DIRECTORIO AUSJAL CARTA DE AUSJAL PRESIDENTE José María Tojeira SJ Rector Universidad Centroamericana José Simeón Cañas El Salvador. [email protected] Luis Ugalde SJ Rector Universidad Católica Andrés Bello. Venezuela [email protected] Luis Rafael Velasco SJ Rector Universidad Católica de Córdoba. Argentina [email protected] VICEPRESIDENTES Jesús Hortal SJ Rector Pontificia Universidad Católica de Rio de Janeiro. Brasil. [email protected] SECRETARIA EJECUTIVA Susana DiTrolio [email protected] EDITOR JEFE Luis Ernesto Blanco / [email protected] CONSEJO EDITORIAL Jesús Azcargorta / [email protected] Susana Di Trolio / [email protected] Lizzy de Gereda /[email protected] DIAGRAMACIÓN Y PORTADA Julio Leonel Valle Lucero / [email protected] Dirección de Comunicaciones, Universidad Rafael Landívar ÍNDICE NOTA DEL EDITOR Formando líderes Luis Ernesto Blanco / AUSJAL DOCUMENTOS El liderazgo ignaciano en el contexto actual 3 ESPECIAL Misión y universidad. ¿Qué futuro queremos? 42 Adolfo Nicolás SJ Gerardo Remolina SJ 4 TEMAS PARA REFLEXIONAR Lo que los líderes del siglo XXI pueden aprender de los jesuitas del siglo XVI 8 Chris Lowney TEMAS PARA REFLEXIONAR La nueva generación de laicos y jesuitas. El papel de los directivos David Fernández SJ / Rector UIA Puebla 50 TEMAS PARA REFLEXIONAR Alumnos jesuitas para todos los gustos 54 Luis Ernesto Blanco / AUSJAL TEMAS PARA REFLEXIONAR El liderazgo ignaciano: ¿un modelo más? Oscar Buroz Echenagucia S.J 19 ROSTROS DE LA RED Valores humanos 58 Luis Ernesto Blanco / AUSJAL TEMAS PARA REFLEXIONAR Liderazgo y formación de directivos. Relación Jesuitas Laicos 23 Esteban Ocampo Flórez / PUJ Bogotá REDES DE HOMÓLOGOS El liderazgo ignaciano Un camino para América Latina 61 Ángela Jaramillo / PUJ Bogotá DOCUMENTOS Voluntariados de las Universidades AUSJAL Miguel Petty SJ 29 TESTIMONIO Es posible cambiar el mundo 63 Participantes del programa de Liderazgo CON SELLO AUSJAL Abriendo espacios a nuevos líderes Ligia Villamediana y Laura de Freitas / UCAB CRÓNICA Cuando los chamos venezolanos dijeron «no» Luis Ernesto Blanco / AUSJAL 34 37 PUBLICACIONES 66 ANTES DEL CIERRE 68 DIRECTORIO 70 ota del Editor NOTA DEL EDITOR Formando líderes Luis Ernesto Blanco Mucho se ha hablado del liderazgo que ejercen los jesuitas en la sociedad y de la capacidad que tienen de formar personas que destacarán en cualquier ámbito: la cultura, la investigación, la política, los negocios. Son incontables las personalidades destacadas que en algún momento de su vida han recibido formación en una institución jesuita, tanto en América Latina como en buena parte del mundo, y esa educación en alguna medida tuvo influencia en lo que sería luego de sus vidas. Seguramente este sello especial tiene que ver con la misma historia de la Compañía de Jesús, que como cuenta Chris Lowney, se origina por el empeño de un puñado de hombres muy inteligentes, con un buen título académico, pero desorientados, sin experiencia gerencial, múltiples arrestos y unas cuantas condenas a prisión. Estos hombres tenían claro que el tipo de personas que querían reclutar para su organización eran sencillamente los mejores y fue así como esa visión ha dado origen a un compendio de universidades y colegios en el mundo entero, donde la excelencia es uno de los dones más importantes. A lo largo de este número de la Carta AUSJAL queremos compartir con ustedes algunas reflexiones acerca de lo que significa el liderazgo al estilo de los jesuitas. Es un tema abierto, que puede ser interpretado de muchas formas y que se presta para todo tipo de análisis. Mientras el P. Gerardo Remolina SJ, ex rector de la Pontificia Universidad Javeriana, en su artículo sobre el liderazgo en el contexto actual lo define como un asunto de formación integral de la persona que se basa en el conocimiento de sí mismo, de las propias fortalezas y debilidades, Oscar Buroz SJ considera que es un estilo de vida que se inspira en los ejercicios espirituales para orientar y acompañar el proceso de desarrollo humano. Otros temas que son abordados en este número tienen que ver con la relación laicos jesuitas, sobre la cual, el decano de educación de la Universidad Javeriana, Esteban Ocampo hace valiosas reflexiones y rescata el papel de los no jesuitas en las obras SJ gracias a su formación profesional, conocimientos y experticias, «pero sobre todo por su capacidad de conocer y compartir una misma misión, una misma espiritualidad y un mismo carisma apostólico». Este ejemplar lo completan algunas semblanzas de estudiantes jesuitas destacados, la experiencia del Programa de Formación de Líderes Universitarios Ignacianos para América Latina, la Cátedra de Honor de la UCAB, así como un relato del papel que han jugado los estudiantes de la Universidad Católica Andrés Bello en todo lo que ha sido la coyuntura política venezolana de los últimos años. DOCUMENTOS 4 El liderazgo ignaciano en el contexto actual La urgente necesidad de transformar la sociedad actual, caracterizada por la injusticia y la desigualdad, así como por la pérdida de fe en los grandes valores humanos y cristianos, llevó a las universidades de AUSJAL a constituir en el año 2004 el Programa de Formación de Líderes Ignacianos en América Latina. Este proyecto, alimentado por el magis ignaciano, ha venido desarrollándose exitosamente a lo largo de los últimos años, pero es preciso consolidarlo con tenacidad y constancia inquebrantables. No es posible transformar la realidad sin contar con quienes están decididos y capacitados para hacerlo. Y éstos son los líderes. Carencia y urgencia de formación de líderes El Profesor John Kotter, de la Escuela de Negocios de Harvard, advierte de manera enfática sobre la ausencia de líderes a nivel mundial, nacional, regional y local: Estoy totalmente convencido -afirma- que la mayoría de las organizaciones de hoy carecen del liderazgo que necesitan; y la deficiencia es a menudo grande. No estoy pensando en un déficit del 100% sino del 200%, el 400% o más, de arriba abajo en toda la jerarquía. Por su parte, el historiador estadounidense David McCullough, autor del libro El liderazgo perdurable, insiste recientemente en que Necesitamos líderes y no sólo líderes políticos. Necesitamos líderes en todos los ámbitos, en cada institución, en todo tipo de situación. La toma de conciencia de esta realidad ha hecho que el tema del liderazgo se halle en primera plana tanto en el mundo académico como en el mundo editorial. Son innumerables los cursos de capacitación que se dictan en el nivel nacional y mundial, así como la proliferación de libros y artículos sobre el liderazgo. Llama poderosamente la atención el observar que en las grandes librerías, lo mismo que en las tiendas de libros de los aeropuertos, y aun en las ventas callejeras, se exhiban y ofrezcan con frecuencia títulos llamativos sobre el liderazgo: desde la forma como lo ejercen los entrenadores de fútbol, hasta la de los Directores de orquesta y la de los CEOs de grandes empresas. Lamentablemente, el tema del liderazgo se ha venido monopolizando por las Escuelas de Administración de Empresas, de Alta Gerencia y de Negocios así como por las grandes firmas del mercado. El enfoque fundamental resulta ser así de orden gerencial, administrativo, económico y de mercadeo. Pero falta un enfoque de un orden más ético, social y político. Gerardo Remolina SJ En algunos países, las universidades se han reunido convocando a las instituciones más influyentes para crear un entorno de reconocimiento, integridad, capacitación Tres estilos de planteamiento del tema del liderazgo La literatura actual sobre el liderazgo presenta fundamentalmente tres estilos, a saber: 1. Libros teórico-prácticos, como el de James M. Kouzes y Barry Z. Possner profesores y directivos de la Universidad Jesuita de Santa Clara (California), titulado Los primeros jesuitas nunca se creyeron maestros del liderazgo Leadership Challenge , una manera muy peculiar; porque no es la biografía de (Jossey-Bass, A Wiley Company, 2002) que en su una persona, sino la biografía y liderazgo de una tercera edición llevaba vendidos más de un millón comunidad, a partir de sus miembros más eminentes, de ejemplares. O el de Robert J. Spitzer, S.J., de como Loyola, Javier, Ricci, Goes, Clavius y de Nobili. Gonzaga University, The Spirit of Leadership En él se presenta la historia de estos jesuitas, arriesgados, (Pacific Institute Publishing, Seattle, 2000). emprendedores, innovadores, auténticos líderes, que actuaron guiados por un mismo espíritu, y con los mismos 2. Libros y artículos preceptivos, basados sobre todo en principios, valores y actitudes: los de su inspirador y recetas, normas, estrategias y tácticas. Títulos como: fundador, Ignacio de Loyola. Los 7 milagros, Los 12 secretos sencillos, Los 13 errores fatales, Las 14 técnicas poderosas, Las Comencé a leer el libro con cierto disgusto: tuve la 21 leyes irrefutables, etc. A ellos se pueden asimilar primera impresión de que se trataba de uno de esos libros algunos artículos de revistas de Administración de en los cuales se busca un pretexto, en este caso el Empresas y Economía, sin duda alguna útiles, como liderazgo, para contar una historia más o menos light los que con frecuencia ofrece la Harvard Review, y de Ignacio de Loyola y de su Compañía. Al fin y al cabo, cuyos extractos o resúmenes leemos a veces en otras como el mismo autor lo afirma en la página 14, Lo que revistas y periódicos. menos les pasó por la mente a estos primeros jesuitas fue creerse maestros del liderazgo. Pero a medida que 3. Libros de estilo biográfico, como el de Wess Roberts, Leadership Secrets of Attila the Hun (Warner Books, fui internándome en el libro, se me fueron abriendo 1990); o el de Steven F. Hayward, Churchill on horizontes verdaderamente apasionantes, no sólo por lo Leadership (Forum and Prima Publishing, 1998), y que se refiere al liderazgo, sino por lo que se refiere a la el excelente, y no bien ponderado, de Donald T. historia de esos jesuitas gigantes que fueron apareciendo Phillips, Lincoln on Leadership. En estos libros, la en escena. base es la biografía de uno de los grandes líderes y las enseñanzas que se derivan de los análisis y la Poco a poco comprendí el verdadero propósito del autor: reflexión sobre la forma como ejercieron su liderazgo. poner de relieve los paralelismos que se daban entre los problemas que habían afrontado los primeros jesuitas en el siglo XVI y los problemas vitales que había tenido El liderazgo al estilo de los Jesuitas que afrontar la moderna y exitosísima Compañía J.P. Morgan en los siglos XX y XXI, y que todavía ponen a El libro de Chris Lowney, El liderazgo al estilo de los prueba a las grandes compañías: (a saber) la organización jesuitas, (Editorial Norma S.A. Bogotá, 2004) pertenece, de equipos multinacionales que trabajen en armonía, la a mi manera de ver, a este género biográfico; pero de DOCUMENTOS en liderazgo, responsabilidad, alto desempeño y aprendizaje inter-generacional que fortalezca el potencial de los líderes y talentos que están en la universidad. 5 DOCUMENTOS 6 motivación de un desempeño ejemplar y el permanecer «listos para el cambio» y estratégicamente adaptables ( ), la capacidad de innovar, de permanecer flexibles y adaptables, de fijar metas ambiciosas, de pensar globalmente, de actuar con rapidez, de asumir riesgos. (pp. 4-5). análisis de sus realizaciones brotan las respuestas a la pregunta: ¿Qué hacen los líderes? (p. 105-106), a saber: Están siempre enseñando y aprendiendo. Forman hombres (y mujeres) brillantes y eminentes. Se vigorizan con la misma ambición de sus metas heroicas. Son innovadores y atacan los problemas de maneras que sus antecesores no imaginaron jamás (es el secreto del ingenio). Se dedican a la excelencia Permanecen abiertos a ideas nuevas aun en la vejez. Honran la verdad sin egoísmos. Influyen en los demás con el ejemplo, sus ideas y su enseñanza. La clave de lectura del libro me la dio la pregunta del autor: ¿Qué podrían enseñarnos unos sacerdotes del siglo XVI a los sofisticados hombres del siglo XXI sobre liderazgo y cómo hacer frente a un ambiente complejo y cambiante(p.5). A esta pregunta se añade la comprobación, fruto de la experiencia del autor y de sus análisis comparativos: Yo he tenido la suerte de trabajar con algunos grandes líderes y estoy convencido de que Ignacio de Loyola y su equipo también lo fueron; además Estoy convencido de que el de que Investigaciones conocimiento de sí mismo, de sus recientes están validando algunos aspectos de las fortalezas y debilidades es un pilar técnicas jesuíticas: por fundamental del liderazgo. Pero el ejemplo, el vínculo entre el conocimiento de sí mismo, en el cual conocimiento de sí mismo y fueron y son formados los jesuitas, el liderazgo (p.6). Por ello, En este libro se examina no sólo qué fue lo que hizo triunfar a los jesuitas del siglo XVI sino también quiénes son los líderes y cómo se preparan en todas las generaciones, inclusive la nuestra (p.12-13). Al comienzo y al final de su largo recorrido analítico, Lowney pone de relieve los que él llama los Cuatro Pilares del éxito (p.12): Conocimiento de sí mismo: estos jesuitas entendieron sus fortalezas, sus debilidades, sus valores y tuvieron una visión del mundo (cosmovisión). Ingenio: Innovaron confiadamente y se adaptaron a un mundo cambiante. Amor: trataron al prójimo con amor y una actitud positiva; Heroísmo: Se fortalecieron a sí mimos con aspiraciones heroicas. es a través del examen de conciencia diario, que no es puro conocimiento psicológico o sociológico de sus fortalezas y debilidades (estilo DOFA), sino que es ante todo un discernimiento de la acción del Espíritu Santo en el interior de cada uno. Para arrancarles el secreto de su liderazgo el autor analiza el modo de vida y las actuaciones de los primeros jesuitas, a los que nos hemos referido anteriormente. El primero en pasar por el análisis de Lowney es, desde luego, Ignacio de Loyola, El líder pionero de los jesuitas, con sus excepcionales cualidades de líder, que el autor sintetiza en: Su capacidad de descubrir y hacer valer el potencial que otras personas poseen. Su capacidad para animar el trabajo en equipo basado en una compañía de amigos, estrechamente unida por vínculos de amistad, de comunicación y de aprecio. Su capacidad para seleccionar los candidatos a la Compañía. Su concepción de los procesos de formación de los Jesuitas. Su concepción de la obediencia como vínculo de unión y garantía de eficacia. Su capacidad de innovación. Después de Ignacio de Loyola desfila por el libro la pléyade de los que el autor llama Modelos de liderazgo. Del Es explicable y hasta plausible la intención del autor de escribir un libro que pudiera ser leído por todo el mundo, y en este sentido tuviera un cierto carácter secular. Pero, juzgo que es imposible tener una comprensión exacta y profunda del verdadero sentido del Liderazgo al estilo de los Jesuitas si se prescinde de un aspecto nuclear: la dimensión espiritual y religiosa. Por ello, me atrevo a hacer algunas observaciones complementarias: Estoy plenamente convencido con el autor, de que el tema del liderazgo no es un asunto de preceptos, tácticas, estrategias, reglas. El liderazgo es un asunto de formación de la persona, y me atrevería a decir, de formación integral de la persona. Estoy también convencido de que todos somos líderes y dirigimos todo el tiempo, bien o mal, pero dirigimos; y que ese liderazgo lo ejercemos en primer lugar sobre nosotros mismos. en la acción y de la innovación en la búsqueda de nuevas soluciones; pero es una indiferencia que se concibe como desprendimiento de todo lo transitorio, pasajero y relativo, y que está marcada por el absoluto de Dios. Él es el verdadero secreto de la movilidad, de la adaptabilidad, de la apertura a lo mejor; porque Dios es siempre Mayor, y hay que buscar siempre la Mayor Gloria de Dios. Al considerar las grandes hazañas y conquistas geográficas, y hoy diríamos geopolíticas, de los jesuitas, Lowney emplea, a manera de lema, la fórmula Todo el mundo es nuestra casa; y esto es verdad (hoy estamos en 118 países), pero su sentido no es el de expandir las fronteras de la Compañía de Jesús, sino las fronteras del Reino de Dios: Conquistar todo el mundo y todos los enemigos, para así entrar en su Gloria. Deseo terminar estas consideraciones con las últimas palabras del libro de Lowney (p. 3543-354): Para los primeros jesuitas, seguir a Loyola significaba correr el riesgo de un líder y una visión no probados, pero los que hoy adoptan ese camino tienen algo más en qué basarse. De entonces acá, la fórmula se ha puesto a prueba en múltiples generaciones y en diversos continentes y culturas. Ha servido a exploradores, cartógrafos, lingüistas, teólogos, sanyasines hindúes, músicos, activistas sociales, escritores de cuentos infantiles, cabilderos, predicadores, e incluso a maestros de escuela y fabricantes de cañones. Es la integración de cuatro pilares esenciales: El conocimiento de sí mismo, el ingenio, el amor, y el heroísmo. DOCUMENTOS Estoy convencido de que el conocimiento de sí mismo, de sus fortalezas y debilidades es un pilar fundamental del liderazgo. Pero el conocimiento de sí mismo, en el cual fueron y son formados los jesuitas, es a través del examen de conciencia diario, que no es puro conocimiento psicológico o sociológico de sus fortalezas y debilidades (estilo DOFA), sino que es ante todo un discernimiento de la acción del Espíritu Santo en el interior de cada uno. Más aún, para Ignacio y para el jesuita, más importante que el conocimiento de sí mismo, es el conocimiento interno del Señor que por mí se ha hecho hombre, para que más lo ame y lo siga. En la misma línea de la espiritualidad ignaciana, debemos precisar cuando se habla del heroísmo. No es un heroísmo voluntarista, a la manera de una competencia de Deportes extremos. Ignacio sí lo practicó, sí, pero antes de su conversión, y quiso realizar grandes hazañas y competir en ellas con san Francisco y santo Domingo y con otros santos. Pero fue una etapa totalmente superada. Y lo que transmitió a sus Jesuitas fue la fuerza de un gran compromiso por amor a su Jefe, el Señor eterno y Rey Universal, y un deseo de identificarse con él. O si preferimos, fue la búsqueda del mayor servicio, de la mayor ayuda de las almas; la urgencia de responder generosamente a la gratitud para con el Redentor puesto en cruz: Lo que he hecho por Cristo, lo que hago por Cristo, lo que debo hacer por Cristo. Y esta actitud exige cultivar los grandes deseos; pensar en grande, aspirar siempre a la excelencia. Por otra parte, la indiferencia ignaciana, a la cual alude el autor en varias ocasiones, es, junto con el discernimiento de espíritus, clave del dinamismo 7 TEMAS PARA REFLEXIONAR 8 Lo que los líderes del siglo XXI pueden aprender de los jesuitas del siglo XVI Les invito a explorar este tema conmigo y participar en un pequeño experimento intelectual. Piensen un momento en los nombres de dos o tres líderes que estén vivos.... Sospecho que si hago una encuesta, seguramente escucharé el nombre del Presidente X o quizás incluso ¡¿George Bush?! Pero me pregunto cuántos de ustedes pensaron en sus propios nombres. Creo que probablemente nadie. ¿Por qué no? La respuesta podría tener algo que ver con la modestia, una virtud loable. Proclamarse líderes a sí mismos podría parecerles una fanfarronada poco loable. Bien, estoy aquí para decirles que las primeras personas que debiéramos considerar como líderes somos nosotros mismos. Vivimos en una cultura popular transmitida a través de los medios que nos obligan a aceptar la noción desmoralizante e invalidante que los líderes son aquellos que como presidentes, generales, obispos y gerentes generales, entre otros ejercen un poder. Según esta noción el liderazgo se equipara con tener subordinados, aparecer en televisión, tener dinero o poder. Esta noción de liderazgo no es la solución; es el problema. ¿Y qué hacen los grandes líderes para motivar a quienes los rodean? Convirtamos esta pregunta en la segunda fase de nuestro experimento intelectual, y pensemos de una manera informal en las cualidades, comportamientos o actitudes que esperaríamos encontrar en un líder eficaz... Nuevamente, si hiciéramos una encuesta entre los presentes estoy seguro que reuniríamos una extensa lista de cualidades, y no dudo que cualquiera que encarne las características captadas por la sabiduría colectiva en esta sala sería un buen líder. Sus listas probablemente incluirían palabras tales como capacidad de decisión, coraje, decisiones atrevidas, cambios radicales, visión, honor, entre otras. Pero me pregunto ¿cuántos de ustedes mencionarían algo parecido a la idea expresada por un hombre que reune unas credenciales intachables como líder y cuya visión simple y sucinta es debes amar a aquellos que lideras antes de que puedas ser un gran líder? Ese líder a quien acabo de citar es el General Eric K. Shinseki, quien hace poco se jubiló como Jefe del Estado Mayor del Ejército de Estados de los Unidos, el rango militar más alto en ese país. En su discurso de jubilación este militar pronunció la sencilla frase que recién cité: Debes amar a aquellos que lideras antes de que puedas ser un gran líder. Chris Lowney Sentimientos como éste pueden parecernos un poco sorprendentes e incluso fuera de lugar en la clase militar machista y dura. ¿O no? Sospecho que un general toma mejores decisiones cuando ama a aquellos que debe conducir al peligro, y creo que los soldados se desempeñan con mayor eficacia cuando se sienten amados y valorados TEMAS por aquellos que tienen la terrible responsabilidad de enviarlos a una posible muerte. Entonces, ¿quién es un líder... y cómo ejerce el liderazgo? El mensaje que deseo transmitir es que todos lideramos, bien o mal, todo el tiempo, en virtud de los valores en los cuales nos basamos como modelo de conducta. Y nuestra manera de liderar nuestra pretensión al liderazgo no es nuestro estatus o posición jerárquica en un organigrama, sino quiénes somos y los valores que escogimos como modelo de conducta como el amor en el caso del General Shinseki, a quien recién cité. Desde luego que esta definición de liderazgo puede ser contraria a los estereotipos de nuestra cultura recuerden nuestro pequeño experimento intelectual pero dicha definición no es un truco, una moda, o algo que inventé. Consideren una definición informal de lo que es ser un líder que ha adquirido cierta popularidad entre los académicos que trabajan en el campo de los negocios. El profesor John Kotter, de la Escuela de Negocios de Harvard, define a un líder como alguien que; 1) establece una visión del futuro; 2) alinea a los demás en torno a esa visión; y 3) los ayuda a vencer los obstáculos inevitables que dificultan lograr dicha visión. Una de las definiciones de liderazgo es bastante similar: el acto de indicar un camino, dirección u objetivo e influenciar a los demás hacia éste. Todos los presentes en esta sala lo hacen todo el tiempo. Señalan un camino o una dirección a sus amigos y vecinos; con las personas con o para quienes trabajan; a los que conocen por primera vez. En otras palabras, están liderando. Muchos de ustedes son padres: ¿puede existir un acto más obvio de señalar un camino e influenciar a otros que el liderazgo que muestran a diario con sus hijos? Aunque todos lideramos, la mayoría sólo lo hacemos inconscientemente. Todos hemos absorbido determinados valores a través de nuestra crianza, cultura y religión. Aunque siempre hayamos trabajado mucho, cumplido lo que prometimos, tratado a los demás justamente, hayamos sido considerados con los extraños, es posible que nunca hayamos nombrado explícitamente estas costumbres como valores y virtudes específicas que caracterizan nuestra manera de vivir y liderar. Muchos de ustedes, en el ámbito de sus familias y trabajos, están siguiendo el modelo del mismo tipo de amor al que se refería el General Shinseki, pero tal vez no hayan identificado como amor la forma habitual como tratan a los demás, ni hayan considerado explícitamente esta virtud como una parte del proyecto general de liderazgo que es nuestra vida. Para darnos cuenta de nuestro potencial de liderazgo, debemos ser más explícitos, más conscientes, más decididos, en cuanto a nosotros mismos como líderes, y al tipo de líder que queremos ser, y cómo lo proyectaremos en nuestras familias, trabajo, y en otras áreas en las que interactuamos. Lo único que se desprende de la investigación del mundo corporativo norteamericano es que uno de los factores que mejor predice cuán exitosos seremos es saber lo que queremos lograr: logramos un mayor impacto de liderazgo cuando sabemos qué clase de impacto queremos. En esta presentación quiero proponer un estilo de liderazgo basado en el caso de una compañía poco convencional. En esta reunión hay mucha gente de negocios inteligente. ¿Cuántos de ustedes desearían formar parte de una compañía como la que voy a describir? Visualicen a diez hombres inteligentes aunque un poco desorientados que se proponen fundar una organización de una manera muy peculiar. Deambulan por el mundo dedicados a la prédica callejera al detal, trabajos de camillero de hospital y a dar conferencias a nivel universitario. No poseen razón social ni capital, y ni siquiera un plan de negocios. El encargado de la puesta en marcha no solo sobrepasa la edad de la jubilación, sino que también supera el promedio de vida del europeo del siglo XVI. No tiene experiencia gerencial y su resumen curricular apenas refleja un buen título académico, múltiples arrestos y unas cuantas condenas de prisión. Entonces, en su opinión ¿cuáles son las probabilidades de que este grupo tenga éxito y sobreviva? Sin embargo, la iniciativa que acabo de describir no solo sobrevivió, sino que prosperó. Se trata de los jesuitas en la tercera década del Siglo XVI, cuando se preparaban a 9 TEMAS 10 lanzar su compañía. Este año los jesuitas celebran su órdenes religiosas católicas, hacen votos de pobreza, aniversario 468 ¡es una organización más vieja que castidad y obediencia, y pueden adivinar cuál de los tres Telefónica y El Corte Inglés! Hoy hay más de 20,000 era tan desalentador que causó mi salida. Digamos que Jesuitas trabajando en más de 100 países. En mi libro logré vivir en celibato durante siete años; desde entonces, los llamo la compañía que cambió el mundo, una he luchado por no ser célibe. Se puede concluir entonces afirmación que es fácil de respaldar. Quizás hayan que escribí el libro como una manera más económica anotado la fecha de este de comprender mi vida que recurrir a evento en un calendario, la psicoterapia. Pero de hecho, lo que lo más importante para y ese calendario se basa en más me intrigó no eran las diferencias una sugerencia de un obvias entre la misión de la orden alcanzar la felicidad y el éxito jesuita. Mientras hablo, jesuita y la de un banco de personal y corporativo no es los niños en Vietnam se inversiones, sino las similitudes plan de acción o el capital; que encuentran en la escuela subyacentes. Todas las organizaciones los primeros jesuitas obviaaprendiendo a escribir con humanas, y todos los individuos que mente carecían, sino una un alfabeto desarrollado participan en ellas, tienen que hacer óptica muy singular de la vida lo mismo: motivarse y motivar a los por un jesuita, y más al y el trabajo, que sí poseían los demás, establecer objetivos y vender norte, en Asia, hay jesuitas y que es muy parecida ideas de manera convincente. Y me soldados patrullando una a lo que nosotros en la era di cuenta que en la mayoría de los parte de la frontera entre moderna llamamos liderazgo casos, estos sacerdotes del siglo XVI Rusia y China la cual en y XVII hicieron esto de forma mucho parte fue negociada por los personal. más efectiva a como lo hacemos hoy. jesuitas. Por otra parte, éstos son los mismos Para mí, lo más importante para alcanzar la felicidad y jesuitas que ostentan la singular distinción de haber sido el éxito personal y corporativo no es plan de acción o el completamente disueltos por el Papa y resurgieron 40 capital; que los primeros jesuitas obviamente carecían, años más tarde. Piensen en situaciones paralelas modernas: sino una óptica muy singular de la vida y el trabajo, que ¿qué pasaría si la Compañía X estuviese en bancarrota sí poseían los jesuitas y que es muy parecida a lo que mañana? ¿Cuáles son las posibilidades de que un grupo nosotros en la era moderna llamamos liderazgo personal. de compañeros de avanzada edad se encuentren en la calle en el año 2044 y decidan revivir el equipo? Es Ahora bien, pasemos a considerar el estilo de liderazgo imposible por supuesto, pero por alguna razón, los jesuitas de los jesuitas relatando una historia sobre ellos que lo lograron. tiene mucho que ver con la historia de España. Cómo lo lograron de esa manera tan espectacular, y qué Aunque ese grupo un tanto desorganizado de los diez podemos aprender de ellos son las preguntas que intento jesuitas fundadores que mencioné al principio iniciaron explorar en mi libro mediante la observación a los jesuitas su compañía a mediados del siglo XVI sin poseer un desde lo que podría llamarse una perspectiva corporativa plan de acción, ni una idea clara del tipo de trabajo que más que desde mi propia experiencia como jesuita. harían, al menos sí tenían una idea muy clara acerca del tipo de persona que querían reclutar para su organización. Como habrán oído, tuve la suerte de trabajar como Uno de ellos tenía su propia consigna para reclutar, director ejecutivo en Asia, Europa y Estados Unidos para diciendo que la Compañía de Jesús necesitaba JP Morgan & Co. por más de diecisiete años. Antes de quamplurimi et quam aptissimi, o todos los mejores eso, fui un seminarista jesuita durante siete años. Como posibles. La creación del sistema escolar jesuita que a saben, los jesuitas, como todos los miembros de las TEMAS la larga también incluiría esta escuela aquí en Rio (de Janeiro)- no fue el resultado de un plan maestro para construir un imperio global de la enseñanza superior, sino casi completamente una consecuencia accidental de esta visión reclutadora. A principios del siglo XVI cuando los jesuitas comenzaron, la educación pública era prácticamente inexistente; aproximadamente solo 1% de los europeos disfrutaba de la gran bendición que muchos en esta sala han tenido de acceder a una educación superior. Por lo que ustedes deberían reflexionar sobre la bendición de haber nacido en esta época y en este lugar, donde la oportunidad educativa es más extensa. Incluso hoy, aún en muchos países, sabemos que hay niños que no tienen mayores posibilidades de recibir una educación que yo de ir a la luna en un cohete. Los fundadores jesuitas, por lo tanto, no pudieron encontrar muchos reclutas que tuvieran la suficiente educación para ser aptissimi, los mejores. Entonces abrieron varias escuelas para educar a sus propios reclutas para ser sacerdotes. Pero al poco tiempo, las localidades y los príncipes notaron que la educación en estas escuelas eran de una mejor calidad que lo que había disponible, y solicitaron a los jesuitas que aceptaran estudiantes laicos en sus escuelas. No transcurrió mucho tiempo antes que los jesuitas abrieran escuelas, no solamente para los seminaristas que estudiaban para el sacerdocio, sino también para los que se convertirían en funcionarios públicos, artistas y hombres de negocios. De esta forma, el enfoque de su sistema había cambiado radicalmente pero su propósito no: las escuelas seguían siendo lugares para formar aptissimi. Y, desde luego, ese sistema escolar logró formar a los aptissimi como ninguna otra organización privada ha podido en la historia de la humanidad. Los jesuitas administran lo que sigue siendo el mayor sistema privado organizado de enseñanza superior en el mundo. Solamente en la última generación, los jesuitas han formado a antiguos y actuales presidentes de los Estados Unidos, México, Canadá, Filipinas, Francia, Japón, Perú, Nicaragua, y quien sabe cuantos otros países. Ustedes hoy son la prueba viviente de que este modelo educativo jesuita todavía funciona. Los alumnos que estudian aquí están realizando el sueño del siglo XVI que si se les brinda oportunidad, orientación y recursos, pueden convertirse en aptissimi. ¿Y qué significa ser aptissimi? Si le preguntáramos a la gente en la calle, nos diría que ser los mejores, aptissimi, significa ser ricos, famosos, tener muchas casas, etcétera. Pero la visión jesuita de lo que significa ser aptissimi, o digamos, ser un líder, es muy diferente. Al revisar la historia de los jesuitas, sus cartas y normas, me dí cuenta de que los jesuitas inculcaban estas aptitudes a través de una visión basada en cuatro pilares que regía su modo de trabajar como individuos y como miembros de un equipo: 1. 