Review of scientific and regulatory approaches in establishing a Codex NRV values for -fatty acids based on eicosapentaenoic (EPA) and docosahexaenoic acid (DHA) acids Revisión de las aproximaciones científicas y regulatorias para establecer un VRN del Codex para ácidos grasos -3, basado en ácidos Eicosapentaeóico (EPA) y Docosahexaenóico (DHA) Federación de Rusia1 Esta revisión ha sido realizada por la Federación Rusa, como parte del programa de trabajo del eWG del CCNFSDU en VRN-ECNT para ácidos grasos omega-3. 1 Professor VA Tutelyan, Russia’s Codex Contact Point, The Russian Institute of Nutrition, Moscow 1 Introducción El rol biológico de los ácidos grasos omega-3 no puede ser sobreestimado. En humanos, la síntesis endógena de ácidos Eicosapentaeóico (EPA) y Docosahexaenóico (DHA) a partir de ácido alfa linolenico (ALA) es mínima, siendo entre un 0.01% y 8% de ALA convertido a EPA y menor aún a DHA [5]; así los niveles de ácidos grasos omega-3 en plasma y tejidos son determinados en gran medida por el consumo directo. Dado que EPA y DHA tienen varias funciones metabólicas, que no son replicadas por otros ácidos grasos, pueden ser vistos como ácidos grasos incondicionalmente esenciales. Los ácidos omega-3, también conocidos como n-3 PUFA (ácidos grasos poliinsaturados), son distintos por estructura química y fuentes de origen, siendo ejemplos clave ALA, y los ácidos grasos carbono 18 encontrados en varios alimentos de origen vegetal, EPA y DHA (compuestos por 20 y 22 carbonos, respectivamente). El último es considerado un ácido graso altamente insaturado y se encuentre en productos marinos (principalmente pescado y particularmente pescados grasos). El DHA también se encuentra en algas. Evidencia acumulada indica que EPA y DHA modulan procesos metabólicos e inmunes, y entregan beneficios de salud en áreas de enfermedades cardiovasculares (ECV), desarrollo neurológico y salud infantil. En particular, aumentar la ingesta de EPA y DHA reduce el riesgo de ECV. Un número de ensayos clínicos, estudios en animales, y estudios observacionales han demostrado que el aumento en la ingesta de pescado y pescados grasos mejora diferentes patologías inflamatorias. Se han reportado numerosos detalles sobre los mecanismos de cómo EPA y DHA modulan enfermedades crónicas [1,2,3,4]. Sin embargo, la dosis óptima de n3 PUFAs no ha sido acordada aún. El análisis de las aproximaciones para definir ingestas de ácidos omega-3 muestran que en años recientes ha habido una transición desde un enfoque de modelo de “adecuación nutricional” a uno de “prevención de enfermedades”. El principal objetivo del modelo de “adecuación nutricional” en el desarrollo de valores de referencia de ingesta, fue establecer un nivel mínimo de micronutrientes que es necesario para la prevención de una deficiencia clínica para más del 97% de la población de grupos de edad y género correspondientes. Por otro lado, el enfoque de “prevención de enfermedades” sugiere valores que también pueden tener efectos positivos en salud humana, incluyendo aumento de la resistencia total a factores ambientales adversos, y reducción del riesgo de algunas enfermedades relacionadas a nutrición [5]. Esencialmente el objetivo ahora no es sólo proveer al cuerpo humano con una cantidad mínima de un nutriente requerido, sino que proveer con una cantidad óptima que es requisito para un estado de salud óptimo. Más aún, una revisión de la ingesta diaria de referencia (IDA) ya no es basada únicamente en el hecho de que un nutriente sea esencial, sino que también en 2 que cierto nivel de ingesta puede reducir el riesgo de lo que se define como enfermedad crónica. Esta perspectiva es capturada, por ejemplo, en el concepto de rango aceptable de distribución de micronutrientes (AMDR) con un límite superior de menor valor. Esta aproximación de prevención de enfermedad fue utilizada en el Reporte IOM del año 2010 [31] sobre DRIs para vitamina D y calcio, que usó salud ósea y resultados de enfermedades crónicas no esqueléticas como indicadores. A pesar de que las enfermedades crónicas son el motivo del enfoque preventivo, las actuales DRIs tienen como objetivo cumplir los requerimientos de personas sanas, no individuos enfermos. Uno de los problemas que existen al definir ingestas óptimas para nutrientes está asociado con el hecho de que actualmente no existe terminología científica uniforme. Los siguientes ejemplos de términos son aplicados en la actualidad, en distintos países o por organismos diferentes: 1. De acuerdo a FAO/OMS el Estimated Average Requirements (EAR) es el nivel promedio diario de ingesta de nutrientes que se estima alcanza los requerimientos de una etapa de vida y grupo de género de la mitad de la población sana. El EAR es usado para definir el Recommended Nutrient Intake (RNI) que es el valor promedio diario de ingesta de nutrients en la dieta, suficiente para alcanzar los requerimientos nutricionales de casi un 97,5% de individuos sanos en una etapa de vida particular y grupo de género. El Upper tolerable nutrient intake (UL) es el nivel de nutrientes que no afecta de manera adversa la salud de la mayoría (97,5%) de las personas de un grupo de edad y género. 