La Filosofía del derecho en Kant. Un abordaje

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Renato Vasconcelos Magalhães (Juez) (Brasil)
La Filosofía del derecho en Kant. Un abordaje metafísico del Derecho
Trabajo publicado originalmente en portugués en la Revista Telemática de Filosofía del Derecho
http://www.filosofiayderecho.com/rtfd/numero2/kant2.htm
Traducción libre(*) realizada por
Dr. Miguel Angel Peña (Uruguay)
*Agradecemos la amable autorización de Roberto-Marino Jiménez Cano
Director de la Revista Telemática de Filosofía del Derecho
URL: http://www.filosofiayderecho.com/rtfd/
Sumario
I. Introducción
II. Desarrollo filosófico
III. La Filosofía Jurídica
IV. Conclusión
V. Bibliografía
I-Introducción
El presente trabajo busca, sin pretensiones, contribuir en el sentido de traer a la luz algunos tópicos
de la filosofía del Derecho en la obra de Immanuel Kant, haciendo que el legado jusfilosófico de
este "Copérnico" venga, de alguna forma, a contribuir no solamente al desenvolvimiento de la
problemática jurídica en cuanto cuestión esencialmente teórica, sino también en la aplicación del
Derecho en cuanto realización de lo justo, entendiendo tal concepto en la forma esbozada por
ROBERTO AGUIAR [1]
Debemos, inicialmente, situar a Kant dentro del panorama filosófico de su época para que podamos
tener una visión contextualizada de la importancia de su obra. Nacido en Koenisgberg, Alemania, el
22 de abril de 1724, y educado bajo el espíritu pietista(**) que caracterizaba el protestantismo
alemán de la época, en 1740 ingresa en la Universidad de Koenigsberg, dedicándose inicialmente a
la Teología y posteriormente a las Matemáticas, a las Ciencias Naturales y a la Filosofía. Pasados
algunos años, alrededor de 1770, es designado para la cátedra de Matemática, en la misma
Universidad, que más tarde cambiaría por la de Lógica y por la de Metafísica, enseñando durante 26
años y falleciendo el 12 de febrero de 1804.
II - El desarrollo filosófico
El filósofo de las tres críticas, como más tarde vendría a ser conocido, se inspiró para la
construcción de su sistema filosófico en las corrientes que, hasta entonces, predominaban: el
Racionalismo dogmático de DESTACARTES, LEIBNIZ Y ESPINOZA y el Empirismo escéptico
de BACON, HUME Y LOCKE. Los racionalistas creían que la búsqueda de las verdades absolutas
podría (o debería) ser hecha sin la intervención de los sentidos que, de cierta forma, obstaculizaban
el conocimiento y, por consiguiente, oscurecían la verdad. El conocimiento, para la doctrina
racionalista, sería fruto de una simple facultad, la razón.
ESPINOZA profesaba que "se encontrará la posibilidad de alcanzar las cosas particulares partiendo
del todo concreto, en que no habría más la dualidad de sujeto y objeto, pues en el todo estos dos son
idénticos" [2]. Partiendo de este raciocinio llegaríamos a la conclusión que el todo en la filosofía de
-2LEIBNIZ correspondería a la figura de Dios que, a través de su concepto, unificaría las ideas y sus
objetos, o que dispensaría la causalidad entre las cosas y el conocimiento. Por otro lado, los
empiristas acreditaban todo el éxito de sus investigaciones filosóficas a la experiencia. Cuanto más
próximo de los sentidos y, lógicamente, más distantes de la razón, más seguro sería el
conocimiento. Con los empiristas y, precisamente con BACON, no se colocaría más el problema del
conocimiento de la "cosa en si", porque el intelecto solamente conseguiría alcanzar, a través de la
experiencia, los fenómenos, aquello que se percibiría sensorialmente. De ahí el escepticismo de esta
corriente. Así para los empiristas, el conocimiento sería fruto de otra facultad, la sensibilidad.
Durante la primera parte de su actividad filosófica, que algunos autores acostumbran dividir en
cuatro [3], Kant se dejó llevar por el racionalismo dogmático siendo, más tarde, despertado de este
sueño a través del empirismo escéptico.
Ocurre que ninguna de estas corrientes, vistas aisladamente, respondería al ansia filosófica de Kant.
