Análisis de la violencia machista en el consumo convencional capitalista 1 Análisis de la violencia machista en el consumo convencional capitalista INDICE INTRODUCCIÓN Y OBJETIVOS 3 METODOLOGÍA 5 ANALISIS DE RESULTADOS 8 1. VIOLENCIA MACHISTA 10 2. VIOLENCIA MACHISTA EN EL CONSUMO CONVENCIONAL CAPITALISTA 18 3. VIOLENCIA MACHISTA EN EL CONSUMO DE PRODUCTOS PARA EL HOGAR, ALIMENTOS, ESTÉTICA Y MOVILIDAD. 36 4. LINEAS DE ACTUACION 71 CONCLUSIONES 73 2 Análisis de la violencia machista en el consumo convencional capitalista INTRODUCCIÓN Y OBJETIVOS 3 Análisis de la violencia machista en el consumo convencional capitalista Continuando con su labor de análisis, reflexión y denuncia social, Setem se ha propuesto como objetivo el análisis de las violencias machistas producido en el entorno del consumo convencional capitalista. El objetivo principal pasa por identificar de qué manera y a qué niveles se están produciendo violencias machistas en el marco del consumo convencional capitalista y su incidencia en las mujeres, especialmente, y en otros sujetos que “escapan” al orden heterosexual y heteronormativo. En concreto, se trata de identificar: • Las situaciones de violencia machista que se dan en el consumo. • Las dimensiones del consumo en las que se manifiestan: publicidad, precios, tipo de productos, etc. • Los desencadenantes de estas violencias. • Los mecanismos que las perpetúan. • Las consecuencias que tienen en la población femenina y masculina. • Etc. Desde Setem se considera prioritario el análisis del fenómeno desde diferentes ámbitos del consumo; sin prejuicio de que, a lo largo del análisis, surjan nuevas líneas de investigación: • Alimentación • Productos del hogar (limpieza, etc.) • Estética (textil, cosméticos, tratamientos, operaciones,…) • Movilidad cotidiana. Además de haber dejado espacio para aquellas áreas del consumo en donde las participantes han considerado que existe violencia machista. Con este fin se ha recurrido a Técnicas Cualitativas que posibiliten llegar, más allá de las apariencias y del discurso superficial, a capas más profundas, permitiendo identificar, conocer y comprender la realidad de la violencia machista en el consumo. 4 Análisis de la violencia machista en el consumo convencional capitalista METODOLOGÍA 5 Análisis de la violencia machista en el consumo convencional capitalista Esta investigación supone un primer acercamiento empírico a las violencias machistas en el consumo convencional capitalista, partiendo de las hipótesis generadas en el marco teórico previo al estudio. Es importante destacar la contextualización en la que se desarrolla dicha investigación empírica, con el País Vasco como marco principal de estudio en la recogida de datos primarios. También se encuentran representados, aunque con menor peso muestral, Madrid, Colombia y Brasil. En este sentido es relevante tener en cuenta que la realidad sociodemográfica, económica, cultural, etc. que define al País Vasco incide en los resultados, si bien, hay aspectos comunes incluso cuando las entrevistas se desarrollan fuera de este marco. Cuando hay elementos relevantes de diferenciación se especifican en el informe. Es por ello que esta investigación debe ser entendida, por un lado, como un punto de partida importante ante la ausencia de otros estudios empíricos que analicen este fenómeno concreto y, por otro lado, como un análisis en profundidad de la realidad en torno a la violencia machista en el consumo convencional capitalista, principalmente, en el ámbito del País Vasco. El desarrollo del estudio empírico consta de diferentes fases que han transcurrido en paralelo: Entrevistas en Profundidad a expertas en el ámbito del feminismo, el consumo no convencional capitalista, la ecología…: Se ha entrevistado a representantes de entidades / organismos / asociaciones propuestas por el equipo asesor con el fin de profundizar en cuáles son las situaciones concretas de violencia machista en el consumo convencional capitalista y analizar las dimensiones cualitativas y simbólicas que las definen. Dinámicas de Grupo con mujeres: Para ampliar la visión de las fuentes expertas, comprometidas y habituadas al análisis y trabajo en este tipo de fenómenos, se han realizado dos Dinámicas de Grupo con mujeres, que además ha permitido “palpar” la realidad vivida por la población y tener un punto de contraste con la visión experta. 6 Análisis de la violencia machista en el consumo convencional capitalista 15 Entrevistas en Profundidad Euskadi (la mayoría), Madrid, Colombia y Brasil 15 entrevistas en profundidad expertos en la materia e informantes clave seleccionados por el equipo asesor. elaborado por Adimen y puesto a disposición de Setem para su previo consentimiento y visto bueno definitivo. se garantiza el absoluto anonimato de las respuestas de las personas entrevistadas que serán utilizadas únicamente en la confección del estudio. de acuerdo a la norma ISO 20252 y el Código de conducta CCI/ESOMAR. 2 Dinámicas de Grupo Euskadi: un grupo en Bilbao y otro en Vitoria 2 reuniones de grupo de 8 mujeres cada una. Mujeres mayores de 18 años. elaborado por Adimen y puesto a disposición de Setem para su previo consentimiento y visto bueno definitivo. se garantiza el absoluto anonimato de las respuestas de las personas participantes en las dinámicas, que serán utilizadas únicamente en la confección del estudio. de acuerdo a la norma ISO 20252 y el Código de conducta CCI/ESOMAR. 7 Análisis de la violencia machista en el consumo convencional capitalista ANÁLISIS DE RESULTADOS 8 Análisis de la violencia machista en el consumo convencional capitalista INTRODUCCIÓN La propuesta de reflexión planteada por Setem en torno a la violencia machista en el consumo convencional capitalista es acogida por parte de la mayoría de las expertas con cierto desconcierto al no haberse planteado este tema desde la perspectiva de Setem. Las entrevistas permiten tomar conciencia de cómo el consumo es un ámbito azotado por la violencia machista, algo de lo que la mayoría no se había percatado o, al menos, no al nivel que se pone de manifiesto desde sus propias observaciones y su discurso. Para todas es un área que consideran imprescindible investigar y abordar. El presente informe se divide en tres grandes apartados, los dos primeros nacen del discurso experto. El tercero recoge además la visión y vivencias de las consumidoras no expertas. • Capítulo 1: Violencia machista Lo primero que hacen las expertas es profundizar en los tipos de violencia, su origen, su razón de ser, etc., creando de esta forma un cuerpo estructural de suma importancia que ayuda a comprender cómo se desarrolla la violencia machista en el ámbito del consumo capitalista. • Capítulo 2: Violencia machista en el consumo convencional capitalista Antes de profundizar en la violencia machista dentro del consumo capitalista se aborda un apartado sobre la violencia machista en la producción. Aunque no es objeto del estudio, dada la relevancia que le otorgan las expertas y desde su interconexión con el consumo, se ha considerado imprescindible dedicarle su propio espacio. Posteriormente, se profundiza en la violencia machista dentro del consumo capitalista: cómo se origina y retroalimenta con el patriarcado, cuál es su fin, cuáles son sus sistemas de perpetuación, a quién afecta… • Capítulo 3: Áreas y acciones concretas de violencia machista en el consumo capitalista En este apartado se desarrolla la violencia machista en el consumo convencional capitalista en torno a las áreas especificadas por Setem: productos para el hogar, alimentación, estética y movilidad. Todo ello desde la visión de las expertas y las consumidoras. Por otra parte hay una aportación interesante en torno a otros consumos en donde la mujer recibe violencias machistas que también se plasman en el presente informe. 9 Análisis de la violencia machista en el consumo convencional capitalista CAPITULO 1: VIOLENCIA MACHISTA Síntesis del Capítulo 1 Mientras para algunas expertas el concepto violencia machista está perfectamente integrado para otras el término más adecuado es violencia sexista. No obstante, en ocasiones la delimitación y diferenciación entre ambos es difuso. Se pone de manifiesto que hay diferencias no sólo de punto de partida sino también de falta de unidad e interiorización conceptual. El origen de la violencia machista reside en el sistema heteropatriarcal. La diferenciación sexo/género establece un binomio de dominantes (hombre) y dominadas (mujeres) permitiendo la perpetuación del sistema. Los valores, símbolos, divisiones, normas, etc. del sistema patriarcal naturalizan “un ser” y una posición de la mujer que hace que se desarrollen violencias machistas. Además de lo antedicho, la raza, la capacidad económica, la edad y la heteronormatividad son variables sujetas a discriminación y en su vertiente más feroz a violencia machista. Para la mayoría, la violencia machista se divide en las tres dimensiones planteadas por Galtung: simbólica / cultural, estructural y directa. 1.1. Definición y adecuación del término violencia machista Como punto de partida del estudio se aborda el concepto de violencia machista para entender su nexo con el consumo convencional capitalista, y en qué áreas y medida afecta a las mujeres. Para ello se planteó a las expertas entrevistadas qué es para ellas violencia machista. Nos encontramos, en primera instancia, que surge una problemática conceptual. Por una parte no hay unanimidad en torno a la asunción del concepto violencia machista como el más adecuado. Esta falta de conformidad surge de las diferentes visiones sobre quién es el sujeto emisor y receptor de la violencia. En este sentido, junto a violencia machista, violencia sexista es otro término que tiene peso en el discurso, en ambos casos subyace una visión diferenciada y matizada. Por otra parte, nos hemos encontrado con que algunas expertas usan ambos términos como sinónimos o intercambian definición y concepto (definir por ejemplo machismo como sexismo), por lo que violencia machista y sexista tienen una frontera muy difusa. Todo 10 Análisis de la violencia machista en el consumo convencional capitalista esto pone de manifiesto que a día de hoy la definición y terminología están por esclarecer, unificar e interiorizar. En cualquier caso, para las expertas, está claro que la mujer es objeto de violencia, se llame machismo o sexismo. “Podemos hablar de violencia machista, sexista… para nosotras no hay mucho en términos del nombre. Pero la entendemos como una herramienta de control, no la entendemos como un acto o situación de una persona contra otra, de un hombre contra una mujer. Si no como una herramienta de la sociedad para controlar a las mujeres, nuestros cuerpos, sexualidad… se hace por el conjunto de los hombres contra el conjunto de mujeres” Como ya hemos indicado, los dos términos con peso en el discurso son violencia machista y sexista. Cuando se considera que violencia sexista es la acepción más adecuada, se defiende por considerar que el sistema patriarcal y heterocentrista no sólo tiene por objeto la violencia a las mujeres; ésta se ejerce contra quien no responde al binomio sexo/ género y afecta a todas aquellas personas que no se ajustan a las normas del rol de género que se le ha asignado a su sexo, incidiendo tanto en mujeres como en hombres heterosexuales, homosexuales, intersexuales y transexuales. Sin embargo, de nuevo hay controversia entre las expertas: mientras que para algunas es la violencia ejecutada por el hombre, para otras es una violencia cuya autoría puede recaer tanto en un hombre como en una mujer. En cambio, otras expertas abogan por el concepto violencia machista al delimitar y concretar quién es el sujeto de emisión y recepción de la violencia. En este caso, el emisor es el hombre que mantiene una actitud, conducta, prácticas sociales y creencias para someter a la mujer, tanto heterosexual como homosexual: la violencia que se ejecuta contra las mujeres por el hecho de serlo. Además, para algunas participantes violencia machista es aquella que también afecta a todas aquellas personas que transgreden su rol de género, ubicándose dentro de lo que, para otras expertas, es sexismo. “Violencias ejercidas por quien sean ejercidas independientemente del sexo de la persona que ejerza la violencia y del sexo de la que reciba las agresiones violentas. El término violencia contra las mujeres nos olvidamos de la diversidad, de las personas que siendo hombres se sienten mujeres, de la homosexualidad. (…) Para mí no tiene que ser el que ejecuta la violencia siempre un hombre, puede ser una mujer. Porque para mí es quien hace uso y abuso de su situación de poder y eso es una violencia machista.” Con el fin de dar una unidad y no perdernos en la concreción de la definición, a lo largo del informe, vamos a utilizar el término violencia machista para abordar la violencia del sistema patriarcal hacia las mujeres. Si bien, en algunos casos aludiremos a la violencia ejercida sobre gays, transexuales e intersexuales, por transgredir la norma del rol asignado a su sexo. 11 Análisis de la violencia machista en el consumo convencional capitalista 1.2. El origen, función y finalidad de la violencia machista 1.2.1. Origen de la violencia machista: Sistema heteropatriarcal. Trascendiendo la problemática de la denominación, sí hay consenso a la hora de hablar del origen y finalidad de la violencia machista. El origen de la violencia machista está en el sistema heteropatriarcal, un sistema encorsetado del que adelantamos una síntesis de cómo se origina y cómo desemboca en las violencias. BBVAH: hombre blanco, burgués, varón, adulto y heterosexual. El sistema patriarcal lleva a cabo una construcción ficticia de lo que es ser hombre y ser mujer y de su representación tanto en el ámbito de lo personal como de lo social. Para ello asigna a cada sexo un género: Hombrelo masculino y mujerlo femenino. Circunscritos a unas características y roles (cómo sé es y qué es lo natural, cómo hay que mostrarse, cuál es la división del trabajo…) que se consideran connaturales, además se establecen un conjunto de creencias, normas, símbolos y costumbres de lo que es correcto y bueno, de cómo deben ser las cosas para ser aceptadas. “Y es verdad que el género es una ficción pero con unas prácticas muy reales. Yo creo que no hemos superado el género o que estamos en un momento que creo que hay género como variable de construcción de identidades y que tiene más peso que otras variables como la clase social (…) El modelo de ser mujer y hombre está muy encorsetado. No hemos roto. Podemos trabajar, votar, tener cuentas en el banco sin permiso del marido o el padre pero no hemos cambiado el concepto de lo que es una mujer y de lo que tiene que sentir una mujer y por extensión de lo que es un hombre y lo que tiene que sentir” 12 Análisis de la violencia machista en el consumo convencional capitalista Las entrevistadas explicitan algunas características de lo que el patriarcado define para cada binomio sexo / género / sexualidad. Mujer / lo femenino se significa por ser… • Desvalida, débil, por lo tanto necesitada de protección. • Necesitada de supervisión, aceptación, bajo la mirada del otro “el hombre” porque: Es insegura Es muy corpórea: Tiene que gustar físicamente al hombre. Subyace el conquistar al hombre para significarse socialmente, garantizar su función connatural reproductora y consecuentemente tener éxito porque cumple con su papel asignado. • Cuidadora: Su naturaleza le lleva al cuidado de los demás, de ahí que la pareja, la familia y lo doméstico sea su ámbito de actuación. Aunque la mujer pueda trabajar fuera del hogar, el espacio ante el que tiene que responder es éste. Un espacio, por otra parte, donde su trabajo está invisibilizado, no se encuentra remunerado y, consecuentemente, no tiene reconocimiento. El patriarcado establece una clara división del trabajo, el hogar es el ámbito ante el que la mujer debe responder porque le es connatural. Su integración en el mundo laboral es una realidad pero se encuentra sujeto igualmente a discriminaciones y violencias: aún a día de hoy se la vive como una intrusa, una amenaza, es inferior desde la formulación de las cualidades, habilidades, aptitudes y actitudes de la mujer / lo femenino. • El amor romántico es su epicentro: es la que espera, a la que se tiene que defender, la que tiene una media naranja que la complementa, la que aguanta todo en nombre del amor,… Hombre / lo masculino se significa por ser… • Agresivo, con iniciativa y capacidad de decisión. • Con fuerza pero su identidad no se construye desde lo excesivamente corpóreo. • Protector y supervisor porque tiene las cualidades innatas para estipular qué está bien y mal y con capacidad de decidir. • Lo público les pertenece: 13 Análisis de la violencia machista en el consumo convencional capitalista Lo visible, lo reconocido, lo poderoso, lo exitoso. Por lo tanto, en la división del trabajo lo connatural son actividades fuera de lo doméstico y del cuidado. Se le atribuyen actividades laborales visibles, remuneradas y altamente reconocidas. • Amor romántico su papel es el de proteger, tomar la iniciativa, donde las acciones agresivas e incluso violentas son justificadas, llegando a ensalzarse como valores de su naturaleza masculina. “Actualmente decimos que las categorías de hombre - mujer son unas categorías sociales y no existen realmente esas categorías (…) El objetivo de que exista esa división es únicamente el ejercicio del poder, las que tenemos que soportar el poder en ese esquema somos las mujeres y quien lo tiene que ejercer son los hombres, por eso decimos que hay dos mecánicas en este sistema, una para aquellas personas que no reproducen todo este “continium” como es debido, podríamos decir, y otra violencia para las mujeres que, aunque reproduzcan totalmente el esquema, van a percibir una violencia.” “Mientras los hombres se construyen a sí mismos desde la identidad de ser hombre y por eso no tienen una excesiva corporalidad, su cuerpo no es lo más importante es la pertenencia al sexo masculino lo que les dota la identidad. A las mujeres lo que nos dota de identidad es que el amo nos reconozca” Por lo tanto, desde el patriarcado se generan dos posiciones complementarias: “el” dominante (hombre/masculino) y “la” dominada (mujer/femenino), que se justifican desde la naturaleza de los sexos/géneros/sexualidades y que son indisolubles, son lo natural y lo correcto. Garantizándose desde esta normalización y legitimación. El ejercicio de poder y dominación sobre las mujeres asegura la perpetuación del sistema heteropatriarcal desde: • • • • La legitimación de la superioridad masculina. El valor de la mujer en función de la capacidad de ser lo que tiene que ser de acuerdo a su rol. El control, invisibilización y corporización “objeto” de la mujer. La explotación gratuita de la producción y actividad reproductora de la mujer. Por otra parte la configuración de las uniones, las familias en torno a la heterosexualidad garantiza la perpetuación del sistema patriarcal y posiciona y da valor a la mujer a nivel social desde ese cumplir natural: tener y cuidar hijos. En este sentido, el sistema patriarcal genera acciones para mantener el orden establecido y su supervivencia y perpetuación. Legitimando la desigualdad y la violencia como instrumento para este fin, tal y como vamos a ver a continuación. 14 Análisis de la violencia machista en el consumo convencional capitalista 1.2.2. Función y finalidad de la violencia machista en el sistema heteropatriarcal. En el contexto patriarcal, la violencia contra las mujeres es una herramienta para poder establecer, afianzar, reforzar y perpetuar las desigualdades de género y la posición de subordinación y dominación de la mujer. Una perpetuación facilitada porque el engranaje patriarcal está tan interiorizado y normalizado que en muchos casos, sobre todo en las violencias invisibles, ni si quiera se es consciente del entramado y la posición de la mujer. La violencia como herramienta del patriarcado por lo tanto es: • Una manera de garantizar el “continuum” incluso en mujeres que si se ajustan al parámetro diseñado por el sistema patriarcal. • Un instrumento para el castigo y reconducción a su “posición natural” de las mujeres y todos aquellos sujetos que amenacen el continuum sexo / genero porque atentan contra el orden y perpetuación del patriarcado. “La violencia machista se ejerce para mantener a la mujer en un punto muy concreto, la crianza y los hijos no está en lo público sino en lo privado” Como veremos en el capítulo que aborda la violencia machista en el consumo convencional capitalista, el sistema patriarcal juega un papel determinante. 1.3. Tipos de violencias machistas Al hablar de tipos de violencia machista, de nuevo nos encontramos que el discurso no es homogéneo. Para la mayoría de las expertas los tipos de violencia machista están definidos según el triángulo de Galtung. Sin embargo, también hay un discurso minoritario que valora que violencia es sólo la que se refiere a las acciones directas ubicando lo simbólico y estructural en el ámbito de la discriminación y el prejuicio. 1.3.1 Discurso mayoritario: triángulo de Galtung. Las expertas detectan tres tipos de violencia: dos invisibles, la simbólica/cultural y la estructural y una visible, la directa. 15 Análisis de la violencia machista en el consumo convencional capitalista En este sentido el discurso coincide con las definiciones de Galtung y el marco teórico expuesto desde Setem. Si bien vamos a dirigirnos al discurso de las expertas para definir cada una de estas dimensiones. Violencia simbólica / cultural: crea el marco que justifica y legitima a la violencia estructural y directa. Y lo hace a través de la construcción de un imaginario colectivo valiéndose de elementos simbólicos y culturales (arte, religión, medios de comunicación…) que definen lo que significa y debe ser un hombre y una mujer, desde la asignación de un género con un rol específico que se considera connatural: Hombre-masculino y mujer-femenino. En este marco de la construcción del género, algo ficticio por ser una creación cultural, se vertebran identidades subjetivas para la internalización, por un lado, de la dominación (hombre) y, por otro, de la subordinación (mujer), que lleva a un doble rasero en función del sexo y una interiorización de cómo entender el cuerpo. Afecta a aspectos como el concepto de amor, la legitimación de la distribución del trabajo, lo connatural del cuidado, la belleza, los chistes,… Violencia estructural: configuración de las estructuras tanto físicas como organizativas de carácter social, político y económico para dejar a la mujer fuera del espacio del poder, la participación y la dificultad o negación para cubrir adecuadamente sus necesidades y/u oportunidades de vida. Afecta, entre otras, a las relaciones de asimetría laboral (puestos, sueldo, etc.) Violencia directa: la violencia física, sexual, psicológica y económica. Es la violencia visible, vs la violencia simbólica y estructural, que son el engranaje que la promueve y facilita. Afecta a aspectos como las agresiones sexuales contra las mujeres, los ejercicios de control en las relaciones (maltrato físico, psicológico, económico…) Son tres configuraciones de violencia que se significan de manera diferente dentro del engranaje del machismo: la violencia directa reprime, la estructural institucionaliza y la simbólica/cultural interioriza y, en consecuencia, normaliza, sin dar lugar a cuestionamientos. Las violencias simbólica y estructural son sustratos determinantes, aunque muy silenciosas, que “dan pie” a la violencia directa. Para la mayoría todo son violencias, no son ni micromachismos, ni discriminación, ni prejuicios, al ser acciones y elementos interiorizados y no cuestionados. De hecho, uno de los grandes problemas en torno a la violencia es que esta no se considera como tal en muchos casos porque no se percibe: no se toma conciencia porque se han interiorizado las estructuras de dominación. 