Número de registro: 18547 Novena Época Instancia: Primera Sala

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CONTRADICCIÓN DE TESIS 22/2002-PS.
Número de registro: 18547
Novena Época
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: Tomo XXI, Enero de 2005
Página: 78
CONTRADICCIÓN DE TESIS 22/2002-PS. ENTRE LAS SUSTENTADAS POR EL
PRIMER TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA CIVIL DEL TERCER CIRCUITO Y
EL SEGUNDO TRIBUNAL COLEGIADO DEL SEXTO CIRCUITO (ACTUALMENTE
SEGUNDO TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA CIVIL DEL SEXTO CIRCUITO) Y
POR EL TERCER TRIBUNAL COLEGIADO DEL DÉCIMO SEXTO CIRCUITO.
CONSIDERANDO:
TERCERO. Las consideraciones del Primer Tribunal Colegiado en Materia Civil del Tercer
Circuito, al resolver los amparos en revisión 297/88, 327/89 y 780/2000, son,
fundamentalmente, las siguientes:
1. Amparo en revisión 297/88.
"III. ... El hecho de que se haya inscrito en el Registro Público de la Propiedad el embargo
practicado en el juicio natural respecto del inmueble controvertido, antes que la escritura
mediante la cual la parte quejosa adquirió dicho bien, no significa que la agraviada tenga el
carácter de causahabiente de sus vendedores, puesto que, no debe de perderse de vista que
dicho inmueble lo adquirió con anterioridad a que se registrara en la mencionada oficina ese
embargo -tres días antes, mediante contrato de compraventa privado ratificado ante notario
público- y, por ende, para cuando se inscribió el embargo, ya había salido del patrimonio del
deudor. Finalmente, además de que la parte disconforme no explica por qué al caso resulta
aplicable el criterio judicial que invoca, visible bajo el rubro ‘CAUSAHABIENTE.
COMPRADOR DE UN INMUEBLE QUE REPORTA UN GRAVAMEN. TIENE EL
CARÁCTER DE.’, en la página seiscientos cincuenta y dos, de la Tercera Parte del Informe
de labores rendido por el Presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, al terminar
el año de mil novecientos ochenta y siete, si en el mismo se alude a quien adquiere un
inmueble que soporta un gravamen de crédito hipotecario, sin conocimiento del acreedor, y
en el caso que nos ocupa, el bien embargado salió del patrimonio del deudor con anterioridad
al embargo, el cual no constituye un derecho real que tenga por efecto vincular al pago de las
obligaciones reclamadas, los bienes sobre los que recayó, sino que constituye un derecho
general de prenda sobre los bienes del deudor, el que se singulariza y hace efectivo mediante
el secuestro, de tal modo que éste sólo puede ser eficaz en cuanto recaiga sobre bienes que
correspondan al demandado, de ahí que debe considerarse ilegal el embargo practicado en
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bienes que salieron del patrimonio del deudor para ingresar al de otro."
2. Amparo en revisión 327/89.
"III. ... El hecho de que, supuestamente, no hubiese existido a la fecha de inscripción del
embargo, que constituye el acto reclamado, el registro del aviso preventivo del contrato de
compraventa mediante el cual adquirió el quejoso el inmueble embargado, resulta
intrascendente para revocar la determinación del a quo en el sentido de que el embargo
reclamado no puede surtir efectos en relación con el peticionario de garantías; pues de la
copia fotostática certificada de la escritura número 6378, pasada ante la fe del notario público
número 13 de esta ciudad (fojas 77 a 80 del juicio de garantías), se desprende que el quejoso
compró el bien embargado con fecha veintiséis de agosto de mil novecientos ochenta y ocho,
y si como se aprecia, tanto de los documentos públicos ofrecidos como prueba por el ahora
recurrente, como de los remitidos por el jefe de la referida oficina del Registro Público de la
Propiedad (folios 220 y 165), el embargo reclamado se inscribió hasta el veinticinco de
octubre de mil novecientos ochenta y ocho -registro que no se encuentra controvertido en la
especie-, es incuestionable que, como atinadamente lo estimó el a quo, dicho gravamen no
puede surtir efectos en relación con el quejoso, pues, por una parte, no debe perderse de vista
que el peticionario de garantías no es parte en el juicio del que deriva el acto reclamado y, por
la otra, la operación de compraventa se verificó antes de que se inscribiera el pluricitado
embargo.