2. 3. 4. Conocimiento de sí mismo Ingenio Heroísmo Amor Conocimiento de sí mismo: Los líderes conocen sus puntos fuertes, debilidades y valores, y a diario se actualizan a sí mismos. Ingenio: la capacidad para adaptarse con decisión a un mundo en constante cambio. Heroísmo: seguir motivado por grandes ambiciones, una pasión por superarse, y metas que son más grandes que el individuo, y finalmente: Amor: tratar al prójimo con una actitud positiva, respetando su dignidad y potencial y buscando desarrollar ese potencial. Ahora me referiré al heroísmo, conocimiento de sí mismo, ingenio y amor, en ese orden. Heroísmo: Empezaré con el heroísmo, y les contaré una anécdota para ayudarles a comprender cómo el heroísmo al estilo de los primeros jesuitas difiere de nuestro entendimiento estereotipado de lo que significa ser heroico. Como 11 TEMAS 12 trabajar como si pudiera hacer tal cambio, nunca muchos saben, los jesuitas dirigen hoy lo que es la red perdiendo de vista la visión total de lo que puede lograr privada de educación superior más grande del mundo. la enseñanza. Los profesores también entienden que el Este país también está representado en esta maravillosa proyecto la escuela sólo tiene éxito cuando el red . Sin embargo, el sistema escolar jesuita no fue individuo se fija una meta que es más importante que él siempre el más grande, y cuando estaba todavía en su mismo. Esto me recuerda una anécdota acerca del tierna infancia a finales del siglo XV, un jesuita llamado Presidente Kennedy a principio Pedro Ribadeneira tuvo la osadía de de los 60, cuando el programa escribirle al Rey de España y El educador no tiene ninguna espacial de Estados Unidos describir la incipiente operación garantía de que causará un intentaba enviar una nave a la como algo tan importante que, el impacto profundo o cambiará luna. Kennedy visitó la agencia bienestar del mundo entero y la la vida de un alumno: su espacial, y al final de la visita se Cristiandad dependía de ello. ¡Esa heroísmo se manifiesta en su topó con un hombre que barría. sí que es una visión heroica! Sin compromiso de vivir y Por ser educado le preguntó cuál embargo, se basaba en la realidad. trabajar como si pudiera era su trabajo. Supuestamente Ribadeneira sabía lo que era enseñar contestó, señor, estoy llevando en una escuela, porque escuchen lo hacer tal cambio, nunca un hombre a la luna. Desde que dijo en un contexto diferente: perdiendo de vista la visión luego que todos hemos tenido Es algo repulsivo, molesto y total de lo que puede lograr una experiencia laboral en la que oneroso dirigir y enseñar y tratar de la enseñanza el equipo es más eficiente controlar a un grupo de jóvenes, que cuando sus integrantes pueden por su naturaleza son tan frívolos, ver más allá de su labor individual y entender su trabajo inquietos, habladores y con tan pocas ganas de trabajar, como parte de una causa que es más importante que un que incluso sus padres no los pueden mantener en casa. solo individuo. Todos sabemos que los equipos que se desempeñan mejor son los que los integrantes se olvidan De hecho, este jesuita Ribadeneira pudo haber articulado de sí mismos y entienden que están participando en un modelo increíble de heroísmo que es relevante no una meta que es más importante que cada uno de ellos. sólo a la enseñanza sino también a muchos de nuestros diferentes ambientes laborales: la idea de sumergirse directamente en la mugrienta realidad que enfrentamos Conocimiento de uno mismo: a diario, pero sin perder de vista la visión que guía y las Todos los jesuitas de la historia, desde los fundadores esperanzas más anheladas. Estamos acostumbrados a hasta los que se están formando actualmente en más de asociar el heroísmo con actos extraordinarios como salvar cien países, sin excepción que yo sepa, han participado a personas atrapadas en edificios en llamas o camaradas en una intensa sesión de entrenamiento de un mes de en combate. La visión jesuita, en cambio, propone que reflexión personal que se llama ejercicios espirituales, el heroísmo tiene menos que ver con la oportunidad al durante el cual se retiran por completo de su lugar de alcance de la mano que con la respuesta a esa oportunidad trabajo, la lectura de los diarios, televisión, amigos, o que siempre podemos controlar, ya que la mayoría de cualquier cosa que pueda distraerlos de la reflexión nosotros no puede controlar las coyunturas de la vida y intensa que se convierte en su única responsabilidad porque tal vez nunca tendremos la ocasión de salvar a laboral durante treinta días. Estas meditaciones guiadas, alguien en peligro. que son probablemente la herramienta más poderosa del retiro espiritual en el mundo cristiano moderno, El educador no tiene ninguna garantía de que causará un representan la tentativa muy práctica de San Ignacio de impacto profundo o cambiará la vida de un alumno: su Loyola de traducir a un enfoque sistemático los frutos de heroísmo se manifiesta en su compromiso de vivir y su propia travesía hacia el entendimiento. Para los TEMAS jesuitas, es una experiencia espiritual y religiosa, pero la autoevaluación que desarrollan hace que estos ejercicios sean un excelente campo de entrenamiento para el liderazgo. Porque cada jesuita está haciendo una inversión importante en la reflexión sobre sus puntos fuertes y debilidades, valores personales y su perspectiva del mundo. Cualquiera que haya estado a cargo de mucha gente o trabajado en Recursos Humanos y he hecho ambas cosas se habrá desconcertado al ver surgir nuevas estrellas emergentes que de pronto parecieran volverse fugaces aunque tuvieran todas las destrezas técnicas, inteligencia, ambiciones y capacitación. Una escuela de pensamiento atribuye estas caídas estrepitosas a una falta de conocimiento de sí mismo. Las personas talentosas que fracasan con frecuencia lo tienen muy fácil al principio y nunca se dan cuenta de sus valores y debilidades. En cambio las que logran el éxito a la larga suelen ser las que han tenido que enfrentar sus debilidades y aprendido rápidamente a trabajarlas y minimizarlas. El profesor emérito de Harvard, Abraham Zaleznik, que trabajó con varios gerentes generales, una vez observó que muchos parecían haber nacido dos veces, porque una crisis personal como una lesión, alcoholismo o bancarrota los obligó a entender quiénes eran y lo que valoraban y querían: los primeros jesuitas nos dicen que si una crisis no nos lanza al auto análisis, nosotros mismos debemos generar dicho proceso. Durante ese período, los jesuitas también aprenden a utilizar una herramienta moderna maravillosa y fácil de emplear para la renovación personal diaria: durante el resto de sus vidas después de la inversión inicial de un mes, los jesuitas siguen un régimen diario de tres pausas mentales que en suma absorben sólo veinte minutos al día, y que cualquiera podría comenzar a usar mañana. Primero, al despertar, recordaremos todo aquello por lo que debemos estar agradecidos y cuáles son nuestras metas, las cuales pueden ser una debilidad que queremos resolver o un objetivo que intentamos lograr. Luego, una vez a la mitad de la jornada laboral y después al final del día, repetiremos un proceso similar: tomaremos unos minutos, recordaremos nuestras bendiciones y metas, y mentalmente revisaremos las últimas horas para extraer las lecciones aprendidas a raíz de nuestro desempeño. Cuando consideramos sus orígenes creo que es evidente la genialidad de esta simple práctica. Recuerden que dije que los jesuitas abandonaron la práctica monástica de reunirse en las capillas varias veces al día para seguir un estilo de vida mucho más activo. Sin embargo, Ignacio tuvo la increíblemente moderna perspicacia que incluso nosotros en el siglo XXI por lo general pasamos por alto: que si ni tú ni yo tenemos el lujo de retirarnos a una capilla varias veces al día como lo hacen los monjes, tendremos que encontrar otra forma para seguir centrados y en un estado de recogimiento mental a medida que avanza el día en un mar de correos electrónicos, llamadas telefónicas y reuniones, sin tener tiempo para evaluar la situación. Estoy seguro de que han visto el resultado de este estilo de vida caótico: la persona llega al final del día sin alcanzar su prioridad Nº 1, o la persona tuvo una reunión que salió mal a las 8:30 a.m. y sigue distraída por el resto del día agotando su productividad. Estos son los problemas del autoconocimiento. Antes de abandonar el tema de cómo mantenernos en un estado de recogimiento mental en medio del trajín diario, permítanme contarles otra anécdota del folklore jesuita sobre cómo mantenerse centrado: Un jesuita anciano trabajaba de portero recibiendo a los que traían entregas a los jesuitas que pedían limosna y sabe Dios cuantos más. Hacía todo esto además de fungir como el tesorero de la comunidad y otras actividades más, así que ustedes pueden imaginar que su labor como portero era una distracción constante y un fastidio. Por lo tanto este hermano se creó una pequeña rutina mental: Siempre que tocaban a la puerta se decía a sí mismo Voy, mi Señor Jesús. ¡Imagínense la calidad de servicio al cliente que prestaba este hermano! Teniendo una visión clara En los últimos 40 años la renombrada universidad norteamericana UCLA ha realizado una encuesta fascinante sobre las prioridades de los estudiantes de primer año: En 1967, el 90 % de los estudiantes de primer año consideró esencial o muy importante desarrollar una filosofía significativa de la vida: el 40 % consideró 13 TEMAS 14 esencial ser adinerado. En 2003 las proporciones se revirtieron casi completamente: casi el 80 % de los estudiantes pensaba que era importante ser adinerado y al parecer, sólo el 40 % se preocupaba por desarrollar una filosofía de vida. Conclusión: la mayoría ve a la universidad como un centro de preparación o formación vocacional y profesional. Lo que gran parte de estos estudiantes a menudo no entiende es que los que realmente triunfan a la larga tienden a poseer una visión clara de lo que significa ser un individuo, de como tratar a los demás, y lo que valoran en la vida, por lo que ustedes deben aprovechar esta experiencia para llegar a un profundo entendimiento de sí mismos. Vale la pena reflexionar sobre el hecho que si revisáramos el resumen curricular de los primeros jesuitas habríamos predicho su fracaso inevitable: después de todo, como dije al principio de esta presentación, no tenían ningún plan de acción, ni enfoque, ni capital. Y sospecho que si escudriñáramos algunas de las historias personales de los presentes, podríamos haber predicho que algunos también habrían fallado. Actualmente todos ustedes se encuentran en circunstancias que pudieran predecir su éxito en el mundo: además de tener el privilegio de cursar estudios superiores, lo hacen en una institución de primera. Sin embargo, aunque la educación y las herramientas y redes sociales que ustedes obtienen aquí pueden resultarles invalorables en cualesquiera de sus futuras profesiones, el ejemplo de los primeros jesuitas debería recordarles que aquellos valores y cualidades internas que los trajeron hasta aquí pueden ser unos indicadores del éxito, realización y felicidad mucho más importantes que los instrumentos más convencionales, como un buen curriculum vitae, capital, entre otros. Ingenio: Como ya hablé de heroísmo y conocimiento de uno mismo, quisiera referirme brevemente al concepto de ingenio, y digo brevemente porque es intuitivamente obvio para cualquier empresario del siglo XXI que el ingenio: la habilidad de adaptarse, ser creativo, cambiar el curso y desarrollar nuevos productos o enfoques, es absolutamente esencial en nuestro mundo cambiante. Durante el tiempo que trabajé en JP Morgan, por ejemplo, en una ocasión calculamos que cada año aproximadamente 1/3 de nuestros ingresos provenía de negocios o productos que no existían hace cinco años, en otras palabras, para seguir siendo básicamente competitivos y rentables teníamos que reinventarnos cada tantos años, y sé que muchos de ustedes están en circunstancias igualmente difíciles. Entonces, cuando los jesuitas del siglo XVI nos dicen que hay que adaptarse a los cambios, no nos están diciendo nada nuevo. A principios del siglo XVII un jesuita llamado Roberto de Nobili llegó a la India. Al cabo de unos años cambió su vestimenta negra de sacerdote por el traje simple de los hombres santos hindúes. Como ellos, se hizo vegetariano y lucía en su frente la misma marca que ellos. Estudió el sánscrito y comenzó a escribir tratados utilizando términos e ideas hindúes. Para algunos de sus contemporáneos él encarnaba el escándalo. El obispo de la India solicitó a la Inquisición que lo investigara. A la larga, una comisión del Vaticano investigó sus temas y métodos de enseñanza para luego reivindicarlo completamente. El enfoque del Padre de Nobili en el siglo XVII es muy parecido a lo que enseñan todos los seminarios del mundo actualmente: la manera correcta de dialogar con las distintas culturas y tradiciones religiosas. Cuando pienso en el Padre de Nobili en 1600, me acuerdo del trabajo de dos profesores universitarios de Administración en los 90, John Kotter en Harvard, y Jerry Porras en Stanford. Ellos estudiaron, por separado, las empresas que mostraban un rendimiento excepcional, y llegaron a las mismas conclusiones interesantes: las empresas más exitosas poseían una cultura, un modo de hacer las cosas que combinaban dos elementos: uno, la gente tenía conciencia de los valores fundamentales de eso se trata: de nosotros, y eso nunca cambiará; por eso trabajamos todo el día; ése es el fundamento. Y dos, también incorporaron un ímpetu, un empuje siempre cambiante en la cultura como respuesta al ambiente competitivo cambiante. Por ejemplo, el Padre de Nobili TEMAS conocía muy bien los dogmas fundamentales cristianos y no estaba dispuesto a cambiarlos. Sin embargo, estaba muy abierto a cambiar la forma como comunicar esos valores y acercarse a una cultura tan distinta a la suya. Entonces, ¿cómo inculcaron los jesuitas del siglo XVI un modo de pensar que nosotros en el siglo XXI aún nos cuesta lograr? Encuentro la clave en los Ejercicios Espirituales de Ignacio, y un concepto que él llama distancia o indiferencia (desapego). Ignacio nos cuenta la historia de un hombre que hereda una cantidad fabulosa de dinero, y luego se plantea la pregunta o meditación de qué hará con ella. Nuestro instinto es pensar que la solución sería dar el dinero a los pobres y alegrarnos piadosamente. Pero dice no, lo que debemos buscar es el tipo de libertad que llama distancia o indiferencia (desapego) que nos permitiría guardar el dinero o regalarlo, basando la decisión sólo en lo que mejor sirve para nuestro objetivo desde luego, para los jesuitas el objetivo es servir la gloria de Dios, pero la parte humana de este discernimiento sigue válida si se reemplaza el objetivo final que busca su empresa. En otras palabras, sólo seremos lo suficientemente libres para ser verdaderamente arriesgados, ingeniosos, adaptivos, creativos y flexibles en nuestros enfoques empresariales cuando hayamos logrado identificar, enfrentar y liberarnos de los apegos personales: a nuestra forma de obrar acostumbrada, a nuestro estatus, posesiones, nuestro miedo a arriesgarnos y a las estructuras institucionales particulares. Les pondré un ejemplo: todos los que han trabajado en el negocio de las fusiones y adquisiciones corporativas saben que algunas que representan un significativo aumento en el valor para los accionistas no suceden simplemente porque un gerente general que está demasiado apegado a su propio ego y estatus se niega a entregar el control a la entidad fusionada. Utilizo el ejemplo de las fusiones por una razón. El año pasado salió publicado un interesante artículo en el New York Times que consideraba que un gran número de fusiones corporativas simplemente no funcionan porque no aportan ningún valor agregado a los accionistas. Amor: Ya hemos hablado bastante de heroísmo y conocimiento de uno mismo brevemente, de ingenio y ahora quisiera referirme al amor en relación al que cualquiera que tenga un pasado corporativo, sería sin duda muy escéptico: ¿Qué lugar podría ocupar el amor en una empresa grande? Primero, déjenme asegurarles que yo no patrullaba los pasillos de JP Morgan abrazando a mis colegas diciéndoles que los amaba, ni les estoy sugiriendo que lo hagan en sus trabajos. En todo caso, Ignacio les dijo a sus colegas que el amor debe manifestarse en hechos, no en palabras. Entonces déjenme explicar en más detalle los hechos que podrían mostrar el impacto del amor en el trabajo, equipo u otro contexto. ¿Que les parece esto para empezar?.- El amor en la acción con un impacto esencial. Desde luego que ningún líder corporativo que ama a sus empleados especularía imprudentemente con sus pensiones y medios de sustento para apuntalar el valor de opción de compra de acciones. Piensen en otros ejemplos en nuestros ambientes: ningún funcionario público o político que ama a los ciudadanos a quienes sirve, debería involucrarse en el tipo de corrupción que les roba o quita los servicios a los que ellos tienen derecho. Pero todos estos ejemplos, por genuinos que sean, tienen un ligero eco negativo, como si el amor pudiera guiarnos en el lugar de trabajo solamente para salvarnos de cometer fechorías éticamente intolerables. Además, quisiera hablar de algunas de las dimensiones más enriquecedoras y positivas del amor en el lugar de trabajo. Empecemos por reflexionar sobre la palabra Compañía. Quiero recalcar que el nombre formal que los fundadores jesuitas eligieron para su empresa era en su español nativo, Compañía de Jesús, o sea, la compañía de Jesús. Y la manera como entendían compañía es diferente a como la entendemos hoy. Aunque hoy el significado de la palabra compañía se asocia casi totalmente a la empresa comercial, recuerden que la raíz de la palabra compañía es companis, juntos y pan; es decir, una compañía 15 TEMAS 16 era un grupo de personas con quienes quizás partirías el pan, y en el siglo XVI compañía más bien se refería a un grupo religioso, una tropa militar o hasta un grupo de amigos. Los primeros jesuitas claramente se consideraban compañeros, y vieron que su compañerismo revigorizaría sus esfuerzos. La compañía jesuita nos está desafiando a que logremos que nuestras propias compañías regresen a este concepto básico: grupos que se caracterizan por el apoyo mutuo que motiva a los miembros del equipo... hasta podría ser divertido. Todos saben que los niños aprenden y son más productivos cuando son criados, enseñados y guiados por familias, profesores y entrenadores que los valoran como seres importantes y dignos, que establecen altos estándares y crean ambientes de amor en vez de miedo. ¿Entonces por qué nos hemos convencido de que nuestras necesidades adultas son tan diferentes? Los mejores equipos en los que he participado han prosperado precisamente porque había confianza, apoyo mutuo, respeto verdadero por los talentos individuales, un verdadero interés en ayudar a los demás a tener éxito, y una disposición de exigirse altos estándares para que cada uno pudiera realizar todo su potencial personal y el del equipo. Ignacio de Loyola no tenía miedo de llamar amor a este cúmulo de comportamientos, que es precisamente lo que es cuando estos comportamientos se nutren de una visión autoconsciente en la que aquellos con quienes trabajo y juego no son meramente herramientas que utilizo, sino individuos que poseen una dignidad fundamental y son tan merecedores del respeto y apoyo como yo. Por consiguiente, les dijo a los superiores jesuitas que gerenciaran con todo el amor, modestia y caridad posibles, de modo que los equipos pudieran prosperar en ambientes llenos de más amor que miedo. ¿Por qué Loyola insistió en esto? Bien, en uno de sus Ejercicios Espirituales nos dice que debemos reflexionar sobre el hecho de que cada ser humano es el templo de Dios hecho a su imagen y semejanza. Y, si creemos esto, entonces seguramente tendrá implicaciones en cómo debemos tratar a nuestros prójimos. Sospecho que lo que acabo de citar puede incomodar a algunos. ¡Ustedes vinieron a un simposio de negocios, no a un sermón religioso! Pero lo que digo está fundamentalmente relacionado con los negocios. Porque una vez que ustedes comiencen a pensar de esta forma, verán a sus congéneres de una manera completamente diferente los tratarán de una manera diferente y sus organizaciones prosperarán. Los jesuitas tuvieron la imaginación de abrir reducciones exitosas en Brasil simplemente porque ellos vieron a los indígenas brasileños de una manera distinta. Ustedes saben que en las primeras décadas de la colonia, uno de los debates claves entre los europeos, supuestamente cultos, era si las personas indígenas de África y las Américas eran realmente seres humanos. Un europeo escribió que la gente que él encontró en las Américas eran Bestias de los bosques salvajes escuálidos, feroces y abyectos, que parecían animales salvajes en todo salvo en su forma humana. Es obvio que los jesuitas que establecieron reducciones pensaban de manera muy diferente. Escuchen las palabras de un jesuita que trabajaba en Brasil, hablando de la misma gente que otros europeos llamaban bestias: ¿ Acaso estas personas no son los hijos de Adán y Eva?... ¿No nacen y mueren como nosotros? ¿No respiran el mismo aire? ¿No los cubre el mismo cielo? ¿No los calienta el mismo sol? He hablado mucho acerca del respeto humano porque veo algunas tendencias inquietantes en el medio laboral estadounidense. Me preocupa el hecho que tenemos que comenzar a adoptar formas distintas de trabajar y liderar. Hablaré de lo que pasa en el mundo laboral norteamericano, pero seamos francos, en un mundo que se globaliza cada vez más, lo que sucede en los Estados Unidos ya está sucediendo en otras partes. Por una parte, la economía norteamericana es un sistema maravilloso que ha creado nuevos empleos y oportunidades para muchos millones de personas en mi país en las últimas décadas. No obstante, esa economía deslumbrante y versátil continúa ejerciendo un fuerte y creciente efecto incluso sobre los ánimos de aquellos TEMAS que gozan de buenos empleos. Ninguna civilización de es liderazgo: tendemos a pensar en liderazgo como un la historia ha cosechado tan poca satisfacción de tanta conjunto de tácticas lo que hacemos, o el estatus, la prosperidad como la estadounidense de hoy. Sólo la posición que tenemos en un organigrama. Y a pesar que mitad de los norteamericanos dice estar contento con el liderazgo se puede proyectar mediante el estatus o la sus trabajos; sólo el 39% dice que confía en sus gerentes táctica, se trata básicamente de quiénes somos. No es de alto nivel. Casi la mitad de los norteamericanos se un acto en el trabajo, sino un conjunto de valores que preocupa con frecuencia ante la represento y proyecto como posibilidad de perder su trabajo. La persona. Es la perspectiva que tengo mitad de los norteamericanos dice sobre otros seres humanos y cómo Debemos ser explícitos que sus trabajos se han tornado cada lo demuestro... Para liderar bien, sobre nuestros puntos vez más estresantes en los últimos debo centrarme en conocerme a mí fuertes y debilidades, seis años. El año laboral promedio mismo y lo que represento, y nuestros valores, y el en estos lugares infelices y llenos menos en leer libros sobre Jack legado del liderazgo que de desconfianza es 20% más largo Welch y tratar de imitarlos. cada uno quiere dejar en que hace dos generaciones . Y ésta el mundo. es la situación de personas que 2. Si el liderazgo es lo que tienen buenos trabajos en la somos, entonces todos estamos civilización más próspera del liderando, y estamos liderando mundo. Y ustedes al igual que yo saben, que muchos, todo el tiempo, bien o mal. Cada novicio jesuita, en el muchísimos de nuestros hermanos, ni siquiera tienen la pasado y en la actualidad, pasó por los mismos Ejercicios oportunidad de participar totalmente en nuestro sistema Espirituales de un mes que lo obligan a estar claro sobre de mercado. Casi 2 billones de nuestros hermanos en el sus metas y valores. Esta es otra interpretación distinta mundo deben sobrevivir con ingresos de sólo $2 por de los jesuitas del liderazgo. De ahí se desprende que día. Y casi un billón de nuestros hermanos ni siquiera debiéramos aprender a centrarnos en las oportunidades puede escribir su propio nombre. que tenemos cada día y menos en las que aún no nos llegan. Ninguno de nosotros en nuestras vidas Poseemos un maravilloso modelo económico que corporativas puede controlar todas las circunstancias en perdurará solamente si los seres humanos dedicados y que nos encontramos, o cómo otras personas se con principios brindamos un mejor trato a nuestros comportarán alrededor de nosotros, o las oportunidades colegas, clientes y subordinados mediante la aplicación que se nos presentan. Sin embargo, siempre podemos de las actitudes que recién describí, y si disponemos de controlar nuestros propios comportamientos y reacciones. personas lo suficientemente ingeniosas y heroicas para Ignacio de Loyola dijo una vez: Trabaja como si el éxito entender cómo se puede incorporar a los demás en este dependiera de tus propios esfuerzos, pero confía como increíble sistema. si todo dependiera de Dios. El mensaje implícito es increíblemente importante: nuestra suposición implícita Las ideas a las que me he referido, conocimiento de uno suele ser si estás en un trabajo específico, puedes causar mismo, ingenio, heroísmo y amor son valores que ustedes impacto de liderazgo; la suposición implícita de Ignacio podrían adoptar como parte de su proyecto de liderazgo es: vas a causar impacto sin importar el trabajo que tengas. personal, en sus hogares, lugares de trabajo, o en otras áreas Tienes que concentrarte en el aporte que sí puedes de su vida. Permítanme utilizar estos últimos minutos para controlar, no en el que no puedes controlar. Creo que hacer un resumen del enfoque del liderazgo jesuita. Ignacio presagia muchos elementos de la psicología moderna, como por ejemplo, el principio de que las 1. Primero, espero que se lleven consigo el mensaje personas más saludables son las que aprenden a controlar fundamentalmente diferente de los jesuitas sobre lo que los factores controlables. Son altamente proactivas en 17 TEMAS 18 las áreas de la vida que pueden controlar, pero no se obsesionan por lo que no pueden controlar. ¿Entonces cómo se controla los factores controlables ? 