La primera corriente, al atenerse solamente a la razón humana, no consiguió crear una teoría que
explicase la propia razón como elemento incontestable de todo el conocimiento, como asevera
IRINEU STRENGER: "tejía una red metafísica y racional en torno del conocimiento de Dios, del
mundo y del alma humana, sin desarrollar una investigación indagando con qué derecho
desconfiaba ciegamente en la pura razón humana en asuntos que sobrepasan todos los límites de la
experiencia posible" [4]. Se creía en la razón como una fe. La segunda corriente, a su turno
afirmaba que todo el conocimiento partiría de la experiencia, con todo no formulaba principios
seguros que cimentasen su teoría: teniendo la matemática y la física verdades necesarias y
universales y siendo los datos de la experiencia contingentes y particulares, esa necesidad y
universalidad no derivaría de la experiencia, tendría otra fuente. ¿Cuál sería ésta? [5]
Es exactamente en este punto de su desarrollo filosófico que Kant aparece con sus tres Críticas,
haciendo confluir las doctrinas filosóficas, anteriores, procurando una respuesta al problema que
ahora se planteaba: cómo llegar al conocimiento sin caer en las antípodas del racionalismo y del
empirismo. La respuesta viene con la Crítica de la Razón Pura (1781), la Crítica e la Razón Práctica
(1788) y la Crítica del Juicio (1790). Con estas tres obras Kant procura tanto responder a una
filosofía especulativa, esencialmente teorética, como a una filosofía práctica.
Superficialmente, ya que nuestra intención no es precisamente esbozar la teoría filosófica de Kant,
sino solamente verificar la contribución de su pensamiento a la Filosofía del Derecho, nos
arriesgamos a comentar, en síntesis apretada, que dentro del sistema kantiano la razón pura habría
de ser un conjunto de concepto puros "a priori", deducidos por la razón de la experiencia, en cuanto
que la razón práctica debería abarcar los principios puros del ejercicio de la razón pura práctica en
el campo de la Moral y del Derecho.
Así, la doctrina del Derecho se encuentra inserta en la obra kantiana en la efectivización de la razón
práctica, que proporciona los principios básicos de sustentación de la metafísica de las costumbres.
Al justificar esta metafísica Kant asevera: "si un sistema de conocimiento 'a priori' por puros
conceptos se llama metafísica, una filosofía práctica, que no tiene por objeto la naturaleza, sino la
libertad de arbitrio, presupondrá y requerirá una metafísica de las costumbres" [6]
Vista como una síntesis de la sensibilidad y del entendimiento el conocimiento en Kant corresponde
a una correlación entre el sujeto y el objeto. "En esa relación los datos objetivos no son captados por
nuestra mente tal cual son (la cosa en sí) sino configurados por el modo con que la sensibilidad y el
entendimiento los aprehenden. Así la cosa en sí, el 'númeno', lo absoluto, es incognoscible. Sólo
aprehendemos el ser de las cosas en la medida en que se nos aparecen, esto es, en cuanto
-3fenómeno". [7] No conocemos la realidad esencial, apenas la manifestación fenomenológica de las
cosas, adaptándose éstas a nuestra facultad y no a la inversa (revolución copernicana). La
problemática del conocimiento en Kant es colocada de forma clara en la obra de HABERMAS:
"Con Kant, la tarea precursora de las posibilidades del conocimiento delimitó el alcance de la
ciencia -de la crítica- fundando una teoría del conocimiento inmune a la cuestión de la comprensión
del ser inscriptas en el indecible, indescifrable e ilimitado mundo metafísico. De esta forma la
filosofía se presume un conocimiento antes del conocimiento, abriendo entre sí y las ciencias un
dominio propio del cual se vale para pasar a ejercer funciones de dominación". [8] Veremos más
adelante que esta revolución copernicana opérase con Kant principalmente en la Ética. Créase, así,
un foso insalvable entre la "cosa en sí" y el fenómeno. En palabras de CARLOS LOPES DE
MATOS: "De los fenómenos hacia una realidad esencial hay un paso que no podemos dar en la
hipótesis del realismo mediato: esta realidad permanece siendo incognoscible. En conclusión,
apenas las ciencias tienen valor. La metafísica teórica se torna imposible, salvo rehaciendo las
verdades metafísicas por exigencia de la razón práctica: el deber supone un alma inmortal, la
libertad y Dios" [9]
.