16 Análisis de la violencia machista en el consumo convencional capitalista “Para mí no hay diferencia entre machismo, prejuicio o discriminación, son violencias. Buscar diferencias es entrar en su sistema y justificar lo injustificable. No es más violencia el ojo morado que qué me estés menospreciando en mis ganas de emprender y montar mi negocio, a donde vas con 46 años a montar nada, tu que tienes dos hijos y deberías estar en tu casa.” “Es un proceso, empezamos por discriminación y se convierte en violencia cuando se interioriza que no puede ser de otra manera. Y si entras en un espacio y das por hecho que el que te venda una lavadora tiene que ser una mujer y una tele un hombre, si no lo viésemos normal podríamos decir esto es una discriminación (…) pero a fuerza de repetirse pasa a ser natural y pasa a ser una violencia. Porque afecta no solo a esa mujer que está siendo discriminada sino a todas las mujeres porque cada persona que ve eso asocia que es normal, natural y que eso tiene que ser así (…) Cuando se naturaleza es violencia, en la estructural, porque en la física es violencia desde el minuto uno” Como veremos más adelante cada una de estas dimensiones adquiere diferente valor a la hora de construir la violencia machista en el consumo convencional capitalista. 1.3.2. Discurso minoritario: discriminación y violencia directa Aparece un discurso con menos fuerza que establece que la violencia simbólica e incluso la estructural no son violencias sino micromachismo y/o discriminación. El argumento que sostiene esta visión se fundamenta en que: • • La dimensión simbólica y estructural son el caldo de cultivo de la violencia directa, por lo tanto, son medios que generan violencia más que violencia en sí mismas. Es necesario establecer un grado de agresión: No “todo” puede denominarse violencia y la directa se percibe para estas expertas como la más “grave / dramática” al ser visible en forma de conductas: infieren daños físicos y/o psicológicos. “Violencia es más físico, no tiene igual intensidad. Una cosa son los roles, estereotipos, símbolos, recursos y otra cosa es la violencia que puede ser física, psicológica y verbal.” “Violencia es algo más físico, el resto son micromachismos (…) es un término que no me gusta porque entonces ¿Dónde dejamos a las personas maltratadas si sufren agresiones? No me gusta denominar violencia a algo donde no hay agresiones” “Son elementos estructurales que permiten que haya violencia y la violencia es un paso más. El hablar en masculino o el que las religiones castiguen más a las mujeres no es violencia, son los elementos que permiten que se de esa violencia. Son cosas distintas y mezclarlo no ayuda.” A pesar de esta afirmación inicial, lo cierto es que a lo largo de las entrevistas todas las participantes acaban localizando y desarrollando los tres tipos de violencia. 17 Análisis de la violencia machista en el consumo convencional capitalista CAPITULO 2: VIOLENCIA MACHISTA EN EL CONSUMO CONVENCIONAL CAPITALISTA Síntesis del capítulo 2 Producción y consumo están íntimamente ligados y se fundamentan en las relaciones de desigualdad. La producción se apoya en la explotación de recursos humanos y naturales, principalmente en el sur del planeta. La posición de la mujer en la producción y distribución es de mayor desprotección que la del hombre, y es depositaria de violencias principalmente desde las dimensiones estructural y directa. El origen de la violencia machista dentro del consumo convencional capitalista reside en la propia naturaleza de este sistema patriarcal, que le da soporte principalmente desde la división de géneros (valores, trabajos, roles, etc.) y que, a su vez, recibe por medio del consumo capitalista el refuerzo y la perpetuación de sus valores. Capitalismo y patriarcado se retroalimentan, necesitan e interesan. La finalidad del consumo capitalista sustentado desde el sistema patriarcal es el de la obtención del máximo beneficio. Para ello es fundamental el control de la mujer y su vinculación al mundo de “lo doméstico”, un trabajo imprescindible que se asume gratuitamente dado que se ha interiorizado como connatural a su identidad. También interesan los valores de dominación, corporeidad, reproducción e inseguridad como un arma para potenciar las ventas asociadas a ella como individuo y como cuidadora. En ese sentido, el sistema capitalista ha creado un imaginario inalcanzable de mujer ideal en sus distintas facetas, sobre todo como cuidadora y como ente físico, que le permite mantener a la mujer en continua tensión: incrementar las ventas. Las violencias dentro del consumo convencional capitalista son sistemas de coerción silenciosos ya que se basan principalmente en las dimensiones simbólicas y culturales. El generar violencias, principalmente a través de la publicidad, permite que los valores que garantizan su supervivencia se afiancen y prevalezcan en el tiempo: Asegura su futuro. El elevar al BBVAH a referente hace que los sujetos que no estén dentro de estos parámetros se encuentren sometidos a discriminación y violencia. La violencia machista en el consumo capitalista es difícil de detectar por estar naturalizada e interiorizada. El propio sistema capitalista y el patriarcado se encargar de perpetuarlas, invisibilizarlas y justificarlas. Pese a los logros del feminismo se ha detectado que en los últimos años hay un proceso de involución fruto de la crisis, el emerger de los neomachismos y la estigmatización de la lucha feminista en algunos sectores. 18 Análisis de la violencia machista en el consumo convencional capitalista 2.1. Producción, distribución y el consumo convencional capitalista. A la hora de hablar de la violencia machista en el consumo convencional capitalista muchas de las expertas se remiten e inciden en la interrelación entre los sistemas de producción, distribución y consumo. Desde aquí, la primera violencia que ponen sobre la mesa es la necesidad de un sistema basado en las desigualdades para que el sistema de consumo capitalista sea viable. En ese sentido, y más allá de las desigualdades y violencias de género, el desequilibrio Norte–Sur, permite y sustenta el pantagruélico consumismo del primer mundo (Norte). Lo hace a costa de la explotación de los recursos humanos y naturales del segundo y, sobre todo, del tercer mundo. Una violencia estructural que afecta tanto a hombres como a mujeres, pero fundamentalmente a estas últimas desde la posición que ocupan, como ya hemos visto, en la sociedad patriarcal. Las violencias, sobre todo del tipo estructural y directo, en el campo de la producción y distribución también se observan en el Estado Español y, concretamente, en Euskadi. No tanto desde la necesidad de desigualdades geofísicas para mantener el consumo del primer mundo sino como una extensión de la posición devaluada y subordinada de la mujer vs. el hombre. La posición de la mujer en la producción y distribución es de mayor desprotección que la del hombre y es depositaria de violencias principalmente desde lo estructural y lo directo. Al no ser la producción objetivo del presente estudio se trata de manera somera pero las expertas señalan algunos aspectos relevantes de violencia contra las mujeres. En el ámbito de la producción y distribución agraria / ganadera: Violencia estructural: en el sistema agrario las mujeres pierden la capacidad de decidir al encontrarse supeditadas a las decisiones de las grandes corporaciones: controlan las semillas, el tipo de plantaciones orientado al monocultivo vs. las 19 Análisis de la violencia machista en el consumo convencional capitalista pequeñas explotaciones llevadas por mujeres y/o familiares que suelen ser policultivo, dificultando de esta forma su entrada en el mercado, su desarrollo profesional, en definitiva, su supervivencia. Los hombres controlan el dinero e intermediación con las empresas, lo que posiciona a la mujer en un status de dependencia económica y sin capacidad de decisión. Devaluación e invisibilización del trabajo de la mujer: negación de cobertura en bajas maternales, etc. Más allá del maltrato masculino también se dan situaciones de violencia directa contra el ámbito de la producción dirigida por mujeres como una extensión de la violencia de género, por ejemplo matando su ganado es una forma de violencia dirigida hacia la mujer, etc. Contextos en los que además muchas veces la mujer no recibe respaldo legislativo (se llega a cuestionar su “palabra”) “Las mujeres en condiciones cada vez más precarias, sin capacidad de decidir y en este modelo las mujeres están más perjudicadas porque hablamos de producción en monocultivo con todo muy mecanizado, pesticidas. Todo esto quiere decir que en el mundo campesino los que negocian con esto, los que lo tienen en sus manos, los que manejan el dinero son los hombres. Es el intermediario con la gran empresa (…) El sistema agrario capitalista es violento para todas las personas pero más para las mujeres porque las lleva a un rol de dependencia. Las mujeres baserritaras ahora tampoco tienen las mismas condiciones que los hombres.” “Aparte de la violencia física que pueden tener las mujeres por parte de sus parejas. Tienen un problema añadido porque a veces va asociada a violencia contra sus producciones. No te pego a ti pero por la mañana aparecen tres ovejas muertas, tu perro... Ellas denuncian, ponen una demanda pero no se reconoce e incluso a veces tienen que sufrir las burlas de la jueza diciéndoles si lo que quieren es que les amplíen el ganado. (…) También tiene que ver con la estructural, una mujer joven dada de alta como agricultora y cotitular con su compañero se queda embarazada pide la baja por maternidad y le llega un mensaje diciendo que no se puede dar la baja porque consideran que la producción de su finca es lo mismo con ella que sin ella.” En el ámbito de la producción textil se alude a la situación de la mujer en el tercer mundo. Una actividad desempeñada principalmente por mujeres en donde se localiza violencia estructural y directa. Conlleva una fuerte inversión de tiempo y sueldos muy reducidos, de ahí lo idóneo de la presencia de la mujer: Lo textil es una extensión de lo doméstico, más susceptibles a ser sometidas a situaciones de abuso desde una posición interiorizada de subordinación, no rebeldía. Jornadas abusivas y situaciones de insalubridad que desencadenan en enfermedades pero también una fuerte inseguridad laboral que ha desencadenado en tragedias (derrumbe de edificios, etc.), además de los abusos habituales en el 20 Análisis de la violencia machista en el consumo convencional capitalista ámbito laboral desde la jerarquización del poder: hombres en posiciones elevadas y empoderados. “Hace dos años cayó un edificio en Bangladesh donde había talleres textiles (…) y que se ha considerado una conquista para el consumidor, pero al costo de una explotación extrema de trabajadores y más trabajadoras. No se puede separar la producción y el consumo, producimos para consumir y el consumo vinculado a la identidad.” “El hombre también tiene precariedad pero es obvio que la mujer lo sufre de otra manera, con la reforma laboral, las medias Jornadas en donde están sobre todo mujeres, la precariedad, etc. Y en el tercer mundo más, las maquilas es sobre todo en los países del sur aunque en Europa también hay.” Sin profundizar mucho más, señalar que en el ámbito de la producción empresarial en el contexto del Estado Español, más concretamente de Euskadi, se detectan violencias sobre todo a nivel estructural y directo: • • • Simbólica: la percepción de que lo laboral fuera del hogar no es el reino natural de la mujer, con consecuencias a nivel estructural y físico colaterales a este hecho. Estructural: dificultad para acceder a puestos de poder desde la falta de reconocimiento de la mujer, su posición secundaria en el “entramado” laboral, sueldos más bajos, mayor presencia de medias jornadas (igual carga de trabajo menos sueldo), la duplicación del trabajo desde la asunción de lo doméstico y lo “profesional”, la exigencia de la “excelencia” profesional para alcanzar iguales cotas de reconocimiento que sus compañeros masculinos, la priorización de los despido femeninos,… Directa: violencia psicológica, verbal y física (acoso, denigración,…) “Las últimas reformas laborales afectan a todos negativamente, permiten la contratación parcial que sirve para que compatibilicemos el trabajo con el cuidado de la familia y la casa, ahora son jornadas de 4 horas y si trabajan más, en muchos casos, no cobran esas horas (…) El círculo se estrecha, no hay mucho trabajo, primero desaparece el femenino, el tipo de trabajo que tenemos se penaliza más y te obligan a trabajar más por menos dinero” 2.2. Origen y naturaleza de la violencia machista en el consumo convencional capitalista. 2.2.1. El origen de la violencia machista en el consumo: capitalismo y heteropatriarcado Capitalismo y heteropatriarcado Aunque, en un primer momento, a algunas expertas les cuesta localizar y desarrollar las violencias machistas en el consumo capitalista o bien consideran que el término violencia es 21 Análisis de la violencia machista en el consumo convencional capitalista excesivamente amplio y abstracto. A lo largo de discurso y con la profundización que ello implica, la conclusión es unánime: se reconoce la existencia de la violencia machista en el consumo capitalista. “Hablar de violencia me resulta un poquito difícil. Yo hablaría de explotación económica, de esclavitud. Cuando hablamos de que me puedo comprar una camiseta en Zara por 3 euros cada semana y consumir y consumir tengo que hacer la reflexión de que esa camiseta está manchada con la sangre de las mujeres de Pakistán, las maquiladoras de México. ¿Hablar de violencia al comprar esa camiseta? Hablaría de explotación de recursos y de esclavitud humana. Es violencia lo que pasa es que el término para mí tiene que ser esclavitud. Porque violencia es un puffff es muy abstracto“ Para las expertas, la violencia machista dentro del consumo capitalista nace de la propia naturaleza de este sistema y se sustenta desde el heteropatriarcado. El sistema capitalista es un caldo de cultivo perfecto para el desarrollo y fomento de las desigualdades de género en el consumo y, consecuentemente, sus violencias. Su naturaleza promueve una serie de valores negativos y de falta de equidad definidos en términos generales por: • • • La obtención del máximo lucro/beneficio. El consumismo tiene un papel protagonista en la obtención del máximo beneficio, forma parte del ADN del capitalismo. Las personas y medio ambiente están al servicio de la economía. Hay una explotación sin fin ni miramientos de los recursos humanos y naturales, justificado y legitimado a través del punto siguiente. Promover y justificar el binomio dominante-dominado a través de la desigualdad y las estructuras verticales que afecta no sólo a nivel de género sino también de raza, clase, edad, etc., destacando entre otras: Las desigualdades hombre-mujer cimentadas en el heteropatriarcado para su propio beneficio: explotar el trabajo y el papel reproductivo de la mujer, posicionarla dentro del hogar, mantener sus características de inseguridad, debilidad y rol cuidador. Eleva al BBVAH -hombre blanco, burgués, varón, adulto y heterosexual- al paradigma de lo “mejor”. El rasero desde el que se discrimina la adecuación de un sujeto en función de lo cerca que esté del concepto BBVAH. De ahí que el sistema capitalista incida, excluya y castigue a aquellos individuos que por sexo, raza, nivel económico, sexualidad, etc. se alejen del paradigma BBVAH. Las desigualdades Norte-Sur, vinculadas a la raza/etnia, las posibilidades económicas, etc., desde el interés por diseccionar el planeta en un área productora explotada (Sur) y otra área con un consumismo desaforado (Norte). Se crean sinergias en donde es necesario incrementar la producción a bajo coste a expensas de bienestar humana y medioambiental y por otra parte es necesario promover un consumo continuo y creciente a costa de generar o reformular las necesidades. 22 Análisis de la violencia machista en el consumo convencional capitalista • • • Una dinámica de individualismo, competencia, desvinculación con el entorno social (movilidad urbanística…) y la naturaleza Permisividad ante el poder. El sustento sobre grandes empresas, el monopolio y la propiedad individual que otorga el derecho al propietario de hacer “cualquier cosa”. “El sistema capitalista persigue el consumo sin fin y está entroncado con un sistema de producción basado en la explotación. El consumo es un elemento fundamental del capitalismo, si no se consume, muere” “La propiedad individual, el derecho como propietario a hacer cualquier cosa, una falta de conexión con la globalidad y por tanto la permisividad al poder, estar solo enfocados al beneficio y mucha sociedad está ahí, y nos permitimos hacer verdaderas criminalidades a la naturaleza por el mero hecho del beneficio y puede que incluso sea un beneficio que no necesitemos, que sea para crear cajas fuertes llenas de monedas que no se sabe para qué sirven. Otro símbolo de este poder son los monopolios” Como ya hemos indicado hay una relación íntima, indisoluble y de conveniencia entre el sistema capitalista y el sistema heteropatriarcal: se apoyan y retroalimentan, ambos se necesitan e interesan: Crea el marco de acción y legitimación para el consumismo capitalista El sistema heteropatriarcal crea desigualdades de género Se retroalimentan, justifican y afianzan El sistema capitalista usa las desigualdades de género en sus mecanismos para incrementar el consumo A través de sus mecanismos promueve afianzar y perpetuar los valores patriarcales • Lo heteropatriarcal da sustento al capitalismo y, en concreto, al consumismo: Desde la diferenciación de sexo/género, a los que se asocian naturalezas, valores y posiciones de poder diferenciados (división del trabajo, roles,…) Legitima y proporciona al capitalismo un soporte “fácil” y “cómodo” al tener unos valores, normas, símbolos y estructuras interiorizadas y justificadas en la sociedad. 23 Análisis de la violencia machista en el consumo convencional capitalista • El sistema capitalista en el ámbito del consumo a su vez afianza al patriarcado. Con el fin de incrementar su beneficio reproduce la estructura conceptual machista que nace del patriarcado. Esta reproducción se desarrolla a través de los productos y mecanismos como el packaging / marketing / publicidad / atención y servicio al consumidor en establecimientos de venta… que plasman formalmente y a través de mensajes la desigualdad de género; afianzándola, perpetuándola y creando violencias machistas. El consumo se transforma, de esta manera, en un agente socializador más dentro de la espiral del machismo y, en concreto, de la violencia machista. En ocasiones, lo que hace el consumo capitalista es mantener los mensajes de fondo y reformular las maneras de expresión para adecuarse a los tiempos: aparente feminismo o bien pasar “bajo el radar”, ser menos evidente cuando se empieza a visibilizar y/o denunciar algún factor de discriminación o violencia. “Patriarcado y capitalismo se retroalimentan. Que se consuma y cada vez más, el sistema capitalista no tendría sentido si no se consumiera y no se consumiera cada vez más por el tema de la globalización y del crecimiento, de la producción, consumo. Necesita que se siga consumiendo, necesita de la creación de nuevos productos para el consumo y que crezca porque si no el capitalismo dejaría de existir. Se cruza con el patriarcado porque es el sistema que impone determinados roles de sexo y género y el cruce de los dos hace que se creen consumos de hombres y mujeres de una determinada manera. Por una parte para seguir alimentando un sistema capitalista cada vez con más fuerza y, por otro lado, para seguir manteniendo estos roles. Que la mujer siga manteniendo este aspecto, y que siga siendo la encargada de los cuidados” “Esto supera lo machista, el tema del consumo, es un sistema de consumo despiadado en el mundo, demente, el capitalismo es verdad que es muy patriarcal.” 2.2.2. La violencia machista en el consumo capitalista: aspectos que la desencadenan y objetivos Aunque en el capítulo 3 abordaremos en profundidad y con concreción las violencias machistas en el consumo capitalista, vamos a señalar someramente los aspectos principales que la desencadenan y que cómo hemos visto que nacen de la comunión del capitalismo y el heteropatriarcado. El sistema capitalista promueve y perpetúa las violencias machistas a través del consumo para ejercer control sobre las mujeres, puesto que ello permite asegurar su supervivencia y crecimiento. Lo hace principalmente desde: 1. 2. 3. 4. La división del trabajo. La creación de un ideal inalcanzable de mujer. La mujer como objeto. El amor romántico. 24 Análisis de la violencia machista en el consumo convencional capitalista 5. La familia heterosexual. 6. Creación de necesidades y respuesta en soluciones: sistema de control 1. La división del trabajo: el cuidado como lo connatural a la mujer. Para el sistema capitalista es fundamental explotar los recursos y, en concreto, explotar el trabajo invisibilizado de la mujer para garantizar que parte de la población se va a encargar de los cuidados de los hogares gratuitamente: tanto del espacio como de lo humano (niños, dependientes, proveer/alimentar, etc. al hombre y familia). El interés que subyace es que el capitalismo necesita de la gratuidad de este trabajo para que el sistema siga funcionando. Remunerarlo sería inviable para el sistema capitalista. “Hay una violencia anterior al sistema capitalista ya que este nace dentro del sistema patriarcal y ambos se basan en la lógica de la dominación patriarcal colocando la cultura y a las personas por encima de la naturaleza, la acumulación por encima del sostenimiento de las necesidades de las personas y colocando también el trabajo como centro en concreto el motor es la producción y el capital y son el centro de su lógica. Sólo tiene valor el trabajo remunerado en el mercado y se olvidan que para que sea viable ese sistema de producción es necesario un montón de horas de trabajo que se hace fundamentalmente en los hogares” El patriarcado le proporciona una figura, la mujer, que no sólo ha asumido y naturalizado esta labor como propia tanto a nivel individual como social, si no que el consumo… • • Crea mensajes que la ubican y reafirman en este papel como el connatural a ser mujer. Crea un conjunto de necesidades de consumo para significarse como una excelente cuidadora: más variedad, lo mejor para… Una mujer que no sólo cuida sino que necesita sentirse “la que mejor cuida, alimenta, limpia…” De esta manera también se dividen los consumos circunscritos a los espacios de acción connaturales a cada género. La mujer por ser “dueña de lo doméstico y la familia” es la decisora y compradora de productos para este espacio. Le corresponden los productos pequeños y rutinarios que configuran la buena marcha del hogar, mientras que el hombre consume productos de mayor implicación económica y con una fuerte carga simbólica: • • • El dotarle de la característica de decisor, dominador, empoderado etc… le posiciona como la figura adecuada para las compras “importantes”, la mujer es demasiado insegura y débil. Productos que reafirman su papel de dominador al estar asociados con valores de virilidad: potencia, éxito, velocidad, fuerza, protección (coches, seguros,…) El espacio del hombre es lo público, de ahí su necesidad de contar con atributos que manifiesten su poder, su éxito, etc. en el marco de lo social, ya que a diferencia de la mujer su entidad no se construye tanto desde su corporeidad sino desde lo que posee y muestra. 