IDEAS ÚTILES PARA COMPRENDER MEJOR A PLATÓN PARA ENTENDER MEJOR LA TEORÍA DE PLATÓN Y QUIZÁ ÚTIL PARA LAS JUSTIFICACIONES Se interpreta (Kant, Popper (dirá que es un proyecto utópico totalitario contrario al pensamiento liberal),...) la República como utopía, modelo teórico para utopías posteriores. Ciertamente la palabra utopía etimológicamente puede significar “en ningún lugar” (ou-topos) o bien “la buena ciudad” o “ciudad perfecta” (eu-topos). Y realmente se muestra como paradoja, (para-doxa, lo que deja de lado la opinión establecida o el sentido común). Así, puesto que la República platónica trasciende la realidad existente y destruiría el orden de cosas existentes en ese momento, puede ser descriptible como pensamiento utópico. El propio Platón reconoce 3 olas en la República que podían sepultarla como absurda o inaceptable, que podían provocar carcajadas y burlas: - la igualdad entre hombres y mujeres, el comunismo de propiedades mujeres e hijos para gobernantes, - y el gobierno del filósofo. Es consciente del carácter irrisorio de sus propuestas, especialmente la 3ª. Por ello se propone una defensa, una legitimación de la filosofía desde distintas consideraciones: - Desde una consideración práctica del estado ateniense del momento. El desprestigio del filósofo que se da de hecho pero no por derecho, le motiva para defenderlo. De hecho el comediógrafo Aristófanes, enemigo de Sócrates, ridiculiza la labor del filósofo. En una de sus obras (carta VII) pone el ejemplo de una nave, un barco, cuyo patrón no sabe navegar, es un poco sordo,... es decir representa al pueblo. Los marineros tratan de convencerlo para lograr el timón argumentando que la navegación no es algo que se aprenda, no es ningún arte, o se conoce o no. Representarían a los demagogos, políticos, etc. que quieren conseguir el visto bueno y el poder entregado por el pueblo. Y por último estaría el filósofo, el que es visto como un simple charlatán y un miracielos (por preocuparse por la astronomía, los ciclos, los astros, etc.) cuando es el que realmente conoce el arte de la navegación, el ritmo de las estaciones, los años, etc., y es el más apto para llevar el timón y por tanto el barco a buen puerto. Isócrates era un cultivador de la retórica, contemporáneo de Platón, de hecho se disputaban los alumnos, y se burla de lo que se enseña en la Academia. Cree un saber inútil la geometría y la astronomía, según él lo importante es conocer las opiniones (filodoxía) y defendía ésta como la auténtica filosofía. En cambio Platón defiende la filosofía como auténtico saber frente a las opiniones variables y tiene que demarcar este saber del sofista que tiene mala prensa además (se las da de saber). - Desde una consideración teórica tendrá que establecer criterios ontológicos y epistemológicos para fijar la función y el conocimiento del filósofo. En la República hay 3 círculos claves: política, ontología y epistemología. Se plantea acerca del filósofo gobernante, quién es y qué debe saber, cuando hay quienes defienden que la auténtica filosofía es la retórica. Así, en el Libro V aparece la teoría de las Ideas cuando intenta justificar quién es el verdadero filósofo. Las Ideas subrayan la unidad frente a la multiplicidad. El filósofo es el que debe contemplar la Idea, insistiendo en la unidad, el que sea capaz de captar la justicia o la belleza en todas las cosas justas o bellas. El conocimiento va unido siempre a la universalidad (ej. la gravitación no se ve, supone un esfuerzo captarla, entenderla como unidad permite explicar multiplicidad de cosas, mareas, caídas, astros,...) Para Platón, la característica del saber, del auténtico conocimiento, es poder dar razón, y sólo es posible desde la comprensión de lo universal y de la unidad, en la multiplicidad de cosas aparentemente desconectadas. Y busca lo universal (lo uno que se predica de muchos) porque eso responde a la causa, da la causa, explica la multiplicidad de fenómenos. Y esto no es capaz de captarlo el que se queda en la mera opinión (hay dos grados de conocimiento, pues). Además de que la opinión no puede dar razón de las cosas (además de ser inconstante, etc.) mientras que el saber sí. (Ejs. “Sabes” que a un coche diesel no le puedes echar gasolina, pero realmente no sabes dar razones, no sabes por qué. O se cree que la cerveza es buena para..., luego se dice que no que... Son en definitiva opiniones, no se conocen las auténticas razones). Luego el auténtico filósofo habrá de ser el que llegue al auténtico saber. Y el criterio ontológico se basa en que el objeto del saber versa sobre la auténtica realidad, “lo que es plenamente” (frente a “lo que no es plenamente”). Por tanto el poder no ha de darse sin más al filósofo, arbitrariamente, sino al que filosofa, al que tiene auténtico conocimiento y conoce la auténtica realidad, la que explica todo lo demás, puesto que las opiniones están sujetas a persuasión, mientras que el saber no, conoce las razones (ver ejemplos