3. El conocimiento de uno mismo es la clave. Recuerden que propuse la idea que necesitamos movernos desde el inconsciente hacia el liderazgo decidido. Debemos ser explícitos sobre nuestros puntos fuertes y debilidades, nuestros valores, y el legado del liderazgo que cada uno quiere dejar en el mundo. Y una vez hecha esta inversión, debemos crear mecanismos para enfocarnos todos los días en cómo lo estamos haciendo. Anteriormente me referí al examen, esa herramienta diaria que los jesuitas usaban para hacer pausas mentales... Todo novicio jesuita, entonces o ahora, pasó por los mismos ejercicios espirituales de un mes que lo obligan a esclarecer sus metas y valores. Nuestra cultura nos dice que podemos comprar un libro en el aeropuerto de Madrid, leer seis reglas rápidas, y ser un mejor líder cuando el avión aterrice en Barcelona. Son tonterías. Todos sabemos que los mejores líderes no están ganando porque saben unos trucos, sino porque tienen algo que es mucho más personal y profundo que los motiva todo el día. Este grupo reunido aquí hoy representa un sector de la sociedad con un alto rendimiento académico, y les apuesto que si entrevistara a cada uno, descubriría que muchos de ustedes han pasado por un proceso de pruebas profesionales o personales que son claves para su enfoque, decisión y rendimiento posterior. De la misma manera, los jesuitas nos ayudan a ver que los buenos líderes pasan por un proceso de auto reflexión como adultos, y explícitamente articulan sus valores como parte de un proyecto de vida, que es la herencia que queremos dejar en este mundo. Para los que estamos reunidos aquí hoy, lo maravilloso de esta fórmula basada en cuatro pilares es que no sólo convirtió a los jesuitas en guerreros corporativos atrevidos, adaptables, valientes y creativos, elementos que tanto admiramos actualmente, sino que también los hizo más íntegros. No creo que exista una fórmula mágica en la vida corporativa que garantice que seamos simultáneamente buenos y adinerados, exitosos y mejores seres humanos - pero este modelo al menos ofrece un destello de esa promesa. Y, mejor todavía, a diferencia de mi libro que cuesta dinero convertirse en una mejor persona no cuesta nada, más que nuestra propia inversión comprometida con el conocimiento de nosotros mismos y con la articulación de nuestros valores de liderazgo. Antes de terminar, permítanme hacer un llamado a todos los presentes a la acción. Pocas veces en la historia ha habido un momento en que la sociedad haya necesitado tanto del concepto jesuita de lo que significa ser una persona humana y liderar, y cada uno de nosotros puede desempeñar su papel. Todos los expertos que conozco, cuando hablan de negocios, la iglesia, la vida política o civil, se refieren a la necesidad de un mejor liderazgo. Pero aunque todos estemos de acuerdo que éste es necesario, no somos capaces de proponer soluciones apropiadas. En parte esto sucede porque nos encontramos atrapados en la idea fragmentada del liderazgo que sólo tiene que ver con el estatus, la posición en una lista jerárquica, el dinero o el poder. Bien, pero los que estamos en esta sala podemos enseñarle a la sociedad, por la forma en que trabajamos, un modelo único, funcional y con principios de liderazgo para el siglo XXI basado en el concepto que todos lideramos cuando proyectamos valores como los que he destacado. Al principio les pedí que pensaran en los nombres de dos o tres líderes vivos, y espero que ahora piensen primero en sus propios nombres cuando digo que necesitamos a líderes más competentes, inteligentes y virtuosos que tengan un modelo de conducta para liderar a los que están en nuestros equipos, compañías y comunidades, en la forma como vivimos y trabajamos, y como tratamos a nuestras familias, colegas y clientes. TEMAS PARA REFLEXIONAR Decir que el liderazgo genera un atractivo en el ámbito de la educación superior no es una novedad. Así por ejemplo, ya, desde la década de los cuarenta del siglo XX, prestigiosas universidades habían creado centros de investigación para profundizar sobre este tema. No hace falta ser muy perspicaz para percatarse que, si se revisa el abanico de ofertas académicas, dentro de los pensa oficiales, así como en los programas de formación complementaria, este tema no está ausente en los institutos contemporáneos. Desde la perspectiva gerencial, la reflexión sobre el liderazgo comenzó en las primeras décadas del siglo XX, y ha ido desarrollando diversos modelos, cada uno con sus matices y énfasis. En este sentido, al realizar un paneo general se puede apreciar que los estudios iniciales orbitaron alrededor de la Teoría del Gran Hombre. Esta tenía un carácter innatista, pues era partidaria de la idea según la cual un líder nace. Para esta teoría era importante dar respuesta a la siguiente pregunta: ¿son los líderes los que provocan los grandes acontecimientos de la historia o son éstos los que producen a los líderes? El liderazgo ignaciano: ¿un modelo más? TEMAS 19 A finales de la década de los cuarenta, surgió, de la mano de R. Stogdill, la Teoría de los Rasgos. Afín a la anterior, esta propuesta también centraba su interés en la figura del líder, con el objetivo de establecer cuales eran los rasgos personales claves, para el ejercicio del liderazgo. Eso posibilitaría diferenciar entre los innatos y los susceptibles de ser enseñados. En los sesenta aparecieron otros modelos, en los que se valoró el factor contexto en el que el líder se desenvolvía. Responde a este planteamiento el Modelo de Contingencia de F. Fiedler. Por su parte, e inspirado por esta línea, B. Reddin desarrolló su Modelo 3D, en el que se afirmaba que las situaciones laborales eran susceptibles de ser evaluadas y sí era posible identificar los comportamientos más apropiados para ellas. Por su parte, R. Blake y J. Mouton diseñaron su muy difundido Managerial Grid. En él se tomaban en cuenta la relación entre la orientación hacia la producción, los resultados, los beneficios, etc.; así como, la orientación hacia las relaciones interpersonales. En los setenta, Evans y House propusieron su Modelo Camino-Meta. En él se muestra que la función del líder apunta a facilitar los medios u orientar la forma de sortear las dificultades para que su equipo alcanzara los objetivos pautados de la manera más satisfactoria. La profundización de este modelo derivaría en el desarrollo del Modelo del Liderazgo Carismático de Conger Oscar Buroz Echenagucia SJ TEMAS 20 y Kanungo. Acá la misión del líder era lograr que el equipo adoptara como suya, la visión que él les proponía. Esto se realizaría mediante su conducta, sus mensajes (verbales y no verbales), su forma de potenciar y enrutar la fuerza del deseo, para que el trabajo colectivo tuviera una meta común. En esta misma década, y muy influenciado por la propuesta de B. Reddin, P. Hersey y K. Blamchard desarrollaron el Modelo del Liderazgo Situacional. Dada su simplicidad y facilidad de compresión, ha sido muy difundido en los ambientes de formación gerencial. Otro modelo que contemporizó con la propuesta de Hersey y Blamchard, es el de V. Vroom y P. Yetton, Modelo de la Decisión del Liderazgo. Tenía como objetivo, orientar el proceso de discernimiento, en función de la meta, cuándo una decisión debía estar en manos del líder y cuándo es competencia del equipo de trabajo. A finales de los setenta, Hollander desarrolló el Modelo del Liderazgo Transaccional. Este modelo hizo su foco en las relaciones transacciones- que se establecen entre el líder y cada uno de los miembros de su equipo. El rol de líder apuntaba a la creación de contextos en los que el resto del equipo podía percibir que existía una estrecha relación entre los esfuerzos y los resultados esperados. En los ochenta, J. Burns presentó su Modelo de Liderazgo Transformacional. Considerado como una evolución del Liderazgo Transaccional, hizo énfasis en el desarrollo de habilidades y destrezas en el líder para reconocer las necesidades de cambio en los miembros de su equipo y ayudarlos a encontrar los modos, así como los medios para alcanzar una visión que han desarrollado juntos. Son muchos los que han escrito sobre el liderazgo y no es posible, en este espacio, realizar un listado detallado de los gurús de esta materia; sin embargo, habría que mencionar los nombres de R. Greeleaf, J. Kotter, J. Kouzes, P. Drucker, W. Bennis y S. Covey. En definitiva, es lógico que pudiéramos preguntarnos por qué despierta tanto interés el tema del liderazgo. ¿Qué atractivo efecto se produce en la imaginería de aquellos que, al momento de optar por un abanico de temas, se decantan por invertir en los cursos, talleres, programas, orientados hacia el tema del liderazgo? Se podría dar un paso más, en clave de ejercicio de reflexión y preguntarle a los modelos ofrecidos, aspectos tales como: ¿de qué forma entiende el ser persona tal o cual modelo de liderazgo? ¿Cómo entiende a la sociedad y su teleología? ¿Qué sentido tiene el liderazgo en las relaciones interpersonales y qué valores predominan? ¿Solamente se le puede entender en clave de la relación líder-seguidores? ¿Son sólo herramientas o implican un modo de ser? ¿Cómo entienden palabras tales como prestigio, poder, éxito, excelencia, servicio? En definitiva, y dado el contexto mundial, ¿para qué le ha servido a la humanidad, en las décadas recientes, el formar líderes? A inicios del siglo XXI, Chris Lowney, publicó su libro Heroic Leadership (titulado en castellano, El liderazgo al estilo de los Jesuitas). Desde una perspectiva muy personal, Lowney intentó dar cuenta del éxito organizacional que se dio en la génesis de la Compañía de Jesús. Para ello identifica y desarrolla cuatro elementos claves: el conocimiento de sí mismo, el ingenio, el amor y el heroísmo. Dada la novedad del enfoque, puesto que su público objetivo eran personas dedicadas a labores gerenciales, el texto ha tenido positivas resonancias entre laicos vinculados afectiva y efectivamente con la Compañía de Jesús, así como, entre jesuitas que lo tomaron como una lectura de pasatiempo. Ahora bien, una cosa es reconocer que el libro tiene aspectos interesantes, valorando y agradeciendo el esfuerzo de Lowney, y otra cosa muy diferente, es tratar de encontrar en él el quid del modo de proceder de lo que pudiera denominarse liderazgo jesuítico. TEMAS Si no se hace una lectura crítica del texto aquello de ser flexible, incorporar terminología lowneano y se acepta, cual verdad revelada los polisémica que termine distorsionando la propuesta planteamientos esgrimidos, se abre la posibilidad original. de crear el anclaje conceptual para justificar modos de proceder que, de ninguna manera, hubiesen Caben las preguntas: ¿Hacer esto es indebido? ¿Es sido avalados por Ignacio de Loyola y sus primeros qué no se pueden incorporar elementos para compañeros. En ese caso, se estaría en presencia enriquecer la propuesta? Lo que se está tratando de una expresión de Jesuitismo. Este es un adjetivo de decir es que primero se entienda la propuesta que expresa una distorsión en de liderazgo, tal como se la comprensión y vivencia de la genera desde la tradición ignaciana, pues se espiritualidad ignaciana y Dicho lo anterior, si lo que valora una praxis que adolecen posteriormente, una vez mueve es la vivencia profunda del Principio y Fundamento captada en toda su de la espiritualidad, es desarrollado en los Ejercicios complejidad, comenzar a necesario concluir que, Espirituales. dialogar con ella. Pienso cuando se habla de liderazgo que es lo más Sin embargo, y por aquello de intelectualmente honesto ignaciano, no se está hablando salvar la proposición del que podemos hacer con la de una herramienta o una prójimo, pienso que Lowney tradición recibida. ropa que se quita o se pone abre una excelente oportunidad según la ocasión, sino de un para reflexionar y ahondar más Entonces, ¿son tan modo de ser para la vida en lo que puede ser la fundamentales los cotidiana. sistematización de un corpus Ejercicios Espirituales en la teórico sobre liderazgo configuración de un ignaciano 1 . En este sentido, liderazgo ignaciano? rescato la pregunta que él realiza en su libro: ¿Qué Definitivamente sí, dado que de ellos brota lo pueden aportar a nuestro conocimiento del esencial, en ellos, el ejercitante obtiene su norte, liderazgo unos cuantos sacerdotes del siglo XVI? sus criterios para discernir y elegir, su desde dónde Visto de esta manera, estamos en el pórtico de un su a favor de quién y su para qué. reto fascinante. Los Ejercicios Espirituales son la fuente de la Es una opinión muy personal que, si se quiere Espiritualidad ignaciana. Ella es profundamente entender lo que es el liderazgo ignaciano se necesita cristocéntrica, y constituye un paradigma que abordarlo desde la espiritualidad que brota de los ayuda, al que la vive, a percibir, sentir, pensar, Ejercicios Espirituales, con todos los elementos que juzgar, elegir y actuar en favor de los derechos de la conforman, entendiéndolos según su sentido los demás, especialmente de los más necesitados y originario. Existe la tentación, muy postmoderna, excluidos de la sociedad, según el modo de de hacerse de la propuesta desde la selección proceder de Jesús de Nazaret. acomodaticia de los elementos que más le interesen al receptor; también se puede dar el caso de no Pero cuidado, que no se entienda el párrafo querer llamar las cosas por su nombre y, por precedente como la justificación para un talante 1 Adviértase que ex profeso hago un cambio de jesuitico a ignaciano, dado que, como adjetivo, tiene un significado, en el DRAE, que ayuda poco. 21 TEMAS 22 de simple activista social, sin sentido de la trascendencia. Se insiste en esta idea: la Espiritualidad ignaciana es ante todo una experiencia mística, una experiencia de relación profunda de Dios con la persona humana concreta, o como diría Ignacio, del Creador con su criatura; la cual, lleva al individuo a tomar conciencia de tanto bien recibido, comenzando por su vida. De este sentirse amado, aceptado y convocado, mana una gratitud que esta a la base de la actitud fundamental de la persona ignaciana: en todo Amar y Servir. Es importante no dejar pasar el que esta Espiritualidad ignaciana se gestó en un convulso siglo XVI europeo, en el que los sujetos se encontraban a merced del acelerado devenir histórico, en los que se producían tantos y tan profundas transformaciones que era muy difícil asimilar el cambio de época que se estaba realizando. Hoy, como entonces, nos encontramos en un turbulento paso epocal; así también, hoy, como entonces, la Espiritualidad ignaciana constituye una herramienta inigualable que posibilita asumir la vida en clave de esperanza. Jerónimo Nadal S.J, asistente personal de Ignacio, utilizaba la expresión, Contemplativos en la Acción, para describir como él entendía la vivencia de la Espiritualidad ignaciana. Con esto intentaba indicar el sano equilibrio entre ser una persona que cultiva su relación con Dios, pero que no pierde contacto y compromiso con su aquí y ahora, para actuar en consecuencia. En la actualidad se diría que es una opción, libremente asumida, que lleva a un servicio proactivo de la fe y la promoción de la justicia. Puntualicemos ideas claves. La espiritualidad gesta un estilo de vida, en la que el sujeto puede dar cuenta de quién es él ontológicamente y cuál es el sentido de su vida, en el que hay una dimensión inmanente, que se corresponde con la cotiadinidad, y una trascendente, que tiene que ver con su encuentro definitivo con lo totalmente otro, Dios. El gran paradigma a seguir, Jesús de Nazaret y su causa, y el medio para saber lo virtuoso o no de las mediaciones usadas para su seguimiento, el discernimiento. Dicho lo anterior, si lo que mueve es la vivencia profunda de la espiritualidad, es necesario concluir que, cuando se habla de liderazgo ignaciano, no se está hablando de una herramienta o una ropa que se quita o se pone según la ocasión, sino de un modo de ser para la vida cotidiana. Es el que asumió el mismo Ignacio y el que adoptaron sus primeros compañeros de la Universidad de París. Este es el legado que, generación tras generación de jesuitas haciéndose extensivo a los laicos ignacianos-, tomando en cuenta tiempos, lugares y personas, nos han ido configurando como cuerpo. 2 Así las cosas y a modo de conclusión, sin que por eso sienta que se usa un texto cerrado para la discusión, quisiera hacerme eco de la propuesta que, sobre liderazgo ignaciano, propone Carlos Vazquez S.J: El Liderazgo Ignaciano es un estilo de vida que, al servicio de la misión de Jesucristo, se inspira en los Ejercicios Espirituales, para orientar y acompañar el proceso de desarrollo humano en lo personal y comunitario, hacia la excelencia integral, en la formación de hombres y mujeres para los demás y con los demás. 2 VAZQUEZ, Carlos. PROPUESTA EDUCATIVA DE LA COMPAÑÍA DE JESUS. Edit. ACODESI. Bogotá-Colombia. 2006. 181-184 TEMAS PARA REFLEXIONAR 23 Hace ya algún tiempo, por no decir desde sus comienzos, la Compañía de Jesús ha mantenido su preocupación por establecer las características de la relación entre los Jesuitas y los laicos(as) y por la manera como se debería construir un diálogo para la participación de los bienes espirituales, conceptuales, procedimentales y aún personales entre unos y otros. No en vano la experiencia Ignaciana primigenia, se da en momentos en los cuales la vivencia es desde la condición de laico que tenía San Ignacio. El desarrollo de la Compañía, las primeras aplicaciones de la Fórmula del Instituto, se dan en medio de una de las peores crisis vividas por la Iglesia Católica en su historia, por la que ser religioso era casi un sinónimo de corrupción, por lo que las mejores opciones eran militar en la reforma o conservar la vida laical. De otro lado está la permanente presión de personas, hombres y mujeres no consagradas para aportar desde su condición laical al cumplimiento de la misión de la Compañía, todo ello de alguna manera alimentado desde dentro de la Orden Religiosa, mediante su presencia en las actividades particularmente laicas (p.e. la ciencia, la administración, el desarrollo de instituciones educativas no confesionales o del orden nacional, el arte ). Liderazgo y formación de directivos. Relación Jesuitas Laicos En épocas más recientes el mismo mandato del Concilio Vaticano II, en el que se hace un llamado a una mayor presencia de los laicos en los asuntos de la fe y en la consolidación de la iglesia terrenal (sus instituciones, actividades y procesos), la consideración de que la Iglesia del actual milenio es en la medida en que sea capaz de incorporar a ella a los laicos no como receptores pasivos de una evangelización, sino como agentes de la misma2 , son orientaciones retomadas por la Compañía, particularmente en las Congregaciones Generales 313 , 334 , 345 y 356 , en las que se hace mención explícita al papel de los laicos en las obras de la Compañía y se ponen las bases sobre las cuales se edifica una identidad con la misión que les permite ser compañeros apostólicos, con sus particulares maneras de contribuir al desarrollo de la evangelización desde las obras creadas para tal fin. 1 2 Decano Académico Facultad de Educación, Pontificia Universidad Javeriana, Bogotá. Véanse por ejemplo las encíclicas Lumen Gentium, Apostolicam Actuositatem, Gaudium et Spes y el documento Christifideles Laici de 1987. 3 Ver Decreto 33 sobre la Compañía y el Laicado y el 34 sobre la vinculación de algunos Laicos. 4 Ver Decreto Compañeros de Jesús enviados al mundo de hoy 5 Decreto 13 sobre la colaboración con los laicos en la misión. 6 La más reciente Congregación General, realizada entre enero y marzo de 2008, no tuvo un decreto especial sobre los Laicos como la CG34, pero resaltó el papel de éstos en los Decretos 2 (Un fuego que enciende otro fuego) y 6 (Colaboración en el Corazón de la Misión) Esteban Ocampo Flórez / PUJ Bogotá 1 TEMAS 24 Pues bien, en este contexto vale reflexionar sobre la relación entre Jesuitas y Laicos y particularmente de lo que significa un liderazgo de los laicos en la dirección de obras o de procesos de éstas. De la relación Jesuitas Laicos Como se ha insinuado en los anteriores párrafos, desde hace mucho tiempo ha existido una preocupación de la Compañía de Jesús por darle un carácter a las relaciones que existen entre sus miembros y obras y los colaboradores no jesuitas de las mismas. Las conclusiones que se han sacado, han ido desde la consideración de los laicos como contribuyentes de sus obras, hasta el aporte que los jesuitas pueden hacer a la misión de los laicos. Esto es realmente importante, pues en los actuales momentos, no solo los colaboradores no jesuitas (que incluyen laicos7 , religiosos de otras comunidades y seguidores de otros credos religiosos) son mayoría en sus obras apostólicas, sino que tradicionalmente muchos jesuitas colaboran con otras obras no jesuitas (muchas de ellas ignacianas, pero no todas ellas de esta categoría8 ). Y marca una diferencia también el sentido de considerar la forma particular como cada quien vive su compromiso evangélico: unos mediante la vida consagrada y otros en su vida laical, por lo que no se puede pedir a los segundos que se conviertan en minijesuitas, sino más bien la consideración de que cada quien debe vivir a plenitud su opción de vida y su relación con las obras en las cuales comparten, será de acuerdo a ello. Cualquiera que sea el caso, se ha visto oportuno (sobre todo a partir de la Congregación General 34), que los Jesuitas compartan con los Laicos su Espiritualidad, particularmente mediante la vivencia de los Ejercicios Espirituales, pero también con el conocimiento de sus modos de proceder, de su historia y especial manera de leer el mundo y sus relaciones, su organización, los aspectos inherentes a su vida comunitaria, las claves de su forma específica de evangelizar y su manera de entender los múltiples fenómenos y procesos humanos. Con este compartir se allana el camino para que las relaciones entre unos y otros, puedan darse dentro de un mayor nivel de corresponsabilidad, nacida del conocimiento que los laicos puedan tener de la manera ignaciana de obrar. Por supuesto que ello requiere de la disponibilidad, entrega y convicción de los laicos implicados. No basta con la disposición de los jesuitas, es necesario que en los laicos exista la convicción acerca de la necesidad de esta relación, generosidad para dar a conocer sus particulares maneras de interactuar con el mundo, convencimiento del aporte que sus conocimientos pueden hacer a las obras y fortaleza en la forma de vivir su responsabilidad como miembros de la iglesia. En otras palabras, la relación Laicos Jesuitas, requiere de un mayor acercamiento de los unos a los otros y de un reconocimiento de la necesidad de la presencia de ambos para que la misión pueda cumplirse plenamente. En tal sentido, en la Congregación General 34, en su decreto 13, se plantea que las relaciones entre los Jesuitas y los Laicos, debe basarse en: Compartir la herencia espiritual, a través de los Ejercicios Espirituales Ignacianos. Favorecer la llegada de los laicos a las obras de la Compañía y de los jesuitas a obras dirigidas y administradas por laicos. Ofrecer preparación a los jesuitas para el trabajo colaborativo con laicos, además de la formación que los jesuitas dan a los laicos en los aspectos pertinentes. Promover diversos tipos de asociaciones laicas, que a su vez colaborarían con las obras de la compañía. Desde acá puede considerarse entonces que la relación Jesuitas Laicos, es una realidad del mundo actual y que para lograr los propósitos de unos y de otros, debe avanzarse en los procesos de formación de ambos, para que juntos aprendan a caminar por las exigentes rutas del logro de una misión compartida, la evangelización, 7 Entendidos acá como creyentes católicos no religiosos. 8 Tal es el caso de los Jesuitas que trabajan en Instituciones gubernamentales o privadas, sobre todo de carácter educativo y científico. TEMAS defensa de la fe y promoción de la justicia a través de las diversas obras, pero especialmente a través del apostolado ilustrado, en un ambiente de reciprocidad, más que de complementariedad. Del liderazgo desde la perspectiva Ignaciana Ser compañeros en la misión, desde todos los frentes de trabajo, pero particularmente desde las responsabilidades de dirección, implica que las personas ejerzan un especial liderazgo, que se hace más exigente en cuanto quien esté llamado a él, no sea un miembro de la Compañía. Para San Ignacio, quienes desempeñen los cargos de dirección, deben efectivamente ser líderes, contar con el reconocimiento de quienes hacen parte de la obra, reunir una serie de condiciones (que se enunciarán como características del liderazgo) y en todo caso debe cuidarse de que quien ejerza este liderazgo se trate de alguien a quien a lo menos no le falte bondad mucha y amor a la Compañía y buen juicio acompañado de buenas letras9 . Son muchos los escritos10 que se encuentran acerca de la manera como los jesuitas, a través del tiempo han ejercido y han formado en el liderazgo y por ellos se pueden identificar los elementos que lo caracterizan y por ende, lo que se debería buscar a la hora de querer ubicar personas que puedan ocupar cargos directivos para sus obras. En particular se indica que tal liderazgo se identifica, entre otras características, por: 1. Ser un liderazgo de servicio. Mientras los cánones de la sociedad hablan de los liderazgos en los cuales las personas puedan alcanzar sus propias metas, en la perspectiva ignaciana, éste se concibe en la medida En el Decreto 13 de la Congregación General 34 se plantean las bases de la relación entre laicos y jesuitas 9 Constituciones, Parte IX, C.II, (735) 10 Ver por ejemplo Lowney, Chris. El liderazgo al estilo de los jesuitas. Editorial Norma, Bogotá: 2004 25 TEMAS 26 en que ayuda al logro de las metas de causas que estén orientadas a la búsqueda de la dignidad de las personas y el respeto por sus derechos. La clave de este liderazgo es entonces el otro, las otras personas y en particular aquellas que se ven relegadas a un segundo plano en la sociedad: minorías, pobres, migrantes, o que son sujetos vulnerables al respeto de sus derechos. 2. Orientado a la solidaridad y la construcción de comunidad. Es un tipo de liderazgo que se preocupa y ocupa por los demás, con una sensibilidad especial que le permite comprender y sentir, con la razón y el corazón, las debilidades y oportunidades humanas, los gozos y padecimientos de aquellos en quienes tiene sentido nuestra acción. Y todo ello encaminado a la búsqueda de constituir comunidades, grupos de personas que se reconocen y que avivan propósitos comunes, todos encaminados al logro de una vida buena, vida en plenitud. 3. Encaminado a la búsqueda del cambio social. Tal como lo pregona el Proyecto Educativo Común (PEC) la búsqueda de condiciones para la vivencia de los valores del evangelio en todo quehacer de las obras educativas de la Compañía, en particular en América Latina, serán elementos distintivos de este tipo de liderazgo. 4. Que toma decisiones desde el discernimiento. Busca este liderazgo que las consideraciones que se tengan para tomar una decisión, no solamente se hagan por buenas (y a veces prácticas y efectivas) razones, sino también por las implicaciones que éstas tienen en el logro de metas que trascienden la efectividad y se ponen en la dimensión de los valores que se declaran y en general del bien humano. Decisiones iluminadas en principios y valores que propenden por la dignidad, la superación de condiciones que impiden la trascendencia del ser humano. Implica sospechar sobre la bondad de muchas de las llamadas buenas acciones, procesos, resultados de la sociedad, particularmente mercantilista, para poder encaminarse a la construcción de un mundo justo, tal como lo promulgan las instituciones de la Compañía de Jesús. 5. Liderazgo inserto en las realidades en las cuales se ejerce. Por ello mismo un liderazgo crítico, capaz de leer permanentemente las realidades con una mirada examinadora desde los principios y valores que desea promover. 6. Movido por el reconocimiento que los otros dan a tal liderazgo. Se trata de la vivencia plena de la autoridad nacida de la confianza y la creencia que se tiene en el otro. En los ámbitos educativos, por ejemplo, se estaría hablando de una autoridad epistemológica que acompaña ese liderazgo reconocido por los pares y los mismos subalternos. 7. Apasionado, fuerte y persistente, a la vez que comprensivo y respetuoso. Que todos los procesos que se inician sean terminados, sin perder el ánimo, realizando los seguimientos que deben hacerse a todos los procesos. Pero también considerando que lo que se hace no es más importante que quien lo hace. Seguramente podemos enunciar otras características, pero la intención no es agotar el tema, sino esbozarlo para la reflexión. Vale la pena igualmente detenerse un momento para identificar algunas de las condiciones que debe tener una persona que desee ejercer su actividad como un Líder con inspiración Ignaciana. En general, e igualmente sin querer agotar el tema, este líder debería reconocerse por: 1. Vivir la Espiritualidad Ignaciana que se desprende de los Ejercicios Espirituales, de los escritos de Ignacio y de la Compañía y de las orientaciones de la Iglesia para los laicos que cumplen su compromiso. 2. Permanecer animados por el Magis Ignaciano, que invita a buscar siempre el mayor bien de la humanidad y la mayor gloria de Dios. 3. Dar cuenta de la comprensión y apoyo hacia los demás, especialmente de aquellos que tienen alguna dificultad. TEMAS 4. Ser una persona confiable, amable en el trato, humilde en sus relaciones, claro y exigente en las determinaciones y acuerdos hechos con los grupos con los cuales interactúa. 