2. La Daily reference intake (DRI) refleja el valor de referencia que estima cuantitativamente la ingesta de nutrientes utilizada para planificar y evaluar las dietas de personas sanas. En los Estados Unidos, el Recommended Daily Allowance (RDA) es usado como equivalente del RNI. Para los nutrientes que no tienen un RDA establecido, el Adequate Intake (AI) como por ejemplo la ingesta diaria recomendada, basada en aproximaciones basadas de forma observada o experimental o estimaciones de ingesta de nutrientes por grupo de personas aparentemente sanas que son asumidas adecuadas, son utilizados. Los Estimated Average Requirements (EAR) and Tolerable upper intake (UL) de Estados Unidos son analogías de los EAR y UL de la OMS [32]. 3. En la Unión Europea, los Dietary Reference Values (DRV) son comúnmente usados. Los DRVs son un set completo de recomendaciones y valores de referencia, como ingesta de referencia poblacional, requisitos promedio, nivel adecuado de ingesta y umbral mínimo de ingesta. Los DRVs pueden ser usados, por ejemplo, como la base para los valores de referencia en etiquetado de alimentos, y para establecer guías alimentarias basadas en alimentos (FBDG). 3 Los DRVs pueden ser clasificados en tres tipos: • RNI – Ingesta de Referencia de Nutrientes (97.5% de los requisitos de la población se alcanzan) • EAR – Requisitos Promedio Estimados (50% de los requisitos de la población son alcanzados) • LRNI – Ingesta Nutricional Menor Recomendada (2.5% de los requisitos de la población son alcanzados) 4. En los países de la Unión Económica Euroasiática la ingesta adecuada recomendada, como se define por las “Normas de necesidades fisiológica de energía y nutrientes” de Rusia, como una cantidad promedio de los nutrientes esenciales requeridos para la implementación óptima de los procesos fisiológicos y bioquímicos consagrados en el genotipo humano. El valor numérico y las normas de nutrientes son las mismas para Rusia y para Bielorrusia. En Kazajstán, los requisitos nacionales son basados en normas FAO/OMS (2004) y en los DRIs de EEUU [6]. 5. Los Nutrient Reference Values (NRVs) del Codex Alimentarius son una serie de valores numéricos que están basados en datos científicos para objetivos de etiquetado nutricional y mensajes relevantes. Están compuestos de los siguientes (2) tipos de NRVs: Nutrient Reference Values - Requirements (NRVs-R) hacen referencia a VRNs que están basados en niveles de nutrientes asociados con requisitos nutricionales. Nutrient Reference Values - Noncommunicable Disease (NRVs-NCD) hacen referencia a VRNs que están basados en niveles de nutrientes asociados con la reducción del riesgo de enfermedades alimentarias no transmisibles, excluyendo deficiencias o desórdenes nutricionales [7]. En esta revisión, hemos evaluado las aproximaciones científicas más comunes para la evaluación de la ingesta de ácidos grasos omega-3, con el objetivo de ofrecer directrices dietarias para la promoción de la salud humana y la prevención de enfermedades crónicas. 4 Aproximaciones basadas en la evaluación de VRN de ácidos grasos omega 3 1. El índice Omega-3 El índice omega-3 es una medida de la proporción de ácidos grasos en las membranas de los glóbulos rojos que están hechas de los omega-3 EPA y DHA. Estudios han demostrado que el índice omega-3 es un factor de riesgo poderoso para las enfermedades crónicas. Un estudio demostró que el índice omega-3 era un factor de riesgo más fuerte para muerte cardíaca súbita que los factores tradicionales como colesterol, triglicéridos y proteína reactiva C [8]. El índice omega-3 fue definido en 2004 como el porcentaje de EPA+DHA en lípidos de glóbulos rojos. El nivel del índice de omega-3 es influenciado directamente por la ingesta de EPA y DHA: cada 4 gramos de EPA y DHA ingeridos en un mes, aumentaron el índice de omega-3 por 0,24 por ciento. El índice omega-3 también es influenciado por la edad (+0,50% por década), diabetes (-1,13% t), índice de masa corporal (-0,30% por cada tres unidades), género, actividad física, y un número de otros factores tales como estatus social o ingesta de alcohol [9]. Un rango objetivo de índice omega-3 fue sugerido entre 8 y 11%. Valores menores a esos predisponen a eventos cardiovasculares, especialmente muerte cardíaca súbita, como también a función cerebral subóptima, como tiempos