25 Análisis de la violencia machista en el consumo convencional capitalista • • Habitualmente son productos para el disfrute personal, porque a diferencia de la mujer, el hombre no tiene que pensar en el bien común, en cuidar, ni en ponerse por detrás de las necesidades de la mujer/familia. Además, como ya hemos indicado, el hecho de que el hombre sea el depositario de una mejor posición económica, hace que el capitalismo acuda directamente a él para los consumos y gastos de mayor importe. Incluso si la mujer trabaja fuera, en el ámbito de lo remunerado, el capitalista necesita garantizarse que la mujer prevalece en este rol privado/doméstico. De ahí mensajes de “superwoman”, de productos que facilitan las tareas doméstica, la alimentación, etc. La violencia reside en que a través del consumo: • • • Se sigue potenciado el trabajo doméstico gratuito, invisible y connatural, así como la desigualdad y la posición de dominada de la mujer. Se sigue asociando a la mujer la característica de sumisa, entregada, sin capacidad de decisión en lo importante. Además, se generan en la mujer tensiones en torno a su figura de cuidadora: Tener que ser la mejor, un ideal que puede obtener a través del consumo pero que jamás alcanza. Le genera tensión, frustración… y garantiza un consumo continuo y creciente para aliviar esa presión y alcanzar un ideal imposible. “Entre el capitalismo y el sexismo hay sinergias muy poderosas, de hecho el capitalismo necesita del sexismo. Cuando se habla de la revolución sexual y de la división del trabajo y se dice, las mujeres están trabajando siempre en casa, mentira, las mujeres siempre han hecho trabajos (…) Entonces lo hizo muy bien la media naranja. La supuesta complementariedad de los hombres y mujeres, los hombres para lo público y las mujeres para lo privado.” “El capitalismo y el consumo que promueve e incentiva le interesa la acumulación, la ganancia, la rentabilidad, el crecimiento y le es útil por consiguiente mantener todas las relaciones de explotación que le generen riqueza: el trabajo del cuidado en el ámbito reproductivo que han hecho las mujeres no ha sido valorado en la economía a ninguna escala, el trabajo de las mujeres en el campo productivo ha sido subpagado y subvalorado, la estimulación a consumir productos relacionados con el mundo del hogar, la belleza, la moda, en fin, todo esto es violencia contra las mujeres porque refleja las desigualdades y las relaciones de poder patriarcal y machista.” “Los hombres vienen a producir y las mujeres vienen a atender a la familia. Digamos que se aprovechan en esa división de trabajo, esas diferencias para fortalecer y potenciar la división (…) pasa a ser también funcional explotar una mano de obra femenina tradicionalmente no sindicada, no reivindicativa, etc. “ 26 Análisis de la violencia machista en el consumo convencional capitalista 2. La creación de un ideal inalcanzable de mujer Por una parte, el sistema capitalista ha encontrado la oportunidad de incrementar las ventas/beneficios a través de la configuración de un ideal de mujer único, inalcanzable y muy normatizado y encorsetado: pauta y marca claramente cómo debe ser la mujer como cuidadora, como debe ser su familia, su estética/belleza, su comportamiento, su forma de ser, su forma de vivir… Sin dar lugar a alternativas que sean valoradas socialmente y que no la sitúen en una posición punible si no se acoge a ese ideal. Un modelo único y aspiracional, a la par que inalcanzable, al que se vincula la promesa de felicidad, éxito, aceptación, amor y reconocimiento a través del consumo de una oferta infinita de productos. Este ideal y esta promesa es su crisol de oro para garantizar la venta diferenciada y continúa de productos y con ello la prevalencia del sistema. El definir un único modelo de mujer como válido hace que el consumo, a través de sus herramientas, ejerza violencia al… • • • Excluir a las mujeres que no están en ese modelo: las enfrenta consigo mismas y con la sociedad por no estar dentro de ese canon. Provocar una lucha continua en la mujer por alcanzar ese ideal sin escatimar en medios (gasto, tiempo, autolesiones,...) Promover y afianzar, desde lo inalcanzable la insatisfacción, frustración, pero también características delimitadas por el patriarcado de lo que se supone que es ser mujer: inseguridad, estar sujeta al juicio del otro, la entrega, el amor romántico. En resumen, controlar a la mujer desde la creación de su propia identidad, porque controlar es poder manipular. “A través de la publicidad se vende un estereotipo de cuidadora de todo a partir de determinada edad y si eres joven eres esa persona que seduce todo el rato, el objeto, perfecta, de porcelana (…) Todo nos va induciendo a las tías a la ansiedad y eso es violencia hacia las mujeres, violencia simbólica, violencia clarísima. Te lo ponen todo el tiempo, te dicen si no consigues el estereotipo no vas a ser feliz. ¿Por qué las mujeres hablamos tanto de dietas? Los hombres no hablan, ni los inteligentes ni los menos inteligentes, se ocupan del futbol, de su máquina.” “La mercantilización del cuerpo de la mujer es violencia, el uso del cuerpo de una determinada manera es violencia porque la imagen de la mujer promovida por la publicidad no representa a las mujeres, es blanca, delgada, rubia… no representa a la mayoría” 27 Análisis de la violencia machista en el consumo convencional capitalista 3. La mujer como objeto. A través del consumo y sus herramientas se exalta la corporeidad de la mujer. La violencia reside en que esa corporeidad hace que se considere a la mujer: • • • • • Como un objeto de consumo en sí misma: algo que el hombre puede consumir sin tenerla en cuenta, como si fuera un objeto más. Llega a promover la violencia directa (sexual, verbal,…). Como un cuerpo sujeto a un ideal de belleza, algo que enlaza con el punto anterior, y que para ser aceptada por los demás, en concreto el hombre, alcanzar el éxito, etc. debe modificar su cuerpo hasta ajustarse al patrón establecido. Como un cuerpo, al que el valor se lo da el hombre: reconocer su físico, etc. Como objeto de prestigio, como un marcador del estatus del hombre: la “posesión” por parte del hombre de una mujer que se adapta al canon estético (joven, bella…), es un “punto a favor” del varón. Le aporta valores de prestigio, éxito desde la capacidad de haber podido seducir a una mujer “ideal” (por ejemplo, hombres mayores con mujeres jóvenes). Como un cuerpo reproductor: de ahí la presión ejercida sobre el consumo principalmente a través de productos y publicidad, que invisibilizan, demonizan o enfermizan la vejez vs. la exaltación de la juventud, en donde subyace el mensaje de mujer en ciclo reproductor. La violencia de excluir a la mujer a partir de los 40 años y la tensión de parecer eternamente joven con las violencias/riesgo a la salud que ello conlleva (dietas, cirugías, etc.). Por otra parte, la “posesión de la juventud” femenina entre varones mayores remite a la idea de la posesión simbólica de lo inocente, sin experiencia, virgen,… El interés del capitalismo reside en que con la perpetuación de la mujer como objeto se garantiza que, al estar bajo la “mirada del otro”, va a estar permanentemente insegura: tener una lucha encarnizada por mantenerse joven, engañar al paso del tiempo a través del consumo de productos, pero también localizar productos para cada momento vital, crear nichos en torno a cada ciclo vital de la mujer. “Porque las mujeres somos lo débil, lo vulnerable, lo necesitado de protección, de supervisión de la aceptación del otro. Necesitamos de la aceptación del otro para sentirnos bellas y bien, se perpetúa la vulnerabilidad. Y al sistema le interesa mantener ese rol. Si me acepto, si no me miro a través del otro, si no busco su aprobación, si hago eso me escapo de su control y al final lo que ellos ven afectado es el poder, su cuota de poder, la ven amenazada” “Es representada como una mujer disponible que responde a los deseos masculinos, disponible para el consumo de los hombres. En la publicidad es el consumo de un determinado producto pero es como si la mujer estuviera disponible para el consumo. Como un objeto sexual, algo que se puede comprar, que se puede consumir o en un deseo, una fantasía. Creo que la imagen refuerza una construcción en la sociedad de que la mujer está disponible y tiene 28 Análisis de la violencia machista en el consumo convencional capitalista consecuencias como la violencia física y sexual, la posesión de las mujeres en la relación y en la calle” 4. El amor romántico Se fundamenta en las relaciones heterosexuales y en los patrones de desigualdad en las relaciones. Algo legitimado desde las diferentes naturalezas y valores de hombre/lo masculino y mujer/lo femenino. La violencia subyace en: • • • No permitir ni naturalizar otras opciones de relación a nivel de sexualidad y a nivel de patrones de comportamiento que transgredan el rol. El amor romántico hace de la mujer un ser sumiso y, consecuentemente, pasa a ser una posesión del hombre. Además, se justifican las violencias contra la mujer desde la naturaleza agresiva del hombre, la idealización del conflicto y la posición de espera y perdón de la mujer. El interés del amor romántico para el consumo capitalista es: • • • Afianzar los roles de género y la posición de la mujer dentro del hogar. Legitimar las violencias directas entre parejas como algo natural: dar al capitalismo una herramienta de control directo entre los entes sociales. Generar inseguridad en la mujer. “La ideología del amor que venden como deseable. Vemos que el modelo masculino que se erotiza en los adolescentes es el que asume riesgos, que salva a la chavala, que es violento pero en el fondo sensible y se erotizan las relaciones de maltrato. Es como “hay que malote es pero en el fondo es sensible” y conduce la moto, me pone en riesgo, me dice que me calle pero es muy valeroso” 5. La familia heterosexual La fórmula de familia heterosexual definida por el heteropatriarcado es explotada por el consumo capitalista, le garantiza: • • La perpetuación de los roles y la división del trabajo por sexo / género. La reproducción. La violencia reside en que todo aquello que no sea ser heterosexual se invisibiliza y, consecuentemente, se demoniza a nivel social. 29 Análisis de la violencia machista en el consumo convencional capitalista 6. Creación de necesidades y respuesta en soluciones: sistema de control Una de las características del sistema capitalista que afectan a hombres y mujeres, pero es más agudo e incisivo en el caso de estas últimas, es la creación de continuas necesidades y la aportación de soluciones: entrar en una espiral de consumo sin fin. La mujer, en este sentido es más vulnerable, porque se parte de dos sistemas el heteropatriarcal y capitalista que la configuran como un ente inseguro, que necesita la aprobación ajena, que fundamenta el yo a través de algo efímero como es el cuerpo. Por lo tanto, es más frágil y permeable que el hombre para interiorizar imperfecciones, complejos y, en resumidas cuentas, necesidades impuestas por el mercado: más abierta y “necesitada” de encontrar soluciones que nunca satisfacen al completo porque siempre hay nuevas necesidades, se forma un círculo vicioso. Subyace un trasfondo de control por parte de los dos sistemas en torno a la mujer al impedir que no se empodere, que no llegue a ser dueña real de su territorio ni a visibilizarse a sí misma desde su propia naturaleza en la diversidad y otros valores más allá de lo puramente físico. “El sistema crea complejos, la nariz mal, el suelo no suficientemente limpio… para dar soluciones, cuando no tienes que tener la nariz así tienes que tener la oreja asá. El propio sistema te convence de que no eres guapa, ni perfecta y entras en una espiral de consumo para conseguir serlo pero no es posible” 2.2.3. Tipos de violencia machista en el consumo convencional capitalista A la hora de hablar de los tipos de violencia machista dentro del consumo capitalista, para algunas participantes (discurso con menor presencia), tanto la simbólica como estructural no se definen como violencias si no como prejuicios, discriminaciones, que dan lugar a la violencia directa. Una visión que procede de la valoración indicada en el capítulo 1, pero que como ya hemos visto, en algunos casos y a lo largo de las entrevistas, ellas mismas van decodificando violencias en estas dos dimensiones. “Las violencias que veo en el consumo son la violencia psicológica-emocional, física, sexual, económica, patrimonial” El discurso con más presencia sí afirma que hay tres tipos de violencia en el consumo en donde la publicidad es una herramienta fundamental. Las violencias con más relevancia y peso son las invisibles: simbólica y estructural, porque exponen los símbolos, códigos, estereotipos que reafirman la posición de desigualdad estructural de la mujer. Algo que se refleja en el consumo en su papel, en la diferenciación de consumos y productos, en el espacio de consumo, en cómo es esa mujer estéticamente, en su relación de amor romántico etc. La violencia directa se manifiesta como resultado de la simbólica y estructural. La exigencia en torno a la mujer: cumplir con su deber con el hogar, con su físico, con ser una “superwoman”, acaba detonando en muchas ocasiones en daños psicológicos, como la 30 Análisis de la violencia machista en el consumo convencional capitalista frustración, y también en daños físicos. Desde los autolesivos (dietas, operaciones, daño por usar tacones, etc.) e incluso una directa por parte de la pareja. En este último caso, las herramientas del consumo refuerzan la imagen de la mujer como objeto, como “ser” de segundo orden, dominable, juzgable y al que hay que corregir. Tipos de violencia en el consumo capitalista VIOLENCIA DIRECTA Repercuten en la violencia directa en la que se incluyen las acciones autolesivas Visible Invisible VIOLENCIA SIMBÓLICA VIOLENCIA ESTRUCTURAL Violencias con más peso / Triángulo de la violencia de Galtung “Violencias hay porque levanta muchas ampollas ¿Cómo que en el consumo? No hay violencia física, no se pega a nadie, no sale nadie maltratado, dañado… hay un ojo morado que no vemos. Lo interesante es la parte estructural y simbólica. En el ámbito del consumo tiene más que ver con la base del triángulo, con la estructural y cultural. La otra no está clara aunque si la hay.” En el capítulo 3 abordamos al detalle el tipo de violencia asociada para cada consumo señalado. 31 Análisis de la violencia machista en el consumo convencional capitalista 2.3. Colectivos contra los que atenta la violencia machista en el consumo capitalista y variables agravantes. La división sexo/género es promotora de la violencia ejercida para garantizar el “continuum” entre las mujeres heterosexuales que cumplen con su rol de género y señalar aquellas que no cumplen con su rol al 100% (mujeres adultas sin hijos, solteras etc.). También está la discriminación procedente de la ruptura no sólo de sexo/género sino también sexualidad: • • Homosexualidad: aunque los hombres homosexuales pueden ser objeto de acciones violentas desde la homofobia, su posición de hombres hace que el nivel de devaluación sea menor vs. las mujeres homosexuales, lesbianas, que además de ser mujeres no se ajustan al patrón de su rol sexo / género / sexualidad. Igualmente se ven afectados transexuales e intersexuales. No hay que olvidar que BBVAH es el referente, por lo tanto, todo aquello que no se ajuste a ello puede ser objeto de discriminación y, en su expresión más feroz, de violencia. Transexualidad e intersexualidad: igualmente por transgredir las normas patriarcales. “El capitalismo y el heteropatriarcado promueve y defiende al BBVAH, lo que no entra en esto está en inferioridad (…) se asocia a violencia contra las mujeres pero luego también hay grupos agredidos como trans, la homofobia, la lesbofobia.” “Los hombres–gays- también reciben violencia machista, en el sentido de que no caben en esa familia nuclear, hombre, mujer, hijos (…) De hecho, las mujeres lesbianas y bisexuales no caben, están por si solas saliendo de este rol. Hay una presión muy fuerte de la sociedad contra nosotras para ponernos de vuelta en nuestro lugar, corregir, para decir tu lugar está en casa y al lado de un hombre. Hay como una reacción de la sociedad en ese sentido” “La violencia machista para mi tiene una parte de homofobia, de agresión y negación de lo que se considera que no es el prototipo y modelo: blanco, burgués, adulto, varón y heterosexual (…) el BBVH. Todavía los varones gays bueno, siguen siendo varones y dentro de la jerarquía tienen más valor que las lesbianas por el hecho de ser hombres. Hasta económicamente. (…) La mujer no lesbiana es muy castigada pero la que no es normativa, aunque no sea lesbiana, lo es más y si es lesbiana aún más. Por ejemplo, yo que no tengo marido ni hijos tengo mi nivel de infravaloración pero tengo amigas lesbianas que todavía más. Si sales del modelo socialmente eres castigado o castigada.” También se localizan aspectos más allá del sexo/género como son: • La raza: la raza blanca como ideal, la reconocida, la referente, la prestigiosa. Un aspecto que surge con más fuerza desde el discurso de las expertas en Sudamérica al ser sociedades con una mayor presencia de diversidad racial que está segmentada en estatus y posiciones de valor y poder diferenciadas. 32 Análisis de la violencia machista en el consumo convencional capitalista • • El poder adquisitivo: la mujer está, por lo general, en peor posición por su dependencia económica o si es una mujer integrada en el ámbito laboral remunerado desde una posición devaluada: peores sueldos, estatus laboral inferior… La edad: En el caso concreto de la mujer se acusa en mayor medida el envejecimiento como variable agravante de discriminación y violencia. La vejez implica que la mujer pierde los valores fundamentales de su razón de ser en el sistema patriarcal: la reproducción y cuidado, el atractivo sexual, el ser objeto… En las mujeres más jóvenes, adolescentes… el agravante reside en su “cosificación” del elevado valor de su cuerpo y sexualidad. Todos estos aspectos no son compartimentos estancos, de tal manera que un sujeto puede contar con varias variables agravantes: mujer, negra, lesbiana, pobre, etc., los sumatorios implican mayor rechazo y, consecuentemente, mayor sujeción a sufrir violencia desde diferentes ángulos. “La pobreza sigue teniendo un color, la mayoría de la clase trabajadora es negra. Si las mujeres blancas tienen una imagen de disponibilidad, en las mujeres negras es 10 veces peor (…)” Aunque a la hora de hablar de violencias en el consumo, en el capítulo 3 abordaremos cómo afectan dentro de estas variables, adelantar que tanto la homosexualidad como las razas que no son blancas se invisibilizan dentro de las herramientas del marketing y la publicidad: se suprimen del discurso social: • • • • Se devalúan No se naturalizan: se excluyen No son referente, ni permiten crear referentes entre estas comunidades En cambio, lo “referente” es un ideal que choca con sus posibilidades o con su identidad y / o naturaleza. “Una familia que entra dentro del sistema heterocentrado y heteropatriarca, por mucho que quieran darle en publicidad… sé que es difícil reflejar toda la diversidad. Lo de la violencia es como muy sutil porque cuando tú te sientes invisible es violencia también, por omisión también te pueden violentar porque te están obviando y ninguneando.” 33 Análisis de la violencia machista en el consumo convencional capitalista 2.4. Justificación, mecanismos de perpetuación y dificultades para reconocer las violencias machistas en el consumo capitalista y tendencias. El discurso es homogéneo… 2.4.1. La dificultad para detectar las violencias machistas Radica en que: • Estas están sumamente naturalizadas e interiorizadas, de tal manera que no es fácil detectar algo que se asume como “normal”. • El sistema crea nuevos códigos para camuflar las violencias que se han “destapado”. • No se forma ni informa, ni hay estrategias adecuadas, sobre todo desde el ente público, para tener las herramientas suficientes para que una persona no especializada en el tema detecte las violencias machistas. • La visión de la problemática se realiza, no como algo individual, si no como algo colectivo. • La violencia machista se circunscribe únicamente a la dimensión visible, la directa. “Porque está plenamente integrado, reconocido, hay una aceptación de que esto es así y la sociedad se desarrolla de una forma muy lenta, no se trabaja este tema, se hace más por el reciclaje que por evitar la violencia machista, o no interesa o se sabe cómo hacer, no hay formación para abordar esto ni estrategias y eso se debería poder construir y hacer, esto perpetua que siga y siga. También hay otro tema, esto se vive a nivel de personas, pero es colectivo, yo puedo resolver esto a nivel pareja pero no a nivel social o cultural, esto se debe hacer desde lo público y con dinero público.” 2.4.2. La justificación de las violencias machistas. Se justifican principalmente desde: • • • Ser marketing, no violencia. La diferencia natural de mujeres y hombres y, consecuentemente, sus distintas necesidades de consumo. Por lo tanto, no hay violencia ya que el consumo es un reflejo de la sociedad no algo que haga la sociedad. Demonizar bajo el halo de la enfermedad a aquellas personas que transgreden por ser unas inadaptadas del sistema: el problema no es el sistema son ellas. 34 Análisis de la violencia machista en el consumo convencional capitalista • La devaluación de la actividad feminista, calificándola de “feminazi”: quitar el valor de la problemática y reducirla a intereses personales, frustración de un colectivo, etc. “Las que no estamos en lo normal y lo funcional, estamos en la patología, la transgresión. Cualquier patología por romper es ser una resentida, un trauma mal superado, problemas mentales o físicas, es que tiene el riñón mal y no puede apretarse el corsé, es que tiene una patología.” 