Finanzas y política financiera a corto plazo (y II)

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Farmacia
Empresa
Finanzas
Curso básico de gestión financiera Módulo 4
Finanzas y política financiera a corto plazo (y II)
En este capítulo se contempla la incidencia de las diferentes fórmulas
de financiación empresarial que ofrece el mercado, ya que actualmente hay
una gama amplísima de instrumentos ofrecidos por entidades de financiación.
CARLOS MARÍN
Responsable de contenidos de Planificación Jurídica-Centro de Documentación.
www.planificación-juridica.com
A
efectos sistemáticos, agrupamos las operaciones de financiación en los siguientes grupos, la mayoría de los cuales admite a
su vez nuevas subdivisiones:
– Créditos y préstamos.
– Leasing.
– Renting.
Créditos y préstamos
Cuando hablamos de créditos, en general, nos referimos fundamentalmente a los créditos y a los préstamos,
de los que además de dar una descripción, expondremos sus principales diferencias y clasificación.
Es el contrato por el que
la entidad financiera facilita fondos
Crédito.
Publicado hasta ahora
Los módulos 1 y 2 de este curso se
publicaron en los números de enero a junio
de 2005. El primero abordó el valor del
dinero en el tiempo y la evaluación de las
inversiones. El segundo analizó los costes
como herramientas en la toma de
decisiones en la oficina de farmacia. El
tercero describe el análisis financiero de la
oficina de farmacia y el cuarto, las fórmulas
de financiación.
Próximo número
Tras hablar de los instrumentos que ofrecen
las entidades financieras, en el próximo
módulo se abordará la gestión fiscal empresarial de la farmacia.
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Farmacia Profesional
a la empresa hasta un límite y por
un plazo determinado, liquidándose
periódicamente los intereses sobre
las partes dispuestas y las comisiones acordadas. La operación se instrumenta a través de una cuenta corriente, denominada cuenta de crédito.
Préstamo. Es la cesión de una cantidad total y fija de dinero que debe
ser devuelto (amortizado) en uno o
varios plazos, cuyos vencimientos e
importes se estipulan, devengándose
el tipo de interés que se señale.
Principales diferencias. Las diferencias más importantes entre préstamos
y créditos son las siguientes:
– En el contrato de préstamo, la
entidad financiera entrega al prestatario una suma de dinero, mientras que
en el contrato de crédito el titular del
crédito puede disponer de los fondos
dentro del plazo y los límites que se
hayan fijado, realizando disposiciones
totales o parciales.
– En un contrato de préstamo, los
intereses se devengan por la totalidad
de capital pendiente. En la cuenta de
crédito, los intereses se devengan exclusivamente sobre el capital dispuesto. No obstante, la entidad financiera
puede percibir, asimismo, una comisión por la cantidad no dispuesta que
remunera el crédito puesto a disposición del cliente.
– En un contrato de préstamo, el
prestatario reduce la deuda con las
amortizaciones en los plazos fijados o
bien con amortizaciones anticipadas.
La amortización total se produce al
cancelar el préstamo. En una cuenta
de crédito, el acreditado puede devolver de forma parcial o total las cantidades dispuestas, ingresando en la
cuenta de crédito.
– En un contrato de préstamo la
devolución del capital se ajusta a un
cuadro de amortización. En una cuenta de crédito el capital dispuesto se
devuelve sin seguir ningún cuadro de
amortización.
Clasificación
de préstamos y créditos
En atención a la garantía que ofrece el
prestatario al prestamista, los créditos
y préstamos se clasifican en los siguentes tipos:
Personales. La garantía es la del patrimonio propio prestatario o de las
personas que lo avalen con sus propios patrimonios.
Hipotecarios. La garantía es un bien
inmueble (edificios, solares o fincas
rústicas, buques). La Ley 2/1994, de
30 de marzo, de Subrogación y Modificación de Préstamos Hipotecarios,
otorgó una gran flexibilidad a cambios en los préstamos y se avivó la
competencia entre las diferentes entidades financieras, lo que ha contribuido, de forma favorable, a la mejora de
las condiciones de los préstamos hipotecarios.
Vol. 19, Núm. 10, Noviembre 2005
Àxel Oliveres
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El tratamiento fiscal del renting en cuanto a la base imponible es más beneficioso
que el del leasing, entendido éste como la financiación vía préstamo o fondos propios
En concreto, se facilitó la subrogación, que consiste en el cambio del
acreedor hipotecario, normalmente
con modificación del tipo de interés
aplicable de hipoteca y la novación
modificativa. Se renegocian las condiciones del préstamo en la misma entidad y pueden ser modificados los tipos de interés y el plazo. La operación
está exenta de impuestos, reduciéndose asimismo los costes notariales y registrales y, por tanto, disminuye de
forma considerable el coste para el
prestatario.
