Cómo fomentar la buena nutrición y la actividad física en los

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Cómo fomentar la buena nutrición
y la actividad física en los
entornos de cuidado infantil
Healthy Eating
Research
Construyendo evidencia para
prevenir la obesidad infantil
Informe de investigación, mayo de 2007
Los centros de cuidado infantil proporcionan una valiosa oportunidad para fomentar comportamientos de
alimentación saludable y de actividad física en los niños. Los alarmantes índices de obesidad en los niños
de Estados Unidos presentan la oportunidad para introducir comportamientos saludables de especial
importancia durante la primera infancia. Entre 1971 y 2004, el índice de obesidad en los niños de entre
6 y 11 años aumentó casi al quíntuple (del 4 por ciento a 19 por ciento); y el índice en los niños en edad
preescolar, de entre 2 y 5 años, se ha casi triplicado (del 5 por ciento a 14 por ciento).1, 2 Actualmente, la
tercera parte de los niños y adolescentes en los Estados Unidos son obesos o están en riesgo de serlo.2
La obesidad acarrea graves consecuencias de salud y económicas.
Los niños obesos o que corren el riesgo de serlo tienen más
probabilidades de ser obesos en la adultez y de desarrollar
enfermedades cardíacas, diabetes y otras afecciones graves.3
Además de la forma en que afecta extraordinariamente la salud de
nuestra nación, la obesidad también presenta una enorme carga
financiera, con costos calculados en $117 mil millones al año.3
La mala alimentación y la ausencia de actividad física son
elementos principales que contribuyen a la obesidad y los
primeros años de la niñez son un importante período para
desarrollar el agrado por alimentos saludables y las habilidades
motrices.4, 5
Según los datos actuales, únicamente una cuarta parte de los
niños de entre 2 y 11 años consume tres porciones diarias de
verduras y menos de la mitad de esa cuarta parte consume dos
porciones diarias de frutas.6 Además, muy pocos niños de los
Estados Unidos alcanzan los niveles de actividad física
recomendados.7
La proporción de madres que trabajan y tienen niños de corta
edad ha aumentado del 39 por ciento en 1975 al 63 por ciento en
2003.8 Como resultado, la demanda de cuidado infantil también
está en alza. La mayoría (60 por ciento) de los lactantes y de los
niños de hasta 5 años pasan un promedio de 29 horas semanales
en algún tipo de entorno de cuidado infantil.9 A pesar de que los
niños más grandes pasan una cantidad de tiempo importante en la
escuela, más de la mitad de los niños de entre 5 y 14 años
también pasa tiempo en un entorno regular de cuidado infantil.10
¿Qué disposiciones y programas de cuidado
infantil utilizan los niños en los Estados Unidos?
Las disposiciones del cuidado infantil en los Estados Unidos se
pueden clasificar en líneas generales como cuidado de parte de un
familiar, cuidado en el hogar a cargo de una persona que no es un
familiar y cuidado en un centro de cuidado infantil.9 El cuidado que
proporciona una niñera, un vecino, un amigo u otra persona que no
sea un pariente puede brindarse en el hogar del niño o en el hogar del
proveedor. Los proveedores que no son familiares y que cuidan a dos
o más niños pueden clasificarse como proveedores de cuidado
infantil familiar. El cuidado en un centro incluye los centros de
cuidado infantil, el prekinder, los preescolares y los programas Head
Start. El uso de múltiples programas de cuidado es frecuente. La
distribución de los programas para niños desde el nacimiento hasta
los 5 años es la siguiente:
■ el 35 por ciento recibe cuidado por parte de un pariente;
Dada la extensión y el aumento del uso del cuidado infantil, es
importante el comprender el potencial que tienen estos entornos
de influenciar el desarrollo de la obesidad en los niños. El
objetivo de este informe es presentar un resumen general de una
investigación que ha analizado la calidad nutricional de las
comidas y los bocadillos, las oportunidades de realizar actividad
física y los resultados de las intervenciones diseñadas para
prevenir la obesidad en los entornos de cuidado infantil.
■ el 22 por ciento recibe cuidado en el hogar por parte de una
persona que no es un pariente y
■ el 60 por ciento recibe cuidado en un centro.9
Los niños en edad escolar también pasan tiempo en actividades
de enriquecimiento con base en la comunidad (por ej., deportes,
clubes y programas para después de la escuela).