5. Manifestar una armonía entre sus cualidades intelectuales, afectivas y expresivas. No se trata de que sea alguien que no pueda experimentar los movimientos de sus emociones y afectos, o las dudas frente al conocimiento, sino que pueda manejar los ciclos propios de una vida intensa y demandante actuación como responsable último de ciertos procesos, sin que esto perturbe en mayor medida su propia salud y seguridad y la de los demás. En síntesis, este líder ignaciano, es aquella persona que vive la cultura ignaciana tanto en su experiencia personal, familiar, comunitaria, como en la institucional. De la formación para la dirección 11 Conscientes de que en la actualidad la presencia de los laicos en cargos de responsabilidad en obras de la Compañía, es abundante, pero que es necesario poder seguir garantizando la identidad de las mismas, la cual no se avala solamente con la presencia de unos pocos jesuitas en comunidades muy grandes o en vastos territorios, el camino que queda es la permanente y adecuada formación de aquellas personas que asumen tales responsabilidades. Sobre ello han dialogado los asistentes a la reciente Congregación General 35, la cual ha resaltado la importancia de la formación de los laicos, de la cual dice en su Decreto 5, Nº 31 que se refiere a la Formación para Jesuitas y laicos en puestos de liderazgo, que ésta debe considerar: a. Principios de Gobierno Ignaciano, incluye práctica del discernimiento apostólico comunitario. b. Capacitación para el trabajo en equipo. c. Principios de liderazgo en general d. Destrezas de gestión en áreas como 1.Administración financiera 2.Recursos humanos 3.Planificación 4.Resolución de conflictos 5.Confrontación 6.Moderación de reuniones 7.Manejo de crisis 8.Medios de Comunicación y relaciones públicas e. Destrezas necesarias para ser un miembro eficaz en un consejo de dirección. Con base en la experiencia tenida en los esfuerzos realizados hasta ahora, tal formación cuando se refiere más directamente a los laicos debería considerar12 además de lo anteriormente expuesto: Ejercicios Espirituales, que les permitan experimentar en la propia vida la riqueza de éstos para la formación y el crecimiento personal y espiritual Fundamentos teológicos, que permitan comprender el sentido de la misión de la obra, los modos de proceder y las orientaciones particulares sobre la dirección de los centros, basados en el discernimiento. Formación ética, que permita guiar las decisiones por los principios y valores que se declaran como válidos para la perspectiva ignaciana. Y una formación para los jesuitas, que les permita reconocer a los laicos no como la tradición de la iglesia los había presentado (personas ignorantes de lo religioso y lo clerical), pero tampoco como pequeños jesuitas, sino como lo que son, personas que han optado por un proyecto de vida diferente al religioso, sin que esto signifique indiferencia por esta realidad de la condición humana (aunque pudiera darse), pero sobre todo como personas dispuestas a compartir y aportar desde su 11 Es importante recordar que programas de formación Jesuitas Laicos, se vienen promoviendo en toda América Latina desde hace varios años, incluso antes de que la CPAL, promoviera y divulgara su texto Colaboración con los Laicos en la Misión. En el caso colombiano, dicho proceso viene siendo liderado por el P. Carlos Vásquez Posada S.J., quien además ha apoyado procesos similares en toda la región. 12 Estos puntos fueron enunciados por el P. Francisco Ivern S.J. en su documento Colaboración entre Jesuitas y Laicos que se puede consultar en http://www.cpalsj.org/publique/media/Colaboracion%20entre%20Jesuitas%20y%20laicos.pdf 27 TEMAS 28 identidad como profesionales, personas de vida familiar o laicos comprometidos con la misión. Conclusión Los laicos podrán ser corresponsables en las obras apostólicas de la Compañía, no sólo por la vivencia plena de su identidad laical, sino por el aporte que hacen a las mismas por su formación profesional, por los conocimientos que han construido, por sus experticias profesionales, por su integridad personal, sino, y muy especialmente, por su capacidad para conocer y compartir una misma misión, una misma espiritualidad y un mismo carisma apostólico. Pero esto no surge espontáneamente, sino que requiere de una preparación para ambos, Jesuitas y Seglares en una manera diferente de comprender sus relaciones, ni como subordinados, ni como asalariados, sino más bien como personas que de manera diferente, según sus dones y estado de vida, se comprometen decididamente. Como lo indica del Decreto 6 de la Congregación General 35, en su número 11, El liderazgo de una obra jesuita depende del compromiso con la misión Dichos directivos deben estar comprometidos con la misión de la compañía, tal como se concreta en la obra particular. He allí la orientación, el desafío está en hacerlo realidad, lo cual es una responsabilidad de todos. Lecturas sugeridas: Congregación General 34. Decreto 13. Colaboración con los laicos en la misión. Errázuriz, Josefina. Colaboración Jesuitas Laicos. ¿Cómo y para qué? Consultado en: http://www.cpalsj.org/publique/media/colaboracion,%20como%20y%20para%20que.pdf Ivern, Francisco. S.J. Colaboración entre Jesuitas y Laicos. Consultado en: http://www.cpalsj.org/publique/media/Colaboracion%20entre%20Jesuitas%20y%20laicos.pdf Ivern, Francisco. S.J. El principio y horizonte de la colaboración con laicos. Consultado en: http://www.cpalsj.org/publique/media/Principio_y_horizonte.pdf Luchetti, María Clara. Jesuitas y Laicos. Hacia una colaboración en misión. Consultado en: http://www.cpalsj.org/publique/media/Jesuitas_y_Laicos.pdf Kolvenbach, Peter-Hans A.J. Los laicos de espiritualidad ignaciana, Santiagode Chile, 2006 Ramal, Andrea. Políticas y estrategias en la colaboración con laicos. Consultado en http://www.cpalsj.org/ Rambla, Josep. S.J. Ignacio de Loyola, seglares y jesuitas. Perfección en cualquier estado o vida (Ejercicios Espirituales, n. 135). Consultado en: http://www.cpalsj.org/publique/media/Rambla.pdf Simons, Alberto S.J. ¿Qué desea un jesuita a los laicos? En: http://www.cpalsj.org/publique/media/Que%20desea%20un%20jesuita%20a%20los%20laicos.pdf Vásquez, Carlos. Claves del liderazgo ignaciano. Santiago de Cali, 2001. Ramal, Andrea. Políticas y estrategias en la colaboración con laicos. Consultado en http://www.cpalsj.org/ Rambla, Josep. S.J. Ignacio de Loyola, seglares y jesuitas. Perfección en cualquier estado o vida (Ejercicios Espirituales, n. 135). Consultado en: http://www.cpalsj.org/publique/media/Rambla.pdf Simons, Alberto S.J. ¿Qué desea un jesuita a los laicos? En: http://www.cpalsj.org/publique/media/Que%20desea%20un%20jesuita%20a%20los%20laicos.pdf Vásquez, Carlos. Claves del liderazgo ignaciano. Santiago de Cali, 2001. DOCUMENTOS 29 Dentro de la conceptualización de la Responsabilidad Social Universitaria (RSU), se ubica el trabajo voluntario que estudiantes pueden realizar en zonas marginales rurales o de pobreza urbana. Se ha hablado mucho sobre la estructuración de la responsabilidad social en toda la universidad, y justificadamente, ya que los estudiantes no sólo aprenden allí su carrera, sino también de la Universidad hábitos y valores. Pero el trabajo voluntario merece una consideración aparte, por el mero hecho de que lo realizan estudiantes con personas que no tienen la misma formación que la que ellos están recibiendo o hayan recibido en sus casas. Voluntariados de las Universidades AUSJAL Aquí voy a esbozar una serie de temas, que con frecuencia ellos se plantean en distintas etapas de su inserción en medios desfavorecidos. He extraído ejemplos de la experiencia propia, pero procurando destacar su valor general. 1) La necesidad sentida y la exploración Al tener asignado un trabajo y antes de visitar por primera vez una zona pobre, el voluntario correctamente se pregunta, ¿por donde comienzo? La respuesta no es tan obvia: debe ponerse a hablar con la primera persona que encuentre, en la calle, en la plaza o en la puerta de una casa. ¿Y de qué les hablo? Hay que hablar de lo que le venga a la cabeza: del tiempo, de la lluvia, de la calle, del calor, del frío. Debe ser espontáneo, hablando de lo que le está pasando, de algo que le llamó la atención, y si puede referirse a algo que siente, de algún dolor, de alguna impresión personal, tanto mejor. No debe comenzar como queriendo explicarlo todo, (como profesor) más bien debe preguntar, por los niños, el deporte Todos estos son temas para romper el hielo con una persona desconocida. No hay que tener miedo a perder el tiempo. De a poco es posible que vaya saliendo algún tema que constituye una necesidad sentida para ellos. No se trata de sacar el tema que a uno le parece que es la necesidad de la gente, sino preguntar desprejuiciadamente cual es para ellos la necesidad que más sienten, la necesidad sentida y compartida entre ellos. Con mucha frecuencia el tema de la educación de los niños y la escuela suele ser una preocupación para los padres. Cualquier cosa relacionada con la falta o el exceso de agua suele ser importante. Pero no debe presumirse a priori que es la necesidad sentida. Puede faltar el agua pero resulta, que en el mismo lugar, una epidemia es la necesidad sentida. Otra necesidad frecuentemente sentida es la falta de remuneración justa o precio justo para sus productos. Todos estos temas pueden ser muy importantes Miguel Petty SJ DOCUMENTOS 30 y requieren estudio y análisis. Algunos pueden tener fácil solución inicial, como una escuela que no tiene puertas o vidrios en las ventanas. Pero al solucionar ese problema nos damos cuenta con frecuencia que hay muchos problemas más detrás de esa necesidad inicial sentida. Por otro lado, la introducción de elementos de culturas distintas a las dominantes en un pueblo sencillo o indígena, no es una cosa nueva. Desde que los españoles se encontraron con los indígenas de América Latina cada generación ha ido contribuyendo a esa interculturalidad. Los jóvenes suelen tener necesidades como por ejemplo una pelota de fútbol o un lugar para jugar. Así todos los diversos grupos, ancianos, niños, jóvenes, mujeres y hombres tienen necesidades sentidas distintas. Por ejemplo el caballo, la vaca y las ovejas eran animales ajenos a las culturas amerindias. Ellos las hicieron propias e incluso las usaron eventualmente para luchar contra los españoles. Lo mismo se puede decir del molino de viento, la bicicleta y la cocina de gas que ya son tan comunes entre nuestros pueblos sencillos; fueron introducciones de elementos culturales que modificaron sus estilos de vida. Pero superada ese primerísimo contacto, el voluntario debe seguir explorando. Sin problemas, puede darse hasta un año entero (dependiendo de la frecuencia de sus visitas) en una fase exploratoria antes de dedicarse de lleno a encarar un determinado problema. Esta etapa exploratoria nunca será tiempo perdido. Deberá tomar nota de todos los problemas y las necesidades para que otros no tengan que repetir la misma etapa exploratoria. 2) La cultura También con anterioridad a sus visitas, muchos voluntarios se plantean este primer problema: los estudiantes son de una cultura (universitaria) determinada y se encuentran con personas cuya cultura es al menos diferente. No se afirma que una cultura sea mejor que la otra, ni que una sea más elevada, modernizada, sofisticada que la otra. Simplemente se constata una realidad innegable: se produce un encuentro entre dos series de valores culturales. Los estudiantes, suelen plantearse el problema: ¿es correcto que yo introduzca nuevos elementos culturales en este ambiente? La respuesta lógicamente es compleja. Por un lado debemos reconocer que todas las culturas son dinámicas y cambiantes en la medida que interactúan unas con otras. De hecho la cultura dominante así llamada culta ejerce una enorme influencia en los pueblos sencillos o menos escolarizados a través de la radio y la televisión. (El factor más determinante de la modernización rural en toda América Latina ha sido la radio a transistores). Lamentablemente los anti-valores o los peores valores son los que se transmiten más fácilmente. Que los estudiantes lleven determinados valores es no sólo inevitable, sino también necesario cuando estos son positivos. Pero no se trata de llevar anti-valores sino aquellos que sean auténticos. Esto de hecho se realiza de un modo muy sencillo: por ejemplo cuando el grupo de estudiantes trabaja unido y se respeta entre sí, ello es observado por la gente y se está transmitiendo el valor de la unidad, se está mostrando de un modo muy concreto que es mejor la unión que la desunión para lograr cualquier fin. Por todo ello, el estudiante que va como voluntario a trabajar en una cultura distinta de la suya no debe preguntarse si es lícito o correcto introducir nuevos elementos o valores culturales, como por ejemplo el teléfono celular o la computadora, sino que debe asegurarse que sean positivos esos mismos valores que introducen o si ayudan a la gente a vivir mejor, si reflejan unidad, constancia, autenticidad. Un ejemplo de lo que no se debe hacer: un joven estudiante que se vistió con toda la ropa propia de los gauchos, con botas, bombachas, cuchillo al cinto, pañuelo al cuello y gorra, como procurando mostrar que era un gaucho más. Pero ellos se dieron cuenta de su falta de autenticidad y lo tildaron de gaucho plástico. Y para terminar sobre este tema, muchas veces transmitimos valores sin proponer y ni siquiera percibirlo. Por el sólo hecho de que estamos dispuestos a visitar a la gente, les estamos enseñando que es bueno visitar al amigo, que lo valoramos, que lo queremos. Y vaya otra anécdota: una vez, con curiosidad, le pregunté a un paisano cuál había sido, según su parecer, el resultado de los diez años de visitas del grupo misionero a la población. Su respuesta me llamó la atención: la gente ha aprendido a recibir a otros en sus casas. Éramos inconcientes de que la gente no se visitaba, es más, que los niños se escondían al llegar extraños 3) Asistencialismo o desarrollismo Superada la inquietud por los problemas de diferencias culturales, veamos las dos principales orientaciones metodológicas, erróneamente contrapuestas como ideologías diferentes en lo que hace a nuestras situaciones concretas. Es cierto que desde un punto de vista puramente ideológico el asistencialismo es una exageración de la asistencia, y el desarrollismo es una exageración del desarrollo. Siempre a nivel de las ideas, ambas reflejan Pero la necesidad de emplear la asistencia o el desarrollo debe ser determinado no por el donante (voluntario) mismo, sino por la situación en la que se encuentra. Por ejemplo, en el caso de un desastre natural, un terremoto o lluvias torrenciales, se impone la asistencia a los que han padecido pérdidas. Nadie negará que se deba ayudar con comida, techos, remedios y agua. En cambio, cuando la situación es normal y se viene dando desde hace tiempo, por más que le falten cosas a la gente, no es bueno repartir comida, ni remedios ni agua. Se deberá más bien encontrar con ellos como buscar la comida y los remedios, como trabajar para conseguir las cosas que necesitan. Un voluntario se puede encontrar con situaciones muy diversas, familias que se desarrollan con normalidad en una situación de mucha pobreza, y por ejemplo ancianas que viven solas, abandonadas, como si un diluvio le hubiese llevado hasta sus parientes más cercanos. Ante estas situaciones, el voluntario no debe decir: yo sólo hago desarrollo, no puedo hacer asistencia sino que debe hacer lo que las circunstancias le exijan. Por ejemplo, un grupo de voluntarios se dedicó durante toda una misión a cuidar a una viejita que vivía sola, que no tenía quien le cocinara comida, limpiara la casa, le diera de comer, etc. Otra vez tuvieron que atender a una señora moribunda, ya que ni los familiares se animaban a pasarle un algodón húmedo por la boca. Otras actividades como, por ejemplo, el tiempo dedicado a los niños, que no pueda encasillarse en ninguna categoría de desarrollo es de enorme valor. Ocuparse de la educación de los niños y jóvenes es posiblemente lo más importante que pueda realizar un voluntario. Por lo tanto, si bien hay diferencias enormes entre asistencialismo y desarrollismo, ya que son como dos extremos de un continuo, y para muchos son ideologías opuestas (sobre todo los que propugnan el desarrollo critican a los asistencialistas y consideran el desarrollo como la actitud moderna, correcta). En la práctica, el que uno emplee una metodología u otra depende de la situación en que se encuentre; hay que entremezclar dos tipos de actividades (asistencia y desarrollo): por ejemplo organizando una cooperativa con unos pobladores, y por otro lado atendiendo a un enfermo, o visitando en la cárcel a otro vecino detenido, u organizando un partido de fútbol. Por otro lado, siempre un trabajo voluntario serio exige por lo menos una duración de tres años. Con sólo un año de actividad no se logra ni siquiera la confianza necesaria para encarar algún proyecto. Aún así, siempre debe considerarse su actividad como necesariamente de largo plazo. Los estudiantes en un trabajo cambian, pero otros los seguirán. 4) El empoderamiento El tema del empoderamiento es sumamente delicado. Los mismos pobladores de una zona rural o de un barrio periférico deben asumir la iniciativa de su propio desarrollo. Ocuparse de la educación de los niños y jóvenes es posiblemente lo más importante que pueda realizar un voluntario DOCUMENTOS actitudes diferentes de quienes se proponen ayudar a otros a mejorar su situación. 31 DOCUMENTOS 32 El voluntario en cambio, no debe confundir su rol de inspirador, de asesor, una persona que lleva ideas, con el rol del ejecutor que es propio de los pobladores. Tampoco debe negarse a proponer iniciativas novedosas. Cualquier voluntario puede sugerir cosas, acciones, pero desde una postura de diálogo y no de sutil imposición. Es decir, una propuesta debe ser analizada lentamente con ellos, consensuada con ellos, discutida con ellos hasta que se logra un consenso. Luego, el voluntario puede hacer gestiones, buscar dinero, tomar medidas, escribir pedidos, que tal vez ellos no pueden hacer. Por ejemplo, para la formación de las dos Cooperativas, que resultaron exitosas (otras dos fracasaron) la iniciativa claramente surgió de ellos, incluso ellos mismos proponiendo las autoridades para la futura cooperativa. Pero después, hubo que acudir a las oficinas oficiales para conseguir formularios, llenarlos, realizar consultas, etc., luego pedirles a ellos que firmaran todos los papeles. Finalmente hubo que presentar todos los papeles firmados al gobierno para seguir el trámite. Pero las decisiones sobre la venta de sus bienes, las tomaban siempre ellos sin intervención alguna del voluntario o agente externo. Otras iniciativas a veces surgían del agente externo, fueron discutidas y analizadas hasta durante años, para lograr la manera de implementarlas. Muchas medidas fueron tomadas por ellos, aún en contra del agente externo. Cuando las iniciativas son complejas, (después de algunos años de trabajo) se trata de elaborar un proyecto para ser presentado ante una agencia financiadora. Lógicamente al principio, el voluntario debe hacer esa presentación. Pero como la agencia donante muchas veces opina y sugiere cambios al proyecto, el voluntario debe siempre volver a considerar las propuestas con la gente involucrada. Por ejemplo, una fundación propuso, una vez, un cambio en la presentación del proyecto. No debía ser presentado por la cooperativa sino por el Obispado. El agente externo, no podía seguir trabajando con esa Fundación, ya que él no debía hacer los proyectos, su principio básico era que los proyectos debían ser hechos y discutidos una y otra vez por la misma gente. 5) Las instituciones Un voluntario podría pensar que en zonas rurales o marginales existen pocas instituciones civiles o religiosas. A primera vista parecería ser un campo libre de toda autoridad y sin embargo no sólo existen autoridades, sino que siempre serán decisivos para el éxito de una misión. Tan importantes son que hasta podrían abortar cualquier iniciativa. En la época de los militares en la Argentina, éstos seguían los pasos de cada grupo, averiguaban con los vecinos los temas tratados por los voluntarios. En Venezuela el partido político dominante influye en todas partes y no permite ni tolera acciones que les sean opositoras. Pero el voluntario, si bien se identifica como procedente de una universidad católica, no debe alinearse con ninguna postura política sino procurar el desarrollo y la mejora del nivel de vida de la población. Su independencia es clave para poder trabajar con libertad. También hay otras instituciones como por ejemplo la escuela, con cuyas autoridades conviene siempre procurar buenas relaciones. Con el intendente o la autoridad política local muchas veces hay pequeños conflictos de distintos vecinos. No conviene alinearse a favor o en contra a no ser que sea muy evidente donde está la razón. Por supuesto, la parroquia es importante, aunque esté distante, pero los voluntarios estarán trabajando dentro del ámbito de una determinada parroquia que tendrá sus prioridades y sus planes concretos. De ninguna manera se debe trabajar en contra de las directivas de la parroquia. Es probable que haya una cooperativa, o algún club, con quienes es importante tener buenas relaciones. Conviene ver qué planes tienen y procurar siempre apoyar, ya que en las zonas rurales o marginales las instituciones, si bien no abundan y suelen ser frágiles, tienen su importancia. De no haber ninguna institución (cosa muy difícil por cierto) será muy conveniente crear alguna, habiendo conversado previamente con varios vecinos. 6) La acción integral En una población el voluntario se encuentra con distintas dimensiones, que puede agruparse en religiosas, personales, sociales y económicas. Entre las dimensiones religiosas se encuentran la catequesis y el culto (sacramentos), la promoción de la caridad y la justicia, entre las personales estarían la promoción de la mujer, la salud, de los niños y los jóvenes. Entre las dimensiones sociales, estarían las comunicaciones entre ellos, caminos, radios, reuniones, y las diversas prácticas culturales propias. Entre las dimensiones económicas está la propiedad de la tierra, la vivienda, la producción principal, alternativas y su comercialización, la producción doméstica en huertas o artesanías. Conviene procurar que una acción llevada a cabo por un grupo de voluntarios atienda a la mayor parte de estas dimensiones. Un grupo puede dividirse entre sí las distintas dimensiones salvando que nadie se deba dedicar a la catequesis formal de niños sin la debida autorización y planificación de la parroquia. Para un grupo de voluntarios fue interesante la iniciativa de lograr la propiedad de las tierras. Después de largas discusiones, ya que no se trataba de una necesidad sentida, los voluntarios juntaron 5.000 dólares, para la compra de un equipo GPS y lo entregaron a un agrimensor que lo tomó como parte de pago por su futuro trabajo. Pero luego los vecinos para pagar sus partes al agrimensor y comprar sus tierras al Estado, juntaron un total de 55.000 dólares haciendo pagos en especie y en efectivo. 7) Voluntarios ignacianos y misioneros Un voluntario ignaciano debe reflejar la espiritualidad y las virtudes definidas como propias de su universidad. Debe siempre buscar lo que más conduce al fin que se propone, no debe escatimar medios para llegar a ese fin. Debe procurar siempre ir más allá de las fronteras, ir donde otros no pueden o no quieren llegar. Debe entenderse como instrumento en las manos de Dios para transmitir su amor a las vidas de los hombres, las mujeres, los jóvenes y los niños de su zona de trabajo, cualquiera que sea la religión que profese. El deberá entenderse como un laico que colabora de la mejor manera posible con la obra evangelizadora de la Iglesia, procurando con todas sus fuerzas la paz y la justicia entre los vecinos, y también colaborando con la acción de sacerdotes, identificando personas para recibir sacramentos (bautismos, matrimonios), o convocando para Misas y construyendo grutas. Un voluntario ignaciano puede se llamado misionero o voluntario. Pero los términos voluntario o misionero muchas veces se emplean como sinónimos, y aunque no lo sean, no hay incompatibilidad entre ellos. ¡Un año, varios voluntarios misioneros se dedicaron a limpiar un cementerio abandonado (signo de la esperanza en la vida eterna)! Pero posiblemente lo más importante que deban realizar los voluntarios misioneros será dar el buen ejemplo de la unión entre sí. Miren como se aman debe ser su gran mensaje. 8) El final de la misión. Todo trabajo voluntario suele realizarse en períodos determinados que tienen un fin, ya sea por el fin del año académico, o el fin de las vacaciones. Es importante que termine bien. Para ello es recomendable tener en cuenta dos cosas: la despedida y la evaluación posterior. La despedida es aprovechable como un momento para reunir a mucha gente, tener una fiesta, una Misa, un baile. Es importante que la despedida tenga un ambiente festivo y no de tristeza. La mayor participación de toda la población en dichos festejos es muy deseable. Después de la misión, así como Jesús llevó a sus apóstoles a Galilea después de su crucifixión, es bueno que los voluntarios se reúnan en alguna Galilea para evaluar su trabajo y sacar conclusiones sobre como continuar. En la experiencia del Grupo Misionero San Francisco Javier, nunca se hubiera podido avanzar en proyectos y actividades si no hubiera sido por las evaluaciones. Para ello se dedican dos días enteros a evaluar cada mínimo aspecto de la organización y sobre todo darle el tiempo necesario para que cada uno pudiese expresar cómo haya vivido personalmente la experiencia. 9) Conclusión Al entrar un voluntario en un poblado o zona rural, comienza a hacerse parte de su historia. Cuando se retire, ellos contarán durante años sus visitas; cuando falte, será extrañado. El voluntario debe reconocer que es una parte de un esfuerzo sostenido en el tiempo, ya que la Universidad procurará continuidad a sus esfuerzos mientras ello sea conveniente. Como miembro de un equipo, debe hacer su parte. No todos pueden hacer lo mismo, algunos tendrán tareas más duras que otros. Algunos harán una evangelización explícita y otros la harán implícita. Al pasar los años, el trabajo se hace cada vez más interesante, se va llegando a abordar no sólo los problemas sentidos sino los reales y profundos. El voluntario ignaciano no solo debe procurar aprender de su trabajo, sino también procurar proyectarlo a las dimensiones más amplias de la sociedad. En otras palabras siempre deberá tener la visión de que con su trabajo está procurando un cambio en la sociedad. Finalmente nunca se podrá enfatizar demasiado que los voluntarios deben generar la confianza y el respeto de la gente. Es la condición sine qua non para todo progreso de desarrollo sostenido. Sin haber logrado confianza, los voluntarios serán unos turistas más, que visitaron hoy y desaparecieron mañana. DOCUMENTOS Cada una de estas dimensiones puede significar años de trabajo, iniciación de pequeños proyectos como por ejemplo la instalación de sanitarios. 