www.corteconstitucional.gov.co REPÚBLICA DE COLOMBIA CORTE CONSTITUCIONAL AUTO REF: Expediente D-10337 Demanda de inconstitucionalidad contra el artículo 3 (parcial) de la Ley 9 de 1961 “Por la cual se aprueba la Convención sobre la Plataforma Continental, suscrita en Ginebra el 29 de abril de 1958, durante la Conferencia de las Naciones Unidas sobre la Plataforma Continental”. Demandantes: Carlos Alberto Ariza Oyuela Magistrada (e) Sustanciadora: MARTHA VICTORIA SÁCHICA MÉNDEZ Bogotá, D.C., trece (13) de agosto de dos mil catorce (2014). I. ANTECEDENTES En ejercicio de la acción pública consagrada en el artículo 241 de la Constitución Política, el ciudadano Carlos Alberto Ariza Oyuela presentó demanda de inconstitucionalidad contra el artículo 3 (parcial) de la Ley 9 de 1961 “Por la cual se aprueba la Convención sobre la Plataforma Continental, suscrita en Ginebra el 29 de abril de 1958, durante la Conferencia de las Naciones Unidas sobre la Plataforma Continental”. El accionante plantea a través de su demanda, la inconstitucionalidad de la expresión “(…) como alta mar (…)” contenida en el artículo 3 de la Ley 9 de 1961, por considerar que vulnera el inciso 4º del artículo 101 de la Expediente D-10337 2 Constitución, según el cual: “También son parte de Colombia, el subsuelo, el mar territorial, la zona contigua, la plataforma continental, la zona económica exclusiva, el espacio aéreo, el segmento de la órbita geoestacionaria, el espectro electromagnético y el espacio donde actúa, de conformidad con el Derecho Internacional o con las leyes colombianas a falta de normas internacionales”. 1. Disposición demandada A continuación se transcriben la norma demandada y se señala el aparte impugnado: LEY 9 DE 1961 (marzo 15) Diario Oficial No. 30.472 de 21 de marzo de 1961 EL CONGRESO DE COLOMBIA, Por la cual se aprueba la Convención sobre la Plataforma Continental, suscrita en Ginebra el 29 de abril de 1958, durante la Conferencia de las Naciones Unidas sobre la Plataforma Continental. visto el texto de la Convención sobre la Plataforma Continental, y que a la letra dice: ANEXO IV. CONVENCION SOBRE LA PLATAFORMA CONTINENTAL Los Estados Partes en la Convención, han convenido en lo siguiente: (…) ARTICULO 3o. Los derechos del Estado ribereño sobre la Plataforma Continental no afectan al régimen de las aguas suprayacentes como alta mar, ni al del espacio aéreo situado sobre dichas aguas. Expediente D-10337 3 (…) DECRETA: ARTICULO 1o. Apruébase la preinserta "Convención sobre la Plataforma Continental", suscrita en Ginebra el 29 de abril de 1958 durante la Conferencia de las Naciones Unidas sobre la Plataforma Continental. ARTICULO 2o. Las disposiciones sobre la Plataforma Continental, a que se refiere la presente Ley, se consideran como parte integrante del derecho interno colombiano para todos los efectos jurídicos de conformidad con lo dispuesto en el artículo 1o de la Ley 7 de 1944. 2. La demanda La demanda plantea que la Ley Aprobatoria de la Convención sobre la Plataforma Continental de 1958 – Ley 9 de 1961-, contradice el artículo 101 de la Constitución, toda vez que, de acuerdo con el accionante, el artículo 3º de dicho instrumento internacional prescribe “(…) que las aguas suprayacentes a la plataforma continental deben entenderse como alta mar y no como partes de la zona económica exclusiva –ZEE-, espacio marítimo que nuestra Constitución reconoce como parte del territorio Colombiano (sic) y sobre el cual ejerce algunos derechos soberanos (…)”.1 En ese sentido, argumenta el accionante que “(…) la expresión “no afectan el régimen de las aguas suprayacentes como alta mar”, se refiere a lo que hoy día se denomina zona económica exclusiva, que es el espacio marítimo referenciado e invocado dentro del artículo 101 de la Constitución Política de Colombia, como parte de su territorio (…)”.2 (Negrilla y subrayado en la demanda). Por esa razón, al sostener la norma demandada que el régimen aplicado a esa porción de mar que se extiende 200 millas náuticas desde las líneas de base, es el de alta mar, entiende el demandante que se desconoce la zona económica exclusiva, consignada en el artículo 101 superior, así como los derechos que ella ejerce el Estado colombiano. 