Esta ruptura elaborada por Kant, colocando el 'ser' como intangible para el pensamiento humano,
viene a influenciar de forma explícita en el pensamiento jurídico de su época, ya que aquel
permanece prisionero de sus propias formas subjetivas de pensar, en cuanto que el "deber ser" se
impone a la voluntad humana. [10] Los filósofos del Derecho después de Kant pasan a posicionarse
en relación a éste reduciendo el Derecho a un mero 'deber ser', sin relación con el 'ser', como lo hace
brillantemente KELSEN [11], o buscando una salida para la superación de esta dicotomía, tentando
deducir el "deber ser" del "ser" ya que para Kant esto sería imposible: "Para Kant, pues, el 'deber
ser' no puede ser deducido del 'ser', no se asienta en la estructura del hecho, sino en la racionalidad
de lo Subjetivo". [12]
Solamente con HUSSERL, a través de la fenomenología jurídica, es que se va a superar la ruptura
kantiana, intentando relacionar los dos mundos separados, permitiendo una correspondencia entre el
'ser' y el 'deber ser', o más precisamente, entre el ser y el pensar. El Ego ahora, con HUSSERL, se
vuelve intencionalmente para los objetos individuales, colocándolos en paréntesis y, pudiendo de
esta forma captar el eido, la esencia ideal del objeto. Esta tentativa de superación de la dicotomía
kantiana, a través de la fenomenología de Husserl, repercute en el pensamiento jurídico,
especialmente en los trabajos del jurista alemán ADOLF REINACH [13] , que publicó un libro en
el cual el Derecho era tomado a través de una óptica fenomenológica. Queda como indiscutible, que
el pensamiento kantiano, además de haber contribuido originalmente al desenvolvimiento de la
filosofía del Derecho, despertó entre los juristas de la época y posteriores efervescentes discusiones
jusfilosóficas tanto en el sentido de depurar sus teorías, cuanto en la intención de superarlas.
A pesar de tener publicados trabajos anteriores es solamente con la CRITICA DE LA RAZÓN
PURA que Kant revela los tres puntos de su investigación filosófica: Qué puedo conocer? Qué
puedo hacer? Y qué me es permitido esperar? Para la esfera del trabajo que nos propusimos, la
segunda pregunta es la que asume forma relevante. Se trata de investigar la posibilidad de la
existencia de principios 'a priori' del actuar humano. Entretanto, esto es solamente posible en la
medida que exista una razón pura práctica, esto es, si la razón pura, puede ser, independiente de
cualquier motivo, práctica. Este estudio será el objeto de la CRITICA DE LA RAZÓN PRÄCTICA.
Antes de partir para La Crítica de la Razón Práctica, siguiendo el desarrollo lógico del pensamiento
kantiano, analicemos, aún superficialmente, la idea contenida en la Crítica de la Razón Pura.
En esta obra toda la investigación filosófica de Kant se vuelve para la correlación entre la
-4objetividad de la experiencia posible y las condicionantes 'a priori' y constitutivas propias del yo
puro o de la conciencia en general. MIGUEL REALE, en un artículo magistral, en la Revista
Brasileña de Filosofía, puntualiza: "Es sabido que una de las contribuciones fundamentales y
decisivas de Kant consiste en el reconocimiento de la función activa y constitutiva del espíritu, en
cuanto dotado de la facultad de síntesis ordenadora de los datos sensibles, para la determinación de
la experiencia y la constitución fenoménica de los objetos, poniendo en correlación necesaria la
'experiencia posible' con 'las condiciones lógicas de posibilidad' inherentes al sujeto cognoscente
considerado de manera universal, esto es, no como individualidad empírica, sino como 'conciencia
en general'". [14]
La teoría trascendental de Kant, que tiene por objeto el conocimiento humano, constituyó, en
verdad, un método que busca encontrar la posibilidad de juicios que vengan a revelar un
conocimiento universal y que no sea solamente un desdoblamiento del propio concepto, esto es, del
sujeto en el predicado. Así, se puede afirmar que para Kant trascendente no es lo que extrapola los
límites de la experiencia posible, sino lo que precede toda experiencia, tornando posible el propio
conocimiento de la experiencia. "Si el conocimiento fuese trascendente, conocería cosas externas; si
fuese inmanente, sólo conocería ideas (lo que hay en mi). Mas el conocimiento es trascendental, es
decir, conoce los fenómenos, las cosas en mi, lo que se me aparece como fenómeno". [15]
La Crítica de la Razón Pura fue escrita exactamente para determinar las posibilidades del
conocimiento y los fundamentos de su validez. En Kant la metafísica ontológica es sustituida por la
metafísica trascendental que no se vuelca más en el interés de conocer los objetos trascendentes, su
objetivo, con Kant, se encuentra volcada ahora para la estructura del sujeto trascendental y, en
último análisis, las propias formas y validez de su conocer. En la obra que comentamos, Kant define
los juicios 'a priori' y 'a posteriori', los juicios analíticos y sintéticos, que servirán de estructura para
el desenvolvimiento de toda su teoría.
El juicio 'a priori' constituye el conocimiento universal y necesario que no funda su validez en la
experiencia como es el caso de la matemática y de la física. Luego, los juicios 'a posteriori' tienen
en la experiencia su fundamento de validez.