3. Amparo en revisión 780/2000.
"V. ... Aun cuando es puntualmente cierto que la diligencia de embargo se practicó cuando
dicho inmueble aún pertenecía a la demandada Sandra Martínez Herrera y a su esposo Jesús
Hernández García, de quienes adquirió el quejoso y, por ende, no es factible sostener que el
solo aseguramiento lesionó derechos del aquí recurrente, en tanto que cuando se llevó a cabo
el embargo, tres de junio de mil novecientos noventa y ocho, aún no entraba a formar parte
del patrimonio del quejoso, pues ello aconteció hasta el doce de junio siguiente, al tenor de la
escritura pública 1,955 antes referida. Empero, no debe perderse de vista, que el embargo de
mérito constituye en todo supuesto, el origen de la afectación de que se queja la parte quejosa
en la medida en que la inscripción del mismo ante el Registro Público de la Propiedad se
verificó cuando dicho inmueble ya había salido del patrimonio de la demandada en el juicio
de origen y pertenecía a la sociedad legal que el quejoso Javier García Valencia tiene
establecida con su esposa Lourdes Lomelí Galván, en virtud de la compraventa que aquéllos
celebraron con la demandada Sandra Martínez de Hernández y su esposo Jesús Hernández
García en la fecha en que aparece en la escritura de mérito. Por tanto, si las constancias del
juicio natural, ponen de manifiesto en lo que interesa, que el tres de junio de mil novecientos
noventa y ocho se trabó embargo sobre la finca ya descrita; que la inscripción de dicho
aseguramiento ante el Registro Público de la Propiedad se llevó a cabo el catorce de julio del
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propio año; esto es, cuando el inmueble ya era propiedad de la parte quejosa desde el doce de
junio de la misma anualidad; que no obstante, el Juez natural inició el trámite de ejecución
correspondiente y finalmente señaló fecha para celebrar el remate del mismo. Entonces, es
evidente que tales actos resultan atentatorios del derecho de propiedad que ostenta el quejoso
sin antes haber sido oído y vencido en juicio."
Con las primeras dos resoluciones, el órgano colegiado de referencia plasmó la tesis aislada
siguiente:
"Octava Época
"Instancia: Primer Tribunal Colegiado en Materia Civil del Tercer Circuito
"Fuente: Semanario Judicial de la Federación
"Tomo: IV, Segunda Parte-1, julio a diciembre de 1989
"Página: 235
"EMBARGO, CAUSAHABIENCIA INEXISTENTE. El hecho de que en el Registro Público
de la Propiedad se inscriba el embargo practicado en un juicio sobre algún inmueble, antes
que la escritura mediante la cual una persona ajena a tal procedimiento, adquirió dicho bien
del demandado, no significa que aquel individuo sea causahabiente del reo, si la adquisición
se llevó a cabo con antelación al registro de ese gravamen en la citada oficina, pues en tal
evento, para cuando se realizó esta inscripción, el bien ya había salido del patrimonio del
deudor.
"Amparo en revisión 297/88. Soledad Téllez Toscano de Luna. 20 de enero de 1989.
Unanimidad de votos. Ponente: José Antonio Llanos Duarte. Secretario: Gabriel Montes
Alcaraz.
"Amparo en revisión 327/89. Sergio Magaña Velázquez. 13 de octubre de 1989. Unanimidad
de votos. Ponente: José de Jesús Gudiño Pelayo. Secretaria: Alicia Marcelina Sánchez
Rodelas."
CUARTO. Las consideraciones del Segundo Tribunal Colegiado del Sexto Circuito
(actualmente Segundo Tribunal Colegiado en Materia Civil del Sexto Circuito), al resolver
los amparos en revisión 27/90, 425/99, 199/2001 y 333/2001, son, fundamentalmente, las
siguientes:
1. Amparo en revisión 27/90.
"TERCERO. ... Es verdad que el embargo reclamado por los quejosos se efectuó el tres de
septiembre del mismo año, o sea, antes de la fecha en que se otorgó su escritura, que fue el
siete de mayo de mil novecientos ochenta y ocho; pero contrariamente a lo que afirma la
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inconforme, no por ello se puede considerar a los amparistas como causahabientes de Dolores
Huerta Rivera, pues como bien lo estimó el Juez a quo, para reputar a una persona
causahabiente de otra, en relación con un bien, es indispensable que quien lo adquiera lo haga
a sabiendas de la situación en que el mismo se encuentra, y tratándose de inmuebles, como en
el caso, el conocimiento de tal situación se presume por la publicidad de la cual está investida
la inscripción en el Registro Público de la Propiedad, a fin de que satisfecho este requisito,
cualquier gravamen o embargo que reporte el bien transmitido antes de la adquisición, surta
sus efectos jurídicos frente al adquirente; de tal manera que si en la especie el embargo del
inmueble propiedad de los quejosos fue inscrito el diecinueve de octubre de mil novecientos
ochenta y ocho y la operación de compraventa mencionada tuvo lugar el siete de mayo del
mismo año es incuestionable que no tuvieron oportunidad de conocer la existencia del
pluricitado embargo."
