Según lo enmarcado en el texto podemos destacar el análisis que se realiza en cuanto a las nuevas figuras que dominan el mercado financiero a nivel mundial, ya que señala que anteriormente las figuras dominantes correspondían generalmente a jefes bancarios o empresas aseguradoras, sin embargo en la actualidad este papel preponderante es jugado por los reguladores, en cuya función recae asegurar las finanzas de este tipo de instituciones. Con la crisis financiera de la última década se volvió necesario realizar cambios que dieran protección tanto a los grandes inversionistas como a la población común que utiliza el mercado financiero, siendo importante puntualizar que el modelo vario, imponiendo reglas más duras y paradójicamente más flexible. En la nota se puede destacar la importancia que tiene la figura de la regulación, ya que tiene como cimientos la supervisión para garantizar o asegurar no solamente la solvencia si no también la liquidez de instituciones financieras e instituciones aseguradoras, lo cual permite prevenir y minimizar situaciones de riesgo que puedan perjudicar el modelo de mercado y al usuario final, de igual forma otorga una garantía que fungiría como un respaldo en caso que se presentase una situación adversa para la institución que afecte al cliente final o contribuyente, esto pese a que la fiabilidad no depende enteramente de los reguladores, sino de un conjunto de factores, entre los cuales se puede hacer mención a los sistemas informáticos, sistemas de pago o bien los controles internos para medir la oferta y la demanda, en conjunto todo esto sumado a una buena práctica por parte de quienes ejercen como reguladores pueden afianzar y dar garantía de la eficiencia y la fiabilidad del mercado. A nivel nacional este tipo de controles o regulaciones está en manos de entidades que de igual forma garantizan la solvencia financiera de las instituciones financieras por medio de inspecciones periódicas. Esta función en nuestro país es realizada por las superintendencias, las cuales entre sus funciones tienen: la reglamentar el intercambio de la información entre entidades (superintendencias) para velar con el cumplimiento de sus funciones prudenciales, debiendo de mantener la obligación de confidencialidad. Es importante destacar que no solamente los reguladores intervienen en el control de los sistemas financieros, pues obviamente en este intervienen también entidades bancarias y entidades aseguradoras, las cuales por su ejercicio se exponen a las decisiones que tomen sus respectivos funcionarios en torno al manejo de capitales, sin embargo estos garantizan la seguridad de los capitales o de sus fondos de inversión en sistemas que den garantía y seguridad, sin embargo esta opción no es tan bien vista por parte de los reguladores quienes prefieren remitirse a controles rutinarios que les puedan asegurar un financiamiento con menos riesgo. En adición al párrafo anterior podemos mencionar en relación a la responsabilidad que tienen las entidades financieras en torno al marco de la regulación del mercado, mucha de ella recae en las decisiones positivas o negativas que tomen sus colaboradores, quienes las toman a discreción. Esta situación aumenta la posibilidad de riesgo financiero pues se presta para decisiones que pueden darse al azar y generar pérdidas financieras por montos millonarios, lo cual representa un alto riesgo en el mercado. El texto cita también la llamada discreción reglamentaria, la cual podemos entender como un mecanismo que busca equiparar el riesgo con la solvencia, en otras palabras aplicar normas más rigurosas a empresas o entidades financieras o de seguros más grandes, ya que estas por sus condiciones tienen un mayor capital que manejar, lo cual puede eventualmente maximizar los riesgos de tomar una decisión errónea, que al final puede generar pérdidas económicas muy elevadas no solamente a la empresa o entidad financiera, si no a empresas inmobiliarias o aseguradoras como en la crisis financiera del 2008. En tanto que una empresa de menor tamaño o menor capital requeriría una normativa menos rigurosa dado que el riesgo que puede provocar a nivel de mercado económico será inferior. A modo de comentario final podemos decir que la una de las más importantes gestiones que puede realizar una entidad financiera es la supervisión, dado que la misma fomenta en ella la seguridad y la confianza que buscan los clientes en el mercado financiero, de igual forma la labor realizada por parte de las entidades reguladoras de mercado hace que las entidades financieras funcionen de una forma ágil eficiente, eficaz y transparente de cara al cliente. Adicionalmente estos mecanismos de control proporcionan mayor seguridad al mercado al logar una mayor colocación efectiva de dinero, reduciendo el riesgo tanto para inversionistas como para aseguradoras y entidades financieras. El papel a nivel nacional jugado por las superintendencias es preponderante en este punto pues otorgan la estabilidad necesaria y la fiabilidad requerida. El papel de los reguladores tomo mayor relevancia después de la crisis económica mundial del 2008 lo cual genero cambios a nivel de control de mercado, situación que a la larga trajo inmersa una estabilidad regulatoria positiva a las entidades financieras.