Juicios analíticos son aquellos en que el atributo explícita lo que ya se encuentra en el sujeto
(ejemplo los cuerpos son extensos, la esfera es redonda). En estos casos el predicado ya se
encontraba contenido en el sujeto. Los juicios sintéticos, a su vez, tienen la particularidad del
atributo de añadir al sujeto algo que anteriormente no le pertenecía (ejemplo. La mesa es de madera,
la silla es pesada). Están, además, las categorías 'a priori' (espacio y tiempo) con las cuales el
entendimiento aprehende y conoce las cosas.
En los juicios sintéticos 'a posteriori' la experiencia me enseña que los atributos corresponden al
sujeto, con todo tales atributos, en razón de su propio fundamento, no pueden ser considerados
necesarios y universales. Por lo tanto, en los juicios sintéticos 'a priori' el atributo agrega algo al
sujeto, pero de una forma universal y necesaria. [16]
Ultrapasando la Crítica de la Razón Pura Kant se va a concentrar en la acción moral, la cual afirma
que solamente será posible si la razón pura fuera también práctica, o sea, si ella no dependiera de
ningún factor externo, a no ser de su propia fuerza interna. Este es el objeto del análisis de la Crítica
de la Razón Práctica que pasa a ser estudiada en la segunda fase del desenvolvimiento de su
filosofía y es precisamente en la razón práctica que se va a situar el nacimiento de toda la
concepción jurídica kantiana, desarrollada ulteriormente en la Metafísica de las Costumbres.
-5No se puede negar la influencia de ROUSSEAU en esta fase del desarrollo filosófico de Kant, así
como la fuerte educación pietista que recibiera cuando joven. Con Rousseau aprende que la
dignidad del hombre está fundada en su moralidad.
Como afirmáramos antes, la revolución copernicana realizada por Kant ocurrió sobretodo en la
Ética. El desarrollo de la filosofía moral desde SÓCRATES, que volviera los ojos para la praxis
humana en vez de los dioses [17], centralizábase principalmente sobre el objeto mientras que Kant,
revolucionariamente, pasa a visualizar el asunto sobre el enfoque del sujeto. Coloca la moral en
primera persona ocurriendo así, el proceso de interiorización del "yo". La filosofía se vuelve hacia
el propio conocimiento, colocándolo en jaque, cuestionando los fundamentos de validez del propio
pensar. La metafísica pasa a ocuparse del estudio del sujeto trascendental (filosofía trascendental).
III - La Filosofía Jurídica
La filosofía jurídica kantiana propiamente dicha tuvo su inicio en la Crítica de la Razón práctica
más es principalmente en la Metafísica de las Costumbres [18] que Kant profundiza su estudio
jusfilosófico. En esta obra el filósofo alemán retoma algunos conceptos ya discutidos en la Crítica
de la Razón Práctica y los profundiza. Sus principales preocupaciones y, por consiguiente,
contribuciones, son el desenvolvimiento paralelo de los conceptos de Derecho y moral, delimitando
sus campos y trazando sus características fundamentales y la idea de la coacción como nota esencial
del Derecho.
Kant observa en la primera parte de la Metafísica de las Costumbres que existe una doble
legislación actuando sobre el hombre, en cuanto consciente de su propia existencia y libertad: una
legislación interna y una legislación externa. La primera guarda relación con la moral (ética en el
sentido estricto), obedeciendo a la ley del deber, del fuero íntimo, en cuanto la segunda nos revela el
Derecho, con leyes que apuntan a la regulación de las acciones externas.
El paralelo entre moral y Derecho orienta toda la obra jurídica de este autor, teniendo la libertad
como punto nodal y telón de fondo de esta relación. Kant observa que el verdadero criterio
diferenciador entre moral y derecho es la razón por la cual la legislación es obedecida. Afirma que
la voluntad jurídica es heterónoma, puesto que es condicionada por factores externos de exigencia
de la misma, en tanto que la voluntad moral es autónoma, ya que el móvil de ésta es el deber por el
deber.
De esta forma la mera concordancia con la norma, independiente del móvil, encuéntrase en el plano
jurídico de la legalidad, en tanto que para el plano ético exige una concordancia con valores
internos independiente de las inclinaciones. RAYMOND VANCOURT, comentando la moral en la
visión kantiana, expone: "Puede acontecer, de hecho, que nuestras acciones estén materialmente
conformes con el deber, pero que las hacemos por intereses o inclinaciones: es lo que pasa con el
comerciante que vende al precio justo para mantener su clientela, o el hombre que ayuda a su
prójimo únicamente por simpatía. Comportándose de ese modo, ellos permanecen en el plano de la
legalidad. Ésta exige solamente que se actúe de acuerdo con la ley, importando poco las intenciones.