2. Amparo en revisión 425/99.
"TERCERO. ... Al no constituir el embargo, para el acreedor un derecho real, pues se trata de
un derecho personal que únicamente puede enderezarse contra la persona pero no al grado de
perseguir los bienes con los cuales ésta no (sic) garantizó el adeudo y que ya salieron de su
patrimonio, ello da como resultado que el embargo trabado en un inmueble que no es del
dominio del deudor, sea ilegal, por más que el acto traslativo de dominio no esté inscrito a
favor del nuevo dueño, porque este requisito no es obligatorio para la validez de la
compraventa, que por ser un contrato consensual se perfecciona con el solo consentimiento
de las partes, el cual sí se considera indispensable en todo conflicto de derechos reales, pero
de la omisión apuntada no pueden valerse los acreedores, por no otorgarles el embargo un
derecho real sobre el bien embargado; por consiguiente, debe estimarse destruida la
presunción legal que otorgue el registro respecto de la situación jurídica que guarda
determinado inmueble, si se acredita en forma indudable que éste salió del dominio del
deudor con anterioridad al registro del embargo, quedando en consecuencia sin efecto el
mismo. En tales circunstancias, si el embargo no tiene carácter real, y sólo da al embargante
un derecho personal derivado del título de crédito base de la acción en el juicio ejecutivo de
que se trata, no le puede beneficiar la falta de registro del acto jurídico mediante el cual se
adquirió el inmueble, en todo caso, debe establecerse que si el acreedor desea asegurar el
pago del crédito con alguna propiedad del deudor, debe anotarlo como gravamen de ésta en el
Registro Público de la Propiedad, para que así los futuros adquirentes conozcan la situación
jurídica del inmueble y les pueda ser oponible dicho embargo, pero no a quien compró
cuando el inmueble se encontraba libre de todo gravamen. Por consiguiente, debe indicarse
que como correctamente lo aducen los inconformes, si en la fecha en que éstos adquirieron el
bien inmueble afecto, el embargo trabado en los autos del juicio de origen sobre el mismo no
había sido inscrito en el Registro Público de la Propiedad, es incuestionable que no tuvieron
oportunidad de conocer la existencia del pluricitado embargo."
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CONTRADICCIÓN DE TESIS 22/2002-PS.
3. Amparo en revisión 199/2001.
"CUARTO. ... Si se parte de la base de que la hipoteca referida y el embargo trabado en el
juicio generador del acto reclamado se inscribieron respectivamente en el Registro Público de
la Propiedad el veinte de febrero y el dieciséis de marzo de mil novecientos noventa y dos,
fechas posteriores al tres de diciembre de mil novecientos noventa y uno, en que los quejosos
adquirieron por compra el inmueble antes mencionado, es incuestionable que no conocían la
existencia de la hipoteca ni el embargo antes referidos; y si esto es así, no pueden ser
considerados causahabientes de los demandados en el aludido juicio natural, pues para
reputar a una persona como causahabiente de otra, en relación con un bien, es indispensable
que quien lo adquiera lo haga a sabiendas de la situación en que el mismo se encuentre. Y
tratándose de inmuebles, como en la especie, el conocimiento de tal situación se presume por
la publicidad de la cual está investida la inscripción en el Registro Público de la Propiedad, a
fin de que satisfecho que sea este requisito, cualquier gravamen o afectación que reporte el
bien trasmitido antes de la adquisición, surta sus efectos jurídicos frente al adquirente. De tal
manera, si la hipoteca y el embargo que reporta el inmueble propiedad de los quejosos no
habían sido legalmente inscritos en la fecha en que se formalizó el contrato de compraventa,
se insiste, es incontrovertible que no tuvieron oportunidad de conocer su existencia y, por
ende, debe estimarse que en la fecha en que se transmitieron los derechos de propiedad del
local afecto, éste se encontraba libre de gravamen."
