Tesis - Universidad de Colima

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Universidad de Colima
POSGRADO INTERINSTITUCIONAL
EN CIENCIAS PECUARIAS
APLICACIÓN Y EFECTO ; RESIDUAL DEL
‘ESTIÉRCOL EN LA. PRODUCCIÓN Y
CALIDAD DEL BUFFEL (Cenchrus ciliaris
C.V. Texas-4464)EN EL TRÓPICO SECO.
T
E
S
1
s
QUE PARA OBTENER EL GRADO DE
MAESTRO EN CIENCIAS PECUARIAS ’
P R E S E N T A :
ALFREDO GONZÁLEZ SOTELO
COMITÉ TUTORIAL
DR.GREGORIONúÑEZHERNÁNDEZ
I.A.Z.J.ALFONSOEGUIARTEVk'QUEZ
DRMIGUELÁNGELGALINAHIDALGO
MCJOSÉMANUELPALMAGARCÍA
PICF
COLIMA, COLIMA, MÉXICO
Febrero 1995
DEDICATORIAS
A MI PADRE: ARCADIO (9)
Quién me entregó una incalculable riqueza material, moral y espiritual.
Quién me enseño con el ejemplo, que el esfuerzo diario solo culmina al
final del camino.
A MI MADRE Y HERMANOS: MARGARITA, CUAUTHEMOC, EDUARDO, MANUELA,
LOURDES, ARCADIO, IESUS, ENDI Y MAGGI.
Que siempre apoyan el esfuerzo para superarme
con el único propósito de que yo alcance las
metas.
Porque me brindan su convivencia cuando más
la necesito y hacen el mayor esfuerzo para
que todo se mantenga bien entre nosotros.
AGRADECIMIENTOS
AL M.V.Z. RAMON HERNANDEZ VIRGEN
Por permitirme formar parte del equipo de Investigadores del
C.E. “Clavellinas”, e hizo posible que este trabajo se desarrollara
adecuadamente durante todas sus fases de estudio.
AL PERSONAL TECNICO DEL C.E. “CLAVELLINAS”
A mis compañeras de laboratorio que se esforzaron para que los análisis
químicos del forraje en este trabajo fueran precisos y a tiempo.
Porque de todos ellos he adquirido mi experiencia profesional y hemos
compartido momentos agradables.
AL PERSONAL DE CAMPO DEL C.E. “CLAVELLINAS”
Por todo el esfuerzo que pusieron durante las jornadas en el campo, por
las sugerencias y la convivencia de esos inolvidables momentos.
RECONOCIMIENTO
ESPECIAL
AL CENTRO AGROPECUARIO DE LA UNIVERSIDAD
AUTONOMA DE AGUASCALIENTES POR HABERME PERMITIDO
CURSAR LA TOTALIDAD DE LOS CREDITOS DE LA MAESTRIA EN
CIENCIAS AGROPECUARIAS, DENTRO DE SU PROGRAMA DE
FORMACION DE
INVESTIGADORES, EN EL
PERIODO
COMPRENDIDO DE 1990-1992.
RECONOCIMIENTOS
AL ING. J. ALFONSO EGUIARTE VAZQUEZ
Lo reconozco como un auténtico profesional y entusiasta
investigador, de quién creo que nunca terminaré de
aprender.
AL M.V.Z. ARTURO VALDIVIA FLORES
Por su incansable labor para que yo diera un paso más en mi
superación académica y profesional.
A MIS COMPAÑEROS DE ESTUDIOS
A los que tuvieron siempre la mayor disponibilidad para
corresponder con amistad y trabajo durante la etapa de
nuestra formación.
A SILVIA PARRA MALDONADO
Por su respaldo y responsabilidad, fue posible la
elaboración del presente documento.
DEPENDENCIA
INST.NAL.DE 1NVEST.FOREST.Y
CEFAP-CLAVELLINAS
NUMERO DEL OFICIO
EXPEDIENTE.
AGROP.
AOO. -JAL.1.2.096/94
SECRETARIA
DE
AGRICULTURA Y RECURSOS
ASUNTO:
CONSTANCIA
HIDRAULICOS
Clavellinas,
Jal., 25 de Julio de 1994.
A QUIEN CORRESPONDA:
Con la presente hago constar que el trabajo de Investigacibn
titulado:
APLICACION Y EFECTO RESIDUAL DEL ESTIERCOL EN LA PRODUCCION Y
CALIDAD DEL BUFFEL (Cenchrus ciliaris C.V. T-4464) EN EL TROPICO SECO, fue
conducido por el C. ING. ALFREDO GONZALEZ SOTELO durante todas sus fases de
estudio y bajo la direccibn tecnica del Ing. J. Alfonso Eguiarte Vazquez.
Este trabajo se efectu6 en terrenos de ganaderos cooperantes de la regibn
Sur de Jalisco y con financiamiento total del INIFAP, con el objeto de que
el Ing. GonzBlez
pueda presentarlo como trabajo de tesis para obtener el
grado de Maestro en Ciencias Agropecuarias.
Se extiende la presente a petición del interesado para los fines
que él crea convenientes.
0 NO. REELECCION
P-CLAVELLINAS
C. E. F. X i:
CLAVELLINAS
TUXPAN, JAL!.
c. c. p.
c.c.p.
c.c.p.
c.c, p,
RHV*spm.
Ing. S. Alfonso Eguiarte
Interesado
Archivo
tlínutario
V.- Invest. del C.E. "Clavellinas
INDICE
ANEXOS
RESUMEN
SUMMARY
1 INTRODUCCION
II OBJETIVOS
III HIPOTESIS
IV REVISION DE LITERATURA
4.1. Especies forrajeras de adaptación tropical
4.2. Factores que limitan la producción de pastos tropicales
4.3. Establecimiento, manejo y utilización de pastos tropicales
4.4. Efecto de la aplicación de fertilizante sobre
el rendimiento y calidad de pastos tropicales
4.5. Tipo y acción de los abonos orgánicos
4.6. Utilización de las excretas animal en pastos
4.7. Respuesta productiva de pastos tropicales y cambios en
la composición físico-química del suelo con aplicación
de abonos orgánicos
V MATERIALES Y METODOS
5.1. Características del área experimental
5.1.1. Localización
5.1.2. Clima
5.1.3. Suelo
5.2. Diseño experimental
5.3. Lote experimental
5.4. Variables de respuesta
5.4.1. Determinaciones del forraje
5.4.2. Variables del suelo
5.5. Análisis económico
VI RESULTADOS
6.1. Producción de forraje
6.2. Altura de la planta
6.3. Composición química del forraje
PAGINA
i
ii
...
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29
6.4. Composición físico-química del suelo
6.5. Costos de producción
.
VII DISCUSION
VIII CONCLUSIONES
IX LITERATURA CITADA
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ANEXOS
N”
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TITULO
CUADROS
Condiciones climáticas del área experimental
Composición química de los estiércoles empleados
Rendimiento de forraje verde (t/ha) Fase 1
Rendimiento de forraje verde (t/ha) Fase II
Rendimiento de forraje seco (t/ha) Fase 1
Rendimiento de forraje seco (t/ha) Fase II
Altura de la planta (m) Fases 1 y II
Composición química del forraje (%) Fase 1
Composición química del forraje (%) Fase II
Análisis de correlación de la composición química del forraje
Composición físico-química del suelo Fase 1
Composición fisico-química del suèlo Fase II
Análisis de correlación de la composición química del suelo
Costos de aplicación de estiércol y fertilizante
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44
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50
50
GRAFICAS
Producción de forraje verde del Buffel Texas, 4464
Producción de forraje seco del Buffel Texas, 4464
Altura de la planta del Buffel Texas, 4464
Contenido de proteína cruda del Buffel Texas, 4464
51
51
52
52
FIGURAS
1
2
Localización del área experimental
El Buffel Texas, 4464
53
54
ii
RESUMEN
El objetivo del trabajo füe evaluar el efecto de la aplic ación de estiércol
sobre el rendimiento del pasto Buffel (Cenchrus ciliaris C.V. r ‘exas, 4464) bajo
condiciones de temporal en la región Sur de Jalisco, México. El estudio se
desarrolló en clima de trópico seco con 2 1.5 “C y 856.1 mm. de temperatura y
precipitación promedio anual respectivamente. Los suelos son le textura francoarenosa, pH ligeramente alcalino, de baja fertilidad y muy pobre en contenido de
materia orgánica. Se utilizó una pradera de pasto Buffel Texas,4464 con cuatro
años de establecida, donde se aplicaron los tratamientos bajo un diseño
experimental completamente al azar, con cuatro repeticiones. Los tratarnientos
consistieron en aplicaciones anuales de tres niveles (10, 20 y 3( tha) de estiércol
bovino (EB) y ovino (EO); además de un control sin aplicación y otro con
fertilización mineral de 100-50-00. Se midió el comportamien to productivo del
pasto durante cuatro años de aplicación de tratamientos (Fase 1) y tres posteriores
sin aplicación (Fase II), también se realizaron análisis químicos del forraje y fisicoquímicos del suelo. Los cortes de forraje fueron dos por ciclo de lluvias cuando el
pasto alcanzó el estado de Inicio de la floración. Los resultados del rendimiento de
forraje y altura de la planta fueron diferentes estadísticamen! e (P<O.05) entre
tratamientos y años con producciones promedio anuales respectivas de forraje
verde y seco (t/ha) durante la Fase 1 de: 7.9d y 2.7d (Tl,OO-00 OO); 18.2a y 5.7b
(T2,100-50-00); 15.4~ y 4.8b (T3,lO t/ha EB); 20.2b y 6.2a (T4, !O t/ha EB); 25.9a
y 7.0a (T5, 30 t/ha EB); 14.0~ y 4.3~ (T6, 10 t/ha EO); 17.7b y 5.2b (T7, 20 t/ha
EO). Los resultados durante la fase II fueron similares, excepto para la fertilización
mineral que decreció su rendimiento desde el primer año a niveles iguales (P>O.O5)
al control. Los valores de proteína cruda del forraje también se incrementaron con
la aplicación de ambos estiércoles, sin cambios para la digestibilidad de la materia
seca, fibra detergente neutro, calcio y fósforo. Los análisis del suelo presentaron
incrementos en la saturación por agua, nitrógeno nítrico, nitl igeno amoniacal,
fósforo, potasio y materia orgánica con aplicaciones crec entes de ambos
estiércoles y manteniendo estable el pH en ambas fases de estudio. Es posible
incrementar la producción de forraje verde, seco, altura de la pla ita y contenido de
proteína del forraje de pasto Buffel Texas, 4464 con aplicac iones anuales de
estiércol bovino y ovino en niveles de 30 t/ha/año.
iii
SUMMARY
The main objective of this research was to evaluate the effect of the
application of dung on the yield of Buffel grass (Cenchms ciliari: C.V. Texas, 4464)
under low conditions of a long rainy spell in the region South o !’ Jalisco, Mexico.
This rese-ch was curried out in a tropical climate, with a tempc rature of 2 1.5 “C
and 856.1 mm annual medium precipitation. The soils are sands In texture, slightly
alkaline pH, low fertility and very poor in organic matter . A 4. year Buffel grass
Texas, 4464 prairie was utilized. Treatments of were applic d according to a
randomized experimental design with four replications. The treat nents consisted of
annual applications of three levels (10, 20 and 30 t/ha) of bovin : (EB) and ovine
dnng (EO); a control treatment without application and a mine !.al fertilization of
100-50-00 control. Forage production during four years of applic; tion (Phase 1) and
three posteriors without treatments application (Phase II), was F :rformed as Wells
chemical analyses for forage and physical-chemical characteristic s soil. Cuttings of
forage were canied out during the rainy season when forage was in the preblooming stage. Yield of forage and height of the plants were sta tistically different
(PcO.05) between treatments and years with average annual production of green
and dry forage (t/ha) during the phase 1: 7.9d and 2.3d (Tl, TI :sting); 18.2a and
5.7b (T2, 100-50-00); 15.4~ and 4.8b (T3, 10 t/ha EB); 20.2b ant 6.2a (T4, 20 t/ha
EB); 25.9a and 7.0a (T5, 30 t/ha EB); 14.0~ and 4.3~ (T6, 10 t/‘a EO); 17.7b and
5.2b (T7, 20 t/ha EO); 23.6a and 6.7a (T8, 30 t/ha EO). The results during the
phase II were similar except for the treatment with mineral fertiliz ation where yield
decreased since the first year without application. There were no changes of matter
dry digestibility, detergent neutral fiber, calcium and phosphorus, potassium and
organic matter with dung applications but fresh forge, dry, heigl-, t of the plant and
protein content of the Buffel grass Texas, 4464 with annual applications of dung
bovine and ovine in levels of 30 t/ha/year.
