En Lugar de la Literatura Clásica, los Libros Para Adolescentes Son Más Populares Por GARRET MCAULIFFE Algunos de los títulos que mencionaron los alumnos de Mission High School cuando les pregunté qué estaban leyendo fueron “Bitch”, “Pimp”, “Candy Licker” y “Snitch”. Aunque la fantasía, principalmente las series de Twilight, permanece en alta demanda en las bibliotecas de la escuela muchos alumnos están leyendo novelas que se centran en temas más angustiosos como choques emocionales con padres abusivos y alcohólicos, así como un alto uso de drogas y violencia de pandillas. No es ningún tipo de lectura para distraerse, en particular para aquellos adolescentes que se enfrentan a estas realidades. Un tema típico entre las lecturas adolescentes es “Push” escrito por Sapphire y el cual muestra a una solitaria chica de 16 años de edad que navega en un hogar disfuncional y opresivo. Un mundo manchado por el incesto, la violencia, embarazos, obesidad, SIDA y analfabetismo. La vida en el hogar de la adolescente y las dificultades en la escuela la impulsan a soñar despierta siendo esto el único de sus refugios. Basada en el libro, la película “Precious” salió en cartelera la semana pasada y el libro es bastante popular en la Secundaria Mission. “A Child Called ‘It’”, una memoria sobre un sobreviviente del abuso sexual a infantes y el profundo trauma emocional que le dejó una madre alcohólica y sádica y un padre que los dejó, es el segundo libro más leído que piden en la biblioteca, de acuerdo con el bibliotecario Matt McDonell de la Secundaria Mission. También es popular en la Secundaria John O’Connell. Las asignaciones de los libros muestran las conexiones que los estudiantes sienten con el tema. “Esto me recuerda la manera en que mi padre puede ser”, escribió un alumno. “Actúa como si no le importáramos ni yo ni mis hermanos... me ayuda a entender cómo se siente él”. Aunque algunos dicen que la literatura callejera o ficción del ghetto tiene popularidad entre las mujeres afroamericanas, los temas más oscuros alcanzan a todo tipo de grupo étnico y de género. “Si tenemos un libro en clase y es algo feliz, nadie lo lee”, dijo Anusuya Mukherjee, alumna de último año en la Secundaria Mission. La ficción contemporánea más popular traza un terreno similar. “Bitch”, de Deja King cuenta la historia de una niña que vive en los proyectos y se convierte en reina del barrio al hacer uso de su “belleza, cuerpo e inteligencia callejera”. Sale con un traficante de drogas a quien después traiciona y finalmente se enfrenta al deterioro de su vida. Janisa McConico, alumna en la Secundaria Mission lo resumió al decir que “es un libro de sexo”. Su compañero de clase, Devon, dijo que “Snitch”, de Allison van Diepen –un libro sobre la cultura pandillera que rodea la vida de Los Ángeles- es el mejor libro que hay”. “La muchacha no se quiere convertir en un miembro de la pandilla Crip. Pero la hacen entrar a la fuerza y después va de soplona y entonces le disparan. Ese es el final”. Devon dijo que ahora está leyendo “Pimp: The Story of My Life”, escrito por Iceberg Slim, el cual es una memoria cruel sobre la vida de un proxeneta en los años 40 y 50. “Este me lo dio mi primo”, dijo. “Está en la cárcel del condado y lo estaba leyendo”. Está claro que hay una conexión personal con los temas que los protagonistas enfrentan y la forma en que muestra la vida callejera. “Se trata del drama”, dijo Shavon Alexander. “Del drama que hay en la secundaria. Me gustan los libros con los que me identifico. No la fantasía o cosas aburridas como esas. Pero me puedo identificar con el drama”. Pero los preocupados padres, profesores y guardianes culturales discuten que la mayor parte de ese drama es exagerado o glorificado a un grado perjudicial. En una entrevista por teléfono, Vivian Johnson, ex trabajadora social y ahora profesora de sociología en la Universidad Marygrove en Detroit, se especializa en la literatura urbana de los adolescentes y habló sobre su experiencia inicial al enseñar redacción en las escuelas de la ciudad. “Incluso una historia que comenzó con un conejillo muy bonito terminó con un cuerpo flotando por el río”, dijo ella sobre los ejercicios de redacción de sus alumnos. “Pero sólo uno o dos de ellos habían visto un cuerpo de alguien muerto. Casi todo se basaba en los medios de comunicación”. Johnson dijo que la mayoría de estas novelas se ubican entre la glorificación y lo que en realidad sucede. Hizo un compromiso con sus alumnos: “leen los clásicos siempre y cuando puedan leer basura después”. Pero los adolescentes siempre se han sentido atraídos a temas tabú. Johnson recordó que el incentivo para leer “To Kill a Mockingbird” era que tenía la palabra “infierno” en el libro. “Las novelas de esta época siempre son vistas, en su época, como algo escandaloso, ya sea porque el contenido es oscuro, deprimente, o por el sexo y lo gráfico”, dijo Jesse Nathan, editor en jefe de la serie de Las Mejores Lecturas Estadounidenses que No Son Obligatorias, una antología anual que los estudiantes de secundarias en el Área de la Bahía ayudan a compilar. “No creo que los jóvenes de hoy día sean muy diferentes a la gente joven que ha habido en general”, continuó. “Sé que estos niños leen mucho, les encantan los libros. Están confundidos, son inteligentes, intentan entender el mundo, son distraídos y son inconstantes en lo que les gusta y disgusta... esa es la naturaleza de los jóvenes más que la naturaleza de esta generación en particular”.