Enfermedades y plagas del olivo

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Enfermedades y plagas
del olivo
Rufina Hernández Martínez
Marisela Garduño Rosales
Ma. Gabriela Moyano Briones
Folleto Técnico No. 1
Mayo de 2014
CENTRO DE INVESTIGACIÓN CIENTÍFICA Y DE EDUCACIÓN SUPERIOR DE
ENSENADA, BAJA CALIFORNIA
Director General
Dr. Federico Graef Ziehl
Director de la División de Biología Experimental y Aplicada
Dr. Alexei F. Licea Navarro
2
Enfermedades del cultivo del olivo
Dra. Rufina Hernández Martínez
Investigadora en Fitopatología del Centro
De Investigación Científica y de Educación
Superior de Ensenada, Baja California
Biol. Marisela Garduño Rosales
Estudiante de Maestría Microbiología en Centro
de Investigación Científica y de Educación
Superior de Ensenada, Baja California
Ing. María Gabriela Moyano Briones
Asistente técnico del proyecto
Estado actual de Verticillium en olivo
en el Estado de Baja California.
Centro de Investigación Científica y de Educación Superior de Ensenada, Baja
California
Mayo de 2014
3
CONTENIDO
INTRODUCCIÓN ....................................................................................... 1
ANTECEDENTES ........................................................................................ 3
IDENTIFICACIÓN DE ENFERMEDADES DEL OLIVO ................................... 8
ANTRACNOSIS ............................................................................................. 8
PUDRICIÓN CARBONOSA ............................................................................... 10
AGALLAS DE LA CORONA ............................................................................... 11
CERCOSPORIOSIS ....................................................................................... 13
NEMÁTODOS ............................................................................................. 15
TUBERCULOSIS DEL OLIVO ............................................................................. 16
REPILO ................................................................................................... 18
PUDRICIÓN DE LA RAÍZ POR PHYTOPHTHORA ........................................................ 20
PUDRICIÓN DE LA RAÍZ POR RHIZOCTONIA .......................................................... 21
MARCHITEZ POR VERTICILLIUM (VERTICILOSIS) .................................................... 22
CANCROS DE LA MADERA ............................................................................... 26
FUMAGINA ............................................................................................... 27
IDENTIFICACIÓN DE PLAGAS DEL OLIVO .............................................. 29
CONCHUELA DEL OLIVO ................................................................................ 29
BARRENILLO DEL OLIVO................................................................................ 30
MOSCA DEL OLIVO...................................................................................... 32
BUENAS PRÁCTICAS AGRÍCOLAS EN EL CULTIVO DEL OLIVAR ............... 36
CONCLUSIONES...................................................................................... 39
REFERENCIAS......................................................................................... 41
4
INDICE DE FIGURAS
Figura 1. Cultivo de olivo en la localidad de Francisco Zarco, Estado de Baja
California .................................................................................... 3
Figura 2. Frutos afectados por Antracnosi ..................................................... 9
Figura 3. Raíz afectada por Pudrición carbonosa .......................................... 10
Figura 4. Izquierda agallas de la corona. Derecha ensayo de inhibición de A.
tumefaciens por la bacteriocina producida por A. radiobacter. ......... 12
Figura 5. Ciclo de vida de Agrobacterium tumefaciens. ................................. 12
Figura 6. Hojas amarillas en olivo por Cercosporiosis.................................... 14
Figura 7. Nemátodo y nudos de raíz causados por nemátodos. ...................... 15
Figura 7. Hinchazon en ramita por Tuberculosis del olivo ............................. 17
Figura 9. Ciclo de infección causada por el hongo S. oleagina en olivo.
Fuente:
Control de plagas y enfermedades del olivar de A. trapero citado por
Gil-Albarellos, 2011. ................................................................... 19
Figura 10. Manchas concentricas características de Repilo. ........................... 20
Figura 11. Pudrición de raíz causada por Phytophthora spp. .......................... 21
Figura 12. Pudrición de raíz por Rhizoctonia y micelio característico del hongo. 22
Figura 13. Marchitez por Verticillium. ......................................................... 24
Figura 14. Ciclo de vida de Verticillium dahliae ............................................ 25
Figura 15. Cancro en madera de olivo. ....................................................... 26
Figura 16. Capa negruzca en hojas de olivo por Fumagina y vista microscópica
del hongo. ................................................................................. 28
Figura 17. Conchuelas del olivo en hojas .................................................... 29
Figura 18. Conchuelas del olivo en altas poblaciones .................................... 30
Figura 19. Entrada de galeria provocada por Barrenillo, barrenillo emergiendo de
la rama de olivo y vistas del insecto. ............................................ 31
Figura 20. A la izquierda adulto de mosca del olivo. Derecha marcas dejadas tras
ovopositar. ............................................................................................... 33
5
INDICE DE TABLAS
Tabla I. Enfermedades del olivo, sus agentes causales y los principales síntomas
que ocasionan................................................................................................................... 5
Tabla II. Plagas del olivo, agentes causales y signos. ...................................................... 7
Tabla III.-Resistencia de variedades de olivo frente a principales enfermedades 7
6
INTRODUCCIÓN
La franja de producción del olivo (Olea europaea L.) se localiza entre los
paralelos 30 y 45 de ambos hemisferios, en zonas donde predomina el clima
mediterráneo que se caracteriza por veranos secos y calurosos. Aunque su cultivo
se realiza en varios países alrededor del orbe (Estados Unidos, México, Chile,
Perú, Argentina, Brasil, Israel y Australia), los principales productores se
encuentran en la cuenca del mar Mediterráneo, y es España el principal país
productor (Lopéz-Escudero y Mercado-Blanco, 2011).
En México, Baja California es el segundo Estado con mayor producción de
aceitunas; cada año genera más de 13 mil toneladas, de las cuales el 60 por
ciento es consumido a nivel nacional. En el Estado hay registradas 133 unidades
de producción en una superficie aproximada de cultivo de 4 mil hectáreas
(Navarro-Ainza et al., 2013).