1 2 Folio No. 1. Folio No. 15. Expediente D-10337 4 Como consecuencia de la declaratoria de inconstitucionalidad solicitada por el accionante, sostiene la demanda que el órgano ejecutivo del Estado colombiano, debe iniciar el procedimiento internacional para denunciar la Convención de Ginebra de 1958.3 II. CONSIDERACIONES 1. El artículo 2 del Decreto 2067 de 1991 consigna los requisitos que debe contener toda demanda de inexequibilidad, uno de los cuales es el registrado en el numeral tercero de la citada disposición, a saber: el señalamiento de las razones por las cuales las normas constitucionales invocadas se estiman violadas. La Corte Constitucional se ha pronunciado de manera reiterada sobre esta exigencia, en el sentido de advertir que, si bien es cierto la acción pública de inconstitucionalidad no está sometida a mayores rigorismos y debe prevalecer la informalidad,4 deben existir requisitos y contenidos mínimos que permitan a este Tribunal la realización satisfactoria del estudio de constitucionalidad, es decir, el líbelo acusatorio debe ser susceptible de generar una verdadera controversia constitucional. La Corte ha sistematizado las exigencias materiales que debe cumplir la demanda y ha señalado que, sin caer en formalismos técnicos, incompatibles con la naturaleza popular y ciudadana de la acción de inconstitucionalidad, los cargos formulados por el demandante deben ser claros, ciertos, específicos, pertinentes y suficientes.5 Esto significa que la acusación debe ser suficientemente comprensible (clara) y recaer verdaderamente sobre el contenido de la disposición acusada (cierta). Además el actor debe mostrar cómo la disposición vulnera la Carta (especificidad), con argumentos que sean de naturaleza constitucional, y no legales ni puramente doctrinarios ni referidos a situaciones puramente individuales (pertinencia). Finalmente, la acusación debe no sólo estar formulada en forma completa sino que debe ser capaz de suscitar una mínima duda sobre la constitucionalidad de la norma impugnada (suficiencia). 3 Folios No. 21 y 22. Cfr. Corte Constitucional, Auto del 29 de julio de 1997, expediente D-1718. 5 Ver, entre otras, las sentencias sentencia C-1052 de 2001 y C-1256 de 2001. 4 Expediente D-10337 5 2. Como se expuso en la sección anterior, correspondiente al contenido de la demanda, el accionante propone la inconstitucionalidad del artículo 3º de la Ley 9 de 1961, planteando como único cargo la vulneración al artículo 101 de la Carta Política, especialmente en lo relacionado con la zona económica exclusiva. 3. En primer lugar, considera la Magistrada Sustanciadora, que el cargo planteado por el accionante no logra establecer de forma clara el contenido normativo que considera está siendo transgredido en nuestro ordenamiento jurídico. Si bien la demanda sostiene que se vulnera el párrafo 4º del artículo 101 superior, al darle tratamiento de alta mar a lo que realmente debe ser considerado zona económica exclusiva, el contenido y alcance de dicho concepto, no se encuentra determinado en el texto de la Carta. Por esta razón, la misma disposición constitucional remite en la parte final del inciso al derecho internacional vigente o a la leyes colombianas a falta de él.6 Buscando resolver este problema argumentativo en la demanda, el accionante intenta establecer como parámetro de control la regulación sobre zona económica exclusiva que hace la Convención de las Naciones Unidas sobre Derecho del Mar de 1982, la