Resolución N° 278 – F° 304 – T° 6 Santa Fe, 15 de Diciembre de 2.008. Y VISTOS: Estos autos caratulados “ASOCIACION MUTUAL GENERAL SAN MARTIN C/ FORGIARINI, JUAN CARLOS S/ DEMANDA ORDINARIA” (Expte. Sala I N° 261 – Año 2008), originarios del Juzgado de Primera Instancia de Distrito en lo Civil y Comercial de la Séptima Nominación de Santa Fe, en virtud del recurso de apelación interpuesto a fs. 18/18 vto. contra el decreto de fecha 03/10/08 (fs. 17); y, CONSIDERANDO: Que la Asociación Mutual General San Martín por intermedio de apoderado interpone demanda ordinaria de cobro de pesos contra el Sr. Juan Carlos Forgiarini y por proveído a quo de fecha 03/10/08 (v. fs. 17) se dispone que atento lo establecido en el último párrafo del art. 36 de la ley N° 24240, modificado por Ley N° 26361, ocurra ante el Juzgado de la localidad de Godoy Cruz -Pcia. de Mendoza- que por turno corresponda. Que a fs. 18 interpone el apoderado de la actora recurso de revocatoria con apelación en subsidio contra el decreto de fs. 17. Sostiene el impugnante que la obligación que se demanda se origina en un contrato celebrado en la ciudad de Santa Fe, expresándose en el mismo que el domicilio de pago es el de la sede de la actora en calle San Martín N° 2686 de Santa Fe, surgiendo de la documental aportada que la deuda debía cancelarse en dicho domicilio. Es así que considera que no resulta de aplicación lo dispuesto en el art. 37 inc. b) de la ley 24240 ya que no se está en presencia de cláusula alguna que pudiese ser tildada de abusiva o que impusiese limitaciones o condicionare los derechos del demandado o dispusiese prórroga de jurisdicción. Que por proveído de fecha 15/10/08 (v. fs. 19) la juez a quo rechaza el recurso de reposición intentado, concediendo el recurso de apelación en subsidio interpuesto. Invoca como normativa aplicable lo dispuesto por el último párrafo del art. 36 de la ley 24240 -texto introducido por ley 26361- en cuanto dispone que será competente para entender en el conocimiento de los litigios relativos a contratos regulados por dicho artículo el tribunal correspondiente al domicilio real del consumidor, siendo nulo cualquier pacto en contrario; y el art. 65 de la misma ley en tanto consagra su rango de orden público y su aplicación en todo el territorio nacional. Agrega que sin perjuicio de las normas locales de distribución de competencia y siendo que el contrato cuyo incumplimiento dio lugar a la iniciación del juicio está comprendido dentro del art. 36 citado, la ley nacional prevalece sobre las normas provinciales resultando -en consecuencia- competente para entender en la causa el juez del domicilio del demandado. Por último agrega que informa a la normativa mencionada el principio del “favor debilis” para evitar provocar perjuicios innecesarios al contratante individual más débil. Que radicados los presentes en esta Sala expresa agravios el impugnante sosteniendo que las pautas atributivas de competencia, conforme lo normado por el art. 4 del CPCyC, contempla el lugar de celebración del pacto o contrato y/o el cumplimiento de la obligación a opción del actor. En el presente -sigue- el contrato en el cual se origina la obligación fue celebrado en Santa Fe y el domicilio de pago es la sede de la actora, también en la ciudad de Santa Fe. Agrega que no se trata de un contrato de adhesión ni de cláusulas predispuestas, ya que ni el lugar de contratación como el domicilio del cumplimiento de la obligación forman parte del formulario impreso sino que han sido completados en forma manuscrita; por lo que no luce de aplicación el art. 36 de la ley 24240 ni se está en presencia de cláusula alguna que pudiere ser considerada abusiva, impusiere limitaciones o condicionare los derechos del demandado o dispusiese prórroga de jurisdicción alguna. No hay duda alguna en orden a que la clara preceptiva contenida en la parte final del artículo 36 de la ley 24.240 de Defensa de Consumidores y Usuarios a partir de la reforma que la introdujera la ley 26.361 de abril de 2008 (al establecer que “Será competente, para entender en el conocimiento de los litigios relativos a contratos regulados por el presente artículo, siendo nulo cualquier pacto en contrario, el tribunal correspondiente al domicilio real del consumidor”) proscribe todo pacto que, en detrimento de los intereses de los consumidores y usuarios, contemple una cláusula contractual de prórroga territorial de competencia en favor del proveedor de los bienes o servicios. Es cierto que conforme las constancias de la causa no media en el sub lite un pacto expreso de tal naturaleza, ya que la entidad actora no ha convenido -dentro de la estructura del contrato de mutuo financiero que por adhesión y con cláusulas predeterminadas en copia obra glosado a fojas 13/15- prórroga alguna de Resolución N° 278 – F° 304 – T° 6 jurisdicción para la eventualidad de generarse acciones judiciales vinculadas al cobro del crédito, con lo cual no hay cláusula abusiva alguna que declarar ineficaz. No obstante ello, sí está claro que el domicilio real del tomador del mutuo se halla situado en la localidad de Villa Marini, , Godoy Cruz, Provincia de Mendoza (ver fojas 13), aun cuando el lugar de celebración del contrato y el de pago (en los términos del pagaré a la vista y sin protesto glosado en copia a fojas 15) sea el de