Diario Laboral Nro 70 – 28.04.2016 Despido con justa causa: pérdida de confianza Por Corina Y. Fassina Mediante el presente artículo, se analizarán los extremos considerados por los Vocales de la Cámara Nacional de Apelaciones del Trabajo (Sala II), para determinar que el despido dispuesto por la demandada fundado en “pérdida de confianza”, no se ajustó a Derecho. La sentencia de primera instancia, hizo lugar a la demanda incoada por el actor. Contra esta resolución, se alzaron el actor y la demandada. Tal como se manifestó más arriba, a través de este comentario se analizará los agravios expresados por Volkswagen Argentina SA. La accionada, finca su disenso en la admisión de la demanda. Que ello deviene de una errónea valoración de la injuria fundante del despido directo dispuesto. Que el día 05/07/2011, la demandada decidió la ruptura del vínculo habido con el actor, en los siguientes términos: “En atención a la comunicación vía mail a sus superiores jerárquicos que Ud. remitiera en la fecha, presentando diferentes reclamos relacionados con el uso de vehículos de esta compañía y cuestiones con el comedor, utilizando un lenguaje por demás injurioso, soez y por lo tanto inaceptable, situación que de ninguna manera puede ser consentida por Volkswagen Argentina S.A:, ya que representa claramente la violación de importantes obligaciones que en su carácter de trabajador disponen tanto normas legales, convencionales e internas, es que comunicamos que a Ud. que se lo despide con causa (art. 242 LCT), a partir del día de la fecha. Lo expuesto lo es asimismo, en razón de haber perdido la confianza que se depositara en Ud. situación representada por su demostración de una total falta de contracción a las normas citadas en especial los arts. 62, 63, 64 y 84 de la LCT y art. 31 punto I c del Reglamento de Trabajo Planta Pacheco, habiendo puesto Ud. de manifiesto un total desinterés respecto de las formas que hacen a su trabajo especialmente en el respeto hacia compañeros de trabajo y sus superiores. Comunicamos finalmente que, tanto la liquidación final como los certificados de trabajo se encontraran a su disposición dentro del plazo legan en la sede de esta empresa. Queda Ud. Notificado.” Que para hacer lugar a la demanda, la Sentenciante de grado tuvo por acreditado: Que a la fecha del despido, el actor tenía 12 años de antigüedad. Que jamás había sido objeto de sanción alguna, de manera que se pudiera colegir que mantuvo con sus superiores o compañeros de trabajo un trato “irrespetuoso”. Que entre el actor y sus superiores existió una relación que excedió el estricto trato laboral. Que más allá de la reprochabilidad que pudiera efectuársele al accionante en relación a los términos poco decorosos en los que se dirigió hacia los Sres. M. y B. en oportunidad de enviarle el mail, se acreditó en la causa que era el trato que se dispensaban. Que el actor no envió el mail en cuestión al personal que se encontraba sobre él, sino solamente a superiores con los que mantenía una relación de paridad personal. Que la comunicación vía mail en que la empleadora se apoyó para fundar el despido dirigido a los Sres. M. y B. no ha salido de la esfera de conocimiento privada de éstos, dado que no encontró demostrado que el actor haya manifestado públicamente su disconformidad respecto de las decisiones tomadas por sus superiores en cuanto a la disposición del vehículo y comedor, sino que dicho cuestionamiento se ha efectuado a través de un correo electrónico privado salido de las casilla del reclamante y recepcionado en las casillas de M. y de B., con la consecuente privacidad de que ello se deriva. La Sala II, partiendo de los mismos supuestos de hecho, sostuvo: Que no resuelta ocioso señalar que en el Derecho Laboral la pérdida de confianza no funciona como motivo autónomo del despido, ya que el art. 243 de la LCT no refiere a consideraciones subjetivas sino a conductas objetivas de incumplimiento que sean tan graves que impidan continuar la relación laboral ni tan siquiera a título provisorio (requisito este último que deriva de la buena fe descripta en el art. 63 de la LCT). De ahí que la extinción de la relación laboral aduciendo como motivo la pérdida de confianza nada significa por sí mismo sino que es necesario evidenciar que esa pérdida de confianza puede objetivarse para que los jueces analicen la situación y puedan verificar su real configuración así como su grado de relevancia para justificar la ruptura del vínculo. 