Proyecto Manhattan

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“Proyecto
Manhattan”
Institución: Universidad Nacional del Nordeste, Facultad de Ciencias
Exactas, Naturales y Agrimensura.
Materia: Ciencia, Tecnología y Sociedad.
Profesores:
 Acevedo, Belén
 Maiocchi, Marcos
Carrera: Profesorado de Ciencias Químicas y del Ambiente.
Alumnos:
 Albisu, Javier
 Bordón, Gretel
 Fernández Lugo, Macarena
 Húmeres, Cecilia Alejandra.
 Genes, David
23 de Marzo de 2016.
Introducción
Con la segunda Guerra Mundial llegó el desarrollo del arma que, desde entonces, constituye
una amenaza general para la vida sobre el planeta: la bomba atómica. El gran programa para fabricar las primeras bombas atómicas durante la guerra, el Proyecto Distrito de Ingeniería Manhattan,
más conocido como “Proyecto Manhattan”, fue el esfuerzo tecnológico más grande y más caro de la
historia hasta la fecha. El proyecto conjugó varias formas del saber: ciencia, tecnología y técnica, así
como de las industrias de producción en gran escala, las formas sociales y estructuras económicas
que hacen posible la gran industria de nuestro tiempo.
Este programa abrió una época no sólo de armamento de destrucción en masa, sino también
de ciencia de alto nivel, con proyectos tecnológicos a gran escala, que a menudo financian los gobiernos y se dirigían desde importantes laboratorios científicos.
Dejando a un lado los efectos negativos, la tecnología hizo que las personas ganaran un control sobre la naturaleza y construyeran una existencia civilizada.
Lise Meitner, la científica que descubrió la fisión nuclear.
Es importante comenzar por el principio generador de todo el tema, un importante descubrimiento
científico, la reacción que da paso a la creación de la bomba atómica. 1939 Lise Meitner y su sobrino
Otto Robert Frisch, fueron los primeros en articular y justificar la primera fisión nuclear con la ley de
incremento de masa de Einstein. El artículo fue publicado en Nature y lanzó a la carrera a todos los
científicos americanos.
Segunda Guerra Mundial: la excusa Científica.
En ese mismo año, Alemania se lanzó a la conquista de Europa y en 1940 ya había ocupado
Francia, Holanda, Dinamarca, Bélgica y Noruega. Mientras tanto, comenzaban a tener mayor fuerza
los rumores que circulaban en el entorno militar acerca de que los alemanes estaban construyendo
armas de destrucción masiva y que estarían listas para fines de 1.943.
En medio de los conflictos bélicos, en 1938 el físico judío-húngaro Leo Szilard, seguía con atención, desde los Estados Unidos, los avances alemanes en física nuclear hasta que estos fueron clasificados. Entonces, temiendo que la Alemania nazi pudiera construir una bomba atómica y apoderarse del mundo con ella, sugirió a Einstein que firmara una carta dirigida al presidente Franklin Delano Roosevelt donde alertaban sobre esta posibilidad y alentaban al comienzo del proyecto en
cuestión. Como respuesta a esta en 1939 Roosevelt incrementó las investigaciones acerca de las
implicaciones en la seguridad nacional del uso de la fisión nuclear y crea el Comité Consultivo del
Uranio, para saber si en un reactor de uranio podría producirse una reacción en cadena sostenida.
de lo contrario sería imposible construir una bomba. Los avances permiten que en Octubre de 1941,
el presidente norteamericano apruebe la construcción del arma atómica traspasando el programa
nuclear al ejército en manos del Brigadier General Leslie Groves. El financiamiento, el control y la
seguridad del proyecto estuvieron a cargo del gobierno estadounidense, se gastaron más de dos mil
millones de dólares, participaron alrededor de 130.000 personas, físicos, químicos, matemáticos e
informáticos todos juntos trabajando en los principales centros de investigación, ubicados en: Hanford Site, Washington; Laboratorio Nacional Los Álamos, Nuevo México; Laboratorio Nacional de
Oak Ridge, Tennesse, entre otros.
Los científicos que participaron fueron:
-Robert Oppenheimer: Director del proyecto, se opuso al uso militar de la energía nuclear una
vez terminada la guerra.
-Edward Teller: uno de los muchos judíos huidos del régimen nazi. Uno de los más fervientes
defensores del programa armamentista nuclear estadounidense.
-Hans Bethe: importante técnico del proyecto, director de la división técnica.
-Enrico Fermi y Leo Szilard: construyeron la primera pila atómica como ejemplo de un primer
reactor primitivo que mostraba la posibilidad de utilizar el proceso de fisión para realizar una
reacción en cadena.
-Richard Feynman: responsable de la división teórica y de los cálculos por ordenador.