1 INTRODUCCION
6
La alimentación del ganado durante las diferentes épocas del ano es uno de
los problemas que enfrenta la ganadería en zonas tropicales. debido a que la
producción forrajera es estacional y dependiente del período de precipitación
pluvial, además, no se dispone de suficientes técnicas de mane o y utilización de
forrajes, recursos económicos e infraestructura. Otro aspecto es, que las áreas
naturales de pastoreo han sido degradadas y por lo tanto producen poco forraje.
Una de las más evidentes características de las áreas de pastoreo, es el alto grado
de deterioro, que se relaciona con una reducida producción de forraje y corta vida
útil, bajando los niveles de prodtrctividad y aumentando los costos por recuperación
de praderas (Jiménez, 199 1).
Por lo tanto, una alternativa práctica para mejorar la ganadería regional es la
utilización de especies forrajeras perennes introducidas y bien adaptadas a las
condiciones del trópico seco como son los pastos: Pa,?icum maximum,
Hyparrhenia rufa, Cynodon plectostachyus, Andropogon gal anus y Cenchrus
ciliar&; Los cuales, requieren de, ciertas labores de manejo para obtener y mantener
un alto rendimiento por largo tielnpo: La quema controlada, el ch tpeo, la aplicación
de nutrientes, el control de plagas y hierbas, así como la aplcación de abonos
orgánico, son algunas de ellas (CJPEJ, 1990).
La aplicación de nutrientes con fertilizantes minerales en r~asturas tropicales
tiene resultados favorables inmediatos sobre el rendimiento y cali(iad del forraje; sin
embargo, la tendencia actual a incrementar su costo y los efectos colaterales
negativos a largo plazo por acumulación de substancias tóxicas en los suelos y
aceleración de la acidificación de terrenos tropicales, obligan a I noderar, disminuir
o prescindir de la aplicación de estas fuentes de nutrientes durante períodos
prolongados (Trinidad, 1987).
A nivel nacional ha disminuido la producción de fertilizantes nitrogenados
(urea, sulfato y nitrato de amonio) de 2’996,958 tkúío (1990) a 2’ I 97,002 (1992), lo
cual equivale a un 26.69% menos, sobre todo en sulfato de amonio que sufrió una
reducción en su producción del 54.5%. Los fosforados (superfosi’ato simple triple y
fórmulas complejas) también han disminuido en un 55%, de 1’256,408 tonkúío
(1990) a 574,391 en 1991(INEGI, 1993); por lo cual, la utilización de productos
alternativos como abonos orgánicos, podría ser una fuente i nportante para la
aplicación de nutrientes al suele y para mejorar sus características físico-químicas
(Trinidad, 1987).
2
Los abonos orgánicos de origen animal como el estiércol de Bovino, Ovino,
Caprino, Equino, Suino, etc. son fuente de nutrientes para los pastos y rápidamente
pueden ser aprovechados por las plantas por su acelerada descomposición y
asimilación, pero se requieren grandes cantidades de abonos para obtener aumentos
significativos en rendimiento y calidad de los pastos debido a su baja concentración
de los principales macronutrient :s (Voisin, 1974).
Sin embargo, a pesar de :lue son poco atractivos a corto plazo por los altos
costos, se considera que debido a que el 80% de los suelos del país, presentan en
mayor o menor grado problemas de erosión; los abonos anímales y vegetales
pueden ser mejoradores de la materia orgánica, hongos, bacterias y actinomicetos
del suelo; a largo plazo incrementan la capacidad de campo y punto de marchitez
permanente (Carrillo y Cruz, 19’76).
II OBJETIVOS
Evaluar el efecto de la aplicación de estiércol en la producción y calidad del
pasto Buffel (Cenchrus ciliaris C.V. Texas, 4464) en el trópico seco.
Determinar el efecto residual de la aplicación continua de estiércol sobre la
producción y calidad del pasto Buffel (Cenchrus ciliaris C.V. Texas, 4464) en el
trópico seco.
Evaluar el efecto de la aplicación del estiércol en las características fisicoquímicas del suelo.
III HIPOTESIS
El uso de estiércol de bovino u ovino puede incrementar el rendimiento y
calidad del pasto Buffel (Cenchrus ciliaris C.V. Texas, 4464) en condiciones de
trópico seco en forma similar a la fertilización mineral, sin afectar las características
deseables del suelo.
Existe un efecto residual de la aplicación continua de estiércol de bovino u
ovino en el potencial de producción y calidad del pasto Buffel (Cenchrus ciliaris
C.V. Texas, 4464) en el trópico seco.
IV REVISION DE LITERATURA
4.1. Especies forrajeras de adaptación tropical.
América tropical, incluyendo el área del Caribe, constituye uno de los centros
principales de origen y diversificación de las especies forrajeras gramíneas y
leguminosas; a pesar de esto, han sido poco utilizados en estas zonas. A partir de
las décadas de los 60’s se iniciaron programas de investigación en algunos países
como son los casos de Colombia, Brasil, México y más recientemente Panamá,
Belice, Trinidad y Tobago, entre otros; considerando como prioritario la
procedencia del material, su hábitat, temperatura y humedad óptimas, concluyendo
que resulta más fácil la colección y adaptación de ecotipos locales (Hartley, 1956;
Levy, 1993).
El proceso de elección o introducción de una especie para el mejoramiento
de praderas y desarrollo de programas forrajeros, puede enmarcarse en una de las
tres orientaciones básicas: 1) mejoramiento en el manejo y utilización de pastos y
recursos nativos, 2) reemplazar la vegetación natural existente con especies
introducidas mejoradas genéticamente y 3) introducción de especies sobre
sembradas en pradera nativa; con el propósito de obtener elevadas producciones de
forraje, lo cual se logra conociendo los factores limitantes del medio físico y de las
características propias de la planta, sobre todo las condiciones del suelo, tipo de
clima, capacidad de establecimiento y propagación, resistencia a plagas y
enfermedades, capacidad de competir por luz y nutrientes, respuesta al corte y
pastoreo, propiedades bromatológicas y producción de forraje (Jiménez, 199 1;
Trumble, 1952; Griffiths, 1960).
Las gramíneas que se encuentran en forma natural o que han sido
introducidas con éxito en los trópicos pertenecen a las subfamilias Andropogoneae
(los principales géneros son Andropogon, Dichantium, Hyparrenia, Saccharum y
Sorghum); Paniceae (Axonopus, Brachiaria, Cenchrus, Lligitaria, Chloris,
Bouteloua y Cynodon) que bajo parámetros productivos de materia seca (Cuadro
l), la mayoría de estas especies presentan una buena adaptación a las condiciones
en Cuba (Menéndez et al., 1988).
Los rangos de adaptación para especies tropicales son determinadas por la
altitud sobre el nivel del mar (Hubbel, 1983); en general se considera que éstas
especies se distribuyen dentro de un rango promedio de 0- 1200 m.s.n.m., con
5
Cuadro 1. Potencial productivo de pastos tropicales en Cuba
1 Nombre común
/
PANGOLA
BERMUDA CRUZA 1
BERMUDA 68
ESTRELLA AFRICANA
GUINEA LIKONI
GUINEA XII-127
JUNG GRASS
RHODES CALLIDE
Nombre
científico
1 Materia
Digitaria decumbens
Cynodon dactylon
Cvnodon dactvlon
Cynodon nemjluencis
Panicum maximum
Panicum maximum
Pennisetum purpureum
Chloris gayana
SEÑAL
Brachiaria decumbens
INSURGENTES
Brachiaria brizantha
Andropogon gayanus I
ANDROPOGON
Adaptado de Menéndez et al., 1988
seca.
t/ha
1
12-22
12-26
12-23
20-25
23
.-
11-19.5
11-15
17
especies como el Cynodon dactylon y Pennisetum purpureum que prospera hasta
1500 m.s.n.m. e incluso hasta 2100 m.s.n.m. como el caso del Setaria, especies
como el Chloris gayana no prospera abajo de 600 m.s.n.m. Los pastos que han
presentado mejor producción de materia seca como el Brachiaria, Andropogon y
Cenchrus, también se distribuyen dentro de los mismos rangos (Cuadro 2); el
Brachiaria se comporta mejor en altitudes de O-1800 m.s.n.m., requiere de
precipitaciones superiores a los 1500 mm anuales (Pastrana et al., 1989). El
Andropogon gayanus es más vigoroso si se establece en zonas de O-980 m.s.n.m.
con precipitaciones anuales de 400-l 500 mm y donde la tempera tura media mínima
del mes más frío sea mayor de 4.4 “C (Bawden, 1963).
La altura recomendada para la siembra del Buffel es de 0 a 1000 m.s.n.m.
pero puede prosperar hasta 2000 m.s.n.m.; en la actualidad se ha adaptado para la
siembra en agostaderos de climas cálidos y templados, soportando condiciones
mínimas de precipitación (170 a 400 mm anuales) y períodos largos de sequía
mayores de 210 días, se adapta mejor en suelos con textura de migajón-arenoso y
siendo los suelos ligeramente alcalinos más aptos para su establecimiento (Robles,
1983; Winkworth, 1963; Anderson, 1970). En evaluaciones agronómicas recientes
6
para conocer la adaptación y producción forrajera de diferentes gramíneas y
leguminosas en zonas tropicales del Sur y Centro América, las especies con
Cuadro 2. Rangos de adaptación de especies tropicales
Cenchrus ciliaris
Adaptado de Pastrana et al., 1989; Bawden, 1963; Robles, 1983; Winkworth, 1963
mayor potencial productivo han sido los géneros Brachiaria y Andropogon entre
las gramíneas y Desmodium, Centrocema y Arachis en el caso de leguminosas
(Hernández et al., 1990; Costa et al., 199 1; Passoni et al., 1992).
En una evaluación de nueve variedades de gramíneas y 13 de leguminosas
en el Centro de Investigación, Enseñanza y Extensión de Ganadería Tropical
(CIEEGT), México; La cobertura a las 12 semanas fue mayor (87%) en
Andropogon gayanus CIAT 621, Brachiaria radicans y Brachiaria heterophyllum
CIAT 349, Arachis pintoi CIAT 17434 y Phaseolus phaseoloides CIAT 9900. Las
leguminosas sobresalientes en las tres épocas del año fueron Phaseolus
phaseoloides CIAT 9900 y Desmodium ovahfolium CIAT 350 y 3788 (Hernández
et al., 1990)
En un estudio similar en Brasil evaluaron tres gramíneas solas o asociadas
con leguminosas, concluyendo que para los criterios de producción de forraje,
composición botánica y persistencia, las asociaciones para Andropogon gayanus,
Brachiaria humidicola y Brachiaria brizantha son Phaseolus phaseoloides CIAT
9900, Desmodium ovalifolium CIAT 350 y Centrocema macrocarpum CIAT 5062;
Las producciones de materia seca (t/ha/aÍío) fueron de 39.98 (Andropogon
gayanus), 42.17 (Brachiaria brizantha) y 26.50 (Brachiaria humidicola) para las
siembras puras, aumentándose a 54.64 (Andropogon gayanus + Desmodium
ovaltfolium CIAT 350), 43.80 (Brachiaria brizantha -+ Desmodium ovaltfolium) y
7
48.21 (Brachiaria humidicola + Brachiaria macrocarpum CIAT 5062) (Costa et
al., 1991).
En Perú los resultados de un ensayo con cinco asociaciones de gramíneas y
19 leguminosas, los resultados sugieren que por la celeridad de su establecimiento y
por su producción de materia seca, las gramíneas Brachiaria decumbens CIAT
606, Brachiaria brizantha y Andropogon gayanus CIAT 621 y las leguminosas
Centrocema ocutflolium CIAT 5112 y 5568, Stylosanthes guiunensis CIAT 184,
son las más promisorias (Passoni et al., 1992).