Pignoraticios: la garantía son bienes
muebles (valores mobiliarios, maquinaria). Hay otras modalidades de crédito, en función del prestamista y del
sistema de determinación del interés:
– Crédito sindicado: el dinero lo
conceden dos o más entidades financieras, de forma que se diversifica el
riesgo. El banco agente se encarga de
la organización del crédito e informa a
otras entidades para que participen,
aunque no lo harán todas en las misVol. 19, Núm. 10, Noviembre 2005
mas condiciones. Son créditos con tipo de interés variable y que permiten
una gran flexibilidad.
– Crédito participativo: el prestamista obtiene un interés fijo que se establece en unas condiciones más favorables que las normales de mercado y
un interés variable en función de los
beneficios del prestatario (este tipo de
operaciones era frecuente en los créditos concedidos por el Banco de Crédito Industrial).
El mundo empresarial admite otras
fórmulas de captación de recursos que
se acercan a la naturaleza del préstamo. Eso sucede, por ejemplo, en los
contratos de cuentas en participación,
en los que un comerciante aporta capital al negocio que gestiona otro con
el fin de participar en los resultados
prósperos o adversos, en la proporción que acuerden.
Tras esta visión general de la tipología de créditos y préstamos, estudiamos a continuación su régimen fiscal.
Créditos y préstamos:
tratamiento en el IRPF
En función del destino de los fondos
recibidos, se pueden dar las siguientes
situaciones.
Rendimientos del capital inmobiliario
Cuando el prestatario es un particular
persona física (no empresario), se admite la deducción de los intereses satisfechos en la adquisición o mejora
de bienes inmuebles, con los siguientes límites:
Inmuebles arrendados o subarrendados. El rendimiento que provenga
del inmueble no puede resultar negativo a consecuencia de la deducción
de los gastos necesarios.
Inmuebles destinados a vivienda habitual. La deducción por inversión en
vivienda habitual se efectúa en la cuota íntegra del impuesto, y estará compuesta tanto del capital como de los intereses. Tendrá los siguientes límites:
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FINANZAS.
Finanzas y política financiera a corto plazo (y II)
– La inversión máxima deducible
será de 9.015,18 euros por contribuyente (capital e intereses).
– Con carácter general, se establece un 10,05% de deducción a nivel de
la cuota estatal sobre las cantidades
satisfechas en el período de que se trate por la adquisición o rehabilitación
de la vivienda que constituya o vaya a
constituir la residencia habitual del
contribuyente.
– 4,95% de deducción sobre la
cuota autonómica.
– Cuando la adquisición se financie mediante un préstamo, los porcentajes de deducción serán los siguientes:
a) Durante los 2 años siguientes a la
adquisición, el 16,75% en la cuota estatal sobre los primeros 4.507,59 euros y el 10,05% en la cuota estatal sobre el exceso hasta 9.015,18 euros.
Los porcentajes aplicables sobre la
cuota autonómica serán del 8,25% y
del 4,95%.
b) Posteriormente (a partir del tercer año), los porcentajes anteriores serán del 13,4% y del 10,05% respectivamente, en la cuota estatal. Los porcentajes aplicables sobre la cuota
autonómica serán del 6,6% y del
4,95%. El porcentaje de deducción autonómico podrá incrementarse o reducirse en un 50%.
Deducción en los rendimientos de la
actividad empresarial o profesional
Si el contribuyente ejerce actividades
económicas, tanto en régimen de estimación directa (normal o simplificada) como en régimen de estimación
objetiva, no hay limitación alguna para la deducción de los intereses satisfechos que estén contabilizados y dispongan de justificación documental
suficiente, y que respondan a una operación efectiva realizada en el seno de
la actividad empresarial o profesional.
Con la vigente Ley del Impuesto sobre Sociedades (a partir de la Ley
43/1995) ha desaparecido el requisito
de la «necesidad» del gasto para su
deducibilidad.
El problema se presenta en ocasiones en la demostración de la afectación del préstamo a la actividad empresarial, ya que a veces es difícil demostrar que el crédito se aplica a
gastos de consumo, o bien de la actividad. El mejor consejo es mantener
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Farmacia Profesional
una total separación entre el ámbito
particular y el empresarial.