El olivo está sujeto al ataque de gran variedad de patógenos, con efectos
sobre la salud del cultivo, su rendimiento y la calidad de sus productos. El
conocimiento sobre las enfermedades y las respectivas medidas de control
pueden considerarse dentro de las labores habituales del olivar necesarias para
lograr el manejo integral del cultivo. La detección oportuna de enfermedades
puede
favorecer
su
rápido
control
disminuyendo
los
impactos
negativos
asociados.
Por lo anterior se elabora el presente folleto técnico en el que se describen
algunas enfermedades
y plagas de importancia
a nivel global en el cultivo de
olivo, se incluyen recomendaciones preventivas y de manejo. Este folleto busca
ser ser una herramienta de autoevaluación para los agricultores y técnicos que
se encuentran en contacto directo con el cultivo, de manera que permita la
detección oportuna y el mantenimiento de una óptima sanidad de los olivares.
El presente trabajo resulta de la colaboración conjunta del Centro de
Investigación
Investigaciones
Cientifica
de
Forestales
Ensenada
y
(CICESE),
Agropecuarias
(INIFAP)
financiamiento de Fundación Produce Baja California.
2
Instituto
y
Nacional
cuenta
con
de
el
ANTECEDENTES
El Instituto Nacional de Investigaciones Forestales y Agropecuarias (INIFAP)
menciona que el olivo (Olea europaea) es la base de una industria tradicional y en
crecimiento en Europa, por lo cual es necesario impulsarla en el país para que
pueda competir con la calidad del producto europeo, cuando menos en el
mercado nacional. En México, los Estados de Baja California y Sonora son las
zonas de mayor importancia económica del cultivo. Baja California ha presentado
oscilaciones con una tasa de crecimiento de 9.4%, mientras que en Sonora se ha
observado una tendencia a la alza con un 44.3% de incremento (Grijalva et al.,
2009).
Figura 1. Cultivo de olivo en la localidad de Francisco Zarco, Estado de Baja California
3
Una enfermedad es la alteración o anormalidad que daña una planta o
cualquiera de sus partes y productos, reduciendo su valor económico. Puede ser
causada por diversos microorganismos, como hongos, organismos parecidos a
hongos, bacterias, micoplasmas, virus, viroides, nemátodos y protozoarios, o
bien, por alteraciones originadas por causas abióticas, como nutrición mineral,
clima, etc.
Las enfermedades causadas por organismos patógenos están comúnmente
asociadas a condiciones específicas, tales como: la variedad o cultivar utilizado, el
patógeno en cuestión, las características de la plantación y las interacciones
derivadas de los anteriores. Por ello será siempre mas económico y eficiente
prevenir, y en su caso controlar, de acuerdo a las condiciones especificas del
cultivo.
En el olivo se han descrito más de 50 agentes bióticos, La Tabla 1 describe
algunos de ellos. Destacan por su importancia y nivel de daño la tuberculosis, el
repilo y la verticilosis (Cabeza et al., 2009), las cuales se encuentran descritas en
este folleto.
4
Tabla I. Enfermedades del olivo, sus agentes causales y los principales síntomas
que ocasionan.
Enfermedad
Antracnosis
Pudrición
carbonosa
Agallas de la
corona
Patógenos asociados
Colletotrichum acutatum
C. gloeosporioides
Macrophomina
phaseolina (=
Rhizoctonia bataticola)
Agrobacterium
tumefaciens (=
Rhizobium radiobacter)
Cercosporiosis
Pseudocercospora
cladosporioides
Tuberculosis
Pseudomonas savastanoi
pv. Savastanoi
Repilo
Spilocaea oleagina
Pudrición de la
raíz por
Phytophthora
Phytophthora spp.
Pudrición de la
raíz por
Rhizoctonia
Rhizoctonia spp.
Marchitez por
Verticillium
Verticillium dahliae
5
Principales síntomas
Podredumbre y momificado
de las aceitunas, desecación
de hojas y ramas, marchitez y
caída prematura de flores y
frutos.
Muerte regresiva de la planta
a partir de los brotes y
defoliación.
Forma hinchazones y agallas
en tallos y raíces cerca del
nivel del suelo.
Desarrollo
de
manchas
mohosas color gris en el
enves de las hojas.
Agallas
ásperas
o
ocurrimiento de hinchazones
de
tamaño
variable
en
ramitas,
ramas,
troncos,
raíces, frutos u hojas.
Manchas redondas de 2 a 10
mm de diámetro en la
superficie del haz de la hoja,
y ocasionalmente en tallos y
frutos.
Cancros en raíz y corona que
se pueden extender hasta el
tronco. Marchitez de hojas,
amarillamiento
y
posible
defoliación.
Las
raíces
se
vuelven
marrones y la corteza externa
se puede caer. Muerte de las
puntas
de
las
hojas,
defoliación y muerte de la
planta.
Marchitez de una o más
ramas,
generalmente,
en
temporada de crecimiento.
Enfermedad
Cancros de la
madera por
invasores
oportunidas de la
madera:
a) Hongos
b) Bacterias
Fumagina
Nemátodos:
a) De nudo de
la raíz
b) De cítricos
c) De lesión de
la raíz
Patógenos asociados
Principales síntomas
a) e.g. Botryosphaeria
sp., Pycnoporus
coccineus (pudrición
blanca de la madera)
b) e.g. Pseudomonas
syringae, Ralstonia
solanacearum,
Xanthomonas campestris
Alternaria tenuis,
Capnodium oleaophilium,
Cladosporium herbarum.
Cancros localizados alrededor
de sitios de heridas.
a) Meloidogyne sp.
b)Tylenchus
semipenetrans
c) Pratylenchus spp.
Capa negruzca formada por
micelio de los hongos en
hojas y ramas de arboles.
Varían de decaimiento a
retraso en el crecimiento y
amarillamiento de las hojas.
Los nematodos de nudo de
raíz causan agallas de raíz
distintivas.