de reacción prolongados o incluso depresión [10,11]. En un estudio clínico randomizado y cruzado realizado en Serbia, los participantes recibieron pescado oleoso (salmón) diariamente que proveía de 274 mg de EPA y 671 de DHA, durante un período de 8 semanas y separados por un período de “limpieza” de 6 meses, o un suplemento de aceite de pescado comercial, que proveía 396 mg de EPA y 250 de DHA por día. El resultado de las ingestas fue calificado por el conteo de la suma de EPA+DHA en las membranas celulares de glóbulos rojos. La suma de EPA+DHA aumentó significativamente en ambos grupos siguiendo las recomendaciones para pescado oleoso y de ingesta suplementos de aceite de pescado, en sujetos de mediana edad, sanos, con una condición de línea base baja de n-3 PUFA de cadena larga, a pesar de que los valores objetivo con índices omega-3 cardioprotectores óptimos, de más de 8%, no fueron alcanzados [12]. En Rusia, cardiólogos han usado el índice omega 3 para reflejar el contenido de ácidos grasos poliinsaturados en glóbulos rojos y cardiomiocitos de pacientes con enfermedad coronaria crónica tratados con suplementos de 1 gramo de ésteres etilo de EPA (46%) y DHA (38%). El valor total de ésteres etilo de omega3 PUFAs fue sobre el 90%. Luego de 6 meses de tratamiento, se observó un 5 aumento estadísticamente significativo del índice de omega-3 (de 21,1% del valor inicial, p<0.0001) en membranas celulares de glóbulos rojos. Para un paciente el índice excedió el 8% (bajo riesgo), para los demás 9 pacientes la media del índice omega-3 estuvo en el rango de 4.3 a 6.3%. El estudio demostró que el índice omega-3 servía como un marcador confiable que reflejaba el contenido de PUFAs omega-3 en el miocardio de pacientes con cardiopatía isquémica. Adicionalmente, se puede usar también como un factor de riesgo modificable para la probabilidad de complicaciones cardiovasculares. Otro estudio también concluyó que el índice omega 3 reflejaba el contenido de ácidos grasos poliinsaturados omega-3 en las membranas de cardiomiocitos de pacientes con ECV que pueden ser usados para evaluar la eficacia del tratamiento con ácidos grasos poliinsaturados omega-3 [13]. La siguiente tabla resume los niveles de ingesta usados en estudios con determinación directa de EPA y DHA en membranas celulares de glóbulos rojos. Fuente Estudio Serbio [12] Estudio Ruso [13] Dosis de ingesta de omega-3 y resultados Ingesta diaria de 945 mg de ácidos grasos omega-y y pescados grasos, o 646 mg de aceite de pescado comercial por un período de 8 semanas separado por un período de retiro de 6 meses. Ingesta diaria de un gramo de ácidos grasos omega-3 (840 mg de éster etilo de EPA (46%) y DHA (38%)) por 6 meses, demostraron que confiabilidad del radio del marcador de omega-3 que refleja el contenido de PUFAs omega-3 en el miocardio de pacientes con cardiopatías isquémicas. Notas No se alcanzaron los valores buscados con efecto cardioprotector de más de 8% de índice omega-3 Los valores objetivos con efecto cardioprotector óptimo del 8% de índice de omega-3 fue sobrepasado solamente por un paciente, las medias de los índices de omega-3 de los restantes 9 pacientes fueron entre 4.3 a 6.2%. 2. Estudios epidemiológicos basados en evaluación dietaria e investigación de largo plazo de reducción de riesgo de enfermedad Los valores establecidos por esta aproximación han sido basados generalmente en la relación inversa observada entre el consumo de PUFA n-3 de cadena larga (principalmente pescado y aceites de pescado) sobre distintos resultados de 6 salud, particularmente un mejor riesgo de enfermedad coronaria arterial. Para infantes y niños pequeños (6 a 24 meses de edad) se han hecho recomendaciones específicas para DHA, que van desde 70 a 100 mg por día, basado en la acumulación en el sistema nervioso central y sus efectos en la función visual durante el periodo de alimentación complementaria; y DGA adicional (100-200 mg/día) para mujeres embarazadas y en período de lactancia, para compensar la pérdida oxidativa del DHA dietario materno y la acumulación del DHA en la grasa corporal del feto/infante. Usando esta aproximación, en Australia la recomendación dietaria más alta para EPA y DHA (mayoritariamente como EPA y DHA o DHA por sí solo) para distintos subgrupos poblaciones ha sido establecida en 610 mg/día. En la Unión Europea, la recomendación más alta de EPA y DHA combinada para adultos y niños (250-500 mg/día) ha sido establecida basado en la reducción de riesgo ECV. En otros países/territorios, las recomendaciones dietarias de organismos nacionales e internacionales para PUFA de cadena larga n-3 (mayoritariamente como EPA y DHA) varían de 200 mg a más de 600 mg/día para adultos, y de 40 mg a 250 mg/día para infantes mayores