Hasta el 31 de diciembre de 1998
se planteó la problemática
sobre la admisibilidad,
como elemento afecto, de las cuentas
corrientes, acciones, etc. A partir
del 1 de enero de
1999, en ningún
caso tendrán esta
consideración los
activos representativos de la participación en fondos propios
de una entidad y de la cesión
de capitales a terceros prestamistas.
Su repercusión fiscal es más sencilla:
los rendimientos que se obtienen por
la cesión del capital tendrán la consideración de ingresos (rendimiento
del capital mobiliario sujeto a retención, en su caso).
Créditos y préstamos:
tratamiento en el Impuesto
sobre el Patrimonio
Si un empresario persona física solicita un préstamo para desarrollar su actividad, deberá consignarlo en la declaración de este impuesto en el apartado «Actividades empresariales y
profesionales», en el que se especifica
la valoración del negocio, es decir, el
activo real menos el pasivo exigible. El
importe del préstamo deberá incluirse
dentro del pasivo exigible por su valor
nominal.
Recordemos la novedad de la Ley
22/1993, con efectos a partir del 1 de
enero de 1994, al prever la exención
en el Impuesto sobre el Patrimonio
de los bienes y derechos de las personas físicas necesarios para el desarrollo de su actividad empresarial, siempre que ésta se ejerza de forma habitual, personal y directa por el sujeto
pasivo y ses su principal fuente de
renta. A estos efectos el valor de los
bienes y derechos se minorará en el
importe de las deudas derivadas de la
actividad.
Desde el 25 de junio de 2000, en
ningún caso serán deducibles las deudas contraídas para la adquisición de
bienes o derechos exentos. Cuando la
exención sea parcial, será deducible la
parte proporcional de las deudas.
El préstamo que solicite un particular no empresario deberá consignarse en el apartado de «deudas» por
su valor nominal en la fecha de
devengo, es decir, el 31 de diciembre. Solamente serán
deducibles las deudas debidamente justificadas
(por ejemplo: mediante
documento público o
documento privado incorporado o inscrito en
un registro público, o
entregado a un funcionario público o derivado de un
negocio jurídico en el que una
de las partes haya fallecido).
Leasing
El leasing también se llama arrendamiento financiero o arrendamiento
con opción de compra, y es precisamente esta facultad la diferencia fundamental entre un puro contrato de
arrendamiento y un contrato de leasing.
En palabras de Durán-Sindreu:
«En el ámbito de la decisión empresarial, no cabe duda de que pocas veces se plantea el leasing como una alternativa real a la compra, sino más
bien como una forma o sistema de financiación alternativo a otros como,
por ejemplo, el crédito bancario, y
uno de cuyos elementos básicos de
supervivencia es su régimen tributario».
Definición y características
Se abordan, a continuación, el concepto legal de leasing, su tipología y su
tratamiento fiscal.
Concepto legal. La disposición adicional séptima de la Ley 26/1988 de
29 de julio, sobre Disciplina e Intervención de las Entidades de Crédito
(BOE 30 de julio de 1988) ofrece el
concepto legal del contrato de arrendamiento financiero. Destacamos especialmente el contenido de esta norma porque el incumplimiento de alguno de sus preceptos puede hacer
inaplicable el régimen fiscal previsto
para estas operaciones:
1) Es el contrato que tiene por objeto exclusivo la cesión del uso de
bienes muebles o inmuebles, adquiriVol. 19, Núm. 10, Noviembre 2005
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FINANZAS.
dos para la finalidad especificada por
el futuro usuario, a cambio de una
contraprestación consistente en el
abono periódico de las cuotas ajustadas a determinados requisitos que veremos más adelante. Los bienes objeto
de cesión habrán de quedar afectados
por el usuario únicamente a sus explotaciones agrícolas, pesqueras, industriales, comerciales, artesanales, de
servicios o profesionales.
2) El contrato de arrendamiento financiero incluirá necesariamente una
opción de compra, a su término, en favor del usuario.
3) Si por cualquier causa el usuario
no llega a adquirir el bien objeto del
contrato, el arrendador podrá cederlo
a un nuevo usuario, sin que en este caso se entienda vulnerado el principio
de adquisición del bien según las especificaciones del usuario.
4) La duración mínima del contrato
será de 2 años cuando tenga por objeto bienes muebles y de 10 años si tiene por objeto inmuebles o establecimientos industriales. Para evitar prácticas abusivas, el Gobierno puede
establecer otros plazos distintos.
5) Las cuotas deben aparecer en el
contrato diferenciando la parte que
corresponde a recuperación del coste
del bien, excluido el valor de la opción
de compra, y la carga financiera exigida por ésta.
6) El importe anual correspondiente a la recuperación del coste del bien
deberá permanecer igual o tener carácter creciente a lo largo del período
del contrato.