4. Amparo en revisión 333/2001.
"TERCERO. ... Aun cuando el embargo trabado el trece de enero de mil novecientos noventa
y nueve, en los autos del expediente 1164/98, se haya practicado con anterioridad al
diecisiete de febrero y veintitrés de septiembre siguientes, en que respectivamente se
protocolizó e inscribió en el Registro Público de la Propiedad la operación de compraventa
del inmueble sobre el cual recayó dicho secuestro; lo cierto es que la inscripción de dicho
secuestro judicial se solicitó hasta el doce de julio de dos mil, fecha en la cual, el inmueble ya
había salido del patrimonio del deudor y se encontraba inscrito a nombre de otras personas
ajenas al procedimiento y, por ello, como bien lo estimó el Juez de Distrito fue correcta la
determinación de la responsable en el sentido de que no procede la solicitud de inscripción
del embargo, porque ese bien inmueble ya no puede garantizar de ninguna manera los
derechos del acreedor y quejoso, precisamente por no pertenecer a su deudor, máxime que al
registrarse la propiedad de un inmueble a favor del que adquirió, se cancela el registro
relativo al que enajenó. Y en este orden de ideas, debe decirse que el ahora recurrente debió
solicitar con toda oportunidad que el embargo recaído sobre el bien inmueble afecto, se
inscribiera de inmediato en el Registro Público de la Propiedad, para que produjera efectos
contra terceros, como pudieran ser los nuevos adquirentes y éstos pudieran tener el carácter
de causahabientes de su vendedor para responder a las resultas del juicio, pues para reputar a
una persona como causahabiente de otra, en relación con un bien, es indispensable que quien
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CONTRADICCIÓN DE TESIS 22/2002-PS.
lo adquiera lo haga a sabiendas de la situación en que el mismo se encuentre, y tratándose de
inmuebles, como en la especie, el conocimiento de tal situación se presume por la publicidad
de la cual está investida la inscripción en el registro mencionado, a fin de que satisfecho que
sea este requisito, cualquier gravamen o afectación que reporte el bien transmitido antes de la
adquisición, surta sus efectos jurídicos frente al adquirente; de tal manera que si el embargo
del inmueble propiedad del quejoso no había sido inscrito en la fecha en que se formalizó el
contrato de compraventa, se insiste, es incontrovertible que los nuevos propietarios del
mismo no pueden ser considerados causahabientes."
La primera ejecutoria de este Tribunal Colegiado dio origen al siguiente criterio:
"Octava Época
"Instancia: Segundo Tribunal Colegiado del Sexto Circuito
"Fuente: Semanario Judicial de la Federación
"Tomo: V, Segunda Parte-1, enero a junio de 1990
"Página: 124
"CAUSAHABIENTES. PERSONAS QUE TIENEN ESTE CARÁCTER. Para reputar a una
persona causahabiente de otra, en relación con un bien, es indispensable que quien lo
adquiera lo haga a sabiendas de la situación en que el mismo se encuentra, y tratándose de
inmuebles, el conocimiento de tal situación se presume por la publicidad de la cual está
investida la inscripción en el Registro Público de la Propiedad, a fin de que satisfecho este
requisito, cualquier gravamen o embargo que reporte el bien transmitido antes de la
adquisición, surta sus efectos jurídicos frente al adquirente.
"Amparo en revisión 27/90. Alberto Hernández Huerta y otros. 9 de febrero de 1990.
Unanimidad de votos. Ponente: José Galván Rojas. Secretario: Jorge Núñez Rivera."
QUINTO. Las consideraciones del Tercer Tribunal Colegiado del Décimo Sexto Circuito, al
resolver el amparo en revisión 167/2001, son, fundamentalmente, las siguientes:
"QUINTO. ... El solo hecho de que la quejosa haya adquirido el inmueble en cuestión, luego
de que ya había sido embargado en el juicio natural, es suficiente para considerarla
causahabiente del demandado en el juicio de origen, más aun cuando, se reitera, éste ya había
iniciado en el momento en que ella adquirió la propiedad; además de que debe apuntarse que,
como ya se expuso en párrafos superiores, es irrelevante el hecho de que el embargo no se
haya inscrito en el Registro Público de la Propiedad, sino hasta después de que la quejosa
compró ese inmueble, dado que las inscripciones en ese registro no tienen más que efectos
declarativos pero no constitutivos de derechos, de ahí que no pueda afirmarse que por el
hecho de que el embargo se inscribió en el Registro Público de la Propiedad, luego de que la
quejosa ya había celebrado el contrato de compraventa en virtud del cual adquirió la
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susodicha finca, ésta ya había salido del patrimonio de la deudora, habida cuenta que el
embargo surte sus efectos desde el momento en que se practica, de modo que es válido
afirmar que se realizó cuando el bien inmueble aún era propiedad de la demandada en el
juicio natural. Asentado lo anterior y, toda vez que, como ya se dijo, la quejosa adquirió la
propiedad del inmueble en disputa luego de que ya se había iniciado el juicio natural, incluso,
con posterioridad a que el mismo fue embargo, en tal virtud se dio una sustitución procesal,
es decir, la quejosa sucedió jurídicamente a la demandada en el juicio de origen,
convirtiéndose en ese momento en su causahabiente y con tal carácter no puede ser
considerada como tercero extraño al juicio."