Las plagas de insectos y ácaros ocasionan cada año pérdidas de cosecha de
frutos muy importantes en olivar. Un buen control de las mismas es fundamental
para obtener niveles adecuados de calidad y evitar pérdidas de producción.
Mundialmente la tendencia se dirige hacia el uso Sostenible de los pesticidas,
para esto se sugiere establecer medidas de prevención o supresión de organismos
perjudiciales para los cultivos, establecer herramientas para el seguimiento de
poblaciones de insectos que puedan ayudar a controlar plagas, disponer de
umbrales de tratamiento para plagas y cultivos como base de la toma de
decisiones, priorizar los métodos de control no químicos y métodos de control
específicos para minimizar efectos secundarios, tomar medidas de control sólo
cuando sea necesario, manejar adecuadamente las medidas para evitar la
aparición de resistencia y la evaluación periódica de las estrategias (Cabeza et
al., 2009). La Tabla II describe algunas plagas del olivar su agente causal y
principales signos.
6
Tabla II. Plagas del olivo, agentes causales y signos.
Denominación de
la plaga
Conchuela del
Olivo
Barrenillo del Olivo
Agente
causal
Saissetia
oleae
Phloeotribus
scaraboeoides
Mosca del Olivo
Bactrocera
oleae
Gallinita Ciega
Phyllophaga
Sp.
Signos
Puede apreciarse la hembra adulta adherida
a ramas y hojas.
Se observan agujeros en el tronco del árbol,
originados por el ingreso del insecto para
cavar galerías en donde deposita sus
huevos.
La mosca habitualmente deja un piquete en
la aceituna, por donde deposita sus huevos
para hospedarlos bajo la piel de la aceituna.
Larva curva color blanco en el suelo y
escarabajo adulto color café a negro de
12mm.
Por ultimo cabe mencionar, que varios autores (Cabeza et al., 2009; LópezEscudero & Mercado-Blanco, 2011; Gil-Albarellos, 2011) hablan de la capacidad
de ciertas variedades de olivo de resistir de mejor manera el ataque de algunos
patógenos. Por lo tanto en zonas donde se reporta un patógeno especifico es
recomendado que las nuevas plantaciones se establezcan utilizando aquellas
variedades de olivo que resulten ser más resistentes (Tabla III).
Tabla III.-Resistencia de variedades de olivo frente a principales enfermedades.
Variedades
Verticilosis Repilo
Arbequina
Carnicabra
Frantoio
Hojiblanca
Leccino
Manzanilla de Sevilla
Nevadillo
Picual
Suceptible
Cerosporosis Antracnosis Tuberculosis
Resistente
Moderada Resistencia
S/Información
Modificado de Cabeza et al., 2009
7
IDENTIFICACIÓN DE ENFERMEDADES DEL OLIVO
Antracnosis
La Antracnosis causada por los hongos Colletotrichum acutatum y C.
gloesporioides, es una enfermedad generalizada del olivo en la mayoría de las
regiones
del mundo
donde
se
cultiva,
causa
daños
importantes por
la
momificación de los frutos y la acidificación de los aceites (Achbani et al., 2009;
Sag, 2005; Spooner-Hart et al., 2007).
Los síntomas de Antracnosis son observados preferentemente en aceitunas
maduras, próximas a la cosecha y rara vez en tallos y hojas. Se caracteriza por la
aparición de pudriciones blandas y circulares en el fruto; y en condiciones de alta
humedad produce una masa mucilaginosa de esporas color naranja en la
superficie del fruto. Por lo general, se observa próxima a la cosecha cuando el
fruto se ablanda (Achbani et al., 2013).
Si bien el ciclo de C. gloesporoides no es completamente conocido en olivo,
se cree que existe una gran correlación entre el ataque de Mosca y la aparición de
C. gloesporiodes, por lo que el insecto puede servir como vector, permitiendo
además la entrada del hongo por la heridas dejadas durante su ovopisición.
Las medidas preventivas que se sugieren son realizar podas que favorezcan
la aireación de copa y la cosecha temprana con el fin de evitar infecciones
secundarias de las drupas maduras a las inmaduras. Las medidas de combate o
control directo consisten en la fumigación periódica de fungicidas cúpricos o
oxicloruro, solos o mezclados con fungicidas orgánicos aplicando 2 o 3
tratamientos preventivos previos a las lluvias otoñales (Achbani et al., 2013).
8
Figura 2. Frutos afectados por Antracnosis
9
Pudrición carbonosa
Esta enfermedad es causada por el hongo Macrophomina phaseolina,
también conocido como Rhizoctonia bataticola. Entre los síntomas que ocasiona
se encuentran la muerte regresiva de la planta a partir de los brotes y la
defoliación. Las raíces infectadas se tornan grises y moteadas con esclerocios
negros diminutos, que son las estructuras de superviviencia del hongo. Las raíces
que se encuentran severamente afectadas se ennegrecen y se pudren. La
infección se efectua en las raíces, ya que este hongo sobrevive en el suelo por
muchos años y puede infectar raíces y tallos de un amplio rango de plantas. Se
esparce en aguas de irrigación, suelo infectado y en maquinaria de campo. La
enfermedad es favorecida por suelos cálidos y secos, los síntomas foliares se
desarrollan cuando la planta presenta estrés térmico (Spooner-Hart et al., 2007).
Figura 3. Raíz afectada por Pudrición carbonosa
10
Agallas de la corona
Esta enfermedad causada por la bacteria Agrobacterium tumefaciens, es de
amplia distribución mundial y puede afectar a más de ochenta familias herbáceas
y leñosas. Se caracteriza por la formación de agallas o tumores, en tallos y raíces
cercanas al nivel del suelo (Arguedas, 2009). Inicialmente forma pequeños
crecimientos esféricos con la apariencia de callos, los cuales crecen rápidamente
hasta constituirse en grupos de protuberancias fácilmente distinguibles. En
árboles de dos a tres años, los tumores pueden llegar a alcanzar diámetros
superiores al de su hospedero. Las agallas comienzan como pequeños trozos de
tejido
que
se
agrandan, oscurecen y se
convierten en un enrevesado.