33 CON SELLO AUSJAL 34 Abriendo espacios El objetivo principal de la Cátedra de Honor de la Universidad Católica Andrés Bello es explotar aptitudes que ni los alumnos saben que tienen; la intención de la a nuevos líderes cátedra no es buscar el protagonismo en sus vidas, sino brindarles una herramienta que les sea de utilidad en sus proyectos. Así de sencillo y complejo a la vez. Para lograr su propósito, iniciada en 1996, propone un proceso dividido en cuatro bloques o áreas de conocimiento, en los que los participantes obtienen una formación de primera sobre historia, temas socio políticos, liderazgo y experiencias prácticas. Se hace énfasis en el trabajo en equipo y el conocimiento del contexto histórico, social y económico de Venezuela. Actualmente, cuando ya han transcurrido doce años desde su fundación, la Cátedra de Honor se encuentra bajo la coordinación del profesor Arturo Serrano. Aunque la Cátedra de Honor no propone un espacio donde poner en práctica el liderazgo, sí brinda a los participantes una herramienta adicional para sus proyectos. La mayor ventaja que pueden obtener los alumnos de la cátedra de honor es la de conocer y descubrir que hay otros estudiantes con sus mismos intereses e inquietudes. Abierta para todos La Cátedra de honor UCAB fue fundada por los profesores Julio Borges, Victorino Márquez y Guillermo Bolinaga con la idea de ofrecer una formación extra a los estudiantes destacados de la Facultad de Derecho de la universidad. Luego de cuatro años se abrió nuevamente la Cátedra, pero esta vez se decidió que sería un programa que formaría a 40 líderes anuales pertenecientes a todas las facultades. Ahora para ser candidato a la Cátedra de Honor es necesario estar cursando de segundo a cuarto año en el caso de las carreras anuales y de tercer a octavo semestre en el caso de las carreras semestrales, y por supuesto, tener buen promedio. Además es necesario demostrar interés y compromiso en ser líderes, este compromiso debe ser palpable en acciones, bien sea participando activamente en su comunidad o como líderes estudiantiles, dice Serrano Por otro lado, aunque no se exige que los estudiantes presenten una prueba para pertenecer a la Cátedra, la participación de los mismos debe ser de carácter enteramente presencial. Durante su duración, la excelencia es la norma y la puntualidad, un elemento muy importante. Ligia Villamediana y Laura de Freitas /UCAB Para participar en la selección, el alumno sólo se debe llenar una planilla y consignar las notas firmadas por la escuela. Con base en la información de las planillas, se hace una primera selección, después de la cual quedarán 80 participantes, a quienes CON SELLO AUSJAL se les hace una entrevista en la que se considerarán sus aptitudes. Al finalizar la Cátedra, el jurado conformado por tres miembros permanentes (Néstor Luis Luengo, Francisco Coello y Ricardo Márquez) y cuatro psicólogos del Centro de Asesoramiento y Desarrollo Humano (CADH), son los encargados de decidir qué alumnos han alcanzado los objetivos planteados por la Cátedra y podrán asistir a un acto de graduación donde se les hace entrega de un certificado. Sacando el líder que llevamos dentro La Cátedra de Honor se posiciona como un espacio en el cual jóvenes universitarios con ganas de crecer, de arrastrar masas, de producir ideas, de aprender y de evolucionar, se reúnen para nutrirse mutuamente, afirma Jorge González, ex-miembro de este programa formativo y hoy licenciado en Comunicación Social. Si hay algo que falta en esta pelota azul, verde y marrón es asumir posturas, crear criterios con bases reales y valores profundos. Esto, tan difícil de lograr, sólo es posible a través de liderazgos breves, grandes, minúsculos, imperfectos, eternos o fugaces. Pero sólo a través de liderazgos. De allí la importancia de asumir espacios como la Cátedra de Honor desde la propia universidad, destacó González. Para el egresado de la UCAB, lo aprovechable que pueda ser la Cátedra de Honor dependerá de cada quien. Podemos convertirnos en esponjas y aprovechar cada 35 Arturo Serrano, Coordinador de la Cátedra de Honor invitado, cada idea, cada reflexión; así como también podemos asumir la posición pasiva de sentarnos como zombis a escuchar a otros por el resto de la vida. Todos tenemos el potencial Para Oriana Molina, estudiante de noveno semestre de Comunicación Social, la Cátedra de Honor fue una de las mejores experiencias que ha vivido en el campus. Gracias a ella conoció a personas de distintas carreras, lo que nos permitió unirnos más y ver todos los mundos que integran la universidad. Todos tenemos un líder adentro. Lo importante es saber usar esas habilidades en el ámbito en el que te desenvuelves y que las personas quieran trabajar en equipo contigo. Esa fue una de las cosas que aprendimos en la Cátedra, explica Molina. También nos enseñaron técnicas de relajación, meditación, historia de Venezuela, liderazgo y oratoria. Recuerdo que para poner en práctica lo aprendido en estas clases, al final de la Cátedra realizamos un juicio abierto en el aula magna donde un grupo debía defender la legalidad de la marihuana y otros estaban en contra. CON SELLO AUSJAL 36 Inspiración vs. información La experiencia es determinante Rafael Bello, estudiante de Ingeniería informática y actual representante estudiantil ante el Consejo Universitario de la UCAB, encontró en la Cátedra un trampolín para conocer más la UCAB y postularse como representante estudiantil. Vanessa Zerpa, estudiante de Comunicación Social, considera que existen ambos tipos de líderes, los que nacen y lo que se forman. Hay ciertas personas a las que desde pequeñas se les nota las condiciones de líderes que tienen; sin embargo, son las experiencias vividas y las circunstancias atravesadas la que determinan qué clase de líder serás. Pienso que la Cátedra más que enseñarte como ser un líder, te inspira a serlo, brindándote las herramientas necesarias para lograrlo, dice Bello. Por lo menos en mi caso fue más inspiración que información lo que recibí, porque para mí la teoría no hace un líder, es algo que se logra con experiencia, organización y formación. Minerva Vitti también fue miembro de la Cátedra de Honor 2007-2008. Ella coincide con Bello en que líder no es la persona que agarra el megáfono, dice vamos y todos lo siguen; sino aquel que te enseña cómo puedes ser tu también un líder y te brinda las herramientas para lograrlo. Es, definitivamente, un privilegio para quienes entienden la importancia del liderazgo en un mundo repleto de ideas huecas, excesos y banalidades. Representa, en dos platos, un espacio académico y humano sin desperdicios. Ser líder, desde mi punto de vista, es una facultad dual, ambigua, dicotómica y hasta contradictoria. En este sentido, me atrevería a afirmar que en su naturaleza conviven todas estas características también, razón por la cual se nace siendo líder; pero, también, se alcanzan liderazgos a través del esfuerzo, a través del trabajo y, sobretodo, a través de la voluntad. La Cátedra de Honor es un espacio que, más que formar líderes, los encamina. Hay personas en la universidad que son líderes sin haber pasado por allí, como hay otros que han sido miembros de la Cátedra de Honor y no ejercen ningún liderazgo dentro de la universidad, señaló Zerpa. Vanessa Zerpa asegura que una de las cosas que más le le impactó durante su participación en la Cátedra fue entender que el lenguaje reactivo no te lleva a nada. Destacó también lo enriquecedor que fue compartir con personas de carreras distintas, ya que le enseñó que un mismo fenómeno puede ser entendido de muchas formas. Esta joven no olvidará cuando el reconocido historiador Germán Carrera Damas casi llora luego de darles una charla, diciendo que se había llevado de nosotros más de lo que podía esperar. Zerpa afirmó que la Cátedra de Honor es una de las mejores experiencias que he podido vivir hasta ahora; y -sin pensarlo dos veces- dijo que, si fuese posible, se volvería a inscribir para cursarla una vez más. Fuente: Revista Factum (revista electrónica de la UCAB, disponible en http://factum.ucab.edu.ve) CRÓNICA 37 Por las calles de las principales ciudades del país, cientos de estudiantes de universidades privadas y públicas, cuyo edad promedio no llegaba a 22 años, caminaban, gritaban y también tiraban piedras y quemaban neumáticos: es la rebelión de los chamos, es decir, de los muchachos, de la juventud. Y la UCAB, una universidad jesuita, tradicionalmente tenida como apática y hasta indiferente estuvo en el epicentro de la revuelta que comenzó con la decisión del gobierno de retirar la concesión a RCTV, el canal de señal abierta más visto de toda Venezuela. Acusados de sifrinos, (palabra usada en Venezuela para señalar a los jóvenes de clase media y alta) que no les duele el país, los universitarios en general, y los ucabistas en especial, demostraron que estaban hechos de otra cosa. Que la universidad si pasó por ellos. Cuando los chamos venezolanos dijeron «no» «La sociedad estaba dormida y los estudiantes la despertaron». Así resumió el estudiante de comunicación social Freddy Guevara a El Nuevo Herald la manera como un espontáneo movimiento estudiantil en Venezuela empezó a liderar las protestas que mantuvieron con la guardia en alto al gobierno del presidente Hugo Chávez. Las armas propagandística y de comunicación del disciplinado movimiento son los mensajes de texto a través del teléfono celular, vídeos de You Tube y los diversos blogs del Movimiento Estudiantil. Aquí todo es electrónico, nos entendíamos a punta de mensajitos de texto y de internet, decía Guevara en uno de los días más candentes de la revuelta. «Somos creadores de una nueva Venezuela», advirtió por su parte el líder estudiantil Yon Goicochea, de la Universidad Católica Andrés Bello., quien meses más tarde resultaría honrado con el premio Milton Friedman por su actuación en aquellos días. Al recordar las razones que mantenían a los estudiantes en la calle, Goicochea mencionaba, además del regreso de la señal de RCTV y el respeto a la libertad de expresión, la exigencia de un compromiso de TVes ( la nueva estación de televisión oficial que reemplazó a RCTV) de reseñar todas las informaciones. También pedían que los medios privados y oficiales observen «una conducta responsable que garantice la pluralidad de pensamiento» y que se libere a todos los detenidos por manifestar a favor de los derechos civiles. Esa situación generada por Luis Ernesto Blanco / AUSJAL CRÓNICA los estudiantes mantuvo completamente desconcertado al gobierno, quien hasta ese momento había sido el único actor en la agenda de la opinión pública. 38 A medida que las manifestaciones estudiantiles se fueron incrementando, ganando respaldo popular y más adeptos, los líderes universitarios idearon una estrategia organizativa para evitar el desbordamiento, explicó David Smolansky, representante al Consejo Universitario de la Universidad Católica Andrés Bello y, para ese entonces, miembro al Consejo de Facultad de Humanidades y Educación. Los principales líderes de las universidades que participan en las marchas, la mayoría de ellas ubicadas en el área metropolitana de Caracas, organizaron un comité interuniversitario que se reunió cada noche para definir la agenda de actividades del día siguiente. Los acuerdos obtenidos cada noche, se discutían en asambleas en cada universidad la mañana siguiente, a fin de lograr un consenso sobre qué hacer, dijo Smolansky Las caras visibles detrás de la mano blanca El símbolo escogido por los estudiantes durante su lucha fue una mano blanca. Era fácil de reproducir y era contundente. En todas partes aparecieron franelas, grafitis en las paredes y en cualquier lugar imaginable con la palma extendida. Detrás de ellos destacaron varios jóvenes, pero sin duda las grandes figuras fueron dos ucabistas; uno estudiante de Derecho, otro de Comunicación Social; uno con aspecto mesurado y reflexivo; el otro más irreverente y espontáneo; Yon Goicochea y Freddy Guevara. Siempre moderado Con 23 años de edad y cursando el último año de la carrera de Derecho, Yon Goicoechea Lara se ha erigido, junto a un grupo de líderes estudiantiles de las principales casas de estudio de Venezuela, en representante y vocero de un movimiento disidente que defiende los valores democráticos en su país. Durante su paso por la universidad, Goicochea participó en el Voluntariado de la UCAB para el Trabajo Social en Penitenciarías; fue electo Vicepresidente del Centro de Estudiantes de la Facultad de Derecho y representante de esa casa de estudios en el Modelo Latinoamericano de las Naciones Unidas, en el cual obtuvo una «Mención Honorífica» por su destacada participación. En 2008 ganó el Premio Milton Friedman a la promoción de la Libertad. Fue llamando a la reconciliación nacional e izando la bandera de la no violencia, que Yon Goicoechea junto a sus compañeros de estudio, decidió oponerse públicamente a lo que ellos consideran violaciones de derechos humanos por el gobierno venezolano. Particularmente, a partir del 27 de mayo de 2007 y con ocasión del cierre de Radio Caracas Televisión, después que el gobierno Venezolano no le renovase la concesión, la presencia en las calles y ante los órganos del Estado haciendo las denuncias correspondientes, ha sido constante. Documentos ante los diferentes órganos de la República Bolivariana de Venezuela como la Defensoría del Pueblo, la Asamblea Nacional, el Tribunal Supremo de Justicia, la Fiscalía General y el Consejo Nacional Electoral a nivel nacional; e internacionalmente, ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos en Washington D.C., han sido consignados por representantes del Movimiento Estudiantil. En estos han solicitado que se les garantice el derecho a manifestar pacíficamente, a la participación en los asuntos de interés nacional, a la no discriminación política ni de ningún tipo, a la vida, a la libertad y a la integridad personal, principalmente. Todo ello de conformidad con la normativa legal y ante la situación de alarma a nivel nacional, originada por la arremetida policial que causó más de doscientos manifestantes detenidos por los cuerpos de seguridad. El apoyo masivo que ha recibido este Movimiento no solamente por parte de los estudiantes sino de la sociedad civil en general, ha llamado la atención de las autoridades del gobierno venezolano. Públicamente el Presidente de la República, Hugo Chávez; la Presidenta de la Asamblea Nacional, Cilia Flores y algunos Diputados como Luis Tascón e Iris Valera; el Ministro del Poder Popular para el Interior y Justicia, Pedro Carreño y la Dirigente del Partido de Gobierno Lina Ron, entre otros, han arremetido verbalmente contra los estudiantes disidentes, tildándolos de: «fascistas», «enemigos de la patria», «colaboracionistas de ultraderecha», «usados por el La irreverencia Freddy Guevara era presidente del Centro de Estudiantes de la Escuela de Comunicación Social de la Universidad Católica Andrés Bello. Era vocalista y tecladista en una banda de rock llamada Systaltic y militante de la organización Un Nuevo Tiempo, uno de los partidos de oposición más importantes de la Venezuela actual. Nuestra generación es hija de la antipolítica, pero la única forma democrática de cambiar la sociedad es a través de los partidos. Con apenas 21 años de edad, Guevara es uno de los jóvenes que llevó la batuta en las manifestaciones. Acostumbrado a cantar para un público irreverente y desenfadado, este egresado del Colegio El Placer no es presa de miedo escénico alguno cuando se encuentra ante la multitud. Vestido con la indumentaria de los chamos de hoy pantalones que acatan la ley de gravedad y zapatos sin lustre, se dirige a la masa con total fluidez y lanza discursos optimistas y esperanzadores con total espontaneidad. «No es que a los estudiantes no les interese lo que pasa en el país. Los que se quieren ir son una minoría. A la gran mayoría sí les importa Venezuela. ¿Qué era lo que pasaba? Creían que no podían hacer nada. Pero ese monstruo, que estaba dormido, ahora ha despertado para defender un derecho fundamental, que es la libertad de expresión. ¿Por qué? Porque nos dimos cuenta de que la cosa va en serio. Ya cerraron un medio. Y los estudiantes nos preguntamos: si se atrevió a cerrar a RCTV, que llevaba 53 años en el aire, ¿qué no va a hacer con todo lo demás?», decía en una entrevista ofrecida a el diario El Nacional Para Guevara, ya egresado de la UCAB y ahora Concejal en el Área Metropolitana de Caracas, lo que se dio en Venezuela durante la aparición del movimiento estudiantil fue como una especie de batalla medieval; hay que tener un escudo, que simboliza la resistencia. El Gobierno te está dando palos y el escudo es para resistir. Más nada. Eso quiere decir: marcha no tumba gobierno, pero sí lo frena. La nueva generación Atrás quedaron Goicochea y Guevara en la conducción del Movimiento Estudiantil ucabista. Es el turno de nuevas figuras, entre las que destaca David Smolanzky, estudiante de Comunicación Social de abuelo ucraniano, fugado de la Unión Soviética después de la revolución bolchevique, y un padre cubano, que escapó de la isla después de la revolución castrista; los antecedentes familiares de David Smolansky dejan claro que la simbología socialista no le es ajena, después de vivir en un hogar marcado por las revoluciones más emblemáticas del siglo XX. Este joven de 23 años de edad cursa noveno semestre de Comunicación Social en la Universidad Católica Andrés Bello, y tratará de compartir la carga académica con sus nuevas responsabilidades: en mayo pasado se consagró como el dirigente estudiantil más votado de la historia de la UCAB, al ser electo representante ante el Consejo Universitario con 4.108 votos. En ese cargo sustituye a Yon Goicoechea, y se espera que también asuma su puesto en la vanguardia del movimiento estudiantil nacional, después de ejercer durante el año 2007 un papel de segunda línea, en monitoreo de medios, análisis estratégico y vocería interna. Ahora está listo para asumir su lugar en la primera fila. Estoy tranquilo, porque la experiencia del año pasado ayudó mucho. Además, estamos diseñando un buen equipo que nos permita desplegar un trabajo fuerte, en la calle y a lo interno también, porque no podemos olvidar que somos representantes de más de 13.000 estudiantes de la UCAB. Para Smolanzsky, la alta exposición de sus antecesores en contraste con la discreción con la que mueve el movimiento estudiantil en la actualidad no constituye para nada un problema. Dependemos de principios y valores, no de caras famosas; y ese es precisamente uno de nuestros mayores retos: que el relevo de los dirigentes que el año pasado les tocó asumir el liderazgo, como Yon (Goicoechea) o Freddy (Guevara), no debilite al movimiento, sino que lo fortalezca con una conducción mucho más colectiva. CRÓNICA imperio», entre otros calificativos peyorativos. 39 CRÓNICA Ha sido un transitar de más de un año en el que los estudiantes y fundamentalmente los ucabistas- asumieron un rol destacado en la política venezolana y como dice la escritora y periodista Milagros Socorro, «como políticos que son, los estudiantes deben tomar plena conciencia del paso histórico que han dado. Y que no tendrá regreso, porque es apenas un anticipo de lo que vendrá cuando se atente contra la autonomía universitaria. Deben, por tanto, cuidar sus pasos y vigilar quiénes los acechan.» El inolvidable 2007 de los estudiantes 40 El inolvidable 2007 de los estudiantes Mayo 28/05. La señal de RCTV sale del aire y en toda el país las universidades amanecen cerradas. La Guardia Nacional reprime violentamente las manifestaciones CRÓNICA 25 y 26/05. Los estudiantes impiden el acceso a las universidades en Caracas ante el anuncio del cierre de la televisora privada RCTV. Ocurren manifestaciones en todo el país 29/05. Los estudiantes consignan un documento ante la sede de la Organización de Estados Americanos por la defensa de la libertad de expresión. Una vez entregado el documento, la Guardia Nacional reprime la manifestación. Casi 200 estudiantes son detenidos 41 27/05. Manifestación de los estudiantes en la sede de la Comisión Nacional de Telecomunicaciones (CONATEL) pidiendo la reconsideración de la medida 30/05. Los estudiantes marchan a la Defensoría del Pueblo solicitando la libertad de los detenidos 31/05. Rueda de prensa de los estudiantes. Anuncian los objetivos de sus manifestaciones: la defensa de la libertad de expresión y el respeto de los derechos civiles Junio 01/06. Estudiantes de todo el país se concentran en la UCAB para marchar a la Asamblea Nacional. La Policía Metropolitana bloquea las salidas de la universidad impidiendo la salida de la manifestación. Diputados de la Asamblea se acercan para recibir el documento 03/06. Estudiantes se dirigen a la sede del canal privado Venevisión y hacen un reclamo por su silencio cómplice y autocensura 04/06. Marcha a la sede del Tribunal Supremo de Justicia reclamando el derecho a manifestar. Se suceden manifestaciones pacíficas en todas las estaciones del subterráneo 07/06. Estudiantes intervienen en la Asamblea Nacional. Leen un comunicado al país en nombre de la libertad de expresión y los derechos civiles 22/06. Asamblea nacional de estudiantes, con la presencia de más de 10 mil alumnos de las universidades venezolanas Agosto Siguen las manifestaciones. Se crea el Parlamento Nacional de Estudiantes. 167 dirigentes se reúnen en Maracaibo para discutir acerca de los temas que el ejecutivo nacional se niega a debatir Septiembre Grupo estudiantil «Autonomía Ya» inicia gira por todo el país recolectando firmas en contra del proyecto de Reforma Constitucional Octubre Las protestas en contra de la reforma ocurren en todo el país. Gran marcha convocada por los estudiantes a la Asamblea Nacional en rechazo a la reforma es reprimida por la Guardia Nacional No viembr e Noviembr viembre Siguen las protestas y manifestaciones en todo el país en contra de la Reforma Constitucional. Estudiantes llaman a votar «No» El mes culmina con una multitudinaria marcha convocada por los estudiantes en la Avenida Bolívar de Caracas Diciembre 2/12. La tendencia del «No» se imponía en el Referendum Constitucional y es rechazada la iniciativa de reforma propuesta por el gobierno. ESPECIAL Misión y universidad. ¿Qué futuro queremos? 42 HACIA EL ENCUENTRO CON EL PADRE GENERAL 1. El momento actual de ESADE. ESADE celebra 50 años Es para mi una gran satisfacción estar hoy en ESADE y en Barcelona. Como quizás Adolfo Nicolás SJ Superior General de la Compañía de Jesús algunos sabréis, pasé aquí algunos años de mi infancia, antes de ser jesuita. Aprendí el catalán, una lengua que a pesar de los años transcurridos continúo hablando, aunque no la domine totalmente. Fue el comienzo de una vida en la que he sido invitado a sumergirme en diversas culturas: la japonesa ciertamente, y también el conjunto de culturas de Asia Oriental. Estas sucesivas «inmersiones» me han hecho vivir la inmensa riqueza humana de las diversas culturas y me han hecho sentir el deseo de no menospreciar nada y aprender de todos. Como digo, es para mi una gran satisfacción volver a Cataluña, donde empezó este largo itinerario. Es también una gran satisfacción estar en este lugar, en ESADE. Se dice de los jesuitas que nuestra misión nos lleva a las «fronteras»: a los lugares donde se debate y se trabaja prácticamente por resolver los grandes problemas de la humanidad: salir de la pobreza y progresar en desarrollo humano, organizar la convivencia bajo criterios de solidaridad, justicia y respeto mutuo, buscar prácticamente los valores que humanizan a las personas y a las sociedades. Pues bien: ESADE es claramente un lugar de frontera: por esto aquí me siento realmente «en casa». En primer lugar, ESADE es un lugar cada vez más internacional: profesores y alumnos de todo el mundo vienen aquí a enseñar y a aprender superando barreras culturales y sociales. Además, en una sociedad de organizaciones, el Derecho y la Dirección de empresas son decisivos para organizar un mundo más humano. En vuestra investigación y docencia se discuten cuáles son los grandes valores que deberían presidir un desarrollo al servicio del ser humano concreto. Y finalmente, el empeño de ESADEFORUM en ser plataforma de diálogo e influencia pública en temas importantes para la sociedad os sitúa igualmente en una zona de encrucijadas. Estáis, estamos, trabajando en una frontera decisiva. He dicho «estáis» y me he corregido diciendo «estamos» porque en ESADE trabajamos juntos laicos y jesuitas, creyentes y no creyentes que compartimos los valores expresados en la Misión de ESADE y en la Declaración de Valores que habéis aprobado y publicado recientemente. Esta es también una situación de frontera: en vuestros 50 años de historia habéis construido una convivencia que ha superado antiguas barreras que tanto daño han hecho en España y en el mundo entero. En ESADE, el pluralismo, también el religioso, ha sido ocasión de una convivencia muy fructífera en torno a valores compartidos en un clima de libertad, tolerancia y respeto mutuo. ESADE forma parte también de la Universidad Ramon Llull y en esta pertenencia se da también una frontera: la universidad se reconoce «de inspiración cristiana» y acoge una pluralidad de centros nacidos de diversas iniciativas religiosas y laicas. Ni ESADE ni los jesuitas tenemos en ella la última palabra y así se muestra nuestra común vocación de servicio sin pretensión de poder. ESPECIAL 43 HACIA EL ENCUENTRO CON EL PADRE GENERAL ESADE se encuentra en un momento importante de su para todos. historia: os he de felicitar por estos 50 años que habéis En el terreno educativo, el cincuenta aniversario os ha cumplido y que celebrasteis el curso pasado. Este traído un «regalo» difícil: la puesta en marcha del Espacio aniversario coincide con un gran esfuerzo que orienta la Europeo de Educación Superior. Como voy a señalar más institución en varias líneas decisivas, todas ellas adelante, la enseñanza jesuita a todos los niveles ha necesarias en una buena Universidad y especialmente querido ser útil y práctica: se ha preocupado siempre en una Universidad vinculada a la Compañía de Jesús. por centrarse en el alumno, en su desarrollo integral. En En primer lugar impulsáis un este sentido, la nueva orientación intenso proceso de de la enseñanza universitaria en internacionalización: Europa puede ser una buena La internacionalización es sin duda profesores y alumnos de ocasión de avanzar y profundizar una necesidad de supervivencia todos los programas en una pedagogía integral e y desarrollo de un Centro provienen, cada vez más, de integrada, orientada de modo Universitario en la era de Internet países muy diversos. Tenéis personalizado al alumno. Sin y de los transportes rápidos, pero una presencia institucional en duda esto supone un gran Argentina y puntual en es también una llamada que todas esfuerzo de creatividad y de muchos lugares de Asia y, de cambio que puede dar resultados las Universidades vinculadas a la manera incipiente, en África. muy positivos en vuestros Compañía de Jesús deben La internacionalización es sin alumnos. Pero la implantación atender de aunar los recursos duda una necesidad de del EEES se sitúa también en una mundiales al servicio del desasupervivencia y desarrollo de frontera porque el trabajo de rrollo humano y de promover un un Centro Universitario en la aprendizaje de competencias diálogo profundo entre culturas. era de Internet y de los puede estar orientado solamente transportes rápidos, pero es a satisfacer las necesidades también una llamada que inmediatas del mercado o puede todas las Universidades vinculadas a la Compañía de proponerse también alcanzar un desarrollo integral e Jesús deben atender de aunar los recursos mundiales al integrado de los alumnos en función de un concepto de servicio del desarrollo humano y de promover un diálogo persona capaz de enfrentarse a las necesidades profundas profundo entre culturas. En este sentido, creo que la de la sociedad actual. Al fin y al cabo, como decía mi internacionalización no debería consagrar el dominio antecesor, el P. Kolvenbach, el éxito de un Centro de una cultura sobre las demás: al contrario, debería dar Educativo se debe medir por lo que sus alumnos llegan a a todas las culturas la oportunidad de incidir, desde sus ser una vez lo han abandonado. En este sentido, la nueva propios valores, en la construcción de un corpus de orientación docente puede ayudar a estos alumnos de saberes que estuviera al servicio de un desarrollo humano un modo más profundo y personalizado para que lleguen enraizado en lo concreto y universal. a ser personas de calidad humana, ciudadanos Para estar presentes en la arena internacional habéis comprometidos y grandes profesionales. tenido que hacer (y estáis haciendo) un gran esfuerzo en Como decía al principio, ESADE es un Centro de el campo de la investigación. Y esto os sitúa también encrucijada y de frontera: por esto los jesuitas nos en una frontera, o tal vez mejor, en una encrucijada. sentimos a gusto aquí: es un buen lugar para nuestra Porque la lógica espontánea de un Centro Universitario misión. Y a la vez nos sentimos corresponsables, con es investigar aquello para lo que puede obtener recursos. todos vosotros, de orientar correctamente la capacidad En esta lógica, puede suceder que se investiguen cosas de incidencia en la sociedad que tiene ESADE útiles pero sólo para ciertos grupos sociales o que la Como dice el lema que ha presidido la celebración de investigación inmediatamente práctica pase por delante los 50 años, queréis «inspirar futuros», y creo de la que aborda problemas fundamentales de la sinceramente que tenéis capacidad de hacerlo. La pregunta economía, las empresas y la justicia. La creación de inevitable es qué tipo de futuro queréis inspirar. Quisiera Institutos de Investigación especializados en la reflexionar con vosotros sobre este punto. innovación social y en las administraciones públicas 2. «Inspirando futuros» muestra vuestro empeño por detectar los problemas clave En efecto, «Inspirando futuros» es un lema que, según de la gobernanza de un mundo complejo. En definitiva, me han explicado, fue elegido por una gran mayoría entre para ser coherentes con los valores proclamados, no otras propuestas. Me parece un lema afortunado y, valga podéis ver en la investigación sólo un instrumento de la redundancia, «inspirador». prestigio y de supervivencia, sino sobre todo el trabajo La palabra «inspirar» tiene la misma raíz que «espíritu» que permite decir una palabra autorizada en los foros y que originariamente significa viento, aliento. Pero en debates realmente importantes del mundo económico y nuestro mundo existen muchos «espíritus», es decir, jurídico: los que repercuten en el desarrollo humano muchos valores, a veces contradictorios. Max Weber ESPECIAL HACIA EL ENCUENTRO CON EL PADRE GENERAL 44 habló del «espíritu» del capitalismo y hoy día muchos adoctrinar. Es sugerir, apelando a lo mejor que el otro hablan de un espíritu del neoliberalismo. De hecho, las lleva dentro. Es invitar en diálogo al desarrollo autónomo Escuelas de negocios y las Facultades de Derecho pueden de cada uno. escoger entre muchos espíritus. Si queremos «inspirar En un mundo en el que los fundamentalismos de todo futuros», ¿qué «espíritu», qué viento queremos que hinche tipo, religiosos e ideológicos, dividen, enfrentan y llegan nuestras velas? ¿Qué valores queremos que configuren a justificar la violencia, el verdadero Espíritu pone en el futuro? marcha procesos de diálogo respetuoso. La espiritualidad, Permitidme todavía alguna pregunta es decir, el cultivo del espíritu, más. Un antiguo refrán dice que es el mejor suelo en el que puede Afortunadamente, el «espíritu» «nadie da lo que no tiene» Si enraizar la semilla del diálogo y la espiritualidad van dejando queréis «inspirar futuros» ¿Supone intercultural e interreligioso que de ser patrimonio exclusivo de esto que queréis trabajar vuestro es un elemento decisivo de un las religiones y de los creyentes. «espíritu» para poder comunicarlo? futuro económico y político más Muchos hombres y mujeres de Pero «espíritu» es una palabra libre, justo y pacífico. polisémica, con múltiples Los jesuitas somos creyentes que nuestro tiempo, alejados por significados porque en nuestro reconociéndonos imperfectos y múltiples motivos de las mundo coexisten y a veces se egoístas, nos sentimos llamados grandes tradiciones religiosas, enfrentan «espíritus», es decir, a ser compañeros de Jesús, como no renuncian por ello a cultivar valores, muy diferentes y hasta lo fue S. Ignacio (CG32. D.2 nº su espíritu. opuestos. ¿Qué espíritu queréis 1). Esto quiere decir que nosotros cultivar? ¿Y, a quién queréis deseamos ser movidos por el inspirar? «Espíritu» de Jesús: su manera de ser, su talante, sus valores, Afortunadamente, el «espíritu» y la espiritualidad van sus preferencias. Lo decimos con mucha humildad, dejando de ser patrimonio exclusivo de las religiones y porque es una pretensión desmesurada. En todo caso, de los creyentes. Muchos hombres y mujeres de nuestro para nosotros, es una llamada y un regalo que provoca tiempo, alejados por múltiples motivos de las grandes nuestro agradecimiento y motiva nuestra respuesta, que tradiciones religiosas, no renuncian por ello a cultivar deseamos total e incondicionada. su espíritu. Estamos en un mundo plural y en cambio y Esta aspiración está marcada por una búsqueda, un por lo tanto la definición del espíritu es difícil de precisar. discernimiento. S. Ignacio, que vivió en la frontera Pero parece que los distintos itinerarios