“Etica y Legislación Laboral” Cátedra: Dr. Julio

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“Etica y Legislación Laboral”
Cátedra: Dr. Julio César Villano
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JURISPRUDENCIA
ACUERDOS CONCILIATORIOS – SeCLO –
INEFICACIA DEL ACUERDO HOMOLOGADO
CONCILIACION ANTE EL SECLO. Acuerdo homologado. Ineficacia. COSA JUZGADA. Rechazo. Art. 15 Ley
20744. Irrenunciabilidad de los derechos del trabajador. Personal jerárquico. Previa extinción del contrato por
despido incausado. Trabajador asistido por abogado propuesto por la empleadora. Desproporción de las
prestaciones. Ventaja patrimonial de la demandada. Inaplicabilidad del plenario "Lafalce". DISIDENCIA:
Negociación conciliatoria. Excepción a la irrenunciabilidad de los derechos.
"El despido sin causa dispuesto por la empresa determina de modo irrevocable los derechos del trabajador a percibir
el haz de indemnizaciones previstas por la ley para dicho supuesto, así como, los incrementos dispuestos respecto de
tales reparaciones (en sentido análogo, SI N° 57.120, del 13.6.2006 en autos "Cederrón, María Esther c/Danone
Argentina SA", SD N° 87.857, del 16.6.2006, autos "Romero, Carlos Antonio c/Danone Argentina SA", del registro de
esta Sala). En consecuencia, el posterior acuerdo celebrado por las partes carece de eficacia de cosa juzgada, aun
cuando fue homologado y el actor manifestó que una vez percibida la suma convenida nada más tendría que reclamar
a la empresa con motivo de la relación laboral o de su extinción, en primer lugar porque para entonces los derechos
del actor no eran litigiosos." (Del voto de la mayoría)
"El art. 15 de la LCT solo reconoce validez a los acuerdos transaccionales, conciliatorios o liberatorios realizados con
intervención de la autoridad judicial o administrativa y siempre que mediare resolución fundada de cualquiera de estas
que acredite que se ha alcanzado una justa composición de los derechos e intereses de las partes, lo que impone
respetar dos principios liminares del derecho del trabajo, como son el de irrenunciabilidad y orden público. Por ello,
no puede homologarse el acuerdo cuando el derecho del trabajador surja de hechos reconocidos por el empleador,
cuando con el acuerdo se vulneren normas de orden público o se dejen sin efecto derechos irrenunciables." (Del voto
de la mayoría)
"Si el trabajador no puede renunciar en forma expresa, por vía de un desistimiento, del derecho a las indemnizaciones
derivadas de un despido sin causa reconocido por la empresa, menos aun podría hacerlo de modo indirecto por medio
de la conciliación." (Del voto de la mayoría)
"Tampoco puede soslayarse que el accionante al celebrar el acuerdo ante el Seclo no contó con la asistencia letrada
que exige el art. 17 de la ley 24635, ya que la profesional que lo acompañó fue puesta por la empresa y los términos del
convenio tampoco son veraces, dado que fueron preestablecidos por la empleadora. Esta última cuestión también
resulta relevante dado que la autoridad administrativa homologó el acuerdo sobre la base de que el actor se había
dado por despedido con causa, desconociendo que fue la empresa quien dispuso la cesantía sin motivo jurídicamente
valedero, lo que lleva a sostener que su conclusión de que en el caso se había logrado una justa composición de los
hechos e intereses de las partes se sustentó en premisas falsas." (Del voto de la mayoría)
"Al haber sido despedido sin justa causa, el actor ya gozaba del derecho a obtener una indemnización, aparece claro
entonces que la posterior negociación con un pago inferior al que le correspondería, se proyectó sobre derechos
irrenunciables emergentes de normas imperativas y con ello se violaron los principios del derecho laboral y del orden
público mínimo inderogable y derivó en un pago inferior al que le hubiera correspondido percibir." (Del voto de la
mayoría)
"En este contexto, carece de eficacia la manifestación del trabajador que nada tendrá que reclamar a la empresa
demandada una vez percibida la suma convenida ni resulta de aplicación la doctrina que sentara esta Cámara, en
pleno, al decidir los autos "Lafalce, Ángel y otros c/Casa Enrique Schuster SA" [Fallo en extenso: elDial - AA4876];
Fallo Plenario N° 137, del 29.9.70, pub. en DT, XXX-718; LL 140-287 (en igual sentido, SD N° 88.115, del 26.09.06,
en autos "Filgüeiras, Roberto Sebastián c/Argencos SA y otros s/despido" [Fallo en extenso: elDial - AA46F1], del
registro de esta Sala)." (Del voto de la mayoría)
"Aunque el actor no sea un obrero y se haya desempeñado como "gerente" de la empresa, le son aplicables las reglas
generales del derecho laboral y, en particular, las previstas en la Ley de Contrato de Trabajo que, más allá de mi
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opinión personal de lege ferendae sobre tal criterio legislativo, plexo normativo que no efectúa distingos a la hora de
tutelar el trabajo dependiente entre el trabajador típico y el personal superior, jerárquico o "de confianza". Por otra
parte, no se puede soslayar que esa decisión del Congreso Nacional encuentra sustento en el mandato constitucional
del art. 14 bis que ordena la protección del trabajo "en todas sus formas"." (Dr. Maza, según su voto)
"El acuerdo presentado ante el SECLO -que en este caso actuó dentro del marco de su competencia pues no conocía el
hecho de que el contrato estaba extinguido por despido incausado- constituyó una clara simulación que intentó
esconder la real causa extintiva del contrato. Esta simulación debe ser calificada de fraudulenta por retacear derechos
indemnizatorios que la ley de orden público reconoce al trabajador aún jerárquico, y evidentemente perjudicial para el
reclamante por cuanto el fruto de lo acordado le otorgó valores económicos inferiores a los que la ley le confería. Este
enfoque basado en los arts. 12 LCT y 1044 del Código Civil torna irrelevante a mi juicio, en este caso, el examen de la
prueba relativa a la existencia de un eventual vicio de la voluntad en la celebración del acto simulado pues, aún
cuando el demandante no haya sido objeto de alguna forma de afectación de su voluntad, le resulta prohibido
renunciar los beneficios legalmente previstos de manera imperativa." (Dr. Maza, según su voto)
"Casi todas las conciliaciones que se celebran ante cualquiera de las instancias de la Justicia Nacional del Trabajo
ocurren cuando los derechos del trabajador, en caso de existir, ya han sido generados y consolidados desde tiempo
atrás. Muchas de esas transacciones comprenden indemnizaciones por despido directo sin expresión de causa, con lo
que, si se admitiese que esa circunstancia, impide la conciliación, habría de concluirse que muchos años de práctica
judicial en este sentido se han regido por un criterio errado; en especial cuando la transacción se hace mediante la
habitual fórmula en la que el actor reajusta su demanda a la suma acordada y las partes la imputan íntegramente a
indemnización por antigüedad. Pienso, por mi parte, que la institución de la negociación conciliatoria, tan arraigada
en el derecho del trabajo que dio lugar en 1944 a la creación de la Comisión de Conciliación y en 1996 a la del
SECLO, introduce una excepción a la irrenunciabilidad de los derechos." (Dr. Guibourg, en disidencia)
"Es posible concertar acuerdos transaccionales, conciliatorios o aun liberatorios siempre que se realicen con
intervención de la autoridad judicial o administrativa y, mediante resolución fundada, se homologue el acuerdo con
indicación de que, a juicio de aquella autoridad, "se ha alcanzado una justa composición de los derechos e intereses de
las partes". Qué información ha de requerirse para llegar a esta última conclusión es un punto de difícil elucidación,
ya que las conciliaciones, en el SECLO como en la antigua Comisión de Conciliación, se acuerdan en la mayoría de
los casos cuando ni siquiera se cuenta con la contestación de la demanda; lo que es claro, en cambio, es que la
autoridad encargada de la homologación (aun la administrativa) se constituye en única responsable de aquel juicio
frente a la conformidad de las partes y que su decisión en tal sentido no puede ser impugnada después por las partes
que hayan intervenido en la transacción (art. 15 LCT, último párrafo)." (Dr. Guibourg, en disidencia).