SEXTO. Con el propósito de verificar si en el presente caso existe contradicción entre los
criterios sustentados por los Tribunales Colegiados contendientes, se tiene presente el
contenido de la jurisprudencia siguiente:
"Novena Época
"Instancia: Pleno
"Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
"Tomo: XIII, abril de 2001
"Tesis: P./J. 26/2001
"Página: 76
"CONTRADICCIÓN DE TESIS DE TRIBUNALES COLEGIADOS DE CIRCUITO.
REQUISITOS PARA SU EXISTENCIA. De conformidad con lo que establecen los artículos
107, fracción XIII, primer párrafo, de la Constitución Federal y 197-A de la Ley de Amparo,
cuando los Tribunales Colegiados de Circuito sustenten tesis contradictorias en los juicios de
amparo de su competencia, el Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación o la Sala
que corresponda deben decidir cuál tesis ha de prevalecer. Ahora bien, se entiende que
existen tesis contradictorias cuando concurren los siguientes supuestos: a) que al resolver los
negocios jurídicos se examinen cuestiones jurídicas esencialmente iguales y se adopten
posiciones o criterios jurídicos discrepantes; b) que la diferencia de criterios se presente en
las consideraciones, razonamientos o interpretaciones jurídicas de las sentencias respectivas;
y, c) que los distintos criterios provengan del examen de los mismos elementos."
Así, se tiene que el Primer Tribunal Colegiado en Materia Civil del Tercer Circuito, en
resumen, estima que el hecho de que el embargo trabado sobre el inmueble se hubiera
inscrito en el Registro Público de la Propiedad, antes que la escritura mediante la cual la parte
quejosa adquirió dicho inmueble, no significa que la agraviada tenga el carácter de
causahabiente de sus vendedores, porque no debe perderse de vista, que el inmueble lo
adquirió con anterioridad al registro de embargo en la oficina mencionada. Por su parte el
Segundo Tribunal Colegiado del Sexto Circuito (actualmente Segundo Tribunal Colegiado en
Materia Civil del Sexto Circuito), sustancialmente, estima que si bien tenía razón la
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recurrente en cuanto a que cuando se registró la escritura de los quejosos ya se encontraba
inscrito el embargo, no era razón suficiente para revocar el fallo porque no existía prueba que
demostrara que los quejosos conocieron de la existencia del embargo; además, porque si bien
el embargo se efectuó antes de la fecha en que se otorgó la escritura, no por ello se puede
considerar a los peticionarios de amparo como causahabientes, ya que para ello es
indispensable que quien lo adquiera lo haga a sabiendas de la situación en que aquél se
encuentra, y en el caso de inmuebles, el conocimiento se presume por la publicidad a través
de la inscripción que se haga ante el Registro Público de la Propiedad, por lo que si el
embargo fue inscrito con posterioridad a la compraventa, es incuestionable que no tuvo
conocimiento del embargo trabado al momento de adquirir dicho inmueble, pues al no estar
inscrito no podía surtir efectos contra terceros.
En lo que hace al Tercer Tribunal Colegiado del Décimo Sexto Circuito, en esencia,
considera que, en la misma situación, sí se puede establecer el carácter de causahabiente,
porque las inscripciones en el Registro Público de la Propiedad tienen efectos declarativos y
no constitutivos, de ahí que el embargo existe y surte sus efectos desde la fecha en que éste se
practicó; además, de que dado que el inmueble se adquirió con posterioridad al inicio del
juicio de origen, por tanto, se dio una sustitución procesal.
De lo expuesto se advierte:
a) Que al resolver asuntos similares puestos a su consideración, los órganos colegiados
examinaron la misma cuestión jurídica, es decir, si un tercero extraño al juicio natural,
comprador de un inmueble, es causahabiente o no del vendedor, cuando el contrato
respectivo se celebró después de que el bien inmueble vendido había sido embargado, pero
antes de que la traba se inscribiera ante el Registro Público de la Propiedad.
b) Que la diferencia de criterios, se presenta en las consideraciones de las resoluciones
respectivas.
c) Que los criterios provienen del examen de los mismos elementos, pues los Tribunales
Colegiados al ocuparse de la figura de la causahabiencia en relación con el momento en que
surte sus efectos el embargo, arribaron a diferentes conclusiones.
