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VALERIANO SARTO, sm
«Y para seguir más de cerca de Cristo en su misión
salvadora». No me considero más cerca de Cristo
que los seglares. Creo que Jesús me ha dicho “ven
y sígueme” como religioso marianista laico,
«Prometo a Dios guardar durante mi vida
entera la castidad, la pobreza, la obediencia y la estabilidad según la Regla de Vida
de la Compañía de María»
para acoger a Dios y a los hombres (en
Caná y en la cruz, en la fiesta y en la dificultad). Asistirla en su misión de formar
en la fe otros hijos, como formó al suyo.
Me piden mi testimonio de religioso marianista. Para no ser demasiado intimista
lo daré a partir de algo público y objetivo: la fórmula de profesión que emití en
el 78, con votos temporales, y en el 85
como perpetuo y que actualizo cada año
y muchos días.
«Haced lo que Él os diga»
«Para gloria de la Santísima Trinidad»
Suena muy solemne, pero soy religioso por el amor incondicional del Padre,
(Cuánta gente ha puesto rostro en mi
vida a ese amor), manifestado en Jesús,
Hijo de Dios, hecho hijo de María (uno de
nuestra carne, encarnado, y a la vez imagen visible y vivible de Dios) para la salvación de los hombres (no de la humanidad en abstracto sino de cada hombre
y mujer, y yo entre ellos) y movido por
la fuerza del Espíritu. Cuando la energía
propia se reduce, te das cuenta de que el
Señor, con su fuerza, te mueve.
«Honor de María»
Dejarme formar por ella. Aprender de su
cordialidad (con lo bruto que soy)
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como intuyó Chaminade, e intento seguirle lo
más cerca posible para contribuir a que su Reino
se vaya haciendo algo más presente entre nosotros.
«Y para seguir más de cerca de Cristo en su
misión salvadora»
No me considero más cerca de Cristo que
los seglares. Creo que Jesús me ha dicho
“ven y sígueme” como religioso marianista laico, como intuyó Chaminade, e
intento seguirle lo más cerca posible
”
para contribuir a que su Reino se vaya
haciendo algo más presente entre nosotros.
«Yo, Valeriano Sarto Fraj, prometo a Dios y
hago voto de guardar durante mi vida entera la castidad, la pobreza, la obediencia
y la estabilidad»
Yo, (el de verdad, no el imaginado), hijo
de Valeriano y Pilar, educado en la austeridad y el servicio por mi casa y los scouts.
Prometo a Dios (aunque suene a cabezonada de aragonés) que haré lo que pueda, (convencido de que Él me da la fuerza
para tamaña empresa) para desarrollar la
capacidad de servir y querer a la gente,
obediente, como María, a la voluntad del
Padre. Mi vida entera: la cronológica, la
vivida y la por vivir y también mi vida en
todas sus parcelas, sin hacer el cajoncito
religioso y otros compartimentos.
«Según la Regla de Vida de la Compañía de
María»
No me invento yo el modo de seguir a Jesús, lo hago al estilo de Chaminade, con
otros que me han precedido y enseñado
y en una comunidad religiosa. Con ellos
vivo la misión educativa (ahora en Logroño), que nos ha encargado la Provincia.
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