la matrona: pilar fundamental en el diagnóstico precoz del cáncer

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LA MATRONA: PILAR FUNDAMENTAL EN EL DIAGNÓSTICO PRECOZ
DEL CÁNCER GINECOLÓGICO
Matrona. Clínica Fundación Jiménez Díaz
RESUMEN
En este artículo se pretende hacer una descripción de los principales factores de riesgo que pueden
influir en la aparición de los cánceres ginecológicos más frecuentes.
Para ello se ha realizado una revisión de parte de la bibliografía editada sobre el tema.
Hay que tener en cuenta que la matrona como profesional en contacto con la mujer ha de conocer
estos factores de riesgo para, de este modo poder hacer educación para la salud y poder inculcar a la
población en general y a la población de riesgo en particular, controles periódicos que posibilitaran un
diagnóstico y tratamiento precoz.
Como palabras clave: cáncer ginecológico, mujer, prevención, cáncer femenino.
LA MATRONA: PILAR FUNDAMENTAL EN EL DIAGNÓSTICO PRECOZ DEL CÁNCER
GINECOLÓGICO
INTRODUCCIÓN
La matrona, como profesional dedicado a la salud del individuo y más concretamente a la salud de la
mujer, tiene la posibilidad de un acercamiento natural a la misma. Esta posibilidad debe ser aprovechada no
sólo para aplicar un cuidado concreto sino también para hacer educación en salud y tratar de prevenir
determinados problemas.
Es esta perspectiva la que me ha llevado a realizar un repaso bibliográfico de todos los aspectos que
influyen de un modo más o menos importante, más o menos directo sobre la salud de la mujer y más
concretamente sobre aquellos que tienen que ver con el cáncer ginecológico.
Como justificación, señalar que las cifras de las afectadas y la trascendencia de un diagnostico precoz
son motivos suficientes para que la matrona se plantee una atención activa y directa en este campo.
El objetivo de este trabajo es hacer una revisión de aquellos factores que influyen en la aparición de
diferentes cánceres ginecológicos para de este modo poder tener una actitud directa hacia su diagnóstico y
tratamiento precoz.
Desde nuestra posición se puede inducir a las mujeres a la realización de controles periódicos,
insistiendo en signos de alarma o asesorando sobre pruebas que serían necesarias en determinadas
poblaciones de riesgo.
Como palabras claves: cáncer ginecológico, prevención, cáncer femenino, mujer.
MATERIAL Y MÉTODO
Para la realización de este trabajo se ha revisado diferente bibliografía concerniente al tema en
cuestión y que se cita ampliamente en el anexo I.
RESULTADOS
CÁNCER DE MAMA
El cáncer de mama es la neoplasia más frecuente en la mujer. Un 7% de las mujeres lo padecerán a
lo largo de su vida, hecho por el que representa la escalofriante cifra del 22% de los tumores malignos.
La incidencia de la enfermedad ha aumentado de forma constante en los últimos años debido en gran
medida a un incremento de los métodos diagnósticos y un alargamiento de la esperanza de vida.
Hemos de tener en cuenta que la mayor tasa de mortalidad dentro de la población española por esta
causa está en Asturias y el intervalo de los 55 a 64 años es el que presenta mayor mortalidad.
El pronóstico del cáncer de mama depende claramente de la precocidad con la que se establece el
diagnóstico. La supervivencia de una mujer con cáncer de mama sin afectación ganglionar ni metastásica a
los 5 años es superior al 85%, desciendo al 53% cuando los ganglios linfáticos están afectados, es decir,
cuando se ha tardado más en realizar el diagnóstico.
En España se diagnostican 15000 nuevos casos de cáncer de mama y 7000 fallecimientos cada año. En
países industrializados, su incidencia ha aumentado un 31 % cada 10 años. INE.
Datos como su elevada prevalencia y la gravedad de la enfermedad justifican la importancia de su
rápido diagnóstico y la existencia de un programa de detección precoz.
Epidemiológicamente hablando, existen una serie de factores como el sexo (es 100 veces más
frecuente en la mujer que en el hombre), la edad (aumenta con la edad aunque este incremento es más
acelerado antes de los 50 que después) o la raza (en mujeres con menos de 40 años aumenta la incidencia
en la raza negra, en mujeres entre 40-45 la incidencia es similar y en mujeres mayores de 40 la incidencia es
mayor en la raza blanca) que influyen de forma directa en su aparición.
Otros factores, también de vital importancia son:
Antecedentes de cáncer de mama en la familia (las mujeres cuya madre o hermana haya
padecido ca. de mama tienen el doble de riesgo, aumentando más aún si el cáncer familiar
apareció en la premenopausia), ya que los genes inductores del ca. de mama son BRCA1 y BRCA2
y la transmisión de estos genes se realiza de forma autosómica dominante siendo por lo tanto el
50% de los hijos portadores.