Agobacterium tumefaciens vive en el suelo, infecta a las plantas a través de
heridas y va provocando un debilitamiento continuo en los arboles afectados. Las
células infectadas reciben un factor responsable del cancer de la bacteria
contenido en un plásmido, éste causa que se dividan deliberadamente y por
tanto, forman agallas (Spooner-Hart et al., 2007). Estas agallas son leñosas y
mantienen la coloración y la textura del resto de la corteza. Con el tiempo, la
superficie se rompe y toma una coloración oscura; en algunas ocasiones las
agallas terminan por desintegrarse.
Es
posible hacer uso del control biológico utilizando a la bacteria
antagónica A. radiobacter. Consiste en utilizar una cepa avirulenta (cepa 84) que
produce una bacteriocina nucleotídica que inhibe a la gran mayoría de
agrobacterias patógenas. El material susceptible de infección por A. tumefaciens
se sumerge en un caldo con una suspensión celular de la bacteria A. radiobacter.
11
Figura 4. Izquierda agallas de la corona. Derecha ensayo de inhibición de A. tumefaciens por la
bacteriocina producida por A. radiobacter.
Figura 5. Ciclo de vida de Agrobacterium tumefaciens. Fuente: Arguedas, 2009.
12
Cercosporiosis
También conocida como moho de la hoja por Cercospora, es causada por el
hongo Pseudocercospora (= Cercospora = Mycocentrospora) cladosporioides (
Spooner-Hart
et
al.,
2007),
se
desarrolla
principalmente
en
otoño,
estableciéndose sobre las hojas que salieron en la primavera anterior.
El hongo esporula con temperaturas entre 12 y 18 °C. El micelio se
expande por la superficie foliar y penetra por los estomas o a través de las
heridas de poda. Los esclerocios se desarrollan en años con inviernos secos y
fríos. Las hojas inicialmente afectadas no se distinguen de las normales, salvo por
una coloración en el envés de la hoja, que toma una tonalidad grisácea que
evoluciona a amarilla y termina por caer. En el envés de las hojas amarillas se
aprecian manchas irregulares de color gris plomizo. En los frutos se observan
manchas marrones circulares (Gil-Albarellos, 2011).
Esta enfermedad provoca como
daño principal la caída de hojas que
conlleva el debilitamiento del árbol. Normalmente este ataque va unido al de
Spilocaea oleagina (repilo) provocando que la parte aérea quede fuertemente
dañada. Cuando afecta a los frutos, estos caen prematuramente y si no, producen
alteraciones en la pulpa que afectan al desarrollo y la calidad de los aceites.
Si bien no se conocen medidas de control especificas, es habitual relizar los
mismos tratamientos que para repilo, aunque también se recomienda el uso de
caldo Bordelés en otoño y primavera.
13
Figura 6. Hojas amarillas en olivo por Cercosporiosis.
14
Nemátodos
Nemátodo del nudo de la raíz, Meloidogyne sp.
Nemátodo de los cítricos, Tylenchulus semipenetrans
Nemátodo de lesión de la raíz, Pratylenchus spp.
Los síntomas varían desde decaimiento a atrofia del crecimiento y
amarillamiento de las hojas. Los nematodos de nudo de la raíz causan una
formación de agallas en la raíz distintiva. Estos organismos se encuentran en el
suelo y pueden ser esparcidos con el movimiento de suelo, agua y plantas
infectadas. Son favorecidos por suelos que fueron usados previamente para
cultivar las plantas hospederas. Por ejemplo, los nemátodos de cítricos y de
lesiones de la raíz son comunes en tierras utilizadas anteriormente para crecer
cítricos, y el nemátodo del nudo de la raíz es común en suelos donde se crecieron
de hortalizas. El daño ocurre cuando se encuentran en grandes poblaciones
(Spooner-Hart et al.2007).
Figura 7. Nemátodo y nudos de raíz causados por nemátodos.
15
Tuberculosis del olivo
Tuberculosis del olivo
es una enfermedad es causada por la bacteria
Pseudomonas savastanoi pv. savastanoi que es específica del olivo y provoca en
la actualidad fuertes pérdidas económicas que se traducen en menor producción y
vida útil de las plantas afectadas (SAG, 2005).
La bacteria sobrevive de una estación a otra en los tumores donde se
multiplica. Con la lluvia, gran número de bacterias son exudadas a la superficie
de los tumores y son diseminadas por las gotas de agua a otros lugares del árbol.
La bacteria penetra a través de las heridas de poda, y en particular por las
cicatrices originades por la caída de hojas.
El síntoma típico de esta enfermedad es la aparición de unos tumores, en
cualquier
órgano
de
la
planta,
que
se
desarrollan
de
forma
aislada.
Fundamentalmente se encuentran en los brotes y las ramas jóvenes. Los tumores
empiezan siendo pequeñas protuberancias que crecen rápidamente, de superficie
lisa y forma esférica, blandos al principio; a medida que evoluciona la enfermedad
los tumores se agrandan y van apareciendo surcos que van profundizando (GilAlbarellos, 2011). La bacteria se traslada a través de los vasos del xilema a otra
zona de la planta ocasionando tumores secundarios.
Los ataques de Pseudomonas pueden originar la muerte de ramas y brotes,
así como un debilitamiento progresivo del árbol. Las aceitunas que provienen de
ramas afectadas tienen olor desagradable y un sabor agrio; el aceite proveniente
de estos frutos presenta condiciones organolépticas de baja calidad (GilAlbarellos, 2011) y en casos extremos puede causar la muerte del árbol.
La nutrición equilibrada y el riego de apoyo contribuyen a reducir las
infecciones, por otra parte los productos comerciales no han demostrados ser
16
totalmente eficaces contra la enfermedad. Los tratamientos preventivos apuntan
a no colectar aceitunas durante lluvias, aplicar cicatrizantes en las heridas de
podas, mantener limpias las herramientas, eliminar y retirar las partes afectadas
del árbol mediante una poda precoz y aplicando cicatrizantes en las heridas. Los
únicos tratamientos que se conocen son a base de derivados de cobre, pero
registran efectividad parcial. Deben aplicarse en otoño y primavera o cuando se
esperan mayores daños más severos en el olivo (Cabeza et al., 2009).