De todo lo que se lleva dicho se llega a la conclusión de que en este caso sí existe
contradicción de tesis, consistente en determinar si un tercero extraño al juicio natural,
comprador de un inmueble, es causahabiente o no del vendedor, cuando el contrato
respectivo se celebró después de que el bien inmueble vendido había sido embargado, pero
antes de que la traba se inscribiera ante el Registro Público de la Propiedad.
Es decir que es un tema derivado de la fijación de los efectos del embargo, en relación con
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CONTRADICCIÓN DE TESIS 22/2002-PS.
una figura como la causahabiencia, que si bien no está regulada normativamente en forma
expresa, sí es reconocida por la jurisprudencia, como se verá más adelante.
No es obstáculo a lo anterior, la circunstancia de que los criterios en contraposición no
constituyan jurisprudencia, porque los artículos 107, fracción XIII, párrafos primero y
tercero, de la Constitución Federal y 197-A de la Ley de Amparo, que establecen el
procedimiento para resolverla no imponen dicho requisito.
En relación con este punto cobra aplicación la jurisprudencia sustentada por el Tribunal
Pleno, que es la siguiente:
"Novena Época
"Instancia: Pleno
"Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
"Tomo: XIII, abril de 2001
"Tesis: P./J. 27/2001
"Página: 77
"CONTRADICCIÓN DE TESIS. PARA QUE PROCEDA LA DENUNCIA BASTA QUE
EN LAS SENTENCIAS SE SUSTENTEN CRITERIOS DISCREPANTES.-Los artículos
107, fracción XIII, de la Constitución Federal, 197 y 197-A de la Ley de Amparo establecen
el procedimiento para dirimir las contradicciones de tesis que sustenten los Tribunales
Colegiados de Circuito o las Salas de la Suprema Corte de Justicia de la Nación. El vocablo
‘tesis’ que se emplea en dichos dispositivos debe entenderse en un sentido amplio, o sea,
como la expresión de un criterio que se sustenta en relación con un tema determinado por los
órganos jurisdiccionales en su quehacer legal de resolver los asuntos que se someten a su
consideración, sin que sea necesario que esté expuesta de manera formal, mediante una
redacción especial, en la que se distinga un rubro, un texto, los datos de identificación del
asunto en donde se sostuvo y, menos aún, que constituya jurisprudencia obligatoria en los
términos previstos por los artículos 192 y 193 de la Ley de Amparo, porque ni la Ley
Fundamental ni la ordinaria establecen esos requisitos. Por tanto, para denunciar una
contradicción de tesis, basta con que se hayan sustentado criterios discrepantes sobre la
misma cuestión por Salas de la Suprema Corte o Tribunales Colegiados de Circuito, en
resoluciones dictadas en asuntos de su competencia."
SÉPTIMO.-Debe prevalecer, con carácter de jurisprudencia, el criterio sustentado por esta
Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, en términos de las
consideraciones siguientes:
Como ya quedó establecido, la presente contradicción de tesis consiste en determinar si un
tercero extraño al juicio natural, comprador de un inmueble, es causahabiente o no del
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CONTRADICCIÓN DE TESIS 22/2002-PS.
vendedor, cuando el contrato respectivo se celebró después de que el bien inmueble vendido
había sido embargado, pero antes de que la traba se inscribiera ante el Registro Público de la
Propiedad.
Debe recordarse que el causahabiente es la persona que ha sucedido o se ha subrogado por
cualquier título en el derecho de otra u otras, es decir que son personas que por un
acontecimiento posterior a la realización de un acto jurídico, adquieren en forma derivada los
derechos y obligaciones de quienes fueron sus autores. Al respecto, es de tenerse en cuenta el
siguiente criterio:
"Sexta Época
"Instancia: Segunda Sala
"Fuente: Semanario Judicial de la Federación
"Volumen: Tercera Parte, LXXX
"Página: 14
"CAUSAHABIENTES.-Tratándose de personas ligadas por un fenómeno de causahabiencia,
afecta y beneficia a uno lo resuelto y hecho en el juicio en que intervino la otra.
"Queja 610/48. Joaquín García Alcocer. 12 de febrero de 1964. Cinco votos. Ponente: Franco
Carreño."
En consecuencia, es preciso tener en cuenta que, en lo general, la doctrina considera al
embargo como la afectación decretada por una autoridad competente sobre un bien o
conjunto de bienes de propiedad privada, cuya finalidad es asegurar cautelarmente la eventual
ejecución de una pretensión de condena que se plantea en un juicio, o bien satisfacer
directamente una pretensión ejecutiva.