En México se han realizado evaluaciones agronómicas para determinar el
potencial de adaptación de diferentes gramíneas y leguminosas para las regiones
tropicales. En un estudio de 14 pastos tropicales de los géneros Pennisetum,
Paspalum, Axonopus, Digitaria, Brachiaria, Andropogon, Panicum, Chloris,
Cynodon, Melinis y Cenchrus; se encontraron diferencias altamente significativas
(PcO.01) en la producción, el pasto señal (Brachiaria decumbens) fue el más
productivo con 47.30 t/ha de materia seca y el Kikuyo fue el menos rendidor con
22.18 t/ha, de manera intermedia se comportó el pasto Buffel con 38.32 t/ha y con
un alto índice de calidad (1.680), solo superado por el pasto Ferrer (Garza et al.,
1973).
En condiciones de nueve meses de lluvias y tres de periodo seco, se
evaluaron los pastos Ferrer (Cynodon dactylon), Pangola (Digitaria decumbens),
Estrella Africana (Cynodon plectostachyus), Guinea (Panicum maximum), Jaragua
(Hyparrhenia rufa) y Elefante (Pennisetum purpureum) sobresaliendo el Estrella y
Pangola al establecimiento, con una cobertura de 100% y 95% a los 60 días;
Elefante y Guinea se comportaron de forma intermedia, mientras que el Ferrer y
Jaragua resultaron los más lentos. En cuanto al grado de tolerancia a mosca pinta e
invasión de malezas destacaron: Elefante, Estrella, Jaragua, Guinea, Ferrer y
Pangola; también se determinaron los costos de establecimiento y se requirió de
26% menos de inversión para siembras de pastos con semilla como el Guinea y
Jaragua en comparación a los pastos establecidos con material vegetativo (Córdoba
et al., 1978).
En condiciones climáticas más severas del trópico se realizó una evaluación
de gramíneas forrajeras nativas e introducidas con el objeto de determinar el
comportamiento y producción forrajera, encontrando que las especies de mayor
adaptación fueron: Buffel, Klein y Africano, siendo posible su siembra en áreas con
rango de temperatura de 18.4 a 25.1 “C, precipitación media anual de 360 a 700
8
mm., altitud de 280-830 m.s.n.m. y con un tipo de suelo franco-arenoso a arenosoarcilloso; el rendimiento de materia seca del Buffel varió de 930-415 kg/ha, Klein
de 400-3 110 kg/ha y Africano de 734-3300 kg/ha (Silva et al., 1991).
El Buffel es una especie que presenta una buena adaptación y potencial
productivo bajo diferentes condiciones, al evaluar 20 variedades se encontró que
para cobertura (%), producción de forraje (kg M.S/ha) y contenido de proteína (%);
las variedades sobresalientes fueron AS-245 y B-54, con un comportamiento
intermedio para la variedad Texas,1473 (Silva et al., 1993).
4.2. Factores que limitan la producción de pastos tropicales.
Los principales factores que afectan el rendimiento de las plantas son: 1)
climáticos (aire, luz, calor, lluvias y humedad), 2) del suelo y subsuelo
(características físico químicas de ambos), 3) topográficos (relieve del suelo), 4)
bióticos (los animales y plantas) y 5) Humanos (antropógenos); estos mismos
factores han sido agrupados en tan solo tres: 1) climáticos, 2) fisiográficos y 3)
bióticos (Voisin, 1974).
La temperatura y precipitación son los elementos más importantes del clima,
defmiendo un desarrollo vegetal mínimo a 0 oC y máximo a más de 30 oC. El índice
de crecimiento de las plantas, expresado como el peso vegetal por unidad de
superficie, es proporcional a la humedad aprovechable ya que las plantas solo
utilizan el saldo entre la precipitación y evaporación (Menéndez, 1987).
El incremento de las temperaturas en el verano influyen para que los pastos
aceleren su crecimiento y madurez, lo cual repercute en una rápida pérdida de los
nutrientes y alto grado de lignificación, esto se acentúa más cuando el
aprovechamiento del forraje se realiza al final del período de lluvias en un estado
avanzado de madurez, lo cual es una práctica común entre los productores
ganaderos de las zonas tropicales (Eguiarte et al., 1989).
Por consecuencia solo se hace un aprovechamiento inferior al 50% de la
materia seca producida y el aporte nutricional al ganado es casi nula; reduciendo el
coeficiente de agostadero en las regiones tropicales de 8-10 ha/l J .A; pero cuando el
período de sequía se prolonga, tanto el agostadero como la pradera o pastizal
cultivado son fácilmente sobrepastoreados y por consecuencia, su recuperación en
años posteriores, es lenta y poco productiva, que termina por ser degradada e
improductivo (COTECOCA, 1984).
El clima no solamente afecta de esta manera a los forrajes tropicales; la
interacción de manera adicional, los factores edáfícos (estructura, textura, pH,
fertilidad, materia orgánica, etc.) de los suelos en praderas y agostaderos, la
compactación por sobrepastoreo o manejo intensivo del ganado en una sola área
por mucho tiempo , provocan un sistema radicular muy superficial y ocaciona que
los pastos sean mas susceptibles a la sequía. (Voisin, 1974).
Cuando la deficiencia de nutrientes se acentúa en un terreno, favorece las
especies invasoras y perjudica a las deseables, igual manera estas deficiencias se
reflejan en el ganado aún cuando el pasto deseable cubra el 100% del área, sobre
todo, son notables las deficiencias de fósforo, donde la fertilización fosforada y
cálcica no surten efecto si no van acompañadas de materia orgánica (Primavesi,
1984).
Otra limitante, es la baja disponibilidad de semillas de especies forrajeras
promisorias en cantidad y calidad suficiente para cubrir la demanda que sobrepasa
los 54 millones de hectáreas factibles de establecerse con pastos en México
(Guevara y Eguiarte, 1983). Además de las características inherentes de las
semillas tropicales en relación a su baja germinación y períodos prolongados de
postmaduración o dormancia que dificultan su manejo al momento de la siembra;
los productores adquieren semillas a precios elevados y con la inseguridad en su
calidad por no ser certificadas para su comercialización; además, que en su mayoría
recurren a la importación del extranjero, originando una fuerte fuga de divisas
(Quero et al., 1986; Ferguson, 1978).
4.3. Establecimiento, manejo y utilización de pastos tropicales.
La siembra y cultivo de pastos tropicales se inicia coll la selección del
terreno, preparación de la tierra, determinación de pastos para la pradera, elección
de la época de siembra, método y densidad de siembra; en estas áreas el
establecimiento de una pradera tropical es mediante el desmonte de los matorrales y
con frecuencia árboles del terreno, lo cual eleva considerablemente los costos (Mc
Ilroy, 1984; Hubbel, 1983).
Una vez seleccionado el terreno y se ha decidido establecer la pradera, éste
debe ser limpiado y roturado. La limpieza común se realiza con tumba-roza-quema
o arrancando los tocones, provocando efectos negativos en el suelo, ya que el
primer año después del desmonte por fuego, el crecimiento de los pastos es
vigoroso, pero las producciones decaen rápidamente y rara vez se logra una tercera
cosecha favorable y si el suelo es arenoso, al término del primer ano inicia la
decadencia de la productividad, esto debido a que en el suelo se acumulan por las
cenizas, pequeñas cantidades de Ca, Mg, K y Na, eliminando totalmente la materia
orgánica y parcialmente el N cuando las temperaturas se elevan considerablemente,
el “Buldozer” contribuye a levantar y raspar la cama humosa del suelo, lo compacta
por el peso de la máquina y baja sensiblemente la infiltración del agua, originando
una reducción de la disponibilidad de nutrientes debido al arrastre de material
(Primavesi, 1984; Sánchez, 1972; Popenone, 1957).
En los trópicos, la capa viva del suelo raramente sobrepasa los 18 cm de
profundidad y cuando el terreno es removido, esta capa grumosa es enterrada, por
lo cual es importante limitar el arado del suelo a 12 o 15 cm y tal vez la preparación
del suelo es un factor que no permite una generalización ni aun cuando se trate de
una misma especie para un mismo tipo de suelo, lo cual requiere de una
determinación in situ tomando en consideración el tipo de suelo, la especie, el
cultivo precedente, la vía de propagación e incluso las condiciones climáticas
(Ayala, 1984).
La cantidad de semilla o material vegetativo que se utiliza para las siembras
de pastos tropicales dependerá básicamente de la pureza y germinación que
contengan las semillas botánicas; de la madurez y parte de la planta empleada como
material vegetativo, pero no es desconocido que también influye la fertilidad,
preparación del suelo, precipitaciones, método de siembra, agresividad de la
especie cultivada y contenido de materia orgánica (Corbea, 1988).
La distancia entre plantas puede ser de 60 x 45 cm ó 90 x 60 cm en especies
amacolladas y de 90 x 45 cm en especies estoloníferas. En zonas tropicales
húmedas o bajo riego, el espaciamiento cerrado da mayores rendimientos de forraje
y en zonas más áridas, es conveniente un espaciamiento más amplio (Mc. Ilroy,
1984).
El buen manejo de praderas tropicales consiste en la diestra manipulación o
planeación y dirección del uso del pastizal, con el objetivo de mantener la
producción ganadera máxima que sea consistente con la conservación de los
potreros, definiendo como buen manejo la aplicación de las técnicas complejas de
la manera más sencilla respecto a: a) control de la vegetación, b) del ganado, c) del
suelo y agua, d) de plagas y de aspectos económicos; con objeto de mantener una
producción elevada de forraje de alta calidad durante un período de tiempo más
largo posible; mantener un equilibrio favorable entre las especies herbáceas; lograr
una utilización eficiente del forraje producido y alta producción ganadera (Hubbel,
1983; Mc Ilroy, 1984; Voisin, 1974).
Los forrajes tropicales tienen bajo valor nutritivo para el ganado, sobre todo
cuando las gramíneas constituyen el único alimento de los animales, por lo cual, su
utilización debe estar acompañada de forrajes o concentrados suplementarios de
mayor calidad, sobre todo durante la épocas de bajo crecimiento de las praderas.
esto se puede lograr con el cultivo de forrajes de corte en aproximadamente el 8%
del total del área de pastoreo, los cuales se pueden proporcionar al ganado en
forma de ensilaje o heno de los mismos pastos o leguminosas más nutritivos (Mc.
Ilroy, 1984).
En Colombia se estudió el efecto de la labranza sobre el establecimiento del
pasto Andropogon (Andropogon gayanus) probando tres métodos (arado de discos,
discos excéntricos y sin laboreo más herbicida) y tres profundidades de siembra (0,
10 y 20 cm) además de la labranza cero, mínima, reducida y tradicional. La
labranza con discos excéntricos y profundidad de 20 cm para la siembra produjo los
mejores resultados en rendimiento de materia seca (3.5 t/ha) y mientras que con una
labranza reducida se alcanzan las mejores producciones a los 6 meses de edad (2.7
t/ha de materia seca); el tapado de la semilla con una capa de 2.0 cm de tierra
propició una mejor germinación en Andropogon gayanus, Brachiaria brizantha y
Panicum maximum en siembras durante la época lluviosa (CIAT, 1986).
Al establecer diferentes gramíneas se encontró una buena respuesta con el
uso de material vegetativo para el Rhodes ((Jhloris gayana), Andropogon
(Andropogon gayanus), Braquiaria (Brachiaria purpurecens) y Estrella panameño
(Cynodon plectostachyus) en el rendimiento de forraje a los 240 días (Figueredo et
al., 1992). Las siembras al voleo sin tapar en Brachiaria decumhens fueron las de
menor costo de establecimiento en comparación a la producción con el tapado de la
semilla (Granados et el., 1982).
El Rhodes solo o asociado con leguminosas y preparación tradicional mínima
del suelo, presentó mejor respuesta al establecimiento cuando el terreno fue
preparado de manera tradicional (Lorenzo et al., 1992). En contraste (Carmona y
Amaya, 1992) observaron que el Brachiaria brizantha y Brachiaria decumbens
no presentaron diferencias entre siembras al voleo y en surcos durante los primeros
solo a 150 días se
120 días para cobertura, altura y número de plantas/m2
favoreció al método de voleo.