Fallo en Extenso:
'Cherny Pablo Leonardo c/Xerox Argentina ICSA s/despido' - CNTRAB - SALA III - 30/04/2009
En la ciudad de Buenos Aires, capital de la República Argentina, a 30 de abril de 2009, reunidos en la Sala de Acuerdos
los señores miembros integrantes de este Tribunal, a fin de considerar el recurso deducido contra la sentencia apelada,
se procede a oír las opiniones de los presentes en el orden de sorteo practicado al efecto, resultando así la siguiente
exposición de fundamentos y votación.//La doctora Porta dijo:
El actor y la demandada apelan la sentencia de la instancia anterior en los términos de los memoriales de fs. 856/867 y
fs. 868/876 vta., con réplica a fs. 878/883 y fs. 885/888. El Sr. Perito Contador apela los honorarios regulados a su
favor, por considerarlos reducidos (fs. 892/894)).La parte actora apela porque el Sentenciante atribuye la causa del despido a motivos de fuerza mayor, porque desestima
el incremento indemnizatorio previsto por el art. 2 de la ley 25323 y por la distribución de las costas. También cuestiona
la remuneración que toma el Sr. Juez para calcular la indemnización prevista en el art. 245 de la L.C.T., toda vez que no
incluye el concepto "premio especial" por la suma de $7.353. Se queja porque concluye que las tareas del actor no ()
encuadran en las disposiciones de la ley 14546 y en consecuencia, rechaza la indemnización por clientela, por lo tanto
solicita su modificación y su proyección en el cálculo del preaviso, sac sobre preaviso, integración del mes de despido,
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vacaciones no gozadas, sac segundo semestre 2005, agravamiento art. 4 de la ley 25972, diferencias sobre sueldo anual
complementario, incrementos indemnizatorios dispuestos en los arts. 1 y 2 ley 25323 y 45 de la ley 25345. Por último,
apela la aplicación del tope a la indemnización por despido conforme la doctrina emanada del fallo de la Corte Suprema
de Justicia de la Nación "Vizzoti, Carlos Alberto c/AMSA SA s/despido".La demandada apela disconforme con el fallo de grado que le fue adverso. El sentenciante concluyó que el acuerdo
celebrado por las partes ante el SECLO resultó altamente peyorativo para los intereses del trabajador, que su voluntad
estuvo viciada en los términos del art. 954 del Código Civil y en consecuencia, desestimó la excepción de cosa juzgada.
La recurrente sostiene que la parte actora debió iniciar incidente de redargución de falsedad o bien articular los recursos
administrativos ante el SECLO con la finalidad de que el Ministerio de Trabajo no lo homologara. Asimismo cuestiona
la declaración de inconstitucionalidad del tope indemnizatorio dispuesto por el art. 245 de la LCT.Por razones de mejor orden trataré en primer lugar la queja vertida por la demandada relativa a la excepción de cosa
juzgada y al acuerdo celebrado por las partes ante el SECLO.Llega firme a esta alzada que el día 22 de agosto de 2005, el actor asistido con su letrada patrocinante Dra. M. F. B. y la
empresa Xerox Argentina ICSA por medio de su letrado Dr. P. F. celebraron ante el SECLO un acuerdo del cual da
cuenta el acta agregada a fs. 84 y vta. y del que resulta que "1) El reclamante manifiesta que ha iniciado la demanda de
conciliación prevista en el art. 7 de la ley 24635 reclamando el pago de: indemnizaciones por despido, diferencias
salariales, premios y comisiones e indemnizaciones leyes 25323, 25345 y 25561 con más liquidación final. Que aclara
que ingresó a las órdenes de la reclamada el 1/3/81 desempeñándose como gerente de lunes a viernes percibiendo como
mejor remuneración normal mensual y habitual la suma de $15.000. Que se dio por despido con causa invocada el
11.08.05 considerándose acreedor a las sumas que por derecho le corresponden cuyos rubros y monto estimado se
precisaron en el punto anterior. 2) La requerida informa que sin reconocer hechos ni derechos, al solo efecto
conciliatorio, ofrece pagar al reclamante la suma total y única de pesos doscientos cuarenta y siete mil cien ($247.100),
que será abonada a la siguiente manera: mediante dos transferencias bancarias... Asimismo como parte integrante del
presente acuerdo la reclamada ofrece a) mantener la cobertura del plan de medicina pre paga hasta febrero del 2006 del
plan Docthos que tuviera el reclamante durante la relación o aquél que beneficie a los gerentes de la empresa...., b)
transferir a nombre del reclamante dentro de los treinta días corridos a partir de la presente la titularidad de la línea de
telefonía celular de la empresa.... 3) En este estado el requirente acepta el ofrecimiento en cuanto al monto y modalidad
de pago imputándose el mismo a indemnización por antigüedad, asimismo manifiesta que una vez percibidos los
montos correspondientes más nada tendrá que reclamar de la empresa reclamada por motivo de la relación invocada
proveniente de su extinción... (fs. 84/vta).Dicho acuerdo fue homologado por el Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social, indicando en la resolución
que el mismo tiene el alcance previsto por el art. 15 de la LCT (Disposición DSECLO N° 30858, fs. 198/221).El accionante al demandar invocó que su voluntad estuvo viciada en los términos del art. 954 del Código Civil, por lo
tanto no resulta atendible el argumento de la demandada referido a que la parte debió iniciar un incidente de
redargución de falsedad, puesto que el demandante no pretende que se declare la falsedad del instrumento (art. 395 del
CPCC).En mi criterio sólo es admisible la revisión de lo actuado en la esfera administrativa en supuestos de interpretación
restrictiva ante una acción que tuviese por objeto la nulidad del acto homologatorio, en los cuales se infiriese una
ilicitud ostensible o se acreditase la presencia de un vicio de la voluntad (en igual sentido, SD N° 87343, del
31.11.2005, en autos "Venturiero, Daniel Osvaldo y otros c/Peugeot Citröen Argentina SA s/despido" [Fallo en extenso:
elDial - AA3171], del registro de esta Sala).Cabe señalar que en el presente caso cuando las partes celebraron el acuerdo el vínculo ya estaba extinguido, pues fue la