Al respecto es aplicable el siguiente criterio:
"Quinta Época
"Instancia: Tercera Sala
"Fuente: Semanario Judicial de la Federación
"Tomo: LXVII
"Página: 728
"EMBARGOS, EFECTOS DE LOS.-El embargo no otorga al ejecutante derechos reales
sobre la cosa, porque no son esos los efectos del embargo, sino los de individualizar,
mediante el señalamiento de bienes, la garantía que la totalidad del patrimonio de un deudor
constituye, en lo general, para responder de las obligaciones personales de éste.
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CONTRADICCIÓN DE TESIS 22/2002-PS.
"Amparo civil directo 2875/38. Banco Nacional de Crédito Agrícola, S.A. 30 de enero de
1941. Unanimidad de cuatro votos. Ausente: Francisco Barba. La publicación no menciona el
nombre del ponente."
De lo anterior se deduce que el embargo no tiene la naturaleza de un derecho real sobre los
bienes embargados, sino sólo la de afectar ciertos bienes del deudor para garantizar su
obligación, de donde se desprende que, necesariamente, los bienes embargados deben ser
parte del patrimonio del sujeto a quien se embarga, siendo al respecto de tenerse en cuenta el
siguiente criterio:
"Quinta Época
"Instancia: Tercera Sala
"Fuente: Semanario Judicial de la Federación
"Tomo: CXI
"Página: 589
"EMBARGO, NATURALEZA JURÍDICA DEL.-El embargo no constituye un derecho real,
ya que por virtud de él la obligación que tiene el deudor de pagar con todos sus bienes
presentes y futuros, se singulariza mediante la designación que hace de los bienes que deben
quedar afectos al pago, y es claro que el embargo será legítimo en tanto recaiga sobre bienes
del deudor y no en bienes que hayan salido de su patrimonio, por más que no estén inscritos a
favor del nuevo dueño; porque si esta exigencia fuera necesaria, equivaldría a imponer dicha
formalidad para la validez del contrato de traslación de propiedad, que se perfeccionó por el
solo consentimiento, y cuando de acuerdo con nuestra legislación, el registro no tiene
sustantividad, ya que sus efectos son de mera publicidad, referentes a la propiedad raíz, de tal
manera que los conflictos de preferencia sólo pueden surgir entre acreedores de tal derecho,
es decir, de derecho real.
"Amparo civil directo 4677/51. Pavón Moreno Margarita. 24 de enero de 1952. Mayoría de
tres votos. Disidentes: Vicente Santos Guajardo y Roque Estrada. Relator: Agustín Mercado
Alarcón."
Ahora bien, el embargo debe ser inscrito ante el Registro Público de la Propiedad para que
surta sus efectos legales ante terceros, requisito sin el cual, tales efectos no surgen, siendo al
respecto de tenerse en cuenta el siguiente criterio:
"Quinta Época
"Instancia: Pleno
"Fuente: Semanario Judicial de la Federación
"Tomo: XVII
"Página: 214
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CONTRADICCIÓN DE TESIS 22/2002-PS.
"EMBARGO.-El embargo es un acto que debe ser registrado, y la omisión de tal requisito,
hace que no surta efectos contra tercero. Si el registro se hace, pero no oportunamente, los
efectos del embargo principian en la fecha del registro.
"Recurso de súplica 8/24. Valle Espinosa Ángel y coagraviados. 20 de julio de 1925.
Unanimidad de nueve votos. La publicación no menciona el nombre del ponente."
Así pues, mientras el embargo no sea inscrito en el Registro Público de la Propiedad, el
embargante no puede oponer sus derechos, respecto del bien embargado, frente a un tercero
que sí los haya inscrito con anterioridad, siendo al respecto aplicable el siguiente criterio:
"Quinta Época
"Instancia: Tercera Sala
"Fuente: Semanario Judicial de la Federación
"Tomo: CI
"Página: 1884
"EMBARGO DE INMUEBLES, FALTA DE REGISTRO DEL.-Para que el embargo de un
inmueble surta efectos contra un tercero, es requisito indispensable que se inscriba en el
registro; de otro modo, el embargante no puede alegar derechos frente a tercero que haya
inscrito los suyos con anterioridad.
"Amparo civil en revisión 5646/45. Galán Aurelia. 24 de agosto de 1949. Unanimidad de
cinco votos. La publicación no menciona el nombre del ponente."