Healthy Eating Research Un programa nacional de Robert Wood Johnson Foundation
¿Qué tipo de ayuda federal existe para los
programas de cuidado infantil?
Los programas de hogares de cuidado infantil familiar y en
centros que tienen licencia o están aprobados para prestar
servicios pueden ser elegibles para recibir ayuda federal para las
comidas y los bocadillos que sirven a los niños de hasta 12 años
de edad.11 El Programa de Alimentos para el Cuidado de Niños y
Adultos (Child and Adult Care Food Program, CACFP),
administrado en conjunto por el Departamento de Agricultura de
los Estados Unidos (U.S. Department of Agriculture) y las
agencias estatales designadas, proporciona comidas y bocadillos
para casi 2,1 millones de niños que reciben cuidado en centros y a
casi 900.000 niños que reciben cuidado en hogares de cuidado
infantil familiar. 12 A continuación se resumen las
reglamentaciones y disposiciones del CACFP.
efectivo en lugar de artículos de consumo para los centros en la
mayoría de los estados. Las comidas y los bocadillos que se
sirven a los niños en los hogares de cuidado infantil familiar se
reembolsan según la elegibilidad. Hay índices de reembolso
superiores al “nivel I” para los hogares de cuidado infantil
ubicados en áreas de bajos ingresos y para proveedores y niños
de bajos ingresos.
■ Para ser elegible para el reembolso, las pautas del CACFP
exigen que las comidas y los bocadillos incluyan una cantidad
mínima de porciones adecuadas a la edad de cuatro categorías
de alimentos: leche líquida; verduras, frutas o jugo 100% puro;
granos o pan; y carne o alternativas de carne (Tabla 1).11 Sin
embargo, las pautas del CACFP no exigen que las comidas y
los bocadillos cumplan con ningún estándar basado en los
nutrientes y no prohíben a los proveedores de cuidado infantil
ofrecer comidas o bebidas adicionales no reembolsables de
bajo nivel nutritivo y alto nivel calórico. No hay disposiciones
sobre el financiamiento ni requisitos legislativos para la
educación sobre nutrición.13
■ Los programas elegibles incluyen centros de cuidado infantil
sin fines de lucro, centros de cuidado infantil con fines de lucro
que brindan servicios a un 25 por ciento o más de niños de
bajos ingresos, programas de cuidado para
después de la escuela, programas Head Start
y otras instituciones con licencia o aprobadas
para brindar servicios de cuidado infantil.11
Como los negocios de los hogares de
cuidado infantil familiar tienden a ser
pequeños, la participación está limitada a
negocios que tienen una organización
patrocinadora. Los patrocinadores sirven
como intermediarios entre los negocios y la
* La tabla refleja la cantidad de porciones requeridas de estas categorías de componentes
agencia administrativa estatal designada y
alimenticios para las comidas o los bocadillos que se sirven. El tamaño requerido de la porción
aseguran que los centros cumplan con las
varía según la edad del niño y la comida o el bocadillo que se sirve. Los tamaños requeridos de las
porciones están en http://www.fns.usda.gov/cnd/Care/ProgramBasics/Meals/Meal_Patterns.htm
reglamentaciones federales y estatales
del CACFP.
■ Por cada niño inscrito en un programa elegible, el CACFP
proporciona fondos de reembolso a los centros de cuidado
infantil y a los proveedores de cuidado infantil familiar por
hasta dos comidas y un bocadillo o una comida y dos
bocadillos al día.11 Los programas para después de la escuela
pueden recibir el reembolso de un bocadillo si como mínimo la
mitad de los niños son elegibles para recibir comidas gratuitas
o a precio reducido según los datos escolares. Las tarifas de los
reembolsos para las comidas y los bocadillos que se sirven a
los niños en los centros de cuidado infantil, en los programas
Head Start y en aquellos para después de la escuela se calculan
en función del tipo de comida proporcionada (desayuno,
almuerzo o cena) y de la elegibilidad del niño para obtener
comidas y bocadillos gratuitos, a precio reducido o pagos.