demandada quien el día 11 de agosto de 2005 despidió al actor sin justa causa, extremo que ella misma reconoció al
contestar la demanda (fs. 93) y que resulta tanto de la notificación de despido que ella aportó al expediente (fs. 28)
como de los testimonios rendidos en autos por iniciativa de ambas partes (Desojo fs. 343/344, Mazzuca fs. 348/349,
Rigou fs. 346/347 y Marchena fs. 396, arts. 386 y 456 del CPCC).El despido sin causa dispuesto por la empresa determina de modo irrevocable los derechos del trabajador a percibir el
haz de indemnizaciones previstas por la ley para dicho supuesto, así como, los incrementos dispuestos respecto de tales
reparaciones (en sentido análogo, SI N° 57.120, del 13.6.2006 en autos "Cederrón, María Esther c/Danone Argentina
SA", SD N° 87.857, del 16.6.2006, autos "Romero, Carlos Antonio c/Danone Argentina SA", del registro de esta Sala).-
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En consecuencia, el posterior acuerdo celebrado por las partes carece de eficacia de cosa juzgada, aun cuando fue
homologado y el actor manifestó que una vez percibida la suma convenida nada más tendría que reclamar a la empresa
con motivo de la relación laboral o de su extinción, en primer lugar porque para entonces los derechos del actor no eran
litigiosos.Al respecto conviene resaltar que el art. 15 de la LCT solo reconoce validez a los acuerdos transaccionales,
conciliatorios o liberatorios realizados con intervención de la autoridad judicial o administrativa y siempre que mediare
resolución fundada de cualquiera de estas que acredite que se ha alcanzado una justa composición de los derechos e
intereses de las partes, lo que impone respetar dos principios liminares del derecho del trabajo, como son el de
irrenunciabilidad y orden público. Por ello, no puede homologarse el acuerdo cuando el derecho del trabajador surja de
hechos reconocidos por el empleador, cuando con el acuerdo se vulneren normas de orden público o se dejen sin efecto
derechos irrenunciables.Es útil recordar que el art. 69 de la ley 18345, en su versión original, establecía en su último párrafo que "Cuando el
derecho del trabajador surja de hechos reconocidos por el empleador no podrá proponerse a las partes soluciones
transaccionales". La supresión del párrafo por la reforma introducida por la ley 24635 no lleva a concluir que ahora es
admisible homologar un acuerdo que avance sobre los derechos derivados de hechos reconocidos, como ocurre en el
caso. En este supuesto, las autoridades judicial o administrativa no pueden homologar el convenio, dado que no estarían
convalidado una transacción sino una lisa y llana renuncia de derechos, conducta expresamente vedada por los arts. 12,
15 y 277 de la LCT. Si el trabajador no puede renunciar en forma expresa, por vía de un desistimiento, del derecho a las
indemnizaciones derivadas de un despido sin causa reconocido por la empresa, menos aun podría hacerlo de modo
indirecto por medio de la conciliación.Esta conclusión resulta corroborada por los arts. 80 "in fine" y 138 de la ley 18345 (el primero según texto modificado
por la ley 24635), que establecen una clara distinción entre los créditos que resultan reconocidos de aquellos que son
litigiosos, pues respecto de los primeros prevé el trámite de ejecución inmediato.Tampoco puede soslayarse que el accionante al celebrar el acuerdo ante el Seclo no contó con la asistencia letrada que
exige el art. 17 de la ley 24635, ya que la profesional que lo acompañó fue puesta por la empresa y los términos del
convenio tampoco son veraces, dado que fueron preestablecidos por la empleadora, extremos en los que coinciden los
testigos Desojo y Mazzuca (fs. 343/344 y 348/349). Esta última cuestión también resulta relevante dado que la
autoridad administrativa homologó el acuerdo sobre la base de que el actor se había dado por despedido con causa,
desconociendo que fue la empresa quien dispuso la cesantía sin motivo jurídicamente valedero, lo que lleva a sostener
que su conclusión de que en el caso se había logrado una justa composición de los hechos e intereses de las partes se
sustentó en premisas falsas.Por otra parte, de los razonamientos del magistrado resulta la notable desproporción de las prestaciones y la ventaja
patrimonial que sin justificación obtuvo la demandada.Al haber sido despedido sin justa causa, el actor ya gozaba del derecho a obtener una indemnización, aparece claro
entonces que la posterior negociación con un pago inferior al que le correspondería, se proyectó sobre derechos
irrenunciables emergentes de normas imperativas y con ello se violaron los principios del derecho laboral y del orden
público mínimo inderogable y derivó en un pago inferior al que le hubiera correspondido percibir.En este contexto, carece de eficacia la manifestación del trabajador que nada tendrá que reclamar a la empresa
demandada una vez percibida la suma convenida ni resulta de aplicación la doctrina que sentara esta Cámara, en pleno,
al decidir los autos "Lafalce, Ángel y otros c/Casa Enrique Schuster SA" [Fallo en extenso: elDial - AA4876];; Fallo
Plenario N° 137, del 29.9.70, pub. en DT, XXX-718; LL 140-287 (en igual sentido, SD N° 88.115, del 26.09.06, en
autos "Filgüeiras, Roberto Sebastián c/Argencos SA y otros s/despido" [Fallo en extenso: elDial - AA46F1], del registro
de esta Sala).El actor se queja porque el sentenciante concluyó que no le es aplicable el estatuto del viajante de comercio.En mi criterio la queja está asistida de razón.-
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Si bien el actor en el último tramo de la relación tenía el cargo de gerente comercial y un grupo de vendedores a cargo,
lo cierto es que él en forma personal intervenía en la concertación de negocios. Los testigos que declaran en autos, aun
los traídos por la empleadora, coinciden en que el actor tenía trato directo con los clientes, que su función era salir a
visitar clientes, vender junto con su grupo de vendedores, salía acompañando vendedores en procesos de cierre,
apertura, salir de la empresa era parte de la función, tenía listados y zonas de actuación (Desojo fs. 343/344, Rigou fs.