En consecuencia, si una persona adquiere un bien inmueble previamente embargado, pero sin
que el embargo haya sido registrado, es dable considerar que lo adquiere libre de todo
gravamen, según lo establece el siguiente criterio:
"Quinta Época
"Instancia: Tercera Sala
"Fuente: Semanario Judicial de la Federación
"Tomo: LXIX
"Página: 5182
"EMBARGOS NO INSCRITOS EN EL REGISTRO PÚBLICO DE LA PROPIEDAD.-Si no
se inscribió en el Registro Público de la Propiedad el embargo que se hizo pesar sobre un
bien, el mismo no pudo surtir efectos con relación a un tercero, que hubiere adquirido
posteriormente el propio bien; por lo que debe estimarse que dicho tercero lo adquirió libre
de todo gravamen, aun admitiendo la tesis, rechazada ya por la Tercera Sala de la Suprema
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CONTRADICCIÓN DE TESIS 22/2002-PS.
Corte, de que el embargo confiere un derecho real.
"Amparo civil directo 1351/38. Fuente viuda de Torres Soledad de la. 8 de agosto de 1941.
Unanimidad de cuatro votos. La publicación no menciona el nombre del ponente."
No hay que perder de vista que los efectos publicitarios de la inscripción no conllevan por sí
mismos el conocimiento general de la práctica del embargo respecto de un determinado bien;
lo cual ha sido reconocido en el siguiente criterio:
"Quinta Época
"Instancia: Tercera Sala
"Fuente: Semanario Judicial de la Federación
"Tomo: LXVI
"Página: 744
"REGISTRO, EFECTOS DEL.-El hecho de que un embargo se inscriba en el Registro
Público de la Propiedad, no implica que quien se interese en conocerlo, tenga realmente
conocimiento de esa inscripción, pues no bastan los fines legales del mencionado registro,
para que automáticamente se acredite el conocimiento individual.
"Amparo civil en revisión 7798/39. Sociedad Civil Agrícola Melo e Hijo. 25 de octubre de
1940. Unanimidad de cinco votos. La publicación no menciona el nombre del ponente."
En conclusión si un tercero extraño al juicio natural, comprador de un bien inmueble, celebró
el contrato respectivo después de que el bien vendido había sido embargado, pero antes de
que dicho embargo se inscribiera ante el Registro Público de la Propiedad, no puede
considerarse como causahabiente del vendedor.
En estas condiciones, esta Primera Sala estima que debe prevalecer con carácter de
jurisprudencia, el criterio redactado con los siguientes rubro y texto:
CAUSAHABIENCIA. NO SE SURTE RESPECTO DE UN BIEN ADQUIRIDO DESPUÉS
DE EMBARGADO, PERO ANTES DE QUE LA TRABA SE INSCRIBA EN EL
REGISTRO PÚBLICO DE LA PROPIEDAD.-En virtud de que el embargo sólo tiene la
naturaleza de afectar ciertos bienes del deudor para garantizar su obligación, aquél debe
inscribirse ante el Registro Público de la Propiedad para que surta sus efectos legales ante
terceros, pues mientras no sea inscrito, el embargante no puede oponer sus derechos respecto
del bien embargado frente a un tercero que sí los haya inscrito con anterioridad. En
consecuencia, si una persona adquiere un bien previamente embargado, pero sin que la traba
haya sido registrada, es indudable que lo adquiere libre de todo gravamen y, por ende, no
puede considerarse como causahabiente del vendedor.
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CONTRADICCIÓN DE TESIS 22/2002-PS.
Por lo expuesto y fundado, se resuelve:
PRIMERO.-Sí existe contradicción entre los criterios sustentados por el Primer Tribunal
Colegiado en Materia Civil del Tercer Circuito y el Segundo Tribunal Colegiado del Sexto
Circuito (actualmente Segundo Tribunal Colegiado en Materia Civil del Sexto Circuito), por
una parte; y el Tercer Tribunal Colegiado del Décimo Sexto Circuito, por la otra, a que este
toca se refiere.
SEGUNDO.-Se declara que debe prevalecer, con carácter de jurisprudencia, el criterio
sostenido por esta Primera Sala, de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, en los
términos de la tesis redactada en el último considerando del presente fallo.
TERCERO.-Remítase de inmediato la tesis jurisprudencial que se sustenta en la presente
resolución a la Dirección General de la Coordinación de Compilación y Sistematización de
Tesis para su publicación en el Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, así como al
Tribunal Pleno y a la Segunda Sala de esta Suprema Corte de Justicia de la Nación, a los
Tribunales de Circuito y a los Jueces de Distrito, para su conocimiento.
Notifíquese; cúmplase y, en su oportunidad, archívese el toca relativo a la presente
contradicción de tesis, como asunto concluido.
Así lo resolvió la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, por unanimidad
de cuatro votos de los señores Ministros José de Jesús Gudiño Pelayo, Juan N. Silva Meza
(ponente), José Ramón Cossío Díaz y presidenta Olga Sánchez Cordero de García Villegas.
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