de seis meses y niños y adolescentes [14, 15, 16,17,18]. Los resultados del meta-análisis global (1990-2010) [19] de encuestas dietarias de 187 países sobre PUFAs omega-3 revelaron una diversidad dramática entre naciones. El consumo de omega-3 específico por país variaba entre 5 a 3,886 mg/día (163 mg/día) para omega-3 de productos del mar; y menos de 100 a 5,542 mg/día (1,371 mg/día) para omega-3 de vegetales. El promedio global de consumo de omega-3 de productos del mar fue de 163 mg/día, con una variación regional tremenda (de <50 a >700 mg/día) y nacional (de 5 a 3886 mg/día). El consumo más alto fue identificado en naciones que son islas, tales como Maldivas, Barbados, Seychelles, Islandia y también Malasia, Tailandia, Dinamarca, Corea del Sur y Japón. El menor consumo fue para Zimbabwe, Líbano, el Territorio Ocupado Palestino, Botswana, y Guinea-Bissau. En 45 de 187 países el consumo promedio era ≥250 mg/día. Es destacable que 100 nacionales tenían promedios de consumo muy bajos (<100 mg/día), generalmente en África Sub-Sahariana y ciertas regiones de Asia, así como en África del Norte y Medio Oriente, representando sobre tres billones de personas. El promedio de omega-3 consumido de origen vegetal fue de 1371 mg/día, con un rango de 10 veces (302 a 3205 mg/día) entre regiones. Por país, el rango de ingesta fue entre <100 a >3000 mg/día. El consumo mayor fue cuantificado en Jamaica, China, Reino Unido, Túnez, Angola, Senegal, Algeria, Canadá y los EE.UU. Varias de estas naciones son productoras de linaza, tales como Canadá (que a su vez, tiene la mayor producción de canola), China y los EE.UU. Varias nacionales sudamericanas (Brasil, Uruguay, Paraguay y Argentina) también tienen mayor 7 consumo de omega-3 de origen vegetal, potencialmente dada la disponibilidad de semillas de chia que son altas en ácido α-linolenico, o también por consumo de frutos secos u otras semillas. Los consumos más bajos se encontraron en Israel, las Islas Salomón, Sri Lanka, Comoros, Santa Lucía y las Filipinas [19]. Los autores del meta-análisis no evaluaron las consecuencias de recibir omega-3 y no identificaron evidencia suficiente para establecer un nivel de ingesta óptima específica para prevenir enfermedades crónicas. Al ser comparadas con las directrices de la OMS, que sugieren que el promedio de consumo de omega-3 de origen vegetal de la población sea de ≥0.5% del consumo de energía, o ≥1100 para una dieta de 2000 kcal al día, 52 de los 187 países estaban dentro del rango. De los 135 países con menor consumo, 61 tenían ingestas <500 mg/día, sustancialmente menores a las recomendaciones actuales, representando a 800 millones de adultos o 17,8% de la población adulta mundial. La siguiente tabla resume el nivel de ingesta recomendada basada en estudios epidemiológicos. Fuente EFSA, [18] 2012 Niveles de Consumo global, regional y nacional de grasas y aceites en la dieta en 1990 y 2010 [19] Dosis de ingesta de omega-3 y resultados Para infantes y niños pequeños (6 a 24 meses de edad) para DHA el rango de 70-100 mg/día Para mujeres embarazadas y en período de lactancia, DHA adicional (200 mg/día) La recomendación dietaria más alta para EPA y DHA (mayoritariamente como EPA y DHA o solamente DHA) para distintos subgrupos poblacionales es de 610 mg/día (Australia) Las recomendaciones más alta para EPA y DHA combinados para adultos europeos y niños (250-500 mg/día). El promedio global de ingesta de grasas omega-3 de productos del mar fue 163 mg/día, con una variación regional tremenda (de <50 a >700 mg/día) y variación nacional (de 5 a 3886 mg/día). En 45 de los 187 países la ingesta promedio fue ≥250 mg/día, en línea con directrices actuales. 100 naciones tenían promedio Notas Estas recomendaciones han sido basadas de manera general en la relación inversa observada entre el consumo de n-3 LCPUFA (principalmente de pescado y aceite de pescado) en distintos resultados de salud, en particular un mejor riesgo de enfermedades arteriales coronarias. Las directrices de la OMS sugieren consumo promedio poblacional de omega-3 de origen vegetal de ≥0.5%E, o ≥1100 mg para una dieta de 2000 kcal/día. 52 de los 187 países llegaron a cumplir con estos requerimientos. Entre los 135 países con menor consume, 61 tenían ingestas <500 mg/día, sustancialmente 8 de consumo muy bajo (<100 mg/día), generalmente en África Subsahariana y ciertas regiones de Asia, así como en el Norte de África y Medio Oriente. El consumo promedio de omega-3 fue de 1371 mg/día, con un rango de variación de 10 veces (302 a 3205 mg/día) entre regiones. Por país, el consumo varió entre <100 a >3000 mg/día menores a las recomendaciones actuales, lo que representa 800 millones de adultos y 17.8% de la población adulta mundial. 