346/347, Mazzuca fs. 348/349, Vázquez fs. 350/351, Marchena fs. 396/397, Ariganello fs. 398/399, arts. 386 y 456 del
CPCC).Respecto de la operatoria de la empresa y la actividad del demandante, lo relevante es que, en definitiva, éste estaba
dedicado a concertar y concretar negocios que constituían el objeto social de la empresa, así como que para ello debía
desplazarse de la sede de la demandada (en igual sentido, SD N° 81779, del 29.12.2000, en autos "Alvarez Ponte,
Alberto Esteban Daniel c/System Software Associates Inc. s/despido", del registro de esta Sala).Tampoco puede soslayarse que la remuneración mensual del actor estaba integrada por un concepto variable
denominado "premio especial por actividad" que corresponde a comisiones, según resulta de los anexos acompañados
por el Sr. Perito Contador (fs. 769 vta., fs. 771 vta.).Por lo expuesto, propongo que en este punto se revoque el pronunciamiento anterior y se considere al actor viajante de
comercio, por lo que resulta acreedor a la indemnización por clientela contemplada por el art. 14 de la ley 14546.La parte actora se queja porque considera erróneo el salario que consideró el sentenciante ($17.366) para calcular la
indemnización prevista en el art. 245 de la L.C.T., toda vez que aquella suma no incluye lo devengado en concepto de
"premio especial", que en realidad eran comisiones encubiertas y que no fue pagado por la demandada, por lo tanto para
la base de cálculo de esa indemnización debía utilizarse el salario base de $24.719. Señala que dicho premio era
abonado en forma trimestral y que el mejor monto pagado por dicho concepto resultó el de mes de enero de 2005 el cual
alcanzó la suma de $7.353.Cuando el art. 245 de la L.C.T. dispone tomar como módulo "la mejor remuneración mensual, normal y habitual" se
refiere a los rubros que componen el salario, para excluir gratificaciones extraordinarias, sueldo anual complementario u
otras prestaciones que por su naturaleza no sean susceptibles de ser ganadas todos los meses, en tanto el adjetivo
"mejor" se refiere al monto (en sentido análogo, SD N° 72.405 del 30.9.96, in re "Bordón, Daniel Orlando c/ Sanatorio
Colegiales SA", del registro de esta Sala). Este criterio ha sido ratificado por la doctrina plenaria que sentara esta
Cámara al decidir los autos "Brandi, Roberto Antonio c/ Lotería Nacional Sociedad del Estado s/ despido" (Fallo
Plenario Nro. 298 del 5 de octubre de 2000).Los argumentos del accionante no resultan atendibles porque durante el último año de servicio el actor percibió el
"premio especial" en enero, mayo y julio 2005 (fs. 781/782 y fs. 802), por lo tanto no cabe incluir este premio en la base
de cálculo, ya que carece del carácter "mensual". También corresponde desestimar el argumento referido a que este
premio correspondía a comisiones encubiertas cuando el mismo trabajador reconoció que la demandada pagaba premios
puntuales, los cuales antes eran anuales y a partir de la última etapa eran trimestrales por cumplir objetivos (fs. 183),
extremo que resulta del informe del Sr. Perito Contador (fs. 77, fs. 761). En consecuencia, propongo confirmar en este
punto el fallo apelado en cuanto decide que el salario del actor estaba integrado por: sueldo ($6.030), adicional ($385) y
premio especial por actividad ($10.951, fs. 10 vta. y fs. 92 vta.).En mi criterio la modificación dispuesta por la ley 25.877 al art. 245 de la L.C.T. cuando alude a "la mejor
remuneración mensual, normal y habitual devengada durante el último año...", mientras que el texto anterior utilizaba la
expresión "percibida", debe ser entendida a la luz de la doctrina que sentara la Corte Suprema de Justicia de la Nación al
resolver el caso "Bagolini, Susana c/ Instituto Tecnológico de Hormigón S.A." Fallos 213.5001, que subyace en los
distintos votos del Fallo Plenario Nº 288 de esta Cámara, recaído en autos "Torres, Elvio Ángel c/ Pirelli Técnica SA".
La modificación es positiva porque disipa las situaciones litigiosas que se planteaban en hipótesis de cobro de salarios
inferiores a lo que debían abonarse y se evita así que los incumplimientos del empleador logren la disminución de la
base indemnizatoria (en igual sentido, SD N° 88.171, del 10.10.06, en autos "Pérez, Aníbal Raúl c/Disco SA s/despido",
del registro de esta Sala).-
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La declaración de inconstitucionalidad del tope previsto en el art. 245 de la LCT y la aplicación al caso de la doctrina
que emana del fallo del máximo tribunal en autos "Vizzotti, Carlos Alberto c/AMSA SA s/despido" [Fallo en extenso:
elDial - AA2400] es motivo de agravio de ambas partes.Resulta acertada la decisión de grado, pese a que el trabajador afirma estar fuera de convenio.La cuestión relativa a la aplicación del referido tope a los trabajadores fuera de convenio ha sido zanjada por la Corte
Suprema de Justicia de la Nación al decidir la causa "Vergara, Jorge G/Mediconex" (pub. en TySS, 96-87), doctrina
seguida por esta Sala al dictar la sentencia N° 70.963 del 22.2.96. El Alto Tribunal sostuvo que, "después de fijar las
pautas generales para determinar la base de cálculo de la indemnización por despido injustificado, el art. 245 de la Ley
de Contrato de Trabajo (modificado por la ley 24.013), establece que dicha base no podrá exceder el equivalente de tres
veces el importe mensual de la suma que resulte del promedio de todas la remuneraciones previstas en el convenio
colectivo de trabajo aplicable al trabajador al momento del despido por la jornada legal o convencional, excluida la
antigüedad. Al Ministerio de Trabajo y Seguridad Social le corresponderá fijar y publicar el monto que corresponda
juntamente con las escalas salariales de cada convenio colectivo de trabajo. Inmediatamente agrega que para aquellos
trabajadores no amparados por convenios colectivos de trabajo, el tope establecido en el párrafo anterior será el que
corresponda al convenio de actividad aplicable al establecimiento donde preste servicio o al convenio más favorable en
caso de que hubiere más de uno".En el caso corresponde tomar en cuenta el convenio colectivo aplicable al establecimiento donde prestaba servicios el
accionante que es el CCT N° 130/75, convenio aplicable a los empleados de comercio y servicios.En el supuesto en examen, la remuneración que debe computarse como base de cálculo con sujeción al límite
establecido por el art. 245 de la LCT (texto conf. art. 153 de la ley 24013) es de $3.011,48 (Resolución Nro. 1056/2006)
tomando como base el tope previsto por el CCT N° 130/75, mientras que la mejor remuneración del reclamante era de
$17.366.La Corte Suprema de Justicia de la Nación, al decidir la causa "Vizzotti, Carlos Alberto c/ AMSA S.A." (V.967.
