Variedades textuales según su contenido-3- 2º bto. CARACTERÍSTICAS DEL TEXTO LITERARIO. La literatura El lenguaje, desde los tiempos más remotos, ha sido empleado como material para construir obras cuya finalidad única o preferente es causar en el receptor un placer espiritual y desinteresado: el placer estético. El conjunto de tales textos constituye la Literatura. En la Literatura, se produce una comunicación no directamente utilitaria y, por tanto, muy diferente a las ordinarias; en estas, nos comunicamos con fines prácticos ( mandar, pedir, aprender, discutir, quejarse…) ; mientras que en la comunicación literaria no existen tales fines. Rasgos de la comunicación literaria La comunicación literaria contrasta con la ordinaria por los siguientes rasgos: El emisor, convertido en autor, escribe (o habla) sin interés práctico inmediato. Y no espera respuesta ( no tiene delante al receptor) sino acogida. El receptor es universal: el autor no se dirige a un lector u oyente concretos, sino al público actual o futuro de cualquier parte. El mensaje se somete a las normas léxicas y gramaticales con que hablamos o escribimos de ordinario, pero puede transgredirlas y hacerse de difícil comprensión. El código del escritor es el de todos, pero con la salvedad antedicha y a veces entran en ese código particular palabras y construcciones no usuales. El canal más frecuente es el libro, pero también el periódico, las revistas, el cine, la representación escénica, la televisión… La situación es creada a voluntad por el receptor, que toma un libro para leerlo, asiste al teatro o al cine, según su estado de ánimo y otras circunstancias personales normalmente desinteresadas Contexto: no compartido entre autor y lector ( obras escritas en distintos épocas). Cada autor es hijo de su tiempo, lo que da a la obra rasgos particulares. Por ejemplo, el predominio de un género u otro. 1. Literatura y lenguaje. Los códigos literarios se acaban proyectando en un mensaje verbal que, de una u otra manera, pueden presentar peculiares usos del lenguaje. Esto no quiere decir que en esos usos resida lo literario, sino que son marcadores (algo así como la punta del iceberg) de que ese mensaje es ficticio. A estas diferencias que a veces es posible detectar lingüísticamente es a lo que algunos lingüistas han denominado desviación. Hay que tener claro que estas diferencias no son un “adorno”, algo que se añade al texto, sino que surgen como consecuencia de la creación literaria. Un texto literario no se produce primero literalmente y luego se “adorna”, o se “traduce” a lenguaje poético, sino que se crea en su propio lenguaje. 2. El lenguaje literario El lenguaje literario es un uso especial del lenguaje que tiene una finalidad estética: la creación de textos literarios. Sus principales rasgos son los siguientes: -Se trata de un lenguaje fundamentalmente polisémico, pues muchas de sus palabras y expresiones se prestan a más de una interpretación. 1 Las obras literarias en su conjunto también pueden tener más de una lectura. Por ejemplo, El Quijote ha recibido varias interpretaciones a lo largo de la historia. -El lenguaje literario es también un lenguaje connotativo, en la medida en que las palabras tienen significados que el propio autor les confiere. En ciertos géneros y movimientos literarios las connotaciones adquieren un papel fundamental, por ejemplo en la poesía simbólica y en la surrealista. -Debido a este carácter polisémico y connotativo, el lenguaje literario es siempre subjetivo. -Puede adoptar dos formas: la prosa y el verso. El verso se aleja más del lenguaje cotidiano que la prosa, y se caracteriza por tener un ritmo musical (acentos, rima, cómputo silábico…) -El lenguaje literario se desvía del uso normal del lenguaje: los autores tienen una expresión propia y se permiten alteraciones del código que no se dan en la lengua común, como por ejemplo el cambio del orden lógico de las palabras dentro del enunciado. Sin embargo, la transgresión de la norma de la lengua general no es exclusiva del lenguaje literario, también se da en el lenguaje político, el publicitario, etc. En el lenguaje literario, lo más importante es la forma del propio mensaje. Por esta razón, se utilizan muchos y muy variados recursos expresivos, entre los que destacan las llamadas figuras literarias o retóricas: Las figuras literarias tampoco son exclusivas de los textos literarios, pues están presentes en todos los textos escritos y orales, incluso en la conversación cotidiana; sin embargo, es en la literatura donde se utilizan con mayor frecuencia y variedad. En resumen, las características de la lengua literaria se pueden resumir en: Forma específica del uso culto de la lengua. La función poética. Valores connotativos. Originalidad. Crea mundos de ficción. Hecho para perdurar. 3. Los géneros literarios De acuerdo con determinadas características generales, las obras literarias se pueden clasificar en grandes grupos o categorías formales: los géneros literarios. En general se habla de lírica, épica y dramática. Los géneros pueden aparecer puros, pero también es posible encontrar géneros híbridos. La lírica: Sirve de cauce al autor para la expresión de sus sentimientos, de su subjetividad, de su yo íntimo personal. Su medio fundamental de expresión es el verso, pero también puede aparecer en la prosa. Entre los géneros líricos destacan: égloga, elegía, himno, oda, sátira, epigrama, madrigal… La narrativa: Cuando las narraciones pasan a hacerse en prosa, surge el género narrativo. Destaca: novela, cuento, novela corta, leyenda. La épica: aunque en su origen significaba “narración en general”, en la actualidad solemos reservar el nombre de épica para poemas en verso que cantan las hazañas históricas de los héroes. A las obras en prosa las denominamos narrativa. En el género épico destacan: epopeya, poema épico, cantar de gesta, romances. El drama: Los hechos se escenifican por medio del diálogo y la actuación de los personajes. Los géneros dramáticos mayores son la comedia, la tragedia y el drama. Entre los géneros menores sobresalen el auto sacramental, el entremés y el sainete. Otro género importante que es necesario destacar es el didáctico. En él se incluyen obras que pretenden enseñar o adoctrinar. Destacan: ensayo, fábula, epístola y diálogos. 2