La moralidad exige más: que yo me adecue con el espíritu y la letra de la ley, que yo me adecue a
eso por respeto por ella" [19].
Nos resta una pregunta: por qué se actúa por deber (moral) y conforme al deber (jurídico) y no de
forma diversa? La Metafísica de las Costumbres tiene por objeto el estudio de los principios "a
priori" de la conducta humana. Comprender las condiciones a que está sometido el hombre,
-6liberadas de toda mezcla empírica y, dentro de estas condiciones, la voluntad, en la concepción
kantiana, la cual ocupa papel destacado en su filosofía, se vuelve constitutiva de la ética.
La voluntad, para Kant, constituye la propia razón pura práctica y siendo ella motivo propulsor de la
ética, sus principios son erigidos a la categoría de lo universal. En otras palabras, la moral que
estaba centrada en lo individual y subjetivo ahora, como la razón, se torna universal y objetiva. Con
todo, como asevera JOAQUIM SALGADO, esta ética para ser universal no puede tener su voluntad
dependiendo de una materia, necesita ser desprovista de contenido: "El acto moral tiene que nacer
de la propia voluntad que, concebida como desprovista de contenido y no determinándose por nada
de lo exterior, sino por sí misma es voluntad pura. Por eso ella misma crea la ley a la que se somete,
la cual no es dada de afuera por algún objeto aún cuando el mismo sea concebido como bien
supremo". [20]
Así, los principios de esta moral parten del propio sujeto, sin que pueda ser considerada subjetiva,
ya que no son dictados por la sensibilidad, se trata de conceptos derivados de la voluntad pura o "a
priori" de la razón. Al actuar sobre tal orden el hombre crea principios universales que deben ser
seguidos por todos. Actuando éticamente el hombre no actúa por sí mismo sino por toda la
humanidad. Introduce, por tanto, la existencia del deber como una forma "a priori" de la razón, que
se traduce en el imperativo categórico traducido por el en los siguientes términos: "obra conforme a
una máxima tal, que a la vez pueda servir de Ley universal" [21].
Concluimos, así, que la moral (ética en el sentido estricto) kantiana es visualizada bajo una óptica
puramente formal, sin prescripción de ningún contenido. El deber moral es formal (deber por
deber), actuando solamente por respeto al deber.
Por su parte y a diferencia de la legislación moral que tiene como principio fundamental el
imperativo categórico [22], en cuanto postulado de razón pura práctica, la norma jurídica tiene
como regla un deber exterior, imperio de una autoridad investida de poder coactivo.
No podemos olvidar que para Kant tanto el Derecho como la moral tienen su estructura de
justificación en la libertad [23] y que la diferencia entre una y otra reside en el hecho de que en la
moral la fuerza coactiva es interna y oriunda de la propia razón pura práctica en tanto que en el
Derecho es externa y propende a la garantía de la libertad del otro.
Respondiendo a la indagación anterior, Kant afirma que el deber se asienta en el principio de la
libertad, sin la cual aquel no sería posible. Aduce, aún, que el deber constituye una vinculación
humana a la ley. Entremezclados, se actúa de acuerdo con la ley moral, respetándola, solamente
cuando ésta es fruto de la propia voluntad y producto de la voluntad pura o de la razón pura
práctica. Para Kant deber moral y deber jurídico no se diferencia por la substancia.
Para la acción moral el hombre actúa por deber y para el Derecho conforme al deber y para ambos
casos el deber sólo es cumplido porque deriva de la voluntad como razón pura práctica, bajo el
imperativo categórico de la razón.
Retomando la doctrina del jurista alemán THOMASIUS, Kant afirma el carácter coactivo del
Derecho y toma éste como su nota característica. A diferencia de sus antecesores, coloca la coacción
como nota esencial del Derecho, trayéndola para dentro del Derecho. Por eso Kant habla de
coacción y no de coercibilidad. No sería más la facultad de coaccionar cuando alguien estuviese
actuando contrario al Derecho, sino que en toda estructura del Derecho la coacción estaría
inherente, como una malla intrínseca permeando toda la acción humana que se proyectase para el
-7exterior, ya que el Derecho sólo cuidaría de las acciones exteriorizadas, proyectadas para afuera del
ser humano (a contrario de la moral). Más tarde se afirmaría que el Derecho no cuida solamente de
aquello que se exterioriza, sino tomaría en cuenta el propio mundo de la intención. [24]
La pregunta que se plantea ahora es como la coacción entraría como nota característica del Derecho
si el concepto de libertad se encuentra subyacente a la idea de Derecho. Kant puntualiza que mi
acción será justa si puede convivir con la libertad del otro, según leyes universales y, contrario
sensu, sería injusta la acción del otro que me impide actuar de esta manera. Crea, así, el imperativo
categórico del Derecho como discurrir lógico del imperativo categórico de la moral: "Actúa
externamente de tal modo que el libre uso de tu arbitrio pueda coexistir con la libertad de todos
según una ley universal".