Figura 7. Hinchazon en ramita por Tuberculosis del olivo (bgtechno)
17
Repilo
El repilo también conocido como mancha foliar del Olivo u ojo de gallo, es
la enfermedad más común del olivar y parasita casi exclusivamente al olivo. El
agente causal es el hongo Spilocaea oleagina, que se desarrolla y forma colonias
bajo la cutícula superior de las hojas. Estas colonias evolucionan paralelamente a
la superficie foliar. El micelio del hongo crece dirigiéndose hacia la superficie de
las lesiones y adquieren forma típica de anillos concéntricos (Gil-Albarellos,
2011).
Su biología es muy variable y depende de factores como: humedad,
temperatura, lluvia y prácticas culturales. La germinación se produce a una
temperatura óptima
entre los 16-21 °C, el porcentaje de conidias geminadas
aumenta con agua libre o en la atmosfera saturada. Cuando la esporulación es
más abundante se empiezan a distinguir a simple vista los tejidos afectados y se
observa la mancha característica de color llamativa
que se desarrolla en en el
haz de la hoja y finaliza con la necrosis del tejido. La esporulación lleva consigo la
diseminación de conidias, y en condiciones favorables , el inicio de un nuevo ciclo.
Las conidias se dispersan casi exclusivamente por lluvia, de ahí que las
infecciones tienen lugar a corta distancia y en sentido descendente.
Spilocaea oleagina produce lesiones en el haz de la hoja y ocasionalmente
en el peciolo y fruto. En la hoja se aprecian manchas circulares de color variable:
pardo, amarillo, verde en coronas concéntricas. La manchas adquiere un color
negruzco al cubrirse de conidias, mientras que en el envéz de la hoja solo se
observan manchas difusas oscuras.
Como consecuencia de las lesiones, se produce una importante defoliación
que se manifiesta claramente en las ramas inferiores. Esto a su vez provoca el
18
debilitamiento del árbol, con una disminución de la producción y pérdidas de
yemas axilares.
Las medidas de control son: podas que favorezcan la aireación de la copa
así como un marco de plantación adecuado; el control químico utilizando
productos cúpricos
o
del grupo
de
estrubilurinas
dirigido
a aplicaciones
preventivas y establecidos en los periodos anteriores a las lluvias (Gil-Albarellos
2011).
Figura 9. Ciclo de infección causada por el hongo S. oleagina en olivo. Fuente: Control de plagas y
enfermedades del olivar de A. trapero citado por Gil-Albarellos, 2011.
19
Figura 10. Manchas concentricas características de Repilo.
Pudrición de la raíz por Phytophthora
Esta pudrición es causada por muchas especies de Phytophthora. Sus
síntomas son presencia de cancros en raíz y corona que pueden extenderse hasta
el tronco, marchitez y amarillamiento foliar, e incluso, defoliación. Los árboles
pueden morir repentinamente o decaer lentamente a través de varios años. La
muerte repentina es común cuando se presenta estrés en el árbol, como durante
la floración, desarrollo del fruto o demasiado calor (Spooner-Hart et al., 2007).
Este patógeno se encuentra
en el suelo y es esparcido a través del
movimiento del suelo, agua y plantas infectadas. La pudrición de raíz por
20
Phytophthora
está
consistentemente
asociada
con
suelos
excesivamente
húmedos, arcillosos o pobremente drenados.
Figura 11. Pudrición de raíz causada por Phytophthora spp.
Pudrición de la raíz por Rhizoctonia
Es causada por el hongo Rhizoctonia spp., provocando que las raíces se
tornen marrones y que la corteza exterior se pueda llegar a desprender. Es
posible que se formen esclerocios negros en la raíz. Los síntomas por encima del
suelo son similares a los de la sequía, e incluyen muerte de las puntas de las
hojas, defoliación y muerte de la planta.
Este organismo está en el suelo y es esparcido por su movimiento y plantas
infectadas. Las plantas jóvenes de vivero son las más afectadas. Los árboles
sanos
y
maduros
parecen
ser
menos
21
susceptibles.
Muchas
especies
de
Rhizoctonia han sido detectadas en raíces de olivo, pero aun no ha sido
determinado si todas estas especies causan enfermedad (Spooner-Hart et al.,
2007).
Figura 12. Pudrición de raíz por Rhizoctonia y micelio característico del hongo.
Marchitez por Verticillium (Verticilosis)
La marchitez causada por el hongo Verticillium dahliae, se está extendiendo
de manera importante en los olivares europeos y preocupa a los agricultores por
la dificultad que tiene para su control.
Generalmente, en la época de crecimiento, una o más ramas se marchitan,
las hojas muertas permanecen en el árbol, las raíces son reinfectadas
repetidamente durante varias temporadas y los árboles gradualmente mueren. Se
distinguen dos tipos
de síntomas: apoplejía y decaimiento lento. El primero
provoca una muerte rápida de las ramas o del árbol quedando las hojas secas
adheridas a él, inicialmente se manifiesta por la decoloración de las hojas de los
extremos de las ramas. El segundo, se manifiesta en primavera con la desecación
22
y momificado de las inflorescencias y desprendimiento de las hojas (GilAlbarellos, 2011).
El hongo sobrevive en el suelo por muchos años y puede infectar las raíces
de un amplio rango de plantas. Se puede esparcir por agua de irrigación y suelo
infectado en maquinaria y herramienta de campo. Este patógeno es favorecido
por suelos frescos y humectados cuando las temperaturas diurnas oscilan entre
los 20 y 25 ºC (Lopéz-Escudero y Mercado-Blanco, 2011).