3. Estudios de riesgo de muerte cardíaca súbita Meta análisis y revisiones sistemáticas de los estudios epidemiológicos mostraron que reducciones en muerte cardíaca súbita (SCD) por EPA+DHA fueron reportadas en valores entre 19% y 50% [20]. Estas cifras son apoyadas por reducciones en la mortalidad total entre 14-19%, dependiendo en la aproximación de medición y el momento del metanálisis y la revisión sistemática. La mayoría de las pruebas de gran intervención fueron llevadas a cabo usando 850 mg de esteres etilos de EPA+DHA por día. Cuando se factorizan los resultados de estudio epidemiológicos, algunos autores concluyen que una dosis diaria de 250 mg EPA+DHA por día, es efectiva en reducir el riesgo de muerte, mientras otros consideran dosis mayores a 500 mg/día para que esto ocurra [21,22]. El mayor estudio randomizado realizado a la fecha, fue JELIS, un estudio de cinco años que comparó 1,8 gramos de etilester de EPA (9326 participantes) con un grupo control (9319 participantes) de japoneses hiperlipidémicos. Los niveles de muerte cardíaca súbita y muerte coronaria no fueron diferentes entre grupos. En pacientes con historia de enfermedad coronaria arterial a los que se les dio tratamiento con EPA, los eventos coronarios mayores se redujeron en un 19% (subgrupo de prevención secundario: 158 [8.7%] en el grupo de EPA vs 197 [10.7%] en el grupo control; p=0.048). En pacientes que no tenían historia de enfermedad coronaria arterial, el tratamiento de EPA redujo eventos coronarios mayores por 18%, pero este hallazgo no fue estadísticamente significativo (104 [1.4%] en el grupo EPA vs 127 [1.7%] en el grupo control; p=0.132). Esto probablemente se produjo dados los altos niveles de EPA y DHA que tradicionalmente se consumen en Japón, y que se han encontrado en los glóbulos rojos de los japoneses. Por lo tanto, los resultados de JELILS más bien argumentan un efecto protector de niveles altos de EPA +DHA en glóbulos rojos, que en contra [23]. La información disponible para mortalidad cardíaca entrega una base para establecer DRI para EPA y DHA. Las ingestas actuales (aproximadamente 100 mg/día) no son suficientes, y es importante establecer mayores DRI para EPA y DHA con la finalidad de lograr beneficios de salud, particularmente en la 9 prevención de ECV. En el análisis de datos, 566 mg/día de EPA y DHA fue el promedio de ingesta asociado con la mayor reducción (37%) en mortalidad por ECV. Basados en estos datos, un IA de 566 mg/día podría ser considerado como ingesta de EPA y DHA. Sin embargo, si 566 mg/día es asumido como el requerimiento promedio, entonces ese valor se debería considerar como un EAR. El RDA podría ser calculado usando desviación estándar (224 mg/día). Dos desviaciones estándar sobre la EAR sería aproximadamente 1 g/día, que sería la cantidad de EPA y DHA esperado para cumplir las necesidades en la mayoría de los individuos sanos [5]. La siguiente tabla resume los niveles de ingesta recomendados basados en estudios de SCD. Fuente Dosis de ingesta de omega-3 y Notas resultados Estudio La mayoría de los grandes Meta análisis y revisions de ensayos e intervenciones sistemáticas de estudios EEUU., conducidas con 850 mg de epidemiológicos muestran 2009 EPA+DHA/día como éster etílico. reducciones en muerte súbita [21, 22] Cuando se factorizan los cardíaca por EPA+DHA de entre resultados de los estudios 19 y 50%. epidemiológicos, algunos autores llegan a la conclusión que una dosis diaria de 250 mg de EPA+DHA /día es efectiva, mientras otros consideran que son necesarias dosis mayores a 500 mg/día. JELIS 2007 [23] El mayor estudio randomizado a la fecha fue JELIS, un estudio de 5 años comparando 1,8 g de éster etílico EPA (9326 participantes) a ninguna intervención (9319 participantes) en japoneses hiperlipidémicos. El punto final primario combinado (SCD, infarto miocárdico fatal y no fatal, y otros eventos no fatales, incluyendo angina pectoral inestable, angioplastia, stenting, o bypass arterial coronario) fueron reducidos por 19 % Estudio EEUU, 2013 [5] Un análisis de dato, 566 mg/día La mayor reducción (37%) de de EPA y DHA fue el promedio de riesgo de mortalidad ECV en 50% ingesta asociado con la mayor de la población. reducción (37%) de riesgo de mortalidad por ECV en 50% de la población. Dos desviaciones estándar sobre la EAR sería aproximadamente 1 g/día, que podría ser la cantidad de EPA y DHA esperada para cumplir los requerimientos de individuos sanos. 