TEMA 8. CARACTERÍSTICAS DEL TEXTO LITERARIO La lengua literaria consiste en un empleo especial del lenguaje que se desvía de la lengua estándar para crear belleza, sorpresa y para captar y fijar la atención del receptor no sólo en qué se cuenta sino también en cómo se cuenta. Lo consigue mediante el argumento, la estructura, la musicalidad y los recursos literarios, entre otros. Al concepto de lengua literaria por oposición a la lengua común llegaron por primera vez los formalistas rusos a comienzos del siglo XX. En este tema desarrollaremos tres cuestiones relacionadas. Por un lado, concretaremos las características del lenguaje literario (A); por otro, estudiaremos brevemente cómo se produce la comunicación literaria atendiendo a los factores de la comunicación (B); por último, añadiremos algunas consideraciones sobre formas, géneros y recursos de la lengua literaria. A. RASGOS QUE CARACTERIZAN A LA LENGUA LITERARIA SON: -La ficcionalidad: El lenguaje literario crea géneros de ficción en contraste con la historia o los géneros periodísticos. La ficción es la creación de mundos virtuales basados en la realidad, pero no reales. No son verdaderos ni falsos, son ficcionales. -Desautomatización y desvío: Frente al uso automatizado del lenguaje normal, el lenguaje literario se caracteriza por su variación, novedad y desvío del uso habitual del lenguaje para producir sorpresa y extrañeza. -La función poética: Todas las funciones del lenguaje pueden aparecer en un texto literario, pero siempre predominará la función poética, basada en el cultivo de la forma cuya finalidad es producir placer estético. -Plurisignificación y connotación: La mayoría de los mensajes (científicos, jurídicos, conversacionales) son denotativos. En el lenguaje literario, en cambio, el autor fuerza el código para que las palabras tengan significados asociados, connotaciones, referencias veladas, sugerencias, segundas lecturas, etc. que enriquecen semánticamente el texto. -Perdurabilidad: Los textos literarios se crean desde el principio con una intención de ser perdurables en el tiempo. -Inmutabilidad: Un mensaje puede ser expresado de muchas maneras. El texto literario, al ser producto de una selección minuciosa e intencionada, tanto en el contenido como en la forma, perderá su esencia si algo en él se altera. De ahí que sean tan complicadas las traducciones, pues el contenido puede traducirse con más o menos éxito, pero la forma (que también significa) es muy difícil de verter a otro idioma. B. FACTORES DE LA COMUNICACIÓN LITERARIA Siguiendo el esquema comunicativo propuesto por Roman Jackobson, analizaremos cómo se comportan los factores de la comunicación en la comunicación literaria. El emisor es, ante todo, un creador. El receptor es, por lo general, desconocido para el autor; su grado de conocimiento de las técnicas y de los géneros facilitarán la descodificación del mensaje. El mensaje llama la atención sobre sí mismo. El contexto o situación comunicativa es unidireccional, de emisor a receptor sin posibilidad de intercambio de mensajes, aunque esto está cambiando en algunos productos literarios de Internet. En cuanto al código, la literatura utiliza una serie de subcódigos (rimas, estrofas, géneros, etc.) que cohesionan el mensaje formalmente. El canal más habitual es el escrito, aunque la transmisión original se hizo oralmente. C. FORMAS, GÉNEROS RECURSOS DE LA LENGUA LITERARIA C1. FORMAS: Prosa y verso. El texto literario se presenta bajo dos formas esenciales, prosa y verso. El verso es una unidad limitada en el número de sílabas con posibilidad de presentar rima (asonante o consonante) o con una distribución intencionada en los acentos. Prosa y verso no se asocian a ningún género determinado. Narrativa, lírica y teatro pueden disponerse en cualquiera de las dos formas. C2. GÉNEROS: Los textos literarios se agrupan en géneros y éstos se dividen en subgéneros. Desde Aristóteles, que los distinguió en su Poética (épica o narrativa, lírica y dramática), han evolucionado tanto que lo único que puede constatarse es que ya no hay géneros puros, sobre todo a partir del Romanticismo. De todos modos, aún resulta operativa para muchos aspectos esa división. Los géneros narrativos admiten diversas formas (prosa, verso); algunos de sus extensiones o subgéneros son la novela, el cuento, la épica, los romances, las leyendas. Su denominador común es su finalidad: narrar, es decir, exponer unos acontecimientos de ficción que se suceden en el tiempo. El género lírico se caracteriza por el predominio de la función expresiva. Se asocia al yo, a la subjetividad. No es necesario que hable de uno mismo, pero sí hablar del mundo desde sí mismo. Algunos de sus subgéneros son la canción, la égloga, la elegía. El género dramático tiene dos formas de recepción: la lectura y la representación. Representa hechos a través de los diálogos directos de unos personajes. La clasificación de los subgéneros dramáticos suele ser la siguiente: tragedia, comedia y drama. C3. RECURSOS LITERARIOS La lengua literaria exige una expresión más elaborada para producir sorpresa y extrañeza en el receptor. Todo ello se consigue a menudo acudiendo a los recursos estilísticos, los cuales no son exclusivos de la literatura, aunque suelen ofrecer mayor variación y original en este contexto. Los recursos literarios suelen agruparse dependiendo de si afectan al plano fónico, sintáctico o semántico del lenguaje. Dentro de los fónicos destacamos la aliteración (repetición intencionada de los mismos fonemas) y la paranomasia (repetición de palabras semejantes). El paralelismo (repetición de idénticas estructuras sintácticas), la anáfora (repetición de sintagmas al comienzo de cada verso) y el hipérbaton (ruptura del orden sintáctico lógico) son recursos sintácticos. Dentro de los semánticos encontramos la hipérbole (exageraciones), la ironía (expresar lo contrario de lo que se quiere), la personificación (atribuir cualidades humanas a otros seres u objetos) y quizá los dos más importantes, que son la metáfora (identificar un término real con uno imaginario, semejantes) y la metonimia (identificar un elemento con otro con el que guarda una relación de contigüidad, es decir, la parte por el todo, la causa por el efecto, etc.)