12
En la utilización de pastos ,tropicales se emplean sistemas intensivos o de
altos insumos (fertilización, riego a la pradera y suplementación al ganado),
sistemas de bajos insumos (utilización exclusiva de pastos). Debido a los altos
costos de insumos, los riesgos de contaminación por aplicaciones excesivas de
fertilizantes minerales y el abatimiento de los mantos freáticos, así como la baja de
los precios de los productos de origen animal, han ocasionado mayor interés en los
sistemas de bajos insumos; donde la idea fundamental es reducir costos de
producción, emplear productos regionales, mantener la estabilidad financiera y
productiva por mayor tiempo y evitar la degradación de los recursos. Bajo este
concepto se manejan sistemas con base al pastoreo de gramíneas con pocos
insumos; asociaciones de gramíneas con leguminosas, bancos de proteína de
leguminosas, entre otros (Jordán et al., 199 1; Milera, 199 1; Corbea, 1994).
En Cuba, las producciones de leche con pastos tropicales fertilizados con 80100 kg N/ha/año permiten alcanzar rendimientos de 8-l 0 kg/vaca/día con bajos
niveles de suplementación al ganado a partir del séptimo litro; aumentando el
potencial hasta 12,3 18 litros de lecheka cuando se utilizan bancos de proteína en
pasto Pangola de temporal (Milera, 199 1).
Con ganado bovino en pasto Buffel se lograron producciones de 423 y 409
kg/ha de peso vivo cuando se pastoreó sólo o asociado con leucaena en terrenos de
temporal durante 235 días; se evaluó también la respuesta del Buffel a la
fertilización en la producción de carne y los rendimientos fueron de 495 kg/ha de
peso vivo en 247 días aplicando la dosis de 1 OO kg N/ha (Loaiza, 1986).
Observaciones realizadas indican que el pasto Estrella Aft-icana puede
sostener producciones entre 6 y 8 litros diarios por vaca, alcanzando producciones
de hasta 16,077 kg de lechekalaño (Meléndez, 1980). En zonas donde es factible
la explotación de sistemas intensivos se lograron producciones anuales sostenidas
durante más de diez anos de 32,500 litros de lecheha, con el empleo de ganado
especializado, fertilización anual de 800-100-00, aplicación de riego durante la
época seca y suplementación al ganado con 0.350 kg de concentrado comercial por
litro de leche producido y manteniendo una carga constante de 4,000 kg/ha de peso
vivo (González et al., 1992).
La producción de carne en pasto Estrella Africana fue evaluada durante 252
días de pastoreo, empleando suplementos d e melaza/urea o sorgo/urea;
concluyendo que las ganancias diarias de peso fueron de 0.6 15 y 0.644 kg/animal
profundidad de raíces en gramíneas (15 a 40 cm), erosión y escape a la atmósfera
en forma de gas amoníaco (Rodríguez, 1982).
La respuesta de los forrajes tropicales a las aplicaciones de fósforo y
elementos menores podría estar ligado a la disponibilidad en partes por millón
(ppm) en el suelo, la capacidad de extracción de las especies y la fuente comercial
aplicada; los niveles críticos de P en gramíneas son de 0.26% (Cenchrus ciliaris),
0.23% (Chloris gayana), 0.11% (Andropogon gayanus), 0.22% (Cynodon
nlemfluencis), 0.16% (Digitaria decumbens), 0.19% (Panicum maximun) y 0.11%
(Brachiaria brizantha), lo cual indica que el Cenchrus ciliaris requiere de
aplicaciones mayores de fósforo y el Andropogon gayanus junto con el Brachiaria
brizantha persisten más en terrenos deficitarios de este elemento (Remy y
Hernández, 1988).
El fertilizante nitrogenado aumenta la calidad del forraje producido, sobre
todo el contenido de proteína cruda y la digestibilidad de la materia seca. En pasto
Buffel se incrementa el contenido proteico en 1 .O punto porcentual con la aplicación
de 140 kg N/ha/aÍío en praderas de temporal, respecto a la no aplicación de
fertilizante, sin embargo, este aumento depende de la precipitación, temperatura,
fotoperíodo, fertilidad inicial del suelo, edad de la planta, época del año y relación
hoja-tallo (Meléndez, 1980; Jiménez, 1987).
En pasto Estrella de Africa los incrementos en el contenido proteico con
aplicaciones crecientes de N tienen efectos significativas no muy importantes tanto
en suelos de aluvión como laterítico, pero con un nivel de 200 kg N/ha se observa
un incremento de 1.2 punto porcentuales en relación a la no aplicación de
fertilizante (Meléndez et al., 1980). Los forrajes perennes de corte como el Taiwán
(Pennisetum purpureum), Merkerón (Pennisetum merkeri) y Bermuda Callie
(Cynodon dactylos x Cynodon plectostachyus), son las especies que mayor
respuesta han presentado a la aplicación de N en el rendimiento y calidad forrajera
para las condiciones del trópico seco del Sur de Jalisco. Se han encontrado niveles
productivos en pasto Merkerón irrigado de 33.1 t/ha de materia seca y 8.0% de
proteína cruda al fertilizar con la dosis anual de 500-80-00, en relación a 13.6
t/ha/año y 7.2% de proteína sin fertilizante durante un promedio de cuatro anos
(Lepe, 1989). En zacate Taiwan se observó un aumenta en el contenido proteico de
6.2% a 9.5% con fertilización de OO-OO-OO y 800-l OO-OO respectivamente. En pasto
Bermuda Callie cortado a 28 días de edad y fertilizado con la dosis anual de 800100-00 alcanza valores proteicos de hasta 18.0%, con un incremento de 6.0 puntos
porcentuales en relación a un testigo sin fertilizante (Eguiarte et al., 1992; González
et al., 1992).
4.5. Tipo y acción de los abonos orgánicos
Los abonos orgánicos fueron utilizados como fertilizantes entre las grandes
culturas de la antigüedad (2000 a 2500 a.c.) y los centros agrícolas más importantes
que se desarrollaron en las riberas de los grandes ríos, donde la alta fertilidad de los
suelos era debido en gran parte a su contenido de materia orgánica, unos mil anos
d.c. se realizó una primera clasificación de los abonos orgánicos y se agruparon
como abonos verdes y aguas negras para la producción agrícola (Tisdale y Nelson,
1975).
En México, la importancia de los abonos orgánicos fue conocida por las
culturas prehispánicas, disponiendo para las plantas de productos de origen animal
como el pescado y la construcción de chinampas con materiales de suelos orgánicos
o ciano rico en materia orgánica (Trinidad, 1987).
Los fertilizantes orgánicos son los más conocidos y de aplicación más
universal. El estiércol también se ha utilizado desde los tiempos prehispánicos y se
cree que se continuará usando en tanto que los animales alojados en corrales
permanezcan en las explotaciones agrícolas (Hubbel, 1983).
Conforme se aumenta el conocimiento de la acción de los abonos orgánicos
sobre la planta y el suelo, de igual manera se diversifica la clasificación de éstos de
acuerdo a su uso específico, origen y tipo de acción; se considera que los
principales abonos son: estiércol animal, abono verde, residuos de cosechas,
residuos orgánicos industriales y aguas negras; por su parte, existen diversas
discusiones sobre la importancia de abonos orgánicos en la aplicación en cultivos y
praderas (Trinidad 1987; Primavesi, 1984; Mc Ilroy, 1984; Hubbel, 1983).
En una descripción sobre abonos se consideraron cuatro tipos (estiércol,
compost, purin y abono semilíquido), en el caso de estiércol se considera como un
material más o menos desecho que puede obtenerse utilizando como cama algunos
residuos vegetales distintos a la paja: aserrín, helechos, hojas, etc. El compost se
considera como una mezcla de excrementos o estiércol con tierra y diversos residuos animales o vegetales tratados y mezclados. En el caso del purín que es la orina
más o menos fermentada y el abono semilíquido es considerado como la mezcla de
orina y de excrementos con cantidades escasas de residuos vegetales de otra clase
en distintos grados de fermentación (Voisin, 1974)
16
En la actualidad, los abonos orgánicos se clasifican en 10 categorías con base
a sus fuentes de origen: 1) residuos de cosecha, 2) abono verde, 3) compost común,
4) compost de setas, 5) estiércol bovino, 6) estiércol porcino, 7) gallinaza, 8)
residuos de alcantarilla, 8) residuos post extracción de aceite comestible y 10)
residuos de procesamiento de productos animales (Hesieh, 1990).
Los comúnmente llamados fertilizantes orgánicos tienen como principal
fuente estiércoles (vaca, caballo, carnero, aves, etc.), desperdicios industriales de
granja y de casas habitación (compost rural seca, aguas negras frescas no tratadas y
tortas de lodos cloacales), residuos vegetales (cascara de arroz, de cacahuate, pajas
y tallos) y abonos verdes, principalmente leguminosas (Hubbel, 1983).
A pesar de los diversos tipos de abonos orgánicos disponibles para su
utilización en la agricultura, solo unos cuantos de ellos han recibido especial
atención para determinar su composición, acción en el suelo y efecto en cultivos
agrícolas y pastos forrajeros. El compost se considera materia orgánica de diversas
fuentes descompuestas por microorganismos inoculados artificialmente; éste es un
material obtenido de basura degradada por acción aeróbica, cuyo valor energético y
nutritivo es superior a cualquier estiércol (González, 197 1 y Compomex, 1975).
La aplicación de compost en los suelos facilita el laboreo, aumenta la
retención de agua, la temperatura en el suelo, favorece la germinación de las
semilla, además de retener con mayor facilidad elementos nutritivos como el
nitrógeno y potasio, formando sales orgánicas más asimilables; incorpora microorganismos benéficos, destruye parásitos y bacterias patógenas por su acción
antibiótica (Millar, 196 1; Bernal, 1973).
En contraste, los residuos vegetales como abonos verdes no aportan al suelo
materia orgánica, pero aumentan las bases y beneficia la producción, su efecto es
mediante el suministro de nitrógeno orgánico y sustancias que promueven el
crecimiento de las plantas, pero se descomponen rápidamente (tres a cuatro
semanas); durante este proceso se puede consumir las fuentes de carbono existentes
en el suelo, reduciendo el contenido de materia orgánica, enriquece temporalmente
el suelo, pero no mejora la bioestructura o lo hace por poco tiempo y además
origina hongos patógenos en el suelo (Hallam y Bartholomew, 1953).
Por lo general la aplicación de abonos verdes se realiza con leguminosas para
fijar nitrógeno, su incorporación al inicio de la floración evita el incremento de fibra
(Primavesi, 1984).
El estiércol es fuente importante de materia orgánica, está constituido por las
deyecciones sólidas y líquidas de los animales de rancho y se considera como un
abono no equilibrado, ya que debe complementarse con algún abono fosfatado
(Menéndez, 1987; Voisin, 1974 y Mc Ilroy, 1984).
En suelos alcalinos, la materia orgánica promueve la acidifícación, debido al
aumentado en la infiltración de agua y lixiviación de las sales, producción de ácido
carbónico, elimina la toxicidad del magnesio y aluminio intercambiable
transformándolo en humatos de aluminio, que no son tóxicos para los vegetales
(Duchaufour y Jacquin, 1966; Jacquin y Juste, 1966; Levashkevich, 1966).
4.6. Utilización de excretas animal en pastos.
El valor de los estiércoles depende de cuatro factores importantes: 1) tipo de
alimento consumido por el animal (los concentrados producen el estiércol más
rico), 2) origen o procedencia del estiércol, 3) tiempo del estiércol (un estiércol
viejo bien descompuesto contiene nutrientes más fácilmente utilizables que el
estiércol recientemente hecho), 4) el método de ahnacenamiento, el estiércol que se
almacena debajo de un techo o pila en forma de cuenca colectada, pierde su valor
(Hubbel, 1983).
La aplicación del estiércol en terrenos debe hacerse en forma uniforme y
nunca en líneas; en el caso de praderas y pastizales debe aplicarse superficialmente
y ser incorporado con rastra, sobre todo cuando el estiércol es fino y está bien
podrido, es conveniente realizar aplicaciones ligeras, uniformes y frecuentes
(Menéndez, 1987).
En ocasiones la aplicación de estiércol puede ser perjudicial, sobre todo si se
incorpora al suelo en forma fresca y con alto contenido de paja. Esto provoca una
disminución en la relación carbono-nitrógeno y establece una fuerte competencia
entre los microorganismos del suelo y las plantas del cultivo. La elevación de la
temperatura durante el proceso de pudrición puede incluso quemar las plantas
(Trinidad, 1987).
