O.J.D.: 34441 E.G.M.: 266000 02V Fecha: 18/06/2010 Sección: REPORTAJE Páginas: 1-4Viernes 18.06.10 Tarifa (€): 17231 LA VERDAD Las canas :: FRANCISCO APAOLAZA Cada año en el poder equivale a dos normales, como los de usted. El sillón presidencial es una carga, sobre todo en tiempos de crisis L as nieves del tiempo blanquean sus sienes, aunque las blanquean mucho antes. También las de José Luis Rodríguez Zapatero. Ya no es el mismo joven impetuoso que llegó a la Moncloa en 2004. Pelo gris cárdeno, arrugas, carnes flácidas, bolsas en los ojos, ojeras... Les ocurre a todos. El poder en los tiempos de crisis pasa como una apisonadora sobre la juventud de quien lo ostenta. Sostienen los expertos que estar en la cima del mundo se paga con un ‘dos por uno’, cada año se envejecen dos. ZP, Obama, Clinton o Bush han montado en una atractiva pero vertiginosa máquina del tiempo. Y el viaje pasa factura. Si la cara es el espejo del alma, Zapatero está agotado. En cada aparición, los rumores sobre el estado de salud del presidente van a más. Dicen que se mueve y mira como si llevara a la espalda una enorme mochila con todo el plomo de la crisis económica. La alusión a su envejecimiento ha aflorado incluso entre los ‘tiritos’ que le ha lanzado Felipe González. «Le ha golpeado la crisis y se le nota», dijo en una entrevista radiofónica. El presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, también se interesó por su salud en el último encuentro que mantuvieron: «Le conocí hace 9 años y ha pegado un cambio. De hecho, el peso de la púrpura y lo que le está cayendo encima no le permitirá dormir ni comer adecuadamente, le vi extremadamente delgado, cansado y ojeroso». Las primeras canas están asomando en 44 años El joven ZP. Serio, pero sin ojeras ni arrugas, con la piel tersa y sin apenas canas, Zapatero lucía esta imagen hace sólo un lustro. :: AP las sienes de la cabeza encargada de dirigir el país y el asunto ha dado lugar a un debate estético sobre si utilizar el tinte, a lo José María Aznar, o dejárselas, como un subliminal mensaje al pueblo soberano: «Estoy hecho polvo. Me estoy matando por vosotros». Cualquiera de las dos decisiones será criticada. A Felipe también se le notaban los años en la cabellera, sobre todo cuando decidió lucir su pelo natural y no teñirse más. En el poder, el tiempo vuela para todos. El caso de Zapatero se suma al de otros mandatarios que se han marchitado en el sillón presidencial. George W. Bush se vino abajo físicamente en su laberinto bélico de Irak y la crisis económica. Bill Clinton llegó como un joven risueño y fulgurante con el cabello más rubio que canoso. Después del ‘caso Lewinski’ y de probar el paredón político del ‘empeachment’, era una triste sombra de pelo blanco. Obama no se ha librado del desgaste físico. Ha criado una pelusilla blanca sobre sus rizos y su cara se ha llenado de arrugas. «Cuando estaba en campaña en Philadelphia, todos me decían ‘joven’; ya no lo hace nadie», comentó tras sólo 44 días en el Despacho Oval. Desde el ‘yes we can’ hasta hoy, Obama ha lidiado una crisis de aúpa, un sistema bancario que había saltado por los aires, el avispero afgano, la tensión con Israel, la caída de su popularidad y, de remate, el hundimiento de la plataforma de BP. Sujetar con las yemas de los dedos un país que se te cae de las manos debe ser extenuante. No envejecen los flashes de las cámaras, envejece el estrés. Michael Rozien, médico O.J.D.: 34441 E.G.M.: 266000 Fecha: 18/06/2010 Sección: REPORTAJE Páginas: 1-4 Tarifa (€): 17231 V03 Viernes 18.06.10 LA VERDAD de Zapatero 45 años Joven candidato. Obama, cuando peleaba por llegar a la Casa Blanca. La prensa americana decía de él que era un