Los requisitos 4 y 6 están recogidos
en el artículo 115 del texto refundido
de la LIS y son precisos para aplicar el
régimen fiscal especial.
Clasificación
Habitualmente (tabla I) hablamos de
cinco tipos de leasing:
Leasing financiero. Es el más habitual en España. La empresa de leasing
arrendadora es una entidad de crédito
sujeta al control del Banco de España.
Según las indicaciones de sus clientes
o arrendatarios, pone a su disposición
el equipo solicitado por éstos contra el
pago de unas cuotas de arrendamiento
que superan el precio de compra al incorporar los intereses de la financiación, fraccionadas durante un período
Vol. 19, Núm. 10, Noviembre 2005
Finanzas y política financiera a corto plazo (y II)
Tabla I.
Tipos de leasing
Por las características del arrendador
Leasing operativo
Leasing financiero
Por el procedimiento
Leasing directo
Leasing indirecto
Por el objeto del contrato
Leasing mobiliario
Leasing inmobiliario
que suele coincidir con la vida económica y fiscal del equipo, durante el
que el contrato es irrevocable, siendo
el riesgo por cuenta del arrendatario,
que una vez finalizado este período
puede devolver el equipo, prorrogar el
contrato o comprarlo. Los gastos de
reparación y mantenimiento son por
cuenta del usuario o arrendatario. La
duración de este tipo de leasing es superior a la del leasing operativo, ya
que en el leasing financiero el plazo
suele ser usualmente de entre 3 y 6
años. El contrato de leasing debe contener obligatoriamente una opción de
compra que sea ejercitable a la finalización del contrato.
Leasing operativo. El arrendador,
que suele ser el fabricante o distribuidor, cede a otra persona el uso de
un determinado bien contra el pago
de unas cuotas que engloban tanto la
financiación como los gastos de
mantenimiento y reparación. La diferencia fundamental con el leasing financiero es que en el leasing operativo el arrendador soporta todos los
riesgos técnicos, incluso el riesgo
por obsolescencia. El período del leasing suele ser corto o medio, revocable en cualquier momento por el
arrendador previo aviso. Su función
principal es la de proporcionar mantenimiento y reponerlo a medida que
vayan surgiendo modelos tecnológicamente más avanzados. Si no contiene opción de compra, lo cual es
relativamente frecuente, se denomina renting.
Leasing directo. Se realiza mediante
negociación entre el futuro arrendatario y la empresa de leasing. Ésta, según
las instrucciones del arrendatario,
comprará el material para su posterior
arrendamiento. Se prescinde de terceros intermediarios. Suele utilizarse para la adquisición de equipos industriales o maquinaria especializada.
Leasing indirecto. Modalidad promovida por los propios fabricantes o
distribuidores. El usuario elige el
equipo y el proveedor, y posteriormente acude a la empresa de leasing
para que financie la adquisición y ésta ordena al proveedor que suministre
el equipo.
Leasing mobiliario e inmobiliario. A
efectos prácticos, las operaciones de
leasing pueden, a su vez, realizarse sobre cuatro tipos de bienes: maquinaria, vehículos, equipos informático e
inmuebles.
Leasing e impuestos indirectos
La operación de arrendamiento financiero está sujeta a dos impuestos indirectos: el de transmisiones patrimoniales (ITP) y el de Actos Jurídicos
Documentados (AJD).
Están sujetas a la modalidad de Actos Jurídicos Documentados las primeras copias de escrituras y actas notariales cuando tengan por objeto
cantidad o cosa valuable, contengan
actos o contratos inscribibles en los
registros de la propiedad, mercantil y
de la propiedad industrial y no estén
sujetas a transmisiones patrimoniales
onerosas, operaciones societarias o al
Impuesto sobre Sucesiones y Donaciones. El coste fiscal por este concepto afectará a operaciones de
arrendamiento financiero sobre bienes inmuebles que estén gravados por
IVA. El tipo impositivo general es del
0,5%, y puede ser modificado por las
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FINANZAS.
Finanzas y política financiera a corto plazo (y II)
comunidades autónomas en uso de
sus competencias.
En cuanto al Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA), todas las operaciones efectuadas por empresas de leasing se consideran prestaciones de servicios sujetas y no exentas, y tributan
al tipo general del 16%.
Leasing e Impuesto sobre la Renta de
las Personas Físicas
En relación con el IRPF, cabe tener en
cuenta las siguientes precisiones:
– A efectos del cálculo del rendimiento neto de actividades económicas realizadas por personas físicas en
régimen de estimación directa o
simplificada, relativas al leasing,
son de aplicación las normas
del Impuesto sobre Sociedades, es decir, tienen la
condición, con carácter
general, de gasto deducible en el rendimiento de
la actividad.