De esta manera, todo aquello que ejerce coacción a mi acción justa constituye un obstáculo a la
libertad, necesitando, así, de una coacción contraria y justa. Demuéstrase el propio carácter ético de
la coacción dentro del Derecho. "Más allá de eso, la coacción que el otro me ejerce, contraria a mi
acción justa, es un obstáculo a la libertad. El obstáculo al obstáculo de la libertad es justo, por
cuanto concuerda con la libertad según leyes universales. Así la coacción es conforme al Derecho, o
sea, Derecho y facultad de coacción significan una misma cosa". [25] Compatibiliza, por
consiguiente, la idea de coacción y libertad como siendo aquella no antagónica sino necesaria con la
idea de ésta.
En la búsqueda del concepto de Derecho, Kant afirma la imposibilidad de encontrarlo por la vía
empírica, solamente con la observación del derecho positivo. Para él el gran error de los juristas
hasta entonces, fue la búsqueda del concepto en la manifestación del Derecho, en cuanto legislación
positiva, cuando deberían haber ido atrás de aquello que era esencial. La búsqueda debería ser
hecha en los principios "a priori" de la razón pura práctica. Para Kant son tres los elementos que
componen el concepto de Derecho: "en primer lugar, este concepto hace referencia solamente a la
relación externa y, ciertamente, práctica de una persona con otra, en la medida en que sus acciones,
como hechos, puedan influenciarse recíprocamente; en segundo lugar, el concepto del Derecho no
significa la relación del arbitrio con el deseo de otros, por tanto como mera necesidad (bedürfnis),
como en las acciones benéficas o crueles, sino solamente con el arbitrio del otro; en tercer lugar, en
esta relación recíproca del arbitrio, el fin que cada cual se propone es el objeto que quiere, pero
solamente se pregunta por la forma en la relación del arbitrio de ambas partes, en la medida que se
considera únicamente como libre y con eso, acción de un poder conciliarse con la libertad de otro
según una ley universal". [26]
Acentúase el carácter típicamente formal del Derecho para Kant, independiente de contenido,
prescribiendo un complejo de condiciones a través de una libertad formal de arbitrios, para una
posible coexistencia de estos propios arbitrios.
Afirma, por fin, su concepto de Derecho: "El conjunto de condiciones bajo las cuales el arbitrio de
cada uno puede conciliarse con el arbitrio de los demás según una ley universal de libertad" y de
éste extrae su principio universal: "Una acción es conforme al Derecho cuando permite, o cuya
máxima permite, la libertad del arbitrio de cada uno coexistir con la libertad de todos según una ley
universal". [27]
IV – Conclusión
Dentro de aquello que inicialmente fue propuesto, o sea, traer al debate algunos puntos de la
filosofía Kantiana y su influencia para el Derecho, eran estas las consideraciones a hacer,
reconociendo que, complejo y extenso, el tema es fuente inagotable para todos los estudios de la
-8Filosofía y del Derecho, en tanto que la influencia de este filósofo germánico para la historia del
pensamiento humano fue inmensa. Sus ideas fueron decisivas en el surgimiento del idealismo
alemán. La relectura de su obra hecha por los neokantianos, la inspiración a movimientos
filosóficos como la fenomenología y el existencialismo ya atestiguarían el alcance del giro que
causaría este filósofo en el desarrollo de la filosofía moderna.
Además, su contribución a la Doctrina del Derecho fue inconmensurable. Profundizó y sistematizó
la teoría de Thomasius, describiendo un paralelo entre moral y Derecho. Introdujo en el concepto de
Derecho la idea de coacción, tomando ésta como nota característica de aquel. Sin mencionar que el
concepto de libertad y justicia no pueden ser hoy estudiados sin tener como norte la obra de este
pensador.
-----------------------------------------------V.- BIBLIOGRAFÍA
Aguiar, Roberto A. R. de, "O que é Justiça - Uma Abordagem Dialética", São Paulo, Editorial AlfaOmega, 1982.
Matos, Carlos Lopes de, "Vista Geral da Filosofia Moderna". Revista Brasileira de Filosofia, vol
XXXII.
Strenger, Irineu., "Temas de Formação Filosófica", São Paulo, De. Revista dos Tribunais, 1986.