esta ciudad de Santa Fe, sede de la entidad acreedora. A partir de allí, la actora apelante, interpretando que el artículo 4° del CPCyC santafesino permite al actor demandar -como alternativas- en el lugar de celebración del contrato, en el del domicilio del demandado o en el de cumplimiento de la obligación, y estando el primero y el tercero de esos parámetros de referencia situados en esta ciudad de Santa Fe, entiende que sin perjuicio de que eventualmente y en su momento el demandado, al comparecer a la causa , pudiera controvertir la competencia territorial, no cabe que de oficio la jueza declare esa repulsa de su atribución jurisdiccional, siendo que se litiga en base a “derechos transigibles”. Al respecto, no debe perderse de vista que el rango de orden público que informa la legislación consumerista (conforme la previsión del artículo 65 de la ley 24.240, que declara asimismo su aplicabilidad en todo el territorio nacional, y tal como esta Sala lo ha declarado oportunamente, ver al respecto fallos del 20.5.99 en la causa “Bica Cooperativa c/Trucco de Pacheco”, LL Litoral 1999-1122 y RRCyS, 1999-827 y del 30.04.02 in re “Amiun c/Busdrago s/ordinario”, Fallos 49-265; orden público que es caracterizable como de dirección y de protección, v. J. Mosset Iturraspe, “Defensa del Consumidor – Ley 24.240”, 2° Edición, Editorial RubinzalCulzoni, Santa Fe, 2003, pag. 212; así como J. Wajntraub, “Protección Jurídica del consumidor”, Lexis Nexis, Bs.As., 2004, pag. 295) torna prevalente la preceptiva actualmente vigente del artículo 36 “in fine” de dicho estatuto por sobre las reglas procesales locales, siendo que en la ley consumerista no se prevé aquella alternativa otorgada al actor por el artículo 4° del CPCyC santafesino, resultando así obligatorio demandar sólo ante el domicilio real del consumidor. Es cierto que antes de la modificación operada por la ley 26.361 a ese artículo 36 podía sostenerse válidamente que “...la competencia territorial -en las demandas consumeristas- queda determinada por las reglas de las normas generales y procesales del lugar donde se inicien las acciones... que en general podemos decir que serán las del lugar donde se encuentre la cosa objeto del acto de consumo, lugar donde se presta el servicio, el lugar del contrato, el domicilio del proveedor o el que se encuentre pactado en el contrato de consumo si existiere..” (“Cuestiones procesales en la ley de defensa del consumidor”, por Anibal M. Reyes Oribe y Francisco Javier Iraola, Revista de Derecho Privado y Comunitario, Editorial Rubinzal-Culzoni, Santa Fe, 1994, tomo 5, “Consumidores”, pag. 277). Pero pareciera no caber dudas que a partir que el legislador de 2008 expresamente impuso que sólo es válido demandar ante los tribunales sitos en el lugar del domicilio real del consumidor, tales opciones quedan pospuestas por la naturaleza prioritaria de la legislación de orden público que como tal deviene imperativa y argumentable de oficio. No debe perderse de vista que aún no mediando ninguna cláusula abusiva de prórroga de jurisdicción, si se interpretase que el hecho de demandar ante los tribunales con sede en otro lugar que el del domicilio real del consumidor implicaría sólo una mera propuesta del actor para que, si el demandado la acepta, se active tal desplazamiento de atribución jurisdiccional, se estaría no ante un pacto expreso sino tácito de prórroga, pauta admitida en general para otras relaciones jurídicas pero excluída legalmente en materia consumerista (así lo dispone el mismo artículo 36 de la ley 24.240 reformada, el que alude a la nulidad de cualquier pacto en contrario, expreso o tácito), de lo cual se deriva la validez de la repulsa oficiosa que dispusiera la a quo. Como señala Juan M. Farina comentando el artículo 65 de la ley consumerista en cuanto se autoproclama como de orden público (“Defensa del consumidor y del usuario”, Astrea, Buenos Aires, 2004, 3° Edición, pag. 630), los derechos de los consumidores y usuarios deben entenderse como “irrenunciables”, en la medida en que el rango tuitivo que dimana de dicho contexto normativo tiene correlato con el texto del artículo 42 de la Constitución Nacional, y de nada valdría protegerlos mediante una previsión microsistémica expresa si se pudieran admitir pactos o convenciones de cualquier rango que los distorsionaran. En tal virtud, el recurso de apelación interpuesto debe ser desestimado, confirmándose en todas sus partes la declaración oficiosa de incompetencia Resolución N° 278 – F° 304 – T° 6 dispuesta por la titular del Juzgado de Primera Instancia de Distrito en lo Civil y Comercial de la 7° Nominación de la ciudad de Santa Fe. Por ello, la SALA PRIMERA DE LA CÁMARA DE APELACIÓN EN LO CIVIL Y COMERCIAL DE SANTA FE, RESUELVE: Desestimar el recurso de apelación, confirmando el decisorio a quo en tanto declara su incompetencia territorial para conocer en la presente causa. Insértese, hágase saber, bajen. CORDINI SAUX GENESIO (En abstención) MARÍA CAROLINA MOYA (Secretaria a/c.) ABSTENCIÓN DEL DR. GENESIO: Habiendo tomado conocimiento de estos autos y existiendo votos totalmente concordantes de dos jueces, de conformidad al art. 26 de la Ley 10.160 y a la jurisprudencia de la Corte Suprema de Justicia de la Provincia, me abstengo de emitir opinión. GENESIO MARÍA CAROLINA MOYA (Secretaria a/c.)