XXXVIII, sentencia del 14 de septiembre de 2004), sostuvo que "...a juicio de esta Corte, no resulta razonable, justo ni
equitativo, que la base salarial prevista en el primer párrafo del citado art. 245 de la L.C.T., vale decir, "la mejor
remuneración mensual normal y habitual percibida durante el último año o durante el tiempo de prestación de servicios
si éste fuera menor", pueda verse reducida en más de un 33%, por imperio de su segundo y tercer párrafos. De acuerdo
con ellos, dicha remuneración no podrá exceder el equivalente de tres veces el importe mensual de la suma que resulta
del promedio de todas las remuneraciones previstas en el convenio colectivo de trabajo aplicable. Esta pauta, por cierto,
recuerda conocida jurisprudencia del Tribunal, relativa a que la confiscatoriedad se produce cuando la presión fiscal
excede el señalado porcentaje (Fallos: 209:114, 125/126 y 210:310, 320, considerando 6°, entre muchos otros). Permitir
que el importe del salario devengado regularmente por el trabajador resulte disminuido en más de un tercio, a los fines
de determinar la indemnización por despido sin justa causa, significaría consentir un instituto jurídico que termina
incumpliendo con el deber inexcusable enunciado en el citado art. 14 bis, acerca de que el trabajo gozará de la
protección de las leyes, y que éstas asegurarán al trabajador protección contra el despido arbitrario, asimismo, un olvido
del citado art. 28 de la Constitución Nacional...".Esta doctrina concuerda en lo principal con el criterio que adoptara esta Sala a partir del caso "Zurueta, Héctor Raúl c/
Sebastián Maronese e Hijos SA" (sent. N° 71974 del 19.7.96) y que fue sostenido por la mayoría del Tribunal (en
sentido análogo, SD N° 86179 del 29.9.2004 "Beistegui, Mario Rubén c/ San Timoteo S.A.", SD. N° 87109 del 19.9.05
"Tévez, Hernán Gabriel c/ Sancor Cooperativas Unidas Limitadas s/ despido", del registro de esta Sala).En atención al criterio sentado por el Alto Tribunal el salario que cabe considerar es de $11.635 (67% de $17.366) y la
indemnización por despido alcanza la suma de $290.875 ($11.635 x 25), por lo tanto propongo confirmar también en
este aspecto el pronunciamiento de grado.No habrá de ser mejor la suerte del actor en cuanto a la aplicación del art. 1 de la ley 25323. En casos similares he
sostenido que "La sola circunstancia de que el accionante se encontrase registrado con una categoría profesional distinta
a la que correspondía por su encuadre normativo legal no es condición de procedencia de esta sanción. La inscripción
de la categoría no se encuentra dentro de los requisitos que debe contener el libro del art. 52 de la LCT y destaco que el
art. 2 de la ley 14546 admite la posibilidad de que se califique al trabajador bajo una denominación diferente, lo cual no
importa alterar la posibilidad de requerir el carácter de viajante de comercio" (en sentido análogo, SD N° 84.981, del
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27.6.03, en autos "Roldán, Roque Edgardo c/ Coca Cola Femsa de Buenos Aires S.A.", SD N° 90.432, del 28.11.03, en
autos "Vultaggio, Pablo Daniel c/Coca Cola FEMSA SA s/despido", ambas sentencias del registro de esta Sala).En cambio, considero que asiste razón a la actora en que resulta procedente el agravamiento previsto por el art. 2 de la
ley 25323, ya que el trabajador intimó, sin éxito, a la demandada y ésta con su conducta dio motivo al inicio del
presente reclamo (fs. 12). Por lo tanto, propicio acoger dicha pretensión pero sólo sobre la diferencia existente entre lo
abonado en concepto de indemnización art. 245 L.C.T., preaviso e integración del mes de despido, estos dos últimos
con más la parte proporcional del s.a.c. y lo que, en definitiva, debió haber pagado en su oportunidad, por lo cual dicho
rubro prosperará por la suma de $127.357,86 (50 % de $236.858 por indem. art 245 LCT: $290.875 - la suma abonada
$54.017; 50% de $7.074,28 por preaviso con sac: $37.626 + $3.135,5 - la suma abonada $26.612,93; 50% de $3.709,15
por integración mes de despido con sac: $11.203 + $933,58 - la suma abonada $8.427,43 (fs. 780 y fs. 783, en sentido
análogo, SD N° 87.803 del 31.5.2006 "Baldassarre, Pedro Salvador c/ Deheza SA", del registro de esta Sala).Por lo expuesto, propicio que también integre la condena la suma de $85.943,27 en concepto de indemnización por
clientela, que resulta de calcular el 25% sobre la indemnización por despido ($290.875), por preaviso ($37.626) y por
integración del mes despido ($11.203) con más la incidencia del sueldo anual complementario sobre los dos últimos
rubros indemnizatorios ($3.135,5 y $933,58).Propongo confirmar la decisión de grado en cuanto rechaza la pretensión del actor tendiente al pago de las diferencias
por aguinaldo por cuanto este Tribunal ha tenido oportunidad de expedirse en casos similares y ha sostenido que la
liquidación no sustituye la carga legal de "designar la cosa demandada con precisión y los hechos en que se funda
explicados claramente", ya que la enunciación de una cantidad correspondiente a un concepto determinado, carece de