2.4.3. La perpetuación de las violencias machistas. Procede precisamente de las herramientas del capitalismo, del sistema patriarcal y su posición de columna vertebral del sistema socioeconómico. Quien invisibiliza y justifica es, además, quien perpetua. Destaca la publicidad por su fuerte impacto y su capacidad para afianzar ideas. Concretan… • • • • Todas las producciones culturales. El propio sistema y sus estructuras: económico, laboral, social, político, religioso, obviamente muy vinculados al sistema capitalista y patriarcal. La falta de modelos alternativos. La falta de visibilidad. “Todas las producciones culturales y religiosas, todo lo que construye valores e ideologías. Que va desde las teleseries, porque el consumo no es sólo lo que compro si no lo que veo, leo, escucho. Todas las culturas, en su mayoría, lo que hacen es perpetuar los valores dominantes porque así nos quedamos todos cómodos y emocionalmente nos permite la supervivencia que no el vivir” 2.4.4. La tendencia de las violencias machistas. Pese a los logros y avances del feminismo, se está detectando una involución, un paso hacia atrás fruto de… • • La creciente presencia de neomachismos y la devaluación del feminismo bajo el paraguas de feminazi La crisis ha supuesto la vuelta a fórmulas tradicionales: un movimiento habitual en periodos de incertidumbre e inseguridad (vuelta al amor romántico, la religión, los modelos de familia y la mujer y el hombre de los años 50, etc.) 35 Análisis de la violencia machista en el consumo convencional capitalista • Las leyes de dependencia y laborales que llevan de nuevo a la mujer a casa, facilitan su despido, jornadas partidas para abarcar el mundo de lo público y privado… “La crisis se ha utilizado para muchas cosas, entre ellas dar marcha atrás en ciertas medidas en las cuales se había avanzado, por ejemplo, en políticas de igualdad y sirve para que estemos peor las mujeres. “ “Se han revitalizado los modelos de feminidad y masculinidad de los años 50, dando un tinte más bonito (…) en un siglo se ha avanzado pero todavía queda, para mí el amor es uno de los bastiones importantes donde se ha rearticulado el neomachismo. Hablas con chicas de 15 años y te dicen que están buscando a su chico y su amor“ “En los momentos de incertidumbre los seres humanos muchas veces volvemos a modelos tradicionales porque es lo seguro y conocido” 36 Análisis de la violencia machista en el consumo convencional capitalista CAPITULO 3: VIOLENCIA MACHISTA EN EL CONSUMO DE PRODUCTOS PARA EL HOGAR, ALIMENTOS, ESTÉTICA Y MOVILIDAD. Síntesis del capítulo 3 En los cuatro ámbitos planteados por Setem se localizan los tres tipos de violencia, siendo la invisible la más frecuente y numerosa. En todos los ámbitos la posición de la mujer se establece desde la diferenciación de sexo/genero, la división del trabajo y los valores vinculados a lo que es ser mujer. El consumo convencional capitalista se valora como un sistema que controla a la mujer y desde el cual se incrementan sus ventas: lucro. En el discurso espontáneo de las expertas se pincelan otros ámbitos de violencia machista. Las líneas de actuación futuras pasan por una reformulación del sistema patriarcal, teorías de decrecimiento, redes de apoyo colectivo, etc. 3.1 Introducción A lo largo de este capítulo vamos a recoger la visión tanto de las expertas entrevistadas como la de las mujeres participantes en los grupos de debate. Si hay algún elemento diferencial entre ambos targets se indica en el informe. A todas se les propone que traten las violencias machistas desde cuatro áreas del consumo convencional capitalista, para que valoren cómo inciden estas violencias en las mujeres. Las áreas de consumo definidas desde Setem son: 1. 2. 3. 4. Los productos para el hogar La alimentación La estética (cosmética, textil…) La movilidad en los municipios. Cara al análisis hemos distribuido estas áres en tres grandes bloques: AMBITO DOMÉSTICO Productos hogar Alimentación AMBITO PERSONAL Estética (cosmética, textil, tratamientos…) AMBITO PÚBLICO Movilidad en los municipios La asociación de violencia machista en el consumo capitalista con la movilidad en los municipios, es una cuestión que algunas expertas no logran vincular en un primer momento. 37 Análisis de la violencia machista en el consumo convencional capitalista Primero, porque la movilidad en los municipios entienden que no es algo que afecte específicamente a la mujer. Segundo, porque hasta el momento se ha hablado de productos y consumo (desde vertientes de publicidad, etc.) y la movilidad se asocia a urbanismo y servicios. No obstante, las expertas que inicialmente no consideraban que la movilidad en los municipios afecta a la mujer, desde la violencia machista logran vincular esta área a través de un proceso de reflexión: la dificultad radica en que la mujer es la encargada de los cuidados y el consumo pero desde la perspectiva de los servicios (transporte, ocio, esparcimiento, etc.) y la ciudad tiene una configuración androcentrista y orientada a la producción remunerada. Tras un capítulo inicial en torno a la responsabilidad en la compra, pasamos a las diferentes dimensiones de consumo en donde se observa que la publicidad, el producto en sí y el espacio de ventas son los soportes de las violencias machistas. La publicidad / Medios de comunicación: es un elemento clave en afianzar y perpetuar las desigualdades de género y es depositaria de violencias principalmente simbólicas y estructurales. En ella se desarrollan códigos, símbolos, pero también se reproducen estructuras de lo que es una mujer y, en concreto, cómo debe ser una mujer y su vida, relaciones, etc. y qué debe consumir para llegar al ideal propuesto desde los propios medios de comunicación y publicidad. Es el medio en donde más se expone la imagen de la mujer como objeto. Una herramienta peligrosa por su fuerte presencia y penetración. Los productos: la violencia desde la diferenciación de productos (a quién se orientan), cómo se orientan (mensajes, packaging, iconos…), cuál es su promesa y su uso. Violencia principalmente simbólica, estructural pero también directa. Los establecimientos: desde la ubicación y distribución de los productos por género, la atención / servicio recibido. Violencia Simbólica y estructural. “La televisión es un potente reforzador de los valores dominantes del capitalismo y sexistas. Te dicen cómo tienes que consumir y qué consumir, te preparan el guión de vida. Te dicen cuándo tienes que cambiar de modelito porque es primavera y lo del año anterior no vale, te dice la talla 26, te dice cómo tienen que ser tus relaciones afectivas“ “Es verdad y es mentira, porque la publicidad, todas las imágenes del mass media tienen que ver con un modelo y estereotipo de mujer determinado. Lo pueden disfrazar mejor o peor, lo pueden disfrazar de libertad, pero, o nos presentan como madres amantísimas e hiperpreocupadas, y aun trabajando fuera de casa somos las que cocinamos, las que limpiamos; o nos presentan como objetos sexuales totalmente, la mujer es un objeto no una persona que piensa. Y toda la violencia simbólica en la que te dicen adelgaza, tienes que tener un cuerpo 10, usa esta crema que te va a hacer no sé qué, hazte la cirugía estética.” 38 Análisis de la violencia machista en el consumo convencional capitalista Así mismo para cada apartado: • • Vamos a indicar aquellos aspectos específicos de violencia machista que afectan al colectivo LGTB, la raza, la edad, etc. Vamos a abordar los argumentos en torno a las hipótesis de oposición. Finalmente integraremos otras áreas del consumo donde se da violencia machista y que son relevantes para las entrevistadas y participantes de las dinámicas de grupo. 3.2 Ámbito doméstico: productos para el hogar y alimentación 3.2.1. La responsabilidad de la compra en los hogares A. Aspectos preliminares Este apartado se centra en el discurso de las mujeres que han participado en los grupos de debate, de su visión y experiencia. Si bien, coincide con algunos aspectos apuntados por las expertas. Como punto de partida indicar que cuando se les pregunta a las mujeres por aquello que les hace sentirse realizadas como tal, entre los aspectos señalados está el cuidado de la familia y el sentir que son buenas madres y abuelas, sobre todo si los niños son pequeños. Desde esta aproximación espontánea al marco de lo que a una mujer le hace sentir realizada, se pone de manifiesto la interiorización del cuidado y lo doméstico, no sólo como algo connatural sino como una expresión del ser, como un acto de autorrealización. Por otra parte se pregunta a las mujeres qué creen que la sociedad espera de ellas. En este sentido el discurso es unánime se espera que sean “superwomen”: • • • • Atender y cuidar del hogar y la familia de forma excelente: que todo esté ordenado, brillante… Realizar una actividad laboral fuera del hogar: remunerada y reconocida. Este aspecto nace fundamentalmente de una autoexigencia. Ser buenas en todo aquello que realizan, sobre todo en lo referente al ámbito de lo doméstico. Y en lo laboral, fuera de casa, demostrar más que los hombres. Se las exige estar siempre perfectas, bellas, cuidadas, jóvenes, sexys. Para garantizar la atención de la pareja (mantenerla), el respeto en el ámbito laboral, el reconocimiento social… El ser “superwoman” conlleva un nivel de exigencia que no tienen los hombres y que acaban acusando en su vida cotidiana y en su salud: estrés, agotamiento, depresiones, etc. “Ser buena esposa, tener la casa bien limpia, el marido bien cuidado, la ropa planchada, al niño comido, el perro bañado y encima que tu trabajes (…) a nivel 39 Análisis de la violencia machista en el consumo convencional capitalista social tienes que se super woman, poder con todo, y estar guapa y con buena cara y salir a pavonearte por ahí con tu pareja.” (Grupo Vitoria) “Yo cuando he trabajado lo he dado todo, ser la mejor, cuando era camarera era la mejor, cuando estudiaba era la mejor, cuando me ha tocado ser actriz era la mejor y ahora con el hecho de ser madre y ser ama de casa y ser esposa y lo he hecho en dos años. Y mi marido espera que aparezca todas las noches con lencería sexy después de que no he dormido nada por el niño y leyendo todos los días para ser buena madre y no liarla con el niño. Y la ropa no se lava sola y el otro día le dije a mi marido búscate a otra porque yo no puedo” (Grupo Vitoria) B. La responsabilidad de la compra en los hogares Las mujeres reconocen que sobre ellas recae la responsabilidad de las compras del hogar, incluso algunas lo viven con emociones contrapuestas: por un lado, se sienten realizadas, pero por otro, se sienten agobiadas, cansadas, sobrepasadas por la asunción, no sólo de las compras, si no del hogar en su globalidad. “La mujer se responsabiliza de los hijos y de la pareja, yo creo que es algo intrínseco que se encargue, tengo la satisfacción de organizar mi hogar como me gusta, pero hay un momento en el que te tienes que encargar de tantas cosas, que cuando delegas dices ¡Qué alivio! “ (Grupo Bilbao) Subyace en su discurso un machismo naturalizado y que no son capaces de reconocer en muchos casos. Se evidencia en afirmaciones como que sus parejas las ayudan, colaboran, les están enseñando, están delegando,… Desde la semiótica subyace algo que está invisibilizado para ellas: Asumir que su posición de mujer/lo femenino les aboca a ser la responsable de la compra del hogar única y exclusivamente por ser mujer y asumírsele como natural esta tarea –cuidar• El hecho de hablar de “colabora”, “me ayuda” es un indicador de que el rol asumido para el hombre, en lo que se refiere al hogar, no es el cuidado, las compras, etc. Si interviene es por una deferencia suya: aportar sin que sea su responsabilidad. La posición del varón es proactiva, aunque no de absoluta implicación. • Cuando hablan de “le estoy enseñando”, “estoy delegando”, además se pone de manifiesto un paternalismo por parte de la mujer –el hombre/niño- y una posición pasiva del hombre ante el hogar: ella tiene que promover la colaboración. “No es el 50% por mucho que digamos, porque fíjate que ya estamos diciendo me acompaña o me hace y él no me tiene que hacer nada, lo tendría que hacer “ (Grupo Bilbao) Aunque haya “colaboraciones” masculinas, la mujer es la responsable de la compra, incluso cuando no la realiza ella directamente. En este sentido aunque ella no acuda a los establecimientos si… 40 Análisis de la violencia machista en el consumo convencional capitalista • • • • Hace la lista de la compra. El hombre siente que no es su tarea. Controla el proceso de compra: el hombre la llama para solicitar información ante dudas, etc. Supervisa la compra “Me pregunta y me fastidia que no sea capaz de abrir el armario y decir esto se limpia con esto, y falta esto otro, esto se ha acabado y hay que comprar otro y no que me tenga que decir yo hago la compra pero hazme la lista“ (Grupo Vitoria) “La culpa también es nuestra que tienen que comprar lo que nosotras queremos” (Grupo Vitoria) En este sentido la asunción por parte de la mujer viene de dos vertientes: • La propia mujer se siente responsable, lo asume como un deber: Por una parte, tiene interiorizado que la familia y el hogar es su responsabilidad: satisfacer las necesidades de la familia es una prioridad. Pero, por otra parte, en el discurso subyace una lógica que no verbalizan: el hecho de que el hombre asuma su rol las pondría en entre dicho ante ellas mismas y ante la sociedad. De hecho, se afirma que en el entorno más cercano, sobre todo femenino, están sujetas a críticas cuando se ha considerado que “han delegado en exceso” –no cumplen con su deber Además, la tendencia a supervisar y controlar las compras que no efectúan físicamente es un sistema para tener bajo control algo que les pertenece y las reafirma como mujeres e incluso “superwoman” –se sienten necesarias“Si pasa que tú no te encargas ya te vienen con lo de que no eres una buena mujer (…) una reproduce lo que ha vivido, influye mucho la sociedad y tenemos todo el rato el chip de que tenemos que estar pendientes por eso al final asumimos todas las responsabilidades“ (Grupo Vitoria) “Mi suegra y mis amigas me dicen que tengo un morro que me lo piso porque no cocino, lo hace mi marido. Me lo dicen mis amigas, gente más joven…” (Grupo Bilbao) • El hombre siente que no es cosa suya… No es algo que le “pertenezca”, se siente desvinculado e incluso perdido. El hecho de sentirse perdido en las compras se debe a que la mujer es la que realiza las tareas de limpieza, organización, cuidado y alimentación del hogar. Ella sabe qué se consume, qué productos y marcas son los adecuados, cuáles funcionan mejor, etc… Por lo tanto, la responsabilidad absoluta de la compra (decidir, listar, realizar, controlar) es indicador de quién asume y controla las tareas de casa. 41 Análisis de la violencia machista en el consumo convencional capitalista En el grupo de Bilbao aparecen con más fuerza las compras realizadas y controladas por el hombre, se circunscriben principalmente a productos frescos, porque son ellos los que cocinan en algunos casos: se hace porque se “quiere”, no porque sea un deber, algo que se espere de ellos. “Mi marido es que cocina entonces todos los frescos son suyos del resto ni se entera, si falta leche nada, si no hay azúcar… no se entera (…) nosotras sabemos lo que hace falta” (Grupo Bilbao ) 3.2.2. La imagen de la mujer como más consumista que el hombre. A través del discurso de las expertas se desarrollan los argumentos en contra de la hipótesis de que la mujer es más consumista que el hombre. Algo que consideran no se ajusta a la realidad y es fruto de la división de roles estipulada desde el capitalismo y el sistema patriarcal. La mujer no es más consumista, lo que sucede es que ella es la depositaria de la compra de los productos para el hogar y la familia, incluso los textiles. Por lo tanto, es un consumo que no está orientado para ella sino para el ámbito doméstico (espacio y personas). Además son compras cotidianas o de alta frecuencia, de ahí esa percepción de que la mujer “siempre está comprando” compras frecuentes, de coste reducido y pensando en la casa y la familia, sin valor “social”. En cambio, el hombre hace compras menos frecuentes pero de alto impacto económico y pensando en sí mismo o de elementos asociados a su rol: coches, tecnología, seguros etc. y de fuerte visibilidad social Esta distribución de los productos a los que van asociados simbolismos y distribuciones estructurales ya indican qué se espera de cada uno de los géneros. “Yo creo que hay un estereotipo de que las mujeres somos más consumistas. Y en realidad las mujeres administramos y, ciertamente, te toca hacer un gasto para que todas las personas con las que convives consuman. Y en eso hay una diferenciación de género también, en las formas de consumir. Creo que, desde ese punto de vista, las mujeres todavía hacen un consumo pensando en ese núcleo familiar (…) Y existe la idea de que somos más consumistas, simplemente porque consumimos muchas cosas pequeñas. Los hombres, a lo mejor, no consumen tantas cosas pequeñas pero consumen productos grandes y de mucho coste y mucho impacto medioambiental. El coche, el primero. Imagínate con un coche ¿cuántas cremas se puede comprar una mujer?” “En la publicidad, además, los hombres no salen consumiendo cosas banales, salen consumiendo coches, casas, motos, productos para los coches, seguros…” A continuación se presenta un cuadro en el que recogemos situaciones concretas de violencia, tanto en el ámbito de productos para el hogar como en el de alimentación, indicadas tanto por las expertas como por las mujeres (población general). También se detalla el tipo de violencia con el que se relacionan. 42 Análisis de la violencia machista en el consumo convencional capitalista Violencia machista en el ámbito de productos para el hogar. Violencia machista en el ámbito de los productos para el hogar SITUACIONES CONCRETAS DE VIOLENCIA Publicidad TIPO DE VIOLENCIA Violencia estructural • La publicidad muestra a la mujer como protagonista de la compra y la actividad de limpieza del hogar. Sigue circunscribiéndosele este espacio y responsabilidad, por lo que es una violencia que responde y perpetúa la división de trabajo por géneros. • Además en su desempeño, ella debe mostrar su bienhacer (cumplir con su rol) • La “peligrosidad” de limpiar (accidentes, toxicidad) no se reconoce como accidente laboral, sino como “descuidos femeninos” • La figura de Don Limpio es un claro ejemplo de representación de las estructuras de dominadordominada, inteligente-herramienta de labor doméstica (mujer). Responde y perpetúa las posiciones de poder del sistema patriarcal. • Las figuras, en general, de supervisión y la posición de la mujer en “su lugar”, “su espacio natural” especifican estructuras de división de trabajo y dominación en donde la mujer está sujeta a lo que debe ser y cómo lo debe hacer. Repercute en violencia simbólica y directa. • El menor poder adquisitivo de las mujeres que la limitan a acceder a productos para el hogar de mayor calidad y/o respetuosos con las personas y el medioambiente. • En Brasil la supresión de la mujer negra incluso en tareas que socialmente se le han asignado: se la omite de la estructura social, tal como sucede en la realidad. • La mujer siempre es la que limpia • Una mujer que es joven, bella y está bien arreglada, feliz, plena… • Las casas o estancias que se muestran son de gran tamaño, bonitas, brillantes, todo está en orden, incluso el aroma es perfecto. • En ocasiones la mujer vuelve de trabajar o tiene que ir a trabajar o realizar otra tarea. • En Brasil la limpieza recae en mujeres negras y la publicidad siempre es con mujeres blancas. • Cuando hay presencia masculina: Es como prescriptor, generalmente de un producto más “avanzado”. Él recomienda porque es conocedor de la “ciencia” y ella ejecuta porque además es sumisa. Por ejemplo Mr. Propper / Don Limpio En ocasiones aparecen figuras de autoridad/guardianas del rol de la mujer para comprobar que ésta ha cumplido correctamente con la limpieza (la figura de la madre y la suegra como autoridad experienciada) Más residualmente, el hombre es el que limpia pero asociado a productos muy fáciles y rápidos: la limpieza es algo muy sencillo que hasta un hombre puede realizar. • Productos que con una pasada ya reluce toda la casa (por ejemplo Cillit bang) • El uso del sexo/erotismo: una pareja que Violencia simbólica limpia con KH7 y se “enrollan” en la mesa • Símbolos que hablan de una mujer como responsable de los cuidados, de la familia: hogar, tras limpiarla. limpiar,… • Imágenes del uso de los productos en • Símbolos que hablan de una mujer dominada: figura grandes cantidades y sin guantes, sin de un hombre, una suegra/madre que juzga y tiene precauciones,… poder. • Símbolos que hablan de una mujer que ejecuta pero PRODUCTO Y USO no es sabia. • Packaging rosa de Kalia • La elección del producto en función de la • Símbolos que habla de una mujer que alcanza la felicidad en el desempeño de la limpieza: sonríen, ropa y la realización de lavadoras por parte 43 Análisis de la violencia machista en el consumo convencional capitalista de la mujer: tener una limpieza óptima en la irradian felicidad en el proceso de limpieza. ropa de toda la familia, evitar que se • La imagen de una mujer “ideal” en una casa “ideal” destiña, dañe… Es su responsabilidad. que es aspiracional y alejado de la realidad: el hogar como un “mundo ideal”. • Se reafirma el rol de responsable del “honor” de su familia, en ella recae realizar bien la selección de ropa, elección del detergente y el lavado. La mancha en la ropa de la familia “es responsabilidad” de la mujer. • Símbolos que hablan de la mujer como objeto físico (perfecta aun realizando las tareas del hogar) • La limpieza algo tan satisfactorio que erotiza, de nuevo la mujer como objeto erotizador / sexual. • La asociación a través del color rosa a un producto cuya usuaria va a ser una mujer: se reafirma la división de roles. • La facilidad de la limpieza, ya sea a través de un “hasta un hombre lo puede hacer” o pasar un paño y listo, reafirma la insignificancia asociada, la invisibilización, la gratuitidad del trabajo en el hogar ¿Cómo reconocer, pagar y visibilizar algo que no cuesta hacer? • En Brasil la limpieza la asume un ideal de mujer (mujer blanca, estatus alto, bella, esbelta) que no se corresponde con la realidad: las tareas del hogar las hace la mujer negra. No mostrarse en la publicidad por una parte la invisibiliza pero, por otra parte, transmite una “democratización” de la limpieza inexistente falta de referentes raciales o la invisibilización de otras razas impide generar determinados modelos. Violencia directa • La obligatoriedad de ser una superwoman, trabajar dentro y fuera del hogar, lo que conlleva estrés, agotamiento, frustración, no tener tiempo para sí. • La violencia psicológica en torno al perfecto cumplimiento del deber y la falta de reconocimiento de su trabajo. • La mujer como usuaria directa asume más peligro de toxicidad por el uso de los químicos. Las comunicaciones muestran un uso en