Crecimiento potencial del sector salud México Por Luis de la Calle1 El sector salud es una de las principales actividades económicas en México y, sin duda, uno de los de mayor crecimiento posible. Existen razones estructurales que permiten prever un incremento en la participación del sector salud en el PIB y una mayor asignación de recursos de la sociedad con estos fines. Los principales motores del crecimiento del sector residen no sólo en la posible expansión de la economía mexicana, sino en consideraciones desde el punto de vista de la demanda del sector. Desde el punto de vista de la demanda, la transición demográfica y la transición epidemiológica constituyen las principales fuentes de crecimiento del sector salud. Estas dos transiciones sumadas al incremento del poder adquisitivo de las familias y del Estado, producto de un mejor desempeño económico, y de una pirámide demográfica más favorable, implican que la sociedad contará con mayores recursos para invertirlos en los servicios de salud. Queda todavía por verse cómo la sociedad y el gobierno asignarán los crecientes recursos del sector salud en términos de su sufragio y las instituciones proveedoras de los mismos. Si la economía mexicana va a ser una de las más grandes del mundo en las próximas décadas, en algún momento debe acelerar su crecimiento promedio o el INEGI debe corregir (como lo ha hecho ya en el pasado) sus datos históricos, o el peso debe experimentar una apreciación sostenida, o todas las anteriores, o una combinación de ellos. La clave para el crecimiento de la economía, con una demografía favorable en relación a otras economías y una estabilidad macroeconómica muy superior al promedio, es no cometer errores graves de política pública e implementar reformas que incrementen la competitividad. Ante la expectativa de un mercado mucho más extenso, en una economía más grande, es muy importante, desde el punto de vista de una empresa, conseguir 1 Ex subsecretario de Negociaciones Comerciales Internacionales en la Secretaría de Economía y actualmente Director general y socio fundador de De la Calle, Madrazo, Mancera, S. C. (CMM). un posicionamiento temprano con el objeto de poder capturar el crecimiento cuando se dé y no llegar tarde a una economía de mayor tamaño pero con más competencia. Además de la inversión presente para capturar el crecimiento potencial futuro, ante un crecimiento modesto, lo más importante es ganar participación de mercado para poder crecer más rápidamente que el promedio de la industria. Esto implica un mayor esfuerzo de comercialización y posicionamiento del desarrollo de un portafolio atractivo de productos y de la exploración de nuevos nichos y segmentos de mercado. Por otro lado, aun si la economía mexicana tarda en alcanzar altas tasas de crecimiento, es claro que los mexicanos van a dedicar una mayor proporción de su gasto (y del gasto del gobierno) al sector salud por razones epidemiológicas, demografías y de poder adquisitivo. Finalmente, también hay que considerar el efecto sustitución que tendrá el incremento en el uso de genéricos y el alcance del Seguro Popular. A primera vista, puede preverse que la proliferación de genéricos y la posibilidad de acudir al Seguro Popular representan una disminución del gasto familiar de bolsillo para servicios de salud. No obstante, el abastecimiento de las medicinas puede incrementar la demanda de servicios de salud: por un lado, si son complementarios y por otro, si se da un efecto positivo en el ingreso que incremente la demanda del sector. Un fenómeno similar puede suceder en el Seguro Popular: aumentan la demanda de servicios de salud por complementariedad y por efecto ingreso. Esto querría decir que el gasto de bolsillo podría bajar menos que proporcionalmente que los ahorro para genéricos y/o Seguro Popular. En resumen, las consideraciones de demanda y de crecimiento económico permiten prever un sector salud más grande en la economía mexicana, y por lo tanto una expansión del sector farmacéutico. 1.1 Gasto en Salud En relación al gasto en salud, las características asociadas a este sector dependen principalmente de: a) el aumento en la esperanza de vida y una mayor edad promedio de la población; b) la transición epidemiológica a enfermedades crónicas más costosas de tratar; y c) la tasa de crecimiento de los costos médicos, independientemente de la enfermedad de que se trate. Se prevé que la esperanza de vida continúe incrementándose en el mediano plazo, lo cual aumentará el gasto en salud. La expectativa de vida en México en el 2013 es de 74.5 años de acuerdo con la CONAPO, misma que proyecta que para 2020 llegaría a 75.7 años. Es complejo cuantificar el incremento en los gastos de salud asociados a la transición