También hay disponibles artículos de consumo o dinero en
2
Referencia 11
Head Start y Early Head Start son programas de desarrollo infantil
para niños de bajos ingresos de entre 3 a 5 años y para niños de
bajos ingresos desde el nacimiento y hasta los 2 años,
respectivamente. 14 En 2005, 19.000 centros de todo Estados
Unidos brindaron servicios a más de 900.000 niños.15 El objetivo
final de ambos programas es el aumentar la preparación para la
escuela de los niños de corta edad provenientes de familias de
bajos ingresos.14 Para alcanzar esta meta, se brinda una variedad
de servicios integrales a niños de corta edad, que incluyen
servicios educativos, médicos, dentales, de salud mental y
nutricionales.
Diferentes reglamentaciones federales abordan específicamente el
fomento de la alimentación saludable y de la actividad física.
Cómo fomentar la buena nutrición y la actividad física en los entornos de cuidado infantil Informe de investigación • mayo de 2007
Estas reglamentaciones aseguran que: 1) los padres reciban
asesoramiento sobre nutrición y actividad física; 2) la
participación en el CACFP sea sencilla; 3) las comidas y los
bocadillos cubran de un tercio a un medio de las necesidades
nutricionales diarias de los niños que participan en programas
de medio día y de día completo; 4) el personal demuestre
comportamientos y actitudes de alimentación saludable frente a
los niños; y 5) los centros provean oportunidades para el juego
activo, tanto al aire libre como en el interior. Sin embargo, no hay
reglamentaciones federales relacionadas con la cantidad, la
frecuencia ni el tipo de actividad física que se debe proporcionar
a los niños.16
¿Qué reglamentaciones rigen la nutrición
y la actividad física en los entornos de
cuidado infantil?
A pesar de que varias organizaciones profesionales han
desarrollado y publicado recomendaciones sobre nutrición y
actividad física en entornos de cuidado infantil (Tabla 2),17, 18 no
existen reglamentaciones federales, fuera de Head Start, que rijan
a las instituciones de cuidado infantil. Cada estado establece y
hace cumplir sus propias reglamentaciones, las cuales deben
cumplir los proveedores a fin de operar legalmente. Las
reglamentaciones de nutrición y actividad física varían
ampliamente en los diferentes estados. Dentro de un mismo
estado, pueden diferir según los distintos entornos de cuidado
infantil. Por lo general, se imponen más reglamentaciones a los
centros de cuidado, mientras que hay menos reglamentaciones
para los hogares de cuidado infantil familiar. Pocos estados tienen
reglamentaciones integrales para la nutrición y la actividad
física.19, 20
■ Únicamente dos estados exigen que las comidas y los
bocadillos sigan las Pautas nutricionales para estadounidenses
y solo 15 estados especifican el porcentaje de requisitos
nutricionales diarios para niños que se deben proporcionar por
comida o por cantidad de horas a cargo.
■ La cantidad de tiempo que los niños deben dedicar a la
actividad física se especifica en las reglamentaciones de sólo
dos estados y un solo estado aplica la reglamentación a todos
los tipos de entornos de cuidado infantil.
3
■ Sólo nueve estados han establecido un límite cuantitativo en la
cantidad de tiempo que los niños pueden pasar mirando
televisión o videos, o jugando videojuegos o juegos de
computadora.
¿Qué nos dicen las investigaciones acerca de la
calidad nutricional de las comidas y bebidas que
se ofrecen y del fomento de una alimentación
saludable en los entornos de cuidado infantil?
Las investigaciones realizadas para analizar la calidad nutricional
de los alimentos y las bebidas que se sirven en los entornos de
cuidado infantil han tenido un campo extremadamente limitado.
Se sabe muy poco acerca de la composición nutricional de las
comidas y los bocadillos o de los tipos de comidas y bebidas que se
ofrecen en los entornos de cuidado infantil. En particular, como la
mayor parte de la investigación se ha centrado en los proveedores
del CACFP, se sabe muy poco acerca de los alimentos y las
bebidas que se ofrecen en instituciones que no participan en este
programa.