Normalmente se aplican cantidades de 34 t/ha y hasta 90 t/ha en algunos
cultivos, las aplicaciones se pueden diferir en varios años; sin embargo la cantidad
de estiércol al aplicar es función de los nutrimentos que contienen los diferentes
estiércoles (Hubbel, 1983; Menéndez, 1987).
El contenido de nitrógeno, fósforo, potasio, calcio y materia orgánica que tienen los principales estiércoles en Guadalajara, Jalisco, México se presentan en el
cuadro 3.
Cuadro 3. Principales nutrientes de los estiércoles, (%)
Composición
química
Vacuno
Equino
Ovino
Porcino
Aviar
NITROGENO
FOSFORO
POTASIO
CALCIO
M. ORGANICA
Naranjo, 1994
0.53
0.29
0.48
0.40
16.74
0.55
0.27
0.57
0.38
27.06
0.89
0.48
0.83
0.53
30.70
0.63
0.46
0.41
0.27
15.50
0.89
0.48
0.83
0.53
30.70
Hubbel (1983) presenta un análisis de nitrógeno (N), ácido fosfórico (P2O5)
y potasio (K20) de 1.0, 1.4 y 0.8 (aves); 0.5, 0.4 y 0.3 (carnero); 0.4, 0.3 y 0.3
(caballo); 0.3, 0.1 y 0.1 (vacas); los cuales, presentan un orden de importancia
similar a los observados por Naranjo (1994), y Trinidad (1987) (Cuadro 4).
Estos análisis indican que el contenido de humedad de los estiércoles
depende del grado de descomposición y manejo. El estiércol de bovino tiende a ser
más alcalino que el de aves y cabras; en cambio el de cerdos es el menos alcalino.
Las variaciones en el contenido de materia orgánica están más relacionados al
manejo. Los estiércoles como la gallinaza presenta un contenido alto de nitrógeno y
fósforo en comparación con otros estiércoles; sin embargo, al igual que el estiércol
de bovino presentan un mayor porcentaje de sales solubles. A pesar de ésto, las
aplicaciones de altos volúmenes de estiércol de bovino son aceptables debido a su
mayor relación C/N (Trinidad, 1987).
19
Cuadro 4. Características químicas de los estiércoles
Determinación
HUMEDAD
pH 112
MATERIA ORGANICA (%)
NITROGENO TOTAL (%)
FOSFORO (%)
POTASIO (%)
CALCIO (%)
MAGNESIO (%)
SODIO (%)
ZINC TOTAL (ppm)
MAGNESIO TOTAL (ppm)
FIERRO TOTAL (ppm)
SALES SOLUBLES (%)
RELACION UN
CENIZAS (%)
Adaptado de Trinidad, 1987.
Vacuno
28-45
7.5-8.6
25-30
1 .o-3.0
0.2-l .o
1 .o-4.0
1.5-5.0
0.4-l .2
0.3-3.0
130.5
264.0
6354.1
3.2-9.1
13-19
38-72
Aviar
5-55
7.0-7.8
25-35
2.5-5.0
1 .o-3.5
1.5-4.0
2.7-8.8
0.5-l .5
0.3-2.0
516.0
474.0
4902.0
4.2-8.3
8-14
15-42
Porcino
30-50
6.8-7.5
Caprino
3-5
0.5-l .o
1 .O-2.0
3-4.5
0.4-0.8
2.0-3.0
0.08
0.05
0.2
0.05
1 .O-2.0
1 .o-2.0
7.3-7.8
Es posible que los niveles de nutrientes de los estiércoles y sus altos
volúmenes de aplicación puedan mantener producciones adecuadas y estables
durante un buen tiempo; lo cual puede reducir el uso de fertilizante químico; sin
embargo, en ocasiones no se trata de sustituir el fertilizante químico, sino aumentar
su absorción en el suelo (Primavesi, 1984).
Por otra parte, la disponibilidad de altos volúmenes de estiércoles de buena
calidad no es constante. Los estiércoles que más se producen, son de bovino,
equino y porcino, y en menor cantidad de caprino, ovino y aves. En 1982 la
producción anual de estiércol en México ascendió a 49’200,000 ton. la producción
de estiércol de bovinos (74.4%) fue seguida por equinos, porcinos, caprinos ovinos
y aves. Esta producción con un buen manejo sería suficiente para aplicar 2 t/ha en
la superficie agrícola del país (Trinidad, 1987).
El ganado lechero produce la mayor cantidad de estiércol (6.0 kg/día en peso
seco), seguido por 4.0 kg/día bovinos de engorda, 0.700 kg/día caprinos y 0.450
20
kg/día porcinos en la comarca lagunera de México. Una vaca adulta produce
aproximadamente 2 ton. de estiércol seco al ano y un borrego 0.25 ton. de estiércol
(Hubbel, 1983; Castellanos, 1982).
Se considera que es preferible aplicar abonos líquidos en pastos, que en
tierras de labor de cultivo, recomendandose que ésta se haga sobre las praderas de
corte; ya que en pastos, los animales hacen un aporte directo de excrementos
(Voisin, 1974).
El aporte de nutrientes al suelo por heces se ha estudiado con vacas que
pastaron durante 18 h/día en tres sistemas de manejo (rotacional con 8, 4 y 2 lotes)
durante la época seca en Cuba. El número de heces/vaca ( 10.1 y ll .5) fue mayor en
sistemas con 8 y 4 lotes, comparado con 2 lotes (7.5). Los diámetros respectivos
de las heces fueron similares en los tres sistemas (26.1, 25 7 y 26.7 cm). El
porcentaje de área cubierta fue bajo (6.28, 6.99 y 5.19%) y la cantidad de nutrientes
(kg/ha/año) aportado fue de (40, 45 y 52 kg de N respectivamente; y de 9, ll y 7
kg de P, con 10, 12 y 8 kg de K, respectivamente. Al año de pastoreo los
contenidos de materia orgánica y K del suelo se incrementaron (P<O.OOl), mientras
que el contenido de P se redujo (P<O.OOl). Se concluyó que el área ocupada por las
heces carece de importancia práctica bajo condiciones de pastoreo. Los aportes de
N y P al suelo por las heces fueron pobres y solo el aporte de K fue importante
(Suárez et al., 1987).
La aplicación de estiércol no afecta la composición botánica de praderas
(gramíneas, tréboles y otras hierbas), encontrándose 57% de gramíneas sin
aplicación de estiércol contra 58% con aplicación, 17% a 24% en tréboles y de
26% a 18% en otras hierbas sin y con aplicación. En primeros estudios se ha
reportado un efecto favorable del estiércol en el porcentaje de leguminosas en una
pradera. El aporte de minerales que faltan en el suelo afectan la influencia del
estiércol sobre las leguminosas, sin embargo, continúan las controversias en
relación a la aplicación de abonos orgánicos en praderas. (Voisin. 1974).
4.7. Respuesta productiva de pastos tropicales y cambios en la
composición físico-química del suelo con aplicaciones de abonos
orgánicos.
En un experimento en la subestación de Corazal, Puerto Rico para determinar
los efectos del estiércol de vaca en los rendimientos de forraje verde, forraje seco y
proteína del pasto Estrella (Cynodon nlemfluencis var. nlemfluencis) y en la
composición del suelo; se encontró que el estiércol aplicado contenía: 65% (materia
seca), 1.60% (nitrógeno), 0.10% (fósforo) y 0.34% (potasio). Las dosis de 2.8, 5.6,
11.2, 16.8, 22.4 y 31.3 t/ha fueron complementadas con abono mineral (15-5-10)
para alcanzar 504, 73 y 336 kg/ha/año de N, P y K respectivamente,
Adicionalmente dos tratamientos testigo, uno con 3,360 kg/ha de un abono 15-5-10
como abono corriente y otro sin abono y sin estiércol. En 720 días de estudio, la
cantidad máxima de estiércol aumentó los rendimientos de forraje seco y proteína
bruta en relación al testigo. La aplicación de 2.8 a 22.4 t/ha de estiércol produjeron
rendimientos de forraje similares al testigo con fertilizante químico (Vélez et al.,
1985).
Arévalo (1986), utilizó el Pannicum maximum como planta indicadoraa para
estudiar el efecto de abonos orgánicos naturales (AO) y fertilizantes (Urea). Se
aplicaron dosis de 5 y 20 t/ha de estiércol de caballo, bovino, cerdo y aves; además,
80, 100 y 75 kg/ha de N, P y K respectivamente. La aplicación de estiércol porcino
y gallinaza promovieron un mayor rendimiento de materia seca en los brotes,
debido a la disponibilidad de nutrientes, producto de la degradación lenta de los
abonos en la pradera.
En otro trabajo se aplicó estiércol vacuno para rehabilitar un pastizal de
Bermuda Cruza 1 (Cynodon dactylon var. Cost Across 1) de ocho años de
establecido en un suelo Vertisol. Las dosis evaluadas fueron de 25 t/ha de estiércol
y 50 kg N/ha, en combinación con operaciones de arado y grada. Las parcelas que
recibieron 25 t/ha de estiércol incorporado con la grada rindieron 4.0 t/ha más que
las parcelas sin incorporación de estiércol y aradas previamente. La composición
botánica de la pradera presentó una tendencia similar al rendimiento de forraje. La
combinación de estiércol con labores de rehabilitación del pastizal, incrementó la
composición botánica en 40% respecto al estado inicial (Cordovi y Rábago, 1986 ).
En Cuba se comparó el estiércol vacuno, la roca fosfórica importada (RFI) de
Marruecos, la roca fosfórica de ese país (RFN) y el super fosfato simple (SS) en la
nutrición fosfórica del Cynodon dactylon C.V. Cruzada-l, así como la posible
influencia del estiércol en la solubilidad del P de fertilizantes comerciales. Los
resultados indicaron que la aplicación de estiércol produjo mayores rendimientos de
materia seca (P<O.05) y mayores extracciones de P y concentraciones foliares. La
combinación de RFN con el estiércol tuvo los mejores resultados, concluyendo que
30 t/ha de estiércol de vacuno cubren las necesidades de P con rendimientos
superiores que con cualquier fuente comercial de P (Arteaga et al. 1985).
En King grass (Pennisetum purpureum x Pennisetum rhyphoides) se evaluó
el efecto de la gallinaza y estiércol bovino sobre la producción de forraje. La
aplicación de 3 t/ha de gallinaza fue estadísticamente igual (P<0.05)
a la
fertilización de 200 kg/ha de N en forma de urea. Por lo tanto, no es recomendable
aplicar mas de 1 t/ha de gallinaza y 50 kg/ha de N/corte (León y Gómez, 1986).
El efecto del momento de aplicación de 40 t/ha de estiércol fue evaluado en
King grass, antes de roturar el suelo, antes del cruce, antes de la última grada en
comparación a un testigo sin estiércol en un suelo ferralítico rojo. La aplicación del
estiércol incrementó (P<O.OOl) la altura del forraje, numero de hojas/planta y el
rendimiento durante la fase de establecimiento, sin embargo, el momento de aplicación no tiene ningún efecto. El rendimiento anual de forraje se incrementó en 62
t/ha respecto al testigo, recomendandose aplicar el estiércol antes de la rotura del
suelo (Crespo y Oduardo, 1985).
La aplicación de estiércol de ovino en Andropogon gayanus 621 fue
estudiada en Colombia sobre la altura de planta, producción de forraje verde,
capacidad de carga teórica y composición química del forraje a 45 y 60 días
después del tratamiento. Los niveles de NPK (0, 50-50-50 o 100-100-100 kg/ha).
fueron ajustados, observándose una respuesta positiva a la dosis 50-50-50 en altura
y producción de forraje en los dos cortes y mayor capacidad de carga a los 60 días.
Se concluyó que la aplicación de 5.5 t/ha de estiércol más un fertilizante fosfatado
puedo mantener una buena producción de forraje (Hoyos, 1985).
En un suelo postzálico rojoamarillo se aplicaron diferentes residuos
orgánicos en Braquiaria (Brachiaria decumbens). Los residuos evaluados fueron
vino seco, lodo de cañerías, torta de aceite de recino, torta de filtrado de bagazo de
caña de azúcar, nenufar molido y gallinaza. Los residuos orgánicos que produjeron
mayor crecimiento del forraje fueron la torta de aceite de recino y la gallinaza. El
crecimiento de las plantas disminuyó por el desequilibrio de K/Ca y la alta absorción de Cl. La eficiencia de absorción de N fue mayor con residuos cuya liberación
de N fue rápida (Botaglia et al., 1983).
