué variedades se contrastan o se quieren enseñar (cuestión relevante dada la extensión y variedades del español); vi) la contrastividad es objeto de selección según criterios no siempre explicitados por los lingüistas, pero que llevan en su base una tradición textual y que se inscribe en la didáctica, al menos, de tres maneras diferentes que se refieren a: (i) una contrastividad oculta; (ii) una contrastividad implícitamente manifiesta, y (iii) una contrastividad explícitamente manifiesta; vii) la contrastividad afecta también a los valores culturales ligados al aprendizaje de una segunda lengua no siempre coincidentes en la cultura italiana e hispanófona. 140 IE1, XXXIII/1, 2011, págs, 125-142, Se suele afirmar que la lingüística contrastiva trata de buscar los rasgos comparables de dos o más lenguas para proceder al estudio exhaustivo de sus diferencias y semejanzas con finalidades descriptivas y didácticas 38 ; desde esta perspectiva el anisomorfismo lingüístico, en sus distintos componentes, ha sido el elemento en general privilegiado en la didáctica, En estas notas hemos intentado considerar el interés de la constitución de la tradición normativa de base gramatical y lexicográfica a la que afectan fenómenos como la gramatización y lematización y toda una serie de condicionantes histórico-culturales que tienen relación tanto con el constituirse de una determinada lengua como con las finalidades por las que se aprende, Indiscutiblemente, los profesores de lengua pertenecientes a distintos ámbitos institucionales facilitamos la didáctica a través de la comparación de lenguas cuya descripción deriva de tradiciones lingüísticas (gramaticales, lexicográficas, etc.), diferentes en sus valores y concepciones, como también son diferentes los procesos culturales en los que se hallan implicados, 38 Una buena aproximación a su estado actual en lNGMAR SóHRMAN, La lingüística contrastiva como herramienta para la enseñanza de lenguas, Arco/Libros, Madrid, 2007, lEA, XXXIII/1, 2011, págs. 125-142. EL CONCEPTO DE NORMA DEL ESPAÑOL 141 REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS AccADEMIA DELLA CRUSCA, Vocabolario degli Accademici delta Crusca: con tre indici delle voci, locuzioni, e proverbi Latini, e Greci, posti per entro !'Opera, Varese, Era Edizioni [Facsímil de la ed. de Venezia, 1612], Varese, 2009. BECCARIA, GIAN LUIGI, "Italiano oggi: l'antico, il nuovo", Cuadernos de Filología Italiana, 9 (2002), págs. 191-203. AoUROUX, SYLVAIN, "Instrumentos lingüísticos y políticas lingüísticas: la construcción del francés", Revista argentina de historiografía lingüística, I/ 2 ( 2009), págs. 13 7-149. BRAVO GARCÍA, EvA, El español internacional, Arco/Libros, Madrid, 2008. CAPANAGA, PILAR y FÉLIX SAN VICENTE, ¡Qué fuerte! -¿Siguen pasando? El lenguaje juvenil español: consolidación de tendencias", en F. Fusca y C. MARCATO (eds.), Forme delta comunicazione giovanile, Il Calamo, Roma, 2005, págs. 80-127. 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