1 Si bien la LCT no identifica los requisitos que debe contener un hecho (acción u omisión) para ser configurativo de pérdida de confianza; sí debe ser de una entidad tal que, calificado objetivamente, impida la prosecución del contrato de trabajo. Debe ser una conducta injuriosa que justifique el resquebrajamiento del principio de continuidad (art. 10 de la LCT). La jurisprudencia, tiene dicho: “La pérdida de confianza en el trabajador constituye un factor subjetivo que justifica la ruptura del contrato si deriva de un hecho objetivo que es incompatible con los principios de buena fe y con las 1 Voto del Dr. Miguel Á. Maza. obligaciones inherentes a su propia función, y que se encuentran comprendidos como obligación genérica de su parte”. 2 “Los deberes que imponen los arts. 62 y 63 de la LCT y, en especial, el deber de fidelidad cuyo cumplimiento exige el art. 85 de la LCT tienen un contenido ético y patrimonial. Con relación al primer aspecto, la ruptura por pérdida de confianza debe derivar de un hecho que conculque las expectativas acerca de una conducta leal y acorde con dichos deberes creadas con el devenir del vínculo, frustrado a raíz de un suceso que lleva a la convicción de que el trabajador ya no es confiable, pues cabe esperar la reiteración de conductas similares.” 3 El fallo en comentario, destaca: Que la conducta atribuida al otro sujeto debe ser hasta tal punto grave e injuriosa que impida la vinculación. Bonetto de Rizzi sostiene: “La injuria laboral es un incumplimiento, falta, inobservancia de las obligaciones del contrato de trabajo, tanto sea por acción u omisión, de una de las partes, que importa daño, menoscabo o perjuicio a la seguridad, honor, interés de la otra parte o de su familia.” 4 “Es comprensiva de todo acto que implique una ofensa o desmedro personal, económico o disciplinario para la contraparte.” 5 La valoración de la causal alegada por la demandada como generadora de “pérdida de confianza”, corresponde a los jueces. Quienes deberán considerar: El carácter de las relaciones que resulta de un contrato de trabajo, según lo dispuesto por la LCT. El comportamiento del empleado, a lo largo de la vinculación laboral. Modalidades y circunstancias personales del actor y demandada. El Juez debe verificar la causalidad real, la razonabilidad de la decisión adoptada, la proporcionalidad de la medida en relación a la falta cometida y la contemporaneidad de la comunicación rupturista. Debe tener convicción suficiente de que el trabajador ya no es confiable. Que el trabajador podría realizar conductas similares. Para que la pérdida de confianza pueda ser esgrimida como justa causa de despido, debe estar precedida por un hecho injurioso. Que así las cosas, la Sala II de la CNAT, concluyó: “De conformidad con las pautas que se desprenden de los arts. 10 y 242 de la LCT y frente a las particularidades del caso, tal como se sostuvo en grado, la accionada pudo haber hecho uso de las facultades disciplinarias que la ley laboral le confiere a los efectos de encausar la conducta del dependiente (conf. Art. 67 de la LCT) y no proceder sin más a la ruptura de la relación.” Conforme lo expuesto, considero que el pronunciamiento bajo análisis, resulta claro y determinante. Comienza analizando, conceptualmente, “la pérdida de confianza como causal de despido”. Luego, considerando los hechos probados, subsume el Derecho expresado. Finaliza fundando la conducta que debería haber tomado la demandada, determinado la suerte del recurso de apelación interpuesto por ésta. 2 Cám. del Trabajo de Córdoba, Sala II, 29/09/2000, autos: “Morsicato, Vicente c/. Telecom Argentina Stet France Telecom SA – Despido”. 3 CNAT, Sala II, 26/2/2010, en autos: "Saraco Rodolfo José c/ Nobleza Piccardo S.A. s/ despido". Cita Online: elDial.com AA5D92. 4 BONETTO DE RIZZI, Nevy, Injuria laboral, nota de doctrina de la Revista Catorce Bis, Nº 11, enero-febrero de 2000, p. 3. 5 SCBA, 9/10/1945, Acuerdos y Sentencias, XIX-10-338.