sentido si no tiene sustento en un relato circunstancial de todos los antecedentes (en sentido análogo, SD N° 71.908 del
17.7.96, en autos "Godoy, Ricardo y otro c/ YPF"; SD N° 85.246 del 30.9.2003, en autos "Soto, Francisco Roberto c/
Agencia Ecuador SA"; SD N° 84.660, del 26.3.2003, en autos "Pepe, Viviana Rosa c/ Tillous, Ana María", del registro
de esta Sala).No puede acogerse la queja de la parte actora por el pago del agravamiento indemnizatorio previsto por el art. 45 de la
ley 25345, ya que dicha pretensión no ha sido sometida a la consideración de la instancia previa, y por ende, está exenta
de tratamiento en esta alzada (art. 277 CPCC). Por otro lado; cabe señalar que la demandada acreditó que el accionante
recibió el certificado de trabajo dispuesto en el art. 80 de la LCT (fs. 37 y 110 vta.).En síntesis, auspicio elevar el monto de condena a la suma total $552.236.13 ($341.935 + art. 2 ley 25323: $127.357,86
+ indemnización por clientela: $85.943,27) que deberá ser abonada por la demandada Xerox Argentina ICSA al actor
Pablo Leonardo Cherny en la forma, en el plazo y con más los intereses moratorios fijados en el fallo apelado,
cuestiones que llegan firmes a esta alzada.Ante el nuevo resultado del litigio que propicio y lo normado por el art. 279 del CPCC, corresponde dejar sin efecto la
imposición de costas y las regulaciones de honorarios practicadas en la instancia anterior y proceder a su determinación
en forma originaria, razón por la cual deviene abstracto el tratamiento de los agravios sobre el punto.Propongo que las costas de ambas instancias sean impuestas a la demandada vencida (art. 68 del CPCC).En atención al resultado del pleito, a la calidad y extensión de las tareas desempeñadas por los profesionales
intervinientes a las normas arancelarias vigentes, propongo regular los honorarios de los letrados de las partes actora y
demandada, en conjunto y por sus trabajos en la instancia previa, y para el Sr. Perito Contador, en los respectivos
porcentajes de 16%, 13% y 6% del monto de condena, y para los profesionales de las partes actora y demandada, por su
actuación ante esta alzada, en el 25% de lo que, en definitiva, les corresponda percibir por sus trabajos ante la instancia
previa (art. 38 de la ley 18345, arts. 6, 7, 8, 9, 14, 19, 37 y 39 y conc. de la ley 21839).Respecto a la adición del Impuesto al Valor Agregado a los honorarios, esta Sala ha decidido en la Sentencia Nro.
65.569 del 27.9.93 en autos "Quiroga, Rodolfo c/ Autolatina Argentina SA s/ accidente-ley 9688", que el impuesto al
valor agregado es indirecto y por lo tanto grava el consumo y no la ganancia, por lo que debe calcularse su porcentaje
que estará a cargo de quien debe retribuir la labor profesional. En el mismo sentido se ha pronunciado la Corte Suprema
de Justicia de la Nación en la causa "Compañía General de Combustibles S.A. s/ recurso de apelación" (C.181 XXIV
del 16.6.93) sosteniendo "que no admitir que el importe del impuesto al valor agregado integre las costas del juicio adicionárselo a los honorarios regulados- implicaría desnaturalizar la aplicación del referido tributo, pues la gabela
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incidiría directamente sobre la renta del profesional, en oposición al modo como el legislador concibió el
funcionamiento del impuesto".Por último, propongo que en atención a lo que resulta de los testimonios de Desojo y Mazzuca en relación con la
actuación que habría tenido la doctora María Florencia Bruno en los trámites cumplidos ante el SECLO que se remita
copia de dichos testimonios de este pronunciamiento así como del de primera instancia y de las piezas correspondientes
a la etapa de conciliación obligatoria al Tribunal de Disciplina del Colegio Público de Abogados de la Capital Federal.En definitiva y por lo que antecede, voto por; I.- Confirmar la sentencia de grado en cuanto a lo principal que decide.
II.- Elevar el monto de condena a la suma total de PESOS QUINIENTOS CIENCUENTA Y DOS MIL DOSCIENTOS
TREINTA Y SEIS CON TRECE CENTAVOS ($552.236,13) que deberá ser abonada por la demandada Xerox
Argentina ICSA al actor Pablo Leonardo Cherny en la forma, en el plazo y con más los intereses moratorios fijados en
el fallo de grado. III.- Dejar sin efecto la imposición de costas y las regulaciones de honorarios practicadas en la
instancia anterior. IV.- Imponer las costas de ambas instancias a la demandada. V.- Regular los honorarios de los
letrados de las partes actora y demandada, en conjunto y por sus trabajos en la instancia previa, y para el Sr. Perito
Contador, en los respectivos porcentajes de 16%, 13% y 6% del monto de condena, y para los profesionales de las
partes actora y demandada, por su actuación ante esta alzada, en el 25% de lo que, en definitiva, les corresponda
percibir por sus trabajos ante la instancia previa con más el impuesto al valor agregado. VI.- Librar oficio al Tribunal de
Disciplina del Colegio Público de Abogados de la Capital Federal a fin de remitir copias de los testimonios de fs.