10 4. Fuerza de la evidencia La recomendación de ingesta diaria de algunas autoridades está basada en la aproximación del “nivel del evidencia” en análisis de estudios clínicos y epidemiológicos de ingesta de ácidos grasos omega-3. El diseño del estudio y los puntos finales medidos afectan la fuerza de la evidencia. La primera vez que esta aproximación fue propuesta por el National Cancer Institute y que definió niveles de evidencia como un “sistema de ranking usado para describir la fuerza de los resultados medidos en un ensayo clínico o en estudio de investigación. El diseño del estudio (…) y los puntos finales medidos (…) afectan la fuerza de la evidencia”. El término fue usado por primera en 1979 en un reporte del “Canadian Task Force on the Periodic Health Examination” y dio como resultado sus directrices en el United States Services Task Force (USPSTF) en 1988 [24]. Esta aproximación fue usada por consultas de expertos del Comité Conjunto Consultivo FAO/OMS sobre Grasas y Ácidos Grasos en Nutrición Humana [25]. Los expertos acordaron los criterios a ser usados para juzgar los niveles y la fuerza de la evidencia requerida para concluir que grasas y ácidos grasos totales que afectan de mayor manera la salud y los resultados sobre la salud. Se decidió que el mismo criterio empleado en el reporte de “Dieta, Nutrición y Prevención de Enfermedades Crónicas”; reporte de una consulta a Expertos conjuntos FAO/OMS (OMS TRS 916, Ginebra, 2003), que había basado sus criterios en una versión modificada de los usados por el World Cancer Research Fund. Cuatro niveles de criterios fueron identificados: • Convincente • Probable • Posible • Insuficiente Evidencia convincente Evidencia basada en estudio epidemiológicos que muestran asociaciones consistentes entre exposición y enfermedad, con baja o ninguna evidencia de lo contrario. La evidencia disponible está basada en un número sustancial de estudios incluyendo estudios prospectivos observacionales y, cuando es relevante, estudios randomizados controlados de tamaño suficiente, duración y calidad que demuestra efectos consistentes. La asociación debería ser biológicamente plausible. Evidencia probable Evidencia basada en estudios epidemiológicos que muestran asociaciones bastante consistentes entre exposición y enfermedad, pero donde se perciben deficiencias en la evidencia disponible o alguna evidencia de lo contrario, que se opone a un juicio más definitivo. Estas deficiencias pueden ser cualquiera de las siguientes: ensayos sin duración suficiente (o estudios); ensayos insuficientes (o 11 estudios) disponibles; tamaños muestrales inadecuados; seguimiento incompletos. La evidencia de laboratorio generalmente da apoyo. De nuevo, la asociación debería ser biológicamente posible. Evidencia posible Evidencia basada básicamente en hallazgos de estudios de caso controlados y estudios de sección transversal. Estudios controlados randomizados insuficientes, estudios observacionales o ensayos controlados no-randomizados están disponibles. Evidencia basada en estudios no-epidemiológicos, como investigaciones clínicas y de laboratorio, es de apoyo. Más ensayos son requeridos para dar soporte a las asociaciones tentativas, las que también deberían ser biológicamente posibles. Evidencia insuficiente Evidencia basada en hallazgos de pocos estudios que son sugerentes, pero insuficientes para establecer una asociación entre exposición y enfermedad. Evidencia limitada o inexistente está disponible de ensayos controlados randomizados. Se requiere más investigación correctamente diseñada para dar apoyo a las asociaciones tentativas. Dado el escaso número de ensayos controlados randomizados sobre grasa dietaria y enfermedades crónicas o muerte, se acordó que sólo la evidencia de fuerza suficiente para ser “convincente” o “probable” podría permitir formular una recomendación dietaria. Basada en esta suposición, FAO/OMS recomendó una ingesta dietaria de ALA esenciales: > 0.5%E y AMDR (EPA + DHA): 0. 250 – 2 g/día [25]. El National Health and Medical Research Council (NHMRC) de Australia tiene sus propias aproximaciones con visón de futuro para clasificar los niveles de evidencia para las intervenciones clínicas (ver tabla) [26]. La siguiente tabla resume las recomendaciones de ingesta basadas en evaluación de fuerza de evidencia. Fuente OMS/FAO National Heart Foundation of Australia Dosis de ingesta de omega-3 y Notas resultados Esencial (ALA):> 0.5%E El número limitado de AMDR (EPA + DHA):0. 