Nivel socioeconómico: Afecta en mayor medida a las clases sociales más altas, influido según los
expertos, por el tipo de alimentación y el menor nº de hijos.
Antecedentes de padecimiento de cáncer: Las mujeres que padecieron ca. de mama, de
endometrio o de ovario poseen mayor riesgo de padecer ca. en la otra mama.
Existe un aumento del riesgo en mujeres con menarquia previa a los 11 años y una menopausia
tardía ( > de 55 años).
La ovariectomía bilateral reduce el riesgo de padecer ca. de mama siempre que haya sido anterior
a los 40 años.
La paridad y edad del primer embarazo también se ha visto que influyen, así la nuliparidad y el
primer embarazo a término con edad avanzada, aumentan el riesgo.
El tratamiento Hormonal Sustitutivo: Incrementa levemente el riesgo (estrógenos). También los
anticonceptivos: Puede incrementar el riesgo cuando se toman poco después de la menarquia y
se prolongan largo tiempo antes del primer embarazo. Suelen ser cánceres que aparecen antes de
los 40 años aunque respecto a estos puntos son dispares las opiniones.
La lactancia reduce el riesgo sobre todo en la premenopausia y más aún si se lacta un periodo
superior a 12 meses.
La obesidad aumenta el riesgo en la postmenopausia por la capacidad de producción de
estrógenos en la grasa a partir de los andrógenos.
La dieta: una dieta rica en grasas aumenta el riesgo, una dieta rica en vitamina A y vegetales
disminuye el riesgo.
El riesgo está aumentado en mujeres que consumen alcohol habitualmente.
Las radiaciones ionizantes incrementan el riesgo.
El lugar de residencia también parece influir, con un mayor riesgo en mujeres que viven en la
ciudad que aquellas que lo hacen en el campo.
Mujeres trabajadoras y con alto nivel de estrés ya que este produce una disminución de la
inmunidad.
Actualmente también se cita la depresión como factor predisponente por motivos hormonales e
inmunológicos.
Resumiendo, podemos decir que presentan especial riesgo: mujeres mayores de 30 años con historia
familiar de cáncer de mama, mujeres con biopsias anteriores de lesiones hiperplásicas de mama, aquellas
con carcinoma de otra localización: ovario, endometrio, colon o de la otra mama, mujeres mayores de 50
años nulíparas o con un primer embarazo después de los 35 años, menopáusicas después de los 52 años y
pacientes con síntomas mamarios.
Por todo lo mencionado anteriormente el objetivo general de cualquier programa de prevención del
cáncer de mama, debe intentar una disminución de la morbi-mortalidad por esta causa.
Los objetivos específicos deberán ir encaminados a aumentar en la población femenina los
conocimientos relacionados con esta patología, lograr un cambio de actitud respecto al cáncer de mama,
promover hábitos de vida saludables, facilitar el acceso a sesiones informativas sobre el tema y al programa
de Atención a la Mujer así como conseguir una opinión positiva de programa por parte de la mujer.
CÁNCER DE OVARIO
El cáncer de ovario, aunque solo representa el 5% de todos los procesos oncológicos, constituye la
cuarta causa de muerte por neoplasias en la mujer. En España, se diagnostica cada año unos 3000 nuevos
casos y más de 1600 mujeres fallecen por este tumor. (INE)
No obstante, su detección precoz continua siendo un problema.
Como características generales, cabe destacar que es poco frecuente pero difícil de diagnosticar
precozmente ya que da síntomas tardíos y generales, la mayoría de los tumores de ovario son benignos
siendo los más frecuentes los quistes funcionales que desaparecen en una o dos reglas y los quistes de
líquido que si no desaparecen pueden ser extirpados.
El cáncer de ovario se presenta normalmente después de los 60 años. El diagnostico inicial se suele
hacer por exploración ginecológica con la palpación de una masa, variando el tratamiento según el estadio.
Actualmente se desconoce la historia natural del carcinoma de ovario, así tampoco se han definido la
existencia de formar histológicas precursoras, como puede suceder con otros tipos de tumores, por lo que el
diagnóstico precoz es en realidad un diagnóstico temprano ejercido sobre todo sobre grupos de riesgo.
Los factores de riesgo más relevantes son la nuliparidad, la herencia, los factores ambientales y/ o la
exposición al asbesto¿?, la edad (entre 45-65 años) y la inducción a la ovulación en reproducción asistida,
como factor a estudio según datos de la SEGO. Siendo factores protectores el tratamiento con anovulatorios.
CÁNCER DE CUELLO UTERINO
El cáncer de cuello uterino puede aparecer posteriormente a las displasias siendo su evolución lenta
por lo que facilitará especialmente el diagnóstico precoz.
Epidemiologicamente diremos que es el doble frecuente en la raza negra, menos frecuente en judíos y
más frecuente en zonas pobres.
La mayor incidencia en la aparición de displasias como lesiones precursoras se da entre los 40 a 50
años.