Kant, Immanuel, "Critica da Razão Pura", Lisboa, Edit. Calouste GulbeKian, 1985
-"Fundamentação da Metafisica dos Costumes". Lisboa, Edit. 70
-"Prolegômenos a toda Metafisica futura que queira apresentar-se como Ciência". Lisboa, Edit. 70
-Critica da Razão Prática". Rio de Janeiro. Edit. Tecnoprint.
Vancourt, Raymond. "Kant". Lisboa, Edit. Edições 70.
Chueri, Vera Karan de; "Filosofia do Direito e Modernidade". Edit. JM, 1995.
Leite, Flamarion Tavares; "O Conceito de Direito em Kant". São Paulo, Edit. Cone.
Mendoça, Jacy de Souza; "Problemática Jurídico Filosófica Atual". Revista Brasileira de Filosofia,
Vol. XXI, fasc. 81.
Reale, Miguel; "Meditações Sobre a Experiência Ética". Revista Basileira de Filosofia. Vol. XVII,
faz. 68, out-dez/67
-"Lições Preliminares de Direito". São Paulo, Edit. Saraiva, 10a. Edição, 1983.
Martínez Paz, E.; "Influência de Kant Sobre a Filosofia Jurídica Contemporânea". Córdoba, 1925.
Oliveira, Samuel de; "O kantismo no Brasil". Revista Brasileira de Filosofia. Vol. XV, Fasc. 58.
-9Kelsen, Hans; "Teoria Pura do Direito". São Paulo, 1997, Trad. João Batista Machado, Edit. Martins
Fontes.
Salgado, Joaquim Carlos; "A Idéia de Justiça em Kant - Seu Fundamento na Liberdade e na
Igualdade". Minas Gerais. 1986. Edit. EDH-UFMG.
Bobbio, Norberto; "Direito e Estado no Pensamento de Emanuel Kant". Edit. UNB, 1995, 3a.
Edição.
Terra, Ricardo Ribeiro; "A Distinção entre Direito e Ética na Filosofia Kantiana". Porto Alegre.
Filosofia Política, 4a. Edic. L & Pm.
---------------------[**] Pietismo: movimiento religioso que pretendía la renovación cristiana considerando que hay que
comenzar a vivir como cristianos; valoraba sobre todo, la rectitud y el sentimiento religioso y no
creía necesario someterse a ninguna organización eclesiástica o mantener dogmas. De él quedaría
huella en las posturas mantenidas por KANT respecto a la moral y a la religión y su rechazo de los
ritos y prácticas religiosas.
NOTAS
[1] Aguiar, Roberto A. R. de, "O que é Justiça - Uma Abordagem Dialética", São Paulo, Editorial
Alfa-Omega, 1982, p. 27
[2] Matos, Carlos Lopes de, "Vista Geral da Filosofia Moderna". Revista Brasileira de Filosofia, vol
XXXII, pág. 408.
[3] Como observa IRINEU STRENGER la actividad filosófica de Kant se divide en cuatro grandes
períodos. El primero va hasta 1760 y en esta época Kant aún es racionalista y dogmático. Su
filosofía se desenvuelve dentro de los límites trazados por LEIBNIZ-WOLF, atrayéndolo, en esta
época, las ciencias naturales más que la metafísica pura. El segundo período va de 1760 a 1769, el
del empirismo-escéptico. En este período su mayor preocupación es la crítica al racionalismo,
analizando el valor de la lógica pura y llegando a la conclusión de que ésta nunca dará al
conocimiento la respuesta que se espera. Afirma, en este período, después de las lecturas de HUME,
haber despertado del sueño dogmático, que la razón jamás podrá descubrir el por qué de la
causalidad de la naturaleza y lo que se pueda saber al respecto, debe ser obtenido de la experiencia.
El tercer período, que va de 1770 a 1780, es un período de transición, en que profundiza su
pensamiento crítico. El cuarto y último período es el criticista, con la publicación de sus grandes
libros, que va de 1781 hasta su muerte. (Strenger, Irineu, "Temas de Formação Filosófica", São
Paulo, De. Revista dos Tribunais, 1986. Pág. 48-9)
[4] Strenger, Irineu, pág. 47
[5] Vancourt, Raymond. "Kant". Lisboa, Edit. Edições 70, pág. 19.
- 10 [6] Kant, Immanuel, "Critica da Razão Pura", Lisboa, Edit. Calouste GulbeKian, 1985, p. 87
[7] Leite, Flamarion Tavares; "O Conceito de Direito em Kant". São Paulo, Edit. Cone, pág. 30.