250 – 2 g/día. ensayos randomizados y controlados y única evidencia de fuerza suficiente para ser “convincente” y “probable”. Suplementación de n-3 PUFA marinos de 1000–4000 mg/día reduce niveles de triglicéridos séricos en 25–30% y aumentan los I nivel de evidencia de, por ejemplo, evidencia obtenida de una revisión sistemática de todos los 12 niveles de colesterol lipoproteína de alta densidad (HDL) en 1–3%. Una relación de dosis existe entre la ingesta de n-3 PUFA y disminución de niveles de triglicéridos séricos. En prevención secundaria, ≥ 850 mg/día de suplementación de n-3 PUFA marinos reduce riesgo de ECV. ensayos controlados randomizados relevantes. Evidencia obtenida de al menos un ensayo randomizado controlado apropiadamente Mortalidad por ECV y ≥1,800 mg/día diseñado. reducen los eventos coronarias mayores. En prevención secundaria una dieta con 2g/día de ALA disminuye el riesgo de ECV. 5. Aproximación basada en no-evidencia La posición de algunas autoridades nacionales sobre la ingesta de omega-3 no tiene justificación específica. Por ejemplo, en Rusia la ingesta de ácidos grasos omega-3 fue definida históricamente en 0.8-1.6 g/día o 5-8% de la ingesta diaria energética. Este nivel ha estado fijado en la regulación de alimentos de la Unión Aduanera y en las recomendaciones metodológicas nacionales de nutrición racional (MR 2.3.1.2432-08). Para algunos países la recomendación de ingesta de omega-3 tiene unión directa con otras Agencias. La recomendación de la Sociedad de Cardiología de India para ingesta de omega-3 EPA (460 mg) y DHA (380 mg) fue basada en información de la American Heart Association (AHA), el Instituto Nacional de Excelencia Clínica (NICE) y la Sociedad Europea de Cardiología (ESC), y recomendaciones de las autoridades de salud de Australia y Nueva Zelanda [27]. La Sociedad China de Nutrición ha establecido las Ingestas Dietarias de Referencia oficiales para EPA y DHA para adultos entre 250 mg a 2000 mg por día, lo que corresponde exactamente a las recomendaciones FAO/OMS (Interim Summary of Conclusions and Dietary Recommendations on Total Fat & Fatty Acids, WHO HQ, Geneva, 2008) [14,28]. Las Directrices brasileñas han convergido en recomendaciones consistentes para la población general, para consumir al menos 250 mg/día de ácidos grasos omega-3 de cadena larga, o al menos dos porciones semanales de pescados grasos, que no son basadas por evidencias específica sino que imita las recomendaciones de EFSA (European Food Safety Authority) [18, 29]. 13 Evaluación del umbral mayor de ingesta para omega-3 A la fecha, no se ha establecido un nivel máximo de consumo (UL, por sus siglas en inglés) para EPA y DHA por ninguna autoridad competente. Este nivel dice relación con el mayor promedio de ingesta de un nutriente que no presenta riesgos adversos para la mayoría de los individuos de la población general. En 1997, la US Food and Drug Administration (FDA, 1997) [18] concluyó que las ingestas totales (de la dieta y de suplementos) de EPA y DHA de hasta 3 gramos al día son generalmente reconocidas como segura (GRAS). Este valor fue establecido sobre la base de tiempos prolongados de sangría, aumento de glucosa sanguínea en ayuna en diabéticos Tipo 2 no insulino dependientes, y aumento de la concentración de colesterol LDL, particularmente en sujetos hipertrigliceridémicos o hipercolesterolémicos, a niveles altos de ingesta. En el año 2004 la FDA aprobó una combinación de EPA y DHA en la forma de ésteres de etilo, como una droga registrada para el tratamiento de la hipertrigliceridemia en pacientes adultos, en dosis de 4 g/día. No se reportaron efectos adversos significativos de la droga comparado con el placebo en estudios de intervención en humanos a esta dosificación. En el año 2005 el Instituto de Medicina de EE.UU. (IOM, 2005) [18] también evaluó la seguridad de n-3 LCPUFA y concluyó que los datos disponibles son suficientes para establecer un UL para EPA y DHA, a pesar de que para individuos con tolerancia a la glucosa alterados o diabetes tipo 2, además de individuos con hipercolesterolemia familiar que utilizaban anticoagulantes, se recomendaba el consumo cuidadoso de suplementos de EPA y DHA. Las bases de esta recomendación no están establecidas explícitamente. En mayo de 2009, la Agencia Federal Alemana de Evaluación de Riesgo (BfR, 2009) recomendó que no se debería superar el umbral de 1,5 g/día de EPA y DHA de todas las fuentes, y esta recomendación estaba basada en el riesgo de hemorragia reportada en un estudio con niños (Clarke et al., 1990). Algunas autoridades han reportado la no existencia de efectos adversos a niveles altos de entre 5 y 6 gramos al día [5]. En junio de 2011, el Comité Científico para Inocuidad Alimentaria de Noruega (VKM, 2011) realizó una evaluación de seguridad de n-3 LCPUFA de todas las fuentes. No se asoció ningún efecto adverso de manera clara con ingesta de EPA y DHA de hasta 6,9 g/día y no se estableció ningún UL [18]. El panel de Productos Dietéticos, Nutrición y Alergias de la Comisión Europea elaboró una opinión científica de Niveles Máximos de Ingesta Tolerables (UL) para n-3 LCPUFA EPA, DHA y ácido docosapentaenoico (DPA). Los datos 14 disponibles fueron insuficientes para establecer un UL para N-3 LCPUFA (de manera individual o combinada) para cualquier grupo poblacional. A los niveles de ingesta