El hongo Verticilliun dahliae penetra las raíces de la planta, hasta llegar al
sistema vascular. Una vez en el xilema, produce conidias que llegan a zonas
superiores transportadas en la savia. Las plantas enfermas o partes de ella caen
al suelo y se descomponen, comenzando un nuevo ciclo infeccioso. Aunque el
hongo generalmente penetra desde el suelo por la raíz, también puede ingresar
por heridas de poda o provenir de material infectado desde el vivero.
23
Figura 13. Marchitez por Verticillium.
El patógeno se dispersa de diversas formas, a través del sistema de riego o
por movimiento de tierra por mencionar algunos y la densidad del inóculo en el
24
suelo es determinante en su severidad (Lopéz–Escudero & Mercado-Blanco,
2011).
Figura 14. Ciclo de vida de Verticillium dahliae
La dificultad para el control de esta enfermedad radica en la prolongada
supervivencia de las estructuras reproductivas del hongo en el suelo y la
inaccesibilidad del mismo al encontrarse en el xilema del árbol. Las medidas
preventivas apuntan principalmente a plantar en suelos limpios, así como
asegurarse de la sanidad de los plantas antes de su establecimiento. Para
eliminar el patógeno del suelo se sugiere la rotación de cultivos y la solarización,
para de este modo disminuir la cantidad de inóculo (Lopez-Escudero y MercadoBlanco 2011; Gil-Albarellos, 2011).
25
Cancros de la madera
Son causados por invasores oportunistas de la madera, ya sean hongos
(e.g. Botryosphaeria sp., Pycnoporus coccineus), o bacterias (e.g. Pseudomonas
syringae, Ralstonia solanacearum, Xanthomonas campestris). Los síntomas varían
desde decaimiento lento de árboles y la muerte del árbol a cancros localizados
alrededor de los sitios de herida con muerte ocasional de la rama bajo la
infección. Puede también causar una tinción marrón del sistema vascular y
necrosis en ramas y tronco (Spooner-Hart et al., 2007) .
Todos
estos
organismos
son
patógenos
de
heridas
y
puedes
ser
transportados por viento, agua y suelo. Se ven favorecidos por heridas y alta
humedad provocando películas de humedad alrededor de los sitios de heridas.
Los tratamientos suelen ser más bien preventivos y atienden a la
desinfección de las herramientas de poda así como el corte lizo e inclinado de las
ramas. En olivos ya infectados se debe eliminar las áreas efectadas del árbol y
sellar las heridas de corte.
Figura 15. Cancro en madera de olivo.
26
Fumagina
Es una enfermedad difundida en las zonas oliveras, causada por la acción
de los hongos: Alternaria tenuis, Capnodium olaeophilum y Cladosporium
herbarum caracterizada por la formación de una capa negruzca fuliginosa en la
superficie de las hojas, ramas y tronco del árbol. Esta capa está formada por el
micelio y esporas de hongos saprófitos pertenecientes a los generos Capnodium,
Limacinula y Aurobasidium que utiliza la melaza producido por el insecto de la
cochinilla. La persistencia de esta enfermedad produce la reducción del vigor del
olivar diminuyendo su tasa fotosintética, afectando finalmente el desarrollo de los
arboles y su productividad (Castellar, 2010).
Para su control se recomienda primero manejar la presencia del insecto que
produce la mielecilla para luego aplicar fungicidas mediante pulverización, que
permitan eliminar el hongo. Tambien se recomienda la aplicación de detergentes
agrícolas para la limpieza de hojas y ramas.
27
Figura 16. Capa negruzca en hojas de olivo por Fumagina y vista microscópica del hongo.
28
IDENTIFICACIÓN DE PLAGAS DEL OLIVO
Conchuela del Olivo
Esta plaga es provocada por el ataque del insecto adulto de Saissetia oleae,
ataca además de olivo a otros frutales. Su fisonomía corresponde a una hembra
inmóvil, de color negro y dorso saliente en forma de Cruz. Las conchuelas
invernan junto a sus larvas, esta unión genera que las plantas sean fuertemente
atacadas por estas especies, dejando las hojas recubiertas de mielecilla
(Spooner-Hart et al.; 2007).
Los daños provocados por Saissetia oleae, se deben a la succión de savia
que provoca el debilitamiento de los arboles cuando su densidad poblacional es
elevada. Además favorece el desarrollo del complejo de hongos de la Fumagina,
que dificulta la fotosíntesis y la respiración, provocando una disminución en la
productividad de los olivares (Castellar, 2010).
Figura 17. Conchuelas del olivo en hojas
29
Figura 18. Conchuelas del olivo en altas poblaciones
Para combatir la Cochuela, se deben aplicar tratamientos fitosanitarios con
clorpirifos, mas un aceite mineral, o un inhibidor de colinesterasa.
Barrenillo del Olivo
El Barrenillo del Olivo es un pequeño coleóptero (insectos que tienen boca
dispuesta para masticar, un caparazón consistente y dos élitros córneos que
cubren
dos
alas
membranosas).
Su
nombre
científico
es
Phloeotribus
scarabaeoides. Los individuos adultos miden unos 2 milímetros de longitud y es
de color negro.
30
Los Barrenillos adultos forman galerías radiales en las ramas donde ponen
los huevos; las larvas excavan sus galerías en dirección perpendicular a las
primeras. Los últimos daños los causan los adultos de las siguientes generaciones
que excavan galerías en las pequeñas ramas las cuales se marchitan (SAG,
2005).
Como medidas de combate para el Barrenillo del Olivo, lo más sencillo y
eficaz es dejar esparcidos montones de ramas recién podadas, que tienen un gran
poder atractivo para el Barrenillo. Posteriormente se retiran las ramas y se
procede a su quema, también es recomendado el
tratamiento fitosanitario con
productos organofosforados.
Figura 19. Entrada de galeria provocada por Barrenillo, barrenillo emergiendo de la rama de olivo y
vistas del insecto.