confluyen en cultural de la Edad Media con el Renacimiento y de la algunos puntos fuertes: el cultivo de una sensibilidad Iglesia Romana frente a la Reforma tuvo que enfrentarse humana profunda que dé a la vez empatía y capacidad a la necesidad de discernir, entre los muchos «espíritus» de discernimiento; la salida de la perspectiva de su tiempo, para decidir por cual quería dejarse espontáneamente egocéntrica con la que nos situamos «inspirar». ante las personas y ante toda realidad; la búsqueda de Tal vez, pues, los jesuitas y nuestra tradición podemos una manera de ver y vivir el mundo de una manera colaborar en esta identificación del espíritu que queremos pacificada, compasiva y solidaria. Trabajar el espíritu que configure la práctica educativa de las universidades puede significar también desarrollar «calidad humana». vinculadas con la Compañía de Jesús. En todo caso, la persona «espiritual» es la que busca; En este sentido, Diego de Ledesma, profesor jesuita y discierne; e intenta dar cuerpo a las grandes opciones de rector del Colegio Romano (hoy Universidad Gregoriana la vida desde una gran libertad inspirada en el amor. de Roma), aducía en el siglo XVI cuatro razones para La palabra «espíritu» está llena de sugerencias simbólicas. que los jesuitas trabajaran en instituciones educativas. En la Biblia, el espíritu es el viento que empuja con «Lo primero, porque proveen a la gente con muchas fuerza y cuya dirección no puede ser encasillada en reglas ventajas para la vida práctica; en segundo lugar, porque dadas de antemano. En la escena de Pentecostés, el contribuyen al correcto gobierno de asuntos públicos y a Espíritu Santo es «viento» y también «fuego» que la apropiada formulación de leyes; en tercer lugar, porque transforma a las personas: el resultado es que los amigos dan decoro, esplendor y perfección a nuestra naturaleza de Jesús vencen el miedo, salen a la calle y predican con racional; y en cuarto lugar, que es de suma importancia, convencimiento y libertad el sorprendente mensaje de porque son la defensa de la religión y nos guían con gran su amigo y maestro. Sintomáticamente, los jesuitas, en seguridad y facilidad en la consecución de nuestro fin nuestra última Congregación General hemos elegido esta último». metáfora del fuego (y del Espíritu) como símbolo que Estas cuatro razones han sido interpretadas y desarrolladas resume lo que sentimos ser nuestra misión: «ser un fuego por mi predecesor, el P. Kolvenbach, como cuatro que enciende otros fuegos», es decir, que «inspira». finalidades últimas de la educación de los jesuitas. En «Inspirar» es todo lo contrario de coaccionar, imponer o forma condensada, el P. Kolvenbach las nombraba por ESPECIAL 45 HACIA EL ENCUENTRO CON EL PADRE GENERAL sus nombres latinos: la «utilitas», la «iustitia», la a nuestro alrededor. «humanitas» y la «fides»: utilidad, justicia, humanidad y Y en medio de esta complejidad, puede abrirse paso una fe. sencilla forma de «utilitas», que es el servicio. Formar La reflexión sobre estas cuatro dimensiones constituye personas en la utilitas, formar personas «útiles», es quizás un núcleo fundamental del pensamiento universitario formar servidores. No formar a los mejores del mundo, del P. Kolvenbach que yo asumo como una de las sino formar a los mejores para el mundo. Con lo que la características de la Universidad jesuita. Quiero ahora excelencia de un profesional se mide ante todo con el reflexionar con vosotros de qué manera estas cuatro parámetro del mayor servicio a la familia humana. dimensiones pueden definir el «espíritu» que queréis Tal vez esta descripción del profesional parezca muy «inspirar» en los «futuros» del mundo. idealizada y poco «práctica». Pero ¿es realmente «útil» a 3. Inspirando futuros con un Espíritu de «utilitas», la sociedad el profesional que sólo busca los bienes «iustitia», «humanitas» y «fides» externos de la profesión: la recompensa económica, el a) Un Espíritu «útil» prestigio y el poder? ¿Acaso la sociedad no necesita este El espíritu que inspira futuros es, en primer lugar, un otro tipo de profesionales? ¿No son los realmente espíritu «útil». Un espíritu que quiere resolver los «útiles»? Pero formar profesionales de este tipo no es problemas y atender a las necesidades de las personas posible si no se cultiva en ellos también el «espíritu» de concretas, especialmente de los más pobres. la justicia y el de la humanidad. La educación jesuita ha querido ser siempre una b) Un espíritu de «justicia» educación orientada a la práctica, tanto en la investigación El espíritu inspirador de futuros es, en segundo lugar, un como en la docencia. Pero la utilidad y el sentido práctico espíritu de justicia. La promoción de la justicia es una no pueden ser cortos de miras. La investigación, como dimensión de la misión de los jesuitas que se explicitó antes he subrayado, ha de pretender no sólo resolver los especialmente a partir de la Congregación General 32: problemas del corto plazo sino también colaborar a la un encuentro de responsables jesuitas que tuvo lugar en solución de los grandes problemas que afectan Roma en 1975 y que marcó profundamente nuestra actualmente a la humanidad: el desarrollo sostenible y identidad y nuestra misión. Las Congregaciones Generales justo, la convivencia intercultural, los valores que dan posteriores han confirmado una y otra vez esta opción sentido a la acción transformadora de por la justicia como exigencia de la sociedad. La docencia realmente nuestra espiritualidad. La docencia realmente práctica debe práctica debe orientarse a Lo que se ha dicho en estas orientarse a la formación de buenos Congregaciones Generales es que profesionales que, siendo técnicamente la formación de buenos nuestra fe es fe en el Dios de Jesús competentes, sepan descubrir y vivir profesionales que, siendo que quiere el bien de todos los el sentido social de toda profesión: el técnicamente compe- hombres y mujeres del mundo; y que servicio experto a la sociedad en un tentes, sepan descubrir y sólo podemos decir que la vivimos si campo concreto. En el caso de ESADE, vivir el sentido social de nuestro amor a las personas concretas estáis trabajando en los campos de la toda profesión: el servicio nos lleva a defender sus derechos, es dirección de organizaciones y en el decir a promover una sociedad más derecho. Una profesionalidad que no experto a la sociedad en un justa. Este sencillo descubrimiento ha sólo se adapta al mundo tal como es, campo concreto. cambiado nuestra perspectiva: nos ha sino que «aspira» (palabra que alude acostumbrado a mirar el mundo desde también al espíritu) a transformarlo, haciéndolo más la perspectiva de los pobres, de los que sufren la humano. injusticia. Por esto nuestra opción por la justicia es El espíritu de la «utilitas» es un espíritu que engendra también una opción preferencial por los pobres. profesionales conscientes de la diversidad de riquezas Estas opciones han significado una gran transformación que puede producir el ejercicio de una profesión: riqueza para la Compañía de Jesús. Una transformación difícil a económica; satisfacción ecológicamente sostenible de veces. Vosotros sois expertos en organización y sabéis necesidades vitales; y también sentido de la existencia y que las transformaciones de «cultura organizativa» no se construcción de una comunidad humana más respetuosa hacen sin dificultades y tensiones. Pero actualmente es de la dignidad humana. Esta conciencia de las múltiples un cambio asumido aunque somos conscientes de que repercusiones que el ejercicio profesional tiene en la hemos de renovarlo cada día porque el mundo en el que sociedad hace al profesional necesariamente humilde, vivimos no ayuda a mantener esta opción. le abre al trabajo en equipo, y finalmente le proyecta a En todo caso los jesuitas no podemos olvidar que el consensuar decisiones, a actuar. Se trata de decisiones compromiso con la justicia ha tenido consecuencias insertas en contextos complejos y difíciles: porque las dolorosas para nosotros, entre ellas el derramamiento de encrucijadas y las fronteras se nos acercan y se multiplican sangre de compañeros jesuitas y de muchos amigos ESPECIAL HACIA EL ENCUENTRO CON EL PADRE GENERAL 46 nuestros. Por ello estamos convencidos de que ninguna «solidaridad bien informada». de las instituciones vinculadas a la Compañía de Jesús En este sentido, el espíritu de justicia está ya actuando debe ser ajena a dicho compromiso: tampoco las en ESADE. Este espíritu invita a la estrecha colaboración universidades, incluyendo las facultades de derecho y entre la Escuela de Management en todos sus programas, las escuelas de negocios. la Facultad de Derecho y el Executive Language Center. La raíz económica de la injusta desigualdad que divide Requiere también el trabajo conjunto de organizaciones dramáticamente al mundo es evidente, aunque no es la de diversa índole: empresas, administraciones públicas única. Y es también evidente el papel que las empresas y ONGs. Y nos lleva finalmente al impulso de redes y el derecho juegan tanto en la creación de situaciones globales (entre ellas la red de Escuelas de Management injustas como en la promoción de jesuitas y la red de Facultades un desarrollo económico justo y de Derecho jesuitas) que puedan Como decía el P. Kolvenbach, los sostenible. Por ello es dar respuestas adecuadas a retos centros universitarios deben responsabilidad de un centro cada día más planetarios. como ESADE no separar la hacer posible que los estuc) Un Espíritu humanista creación de riqueza de su justa Tal como hemos citado, en el diantes, «a lo largo de su distribución. Se trata de superar siglo XVI, Diego de Ledesma se formación [ ] dejen entrar en la división del saber que permite refería a la «humanitas» como sus vidas la realidad perturdespreocuparse de la repercusión aquel atributo que «da decoro, badora de este mundo, de tal social y humana del esplendor y perfección a nuestra manera que aprendan a sentirlo, funcionamiento de las empresas naturaleza racional». a pensarlo críticamente, a en el mercado. Hoy en día las Los jesuitas tenemos una visión responder a sus sufrimientos y grandes empresas hablan de esperanzada (no siempre a comprometerse con él de «responsabilidad social». La optimista) del ser humano forma constructiva. responsabilidad social más porque creemos firmemente en importante de un centro «la misericordia de Dios y su universitario como ESADE es ser promotor de justicia a amor al hombre» (Carta de San Pablo a Tito 3,4; texto de todos los niveles: en las relaciones individuales, en las la misa de Navidad). La última Congregación General organizaciones y también en las sociedades donde dice que nuestro modo de proceder es «descubrir las operan, con una visión a la vez local y global. Una huellas de Dios en todas partes, sabiendo que el Espíritu justicia, que como han subrayado nuestras últimas de Cristo está activo en todos los lugares y situaciones y Congregaciones Generales, ha de integrar nuevas en todas las actividades y mediaciones que intentan dimensiones: la sostenibilidad en la forma de justicia hacerle más presente en el mundo» («Un fuego que medioambiental, la dimensión de género, la convivencia enciende otros fuegos» CG 35, D.2, n. 8). Somos humana en un mundo multicultural. invitados a ser conscientes de la acción de Dios en lugares Un centro universitario debe promover la justicia en todas y personas en los que nunca hubiéramos pensado, a sus actividades. Por supuesto en su organización interna descubrirle «interesado por todas las zonas áridas de su y con sus propios stakeholders. En la investigación sobre mundo» (Ibid. n. 12). Por todo ello queremos ayudar al los grandes problemas de la humanidad, como ya he desarrollo integral de los hombres y mujeres de nuestro señalado. En su trabajo de catalizador e impulsor de ideas tiempo. y proyectos que cambian la sociedad hacia una mayor Así, en nuestros centros universitarios, deseamos acoger justicia. En la docencia promoviendo la sensibilización al alumno en su concreta realidad. Alumnos y alumnas de los estudiantes. Como decía el P. Kolvenbach, los marcados, en el mundo occidental, por la cultura de centros universitarios deben hacer posible que los sociedades ricas y consumistas. Con dificultades para estudiantes, «a lo largo de su formación [ ] dejen entrar orientarse en la vida en sociedades pluralistas e en sus vidas la realidad perturbadora de este mundo, de individualistas. Con todo el bagaje, positivo y negativo tal manera que aprendan a sentirlo, a pensarlo de la postmodernidad. Queremos ayudar a estos alumnos críticamente, a responder a sus sufrimientos y a a descubrir todas sus dimensiones, también las que son comprometerse con él de forma constructiva. Tendrían frecuentemente silenciadas en nuestra sociedad. El trabajo que aprender a percibir, pensar, juzgar, elegir y actuar a de la dimensión espiritual de la persona debe ser ofrecida favor de los derechos de los demás, especialmente de en libertad en nuestros centros para que los que la acogen los más desaventajados» la puedan desarrollar. Los estudiantes no sólo necesitan sensibilización sino El Espacio Europeo de Educación Superior orienta a las también rigor académico para enfocar correctamente las universidades a organizar el aprendizaje de los alumnos cuestiones sociales a lo largo de su futura vida profesional. desarrollando sus competencias. Las competencias Como también decía el P. Kolvenbach, necesitan pueden estar orientadas solamente al mercado, pero ESPECIAL 47 HACIA EL ENCUENTRO CON EL PADRE GENERAL pueden también ser comprendidas en el marco de un mayoría de las Universidades que están vinculadas a los humanismo que las lleve a ser elementos de una jesuitas, una parte significativa del personal no docente formación integrada e integral de la persona humana. y del profesorado no comparte plenamente nuestra fe. En estos últimos tiempos, los jesuitas y laicos implicados Puede parecer que hablar de la fe es hablar, otra vez, de en la educación universitaria hablan de cuatro lo que separa y divide. Y sin embargo, creo que es características de la persona humana íntegra e integral, a necesario hablar de la fe. Porque los jesuitas somos partir de cuatro cualidades que empiezan por la letra creyentes y queremos poner las cartas sobre la mesa: «C». En efecto, el espíritu humanista genera personas decir claramente por qué sentimos como propia la misión conscientes, competentes, compasivas y comprometidas. que nos une a todos; y expresar también lo que, con una Conscientes de si mismas y del mundo en el que viven, gran modestia, nos parece podemos aportar desde nuestra con sus dramas, pero también con sus gozos y esperanzas. experiencia. Competentes para afrontar los problemas técnicos, Además, hablar de la fe se hace difícil porque, en este sociales y humanos a los que se enfrenta un profesional. mundo donde caen las fronteras políticas, las religiones Personas también movidas por una fuerte compasión. se convierten a veces en excusa para construir nuevas Esta palabra ha sido con frecuencia mal usada, fronteras, para encerrarse en el miedo y para excluir a los aplicándola a un sentimentalismo superficial que humilla diferentes. a la persona a la que pretendidamente se quiere ayudar. La fe es una vivencia difícil de formular; y a la que quiero Pero en realidad com-pasión, con un guión que separa referirme «con temor y temblor» porque otras las dos partes de la palabra, indica algo muy profundo y formulaciones de esta vivencia generan de hecho muy humano: la capacidad de sentir como propio el inhumanidad y violencia. gozo y el dolor de los demás; la capacidad de ponerse Los jesuitas hemos escuchado la Buena Noticia que Jesús en su piel; la capacidad de acompañarles y ayudarles anunció: Dios está cerca de todo hombre y de toda mujer. desde dentro de la situación; la constatación de que el Y cuando las personas se abren a esta cercanía amorosa, otro, cualquier otro, especialmente el otro que sufre, es salen de si mismas y miran a los demás y al mundo «de mi hermano o mi hermana. Esta compasión es el motor otra manera»: como hermanos y hermanas de todos, como a largo término que mueve al compromiso: esta forma creación de Dios. Nuestro Dios no es un dios guerrero, de amor en la que el ser humano no sólo da algo sino intransigente ni excluyente. Es, según dicen las parábolas que se da a si mismo a lo largo del tiempo. de Jesús, como un padre que festeja alegremente la vuelta En el fondo del espíritu de su hijo, como un buen humanista está la convicción samaritano que ayuda En estos últimos tiempos, los y la experiencia de que los concretamente a las víctimas de jesuitas y laicos implicados en la seres humanos podemos ser la violencia humana por los educación universitaria hablan de trasformados a un nivel que caminos del mundo. cuatro características de la persona va más allá de la moral y los No creemos que nuestra fe nos buenos sentimientos al uso. haga mejores que los demás. humana íntegra e integral, a partir Que podemos trabajar lo que Porque creemos y de cuatro cualidades que algunos han llamado la experimentamos que somos empiezan por la letra «C». En «calidad humana». Es difícil débiles y frágiles. Y mis efecto, el espíritu humanista definirla pero reconocemos compañeros jesuitas de ESADE genera personas conscientes, fácilmente a las personas que os muestran diariamente su competentes, compasivas y la tienen. No es nada elitista debilidad y fragilidad. Sin comprometidas. y la encontramos con embargo, la nuestra es una frecuencia en personas muy vivencia de gratuidad: lo mejor sencillas. En la Declaración de Valores que habéis de lo que somos lo hemos recibido. Y sentimos que la redactado, la habéis definido como una «combinación fe nos ha ayudado a «crecer en humanidad». Porque nos de conocimiento, criterio, sensibilidad, equilibrio y da confianza en que todo ser humano lleva en sí una profundidad que genera personas serenas, coherentes, potencialidad que le trasciende y que siempre puede fiables, capaces de encarnar (yo añadiría que con desarrollarse y crecer. La fe nos hace salir de nosotros apasionamiento) los valores fundamentales que nos hacen mismos y nos ayuda a amar desinteresadamente más humanos». asumiendo pacientemente nuestros límites. Y por esto c) Un espíritu de fe la fe nos invita a superar los miedos que son inherentes La última dimensión del espíritu según la caracterización a nuestra condición humana: el miedo, al dolor, a la del jesuita Diego de Ledesma es la «fides». Resulta enfermedad, a la inseguridad, a la pobreza, a la soledad. especialmente delicado hablar de la «fides», de la fe. Es Este espíritu de fe nos impulsa a desarrollar paciente y delicado porque, en la actualidad, en ESADE y en la apasionadamente la utilitas, la iustitia y la humanitas. ESPECIAL HACIA EL ENCUENTRO CON EL PADRE GENERAL 48 La utilitas es también servicio a la Creación continua del mundo. La iustitia es acoger lo que Jesús llamaba «el Reinado de Dios»: la llamada a transformar el mundo en pos de la solidaridad y la reconciliación. La humanitas es creer profundamente en el amor de Dios al ser humano y en sus capacidades de trascendencia. Por esto los jesuitas estamos a gusto trabajando codo a codo con personas que comparten la pasión por la utilitas, la iustitia y la humanitas, aunque no compartan nuestra fe. Escuchamos la voz de Jesús que decía que cuando está en juego el bien de la humanidad «el que no está contra vosotros, está de vuestra parte» (Lc. 9,51). Porque el criterio de autenticidad de nuestra fe es el trabajo por el bien de los seres humanos. Creemos que juntos podemos trabajar el «espíritu humano». Esto significa trabajar nuestra capacidad de amar. Nuestra libertad profunda. La calidad de nuestras relaciones. Trabajar para que las personas, los colectivos y las sociedades sean más sensibles y maduros, más justos y solidarios. 4. Visión y compromisos Cultivar, vivir y desarrollar estas cuatro dimensiones del Espíritu no es tarea fácil. El contexto social y cultural en el que os movéis en Catalunya y en España plantea desafíos de otro orden pero que hay que tener en cuenta En primer lugar, vivimos una cultura laica que con frecuencia es laicista, es decir, que relega la cuestión de la fe y de la religión al espacio estrictamente individual y privado. Pensamos que ESADE puede ser un buen «laboratorio experimental» en el que se viva una «laicidad positiva» en la que las posiciones laicas y creyentes dialoguen públicamente, en pie de igualdad, sobre los grandes retos que enfrenta la humanidad actualmente. Este diálogo público es necesario porque la realidad de ESADE (como la de todo el mundo occidental) es la convivencia de personas que definen de maneras muy diversas sus opciones fundamentales ante la vida. Por esto creemos que es necesario explicitar qué significa trabajar juntos en la tarea universitaria. Hombres y mujeres, creyentes y no creyentes, creyentes de distintas confesiones religiosas colaboran en las Universidades jesuitas de todo el mundo. Y lo hacen desde perspectivas diversas. Para unos es un compromiso profesional. Otros se identifican a fondo con la Misión compartida en los Centros universitarios jesuitas (como UNIJES). Para otros, esta misión es vivida desde una experiencia creyente. En todo caso, lo importante es que nos sentimos comprometidos con una gran causa común: La formación universitaria, de calidad presidida por el «Espíritu» de las cuatro dimensiones antes definidas. La visión y la misión sirven de bien poco si no se concretan en proyectos estratégicos concretos y que puedan ser evaluados. Por esto es importante que los centros de UNIJES en España acompasen, en la medida de lo posible sus objetivos, sus métodos y sus procesos de evaluación. Finalmente una reflexión que tiene en cuenta los tiempos postmodernos que vivimos. En un mundo complejo y cambiante es muy importante la flexibilidad, la capacidad de cambio y de innovación. Pero todo esto es importante si esta al servicio de metas de largo alcance y de compromisos serios que superan las dificultades, los desánimos y las ofertas tentadoras que desvían del objetivo perseguido. La investigación, la docencia son tareas de largo alcance que requieren de compromisos duraderos. 5. Conclusión Termino con un deseo y una petición. En una sociedad sobrecargada de estímulos, la interioridad es importante y también lo es el trabajo del espíritu humano que nos abre al Espíritu con mayúsculas. Modestamente, los jesuitas creemos que podemos aportar algo en este campo. La espiritualidad ignaciana (que encuentra su raíz en la experiencia personal de S. Ignacio, nuestro fundador) es un regalo que nos ha sido hecho y que los jesuitas ofrecemos, convencidos de su valor para toda persona en búsqueda, en el mundo actual. La historiadora Karen Armstrong escribió hace dos años el libro «La Gran Transformación» Es un libro que me ha resultado muy sugerente. En él analiza la Autora el camino espiritual de cuatro culturas que produjeron entre los siglos 5 y 3 antes de Cristo un cambio de conciencia humana de tal envergadura que Kart Jaspers llamó a este tiempo «La época Axial». Pues bien, Karen Armstrong cree descubrir en el camino espiritual de cinco siglos, que preparan el tiempo Axial, la marcha trabajosa y de intensa búsqueda para encontrar la clave de cómo superar la violencia, la inhumanidad, el sufrimiento que nos infligimos los unos a los otros por medio de la injusticia, la exclusión, el prejuicio o la guerra. Lo que resume las intuiciones del Tiempo Axial es la vuelta al camino interior. Esta intuición, compartida por Confucio, LaoTsu, Mencio, Buda, los Místicos del Upanishad, el Baghavad Gita, Jeremías, Ezequiel, Sócrates y Platón, emerge después de cuatro siglos de buscar soluciones externas, rituales, substitutos del cambio radical de mentalidad y de corazón. Desafortunadamente estas intuiciones se pierden con la simbiosis manipuladora de lo religioso y lo político; de la búsqueda auténticamente religiosa y la preocupación política, ideológica o de otros intereses innombrables. Vuelve de nuevo con Jesús y Pablo, más tarde con Mohamed y, creo yo, con Ignacio de Loyola. Es mi deseo profundo que nosotros también podamos integrar este camino de vida interior y transformador con las otras preocupaciones académicas y sociales que están a la raíz del proyecto ESADE-ICAI, y que dan forma histórica a las preocupaciones más profundas y concretas del espíritu religioso. La Comunidad, Iglesia o Confesión concretas pueden ayudar a definir identidad y tradición; pero es el corazón abierto y transformado el que da cuerpo en el ESPECIAL un mandato de revisión a fondo de nuestras estructuras de gobierno. No es tarea fácil, y no tenemos nosotros el tipo de conocimientos, de experiencia o sabiduría para llevar a cabo este mandato. Es mi esperanza que podamos contar con vosotros para ello. He conocido la altura académica de ESADE desde Asia (China y Filipinas) y espero que también más cerca, en Roma, podamos beneficiarnos de esta misma sabiduría en forma de asesoramiento, mientras nos acompañáis en las nuevas tareas de gobernar y planificar. No puedo terminar este saludo sin referirme a otra conmemoración gozosa para la Compañía. El 15 de Octubre de 1908 comenzó su actividad docente el Instituto Católico de Artes e Industrias, el ICAI, con 25 alumnos en las clases para obreros, que eran gratuitas, y otros 40 en las de peritos mecánicos y electricistas. A la alegría por esta celebración se une mi entrañable recuerdo personal, ya que fui alumno tres años de la otra sección de la casa, el colegio de bachillerato de Areneros. El ICAI, integrado desde 1978 en la Universidad Pontificia Comillas como Escuela Técnica Superior de Ingeniería, ha evolucionado profundamente, a lo largo del siglo que acaba de cumplir, al compás de los cambios sociales y del progreso de la formación técnica y universitaria, y se ha hecho merecedor del general reconocimiento, dentro y fuera de España. Celebramos hoy el centenario de una institución académica que hace honor los principios y a la misión de la Compañía de Jesús. Su impulso fundacional se caracterizó por tres rasgos esenciales: (1) el compromiso social que buscaba promocionar, mediante la educación, a las clases menos favorecidas y hacer posible que la mayoría de la población española se incorporara con una buena formación técnica al desarrollo entonces incipiente del país; (2) el diseño, bajo el liderazgo del Padre Pérez del Pulgar, de una enseñanza de calidad y eminentemente práctica que preparara realmente para el ejercicio profesional, y (3) la firme vinculación de la competencia técnica a la formación integral de la persona, muy atenta a los valores cristianos y a la fe. Aquel sueño utópico de los creadores del ICAI sigue vivo hoy en sus herederos y continuadores, que creen en el valor de la formación universitaria para hacer mejores a las personas, y en el humanismo cristiano y social como ingrediente imprescindible de la formación impartida en la Universidad Pontificia Comillas, a la que envío mi afectuosa felicitación y mis mejores deseos de futuro. Es tiempo ya de concluir mis palabras. A todos deseo, ante todo, daros las gracias: porque con vuestro esfuerzo e ilusión diarios, estáis haciendo posible la formación de personas al servicio de los demás. Y en segundo lugar, transmitiros humildemente mi apoyo y mi oración para que continuéis con tenacidad esta sacrificada pero apasionante tarea. Muchas gracias. 