[8] Habermas, Jürgen. "Consciência Moral e Agir Comunicativo". Chueri, Vera Karan de, "Filosofia
do Direito e Modernidade". Edit. J.M. 1995, p. 15-16
[9] Cf. Mattos, Carlos Lopes de, cit. Pág. 408
[10] La voluntad aparece en la obra kantiana desempeñando un papel fundamental. Ella es la propia
razón pura práctica, pudiendo la libertad ser explicitada a partir del concepto de voluntad. Ella es,
por consiguiente, "la facultad de desear no en relación a la acción como arbitrio (Wilkür)-, sino em
relación al fundamento de determinaciónn del arbitrio". (Op. Cit., pág. 47)
[11] "Del hecho de que algo es no puede seguirse que algo debe ser, así como del hecho de que algo
debe ser no puede seguir que algo es. El fundamento de validez de una norma tan solo puede ser la
validez de otra norma". (Kelsen, Hans; "Teoria Pura do Direito. São Paulo, 1997, Trad. João Batista
Machado. De. Martins Fontes, pág. 215)
[12] Salgado, Joaquim Carlos; "A Idéia de Justiça em Kant - Seu Fundamento na Liberdade e na
Igualdade". Minas Gerais. 1986. Edit. EDH-UFMG. Pág. 175.
[13] Sostiene REINACH que el conocimiento jurídico se procesa exactamente como se propone en
la gnoseología husserliana: el pensamiento está intencionalmente vuelto hacia las vivencias
determinadas del mundo jurídico (son las experiencias del Derecho Positivo o las situaciones
jurídicas concretas); poniendo entre paréntesis, desconectado esta realidad empírica del Derecho, la
inteligencia capta el Eidos jurídico, los conceptos jurídicos, que son estructuras ontológicas
inmanentes y 'a priori', condicionantes de la experiencia particular". (Mendoça, Jacy de Souza;
"Problemática Jurídico Filosófica Atual". Revista Brasileira de Filosofia, Vol. XXI, fasc. 81, pág.
53)
[14] Reale, Miguel; "Meditações Sobre a Experiência Ética". Revista Basileira de Filosofia. Vol.
XVII, faz. 68, out-dez/67, pág. 382
[15] Martínez Paz, E. "Influência de Kant sobre a Filosofia jurídica contemporânea", Córdoba, 1925
[16] Lo que tiene de necesario y universal en el conocimiento es oriundo de su propia razón, de sus
estructuras intrínsecas, que son las condiciones 'a priori', trascendentales buscadas por Kant.
[17] "Sócrates realiza también el pasaje del 'logos' mítico de las narraciones cosmogónicas,
teogónicas y heroicas, que constituyen modelos indiscutibles de comportamientos en la esfera de la
praxis, para el 'logos' epistémico, como discurso que demuestra por medio de los hechos o de la
razón, de modo reflexivo o crítico". Cf. Salgado, Joaquim Carlos, cit. pág. 148
[18] que se divide en dos partes: La Doctrina del Derecho y la Doctrina de la Virtud.
[19] Cf. Vancourt, Raymond. Cit. P. 33. Kant fue acusado por algunos filósofos de su época de
exceso de rigorismo, como fue el caso de SCHILLER.
[20] Cf. Salgado, Joaquim Carlos, cit. pág. 159.
- 11 [21] Conjuntamente con este imperativo categórico Kant nos ofrece otras dos formas: "Obra de tal
manera, que la persona humana, ni en tí, ni en otras, sea tomada nunca como un simple medio, sino
como fin". Y aún "Obra de tal manera, que tu voluntad sea fuente de legislación universal".
[22] "actúa como si la máxima de tu acción se debiera transformar, por tu voluntad, en ley universal
de la naturaleza".
[23] "Justa es solamente la acción, bajo cuya máxima la libertad de arbitrio de cada uno puede
coexistir con la libertad de todos. La libertad es la condición de toda vida moral y, por lo tanto,
también del derecho. Ningún derecho y ningún deber tiene su origen en otra cosa si no en la
libertad: von der alle morallische Gesetze, mithin alle Recht, sowohl als Pflichten ausgehen".
Salgado , Joaquim Carlos, cit. pág. 253.
[24] "Por otro lado si bien es cierto que el Derecho solamente aprecia la acción en cuanto se
proyecta en el plano social, no es menos cierto que el jurista debe apreciar el mundo de las
intenciones. El fuero íntimo es de suma importancia en la Ciencia Jurídica". Reale, Miguel. Lições
Preliminares de Direito. São Paulo, Ed. Saraiva. 10ª edição. 1983, p. 55.
[25] Kant, Imannuel. Princípios Metafísicos da Doutrina do Direito. Apud, Leite, Flamarion
Tavares. Cit. p. 37
[26] Kant, Imannuel, "Principios Metafisicos da Doutrina do Direito". Leites, Flamarion Tavares,
cit. pág. 68-69
[27] Cf. Leite, Flamarion Tavares, cit. pág. 70
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