grandes cantidades de producto (mayor toxicidad) que la mujer replica en su cotidianeidad (en su interés por tener una limpieza idílica y porque se produce un aprendizaje de uso/cantidad supuestamente correcta). Usos que, en comunicación, no suelen mostrar 44 Análisis de la violencia machista en el consumo convencional capitalista protección: sin guantes, etc., por lo que está sometida a daños en la piel, afecta a las vías respiratorias, los tejidos blandos como los ojos, impide la lactancia, etc. El uso de detergentes, suavizantes, etc. que son dañinos para la salud y el medioambiente. En este sentido no se informa a la población sobre la capacidad de producir dermatitis, alergias, etc. • Los accidentes por un exceso de ahínco por limpiar aunque suponga un riesgo: subirse a escaleras, resbalarse, etc. • Se proyecta una mujer subyugada, vulnerable y devaluada, que en su extremo la hace objeto de violencia física (subyace en el discurso pero no se verbaliza) Violencia machista en el ámbito de los productos para el hogar “Nosotras toda la vida limpiando y tiene que venir un hombre a decirnos qué es lo que mejor limpia, Don Limpio (…) el producto de limpieza tiene una parte científica sobre cómo está hecho, qué elementos lleva para quitar la suciedad, todo esto le corresponde a los científicos que son hombres y son quienes tienen el conocimiento y ellos nos dicen qué productos son los mejores, en ese sentido nos están “estupidizando” “Los productos de limpieza… apelan a tu naturaleza entre comillas más íntima, si quieres tener tu casa si quieres realmente a los tuyos compra esto. Si quieres que vayan con la ropa limpísima para que no tengan nada que decir ni de ellos ni de ti, no vaya a ser fíjate tu que ama tiene (…) si el niño va con la ropa sucia la guarra es ella” “Mr. Propper es el que manda el que te dice a ti, es una figura masculina que con un paso de fregona queda todo brillante. Y viene a decir que las mujeres tenemos que ser muy limpias, porque una que no limpia es muy mala mujer, mala hija, una mala lo que sea, pero mala. Y también dice ¿de qué te quejas de la limpieza si es muy sencillo, lo levantas así y ya está (es menospreciar a la tía dejarla a la altura del betún y luego llega el marido y dice ¿Cómo que me vas a hablar de tu trabajo, de limpiar? Es pecata minuta” “En la piel en la inhalación del producto cuando lo usas. A nadie le dicen usa un poquito de lejía en el anuncio se ve un buen chorretón (…) accidentes caseros porque quieren limpiar con el producto el no se qué” “Ves el anuncio de Cillit Bang y te viene a decir que lo puede usar hasta un tonto y que si puedes usarlo es porque es súper fácil” (Grupo Vitoria) “KH7. Que sea un producto de limpieza y que acaben encima de la mesa de la cocina pegándose el lote. No lo entiendo. ¿A qué viene que en un quita-grasas la pareja acabe encima de la mesa? Me resulta ofensivo. Una degradación más para la mujer porque si quiero utilizar esto tengo que acabar tirándome a un tío encima de la mesa cuando están anunciando un quita grasas o un melocotón.” (Grupo Bilbao) “Antes detergentes y suavizantes compraba de tienda y ahora me he metido en la cosmética natural y los jabones de cuerpo hago yo y el suavizante es casero, no es químico. Y ha sido una decisión mía. Vamos a dejar de usar suavizantes químicos porque son muy contaminantes y vamos a hacer caseros.” (Grupo Vitoria) “Yo ahora si tengo cuidado Yo ahora si por el bebe, porque le estoy dando el pecho y me tengo que poner guantes por la lejía y demás” (Grupo Vitoria) 45 Análisis de la violencia machista en el consumo convencional capitalista Violencia machista en el ámbito de la alimentación Violencia machista en el ámbito de la alimentación SITUACIONES CONCRETAS DE VIOLENCIA TIPO DE VIOLENCIA Violencia estructural PUBLICIDAD • La protagonista de la comunicación es la mujer haciendo la compra, consumiendo el producto (si es para ella), cocinando dentro de casa u ofreciéndolo al público objetivo (pareja, hijos, padres…). • Incluso cuando se quiere dar un toque de “feminismo” los mensajes que subyacen son los mismos: la mujer como responsable. Por ejemplo… Anuncio de Kaiku: Mujeres empoderadas pero sólo sale la figura femenina que es la que compra. • Una madre entregada a su familia. Por ejemplo… En el turrón El Almendro, la madre es la que espera, se emociona, recibe al hijo… La manera en que la publicidad muestra como las madres dan de comer a sus hijos, les cogen, les miran… escenas idealizadas. • Si aparece en familia, son heteronormativas. • Patrones estéticos de mujeres jóvenes y muy delgadas, bien arregladas (modelos estereotipados de mujer) • Muestra una mujer que desarrolla una actividad fuera del hogar pero también dentro: Llega a todo y perfecta – superwoman- Por ejemplo… Publicidad de madre que abre un boquete en el suelo para entregar la merienda a su hijo que está en el metro • Mensajes centrados en el cuidado familiar: de lo saludable para tu familia, lo mejor para tu familia, lo mejor para cuidar… y que hablan de: La responsabilidad para con el entorno familiar. Una posición de “paternalismo”: decirle a la mujer lo que es mejor. • Mensaje en el que la mujer es protagonista (para ella) y centrados en: Tener que estar activa (Activia, • La publicidad muestra a la mujer como protagonista de alimentar a la familia y alimentarla bien: la responsabilidad de hacerlo y en la excelencia. Algo sin valor porque es su deber. Por lo que es una violencia que responde y perpetúa la división sexual en torno al hogar. • Incluso en los aparentes mensajes de igualdad con mujeres empoderadas (Kaiku) se sigue transmitiendo que la responsable de la alimentación es la mujer. • Se prioriza a la familia en la alimentación. Se ve en la publicidad y en los usos cotidianos. La mujer primero deja que los demás se alimenten, consume a veces lo que sobra (meriendas, picar del plato de hijos…) generando problemas de nutrición, sobrepeso, etc. En el caso de las culturas en las que la mujer come la última y lo que sobra, se marca claramente la estructura social y la desigualdad de género. • El protagonismo del hombre en la publicidad es anecdótico y coincide con la realidad en la mayor parte de los casos: no aparece como proveedor familiar, sino para su disfrute en el contexto de ocio adulto y de carácter más público (barbacoas). Se marca la división de rol público – privado pero también quién es la responsable de la familia y quien del disfrute social. • La representación de familias heterosexuales, remarca y perpetúa cual es la configuración familiar natural y correcta en la estructura social. • La desigualdad en los sueldos, acceso laboral conlleva un mayor empobrecimiento o menos recursos económicos de la mujer, lo que hace que no tenga igualdad de oportunidades para acceder a una alimentación sana, completa y de calidad. Violencia simbólica • Símbolos que hablan que el lugar de la mujer es alimentar a la familia. • Desde los mensajes de lo mejor para ti, para tu familia, surge la visión “paternalista” y dominante. El mercado sabe lo que es bueno para que una 46 Análisis de la violencia machista en el consumo convencional capitalista Actimel) Aparente wellness, cuidar la salud, facilitar el tránsito intestinal, pero en los que subyace el mensaje de bajo en calorías (Por ejemplo: Kellogs) Lo light es femenino, aparecen mujeres consumiéndolo, no hombres ni menores. • En cambio el papel del hombre en la publicidad es nimio y asociado a la facilidad y la no feminización del cocinar: Arroz SOS “no hace falta que te conviertas en tu madre” asociado a un hombre cocinando. Cuando el hombre aparece cocinando es porque forma parte del ocio socializador (hacer una barbacoa). Su posición no es la de alimentar a la familia. O bien porque se quiere transmitir la gran facilidad de elaboración o consumo de un producto. • La asociación publicitaria de los alimentos, al amor romántico y la sexualidad. Por ejemplo… Nestle con el mensaje publicitario “si das amor recibes amor, recibes más de lo que das” Vitalínea con el mensaje publicitario “un yogurt que te enamorará” y la mujer succiona el yogurt –sexual• Productos envasados y precocinados, potitos, biberones, etc., como una solución para la mujer: tener más tiempo, en ocasiones se acompaña de imágenes de ella amortizando ese tiempo con su familia, trabajando. Pero en ello también subyace el consumo de alimentos de peor calidad. • Se “enfermiza” a la mujer: Sus momentos vitales: embarazado, menopausia, etc. deben ser compensados con alimentos específicos para evitar mayores males, una mala vejez, etc. Se asocian enfermedades que afectan a los dos sexos, solo con la mujer, y la necesidad de compensarlos a través de la alimentación (osteoporosis, estreñimiento,…) • Las ventajas de consumo de productos algo • • • • • mujer alimente a su familia y a ella. De nuevo se manifiestan estructuras de poder en donde la mujer es un ente no sólo dominado si no maleable, indeciso, desconocedor… La diferenciación de productos para hombres y mujeres tiene que ver con la jerarquización y las desigualdades inherentes: El consume placer y calorías (el disfrute) ella debe cuidar la línea y la salud (el deber para responder ante un patrón) El valor simbólico del hombre: Si aparece en el contexto de la cocina se transmiten mensajes que no le feminizan por cocinar “no hace falta que te conviertas en tu madre” permite al hombre no transgredir su rol: Cocinar no le hace mujer. La facilidad de cocinar desde la figura del hombre reafirma la devaluación del trabajo en el hogar La cocina rápida/fácil cuando lo hace la mujer connota además… Tener más tiempo para ser “superwoman” y hacer lo que la gusta: cuidar de los hijos / pareja. Se transmite que la mujer no necesita tiempo para sí. Pero socialmente también se la juzga por “facilitarse” la vida con precocinados: no cumplir con su rol. Alimentos que remarcan la asociación con lo débil de lo femenino ante un esfuerzo físico (Actimel) La alimentación como herramienta estética, lograr ser la mujer que se espera: Estar bien a través de la alimentación para gustar al hombre: mujer como elemento corpóreo, tener que ser objeto de deseo físico y estar bajo la mirada del otro. La orientación específica de lo light, del cuídate en donde se soterra “adelgaza” como algo inherente a lo femenino: la excesiva corporeidad de la mujer y su deber de cumplir con cánones de belleza encorsetados y visibles en la comunicación (protagonistas jóvenes, modelos etc) En donde alimentarse con esa orientación le hace sentir feliz y satisfecha porque está trabajando para cumplir ese patrón. La mujer debe evitar envejecer (y enfermar) a través de una alimentación correcta. Si no está en condiciones óptimas es porque no ha realizado los consumos adecuados 47 Análisis de la violencia machista en el consumo convencional capitalista sujeto a las modas e intereses del mercado: productos que se comercializan como la panacea de la salud (por ejemplo lecitina de soja) pasan a demonizarse posteriormente. subyace la culpabilización y la intransigencia ante el ciclo vital. La biología femenina y su ciclo vital como epicentro de nicho de consumo que son volubles a las modas: la mujer objeto de las necesidades del mercado desde un valor “EN EL DIA A DIA” simbólico de ser dominado y bajo la mirada • En la vida cotidiana si el hombre cocina y lo del otro. hace para la familia se vincula a un placer no • La visión de amor romántico en la alimentación: a un deber. En otros casos cocina como Comprar y alimentar, un acto de amor ocio social, tal y como se refleja en algunos desinteresado y connatural. anuncios. Las necesidades e intereses de la mujer se • Centrarse en alimentar a los hijos: dar de subordinan a su familia, su epicentro. comer, comer lo que sobra, etc. Denota el valor secundario de la mujer • En Nepal, India la mujer es la que consume • Las imágenes que soterran mensajes sexuales o la última por detrás de los hombres. Por lo eróticos, la mujer como objeto sexual y además tanto se alimenta de lo que sobra. fácil de satisfacer (una sexualidad accesible y • El acceso es limitado en calidad y cantidad simple) para mayor % de mujeres que para los • La invisibilización de las familias homosexuales, no hombres: peor sueldo, más porcentaje de mostrar es indicar que no es lo normal. paro, etc. Afecta sobre todo a la mujer en familias monoparentales: menor acceso Violencia directa económico. • La imagen idílica e inalcanzable de mujer, familia y • Transgénicos sobre todo en las harinas, muy hogar conlleva un choque con la realidad: presentes en las galletas y bollería. frustración… • La obligatoriedad de ser “superwoman”, trabajar dentro y fuera del hogar, lo que conlleva estrés, agotamiento, frustración, no tener tiempo para si. • La presión psicológica y control de las ingestas para ser una mujer físicamente perfecta, que tiene que controlar lo que come y cuanto come vs. una exigencia que no tiene el hombre. • La mala alimentación: Alimentación de poca calidad por el uso de precocinados, envasados. Los ingredientes de los productos dietéticos valorados como muy dañinos, siendo la mujer la principal consumidora. La falta de información sobre la calidad de los alimentos y las consecuencias sobre la salud. El menor acceso a una alimentación en cantidad y calidad que garantice la cobertura de las necesidades nutricionales y una correcta salud (comer la última, a deshoras…) El menor acceso a alimentos de máxima calidad (ecológicos, etc.) al tener mayor precio. 48 Análisis de la violencia machista en el consumo convencional capitalista En Nepal, India, etc. malnutrición no sólo desde la pobreza, sino desde la limitación al acceso a los alimentos . • Enfermedades psicológicas y físicas: bulimia, anorexia… Violencia machista en el ámbito de la alimentación “Cuando empecé con la menopausia me aconsejaron aumentar mi consumo de lecitina de soja y a los dos años resulta que no es buena que es peor que eso lleva a otra enfermedad y es un poco estafa” “Nestlé hizo un anuncio que decía “si das amor recibes amor” ¡mentira! Es el concepto de la cuidadora eterna, sacrificada por su familia. Y salían imágenes de mujeres cuidando a mujeres y al final del anuncio decía “recibes más de lo que das” Entonces nos venden lo que ya está en el imaginario colectivo” “Te lo disfrazan todo con salud, menos problemas de salud pero refleja mujeres con un cuerpo determinado y que no es la realidad que se ve en la calle” “Socialmente las mujeres somos más pobres y por lo tanto tenemos acceso a peores alimentos. En Gipuzkoa las familias más pobres son las monoparentales porque las mujeres somos las que menos acceso tenemos a los recursos (…) nosotras aceptamos los trabajos de menor valor “Danone o Vitalínea hizo un anuncio donde una mujer compraba yogures y hacía una succión y entonces decía te enamorarás. ¡Pero como carajo te vas a enamorar de un yogurt! Esto de que las mujeres también son un poco tontas y fáciles de enamorar de cualquier cosa porque como nos vinculamos emocionalmente a todo. Y luego lo simbólico de la succión y lo que suponía. Entonces el concepto de la falta de autoridad de las mujeres, lo fácil de conquistar que somos porque te enamora hasta un yogurt y era uno de cero%” “Alimentación donde se fomenta el modelo de maternidad esencialista, madre capaz de todo, en la alimentación y productos infantiles. Se introduce alguna vez un padre pero desde un modelo muy idílico. (…) En la alimentación infantil hay un punto de amor romántico en las criaturas y se vende ese amor idealizado.. Cuando ponen la cámara de una manera, la madre le acaricia de una manera, le da los alimentos de una manera etc se vende un modelo de amor que tiene que ser el objeto de las mujeres y de una manera en concreto” (Experta 8) “Transgénicos que sobre todo consumen los niños a través de las harinas, en cereales, galletas” “En los anuncios de alimentación aparecen las mujeres comprando para si y para la familia y siempre como cuidadoras. Lo bueno para tu hijo es el jamón york sin tal, lo bueno de tus padres el tal para la hipertensión… y lo hemos vinculado siempre con el wellness lo saludable, no? Hay una violencia simbólica de parámetros que tienes que cumplir para ser mujer tanto físico como de rol de cuidadora.” “Está muy investigado que los productos light tienen una cantidad de conservantes que son muy dañinos, tienen aspartamo y es super dañino para la salud. Eso es violencia porque nadie anuncia sus efectos y encima lo venden como una panacea para la salud” “Incluso la comida transformada… como hemos pasado de comer más productos frescos a más elaborado que al final es una estrategia de la industria agroalimentaria para poder dar comida de peor calidad y se traduce en que comemos bastante peor. Y en muchos casos se quiere vender que es para facilitar la vida de la mujer trabajadora.” “Las mujeres son las consumidoras de alimentos porque esto se asocia al trabajo de cuidados. Los mensajes 49 Análisis de la violencia machista en el consumo convencional capitalista que se transmiten son todo el rato: para ser una buena madre, una madre que se preocupa por su familia, etc. es un discurso que refuerza todo el rato que la mujer es cuidadora.” “Hay sociedades en donde a la hora de comer la mujer come la última, menos, lo que ha sobrado, los restos que la familia no ha comido. Las niñas comen después de sus hermanos… y ahí, hay claramente una jerarquía en el momento de consumir alimentos” “La mujer come y si lo hace es con cuidado. La mujer todo le engorda y todo le queda pegado. Te hablan de mensajes de salud pero en realidad te están diciendo: Cuida la tripita” “En la leche Kaiku que salen un montón de mujeres cantando super felices con su vida y dando a entender que están super empoderadas. Pero al final se las está utilizando para anunciar un producto lácteo no se sin lactosa, no salen hombres con ellas diciendo somos iguales yo también lleno la nevera de leche. Soy feliz pero sigo siendo la que me encargo de eso” En comida cuesta pensar en un anuncio en el que salga un hombre, hay uno de arroz SOS que Hay un anuncio de arroces que sale el tío con los rulos puestos, de SOS, y mandando las cosas que ha hecho. Y empieza a hacer el rol de la mujer y dice no hace falta que te conviertas en tu madre para ser capaz de hacer un buen arroz. (…) La barbacoa es de ellos y el resto de la comida para ti. Hay cosas que es de hombres, chuleta, morcillas, barbacoas, eso se puede hacer y sale en la terracita cocinando. En mi casa la barbacoa la hacen ellos y nosotras las cosas de cocina, el resto” (Grupo Vitoria) “Para la mujer sano y ligero para hombres no recuerdo anuncio específicamente dirigido al hombre. Mi marido me lo pidió. Es un anuncio de un chico que cena ligero y son dos panes, como unas tortitas y que era un desayuno divertido. Cenar divertido que era el pan como” (Grupo Vitoria) “A veces digo, no voy a cocinar más, voy a los precocinados, y el entorno te dice que vaya que hay que ver que si me estoy abandonando” (Grupo Bilbao) “Y las mujeres si no toman Actimel por la mañana ni pueden salir de casa. Ya es que no puedes ni subir la cuesta. Y cuando veo eso me fastidia y digo no señor, no hace falta tomar Actimel para ser una mujer activa desde pronto. Dice que necesitamos un empuje para igualarnos al resto de la gente.” (Grupo Bilbao) “Me fastidia cuando voy al supermercado, en los cereales para el desayuno, tengo que estar fijándome porque todos son contra el estreñimiento y digo ¡Joder! ¿Qué pasa que todo el mundo tiene problemas de estreñimiento? Quiero una cosa normal porque soy normal en mi tránsito. Y los anuncian y siempre son mujeres anunciando eso” (Grupo Bilbao) “Lo de las dietas, todos los anuncios. Horribles, voy a probar esto y esto y esto. Porque es o que nos quieren vender, estar delgadas, jovencísimas. Es para gustar al hombre. Al hombre se le permite tener una triponcita así” (Grupo Bilbao) 50 Análisis de la violencia machista en el consumo convencional capitalista Ámbito personal: Estética 3.3.1. La esclavitud de la estética Lo estético en la mujer como: Una necesidad: su deber Una inversión: conseguir al hombre, la aceptación de la sociedad patriarcal… Una herramienta de control y coerción: impedir que desarrolle valores de seguridad, autoestima, autonomía y ruptura con lo establecido. La mujer desde la imposición de los valores patriarcales cimenta su identidad a través de su cuerpo, algo que no sucede con el hombre: la posiciona como objeto que debe cubrir el paradigma de la feminidad. Desde la imposición y asunción natural la mujer no es propietaria de su territorio corporal y tiene que modificarlo y amoldarlo a un canon único y muy normalizado que no permite la pluralidad y la aceptación de la diversidad como lo natural. Una “estrategia” que permite incrementar el poder de dominación a través de mecanismos que afianzan y potencian su inseguridad: tener que ser…, ser juzgada por el aspecto… la aceptación la da el hombre como dominador en una sociedad heteropatriarcal, y la mujer trabaja en ese sentido. “No se hace para que me sienta propietaria de este territorio (cuerpo) sino que es para que otros lo invadan (…) conecta con el patriarcado y con el capitalismo que te dice que tienes que ser siempre joven, estar en una talla 36 y eso es imposible (…) El sistema lo que hace es la destrucción sobre el derecho sobre el propio cuerpo y conlleva la pérdida de identidad como sujeto (…) si quiero hacer una apropiación el sistema me dice que no puedo porque si no, no voy a dar la talla en la vida ” “No tenemos otra manera de darnos valor. No valemos por lo que somos si no por lo que el resto ve de nosotras y hay que cumplir un estereotipo que en sí es imposible” Una norma inflexible y única de cómo debe ser una mujer en lo estético, definida por las variables de… La juventud: Una mujer a la que no se permite envejecer de forma natural. El trasfondo que subyace es El valor del cuerpo joven como cuerpo reproductor estar en el “mercado” de la procreación. Es el momento del ciclo vital que socioculturalmente se ha asumido como el único atractivo para los hombres. Porque la vejez como aprendizaje y sabiduría no es un valor asociado a la mujer ella es cuerpo. El valor de la juventud de la mujer y la mujer prefecta como trofeo de “exhibición” para el hombre. La delgadez: Un patrón que somete a las mujeres a un tallaje y peso concreto Tener buen aspecto ante todo: maquillarse, depilarse para diferenciarse de lo masculino, estar a la moda en ropa…. Resaltar los atributos sexuales: Potenciarlos con la cosmética, lo textil o “fabricarlos” y exagerarlos / evidenciarlos con la cirugía (con mucha fuerza en Latinoamérica) 51 Análisis de la violencia machista en el consumo convencional capitalista Ser blanca: Incluso en países con etnia /raza que no es blanca o no lo es en su mayoría el ideal es serlo. Surge del patrón BBVAH y la necesidad de aproximarse a el. “El mensaje que se trasmite es nadie te va a querer, si tienes más de 40 años y no te da crema, si tienes canas no hay posibilidad de que alguien se interese por ti. Estas fuera del mercado de los hombres y del sistema ya no eres una opción en casi ningún sector (…) lo que subyace es que el éxito de una mujer en esta sociedad es ser compañera de un hombre” “El coste para tu cuerpo es terrible y el objetivo al final es gustar porque tienes interiorizado que entre tus funciones está gustar al otro” El fin, la promesa, de esta reformulación del cuerpo en pos de conseguir un ideal que es inalcanzable es: Satisfacer al sexo contrario y atraerlo tanto desde la aceptación como el deseo, no perder a la pareja (ser reemplazada por alguien más bello y joven) Sentirse aceptada socialmente: valorada por el entorno familiar, social y laboral. Con promesas que tras lo estético está el éxito, el reconocimiento, la valoración, la felicidad… Sentirse segura, con confianza (porque se sabe aceptada) A lo estético se le asocia la capacidad de generar seguridad, confianza, autoestima etc… a la mujer lo que ratifica el fuerte valor de lo estético en la configuración del yo personal y social muy por encima de valores intelectuales, creativos etc “Me maquillo por la mañana y como que tengo más fuerza ese día(…) me pongo unos tacones y me siento super fuerte que arraso” (Grupo Vitoria) “No me maquillo pero me subo a unos tacones para sentirme segura cuando tengo que hacer algo importante. Siempre te tienes que buscar un artilugio para sentirte segura porque en el fondo somos unas grandes inseguras” (Grupo Bilbao) Pero no sólo ofrece promesas, sino que potencia y perpetúa el valor corpóreo y de objeto maleable en torno a un ideal usando principalmente la publicidad, el marketing, etc… El sistema convencional capitalista aprovecha esta condición sine qua non en la mujer creada por el patriarcado y la angustia que subyace en ella por alcanzar el ideal = aceptación (una tensión continua, una lucha contra la propia naturaleza y biología por ser como el mercado impone que se debe ser), para ofrecerle “soluciones” en torno a su cuerpo a través del consumo desaforado: La gran oportunidad para el capitalismo… El cuerpo de la mujer se observa con lupa de ahí la desmembración de su ser en infinitud de partes que deben ser atendidas de manera particular (cuello, cara, ojeras, pelo, rodillas, glúteos etc.) una oportunidad de lucro que el sistema capitalista aprovecha, potencia y perpetua. La frecuencia de cambios de moda en donde no estar “on” significa el rechazo sobre todo entre las mujeres más jóvenes. 