30-RQ-11-4M CÁMARA SEGUNDA DE LO CIVIL DE LA PRIMERA

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30-RQ-11-4M
CÁMARA SEGUNDA DE LO CIVIL DE LA PRIMERA SECCIÓN DEL CENTRO: San
Salvador, a las ocho horas diez minutos del día veintisiete de octubre del año dos mil once.
El presente Recurso de Queja por Atentado, ha sido interpuesto por el Doctor ROBERTO
OLIVA, mayor de edad, Abogado y de este domicilio, actuando en calidad de apoderado general
judicial de ASEGURADORA SUIZA SALVADOREÑA, SOCIEDAD ANÓNIMA que puede
abreviarse ASESUISA, de este domicilio, contra providencias dictadas por el señor Juez Cuarto
de lo Mercantil de este distrito judicial, en el Juicio Ejecutivo Mercantil promovido por el Doctor
PORFIRIO
DIAZ FUENTES,
como
apoderado
general judicial del
FONDO DE
CONSERVACIÓN VIAL, que se abrevia FOVIAL, contra la parte apelante, reclamándole
cantidad de dinero en concepto de capital, intereses y accesorios de ley.
Han intervenido en el presente recurso, el Doctor ROBERTO OLIVA, actuando en la
calidad antes relacionada, como recurrente y el Licenciado ROBERTO EDMUNDO
ALEJANDRO JIMENEZ MOLINA, Juez titular del Juzgado Cuarto de lo Mercantil de este
distrito judicial, como recurrido.
LEÍDOS LOS AUTOS, Y
CONSIDERANDO:
I. Que con fecha treinta de octubre del año dos mil once, el Doctor ROBERTO OLIVA
presentó solicitud en la cual, en lo principal EXPUSO: “…LA RESOLUCIÓN QUE DECLARO
EJECUTORIADA LA SENTENCIA ES ATENTATORIA. ART. 1,105 Pr.C. Finalmente, debo
advertir que el señor Juez Cuarto de lo Mercantil, en la resolución que rechazó el recurso de
apelación que interpuse, y que a su vez declaró ejecutoriada la sentencia, cometió atentado, ya
que no obstante que el suscrito abogado interpuso apelación contra la sentencia definitiva,
continúo conociendo y dictando resoluciones en perjuicio del derecho de defensa de mi
mandante. El art.990 Pr.C., dispone: “Luego que un litigante presente su escrito de apelación,
queda circunscrita la jurisdicción del Juez para sólo declarar si es o no admisible en uno o en
ambos efectos, y cualquiera otra providencia que dicte, se reputará atentatoria;…”. El señor
Juez Cuarto de lo Mercantil cometió atentado, por cuanto en la misma resolución en la que me
rechazó la interposición del recurso de apelación, además, declaró ejecutoriada la sentencia;
como consecuencia de ello, posteriormente dictó resolución, a las quince horas y siete minutos
del día veintisiete de septiembre del presente año, en la cual en su párrafo segundo ordenó la
práctica de liquidación, señalando las quince horas del día viernes siete de octubre del presente
año. Lo grave de todo estos es que para la fecha en que se dictó esta última providencia
(veintisiete de septiembre de dos mil once), el señor Juez Cuarto de lo Mercantil aún no le había
notificado al suscrito el auto por medio del cual me rechazó el recurso de apelación, pues como
he expuesto al inicio del presente escrito, ha sido hasta las catorce horas con cincuenta y seis
minutos del día viernes siete de octubre del presente año (cuatro minutos antes de la hora
señalada para la liquidación ordenada), que el citado tribunal inferior me notificó el auto en que
me rechazó la apelación.”
Por auto pronunciado a las diez horas con veintisiete minutos del día doce de octubre de
dos mil once, advirtiendo las suscritas que en el escrito de interposición del recurso de hecho bajo
el número de referencia 10-RH-11-4M, el apelante manifestó que la resolución dictada por el
Juez Cuarto de lo Mercantil de este distrito judicial, en donde declaró ejecutoriada la sentencia
era atentatoria de conformidad a los arts.1105 y 990 del Pr.C., es que se procedió a darle tramite
al presente recurso de queja por atentado, de conformidad al art.1103 Pr.C.
Posteriormente por auto pronunciado a las doce horas con veintiséis minutos del día doce
de octubre del presente año, agregado a folios 12 del incidente de queja, se tuvo por presentado y
parte en esta instancia al Doctor ROBERTO OLIVA, actuando en calidad de apoderado general
judicial de ASEGURADORA SUIZA SALVADOREÑA, SOCIEDAD ANÓNIMA, en contra de
las resoluciones dictadas por el señor Juez Cuarto de lo Mercantil de esta ciudad, el día veintidós
de agosto del año dos mil once, y el día veintisiete de septiembre de dos mil once, mediante la
cual se declaró ejecutoriada la sentencia dictada a las quince horas y dos minutos del día veinte
de mayo de dos mil once; y en la segunda, se señalo día y hora para llevar a cabo la liquidación
solicitada. Se admitió el recurso de queja por atentado interpuesto y se ordenó pedir informe al
señor Juez Cuarto de lo Mercantil de este distrito judicial, a fin de que lo rindiera dentro de
tercero día, de conformidad a lo establecido en el Art. 1107 Pr. C.