49 HACIA EL ENCUENTRO CON EL PADRE GENERAL trabajo, la empresa, la tecnología o el gobierno, a la búsqueda multisecular de un mundo más justo, humano y fraterno, algo que Jesús anunció en términos del Reino de Dios. Nosotros, jesuitas, acabamos de pasar por la experiencia de una Congregación General (la trigésima-quinta de nuestra historia). En ella hemos tratado de reflexionar sobre nuestra identidad, nuestra misión, nuestra colaboración con otros, nuestra gestión de planificación y gobierno. Son muchos los retos que la Congregación General nos ha dado. Y esperamos saber y poder afrentarlos. Aprovecho esta oportunidad de hablar ante tantos de vosotros, que nos veis y acompañáis de cerca, que compartís nuestra visión, que os preocupáis a veces de nuestra consistencia espiritual y de nuestro futuro. Aprovecho, repito, esta oportunidad para pediros ayuda. No me refiero sólo al apoyo que ya nos dais con vuestra dedicación total, inteligente y generosa, a las obras que llevamos adelante y que contribuyen a su buena dirección e incluso éxito. Os pido ayuda en acompañarnos por el camino más profundo, en fidelidad al camino interior recibido de San Ignacio. No temáis desafiarnos cuando nos veáis confusos en nuestra identidad religiosa o eclesial; no dudéis en corregirnos cuando nos creamos mejores, más dueños de lo que pertenece a todos; apoyad la visibilidad diaria y convincente de nuestra vida en el Espíritu; disuadidnos con decisión de todo lo que enturbie la visión y motivación de servir a la humanidad en la humildad de la investigación, la enseñanza y el trabajar por hacer nuestro mundo un poco mejor. Permitidme que repita aquí lo que dije en mi última homilía al finalizar la Congregación General. Tanto la misión en la que estamos comprometidos, como nuestra herencia ignaciana pertenecen a la Iglesia y a la Humanidad. Todos los que participan de ambas son nuestros colaboradores. Y cuando otros van más allá que nosotros en corazón y espíritu, entonces somos nosotros sus colaboradores. Este es el único terreno en el que es honesto competir para quienes tenemos en Cristo el Modelo y el Maestro. Por mucho que todos nosotros hayamos recibido una influencia especial de uno u otro profesor o maestro en nuestros años universitarios, todos sabemos que la verdadera educación es fruto del trabajo coordinado y complementario de todos. Una mayor universalidad - y a eso refiere la Universidad requiere una mayor colaboración y ofrece mayor riqueza de formación personal y social. Lo que la globalización trae o lleva de peligro de excesivo influjo de una manera de vivir o de pensar, ha de ser equilibrado con la solidaridad original y creativa de la Universidad. Esta, a través de muchas aportaciones y servicios, prepara personas y grupos para una libertad de verdad responsable. Al terminar ahora esta larga presentación deseo expresar una esperanza. La Congregación General nos ha dejado TEMAS PARA REFLEXIONAR 50 La nueva generación de laicos y jesuitas. El papel de los directivos LA PROBLEMÁTICA El tema de la relación entre laicos y jesuitas en la responsabilidad de liderar una institución educativa de la Compañía de Jesús se ha discutido varias veces en las reuniones de jesuitas educadores de toda América Latina y es un tema que laicos y laicas abordan con frecuencia. La CPAL nos ha urgido a ir creciendo en la colaboración igualitaria y a ser corresponsables unos y otros en la conducción, animación e inspiración tanto de nuestros colegios como de las universidades confiadas a la Compañía. El punto ha sido recogido en el Proyecto Educativo Común (PEC), y formulado en el documento del Principio y Horizonte de nuestra Misión en América Latina. La última Congregación General nos urge a la colaboración con otros. No hay duda, pues, de que se trata de un tema vigente, en el que queremos avanzar de manera decidida en los próximos años. Sin embargo, las cosas no son fáciles. A pesar de la conciencia generalizada sobre el tópico y a pesar de que se han estado dando pasos hacia una mayor colaboración horizontal entre las partes, el avance es diferenciado y casi en cada una de las instituciones la situación es diversa. No hay, pues, un progreso homogéneo, colectivo e institucionalmente deliberado. Una constante en todas las obras es que suele haber problemas para vernos unos y otros como iguales y como parte de un mismo cuerpo apostólico. Las mayores dificultades que se arguyen son: la falta formación religiosa en los laicos y laicas; el desinterés eclesial en que el laico se prepare teológicamente; la dificultad que experimentamos los jesuitas para dejar a los otros organizarse autónomamente, y el sentimiento de muchos laicos de que no pueden actuar sin jesuitas. Consecuentemente laicos y laicas se sienten excluidos por nosotros los jesuitas de las decisiones centrales que atañen a su trabajo. El proceso de relación e integración ha sido complicado. Hasta ahora, el modo ordinario de relación entre laicos y jesuitas es de subordinación de los primeros a los segundos. Este modo es fomentado por los jesuitas, y los laicos muchas veces lo requieren y promueven. Es una forma de eludir o de resolver más fácilmente los conflictos dentro de la institución. Cuando existe una relación cercana de los jesuitas con algunos laicos, es más bien en el tono del padrinazgo o de la constitución de un grupo de interés dentro de la institución. Hay quejas recurrentes de que los jesuitas con puestos directivos discuten y confieren sólo con un pequeño grupo de amigos. David Fernández SJ / Rector UIA Puebla Constatamos también que hay laicos y laicas mejor preparados que los jesuitas para ocupar determinados puestos. Y aunque los jesuitas planteamos teóricamente que son esos laicos y Además, el modo predominante de incidencia de la Compañía de Jesús en la conducción e inspiración en las universidades y colegios ha sido hasta ahora a través de los jesuitas y son éstos, hasta el momento, los principales promotores de las iniciativas de la Provincia y del Sector Educativo, tales como el Proyecto Educativo Común, la Pedagogía Ignaciana, etc. obra educativa realice la misión del servicio de la fe y la promoción de la justicia, en diálogo cultural e interreligioso. Pero, además, que esta tarea y responsabilidad vaya siendo asumida también por la comunidad educativa y por sus directivos. Así, la cercanía del jesuita, el contacto directo con la comunidad educativa es estratégico. Hemos de ayudar a que los colaboradores vean a la institución educativa como un lugar en el que se concreta su vocación y misión cristiana. Requerimos igualmente que se nos vea trabajando como equipo jesuita que mantiene viva la misión y la recrea continuamente. Muchos laicos y laicas se han formado ya a través de distintos medios para ser directivos y funcionarios de nuestras universidades, con la experiencia de Ejercicios Espirituales incluida en su formación. Estos egresados esperan Requerimos no laicizarnos. participar en el cuerpo apostólico de Tampoco conviene que los laicos se la Compañía de Jesús, con la jesuiticen y, menos aún, que se responsabilidad de inspirar, animar clericalicen. Acercarnos unos y y dirigir las obras de la Provincia en otros no supone renunciar a lo que el sector educativo. Sin embargo, somos, deseamos y aportamos. estas personas han corrido distinta suerte, dependiendo Existe la necesidad urgente de fundamentalmente del rector en formación tanto a los laicos como a turno, a saber: han sido promovidos los jesuitas para la colaboración, así individualmente a puestos de como una actitud dialogante. Para responsabilidad; han sido los jesuitas esta formación ha de dispersados y mirados con darse de manera formal e desconfianza; mantienen su informalmente. actuación como grupo organizado con capacidad de propuesta (en este caso, es frecuente que algún jesuita los acompañe); han sido ignorados. deseamos y aportamos. ALGUNAS REFLEXIONES PROVISIONALES RETOS QUE PERCIBIMOS La idea de crear un Cuerpo Apostólico Ignaciano demanda una nueva institucionalidad que, a su vez, requiere de un nuevo pensamiento. Este nuevo pensamiento ha de superar la tentación de hacer una identificación facilona entre lo negativo y los jesuitas, por un lado, y lo positivo y lo laical, por otro, o viceversa. Requerimos no laicizarnos. Tampoco conviene que los laicos se jesuiticen y, menos aún, que se clericalicen. Acercarnos unos y otros no supone renunciar a lo que somos, El papel no exclusivo- que los jesuitas hemos de jugar en las instituciones educativas es fundamentalmente de inspiración y animación de la obra. De alguna forma, asumimos también la dirección del proyecto educativo y su vinculación con los planes provinciales (esta función de conducción global no coincide necesariamente con la dirección formal de la obra). Por esto, cada equipo jesuita debe discernir dónde ubicarse y el aporte que ha de dar en cada institución. Pero es indiscutible que nuestra misión incluye también la formación de los laicos y laicas, y el trabajo cercano con ellos, además de nuestra propia capacitación, para la colaboración. Una tarea jesuita específica es la de fortalecer el equipo de laicos que pueda ir compartiendo también la tarea de inspiración, animación y dirección de la obra. Jesuitas y no jesuitas tenemos la misma responsabilidad, y la compartimos. El jesuita, por tanto, debe ocupar el puesto para el que sea apto, sin argüir su condición de religioso para ocupar puestos de responsabilidad o de gobierno. Existe la necesidad urgente de formación tanto a los laicos como a los jesuitas para la colaboración, así como una actitud dialogante. Para los jesuitas esta formación ha de darse de manera formal e informalmente. Como colectivo jesuita tenemos una tarea propia: hacer que la Requerimos profundizar en lo que es la Pedagogía Ignaciana, Debería haber, además, algo así como un manual que contenga los mecanismos que habría que garantizar para asegurar la conducción e identidad jesuita de nuestras universidades y colegios, que permita optimizar la acción de los pocos jesuitas de cada obra y compartir las responsabilidades con los laicos. (P. Ej. que haya uno o dos jesuitas en el equipo operativo de gobierno; dar más peso a la pastoral en la universidad, con una concepción amplia de ella; atender pastoralmente a patronos y dirigentes universitarios, etc.) Necesitamos establecer criterios de selección y contratación del personal, conforme a un perfil de afinidad básico. TEMAS laicas los que deben ocupar los puestos señalados, a la hora de la hora nos cuesta trabajo asumirlos como jefes y jefas y subordinarnos a ellos. 51 TEMAS formarnos en el tema y formar en ella a los académicos. 52 Es prioritario fortalecer la formación ignaciana del personal, tanto de planta como de asignatura. Para ello: a) ayudaría que hubiera más tandas de ejercicios interinstitucionales; b) se requieren programas institucionales permanentes de formación de los funcionarios y docentes, y la asignación de presupuesto para ello, y c) conviene utilizar distintas herramientas y niveles: lo electrónico y lo presencial; la masa y los cuadros, etc. Nuestras capacidades de formación se multiplicarían si actuamos corporativamente como Asociaciones (AUSJAL, FLACSI, FIFyA) El reto y la responsabilidad de los laicos al ser parte del cuerpo apostólico ignaciano será asumir el compromiso de realizar la misión jesuita en el ejercicio del proyecto personal y desde su propio ámbito de acción, por pequeño que sea. La visión compartida: ser en un futuro próximo un nuevo cuerpo apostólico (jesuitas, laicos, laicas, sacerdotes, religiosos y religiosas): a) con una misión común; b) que encarna las prioridades apostólicas de la Compañía de Jesús; c) es coherente con la espiritualidad y la pedagogía ignaciana; d) promueve la fe y la justicia, en diálogo intercultural e interreligioso, e) contribuye a crear una nueva sociedad, con dignidad para todos y sin pobreza. 3.- La identidad del nuevo cuerpo apostólico compartido. La construcción de la colaboración en las obras educativas supone tener clara una identidad compartida. Esta identidad tiene los siguientes rasgos (los tomo de Luis Fernando Klein): El reto y la responsabilidad de los laicos al ser parte del cuerpo apostólico ignaciano será asumir el compromiso de realizar la misión jesuita en el ejercicio del proyecto personal y desde su propio ámbito de acción, por pequeño que sea. El reto para los jesuitas será identificar y acompañar de manera adecuada a los grupos de laicos que sean capaces de asumir este apostolado como parte de su proyecto de vida. El reto para los jesuitas será identificar y acompañar de manera adecuada a los grupos de laicos que sean capaces de asumir este apostolado como parte de su proyecto de vida. LA PROPUESTA 1.- ¿Qué dice el documento Principio y Horizonte de Nuestra Misión en América Latina? En los próximos cinco años quisiéramos poder contemplar el inicio y desarrollo de varios procesos que nos ayuden a responder a los desafíos que el mundo actual y en particular América Latina presentan para nuestra misión: 1) La emergencia de un nuevo cuerpo apostólico, formado por jesuitas, laicos/as y religiosos/as que, inspirados y animados por un mismo espíritu y sentido de misión, a través de centros, redes u otras instituciones, se coloquen al servicio de la Iglesia y de la transformación de la sociedad: animados por una experiencia espiritual, desarrollando una pedagogía espiritual, y colaborando en la misión evangelizadora de la Iglesia. 2. - ¿Qué dice el Proyecto Educativo Común para A. L.? a) La educación como misión. b) La misión como salvación y plenificación de las personas y de la sociedad. c) La educación que ofrecemos es integral, personalizadora, alienta el sentido crítico y un posicionamiento ético. d) Nuestra diferencia se constituye por lo ignaciano y su contenido teológico y antropológico. Somos contraculturales, transformadores, desde una opción preferencial por los pobres. e) Laboramos en obras en todos los niveles y modalidades educativas, en alianza, laicos, laicas y jesuitas: no sólo como profesionales, sino como colaboradores de la misión común. Corresponsables de la obra: de su subsistencia, su dirección y su inspiración. Nos une una experiencia de Dios, en los Ejercicios Espirituales. f) Nos relacionamos con otros sectores y apostolados jesuitas, y con redes apostólicas educativas. Se trata de establecer una acción apostólica global para un mundo globalizado. En conclusión, tenemos ahora una nueva visión, un nuevo modelo de concebir la responsabilidad apostólica, y un nuevo modo de situarnos en las obras educativas. 3.- La organización del Cuerpo. Esta identidad -en realidad un carisma-, sin algún tipo de institucionalidad se pierde. El carisma sin institución Partimos de la concepción paulina (1Cor. 12, 12): todos somos iguales, aunque con distintas responsabilidades, incluso jerárquicamente organizados. Creemos, entonces, que en cada centro de trabajo o institución educativa se pueden constituir grupos o núcleos del Cuerpo Educativo Ignaciano, integrados por laicos y jesuitas, para discernir la misión a realizar dentro de la obra educativa jesuita y desde ella. Los integrantes podrían ser preponderantemente ex alumnos de cursos de gestión directiva de instituciones educativas ignacianas (P. Ej. Pilares Educativos de la Compañía de Jesús, de Carlos Vásquez) y que hayan tenido la experiencia de los Ejercicios Espirituales. El centro de la reflexión, discernimiento y actividad de cada grupo sería el apostolado, es decir, la concreta misión educativa en una obra jesuita particular, y no la sola espiritualidad (a diferencia de las CVX y de la RAI) Su funcionamiento sería con una metodología de discernimiento apostólico ignaciano, y supondría que cada integrante del grupo atiende su vida espiritual: oración cotidiana, discernimiento personal, espacios para compartir, en otras entidades (CVX, CEBs, RAI, otros) Idealmente, estos grupos deberían tener reuniones semestrales con el rector para reflexionar juntos sobre la situación, la dirección y la inspiración de la obra, así como contar con capacidad de tomar iniciativas de interlocución con las autoridades formales del centro educativo, en caso de urgencia. No se trata de actuar como grupos de presión al interior de las instituciones, sino como corresponsables solidarios, abiertos y leales. No hay una membresía para siempre. Es miembro del Cuerpo Apostólico el que participa en él. No hay beneficios personales: promociones, salarios, influencia, impunidad, etc. No existe ninguna garantía de que lo que se proponga o promueva sea asumido por las autoridades formales de la institución. Es necesario dar pasos concretos hacia la colaboración horizontal de laicos, laicas y jesuitas, en la dirección de nuestras obras. La que hemos expuesto es una manera posible. Puede haber muchas más. Lo que es imprescindible, es que avancemos realmente. TEMAS no puede existir. Pero la institución sin carisma es un cadáver. Necesitamos institucionalizar nuestra inspiración y carisma. Pero recordar que el cuerpo no es para sí mismo, sino para la misión. 53 TEMAS PARA REFLEXIONAR 54 Alumnos jesuitas para todos los gustos Hay algo que tienen en común Fidel Castro, Alfred Hitchcock y Teilhard de Chardin, SJ. Lo obvio es que son personajes destacados y conocidos; pero también comparten el hecho de que en algún momento de su vida recibieron educación en instituciones jesuitas. Aunque es difícil determinar que tanto influyó esta formación en el desarrollo de estas y otras personalidades influyentes del siglo XX, es innegable que tienen un rasgo distintivo: fueron educados para destacar. Y vaya que lo hicieron. Pero ¿qué hace especial la educación que se imparte en las instituciones jesuitas?¿Qué hace que de sus filas de egresados se cuenten incontables personalidades que han impactado en la política, la ciencia, las artes? En su libro sobre el liderazgo al estilo de los jesuitas, Chris Lowney señala cuatro prácticas que permiten al jesuita comprometerse incondicionalmente con sus obras. Y aquí pudieran estar las claves que hicieron de estos hombres unas figuras excepcionales. La primera consiste en poner alta la mira y mantenerse dirigido a algo más. Lowney lo define como heroísmo. Luego está el ingenio, que no es otra cosa que confiar en que la mayor parte de los problemas tienen solución y explorar tácticas y estrategias que transciendan la mentalidad contemporánea. La tercera es el Amor, que comunica propósito y pasión al ingenio y al heroísmo. Es vivir con la premisa de que la gente da lo mejor cuando trabaja para personas que ofrecen genuinamente apoyo y afecto. Por último está El conocimiento de si mismo. Quien sabe lo que quiere puede buscarlo enérgicamente. Nadie llega por casualidad a ser un gran violinista o ejecutivo de una corporación. Sólo quienes conocen sus debilidades pueden enfrentarlas y superarlas, y estos hombres las lograron superar. Luis Ernesto Blanco /AUSJAL Bill Clinton (1946 - ): es la economía Clinton nació el 19 de agosto de 1946 en Hope (Arkansas).Tras haber estudiado en la Universidad de Georgetown, se marchó a estudiar en Inglaterra. Esta etapa de su vida ha sido controvertida, porque una de las razones para estudiar en Europa era evitar cumplir con el Servicio militar obligatorio en plena Guerra de Vietnam; lo que fue utilizado a menudo por sus enemigos políticos para acusarlo de cobarde y desertor. Sin embargo, Clinton ha manifestado que él era un objetor de conciencia; ya que se oponía a esa guerra por motivos políticos y morales. Durante su etapa presidencial se dio a conocer por el carácter informal que imprimió a sus relaciones con otros mandatarios mundiales. Durante un discurso junto al Presidente de Rusia Borís Yeltsin, Bill reía abiertamente los comentarios graciosos del líder ruso, lo que supuso un giro en la imagen de las relaciones bilaterales, marcadas por los años de la Guerra Fría. Luis Buñuel: ateo gracias a Dios Luis Buñuel Portolés (Calanda, Teruel, Aragón, España, 22 de febrero de 1900 - Ciudad de México, México, 29 de julio de 1983) fue un director de cine español naturalizado mexicano. La gran mayoría de su obra fue para cursar estudios universitarios. En la capital se aloja en la recién creada Residencia de Estudiantes, fundada por la Institución Libre de Enseñanza, donde permanecería siete años. Su propósito de estudiar, inducido por su padre, Ingeniería Agrónoma. Luis Buñuel vino de una familia burguesa y muy religiosa, estudió y vivió la disciplina de la religión, pero se podría argumentar que parte de su trabajo tiene como meta, entre otros objetivos, cambiar la sociedad en la que vivimos, que se basa en la religión, la familia y el orden establecido, y que impone una moral y un comportamiento social de la que ni siquiera la burguesía que sustenta el poder es libre. Quiso que todas sus obras fueran quemadas y así tener descanso y dignidad desde la nada. La visión de Buñuel chocaba con la realidad. Tenía muy presente la posibilidad de la destrucción de la tierra, pensaba en las guerras, la bomba atómica. Afirmaba que ni la libertad ni la justicia existían. Buñuel, como tantos místicos, asumía el ateísmo como una experiencia religiosa. El sacerdote jesuita Artela Lusuviaga S.J, a quien Buñuel apreció como el único hombre capaz de comprender su postura religiosa, lo describía como a un visionario: «Yo veo en Buñuel un hombre perfectamente ateo, como resultado de una decisión ideológica (...) A un nivel personal, subconsciente o afectivo, Buñuel es un hombre estrictamente religioso -sin que pueda precisarlo- y es, por lo demás, estrictamente cristiano. Es por ello que descubro el tema místico en Buñuel, y es por ello que en algunas ocasiones lo incluyo entre los grandes místicos»1 Alfred Joseph Hitchcock: eso es suspenso Alfred Hitchcock, nació en Leytonstone, Londres el 13 de agosto de 1899 y murió en Bel Air, Los Ángeles el 29 de abril de 1980. Fue un director de cine británico naturalizado estadounidense. realizada en México y Francia y es considerado uno de los más importantes y originales directores de la historia del cine. Su educación católica, unido a su aspecto algo grueso, Luis Buñuel nació en Calanda el 22 de febrero de 1900. Pasó toda su infancia y adolescencia en Zaragoza, donde cursó la educación primaria y secundaria, primero en Corazonistas (con mayoría de franceses), y luego durante siete años en el colegio jesuita de El Salvador, en la plaza de Aragón, a media pensión (con una gorra como uniforme). A los 17 años, terminado el bachillerato, parte a Madrid 1 Tomado de Espéculo. Revista de estudios literarios. Universidad Complutense de Madrid http://www.ucm.es/info/especulo/numero20/ bunuel.html TEMAS Clinton fue gobernador de Arkansas y allí construyó su plataforma hasta la Casa Blanca, la cual ocupó entre 1992 y el 2000. Algunos consideran que fue un presidente moderado y conciliador. La economía de los Estados Unidos experimentó una fuerte alza durante su gestión y las relaciones internacionales mejoraron notablemente. En la eleccion 2008, su esposa Hillary Clinton tuvo la posibilidad de ser la primera presidente mujer en los Estados Unidos, pero perdió su aspiración presidencial, con el también precandidato demócrata, Barack Obama. 55 TEMAS 56 hizo que fuera un niño tímido y apocado, elementos de su personalidad que le acompañarían durante toda su vida. Hitchcock fue enviado al Saint Ignatius College pero, debido a la muerte de su padre, tuvo que abandonar el colegio en 1915 para comenzar a trabajar como ingeniero en la Compañía telegráfica Hanley. Hitchcock siempre fue un ávido admirador de Charles Dickens y Edgar Allan Poe y un amante del cine, especialmente tras haber visto El nacimiento de una nación de David Wark Griffith. En 1925 dirigió su primera película completamente acabada: El jardín de la alegría, una coproducción germano-británica que se haría muy popular. Poco después, el realizador londienense dirigió la primera película de cine sonoro de Inglaterra: La muchacha de Londres, en 1929. En respuesta a una pregunta sobre la influencia de los jesuitas en su obra, Alfred responde: El método de castigo era altamente dramático, porque el maestro podía marcarle al alumno su mal proceder, y él luego debía ir a ver al sacerdote (que administraba hasta doce golpes con una tira de goma), pero quedaba a discreción del alumno cuándo ir. Podía retrasar el momento y dejarlo para el final del día, para ir a un cuarto especial donde los esperaba el castigo, como... en un plano menor, ir a una ejecución.2 la dictadura militar Argentina después de la invasión de las Islas Malvinas y la consecuente guerra, aunque la administración Reagan silenció el apoyo de Kirkpatrick y decidió secundar a Gran Bretaña durante el conflicto. Durante la convención nacional republicana de 1984, Kirkpatrick pronunció un memorable discurso conocido como culpa primero a América, en el que elogiaba la política externa de la administración Reagan y criticaba a los líderes de los demócratas. Cuando los dictadores marxistas tomaron el poder en América Central, los demócratas de San Francisco no culparon a las guerrillas ni a sus aliados soviéticos, culparon a las políticas norteamericanas de hace cien años. Como sea, ellos siempre culpan primero a los Estados Unidos. Jeane Jordan Kirkpatrick (1926-2006): culpa primero a América Diplomática estadounidense. Durante el mandato de Ronald Reagan se convirtió en la primera embajadora de Estados Unidos en las Naciones Unidas. En 1967, Kirkpatrick se unió a la Universidad de Georgetown donde se convirtió, en 1973, en profesora de ciencias políticas. Pierre Teilhard de Chardin S.J.(1881-1955): el fenómeno humano Paleontólogo y filósofo francés que aportó una muy personal y original visión de la evolución. Miembro de la orden jesuita, su concepción de la evolución, considerada ortogenista y finalista, equidistante en la pugna entre la ortodoxia religiosa y científica, propició que fuese atacado por la una e ignorado por la otra. Empezó su actividad política en los años 70 en el partido demócrata. Participó de forma activa en la campaña del candidato a la presidencia Hubert Humphrey. Kirkpatrick publicó una serie de artículos en los que reflejaba su desilusión con el partido, y fue especialmente crítica con la política exterior del presidente Jimmy Carter. Cursa los estudios de ciencias y letras en el Colegio jesuita de Mongré (Villefranche-sur-Saône).El 1899, a los 18 años de edad, ingresa en el noviciado jesuita de Aix-en-Provence. Allí, y más tarde, en 1908, en el colegio jesuita de Hastings (cerca de Piltdown, Gran Bretaña), cursa estudios de teología, tras los cuales es ordenado sacerdote. En 1980 se convirtió en la asesora en política exterior del candidato republicano a la presidencia, Ronald Reagan. Tras ganar las elecciones, Reagan la nombró Embajadora en las Naciones Unidas, cargo que desempeñó durante cuatro años. Jeane Kirkpatrick apoyó de forma abierta y contundente 2 La visión de Teilhard combina teología y ciencia en una perspectiva unificadora y coherente que sintetiza la Fe Cristiana y la Teoría de la Evolución. Para Teilhard la evolución es un proceso dirigido e iniciado por el espíritu de Dios en el Universo, una creación continua y permanente, que comienza incluso desde el nivel de las Tomado de http://www.pagina12.com.ar/1999/99-03/99-03-20/pag23.htm partículas subatómicas, ascendiendo a niveles cada vez más altos de complejidad, y paralelamente, desarrollando espacios más profundos de consciencia. Teilhard de Chardin, pasó por la vida como un connotado investigador. Su mensaje no fue del agrado de la Jerarquía de su Iglesia y debió partir hacia China donde lo encontró la Segunda Guerra Mundial, y ello, según decían, por contradecir la interpretación ortodoxa del pecado original y la gratuidad de la vida sobrenatural, lo que le significó no lograr dar a conocer sus libros. Regresa a París donde se dedicó a la actividad académica hasta que la molestia de su visión transpersonal de la vida hizo que lo enviaran a Nueva York donde murió como el sintetizador de la evolución cósmica y humana. (3) El 19 de febrero de 2008, en una carta publicada en el diario Granma, anunció que no se presentaría ni aceptaría el puesto de presidente y comandante en la reunión de la Asamblea Nacional del Poder Popular del 24 de febrero del mismo año . Como se ha mencionado, permanece como Primer Secretario del partido comunista. Algunos podrán apreciar su obra, o por el contrario Fidel Castro: (1926 - ): la historia sigue sin absolverlo Fidel Castro Ruz nació en el poblado de Birán, en 1926, como hijo natural de un emigrado gallego, Ángel Castro Argiz, casado en segundas nupcias años después con Lina Ruz González, descendiente de canarios. En 1934 comenzó a estudiar en el colegio lasaliano de Santiago. En septiembre de 1939 se inscribiría en el Colegio de Dolores, de los jesuítas, también en Santiago de Cuba. En 1942 ingresó al Colegio Belén de La Habana, donde fue seleccionado mejor deportista del curso 19431944. 2 repudiarlos enfáticamente, pero es innegable la relevancia que tuvieron estos y otros muchos personajes que recibieron formación jesuita en algún momento de sus vidas. Podrá quedar para la especulación la importancia de esa formación en sus vidas futuras, pero sin duda son personajes que inscribieron sus nombres en la historia. Tomado de http://lasteologias.wordpress.com/category/teilhard-de-chardin/ TEMAS Castro se inició en la vida pública como político opositor y destacó especialmente tras el asalto al cuartel Moncada en 1953, por el que fue condenado a prisión. Tras ser indultado gracias a la presión de la opinión pública, se exilió en México, donde planeó la invasión guerrillera de 1956. Llegó al poder tras encabezar la revolución cubana, que triunfó el 1 de enero de 1959, derrocando el régimen de Fulgencio Batista. Fue nombrado Primer Ministro el 27 de febrero del mismo año por el Presidente Manuel Urrutia. Lideró en 1961 la adopción del marxismo por el gobierno revolucionario, estableciendo el primer estado socialista de América. Tras las reformas de 1976, fue electo presidente del Consejo de Estado y del Consejo de Ministros. Desde la fundación del partido comunista en 1965, es el Primer Secretario del mismo. 57 ROSTROS DE LA RED 58 Valores humanos El término Educación en Valores hace referencia a una necesidad sentida a nivel social y a una preocupación ampliamente extendida a nivel internacional. Para la Red de Homólogos de Educación de AUSJAL, contribuir a este fenómeno se materializó en un curso dirigido a docentes de las universidades de la red, que les diera herramientas para la formación en valores y la enseñanza de la ética. Estrella Piastro, de la Universidad Iberoamericana de Ciudad de México; José Lezama de la Universidad Católica Andrés Bello; Rafael Reyes de la Universidad Javeriana de Bogotá, bajo la coordinación de Mónica Costa de la Universidad Católica del Uruguay, apoyadas por los equipos de sus respectivas universidades dieron forma a este programa virtual y latinoamericano que sea ha impartido en dos ediciones, con una alta valoración de los participantes. Ellos junto a Silvana Campagnaro, coordinadora de la Red de Homólogos de Educación de AUSJAL en el tiempo en que se concibió el programa, comparten con la Carta AUSJAL lo más significativo y difícil de haber sido parte de este proyecto. Mónica Costa (líder del proyecto) Licenciada en Educación. Universidad Católica del Uruguay. Postgrado en Educación en Valores. Universidad de Barcelona. Directora del Programa Educación en Valores. Universidad Católica del Uruguay. Comenzando por lo más satisfactorio, el curso Los Valores y la Ética surgió como iniciativa de la Red de Homólogos de Educación de AUSJAL y ha sido una apuesta acertada. Mi primera satisfacción fue haber podido participar de la gestación de este proyecto y conocer colegas muy valiosos de otras universidades jesuitas. Una segunda satisfacción es el objetivo del curso; promover, desde la perspectiva latinoamericana, la reflexión compartida de los docentes de las universidades de AUSJAL, sobre la necesidad de integrar en la praxis educativa los referentes éticovalorativos. En el transcurso de las dos ediciones hemos compartido aprendizajes y hemos construido nuevas perspectivas juntos. Va mi agradecimiento a los tutores y a los participantes por su entrega y por su paciencia en tiempos de dificultades. También al equipo coordinador aquí en la UCU, que siempre está disponible para las tareas relacionadas con el curso; tanto en lo referido a contenidos como a las cuestiones de tipo operativo. Entre lo más enriquecedor de las aportaciones fue el compartir las experiencias de formación en las aulas. Algunos compañeros intercambiaron estrategias y metodologías que fueron utilizadas por otros con buenos resultados en sus respectivos cursos. Luis Ernesto Blanco / AUSJAL Tengo la certeza que la experiencia vivida repercutirá, en la formación de nuestros alumnos universitarios y en la nuestra y, de manera amplia, en la transformación social que intentamos en nuestro continente. Ahora bien, aunque el curso tiene una plataforma apropiada para crear espacios de ROSTROS DE LA RED 59 aprendizajes significativos, hemos sufrido las inclemencias de la tecnología y los problemas del servidor. De todas formas el equipo de orientación, y apoyo tecnológico desde la UCAB se ha mostrado diligente y preciso en sus apoyos. Otras dificultades vienen del ámbito de la gestión y la organización; me refiero a coordinar calendarios académicos desfasados, a diseñar estrategias de promoción y evaluación conjunta distanciados miles de kilómetros. Estrella Piastro Behar. Lic. en Pedagogía, UNAM. Candidato a doctora en Filosofia UIA. Directora del Centro de Desarrollo Educativo UIA de 19962001. Académica de la Dirección de Formación Valoral (2003). Coordinadora del Programa de Formación de Académicos de la Dirección de Servicios para la Formación Integral 2008 (actualmente). 