343/344 y fs. 348/349, de este pronunciamiento así como el de primera instancia y de las piezas correspondientes a la
etapa de conciliación obligatoria, visto la actuación de la doctora María Florencia Bruno.El doctor Guibourg dijo:
Disiento respetuosamente con el voto que antecede en relación con el fundamento esgrimido para restar validez al
acuerdo celebrado ante el SECLO.El SECLO (ley 24635) es un organismo de conciliación que ejerce un trámite previo al proceso laboral. El acuerdo que
allí se concierte, homologado por la autoridad administrativa, hace cosa juzgada en sede judicial según el artículo 15
LCT (último párrafo, introducido por la ley 25345).En ese contexto se aplica el plenario N°137 del 29/9/70, "Lafalce, Ángel y otros c/Casa Enrique Schuster SA" [Fallo en
extenso: elDial - AA4876]: "La manifestación de la parte actora en un acuerdo conciliatorio de que 'una vez percibido
íntegramente la suma acordada en esta conciliación nada más tiene que reclamar de la demandada por ningún concepto
emergente del vínculo laboral que las uniera', hace cosa juzgada en juicio posterior donde se reclama un crédito que no
fue objeto del proceso conciliatorio". El texto del plenario no hace distinción entre conciliación en sede judicial o en
sede administrativa y el artículo 15 LCT, en la parte ya citada, avala esta interpretación.Ahora bien, en el SECLO se reciben también "acuerdos espontáneos" en los que el trabajador y el empleador rescinden
el contrato de común acuerdo y arreglan un pago. En ocasiones, el trabajador es conducido a este trámite bajo presión y
sin la debida asistencia letrada. Si se prueba algún vicio del consentimiento en el margo general del principio protector,
el acuerdo espontáneo podría declararse nulo.Si no se prueban vicios como los precedentemente señalados, la homologación administrativa tiene tanto valor como la
judicial y constituye obstáculo para cualquier demanda posterior acerca de los rubros conciliados, incluida la aplicación
del plenario "Lafalce" si las partes hubieran estipulado la cláusula correspondiente sin reservas respecto de reclamos
ulteriores.En el voto que antecede, mi distinguida colega considera que en el momento del acuerdo el vínculo ya estaba
extinguido y se hallaba determinado de modo irrevocable el derecho del trabajador a percibir el haz de indemnizaciones
previstas por la ley, con sus incrementos. Interpreta el artículo 15 de la LCT a la luz de los principios de
irrenunciabilidad y orden público, por lo que estima que no puede homologarse un acuerdo cuando el derecho del
trabajador surja de hechos reconocidos por el empleador, como establecía en artículo 69 de la ley 18345 en su versión
original.-
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Reconozco que esa interpretación corre en el mismo sentido del principio protector implícito en el derecho del trabajo,
pero estimo que sus consecuencias generales irían mucho más allá de la solución del presente litigio. Casi todas las
conciliaciones que se celebran ante cualquiera de las instancias de la Justicia Nacional del Trabajo ocurren cuando los
derechos del trabajador, en caso de existir, ya han sido generados y consolidados desde tiempo atrás. Muchas de esas
transacciones comprenden indemnizaciones por despido directo sin expresión de causa, con lo que, si se admitiese que
esa circunstancia, impide la conciliación, habría de concluirse que muchos años de práctica judicial en este sentido se
han regido por un criterio errado; en especial cuando la transacción se hace mediante la habitual fórmula en la que el
actor reajusta su demanda a la suma acordada y las partes la imputan íntegramente a indemnización por antigüedad.Pienso, por mi parte, que la institución de la negociación conciliatoria, tan arraigada en el derecho del trabajo que dio
lugar en 1944 a la creación de la Comisión de Conciliación y en 1996 a la del SECLO, introduce una excepción a la
irrenunciabilidad de los derechos. El artículo 12 LCT dispone que los derechos del trabajador no pueden ser
renunciados por acuerdo de partes, lo que impide obligar al trabajador a tal renuncia en el momento de celebrar el
contrato (antes que tales derechos sean devengados) y por otra genera una actitud jurídica restrictiva hacia las renuncias
de derechos ya adquiridos. La medida de esta actitud restrictiva resulta claramente del artículo 15: es posible concertar
acuerdos transaccionales, conciliatorios o aun liberatorios siempre que se realicen con intervención de la autoridad
judicial o administrativa y, mediante resolución fundada, se homologue el acuerdo con indicación de que, a juicio de
aquella autoridad, "se ha alcanzado una justa composición de los derechos e intereses de las partes". Qué información
ha de requerirse para llegar a esta última conclusión es un punto de difícil elucidación, ya que las conciliaciones, en el
SECLO como en la antigua Comisión de Conciliación, se acuerdan en la mayoría de los casos cuando ni siquiera se
cuenta con la contestación de la demanda; lo que es claro, en cambio, es que la autoridad encargada de la homologación
(aun la administrativa) se constituye en única responsable de aquel juicio frente a la conformidad de las partes y que su
decisión en tal sentido no puede ser impugnada después por las partes que hayan intervenido en la transacción (art. 15
LCT, último párrafo). En el ámbito estrictamente judicial, el artículo 277 LCT, en sus párrafos segundo y tercero,
somete a similar condición la validez del desistimiento de acciones y derechos.Queda, sin embargo, por determinar si el acto conciliatorio estuvo viciado por otra circunstancia. En efecto, la Dra.
Porta indica que la letrada que figura en el acta de fs. 85 como patrocinante del actor, la Dra. M. F. B., fue puesta por la
propia empleadora. Esta circunstancia, a mi juicio habilitaría a declarar nula la conciliación y a formular la denuncia
que mi colega propone hacer ante el Tribunal de Disciplina de la CPACF. Sin embargo, la prueba producida en tal
sentido no me parece suficientemente decisiva.En efecto, los testigos Claudio Orlando Desojo (fs. 343/345) y Esteban Mazzuca (fs. 348) relatan que ellos también
fueron despedidos y que en la empresa se les indicó ver a la Dra. B.. Ambos, según sus propios dichos, suscribieron
acuerdos con la empresa y se encuentran en la misma situación que el actor, en tanto el primero de ellos declara tener
juicio pendiente por despido a pesar del acuerdo conciliatorio. A su vez, la testigo Mirta Leonor Rodríguez Marchena
(fs. 396/397), abogada empleada de la empresa y como tal también sospechosa de parcialidad, afirma que la
desvinculación del actor dio lugar a un debate en el que Cherny estaba asesorado por su propio letrado: "nos llevó todo
el día el actor hablaba con sus abogados, nos llevó muchas horas, iba a la oficina hablaba con su abogado, y él firma la
carta de notificación del despido pero en disconformidad con la liquidación". Estas circunstancias y la jerarquía del
actor como gerente comercial de la demandada, lo que hace difícil pensar que haya podido ser manipulado fácilmente,
crean a mi juicio suficiente duda acerca de este hecho para no tenerlo por cabalmente acreditado.En virtud de lo expuesto, voto por el rechazo de la demanda en todas sus partes de acuerdo con el acta de fs. 84, la
homologación de fs. 83 y lo dispuesto en el plenario N° 137 del 29/9/70, "Lafalce, Ángel y otros c/Casa Enrique
Schuster SA". También propongo imponer las costas de ambas instancias al actor y regular los honorarios de los
presentantes de fs. 856/867 y fs. 868/876 vta. en 25 %, para cada uno de ellos, de lo que les corresponda por su
actuación en la anterior instancia.El doctor Miguel Ángel Maza dijo:
I. La discrepancia entre mis colegas radica, nuclearmente, en lo que respecta a la validez o nulidad del acuerdo
transaccional homologado oportunamente y, al respecto, adhiero al voto de la Dra. Elsa Porta.Ello así por cuanto, tal como lo señala expresamente la Sra. Vocal preopinante, la demandada a fs. 93 "in fine"/93vta.