52 Análisis de la violencia machista en el consumo convencional capitalista En esa lucha la mujer no escatima en recursos económicos o incluso en inferir acciones autolesivas (bulimia, anorexia, dolores de espalda por los tacones, etc.) para amoldarlo a lo esperado con la violencia física que ello implica. Si una mujer no entra en el juego de feminizarse según el patrón no sólo se la señala y excluye si no que se le atribuyen valores negativos de descuidada, “guarra”, masculina… Además el sistema capitalista se encarga de mostrar falsamente a la mujer que es libre, que elige y decide cuando en realidad y como hemos visto los patrones están muy definidos. Pero también le dice que si no está en esa norma es porque no quiere (la culpa y responsabiliza) y que no estar conlleva el fracaso a todos los niveles. Por otra parte, la mujer se representa como objeto de deseo, no como objeto deseante y su imagen se utiliza a nivel de “cosa”, propiedad del hombre, y más concretamente objeto sexual accesible. Al que surge del sistema patriarcal, la mujer es dominada y propiedad del hombre, pero que se exalta por el capitalismo y potencia y perpetúa sobre todo en la publicidad. Algo que incide directamente en la relación cotidiana entre hombres y mujeres a nivel simbólico, estructural y de violencia física. 3.3.1. Lo estético en Sudamérica y África. En el caso de otras razas se pone de manifiesto como los patrones estéticos impuestos desde la publicidad, medios de comunicación, etc. es el de una mujer blanca (piel blanca, pelo liso, ojos claros…, además de la delgadez, la juventud, etc.). Genera una fuerte presión desde un ideal racialmente inviable, una doble presión vs la mujer blanca. “Me acuerdo en unas comunidades indígenas en Guatemala que era el día de la madre y había un cartel, no se si lo había financiado EEUU o quién, ¡Viva el día de la madre! Con una mujer rubia con ojos azules y una criatura rubia y de ojos azules. En Guatemala en comunidades indígenas, y es una puta locura porque si me tengo que identificar con ese modelo, me opero y me opero y estoy tan concentrada en cumplir con eso cánones que no me da tiempo para nada más.” Esto lleva a que, en la actualidad, en muchos países sudamericanos, africanos, las mujeres inviertan gran parte de su economía en ir contra natura: blanquearse una piel que no es biológicamente blanca. Además de las presiones emocionales, se le asocia una violencia directa por los efectos secundarios inherentes (cáncer). También, en esa lucha por ser esa mujer blanca “paradigma estético y vital (éxito, aceptación, querida…)” las mujeres negras sustituyen su pelo por apósitos sucedáneos de extensiones de pelo liso o utilizan químicos muy potentes para alisarlo. Todo ello con un alto coste económico, simbólico e incluso físico. “Hay todo un mercado en torno a las mujeres negras sobre su belleza. Y tiene que ver con el cabello. Un mercado enorme fuertísimo, de procesos químicos para alisar y para tener pelo liso. En Salvador vendí mi pelo porque hay un mercado de compra de pelo con apliques para que tengan el pelo largo. Es super caro ponérselo y las mujeres pobres lo hacen. Tiene mucha presión” “Trabajando con las mujeres del Sahara lo que está de moda es que estén blancas y se compran cremas blanqueantes que son cancerígenas. Y es que es imposible que seas 53 Análisis de la violencia machista en el consumo convencional capitalista blanca primero por etnia y segundo porque estás en el desierto a 40 grados. Se cubren de mil cosas, no caminan lo que conlleva problemas de diabetes” Desde el discurso de las expertas en Latinoamérica o con relación con estos países, se evidencia la fuerte presión por modificar plásticamente el cuerpo y exaltar los atributos femeninos a través de operaciones. Algo tan naturalizado que se ha generalizado incluso entre mujeres con bajo poder adquisitivo. Más allá de la violencia directa y los problemas de malas operaciones etc… hay una fuerte inversión económica que las lleva a un fuerte endeudamiento. “Medellín, es una de las ciudades en Colombia con más demanda de cirugía plástica por parte de las mujeres, fruto de ello, han ocurrido hasta muertes debido a tratamientos inadecuados realizados por personas no profesionales. Las mujeres, en ocasiones, terminan en una carrera loca de cirugía tras cirugía, pues el intento de verse cada vez mejor se vuelve en algo insaciable. Todo ello para responder a parámetros de belleza impuestos y a la falta de conciencia de las mujeres para resistir a esto y poner su valía en la estética-belleza.” 3.3.2. Lo estético y las mujeres lesbianas, transexuales e intersexuales. Asumir la estética de su sexo / género choca con la creación de su identidad. Asumir otra estética que no es la de su género conlleva rechazo y problemas de tallaje, etc. La mujer lesbiana, además, recibe una presión mayor. Por una parte se exige de ellas feminidad por ser mujeres con la existencia de ese único patrón, algo que es una violencia cara a la configuración de su identidad. Por otra parte, si no se feminizan, se las excluye directamente de un sistema que mira a la mujer bajo la óptica de la aprobación masculina y una estética concreta orientada al “reclamo masculino” (afecta a todos los niveles incluso laboral): se las “castiga” socialmente por no cumplir este papel. En torno a lo estético se afirma que las opciones son nulas y la alternativa es una estética masculinizada en donde se acude al contrapatrón (con problemas de tallaje, etc.) “Para empezar no puede ir con un traje de hombre y tendrá que ir con un traje de chaqueta o tacones porque el consumo en determinado trabajo está asociado a una imagen” Igualmente la transexualidad e intersexualidad está penalizada socialmente, se omite y excluye dentro de este mecanismo, y en esto la estética juega un papel que es fundamental: no reconocer la existencia de un sector que necesita tallas específicas, sobre todo transexuales mujer, con una anatomía biológica de tallaje masculino, pero con la necesidad de feminizarse (ropa, complementos, calzado, etc.) es invisibilizar y anular a este grupo de población e impedir su normalización. 54 Análisis de la violencia machista en el consumo convencional capitalista Un mercado que limita y condiciona la libertad de consumo para vertebrar la propia identidad. Colateralmente el reconocer desde “el aspecto” la transexualidad genera rechazo social, laboral, impidiendo el acceso a un trabajo “digno” “De ese tipo de mujer también saldrían las mujeres transexuales, masculinas, yo creo que no consumen de la misma manera. Es muy difícil por ejemplo para una mujer con estética masculina, porque se tiene que comprar ropa de hombre. No hay ropa que se pueda ajustar a tu forma física que no sean modelos femeninos que se definen para una feminidad. Si me tengo que comprar zapatos que tengo un pie pequeño me tengo que comprar o de niño o de muy de chica con taconcito, abiertas, o sandalias… tienes que ir con zapatillas e igual a ti no te gustan las zapatillas quieres ir con zapatos” 3.3.3. La exigencia estética en el hombre En lo estético se reproduce la desigualdad de género. A diferencia de la mujer el hombre no sufre la presión y el valor de ser desde su cuerpo. El hombre se significa por muchos valores y variables antes que el cuerpo, de ahí que no tenga las exigencias draconianas de las mujeres: se le permite envejecer y mostrar las características del envejecimiento (arrugas, canas, tripa…), se le permite engordar, etc. Porque él no está mirado con lupa ni por las mujeres ni por la sociedad desde su corporeidad. No obstante se observa que en los últimos años el mercado ofrece cada vez más productos de estética al hombre. Lejos de ser una postura de igualdad, el esclavizar no es igualitario, es una apuesta del sistema capitalista creando la necesidad de lo estético en el hombre: un nuevo nicho = mayores beneficios. Y que además la propia desigualdad y diferenciación de género es algo que aprovecha el sistema capitalista para crear productos diferenciados tanto en formatos, colores, olores, valores emocionales en su uso… Productos más orientados a higiene que a perfeccionar y ajustarse a un canon ya que para el hombre no hay un estereotipo ideal y aspiracional concreto, limitante y limitado. “Es cierto, y en esto hay que diferenciar los efectos que ello representa en el caso de los hombres respecto a las mujeres. El capitalismo le importa es que la gente consuma, de todas las edades, culturas, etnias, géneros, etc” “El consumo tiene que crecer y tiene en los hombres un potencial muy grande si cogen a los hombres tienen más mercado (…) pero la presión es distinta y los mensajes son distintos” “Se vende belleza de otra manera, dicen eres listo y además eres guapo. El mensaje para que consuman es diferente.” El hombre entra en lo estético no como algo normativo y connatural a su naturaleza, como hemos visto entra desde la oportunidad de lucro que percibe el sistema capitalista. Y en este sentido los códigos, mensajes, productos, etc. son muy distintos a los de las mujeres. Mientras a la mujer se le exige al hombre no, mientras a la mujer se la disecciona en parte y para cada 55 Análisis de la violencia machista en el consumo convencional capitalista parte del cuerpo le corresponde un producto al hombre le vale con una “sola cosa”. La promesa en las mujeres es la felicidad, el amor, el reconocimiento del hombre, la reproducción… en el caso del hombre es el refuerzo en valores masculinos: éxito laboral, éxito en la conquista de mujeres. Pero como decimos desde lo secundario, porque ese éxito está garantizado desde variables que configuran lo que es ser hombre: el poder, las posesiones materiales, la inteligencia, etc. Se observa además, que enfermedades asociadas a lo estético: Bulimia, anorexia etc son muy minoritarias en los hombres vs las mujeres así como las operaciones estéticas, tratamientos, la necesidad de acumular textil y renovarlo continuamente…. “También empezando hacia los hombres. Y por esa tiranía todos los problemas generados de bulimia y anorexia pero sobre todo de anorexia, porque 9 de cada 10 casos de anorexia son mujeres” Por lo tanto desde la libertad de decidir entrar en lo estético o no y por no ser valorado, ni juzgado, ni discriminado por ello no podemos decir que el hombre esté sometido a la esclavitud de su cuerpo como la mujer (ni sufra violencias en la misma medida) A continuación, al igual que en apartado anterior, se presenta un cuadro en el que se detallan las situaciones concretas de violencia, asociadas al ámbito estético, recogidas en el discurso tanto de las expertas como de las mujeres (población general). Además esas violencias se vinculan a los 3 tipos de violencia: estructural, simbólica y directa, teniendo estas dos últimas una fuerte presencia en este ámbito. 56 Análisis de la violencia machista en el consumo convencional capitalista Violencia machista en el ámbito de lo estético Violencia machista en el ámbito de lo estético SITUACIONES CONCRETAS DE VIOLENCIA • Desigualdad en la presión ejercida, promesa cosmética y distinción de productos por género. • Estar perfecta siempre (mucho peso en publicidad y medios) Comunicación de Rexona, una mujer “superwoman” que se dedica a los hijos, al trabajo y que no se permite ni sudar u oler. • La obligatoriedad de entrar en el corsé estético normativo, si no se penaliza. Por ejemplo… Programas del corazón, prensa etc en donde lo que se critica es la estética de la mujer: si ha engordado, como va… En el ámbito laboral, el valor de la imagen es más fuerte que en los hombres. Cuidarse de no ser muy sexy pero también de estar bajo el parámetro deseado: “es tan importante como el curriculum” • Patrón estético muy concreto y estricto, limitante y limitado: Juventud, delgadez, pelo lustroso, piel tersa, sin bello, etc. que es inalcanzable para la mayoría de las mujeres. El consumo estético como una manera de conseguir ese ideal que nunca se consigue. Patrón estético inviable para otras razas / etnias que no sean la blanca. Tratamientos de blanqueamiento de piel (Sudamérica, y África), extensiones de pelo liso. Por ejemplo publicidad, películas, programas de televisión… con un patrón muy concreto de mujer • La posición de la mujer como objeto (muy potenciado en publicidad, medios de comunicación). Por una parte, objeto moldeable para gustar, porque gustar al hombre es algo inherente a su naturaleza. Por otra parte, el uso publicitario, TIPO DE VIOLENCIA Violencia estructural • Se reproduce el sistema de dominante-dominada. • La significación social de la mujer por tener pareja y el sistema para tenerla es ser sexual / estéticamente atractiva (bajo el canon) • La imposición de cánones de belleza blancos como lo ideal y aspiracional: un claro indicador de cuál se supone que es la raza “superior, perfecta…” dentro de la estructura social y en la división de hemisferios. • La mujer mayor, “vieja”, sin valor en la estructura: fuera de lo sexual y fuera del ciclo reproductor. Implica perder su escaso valor en el sistema.. • Lo no heterosexual se invisibiliza: en comunicaciones, opciones estéticas, tallajes… Violencia simbólica • La mujer un ser imperfecto y sin libertad, no puede ser como quiere ser sino como se espera que sea. Y en ese sentido siempre hay algo que cambiar, resaltar o contra lo que luchar. La no aceptación de la diversidad, del yo. El mecanismo para el control desde la necesidad de “luchar” por satisfacer e integrarse, ser aceptada, valorada. • El sistema capitalista moldea a la mujer según sus necesidades, lo que ahora vale mañana no (modas), usa esto porque te va a hacer… lo que viene a reafirmarlas como personas inseguras sin confianza, sin capacidad de aceptación desde la diversidad. Dar más valor a otros aspectos más allá de lo estético y que son más estables en el tiempo. En lo cosmético está la promesa de que su uso acerca a un canon que implica aceptación, amor, reconocimiento, conseguir a un hombre. Cuando en realidad es perpetuar la inseguridad, hacerlas más vulnerables, ya que el sistema no crea palancas solidas de autoestima, sino que utiliza “cosas” volubles, contra natura y con una promesa inviable. • Todo un simbolismo que configura a la mujer con una imagen de ser innatamente banal, frívola, coqueta, que se ocupa de las cosas superficiales como su cuerpo y que le gusta gastar en sí misma y comprar mucho. Cuando el hombre no lo necesita 57 Análisis de la violencia machista en el consumo convencional capitalista comercial, como objeto sexual, como un objeto más de posesión para el hombre: la cosificación de la mujer altamente sexualizada, accesible, silenciosa… • En la publicidad el valor de lo estético se presenta como la única herramienta para ser querida, respetada, valorada, atraer al hombre y tener su valor y reconocimiento, ser feliz… • Un sistema que genera continuamente necesidades estéticas a la mujer: Se desmembra en partes en donde cada una necesita un cuidado / embellecimiento específico o múltiple (codo, mejillas, ojeras, pies, glúteos…) Modas cambiantes con frecuencia, que conllevan un gasto continúo para no estar desfasada, sobre todo en textil. Anuncio de Casillas, el usa un producto su mujer muchos (la mujer necesita cuidarse más y más partes) • El consumo para la lucha contra la propia biología y la aceptación: caminar hacia el ideal. Toda una cosmética, tratamientos y operaciones para no evidenciar y/o luchar contra el envejecimiento: camuflar las canas, cremas antiarrugas, operaciones de estiramiento, etc. Una lucha contra el ciclo de vida de la mujer, una batalla perdida. Cosméticos que a su vez son muy químicos: parabenos, siliconas (maquillaje, champús…) Toda la cosmética para luchar contra la biología femenina: anticelulitis, antiestrías. Tratamientos de blanqueamiento de dientes. Tratamientos estéticos, cirugía plástica para revertir el envejecimiento y para aumentar el tamaño de los atributos sexuales y de reclamo femenino: pecho, culo… Depilación incluso genital: el vello es masculino, la depilación de genitales crea mujeres “lolita” bajo el símbolo de lo controlable e inexperto. • • • • • • • • • • • • porque dedica su tiempo a “otras cosas” y si usa es un producto porque hay menos que “arreglar” La utilización de la mujer como un objeto sexual, sobre todo en las comunicaciones, publicidad. La mujer es algo que se reduce al placer para el hombre, y que es accesible y sumiso. La promesa que detrás del cumplimiento de la norma estética, única y exclusivamente por eso, se es feliz, deseada, se es mejor, más valorada… La promesa de que detrás del canon está el tener pareja o no ser abandonada por la pareja. El miedo latente en la mujer de no contar con una figura masculina que la valide socialmente. El miedo al envejecimiento por la pérdida de valor asociado a él y la desvinculación de cumplir años a tener más conocimiento / saber. Acudir a todo tipo de tratamientos, cosmética para camuflar los signos de la vejes (canas, arrugas…), prevenir los signos, atenuarlos. Recurrir a operaciones estéticas. Una presión muy elevada porque implica una lucha contra la biología: frustración, falta de aceptación, miedo al rechazo… La cosmética y operaciones prometen parar el tiempo, un imposible. La necesidad de estar a la moda para ser aceptada: gasto continuo y frecuente, acumulación textil, modelar los gustos en torno a la moda. La necesidad de no tener vello para no transmitir masculinidad. Camuflar la mala cara, cansancio, para ajustarla a la demanda de la sociedad: una mujer siempre debe mostrarse perfecta, fresca y a la que la doble jornada (casa / trabajo) no afecta. Exaltar los atributos femeninos como reafirmación de la feminidad y su reclamo desde lo cosmético, textil e incluso tratamientos y operaciones quirúrgicas. Una fuerte inversión de tiempo en lo estético y además no para el yo si no para los otros. El encorsetamiento físico también condiciona la movilidad de la mujer y su autonomía. Una mujer para ser vista no para la acción, la iniciativa, la movilidad. Diferenciación del servicio / atención en tienda realizado por mujeres. Aunque el usuario sea hombre la experta es la mujer: es su territorio. La adopción de una estética que denote masculinidad, sobre todo asociado al ámbito laboral, denota que a ella (el reflejo del hombre) se asocian valores de autoridad, poder, respeto que se 58 Análisis de la violencia machista en el consumo convencional capitalista Piel suave: Incluso el anuncio de Dove propone diferentes cuerpos pero todo dentro de una armonía y con pieles lustrosas. Estar delgada, en torno a la talla 36. o Además desde la industria textil los tallajes limitan el acceso a las prendas a partir de la talla 40-42. o Grandes cadenas no permiten el acceso a su ropa y a su vez genera el efecto adelgazar para entra en ella y estar a la moda. o Acudir a gimnasios para adelgazar no para estar saludable. o Dietas o Máquinas para quemar grasas: sautonik quema la piel Ropa para reconstruirse / reformularse o Ropa ajustada e incómoda: Pantalones de pitillo, push up y corsés… que ensalzar y remarcan la figura femenina. o Sujetadores para aumentar o reducir el pecho, fajas para dar forma al cuerpo. o Tacones altos, plataformas: un elemento asociado a sentirse sexy y segura, con confianza pero que daña la espalda y reduce la autonomía y movilidad en algunas calles (mal empedradas, etc.) Tanga, encajes en ropa interior, sintéticos, incómodos, poco respetuosos con la piel. o Ropa sintética, zapatos de plástico. o Pantalones de tiro bajo que desprotegen la espalda: lumbalgia. • Modelos concretos textiles: estampados con flores, determinados colores, formas… y la falta de modelos textiles/ tallas para actividades que se suponen no son de mujer (botas escalar…) así como falta de tallas para transexuales etc. • Inversión económica en lo estético: o Donde interesa la acumulación y la renovación más que la necesidad básica: En ropa, tratamientos capilares, cosméticos, etc. o Fuerte inversión en cirugías (incluso hasta endeudarse sobre todo en Latinoamérica) o Gasto En múltiples productos, más aún transfieren a la usuaria. En si no tiene esos valores o no se visibilizan si no se acerca formalmente a lo que es ser un hombre. Violencia directa • La merma psicológica desde la falta de aceptación. • La presión psicológica y control de las ingestas para ser una mujer físicamente perfecta, en donde la mujer tiene que controlar qué come y cuánto. • La presión psicológica por ser atractiva y luchar contra el paso del tiempo y la frustración colateral por no llegar a ese ideal. • Frustración desde la limitación al acceso de determinados productos cosméticos, tratamientos: sentir que no se está en igualdad de condiciones. • Usos que son autolesivos. Daño físico de diferente índole: dolor de espalda, durezas (tacones), mala circulación (ropa ajustada, corsés, pitillos,…), lumbalgia (pantalones de tiro bajo…), heridas (tanga,), alergias (textil