VARÓN PREVIAMENTE SANO CON DOLOR ABDOMINAL E ICTERICIA DE INSTAURACION INSIDIOSA Varón de 46 años, procedente de Darién, sin antecedentes médicos de interés que presenta cuadro clínico de 8 días de evolución caracterizado por dolor tipo cólico, en epigastrio irradiado a hipocondrio derecho, de intensidad severa, con mejoría parcial tras analgesia no opiode, acompañado de fiebre no cuantificada sin predominio horario y escalofríos. Previamente, había presentado durante 5 días, deposiciones semilíquidas a razón de 2 a 3 episodios diarios. Al examen físico, se encontraba febril, taquicárdico con ictericia escleral y cutáneo mucosa. Además, con dolor a la palpación profunda en epigastrio e hipocondrio derecho, aunque sin signos de irritación peritoneal. Los ruidos hidroaéreos se encontraban presentes en los 4 cuadrantes. El examen anorrectal era normal. El hemograma mostraba una leucocitosis de 23,500 mm3, con neutrofilia, con serie roja y plaquetaria normal. La bioquímica presentaba hiperbilirribunemia a expensas de la bilirrubina directa (Bilirrubina total 5,5 mg/dl; Bilirrubina directa 3,4 mg/dl), AST 67 U/L, ALT 117 U/L, Albúmina 2,8 g/dl, Fostasa alcalina 180 U7L. La prueba de HIV resultó negativo. La radiografía de tórax mostraba discreto ascenso del hemidiafragma derecho mientras que la y abdomen simple no mostraron hallazgos relevantes. La tomografía abdominal inicial mostró una imagen hepática heterogénea, de unos 6.9 x 7.1 x 7.5 cms para un volumen aproximado de 192 ml, hipodensa, de bordes irregulares que situdada en el segmento IV, con realce periférico tras la administración de contraste intravenoso compatible con absceso hepático. (ver figura 1) Además, el colon ascendente y transverso mostraron un engrosamiento mural con realce de sus paredes, que considerando están en cercanía del absceso hepático pudiera tratarse de una colitis secundaria. El hemocultivo, coprocultivo, cultivo, frotis gram, frotis por bacilo alcohol ácido resistente (BAAR) del drenaje de absceso y el examen de heces por parásitos resultaron negativos. La colonoscopia con toma de biopsias no mostraron hallazgos patológicos. El paciente evolucionó favorablemente tras el tratamiento con metronidazol y Piperacilina/tazobactam durante 14 días junto al drenaje percutáneo del absceso con mejoría clínica, analítica y radiológica. (ver figura 2) A pesar de los resultados negativos para Ameba en el aspirado del absceso y en el examen fresco en heces, y ante la ausencia de prueba serológica, creemos que el paciente por la auscencia de diabetes u alguna inmunosupresión por historia, los antecedentes de diarrea, el nexo epidemiológico, la edad, la clínica y los hallazgos en las pruebas de imagen, haya presentado un absceso hepático de origen amebiano. DISCUSION El absceso hepático según su etiología se divide en piógeno y amebiano. La incidencia del absceso hepático piógeno (AHP) abarca desde 1,1 a 2,3 casos por 100,000 habitantes cada año.1,2 Usualmente, ocurre en pacientes mayores de 50 años e inmunodeprimidos, con historia de diabetes e ictericia, con múltiples abscesos en las pruebas de imagen y títulos serológicos de anticuerpos frente a Ameba por debajo de 1:256 UI.3 La diseminación tras una colangitis ascendente es la causa más común.4 El agente etiológico se aisla mediante cultivo del absceso mediante punción aspiración con aguja fina en casi el 85% de los casos y mediante hemocultivo en alrededor del 48% de los casos.5,6 Streptococcus milleri y Escherichia coli fueron los gérmenes más frecuentemente aislados según algunas series de casos.1 En Panamá, la Burkholderia pseudomallei se ha reportado en asociación con abscesos cutáneos.7 La tasa de mortalidad puede alcanzar hasta un 32%.1 El tratamiento consiste en antibioticoterapia y drenaje, alcanzando una tasa de resolución de hasta el 90%8 El absceso hepático amebiano (AHA) es la manifestación extraintestinal más frecuente de la infección por Entamoeba hystolitica y ocurre entre el 3 y 9% de los pacientes infectados. La infección por Entamoeba hystolitica es endémica en India, Sur de África, Sureste de Asia, América del Sur y América Central.4 Su mecanismo de transmision es la vía fecal-oral. El AHA es causado por la colonización hepática de trofozoitos mediante la circulación portal. La prueba serologíca es la técnica de mayor sensibilidad para el diagnóstico (90-100%),4 debido a que su aislamiento en examen de heces y en líquido drenado del absceso es casi por debajo del 40% según algunas series.9 La manifestación clínica clásica consiste en un cuadro subagudo caracterizado por fiebre, escalofríos y dolor en hiponcondrio derecho. El manejo consiste en la administración de metronidazol con/sin el drenaje percutáneo. Éste está indicado ante la falta de respuesta al tratamiento médico o bien si existe riesgo de rotura en procesos de gran tamaño (5-10cm) y/o abscesos localizados en lóbulo hepático izquierdo por la posibilidad de extensión a pericardio. El tratamiento quirúrgico raramente está indicado en la actualidad, y debe reservarse para cuando el drenaje percutáneo no es satisfactorio o el AHA se ha complicado o existe riesgo de rotura intraperitoneal. REFERENCIAS 1. Kaplan GG, Gregson DB, Laupland KB. Population-based study ofthe epidemiology of and the risk factors for pyogenic liver abscess. Clin Gastroenterol Hepatol 2004; 2: 1032-8. 2. Hansen PS, Schonheyder HC. Pyogenic hepatic abscess: a ten year population-based 3. 4. 5. 6. 7. 8. 9. retrospective study. APMIS 1998; 106: 396-402. Lodhi S, Sarwari AR, Muzammil M, Salam A, Smego RA. Features distinguishing amoebic from pyogenic liver abscess: a review of 577 adult cases. Trop Med Int Health 2004; Jun; 9(6): 718-23. Cosme A1, Ojeda E, Zamarreño I, Bujanda L, Garmendia G, Echeverría MJ, Benavente J. Pyogenic versus amoebic liver abscesses. A comparative clinical study in a series of 58 patients. Rev Esp Enferm Dig. 2010 Feb;102(2):90-9. 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Tomografía de abdomen que muestra imagen heterogénea, con realce periférico, situado en el segmento IV, de 6.9 x 7.1 x 7.5 cm para un volumen aproximado de 192 ml compatible con absceso hepático. Figura 2. Tomografía de abdomen que muestra absceso hepático de unos 2,9cms, situado en el segmento IV, con evidente disminución de tamaño comparación con estudio previo. Se identifica imagen tubular hiperdensa en su interior en relación al catéter de drenaje percutáneo.