cual, como bien reconoce la demanda, no ha sido hasta la fecha ratificada por Colombia. A pesar de eso, la demanda justifica la utilización de la Convención del Mar de 1982 alegando: (i) que ésta ha sido reconocida por la jurisprudencia de la Corte Constitucional como Derecho Internacional Consuetudinario, y (ii) que se trata de una norma imperativa de derecho internacional –ius cogens-. Con respecto a la primera afirmación, la Magistrada encuentra cierto que la jurisprudencia constitucional ha reconocido que la Convención del Mar de 1982 recoge algunas prácticas desarrolladas por los Estados, cristalizando así, en algunos de sus artículos, una costumbre internacional. Sin embargo, no encuentra suficientemente justificado en el texto de la demanda, las razones por las cuales dicha regulación de las zonas económicas exclusivas, 6 Constitución Política de Colombia. Artículo 101. Inciso 4º. “También son parte de Colombia, el subsuelo, el mar territorial, la zona contigua, la plataforma continental, la zona económica exclusiva, el espacio aéreo, el segmento de la órbita geoestacionaria, el espectro electromagnético y el espacio donde actúa, de conformidad con el Derecho Internacional o con las leyes colombianas a falta de normas internacionales”. (Negrilla fuera del texto original). Expediente D-10337 6 deba ser tenida como un parámetro de control de constitucionalidad, principalmente debido a que se trata de un tratado internacional sobre el cual el Estado colombiano no ha expresado su voluntad en vincularse. Si bien es claro que el Derecho consuetudinario internacional, como fuente de derecho, vincula a Colombia en sus actuaciones internacionales, no se exponen las razones por la cuales ese derecho deba prevalecer en el ordenamiento jurídico y en ese sentido servir de parámetro de control constitucional. En cuanto a la segunda afirmación, no existe ningún fundamento jurídico en la demanda, ni fuente constitucional o internacional, que permita sostener que la Convención del Mar de 1982 es una norma imperativa de derecho internacional o norma de Ius Cogens. Con base en los problemas demostrados en los argumentos de la demanda, la Magistrada Sustanciadora puede concluir que la misma carece de especificidad, toda vez que no logra determinar de forma unívoca el parámetro de control que se deriva del contenido del artículo 101 de la Carta, que alega está siendo vulnerado. 4. Buscando dar respuesta al primer problema argumentativo presentado por la demanda: determinar el alcance y contenido de la norma constitucional presuntamente vulnerada; la acción de inconstitucionalidad genera un segundo problema. Encuentra el accionante que la regulación en nuestro ordenamiento con respecto a la zona económica exclusiva, reposa en la Ley 10 de 1978 “por medio de la cual se dictan normas sobre mar territorial, zona económica exclusiva, plataforma continental, y se dictan otras disposiciones”. Dicha norma, posterior y especial con respecto a la Ley 9 de 1961 cuestionada, reza: “Artículo 7o. Establécese, adyacente al mar territorial, una zona económica exclusiva cuyo límite exterior llegará a 200 millas náuticas medidas desde las líneas de base desde donde se mide la anchura del mar territorial. Artículo 8o. En la zona establecida por el artículo anterior, la nación colombiana ejercerá derechos de soberanía para efectos de la exploración, explotación, conservación y administración de los recursos naturales vivos y no vivos del lecho y del subsuelo y de las Expediente D-10337 7 aguas suprayacentes; así mismo, ejercerá jurisdicción exclusiva para la investigación científica y para la preservación del medio marino”. La demanda plantea una presunta contradicción entre la consideración que hace la Convención de Ginebra de 1958 de las aguas suprayacentes a la plataforma continental como alta mar y los derechos