Los estándares nutricionales que se utilizaron para evaluar los
alimentos y las bebidas que se ofrecían en entornos de cuidado
infantil incluyeron los requisitos del patrón de alimentación del
CACFP, las Pautas nutricionales para estadounidenses y las
recomendaciones basadas en los nutrientes destinadas a los
proveedores de cuidado infantil desarrolladas por la Asociación
Estadounidense de Nutrición (American Dietetic Association,
ADA).11, 17, 21 La ADA recomienda que los alimentos que se
ofrecen a los niños que están en cuidado infantil entre cuatro y
siete horas por día cubran al menos un tercio de sus necesidades
diarias (es decir, Raciones nutricionales recomendadas
[Recommended Dietary Allowances, RDA) de energía y
nutrientes y que los alimentos que se proporcionan a los niños
que pasan ocho horas o más en cuidado infantil cubran por lo
menos la mitad o dos tercios de sus necesidades diarias.17 Los
hallazgos de los pocos estudios realizados indican que las
comidas y los bocadillos que se sirven en entornos de cuidado
infantil pueden ser a menudo de baja calidad nutricional.22–24
Cómo fomentar la buena nutrición y la actividad física en los entornos de cuidado infantil Informe de investigación • mayo de 2007
Referencia 17
Únicamente cuatro estudios representativos de la nación han
evaluado la calidad nutricional de los alimentos y las bebidas que
se ofrecen en los entornos de cuidado infantil. 23 El estudio más
reciente (1999) no fue integral, dado que su principal objetivo fue
el evaluar el impacto de la legislación que apuntaba más
específicamente a los beneficios de reembolso del programa
CACFP para niños de bajos ingresos y únicamente se evaluó a los
proveedores de cuidado infantil familiar de nivel II.24 Este estudio
concluyó que los requisitos del patrón de alimentación del CACFP
eran cumplimentados por la mayoría de las personas de la muestra
y que las combinaciones más usuales de comidas y bocadillos que
se ofrecían (desayuno, almuerzo y un bocadillo o desayuno,
almuerzo y dos bocadillos) seguían las recomendaciones de la
ADA. Las comidas y los bocadillos proporcionaban, en promedio,
más del 100 por ciento de la RDA de proteínas, vitamina A y C y
más de dos tercios de la RDA de energía alimentaria, calcio y
hierro. Sin embargo, se identificaron varias problemáticas
nutricionales, incluidas las siguientes:
■ Las combinaciones más usuales de comidas y bocadillos
proporcionaban un promedio del 13 por ciento de energía
proveniente de grasa saturada, lo cual excede lo recomendado por
la Pauta nutricional de menos del 10 por ciento.
■ Los niveles promedio de sodio en las combinaciones más
usuales de comidas y bocadillos eran altos respecto de la
cantidad de energía alimentaria que proporcionaban.
4
■ Un tercio de los bocadillos y los desayunos ofrecidos no
incluían frutas ni verduras.
■ Menos de la mitad de los bocadillos de la mañana o la tarde
incluían leche.
Existen estudios menores que también evaluaron los menús y los
registros nutricionales de niños de corta edad en cuidado infantil y
plantearon preocupaciones respecto de la calidad nutricional de
los alimentos y las bebidas proporcionadas. En conjunto, dan
indicios de que los niños que asisten a cuidado infantil quizás no
reciban la cantidad recomendada de ciertos nutrientes clave que
son esenciales para el desarrollo saludable del cerebro, tal como el
hierro, el cinc y el magnesio. No se puede asumir que los
alimentos y las bebidas que los niños consumen en el hogar
compensan el déficit nutricional de las comidas proporcionadas
durante el cuidado infantil.
■ En uno de los estudios, en el centro de Texas, los
investigadores registraron durante tres días el consumo
nutricional de 51 niños (de entre 3 y 6 años de edad) durante el
tiempo que pasaban en cuidado infantil y los padres registraron
las comidas y los bocadillos que consumían fuera del centro de
cuidado infantil.22 Las comidas que se consumieron durante el
cuidado infantil en general cubrían del 50 al 67 por ciento de
las necesidades de energía y nutrientes de los niños, con la
excepción de la niacina, el hierro y el cinc. Cuando también se
tuvo en cuenta la ingesta nutricional fuera del cuidado infantil,
Cómo fomentar la buena nutrición y la actividad física en los entornos de cuidado infantil Informe de investigación • mayo de 2007
el consumo total diario de casi todos los niños alcanzaba las
recomendaciones para la edad de vitaminas A y C, niacina,
riboflavina, tiamina y calcio. Sin embargo, más del 15 por
ciento de los niños consumían cantidades inadecuadas de
energía, hierro y cinc.