sintético, sudoración) • Enfermedades relacionadas con querer adelgazar, con la autoaceptación: Bulimia, anorexia. • Enfermedades (cáncer, dermatitis, etc.) relacionadas con los químicos usados en estética (blanqueantes, pintalabios, eyeliner, tintes para el pelo) • Heridas generadas por tratamientos láser, máquinas adelgazantes. • Muerte, deformaciones por cirugía estética / plástica • La fuerte inversión económica en cosmética, textil pero sobre todo en tratamientos y operaciones. Afecta por una parte al poder adquisitivo de las mujeres que se ve menguando en las clases menos adineradas llegando a hipotecarse. La peor calidad de los productos entre población más empobrecida (más baratos suelen ser más químicos). Reducir su poder adquisitivo orientable para otras cuestiones como la mejora de la calidad de vida, la formación etc. • El elevado coste de productos hechos con materiales respetuosos con el cuerpo (algodón, cuero, etc.) accesible para las mejores economías 59 Análisis de la violencia machista en el consumo convencional capitalista porque el cuerpo se fragmenta en partes y se le aplican diferentes niveles de cuidado, tratamiento y embellecimiento (multiproductos por zona) • Ámbito de cosmética y tiendas de ropa atienden mujeres. • La masculinización de la imagen de la mujer en ámbitos masculinos o para imponer poder. • Piel de animales como atributo social (dominancia masculina que aporta lujo a su mujer como objeto de exhibición de su poder) Violencia machista en el ámbito de lo estético “Las situaciones concretas de cada mujer que tienen que ver con su exceso de peso o su falta y que contribuyen a la merma psicológica, la inseguridad. La idea de que cuidarse es gustar al sexo opuesto porque es el que me tiene que aceptar y también en lo laboral” “Venden juventud a saco Paco, las mujeres no podemos tener canas, 4 kilos de más. Nada más parir debemos estar como sílfides, la mujer dando de mamar y a la vez haciendo régimen, es una tortura” “En las operaciones la violencia es la terrible que presión que tenemos como mujeres y las mujeres estamos recibiendo todo el tiempo sobre lo que es ser bonita, parecer más joven, ser objeto de deseo de los hombres, para mantener a tu hombre, para ser aceptada por la sociedad, en tu empleo… entonces es una construcción de lo que es aceptable para una mujer en la sociedad. Los hombres tienen derecho a envejecer, las mujeres no. Tenemos que mantener una apariencia física y de comportamiento eternamente joven para mantener a nuestros hombres, mantener el empleo. Y para adaptarnos a ese patrón está el botox, al cirugías… aquí en Brasil hay una violencia en torno a esto, porque hay un mercado enorme, es el segundo mercado creo después de EEUU y la presión es muy fuerte. Las mujeres se meten en deudas financieras muy altas y hay muchos, muchos casos de problemas con la cirugía. Mujeres que mueren, que se quedan deformadas, con problemas físicos muy radicales por cirugías mal hechas o por gente sin capacidad.” “La violencia se ve en que una cosa es que yo sea consciente de mi salud y yo me cuide a través de determinada cosmética y otra cosa es que sin tener en cuenta la salud yo lleve una imagen que es la imagen que se me pide (…) Claro las mujeres tienen que ser eternas adolescentes por eso proliferan las clínicas de cirugía para hacerse operaciones, quitarse la grasa… Porque la mujer no puede envejecer porque en el momento en que envejezca no tiene valor social, no tiene posibilidades ni en lo laboral porque muchos de los empleos que ocupan las mujeres en ellos la imagen es muy importante” “La cirugía es una mutilación del cuerpo que genera muchos accidentes, son prácticas autolesivas (…) no tenemos otra manera de darnos valor (…) la promesa de siéntete guapa y así estarás bien” “Las ves con una delgadez extrema y que están todo el rato preocupadas por no pasar de la talla tal. Y quiero decir que también se ejerce violencia contra ellas también. Es una cosa, y para el resto de mujeres es algo que tienes que alcanzar y que jamás vas a llegar a ser como esa tía. Y genera un nivel de ansiedad impresionante y que las mujeres con 40 años seamos viejas y el run, run que tienen muchísimas mujeres casadas o con pareja de que cuando envejecen dejan de ser interesantes, dejan de ser atractivas, dejan de seducir a su marido o pareja. Y que si se van a fijar en una tía joven con las tetas tiesas y no sé qué y eso subyace muchísimo en el subconsciente de la mujer. Y eso desde el consumo lleva a que las imágenes que se publicitan constantemente 60 Análisis de la violencia machista en el consumo convencional capitalista son ¿Quién publicita un cosmético? Lo publicita una mujer gordita, más o menos… no, lo publicita una tía de 90-60-90.” “la mujer no puede andar deprisa hay que darla el brazo para que ande con esos tacones ¡Coño porque son de 20 centímetros y se puede caer (…) tienes que tener mucha ropa para que no piensen que eres un ama de casa que sólo tiene ropita para estar cómoda (…) y las braguitas con encajes acrílicos que además de incómodas a mime dan cándidas, los zapatos de plástico que te cuecen el pie” “Que digan que la anorexia, la bulimia también pero sobre todo la anorexia, afecta sobre todo a mujeres muy inteligentes muy exigentes consigo mismas, en lo intelectual incluso pero también en lo de conseguir el cuerpo. Aunque también afecta a chicos pero el porcentaje de mujeres afectadas por anorexia es mucho más alto” “Se convierte el cuerpo de la mujer en un valor de intercambio para el sexo, el trabajo de cuidados y en la publicidad se ve continuamente el mismo esquema de cuerpo de mujer (…) es violencia porque se busca que el cuerpo sea de una manera y no de otra” “El tema de las varices y problemas circulatorios muchos de ellos tienen que ver con llevar ropa muy ajustada. Las lumbalgias con la moda de los pantalones bajo, es un factor más porque la zona lumbar es especialmente sensible al frío y si llevas esa zona al aire te puede dar una lumbalgia y quedarte clavada (…) Los anuncios de la saunatonik que se sabe que producen quemaduras, nos engañan y el ministerio de sanidad no hace nada.” “Vi un anuncio de Casillas hace poco que creo que era capilar. No se ni que marca. Un baño lleno de potingues se supone que son de su esposa, hace así los quita esto no sirve para nada, pone lo suyo que es una sola cosa y con eso ya tienes el pelo perfecto. Quitas todo lo de la mujer y el con una sola cosa tiene el pelo perfecto no hace falta todo esto para ser el tío guaaa. Quiere decir que las mujeres somos banales, que solo nos fijamos en el físico, que solo buscamos ser una cosa no una persona que habla de política, de futbol, de trabajo, del día a día” “En la estética te imponen el que dirá la gente y eso influye, te vistes para ti pero estás buscando siempre la aprobación social” (Grupo Vitoria) “Estéticamente no está admitió ir sin depilar. Vas por la piscina así y… a mi me pasa que me tengo que depilar las ingles de arriba abajo porque soy muy peluda y los brazos me los tengo que depilar porque si no se me ve una montaña así y claro en la piscina y con los pelos, que se te sala por los lados del bikini, me veo super cohibida ¡Me están mirando! La gente te mira porque lo habitual es no tener pelos, lo habitual es ir depilada. Lo normal. Y yo si veo a una chica con pelos en las piernas lo pienso (…) De no femenina sobre todo. Es una guarra, o una machorra, dejada” (Grupo Vitoria) “4 canas queda horrible y hace a sucio. Me debo al espejo, la crítica soy yo. Soy la que me tengo que enfrentar con mi imagen en el espejo y primero es para mi. Si yo estoy segura de esa (la que ve en el espejo) Yo me puedo enfrentar a lo demás. Ser fuerte, no digo la perfección pero estar a gusto.” (Grupo Bilbao) “Estoy acomplejada con las bolsas de los ojos y la amiga que te dice has estado toda la noche… y tengo un complejo de las bolsas que no veas. Da sensación de cansada, triste, no transmites la mirada de alegría y me lo dicen y me siento mal. Cada una se mira en el espejo y ve lo que ve. Mi meta es hacerme una operación de bolsas y párpados. Tres amigas se lo han hecho y conozco un buen cirujano y lo voy a hacer. Las cremas no me han hecho nada. Lo voy a hacer porque me quiero ver bien, lo he sopesado y me quiero ver bien. Te hace la sociedad verte mal cuando te dicen tienes cara de cansada, físicamente no me duele pero me duele el comentario… que mala cara, mi madre vayas bolsas que tienes. Y ama mira que utilizo las cremas para ello y de 10 a 100 euros” (Grupo Bilbao) 61 Análisis de la violencia machista en el consumo convencional capitalista Ámbito público: movilidad en los municipios. 3.4.1. La movilidad en los municipios y la violencia hacia la mujer La posición androcéntrica orientada hacia el trabajo público hace que la ciudad en sí no esté configurada contra la mujer, pero si afecta a la mujer como actual y principal depositaria de los cuidados. Por su rol de cuidadora se perciben como violencias al dificultar su calidad de vida (fuerte inversión de tiempo, estrés, agotamiento…): Moverse : El bajo uso del coche: El uso del coche es principalmente masculino (Objeto de valor, libertad, asociado a la masculinidad, marca la diferenciación de género desde el poder y los atributos de poder). La mujer, por lo tanto, se mueve por la ciudad principalmente en transporte público, a pie, en bicicleta. El hecho de que el hombre sea el depositario del uso del coche, por otra parte, mengua su capacidad de autonomía y libertad de movimiento y le genera dependencia de movilidad frente a su pareja. A pie: Abundantes obstáculos arquitectónicos, obras, que dificultan la movilidad con carritos de niño, de la compra afectando principalmente a mujeres con niños pequeños, personas dependientes y a personas mayores. Transporte público: Se destaca la falta de transportes públicos o su mala interconexión en las cortas distancias. La mujer se mueve principalmente en trayectos cortos en su faceta de cuidadora. Para llevar a los niños al parque, cuidar de dependientes, acudir al centro de salud, colegios, hacer la compra etc. Este aspecto dificulta su movilidad y supone una mayor inversión de tiempo. Si bien para Bilbao el transporte no se percibe como un problema, el metro comunica bien toda la ciudad. La falta de carril bici o el peligro de andar por ellos en algunas ciudades Por otra parte se señala la progresiva eliminación de espacios para el descanso (bancos, etc.) algo que afecta especialmente a las personas mayores, sobre todo mujeres que aún mayores siguen encargándose de la compra del hogar. Afecta también a su capacidad de sociabilización: El banco como punto de encuentro de la tercera edad. Cuidar: Servicios públicos insuficientes (salud etc) que cada vez tienen peor calidad y menor cobertura. Implica que la mujer tenga que dedicar más tiempo a los cuidados. Con especial peso en países latinoamericanos. La progresiva desaparición o falta parques: dificulta el acceso cercano para llevar a los niños, implica movilizarse a distancias más largas o acudir a centros comerciales (incrementa el consumo) 62 Análisis de la violencia machista en el consumo convencional capitalista Esparcimiento / ocio: Perdida, en general, de espacios públicos de relación, privatizados para su mercantilización (terrazas). Limitan el acceso a las relaciones en espacios públicos, las habituales entre las mujeres y población con menos recursos. El espacio privado como lugar de esparcimiento conlleva un gasto y no es un encuentro espontáneo (hay que quedar) La configuración de la ciudad en urbanizaciones alejadas entre si, o edificios de acceso directo garaje - vivienda ha dado lugar a que las relaciones con el entorno hayan desaparecido. Se prima el individualismo y el desarraigo. En este sentido afecta sobre todo a las mujeres y en concreto a las que no trabajan fuera del hogar. Espacios de esparcimiento públicos “solo para hombres. Una situación planteada desde el discurso de la experta en Brasil, en donde aquellos espacios de ocio relacionados con deportes vinculados a la masculinidad están vetados a las mujeres. Si estas intentan acceder reciben violencia directa. La seguridad y la agresión sexual: Se parte de que el primer problema radica en la percepción de la mujer como un objeto más de consumo del hombre. Eso genera que haya espacios y circunstancias de peligro donde el hombre se sienta cómodo para “apropiarse del objeto mujer”. Una mujer que camina sopesando los niveles de peligrosidad, educada en la vulnerabilidad y el miedo y a la que se culpa si “algo sucede” por ser objeto de provocación o poco “precavida”. La sensación de vulnerabilidad de la mujer en los municipios es mucho mayor en Latinoamérica lo que denota una mayor carga de diferenciación dominador-dominada y una mayor percepción de la mujer como objeto consumible en si misma sin capacidad de decisión. Los contextos de peligro definidos son… Los puntos negros: La noche se plantea como un momento de “máximo peligro” sobre todo en calles o zonas sin iluminación o mal iluminadas, espacios de transito sin visibilidad –puntos ciegos-, los transportes públicos (sobre todo Sudamérica), las paradas de metro, autobús alejadas de zonas urbanizadas. De día: los roces en transportes públicos (con más presencia en Latinoamérica), los piropos… La forma de ocupar el espacio público: Mientras las mujeres ocupan poco espacio, se preocupan de no tocar / rozar al varón, sentarse con las piernas cruzadas, es decir, nos transmitir ningún mensaje por sútil que sea de que es accesible, provoca. El hombre coloniza el espacio, se expande, abre las piernas... En urbanizaciones aisladas el miedo a ser asaltadas (poner alarmas) La alternativa de las líneas de taxi rosa o la propuesta de un vagón de metro rosa (Brasil), algo que desde el feminismo no se aprueba. El problema de la violencia directa no es de la mujer, hacer un transporte específico para ella la culpabiliza en el caso de que la ocurra algo fuera de este espacio y además genera e incrementa la segregación sexual. No es la solución. 63 Análisis de la violencia machista en el consumo convencional capitalista Un espacio que es poco amable para la mujer, que siente estrés, depresión desde el aislamiento, depresión, baja autoestima, etc. que se somatiza afectado a lo físico (contracturas, agotamiento, etc.) El aislamiento además es el caldo de cultivo para la violencia directa. Pero además el ocio y tiempo libre se ve muy limitado y condicionado. Por una parte por la fuerte inversión de tiempo en la movilidad en la ciudad. Por otra parte porque los momentos de inseguridad, principalmente la noche, hace que modifique sus deseos y necesidades: Llegar antes a casa, llegar acompañada, revisar la ropa con la que va a llegar a casa y si es adecuada, coger un taxi, no salir de casa para evitar situaciones de inseguridad y agresión… Aunque no se profundiza se habla de espacios “non gratos” para la población LGBT. Violencia machista en el ámbito de la movilidad en municipios. Violencia machista en el ámbito de la movilidad en municipios SITUACIONES CONCRETAS DE VIOLENCIA TIPO DE VIOLENCIA • La ciudad no está creada para una vida Violencia estructural amable para el ser humano, pero si tiene Una configuración del espacio que conlleva una una configuración androcéntrica en el distinción de género. No porque se haya hecho para sentido que no se ha estructurado para los el hombre o para la mujer, sino por haberse hecho cuidados pero si para el trabajo fuera del para la producción y el trabajo fuera del hogar y las hogar, el transporte en coche… Es decir está distancias largas. En ese sentido, la violencia reside hecha para las funciones y usos de los que en que no se facilita la movilidad en torno a los actualmente el hombre es protagonista. cuidados vs el trabajo remunerado ( masculino) • Transportes. Falta de seguridad en la movilidad nocturna desde Como cuidadora (llevar a los niños al la visión de la mujer como objeto dominado, colegio, parque, médico, hacer las abordable y consumible compras, cuidar de dependientes) le El La falta de autonomía y libertad de la mujer que implica movilidad en cortas distancias. depende principalmente del transporte público En este sentido los medios de (frecuencias, horarios) transporte no hacen recorridos tan El hombre se siente dueño del espacio público y cortos y en la movilidad a pie se puede ejercer derecho a usarlo como crea y en ese encuentra con abundantes obstáculos uso está la mujer por transitar por lo público arquitectónicos, obras aceras estrechas (piropos, agresiones sexuales….) (versus grades carriles para coches), Generar que la mujer tenga que decidir entre autobuses no preparados para los trabajar dentro o fuera del hogar por la carritos, que le dificultan y conllevan imposibilidad de no poder abordar materialmente más tiempo, estresan. (tiempo), físicamente y mentalmente los dos tipos El coche sigue siendo un transporte de trabajo. En ese sentido, la presión personal y principalmente masculino. Ante un social lleva a la mujer a decidir por el hogar en el vehículo se prioriza a la mujer, muchas caso de tener dependientes. veces sin carnet. La limita en su Espacios que se privatizan o suprimen para no capacidad de autonomía, movilidad y facilitar las relaciones sociales gratuitas, afectando a 64 Análisis de la violencia machista en el consumo convencional capitalista libertad. La ciudad está atravesada por grandes carreteras y aceras estrechas. En el ámbito de Euskadi, en concreto Bilbao, se valora positivamente el transporte público a corta distancia y la movilidad en bicicleta (también Gasteiz) Ciudades poco preparadas para recorridos en bicicleta. Creación de taxi / metro rosa como sistema de segregación y falsa protección. • Roces con connotaciones sexuales en el transporte público, piropos. • La limitación en el espacio público: Supresión de zonas de descanso (bancos, parques) afectan sobre todo a la tercera edad y en concreto a la mujer (hace la compra etc) Supresión de espacios de esparcimiento o su reducción: menos parques, no cubiertos para las inclemencias del tiempo conlleva buscarlos en ocasiones lejos del hogar. Además la progresiva desaparición de espacios públicos en pos de su mercantilización reduce las posibilidades de relaciones tanto de las mujeres, como ancianos y población con menor poder adquisitivo que no puede recurrir sistemáticamente a espacios privados que implican gasto. Espacios públicos vetados a las mujeres por considerarse de uso y disfrute masculino (Por ejemplo Sudamérica zona para hacer deportes) Espacios “vetados” o en donde no es grato el colectivo LGTB. La ocupación física expansiva e invasiva del hombre vs la mujer replegada y mínima. • La creación de urbanizaciones / viviendas no facilitan las relaciones sociales, la movilidad autónoma y se perciben inseguras (aisladas): es necesario coger el coche para relacionarse, hacer las compras… pero el vehículo suele estar en posesión de la pareja masculina. La supresión de las relaciones vecinales con edificios a los que las mujeres en los cuidados (parques), el descanso en los trayectos, y la sociabilización con el entorno. Una manera de aislar, centrarse en el hogar, y una manera de promover el gasto. • • • • Violencia simbólica La percepción del municipio como: Un entorno hostil, difícil, individualista. Un entorno del hombre, en el que la mujer debe “guardarse” al ser un objeto que sale a un espacio que no es el propio: el peligro de pasar a ser un consumo más. División sexual de los transportes: El coche símbolo de masculinidad y poder en posesión del hombre. La mujer tiene un trabajo sin valor, no hace falta facilitar el transporte público, carriles de bicicleta, ni adecuar los lugares de tránsito (arreglar aceras, sin alturas, acceso para carritos…)porque no genera beneficios Miedo en la movilidad: Una mujer cohibida, vulnerable y miedosa Limitar la autonomía y las decisiones de vida: sobre todo de noche que ve sus salidas condicionadas, sin libertad de elección, horarios, ropa… o incluso no salir. La ocupación libre y expansiva del espacio público por parte del hombre, ser dueño de ese espacio vs la posición de la mujer. En donde además debe “cuidarse” de no molestar, de no transmitir señales erróneas que den pie a contactos indeseados etc Subyace el miedo a ser agredida, transmitir mensaje de provocación… una actitud y posición física de pudor, replegada sobre si. El deber de protegerse, cuidarse en el espacio público, sobre todo en determinados contextos. Un aspecto que conecta con el punto siguiente. La culpa: En el caso de ser agredidas, en contexto noche principalmente, la culpa por no haber sido cautas. La culpabilidad siempre planea en torno a la cabeza de la mujer, es una agresión en la movilidad. Subyace el discurso de “algo habrá hecho” “no debería ir sola” desde el componente de objeto sexual que tiene la mujer y de erotizar al hombre: 65 Análisis de la violencia machista en el consumo convencional capitalista se accede a la vivienda directamente, connaturalmente predispuesto al sexo. Por lo barrios sin pequeños comercios, parques etc tanto, la función de la mujer es protegerse. • Movilidad insegura sobre todo de noche En Latinoamérica, líneas rosas que con puntos negros (sin luz), espacios con discriminan, segregan y culpan a la mujer si no invisibilidad (esquinas, recovecos), las usa y es agredida porque el sistema le ha transporte público nocturno. dado una herramienta de protección y ella no • La percepción de inseguridad espacial y en la ha usado. la movilidad es mucho mayor en Latinoamérica donde hay más agresiones Violencia directa asociadas al transporte público, puntos • Enfermedades asociadas al estrés, depresión, negros, etc. cambios de humor que repercuten a nivel físico: • Alejadas del espacios naturales en mayor agotamiento, contracturas,… medida fuera de Euskadi (conlleva • Reducción del tiempo para la mujer: Frecuentes transportes largos) movilizaciones y cotas que conllevan mucho tiempo en el día a día: acortar la calidad de vida, tiempo de ocio… • Mella en el cuerpo por cargar con bolsas de la compra, carritos, etc. • Sensación de vulnerabilidad, falta de actitud empoderada, miedo a ser agredidas, psicosis del miedo en viviendas aisladas. • Aislamiento social. • Agresión verbal (piropos, etc.) • Agresión sexual • Agresión física Violencia machista en el ámbito de la movilidad en los municipios “Ir en un transporte público en donde intentas ir bien plegadita para no molestar a nadie porque ese es tu concepto de espacio público, tienes que cuidar de no molestar a nadie. Pero los hombres plaff se despanzurran, en el metro me pasa mucho. Y tú te ves violentada porque está ocupando tu espacio vital cosa que tú no estás haciendo con él. El hombre asume que el espacio es suyo se sienten legitimados y pruebo y trasgredo fronteras porque mi labor es conquistar espacios. Y si tu me dejas luego no te quejes porque me has dejado que me acercara, no me digas que no ¿eh? Me estabas buscando ¿eh? Porque yo te he hecho así y no te has quitado ¿eh? Te tienes que proteger como mujer, cuidar de no tocar a los demás y esto que está muy naturalizado es muy violento. Está violentando mi forma de estar en el mundo, como