derivados del reconocimiento de esas mismas aguas como parte de la zona económica exclusiva. El inciso 4º del artículo 101 Constitucional establece que la mencionada zona hace parte del territorio, pero al determinar su concepto y contenido remite a las leyes nacionales, ante la inexistencia de normatividad internacional vigente para el Estado colombiano. Por esa razón encontramos que la regulación de la zona económica exclusiva en el ordenamiento colombiano, está dictada por la Ley 10 de 1978. Como consecuencia de lo anterior, se puede concluir que el conflicto que plantea la demanda no es entre la regulación de la plataforma continental de acuerdo con la Ley 9 de 1961 y la Constitución, sino entre la Ley 9 de 1961 y lo dispuesto en la Ley 10 de 1978 sobre zona económica exclusiva. Eso demuestra que el cargo de inconstitucionalidad carece de argumentos pertinentes, ya que los expuestos son de orden legal y no constitucional. 5. Finalmente, la acción de constitucionalidad presenta un tercer problema en el planteamiento del cargo. La demanda reconoce que la norma sometida a control de constitucionalidad ha sido reconocida por la jurisprudencia constitucional como parte del bloque de constitucional. Al respecto sostuvo la sentencia C-191 de 1998 referenciada en el texto de la acción: “Los fundamentos jurídicos anteriores permiten afirmar que la Convención sobre la Plataforma Continental, suscrita en Ginebra el 29 de abril de 1958 e incorporada al derecho colombiano por la Ley 9ª de 1961, en cuanto establece las reglas para delimitar la plataforma continental de los Estados ribereños y los derechos que éstos pueden ejercer sobre esa área submarina, hace parte del bloque de constitucionalidad lato sensu. En efecto, se trata de un convenio que establece los límites del ejercicio de la soberanía en uno de los principales espacios marítimos del territorio nacional y, Expediente D-10337 8 en consecuencia, integra el contenido normativo del artículo 101 de la Carta”. En ese sentido, de acuerdo con lo sostenido por la Corte Constitucional en su jurisprudencia, la norma demandada en la acción sometida a examen de admisibilidad, tiene rango constitucional, lo que implica que no puede contradecir el artículo 101 superior ya que se encuentra incorporado a él, por esta razón considera la Magistrada Sustanciadora, que el cargo expuesto no suscita una verdadera controversia constitucional y en ese sentido la acción debe ser inadmitida. 3. Con aplicación de los numerales 2° y 3º del artículo 2º del Decreto 2067 de 1991 y del inciso tercero del artículo 6º ibídem, se habrá de inadmitir la demanda correspondiente al expediente D-10337 en su totalidad, concediendo al demandante un término de tres (3) días para que la corrijan. Así mismo, se le advertirá al accionante que si no cumple con lo dispuesto en esta providencia, la demanda será rechazada de conformidad con el inciso segundo del artículo 6 del Decreto 2067 de 1991. Teniendo en cuenta lo anterior, la suscrita Magistrada, en ejercicio de sus facultades constitucionales y legales, RESUELVE: Primero.- INADMITIR la demanda de inconstitucionalidad presentada por el ciudadano Carlos Alberto Ariza Oyuela contra el artículo 3 (parcial) de la Ley 9 de 1961 “Por la cual se aprueba la Convención sobre la Plataforma Continental, suscrita en Ginebra el 29 de abril de 1958, durante la Conferencia de las Naciones Unidas sobre la Plataforma Continental”. Segundo.- CONCEDER al accionante, un término de tres (3) días para corregir la demanda, en el sentido señalado en la parte motiva de esta providencia. Tercero.- ADVERTIR al ciudadano demandante que, de no cumplir con lo dispuesto en el numeral anterior, la demanda será rechazada. Expediente D-10337 9 NOTIFÍQUESE Y CÚMPLASE MARTHA VICTORIA SÁCHICA MÉNDEZ Magistrada (E) SONIA MIREYA VIVAS PINEDA Secretaria General (E)