– En los supuestos de
estimación objetiva aplicable a actividades económicas
que establece específicamente la
Administración Tributaria y salvo que
se ejecute la opción de renuncia, el
rendimiento neto se determina vía índices o módulos. El rendimiento del
módulo puede ser disminuido por el
cómputo de posibles amortizaciones.
En el supuesto de cesión de uso de
bienes con opción de compra o renovación, cuando por las condiciones
económicas de la operación no haya
dudas razonables de que se ejercitará
una u otra opción, será deducible para el cesionario, en concepto de amortización, un importe equivalente a las
cuotas de amortización que corresponderían a los citados bienes, aplicando los coeficientes previstos en la
tabla de amortización, sobre el precio
de adquisición o coste de producción
del bien.
Renting
El renting es un sistema de alquiler, a
largo y medio plazo, básicamente de
bienes muebles y vehículos mediante
el que la empresa de renting cede el
uso y disfrute de éstos pero no su propiedad, todo ello a cambio del abono
de una cuota fija mensual, que incor50
Farmacia Profesional
pora usualmente un servicio integral
al usuario. Tanto la propiedad como el
mantenimiento del bien suelen ir a
cargo de la empresa de renting durante toda la vigencia del contrato.
Características generales
Con el renting, el cliente no sólo paga
por el uso y disfrute de un bien, sino
por la prestación de un servicio más
completo; esto es: mantenimiento, seguro, impuestos y otros que van a
mantenerse durante toda la vigencia
del contrato y que van a permitir al
usuario-arrendatario no asumir la gestión que pueda ocasionar el bien
arrendado a lo largo del contrato.
Tomando como referencia el contrato de renting de un vehículo,
por ser el más extendido, abordamos un ejemplo
de lo que normalmente se pacta y
se incluye como
servicio y de las
principales ventajas
que ofrece.
Régimen fiscal. Por lo que
respecta al régimen fiscal, cabe comentar la aplicación del IVA, el IRPF y
el Impuesto de Sociedades (IS):
– El renting ante el IVA. El alquiler
de bienes muebles se halla sujeto al
IVA al tipo general del 16% y son deducibles como gasto por el arrendatario. En el caso específico del alquiler
de vehículos, la no justificación del
uso total o parcial con fines profesionales o empresariales implica la no deducibilidad de la cuota de IVA correspondiente, en la misma proporción. Si
no se justifica, supondrá un mayor
coste al empresario.
– El renting ante el IRPF y el IS. El
renting es catalogado como operación
mercantil y no financiera. El régimen
económico-fiscal queda englobado en
el Plan General de Contabilidad y en
la legislación del Impuesto sobre Sociedades (artículo 115 del texto refundido de la Ley del IS).
Como principio general, se registra
en la cuenta de pérdidas y ganancias el
importe total de la base imponible de
la cuota.
El alquiler es, por naturaleza y definición, un gasto fiscalmente deducible
Renting o leasing:
cuestión de
rentabilidad
El tratamiento fiscal del renting
en cuanto a la base imponible
es más beneficioso que el del
leasing, entendido éste como la
financiación vía préstamo o
fondos propios.
Sin embargo, dada su reciente
implantación, es posible que el
empresario se vea obligado a
acudir al leasing ante la falta de
oferta en relación a
determinados productos.
Hay varias modalidades de
renting: el renting apalancado y
el renting financiero:
Renting apalancado: supone
el alquiler por un tiempo
determinado que no cubre el
valor de amortización del bien.
El valor residual es asegurado
por la compañía mediante un
pacto de recompra con el
proveedor o un tercero.
Renting financiero: en este
caso, las cuotas cubren
totalmente el valor de la
amortización y los intereses. Se
asemeja, por tanto, al leasing,
pero evita que el bien se integre
en el balance de la compañía y
permite deducir las cuotas.
en su totalidad de la base imponible
del IRPF o del Impuesto de Sociedades. Básicamente tendrá lugar en relación a equipos informáticos y mobiliario, ya que en relación a los vehículos
automóviles estará ligado a su grado
de afectación.
No se exige la amortización de los
bienes, al no entrar en el inmovilizado
por no ser propiedad de la empresa
arrendataria sino de las empresas de
renting arrendadoras, que al mismo
tiempo actúan como intermediarias
entre proveedor y cliente. ■
Vol. 19, Núm. 10, Noviembre 2005
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