epidemiológica de enfermedades mayoritariamente infecciosas y de bajos costos a enfermedades crónicas, degenerativas, o costosas como son la diabetes, el Alzheimer y el cáncer. A pesar de esto, es necesario considerar que ello implicará un mayor gasto en el sector de salud hacia adelante. En los Criterios Generales de Política Económica 2014 elaborados por el Poder Ejecutivo establecen que el Fondo Monetario Internacional (FMI) estima que el gasto público en salud en México aumentará de 3 por ciento del PIB en 2011 a 4.2 por ciento en 2030 y a 5.6 por ciento en 2050, equivalente a un cambio de 1.2 y 2.6 puntos porcentuales, respectivamente. El aumento en el gasto en esta materia se explica, principalmente, por los cambios asociados a la transición demográfica que se observan a partir de una mayor expectativa de vida de la población, que representa el 60 por ciento del aumento, y por el incremento en el costo de los programas de seguridad social, especialmente el caso del IMSS y del Seguro Popular. Sin embargo, cabe destacar que el estudio no contempla el efecto de la transición epidemiológica, lo que podría aumentar el costo promedio de los programas. En cuanto al sistema de pensiones, las proyecciones del FMI indican que el gasto del sector público federal se incrementaría de 2.4 por ciento del PIB en 2011 a 3.6 por ciento del PIB en 2030 y 4.2 por ciento del PIB en 2050. En específico, considera un aumento de 0.7 por ciento del PIB en el gasto relacionado al sistema de pensiones del IMSS y de 0.5 por ciento del PIB para el ISSSTE entre 2011 y 2050. 1.2 Descripción de la ENIGH Con el objetivo de estudiar y tratar de entender la dinámica del gasto privado en cuidado de la salud es importante revisar los patrones de gasto de los hogares para los distintos niveles de ingreso en el país. La mejor fuente es la Encuesta Nacional de Ingreso Gasto de los Hogares (ENIGH) que el INEGI lleva a cabo cada dos años. El objetivo de la ENIGH es obtener información sobre el monto, procedencia y distribución de los ingresos y gastos de los hogares. 1.3 Descripción de las variables de salud de la ENIGH La ENIGH realiza cuestionario a decenas de miles hogares sobre sus niveles de ingreso, la distribución de su gasto, el cambio a activos y pasivos, así como información de un conjunto de variables ligadas a la salud: afiliación a instituciones, acceso a sistemas de salud, frecuencia de atención, padecimientos, compra de medicamentos y otros. La estructura del gasto para los diez niveles de ingreso (deciles) de la ENIGH permite desarrollar un análisis estadístico para entender y predecir patrones futuros de comportamiento de consumidores de servicios de salud. En la medida en que el nivel de ingreso de los hogares sube, puede suponerse que el patrón de consumo replicará el nivel actual de los estratos superiores para cada decil. Es decir, el mejor predictor para el patrón de consumo por el primer decil (el más pobre) es el del segundo; para el segundo es el del tercero y así sucesivamente. De esta manera, al suponer el ritmo de mejora de un decil al otro, con base a un supuesto de crecimiento de la economía, se puede obtener patrones de gasto futuro para el sector salud, de manera aproximada. La ventaja de hacer las proyecciones de esta manera es que los deciles superiores no sólo cuentan con mayores niveles de ingreso que resultan en patrones de consumo de cuidados de salud más altos, sino que también se encuentran en un proceso más avanzado en términos demográficos y epidemiológicos. 1.4 Deciles superiores como predictores del patrón de gasto del resto de los deciles La distribución del gasto en cuidados de salud se compone de los siguientes rubros de acuerdo a la ENIGH: servicios médicos, medicamentos recetados, atención hospitalaria (no incluye parto), servicios médicos y medicamentos durante el embarazo, servicios médicos durante el parto, medicamentos sin recetas y material de curación, medicina alternativa, aparatos ortopédicos y terapéuticos y seguro médico. La información que se concentra como “cuidados de la salud”, comprende todos los gastos realizados por los integrantes del hogar que son dedicados a la salud e incluye desde el pago de honorarios de servicios profesionales hasta la hospitalización, pasando por la adquisición de medicamentos y la realización de análisis clínicos, entre otros. Las variables que incorpora son las siguientes: Atención primaria Atención hospitalaria Medicamentos La medición del ingreso por medio de encuestas es imperfecta y siempre hay un sesgo de subestimación que puede incluso subir en el contexto de una crisis. Existe una amplia literatura que confirma el subreporte del ingreso y gasto en encuestas a los