En diciembre de 1941 con el ataque japonés de Pearl Harbor, Estados Unidos entra en la
Segunda Guerra Mundial, esto redobla los esfuerzos en el proyecto, el cual sorteó muchos inconvenientes uno de ellos el más importante, la falta de combustible U 235 el cual es solucionado más
adelante en 1943 con el plutonio-239 que podía producirse más rápidamente debido a que su proceso metalúrgico era más sencillo.
Finalmente, el proyecto resultó en la explosión de tres bombas atómicas. La primera de estas, de plutonio y denominada Trinity, tenía una capacidad de 15.000 a 20.000 kilotones de trinitrotolueno (TNT); fue detonada el 16 de julio de 1.945 en el desierto de Alamogordo, Nuevo México, en
una zona llamada “Jornada del Muerto”.
Las otras dos bombas atómicas producidas por los norteamericanos fueron lanzadas en Japón. La primera de ellas, de uranio y conocida como Little Boy, con una capacidad de 13 kilotones
de TNT, fue lanzada el 6 de agosto de 1.945 sobre la ciudad de Hiroshima, produciendo cerca de
66.000 muertos, 69.000 heridos y 62.000 edificios derrumbados. La segunda, de plutonio y llamada
Fat Man, fue detonada el 9 de agosto de 1945 sobre la ciudad japonesa de Nagasaki; tenía una capacidad de 20 kilotones y produjo cerca de 39.000 muertos y 40.000 heridos. Destaquemos que, al
momento del lanzamiento de estas dos bombas, el presidente de Estados Unidos era Harry S. Truman (1884–1972), pues Roosevelt murió el 12 de abril de 1.945. Así concluyó la Segunda Guerra
Mundial, con la rendición incondicional de Japón.
Conclusión
El desarrollo científico-tecnológico-armamentista llevado a cabo por los Estados Unidos,
Reino Unido y Canadá, impulsado por el contexto de la segunda guerra mundial, bajo la denominación “Proyecto Manhattan” pone de manifiesto la interrelación e influencias que existe entre la ciencia, la tecnología y la sociedad, y cómo se han ultrajado principios éticos y morales con la excusa de
brindar una solución política y social al conflicto bélico.
La inmensa mayoría de las personas que trabajaron en el proyecto desconocían la naturaleza y el fin del mismo ya que según se narra en los distintos documentos históricos, se les negaba
todo detalle dejando solamente lo necesario por saber para que el proyecto avance y muchas veces
esta limitación de pensamiento libre obligaba a los científicos que trabajaban en aras de la ciencia, a
violar sus principios éticos elementales, no respetando la integridad física y exponiendo a grandes
riesgos a toda la población mundial. Así mientras muchos científicos tuvieron el coraje de rechazar la
tentadora oferta, de plasmar en algo tangible sus más preciadas teorías impresas hasta ahora sólo
en papel, como lo hizo Lise Meitner dejando sus razones bien claras: “no quiero tener nada que ver
con una bomba”, ningún otro científico rehusó la oferta. Algunos participantes del proyecto, entre
ellos Szilard, movidos por la moral y sus inclinaciones pacifistas sólo propusieron a través de una
carta, llamada “carta de los 155”, luego de haber construido la bomba y satisfechos de haber puesto
sus teorías en práctica, la no utilización de la bomba contra poblaciones civiles, sino que se realizará
una demostración disuasoria en lugar despoblado. Una lavada de manos según nuestro humilde
punto de vista, tratando de encerrar al monstruo que crearon y liberaron hace tiempo.
Este proyecto científico-militar es un claro ejemplo de cómo es posible usar la ciencia y la tecnología para acabar con la civilización moderna en menos de un segundo. La capacidad del ingenio
humano brillante para descubrir fenómenos que los sentidos no detectan y a su vez no medir las
consecuencias del conocimiento descubierto. Claro que, por otro lado, también grandes descubrimientos científicos han sido capaces de, erradicar la viruela y muchas otras enfermedades, realizar
viajes interplanetarios, crear elementos nuevos, empezar a conocer el cosmos del que formamos
parte entre otras cosas que permiten ir dejando atrás un pasado precario y menos tecnológico.
Bibliografía.
- http://www.grupoargo.org/cts_fin.pdf
- http://www.neoteo.com/el-proyecto-manhattan-por-dentro
- http://hipertextual.com/2014/09/historia-proyecto-manhattan
https://books.google.com.ar/books?id=nv_LCBs5PsAC&pg=PA16&lpg=PA16&dq=proyecto+manhatt
an&source=bl&ots=uXBjuW4cwY&sig=G6RhbqnWbJHHtyfVD9grFRDe36o&hl=es419&sa=X&ved=0ahUKEwjN_v7cjdTLAhULiZAKHaljB4g4
- http://www.altillo.com/examenes/uba/ubaxxi/ipc/pens2012resdoccatp2.asp
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