■ Otro estudio tuvo en cuenta los alimentos y las bebidas que se
ofrecen a los niños de corta edad (de entre 3 y 5 años) en el
almuerzo.25 Se revisaron los menús de almuerzo de más de 100
centros que participan en el programa CACFP en Virginia y se
compararon los niveles nutricionales de los almuerzos con las
recomendaciones. Los resultados indicaron que, mientras que
se proporcionaban cantidades adecuadas de vitaminas A y C y
calcio, el 72 por ciento de los menús contenían en promedio
menos de dos tercios de la cantidad recomendada de hierro en
el almuerzo (un tercio de la RDA).
Una cantidad limitada de estudios sugirieron que hay falta de
conocimiento nutricional entre los proveedores de cuidado infantil
y que se pierden muchas oportunidades para fomentar el
desarrollo de comportamientos alimenticios saludables.26, 27 Por
ejemplo, observaciones del comportamiento de los proveedores de
cuidado durante las comidas en 24 programas de cuidado infantil
con licencia demostraron que un bajo porcentaje de proveedores
exhibieron comportamientos coherentes con las recomendaciones
de los expertos.26
■ En una encuesta sobre conocimiento que trataba sobre los
problemas nutricionales comunes en los niños y las
herramientas utilizadas para planificar una dieta saludable (por
ejemplo, las pautas del CACFP y las RDA), el puntaje
promedio alcanzado por los proveedores de cuidado fue de
solo 11 en una escala de 20 puntos.
■ A pesar de que los proveedores de cuidado se sentaban con los
niños durante las comidas en el 69 por ciento de las
observaciones, no comían los mismos alimentos que los niños
en casi la mitad de los casos. En general no consumían
alimentos o consumían comidas rápidas en lugar del menú que
se servía.
■ Sólo el 50 por ciento de los cuidadores realizó comentarios
acerca de la nutrición durante las comidas y únicamente el
59 por ciento animó a los niños a probar todas las comidas
que se servían.
5
¿Qué nos dicen las investigaciones acerca de las
oportunidades para realizar actividad física y de
su fomento en los entornos de cuidado infantil?
Se han llevado a cabo muy pocas investigaciones para analizar la
actividad física o la actividad sedentaria de los niños en entornos
de cuidado infantil. (Las actividades sedentarias incluyen el jugar
con la computadora, mirar televisión, leer, etc.) Las Pautas
nutricionales para estadounidenses recomiendan que los niños
realicen como mínimo 60 minutos de actividad física de moderada a
intensa la mayoría de los días de la semana, o mejor aún, todos los
días.21 Otros grupos de expertos además recomiendan que cada
una hora que el niño pasa en actividades sedentarias, se debe
hacer 10 minutos de actividad física y que se les debe brindar una
o más actividades físicas especiales por semana (por ejemplo, una
excursión).17, 28
Para los niños de corta edad (de entre 1 y 5 años) en particular, la
Asociación Nacional de Deportes y Educación Física (National
Association for Sport and Physical Education) recomienda al
menos dos horas de actividad física por día: la mitad en
actividades estructuradas y la mitad en actividades no
estructuradas, juego libre.29 Las conclusiones de los pocos
estudios realizados hasta el momento indican que: 1) es posible
que los niños en edad preescolar no estén cumpliendo con las
recomendaciones de actividad física; y 2) las políticas y prácticas
del cuidado infantil pueden influenciar en gran medida los niveles
de actividad física.
■ Por ejemplo, un estudio que utilizó acelerómetros para medir
objetivamente los niveles de actividad física de 247 niños en edad
preescolar de nueve centros de cuidado infantil descubrió que
el niño promedio participaba en únicamente 7,7 minutos de
actividad física de moderada a intensa por hora de asistencia.30
Por lo tanto, durante un día en cuidado infantil de ocho horas,
el niño promedio realizaba menos de una hora de actividad
física. A menos que los niños volvieran a sus hogares y
realizaran otra hora de actividad física, quedaban muy por
debajo de lo recomendado para los niños en edad preescolar.29
■ Al igual que otra investigación, este estudio también mostró
que el centro al que asistía el niño era un vaticinador más
importante del nivel de actividad física de modera a intensa
que las características demográficas.30, 31 Los niveles de
actividad física promedio en los niños variaba de 4,4 a
10,2 minutos por hora en los nueve centros de cuidado infantil.30
Cómo fomentar la buena nutrición y la actividad física en los entornos de cuidado infantil Informe de investigación • mayo de 2007
■ Al menos un estudio ha analizado además las características
de los centros de cuidado infantil que promovían la actividad
física. Los resultados de este estudio sugieren que los niños
que asisten a centros de cuidado infantil que ofrecen más
excursiones, maestros con educación universitaria, espacio
para actividades de motricidad gruesa y equipos en el patio
de juegos pasan más tiempo realizando actividad física de
moderada a intensa.32
comida ni en la actividad física. En comparación con los niños del
grupo de control, aquellos que recibieron la intervención tenían
aumentos menores en el IMC en ambas evaluaciones (Figura 1)
¿Qué tipos de intervenciones se podrían
implementar en los entornos de cuidado infantil
para reducir la obesidad?