En un período de cuatro anos, la aplicación de estiércol vacuno aumentó la
producción de forraje seco de 6.03 a 12.34 t/ha/año en comparación con un testigo
en praderas de Digitaria decumbens. En Cynodon dactylon los rendimientos fueron
de ll .66 VS 24.10 t/ha/año de M.S. respectivamente. El estiércol vacuno mejoró la
fertilidad, mantuvo el pH dentro de un rango aceptable, incrementó los contenidos
de K20, Ca y MO y disminuyó el contenido de Al . La composición del estiércol
fue de M.S., 25%; N, 2.31%; P, 0.54% y K, 1.8% (Arteaga et al., 1981).
La aplicación de 15-30 t/ha de materia orgánica en forma de excremento
incrementó en un 20-25% la eficiencia de los fertilizantes minerales aplicados,
además se observó que las condiciones físicas del suelo mejoraron y aun-rentó la
vida útil de los forrajes, ahorrando en labores de rehabilitación (Villela et al.,
1987).
En un estudio de la época de aplicación y combinaciones de dosis de
estiércol vacuno (0, 25 y 50 t/ha) y nitrato de amonio (0 y 60 kg/ha) en el
establecimiento y rendimiento de forraje de Pennisetum purpureum; se observó un
rendimiento superior con 25 y 50 t/ha de estiércol, combinado con 60 kg de N/ha (Crespo y González, 1986).
En un estudio con 0, l0,20 y 30 t/ha de estiércol de vaca y 0, 5, 10 y 15 t/ha
de pollinaza en diferentes especies (Zea maiz; Shorgum bicolor, L y Pennisetum
purpureum schum) se obtuvieron rendimientos anuales de materia seca respectivos
de: 7.4, 10.0 y 13.3 t/ha, la producción del pasto Elefante se incrementó
linealmente con la aplicación de estiércol de vaca; la fertilización orgánica no
afectó significativamente el contenido proteico del forraje (Farías et al., 1986).
Los estiércoles de ganado vacuno, caprino, conejo y aves, así como abono
verde de azolla feliculoides en pasto ballico (Lolium multiflorum); los resultados
indican que la gallinaza y azolla fueron rápidamente mineralizados, alcanzaron
equivalencias al sulfato de amonio a los 30 días de 1.49 (Gallinaza) y 1.90 (Azolla),
el estiércol de bovino fue el más lento, el de caprinos y conejos fueron intermedios
(Vázquez, 1988).
La aplicación de gallinaza favoreció la incubación y crecimiento de un mayor
numero de fotobacterias, en comparación con tratamientos homólogos con estiércol
de vacuno. Sin embargo, el rendimiento de cebada no respondió positivamente. Las
aplicaciones de 100 kg y 300 kg de P205ka tampoco afectaron el contenido de P
(Madero, 1982).
En un ensayo experimental en Canadá se estudio el efecto de la fertilización
y rotación de cultivos sobre el contenido de materia orgánica de los suelos a
profundidades de O-O.15 m y 0.15-0.30 m durante 24 anos de rotación en cultivos
de Triticum aestivum L. El contenido de materia orgánica a 0.15 m se incrementó
con fertilización anual. Se observó una relación directa de la producción de
residuos del sistema, e inversa con deficiencias de nitrógeno. Se concluyó que el
carbono de la materia orgánica en suelos bien fertilizados fue constante y
disminuyó la erosión, ocasionando un uso más eficiente del nitrógeno (Cambell y
Zenter, 1993).
La disponibilidad de nutrientes de la materia orgánica del estiércol puede
disminuir durante la estación de frío. En un estudio de cinco niveles de estiércol (0,
47.5, 82.5, 150.0 y 302 t/ha) con dos niveles de fertilización N (0 y 168 kg/ha); se
observó que la aplicación de estiércol afectó la producción solo un año de los tres
de estudio; se considera las condiciones climáticas afectaron el aprovechamiento de
la fertilización; sin embargo, no es suficiente para explicar este efecto (Motavalli et
al., 1993).
El cultivo de pastizales por largo tiempo reduce el contenido de carbono
orgánico y nitrógeno de los suelos y deteriora en la estructura de los agregados del
mismo. Al comparar sistemas de cultivo, se concluye que los suelos de pastizal
nativo son más estables en relación a los suelos cultivados, debido a la mayor
proporción de macroagregados de la G-acción de materia orgánica. La pérdida de
estabilidad de la estructura se debe a la disminución del carbono orgánico y
nitrógeno de la fracción de la materia orgánica (Cambardella y Elliott, 1993).
En Cynodon dactylon (L) pers. la aplicación continua de gallinaza durante
12-35 anos en cantidad de 6 t/ha/año; se incrementó significativamente el pH en 0.5
y el P a 5 cm. de perfil , decreció el P a 30 cm de profundidad. La pollinaza es
retenida en el perfil, lo que refleja a una mayor absorción y consumo por parte de la
planta (Sharpley et al., 1993).
V MATERIALES Y METODOS.
5.1. Características del área experimental.
5.1.1. Localización.
El experimento se realizó en los terrenos del rancho ganadero, denominado
“La Nopalera”, al sur del estado de Jalisco (Figura 1). Situado a una altura de 1400
msnm, a 103” 32’ longitud Oeste y 19” 5 1’ de latitud Norte.
5.1.2. Clima.
El clima del área según la clasificación de Köeppen, modificada por García
( 198 1) se considera como trópico seco, con temperatura media anual de 2 1.5 “C y
856.1 mm de precipitación media anual. Las lluvias se presentan en verano, durante
cuatro meses, sin presencia de cabañuelas en invierno (Cuadro 5).
5.1.3. Suelo.
Los suelos en el horizonte superior son de textura franca, color café oscuro,
pH ligeramente alcalino de 7.3 y alto índice de pedregosidad (Díaz y Hunter, 1978).
Además se considera pobre en nitrógeno y materia orgánica, con carencia extrema
de fósforo y alto contenido de potasio.
5.2. Diseño experimental.
Se utilizó un diseño experimental completamente al azar, con tres
repeticiones por tratamiento. Los tratamientos fueron: Tl) OO-OO-OO; T2) 100-5000; T3) 10 t/ha de estiércol de bovino; T4) 20 t/ha de estiércol de bovino; T5) 30
t/ha de estiércol de bovino; T6) 10 t/ha de estiércol de ovino; T7) 20 t/ha de estiércol de ovino y T8) 30 t/ha de estiércol de ovino. Las fuentes de fertilizante mineral
empleados fueron: Urea (46% N) y Superfosfato de Calcio triple (46% P2O5). Los
estiércoles utilizados fueron de ganado bovino estabulado y ovinos en corrales de
piso. En el cuadro 6 se presenta la composición química de los dos tipos de
estiércol. Los efectos de los tratamientos se evaluaron mediante un análisis de
varianza para un diseño completamente al azar (Steel y Torrie, 1981). La
comparación entre medias se realizó mediante contrastes ortogonales, utilizando el
programa estadístico desarrollado por la Universidad Autónoma de Nuevo León,
México ( Olivares, 1989).
Adicionalmente, se realizaron pruebas de correlación entre rendimiento de
materia seca y calidad del forraje, con índices de fertilidad, pH y materia orgánica
de los suelos.
5.3. Lote experimental.
Se utilizaron 32 parcelas experimentales, que fueron trazadas sobre praderas
de pasto Buffel; las dimensiones por unidad fueron de 3 x 3 m, separadas por
calles intermedias. El área útil para las evaluaciones fue de 1 x 2.
La pradera empleada en este estudio se manejó bajo condiciones de
temporal, fue establecida hace cuatro años en forma manual al voleo, con semilla
de la variedad Texas, 4464, introducida a la región Sur de Jalisco, México en los
anos 70’s (Figura 2). Las condiciones de cobertura, densidad y frecuencia del pasto
fueron consideradas buenas durante el periodo de prueba.
El manejo del lote de evaluación consistió en un corte inicial a 20 cm del
suelo al principio de la lluvias. Al inicio del rebrote del pasto, se aplicaron los
tratamientos durante cuatro anos consecutivos. En cada ciclo anual, se realizaron
dos cortes de forraje a 35 días de frecuencia, antes del inicio de la floración. Las
muestras de suelo se efectuaron al inicio, al fmal de los anos de la aplicación (Fase
1) y al fmal del experimento (Fase II).
5.4. Variables de respuesta.
Las variables para evaluar el efecto de los tratamientos fueron: Forraje verde
(t/ha), forraje seco (t/ha), altura de la planta (m), proteína cruda (%), fibra
detergente neutro (%), digestibilidad in situ de la materia seca (%), calcio (%) y
fósforo (%) del forraje. Así como el pH, materia orgánica, N, P , K y saturación
por agua del suelo (%).
5.4.1. Determinaciones del forraje.
Se colectaron muestras de 500 gr de forraje verde por parcela y por corte
para secarlas en estufa a 65 “C durante 48 horas o alcanzar peso constante y
determinar el contenido de materia seca. Posteriormente se pasaron por un molino
whilley con malla de 1 mm para realizar análisis en el laboratorio de bromatología
del Campo Experimental “Clavellinas” de Tuxpan, Jalisco, México. Los análisis se
realizaron de acuerdo a la metodología sugerida por la A.O.A.C. (1980).
5.4.2. Variables del suelo.
Fueron realizados en un laboratorio particular para análisis de suelos y aguas
de uso agropecuario, siguiendo la metodología descrita por Chapman y Pratt
(1984).
27
5.5. Análisis económico.
Los gastos incluidos por concepto de fertilización mineral fueron: Costo
actual de 325.0 kg/ha/año de fertilizante nitrofosforado, acarreo y aplicación
manual considerando tres jornales de N$25.00 para estas operaciones.
Para la aplicación de estiércol sólo se consideró acarreo y distribución en la
pradera, sin darle valor al estiércol debido a que se considera su producción en los
propios ranchos. Estas actividades se realizaron manualmente, considerando que
una persona con carreta, puede cubrir 1 .O ha en 13 días, aplicando una dosis de 30
t/ha (Hubbel, 1983).
L O
VI RESULTADOS
6.1. Producción de forraje.
Durante los cuatro anos de aplicación de los tratamientos (Fase 1) y los tres
años posteriores sin aplicación (Fase II), el rendimiento de forraje verde presentó
diferencias estadísticas (P<O.05) entre tratamientos, sin observarse interacción
significativa (P>0.05) de tratamientos por anos; lo cual indicó una respuesta similar
de los tratamientos en todos los años.
Durante la Fase 1, la producción media anual de fon-aje verde en los
tratamientos de estiércol (bovino y ovino) y fertilización mineral (100-50-00) fue
superior respecto al testigo. Entre los diferentes niveles de estiércol, se presentaron
diferencias estadísticamente significativas (P<O.O5), observando un mayor
rendimiento con aplicaciones anuales de 30 t/ha de ambos estiércoles, pero entre
los dos tipos de abonos no hubo diferencia estadística (Cuadro 7).
En los tres anos de la Fase II, que representó el efecto residual de la
aplicación de estiércol tuvo un comportamiento similar que en la Fase 1. La fertilización mineral y el testigo fueron iguales estadísticamente (P>O.O5). Se presentaron
diferencias significativas (PcO.05) entre niveles de ambos estiércoles, excepto para
20 y 30 t/ha de estiércol bovino que fueron iguales. No se detectaron diferencias
entre los dos tipos de estiércol (Cuadro 8). Se observó que la producción de forraje
verde se incrementó linealmente (r 2 = 0.96) con la aplicación de 10, 20 y 30 t/ha en
ambos estiércoles durante las dos fases de estudio (Gráfica 1).
Respecto a los rendimientos de forraje seco, fueron diferentes
estadísticamente (P<O.O5), entre tratamientos y entre años, pero no hubo
interacción tratamientos por anos; comportamiento que se presentó en las dos fases
del estudio. Durante la primera fase de aplicación de los tratamientos, el
rendimiento de forraje seco con fertilización mineral o con la aplicación de los dos
tipos de estiércol fueron similares, pero superior estadísticamente (PcO.05) al
tratamiento testigo. Por otro lado, no se observaron diferencias entre ambos
estiércoles, pero entre niveles de éstos, las diferencias fueron estadísticamente
significativas (P<: 0.05) excepto entre los niveles de 20 y 30 t/ha de estércol bovino
(Cuadro 9).