31
Mosca del Olivo
La mosca del olivo (Bactrocera oleae), es considerada la mayor plaga del
olivar en la actualidad. Ataca exclusivamente al fruto, provocando daños directos
por perdida de peso y rendimiento en la cosecha, debido a que la larva se limenta
de la pulpa de la oliva durante su desarrollo (SAG, 2005). Se registran daños
indirectos en la industria del aceite ya que esta plaga reduce su calidad por un
aumento en su acidéz (Montiel & Madueño, 1995). La mosca se puede observar
en el olivar durante los meses de marzo a noviembre, en invierno la captura es
minima. El insecto pone generalmente un huevo por aceituna, depositándolo bajo
la piel de la oliva por un piquete, pasados 15 a 20 días aparece una larva
blanquecina de menos de 1 mm de longitud. La larva al final de su desarrollo
alcanza unos 8 mm de longitud, posteriormente hace una pupa en la que el
insecto sufre la metamorfosis para convertirse en mosca.
Este insecto suele tener dos generaciones por año y las condiciones
ambientales que favorecen su proliferación son los veranos suaves y húmedos.
Montiel y Madueño (1995) mencionan que los tratamientos preventivos obedecen
a practicas culturales como la recolección temprana de los frutos y labores
culturales realizadas al final del invierno que destruyen las pupas en el suelo,
mientras que las medidas de combate se realizan en función del seguimiento del
insecto a través de la captura por trampas, así como el seguimiento de las larvas
en desarrolloy el tamaño de la población de mosca en el olivar. En sectores donde
el ataque es mayor al 2% se recomienda la aplicación de fumigación aérea.
32
Figura 20. A la izquierda adulto de mosca del olivo (SAG, 2005); derecha marcas dejadas tras
ovopositar.
33
Gallinita Ciega
La “gallinita ciega” corresponde a un complejo de escarabajos inmaduros del
género Phyllophaga. Ovopositan en el suelo, tienen tres estadios larvarios y
pueden tener dos generaciones cada año, ataca principalmente a gramineas, pero
también puede presentarse en algunos frutales. Forman una de las principales
plagas agrícolas en América Latina.
Esta plaga puede tener dos generaciones por año, según la especie y la
primera generación (en Julio) tiende a ser más dañina. El daño es ocacionado por
sus larvas al alimentarse de raíces y la corteza del tallo de las plantas,
provocando la muerte de plantas pequeñas, crecimiento deficiente en las plantas
sobrevivientes debido a la perdida de la capacidad de absorción de nutrientes,
derribo por el viento a causa de la pérdida de raíces de anclaje. Los adultos son
escarabajos de color café claro a negro ponen sus huevos en la parte superior o
dos pulgadas del suelo, a menudo en pequeños grupos, miden 5/8 de pulgada de
largo pero pueden presentarse en un tamaño más pequeño más pequeño en
mayo / junio. Los adultos vuelan de abril a junio y de nuevo en agosto y
Septiembre. La larva es curva, blanca, con patas bien desarrolladas y mandíbulas
poderosas con las cuales se alimenta de las raíces (Buss, 2006)
Los tratamientos curativos como trichlorfon (insecticida organofosforado) se
aplican después de la aparición de las larvas y daños. Por lo general esto ocurre
cuando las larvas están en su segundo o tercer estadio. El mejor momento para
la aplicación la curativa puede ser en agosto o septiembre. Los productos tienen
residuos cortos, por lo que una segunda aplicación puede ser necesaria. Otra
alternativa de control es el uso de hongos entomopatogenos de genero
Metarhizium o también del genero Cordyceps, ambos son capaces de atacar a las
larvas (Buss, 2006).
34
Figura 21. Escarabajo adulto y larva de Phyllophaga Sp. (Buss 2006).
Figura 22. Ciclo de vida de “Gallinita Ciega” Phyllophaga Sp. Fuente: bayercropscience.
35
BUENAS PRÁCTICAS AGRÍCOLAS EN EL CULTIVO DEL OLIVAR
El concepto de buenas prácticas agrícolas consiste en la aplicación del
conocimiento disponible hacia la utilización sostenible de los recursos naturales
básicos para la producción en forma benévola de productos agrícolas, a la vez
que se procuran la viabilidad económica y la estabilidad social de los cultivos
(FAO, 2007).
Las directrices para las buenas prácticas en el cultivo del olivar se centran
en optimizar el uso del agua y energía, reducir el impacto ambiental del cultivo
derivados principalmente del uso de agroquímicos, la labranza, y el manejo
integrado de plagas (Cabeza et al., 2009). Es importante mencionar que la
aplicación de estas prácticas debe siempre estar sujeta a las características
especificas de cada campo, principalmente debido a los costos asociados a estas,
su real efectividad en un sitio especifico y a los recursos disponibles, siendo en
nuestro caso el recurso hídrico una limitante fundamental.
Algunas recomendaciones útiles se mencionan a continuación:

Uso de material libre de patógenos para propagación y plantación: tomar
las precauciones necesarias para garantizar la propagación y siembra de
material sano, para establecer nuevas plantaciones en suelos también libres
de patógenos.

Uso de microorganismos benéficos y antagonistas para el control de
enfermedades:
los
agentes
de
control
biológico
(BCA)
puede
ser
considerados en el manejo preventivo y paliativo, dentro de un sistema de
manejo integral de plagas en huertos establecidos. Además se trata de un
enfoque sostenible y ambientalmente amigable que se puede
utilizar en
combinación con otras herramientas de control. Algunos organismos
36
utilizados son hongos transmitidos por el suelo tales como Talaromyces,
Trichoderma y Micorrizas o bacterias de los generos Bacillus, Paenibacillus,
Pseudomonas, Serratia y Streptomyces (Hernández & Rangel 2012; LópezEscudero & Mercado-Blanco, 2011; Spooner-Hart et al., 2007).

Solarización de suelos: esta ha demostrado ser una acción efectiva para
erradicar o disminuir inóculos de patógenos en suelo. Como medida postplantación, la solarización del suelo se puede aplicar a pequeñas áreas de
suelo que rodean los árboles afectados. Este método no daña el árbol, y es
particularmente recomendado en situaciones de moderada densidad de
inóculo.