26 años en la UIA Con relación a lo más satisfactorio son muchas cosas: el encontrarme con personas interesadas en las cuestiones de formación integral para nuestros alumnos. El poder compartir inquietudes y planteamientos teóricos y prácticos con los colegas. También encontrar en AUSJAL un punto de encuentro muy significativo para los que colaboramos desde hace muchos años en obras educativas de la Compañía de Jesús y poder proponer con los docentes interesados de los contenidos del curso de ética. Me llena mucho el poder constatar lo que varios maestros están haciendo con sus alumnos una vez que han participado del curso. Para Estrella el encontrarse con personas concretas con las que puedo decir que se ha ido construyendo una relación y con las que tiene un proyecto común. Lo más difícil ha sido la organización de los tiempos, cuando uno se encuentra presencialmente se le hace fácil comprometerse a un montón de cosas que de alguna manera las ve posibles y cuando uno ya está en el trabajo cotidiano se da cuenta que excede el compromiso que se estableció. Es necesario ser más realista con los tiempos. En cuanto a la comunicación solamente se ha dificultado en relación al establecimiento de los compromisos realizados en el espacio presencial. José R. Lezama Q. MSc. en Filosofía / USB-2008 Lic. en Filosofía (cum laude) / UCAB-1999. Es profesor (asistente) e investigador del Centro de Investigación y Formación Humanística de la Universidad Católica Andrés Bello. Allí coordina el Área de Formación en Ética Profesional. Es también profesor de las Escuelas de Filosofía, Comunicación Social y Educación, así como del Postgrado de Educación en Valores en la UCAB. Es autor de Antropología, bioética e ingeniería genética (2002) y coautor de Educar para vivir (2003), La actualidad de los valores en Venezuela (2005), Globalización: Visiones y desafíos (2007) y La ética y sus contextos (2008), entre otras publicaciones. Lo más satisfactorio de esta experiencia es poder compartir de distintas maneras con gente de otros países de Latinoamérica: tanto en el trabajo mancomunado para adelantar este proyecto como a nivel de las aulas que, como sabes, se encuentran conformadas por docentes de las diferentes universidades (gestoras o no) de la AUSJAL. Igualmente, creo que trabajar en esta clase de proyectos le hace sentir a uno que está haciendo algo útil para la sociedad, sobre todo en un momento tan difícil, donde una floreciente mala interpretación del relativismo moral y axiológico conduce a la gente a buscar espacios como estos para formarse, reflexionar y discernir acerca de lo no es conveniente en cuanto a nuestra actualidad y nuestro futuro. Pienso que lo más difícil (si cabe, porque las cosas hechas ROSTROS DE LA RED 60 con gusto nunca parecen difíciles) quizás haya sido el trabajo contra reloj en los preparativos para la puesta en marcha del curso (tanto en su primera como en su segunda edición.) Además de participar en las reuniones de planificación, a mí me tocó cumplir varios papeles adicionales: coordinar regionalmente lo relativo a la promoción del curso y también a la captación de profesores de la UCAB interesados en participar (por supuesto, con la valiosa ayuda prestada en ese sentido por Silvana Campagnaro y por la gente de la Secretaría Ejecutiva de AUSJAL); también colaboré en la preparación de algunos contenidos de los módulos que constituyen el cuerpo del curso; y me he desempeñado, en ambas ediciones, como tutor de una de las aulas virtuales. Silvana Campagnaro. Licenciado en Psicología (1977) M.A. en Psicología Educativa (1982) Vicerrectora académica de la UCAB. Coordinadora de la Red de Hómologos de Educación de las Universidades Jesuitas en Latinoamérica, AUSJAL (2002 hasta el presente) Coordinadora Regional de la Investigación, en proceso, sobre Cultura Juvenil de los estudiantes de las Universidades Jesuitas de Latinoamérica (2006) Compartir con la redes de AUSJAL tiene la ventaja de que se hace bajo la impronta de San Ignacio; haber descubierto que en otros países y universidades hay personas que ocupan cargos similares al mío que tienen la misma manera de comprender la institución, incluso usamos el mismo vocabulario, conceptos y estamos identificados con los mismos principios y valores; como si los conociera de siempre, por eso el trabajo en conjunto se hace fluido porque la primera etapa del reconocimiento y posicionamiento se salta, se construye, así, una relación de equipo y de trabajo muy eficiente en muy corto plazo. Esto es una verdadera ventaja porque en muy pocos días se consolida el equipo de trabajo y se logran las metas previstas sin mayores contratiempos. Todas la redes de AUSJAL tienen la ventaja que cuando nos convocan ya tenemos una agenda planificada y con resultados previstos, por tanto siempre tenemos como meta cumplir esa agenda y el trabajo responsable se nota en cada uno de los participantes. Por otra parte, el reconocimiento de nuestros pares en otras universidades de la red ha sido una experiencia de vida interesante. Puedo decir que tengo muchos amigos hechos a través de AUSJAL. Si tuviera que mencionar alguna dificultad diría que muchas de estas redes comparten su actividad o proyecto en la virtualidad con las desventajas que esto conlleva. Por otra parte, muchos de los proyectos de AUSJAL las realizamos como un extra a las actividades ordinarias de cada uno que conforma la red, si bien queremos estar en ellas la carga adicional de trabajo es mayor y a veces los tiempos de respuesta no son eficientes. REDES DE HOMÓLOGOS 61 El sueño de formar estudiantes de nuestras universidades de AUSJAL en liderazgo ignaciano y formación sociopolítica se fue configurando muy lentamente. Contemplando la realidad social, política y económica de nuestros países latinoamericanos y constatando la ausencia de liderazgos que promuevan efectivamente la justicia social, surgió la gran pregunta ¿Qué está haciendo falta en la formación que les ofrecemos a los estudiantes en nuestras universidades para que desde la academia y cuando se gradúen, sean capaces de asumir responsablemente el rumbo de nuestros países desde la empresa privada o en cargos públicos y sean capaces de suscitar procesos de transformación que busquen el bien más universal? El liderazgo ignaciano. Un camino para América Latina En nuestras universidades contamos con un alto nivel académico, los estudiantes tienen múltiples alternativas de formación humana, cristiana y social, se ofrecen: Talleres de Liderazgo, Cursos de Formación Política, Prácticas Sociales, Retiros Espirituales, Campamentos Misión, Cursos de Espiritualidad Ignaciana, entre muchas otras propuestas que posibilitan el libre desarrollo de la persona y la potencialización de su intelecto; entonces ¿qué nos falta? Una propuesta capaz de integrar la formación académica política, social, en liderazgo, en identidad y espiritualidad ignaciana, de tal manera que unida a la formación propia de sus profesiones, se vaya configurando en los estudiantes una manera de ser, pensar, hablar y proceder, que los identifique plenamente como egresados de nuestras universidades con el sello ignaciano y que por supuesto los motive e impulse para ir asumiendo responsablemente el presente y futuro de nuestros países latinoamericanos de forma conjunta. Ahora bien, no fue una tarea fácil entender que lo que hacemos cada una de las universidades es bueno, válido y enriquecedor, pero que necesita ser integrado de manera adecuada: primero pensábamos que debíamos dejar de hacer lo que hemos venido haciendo durante años, para montar ahora una nueva propuesta de formación; luego pensamos que podíamos hacerle ajustes a los que ya veníamos haciendo y tomar de la nueva propuesta de formación lo que nos estaba haciendo falta o servía para perfeccionar nuestra propuesta y llegar a comprender finalmente que es una propuesta de formación que merece darle un lugar en nuestras universidades, no fue nada fácil. Este Programa de Formación cuenta con una dinámica latinoamericana que no desconoce la propia pero que la cualifica y que se implementa ajustándola a cada universidad pero garantizando los mínimos latinoamericanos que son el gran plus del proceso, entendiendo que no pretende remplazar lo que existe sino presentar Ángela Jaramillo / PUJ Bogotá HOMÓLOGOS 62 una oferta mucho más integradora a nuestros estudiantes que más se quieren dejar afectar Hoy podemos decir que el camino aunque no ha sido fácil pero sí ha sido muy enriquecedor. Contamos con el apoyo de ocho Rectores que saben y resaltan la importancia de este Programa de Formación y lo apoyan incondicionalmente; con un equipo de 27 facilitadores en nueve universidades de AUSJAL que conocen el Programa, se identifican con él y están comprometidos con su implementación velando porque cada día sea de mayor calidad humana, espiritual y académica; con un equipo de personas que centralizado en la Universidad Javeriana de Bogotá coordina y vela por la eficacia y eficiencia de los procesos garantizando el enfoque y sentido latinoamericano; con el apoyo incondicional de la Presidencia y Secretaría Ejecutiva de AUSJAL. Contamos con un grupo de 123 estudiantes de 6 universidades de AUSJAL que vivieron la Experiencia Piloto, que motivan a sus compañeros para que realicen la experiencia, que apoyan a los facilitadores en la 1ª Implementación, que están haciendo esfuerzos por jalonar procesos de reflexión y acción sociopolítica en las universidades frente a la coyuntura de los países latinoamericanos, que están en búsqueda de las mejores estrategias de comunicación y consolidación de una Red Latinoamericana de Líderes Ignacianos. Contamos con el apoyo de las herramientas tecnológicas que han posibilitado el trabajo latinoamericano; con la colaboración de muchos docentes de nuestras universidades que sin dudarlo comparten sus conocimientos y motivan el intelecto de nuestros estudiantes. Y en este momento contamos con 180 estudiantes de 9 universidades que están deseosos de conocer la realidad, de acercarse a la Espiritualidad Ignaciana de estrechar lazos con jóvenes de otras universidades y sobre todo, están aprendiendo cómo es eso de ser Jóvenes que hacen historia en América Latina a la manera de Ignacio. Gracias a Dios existen profesionales idóneos, entregados, apasionados que se la juegan por esta iniciativa que les exige mucha dedicación y tiempo, estos son los Rostros del Programa de Formación en Liderazgo Universitario Latinoamericano. Gracias que existe la tecnología, la cual nos permite reunirnos de forma virtual cada mes para compartir la vida, revisar el camino, hacer ajustes, acordar estrategias y sentir que todos juntos estamos haciendo realidad este sueño; y por supuesto gracias a Dios existe la posibilidad de abrir nuevos caminos cada día para seguir haciendo este sueño realidad. Universidad Católica Andrés Bello Caracas Universidad Católica Andrés Bello Guayana Universidad Católica del Táchira Pontificia Universidad Católica del Ecuador Universidad Centroamericana UCA Universidad Rafael Landívar Universidad Iberoamericana Ciudad de México Universidad Iberoamericana León Pontificia Universidad Javeriana - Cali Pontificia Universidad Javeriana Bogotá TESTIMONIO 63 Esta historia se inicia en el instante en que cada uno de nosotros, jóvenes estudiantes, decidió dejar de lado su cotidianidad, la pereza y la apatía para emprender un camino hacia nuevos retos. En el momento en que nos embarcamos en esta gran aventura, no nos imaginábamos que pasaríamos por un proceso de exigencia personal y académica. Sin embargo, logramos mantenernos activos en el camino porque centramos nuestros intereses en el profundo deseo de ser formados como estudiantes integrales con un claro acento en el desarrollo de nuestra dimensión sensible. Es posible cambiar el mundo Es así como comenzamos nuestra preparación en diversos temas, tales como: estilos de liderazgo, análisis sociopolítico, identidad ignaciana, pobreza entre otros, que poco a poco se fueron relacionando para darnos una visión más amplia de la realidad, con un enfoque crítico de lo político-social en la sociedad en que vivimos. Sin lugar a dudas, este proceso ha dejado una huella indeleble en el corazón de cada uno de nosotros. Este programa ha significado mucho para mí; nunca pensé que uno pudiera recibir mucho más de lo que uno puede dar, me di cuenta que el sentido de las cosas no está en lo que haces, sino en como lo haces Algunas de las experiencias más significativas fueron las de Inserción Social, donde además de sensibilizarnos al vivir una realidad concreta, para muchos, desconocida, pudimos descubrir sentimientos y potencialidades dentro de cada uno de nosotros, definiendo poco a poco que lo mejor es realizar un compromiso de vida. La semana de inserción significó vivir en carne propia una situación socioeconómica adversa, que se encuentra a escasos minutos de mi casa. Ésta situación, me permitió dejar a un lado mitos e imaginarios colectivos acerca de la pobreza y ser consciente de que es un problema social que no surgió de la nada y que se puede solucionar, siempre y cuando, exista una disposición verdadera y un compromiso, por parte de todos, de cambiar esa realidad Uno de los más valiosos aportes de la interacción con las personas de la comunidad, fue ser testigos de su mundo lleno de carencias, miserias y ausencias, las cuales afectaron hasta las fibras más profundas de nuestra conciencia; pero al mismo tiempo, ésta realidad nos invitó a convertir nuestras palabras en acciones. Lo más importante, es que comprendimos que ante las adversidades nunca debe morir la Artículo elaborado con base en los relatos que escribieron jóvenes participantes del Programa AUSJAL de Formación en Liderazgo Universitario Latinoamericano TESTIMONIO trabajar internamente y que todo ese trabajo brinda muchas satisfacciones y posibilidades. Al terminar los Ejercicios Espirituales comprendimos qué significaba ejercer un liderazgo Ignaciano. Ésta era la propuesta más osada que habíamos escuchado. Tal vez cuando la lean les parezca sencillo pero eso de vivir en función del servicio en busca del bien más universal, que beneficie en particular a los más necesitados, es tarea de titanes. Además, es concebir un liderazgo caracterizado por la creatividad, el amor y el heroísmo pues es desde allí donde nuestras acciones van a generar transformaciones políticas, económicas y sociales en la realidad latinoamericana. 64 esperanza de vivir en un mundo mejor, tal y como lo reflejaba la sonrisa de cada niño con el que compartimos. Esta experiencia nos abrió la mente a un nuevo mundo, el cual había sido distante dentro de nuestra cotidianidad universitaria. Uno de los momentos medulares del programa fue el de los Ejercicios Espirituales, actividad que nos acercó al auto-conocimiento y la reflexión. Esos ejercicios, significaron una entrada al mundo trascendente, a los afectos desordenados, al cuarto desarreglado, al ánimo y la liberalidad... Son muchas las palabras que nos remiten a esa increíble dimensión del Programa, la cual se llevó a cabo fuera de los parámetros de la rutina, del ruido y de los prejuicios diarios. Nos acercamos a Dios y a nosotros mismos, descubriendo que hay mucho que En este orden de ideas, descubrimos que un líder ignaciano cumple con unas características propias: se interesa por la búsqueda y relación constante con Dios, sabe ser amigo porque se reconoce por igual con los demás, y no se reconoce como el más capaz sino como alguien que sabe entregarse al cien por cien. Es una persona que se rige por valores y que busca el autoconocimiento. Un ser humano que se encuentra a sí mismo al momento de ayudar a los demás; que es congruente con la pasión para llevar a la práctica aquello en lo que cree. Es el liderazgo que debería de regir en todos los gobiernos, aquel en que piensen en su gente y no en sus propios beneficios, de tal forma que se alcancen las metas de todos. También, el liderazgo ignaciano nos exige una alta preparación académica para hacer una lectura crítica e interdisciplinaria de nuestras realidades. En nuestro caso concreto de universitarios, nos impulsa a ayudar a transformar con el poder del conocimiento, las estructuras de injusticia. El ser considerados Líderes Ignacianos significa, en primera instancia, un gran compromiso y responsabilidad con nuestra realidad local y latinoamericana, que exige de manera inminente la necesidad de una buena cosecha en todo lo TESTIMONIO que sembramos durante estos meses. Por lo tanto esto ha sido, más que una formación, un seguimiento continúo del proceso nuestra experiencia vital junto a Dios. Así, la búsqueda hacia un liderazgo Ignaciano no culmina con el programa, sino que se desarrolla continuamente durante toda nuestra existencia. De esta manera, se nos presenta la imperante necesidad de vernos a futuro como transformadores comprometidos con la realidad de nuestros países. Este programa, profundamente significativo, nos ha permitido como jóvenes universitarios, entender y apropiarnos de un tipo de liderazgo que encaja con nuestra forma de pensar y mejor aún, con nuestros sueños. Es así, como vamos comprendiendo que no somos individuos aislados, sino miembros de una comunidad más grande con fines comunes, implicados en el reto de una nueva toma de consciencia. Es un camino que apenas comienza, que gira en torno a nosotros mismos y a los demás, en una comprensión más humana de nuestra condición de actores sociales. Somos una gota de agua en el mar, sin embargo, juntos podemos lograr mucho más allá. Al vernos involucrados y estar en contacto con otras realidades, nos dimos cuenta que hacemos parte de la memoria histórica y de las raíces hondas de América Latina. La Asociación de Universidades Confiadas a la Compañía de Jesús en América Latina -AUSJAL-, abrió nuestra perspectiva hacia fuera, y logramos reconocer nuestra condición como latinoamericanos, y todos los 65 sueños y sufrimientos comunes que compartimos con nuestros hermanos. Todo este arduo recorrido lleno de altibajos, nos ha marcado un sendero por donde seguir recorriendo nuestras vidas. Cambió nuestra óptica y manera de interpretar lo que observamos a nuestro alrededor. Nos hizo sensibles a los acontecimientos y personas que quizás antes no considerábamos como parte de nuestra realidad. Nos hizo partícipes de una espiritualidad que nos condujo al interior de nosotros mismos para reconfortarnos y sintonizarnos con nuestro mundo interior. Hoy somos un grupo de jóvenes que comparte un mismo horizonte. Representó un cambio de paradigmas, una confrontación con nuestra realidad, y el descubrimiento en cada uno de los integrantes de cosas que nos complementan, y que de una u otra forma, han llenado nuestra vida. PUBLICACIONES 66 Epifanías de la identidad. La comprensión multiculturalista de Charles Taylor Autor: Yelitsa Marcela Forero Reyes. Universidad Javeriana de Bogotá, 2008 En Epifanías de la identidad, Marcela Forero estudia desde diferentes perspectivas filosóficas la comprensión multiculturalista de Charles Taylor. Sin lugar a dudas, el multiculturalismo es un problema de construcción filosófica reciente, pero que a juicio de la autora posee la virtud de exorbitar las comprensiones cognitivas y normativas de la modernidad. Desde dicho valor exegético del multiculturalismo, en este libro se someten a examen categorías modernas tales como las de sujeto, razón, principios morales, derechos humanos, etc. El ejercicio filosófico se realiza a través de un desplazamiento hacia los presupuestos racionales del actual debate ético-político en torno al multiculturalismo. Una nueva cultura para la paz, la tolerancia, la convivencia y la comunicación efectiva. VI Jornadas de Educación en Valores. 2007 José Francisco Juárez (coordinador). UCAB, Fundación Konrad Adenauer, Colegio San Agustín. Caracas 2007 En Venezuela, la problemática sobre la intolerancia, la violencia, el fanatismo y la incomunicación sigue presente en diversos sectores de la población. Para conjurar los males que trae consigo la cultura de la guerra, del odio y de la división, hace falta una educación en valores que profundice en las actitudes que realmente elevan a la persona. En torno a estos temas giran las ponencias y mesas de trabajo que se expusieron en las VI Jornadas de Educación en Valores. Lógica difusa para principiantes. Teoría y práctica Iván Pérez y Betzabeth León. UCAB, 2007 El uso de la Lógica Difusa se hace cada vez más extensivo en el campo del control de agentes móviles. La capacidad de tratar con información imprecisa la convierte en una herramienta muy adecuada para diversos aspectos de control: diseño y coordinación de comportamientos, percepción, navegación, construcción de mapas y autolocalización. En la conmemoración de los cinco años de la muerte de Xavier Gorostiaga, S.J., la Universidad Centro Americana (UCA), de Nicaragua, ha lanzado el libro titulado «Educación y Desarrollo» compilado por el escritor Enrique Alvarado. El libro permite construir la figura más completa del Padre Xavier Gorostiaga, al igual que sus ideales y compromisos. Se presentan diez escritos de este extraordinario pensador que nos señala nuevas rutas hacia una sociedad más humana y fraterna. La Iglesia moderadora de la nacionalidad Julio Tobar Donoso ; con prólogo del R. P. Aurelio Espinosa Pólit. PUCE Este libro es una investigación que nos da la clave de nuestra historia, su sentido íntimo, su fisonomía verdadera; una investigación que no se limita a aspectos fragmentarios e inconexos, sino que enfoca el panorama completo de nuestra vida nacional; un estudio que es obra, no de un cronista ni de un compilador, sino de un historiador digno de este nombre; es decir, de un investigador y de un pensador. El objeto de este libro es agrupar las pruebas de una verdad histórica inconmovible: la Iglesia influyó, en primera línea y con incontrastable eficacia, en la formación de la nacionalidad. Dieciocho clases de Literatura Colección Obras de Aurelio Espinosa Pólit, No. 1. Edición y estudio introductorio de Manuel Corrales Pascual, S.J. PUCE Las Dieciocho Clases de Literatura fueron concebidas originalmente como un seminario dedicado a los profesores de Segunda Enseñanza en el contexto de una Reforma Educativa planteada en 1945. Los textos elegidos abarcan los tres géneros literarios: poesía, prosa y teatro; consideran también los tres ejercicios propuestos como instrumentos idóneos para el aprendizaje significativo de la literatura PUBLICACIONES Compilador: Enrique Alvarado Martínez. Universidad Centroamericana. Nicaragua, 2008 67 PUBLICACIONES Xabier Gorostiaga. Educación y Desarrollo ANTES DEL CIERRE 68 Nuevo Rector en la Iberoamericana de Puebla David Fernández Davalos SJ, ha sido designado como nuevo Rector de la Universidad Iberoamericana de Puebla. Fernández Dávalos es Licenciado en Filosofía y Ciencias Sociales por el Instituto Libre de Filosofía de Guadalajara y por el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Occidente (ITESO). Licenciado en Teología por el Colegio de Estudios Teológicos, de la ciudad de México. Es también Maestro en Sociología por la Universidad Iberoamericana, Ciudad de México. Entre 1994 y 1998 se desempeñó como Director del Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez, A.C. Obtuvo el Premio Human Rights Watch en 1996. Es miembro del International Council on Human Rights Policy, con sede en Ginebra, Suiza, a partir de octubre de 2000. De julio de 1998 a enero de 2002, fue Rector del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Occidente (Universidad ITESO) y entre 2000 y 2001 fue coordinador de la Comisión Consultiva del Consejo Estatal de Ciencia y Tecnología del Estado de Jalisco. De enero de 2002 a mayo de 2008 fue Asistente de Educación de la Provincia Mexicana de la Compañía de Jesús, responsable de la obra educativa de la Orden en México. Es autor de los siguientes libros: Malabareando. La Cultura de los Niños de la Calle»; «Este es el Hombre. Vida y Martirio de Miguel Agustín Pro»; Educación y Derechos Humanos; Doce cartas sobre Dios; Ignacio Ellacuría: vida, pensamiento e impacto en la universidad jesuita de hoy. Nuevo Rector de ITESO. El Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Occidente, ITESO, designó como su Rector al Dr. Juan Luis Orozco Hernández SJ, quien reemplazó al Ingeniero Héctor Acuña Nogueira SJ. Orozco Hernández es licenciado en Filosofìa y Letras del ITESO y doctor en Economía de la Universidad de la Sorbona de París. También se desempeñó como Provincial de la Compañía de Jesús en México. Un diálogo humanista y permanente con los más desfavorecidos, con los gobiernos locales y estatales, con otras religiones, con otras universidades, con la sociedad civil, con los empresarios de la región y con los académicos, funcionarios y estudiantes de la institución, fue el compromiso que asumió en su discurso como nuevo Rector del ITESO el sacerdote jesuita. Luis Palomera Serreinat SJ, es el nuevo Rector del Instituto Superior de Filosofía y Humanidades «Luis Espinal» de Cochabamba, Bolivia. Palomera posee una Licenciatura en Filosofía (Sant Cugat - Barcelona); es también Licenciado en Teología (Louvain - Bélgica); Peritaje (bienio) en Sagrada Liturgia (París) y Doctor en Sagrada Liturgia - (Roma). Fue Profesor de Liturgia en el Instituto Regina Mundi durante varios años en Roma. Y es actualmente Catedrático de Liturgia, Sacramentos y Espiritualidad Litúrgica en el Instituto Superior de Estudios Teológicos (ISET) de la Universidad Católica Boliviana, en Cochabamba, en donde ejerce como profesor desde 1971. Fue Secretario Nacional de Liturgia de Bolivia (1971 1981); Fundador y Director del Centro de Pastoral Litúrgica Aymara (CEPLAY) desde 1982, organismo que llevó a cabo las traducciones, adaptaciones y publicaciones de los libros litúrgicos, leccionarios y otros textos bíblicos en Lengua Aymara (para Bolivia y Perú). También ha ocupado cargos en la formación de los jesuitas de la Provincia SJ de Bolivia en diversos años y etapas. Fue Rector del Pontificio Colegio Latinoamericano de Roma (1994-2000) y Rector del Colegio San Roberto Bellarmino de Roma (2001-2007). Entre 1988 y 2003 fue Superior Provincial de la Provincia SJ de Bolivia. Liderazgo Universitario La Universidad Católica del Táchira fue la sede del II Foro Latinoamericano de Liderazgo Universitario que, entre el 14 y el 19 de septiembre reunió a coordinadores, facilitadores, y estudiantes del «Programa de Formación de Líderes Universitarios Ignacianos para América Latina» de AUSJAL. Durante el evento se realizaron tres actividades: la Evaluación General del Programa; la segunda Inducción de nuevos facilitadores y se celebró el II Foro Latinoamericano de Jóvenes Universitarios Ignacianos, con la participación de alumnos del programa provenientes de Colombia, México y Venezuela. Previamente, los alumnos tuvieron la oportunidad de conocer la actividad que realiza el Servicio Jesuita de Refugiados y otras obras de la Compañía de Jesús en El Nula y Guasdualito, en la zona fronteriza colombo-venezolana. Durante el foro los participantes asistieron a la ponencia del Rector de la UCAT, Arturo Sosa SJ, quien se refirió al mundo cambiante en el que vivimos, caracterizado por una creciente aceleración, una polarización entre tendencias globalizadoras y los nacionalismos y una explosión de las comunicaciones. Mencionó también un cambio en los esquemas políticos que exigen la necesidad de una democracia que atienda a las necesidades de un gobierno global y nacional. El Padre Sosa SJ realizó un recuento de lo que fue la Congregación General XXXV y la elección de Adolfo Nicolás SJ como Padre General. El encuentro marcó el cierre de la segunda edición del programa y el inicio de los preparativos para la siguiente, que contará con la participación de 10 universidades, una vez que se incorpore la UCA de El Salvador y la UCA de Managua. En total, 123 participantes egresaron del Programa de Liderazgo Universitario Latinoamericano de AUSJAL, durante la edición ejecutada entre 2007 y 2008. De acuerdo con las universidades participantes, los estudiantes se distribuyeron de la siguiente forma: 15 de Javeriana Cali; 31 de Javeriana de Bogotá; 8 de la Católica del Ecuador; 12 de la Católica del Táchira; 17 de UCAB Caracas; 13 de UCAB Guayana; 13 de la Iberoamericana de Ciudad de México y 14 de la Iberoamericana de León. ANTES DEL CIERRE El Luis Espinal de Bolivia estrena Rector 69 ANTES DEL CIERRE ANTES DEL CIERRE ANTES DEL CIERRE