Factor de riesgo a destacar es que es la 2ª neoplasia más frecuente después del cáncer de mama. La
mayoría de los casos se dan entre los 50 y 60 años. Su incidencia aumenta ante antecedentes de procesos
hiperplásicos endometriales o de metrorragias, cuando la aparición de la menopausia ha sido a una edad
superior a los 52 años o cuando la mujer presenta una obesidad con un IMC >25%. También padecer HTA o
diabetes elevan el riesgo. El inicio precoz de las relaciones sexuales, la promiscuidad, la inmunosupresión,
ETS, HPV, pacientes indisciplinadas o el tabaquismo también son factores que aparecen en las tablas de
riesgo.
Datos como un indicador PAP positivo para ca. o hiperplasia endometrial, con presencia de trofismo en
la menopausia o aparición de células endometriales o histiocitos espumosos señalan un incremento de las
posibilidades, así como un tratamiento hormonal sustitutorio únicamente con estrógenos.
ADENOCARCINOMA DE ENDOMETRIO
Menos frecuente que los anteriores, aunque no por ello debe de ser obviado. Dado el carácter de alerta
clínica que puede tener el sangrado patológico, sobre todo en determinadas franjas de edad, debe insistirse
en la educación sanitaria de la mujer a fin de que adopte una actitud positiva frente a cualquier perdida
hemática de carácter aciclico en la perimenopausia.
Como factores de riesgo, señalar los expuestos por la SEGO en esta tabla:
Edad
Nuliparidad
Obesidad
Diabetes Mellitus
Estrogenoterapia (No compensada
con progestagenos)
Tamoxifeno
0
<50 años
No
IMC < 25
No
No
1
50-65 años
No
IMC=25-27
No
No
2
>65 años
Si
IMC> 27
Si
Si
No
< 2 años
> 2 años
Se consideran tres grupos de riesgo:
Riesgo elevado >3
Riesgo medio de 1 a 2
Bajo riesgo 0
DISCUSIÓN
Tras la lectura de los diferentes factores que pueden influir en la aparición de un cáncer ginecológico y
teniendo en cuenta la gran importancia de un diagnostico precoz en la mayoría de los casos, queda palpable
la importancia de la figura de la matrona como profesional cercano a la mujer en diferentes etapas de su
vida.
Es por esta razón por lo que
llegamos a la conclusión de que hemos de estar adecuadamente
preparadas y aprovechar esta posibilidad de acercamiento.
No hemos de olvidar nunca que la matrona es un agente de salud importantísimo y con grandes
posibilidades de desarrollo profesional, por ejemplo en el campo de la E. P. S. dentro de la prevención o/y
en el
diagnóstico precoz del cáncer ginecológico.
Saber reconocer que una mujer pertenece a una población de riesgo e instruirla y animarla a la
realización de controles periódicos es fundamental para una detención precoz.
ANEXO I
BIBLIOGRAFÍA
1-“Protocolos asistenciales en Ginecología y Obstetricia” Tomo II. Ed. SEGO. Madrid 1994
2-Averette, HE; Jobson V. W. “Surgical staging: new aproaches” In Ginecologic Oncology. Ed.
Churchill&Livinstone. Edimburg, 1981.
3-Bonadonna, G. Robustelli della Cuna, G et al. “Manual de oncología Médica” Ed. Masson.
Barcelona 1983.
4-Balaguero L at el “Oncología Ginecológica” Ed. Espax, Barcelona 1990.
5-Gonzalez Merlo at el “Oncología Ginecológica” Ed. Salvat Ed. Barcelona 1991.
6-De Arcos, M. “Prevención de los Cánceres Ginecológicos en Atención Primaria de Salud”
INSALUD. Monografía 1988.
7-Celorio at el. “Fundamentos de Oncología Ginecológica” Ed. Diaz de Santos, S.A. 1987.
8-OMS “detección precoz del cáncer” Serv. De Información Técnica nº 422. 1969.
9-SEGO “Pautas de Detección, Diagnóstico y Tratamiento para una Prevención de los Cánceres
Femeninos” Secc. De Prevención del Cáncer. Monografía 1989.
10-Wentz, A.C.; Burnett, L.S. “Tratado de Ginecología de Novak” Ed. Interamericana, Mexico
1991.
11-“Ginecología de González Merlo” Ed González Merlo, 5ª Edición. Salvat, 1988.
12-“Tratado de Ginecología
Interamericana, México 1986.
y Obstetricia
de
Danforth” Ed.
D.N.
Danforth,
4ª
Edición.
13-“Conferencia de consenso: Detección precoz del Cáncer de mama” Sección de prevención del
cáncer ginecologico de la SEGO Ed. Organon España S:A: 1998.
14-“Programa de Prevención de cáncer de mama: Cúrate en salud”Ed. Junta de Castilla y León
1993.
15-Desarrollo de la implantación del programa de prevención de cánceres e infecciones
ginecologicas” Ed. Junta de Castilla Y León 1993
Fecha Publicación: 26/07/2005
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