Se han evaluado muy pocas iniciativas para la prevención de la
obesidad en los entornos de cuidado infantil. Sin embargo, se han
publicado investigaciones de intervenciones y estudios de
observación que indican que las siguientes pueden ser estrategias
efectivas para la prevención de la obesidad: educar a los
proveedores, padres y niños; modificar las comidas y los
bocadillos en el cuidado infantil; reducir el tiempo frente a la
televisión; y reducir el consumo de bebidas endulzadas.
■ Una evaluación del programa Hip-Hop to Health Jr. demostró
el valor del educar a los niños en edad preescolar y a sus padres
sobre la alimentación saludable y la actividad física.33, 34 Este
estudio aleatorio controlado abarcó a 12 centros Head Start que
prestaban servicios a niños provenientes de minorías. La mitad
de los centros recibieron el programa de intervención y la otra
mitad sirvió como sitio de control. El programa de
intervención comprendía:
 Catorce semanas (tres sesiones de 40 minutos por semana)
de actividades físicas y educación sobre alimentación
saludable para niños y
 Boletines semanales con asignaciones de tareas para los padres.
Los niños y padres inscritos en centros de control recibieron un plan
de educación para la salud similar, menos intensivo (una vez por
semana durante 14 semanas) que se centraba en temas que no eran
la alimentación saludable y el ejercicio. Los investigadores
calcularon los índices de masa corporal (IMC) y las puntuaciones Z
del IMC (o la cantidad de desviaciones estándar de la media)
inmediatamente después de que la intervención finalizó y uno y dos
años después. La puntuación Z del IMC es una medida de categoría
de peso que tiene en cuenta la edad y el sexo de los niños.
Inmediatamente después de la intervención, la categoría de peso no
difería entre los grupos de intervención y de control. En las
evaluaciones de control uno y dos años después, se encontró un
efecto importante en la categoría de peso, pero no en la ingesta de
6
■ El proyecto Healthy Start también involucró a centros Head Start
que mayormente prestaban servicios a niños en edad preescolar
de bajos ingresos, pertenecientes a minorías. A pesar de que el
diseño del proyecto de reducción de riesgo cardiovascular
Healthy Start no era el de afectar la categoría de peso, el
proyecto demostró la viabilidad del mejorar la calidad
nutricional de las comidas en el cuidado infantil.35, 36 Después de
dos años, la grasa y la grasa saturada en los menús de servicio
alimenticio en los centros de intervención se redujo y el
consumo de grasa saturada en las comidas de cuidado infantil
disminuyó sin afectar la ingesta de energía y nutrientes
esenciales de los niños.
