grosso teresa maria c/union personal s/amparo

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Causa N° 2201/13. GROSSO TERESA MARIA C/UNION PERSONAL S/AMPARO
Buenos Aires,
13
de agosto de 2013.- ER
VISTO: el recurso de apelación interpuesto y fundado a fs. 91/93, cuyo traslado
fue contestado a fs. 110/123, contra la resolución de fs. 80/81; y
CONSIDERANDO:
1) Que el señor juez hizo lugar a la medida cautelar solicitada en el escrito inicial,
ordenando a la Obra Social Unión Personal de la Unión del Personal Civil de la Nación
arbitrar las medidas del caso para mantener la cobertura que la actora y su esposo,
Alberto Joaquín Molina, tenían como afiliados en el plan 0002 CLASSIC, hasta tanto se
decida la cuestión planteada en autos.
La demandada apeló esa decisión. Ante todo alegó el carácter abstracto de la
medida, sosteniendo que la señora Grosso se encuentra registrada como afiliada activa,
sin tener una baja programada. Negó haberla dejado sin cobertura, cuestionando tanto la
verosimilitud del derecho como el peligro en la demora y sostuvo que su adversaria se
encuentra recibiendo todas las prestaciones que ella ofrece sin condicionamientos.
Añadió que de acuerdo con lo establecido por el art. 10 de la ley 23.660 la cobertura a
sus beneficiarios se extiende por un período de tres meses luego de finalizada la relación
laboral que dio lugar a la afiliación e invocó otras disposiciones que –según asevera–
obstan a la pretensión deducida, citando también una decisión administrativa favorable a
su postura.
El traslado de esos agravios fue replicado en los términos que surgen de la
presentación obrante a fs. 110/123.
2) Que así planteada la controversia, se debe recordar ante todo que el objetivo
perseguido por la accionante es conservar su condición de afiliada –conjuntamente con
su cónyuge– a la Obra Social Unión Personal luego de haber obtenido la jubilación.
Rechazada la petición que formuló en forma extrajudicial, promovió esta acción y
solicitó una medida de no innovar a fin de seguir contando con las prestaciones médico
asistenciales que les brinda la demandada.
Como es sabido, dicha medida cautelar consiste en una orden judicial de no
realizar actos físicos o jurídicos que alteren la situación de hecho o de derecho existente
al tiempo de la promoción del pleito, cuando tales actos pudieran influir en la sentencia o
convertir su ejecución en ineficaz o imposible (confr. Fassi, S. - Yáñez, C., "Código
Procesal Civil y Comercial comentado, anotado y concordado", t. 2, p. 188).
De allí que lo dispuesto por el a quo no tiene el carácter abstracto que le atribuyó
la apelante. Aun cuando la actora y su esposo no hubieran perdido su condición de
afiliados al momento de iniciar la acción, el documento que en copia obra a fs. 30 brinda
sustento a la alegación de la señora Grosso acerca del otorgamiento de la jubilación. Por
consiguiente, es claro que lo resuelto en autos tiene un objeto preciso: que la situación
existente al tiempo en que se dictó la medida se mantenga sin alteraciones hasta tanto se
decida la suerte de la pretensión, asegurándose así la continuidad de la cobertura aludida,
dado que la demandada ya exteriorizó su postura contraria a la pretensión (confr. fs. 6).
3) Que en lo que hace al aspecto sustancial del recurso, la impugnación de la
recurrente fundada en la improcedencia del reclamo no es un asunto que corresponda
examinar en el estado actual de la causa, ya que su adecuado tratamiento rebasa los
limitados márgenes cognitivos propios del instituto cautelar.
A los fines que aquí interesa, no existe controversia en torno al vínculo y a la
afiliación de origen invocadas en el escrito inicial. Tampoco hay divergencia en el
aspecto fáctico central del conflicto: la actor asolicitó conservar su condición de
beneficiaria y recibió una respuesta negativa, tal como –prima facie– resulta de la prueba
documental obrante a fs. 1/6.
Así las cosas, al considerar la verosimilitud del derecho alegado en autos no es
posible soslayar lo decidido por la Corte Suprema en el precedente registrado en Fallos:
324:1550, donde se sostuvo que el art. 16 de la ley 19.032 conservó la afiliación
obligatoria de los trabajadores que acceden a la jubilación a la obra social
correspondiente al servicio prestado en actividad, así como los derechos y deberes
derivados de esa relación, a menos que los pasivos hayan ejercido la opción de recibir la
atención del Instituto Nacional de Servicios Sociales para Jubilados y Pensionados,
supuesto en que quedarían canceladas las obligaciones recíprocas de las obras sociales a
las que pertenecían. Es por ello que la postura asumida al respecto por la accionada –
contraria a esa doctrina– basta para estimar acreditado el fumus boni iuris.
En cuanto al peligro en la demora, se verifica ante el referido acceso a la
jubilación por parte de la actora, con la consiguiente incertidumbre acerca de la
continuidad de los servicios médico–asistenciales provistos por su obra social (confr.
esta Sala, causas 7553/09 del 27·5·10 y 1208/11 del 21·6·11, entre otras).
En mérito a lo expuesto, recordando que no es obligación de los jueces examinar
todos y cada uno de los argumentos propuestos por las partes sino sólo aquéllos que sean
conducentes para fundar sus conclusiones y resulten decisivos para la solución de la
controversia (Fallos, 310:1835; 311:1191; 320:2289, entre otros), SE RESUELVE:
confirmar el pronunciamiento apelado, con costas.
Difiérese la regulación de los honorarios profesionales para el momento en que se
dicte la sentencia definitiva.
Regístrese, notifíquese y devuélvase.
RICARDO VÍCTOR GUARINONI
ALFREDO SILVERIO GUSMAN
GRACIELA MEDINA
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