observados, el consumo de n-3 LCPUFA no ha sido asociado con efectos adversos en niños sanos o adultos. La ingesta suplementaria de largo plazo de EPA y DHA combinado de hasta 5 gramos diarios, aparentemente no aumentaba el riesgo de episodios de hemorragias espontáneas o complicaciones en la coagulación, ni afectaban la homeostasis de glucosa, la función inmune o la peroxidación lipídica, dada estabilidad oxidativa de n-3 LCPUFA garantizada. La ingesta suplementaria de EPA y DHA combinada a dosis de 2-6 gramos por día, y de DHA a dosis de 2-4 gramos por día mostraron inducción y aumento de la concentración de colesterol LDL en aproximadamente un 3%, lo que no tiene efectos adversos en el riesgo de enfermedad cardiovascular, mientras que EPA en dosis de hasta 4 gramos al día no tuvo efecto sobre el colesterol LDL. Ingestas suplementarias de EPA y DHA combinados en dosis de hasta 5 gramos por día, e ingestas suplementarias de EPA por sí solo en dosis de hasta 1.8 gramos por dia, no aumentaron las preocupaciones sobre la seguridad para adultos. Las recomendaciones dietarias para EPA y DHA basadas en consideraciones de riesgo cardiovascular para los adultos europeos estuvieron entre 250 y 500 mg/día. Los efectos adversos que han sido descritos en humanos, en asociación con altos niveles de ingesta de n-3 LCPUFA incluyen episodios de hemorragia, defectos en la función inmune, aumento de la peroxidación lipídica, y defectos en el metabolismo lipídico y glucosídico. Sin embargo, no se ha establecido un UL para EPA, DHA o DPA por ninguna autoridad competente [30]. La siguiente tabla resume los estudios de UL para LCPUFA Fuente Niveles máximos para ingesta de omega-3 y sus resultados Food and Drug EPA y DHA hasta 3 Administration g/día fueron (FDA), 1997 generalmente reconocidos como seguros notas Esta figura fue establecida sobre la base de aumento de tiempo de sangría, aumento de la concentración de glucosa en ayuno en diabéticos tipo 2 no insulino dependientes, y aumento de la concentración de colesterol LDL, particularmente en individuos hipertrigliceremicos y hipercolesteremicos, a niveles de ingesta altos. German Federal 1.5 g/día de EPA y DHA Esta recomendación fue basada en Risk Assessment de todas las fuentes el aumento de riesgo de Agency (BfR, hemorragias reportado en un 2009) estudio en niños (Clarke et al., 1990). 15 Norwegian Scientific Committee for Food Safety (VKM, 2011) Comisión Europea (EFSA), Panel de Productos Dietéticos, Nutrición y Alergias Ingesta de EPA y DHA No se identificó claramente un de hasta 6.9 g/día efecto adverso asociado a ingesta de EPA y DHA de hasta 6.9 g/día y no se pudo establecer un UL. Ingesta Suplementaria de largo plazo de EPA y DHA combinados de hasta 5 g/día Aparentemente no hay aumento del riesgo de episodios de hemorragias espontáneas o complicaciones vasculares, efectos sobre la homeostasis de glucosa y función inmune, o peroxidación lipídica, dada la estabilidad oxidativa de n-3 LCPUFA garantizada. Ingestas suplementaria de EPA y DHA combinadas en dosis de 2-6 g/día y de DHA en dosis de 2-4 g/día Inducen aumento en la concentración de colesterol LDL de aproximadamente 3%, que podría no tener efectos adversos en el riesgo de enfermedad cardiovascular EPA en dosis de hasta 4 No tiene efecto significativo sobre g/día el colesterol LDL Ingestas suplementarias de EPA y DHA combinadas en dosis de hasta 5 gramos por día, e ingestas suplementarias de hasta 1,8 gramos por día, no aumentan las preocupaciones de seguridad en adultos. Recomendaciones dietarias para EPA y DHA basadas en consideraciones de riesgo cardiovascular para adultos europeos, entre 250 y 500 mg/día Ingestas suplementarias No aumentan las preocupaciones de DHA por sí solo de de seguridad para la población hasta 1 gramo por día general. 16 Abbreviations n-3 PUFAs - ácidos grasos poliinsaturados omega 3 n-3 LCPUFA - n-3 ácidos grasos poliinsaturados omega 3 de cadena larga AMDR – Rango aceptable de distribución de macronutrientes AI – Ingesta adecuada ALA – ácido alfa linolénico CVD – Enfermedades cardiovasculares DRI – Ingesta diaria de referencia DHA - ácido docosahexaenoico DPA - ácido docosapentaenoico EPA - ácido eicosapentaenoico EAR - Estimated Average Requirements FDA - Food and Drug Administration-US NHMRC - National Health and Medical Research Council in Australia NRVs - Nutrient Reference Values NRVs-R - Nutrient Reference Values - Requirements NRVs-NCD - Nutrient Reference Values - Noncommunicable Disease RNI - Recommended nutrient intake RBCs – Células rojas de la sangre (eritrocitos) SCD -Muerte súbita cardiaca UL - Upper tolerable nutrient intake USPSTF - United States Preventive Services Task Force 17 References 1. 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