Cómo cultivar chiles Si cultivas chiles dentro de casa, puedes arrancarlos de la planta y adicionar este rico y delicado sabor a tu comida. La mejor parte de cultivar tus propias plantas es que puedes seleccionar las variedades que quieras y no tienes que esperar hasta que la tienda local los lleve. No es difícil cultivar chiles adentro, pero para que crezcan sanos y den frutos, necesitas esforzarte un poco más y tener los equipos necesarios. Instrucciones: 1.-Encuentra las mejores especies para cultivar dentro de casa. A algunos tipos de chiles como los chiltepínes,los habaneros, los piquínes y los chiles tailandeses les encanta crecer adentro. 2.-Mezcla tu propia tierra abonada o compra un poco. Si la haces tú mismo, asegúrate de que sea estéril. 3.-Rellena un maceta de turba de tres pulgadas con aproximadamente ¾ de pulgada de tierra abonada y humedecida. Coloca de 2 a 3 semillas por maceta y cúbrelas con ¼ de pulgada de tierra. 4.-Mantén la tierra húmeda mas no mojada. Demasiada agua permite que crezcan hongos y produce una enfermedad llamada "el mal de los semilleros". La semilla de chile tarda de 2 a 5 semanas en germinar. No le pongas demasiada agua mientras que se da este proceso. 5.-Revisa que las primeras plantas broten a través de la tierra, luego, asegúrate de que tus plantas de semillero tengan la luz adecuada. Ellas necesitan, por lo menos, 16 horas de luz para poder crecer lo mejor que puedan. Este tipo de luz produce los lúmenes necesarios para que la planta crezca con fuerza. A los chiles les gusta el agua, pero no que sus raíces estén mojadas. No permitas que en las macetas se asiente el agua. Drena cualquier exceso. 6.-Mantén alrededor de las plantas una temperatura de 75 a 80 grados. Recuerda que su ambiente natural es muy caliente. Durante el día, la temperatura puede llegar a alcanzar de 80 a 90 grados y en la noche, 70 grados. Trata de imitar estas condiciones. 7.-Trasplanta los almácigos (plantas de semillero) a unas macetas más grandes o entresácalas cuando les salgan sus primeras hojas reales. Continúa aumentando el tamaño de las macetas cuando sientas que las plantas comienzan a estar apretadas. 8.-Observa si aparece algún tipo de plaga. Aunque las plantas se encuentren dentro de casa, esto no detiene a algunos tipos de plaga. Los parásitos de araña y, en ocasiones, los pulgones atacan a las plantas de interior. Si encuentras algún problema, un spray con una mezcla de agua y unas gotas de líquido lavaplatos pueden proveer una solución. Solo mezcla 4 gotas de jabón para platos en 24 onzas de agua y luego rocíalo. 9.-Si tienes juntos varios tipos de chiles, cubre algunas de tus plantas durante la época de floración. Aunque los chiles picantes se polinizan a sí mismos, de todas maneras, deberías mantener cada variedad alejada una de la otra o cubrir las plantas con una tela de malla delgada. Esto garantiza que no ocurra ningún cruce de especies. Cultivo de tomate 1. Preparar la tierra: Es importantísimo tener una tierra llena de nutrientes para que las semillas germinen y la planta crezca sana. Para esto, antes de sembrar hay que prepararla mezclando 2 partes de tierra por una de composta, y agregar un poco de tierra de hoja. Esto ayuda a que los nutrientes lleguen a la planta y no se queden en el suelo, y a que tenga mejor aireación y el agua de riego se retenga mejor. 2. Siembra: Las semillas deben sembrarse a una profundidad igual a su tamaño, es decir, que apenas las cubra un poco de tierra. La mejor época para sembrar jitomate es la primavera, y nuestras semillas tardarán aproximadamente 13 días en germinar. Esta planta es mejor sembrarla en pequeños contenedores, que se llaman almácigos y trasplantarla después de unas semanas a la cama de cultivo, en cuanto tenga tres hojas o mida entre 5 y 8 cms. En cada espacio del contenedor podemos sembrar hasta tres o cuatro semillas. 3. Clima: El jitomate es muy sensible a la temperatura. Por ello es importante sembrarlo en primavera, para cosecharlo en el otoño, antes de que lleguen las temperaturas frías. El tiempo que tarda en crecer y dar frutos para ser cosechado es entre 3 y 4 meses, dependiendo de la temperatura y de la variedad de jitomate. 4. Riego: Cuando la semilla está empezando a germinar en el contenedor, es importante regarla por goteo, sólo lo suficiente para que siempre se mantenga húmeda la tierra. Al trasplantarla, se riega más profundamente, cada 3-5 días dependiendo del clima, y sólo en las raíces, nunca en las hojas porque se pueden enfermar. 5. Sol: El jitomate necesita por lo menos 7 horas diarias de sol directo para crecer sano y tener buen sabor. Conforme vaya creciendo se le puede amarrar una varita de madera para guiarlo y que el peso no haga que la planta caiga al suelo.