A folios 15 y 16 del incidente de queja, corre agregado el oficio número 1820, de fecha
diecisiete de octubre del presente año, por medio del cual el señor Juez Cuarto de lo Mercantil de
este distrito judicial, remitió el informe que le fuera solicitado por esta Cámara, respecto del
atentado a él adjudicado.
Por auto proveído a las catorce horas con cincuenta minutos del día veinte de octubre del
año dos mil once, agregado a folios 17 del incidente de queja, se ordenó correr traslado a la
parte recurrente a través del Doctor ROBERTO OLIVA, a fin de que se pronunciara respecto al
informe emitido por el señor Juez Cuarto de lo Mercantil de este distrito judicial.
Por escrito presentado a las quince horas con cuarenta minutos del día veinticuatro de
octubre del presente año, agregado de folios 19 al 21 del incidente de queja, el Doctor
ROBERTO OLIVA, evacuó el traslado a él conferido, respecto al informe presentado por el
señor Juez Cuarto de lo Mercantil de este distrito judicial y finalmente pidió que se continuara
con el trámite de ley.
Por auto proveído a las nueve horas con veintiocho minutos del día veinticinco de octubre
del presente año, agregado a folios 22 del incidente de queja, de conformidad a lo establecido en
el Art. 1107 Pr. C., se omitió abrir a pruebas el incidente que nos ocupa por considerarse
innecesario, en virtud de que el informe rendido por el señor Juez Cuarto de lo Mercantil y los
alegatos expuestos por el abogado recurrente, aportan los elementos suficientes para resolver el
recurso. En consecuencia, quedó en estado de pronunciarse sentencia definitiva.
II) Analizado que ha sido todo lo actuado, esta Cámara considera pertinente hacer las
siguientes consideraciones:
Desde el punto de vista jurídico, el término “atentar” debe entenderse como implantar o
ejecutar alguna cosa contra el orden o forma que disponen las leyes. Si se sentencia en contra de
las leyes, habrá nulidad de la sentencia, pero si se ejecuta o se emprende alguna cosa contra la
disposición de las leyes, habrá atentado.
El diccionario de la Real Academia de la Lengua Española dice al respecto: “Atentado es
el procedimiento abusivo de cualquier autoridad; y en sentido más estricto, el procedimiento de
Juez sin bastante jurisdicción, o contra el orden y forma que previene el derecho.”
Nuestro Código de Procedimientos Civiles, contempla como casos en los que podría
configurarse un “atentado” por parte de cualquier funcionario judicial, los siguientes:
a) Cuando se dicta cualquier providencia después de interpuesto el recurso de apelación,
si ésta no se refiere únicamente a admitir o denegar dicho recurso (Art. 990 Pr. C), excepto
cuando dicha providencia se dicte para concluir alguna diligencia ya iniciada por el Juez al
momento de presentarse el recurso de apelación, cuando se trate del apersonamiento al proceso
de un nuevo apoderado, o cuando se haya solicitado la confrontación de documentos agregados al
proceso.
Lo anterior pues, debe entenderse que el verdadero sentido de la ley, es el evitar que el
Juez dicte la sentencia o la ejecución de la misma, antes de que la causa hubiese sido conocida
por los tribunales superiores.
b) Cuando una vez admitida la apelación en uno o en ambos efectos, el Juez o Tribunal
dictare alguna providencia, pues a partir de ese momento, su única obligación consiste en remitir
el proceso al Tribunal de segunda instancia correspondiente (Arts. 1099 y 1100 Pr. C.).
El espíritu es el mismo, evitar que el Juez pronuncie o ejecute la sentencia, antes que
conozca del proceso la segunda instancia, excepto cuando nos encontremos ante lo dispuesto en
los Arts. 993, 997, 999, 1033 a 1035 Pr. C., es decir, cuando la resolución dictada ordene la
remisión del proceso original, cuando la resolución ordene entregar el proceso a quien debe
conducirlo, para lo cual deberá anotarse en él, el día y la hora de entrega, cuando la resolución
ordene extender certificación del proceso que solicite alguna de las partes y cuando la
resolución ordene declarar la deserción del recurso de apelación interpuesto, cuando por culpa del
apelante no se remitiese el proceso al Tribunal de segunda instancia correspondiente.
c) Existe también atentado, cuando se dicta la sentencia definitiva estando el proceso en
apelación en el efecto devolutivo, por una resolución anterior a la sentencia definitiva.