En la Fase II, los rendimientos de forraje seco fueron diferentes
estadísticamente (PcO.05) entre tratamientos y entre anos de estudio; pero no se
presentaron interacciones tratamientos por anos. El efecto de la fertilización mineral
disminuyó’ a niveles productivos similares al tratamiento testigo, con 2.44 y 2.27
t/ha
respectivamente, mientras que para niveles y tipos de estiércol, el
comportamiento fué similar que en la fase anterior (Cuadro 10). La aplicación de
ambos estiércoles tuvo un incremento lineal de la producción de forraje seco (r2=
0.96) en ambas fases del estudio (Gráfica 2).
6.2. Altura de la planta
La altura de las plantas al finalizar las dos fases se presentan en el cuadro ll.
El comportamiento de los tratamientos durante la Fase 1 fue diferente estadísticamente (P<O.O5), sobresaliendo la aplicación del nivel más alto de ambos
estiércoles. La fertilización mineral fue superior al testigo, mientras que la
aplicación de niveles crecientes de ambos estiércoles ocasionaron alturas diferentes
estadísticamente (P< 0.05). La altura desarrollada por el pasto Buffel Texas, 4464
durante la Fase II fue similar entre abonos, observándose que el efecto residual del
fertilizante mineral provocó un bajo desarrollo de la planta. Ambos tipos de abonos
fueron iguales estadísticamente (Gráfica 3).
6.3. Composición química del forraje.
No se realizó análisis estadístico de los resultados de la composición quirnica
del forraje, ya que sólo se colectó una muestra de cada tratamiento en los diferentes
anos del estudio. Sin embargo, fueron evidentes las variaciones en los parámetros
evaluados, por lo cual, se considera de gran importancia presentar los datos de
cada fase como información adicional (Cuadros 12 y 13).
El mayor contenido de proteína cruda (PC) se presentó en los tratamientos
con estiércol de bovino y ovino con promedios durante la fase de aplicación de
9.4% a 11.6% (Gráfica 4). En contraste, la fertilización mineral no afectó el
contenido de PC del forraje y presentó valores similares al testigo, con promedios
de 8.5%. Durante los tres años de evaluación del efecto residual de los
tratamientos (Fase II), no se observó ninguna variación importante entre
tratamientos, los promedios fueron alrededor de 7.9%, lo que implica una
reducción de 3.7 puntos porcentuales respecto a la fase de aplicación.
La digestibilidad in situ de la materia seca (DISMS), no presentó una
variación importante durante la fase de aplicación, se observaron valores mínimos
de 35.8% con fertilización mineral, 37 .O % en el testigo y un promedio de 3 8.8% en
los tratamientos de estiércol. El efecto residual de los tratamientos sobre la DISMS
no fue importante, observándose valores promedio de 40.9. Los cambios más
30
importantes se dieron entre fases de estudio, con mayor DISMS en la etapa de
evaluación del efecto residual, con un incremento de 2.74%.
Las concentraciones de fibra detergente neutro (FDN) fueron iguales entre
tratamientos, entre fases de estudio, con promedio de 72.9% durante la aplicación
de tratamientos y 73 .O% durante la etapa de efecto residual.
Los niveles mayores de estiércol originaron un menor contenido de Ca y P.
Por el contrario, los niveles mínimos de estiércol y el testigo tuvieron incrementos
en el nivel de estos elementos en el forraje, tanto en la fase de aplicación como en
la fase residual, con un ligero incremento en esta última; ya que los promedios
respectivos fueron de 0.45% y 0.53% (Ca); 0.38% y 0.53% (P).
En el cuadro 14 se observa que la aplicación de los tratamientos se
correlacionó (P<0.01) positivamente con el rendimiento de forraje seco (ambas
fases de estudio), fibra detergente neutro (en la fase II), proteína cruda (en la fase 1)
y negativamente con el calcio (en las dos fases).
6.4. Composición físico-química del suelo.
No se realizaron análisis estadísticos de estas variables, por no haber tomado
muestras de cada repetición de los tratamientos en las dos fases del estudio, sin
embargo, se observó que los cambios fueron más notables que en la composición
química del forraje (Cuadros 15 y 16).
El pH mantuvo rangos de 7.4 a 7.6 en las dos fases del estudio, con niveles
de 7.3 (muy ligeramente alcalino) en el tratamiento testigo, fertilización mineral 10
y 20 t/ha de estiércol ovino, durante la fase de aplicación de tratamientos; mientras
que durante las evaluaciones de efecto residual, el rango fue similar al observado en
la primera fase. La saturación de agua (SA) del suelo presentó una tendencia a
incrementarse al aplicar altos niveles de abono. Sin embargo, este efecto no se
presentó después de la aplicación de estiércol.
Se considera que el nitrógeno nítrico (NN) y el nitrógeno amoniacal (NA)
fueron bajos en los tratamientos testigo, fertilización mineral y ambos estiércoles.
Los valores promedio fueron de 26.6 ppm NN y 39.7 ppm NA durante la fase de
aplicación, y disminuyeron a 18.5 ppm NN y 10.8 ppm NA en la siguiente fase
respectivamente.
El potasio (K) y fósforo (P) fueron notablemente afectados por la aplicación
de estiércol, con una tendencia positiva muy similar al incorporar la fertilización
mineral y estiércol. En relación al contenido de P los valores fueron bajos en los
tratamientos testigo, fertilización química y la aplicación de 10 t/ha de ambos
estiércoles, presentando valores de 2.6 ppm, 3.8 ppm y 10.2 ppm en promedio
respectivamente; lo cual contrasta con los altos contenidos con la aplicación de 20
y 30 t/ha de estiércol. La reducción de P en la segunda fase, fue muy significativa
en todos los tratamientos, se redujo en 10.9 ppm en promedio; lo cual equivale a
una disminución de 193.2%. Al inicio del estudio, el suelo presentó un contenido
alto de K, observándose un incremento lineal con la aplicación de estiércol. El
tratamiento testigo y la fertilización química presentaron contenidos de 183.3 ppm y
229.6 ppm respectivamente, sin embargo, aun así, con la aplicación de estiércol se
incrementó hasta en 82 1.3 ppm. En la segunda fase, se observó una reducción de
un 50% en el contenido de K, en todos los tratamientos. Los niveles de materia
orgánica (MO) del suelo fueron bajos en los tratamientos testigo, fertilización
mineral y niveles bajos de estiércol, con variaciones de 1.3% a 2.2% ; sin embargo,
la aplicación de 30 t/ha de estiércol ovino propició contenidos altos de MO de
2.37%. Durante la evaluación del efecto residual, se presentaron contenidos de
MO más bajos en todos los tratamientos, con variaciones de 1.0% a 2.0%.
Como se presenta en le cuadro 17, la aplicación de los tratamientos solo se
correlaciono positivamente (P<0.01) con el contenido de fósforo y de potasio del
suelo en la fase 1; durante este periodo, la saturación por agua estuvo relacionada
positivamente con el pH, nitrógeno amoniacal, fósforo y materia orgánica. La
relación con el fósforo en la fase II fue negativa (P>O.O5). Adetnas, el fósforo se
correlacionó con el rendimiento de forraje seco y con la materia orgánica en ambas
fases.
6.5. Costos de producción.
Durante los cuatro anos de la fase 1 se efectuó un gasto de N$ 606.40 (10
t/ha estiércol), a N$ 1,820.OO (30 t/ha estiércol), en relación a la fertilización
mineral, presentó un costo total de N$ 1,213.30, que es SGX~~ZS a\ costo de Ia dosis
intermedia de estiércol. Considerando la producción total de forraje seco y los
incrementos obtenidos con la aplicación de fertilizante, o con estiércol, se encontró
un menor costo con la aplicación de 10 t/ha de ambos estiércoles, al obtener un kg
de forraje seco por N$ 0.043, en comparación a N$ 0.095 con la fertilización
mineral y N$0.052 con dosis de 30 t/ha de estiércol (Cuadro 18).
32
VII DISCUSION
Los resultados en rendimiento de forraje verde y seco, (Gráfica 2) indican
que la aplicación de estiércol de bovino y ovino puede sustituir efectivamente la
fertilización mineral de praderas de Buffel Texas, 4464 en regiones tropicales.
Además es posible obtener efectos residuales de igual magnitud a las aplicaciones,
por períodos prolongados de tiempo (De uno a tres años de acuerdo a los resultados
del presente trabajo). Así mismo, los análisis de correlación indican un efecto
lineal en la producción de forraje al incrementarse la dosis de estiércol aplicado.
Crespo y González (1986) encontró incrementos lineales de forraje seco en
Pennisetum purpureum al aplicar dosis anuales de estiércol de bovino de 0, 10, 20
y 30 t/ha. Estos resultados también son similares a los encontrados por Vélez,
Arroyo y Rodríguez (1985) que aplicó estiércol bovino en dosis de 2.8, 5.6, ll .2,
16.8,22.4 y 3 1.3 t/ha/año y encontró incrementos significativos en la producción de
forraje de pasto Estrella. En el presente trabajo las cantidades de estiércol aplicado
al pasto Buffel fueron suficientes para mantener la productividad de manera similar,
e incluso superior a la fertilización mineral, presumiblemente debido a las
cantidades acumuladas de nitrógeno y fósforo en el suelo, lo cual fué demostrado
también por Arteaga et al., (1985).
La producción de forraje verde y seco fue diferente entre años (P<0.05) en
las dos etapas de estudio, sin observarse ninguna tendencia a través del tiempo. Lo
anterior se puede explicar con las variaciones climatológicas que se presentaron
durante el período experimental y por la aplicación superficial del estiércol que
permitió que al paso de los años, los nutrientes fueran estando gradualmente mas
disponibles para la planta (Arévalo, 1986) y al mismo tiempo, la acumulación de
materia orgánica retiene más humedad aprovechable por el pastizal, como lo
sustentan (Carrillo y Cruz, 1976) que propicia un desarrollo similar del Buffel
durante las dos fases del estudio. Esto no sucede con la fertilización mineral ya que
los nutrientes solo se mantienen disponibles en el suelo por períodos cortos y una
alta proporción se pierde por percolación, filtración o evaporación (Rodríguez,
1982).
La altura de planta se incrementó con la aplicación de 30 t/ha de ambos
estiércoles, confirmando lo explicado por Crespo y Oduardo (1985) en relación a
que la aplicación de estiércol estimuló la altura del forraje y número de hojas/planta
en pasto King grass y también en Andropogon gayanus (Hoyos, 1985).
Respecto a la composición química del forraje, se observó un incremento en
la concentración de proteína cruda durante la fase 1 del estudio, mientras que la
DBMS y FDN no presentaron diferencias notables entre tratamientos. Por otra
parte, el contenido de Ca y P en la planta presentó una tendencia a disminuir (r2 =
0.99) como se muestra en el cuadro 14, al incrementarse los niveles de estiércol,
pero sin llegar a valores críticos (Chapman y Pratt, 1984; Remy y Hernández,
1988). El estiércol contiene porcentajes bajos de nitrógeno, por lo que se considera
que el incremento de la proteína cruda del forraje se debió a las cantidades
aplicadas. Farías et al., (1986) encontraron que la aplicación de 7.4, 10.0 y 13.3
t/ha de estiércol de vaca no afectaron el contenido proteico del forraje de
Pennisetum purpureum; sin embargo, estas cantidades fueron inferiores a las
evaluadas en el presente estudio. Arteaga et al., 1985, difieren al afirmar que las
concentraciones de fósforo foliar se incrementan cuando se aplican 30 t/ha de
estiércol de vacuno.
En las condiciones que se desarrolló el presente trabajo, la composición
fisico-química del suelo presentó variaciones en la SA, MO, NN y NA; aunque solo
de manera determinante en la concentración de P y K. Estos resultados concuerdan
con Sharpley et al., 1993 al señalar que la disponibilidad de NA, NN, N
mineralizado, P y pH se incrementan con la aplicación de materia orgánica, lo cual
se debe a una mayor absorción y consumo por parte de la planta y una mayor
relación UN (Primavesi, 1984; Trinidad, 1987).
El contenido de nutrientes en el suelo estuvo altamente correlacionado con la
aplicación de los tratamientos, sobre todo, de los que contenían materia orgánica.