hombre joven. :: EFE 49 años 49 años El desgaste de ZP. Bolsas en los ojos, más arrugas, semblante serio pero cansado y más canas que a su llegada a la Moncloa. :: R. C. Más años encima. En sólo cuatro años, dos de ellos en el Despacho Oval, el presidente ha criado una pelusilla blanca sobre sus rizos. :: REUTERS experto en los afectos de la edad, concluyó tras estudiar los historiales médicos de los presidentes de Estados Unidos que un año en el poder equivale a dos normales. Por las manos del doctor Óscar Beloqui han pasado miles de personas, entre ellos ministros, banqueros y ejecutivos de grandes empresas. «El peso de la responsabilidad y sus propios horarios les asedian», asegura el jefe de la Unidad de Chequeos de la Clínica Universidad de Navarra. «Se levantan muy pronto, se acuestan tarde, comen fuera, viajan mucho y viven instalados en «Le vi muy delgado, cansado y ojeroso», dijo Miguel Ángel Revilla tras un encuentro reciente con Zapatero un estado de toma de decisiones muy importantes. Envejecen porque están agotados». Beloqui advierte que, para no consumirse como una cerilla, los mandatarios tienen que someterse a un régimen severísimo de dieta y ejercicio: Zapatero camina y corre diariamente, Aznar es un adicto al fitness, Bush adora el ‘footing’ y la bicicleta de montaña, y Obama juega al baloncesto. En el poder a los 40 Nada que ver con Churchill, con su oronda figura y su habano en la boca. Los líderes de hoy son cada vez más deportistas, se cuidan más y llegan antes al poder. Actualmente, la mayoría toca la gloria entre los 40 y 50. Los últimos de la lista son el conservador David Cameron y el liberal demócrata Nick Clegg, que han abrazado el cargo de primer y viceprimer ministro con 43 y 42 años, respectivamente. Son los últimos ejemplos de una estirpe que inauguró John Fitzgerald Kennedy, el malogrado presidente de Estados Unidos que pisó la Casa Blanca a los 43. España ha dado varios ejemplos > O.J.D.: 34441 E.G.M.: 266000 Fecha: 18/06/2010 Sección: REPORTAJE Páginas: 1-4 Viernes 18.06.10 Tarifa (€): 17231 04V EL PODER ENVEJECE > de precocidad presidencial: Zapatero llegó a la Moncloa con 44, Aznar se estrenó con 43, Felipe González con 40 y Suárez manejó las riendas de la Transición con 44. También hay ejemplos como los de Tony Blair (44 años), el presidente ruso Dimitri Medvedev (42), Evo Morales (un poco más talludito, 47) o Hugo Chávez (45)... El propio Barack Obama pronunció su histórico discurso de investidura con 47 años y se convirtió en el tercero más joven de los 44 hombres que han presidido EE UU después de Theodore Roosevelt, que ganó las elecciones en 1901 con tan sólo 42 años, muy lejos de los 69 de Reagan o los 65 de Bush padre. Son jóvenes líderes dentro de un cuerpo en cierto declive, pues en él se cruzan dos líneas: la ascendente del prestigio, la experiencia y el mando y la descendente de una salud al borde del declive. Los 42 años de Nick Clegg no son los mismos que los de LA VERDAD «Se levantan pronto, se acuestan tarde, comen fuera, viajan mucho, toman decisiones muy importantes. Envejecen porque están agotados» Roosevelt, entre otros factores porque a principios de siglo se comenzaba a trabajar a los 13 y ahora casi a los 30. Lo dice Julio Pérez Díaz, sociólogo investigador del CSIC. Con la misma edad, ahora se es más joven, pues las responsabilidades en la vida se toman mucho más tarde. ¿Por qué llegan a lo más alto a los 40? Según el experto, porque «las trayectorias se han estandarizado» e inician su carrera muy pronto. La política se ha convertido en un gremio en el que cada vez hay menos sitio para los advenedizos (Zapatero, por ejemplo, entró en el PSOE de León a los 17 años). Son