Uso de enmiendas orgánicas o biofumigación: es otra alternativa que se ha
investigado para el control de los patógenos del suelo en varios cultivos.
Estas prácticas incluyen la mejora del suelo con residuos de la planta,
abono verde o animales, materiales compostados, extractos de plantas, o
productos finales de las aguas residuales. La incorporación de sustratos
orgánicos diferentes al suelo pueden alterar su estructura física o activar
microorganismos antagonistas, además de liberar compuestos químicos con
actividad fungicida o fungistática, que afecta directamente a los patógenos
presente en suelos.

Métodos de evasión: tales como la reducción de la labranza o el uso de
cultivares resistentes para disminuir la eficacia de los inóculo de patógenos
presentes en el suelo, o reducir el contacto del patógeno con raíces de las
plantas limitando de este modo la infección y la colonización de la raíz
tejidos y desarrollo de la enfermedad. Por ejemplo, el uso de las dosis de
riego racionales y la fertilización nitrogenada puede retrasar o disminuir el
desarrollo de la enfermedad, la aplicación de bajas dosis y frecuencias de
riego son normalmente recomendadas en varios cultivos de oliva.
37

Manejo de suelos en el olivar: No deberán labrarse los recintos de olivar con
pendientes iguales o superiores al 15%, salvo que se adopten formas
especiales de cultivo, que se practique un laboreo de conservación o se
mantenga una cobertura de vegetación total del suelo.

Mantenimiento de olivares en buen estado vegetativo: se deben realizar las
labores de cultivo necesarias para garantizar el mantenimiento de los
olivares en un buen estado vegetativo. Los arranques solo se deben
realizar, cuando se trate de olivos para ser sustituidos por otros. La
realización de podas de aireación y renovación, y la aplicación posterir de
selladores de heridas de poda para prevenir el ingreso de patógenos al
sistema. Eliminar ramas afectadas y destruirlas para disminuir la cantidad
de inoculo.

Sistema de cubiertas vegetales vivas propuesto para el olivar: Actualmente
se recomienda el empleo de cubiertas vegetales vivas, bien sea de hierbas
espontáneas o especies sembradas. Pero distinguiendo la zona bajo la copa
y la calle: las zonas bajo copa es recomendable mantenerlas con baja
vegetación para no obstaculizar las actividades de colecta de frutos o las
podas. En el caso de las calles se recomienda el uso de cubiertas vegetales
controladas que permitan favorecer las propiedades fisicoquímicas y
biológicas de los suelos. Las especies de crúciferas pueden además ayudar
a reducir la cantidad de inoculo de hongos en el suelo, sin embargo, se
sigue investigando su efectividad (Cabeza et al. 2009).

Manejo del agua: Es necesario considerar que en el estado los recursos
hídricos son limitados y existe una demanda creciente sobre los mismos.
Por ello se debe evitar el aumento de la superficie de riego salvo casos
particulares. La sostenibilidad del recurso depende de utilizar el agua con
38
criterios de máxima eficiencia, mientras que simultáneamente se minimiza
su
impacto
ambiental,
previniendo
la
degradación
de
suelos,
la
contaminación de acuíferos y aguas superficiales, y la sobreexplotación de
los recursos hídricos.

Fertilización racional: La fertilización debe satisfacer las necesidades
nutritivas del olivo. Dada la vaiedad de factores que pueden afectarla en un
olivar en particular, por lo que resulta negativo establecer recomendaciones
generales de fertilización sin considerar la situación particular. Los
conocimientos actuales permiten que, por ejemplo, a través de un análisis
foliar, se establezca un uso más racional de la fertilización, en donde se
puedan sustituir o eliminar algunas sustancias.
CONCLUSIONES
Si bien el sector olivero en Baja California y en México en general se
muestra
en
expansión
debido
al
aumento
en
su
demanda
nacional
e
internacional, su futuro puede verse amenazado por factores bióticos (plagas y
enfermedades) y abióticos (erosión, cambio climático, recursos hídricos). Algunos
de estos factores son consecuencia de los cultivos inadecuados en cuanto a la
gestión y / o propagación de plantas infectadas. Algunas de las prácticas puede
estar relacionadas con los cambios recientes en el sistema de cultivo, por
ejemplo, el riego y la fertilización, mientras que otros dependen de diversos y
variables parámetros ambientales.
Las enfermedades del olivo no han sido bien estudiadas aun en México,
siendo necesario que productores, agrónomos, biólogos y afines interesados,
aunen esfuerzos para conocer los riesgos a que se enfrentan. Para ello se puede
39
recurrir a la experiencia e información disponibles de otras regiones productoras
para identificar aquellas enfermedades causadas por patógenos cosmopolitas, y,
por supuesto, describir las enfermedades de las cuales no haya información y/o
reportes.
Investigaciones recientes dan cuenta de la existencia de Verticillium
dahliae y muchas especies de Botryosphaeria en los Estados de Sonora y Baja
California, por lo cual es necesario realizar diagnósticos periódicos de su
distribución así como tomar medidas de control.
Los principales puntos para el control y prevención de plagas y
enfermedades en el olivar se pueden sintetizar en el uso de material vegetal libre
de patógenos; establecer las plantaciones en suelos limpios o en caso contrario
aplicar tratamientos para disminuir la cantidad de inóculos presentes en él;
utilizar microrganismos antagonistas o agentes de control biológico; utilizar
practicas culturales que ayuden a disminuir o prevenir la propagación de
enfermedades y adoptar medidas agronómicas especificas de acuerdo a las
necesidades de cada campo de modo de hacer un buen aprovechamiento de los
recursos.
Realizar esfuerzos de investigación multidisciplinarios
y anticiparse a
entender los patosistemas, para en resumen desarrollar medidas de control
apropiadas.
La
principal
conclusión
es
que
un
enfoque
multidisciplinario
(biológicos, químicos, físicos y culturales) y la acción conjunta de gobierno,
productores y centros de investigación, es la mejor estrategia para controlar
eficazmente las plagas y enfermedades.
40
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