anteriores gasolina, cerveza, o cualquier otro.) ¿Y cuál es la auténtica realidad? Lo que es realmente. Las cosas bellas, justas,... son y no son al mismo tiempo, no son totalmente, dejan algún aspecto que no es (por ejemplo, una medida justa que se tome, por muy justa que sea siempre deja flecos, habrá situaciones que no contemple, resultará injusta en otras, etc.) La justicia en sí, la Idea de justicia es “lo que es en sí, por sí”. El objeto de las opiniones son las cosas que son y no son, la imperfección, la falta de identidad. El objeto del saber es lo que es y sólo es, la identidad. Lo perfectamente bello es lo que es bello y nada más que bello (que no esté en contacto con lo contrario de sí, que no deje de ser bello en ninguna situación). Las cosas que son y no son existen, pero lo que capta el filósofo no es la existencia sino la esencia, un sentido del ser mucho más profundo: la ousía, aquello que describe el ser de las formas (lo que es verdaderamente, la esencia), sinónimo pues de ideas o formas. Esto es lo que conoce el auténtico saber y, por tanto, el auténtico filósofo. Volviendo a la República (libro V), Platón pretende construir un modelo, un paradigma. El valor normativo de su propuesta política no queda mermado porque su aplicación no sea posible. Su validez sigue igual aunque no exista en ningún lugar de la Tierra. No ve las cosas a la luz de cómo son, sino a la luz de cómo deberían ser. Desprecia, en ese sentido, la existencia. El valor no es lo que hay, en la caverna, sino lo ideal, lo que está fuera. Luego es un pensamiento claramente utópico, que invierte. El mundo real no es éste. Se trata pues de una ontología normativa (la realidad no se ve como es sino como debería ser, y eso es lo que se toma como valor). El platonismo es, según esta visión, la base del utopismo. Deslegitima lo existente. Por el mero hecho de existir no tiene garantizado su derecho pues se valora desde lo que debería ser. La categoría de todo es clave en la utopía. Y en Platón esta categoría de totalidad aparece en la sociedad perfecta (todos los valores son compatibles entre sí). El fundamento ontológico está en la Idea del Bien, fundamento de todos los valores, o raíz común de todos, que los hace valiosos y buenos. De ahí que los valores no puedan ser incompatibles. Hay 3 motivaciones (que originan las 3 clases sociales: concimiento y causas, honores y poder..., riqueza...). El conflicto se daría si la clase gobernante no cumpliera su función, si no se impone la razón. Luego es una sociedad perfecta sin conflicto de valores, otro rasgo utópico de la República. Esta ontología normativa es la que Nietzsche viene a combatir por deslegitimar y desvalorizar la existencia. 3ª. PARA ENTENDER MEJOR LA TEORÍA DE PLATÓN Y QUIZÁ PARA UNA POSIBLE COMPARACIÓN ENTRE PLATÓN Y NIETZSCHE. (Falta la parte teórica de Nietzsche) El propio Nietzsche hace referencia a Platón. El término “mundo verdadero” que tanto criticará Nietzsche, aparece precisamente con Platón. Incluso cuando critica la aportación del cristianismo dirá que “es un platonismo para el pueblo” o que es un “platonismo invertido”. Platón le atribuye una finalidad al devenir (tanto en su obra Fedón como en el Timeo). No encuentra las causas finales (la función, el fin), el sentido de la realidad. De ahí que impugne lo que proponen los presocráticos porque no encuentras esas causas finales (verdaderas causas según él, aquello que responde al por qué). Pone su esperanza en Anaxágoras, al hablar de una Inteligencia, y por tanto una finalidad, pero no responde a ese fin, se limita a hablar de una ordenación material. En el Timeo habla del Demiurgo como divinidad buena que quiere poner orden en el devenir (asemejándolo a sí). Aparece pues claramente en Platón la categoría metafísica de sentido y finalidad (del devenir) Otra categoría clave en la metafísica, y también en la platónica será la de totalidad. Si el devenir no es un caos, tiene un fin, un sentido, tiene que interpretarse en relación a un todo, a una unidad. En “las leyes”, en el libro X, escribe la 1ª teodicea, el mal afecta a la parte y se justifica desde el todo. La 3ª categoría será la de mundo verdadero. Se habla del devenir como engaño o error. El ser se define como inmutable, perfecto, frente a lo que deviene, y también hay una epistemología al hablar de verdadero. Se impugna el testimonio de los sentidos, se afirman las categorías de la razón. ¿Qué es lo que tiene valor? La axiología determina las distintas epistemologías (sensualismo, espiritualismo,...) El bien es un valor y es el fundamento del ser, y también es objeto de conocimiento. Estas 3 categorías son según Nietzsche las que corroen la metafísica y dará lugar al nihilista que ya no cree en nada. Cuando cae el mundo verdadero queda un hueco y dice Nietzsche que aparecen socialismos, anarquismos, etc. intentando llenar el vacío dejado por el mundo verdadero del platonismo con otros ideales, con otros nuevos conceptos de utopía.