hogares. La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) recomienda un ajuste para hacer los resultados de las encuestas congruentes con cuentas nacionales. Para el caso de México, se estima que el ingreso corriente total de los hogares en 2008 representaba el 49 por ciento del ingreso disponible de los hogares, según cuentas nacionales, y que en 2010 el 48 por ciento. Es decir, un subreporte de 51 por ciento y 52 por ciento, respectivamente. Las cifras ajustadas de ingreso siguiendo la recomendación de CEPAL implican un nivel mucho menor de pobreza que el reportado, así como patrones de gasto más altos. Con base en el análisis de la ENIGH 2008, 2010 y 2012, se elaboraron dos escenarios: base y optimista. El primero de ellos contempla crecer a una tasa constante del 3.5 por ciento de 2013 hasta el 2030; mientras que el escenario optimista considera un crecimiento del 5.0 por ciento durante el mismo periodo. Con el objeto de llevar a cabo la extrapolación de patrones de consumo hacia el futuro, se calculó el gasto de los hogares en cuidados de la salud y todos sus componentes en términos nominales para 2008, 2010 y 2012 por decil. Esta información fue corregida para anualizarla (la ENIGH gasto trimestral) y para tomar en cuenta la subestimación que reporta la CEPAL sobre la ENIGH. Con base en esto se obtuvieron las proporciones para cada rubro de gasto en cuidados de salud y para cada decil respecto del PIB. Esto permite saber que los deciles superiores gastan mucho más que los inferiores en cuidados de salud como proporción de su ingreso. Así en la medida que la economía crezca y el bienestar de los hogares mejore puede esperarse que el gasto en salud suba como proporción del PIB a niveles similares a los que dedican hoy en día los deciles superiores. El escenario base proyecta un crecimiento de la economía mexicana de 3.5 por ciento para los próximos años. Con el objeto de incorporar en la estimación el cambio a favor de los patrones de consumo de bienes y servicios de salud, producto de la mejora de los niveles de vida de los hogares y el cambio demográfico y epidemiológico, se utilizan los deciles superiores de la ENIGH como predictores del patrón de consumo futuro. Si se supone, por ejemplo, que en 2030 el patrón promedio de consumo de los hogares mexicanos será igual al patrón actual (el promedio de 2008, 2010 y 2012) de los deciles VI, VII, VIII, IX y X, se puede estimar el crecimiento de los distintos rubros de gasto en cuidados de la salud, para el conjunto de los hogares. Para poder tener el patrón de consumo que hoy reportan los deciles VI, VII, VIII, IX y X en el escenario base, el gasto requiere crecer en 6.51 por ciento por año en el rubro de cuidados a la salud; y para alcanza el nivel del decil X se requerirá crecer al 10.84 por ciento por año. Estos porcentajes de crecimiento deben darse de manera constante durante la línea de tiempo establecida para poder alcanzar el nivel de gasto que tienen actualmente los deciles más favorecidos del país. Esto sólo será posible si la economía del país crece constantemente. Lo anterior podría suponer que durante los próximos años, el gasto de salud de los hogares mostrará un crecimiento significativo que podría verse reflejado en un mayor gasto en salud que se destinaría para contar con nuevos tratamientos que antes no hubiese considerado el paciente, o para tener acceso a nuevos medicamentos, o para una mayor cultura de prevención y seguimiento. Por lo anterior, se puede suponer que los deciles más bajos van a distribuir más ampliamente su gasto, al igual que los deciles más altos. El segundo escenario más agresivo que requiere un crecimiento económico sólido y vigoroso que permitiría crecer a tasas más rápidas para aprovechar una nueva ventana de oportunidad y adelantar el posicionamiento de México frente a otros países. Este escenario establece un crecimiento de la economía mexicana del 5 por ciento y al igual que el anterior la composición del gasto promedio en cuidados de salud de los mexicanos será igual a la composición promedio de los deciles superiores del promedio de 2008, 2010 y 2012. Para poder tener el nivel de consumo que tienen hoy los mexicanos del decil más alto del país en el escenario más agresivo, se debe crecer a un tasa constante del 12.21 por ciento en cuidados de la salud. Ahora bien, para que el país tenga un patrón de consumo similar a los deciles VI, VII, VIII, IX y X se debe garantizar un crecimiento sostenido del 7.83 por ciento en cuidados de la salud. La fotografía del México de 2030 sería la fotografía de los mexicanos que hoy están en los últimos deciles y esto es posible si la economía mexicana crece de manera acelerada y sostenidamente y si se realizan las reformas que el país requiere.