persona” “La Fever, la discoteca que está ahí, hay muchas mujeres que no van solas porque el metro les deja a 800 metros. Las discotecas en la periferia al lado de polígonos industriales en donde hay camiones aparcados en el camino el metro a la discoteca. Y hay mujeres a las que les genera mucha inseguridad de hecho ha habido agresiones. No se tiene en cuenta a las mujeres” “Problema de la psicosis del miedo. Mi madre que vive sola que no esté viendo esto. Por las mañanas saben que las mujeres están en casa y te pueden meter 20 a la hora y es como necesitas un sistema de seguridad porque te pueden atracar. Entonces te genero ese problema, te genero miedo, te genero edificios con patios cerrados interiores para que los niños jueguen ahí cerrados en vez de parques abiertos” “La pérdida de espacios públicos porque se han mercantilizado y sólo puedes estar en una plaza en la medida en que consumas. Me han echado en la plaza de Santa Ana porque están las terrazas y si no consumes no puedes estar ahí” 66 Análisis de la violencia machista en el consumo convencional capitalista “Usamos más el transporte público porque el coche familiar lo usa el hombre o los hijos cuando crecen porque están priorizados, la niña no, porque ya la llevará el novio. Eso se reproduce en dependencia, no puedo decir, cojo las llaves y me llevo el coche y me voy. Dependo de un transporte público.” “El año pasado hubo un proyecto de ley para crear un vagón rosa solo para mujeres. En el metro y trenes. Los grupos feministas luchamos contra eso porque es segregación y no queremos que haya violencia en ningún espacio público. La respuesta no es la segregación y la mujer que opta por no viajar en el vagón rosa ¿Qué pasa? Si sufre una violencia es responsabilidad de ella. (…) La sexualidad de los hombres es incontrolable y es lo normal, el hombre no es el problema es la mujer” “La movilidad para las mujeres se hace bastante difícil y peligrosa, la noche no pertenece a las mujeres en Colombia. El riesgo es altísimo porque no hay seguridad, ni protección, ni una ciudad pensada para las mujeres. Existe temor de tomar un taxi en la noche, solas. Los insultos y vejámenes por parte de hombres conductores cuando las mujeres van conduciendo carro por no infringir las normas del tránsito. El irrespeto y demostración de superioridad ocurridos en la calle a través de los piropos“ “El problema que tenemos es que partimos de un desarrollo urbano que no piensa en las necesidades humanas ya que el centro de lo urbano ha sido el comercio, del consumo, de las inversiones para eso se creó la ciudad. Necesitamos tener espacios donde reunirnos y claro que tiene que ver con el consumo” “En algunas ciudades están para proteger a la mujer ¿Cómo que para proteger a la mujer? Taxis conducidos y usados por mujeres. Estamos perpetuando esto, eso hace daño, no es un montón pero me impides crecer y en generaciones seguirá haciendo daño y de una manera que no se nota. Las líneas rosas refuerzan mi debilidad y vulnerabilidad en vez de ayudarme a despegar a decir no tengas miedo.” “Nunca he tenido problemas hasta que tuve a la nena si vas en autobús entran solo dos coches (carritos bebé), tu te quedas esperando al siguiente autobús, y si no al siguiente y al siguiente… o te vas a tu casa andando. Me siento vendida total, porque en verano dices me voy de paseo y ya pasará un autobús. Pero en invierno, que llueve o nieva, y tu ahí con el bebé. Me sentía desamparada total. En Vitoria el transporte público es muy malo, tengo que usar el coche para llegar al trabajo. Los sitios alejados o haces transbordo o cinco veces o nada. (…)Los horarios por la noche a partir de las 22.15 es el último autobús e igual en verano estás en el centro has ido al teatro sales a las 22.30 y me tengo que ir andando a casa o coger un taxi. O si sales tarde del trabajo.” (Grupo Vitoria) 67 Análisis de la violencia machista en el consumo convencional capitalista 3.3 Otros ámbitos de violencia machista en el consumo capitalista. De manera espontánea tanto las expertas como las mujeres señalan otros ámbitos de violencia machista en el consumo convencional capitalista. Otros ámbitos de violencia machista en el consumo capitalista AMBITO SITUACIONES CONCRETAS DE VIOLENCIA VIOLENCIAS • Juguetes para niña vinculados a lo que se supone connatural a ellas y lo que se espera de ellas en el futuro: cuidar, cocinar, amar… • Juguetes para niño que además de estar orientados a su género a nivel funciones (coche, juegos de construcción), se les promueve la creatividad, iniciativa etc. • Diferenciación por colores rosa y azul, y estampados y motivos (niñas flores, muñequitas…) • Anuncios de juguetes para niños con voz masculina y para niñas con voz aguda femenina. • Mal visto el uso de juguetes en donde no se produzca en binomio sexo / género. Afecta principalmente a niños trans, homosexuales etc. • Packaging con la imagen de la madre y el bebe incluso marca llamada “mama y bebe” • Publicidad en donde la madre cuida, limpia y el padre no aparece o juega con el bebe (no lo cuida) • Una diferenciación por géneros de lo que es inherente a un niño y una niña y predeterminar sus funciones, valores, actitudes y trabajos como adultos. • No sentirse aceptado desde pequeño por no asumir rol sexo género o no poder ejercer la libertad de elección según los gustos. • Atribuir una estética más dulce, frágil, detallista y coqueta a las niñas Reproducción • Anticonceptivos orales los consumen las • Se debe cuidar de un embarazo es la mujer: la culpable es la mujer por no reprimir la sexualidad. • Embarazos aplazados en el tiempo por la mayor dificultad de la mujer para integrarse y desarrollarse laboral y económicamente. • La mujer lesbiana fuera del circuito de la fecundidad, atenta contra la familia heterosexual y Juguetes Pro. Bebe mujeres, así como los inyectables en EEUU. • Los sistemas de fecundación “vendidos” como una oportunidad para la mujer • Vientres de alquiler, niños a la carta • Lesbianas las últimas o a la cola en las listas de reproducción. • El cuidado algo femenino. • Depositar la responsabilidad en la madre. • Una mujer feliz por cuidar, dar amor, limpiar… • Marcar de quién es la responsabilidad de los hijos de por vida • Sobrecargar a la mujer: Insomnio, cansancio, depresión 68 Análisis de la violencia machista en el consumo convencional capitalista en concreto con la omisión del hombre: inconcebible poder suprimirlo del sistema. Compresas / tampax Pañales adulto y dentaduras postizas Fármacos Coches Bricolaje • En el supermercado no están visibles, no están al lado de las cajas. Sensación de ser un producto que se oculta. • Publicidad que hace demostraciones con líquido azul • Mensajes publicitarios de no huele, no se nota. • Producto químicos en su composición • Critica del entorno (madre, suegra) si se envía a un hombre a comprar este producto. • Publicidad orientada a las mujeres • Mujer adulta pero no anciana (50 años más menos) • Lo femenino se invisibiliza • No aceptar la feminidad de la mujer al competo. • Circunscribir el aparato reproductor de la mujer al embarazo y el sexo. • Se medicalizan todos los ciclos de la mujer (menstruación, menopausia, etc.) • Se medicaliza a la mujer a partir de los 40 años para la depresión • Publicidad de medicamentos infantiles, en los que siempre aparece la madre como cuidadora y anteponiendo su rol de madre frente a otros, como p.e. su rol profesional (imagen de la madre llamando desde el trabajo para ver cómo se encuentra su hijo) • • Atención en tienda es un hombre • La atención e información cuando acude una pareja se dirige al hombre • Diferenciación de coches por género: Se asocian valores de rapidez, potencia, tamaño grande a os coches para hombre y seguridad y menor tamaño a los de mujer • Publicidad de coches en donde la mujer aparece como un objeto “una mujer encima del coche y del mismo color que la chapa” • Publicidad con un hombre solo conduciendo o si está la familia el conduce y ella habla con los niños. • Un producto que compra y usa el hombre en mayor medida. • La responsabilidad del cuidado en la madre. • Los ciclos de la mujer se desnaturalizan, pasan a ser enfermedades. • Tiendas de bricolaje espacio de hombres • Atienden hombres • Producto masculino, división por género. • La vejez algo que afecta a la mujer no al hombre • Algo ante o que la mujer debe luchar. • Producto masculino, si bien, se hacen coches para mujeres con valores diferenciales. Diferenciación de productos por género. • El que sabe es el hombre pero también el que tiene el dinero o está dispuesto a gastarlo. • Asociar la imagen de mujer como objeto al coche, máxima cosificación de la mujer y reafirmar el valor de dominante, éxito sexual del hombre a través de la compra 69 Análisis de la violencia machista en el consumo convencional capitalista • Si se acude con una pareja le atienden a el • Desde el propio establecimiento se duda de la capacidad de la mujer para hacer bricolaje. Se la invita a que la ayude un hombre. • La mujer no sabe no es su terreno, no es hábil ni tiene fuerza. • Es el espacio de lo doméstico pero también es el espacio de la fabricación. • En supermercados más alejado, en Gasteiz una zona de bodegas con menos luz. • Atienden y reponen hombres • Más presencia de compradores masculinos • En establecimientos de ocio (bar, restaurante) ante la duda de quién ha pedido la consumición con alcohol se le da al hombre siempre. • Publicidad de hombres bebiendo y mujeres al lado sonriendo, bailando. • Publicidad orientada al hombre • Bancarios hombres o bien mujeres masculinizadas (Spot Banco Santander) • Productos masculinos “son cosas importantes” • Diferenciación de consumos por producto, en donde el alcohol es algo de hombres. • Alcohol como algo duro, fuerte. • La mujer se debe controlar, de ahí que no se le asocien los consumos. Videojuegos • Imagen de dama / chica vulnerable, débil, que espera a su príncipe azul • Juegos agresivos. • Juegos violentos con asesinatos explícitos • Promover la diferencia de género y sus roles • Promover el amor romántico y naturalizar la violencia directa contra la mujer. Cultura • Producción cultural diferenciada por géneros • Libros, películas, telenovelas, series, cuentos con historias de amor romántico: mujer débil que espera a su media naranja que no la trata bien pero en el fondo es bueno. Chica que deja todo para seguir la vida que él desea. • Música con mucha carga agresiva (Brasil) o que refleja el amor romántico y el infravalor de la mujer “Sin ti no soy nada” de Amaral. • Cuentos que promueven la diferenciación de géneros y roles y valores asociados. • Menos tiempo para dedicar a la cultura. • Promover la diferencia de género y sus roles • Promover el amor romántico. • Naturalizar la violencia directa contra la mujer (Brasil) • La mujer fuera del circuito de la creación. Alcohol Bancos / seguros • Espacio de poder y ganancias asociadas al hombre • Si aparecen mujeres como bancarias están muy masculinizadas Otros elementos que se mencionan aunque con poco discurso: deportes, ropa deportiva, perfumes, calendario Michelín, Tecnologías redes sociales, consumo sexual etc… 70 Análisis de la violencia machista en el consumo convencional capitalista CAPITULO 4: LÍNEAS DE ACTUACIÓN 4.1. Líneas de actuación generales Desde el discurso experto se proponen varias líneas de actuación: Hacer una crítica de los modelos de feminidad, masculinidad y de familia, hablar abiertamente, visibilizar otros modelos. Un cambio en las estructuras: educación, política etc. Instaurar las teorías del decrecimiento: Consumir menos, ser conscientes de lo que implica el consumismo. Conlleva un cambio de valores en donde lo material pierda valor vs lo humano y el medioambiente. Sustituir la lógica del beneficio por la lógica del cuidado y potenciar el trabajo colectivo, la economía solidaria, en concreto colectivizar los cuidados significaría liberar a la mujer de esta tarea, implicar al hombre hasta naturalizarla pero también crear redes de apoyo y cohesión social. Un colectivización que pasa por huertos urbanos, espacios para grupos de crianza, sacar el cuidado del ámbito de lo privado, cooperativas de cuidados para mayores. Grupos cooperativos de consumidores y productores, alimentación de proximidad, km cero. Cosmética natural Modificar los parámetros de salud, medicalizando menos a la mujer y asumiendo sus ciclos vitales como normales Crear y educar en nuevos patrones de amor, valores, feminidad y masculinidad a través de la producción cultural. Potenciar el crecimiento personal, la libertad interior, no alinearse ante modas, marcas, el consumo, a través de la educación en lo escolar y familiar. “Trabajaría más desde las instituciones, creo que hemos hecho mucho trabajo desde las propias mujeres y desde los movimientos sociales y creo que es el momento de que las administraciones públicas y el propio Estado tome cartas en el asunto porque no podemos” “Hay que trabajar desde la mirada y generar otros relatos. Hacer series que tengan otra mirada, una serie para adolescentes que no sea “Física o química” Pero que sea divertida, con distintos modelos de chicos y chicas, y que no sea ahora te pongo los cuernos con tus amigas. Es posible generar historias de buen trato que sean divertidas y que sean estimulantes y que narrativamente funcionen” “La educación, de conseguir que sea diferente y al final también las casas son espacios educacionales y por eso tiene que haber un cambio estructural que es lo realmente complicado. Visibilizar que puede ser de otra manera y que se puede disfrutar siendo de otra forma, porque a veces pensar que las cosas pueden ser de otra forma implica que parece que vas a sufrir y no, es naturalizar que hay otras formas y que se puede salir. Por un lado educación, por otro” 71 Análisis de la violencia machista en el consumo convencional capitalista Líneas de actuación en el ámbito del feminismo Algunos aspectos señalados. Trabajar por afianzar el trabajo del feminismo. La necesidad de visibilizarse y acercarse a la sociedad: Que las acciones del feminismo salgan fuera del ámbito feminista y llegue a la sociedad. No circunscribirse solo al marco del feminismo ni de personas afines. Un feminismo más cercano a la población /sociedad con materiales y acciones divulgativas para que sean atractivas, cercanas, de interés. Educar a la sociedad en el feminismo Denunciar El feminismo algo que debe ser transversal a todo lo social, político… con el fin de desarticular el modelo económico. “Súper importante la organización de las mujeres, la consciencia feminista, fundamental luchar y denunciar.” “Empoderarnos y hacer cosas para todos los públicos para que no se quede solo en el circuito feminista, o cosas que son políticamente muy correctas pero son un ladrillo y no hay quien lo lea. Hacerlo más divulgativo y fresco no banal pero si buscar cosas que funcionen (…)No hablar solo para gente convencida y no hablar solo desde lo aleccionador” 72 Análisis de la violencia machista en el consumo convencional capitalista CONCLUSIONES 73 Análisis de la violencia machista en el consumo convencional capitalista CONCLUSIONES Hay una gran diversidad conceptual dentro del feminismo fuertemente condicionada por la visión que se tiene de quién es el ente emisor y quien el receptor. No obstante, en lo que se refiere al concepto violencia machista, está aún por interiorizar su definición. El sistema patriarcal es una base fundamental de la configuración de las violencias machistas en el consumo convencional capitalista, y el sistema capitalista afianza y perpetúa los valores del sistema patriarcal. Dos engranajes que se retroalimentan y necesitan. El sistema patriarcal se basa en: Marcar la univoca relación sexo/género, la diferenciación y desigualdad por géneros a todos los niveles (laboral, actitudinal, reproductivo, corpóreo…) y dentro de esa desigualdad el papel de dominador del hombre vs la dominada mujer. Definir el papel y la creación de la identidad de la mujer en torno al cuidado, el trabajo en el ámbito privado / lo doméstico (no visible, gratuito, no valorado), su papel reproductor y significación desde la aprobación del hombre. Una aprobación que pasa por una exaltación de lo corpóreo. El sistema capitalista, cuya razón de ser el obtener el máximo lucro a costa de la explotación de recursos humanos y medioambientales, tiene en el sistema patriarcal un filón para justificar y legitimar las desigualdades de género dentro de su estructura. La posición de la mujer, mantenerla y perpetuarla, le garantiza importantes beneficios: Trabajo de cuidados gratuitos que no podría abordar. Ser invisibilizados, no valorados y considerados connaturales a la mujer garantiza al capitalismo el mantener un ejército de ejecutantes son cobrar. La cosificación de la mujer, su inseguridad, el amor romántico hacia la familia / pareja, los deseos de moldearse para gustar, la falta de confianza en una misma etc la hace más maleable, susceptible de ver en la compra de productos una manera de conseguir seguridad, amor, pareja, belleza, etc. Al sistema capitalista no le interesa dar otro lugar y papel a la mujer, de ahí que lo alimente y perpetúe a través del consumo y todas las herramientas de marketing, principalmente la publicidad. El generar violencias, principalmente a través de la publicidad, le permite que los valores que garantizan su supervivencia se afiancen y prevalezcan en el tiempo: Asegura su futuro. 74 Análisis de la violencia machista en el consumo convencional capitalista Así las violencias en el consumo capitalista son instrumentos del sistema patriarcal – capitalista para el control de la mujer, mantener una posición que le conviene. Las violencias son sistemas de coerción silenciosos ya que se basan principalmente en las dimensiones simbólicas y culturales de ahí la dificultad para detectarlas: están naturalizadas, interiorizadas y asumidas como normales. La violencia directa en el consumo es fruto de las anteriores va desde la ejercida por el hombre hasta la infligida por la propia mujer –autolesiva-. El elevar al BBVAH a referente hace que los sujetos que no estén dentro de estos parámetros estén sometidos a discriminación y violencia. Pese a los logros del feminismo se ha detectado que en los últimos años hay un proceso de involución fruto de la crisis (se prioriza el trabajo masculino, se potencian las jornadas partidas en las mujeres, la vuelta de valores tradicionales ante un ciclo de inseguridad) el emerger de los neomachismos y la estigmatización de la lucha feminista en algunos sectores. Desde Setem se plantean cuatro ámbitos de consumo en donde se detectan violencias machistas. Desde la parte empírica, se confirma en primer lugar la dificultad para localizarlas inicialmente, incluso entre expertas, precisamente por su invisibilidad y naturalización pero también por la indefinición del concepto violencia o asociación a acciones directas. Según se avanza en el discurso surgen de manera natural. Desde el ámbito del consumo de alimentos y productos para el hogar…. La decisión y compra la realizan la mujeres es parte del cuidado, le corresponde y asume por rol. Además la compra es una extensión de las actividades que se hacen dentro de casa: ellas compran (deciden) porque ellas usan. Frente a la figura del hombre desimplicado y desvinculado y cuando lo hace es como “colaborador”. En el consumo de alimentos y productos para el hogar hay una fuerte violencia estructural desde la diferenciación de trabajos por género. Lo doméstico es de la mujer y “no tiene valor”. Pero además subyace, sobre todo desde la construcción publicitaria, no sólo la demarcación de lo estructural sino todo un abanico de violencia simbólica desde la presión para ser buena bajo unas normas muy concretas, la falta de identificación y a la vez presión frente a estereotipos de mujer, casa, la asociación de ser feliz con desempeñar las tareas del hogar, alimentación. La valoración de ser mejor madre, mujer o no en función de la alimentación que de etc. 75 Análisis de la violencia machista en el consumo convencional capitalista La violencia directa en los productos para el hogar se centra principalmente en la toxicidad de ingredientes químicos y accidentes uso directo de y en la alimentación enfermedades asociadas con el control alimentario por estética, la toxicidad de ingredientes, la malnutrición desde la limitación económica, entre otros elementos. La posición de la mujer en el hogar, devaluada, y sujeta a control y juicio hace que sea susceptible de sufrir violencia física por parte de su pareja en situaciones extremas. El ámbito del consumo estético… El ámbito del consumo estético está circunscrito a la mujer si el hombre está entrando es por un interés del sistema capitalista que ve en él un nuevo nicho del que lucrarse. No obstante, las exigencias, mensaje y posición de lo estético es completamente diferente vs la mujer. En el marco del sistema patriarcal la mujer crea su identidad a través de su cuerpo de ahí la importante función del consumo estético para significarse y en done el valor viene de la mirada y reconocimiento masculino. El sistema capitalista aprovecha este marco para crear, sobre todo desde la publicidad, un ideal de mujer inalcanzable y único que conlleva incrementar el consumo. Se incrementa porque detrás de este ideal hay promesas en relación a la aceptación, la felicidad, el amor, el reconocimiento masculino y este sólo se obtiene si la mujer sigue siendo joven (mostrar que sigue en el ciclo reproductivo), bella, delgada, se está a la moda. Nos encontramos que se desarrollan en torno a lo estético los tres tipos de violencia. La directa es la punta del iceberg y tiene que ver con la capacidad que tiene la mujer de someter a su cuerpo a cambios adaptativos a los gustos /normas estéticas y el daño asociado a ello. La movilidad en los municipios…. Es complicada para las mujeres desde la faceta de cuidadoras, los entornos urbanos no están creados para eso, están configurados para el lucro (trabajo fuera del hogar), además la mujer se siente insegura dentro del marco de la movilidad sobre todo de noche y aislada en las nuevas ciudades / urbanizaciones. La confina en el ámbito del hogar, le genera violencias directas (enfermedades, agresiones sexuales) y el simbolismo del miedo, la angustia, el cuídate... Las violencias en la movilidad y la estética son más agudas en Latinoamérica desde la fuerte cosificación de la mujer, en mayor medida que en Europa. 76 Análisis de la violencia machista en el consumo convencional capitalista Desde el discurso se apuntan otros ámbitos de consumo en donde se detecta violencia machista. Destacan el amor romántico y todas las producciones artísticas, de ocio, cultura en torno al mundo de la infancia y su cuidado, los ciclos de la mujer, coches, etc. En cuanto a las líneas de actuación…. Se centran en la economía de decrecimiento, redes de colaboración, cambio de concepto de feminidad, masculinidad y consumo, cambios estructurales, formación en alternativas de vida y consumo. Las líneas de actuación del feminismo más allá de dar visibilidad están en acercarse a la población integrarla, concienciarla y hacerlo desde la educación, materiales didácticos apropiado, etc. 77