ha reconocido sin ambages que el contrato de trabajo con el actor se extinguió merced al despido sin invocación de
causa decidido por la empresa.-
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Esa circunstancia fáctica determina, a mi ver, que el 8-11-05 ingresó al patrimonio del demandante el derecho a las
indemnizaciones por despido injusto. Al punto quiero remarcar, en respuesta al planteo de la accionada, que aunque el
Sr. Cherny no sea un obrero y se haya desempeñado como "gerente" de la empresa, le son aplicables las reglas
generales del derecho laboral y, en particular, las previstas en la Ley de Contrato de Trabajo que, más allá de mi opinión
personal de lege ferendae sobre tal criterio legislativo, plexo normativo que no efectúa distingos a la hora de tutelar el
trabajo dependiente entre el trabajador típico y el personal superior, jerárquico o "de confianza". Por otra parte, no se
puede soslayar que esa decisión del Congreso Nacional encuentra sustento en el mandato constitucional del art. 14 bis
que ordena la protección del trabajo "en todas sus formas".De ahí que la regla de la irrenunciabilidad plasmada en el art. 12 de la LCT -cuyos alcances no se discuten en autos
pues todos los rubros reclamados en vinculación a este punto son derechos de estirpe legal- proyecta sus efectos
imperativos también al caso del demandante y ello invalida absolutamente la posibilidad de que por vía de la
negociación privada de las partes, a la que enfáticamente se hace referencia en la contestación de la demanda, puedan
recortarse siquiera mínimamente las acreencias indemnizatorias que, reitero, se incorporaron como derechos adquiridos
al día del despido sin invocación de justa causa.Por ende, el acuerdo presentado ante el SECLO -que en este caso actuó dentro del marco de su competencia pues no
conocía el hecho de que el contrato estaba extinguido por despido incausado- constituyó una clara simulación que
intentó esconder la real causa extintiva del contrato. Esta simulación debe ser calificada de fraudulenta por retacear
derechos indemnizatorios que la ley de orden público reconoce al trabajador aún jerárquico, y evidentemente perjudicial
para el reclamante por cuanto el fruto de lo acordado le otorgó valores económicos inferiores a los que la ley le
confería.Este enfoque basado en los arts. 12 LCT y 1044 del Código Civil torna irrelevante a mi juicio, en este caso, el examen
de la prueba relativa a la existencia de un eventual vicio de la voluntad en la celebración del acto simulado pues, aún
cuando el demandante no haya sido objeto de alguna forma de afectación de su voluntad, le resulta prohibido renunciar
los beneficios legalmente previstos de manera imperativa.Sin perjuicio de ello, comparto la propuesta de la Dra. Porta de librar oficio al Tribunal de Disciplina del Colegio
Público de Abogados de la Capital Federal a fin de que examine el papel jugado en el caso por la abogada M. F. B.
puesto que a dicho órgano compete juzgar eventuales violaciones a las reglas éticas del ejercicio de nuestra profesión,
reglas que, prima facie, parecen violadas en los hechos juzgados.II. Sentada esta primera coincidencia, también comparto lo propuesto por la Dra. Porta, al compartir sus fundamentos,
en cuanto a reputar "viajante" en los términos de la ley 14.546 al pretensor;; así como también adhiero a la postura
expuesta en relación al concepto de remuneración normal y habitual ya que se compadece con el que la Sala II, que
tengo el honor de integrar, ha adoptado por mayoría y que acato por razones de seguridad jurídica y economía procesal.
En el caso, coincido en que el premio especial trimestral no puede considerarse a los fines del art. 245 LCT pues no se
trata de retribución mensual.Comparto, igualmente, lo expuesto por la Dra. Porta en relación al tope salarial a introducir en el factor salarial de la
ecuación resarcitoria del despido injusto y sobre la inconstitucionalidad del tope, permitiéndome señalar la
contradicción en que ha incurrido el demandante que ha reclamado con razón su inclusión en el régimen estatutario de
la ley 14.546 y, a la par, sostiene en el recurso ser un trabajador fuera de convenio, olvidando además que su inclusión
en ese estatuto legal implica, a la par, la teórica aplicación a su respecto del convenio colectivo, aún cuando en el caso
no se discuta que en el establecimiento se apliquen las reglas del CC 130/75.III. También adhiero al voto de la Dra. Porta en cuanto considera improcedente en el caso la sanción del art. 1 de la ley
25.323 en razón de que, a mi juicio, cuando esa norma alude a deficiente registración lo hace en los términos previstos
en los arts. 9 y 10 de la ley 24.013 y que, como lo indica la preopinante, el dato de la categoría profesional no es exigido
por el art. 52 LCT, punto básico de la registración laboral.Adhiero, finalmente, al resto de las propuestas del voto de la Dra. Porta al compartir sus fundamentos y conclusiones.Por lo tanto, el Tribunal RESUELVE: I.- Confirmar la sentencia de grado en cuanto a lo principal que decide. II.Elevar el monto de condena a la suma total de PESOS QUINIENTOS CIENCUENTA Y DOS MIL DOSCIENTOS
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Argentina ICSA al actor Pablo Leonardo Cherny en la forma, en el plazo y con más los intereses moratorios fijados en
el fallo de grado. III.- Dejar sin efecto la imposición de costas y las regulaciones de honorarios practicadas en la
instancia anterior. IV.- Imponer las costas de ambas instancias a la demandada. V.- Regular los honorarios de los
letrados de las partes actora y demandada, en conjunto y por sus trabajos en la instancia previa, y para el Sr. Perito
Contador, en los respectivos porcentajes de 16%, 13% y 6% del monto de condena, y para los profesionales de las
partes actora y demandada, por su actuación ante esta alzada, en el 25% de lo que, en definitiva, les corresponda
percibir por sus trabajos ante la instancia previa con más el impuesto al valor agregado. VI.- Librar oficio al Tribunal de
Disciplina del Colegio Público de Abogados de la Capital Federal a fin de remitir copias de los testimonios de fs.
343/344 y fs. 348/349, de este pronunciamiento así como el de primera instancia y de las piezas correspondientes a la
etapa de conciliación obligatoria, visto la actuación de la doctora María Florencia Bruno.Regístrese, notifíquese y oportunamente devuélvase.//Fdo.:
MIGUEL
ÁNGEL
MAZA
RICARDO
Ante mi: LEONARDO G. BLOISE, SECRETARIO.-
A.
GUIBOURG
-
ELSA
PORTA
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Copyright: Eldial.com.ar
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