los JASP de la política. «Jóvenes, pero más preparados que nunca». Antes se ascendía por recursos e influencias, una tarea «un tanto maquiavélica», cuenta Pérez Díaz. Ahora el proceso que lleva a una persona de cuarenta a la cumbre es «más eficiente y más rápido». Llegan antes al poder y son más profesionales. Ejem- plo de ello son Bibiana Aído, que ocupó una cartera ministerial con 31 años, la más joven de la historia, o Carme Chacón, ministra a los 36. ¿Y cómo están cuando empiezan a mandar? Todo depende de la vida que el líder haya llevado en sus años mozos. En caso de que no se haya portado bien, comenzará a «pagar las facturas» de sus excesos. Cuidar el peso, la tensión y la alimentación, dejar el tabaco o reducir su consumo (si es fumador) y hacer ejercicio regularmente es la clave para aliviar la factura de ejercer el mando. En una muestra de 600 pacientes de 40-50 años de edad realizada recientemente en la Clínica Universitaria, detectaron que aproximadamente el 50% presentaba sobrepeso, el 30% colesterol alto, el 20% hipertensión arterial y el 24% síndrome metabólico (tres o más factores de riesgo cardiovascular). Eso, al margen de las canas del poder. Aznar se da un baño junto a Ana Botella, en el verano de 1997. Tenía 44 años:: ANTONIO PRADAS/EFE «Aznar tiene ahora quince años menos» Bernardino Lombao, entrenador personal del ex presidente, desvela que hace 600 abdominales diarios :: F. A. Los presidentes de gobierno se hacen más viejos, pero no son viejos para siempre. «Una vez que dejan el poder y descansan, rejuvenecen», dice Óscar Beloqui, de la Clínica Universidad de Navarra. José María Aznar es quizás el mejor ejemplo de que el proceso es reversible. Cuando llegó a la Moncloa era un hombre tipo de 43 años, y durante sus dos mandatos consecutivos fue sumando años aparentes, como todos. Hasta que se fue. Hoy, a sus 57, es un portento físico si se le compara con la persona menuda que gobernó España hasta 2004. Los pectorales y abdominales que viene luciendo desde hace unos años en la playa ponen de manifiesto la mejoría física. Un ‘robado’ de la prensa en Cerdeña desató la locura. Los medios de comunicación italianos, acostumbrada al tanga y la barriga de Berlusconi en sus fiestas privadas, se deshizo en halagos. Habían encontrado su particular ‘Cavaliere’, por eso le apodan ‘El Macho’, e incluso llegaron a escribir que el bigotillo resultaba «sexy». Detrás de esos músculos anda Bernardino Lombao, otro portento que salta con pértiga a los 72 años y que ya demostró su agilidad al entrar en la boda de Ana Aznar haciendo el pino ante la prensa. «Cuando empecé con Aznar, era una miseria», bromea el entrenador personal y amigo del ex presidente, que asegura que su ‘edad física’ es quince años menor que la que figura en su carné de identidad. En su caso, no hay dietas milagrosas, sino una vida consagrada al deporte diario, a ser posible bien temprano por la mañana. En Madrid o donde esté. Carreras a diferentes ritmos a lo largo de 40 ó 50 minutos, velocidad y fondo, musculación en máquinas, cientos de abdominales. Lombao ase- El ex presidente en Cerdeña, en 2005, con 52 años. :: GETTY guró que era capaz de hacer 2.000 seguidos, una cifra que hasta fue titular en ‘Il Corriere de la Sera’. Poco tiempo después, bien por modestia o empujado por las bromas de sus ex colegas europeos, Aznar rebajó la cifra. Eran bastantes menos abdominales: 600 en series de 100, lo equiva- lente a unos 25 minutos de paliza. En su casa o en la habitación de un hotel en Washington. «El secreto es jugar con el ritmo cardíaco», explica Bernardino Lombao, que admite que su alumno le ha superado «ampliamente» a base de «un entrenamiento muy serio».