■ Varios estudios indicaron que el exceso de tiempo mirando
televisión (más de dos horas por día) genera índices más altos
de obesidad en los niños en edad preescolar y escolar.37-42 La
viabilidad y los beneficios del reducir el tiempo frente a la
televisión han sido demostrados por los programas de
intervención. Por ejemplo, un ensayo aleatorio controlado en
16 centros de cuidado infantil (ocho centros de intervención y
ocho centros de control) que se dedicaban mayormente a niños
en edad preescolar caucásicos, no hispanos demostró que siete
sesiones educativas (de una hora cada una) y actividades para
realizar en casa para los padres eran efectivas para reducir el
exceso de tiempo que los niños pasaban mirando televisión, un
año después, a pesar de no tener un impacto considerable en la
categoría de peso (figura 2).43 Se han evaluado al menos dos
estudios de intervención de mayor intensidad en escuelas en
niños más grandes (de 3º a 7º grado) y mostraron que las
reducciones relativas mensurables en el IMC se relacionaban con
el limitar el tiempo que pasan los niños frente a la televisión.44, 45
Cómo fomentar la buena nutrición y la actividad física en los entornos de cuidado infantil Informe de investigación • mayo de 2007
de actividad física incluyen las comidas, las bebidas y los
equipos de juegos disponibles; la cantidad de capacitación que
el personal tiene sobre nutrición y actividad física; y los
comportamientos de alimentación y actividad que muestran los
proveedores de cuidado. Se necesita investigación
especialmente para describir estas características del entorno y
para identificar las diferencias que pueden impactar
negativamente en la salud de los niños que reciben los servicios
de parte de proveedores de cuidado infantil en vecindarios de
bajos ingresos.
■ Comparar, en muestras representativas a nivel nacional,
las comidas y los bocadillos que se sirven y consumen en los
entornos de cuidado infantil con las recomendaciones
nutricionales nacionales, tales como las Pautas nutricionales
para estadounidenses y las Ingestas nutricionales de
referencia.
■ El promover la reducción del consumo de bebidas endulzadas
también puede ser una estrategia efectiva para prevenir la
obesidad infantil. A pesar de que no se han llevado a cabo
intervenciones para modificar los hábitos de consumo en
entornos de cuidado infantil hasta la fecha, al menos dos
intervenciones en niños en edad escolar46, 47 han descubierto
que el reducir la cantidad de bebidas endulzadas tiene un efecto
beneficioso en el IMC. Además, varios estudios de observación
respaldan una relación entre los hábitos de consumo y la
categoría de peso.48-51 El jugo de frutas puede aportar
nutrientes importantes, como vitamina C, pero los niños de
corta edad pueden exagerar en su consumo y algunas
investigaciones indican que esto puede contribuir al consumo
excesivo de calorías y a empobrecer la nutrición.48 La
Academia Estadounidense de Pediatría (American Academy of
Pediatrics) recomienda un límite de cuatro a seis onzas diarias
para los niños de entre 1 y 6 años, y dos porciones de seis
onzas para los niños mayores.52
¿Qué investigaciones son necesarias para
realizar mejoras en la nutrición y en la actividad
física en los entornos de cuidado infantil?
Se han identificado cuatro objetivos principales para futuras
investigaciones sobre nutrición y actividad física en los entornos
de cuidado infantil.19
Durante más de diez años, no se han llevado a cabo investigaciones
para evaluar la calidad nutricional de las comidas y los bocadillos
en muestras representativas a nivel nacional de establecimientos de
cuidado infantil que participan en el programa CACF. El estudio
nacional más reciente, de 1999, solo evaluó la calidad nutricional
de las comidas y los bocadillos que se sirven en los hogares de
cuidado infantil familiar de nivel II. Es por eso que existe la
necesidad específica de que se realicen investigaciones que evalúen
las comidas y los bocadillos que se sirven y consumen en los
centros de cuidado infantil ubicados en áreas de bajos ingresos o
administrados por un proveedor de bajos ingresos. Dado que los
menús del cuidado infantil pueden no reflejar con exactitud las
comidas y los bocadillos que los niños consumen, estos estudios
deben evaluar la ingesta nutricional real.5
■ Desarrollar, implementar y evaluar programas de
intervención dedicados a prevenir la obesidad y a fomentar
la alimentación saludable y la actividad física en los centros
de cuidado infantil.
La implementación y la evaluación de programas de
intervención en los centros de cuidado infantil que operan
principalmente en vecindarios de bajos ingresos deben ser
una prioridad.
■ Identificar estrategias efectivas para que los padres
participen y fomenten la alimentación saludable y la
actividad física en el hogar.
■ Describir los entornos de alimentación y actividad física en
diferentes entornos de cuidado infantil.
Las características clave de los entornos de cuidado infantil que
pueden influenciar la ingesta nutricional y los comportamientos
7
Cómo fomentar la buena nutrición y la actividad física en los entornos de cuidado infantil Informe de investigación • mayo de 2007
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Cómo fomentar la buena nutrición y la actividad física en los entornos de cuidado infantil Informe de investigación • mayo de 2007
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