Ello pues, cuando se admite apelación en el efecto devolutivo, se debe remitir el proceso
original al Tribunal superior, conservando el Tribunal inferior jurisdicción para llevar adelante la
ejecución de sus providencias, para lo cual se quedará con una certificación del proceso, llevando
el mismo hasta el estado de pronunciar la sentencia y en ese estado esperará la resolución del
Tribunal superior sobre la interlocutoria apelada.
d) Asimismo se reputa atentatorio, el despojo que por providencia judicial se hace a
alguno de su posesión, sin ser citado ni oído con arreglo a derecho.
e) Serán atentatorias además, las providencias que expidieren los Jueces o Tribunales
respecto de algún juicio que estuviere pendiente ante otro Juez o Tribunal; la sentencia definitiva
dictada en el proceso o recurso en que estuviere pendiente una recusación; y las providencias o
actos dados por el inhibido de conocer en un proceso.
En el caso en estudio, el Doctor ROBERTO OLIVA fundamenta su recurso de queja, en
que el Juez a quo declaró sin lugar el recurso de apelación que interpusiera en contra de
sentencia
definitiva
pronunciada
en el
la
juicio, por no es tar autorizada ni acreditada su
intervención en el presente proceso en la calidad con la que pretende actuar, y en el mismo
declaró ejecutoriada la sentencia definitiva sin esperar el plazo legal para que su persona
interpusiera el recurso de hecho, regulado en los arts.992 y 1028 Pr.C.; así mismo sin haberle
notificado de la resolución citada, pronunció otra resolución en la cual señalaba día y hora para
llevar a cabo la liquidación.
Al analizar lo expuesto por el abogado recurrente, y el informe rendido por el juez a quo,
en el cual hace constar que por auto de fecha siete de octubre del presente año, se resolvió que
hubo un rechazo del recurso de apelación en contra de lo que dispone el art.1273 Pr.C. que
establece: “si no se legitimare la persona que parece en juicio, se decretará que legitimándose la
persona se proveerá”, por lo que, se razonó que frente a circunstancias como la presente, una vez
el profesional legitime su personería con la que pretende actuar, sería válido un pronunciamiento
de ése juzgador en cuanto a lo peticionado, para el caso, la respuesta al trámite del recurso de
apelación interpuesto, siendo que el mismo se interpuso dentro del término de ley; y, no
habiéndose cumplido con lo que establece el artículo en comento, se denegó el referido recurso al
tenor del art.1130 Pr.C., y se declaró NULO DE NULIDAD ABSOLUTA, el auto pronunciado a
las nueve horas quince minutos del día veintidós de agosto de dos mil once, que corre a fs.173 del
proceso; y, todo lo que fuera su consecuencia, por estar pronunciado contra ley expresa y
terminante; consecuencia de ello, es nulo el rechazo de dicho recurso, así como la ejecutoria de la
sentencia, y demás proveído (señalamiento de liquidación), por lo que, en el mismo auto se le
previno al referido profesional actualizar la personería con la que pretende actuar, a fin de dar
trámite a la apelación interpuesta, lo cual le fue notificado el día diez de octubre de dos mil once,
tal como consta en el acta de fs.190 del expediente.
Del informe rendido por el juez a quo, se puede constatar que no se cumple con los
supuestos establecidos en los arts.990, 992, 1100 y 1105 Pr.C., en el sentido, que la resolución
que declaraba sin lugar la apelación interpuesta y su ejecutoria ha sido declarada nula, y demás
proveídos, es decir, que también se ha declarado nula la resolución del señalamiento de
liquidación, por el Juzgado Cuarto de lo Mercantil de esta ciudad, por medio de auto de fecha
siete de octubre del presente año, y por el momento ha dejado supeditada su tramitación a que el
apelante legitime su personería, en consecuencia, es improcedente el recurso de queja por
atentado en virtud de que las dos resoluciones que se alegaban como atentatorias han sido
declaradas nulas por el juez A quo con anterioridad a la interposición del presente recurso, el cual
fue presentado el día diez de octubre de dos mil once y la resolución en que se declaraban nulas
fue dictada el día siete de octubre del presente año.
POR TANTO: Con base en lo expuesto, disposiciones legales citadas y de conformidad a
lo establecido en los Arts. 1107 parte final y 1109 ambos Pr. C., esta Cámara a nombre de la
República, FALLA: DECLÁRASE NO HA LUGAR EL RECURSO DE QUEJA POR
ATENTADO interpuesto por el Doctor ROBERTO OLIVA, actuando en calidad de apoderado
general judicial de ASEGURADORA SUIZA SALVADOREÑA, SOCIEDAD ANÓNIMA
que puede abreviarse ASESUISA, por las razones expuestas en la presente sentencia.
NOTIFÍQUESE y en su oportunidad, vuelva el juicio a su Juzgado de origen con
certificación de la presente resolución.
PRONUNCIADA POR LAS SEÑORAS MAGISTRADAS QUE LA SUSCRIBEN.
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