Resultados similares fueron encontrados por (Cabanillas y Elliot, 1993) quienes
indican que la aplicación de materia orgánica propicia además mejor estructura de
los agregados del suelo.
34
VIII CONCLUSIONES
La producción de forraje verde, forraje seco y altura del pasto Buffel Texas,
4464 se incrementó significativamente con la aplicación de 30 t/ha/a.ño de ambos
estiércoles tanto en la fase de aplicación como en su efecto residual en los años
siguientes y la fertilización mineral de 100-50-00, solo puede sostener altos
rendimientos durante su aplicación.
El comportamiento de los tratamientos fue similar durante los anos que duró
el estudio; sin embargo, la producción se incrementó al final de las dos fases de
estudio.
La producción de forraje presentó una relación lineal positiva entre la
aplicación de los tratamientos con diferentes niveles de ambos estiércoles.
El contenido de proteína cruda solo se incrementó con la aplicación de
estiércol, y el contenido de calcio en la planta decreció con la aplicación a medida
que los niveles de estiércol se aumentaron.
La aplicación de ambos estiércoles modificaron positivamente al suelo en
cuanto a la saturación por agua, contenido de materia orgánica, nitrógeno nítrico y
amoniacal, fósforo y potasio, pero el pH no varió.
De acuerdo a lo anterior, es factible incrementar los rendimientos de forraje y
el contenido proteico del Buffel Texas, 4464 con aplicaciones anuales de l0-30
t/ha/aÍío de estiércol bovino y ovino, sobre la fertilización mineral de 100-50-00
anual en condiciones de temporal del trópico seco de Jalisco y al mismo tiempo,
prescindir de la aplicación de nutrientes por períodos de hasta tres anos posteriores,
manteniendo la misma productividad por el efecto residual de los estiércoles debido
a los cambios en la estructura y composición físico-química del suelo.
Las aplicaciones de estiércol no incrementan el costo de producción de
forraje del Buffel Texas, 4464 al considerar el rendimiento total de las dos fases del
estudio.
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Cuadro 5. Condiciones climáticas promedio mensuales de la zona
Meses
ENERO
FEBRERO
MARZO
ABRIL
MAYO
JUNIO
JULIO
AGOSTO
SEPTIEMBRE
OCTUBRE
NOVIEMBRE
DICIEMBRE
PROMEDIO
SPP, 1980.
Temperatura (“C)
17.7
19.8
21.5
23.7
24.7
23.5
22.4
22.4
22.1
21.5
20.2
18.3
21.5
Precipitación (mm)
18.5
7.5
9.3
9.2
60.0
215.6
188.9
119.7
114.7
80.9
16.0
15.8
856.1
Cuadro 6. Composición química de los estiércoles empleados
Contenidos
Estiércol bovino
Estiércol ovino
j MATERIA SECA (%) 1
98.2
96.86
r ~
NITROGENO (%)
2.26
2.39
0.78
0.76
FOSFORO (%)
1.03
CALCIO (%)
1.61
*Laboratorio Campo Experimental Clavellinas de Tuxpan, Jalisco.
Cuadro 7.
Rendimiento de forraje verde (t/ha) del buffel
Aplicación de tratamientos (Fase 1)
22.68
7.50
14.87
14.ooc
T6,lO T/HA 0
10.95
12.29
27.50
10.37
20.99
17.78’0
T7,20 T/HA 0
18.79
35.18
15.93
24.50
23.60a
T8,30 T/HA 0
PROMEDIO
14.89b
26.43a 11.06~ 19.17ab
* Literales distintas entre hileras y columnas indican diferencia estadística (PC
0.05). B=Estiércol bovino y O=Estiércol ovino.
Cuadro 8. Rendimiento de forraje verde (Uha) del buffel
Efecto residual de tratamientos (Fase II)
* Literales distintas entre hileras y columnas indican diferencia estadística (PC
0.0 5). B=Estiércol bovino y O=Estiércol ovino.
Cuadro 9. Rendimiento de forraje seco (Uha) del buffel
Aplicación de tratamientos (Fase 1)
* Literales distintas entre hileras y columnas indican diferencia estadística (PC
0.05). B=Estiércol bovino y O=Estiércol ovino.
Cuadro 10. Rendimiento de forraje seco (Uha) del buffel
Efecto residual de tratamientos (Fase II)
* Literales distintas entre hileras y columnas indican diferencia estadística (PC
0.05). B=Esiércol bovino y O=Estiércol ovino.
Cuadro ll. Altura de la planta (m) del buffel
Tratamientos
Fase 1
T 1, TESTIGO
0.42d*
T2, 100-50-00
0.60~
T3, 10 T/HAB
0.60~
T4.20 T/HA B
0.73a
T5,30 T/HA B
0.72a
T6,lO T/HAO
0.60~
T7.20 T/HA 0
0.66b
T830T/HAO
1
0.82a
I
I
PROMEDIO
0.64
l
I
I
* Literales distintas entre hileras indican diferencia estadistica (PC
B=Estiércol bovino y O=Estiércol ovino.
Fase II
0.43d
0.40d
0.54c
0.67b
081a
0.51c
0.64b
0.79a
0.59
0.05).
Cuadro 12. Composición química del forraje (Oh) del buffel
Aplicación de tratamientos (Fase 1)
Tratamientos
T 1 ,TESTIGO
T2,100-50-00
T3,lO T/HA B
T4,20 T/HA B
T5.30 T/HA B
T6,lO T/HA 0
T7,20 T/HA 0
T8,30 T/HA 0
r
1
PROMEDIO
Disms=Digestibiliad
B=Estiércol bovino
Proteina / Disms / FDN / Ca
cruda
8.11
37.07 71.93
0.50
8.96
25.87 74.39
0.49
9.42
37.34 73.63
0.47
10.62
40.72 72.20
0.44
11.91
38.08 73.54
0.42
9.44
1 38.57 1 73.29 ( 0.49
9.28
38.47 73.55
0.42
ll .43
39.83 71.30
0.41
1 9.89
t 38.24 t 72.97 1 0.45 t
in situ de la materia seca, FDN=Fibra detergente
y O=Estiércol ovino.
1 P
0.38
0.32
0.46
0.45
0.30
0.42
0.44
0.28
0.38
neutro,
1
1
Cuadroo 13. Composición química del forraje (Oh) del buffel
Efecto residual de tratamientos (Fase II)
DISMS=Digestibiliad in situ de la materia seca, FDN=Fibra detergente neutro,
B=Estiércol bovino y O=Estiércolovino.
Cuadro 14. Análisis de correlación de las variables de calidad del pasto buffel
Variables
Fases
Forraje
seco
Tratamien
tos
Ca
1
0.907**
-0.937**
II
0.956**
-0.922**
PROTEINA
1
o.s77**
0.931**
-0.795"
CRUDA
II
0.953**
CALCIO
1
-0.937""
II
-0.943**
-0.922**
FDN=Fibra detergente neutro. *(P<O.O5) **(P<O.OOl)
IATAMIENTOS
Proteina
cruda
FDN
0.931**
0.943**
-0.975*
-0.946""
Cuadro 15. Composición físico-química del suelo en buffel
Aplicación de tratamientos (Fase 1)
P
K
MO
Tratamientos
pH
SA
NN
NA
%
ppm
ppm
ppm
ppm
%
50.0
24.3
38.8
2.6
183.3
1.33
T 1 ,TESTIGO
7.3
229.6
1.31
7.3
51.0
22.0
30.5
3.8
T2,100-50-00
364.0
1.95
7.6
57.0
13.6
41.1
14.3
T3,lO T/HA B
520.0
2.11
7.6
58.6
18.3
54.6
22.5
T4,20 TL-IA B
748.0
1.86
7.5
54.0
21.8
37.5
23.1
T5,30 T/HA B
32.3
6.1
289.6
1.41
T6,lO T/HA 0
7.3
51.6
18.3
39.6
19.2
378.3
2.23
T7,20 T/HA 0
7.3
57.1
18.3
821.3
2.47
T8,30 T/HA 0
7.6
58.0
28.0
43.3
42.9
39.7
16.7
441.7
1.80
PROMEDIO
7.4
54.6
20.6
SA=Saturación por agua, NN=Nitrógeno nítrico, NA=Nitrógeno amoniacal,
P=Fósforo, K=Potasio, MO=Materia orgánica, B=Estiércol bovino y O=Estiércol
ovino.
Cuadro 16. Composición físico-química del suelo en buffel
Efecto residual de tratamientos (Fase II)
SA
%
NA
ppm
P
ppm
7.7
50.2
NN
ppm
T2,100-50-00
7.4
49.8
13.5
T3,lO T/HA B
T4,20 T/HAB
7.7
7.6
7.6
7.8
7.5
7.6
7.6
46.0
50.0
44.8
22.0
22.0
20.0
Tratamientos
pH
T 1 ,TESTIGO
19.0
MO
%
2.1
K
ppm
158.0
1.13
19.5
0.8
36.0
1.09
3.5
15.3
7.2
3.0
4.3
386.0
1.30
78.0
1.21
1.22
13.5
8.0
417.0
T5,30 T/HA B
325.0
1.41
46.0
26.0
8.0
3.2
T6,lO T/HA 0
377.0
2.00
47.0
22.0
9.5
13.0
T7,20 T/HA 0
9.0
13.0
340.0
1.34
T8,30 T/HA 0
50.0
14.0
47.9
18.5
10.8
5.8
264.0
1.34
PROMEDIO
SA=Saturación por agua, NN=Nitrógeno nítrico, NA=Nitrógeno amoniacal,
P=Fósforo, K=Potasio, MO=Materia orgánica, B=Estiércol bovino y O=Estiércol
ovino.
Cuadro 17. Análisis de correlación de 1s variables de la composisción
química del suelo
Variables
Fases
ITRATAMIEN
TOS
I
1 1 1
II
1
I
II
1
II
1 1
1 0.730”
1
K
Forraaje
seco
1
I
0.821*
físico-
NA 1 p / K
pH
MO
j 0 . 8 7 7 ” ” 1 0.939**
r
I
0.762*
I
0.708*
0.768*
0.727”
0.934””
1 0.783*
1
-0.774*
-0.923””
1
0.712*
0.920**
I
MO
1
0.909**
0.726*
II
1 0.727*
1
SA=Saturación por agua, NA=Nitrógeno nítrico, P=Fósforo, K=Potasio,
MO=Materia orgánica. * (PcO.05) ** (P<O.OOl)
L
Cuadro 18. Costos de aplicación del estiércol y fertilizante
Tratamientos
Forraje
Incrementos
Costos/ha
seco
t/ha
Anual, N$
17.59
TESTIGO
12.76
303.30”
30.35
100-50-00
151.60
31.72
14.13
IOTIHAE
303.30
25.00
42.59
20TkIAE
30ThIAE
52.04
34.45
455.00**
E=Estiércol. * Costo del fertilizante, acarreo y aplicación.
** Acarreo y aplicación.
Costos/kg
de forraje, N$
0.095
0.043
0.048
0.052
3o T
t
1
25
20
t/ha 15
10
5
0
i
-t
-4
T e s t i g o 1 0 0 - 5 0 IOtIha 20t/ha 30t/ha lOt/ha 20t/ha 30tiha
EB
EB
EB
EO
EO
EO
Gráfica 1. Producción lineal de forraje verde del buffel Texas, 4464
9
HFaseI
T
rq
l
Fase II
8
7
6
5
tlha
4
3
2
1
0
Testigo
10040
10tlha
EB
20 tlha
EB
30 tlha
EB
10tlha
EO
20 t/ha
EO
30 tlha
EO
Gráfica 2. Producción lineal de forraje seco del buffel Texas, 4464
-l
i
Testigo loo80
-l
loma
83
i
i
mha
B
mha
m
+
IOttha
80
20th
80
3om
80
Gráfica 3. Altura de la planta del buffel Texas, 4464
% 6
-t
Testigo
-1
IM
10th
EB
i
20th
EB
30th
El3
10th
fio
20th
Eo
Gráfica 4. Contenido de proteina cruda del buffel Texas, 4464
30th
Eo
\
0 1. CAmmuA
- l)31UlIU
0 JYORW
Figura 1. Localización del area experimental
D I 101 D.
Figura 2. El buffel variedad Texas, 4464
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