El convenio esconde la lucha interna de la patronal textil

El convenio esconde la lucha interna de la patronal textil
El convenio esconde la lucha interna de la patronal textil
La negociación del convenio laboral del sector ha sido la excusa para dar rienda suelta a las confrontaciones
personales existentes en el seno del Consejo Intertextil Español.
Joan Canals, presidente de la Agrupación Española del Género de Punto (AEGP), ha vuelto a hacer que el corazón del
sector textil tiemble, o al menos lo ha intentado. La decisión de la AEGP de abandonar el Consejo Intertextil Español
(CIE) no sorprendió a demasiada gente el pasado jueves, puesto que ya hacía días que el rumor circulaba en el sector e,
incluso, en los medios de comunicación.
Oficialmente, el motivo de esta escisión en la patronal son diferencias de criterio a la hora de abordar la negociación del
nuevo convenio laboral con los sindicatos. A principios de año, la organización presidida desde hace cinco meses por
Adrià Serra decidió acceder a las peticiones de los sindicatos de mantener el convenio de 2003, aunque introduciendo
algunas modificaciones. La primera de ellas es aumentar los salarios medio punto sobre la subida del IPC y, la segunda,
lograr que la denominada cláusula de descuelgue sea operativa. Esta medida pretende que las empresas en pérdidas no
se vean obligadas a aplicar los aumentos en los sueldos.
La cláusula de descuelgue ha sido el principal escollo en las negociaciones. Hasta el 28 de abril, todo parecía ir miel
sobre hojuelas. Sin embargo, en la siguiente reunión los sindicatos lanzaron un ultimátum: o se prorrogaba el convenio
de 2003 o la negociaciones volvían al punto inicial. Serra optó por la segunda opción, mientras que la AEGP y el
Gremio de Fabricants de Sabadell ?que forma parte de Fitexlan? eran partidarios de ceder a las presiones de los
sindicatos para centrarse en el plan de apoyo al textil del Gobierno.
En tan solo cinco minutos y tras una filtración a la prensa que no ha sentado demasiado bien a la cúpula del CIE, Canals
despachó el enfrentamiento. A partir de ahora, el CIE estará integrado por una federación menos, aunque la patronal no
cierra la puerta a uno de sus hijos predilectos. La AEGP representa al 10% del sector en número de trabajadores.
Hasta aquí la explicación oficial del entuerto. En el sector circulan otras muchas versiones, suposiciones y rumores.
Una salida traumática
El CIE ha estado integrado históricamente por ocho federaciones que representan el conjunto de la cadena textil. El año
pasado, Profibra abandonó la patronal al considerar que sus asociados han migrado hacia un segmento más próximo a
las fibras químicas que a las textiles.
La escisión de la AEGP es mucho más traumática para la patronal, tradicionalmente dividida como consecuencia de los
diferentes ?incluso contrapuestos? intereses que cada federación defiende.
Mientras el textil atraviesa uno de los momentos más complicados de su historia, fuentes del sector apuntan a
divergencias personales entre el que fue presidente del CIE durante cinco años, Canals, y su actual dirigente. ?El
convenio es una excusa ?asegura un miembro de la patronal?; en el fondo existe un pulso entre dos personas?.
La situación de la patronal inquieta también a los sindicatos. ?Hemos retrocedido quince años en las relaciones laborales
del sector en España?, asegura el secretario general de la Federación de Industrias Textil, Química, Piel y Afines de
CCOO (Fiteqa), Salvador López. ?La patronal debe decidir si quiere seguir con el modelo de pacto y consenso con los
sindicatos de los últimos años o el modelo de confrontación actual?, añade.
De momento, la patronal se enfrenta a un reto aún mayor: lograr mantenerse unida. Fuentes cercanas al conflicto dicen
que la AEGP no será la última en abandonar el CIE. El Gremi de Fabricants de Sabadell podría ser una de ellas, aunque
ya se han apresurado a desmentirlo. ?Nos quedaremos de momento, pero se tiene que potenciar el debate interno,
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redactar estatutos nuevos y ceder soberanía?, aseguran.
Canals negociará, si los sindicatos quieren
La intención de Joan Canals es, una vez abandonado el seno de la patronal, continuar con la negociación del convenio
laboral. Sin embargo, tal y como admite el presidente del CIE, no lo tendrá tan fácil. Para que la AEGP pueda negociar,
patronal, CCOO, UGT y sindicatos minoritarios deberán estar de acuerdo en añadir otra silla a la mesa de negociación.
Para UGT, aunque ?los hechos están aún muy recientes?, la formación aceptará lo que proponga la patronal, explican
fuentes cercanas al sindicato.
La posición de CCOO está un poco más definida. ?Lo que negociemos con el CIE será de obligado cumplimiento para
todo el sector téxtil-confección español?, explica Salvador López, de CCOO. Ambas entidades coinciden en que la
posibilidad de que existan dos convenio laborales distintos ?uno para el CIE y otro para el punto? es ?remota?.
El artífice de la paz laboral en el textil
Aunque en el sector se le tache de personalista, Joan Canals (61 años) es a su vez un mago de las relaciones sociales y,
gracias a ellas, logró congeniar a la perfección con los sindicatos durante sus cinco años de mandato. os estatutos del
CIE no le permitieron continuar, pero ha sido hasta ahora uno de los hombres que dirigía los hilos de la patronal.
En el momento de la dimisión de Amadeu Cazador al frente del IE, Canals ?que también preside el grupo Pulligan?
ocupó la vicepresidencia. No estaba sólo en el cargo, que compartía, hasta el pasado jueves, con Pablo García, de la
Federación de Industrias de la Confección (Fedecon).
Un recién llegado que ha sorprendido al sector
Adrià Serra, de 45 años, fue nombrado presidente de la patronal textil española el pasado mes de diciembre, en
sustitución de Amadeu Cazador, que abandonó el cargo para ocuparse de su empresa (Tivisa), al borde de la quiebra.
Aunque su mandato expirará como máximo el próximo 30 de junio ?fue colocado en la cúpula de CIE como solución
temporal?, erra ha sorprendido al sector por su determinación y posicionamientos.
El también presidente de Asociación Textil del Proceso Algodonero (Aitpa), dirige la compañía Grup Textil resca, con
dos plantas en ataluña, inversiones en México y una plantilla de más de 300 personas.
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